INVESTIGACIÓN SOCIAL EMERGENTE RECOPILACIÓN DE ARTÍCULOS DE TESIS DE ESTUDIANTES DE TRABAJO SOCIAL
SEBASTIÁN BELTRÁN / JAVIERA BRITO / REBECA CORREA / GONZALO PÁEZ / JOSÉ PARRA
“Investigación Social Emergente” Sebastián Beltrán, Javiera Brito, Rebeca Correa, Gonzalo Páez, José Parra 2015 Editorial Isidora Cartonera 2015 Recopilación y prólogo por Ignacio Cuevas Edición y diseño a cargo de Adrián Olivares Impreso en Santiago de Chile por Editorial Isidora Cartonera 2015 Primera edición Contacto autor: editorialisi@gmail.com
Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor
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INVESTIGACIÓN SOCIAL EMERGENTE
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PRÓLOGO
Lo primero que puedo decirles sobre “Investigación Social Emergente” guarda relación con la novedad que significó para mí la recopilación y revisión de este trabajo, y que provocó un énfasis particular en algunos detalles que sentía yo eran necesarios de atender para el objetivo que persigue el mismo. Nos encontramos al comienzo de un libro que reúne artículos basados en las tesis para postular al título profesional de Trabajo Social llevadas a cabo en la Universidad Alberto Hurtado el año 2014. Más allá de eso podemos decir que son los principales resultados de un proceso de investigación, que a su vez es reflejo del proceso vivido en los últimos años desde lo político, emocional y cotidiano de los autores. Hay una intención entonces de responder inquietudes propias de ellos, que claramente se presentan como resultados de la investigación pero además se presentan como reflexiones personales al cierre de un proceso que va más allá de la misma tesis y escapa de la dimensión académica. Es la construcción que han hecho los autores para un fenómeno social pero además es la construcción que ellos han hecho para observar los procesos sociales a partir de la formación y auto formación que han tenido. Estos son los detalles nombrados al inicio y a mi juicio indican lo valiosa que es la difusión de este material, ya que urgen investigaciones/intervenciones fundadas desde el contexto actual y la participación real y horizontal de los actores. De la misma forma creo que es un llamado a comprender que la
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riqueza de una investigación/intervención radica también en el nivel de participación que los sujetos tengan. Dicho esto entonces puedo adelantarles que los objetivos de esta publicación se cumplen gracias a las reflexiones que los autores lograron generar a partir de sus procesos. De allí viene lo de “emergente” que tiene el título del libro ya que es aquello que brota hacia la superficie, y lo hace con fuerza. Agradezco a Rebeca, Sebastián, José, Javiera y Gonzalo por la confianza entregada para llevar a cabo este trabajo y agradezco también a nombre de la editorial por hacerse partícipes de la difusión de material emergente en un área inexplorada para nosotros y de la cual ahora podemos construir libros que comenzarán a viajar por distintos lugares.
Ignacio Cuevas abril 2015
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PRIVACIÓN DE LIBERTAD Investigación en torno a los Padres Privados de Libertad dentro del Centro Cerrado Santiago Sur Presentado en diciembre del año 2014 en la Universidad Alberto Hurtado. Adaptado para ser publicado por la Editorial Isidora Cartonera.
Sebastián Beltrán Fernández Trabajador Social Universidad Alberto Hurtado correo: moreseba29@hotmail.com [6]
Resumen Considero en primer lugar el mencionar por qué adscribe la temática de privación de libertad a la temática de desigualdad, pobreza y exclusión social, ya que se busca reconocer esta situación en la que se encuentran y como ella está permeada por su contexto particular, tensando elementos que dan cuenta de su realidad particular de privación con el medio libre, con su rol de padres y adultos significativos para sus respectivas familias, generando condiciones de desigualdad al momento de desenvolverse ya sea dentro o fuera del medio libre para todos los miembros del grupo familiar. El siguiente documento se enmarca en el contexto de la realización de la investigación del proceso de práctica que como estudiante de 5 año de Trabajo Social realizo dentro de la institución Moviliza, específicamente en el programa Abriendo Caminos, el énfasis en el cual pretendo ahondar a continuación se encuentra en la tensión teoría-práctica dentro del espacio de práctica profesional, ya que creo es allí donde se logra dar cuenta de lo trabajado dentro de la instancia de taller de revinculación familiar realizada en el centro penitenciario Santiago Sur y como esta experiencia contribuye a nuestra constante formación profesional.
Palabras clave: Padre privado de libertad, historización, re vinculación familiar, reinserción social, poder
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Moviliza La Corporación Moviliza, trabaja dos áreas en particular, la superación y la prevención de la situación de calle. En el marco de esta última, es que se encuentra el programa Abriendo Caminos, trabajando como fenómeno de intervención la separación forzosa de niños, niñas y adolescentes (NNA), concebidos como “sujeto de derecho, titular de un amplio catálogo de ellos, suprimiendo el antecedente del niño objeto” (Oyarce 2005), hasta los 17 años y 11 meses, que poseen un adulto significativo, en un medio cerrado privado de libertad (PPL). (Metodología Caminos, 2013) Es crucial el “trabajar estas situaciones de crisis en las que caen estas personas, para apoyar en generar un proceso que vaya en pro de prevenir también una situación de privación de libertad” (Henríquez, 2014), si bien no se lee como una causalidad, se reconoce un contexto de crisis para todos quienes viven esta situación, por lo que esta condición constituye un factor de riesgo tanto para las familias, como para los NNA.
Abriendo Caminos Es importante tener claro que el marco bajo el cual se aplica el programa Abriendo Caminos del ingreso ético familiar, “está dirigido a niños, niñas y adolescentes, cuyo adulto significativo se encuentra privado de libertad, entregándoles apoyo integral con el fin de vincularlos a la red de oportunidades del Ingreso Ético Familiar” (Abriendo Caminos, 2009), incorporando a través de beneficios y acciones a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, ello a través de programas Vínculo, como Calle y Abriendo Caminos, buscando mejorar las [8]
condiciones de vida y a su vez vinculándolos a la red que ofrece esta política social como es la red de seguridad y oportunidades. Este modelo que proviene del ministerio de desarrollo social, está inserto en el sistema de protección social y promoción social. Esto implica que el programa se dedique a la “atención de familias y personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, buscando promover su incorporación a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de vida” (Abriendo Caminos, 2009). Ello principalmente implica dos cambios de lógica, en primer lugar la aplicación de una matriz de recursos. Anteriormente se trabajaba con “condiciones mínimas no con recursos como ahora y las condiciones mínimas se iba evaluando el nivel de logro…si las condiciones mínimas estaban logradas, no logradas o no correspondía en cada familia…todos tenían que estar logradas al final del programa” (Entrevista Evelyn Merdech, 2012). Hoy en día…”el programa ha modificado el plan para favorecer a las familias nuevas que se integran a esta nueva perspectiva de recursos, no de condiciones mínimas” (Entrevista Evelyn Merdech, 2012), la diferencia radica en que desde esta nueva lógica se potencian los recursos con los que cuentan las familias, las cuales han de contar en alguna medida con éstos para adscribir al programa. En segundo lugar se encuentra el considerar el trabajo como “vehículo para la superación de la situación de vulnerabilidad” (Metodología Caminos, 2013), por lo que el trabajo en red es fundamental desde esta perspectiva derivándose a otras instituciones a partir de la necesidad y especificidad de cada sujeto con el que se trabaja y sus familias, esto hace referencia específica al trabajo remunerado dentro del medio libre, por lo que se busca el poder establecer un nexo entre los privados de [9]
libertad y una oferta específica en el medio libre para evitar el que se vuelva a delinquir a través de esta estrategia.
Contextualización del sector Los sectores dentro de los cuales se inserta la corporación para trabajar, se caracterizan por ser “sectores alejados, periféricos, con pocas áreas verdes, y de una mediana y alta peligrosidad, estos son sectores en los cuales hay un alto consumo de drogas y sensación de inseguridad dado por altos índices de delitos, violencia y escasez de supervisión y apoyo policial” (Moviliza, 2013, pág.17). Visto desde una perspectiva que englobe los recursos que existen en el sector, es que destaca una “comunicación solidaria entre vecinos, vinculación con espacios municipales e iniciativas de apoyo al desarrollo del sector comunal” (Ibíd.), lo cual se busca potenciar desde el Abriendo Caminos, evidenciando estas redes con las que cuentan. Es importante el posicionar la especificidad de cada sujeto y familia a pesar de la pertenencia a un sector, ya que “se reconoce que las necesidades de quienes viven en estos sectores, suelen ser las mismas que las de otros, sin embargo las redes a las cuales pueden acceder y los recursos con los que cuentan, son absolutamente distintas” (Ibíd., pág. 18). En relación a los NNJ, existe un “nivel educativo precario en la población, con un clima y estructura que contribuye a reproducir procesos de marginalidad y exclusión” (Ibíd.), lo cual dificulta el desarrollo integral de los mismos, puesto que existe una alta estigmatización por parte de las instituciones hacia los NNJ. [10]
En relación a las condiciones laborales existentes, priman “características de vulneración, similares a la educación en este contexto. Manteniendo cierta exclusión o inmovilidad social”(Ibíd.), siendo esto observado en relación a las posibilidades de surgir. Es importante aquí destacar la discriminación de la cual son parte quienes habitan este sector, ello en relación directa con el área de selección de personal y como esto repercute en las oportunidades laborales. Para Soza, P. el que personas adscriban a sectores considerados vulnerables implica desventajas en distintos niveles, producto de la falta de opciones desde el mercado, lo cual desemboca en opciones como la prostitución, el robo, la drogadicción y el alcoholismo; se rescata desde esta perspectiva la concepción de un estado que no permite movilidad social, ni genera ingresos suficientes para el sustento de una familia en relación a sus intereses y necesidades, violentando “a otro en su posibilidad de ser y precisamente cuando podría ser” (Soza, P. Pág. 3, s/f) Se gestan situaciones de “autoexclusión donde quienes viven aquí no se identifican ni relacionan con el resto de la ciudad” (Moviliza, 2013), existiendo reglas propias, valores, significados y una cultura única. En los sectores en los que se trabaja, “existe una baja confianza en las instituciones” (Ibíd.), lo cual claramente hace eco en la vida privada, puesto que constituye un quebrantamiento de lazos sociales, ello producto de cómo se mencionó anteriormente, la existencia de un contexto vulnerado que permea el compromiso con otro.
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Padre privado de libertad Es importante el poder dar cuenta del padre privado de libertad de manera compleja, es por ello que en primer lugar se hará una distinción en cuanto al padre privado de libertad, puesto que “se ha estudiado que la influencia del padre, permite potenciar y estimular competencias en el desarrollo de sus hijos, como es el caso de la autonomía, la interacción social, búsqueda de la novedad, exploración, tolerancia a la frustración, capacidades cognitivas y mejor autoestima, todo esto por medio de la identificación con modelos masculinos positivos” (Pruett, 2001), ello intentando diferenciarlo del rol de la madre en cuanto a formación y el nexo con su hijo/hija. Reconociendo la relevancia que tiene en el desarrollo sano e integral de los hijos e hijas el padre es que se hace necesario un “trabajo constante orientado a que estos niños siempre permanezcan con la posibilidad de ver y contar con la imagen paterna. Paralelamente, se hace imprescindible un trabajo constante con los padres privados de libertad, donde se refuerce y fortalezcan las habilidades y funciones paternas” (Caminos, 2009, pág.73) Buscando tensionar la perspectiva planteada desde las políticas es que se plantea la “responsabilidad de cada adulto y cada Estado crear las condiciones para que el vínculo entre padres privados de libertad y sus hijos nunca se pierda” (Ibíd.), siendo innegable que el lugar del padre “mucho más que una estructura universal, histórica e inamovible, es una construcción cultural, histórica y susceptible de permanentes transformaciones” (León, 2007:99). Las prácticas en este tipo de intervenciones, al dirigirse al padre, es fundamental que reconozcan que ”a pesar de su estado [12]
actual de encarcelamiento, éste pueda sentirse valorado y reforzado como padre de sus hijos/as, de tal forma que cuando sus hijos lo vayan a visitar, él pueda ejercer sus funciones con dignidad y desde un profundo sentimiento de paternidad y con esto fortalecer el vínculo amoroso, cuidadoso y protector entre estos padres y sus hijos e hijas” (Caminos, 2009, pág. 74). “El ejercicio de una parentalidad suficientemente adecuada está también condicionada por las posibilidades que tengan los padres de participar en redes sociales donde puedan recibir y aportar a sus miembros tanto ayuda material como apoyo psico-socioemocional. Por lo tanto, un modelo integral de bienestar infantil, debe integrar la idea que un niño en su familia y ésta en la colectividad, podrán evolucionar sanamente si pertenecen a una comunidad capaz de aportar recursos para satisfacer las necesidades de los niños al mismo tiempo que sostiene y apoya los recursos parentales de las familias”. (Barudy, J. 1998,1999, p 14). Es por ello que se exploraron las significaciones y percepciones que los PPL desde su contexto particular de privación de libertad le entregan a su rol como padres/adultos significativos, siendo fundamental reconocer que este subsistema no se visualiza desde la propuesta de intervención que viene directamente desde el ministerio, puesto que su foco está siempre puesto en los NNJ, siendo que el PPL está presente constantemente en las dinámicas familiares, inclusive sin su presencia física. Se hace imprescindible a su vez, el poder relevar las características de todos los sistemas presentes en el NNJ, en este caso específico el de un agente que no se ha abordado históricamente como es el PPL. [13]
Por ello, saber teóricamente que la familia es un sistema, y que este se entiende como una totalidad relacionada de elementos en interacción dinámica en el que el estado de cada uno está determinado por el estado de los demás elementos constituyentes, nada nos dice del tenor y los ribetes particulares del sufrimiento allí experimentado. Un conocimiento cabal y riguroso de la Teoría General de Sistemas, la Cibernética y la Teoría de la Comunicación no tendrá efecto positivo alguno, si la pragmática de la intervención se desarrolla alejada de una cultura del buen trato. (Manual de Apoyo y Formación de Competencias Parentales, Programa Abriendo Caminos, 2009, p. 52) Es vital para ello, el poder generar espacios de intercambio entre la familia y los PPL, que puedan dar con aperturas discursivas, siendo fundamental desde aquí el indagar dentro de los discursos que emanen de la intervención realizada dentro del proceso de práctica, ello considerando las nociones que pueden gestarse dentro de este concepto en relación al rol que poseen los PPL mismos respecto a su rol como adultos significativos, como se ha desarrollado en el tiempo y que implica para los NNJ y para ellos.
Historización Es importante el poder respetar y conocer la historia de las personas con las que se trabaja, puesto que es la perspectiva con la cual se trabaja y responde a criterios éticos de intervención. Desde Soza, P (s/f), se desprende el que la historia cumple la función de delinear un posible futuro y ayudar a explicar el presente. [14]
Para Aceituno, R (2006), es fundamental en el proceso de subjetivación la historia y su transmisión, puesto que “el sujeto se relaciona a su cultura” (Ibíd.), creando procesos de autonomía, esto tensionado con el campo de lo simbólico en que el lenguaje está determinado por la cultura, por ende permeadas las relaciones que gestan dentro de lo social para conocer y reconocerse. Se hace fundamental el poder “trabajar con la historia, ya que permite ayudar a comprender al sujeto su origen” (Ibíd.), por ende el mismo puede conformar identidad, reconocerse a sí mismo y las diferencias que posee con otros, lo cual favorece el poder trabajar hacia el futuro. Para Marchant, M. & Ortiz, C. & Hernández, C & Flores, F., a través del proceso de historización se integran objetos en un eje temporal, resignificando trozos de su vida, ligando huellas que han dejado en su vida. Historizar, considera tanto tiempo como espacio, permitiendo organizar en la memoria lo vivenciado, por tanto se busca que la historia pueda ser transformada. En acciones ligadas al relato se encuentra material para ayudar a historizar (Janin, B. 2013). Es importante considerar las distintas “represiones conscientes e inconscientes” (Moviliza, 2013), pues toda historia es contada por un Yo, el cual posee un juicio crítico sobre su propia historia, siendo fundamental el retomar enfoques que posicionan el discurso como eje, ya que de aquí se desprende el poder reconstruir la historia familiar, la clave está en poder brindar una relación con otro que “escuche esa historia y que logre simbolizar, dar sentido o poner en palabra aspectos de esta que no se recuerdan sino en actos, repeticiones o síntomas” (Ibíd.) [15]
Re-vinculación familiar El fenómeno de intervención con el cual se trabajó desde la propuesta del plan de intervención y el proyecto de tesis, corresponde a la re-vinculación de Personas Privadas de libertad (PPL) con su hijo, hija o joven. Por otra parte, el lograr dar cuenta de porqué re-vinculación, se concibe desde la noción que los adultos significativos (No sólo padres, puesto que no todos los sujetos con los que se trabaja son padres) han tenido algún contacto en el medio libre con su hijo/hija o joven, por lo que se está reactivando el vínculo; siendo importante el mencionar que en algunos casos los padres no han tenido este contacto, por lo que allí estamos hablando de vinculación familiar. Es tomando en cuenta lo anterior, que se trabajará el vínculo familiar, puesto que se parte de la base que los “vínculos de parentesco que unen a aquellos generan una fuerte relación personal, íntima y profunda en el orden espiritual y afectivo, que exige una continuidad en la mejor forma posible, hasta en situaciones excepcionales o de crisis familiar” (Oyarce, 2005), reconociéndose esta crisis propia de la condición de privación de libertad de uno de sus miembros significativos, pero a su vez, el que la familia es el primer espacio de socialización de los NNJ, se pretende trabajar bajo la premisa que “lo más primitivo y lo más característico del hombre es su imperiosa necesidad de estar en permanente comunicación con las demás personas” (Pichón, 2000), en especial con su grupo familiar. La primera distinción que se debe hacer para trabajar esta temática, es que “para estudiar con propiedad las relaciones vinculares, debemos estudiarlas dinámicamente, teniendo en cuenta que determinada situación familiar o extra familiar [16]
puede modificar de manera radical toda la organización” (Barg, 2003), en que se reordenan los roles a partir de la privación de libertad dentro del grupo familiar, reestructurándose por completo las dinámicas y comportamiento de sus miembros. A su vez, hay que considerar que “dispositivos de vinculación no hay, no hay dispositivos que apoyen el vínculo entre los privados de libertad y sus familias” (Henríquez, 2014), por lo que la tarea está en poder “generar dispositivos positivos entre los internos y familias…tratar de abordarlas desde el centro penitenciario paralelamente con la familia” (Ibíd.) en que el PPL ya no sea visto como un “ente externo del grupo familiar, porque siguen siendo parte de la familia, siguen siendo un ente influyente del grupo familiar” (Ibíd.).
