ENTRE "FANTASÍA SOCIAL" Y "PAISAJES SIMULADOS": ESPACIOS PÚBLICOS, CIUDADES PRIVADAS Y CIUDADANÍA* Alain MUSSET
Introducción La ciencia-ficción no pretende solucionar los grandes problemas que afectan nuestras sociedades modernas o posmodernas, pues no le corresponde idear utopías sociales tal como lo hicieron, entre muchos otros, Thomas More o Tomaso Campanella, sino criticar el presente y poner en tela de juicio el futuro para reflejar y amplificar los grandes miedos de nuestros tiempos. Con todo, tomando la palabra al pie de la letra, cada obra de ciencia-ficción puede ser considerada como un Apocalipsis, es decir una revelación, el anuncio escatológico de una amenaza inmanente 1 • Y de cierta forma el Apocalipsis de San Juan no es sino la primera obra de ciencia-ficción. No es por casualidad que en la Metrópolis de Fritz Lang, cuando los obreros y proletarios de la ciudad subterránea empiezan a romper las puertas de la Nueva Torre de Babel para vengarse de sus amos, el realizador nos enseña que el hijo del jefe de la ciudad maldita está leyendo en su sillón la obra del eremita de Patmos: Este artículo es la versión ampliada y profundizada de una ponencia presentada en el coloquio internacional "Transformaciones del espacio público" (Programa Chile-Francia en Ciencias sociales, humanidades, artes y comunicaciones, Santiago de Chile, Universidad de Chile, 21 , 22 y 23 abril de 2008) y publicada bajo el título "Entre Delta City (Robocop) y Celebration (Disney): espacios públicos, ciudades privadas y ciudadanía", en // Escuela Chile-Francia, Transformaciones del Espacio público, Santiago de Chile: Universidad de Chile yAmbassade de France au Chili, 2008, pp. 37-47. El título escogido para este capítulo hace referencia a Mike Davis quien, en Beyond Blade Runner: Urban Control, The Ecology of Fear, habla de social fantasy y simulacral landscapes para poner en tela de juicio la ciudad norteamericana contemporánea. 1 En su novela Snow Crash, Neal Stephenson no dudó en armar una palabra nueva "infocalypse" para profetizar la muerte de la red informática mundial, en relación con la mítica ciudad de Babel cuya destrucción tuvo por consecuencia la dispersión de los pueblos y la multiplicación de los idiomas (Stephenson, 2003: 107).