Fanzine Antares: Los Descalzos

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marzo 2017

ISCsonora

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Quien crea es porque quiere tocar a los otros, hacerlos partícipes, estén de acuerdo o no, pero no pueden quedar inertes.

TOCADOS... E

Magali Romano

n pleno ensayo, absorto en los movimientos de los bailarines, gesticula apenas… sabe que hay una cámara y si alguien se maneja y encanta en los medios de comunicación es Miguel Mancillas, tal vez por su facilidad de palabra, su convicción, su conocimiento o porque la vida para él es un escenario; voltea de repente y dice: “¿Sabías que el nombre de Antares se lo puso Darío”? No podía ser de otra manera, Galaviz, como los bailarines originales y los que se van incorporando, así como costureros, maquillistas, estilistas, iluminadores, intelectuales, porristas fieles, amigos, familia, todos son Antares desde hace treinta años, una serie de coincidencias que hasta hoy siguen siendo el tejido medular de la compañía; ese que se identifica al primer movimiento. Suena un compás, nace vida… Un brazo, una historia… Un pie… un asombro. Difícil saber hasta dónde es Mancillas y dónde termina Antares o viceversa, pero al final solo es danza, realmente contemporánea, no solo de etiqueta o mote. La danza se reinventa en cada nueva puesta para convertirse en canción, son de protesta, corazón de señalamiento, sazón de realidad. Tú, yo, ellas y ellos capturados, sacudidos, alzados, penetrados, danzados, poseídos. Sí, Antares cumple treinta años en los escenarios de Sonora siendo un referente para todo el país y para el mundo. Sus propuestas comprometidas señalan sin vacilar el espejo de todos, y así van transitando de gesto a un salto, de la belleza de la cadencia a lo más terrible de lo humano.

Estos treinta años han sido también tiempo de crear, de buscar una identidad propia, un estilo, esa firma única e inconfundible, siempre se sabe que son ellos. Miguel Mancillas, uno de los fundadores originales de Antares y director de la compañía, se ha enfrentado a retos y carencias, pero ha tenido la fortuna de contar desde el principio con grandes bailarines que se adhieren a cada proyecto, que se vuelven uno con la técnica, que se reconstruyen en sus manos y dan paso a la forma única del ser “Antares”. Festejan con un nuevo proyecto llamado Los descalzos una puesta que no permite que el espectador se mantenga al margen, que logra la proyección en el otro y se estremezca junto con los que están arriba. Pudo haber creado algo complaciente, “lindo”, divertido, ahora que estamos en tiempo de que todo lo debe ser, pero no, aprovecha el reflector de las tres décadas para tocar justo ahí donde nos hace falta y bailar el vaivén mental, que a final de cuentas es el cometido. Miguel Mancillas lo dijo: “quien crea es porque quiere tocar a los otros, hacerlos partícipes, estén de acuerdo o no, pero no pueden quedar inertes”. Así hemos sido tocados desde 1987 y seguiremos siendo sus cómplices porque es irremediable, te envuelve y también acabas siendo parte de Antares.

CONVERSATORIO on el deseo de charlar sobre danza y lo que gira alrededor de esta expresión artística, profesión de actividad permanente y hondas raíces en Sonora, el Instituto Sonorense de Cultura en coordinación con Antares Danza Contemporánea y el apoyo de Radio Sonora, organizaron un Conversatorio con el coreógrafo Miguel Mancillas y los periodistas Magali Romano, Juan Carlos Zuñiga y Carlos Sánchez.

El arte no solo es una actividad de recreación, es una profesión que debe dignificarse Todo se ha vuelto negocio, pero nosotros seguimos siendo un proyecto que genera empleos aunque no necesariamente genera recursos. Quienes nos dedicamos al arte en Sonora, seguimos vulnerables porque se sigue viendo a la cultura como una situación transitoria para los jóvenes nada más, y no, es una profesión.

Esta conversación realizada el pasado miércoles 22 de marzo de 2017, fue transmitida en el programa #CulturaSonora del ISC; te invitamos a escucharla en la cuenta de ISC en ivoox.

Antares ha sido muchas sorpresas en 30 años y al mismo tiempo nos ha permitido ver cómo cambia el panorama y la vulnerabilidad de los grupos sigue constante.

A continuación algunas frases de Miguel Mancillas, dignas de ser recordadas:

Las redes sociales se han vuelto una gran herramienta y algo para reflexionar es que todo mundo se entera pero no todo mundo va: ¿cómo hacer para que la gente esté?

94.7 FM / www.radiosonora.com.mx / www.iscradio.gob.mx

Creo que el arte es un espacio de las emociones, donde todo cuerpo tiene una historia emocional y por lo tanto puedes verte, leerte. El arte es un acto de amor y libertad. No entré por premios ni reconocimiento, sí veo jóvenes que entran a la danza y al arte buscando resolverse y a veces no les interesa el arte sino resolverse. Nos enfrentamos con el público que adoraba a Martha Bracho y Beatriz Juvera y comenzamos a construir un público que gustaba de lo que hacíamos. Me parece percibir la realidad desde lo simple y después hacia todo lo complejo, pero el principio es reconocer que tienes un cuerpo y que estás frente a frente. Sentarte delante de un bailarín es como estar frente a un tigre sin reja, porque te va a cambiar... El arte sí te cambia.


descalzos

Carlos Sánchez El cuerpo se manifiesta y construye un poema. La luz interviene y apunta hacia la catarsis, lleva de la mano al espectador, le ofrece el misterio ante el telón que se levanta lentamente.

dona la responsabilidad, el compromiso. Al contrario, en un atisbo hacia lo que somos, como país, como mexicanos, la violencia es constante. También el amor.

