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OPINIÓN
Opinar sobre las vacunas Covid pero “tocando de oído”
La situación de la vacunación en España, y en el resto del mundo, está siendo como un tsunami que arrastra todo. Está impregnando la economía, el ocio, la educación, la política, las relaciones opinar sobre las vacunas se está empezando a convertir en un “deporte nacional”. Podría considerarse casi divertido, si no fuera por todo el dramatismo que tiene la situación. Pero escuchar en una tertulia a una persona hablando de la tecnología del ARNm de la misma forma que habla del VAR en el fútbol es, cuando menos, curioso.
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En algunos medios de comunicación generalistas se puede encontrar la palabra “fiasco” unida a las vacunas del Covid. Creo que es pura “palabrería” y una falta de escrúpulos. Solo se pueden entender la unión de estos dos conceptos a partir de intereses personales, profesionales o económicos. Desde luego no es una opinión formada a partir del análisis o de la experiencia. Decir que las vacunas son un fiasco es opinar sin conocimiento
Prácticamente todos los estamentos con rigor defienden el valor de todas las vacunas aprobadas, sin opinar, solo a partir de los datos. Y es así como hay que generar opinión, con conocimiento. Un estudio recientemente publicado aseguraba que los peor informados sobre el Covid son los que obtienen la información de las redes sociales y de la televisión (ver). Tiene pinta de ser una conclusión muy acertada. Los que se informan en páginas web profesionales o en páginas oficiales, sí están bien informados. Un estudio recientemente publicado aseguraba que los peor informados sobre el Covid son los que obtienen la información de las redes sociales y de la televisión
Asegura a iSanidad el Dr. Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) que todas las vacunas son buenas. Y a continuación lo explica diciendo que si el regulador (EMA o FDA) ha estudiado la documentación y la ha revisado, ¿quiénes somos nosotros para dudar? Será que dudamos de los propios organismos reguladores. Si es así, ¿para qué los tenemos? No se puede seguir así, no se puede opinar sobre las vacunas sin saber de qué se está hablando. Dejemos que sean los expertos, a los que volvemos a echar en falta, los que hablen y opinen. No, nos vale la opinión sobre las vacunas del presidente de la comunidad de vecinos o del contable de mi empresa. Necesitamos dar protagonismo a quien puede aportar luz.