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OPINIÓN
La Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad a médicos, enfermeras y farmacéuticos, ¿nada más?
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Luis de Haro Director general de iSanidad
Los consejos de médicos, enfermeras y farmacéuticos han recibido la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad. La Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad es la máxima condecoración civil española que se concede como honor, distinción y reconocimiento públicos. Se ha decidido en el Consejo de Ministros y es un motivo de orgullo. Hay que estar agradecidos por ello.
Primero fueron los aplausos, después llegó el Premio Princesa de Asturias para los sanitarios en primera línea Covid… pero la sensación de que nadie les escucha es enorme. A estas alturas, ¿no vendría mejor algo más? Las tres profesiones están deseando que se acomentan sus propuestas de mejora. Es decir, más que premios están pidiendo que haya mayor atención a los problemas de la sanidad.
Solo en medicina tenemos una atención primaria completamente ahogada. Se reparten los millones entre igualdad, defensa y gasolina, pero a la hermana pobre, la sanidad, se le niegan ayudas esenciales. Hace más de 20 años se está pidiendo una reforma de atención primaria, menos temporalidad, carrera profesional, estabilidad, sueldos y un millón de cosas más. Además, se pide que se mejore la retribución MIR, un programa para los médicos-tutores, conciliación familiar y una lista interminable. Quizá muchos médicos prefieren que se atiendan sus demandas en lugar de la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad. Los contratos Covid se acaban y se pasa a una situación de extrema precariedad, ¡hay tanto que escuchar!
Las enfermeras también insisten en la alegría que les produce el premio, pero inmediatamente han recordado que el sistema está herido de gravedad: “El mayor premio sería que apuesten de verdad por la profesión”, han dicho. Florentino Pérez Raya ha sido muy claro: “Los sanitarios están exhaustos tras estos dos años y los anuncios de despidos en las comunidades autónomas no ayudan a mejorar una Sanidad herida de gravedad. Hay que conseguir la categoría A1, mejorar las ratios de enfermera por población, contratar plantillas estables, aumentar las plazas de enfermeras especialistas para dar una atención de mayor calidad y reforzar la desbordada Atención Primaria”, subraya Pérez Raya.
El reconocimiento es bueno, muy bueno, para los farmacéuticos. Jesús Aguilar asegura que la Gran Cruz reconoce “la labor desarrollada por los profesionales del sector farmacéutico, por su responsabilidad y profesionalidad”. Esta labor tuvo lugar durante los primeros meses de la pandemia y a favor de la Campaña de Vacunación. Para él, las 22.137 farmacias distribuidas por todo el país han ayudado a generar confianza en los ciudadanos hacia las vacunas. Ha destacado también la colaboración de algunas farmacias con centros de salud de Atención Primaria en la citación de pacientes para la vacunación.
La concesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad es motivo de honor, pero mayor honor sería mejorar la situación de todos los sanitarios.
Digitalización en odontología y tiempo
La digitalización en nuestro sector es una realidad. Ya no es el futuro sino el presente. Según datos facilitados por Juan M. Molina, presidente del sector dental de Fenin durante la pasada edición de Expodental, entre el 5 y el 8% de las clínicas dentales en España están digitalizadas. Esto implica un gran potencial de crecimiento de entre 5 y el 7% anual y las mayores inversiones de las clínicas se prevén en este tipo de tecnología.
Todos los denominados flujos de trabajos digitales están dirigidos a reducir los pasos clínicos y a optimizar el “tiempo de sillón” en favor de un mayor tiempo dedicado a la planificación en lo que podríamos denominar “tiempo de ordenador”.
Esto implica indudables beneficios para el paciente que ve reducido su tiempo en la clínica, que sigue siendo percibido como algo no agradable pero también para las clínicas que optimizan ese mismo tiempo, lo que se traduce al final en mayor beneficio.
Esto que, seguramente, podría ser percibido como algo beneficioso en una relación “win to win” podría llevarnos, paradójicamente, a una peor atención a nuestros pacientes.
A raíz de la pandemia de Covid-19, se ha impuesto una tendencia en la sanidad general (obligada en una primera fase) a la relación no presencial que genera muchas críticas por la dificultad de conseguir una cita para ver y hablar con nuestro médico.
El riesgo es que un entorno cada vez más digitalizado haga que dediquemos menos tiempo para “estar” con nuestros pacientes y establecer una relación de confianza mutua que es la base del éxito de nuestras clínicas.
Digitalizar nuestras clínicas, sobre todo desde el punto de vista del dentista autónomo, es imperativo si queremos que sobrevivan en un entorno que podría ser calificado como claramente hostil, amenazado por cadenas, franquicias, publicidad más o menos agresiva además de la situación de incertidumbre económica actual.
Somos sanitarios y nuestra prioridad principal debe ser poner al paciente en un primer plano, dedicarle el tiempo que necesite y requiera. No podemos pensar que la satisfacción del paciente se consigue sólo haciendo una sonrisa maravillosa, digital o analógicamente. La satisfacción del paciente debe ser integral y la digitalización sólo es una parte.
No renunciemos a nuestra esencia en esta carrera tecnológica.
Ángel Lorenzo Sáez
Vocal del Colegio Oficial de Dentistas de Pontevedra y Ourense Director clínico de la clínica Ángel Lorenzo de Pontevedra