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entrevista Nuria Oliver, doctora en Inteligencia Artificial y
from Revista i+Tech Nº31
by i+Tech
DE CERCA
NURIA OLIVER,
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Doctora en Inteligencia Artificial por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) co-fundadora y vice-presidenta de ELLIS Europa
«La IA aspira a superar las limitaciones en la toma de decisiones humanas»
La doctora Nuria Oliver es desde marzo de 2020 Comisionada para Presidencia de la Generalitat Valenciana en Inteligencia Artificial y Ciencias de Datos en la lucha contra el COVID-19 y ha pasado los últimos meses dedicados a utilizar la Inteligencia Artificial para tratar de ganar la partida al coronavirus. Desde este puesto, ha liderado el trabajo altruista y voluntario de más de 20 investigadores que han estudiado la movilidad para intentar predecir el comportamiento de la pandemia y analizar el impacto de las medidas tomadas.
De hecho, ValenciaIA4COVID, el equipo coliderado por la doctora Oliver fue el ganador del XPRIZE Pandemic Response Challenge, un desafío a nivel mundial que retaba a los investigadores a construir sistemas de IA efectivos, basados en datos, capaces de predecir con precisión las tasas de transmisión de COVID-19 y prescribir medidas de intervención y mitigación. Nuria Oliver también ha sido galardonada con el Premio Jaime I de Nuevas Tecnologías 2021, por sus “contribuciones científico-tecnológicas fundamentales en métodos de Inteligencia Artificial para modelar el comportamiento humano a partir de grandes fuentes de datos. Ha sido pionera en el uso de modelos gráficos dinámicos para reconocer interacciones humanas, con aplicación a sistemas de salud y bienestar entre otros ámbitos».
- Todos utilizamos la Inteligencia Artificial a diario e interac-
tuamos con ella casi sin darnos casi cuenta, pero ¿Qué es la inteligencia artificial, como la podemos definir?
-Es una disciplina dentro de la ingeniería o de la informática que existe desde los años 50 y su objetivo es desarrollar sistemas computacionales, no biológicos, que sean inteligentes, tomando como referencia la inteligencia humana. Para conseguir IA tenemos que definir qué es ser inteligente. Y lo primero que nos damos cuenta es que no entendemos la inteligencia humana. Y además nuestra inteligencia es compleja, tenemos muchas habilidades, podemos percibir nuestro entorno, reconocer lo que
estamos percibiendo y reaccionar en consecuencia, podemos comunicarnos utilizando el lenguaje, tenemos inteligencias múltiples, como la emocional, la social, la creatividad, tenemos habilidad de planificar, aprender constantemente, adaptarnos, etc. De la misma manera que hay muchas habilidades humanas que reflejan un comportamiento inteligente, dentro de la IA hay muchas áreas de conocimiento que intentan emular estas habilidades, como el procesamiento de imágenes, el procesamiento del habla y del lenguaje natural, la planificación, aprendizaje automático, representación del conocimiento, etc.
-¿La Inteligencia Artificial ha evolucionado con el tiempo? -Históricamente, desde los años 50, ha habido dos escuelas: la simbólico-lógica (top down) y la conexionista (bottom-up) o basada en el aprendizaje a partir de datos. La primera tuvo más auge, sobre todo a partir de mediado de los 70 a los 90. Parte de la premisa de que si queremos conseguir ordenadores inteligentes, podemos programar todo el conocimiento que los humanos tenemos y luego utilizar las reglas de la lógica para derivar conocimiento nuevo a partir de conocimiento base. El ejemplo canónico serían los sistemas expertos.
La segunda escuela está inspirada en el aprendizaje biológico. Si observamos los seres biológicos inteligentes nos damos cuenta de que aprenden a partir de la experiencia, a partir de las interacciones con su entorno, a partir de los datos. Esta escuela parte de la idea de inventar algoritmos que tienen la capacidad de aprender a partir de datos. El ejemplo canónico de esta escuela son las redes neuronales, que han tenido un resurgir en los últimos 15 años. Esta escuela, que es a la que yo pertenezco, inicialmente no tuvo mucho existo porque no tenía suficiente cantidad de datos para aprender y tampoco había capacidad de computación para poder procesar muchos datos. Sin embargo, en los últimos 15 años, se ha producido un crecimiento exponencial en esta escuela. Tanto es así que la IA que conocemos, con la que interaccionamos en nuestro día a día, existe gracias a estos avances.
