ANĂ LISIS DE UN POEMA RENACENTISTA:
Dejad las hebras de oro ensortijado de Francisco de Terrazas
Dejad las hebras de oro ensortijado que el ánima me tienen enlazada, y volved a la nieve no pisada lo blanco de esas rosas matizado. Dejad las perlas y el coral preciado de que esa boca está tan adornada, y al cielo, de quien sois tan envidiada, volved los soles que le habéis robado. La gracia y discreción que muestra ha sido del gran saber del celestial Maestro, volvédselo a la angélica natura; y todo aquesto así restituido, veréis que lo que os queda es propio vuestro: ser áspera, cruel, ingrata y dura. Francisco de Terrazas
1. Localización. Este poema pertenece a Francisco de Terrazas (1525-1600), poeta mexicano, hijo de un conquistador y considerado como uno de los primeros poetas criollos. En 1577 publicó cinco sonetos dentro del cancionero manuscrito Flores de varia poesía y, en 1584, Cervantes elogiaba en La Galatea su talento poético. Seguidor de la escuela sevillana, la obra lírica de Terrazas gira en torno a la belleza y crueldad de la amada, tema central del petrarquismo entonces en boga. De ella han llegado hasta nosotros nueve sonetos, una epístola en tercetos, diez décimas y algunos fragmentos (setenta y cinco octavas) del poema épico Nuevo Mundo y Conquista.
2. Tema. La crueldad de la amada. 3. Resumen. En el poema, la voz poética muestra a una mujer que responde al ideal femenino renacentista (el cabello dorado, la tez blanca…) aunque, debido a que es una persona que le produce daño, le exhorta que elimine todo lo superfluo y así quede reducida a lo que le es propio: la crueldad, la dureza y la ingratitud. Se muestra, por tanto, un amor que produce dolor y, como respuesta, la reacción impotente de la voz poética ante este, negándole todo lo que le ha enamorado.
4. Estructura externa. “Bella sin alma” está formado por catorce versos endecasílabos, cuya rima es la siguiente: ABBA ABBA CDE CDE. Se trata de un poema estrófico formado por dos cuartetos y dos tercetos, es decir, el poema es un soneto. Esta composición se introduce plenamente en las letras castellanas en el siglo XVI (ya antes lo había intentado el Marqués de Santillana) cuando la influencia petrarquista se deja sentir con más fuerza.
5. Estructura interna. Podríamos dividir el poema en dos partes: la primera comprende desde: “Dejad las hebras…” hasta “…angélica natura”, en la que la voz poética pide a la amada que deje todo aquello que le ha sido dado y procede de la naturaleza o de Dios mismo. La segunda parte abarca desde: “y todo aquesto…” hasta “…ingrata y dura”, en la que recoge todos los elementos anteriormente enumerados para concluir que no le son propios, sino que lo que forma parte de su ser y naturaleza es el desprecio, la rudeza y la acritud.
6. Figuras literarias. El poema se estructura con una anáfora “Dejad” de los versos 1 y 5 que son la petición a la amada de que abandone los elementos o cualidades que se le han dado, estos aparecen identificados con metáforas: “las hebras de oro ensortijado” que se refieren al cabello, “a la nieve no pisada / lo blanco de esas rosas matizado” que es el color blanco de piel y el sonrojado de las mejillas de la persona amada, “las perlas y el coral preciado / de que esa boca está tan adornada” son los dientes y los labios, y por último “volved los soles que le habéis robado” que hace referencia a los ojos. Todo ello es muestra del ideal femenino renacentista, una mujer que es un cúmulo de virtudes que producen la envidia incluso de los elementos naturales, como aparece en la personificación “y al cielo, de quien sois tan envidiada”; y que es elegida por Dios, lo que refleja la corriente neoplatónica que en este momento inunda los versos de la literatura española “que muestra han sido / del gran saber del celestial maestro” que, además, constituye un hipérbaton. En este análisis no podemos pasar por alto la enumeración de los adjetivos del último verso, que parecen constituir una antítesis con el tono anterior del poema y son muestra del reproche y del dolor, y el motivo principal de esta composición.
7. Valoración. Este poema es un ejemplo de la creación poética de Terrazas, un autor que se sentía profundamente influenciado por la poesía de la escuela sevillana. Tal es así que en sus creaciones se pueden encontrar muchos elementos que refieren a la belleza y a las relaciones idílicas, donde la amada es "cruel"; uno de los fundamentales temas de la corriente de la que era partidario. No se conocen muchos datos acerca de su vida, sin embargo se lo recuerda como el Primer poeta petrarquista de la Nueva España y ha conseguido trascender en el tiempo y el espacio, volviéndose un autor imprescindible de la poesía latinoamericana; posiblemente por haber sabido fusionar tan bien sus raíces con el estilo proveniente de Europa.