El poder como eje de las prácticas penitenciarias Buscando englobar lo planteado históricamente en cuanto a los sistemas de reclusión, es que se pondrá en la palestra el poder como eje dentro de las prácticas penitenciarias; para ello la primera distinción que cabe señalar es el concepto de poder con el que se trabajará, el cual será entendido en su dinamismo, puesto que este “transita transversalmente, no está quieto en los individuos” (Focault, 1976, pág. 146), y se ejerce de un sujeto hacia otro. Para Michel Focault (1926-1984), en relación a los cambios existentes en Europa durante el siglo XVIII, donde existe un cambio de lógica desde un castigo público, al encierro en cárceles, sostiene que “las penas sean moderadas y proporcionadas a los delitos, que la muerte no se pronuncie ya sino contra los culpables de asesinato, y que los suplicios que [17]
indignan a la humanidad sean abolidos” (Focault, 2008), lo cual busca apuntar al espacio de cárcel como un espacio de reinserción y rehabilitación. Esto se ve como un ideal y no se condice con las prácticas que son ejecutadas dentro del sistema de reclusión, en que se evidencia “el triángulo existente del poder, la verdad y el derecho” (Focault, 1976, pág. 144), lo cual se explicitará con mayor detalle a posteriori. Es que claramente podemos visualizar una “individualización en las conductas y estrategias” (Garretón, 2001, pág. 33) propias en estos espacios, ya que se busca el orden por sobre la especificidad de cada sujeto, esto a través del “comparar (…) diferenciar (…) jerarquizar (…) homogeneizar (…) y excluir” (Focault, 1973-1974, pág. 103), todo ello a través de la disciplina, la cual “lleva consigo una manera específica de castigar” (Focault, 1973-1974, pág. 83), es importante detenerse en este último punto, puesto que se concibe el que se está castigando en la medida que todo lo que sucede dentro de un centro de reclusión está condicionado por un delito, existiendo una ”una penalidad jerarquizante” (Focault, 1973-1974, pág. 102), por lo que se imparten estos modelos de conducta, los cuales buscan normar, tienden a establecerse como un “principio de coerción dentro de la enseñanza” (Focault, 1975, pág. 106). Por otro lado, hay que reconocer la existencia de una “micropenalidad del tiempo, de la actividad, de la manera de ser, de la palabra, del cuerpo, de la sexualidad” (Focault, 1975, pág. 106), es por ello que “combinando la sanción normalizadora y la jerarquía garantizan las grandes funciones disciplinarias de distribución y clasificación, fabricando la individualidad celular, orgánica, genética y combinatoria” (Focault, 1973-1974, pág. 106), vale decir, los sujetos tienden a ser funcionales y a [18]
responder claramente a un sistema como es el de los centros de privación de libertad.
Reflexiones finales Factores sociales, contextuales y visiones de mundo Es importante el reconocer que no se puede no contextualizar al momento de trabajar fenómenos de alta complejidad como es la privación de libertad, además de corresponder a un elemento común por parte de los PPL y las familias, puesto que existe un discurso que está históricamente focalizado. Se ha de reconocer la pertenencia a un sector como una característica vital al momento de buscar leer complejamente la realidad a investigar y a intervenir. Por otro lado, es fundamental considerar el empleo y trabajo como un punto a considerar a nivel familiar y que se condice con su rol como padres, puesto que son los PPL quienes generalmente son sustento de sus grupos familiares e inclusive el delinquir y estar en su condición tiene directa relación con el obtener recursos para la familia. El que se estén evidenciando propuestas de trabajo e inclusive proyecciones hacia el medio libre contribuye a la relación con sus parejas y a desempeñar su rol de padres de forma “más íntegra” reconociendo todas las limitantes existentes desde la privación de libertad. Por último, no puede quedar de lado la visión de mundo que poseen los PPL y sus familiares, la cual se va construyendo constantemente, estando tensada por la privación de libertad en todo momento, visualizándose discursos con un fuerte [19]
componente ideológico e inclusive permeado por la reproducción de relaciones de poder, ello en forma de estigmatizaciones tanto para ellos como hacia sus familias; el reconocerlo y evidenciarlo discursivamente supone un avance hacia el poder abordarlo a futuro. Lo penitenciario desde una mirada crítica Se hace imprescindible el retomar las relaciones que se gestan dentro del contexto cárcel para con los PPL, puesto que constituye el ambiente dentro del cual se desenvuelven constantemente y el cual permea su forma de relacionarse al momento de salir al medio libre. Por un lado, se encuentran los conflictos entre calles, en que existen trifulcas históricas entre una calle y otra dentro de la cárcel, lo cual permeó la participación de algunos miembros en el taller y así mismo el desenvolverse dentro de Santiago Sur. Por otro lado, se encuentra como a través del taller, se pudieron abordar algunos de estos conflictos, en que se encontraron participantes de calles problemáticas entre sí y que pudieron trabajar e incluso mencionarse finalizado el taller como “compañeros y amigos”, considero que esto se debe principalmente al rol que desempeña la cárcel de despersonalización y reproducción de coerción para con todos quienes se encuentran insertos en ésta. Cabe señalar la relación con la unidad técnica como un punto central a trabajar tanto a nivel de ejecutores de intervenciones, como de los PPL dentro del centro cerrado, ya que por un lado hay que reconocer la existencia de un discurso que inclusive desde la privación logró soportar a la institución y prevalecer en el tiempo. Es con la delimitación de objetivos que se pueden [20]
redirigir los esfuerzos y las energías, reconociendo el contexto dentro del cual se está inserto. Teniendo en consideración lo expuesto, es que se requiere que las propuestas y abordajes a esta temática trasciendan a “la entrega de herramientas laborales a los condenados; necesita más bien de soluciones de carácter integral, de estrategias que consideren a las personas y sus contextos” (Arellano, 2009), entendiendo que tras la privación viene un proceso de reinserción a la sociedad y al núcleo familiar, como un ”proceso dinámico en el cual se articula, una persona y su contexto social, más allá de los déficits personales del sujeto” (Arellano, pág. 12, 2009). Si bien, en el trabajo con PPL, “todo está orientado para que las personas cuando salgan, vuelvan a un trabajo…no es tan sólo eso, sino que la persona sale de una dinámica familiar, sale de una dinámica social…eso genera un impacto importante no sólo en lo que es el interno, sino también en la familia” (Henríquez, 2014), ya que son dinámicas y contextos diferentes entre el centro cerrado y el “medio libre”, lo cual implica un trabajo de todos los actores involucrados para adaptarse y reinsertarse socialmente, “el trabajo (…) se convierte en un sistema integrado vinculado del interior de la economía y a los fines del dispositivo en que se ejerce…(organizándose)…como un poder múltiple, automático y anónimo” (Foucault, 1975, pág. 48) Se hace imprescindible trabajar con el concepto de familia, puesto que “la familia, la escuela y el trabajo, son vistos como espacios tradicionales de socialización, siendo, en el caso de las personas privadas de libertad, espacios complejos, conflictivos y muchas veces ajenos y frustrantes” (Arellano, pág. 20, 2009), puesto que los PPL se desenvuelven en contextos distintos a los [21]
de la familia y los NNJ, por lo que la especificidad de cada sujeto y familia complejiza la reinserción de los PPL en la familia. Evidenciando esta situación de crisis, en relación a la privación de libertad, hay que reconocer a su vez que “también somos sujetos de resoluciones y por lo general es la familia quien puede ofrecer el marco como estructura estable de sostén y vínculos con otros” (Barg, 2003), por lo que el fortalecer y potenciar este vínculo es fundamental para la reinserción familias y social de quienes se encuentran privados de libertad.
La Reparación como eje a considerar Se desprende la reparación como concepto a considerar, puesto que es un campo a intervenir dentro de lo social. Para Gómez, O (2006), es fundamental la reparación, sobre todo a nivel de “políticas de cambio, que modifiquen condiciones de vida” (Moviliza, 2013), puesto que el marco contextual dentro del cual estamos insertos condiciona y permea las relaciones sociales. Por ello, la reparación “implicaría una acción social que transforme condiciones socioeconómicas de sectores enteros de la sociedad” (Moviliza, 2013), suponiendo democratización de instituciones y de la sociedad en su conjunto, que eviten situaciones de vulneración. La reparación debe ser aplicada “...bajo el principio de la equidad, las reparaciones deben generar confianza cívica, restablecerla comunicación entre los ciudadanos y hacerla nacer en los ciudadanos para con el Estado. Y complementariamente podrán generar la empatía social, entendida como la disposición y la capacidad de ponerse en el lugar del otro”. (Gómez, O, 2006, pág. 142).
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Horizontalidad como forma de trabajo En primer lugar el considerar la horizontalidad al momento de trabajar como un elemento central, si bien es concebido como un “arma de doblo filo” en cuanto a la disciplina, creo que el “éxito” de los talleres radica en la ejecución por sobre el diseño de los mismos, ejecución de tipo horizontal entre sus miembros, siendo crucial más aún en condiciones como la privación de libertad en que los participantes se relacionan constantemente con instituciones de carácter punitivo. A su vez, es vital para fenómenos con esta complejidad el trabajar con múltiples miradas, por lo que desde mi experiencia el trabajo desde un equipo multidisciplinario aporta de gran manera a ver desde distintos prismas un fenómeno particular.
¿Integralidad o división de roles? Este tipo de intervenciones generan la posibilidad de trabajar más allá del vínculo, puesto que los elementos que emanan pueden ser abordados desde más de un prisma, es por ello que apunto a la integralidad por sobre la división de roles a nivel interventivo, ya sea como ejecutor, diseñador, así como sujeto, el poder integrar todos los aspectos que permean y condicionan a los sujetos con los que trabajamos proporciona una imagen más amplia de lo estudiado e intervenido. Aun así no hay que olvidar que es una imagen, por lo que siempre quedan aspectos que no se observan y para efectos de esta investigación y de la intervención que no se logran abordar, puesto que ésta se encuentra situada en el marco de una investigación y ligada a objetivos concretos, es por ello que la innovación en este campo espero pueda generar aperturas [23]
interventivas para con el equipo de trabajo y en materias de privación de libertad.
Desigualdad y exclusión social Es importante el mencionar desde que perspectivas se concibe esta temática como propia de desigualdad y exclusión social ya habiéndose tensado factores contextuales. Al no existir políticas que generen un piso base, queda al debe del mecanismo como gendarmería el trato de todos quienes forman parte de los centros de reclusión cerrados, por lo que existen condiciones adversas para desenvolverse por parte de los privados de libertad. Siguiendo esta línea, es que existe un déficit societal para la reparación de esta condición, puesto que posterior a la privación, al salir al medio libre no poseen las mismas condiciones materiales para optar a trabajo u otras esferas, ya que existe una doble criminalización del actuar delictivo en que éste se superpone a la persona. Por último, cabe señalar las estigmatizaciones propias de la sociedad hacia los privados de libertad y como ello genera un impacto negativo para todo el grupo familiar, esto sumado a todo lo que el privado de libertad “pierde” en que existe una “sociedad aparte” dentro de los centros penitenciarios, la cual no se condice necesariamente a lo que sucede en el medio libre, las dinámicas son distintas y por ende la forma de relacionarse, también lo es.
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El trabajo social en contextos de vulneración A modo de reflexión, es importante destacar que “la información que damos los trabajadores sociales al usuario, puede ser una forma de restitución de derechos vulnerados o amenazados o puede afirmar la condición de exclusión” (Barg, 2003), es por ello que en el complejizar e integrar perspectivas y metodologías con los distintos actores, es que radica el carácter innovador de las intervenciones. No hay que desconocer en ninguna medida que “mientras mayor conocimiento tengamos de propuestas y modelos de análisis, de recursos y herramientas analíticas, de categorías de análisis que han emergido de otras investigaciones, mayor será nuestra creatividad y nuestra rigurosidad heurística” (Santander, P. 2011, pág. 222). A su vez me gustaría dejar hechas las preguntas por ¿Qué implica el no tener políticas en materia de privación de libertad? ¿Cómo se está interviniendo en materias de privación de libertad? ¿Qué implica dentro de las dinámicas familiares el tener a un adulto significativo privado de libertad? ¿En relación al rol parental que implica que sea el padre quien esté privado de libertad?
Referencias bibliográficas -Abriendo Caminos. Reflexiones sobre el programa: “Notas para la política social”, 2009. -Abriendo Caminos. Manual de apoyo para la formación de competencias parentales, 2009.
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CUIDADOS MAYORES Investigación en torno a los cuidados para las personas adultas mayores del Centro Diurno para el Adulto Mayor de Puente Alto. Presentado en diciembre del año 2014 en la Universidad Alberto Hurtado. Adaptado para ser publicado por la Editorial Isidora Cartonera.
Gonzalo Páez Otey Trabajador Social Universidad Alberto Hurtado correo: gpotey@gmail.com [29]
Resumen La investigación pretendió ahondar en aquello que significan los cuidados para las personas adultas mayores del Centro Diurno para el Adulto Mayor (CEDIAM) de la Ilustre Municipalidad de Puente Alto (IMPA), enmarcado esto, en la propuesta de la actual mandataria Michelle Bachelet Jeria de construir un Sistema Nacional de Cuidados (SNC). ¿De qué manera serán entendidos los cuidados para esta propuesta política? ¿De qué manera las personas adultas mayores significarán estos cuidados? ¿Quiénes deberían brindarlos? ¿Cuál sería el rol de las personas adultas mayores dentro de los cuidados? Y sobre todo, ¿coincidirá con la propuesta realizada por el gobierno? La demanda de las personas adultas mayores hoy es clara. Quieren participar de los procesos sociales de manera directa. Quieren manifestar su opinión frente a la contingencia social y quieren ser partícipes de los procesos que tienen incidencia sobre ellas. Esta investigación pretende en este sentido, revalorar la voz de las personas adultas mayores del país pero también, de otorgar elementos para la construcción de un SNC con sentido para la población. Palabras clave: Adulto mayor, CEDIAM, trabajo social, sistema nacional de cuidados, ética discursiva.
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Introducción La situación de las personas adultas mayores poco a poco comienza a visibilizarse de manera más clara. Ello gracias al impulso generado hace algún tiempo por las Asambleas Mundiales sobre el Envejecimiento realizada la primera de ellas en Viena y la segunda en Madrid. Estas permitieron dar luces del escenario al que nos enfrentamos como sociedades cada vez más envejecidas. ¿A qué elementos deben dar respuesta los países frente a esta realidad tan cercana? ¿Cuáles son las urgencias del fenómeno? ¿Con qué elementos contamos como sociedad para el grupo poblacional? Para dar respuesta a esas emergencias, surge como producto de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, el Plan de Acción de Viena que viene a dar las directrices a tener en consideración por los países para enfrentar de la mejor manera el proceso de envejecimiento poblacional. La Primera Conferencia Regional de Envejecimiento se realizó en nuestro país el año 2003 y permitió reunir a los países firmantes del Plan de Acción de Viena para debatir en cuanto a los avances de dicho Plan. Misma dinámica que tuvo luego el año 2007 en Brasil y el 2012 en Costa Rica. Sin embargo debemos tener en consideración que la situación de las personas adultas mayores en nuestro país no surgió como iniciativa de proyectos internacionales. El Consejo Nacional de Protección a la Ancianidad (CONAPRAN) se funda el año 1974 con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores en situación de vulnerabilidad (CONAPRAN, 2014). No es hasta una veintena de años más tarde que, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, se crea una Comisión Nacional para el Adulto Mayor con el objetivo de construir la Política Nacional del Adulto Mayor dada a conocer [31]
el año 1995 y, que durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar, fue modificada y actualizada. Importante fue el impulso generado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para consolidar a la persona adulta mayor dentro de la agenda política nacional, cuando decreta el año 1999 como el Año Internacional del Adulto Mayor. Este impulso permitió enviar un proyecto de ley para la creación de un Servicio destinado a la población que finalmente, hacia el año 2002, es promulgado para comenzar sus funciones el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) al año siguiente. Durante el gobierno de Sebastián Piñera Echenique, se dio a conocer la Política Integral de Envejecimiento Positivo 20122025 (PIEP) que contenía como medidas a corto plazo, la implementación de un programa social dirigido a las personas adultas mayores en situación de dependencia leve y en situación de pobreza tendiente a mantener su funcionalidad. Así, el programa social de Centro Diurno para el Adulto Mayor (CEDIAM) tiene como objetivo “mantener al adulto mayor en su entorno familiar y social, fortaleciendo y promoviendo su autonomía e independencia, y realizando acciones de apoyo familiar preventivo, para así retrasar la pérdida de funcionalidad; esto por medio del desarrollo y entrega de prestaciones biopsicosociales” (SENAMA, 2013, p.10). Para desarrollarlos integra como población objetivo, a adultos mayores de 60 años, pertenecientes a los primeros tres quintiles de vulnerabilidad social, en situación de dependencia leve con carencias de servicio de cuidado y/o apoyo y, que no participen del Programa Vínculos del Sistema de Protección Social Chile Solidario (SENAMA, 2013). [32]
Finalmente, el Sistema Nacional de Cuidados (SNC) que pretende la actual mandataria, considera como población objetivo a la infancia, personas en situación de discapacidad y personas adultas mayores, integrando dentro de este último grupo tanto a personas en situación de autovalencia como en situación de dependencia (Bachelet, 2013) en sus distintos niveles. La propuesta tiene como objetivos principales, hacerse cargo de dos situaciones que afectan a la sociedad actual: “la concentración tradicional de las múltiples tareas de cuidado en las mujeres… [y]…una oferta insuficiente y dispersa de servicios de cuidados públicos, subsidiarios o privados con grandes diferencias de calidad según la capacidad económica de las familias” (Bachelet, 2013, p.169). Si bien la propuesta de gobierno no explicita la manera de abordar el fenómeno de los cuidados para las personas adultas mayores, lo que sí hace es presentar ciertos servicios sociales (Bachelet, 2013) que se intentará entregar a las personas de este grupo bajo el nombre de un SNC. En este sentido, para las personas adultas mayores tanto autovalentes como en situación de dependencia leve, se pretende poner en marcha una red de equipos profesionales que tengan la función de mantener la autovalencia y evitar el sedentarismo de esta población. Además considera un “apoyo sistemático y continuo a quienes están en situación de dependencia” (Bachelet, 2013, p.191). La situación no es clarificadora. Sin embargo vemos que la tendencia de la propuesta coincide con la promoción y/o fortalecimiento de un mercado de cuidados que contemple la entrega de servicios de tele-asistencia, equipos profesionales y de personal calificado para brindar cuidados (Bachelet, 2013). [33]
Recordemos que este mercado ya ha sido explorado por el gobierno anterior. Para el caso de la comuna de Ñuñoa durante el gobierno de Sebastián Piñera Echenique, se implementó un sistema de tele-asistencia a personas adultas mayores que vivían solas y que se encontraban en situaciones de salud complejas (Pérez, 2012a). Además se ha ido reforzando la idea de generar junto a ello, un Silver Market que permita a las empresas adaptar sus productos según la necesidad de esta población. Hablamos así de teléfonos con teclado, letras y pantalla más grandes y vestimenta en la que se reemplazan los botones por velcro (Kohlbacher, 2013). Ello sumado además con la reciente creación de un IPC para las personas adultas mayores (Diario EMOL, 2014).