Este auge es fruto de la confluencia de tres factores. El primero es la disponibilidad de grandes cantidades de datos, algo que no existía hace 20 años, pero ahora sí, gracias a la ubicuidad de los dispositivos móviles, los sensores, el internet de las cosas y la huella digital que vamos dejando. El segundo factor es la disponibilidad de grandes capacidades de computación a bajo coste, que permiten procesar estas cantidades de datos.
Y en tercer lugar, el desarrollo de modelos de aprendizaje automático, inspirados en las redes neuronales de los años 50, pero mucho mas sofisticados, llamados aprendizaje profundo, que permiten identificar patrones y aprender a partir de estas cantidades de datos. Esta revolución en la que estamos inmersos, la cuarta revolución industrial, está impulsada por esos tres factores, por la disponibilidad de esa gran cantidad de datos, de capacidades de computación a bajo coste y de estos modelos de aprendizaje sofisticados.
- ¿Cuáles son las principales áreas de aplicación? -La IA es una disciplina trasversal que se puede aplicar a cualquier área de conocimiento, desde la ciencia del clima, la biología, la medicina, el transporte, el comercio, los procesos de producción, la agricultura… todas las disciplinas son susceptibles de ser impactadas por la IA. Por eso hay autores que equiparan el papel que está jugando la IA en esta cuarta revolución industrial, con el papel que jugó la electricidad en la segunda revolución industrial. Porque la electricidad también fue un avance tecnológico transversal, que se pudo aplicar a cualquier dominio y permitió mejorar todos los procesos de producción.
-Según la encuesta sobre la Percepción de la Ciencia, que ela-
bora la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, uno de cada 5 españoles cree que en 15 años una IA o un robot podría sustituirnos en el trabajo ¿Qué opina usted?
-La 4ª revolución industrial, como las anteriores, está transformando profundamente todos los ámbitos de la sociedad y está teniendo un gran impacto económico y laboral. La IA permite la semi-automatización de tareas dentro de muchas profesiones, pero también genera nuevos trabajos. De hecho, el Foro económico Mundial estima que el impacto de la IA será de una generación neta de millones de trabajos. La clave es que esos trabajos, que ya están apareciendo, son de una naturaleza muy distinta a los tradicionales. Por eso es muy importante invertir en programas de formación, para que los profesionales que se puedan verse afectados, puedan redefinir o reorientar su carrera para poder seguir contribuyendo a la sociedad. En términos generales, no se habla de semi-automatización de trabajos, sino de semi-automatización de tareas dentro de esos trabajos. Habrá tareas que realizarán de una manera mucho más eficaz los algoritmos y que nos liberarán de ciertas horas al día, que podremos invertir en hacer otras tareas nuevas o más creativas.
- ¿Algún día las máquinas podrán llegar a pensar como las
personas?
-Los sistemas de Inteligencia Artificial se dividen en tres niveles de competencia. El primer nivel, que es lo que tenemos hoy en día y se conoce como Inteligencia Artificial Específica, es una inteligencia que es muy buena en una tarea, pero solo en esa tarea, probablemente mejor que un humano. Por ejemplo, el mejor jugador de ajedrez del mundo hace ya muchos años que no es un humano sino un ordenador. Lo que ocurre es que estos sistemas solo saben realizar esa tarea, es decir, están muy lejos de la multiplicidad y complejidad de la inteligencia humana.
«La cuarta revolución industrial está impulsada por la disponibilidad de gran cantidad de datos, grandes capacidades de computación a bajo coste y los modelos de aprendizaje sofisticados»
«Los retos actuales son la discriminación algorítmica, la violación computacional de la privacidad de las personas, la manipulación subliminal del comportamiento humano, la falta de veracidad y la falta de transparencia»
El segundo nivel de competencia, que sería la aspiración de la IA, es lo que se conoce como Inteligencia Artificial General (IAG). Tendría el mismo nivel de inteligencia, con la misma complejidad y multiplicidad que la inteligencia humana, incluyendo conceptos tan complejos como la autoconciencia. Yo considero que todavía estamos muy lejos de tener IAG. Lo importante es entender es que no se necesita a la IAG para que la IA ya esté transformando la sociedad, y ya esté teniendo un impacto de trillones de dólares americanos a nivel mundial. No nos distraigamos con elucubraciones sobre si tendremos o no IAG, porque la IA ya está aquí, ya ha penetrado en nuestras vidas y ya está impactando en nuestra sociedad. Hay autores que dicen que para qué nos vamos a detener en la inteligencia humana, porque si la capacidad de computación sigue creciendo exponencialmente, teóricamente podríamos superar la inteligencia humana.
