Sanación
H
ace cerca de veinte años que los cristales me conquistaron y se convirtieron en una de mis especialidades profesionales favoritas. Es una maravilla seguir comprobando sus efectos y beneficios, así como formar a terapeutas y a otros interesados para que puedan utilizar los cristales con el máximo provecho. Muchas personas entran en contacto con los cristales de manera intuitiva y consultando libros sobre el tema. Para la mayoría, esto puede ser correcto y suficiente, pero en el caso de querer usar los cristales profesionalmente o con una transcendencia más elevada, es conveniente, por no decir imprescindible, formarse en el arte de la Sanación con Cristales con un especialista en esta materia. Durante mucho tiempo, este tipo de prácticas y conocimientos se tachaban de superstición. Solo recientemente, hemos comenzado a entender algunos de los misterios que rodea la interactuación entre el reino mineral y el ser humano, gracias a las tecnologías modernas y a los avances científicos de la física cuántica. Si miramos a nuestro alrededor, cristales como el cuarzo blanco, la amatista y la turmalina negra, están presentes en muchísimas casas para obtener de ellos energía positiva, protección, sanación y revitalización. También los llevamos en forma de joyas y como talismanes. Los utilizamos para la meditación, colocándolos en diferentes partes del cuerpo, para devolverle su equilibrio energético. Si tenemos un altar, un espacio sagrado, en nuestra vivienda, allí nunca faltan los cristales. Se han convertido en una valiosa ayuda de crecimiento personal y espiritual para un gran número de personas en todo el mundo.
Energía de cada cristal e intenciones
Partimos de que cada cristal tiene una energía única y especial. Esta energía puede manifestarse con diferentes matices, aunque todos ellos exclusivos de un cristal en particular. 74 Espacio Humano
La Sanación con Cristales Dependiendo de la intención con la cual usemos un cristal, éste activa un aspecto u otro de su gama energética. (Esto explica en parte las indicaciones tan diferentes de un autor a otro sobre un mismo cristal.) Podemos decir que el cristal, para estar plenamente despierto y a nuestro servicio, debe ser activado por una intención concreta. ¿Qué intenciones son posibles? Puede haber una gran variedad. Te pongo algunos ejemplos: l Curar una enfermedad física (fibromialgia, dermatologías, autoinmunes, alergias …) l Sanar una herida emocional (separación, abandono, engaño, decepción) l Mejorar como persona (enfoque positivo, confianza, dar y recibir…) l Conseguir un objetivo concreto (prosperidad, éxito profesional) l Energetizar un espacio( Feng Shui) l Protegernos de energías negativas (ataques psíquicos, entornos hostiles en el trabajo …) l Conectar con los ángeles, para que nos sirvan de apoyo. l Obtener guía de los maestros, con el fin de que nos orienten. l Comunicar con los hermanos estelares, para la inspiración y el avance evolutivo. l Crecer espiritualmente, abriéndonos a nuevas dimensiones. Igualmente, podemos elegir entre cientos de cristales de sanación para que nos ayuden a realizar nuestros objetivos. La dificultad radica en saber cuál es el cristal que más se ajusta a nuestra petición interna. Para ello, es importante conocer no solamente la energía básica del cristal, sino entender lo que podríamos llamar su “lenguaje cristalino”, es decir, saber qué
energías se presentan en qué caso. Veremos que aplicar un cuarzo rosa como remedio para una enfermedad física o usarlo para conectar con los ángeles, abre en él registros completamente diferentes. En el primer caso, el cuarzo rosa podría llevar a la persona a tener más autoestima, abrirse a dar y recibir, perdonarse o sanar un trauma emocional que subyace a la enfermedad, tal vez causada por una desilusión amorosa. En el segundo caso, el cuarzo rosa activaría un canal de amor incondicional entre la persona y el mundo angelical que se experimentará en el plano físico como una sensación y actitud de gratitud, bendición y protección. Por otro lado, si colocamos un cuarzo rosa en una habitación de casa, puede ser con la intención de mejorar una relación o simplemente para impregnar el espacio con vibraciones de amor, afecto y nutrición emocional.