Transversalidad de los cuidados Las perspectivas teóricas en torno a los cuidados son amplias y resultan problemáticas de ser abordadas debido al grado de abstracción del concepto. He aquí el primer conflicto. Sin embargo, lo que aquí se presenta, pretende captar aquellas definiciones y dimensiones en su amplio espectro para ser consideradas a la hora de hablar de los cuidados para las personas adultas mayores. Se entiende naturalmente que cada asociación, definición y/o sentido de cuidados será dado por la sociedad que la defina. Se puede afirmar sin embargo que “de algún modo todos somos cuidadores y personas a las que cuidar. En el transcurso de nuestras vidas inevitablemente ejercemos ambos roles” (Crespo & López, 2007, p.13). De la misma manera, Cristina Carrasco (2005) apoya esta afirmación cuando plantea que todas las personas requieren de cuidados a lo largo de su vida, con [34]
distinta intensidad de acuerdo al momento del ciclo vital en el que se encuentren. He aquí el segundo conflicto al que nos enfrentamos al referirnos al concepto. Aún en situación de dependencia o autonomía para el caso de las personas adultas mayores, somos todos dependientes de cuidados en tanto ofrecemos cuidados y necesitamos del mismo para vivir, sea o no explícitamente. A pesar de éste tipo de dificultades, Lucía González (2005) plantea que los cuidados responden a una serie de actitudes y tareas que sustentan la vida humana, tratándose así de “una realidad transversal a todas las facetas de la vida, con varias dimensiones materiales, emocionales, afectivas y relacionales mediante las que los sujetos cubrimos nuestras necesidades y que tiene una lógica propia diferente a la lógica del mercado e irreconciliable con la de éste” (2005, p.111). En este sentido, además de ser los cuidados una realidad transversal a todas las facetas de la vida, con varias dimensiones asociadas, estos cuidados tienen una lógica distinta a la que el mercado ofrecería, poniendo al centro de los mismos, lo demandado por las personas. Por su parte Max-Neef hacia el año 1993, afirma que las necesidades son múltiples e independientes y que además interactúan entre sí de manera dinámica (1993, p.41). El autor agrega a esta definición, una clasificación de las necesidades, en torno a dos categorías: las axiológicas y las existenciales. Dentro de la primera nos encontramos con la necesidad de identidad, subsistencia, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad, protección y afecto (Max-Neef, 1993). Es particularmente dentro de estos dos últimos tipos de necesidades axiológicas, que nos encontramos explícitamente [35]
con los cuidados como conceptos que constituyen la dimensión de necesidades existenciales. Desde el aspecto social y empírico, relacionado a las representaciones sociales en torno al concepto de los cuidados, interesante resulta la apuesta realizada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) que realizó preguntas a la población uruguaya en cuanto a la necesidad y demanda de cuidado, la percepción del mismo, la responsabilidad en torno al cuidado, las obligaciones, su disponibilidad y la valoración del tiempo destinado a ello (Batthyany, Genta & Perrotta, 2012). Preguntas que refieren principalmente a un tipo de cuidado interpersonal; sea entregando o recibiendo cuidados. Así como el cuidado representa la acción de ayudar a una persona en el desarrollo y bienestar de su vida cotidiana – considerando lo material, económico y psicológico–, se trata también, de un cuidado que proporciona subsistencia, bienestar, desarrollo, estimulación cognitiva, conservación de capacidades y autodeterminación, recayendo la especificad de la acción, en lo relacional (Batthyany, Genta & Perrotta, 2012) como se mencionaba anteriormente. Si agregamos a lo dicho, la perspectiva ética del cuidado construida por Boff & Toro (2009), las dimensiones de cuidado al igual que el anterior, se hacen mucho más vinculantes con el entorno en tanto “saber cuidar se constituye en el aprendizaje fundamental dentro de los desafíos de supervivencia de la especie porque el cuidado no es una opción: los seres humanos aprendemos a cuidar o perecemos” (2009, p.3). Esto se condice con lo planteado en un comienzo en cuanto a que todos brindamos cuidados y recibimos cuidados permanentemente para sobrevivir. [36]
De cualquier manera, el autor hace una interesante conceptualización sobre los cuidados. Identifica siete dimensiones dentro de las que están el auto-cuidado, el cuidado del espíritu, de los cercanos, de los lejanos, de los extraños, del intelecto y del planeta (Boff & Toro, 2009). Esta conceptualización nos permitiría categorizar los cuidados desde el cuidado de sí –del espíritu y del intelecto–, cuidado con los otros –de los cercanos, lejanos y extraños– y, con el entorno – del planeta–. Además, según una investigación encabezada por Martha Vera (2007), parte fundamental de ser cuidado, lo es también sentirse protegido, con dignidad y respeto, ser apoyado por la familia para lograr un mayor bienestar, con el goce pleno de los derechos y las libertades de todo humano; todo ello, basado en la valoración, aceptación y un acompañamiento durante la etapa de la vida. Un aspecto atractivo de rescatar en este estudio es que realiza una comparación entre el bienestar definido por las personas adultas mayores y lo definido por las familias. En ellas existe una diferencia importante en tanto para las familias lo primordial es satisfacer necesidades básicas de alimentación, vestido y salud; mientras que para las personas adultas mayores es tener paz, tranquilidad, conservar espacio físico, mantener a la familia unida, libre expresión y decisión de su vida (Vera, 2007). Por su parte, considerando las Asambleas Mundiales sobre el Envejecimiento referidas en la introducción y, aquello que declaran en torno a los cuidados, el primer documento alude a los cuidados como aquellos “tendientes a compensar las incapacidades, reeducar las funciones restantes, aliviar el dolor, mantener la lucidez, el bienestar y la dignidad de las personas afectadas y que les ayuden a reorientar sus esperanzas y [37]
proyectos, sobre todo en las personas de edad, son tan importantes como los tendientes a la curación” (ONU, 1982, p.23). Se alude aquí fuertemente a la mantención de las capacidades físicas y cognitivas de las personas adultas mayores. Realidad que hasta el día de hoy no ha cambiado. Además agrega como factor importante, aquello vinculado al proyecto de vida desde las esperanzas y proyectos que de alguna manera han sido coartados por la condición física. Para el caso de la segunda Asamblea, el documento también hace alusión a los cuidados relevando primeramente, los cuidados de la salud. Pero también al rol de cuidadores que asumen los adultos mayores hacia sus nietos y otros miembros de la familia (ONU, 2002). Resulta interesante de mencionar, que en el documento generado a partir de esta segunda Asamblea, se declara que los Estados deben “asegurar, según corresponda, unas condiciones que permitan a las familias y comunidades proporcionar cuidados y protección a las personas a medida que envejecen” (ONU, 2002, p.31). Lo relevante aquí es que es Estado no promueve el traspaso de roles hacia externos como lo promueve el SNC, sino que plantea la necesidad de fortalecer agentes externos que les permitan a las familias y a la comunidad brindar los cuidados demandados por las personas adultas mayores. En la primera Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento en América Latina y el Caribe celebrada en Santiago-Chile el año 2003, se plantea que se debe “reconocer el rol que la mujer ha ejercido en la provisión de servicios y cuidados, y arbitrar las medidas para favorecer que dichas actividades sean también responsabilidad de los hombres” (CEPAL, 2003, p.16). El informe de esta Conferencia, basada en los planteamientos de la Asamblea antes descrita, también [38]
refiere a los cuidados desde la perspectiva de la salud. Sin embargo da cuenta también, de la falta de criterios de calidad existentes para las personas que brindan cuidados hacia las personas adultas mayores (CEPAL, 2003). En la segunda Conferencia realizada en Brasilia, la situación de los cuidados se ha concentrado en dos puntos “fomento de alternativas comunitarias de cuidado y regulación de las instituciones de larga estadía” (CEPAL, 2007, p.99). Un componente comunitario que no había sido abordado hasta el momento y que no deja de representar un desafío si pensamos en el modelo australiano de cuidados (Pérez, 2012b). La Carta de San José representa el producto de la tercera Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento en América Latina y el Caribe celebrada en San José-Costa Rica el año 2012. El documento hace referencia a los Derechos de las Personas Adultas Mayores de América Latina y el Caribe. Naturalmente, como es tradición en los documentos de la ONU, hacen primero referencia a los derechos de cuidado desde el área de la salud que tiendan a “favorecer el desarrollo y acceso a cuidados paliativos, para asegurar una muerte digna y sin dolor a las personas mayores con enfermedades terminales” (CEPAL, 2012, p.23). Sin embargo el giro viene luego, cuando en materia de servicios sociales propone “crear y garantizar los servicios sociales necesarios para brindar cuidado a las personas mayores en consideración de sus necesidades y características específicas, promoviendo su independencia, autonomía y dignidad” (CEPAL, 2012, p.23), además de hacerse cargo de la co-responsabilidad y coordinación de los cuidados al buscar “favorecer las iniciativas de conciliación de la vida laboral y personal como estrategia dedicada a mejorar la capacidad de las familias para prestar cuidado” (CEPAL, 2012, p.24). [39]
Finalmente, el último documento a considerar: la Declaración de Río del año 2013 que surge como iniciativa de la International Longevity Center (ILC) y de la World Demographic & Ageing (WDA) pretenden crear una cultura del cuidado en respuesta a la revolución de la longevidad (ILC, 2013). Este propone una serie de puntos éticos a declarar que constituyen el nuevo paradigma que intenta fundamentar la agrupación. En primer lugar, la promoción de una cultura del cuidado donde las personas dan y reciben cuidados. Además proponen que la independencia, dignidad, autorrealización, participación y cuidado deben ser principios de cualquier acción que tienda a los cuidados. Se enfatiza además en la perspectiva de género en los cuidados y que tienda hacia la co-responsabilidad entre hombres y mujeres. El documento finalmente llama a incluir a las personas adultas mayores en la toma de decisiones que les afectarán en torno a la temática. Como es posible concluir hasta aquí, las personas adultas mayores son hoy sujetos de política social y desde los lineamientos tanto nacionales como internacionales, se plantea la necesidad de ampliar la visión de cuidados para las personas adultas mayores pero también de abordarla de una manera integral y comunitaria. El desafío del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) es en este sentido mayor aún, considerando que debe dar una respuesta eficaz y certera a las problemáticas enfrentadas y vividas por ellas. Ubicándose la investigación en el CEDIAM de Puente Alto donde un 92,3% de los jefes de hogar se encuentra dentro de los primeros tres quintiles de vulnerabilidad social (IMPA, 2010) y, considerando la población a la que está dirigido el programa, se [40]
presenta a continuación la propuesta de investigación desarrollada.
Cuidados Mayores, una cuestión ética Considerando entonces la necesidad de crear políticas sociales con sentido para la población adulta mayor en nuestro país y que efectivamente respondan a las necesidades sentidas por las personas adultas mayores, la investigación instala la pregunta por los cuidados para las personas adultas mayores desde la perspectiva de los beneficiarios(as) del Centro Diurno para el Adulto Mayor (CEDIAM) de Puente Alto y, desde la perspectiva de los(as) Trabajadores(as) Sociales del programa. La investigación en este sentido permitiría aportar elementos para la construcción de un SNC chileno y sobre todo, desde aspectos reconocidos por el grupo. Se trata nuevamente de hacer partícipe a la población destinataria de políticas sociales de las medidas que incidirán en ellas. Considerando además que en nuestro país es un tema poco explorado desde el grupo, la relevancia de construir el fenómeno emergente se hace más evidente y necesaria. Ello tomando en cuenta además el insumo inmediato y directo ofrecido para el CEDIAM de Puente Alto. Cabe destacar de igual forma que el esfuerzo no se desentiende de lo que podría aportar para un SNC dirigido a las personas adultas mayores en situación de dependencia moderada y/o severa. Sin embargo sería importante realizar un ejercicio investigativo similar con la población de manera de integrar elementos contextuales y concretos sentidos por ella. Desde el punto de vista disciplinar, el esfuerzo tampoco se desentiende de esa necesidad. La ética del reconocimiento y [41]
discursiva que prioriza la participación de los sujetos como actores sociales y políticos conscientes –o haciéndose conscientes– de los procesos que los rodean. Nos instalamos así como profesión apta para debatir y participar en la arena de las ciencias sociales y en la generación de un conocimiento profesional y legitimado por las partes implicadas. Las dimensiones de cuidados consideradas para esta investigación corresponden finalmente a la psicológica, espiritual, intelectual, de distensión-entretenimiento, salud, económico-material, medio ambiental, institucional e interpersonal. Se agrega al instrumento de recolección de datos, una pregunta que valora de manera general las dimensiones recién mencionadas.
Objetivos Se plantean finalmente como objetivos de investigación los siguientes: Objetivo General: - Analizar las visiones asociadas a los cuidados para las personas adultas mayores, desde la perspectiva de los(as) beneficiarios(as) y trabajadores(as) sociales del Centro Diurno para el Adulto Mayor de Puente Alto. Objetivos Específicos: - Describir la visión asociada a los cuidados para las personas adultas mayores, desde la perspectiva de los(as) beneficiarios(as) del Centro Diurno para el Adulto Mayor de Puente Alto. [42]
- Describir la visión asociada a los cuidados para las personas adultas mayores, desde la perspectiva de los(as) trabajadores(as) sociales del Centro Diurno para el Adulto Mayor de Puente Alto. - Comparar las visiones asociadas a los cuidados para las personas adultas mayores, desde la perspectiva de los(as) beneficiarios(as) y trabajadores(as) sociales del Centro Diurno para el Adulto Mayor de Puente Alto. Para el caso del enfoque metodológico se ha optado por uno de tipo cualitativo que, gracias a la naturaleza de los objetivos que se pretenden, es el más adecuado en tanto permitió flexibilidad (Baptista, Fernández & Hernández, 2008) en el proceso de investigación que se centró más en lo declarado por las personas que en lo descrito teóricamente y que sólo representó un aspecto orientador del estudio más no conclusivo. Se trata en definitiva de un proceso inductivo que busca “explorar y describir, y luego generar perspectivas teóricas” (Baptista, Fernández & Hernández, 2008, p.8) orientado a comprender complejamente la realidad, de manera dinámica y en donde los individuos no son vistos fuera del entorno sino que son influenciados por el mismo, y por ello, un proceso que busca dar significados a partir de los discursos que construyen los cuidados para las personas adultas mayores. En cuanto a la estrategia de muestreo, para el caso de aquella vinculada con los profesionales del Trabajo Social, estará determinada por todos los/as trabajadores/as sociales que realizan al momento de la investigación, alguna función junto con los(as) adultos(as) mayores del CEDIAM. En este caso concretamente, hablamos de dos profesionales del Trabajo Social quienes finalmente representan el universo de la muestra. [43]
Para el caso de la muestra vinculada a los(as)beneficiarios(as) del CEDIAM, estará determinada por factores contextuales, es decir, se trataría de una muestra no probabilística según la clasificación ofrecida por Baptista, Fernández & Hernández (2008), en tanto “la elección de los elementos no depende de la probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la investigación o de quien hace la muestra” (2008, p.241) y ello determinado en definitiva, por aquellas personas adultas mayores que asistieron a la instancia de recolección de datos. Como técnica de producción de datos se consideró la realización de dos Grupos Focales donde participaron las personas adultas mayores (PAM) y, de manera separada, los profesionales del Trabajo Social (PTS). Se opta por la utilización de un Guión temático como técnica para recoger información acerca de los temas a tratar durante el Grupo Focal. Ello considerando además que “el orden en el que se abordan los diversos temas y el modo de formular las preguntas se dejan a la libre decisión y valoración del entrevistador” (Castañón, 2008, p.4). Esto es de vital importancia considerando que lo que se pretende en la investigación es priorizar la voz de los sujetos, dejando espacio a otras preguntas que puedan surgir en torno a las visiones de cuidados que éstos tengan. Para la estrategia de análisis de datos se ha optado por el análisis de discurso propuesto por Ian Parker (1996) que concibe al mundo social como un sistema de textos que, sistemáticamente examinado, dan la posibilidad de comprensión. Es posible afirmar en este sentido que el discurso ha pasado a ser uno de los conceptos más relevantes en el campo de las ciencias sociales pues, frente a una sobre-valoración del paradigma positivista, éste recuerda la importancia del cómo se dice (Gordo & Serrano, 2008). [44]
Sin la pretensión de invisibilizar otras lecturas analíticas, el autor propone doce pasos (Parker, 1996) que consisten, en primer lugar, en poner el texto en lenguaje escrito y luego, realizar una asociación libre con respecto al mismo. Luego viene una etapa de identificación y asociación de formas: se identificarán sujetos, objetos y mundos sociales y, respectivamente, derechos y responsabilidades de los sujetos, formas de habla en relación a los objetos identificados y, objeciones y reglas culturales identificadas. Finalmente una etapa analítica vinculada a la identificación de contrastes, solapamientos y comparaciones con otros textos, de manera tal de tener la claridad de elegir la terminología adecuada para nombrar los discursos presentes a lo largo del texto. A continuación se presentan los resultados de la investigación planteada segregada por dimensión de cuidado abordada.
