Conclusiones – Strand 3
1. El profesorado protagonista en todos las iniciativas. El papel del profesor cambia de forma significativa cuando se introducen los nuevos medios en el aula, apareciendo nuevas formas de aprendizaje colaborativo y entre iguales entre el alumnado que en muchas ocasiones es más diestro en el manejo de los medios. El profesor es consciente de que necesita utilizar nuevas estrategias didácticas y comunicativas, que los métodos anteriores ya no le sirven. Entendemos que puede existir una fuerte presión social sobre el profesor, como elemento clave para la introducción de las TIC en el aula y las administraciones educativas deben ser conscientes de esta situación y convertirse en aliados del profesor en la gestión del cambio.
2. Formación del profesor La formación del profesorado para el uso didáctico de la tecnología con los alumnos debe ser tanto tecnológica como metodológica, pero no se puede reducir meramente a los cursos tradicionales y/o al e-learning. Las nuevas estrategias para la formación del profesorado en el uso de los medios apuntan a la colaboración entre profesores expertos que acompañen en la propia clase a los que se inician, a la formación horizontal o entre iguales, al uso de redes sociales colaborativas y al desarrollo de proyectos curriculares en común a través de la red, de forma que se alcance la seguridad necesaria par dar el “salto”. Se observa que la competencia que demuestra el profesor en el uso de los medios en su vida personal es superior a la que se percibe en su uso profesional.
3. La gestión del cambio. Existe un amplio consenso sobre la necesidad de una infraestructura y equipamiento adecuado en los centros educativos para el éxito de cualquier proyecto TIC. Uno de los objetivos fundamentales es garantizar la accesibilidad a los recursos tecnológicos de alumnos y profesores en cualquier momento del proceso de enseñanza. Pero también parece existir consenso en que, si bien esto es fundamental, no resulta suficiente. La administración educativa debe dedicar además esfuerzos a convencer a los distintos actores que intervienen en el proceso: profesores, padres, equipo directivo y alumnos sobre las ventajas de la incorporación de las tecnologías a su centro para que los proyectos sean aceptados y adoptados con éxito.
4. La inclusión digital En todos los proyectos que se han presentado se ha puesto de manifiesto la importancia de conseguir la inclusión digital, entendida esta como el intento de equilibrar las distintas brechas digitales que aparecen en el ámbito social, no sólo las relativas a las diversas condiciones socioeconómicas y culturales del alumnado, sino también aquellas vinculadas a un alumnado que ha desarrollado estrategias diferentes en su acercamiento a las tecnologías. Los proyectos TIC que se pongan en marcha deben tener una vocación universal, ir dirigidos a TODO el alumnado, cuidando de que en sí mismos no sean generadores de nuevas brechas.
5. Los alumnos nativos digitales Existe una importante oportunidad en aprovechar las destrezas digitales que los alumnos han adquirido de manera informal con la tecnología a la que tienen acceso de forma habitual para que las utilicen con finalidad educativa. Por otro lado los recursos y servicios que se diseñen para su empleo en el contexto educativo deben posibilitar su acceso a través de distintos dispositivos fijos y móviles de uso común por el alumnado. Otro objetivo sería conseguir que los materiales educativos les resulten tan atractivos y su experiencia de uso tan gratificante como la que obtienen con los que utilizan para el ocio. Se debe lograr una sensación de continuidad en el uso de las tecnologías dentro y fuera de la escuela por parte del alumnado.
6. El ordenador portátil como herramienta personal del alumno Se observa una creciente tendencia en el desarrollo de proyectos de los denominados 1:1, con la posibilidad de que los alumnos utilicen los equipos tanto en la escuela como en el hogar. Esto se debe a que los costes de la tecnología cada vez son menores pues la tendencia se observa en países con distintos niveles de desarrollo económico. En unos años se prevé la convergencia hacia este modelo.
7. La planificación estratégica Se debe abordar la integración de las TIC en la enseñanza con mentalidad abierta de cara al futuro. Hay un amplio acuerdo en que resulta muy dificil adivinar el escenario tecnológico de las próximas décadas así como los conocimientos, habilidades y destrezas que requerirá el alumnado actual, por tanto se necesitan modelos de planificación que no excluyan opciones para el día de mañana: el objetivo es desarrollar competencias digitales que sean independientes del software y del hardware, centrándose más en las funcionalidades y en las habilidades para la resolución de problemas, potenciando la creatividad.
8. Nuevos requisitos sobre las infraestructuras y el equipamiento Parece necesario que cada centro cuente con una cantidad mínima de equipos (computadoras, pizarras digitales, … ) para que exista colaboración y compromiso significativo de uso entre los profesores y para que los resultados sean apreciables. Por otro lado las infraestructuras de comunicación cobran una importancia crítica puesto que los recursos y servicios para el aprendizaje deben estar siempre disponibles, ya sea de forma síncrona o asíncrona. Parece tambien recomendable implicar en el cuidado y buen uso de los equipos a las familias. En todo caso lo que es imprescindible es que la escuela cuente con servicios de mantenimiento y apoyo técnico en los proyectos que implican un gran volumen de dotación.
9. La implicación social en los proyectos Las administraciones educativas deben implicar a todos aquellos agentes sociales, tecnológicos y económicos que puedan ofrecer aportaciones al desarrollo de los proyectos de integración de las TIC que ponen en marcha. Empresas del sector de las tecnologías y del mundo editorial, agencias gubernamentales, operadores de telecomunicaciones, instituciones de formación del profesorado y universidades, asociaciones de madres y padres, equipos de voluntarios, … en algunos países que han conseguido movilizar a todos estos agentes el proyecto ha logrado un amplio calado social, ha trascendido más allá de la propia escuela y se ha convertido en un proyecto de toda la comunidad educativa. El ejemplo de Uruguay es en este sentido muy significativo.
10. Más allá de la e-educación Los proyectos de introducción de las tecnologías de la información y la comunicación han pasado de la categoría de proyectos eeducativos a lo que son, proyectos de innovación educativa, en todas sus dimensiones.