Orden de aplicación de los cristales Algunas veces, aunque nuestra intención es clara, como podría ser en los casos descritos anteriormente, es necesario usar primero otros cristales para prepararnos internamente a que se consiga el efecto deseado. Supongo que a todos nos ha pasado que nos hemos puesto una música relajante en pleno estrés y, en lugar de relajarnos, nos ha puesto más nerviosos. Lo mismo ocurre con los cristales. Si estamos en un estado conflictivo y nos colocamos un cuarzo rosa, puede que su energía choque con nuestro enfado y rabia y nos haga sentir todavía más desgraciados, al hacernos saber que tal vez no tenemos razón y deberíamos cambiar nuestra perspectiva sobre el asunto que nos concierne. Para
poder aceptar un nuevo punto de vista, sería mejor elegir primero un cristal que transmute nuestra energía de enfado y rabia, como por ejemplo la amatista. Incluso podría ser útil trabajar con una malaquita para que nos ayude a expresar y sacar hacia fuera nuestro malestar. En cuanto la fricción haya disminuido o desaparecido, entonces habrá llegado el momento de usar el cuarzo rosa para sanar y elevar la energía a un nuevo nivel de entendimiento amoroso y amable para consigo mismo. Si trabajamos con cristales en terapia o para nosotros mismos, es fundamental que sepamos qué cristal se debe aplicar en una primera sesión y luego elegir, según se mejore y se avance, los siguientes cristales. De nada sirve querer enfocar y sanar todos los problemas a la vez. Esto es especialmente relevante cuando disponemos cristales sobre el cuerpo. No por poner muchos cristales, se consigue un resultado más rápido o mayor. Todo lo contrario: puede que la psique no sea capaz de digerir tanta información al mismo tiempo. Lo primero es establecer la prioridad que uno tenga y reconocer la energía que bloquea la realización de la intención. A partir de ahí, se eligen los cristales para la sesión de Sanación con Cristales. Estos cristales deben estar en armonía entre sí y todos orientados a una misma finalidad (intención terapéutica).
La sanación y los chakras
En el arte de la Sanación con Cristales, además de conocer cómo se aplican y combinan los cristales, adicionalmente, se requiere un conocimiento avanzado de los chakras que son los verdaderos captadores y transmutadores de la energía cristalina para la salud de nuestro ser. Igual que los cristales, cada chakra tiene diferentes registros energéticos que se activan en la medida que aumentamos nuestro nivel de conciencia. La ventaja de trabajar con cristales es que esta activación ocurre con facilidad y suavidad. El cristal funciona como un catalizador entre los chakras y nuestra capacidad psíquica, mental y espiritual, permitiendo un desarrollo gradual y consciente de nuestro Ser. A su vez, crea una red etérica de energía cristalina, capaz de sostener los nuevos niveles de entendimiento alcanzados durante la sanación y los incorpora paulatinamente en nuestro Ser. La Sanación con Cristales nos permite crecer, aprender y entender “los porqués y los cómos” de la vida con mayor rapidez, amplitud y profundidad. Podemos usar los cristales exclusivamente para una terapia energética o complementar con ellos otros tratamientos. Por ejemplo, las sesiones de Reiki se ven altamente beneficiadas si se refuerzan con los cristales adecuados. Formarse en el arte de la Sanación con Cristales no es simplemente aprender a practicar una técnica terapéutica. Más bien, significa emprender un camino iniciático hacia una nueva conciencia. En estos momentos del cambio evolutivo, los cristales son, sin duda, excelentes aliados que, sabiamente utilizados, nos benefician con su potencial de sanación y concienciación. l Beate Magdalena Schweder Gemóloga diplomada Formadora de Terapeutas de Sanación con Cristales (Terapia de Resonancia Psico-Energética con Cristales) Profesora y Terapeuta de www.itiee.org Espacio Humano 75