Los “Cuidados Mayores”: Resultados del proceso investigativo No es menor afirmar que ambas visiones coinciden en la relevancia de los aspectos psicológicos, sin embargo para las PAM se asocia más al mantenimiento de la autonomía, mientras que para los PTS representa elementos para el buen desarrollo de la PAM. Afirman en su conjunto que la relación con las familias es deficiente. Además, mientras las PAM afirman que no tienen una buena autoestima, los PTS afirman que sí. En cuanto a lo espiritual no es relevante para las PAM aunque refieren a lo físico y a la salud para referirse a esta dimensión mientras que los PTS afirman que es relevante para tener una
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vejez tranquila y refirieron a la dimensión desde la estabilidad de su relación familiar. Ambas visiones coinciden en que la pérdida de capacidades cognitivas es un desafío para mantenerse autónomas. Mientras que para las PAM representa un miedo, para los PTS representa un problema familiar. El entretenimiento es un elemento importante que permitiría olvidar dolores y problemas. Las PAM agregan que el aprendizaje también formaría parte de la dimensión mientras que los PTS agregan que permitiría esta dimensión crear un soporte social de apoyo y participación en las PAM. En cuanto a la salud, es abordada de manera distinta por cada grupo. Para las PAM es uno de los temas más importantes debido a sus patologías; sin embargo, su adherencia al programa las ha favorecido. Para el caso de los PTS representa tema de crítica al Sistema de Salud debido a la falta de integralidad en el trato con la PAM. Afirman que la falta de información trae consecuencias desfavorables a las PAM y de eso deben hacerse cargo educando y brindando los cuidados necesarios. Para el caso de lo económico-material, ambas visiones coinciden en que son relevantes y agregan que las pensiones son bajas en el país. Para las PAM representa un medio para acceder a otros cuidados mientras que para los PTS representa un ejercicio de discernimiento práctico y con repercusiones negativas si viven solas o si viven con sus familias. Ambas visiones afirman que, desde lo medio-ambiental, la jardinería es una actividad realizada por las PAM. Sin embargo para ellas, representa una preocupación por dejar un entorno
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sano a su descendencia, mientras que para los PTS representa una actividad de distracción y ocupación. En cuanto al cuidado interpersonal, se afirma desde ambas visiones que no existe hoy consideración, respeto ni valoración hacia las PAM, lo que le genera frustración y angustia. Ambas aluden a la relación de las PAM con el Centro de Salud declarando las PAM que la información que entregaría el Centro de Salud no es clara y, para el caso de los PTS, que no existe en el Centro de Salud una mirada integral de atención hacia el grupo. Finalmente, en cuanto a la valoración general, las PAM afirman que todas las dimensiones son importantes porque constituyen un núcleo, mientras que para los PTS la dimensión más relevante es la psicológica porque ella determina al resto. Si consideramos que las personas adultas mayores de la comuna de Puente Alto se encuentran dentro de los primeros tres quintiles de vulnerabilidad social y la situación económica de la comuna en general, se hace evidente la situación de exclusión sentida y vivida por las personas adultas mayores cuando declaran que incluso, ni para temas de reciclaje lo pueden hacer en su comuna porque ahí no promoverían esa cultura. Ello tensionado a lo que representa para ellas el aspecto del cuidado medio-ambiental. En cuanto a los discursos naturalizados presentes durante el análisis, está la obligación de las PAM de mantenerse positivas frente a todo porque sino su realidad sería más crítica de lo que es considerando las repercusiones negativas en su bienestar. El vincular a las PAM constantemente con temáticas asociadas al área de la salud no es un punto menos relevante en este [47]
sentido. Desde el hijo que la inhabilita porque ‘su cabeza no funciona bien’ hasta la sociedad cuya primera pregunta hacia ella es ‘¿cómo ha estado de salud?’ o el hijo que le pregunta si se ha tomado la medicación e incluso, los medios de comunicación que les recuerdan a las PAM sus vacunas, no permiten a las personas adultas mayores vincularse de manera distinta con su entorno. No es menor dar cuenta de un proceso casi de identificación y reconocimiento de las PAM con los temas sanitarios a tal punto de naturalizar ese tipo de vinculación con el entorno. No es la idea de desconocer en algunos casos la relevancia del tema de la salud como un elemento que podría ser prioritario para las PAM sino que lo que se cuestiona y critica, es que corresponda casi a una vinculación por excelencia de la PAM con el resto de la sociedad. Por otra parte, el discurso de mantener la familia unida a pesar de no existir consideración o buenos tratos hacia la PAM es preocupante en la medida en que la PAM pone, en la mayoría de los casos, el bienestar del otro frente al suyo. El rol de las familias es hoy reemplazado en este sentido por los vecinos quienes se ocupan de ellas. Aun cuando el contexto relacional con la familia es débil, ponen la estabilidad del resto antes que la de ellas. Las familias chilenas efectivamente están viviendo una etapa de transición (Baeza, Donoso & Rojas, 2013). Asimismo, si uno de los objetivos del CEDIAM es mantener a las PAM en su entorno familiar y social, ¿qué pasa cuando ese entorno es conflictivo o desfavorable en temas de desarrollo para la PAM? Durante el proceso de recolección de datos, los PTS afirman que PAM intentan transmitir aprendizajes con familia pero éstas no se comprometen en el aprendizaje. Seguimos insertos en una lógica industrializada que coloniza los mundos de la vida en términos habermasianos. Como sociedad [48]
damos significado y sentido a nuestras vidas en función de la capacidad de acumular capital. Nos referimos a la actualidad de la Teoría de la Modernización (Odonne, 2013) donde predomina lo productivo y una imagen negativa de la vejez en tanto imposibilidad para seguir produciendo. Esto se hace sumamente relevante considerando además la situación recién expuesta de las familias que se constituyen de manera más débil en tanto es sustituida efectivamente por los imperativos neoliberales. Promover y fortalecer espacios de autonomía con respecto al CEDIAM también resulta fundamental de considerar para un proceso de desvinculación sana tanto de las personas adultas mayores como del equipo profesional considerando los objetivos del programa. Los cuidados refieren implícitamente a la pregunta por el rol de las familias y las PAM. En este sentido reconocen hoy las personas adultas mayores que las familias ya no son un grupo de apoyo, valoración y compromiso. Es una de las razones por las que quieren mantener la autonomía. Saben a este respecto que los sujetos/actores de este desafío son ellos y reconocen que el CEDIAM ha dado la oportunidad de que se den cuenta de ello. Se hace necesario un proceso de reconstrucción identitaria en las PAM considerando que el tiempo pasa rápido y afirman tener miedo de lo que será el mañana para ellas. Considerar espacios de autoconocimiento de manera tal de enfrentar su realidad y con ello, reconociendo las posibilidades y limitaciones, representa uno de los desafíos más relevantes en temas identitarios para las personas adultas mayores. Por otra parte, las PAM reconocen que se han generado actividades dirigidas al Buen Trato hacia ellas pero los estigmas y los procesos de vulneración en su amplio espectro, siguen presentes. Lo que trae repercusiones en todas las dimensiones [49]
de cuidados referidas por las personas adultas mayores. Malos tratos implican daños en su estima y con ello, en la posibilidad de auto-conocimiento y por consecuente, repercusiones en su salud y en su espiritualidad. Los cuidados entonces, no sólo como un conjunto de dimensiones entrelazadas y vinculantes entre sí, sino como espacios de fortalecimiento del auto-estima de las PAM, en pos de un reconocimiento de sí que les permita (re)integrarse socialmente de manera situada, crítica y reflexiva, fortaleciendo así el ejercicio de la autonomía que buscan les sea protegido. La necesidad disciplinar de ver cuidados y la intervención social desde el reconocimiento de sí y desde lo relacional como fundamento del actuar es indispensable considerando que el Trabajo Social debe posibilitar desde una perspectiva ética, la auto-determinación de los sujetos/actores sociales. En este sentido son y deben ser las mismas personas adultas mayores quienes deberán definir lo que serán los cuidados para sí y, el Trabajo Social, la disciplina capaz de participar en la consecución de esas metas. Se rescata y se refuerza así la voz de las PAM con el fin de hacer políticas o desarrollar acciones dirigidas a los grupos, CON los grupos, CON profesionales que se desempeñen junto a ellos, CON funcionarios públicos y privados, CON agrupaciones de AM y CON las personas naturales interesadas en aportar en la construcción de acciones dirigidas a la población. Un Trabajo Social como posibilitador de espacios de encuentro. La situación de las PAM sigue siendo un tema conflictivo. Mientras en conjunto, no se construya una cultura de cuidados y un significado que dé cuenta de la realidad vivida por ellos y de sus potencialidades, el país estará imposibilitado de recibir la [50]
estima, preocupación y cuidados que este grupo está dispuesto a entregar a pesar de las adversidades de la vida.
Referencias bibliográficas -Bachelet, M. (2013). Chile de Todos. Programa de Gobierno Michelle Bachelet 2014-2018. Santiago de Chile. -Baeza, J., Donoso, M. & Rojas, P. (2013). Familias fragilizadas en Chile: propuestas para las políticas públicas y la formación de profesionales. Santiago: Universidad Católica Silva Henríquez. -Baptista, P., Fernández, C. & Hernández, R. (2008). Metodología de la investigación. 4ª. Edición. México: McGraw Hill. -Batthyany, K., Genta, N. & Perrotta, B. (2012). La población uruguaya y el cuidado: persistencias de un mandato de género. Encuesta Nacional sobre representaciones sociales del cuidado: principales resultados. Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe. -Boff, L., & Toro, B. (2009). Saber cuidar: El nuevo paradigma ético de la nueva civilización. Extraído el 27 de abril de 2014 de http://www.fundacionparalareconciliacion.org/documentos/uplo ad/02052012_430pm_4fa1a7870c3e7.pdf -Carrasco, C. (2005). La paradoja del cuidado: necesario pero invisible. En Revista de Economía Crítica. No. 5, pp. 39-64. -Castañón, J. (2008).La entrevista cualitativa. Extraído el 02 de julio de 2014 a las 10:33hrs. de http://pochicasta.files.wordpress.com/2008/11/entrevista.pd -CEPAL. (2003). Informe de la Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento: hacia una estrategia regional de implementación para América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe. -CEPAL. (2007). Informe sobre la aplicación de la Estrategia Regional de implementación para América Latina y el Caribe del Plan de Acción [51]
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JÓVENES Y PERCEPCIÓN DEL CONSUMO PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL Y DROGAS Investigación que se propuso conocer la percepción que tienen los jóvenes del 4to nivel estudiantes de Colegio Alicura de Peñalolén acerca del consumo problemático de alcohol y drogas. Presentado en diciembre del año 2014 en la Universidad Alberto Hurtado. Adaptado para ser publicado por Editorial Isidora Cartonera.
Rebeca Correa Silva Trabajadora Social Universidad Alberto Hurtado Correo: rebe_correa@hotmail.com [54]
Resumen Este proceso de tesis se realiza articulando intervención e investigación, ya que entiende que hay una necesidad de intervenir las injusticias sociales, pero también de aportar y profundizar los conocimientos teóricos. La práctica profesional en la cual se enmarcaron estos procesos fue llevada a cabo en Previene Peñalolén, el cual es un programa de SENDA (Servicio Nacional de Drogas y Alcohol) que tiene su foco en la prevención del consumo problemático de drogas y alcohol. Específicamente esto se desarrolló en el área de Educación, el cual cuenta con diversos programas que trabajan con los colegios de la municipalidad atendiendo a las necesidades particulares que cada uno posea. Dentro de estos programas se encuentra el de Prevención Selectiva, donde se trabaja la particularidad del contexto del colegio y sus estudiantes, esto para poder certificar al recinto educacional en prevención. Es desde aquí que se posiciona la intervención e investigación desarrolladas, las cuales fueron desarrolladas en Colegio Alicura (ex Colegio La Puerta) de Peñalolén. La intervención fue llamada “Proyecto Alicura” y en ella se trabajó la prevención a través del fortalecimiento de habilidades protectoras en los estudiantes, desde los mismos que nace la investigación, la cual tuvo como objetivo conocer las percepciones que tienen los jóvenes acerca del consumo problemático de alcohol y drogas.
Palabras clave: drogas y alcohol, NNJ, grupos de discusión, discurso, pobreza, vulnerabilidad social
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Introducción El consumo de alcohol y drogas es una de las principales problemáticas de salud en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual queda demostrado con las reuniones anuales que se realizan desde el año 2000 para el tratamiento del uso y abuso de las diversas sustancias. En Chile es el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), el cual es parte del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, quien trata la temática del consumo de alcohol y drogas. Este trabajo se realiza desde la prevención del consumo y el tratamiento para rehabilitación de personas dependientes del consumo. Para la realización de estas labores SENDA cuenta con diversos programas que se enfocan en la familia, la comunidad y la escuela. Este último es trabajado a través de Previene, el cual se desarrolla a lo largo de Chile, pero su trabajo responde a los índices de consumo que posea cada comuna en que el programa se esté desarrollando. La comuna que se presenta en el documento a continuación es la de Peñalolén, la que posee altos índices de vulnerabilidad social, de pobreza y de deserción escolar, factor altamente asociado al consumo problemático de drogas y alcohol. Según la encuesta CASEN 2006, la comuna de Peñalolén se ubica por debajo del promedio regional y nacional en cuanto a cantidad de población que vive bajo la línea de la pobreza. Previene Peñalolén cuenta con una serie de programas que se desarrollan en los colegios municipales y subvencionados de la comuna y que responden a las necesidades particulares que estos recintos poseen en temáticas de prevención de consumo de alcohol y drogas. Uno de estos programas es la Prevención Selectiva, donde Previene Peñalolén desarrolló en Colegio [56]
Alicura un proyecto donde se invitaba a la comunidad educativa (estudiantes, trabajadores, directivos, etc.) a participar de la limpieza y construcción de un nuevo patio para el colegio, espacio que a comienzos del año 2014 se encontraba en estado de abandono y con mucha cantidad de basura. A través de este trabajo se trabajaba el fortalecimiento de Habilidades para la Vida, con lo cual se consideraba que potenciando diferentes habilidades en la comunidad educativa se fortalecerían los vínculos entre ellos, se mejoraría la convivencia escolar, se generarían espacios donde conversar sobre el consumo de alcohol y drogas y también de poner sobre la mesa diferentes problemáticas que aquejaran a los estudiantes. “Definido de forma amplia, un enfoque de habilidades para la vida desarrolla destrezas para permitir que los adolescentes adquieran las aptitudes necesarias para el desarrollo humano y para enfrentar en forma efectiva los retos de la vida diaria” (Mangurlkar, Whitman & Posner, 2001, pp.5) Colegio Alicura es un recinto educacional que atiende a una población específica, donde sus estudiantes poseen un historial de rechazo por otros recintos educacionales y/o bajos niveles de escolarización. La apuesta del colegio es poder integrar y nivelar a los estudiantes para que ingresen al sistema educacional tradicional. Su trabajo se basa en un plan de nivelación de educación básica (Fundación Súmate, Hogar de Cristo) donde los estudiantes están desfasados en sus estudios (mínimo 2 años de desfase para matricularse) y por esto se trabaja en la modalidad de dos cursos en un año. El Colegio se ubica en el sector 10 de la Faena de Peñalolén, el cual es prioridad de intervención para la Municipalidad de Peñalolén debido a los altos índices de vulnerabilidad social, de [57]
pobreza y problemáticas educacionales. El 96% de los estudiantes de Colegio Alicura pertenece a la comuna de Peñalolén, por lo que responden a estas problemáticas anteriormente nombradas. Además de que la comuna posee índices donde “el 8,7% de los habitantes de Peñalolén vive en situación de pobreza, lo que la sitúa por debajo del promedio regional y nacional” (Peñalolén, 2010, pp.38). Es debido a esto y a la necesidad de atender a la población estudiantil de la comuna que se encuentra con desfase en sus estudios que nace Colegio Alicura, atendiendo a estudiantes que han sido rechazados por otros recintos educacionales, que han repetido cursos o que poseen bajos o nulos procesos educativos formales. Debido a la realidad que enfrentan los niños, niñas y jóvenes estudiantes de Colegio Alicura es que presentan situaciones escolares de alta complejidad, las cuales van desde la desmotivación y desinterés por participar, al ejercicio y/o recepción de malos tratos desde pares y/o adultos, problemas de conductas severos, posibles consumos de drogas y alcohol, como también problemas familiares y problemáticas socioeconómicas (Valencia, 2012).
Sujetos: Juventud y Adolescencia La vida de las personas ha sido dividida en etapas del ciclo vital por Papalia, Wendkos y Duskin (2001), para aportar a la comprensión de las diversas etapas que viven los seres humanos. Una de estas etapas es la adolescencia, pero hay que comprender que es una más de la vida “No hay etapas más o menos determinantes: todas son determinantes” (Peña, et.al, [58]
2006, pp.77). Este período vital se ve determinado por los cambios corporales que sufre el cuerpo en conjunto con el desarrollo de los órganos sexuales, por otra parte es el momento de la vida en que la persona alcanza su máximo desarrollo cognitivo, desarrollando así su autonomía, tomando sus propias decisiones. La importancia de este período esta en esta última afirmación, donde las decisiones que la persona tome pueden determinar positiva o negativamente su vida. Otra característica importante de esta etapa del ciclo vital es que es una etapa de socialización, donde se forman los círculos sociales, pero más importante es la comprensión de que en esta etapa los grupos de pares ejercen gran influencia, debido a la vulnerabilidad que poseen las identidades que están en proceso de formación (Cid-Monckton & Pedrao, 2011, pp.740).
Nace la investigación La investigación que se llevó a cabo nació luego de reunir antecedentes, recopilar experiencias de intervención en espacios escolares para trabajar la prevención y se desarrolló de forma paralela a la ejecución de Proyecto Alicura. El crecimiento y desarrollo teórico que este proceso requirió generó que el fenómeno de intervención se fuera formando a medida que la investigación comenzaba a moldearse también. Es por esto que luego de haber conocido e intervenido el contexto y la realidad que se esperaba transformar, se comprendió que el fenómeno social presente se planteaba desde el fortalecimiento de habilidades para la vida, las cuales cuando son desarrolladas de forma positiva se desarrollan como factores protectores que ayudan a las personas a enfrentarse a la vida cotidiana. [59]
El estudio se plantea desde la comprensión del contexto, dándole importancia a la realidad de los sujetos de intervención, por lo tanto requiere la atención del investigador ya que entrega datos y características sobre los sujetos y sus relaciones sociales. A través de la búsqueda bibliográfica se logró comprender que la prevención del consumo problemático de alcohol y drogas se puede lograr potenciando diferentes áreas de desarrollo de la persona y es en base a esto que se llegó al fenómeno social presente en la intervención/investigación: “Fortalecimiento de habilidades para la vida como una estrategia para la prevención del consumo problemático de alcohol y drogas”. El marco teórico que desarrolla la tesis se basa en darle importancia a los elementos macro y micro que están determinando el contexto y realidad del sujeto de intervención/investigación, ya que se consideró que esto fortalecería el acercamiento a los sujetos en cuanto da a conocer su realidad desde las dos perspectivas. De este modo se presentan los conceptos a ser utilizados por la investigación, cómo y desde dónde aportarán a la discusión de los resultados. Por otra parte, se recalca la importancia que posee el discurso, en especial el de los NNJ y su observación. Teniendo estas consideraciones como base para la formulación de la investigación es que nace la pregunta de investigación; ¿Cuál es la percepción que tienen los NNJ del 4to nivel de Colegio Alicura sobre el consumo problemático de alcohol y drogas? Esta pregunta fue respondida teniendo en cuenta que no es una respuesta que cierre la conversación, sino que es una propuesta a abrir y discutir acerca de la temática, integrando a los sujetos de intervención. De este modo las preguntas directrices apuntaban a conocer desde dónde se construye el discurso de los NNJ, qué determina ese discurso, si es que los [60]
NNJ problematizan el consumo de alcohol y drogas y, entre otras, de qué manera su etapa del ciclo vital se ve presente en la formulación de su discurso.