Lentamente la mirada se encuentra con la estética corporal, la sugerencia de lo que ya se avecina.

El amor desde el otro manifiesto, el etiquetado a contracorriente, la mano del varón encima de la cintura del varón. La dama que apaña a otro cuerpo de mujer. Y también los labios.

Antes de la tercera llamada, Miguel Mancillas, director de la compañía de danza Antares, protagonista de la noche en el Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura de Sonora, advierte respecto de los elementos inacabados que posee esta obra: Los descalzos. Que se irá transformando, sugiere, que la música será otra, que el vestuario será otro. Por lo pronto y después de los comentarios, la propuesta se nos viene encima. Los cuerpos nos abrazan de historias. Acontece la creatividad, el poder de la expresión, la garra y esa capacidad de entrega ante el oficio que se ejerce con pasión: bailar. Qué magnánimo el decir con los pies, el rostro, la mirada. Provocar parece ser una consigna del director, de los bailarines. Y nos estrujan el vientre al mirarnos de frente, en un impase del movimiento. Los bailarines nos miran, nos cuestionan. Incomodan. En otro momento sin movimiento, los muchachos nos miran sin mirarnos, con ojos cerrados, entonces la profundidad de la propuesta explaya su máximo nivel. Porque el ingenio también es búsqueda. Nos pinchan, a los que vemos, esos rostros sin ojos que de tan potentes nos pueden mirar.

La fiesta mexicana, el más sentido rescoldo revolucionario, la música de entraña, la identidad, lo que somos y en lo que permanecemos. La creatividad de esta música nos remite a la fiesta con baile de banda. Cantar lo tradicional se nos vuelve magistral cuando sabemos, sentimos, entendemos, que las melodías de antaño ahora visten una propuesta contemporánea. Qué manera de crear. Qué bueno que Antares se la raja todos los días en la insistencia de lo que aman. Qué perfecto que el cuerpo no apele al reposo. Bendito el movimiento y lo que nos hacen ver y sentir cuando nos lo entregan. En Los descalzos ocurre la mágica perseverancia, nada es de a gratis. Y en este mundo que nos plantean, con las múltiples historias, nos enteramos que la poesía existe incluso en los temas más desgarrados y desoladores. No obstante, el amor siempre sobrevive y se antepone a lo más cruel que aflora en las sociedades: la violencia. Aunque el amor también es violencia y lo sabemos.

En esta coreografía, Los descalzos, se construye la diversidad de temas, nunca ni por asomo se aban-

ANTARES: 30 años descalzos en Sonora Por Erika Tamaura La danza ha sido el lugar donde he crecido y he tomado las decisiones más importantes de mi vida, no puedo despegarme de ella, no puedo descontextualizarme de ella… Mis decisiones han sido alrededor de ella. Miguel Mancillas.

He visto bailar a Antares únicamente dos veces en mi vida. Solo dos. La primera me hizo temblar. La segunda, también. El nombre de Antares siempre me ha perturbado. Me provoca una especie de respeto por lo que encierran esas letras juntas. Si es que la danza es una forma mística, Antares definitivamente representa ese trance que abre la puerta para conexiones, lenguajes y códigos emanados del desierto y de la mente de su director. Si Miguel Mancillas es el oráculo, entonces la danza que propone Antares lleva impregnada un sello que no solo otorga respuestas, sino que también configura profecías sobre la forma, la luz, el movimiento y todo aquello que no podemos tocar. De sus cuerpos se desprenden razones, lógicas y una soberanía que se derrama sobre cualquier superficie en la que resuenan. Es uno de esos amuletos que se ha construido de historias y de resistencia. Dicen que los amuletos se rompen o se pierden cuando su función de protección ha terminado… Después de treinta años, Antares sigue protegiendo al desierto de todos nosotros, de ellos mismos. Este fin de semana, presenta su más reciente producción: Los descalzos. Los descalzos es una obra que hace un cierre sobre varias reflexiones que he venido haciendo sobre lo mexicano, sobre las cuestiones de género. Temas que son cada día más transformables, que van cambiando, replanteándose. A veces son un misterio para nosotros en lo cotidiano, es decir: un mexicano siendo sonorense, con una diferencia de cultura tan enorme con la de Oaxaca o Chiapas, pero con la misma problemática económica, en la parte con la que nos identificamos, que nos duele... tiene que ver con esa parte vulnerable de aquel que no tiene”. Comentario de Miguel Mancillas en rueda de prensa sobre el estreno. La obra cuenta en su producción con la participación en realización de vestuario por María y Tulita Figueroa, hijas del fotógrafo Gabriel Figueroa, quienes han destacado en importantes trabajos de diseño de vestuario para cine, teatro y danza. El elenco está conformado por Isaac Chau, Tania Alday, Omar Romero, David Salazar, Alexis Espinoza, Diana Salazar, Joel Durazo, Ulises Corella y Ana Paula Ornelas. Después de estrenar en Hermosillo, Antares se presentará en el Palacio de Bellas Artes el 27 de julio, en el marco de la celebración de sus treinta años de trayectoria artística. Durante 2017, retomará algunas de las coreografías de su historia para compartir con el público.

Los descalzos: poética de la violencia y el amor

Antares fue conformado en sus inicios por Adriana Castaños, David Barrón, Isabel Romero y Miguel Mancillas, en una época donde no había Instituto Sonorense de Cultura, ni Un Desierto para la Danza, ni una licenciatura; no había muchas cosas, pero había ganas y una razón para quedarse… Treinta años después, sigue demostrando que es valioso permanecer en la tierra a la que se debe. Antares: mi más sincera felicitación así como mis deseos de que la vida sea larga y próspera. Gracias por ser nuestro amuleto. Gracias por resistir por y para la danza.


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