El tercer nivel de competencia es el que se conoce como Superinteligencia. Si yo consideraba que estábamos muy lejos de llegar al nivel anterior, de este muchísimo más. El momento en el tiempo en el que alcanzásemos hipotéticamente este nivel se conoce como Singularidad Tecnológica. Por definición, la Superinteligencia no la podemos entender porque es muy superior a nosotros, de la misma manera que una hormiga no entiende nuestra inteligencia.
- ¿Existen riesgos o desafíos éticos en la inteligencia artifi-
cial? ¿Puede resultar peligrosa y volverse en contra de las personas o eso es ciencia ficción?
- La IA cada vez está presente en más ámbitos de la vida. Por ejemplo, hay sistemas de IA que asisten a los jueces o a los médicos en sus diagnósticos, o en departamentos de admisiones de universidades y colegios, o en departamentos de recursos humanos de las empresas. Por esta penetración de la IA en ámbitos de tanta importancia en la vida de las personas, es fundamental que haya ciertas garantías de que estos sistemas funcionan correctamente.
La Unidad ELLIS de Alicante tiene 3 líneas de investigación y una de ellas es precisamente cómo abordar los retos y las limitaciones de los actuales sistemas IA, retos como son la discriminación algorítmica, los sesgos algorítmicos, la violación computacional de la privacidad de las personas, la manipulación subliminal del comportamiento humano, la falta de veracidad, la falta de transparencia y la opacidad. Constituye un área amplísima de investigación, muy activa, donde la aspiración es que podamos superar las limitaciones en la toma de decisiones humanas, porque sabemos que los humanos no somos infalibles y que nuestras decisiones están sometidas a conflictos de intereses, a la corrupción, al nuestro propio egoísmo, al cansancio, al hambre, a sesgos conscientes o subconscientes… Gracias al uso de algoritmos de IA, como no se cansan ni tienen hambre, podemos mejorar la toma de decisiones humanas. Sin embargo, lo que hemos encontrado es que tampoco están exentos de limitaciones y por eso es tan importante desarrollar algoritmos que ofrezcan garantías de no discriminación, de que no están manipulando a los humanos, que son explicables, que se entienden, que son veraces, etc.
- ¿Cómo valora la Estrategia Nacional para la Inteligencia Ar-
tificial?
-En la Comunidad Valenciana tenemos también la Estrategia Valenciana para la Inteligencia Artificial que fue publicada más de un año antes que la nacional. Valencia ha sido pionera, junto con Cataluña, en tener su propia estrategia. Son todas muy similares. La clave está en la ejecución, lo que hace es marcar unas prioridades, unas líneas de actuación y unos principios claves. En la estrategia valenciana, los tres pilares son invertir para que la IA en la Comunitat sea competitiva, sea inclusiva, sin dejar a nadie atrás, y esté centrada en las personas y la sostenibilidad del planeta. Alineadas con estos pilares hay muchas acciones definidas. Por ejemplo, en el área de la competitividad, una de las acciones formulada por la Estrategia Valenciana para la IA, era era proponer e impulsar una unidad ELLIS en Alicante.
- ¿Qué avances podremos ver en los próximos años? -Se han producido muchísimos avances ya, pero áreas de gran impacto son la medicina, tanto para acelerar el descubrimiento de fármacos y vacunas, como para ayudar en la toma de decisiones de tratamientos y diagnósticos clínicos o la toma de decisiones públicas en el área de salud, como lo hemos estado haciendo durante la pandemia.
La educación también es un área de gran potencial para ayudar a personalizar la educación, con otros modelos de enseñanza más adaptados a cada alumno/a y a su estilo y velocidad de aprendizaje. Podremos tener más interacción con sistemas inteligentes, tanto robots como software, tendremos coches autónomos, o semiatónomos, etc. Un área en la que llevo trabajando desde 2008, que tiene mucho potencial, es la IA aplicada al bien social, para ayudarnos a conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, para reducir la pobreza, combatir la desigualdad o el cambio climáticos. Todas estas áreas se nutren de la Inteligencia Artificial.
Yo siempre digo que a lo que deberíamos aspirar, en lo que deberíamos invertir y enfocarnos, es en un desarrollo tecnológico que represente un progreso y para mí un progreso es mejorar la vida de todas las personas del planeta, no solo de algunas, del resto de seres vivos y del propio planeta en sí mismo. A eso es precisamente a lo que se dedica la unidad ELLIS de Alicante, por eso se llama Instituto de Inteligencia Artificial centrado en la Humanidad, “The Institute of Human(ity)-Centric AI”.
POR EVA ALCAYDE