Metodología El énfasis de la investigación está puesto en dar a conocer el discurso de los jóvenes del 4to nivel de Colegio Alicura acerca del consumo problemático de alcohol y drogas. Para esto la investigación se propone comprender e interpretar lo que los jóvenes desarrollen en sus discursos, situándolos en su contexto y realidad, para así dar paso a conocer desde dónde se sitúan sus opiniones y su actuar. Debido a esto es que la investigación posee un carácter cualitativo, ya que su pretensión es dar a conocer los significados de los comportamientos sociales. Además tiene un carácter exploratorio, debido a que la investigación se desarrolla desde la institución de SENDA, la cual posee estudios cuantitativos acerca de la problemática del consumo de alcohol y drogas y NNJ, por lo tanto es considerado que la inclusión de los estudiantes a la discusión es algo poco desarrollado. Esto tiene como base la hermenéutica, ya que pretende dar a conocer al sujeto desde sí mismo, dando a conocer el contexto y su situación, lo que pretende dar a conocer son las interpretaciones que surgen a partir del discurso de los NNJ. Para la investigación se utilizó una estrategia de muestreo estructural no estadística, la cual tuvo como propósito integrar a la mayor cantidad de estudiantes del 4to nivel de Colegio Alicura para poseer una reconstrucción del discurso que caracterizara a la grupalidad que representan (Serbia, 2007). [61]
La investigación se llevó a cabo a través de la realización de Grupos de Discusión, los cuales fueron la herramienta apropiada para desarrollar la temática con los jóvenes estudiantes, generándose un espacio de diálogo. Debido a la edad de los participantes se consideró imprudente realizar solamente preguntas y que ellos dieran respuestas, por tanto lo que se desarrolló fueron diálogos donde también se respondieron las dudas que los sujetos presentaban en relación a la temática del consumo de alcohol y drogas. Los Grupos de Discusión se basan en la generación de diálogo, donde el interlocutor busca que se generen acuerdos y desacuerdos entre los participantes, para desarrollar la temática a fondo “sirve para investigar el sentido de las palabras, y en ellas encontrar la conciencia del sujeto y su relación con la ideología de su grupo” (Canales, 2006, pp.267). De este modo, los Grupos de Discusión se presentaron como un espacio para conocer la percepción de los jóvenes, pero además como un momento para aclarar dudas y trabajar temáticas relacionadas con el consumo de alcohol y drogas. Cómo estrategia de análisis se utilizó el Análisis Crítico del Discurso (ACD), teniendo en cuenta a van Dijk como principal autor para su desarrollo “No se trata sólo de un análisis descriptivo y analítico, es también un análisis social y político” (van Dijk, 1994, pp. 186). Se consideró este método de análisis por que tiene, al igual que el Trabajo Social, una crítica social implícita que se fundamenta en la trasformación social (Healy, 2000). De este modo, la estrategia de análisis pretendió construir los significados de los discursos de los NNJ sobre la problemática social que es el consumo de alcohol y drogas y así aportar a la formulación y ejecución de programas de intervención sobre la temática.
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Análisis y Conclusiones Para efectos de la investigación cobra relevancia el análisis del discurso colectivo de los estudiantes del 4to nivel de Colegio Alicura, dada la importancia que van Dijk (1994) le otorga a la formación de un discurso y las relaciones de poder y dominación que se ven reflejadas en él. Es importante recalcar que las conclusiones obtenidas de este estudio no son totalizantes en cuanto a la problemática del consumo de alcohol y drogas y los jóvenes, su propósito era poder establecer un punto de partida para comenzar a incluir a los jóvenes en las intervenciones que los tienen a ellos como sujetos. A través del análisis que se realizó se comprendió que el poder, el cual se definió como la capacidad de ejercer influencia sobre un otro (Murillo & Vergara, 2004), se ve reflejado en los discursos de los jóvenes del 4to nivel de Colegio Alicura que poseen relatos basados en sus experiencias o en la reproducción de relatos, por lo que sus discursos se ven determinados por sus realidades y experiencias de vida. Dada la convivencia dentro de los Grupos de Discusión se llegó a la conclusión de que los jóvenes, a pesar de sus diferencias, no ejercen influencias unos sobre otros, sino que hay un clima de respeto por quien es el otro. En este sentido y contrario a las hipótesis planteadas por la investigación, se vio que el mayor poder que los jóvenes manejan es el poder sobre sí mismos, el saber que de ellos dependen las decisiones que tomen, siendo conscientes de que tienen la capacidad para optar por diferentes caminos y que estas decisiones le darán forma a su vida. Por otra parte, los jóvenes le dan mucha importancia a la influencia que ejerce la familia sobre el hijo, por lo que se puede decir que sus discursos se ven influenciados y formados desde la familia. La importancia que le dan a la familia es de gran [63]
relevancia para la investigadora, ya que en la familia reconocen el núcleo de la sociedad, el primer ejemplo que una persona tiene en la vida y en el modo en que la familia eduque, será lo que determine en mayor medida a la persona en su futuro. Los jóvenes destacaron la relevancia de un ambiente seguro, donde la familia participe activamente de las actividades e instituciones del que el hijo es parte, comprendiendo que tanto colegio como familia son parte de un trabajo en red y apoyo para el desarrollo del niño, niña y/o joven. La realidad de Colegio Alicura es que los padres tienen una baja participación en el proceso educativo, por lo que el involucramiento de los apoderados con el discurso de los jóvenes se pone en tensión, especialmente cuando los estudiantes problematizan a los padres que son irresponsables. Por esto se dice que la familia ejerce un poder hegemónico sobre los jóvenes, al comprender que ellos se encuentran dentro de una lógica social donde la familia cumple un rol fundamental para su desarrollo. En otras reflexiones se habla del contexto en el cual se ven inmersos los jóvenes, donde reconocen una conexión entre la pobreza y vulnerabilidad social con el consumo problemático de alcohol y drogas, donde concluyen que una persona que es dependiente del consumo se encontrará aislada socialmente y con carencias que lo harán vivir en extrema pobreza. En cuanto al consumo de alcohol y drogas los jóvenes ven en él una puerta para conocer personas nuevas y para distenderse, por lo que sienten que el consumo les entrega algo a su personalidad que les ayuda a poder ser más sociables. Es importante reconocer la problematización que los estudiantes realizan del consumo, pero es necesario visualizar que a pesar de esta concepción el consumo si está presente en sus vidas y tiene un sentido claro que es la relajación, diversión y vida social. [64]
Dentro de las sustancias que consumen y que conocen, a lo que más recurren es al alcohol y en menor medida a la marihuana, la cual en base a la nueva Ley de consumo que saldrá poseen poca información y la que poseen está distorsionada, al creer que la legalización de la marihuana será prácticamente para que todas las personas que deseen puedan consumir. El discurso de los estudiantes del 4to nivel de Colegio Alicura contribuye a la reproducción de la desigualdad social ya que en el consumo de alcohol y drogas reconocen una problemática social grave, que tiene consecuencias de reproducción de violencia, abandono de la familia y perdida de seres queridos, sin embargo es una acción que siguen reproduciendo y de la cual son parte. Según los entrevistados, la edad de inicio de consumo es entre los 13 y 14 años, por lo que una intervención preventiva debiese desarrollarse antes de esa edad. En el discurso de los NNJ se visualiza una denuncia de programas efectivamente preventivos, esto se logra comprender a través de que los estudiantes no manejan información clara sobre las sustancias, sus efectos y qué leyes determinan su consumo, por otra parte realizan una solicitud de alargar los Grupos de Discusión, además de solicitar información sobre las diferentes sustancias. En los Grupos de Discusión se infiere que los jóvenes consideran poseer cierta inmunidad frente al consumo y sus consecuencias. Para ellos esto es algo que le pasa a los otros, a aquellos que tienen problemas de mayor gravedad, sin considerar que finalmente las consecuencias del consumo no son controlables. Debido a esto es que minimizan los efectos del consumo, [65]
cuando se trata de ellos, pero lo problematizan al hablar de los demás.
Aportes del Trabajo Social Se consideró una ventaja poder trabajar la temática desde la disciplina del Trabajo Social, ya que se tuvo acceso a los sujetos y su contexto desde primera fuente, siendo participe de la intervención e investigación llevadas a cabo, por lo que relación que se estableció desde el profesional hacia la institución académica y los estudiantes fue una relación cercana y de confianza. Por otra parte fue positivo, ya que permitió a la investigadora contrastar la realidad visualizada en Colegio Alicura que es también comparable a la realidad y contexto propia, donde el consumo es también un fenómeno social que se desarrolla de forma constante y que, al igual que para los estudiantes del 4to nivel, no es problematizada.
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METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS EN PROCESOS DE PRÁCTICAS EDUCATIVAS Artículo de la versión extensa de la tesis presentada en diciembre del año 2014 en la Universidad Alberto Hurtado. Adaptado para ser publicado por Editorial Isidora Cartonera.
Carla Núñez Socióloga correo: nunezmatus@gmail.com
José Parra Oliveros Trabajador Social correo: jos.parraoliveros@gmail.com
Ricardo Pintanel Sociólogo correo: ricardopintanel@gmail.com [68]
Resumen El presente artículo, surge a partir de la investigación realizada en torno a la temática de las metodologías participativas y su utilización en procesos de prácticas educativas, ambos procesos son llevados a cabo desde la Corporación La Caleta. El artículo busca reconocer diversos aspectos que mantienen relación con la utilización de técnicas participativas en procesos de prácticas educativas desde las percepciones de los profesionales que realizan su trabajo en la Corporación. Es desde ahí, donde se busca reconocer los aportes de la utilización de estas técnicas participativas, elementos a considerar en su planificación, ya sea los obstaculizadores o facilitadores y el rol que cumplen los coordinadores en la implementación de dichas técnicas.
Palabras clave: Educación Popular, técnicas participativas, educador-educando.
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¿Desde dónde hablamos? Hablamos desde la ONG La Caleta, una Corporación de derecho privado sin fines de lucro que hace más de 30 años desarrolla un trabajo de promoción de derechos humanos desde sectores urbanos populares de la Región Metropolitana y del Bio Bio. Nuestro quehacer se centra en el trabajo comunitario desde los niños y las niñas para la promoción de una cultura de respeto a los derechos humanos y en particular a los derechos de la niñez. Este artículo es una invitación al dialogo sobre el quehacer de tantos educadores comunitarias en tantos diversos territorios acerca de cómo realizamos nuestro quehacer de transformación, es un ejercicio de investigación para el cambio social. La Legua es una población ubicada en la comuna de San Joaquín, en Santiago de Chile. Al interior de ella es posible diferenciar tres subsectores, que a su vez corresponden a tres etapas de desarrollo del sector: La Legua Vieja, La Legua Nueva y La Legua Emergencia. De acuerdo a los datos del Censo 2002, su población total es de 14.000 mil habitantes, divididos en los tres sectores. En el tema de la participación se observa gran heterogeneidad social. La población no cuenta con instancias mediadoras (como liderazgos integradores u organizaciones civiles de amplia convocatoria), lo que produce roces y discusiones frecuentes entre los vecinos, además de un ambiente continuo de tensión y desconfianza motivado por un clima de violencia. A pesar de ello, mantienen un fuerte interés por organizarse y ser parte de colectivos que generen instancias que promuevan [70]
el beneficio de la población en general, si bien el interés es menor en comparación a otras épocas –fenómeno común de la participación comunitaria a nivel nacional–, se reconoce una motivación. El debilitamiento de las instancias de coordinación, caracterizadas por la solidaridad, la organización y la participación de los pobladores, se debe mayoritariamente al fenómeno del narcotráfico y al consumo de drogas, lo que ha dado paso a prácticas culturales de asimilación colectiva de la subcultura del hampa, por ejemplo, el desarrollo de conductas violentas para la resolución de conflictos y las pautas individualistas que han fragmentado el tejido social del sector y de la sociedad chilena en general. Con relación al desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, estas características (de la dinámica familiar y comunitaria) han propiciado casos donde niños, niñas y adolescentes se involucran en situaciones de conflicto con la Ley. Al interior de la familia, esta situación se manifiesta en altos índices de violencia; el maltrato infantil afecta al 12% de los niños y niñas de la comuna y el abuso sexual al 2,8% de las problemáticas de vulneración de derechos detectada en la comuna (datos de la Oficina Municipal de Infancia). La población cuenta con espacios mínimos para la recreación y el desarrollo de actividades culturales y/o deportivas, viendo reducidos los factores protectores para el consumo de drogas y otras vulneraciones de derecho. Por lo que niños y niñas se encuentran, desde sus primeros años, en contacto permanente con las prácticas de tráfico callejero (piloto o burrito); tiroteos entre pandillas rivales; ajustes de cuentas entre narcotraficantes [71]
y enfrentamientos con organismos policiales; violencia intrafamiliar y callejera, etcétera. Es evidente que la niñez del sector se encuentra –desde los primeros años de vida– en condiciones de riesgo y de obstaculización de su proceso de desarrollo. Cabe destacar que esta situación no está asociada de manera directa con la pobreza, a pesar de que desde el 2011 se ha visualizado un mayor empobrecimiento de la comunidad. Los datos arrojados en el 2012 por la Casen (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional), indican que la comuna de San Joaquín, aumentó en 13 puntos porcentuales su índice de pobreza con relación al año 2009. En el 2000 el Subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Correa Sutil, elaboró un mapa del gran Santiago en donde se determinaron los barrios críticos –entendiendo éstos como aquellos afectados por diversos grados de violencia y vulneración de la población–, donde los niveles de violencia, temor, legitimación de normas contrapuestas, la violencia y el tráfico de drogas, no permitían la realización de las actividades mínimas. Tras esta categorización, distintas poblaciones de la Región Metropolitana, entre los que se encuentra La Legua, fueron intervenidas por el Estado a través de sus fuerzas policiales. Como parte de las acciones, Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) han realizado fuertes y constantes operativos policiales, incluso allanamientos sorpresivos, intervención arquitectónica en la construcción de edificios (como el Centro Comunitario) y la apertura de ciertos pasajes, [72]
con la intención de conectar el flujo de la población con las principales vías de la comuna. A 13 años de la intervención, –que comenzó en 2001–, a la situación de violencia generada por los grupos ligados al narcotráfico, se suma la presencia policial y los allanamientos por parte de la fiscalía y del PDI. Desde mediados del 2011, la población ha tenido un nuevo proceso de “intervención” denominado Recuperación de Barrios Críticos(1), por parte de fuerzas policiales y el Ministerio del Interior, que ha significado el mejoramiento de la calle central 1
Con el fin de recuperar barrios o poblaciones caracterizadas por su alto nivel de violencia, su vulnerabilidad social y económica y, el deterioro de sus espacios públicos, se dio inicio al programa de Recuperación de Barrios Críticos. El primer barrio en el cual se trabaja es la población La Legua, para lo cual se constituyeron dos mesas de trabajo, una en la que participa el gobierno junto con la municipalidad y las organizaciones sociales de La Legua y, la segunda consiste en una mesa interministerial donde participa el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ministerio de Desarrollo Social y Ministerio de Educación, logrando instalar quince programas por un presupuesto superior a los once mil millones de pesos. Los programas e inversiones desarrolladas y aprobadas en La Legua durante el año se encuadran en seis ejes: urbano, educación, desarrollo social, drogas, identidad y control. Dentro de estos ejes destacan los siguientes proyectos: la remodelación de la calle Canning y Comandante Riesle y desarrollo de áreas verdes; la remodelación y equipamiento de tres canchas deportivas; implementación del programa Chile Previene en la Escuela del Senda; programas de reinserción escolar; ampliación de los cupos del programa Abriendo Caminos; implementación de un programa de prevención y tratamiento comunitario del consumo de drogas y alcohol; la realización de talleres recreativos para jóvenes e instalación de cámaras de seguridad y luminarias en las calles y pasajes. (Cuenta Pública Ministerio del Interior, 2013). Disponible en: http://www.interior.gob.cl/media/2012/05/CuentaP%C3%BAblicaS ectorial2012.pdf. [73]
de la comunidad, la creación de nuevas viviendas (comprometidas pero no edificadas) y la presencia policial de fuerzas especiales de Carabineros. Creemos que es importante comprender que lamentablemente la situación de esta comunidad no es tan ajena a la que viven muchas otras, aun cuando esta pareciera ser la preferida por los medios de prensa provocando un alto nivel de discriminación y estigmatización de sus habitantes.
¿Con quienes trabajamos? La apuesta por los niños y niñas como sujetos de derecho Los Derechos Humanos (DDHH) son “garantías legales universales que protegen a los sujetos y grupos frente a acciones u omisiones que puedan afectar sus libertades y su dignidad humana” (Cussiánovich, 2002, p13). En palabras de Valverde (2009), los derechos establecen “formas de relación social, política y cultural, que regulan los vínculos entre las personas y los Estados, en la lógica de establecer tanto un límite al poder del Estado frente a los ciudadanos como una obligación de éste de facilitar el ejercicio de derechos a todos y todas sin discriminación alguna además, de obligarle a relacionarse con la ciudadanía de manera” (p.105) de asegurar las condiciones para el desarrollo de la dignidad de cada persona. Especialmente para algunos grupos sociales, se ha visto la necesidad de establecer nuevos parámetros de legalidad en base a situaciones que los sitúan en posiciones de mayor vulnerabilidad. De esta manera, posteriormente a la Declaración Universal de Derechos Humanos se creyó necesario especificar derechos para ciertas comunidades en particular. Es el caso de [74]
las mujeres, inmigrantes, pueblos originarios, diversidades sexuales, niñez, etc. La Convención de los Derechos del Niño es la consolidación de un nuevo paradigma sobre la niñez, el cual obliga a entender a los niños y las niñas como actores sociales activos, como sujetos de derecho. Los niños “pueden así ser capaces ser capaces de constituirse en un sujeto colectivo con derechos y aspiraciones políticas" (Movilizándonos, 2012, pág. 7). Por primera vez se les reconoce las habilidades en la esfera de lo civil, lo social, lo político, jurídico, cultural y económico. Comienza a dejar de lado la mirada desde las necesidades que deben ser satisfechas, para centrarse en sus capacidades de transformación de realidades. Este reconocimiento de su rol social, como interlocutor válido, debe tener en consideración el desarrollo vital en el cual se encuentra, estableciendo las oportunidades para que ello ocurra. Cada uno de los derechos consagrados en la CDN es universal, indivisible e inalienable. Universales porque toda persona, sin importar ninguna condición, los posee desde el momento de su nacimiento; indivisibles porque no se pueden entender de manera separada, son un conjunto que sólo pueden ser entendidos en su totalidad; inalienables porque nadie puede decidir dejar de tener sus derechos, es inherente a la condición humana. Se considera como niño y niña a toda persona menor de 18 años, y se basa en cuatros principios que estructuran los artículos de la Convención: Principio de no discriminación, Principio del interés superior del niño, Principio de la supervivencia y desarrollo y finalmente el Principio de la Participación. [75]
El Principio de la Participación, se especifica a través de los artículos 12, 13, 14, 15 y 17 (Naciones Unidas, 1989). A pesar de lo anterior, una lectura más detallada permite observar que estos artículos no hacen referencia directa a la participación, pero sí a procesos necesarios en ella, como son: la opinión, la libertad de expresión, libertad de pensamiento, el acceso a la información y la libertad de asociación, respectivamente. Es importante resaltar el fuerte carácter relacional que guarda el ejercicio de la participación. Este derecho puede ocurrir en el contexto de interacciones de personas u organizaciones que quieren ejercer un poder para posicionar sus intereses. Según Anillas y Pauccar (2006), la participación estaría principalmente dada por el ejercicio de poder de niños y niñas, que se realiza a través de la capacidad de opinar en conjunto con otros, y que a partir de estas opiniones, se emprendan acciones coherentes. "al niño o a la niña capacidades para comprender su situación, para pronunciarse críticamente frente a ella, para organizarse y participar activamente en la transformación de la realidad que le afecta" (Kocherthaler, 2007, pág. 56). La autonomía progresiva es un importante concepto a tener en cuenta en la medida que las acciones que se acuerden con niños y niñas deben respetar sus procesos de desarrollo siempre visualizando como objetivo el fomentar la autonomía.
Desarrollo La investigación se llevó a cabo a partir de entrevistas realizadas a tres profesionales que realizan su trabajo en La Caleta La Legua como educadores y específicamente realizando un rol de coordinación en los tres sectores en los cuales desempeñan su trabajo: sector de La Legua Nueva, Legua Vieja y Legua [76]
Emergencia. Cabe destacar que considerar sus relatos para el proceso de investigación responde desde la experiencia y trabajo directo que realizan aquellos profesionales con niños y niñas de los diversos sectores en torno a prácticas educativas relacionadas con participación y organización. Procesos desde los cuales se pueden reconocer varios aspectos, pero que para efectos del presente artículo se toma en consideración lo que mantiene relación con la utilización de diversas técnicas participativas en dichas prácticas educativas para poder llevar a cabo procesos de reflexión, problematización y acción. Es así, que desde los resultados obtenidos a través de la investigación se presenta a continuación, un resumen de ellos en base a cuatro categorías, las cuales corresponden, en primer lugar, a la importancia de la coherencia de las técnicas utilizadas en los diversos procesos con el discurso emancipador o liberador que se propone tanto desde las diversas metodologías participativas, como desde la educación popular; en segundo lugar y en relación con el primer punto, al desarrollo activo de los sujetos y la construcción colectiva del conocimiento; en tercer lugar, al carácter lúdico que se propone deben poseer estas técnicas y por ultimo al rol que cumple el educador en dichos procesos participativos.
Coherencia con el discurso liberador En primer lugar, es posible afirmar que la educación popular y diversas metodologías participativas, comparten ciertos elementos. Ambas, en primera instancia, pueden ser agrupadas dentro de una misma corriente de pensamiento latinoamericano, corriente que posee dos ejes principales, el primero, según el cual éstas deben producir un conocimiento crítico, reconociendo que este siempre responde a la situación y [77]
a los intereses de los sujetos que lo producen y el segundo, el de la acción, la investigación debe fundirse con la acción, “orientada a una transformación total y estructural de la sociedad y de la cultura”(Rahman y Fals Borda, 1989, pág. 213214). Por otro lado, el método educativo planteado por Paulo Freire puede ser visto como una anticipación a lo que hoy pensamos como ciencia social no clásica (Canales y Duarte 2012). Una serie de propuestas de las diversas metodologías participativas han estado presentes en los discursos y prácticas de la educación popular (Torres Carrillo 2008). Elementos centrales de las metodologías participativas, tales como pensarse como un enfoque que favorece los proceso de reflexión (Ortiz y Borja 2008), el entenderse como una metodología para el cambio social, fomentar la participación y autodeterminación de las personas que la utilizan, ser la expresión de la relación dialéctica entre conocimiento y acción y promover la producción colectiva del conocimiento, son posibles de rastrear en los procesos de la educación popular. La educación popular, desde sus planteamientos, busca democratizar el saber, el observado se constituye también como observador; reunir las instancias separadas de observar y actuar, se observa actuando; valorar la experiencia y el contexto de los individuos, presentándolos como una capacidad reflexiva critica de los individuos sobre su cotidianeidad. La experiencia “se transforma en el origen de la mirada crítica y de la acción transformadora”, además la educación popular busca promover la generación roles y estatutos que fomenten la reciprocidad, horizontalidad y equidad entre los sujetos (Canales y Duarte 2012).
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La experiencias provenientes desde la educación popular son múltiples y variadas, si bien son compartidos ciertos elementos nombrados anteriormente, es posible encontrar infinidad de prácticas, discursos y estrategias dándose en diversos lugares del mundo que responden al concepto de educación popular (Mejía 1999), por lo que no existe un significado único, sin embargo, tomando las definiciones que recoge Torres Carrillo (2008) y realizando una síntesis, es posible afirmar que corresponde a un proyecto que se entiende como un proceso colectivo, mediante el cual los sectores populares se convierten en sujetos históricos, a partir de la toma de conciencia de la realidad, se proyectan como gestores y protagonistas de una nueva sociedad, se asumen como protagonistas de un proyecto liberador que responde a sus intereses y aspiraciones, ya sea de clase o de grupo. Teniendo como conceptos constitutivos: el ser “una lectura crítica del orden social vigente y un cuestionamiento al papel integrador que ha jugado allí la educación formal; una intencionalidad política emancipadora frente al orden social imperante; un propósito de contribuir al fortalecimiento de los sectores dominados como sujeto histórico, capaz de protagonizar el cambio social; una convicción que desde la educación es posible contribuir al logro de esa intencionalidad, actuando sobre la subjetividad popular; un afán por generar y emplear metodologías educativas dialógicas, participativas y activas” (Torres Carrillo, 2008, pág. 9). La producción de conocimiento crítico para la educación popular ha sido una de sus preocupaciones a lo largo de su historia, debido a que “su objetivo de formar para y en la transformación social ha implicado preguntarse acerca de las características de los sujetos educativos, de sus contextos, saberes y modos de aprendizaje, así como sobre las propias prácticas educativas y su relación con los movimientos sociales, la cultura y la política” [79]
(Torres Carrillo, 2008, pág. 8), por lo tanto, las metodologías empleadas por la educación popular deben ser más que únicamente entendidas como estrictamente pedagógicas, deben ser comprendidas, a la vez, como un saber investigar. Las experiencias de la educación popular al ser entendidas como practicas tanto pedagógicas, productoras de conocimiento y transformadoras, deben ser planteadas como un todo coherente. Los entrevistados manifiestan la importancia de esta coherencia, debe existir una correspondencia entre la utilización de metodologías y el aporte de estas en otorgar un lineamiento con el pensamiento emancipador propuesto desde la educación popular. Debe haber una coherencia en todo el trabajo y ahí se encuentran las técnicas, ya no se pueden utilizar metodologías que no vayan en coherencia con lo que se expresa desde la educación popular y las técnicas participativas responden a ese discurso (E1, 2014)2 Debe existir una congruencia entre las técnicas participativas utilizadas y los lineamientos propuestos desde la educación popular. Las técnicas participativas dentro de la experiencia de la educación popular, se inscriben en algo mayor, enmarcándose dentro de un proceso de transformación social. La concepción metodológica proveniente desde la educación popular da un vuelco a lo que entendemos por plantear el diseño de investigación y seleccionar las técnicas pertinentes. Se entiende el proceso en su totalidad como un todo no separable. Lo fundamental no está en el uso de técnicas 2
Hubieron 3 entrevistados quienes eran los coordinadores en los sectores de La Legua Nueva, Legua Emergencia y Legua Vieja, por lo tanto en las citas se mencionan como E1 (entrevistado numero 1);E2 (entrevistado numero 2); E3 (entrevistado numero 3). [80]
participativas, sino en la concepción metodológica que guiara el proceso educativo (Vargas 1998). Las metodologías utilizadas en procesos de educación popular, tienen como uno de sus pilares fundamentales y a diferencia de lo que entendemos por ciencia social clásica, tomar en cuenta contexto, esto se diferencia de la concepción de diseño flexible propia de la investigación cualitativa, ya que problematiza el contexto, se hace cargo críticamente de las experiencias, problemáticas, aspiraciones de los sujetos y los invita a repensar su realidad y su vida en pos de una acción transformadora. Lo metodológico, se plantea como un desafío, se enmarca en una visión que logre integrar, orientar y conducir la totalidad de los procesos de formación de los sujetos. El desafío se plantea en términos de partir siempre desde la experiencia, desde la práctica, desde lo que los niños y niñas sienten, saben y viven. Comprender y construir el conocimiento a partir desde la práctica y la experiencia, escuchando la palabra antes negada e invisibilizada para que esta pueda transformar y emancipar. La educación popular, a partir de sus características como proceso de toma de conciencia, de voluntad de transformación social y de los elementos anteriormente nombrados que la constituyen, debe ser entendida como un proceso de estructuración de la subjetividad. El sujeto en instancias colectivas de aprendizaje e investigación va construyéndose, va penetrando en el individuo mediante interacciones sociales. El individuo, mediante lo que Freire denomina concienciación, se llena de esperanza, esperanza en el sentido de que problematiza su experiencia y configura su historia, “solo hay historia donde hay tiempo problematizado y no pre-dado” (Freire, 2004, pág. 71), la historia se vuelve posibilidad, el actor, [81]
ahora sujeto, se asume como protagonista de su historia y en promotor de una nueva sociedad. El paso a sujetos impulsa al individuo a luchar contra el orden establecido y los determinismos, a tomar conciencia de su realidad y cuestionar el estatus impuesto que categoriza y constriñe al individuo. Por lo tanto es posible agregar que la educación popular al proponerse ser un estructurador de la subjetividad, constituye una estrategia de resistencia, ya que desafía eternamente al poder, desafiando la constitución de sujetos modelados por el poder. La educación popular es posible concebirla como un proceso que se propone y logra articular en un mismo movimiento y momento fusionando pedagogía e investigación social y además, procesos de estructuración de la subjetividad y de resistencia, por lo que debe entenderse a la educación popular como una práctica que abre posibilidades de acción, como una experiencia de transformación de la sociedad, que se propone subvertir el estado de las cosas, en un mismo momento.
La construcción colectiva del conocimiento y el desarrollo activo de los sujetos. Como plantea Laura Vargas, la utilización de técnicas participativas nos permite "desarrollar un proceso colectivo de discusión y reflexión" (Vargas, 1998, pág. 2) ya no como en la escuela en donde se generan y se aplican metodologías individualistas en el proceso educativo, sino que la apuesta está centrada en la colectividad, en lo grupal, en la consideración de cada persona pero vinculada a un conjunto también. Cada discurso de cada persona a través de las técnicas participativas permiten ir construyendo colectivamente, cada [82]
discurso se articula con el del otro, cada relato se debate con el otro, cada idea va a aportando a otra idea expresada. Así se va construyendo lo colectivo, teniendo en cuenta cada relato. La importancia esta en reconocerse como personas, de reconocerse como personas con saber y que cada una puede aportar desde sus conocimientos generando relaciones más horizontales, generando comunicación. En lo individual no existe comunicación, existe comunicación con un otro y si existen más participantes, esa comunicación debe ser entre todos, y aquello, es lo que nos permite la utilización de técnicas participativas, esta comunicación, este construir mutuo y horizontal. Aquí en la utilización de técnicas participativas se considera aquel aporte como fundamental en establecer nuevas relaciones entre las personas, relaciones más horizontales en los procesos educativos, en donde ya no se presentan jerarquías de construcción de conocimientos, sino que educadores y educandos construyen recíprocamente aquel conocimiento que se busca desde algún objetivo. Es el aporte de la utilización de las técnicas participativas, en donde su característica integradora, esta característica de poder permitir que todos aporten en el debate y la opinión, nos da la posibilidad de acceder a una construcción del conocimiento entre todos. Junto a este rol activo se encuentra el desarrollo del sujeto, la utilización de las técnicas al ejercer el rol activo del sujeto también va apostando al desarrollo continuo de este. Aquel desarrollo vinculado a poder expresar, comunicar, el sujeto es importante que pueda constantemente y que sepa que puede comunicar lo que piensa, lo que siente, sus ideas y lo que se [83]
propone desde la utilización de técnicas participativas es justamente aquello, el poder desarrollar, el potenciar aquellas capacidades y habilidades de los sujetos. Como bien plantea Mariano Algava, la utilización de técnicas participativas "ponen en marcha, desentumecen, abren a las personas. Los cuerpos sentados, quietos, de brazos cruzados, detrás de carteras, bolsos, o camperas, están como acorazados detrás de muchas capas, prejuicios, miedos, vergüenzas, que obstaculizan los aprendizajes (Algava, 2006, pág. 12), la posibilidad de que a través de estas técnicas las personas vayan perdiendo aquel miedo a expresar, aquella vergüenza a comunicar, aquel miedo de poder relacionarse con un otro y poder construir con él. Permite desarrollar la capacidad de relacionarse con un otro, en ese encuentro con las personas, en esa construcción colectiva que se hablaba anteriormente se desarrolla esa asociatividad, ese conocerse con un otro, el conversar y el saber que existe otra persona al lado de uno que nos puede escuchar, que pueden construir mutuamente en relación a algún interés o necesidad. . Las técnicas participativas otorgan aquella posibilidad, la de tomar en cuenta este rol activo y efectivamente poder ejercerlo en las personas, que ellas sientas y sepan que pueden expresar, manifestarse y poder construir.
Carácter lúdico Melanie Klein (1987) considera que el niño mediante el juego es capaz de expresar fantasías, deseos y experiencias, todo esto a través de un modo simbólico comunicado en la actividad misma del juego y los juguetes utilizados en éste. En este sentido, lo que propone la autora es al juego como la técnica adecuada según las condiciones de desarrollo de los niños, por ende, podemos entender que el juego sería la vía de acceso a los [84]
contenidos inconscientes del menor; “Los niños pueden crear su propia autoprotección a través del juego, y que el juego es el modo principal utilizado por los niños para participar en sus propias comunidades” (Lester & Russell, 2011, pág. 9) El juego es universal, corresponde a una parte importante de la salud de las personas y en especial de los niños, ya que “facilita el crecimiento y por lo tanto conduce a relaciones de grupo; puede ser una forma de comunicación (…) se ha convertido en una forma muy especializada de juego al servicio de la comunicación consigo mismo y con los demás” (Winnicott, 2008, pág. 42) El jugar sería parte del proceso natural del crecimiento del niño, a través del juego es posible desarrollar habilidades de socialización con el entorno y reforzar capacidades en relación a la creatividad, por ejemplo, para Winnicott (2008) el jugar permitiría que una persona sea creativa “El juego es una experiencia siempre creadora, y es una experiencia en el continuo espacio-tiempo, una forma básica de vida” (p.49). Tomando en consideración lo anterior, uno de los elementos que se menciona desde los relatos de los profesionales y el cual se expresa como un aspecto que adquiere una gran importancia al llevar a cabo procesos educativos, sobre todo si dichos procesos son con niños y niñas, tiene que ver con la característica lúdica de aquellas prácticas educativas o dicho de otra manera, con la integración del juego en el proceso educativo y específicamente en la utilización de técnicas participativas. Los procesos de formación se caracterizan por separar el juego de los procesos de aprendizaje, sobre todo en los procesos de educación formal en donde aquella característica lúdica es [85]
dejada de lado para dar paso a procesos en donde el acto educativo carece de aquel clima afectivo, de alegría y de buen humor. En los procesos de aprendizaje es fundamental aquella construcción de una zona de juego en donde lo lúdico y creativo sean un elemento más de las planificaciones, esto con el desafío de poder vencer aquella separación realizada comúnmente en donde la creatividad y alegría se encuentran ausentes; el objetivo está en poder enfrentar aquello que nos impide conocer, crear y crecer. El desafío está en poder complementar los procesos de formación con la utilización del juego como un elemento que aporte en este proceso. Se entiende que el juego como elemento lúdico nos permite poder generar procesos más entretenidos y así también poder responder a mayores expectativas sobre todo ante el trabajo realizado con niños y niñas. El hecho de utilizar el juego como un complemento nos permite favorecer procesos de problematización más profundos dadas las características de éste. Como bien plantea un entrevistado, "también cuando una técnica o metodología no resulta entretenida para el grupo, cuando no se pasa bien, resulta difícil poder trabajar porque la encuentran fome y ahí quedaste con tu planificación" (E2, 2014). Por lo tanto, nos encontramos con que el hecho de no considerar aquel elemento lúdico puede transformarse en un obstaculizador dentro del proceso educativo, las técnicas a utilizar deben poder llamar la atención de las personas, deben poder invitar y además de poder trabajar un objetivo deben también poder entretener y generar un ambiente de alegría, confort, agrado para poder favorecer procesos de problematización más profundos. [86]
Los niños y niñas buscan entretenerse, por lo tanto, no podemos dejar de lado en el proceso educativo aquella importancia que posee aquel elemento para ellos y ellas. La ausencia del juego hace que los procesos se vuelvan complicados, que no llamen la atención y que no motiven. Debemos considerar que el juego en sí mismo también se vuelve importante por el solo hecho de ser un aspecto esencial en la vida, como también su capacidad para generar relaciones y habilidades, por lo tanto además de complementar procesos educativos, también por su lado genera aportes específicos. La importancia está en poder generar un complemento entre aquello que refiere al proceso formativo y aquel elemento lúdico. La utilización de técnicas participativas complementadas con el juego no solo buscan el hecho de que sean entretenidas, si no que estas se encuentran enmarcadas dentro de una concepción más amplia, de un proceso de construcción más colectivo en cuanto al conocimiento, la problematización y la acción, como bien se planteaba anteriormente. Se entiende que el componente lúdico o el juego factores importantes que impulsan la generación de vínculos, de relaciones más cercanas en donde se nos otorga aquella posibilidad de conocer, de comunicarnos con el otro, de crear, de reír, por lo tanto, si somos capaces de poder vincular todo aquello con la práctica educativa que llevamos a cabo, estaremos frente a procesos más llamativos, más interesantes y sobre todo con procesos que rompen con esta estructura del sistema que solo fomenta individualidad y distanciamiento entre las personas. El desafío está en poder romper con aquello, con generar lo contrario y crear nuevos procesos educativos los cuales se caractericen por la creación de vínculos más cercanos y más afectivos entre las personas que participen de él; "lo que [87]
le gusta más a los chicos es pasarlo bien po. Entonces ese pasarlo bien en los espacios grupales está mediado mucho con el cariño que se da, que se le entrega a los chicos" (E1, 2014).
Rol del educador Desde una mirada de los relatos de los entrevistados realizados nos encontramos con una serie de aspectos a considerar en cuanto al rol a desempeñar por parte del educador o aquellos aspectos necesarios de tomar en cuenta frente a cualquier proceso educativo que se lleva a cabo. Uno de estos primeros aspectos a considerar mantiene relación al conocimiento de las personas con las cuales se lleva a cabo la práctica educativa. Se entiende que estar en conocimiento de los educandos nos permite poder estar al tanto de sus intereses, sus gustos, su realidad, su contexto, a la vez que nos permite generar una relación más cercana en el proceso. El conocimiento de los participantes de un grupo no solo pasa por saber sus nombres, también pasa por el conocer sus gustos, sus intereses, sus preocupaciones, sus experiencias, etc. Se observa desde los resultados que aquel conocimiento permitirá tener por delante un proceso educativo más situado, más contextualizado a la realidad de los participantes. Y así mismo, generar esta cercanía también permite que los mismos educandos también realicen un proceso de conocimiento sobre el educador, ya que estos procesos de formación se consideran como recíprocos y se entiende que aquel conocimiento de los educandos sobre el educador, puede permitir procesos educativos desde relaciones horizontales más cercanas. Es decir, si se es capaz de poder llevar aquello a los procesos educativos también permitirá mayor interés, ya que los [88]
participantes verán reflejado sus intereses, experiencias y permitirá una mayor disposición por parte de ellos a participar y a ser parte de aquellos procesos. Esto que quiere decir, que no solo basta con estar en conocimiento de las características de los educandos, sino que este conocimiento debe tener una repercusión práctica en donde aquel elemento nos permita poder generar procesos más cercanos. El estar en conocimiento de aquellos elementos, puede permitir integrarlos a la planificación de una técnica, por ejemplo complementar aquella planificación según la música que le gusta a los niños y niñas, complementarla con los juegos que les gustan, con las preocupaciones que les aquejan, etc. Aquello permitirá que esa técnica sea más pertinente, sea más interesante para los participantes, por lo tanto generara una mayor disposición a participar en las diversas actividades que hayan sido planificadas. Como bien plantea un entrevistado," si una persona sabe lo que los chiquillos están conversando tiene todo el camino por delante que resulten bien las cosas" (E1, 2014). Otro aspecto a mencionar es la misma relación que se establece desde el educador hacia los educandos. Se manifiesta desde los resultados que si los vínculos entre educador y educando son fuertes y son cercanos la respuesta por parte de los educandos será más cercana también. Permitirá interés en acompañar los procesos educativos por el hecho de ya haber formado un tipo de relación más horizontal en donde los educandos puedan verse más acompañados por el educador. La importancia aquí de la confianza que los educadores pueden entregar es fundamental. Que las personas capten aquello, que se vean comprendidas, facilitará una mayor disposición a generar procesos con el educador, como bien plantea un [89]
entrevistado, "también tenemos que considerar el vínculo de la persona que va a guiar la dinámica y los chicos que van a estar participando. Si tienen un vínculo fuerte va a ser posible que las personas que van a estar acompañándote hagan más esfuerzo por aprender algo nuevo" (E1, 2014). La importancia es poder hacer que se generen aquellos espacios de participación y organización, y en ese camino, en aquel objetivo, las relaciones más cercanas con los educandos, la afectividad hacia ellos es fundamental para poder lograr aquel objetivo. Las personas captan aquella manera en que se relacionan con ellos y desde ahí también generan una respuesta frente a lo que reciben, en aquel sentido si captan que las relaciones hacia ellos tienen esa característica afectiva, generaran respuestas más afectivas y mayor disposición a lo que uno quiera realizar, ya sea en una actividad, trabajar en base a una técnica, en donde aquella disposición siempre es importante, ya que permite que los educandos se abran a recibir aquellos mensajes llevados por parte de los educandos. Como plantea un entrevistado en cuanto a este rol del educador, "que se mueva harto, que utilice harto el cuerpo, que sea siempre como de la mirada más encantadora, motivadora que la mirada más restrictiva. Que motive y que promueva, más que restrinja. También tiene que ver mucho con ser enérgico, ser también cariñoso que es súper importante para dar pie que esa afectividad genere los espacios... Los chicos en general tienen más disposición a hacer cambios a través de eso y lo pasan mucho mejor en general y aquello es muy importante" (E1, 2014) Esta relación necesaria se puede establecer desde un compromiso ético, en donde se considera que estamos trabajando con personas y la importancia de mirarlas como un igual, en donde necesitan ser acompañadas, necesitan poder establecer vínculos más cercanos con el educando, ya que [90]
permite poder conocerlos, estar al tanto de sus intereses, sus situaciones. Como bien plantea otro entrevistado, "yo creo que si existe, si esta la relación, el vínculo, hay confianza te permite abordar temáticas, hacer más acompañamiento individual...relacionarte de mejor forma con los chicos, hablar con ellos, es importante eso también el hablar con ellos, comunicarte, saber qué cosas hacen, que hicieron en la semana" (E2, 2014) . Lo anterior por un lado nos permite estar en conocimiento de las personas, permite una relación cercana y permite generar una mayor confianza. Así también, estar en conocimiento de sus intereses permitirá poder llevarlo al proceso educativo para facilitar esas mismas prácticas. Poder ligar sus intereses por ejemplo con la utilización de alguna técnica, permitirá motivas más, permitirá generar mayor interés poder parte de los educandos y educadores. Otro aspecto manifestado a través de los resultados de las entrevistas y que mantiene relación con como uno se relaciona con los grupos tienen que ver con la participación que tienen los educadores en el proceso de prácticas educativas. Se manifiesta que el educador por ningún motivo puede abstraerse de aquel espacio, no puede generar una distancia como si él no fuera parte de aquella práctica educativa y en aquel sentido debería ser uno más en todo momento, incluso en las actividades o técnicas que utilizamos en el proceso educativo, "yo no puedo pedirles a los chicos en este caso a las chicas que participen y yo me abstraigo de ese proceso, yo también tengo que participar, como que ahí al uno participar también facilita los procesos, como que a los chicos los motivas más yo creo. Desde ahí que nace que la participación se ejerce, se promueve participando" (E2, 2014).
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Por último, hay que considerar que un rol por parte del educador consiste en la flexibilidad que mantiene este frente a los procesos educativos. La disposición de poder salirse de la planificación o de una técnica para poder responder a situaciones del contexto cuando este nos está solicitando nuevas formas de llevar a cabo el trabajo, nos permite facilitar el trabajo a realizar ya que vamos generando concordancia con aquel mismo contexto y nos permite responder a lo que este nos solicita. Esta flexibilidad se torna fundamental frente a los proceso educativos debido a la movilidad constante del contexto, sin embargo, el contexto se vuelve en un aspecto necesario de considerar en toda planificación, ya que este nos permitirá tomar en consideración una serie de elementos para llevar a cabo los objetivos que se desean trabajar y no enfrentarse continuamente a esta necesidad de la flexibilización en los procesos educativos. El no tomar en cuenta el contexto al momento de la planificación puede tener como consecuencia actividades que no resulten debido a que no responden a las características de este (por ejemplo el espacio, el grupo, horarios, etc.). La práctica educativa se ve facilitada al considerar que si bien se posee una estructura de trabajo, esta estructura también puede ir variando según lo que vaya ocurriendo, y es ahí donde el aporte es generar esta movilidad también por parte de las personas que coordinan, respondiendo a lo dinámico también presentado por el contexto. No puedo generar una confrontación entre un dinamismo constante como lo es el contexto o como lo son los grupos de participantes, contra una rigidez, aquello genera una barrera, una distancia frente al accionar. En cambio, si respondo a lo dinámico del contexto con flexibilidad, con adaptación, estaré generando una mayor cercanía, una mejor capacidad de respuesta la cual puede traer [92]
mejores resultados al momento de los procesos educativos. Si una técnica puede ser variada cuando esta no está respondiendo a las expectativas, si podemos responder con otra técnica preparada vemos facilitado el trabajo y como se mencionaba, vemos la capacidad de respuesta al contexto inmediato. En definitiva, el rol del educador hace relación a diversos elementos pero que en definitiva todos se encuentran relacionados, ya que todos forman parte de un mismo proceso educativo y no pueden ser mirados de manera aislada. El conocer las características del grupo con los cuales llevamos a cabo los procesos educativos también responde a una relación cercana y horizontal con los educandos, ya que ese conocimiento no puede ser apartado de una relación de afectividad. Así mismo, el tomar en cuenta el contexto a la hora de las planificaciones también es conocer las características de los grupos con los cuales llevamos a cabo los procesos de formación ya que el contexto es parte de ellos, es donde se desenvuelven y el generar una distancia entre ellos es no reconocer una integralidad. El desafío esta en considerar estos diversos aspectos en los procesos educativos pero no de manera diferenciada, cada uno es importante y debe ser considerado desde aquella importancia. Su integración permitirá generar procesos caracterizados desde lo ético, desde la afectividad, desde la horizontalidad, desde la importancia que merecen los educandos para así romper con procesos educativos caracterizados desde la individualidad que no buscan una transformación real de relaciones entre las personas, el desafío esta en generar una participación efectiva desde los procesos educativos. [93]
Conclusiones Es necesario comprender que en los procesos de prácticas educativas aspectos como el objetivo, la idea que hay detrás, el contenido que mediatiza la relación entre educador y educando y la relación que se establece entre los dos sujetos son fundamentales, sin embargo, también es importante comprender y darle una importancia fundamental a lo que son los instrumentos educativos necesarios para llevar a la práctica el contenido que se desea trabajar. En el contexto de La Caleta, considerando la participación y organización como importantes procesos de llevar a cabo, la utilización de instrumentos educativos, como lo son la utilización de técnicas participativas se vuelven fundamentales, ya que son la forma de entender el cómo hacemos lo que hacemos, el cómo se problematiza juntos los niños, niñas y jóvenes, el cómo se llegan a definiciones, el cómo generamos un proceso de construcción colectiva, una problematización, etc. Esta pregunta del cómo hacemos lo que hacemos, la viene a responder en gran medida las técnicas participativas y es por ello la importancia de haber generado una complejización de aquel mismo fenómeno y sobre todo de una práctica en específica como lo es la llevada a cabo por La Caleta. Es importante comprender por qué algunas veces los procesos de prácticas educativas no dan resultado y por qué no se pudo llevar a cabo la problematización o reflexión sobre algún tema, ¿será que la relación que estableció entre educador y educando no permitió generar el proceso? ¿Será que la forma en que se pensó aquella problematización no fue la correcta? ¿Será que aquel instrumento no fue de interés para los sujetos? ¿Será que el contenido no fue lo que realmente era de interés para los participantes? [94]
Frente a estas preguntas, es que resulta importante complejizar la utilización de técnicas participativas y comprender algunos aspectos en relación a las mismas, ya que permite poder tenerlos en consideración y favorecer la utilización de estas. Tomar en consideración elementos que muchas veces se pasan desapercibidos y que al tenerlos en cuenta, permite que los procesos de prácticas educativas se puedan ver facilitados y no solo eso, sino que considerar aspectos que permiten poder tener una mayor integralidad en el trabajo que se lleva a cabo. Debemos tomar en consideración que la utilización de técnicas participativas en procesos de prácticas educativas se vuelve un elemento fundamental dentro de aquella práctica. La utilización de técnicas participativas viene a ser un elemento importante dentro de un proceso más amplio. Como bien apostamos por procesos educativos colectivos, en donde la opinión de los sujetos es importante, en donde el hecho de la construcción colectiva de conocimientos se vuelve un objetivo principal, entre otros, debemos también tener en consideración que la manera en como generamos esa construcción de conocimiento también debe ser desde la misma lógica. Es en ese proceso en donde las técnicas participativas juegan un rol fundamental y en donde las mismas nos generan esa oportunidad de tener una coherencia con un enfoque más liberador en relación a la educación. No se pueden seguir levantando discursos de colectividad, de la importancia de los sujetos sin tener en la misma práctica una coherencia con aquel discurso y sobre todo en algo importante como es la forma de llevar a cabo la práctica educativa, en el cómo hacemos lo que hacemos, ya que en definitiva es la manera en cómo se realiza aquella invitación a participar a los sujetos.
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MUJERES PRIVADAS DE LIBERTAD Investigación sobre la percepción de Mujeres Privadas de Libertad en el Centro Penitenciario de San Joaquín (CPF) - Cárcel de mujeres de San Joaquín. Presentado en enero del año 2015 en la Universidad Alberto Hurtado. Adaptado para ser publicado por Editorial Isidora Cartonera.
Javiera Brito Olivares Estudiante de Trabajo Social Universidad Alberto Hurtado. correo: j.britolivares@gmail.com [98]
Resumen En el presente artículo se presentan los principales resultados del proceso de investigación para optar al título profesional de Trabajo Social en la Universidad Alberto Hurtado. La investigación buscó conocer la percepción de las mujeres privadas de libertad de la Cárcel de San Joaquín desde los tres actores penitenciarios: Gendarmería, instituciones interventoras y las Mujeres privadas de libertad. Dicha investigación se originó debido a la escasa información levantada acerca del propio discurso de las internas y con la finalidad de poder contrarrestar este discurso de ellas con los otros dos actores para encontrar similitudes y diferencias que nos permitan colaborar a la temática. El análisis de la información se realizó desde un enfoque feminista de clase debido a que el patriarcado, la clase y la propia cárcel androcentrista, configura a esta sujeta social triplemente excluida por el contexto patriarcal, capitalista y carcelario.
Conceptos claves: Mujeres privadas de libertad, patriarcado, capitalismo, cárcel androcentrista, feminismo.
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Introducción A nivel internacional las mujeres en el mundo han tenido un exponencial aumento de prisionización a nivel mundial, no obstante se ha mantenido el poco desarrollo de los respaldos desde lo legal en relación a sus condiciones de vida y encarcelamiento. A su vez, desde el marco jurídico internacional existen diversas normativas que buscan generar reglas de convivencia y bienestar básicas al tratamiento de los derechos humanos en el mundo. Los tratados internacionales de DD.HH buscan proteger a grupos vulnerados en sus derechos siendo el Estado quien debe garantizar a todas las personas bajo su jurisdicción que esos derechos se cumplan. Es desde ahí que la población penitenciaria mundial ha sido un objetivo atingente a diversos tratados de derechos humanos que buscan generar pautas mundiales de trato digno a este grupo objetivo. Desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones internacionales se han generado informes y tratados en relación a la población penitenciaria desde 1955 en “Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente” (CIDH, 2011), de los cuales Chile se encuentra adherido. Sin embargo, es posible identificar una carencia en el enfoque madre y principal de las mencionadas normativas, haciendo alusión a la ausencia de un análisis que tenga como eje formador y orientador la variable de género; ésta recién comienza a ser incorporada y considerada el año 2011, donde la misma Asamblea General de las Naciones Unidas hace la resolución de “Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de libertad para las mujeres delincuentes” (Asamblea General, 2011), más [100]
conocida como las Reglas de Bangkok. Estamos hablando entonces, de una problemática que lleva décadas desarrollándose a nivel mundial, que logra un respaldo del derecho internacional recién hace cuatro años. En Chile, las mujeres privadas de libertad se han configurado como una temática importante de abordar debido al aumento de su número en los últimos años, llegando a un porcentaje de 99,1% de incremento en el ingreso de mujeres al sistema penitenciario entre 2005-2012 (Gendarmería, 2013). En relación al nivel mundial “la tasa de encarcelamiento de Chile se ubica por sobre el promedio de la tasa de encarcelamiento tanto a nivel mundial como a nivel latinoamericano” (Tomazic A. en Mora, 2013, pag.149). A pesar del aumento significativo de mujeres privadas de libertad en Chile las cárceles chilenas no han podido responder a las particularidades de la sujeta desde sus características de género. En Chile las cárceles no fueron pensadas para las mujeres, más bien han sido creadas desde concepciones androcentristas “El sistema penitenciario está pensado por hombres y para hombres, circunstancia que repercute en que no se consideren las características ni necesidades específicas de las mujeres” (Ministerio de justicia, 2012, pág.4), debido los establecimientos penitenciarios no estaban preparados para responder a necesidades de las población femenina, entendiéndose que su estadía era excepcional. Dado lo anterior se instaura dentro de la palestra en la última década conceptos como el género y las condiciones carcelarias, siendo en el segundo periodo del gobierno de Michelle Bachelet que se comenzó a utilizar la perspectiva de género en las políticas públicas, creándose espacios para los niños menores de [101]
un año en las cárceles y otros proyectos, sin embargo falta mucho por hacer en esta área. (SegPres. Gobierno de Chile, s/f)
Patriarcado, Capitalismo y Cárcel Androcentrista Para construir el fenómeno de Mujeres privadas de libertad y su relevancia en el contexto actual es que justamente se convierte en un deber teórico poder tensionar los tres contextos que dan origen al fenómeno. Estos tres contextos son el Patriarcado, Capitalismo y Cárceles Androcentristas. El origen del patriarcado según Gerda Lerner (1985) ha sido una construcción de hombres y mujeres remontándose hace 2.500 años hasta la actualidad identificando su primera etapa en la época arcaica. En su sentido literal significa el gobiernos de los padres, en donde el término ha sido utilizado para denominar una organización en donde la autoridad la ejerce el jefe del familia, dueño del patrimonio, siendo la familia una de las instituciones básicas de este orden social (Fontela, M. 2008). El Patriarcado es un sistema cultural que generando diferencia entre géneros, crea pautas sociales y roles de género para mantener a raya a las mujeres, encasillándolas y reprimiéndolas en pos de los hombres. Cecilia Toledo es más enfática aún, ella declara que el patriarcado “es uno de los dos recursos que la burguesía utiliza para mantener a la mujer marginada y oprimida, y de esa manera, totalmente disponible para lo que se quiera hacer con ella” (Toledo, C.2009, pág.14), siendo este fenómeno utilizado para servir intereses determinados de la sociedad. La perpetuación de sociedades patriarcales han estandarizando modelos de dominación/ sumisión que genera discriminación por el sexo, dividiendo a hombres y mujeres [102]
(Valdés y otros, 2012, pág. 26). El derecho también se identifica como un mecanismo que reproduce la problemática del género -supuesto legislador de la igualdad ante la ley- “el derecho penal contribuye a la mantención y reproducción del sistema de género, en tanto regula el acceso del varón a los cuerpos de las mujeres. Asegura su control y disciplinamiento y limita el ejercicio de su autonomía sexual y reproductiva” (Garafulic, M. 2001, pág. 202), es decir ya desde el Estado se generan diferencias fundamentando su sentido patriarcal, repercutiendo de esta forma directamente en las mujeres que son distintas ante la ley. Por otro lado el Capitalismo es un sistema económico que se basa en la propiedad privada y producción “Es un modo de producción históricamente determinado y un conjunto articulado de relaciones sociales” (Kohan & Korol, s/f, pág. 25) las cuales generan una división entre la población, generando clases sociales conocidas como la clase pobre, la clase rica, la clase empobrecida y la clase burguesa. Marta Hanecker reconoce el capitalismo como un “régimen de producción y de propiedad en el que una clase social minoritaria se adueña de los medios de producción, del trabajo ajeno y de la riqueza social producida, mientras que la inmensa mayoría es desposeída de esos medios, y solo accede a una parte ínfima de las riquezas que produce.” (Harnecker, 1979, pág. 4), que apenas alcanza para reproducir su propia vida. De esta manera se desarrolla la pobreza en las clases desposeídas y no es coincidencia ya que “la pobreza es un fenómeno funcional al sistema capitalista” (Zabala, C. 2009, pág. 18). Sin embargo -y volviendo a la temática de las mujeres- la pobreza afecta de distintas maneras a hombres y a mujeres, de [103]
hecho, la teoría hace una distinción y habla de la feminización de la pobreza. Autores como Marcela Lagarde plantean a final de la década del ochenta que la pobreza de género (o feminización de la pobreza) es historia, no un fenómeno actual, debido a las características de géneros identificando a los hogares con jefatura femenina como los más pobres entre los pobres y a sus responsables con mayor probabilidad de ser pobres e ingresar a la indigencia “Este vínculo se establece en dos sentidos: la pobreza como causa de la jefatura femenina del hogar y esta como situación que exacerbara la pobreza, dada la incapacidad de las mujeres para garantizar el bienestar de sus hogares, generando en ello un ciclo de trasmisión generacional de la pobreza” (Zabala, C 2009, pág. 38). Es más, según Zabala (2009) existe lo que llama la pobreza secundaria que se produce cuando dentro de hogares pobres las mujeres dependen económicamente de sus parejas ejerciéndose un tipo de poder por sobre la mujer, generándose pobreza dentro de la pobreza, “el fenómeno denominado feminización de la pobreza, relacionado con el impacto de las políticas de ajuste neoliberal que han implicado para la mujer una mayor discriminación en el mercado laboral, ingresos promedios inferiores a los de los hombres , menor control sobre los recursos y alta presencia en el sector informal urbano, caracterizado por la baja remuneración y la ausencia de seguridad social y legal” (Zabala, 2010, pág. 49). Hasta el momento hemos revisado de manera general cuales son las implicancias de ser mujer en un contexto patriarcal y capitalista, en donde como mujeres se generan ciertas condiciones de exclusión por la razón de género. Ahora, si a esto le sumamos el factor cárcel, ¿será una de las instituciones que [104]
provoca los castigos más excluyentes y temidos de las sociedades modernas?
Cárcel y mujer Según Foucault las sanciones que genera la cárcel “no están destinadas a sancionar la infracción, sino a controlar al individuo, a neutralizar su estado peligroso, a modificar sus disposiciones delictuosas, y a no cesar hasta obtener tal cambio” (Foucault M. 1975, pág. 25) a través de diversos medios, incluyendo la violencia como un método válido y legitimado en ciertos casos. En general la cárcel está construida con una concepción androcéntrica, es decir el sistema penitenciario (sus normas, prácticas, roles y representaciones) ha sido elaborado por hombres y para hombres. Se podría afirmar que los conflictos de las mujeres privadas de libertad son similares a los de cualquier mujer que se encuentra en libertad, porque dentro y fuera de las cárceles está condenadas (Herrera & Expósito, 2010) por ser mujeres. Los efectos en la prisión son variados, lo que dice la teoría es que a las mujeres les repercute en mayor grado. Clemmer (1985) lo describe a través de la “prisionización”, la cual define como los daños y deterioros por la consecuencia de la privación de libertad y convivencia carcelaria, siendo a la vez un proceso gradual y destructivo de socialización lo que afecta a su retorno al medio libre, al entorpecer procesos sociabilizadores tanto con agente externos -como familia, pareja, medio social- pero sin duda un proceso de destrucción consigo mismas, “la compleja cultura delictual que envuelve a estas mujeres, permite que su [105]
mundo de la vida cotidiana sea diferente y particular en sus interacciones sociales, comparado con mujeres que no participan de esta cultura, contexto de vivencia que luego son probablemente mantenidas al interior de la cárcel” (Silva, P. 2003, pág.99). La realidad chilena penitenciaria no se encuentra exenta de las características mencionadas anteriormente, en donde la violencia y los tratos indignos se encuentran presentes, “también corresponde señalar que las mujeres detenidas y privadas de libertad por agentes policiales en sus establecimientos, sufren malos tratos, negación o restricción de la comunicación con su familia, abogados/as y son usualmente retenidas junto a hombres” (CEJIL, s/f, pág. 48), entre otros tipos de abuso. Una mujer privada de libertad cumple condenas de diversas índoles debido directamente a su situación de “mujer delincuente”, como por ejemplo “la del encierro y la social” (Herrera & Expósito, 2010, pág. 236), sin embargo según Alicia Alonso (2013) las mujeres en privación de libertad cumplen más de dos condenas. Plantea tres tipos de condenas: la condena social (las estigmatizaciones que se generan al que una mujer cometa delitos, el cual socialmente es menos aceptado que cuando es el hombre el perpetrador), condena personal (implicancias psicológicas principalmente en relación a la ruptura de lazos), condena penitenciaria (años que se les dicta desde el poder judicial) que según Alonso son más duras que para los hombres. Vartabedian plantea una cuarta: la condena corporal, en esta el cuerpo es “un blanco para el poder, ya sea para su sumisión (a partir de los efectos destructivos de la prisión) o para su resistencia” (Vartabedian, s/f, pág. 44) [106]
Mujeres privadas de libertad del Centro Penitenciario de San Joaquín La presente investigación busca dar cuenta de la complejidad del fenómeno mujer privada de libertad, entendiendo que este en el contexto chileno se configura como una sujeta de triple exclusión y opresión desde un sistema capitalista, patriarcal y carcelario, en donde las particularidades de la mujer no son consideradas del todo, no porque no se quiere, sino debido a las escasas investigaciones que caracterizar en primer lugar a la sujeta. Por lo tanto este vacío teórico repercute inmediatamente en los análisis del fenómeno como también en las intervenciones y más aún en las mismas políticas públicas. Las mujeres se encuentran doblemente determinadas por un lado respecto a las construcciones de género que han creado prototipos sociales (patriarcado) y por un modelo económico que afecta de manera distinta a los hombres (capitalismo). Sumado a lo anterior la cárcel se configura en este caso como un contexto adicional de exclusión y represión sobre las mujeres, constituyendo a las mujeres privadas de libertad bajo tres contextos represores. De hecho, según Carmen Antoni “una mujer que pasa por la prisión es calificada de “mala” porque contravino el papel que le corresponde como esposa y madre, sumisa, dependiente y dócil” (Cárdenas, 2011, pág.6). Así también como “mala ciudadana” por contravenir las reglas sumado a los sentimientos de culpas que se originan a partir de lo anterior. Dado su grado de complejidad, es necesario levantar investigaciones acerca de la construcción de esta sujeta, existiendo escasa teoría e investigación de la temática. Así, se identificó que las percepciones de estos tres agentes ya sea [107]
interventores, gendarmería y las propias mujeres, varía, lo que directamente interferiría en las intervenciones que al no considerar una construcción de sujeto atingente a la complejidad de su realidad, repercute en las directrices intervenciones que estas utilizan, generándose un trabajo en la cárcel con bases débiles que puede ser potenciado. Es por esto que identificamos como problema de investigación el no reconocimiento de las particularidades de ser mujer en privación de su libertad por existir escasos estudios del sujeto de intervención que permita conocer su percepción respecto a su realidad, junto con diversos componentes contextuales que configuran al sujeto a partir de una triple exclusión desde el capitalismo (pobreza) del patriarcado (machismo) y desde el sistema carcelario (androcentrismo). Es dado la problemática expuesta anteriormente que la pregunta de investigación es: ¿Cuál es la percepción de ser mujer privada de libertad desde los actores del sistema penitenciario del CPF de San Joaquín?
Objetivos de investigación A partir de la pregunta de investigación que se plantean los siguientes objetivos: Objetivo general: - Conocer las percepciones existentes sobre la conceptualización de mujer privada de libertad desde los actores del sistema penitenciario del CPF de San Joaquín Objetivos específicos: - Caracterizar las percepciones existentes sobre “la mujer en [108]
el contexto nacional” actual desde los agentes del sistema penitenciario. - Conocer las percepciones sobre la “mujer en contexto de cárcel" desde los agentes del sistema penitenciario - Describir las percepciones que se tienen de mujer y su círculo significante desde los agentes del sistema penitenciario La investigación que se realizó es de tipo exploratoria la cual “se efectúa normalmente cuando el objetivo a examinar un tema o problema de investigación poco estudiado, del cual se tienen muchas dudas o no se ha abordado antes” (Hernández, Fernández y Baptista, 2006, pág.115). Por otro lado el enfoque metodológico utilizado es el cualitativo que busca describir y analizar variables facilitando la tarea de reconocer la percepción “sus procedimientos no son estandarizados (...) las investigaciones cualitativas no se planean con detalle y están sujetas a las circunstancias de cada ambiente o escenario particular” (Hernández, Fernández y Baptista, 2006, pág.686). El hecho de que el/la investigador(a) sea el instrumento de recolección de los datos y que el contexto o ambiente evolucione con el transcurrir del tiempo, hacen a cada estudio único. La estrategia de muestreo de la investigación será a criterio del experto, debido al particular contexto carcelario que cuenta con sus tiempos y normas. En un principio se había acordado realizar 9 entrevistas, pero debido a causales externas al proceso esta debieron reducirse a 3, realizadas a una gendarme, a un interventor y a una mujer privada de libertad. Como técnica de producción de datos se utilizó la técnica de la Entrevista semi-estructurada su función es “recolectar datos de [109]
los individuos participantes a través de un conjunto de preguntas abiertas formuladas en un orden especifico (…) se enfoca sobre un seria de preguntas que el investigador hace a cada participante” (Mayan, 2001, pág. 16), en donde si el investigador lo encuentra pertinente poder hacer ahínco en temáticas particulares que son de relevancia para la investigación. Esta técnica se utiliza “cuando el investigador sabe algo acerca del área de interés, por ejemplo desde una revisión de la literatura, pero no lo suficiente como para responder las preguntas que se ha formulado” (Mayan, 2001, pág. 16) por lo cual es pertinente utilizar en la presente investigación. Estas entrevistas son de carácter voluntario por lo que se hace imprescindible generar el instrumento carta de consentimiento informado el cual permite a los investigadores dar a conocer las condiciones de la entrevista y cómo se utilizará la información recolectada. En el plan de análisis se ha optado por el análisis de contenido latente. Esta técnica busca la interpretación y comprensión de textos mediante el proceso de identificar, codificar y categorizar patrones primarios en los datos” (Mayan, 2001), con la finalidad de detectar diversos aspectos y fenómenos de los estudiado. Busca revelar lo no aparente de la información propiciada por los informantes, contribuyendo a descifrar las expresiones o significados de los sujetos (Piñuel, 2002) “el proceso a través del cual las características relevantes del contenido de una mensaje son transformadas a unidades que permitan su descripción y análisis preciso. Lo importante del mensaje se convierte en algo susceptible de describir y analizar” (Hernández, et-al. 2006 pág.337), tomando en consideración los aspectos simbólicos de [110]
dichos mensajes. En este sentido, se buscó realizar un trabajo interpretativo de las percepciones del ser mujer privada de libertad desde los actores del Sistema Penitenciario como lo son Gendarmería, Interventores y las propias Mujeres PPL. Desde la observación participante y las entrevista semiestructuradas. Para esto, se transcribirán literalmente las entrevistas realizadas, para luego construir categorías de análisis, que surjan de los discursos de los sujetos permitiendo identificar ejes centrales que den respuesta al tema de investigación. Se realizó el análisis, que serán contratadas con las categorías centrales en la operacionalización realizada, como también categorías que emerjan durante el ejercicio de análisis. El análisis será descriptivo e interpretativo. Se utilizó la codificación abierta, la cual se elaboró en la revisión de las entrevistas generando categorías que luego fueron agrupadas en familias que permitió ordenar el trabajo analítico. A continuación se presentarán resultados arrojados por la investigación. Resultados La presente investigación busca dar cuenta de la complejidad del fenómeno mujer privada de libertad, entendiendo que éste en el contexto chileno se configura como un sujeto de triple exclusión y opresión desde un sistema capitalista, patriarcal y carcelario, en donde las particularidades de la mujer no son consideradas del todo, no porque no se quiere, sino debido a las escasas investigaciones que caracterizan en primer lugar a la sujeto. Por lo tanto este vació teórico repercute [111]
inmediatamente en los análisis del fenómeno como también en las intervenciones y aún más, en las mismas políticas públicas. También esta investigación busca dar cuenta desde la revisión teórica, como lo dijimos anteriormente del escaso estudio de la temática pero también de cómo está ha ido posicionándose como un tema emergente de estudio, siendo atingente a nuestra profesión. Dado lo anterior la importancia de poder conocer la percepción de mujer privada de libertad de los agentes penitenciarios podría dar luces de estas líneas exploratorias. Es por esto, que se hace necesario recordar que los objetivos de la investigación, para poder proceder al análisis de cada uno tensionándolos con los hallazgos obtenidos en el análisis. El objetivo general es “Conocer las percepciones existentes sobre la conceptualización de mujer, privada de libertad desde los actores del sistema penitenciario del CPF de San Joaquín”. Es desde este objetivo que los resultados han arrojado caracterizaciones y datos interesantes de considerar. A pesar del avance en igualdad de derechos y condiciones sigue habiendo una brecha entre hombres y mujeres por el motivo del género. En relación a la percepción de mujer se pudo identificar caracterizaciones humanas como lo son el ser responsables, comprometidas, preocupadas, delicadas, emocionales que deben estar en una lucha diaria sino son pasadas a llevar tanto por el sistema como por individuos por el hecho de ser mujer. En relación a los estratos sociales se percibe una diferencia entre mujeres de clase alta y baja, lo cual se demuestra específicamente en la diferencia de oportunidades y posibilidades que tienen. Este mismo punto llevado a la particularidad del sistema carcelario se expone claramente [112]
desde los tres agentes penitenciarios, donde se plantea que en la cárcel se encuentra la gente pobre, ya que delitos los cometen todos pero que a la clase pobre es a la que se le enjuicia y encarcela, generándose una diferencia entre mujeres pobres y ricas. Desde el punto de vista de los roles, existe un consenso acerca de que al género femenino se les han impuesto desde la sociedad roles relacionados al plano privado y doméstico, es decir a cuidar a los hijos, planchar ropa, coser, decorar, ser dueña de casa, ser buena esposa y madre. En esta misma línea los estereotipos no se escapan de la lógica anterior, ser condescendientes, sumisas, sublimes, abnegadas, luchadoras, ser madres solamente. Se pudo identificar que a pesar de que las posiciones dentro del sistema penitenciario fueran diferentes, las tres entrevistadas declararon y consensuaron que las mujeres siguen en desventajas ante los hombres y que este tipo de características buscan configurar a una buena mujer, socialmente aceptada y validada. En relación a la variable contexto nacional se visualiza que el sistema judicial existente no ampara la mujer, existiendo leyes mal formuladas y discriminación. Desde el contexto cultural se identifica al machismo como sistema imperante, sin embargo hay un avance hacia su abolición. Desde el sistema económico se visualiza diferencias en relación a los pagos y a un sistema capitalista que ha complejizado el fenómeno de la delincuencia debido a las diferencias económicas que existen y al fenómeno del consumismo que incentiva a los padres a darle lo mejor a los hijos, endeudándolos y gatillando delinquir para conseguir dinero, debido a las bajos sueldos que pueden optar debido a la poca escolarización.
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El segundo objetivo es “Conocer las percepciones sobre la “mujer en contexto cárcel” desde los agentes del sistema penitenciario. Este objetivo se analizó desde cuatro variables las cuales son: Percepción de la sociedad civil, Percepción trabajo intra penitenciario, percepción de las condiciones de vida y percepción de relaciones intra penitenciaria. En primer lugar se buscó conocer cuál era la percepción de la sociedad civil en relación a las mujeres privadas de libertad, para lo cual lo hallazgos arrojaron que las caracterizaban como algo muy negativo o “lo peor”, se les tiene miedo, son anti-sociales, cuentan con poca cultura, son vulgares, son de sociedad conflictiva, son mujeres pobres, merecen vivir así y es una gravante que la persona privada de libertad sea mujer, surgiendo el componente de género como un excluyente y estigmatizador para la mujer. Estos hallazgos pueden aportar a las estrategias de reinserción y sensibilización ciudadana. Ahora, con el trabajo intra penitenciario se apreció que es un componente potente que podría beneficiar a la reinserción social de manera positiva. Sin embargo las condiciones laborales son paupérrimas, teniendo remuneraciones bajas en comparación al mercado y jornadas extenuantes que en ciertos trabajos se extiende hasta los días sábados. Este dispositivo considerado para la reinserción podría ser mejorado pudiendo repercutir de manera óptima y positiva en las mujeres. Un buen ejemplo de esto sería implementar dispositivos efectivos de continuidad laboral, para que cuando las mujeres terminen su condena puedan contar con un trabajo y no quedar cesante, reduciendo sus posibilidades de reincidir en el delito. Las relaciones intra penitenciarias cumplen un papel vital dentro del recinto penal ya que son por las cuales las mujeres siguen desarrollando su aspecto social y generando identidad que [114]
puede ser fundamental al momento de la salida al medio libre. Desde las relaciones aquí se visualiza que la más polémica es la de Gendarmería y las mujeres, por su naturaleza ambivalente donde pueden pasar del afecto a los golpes (esto depende de las situaciones que se presenten). La mejor considerada es la relación de mujeres con interventores en donde se genera un vínculo terapéutico de confianza que permite mejorar y contribuir al proceso arduo de encarcelamiento y su posterior reinserción. Entre las mujeres se observan relaciones basadas en la desconfianza, sin embargo también de amistad y enemistad relacionadas a los conflictos familiares que se dan en las poblaciones penales. El objetivo tres es “describir las percepciones que se tienen de mujer y su círculo significante desde los agentes del sistema penitenciario”. En este objetivo es importante develar que las relaciones en general se deterioran, siendo mayoritariamente las relaciones con la familia núcleo las que se conservan y siguen en calidad de apoyo mientras se cumple la condena. Las relaciones con las parejas se deterioran o simplemente se rompen durante el periodo de encarcelamiento. De esta manera los hallazgos arrojados desde el análisis que se elaboró permitieron conocer características que se asocian a las mujeres privadas de libertad desde los agentes del sistema penitenciario, contribuyendo a la complejización de la sujeta como también de dar ciertos atisbos en relación al componente del género en la temática carcelaria. Sin dudas se detectó que el tema de roles de género sigue siendo muy latente en las mujeres que componen el sistema penal, no
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variando tan tajantemente las percepciones de la realidad sobre el género femenino. El análisis del sujeto de estos tres contextos mencionados anteriormente da luces de diferencias sociales que han estigmatizado y complejizado a la sujeta en cuestión siendo este como uno de los más excluidos a nivel nacional, por ser mujer, por ser pobre y por encontrarse presa. La importancia de reivindicar las particulares de la sujeta desde sus discursos, permite por un lado aportar a la teoría de la temática y también vislumbrar a las mujeres como sujetos de saberes que deben ser considerados para sus propias intervenciones. Sienten que las mujeres han ido avanzando hacia la igualdad de género con los hombres, sin embargo aún queda trabajo por hacer e investigaciones que realizar, para así poder incidir en un futuro en la política pública de éstas sujetas marginadas y muchas veces olvidadas por las ciencias sociales.
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“Investigación Social Emergente” por Sebastián Beltrán, Javiera Brito, Rebeca Correa, Gonzalo Páez y José Parra es un trabajo que recopila artículos de las tesis para postular al título profesional de Trabajo Social llevadas a cabo entre diciembre de 2014 y enero de 2015 en la Universidad Alberto Hurtado de Santiago de Chile. Esta primera edición se terminó de imprimir en el mes de Julio del 2015 en los talleres de la editorial Isidora Cartonera, Santiago de Chile.
http://isidoracartonera.yolasite.com [120]