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Hebebogía

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

UNIDAD II

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Enfoques Antropogógicos

HEBEGOGIA

La Hebegogía estudia la educación del adolescente en su etapa de Educación Media y Diversificada.12-18 años de edad. La palabra Hebegogía proviene del griego HEBE (Diosa de la Juventud) y LOGOS de ciencia. Está orientada como una ciencia de la Educación descrita por Faustino Rodríguez Bauza, quien define lo siguiente: «Con el avance de la sociedad, de ciencias como la psicología, la sociología, y su diversificación, teóricos de la educación llegaron a la conclusión de que las diferentes etapas por las que pasa el desarrollo de cada ser humano, reclamaban diferentes enfoques en el manejo del proceso educativo. Es así como me planteo la necesidad de construir un nuevo enfoque, que parta de las condiciones de la adolescencia para su educación: la HEBEGOGIA, o Ciencia de la Educación de los Adolescentes, que como la Pedagogía, y la Andragogía, tendrá su marco de trabajo específico». Esta ciencia se asocia principalmente cuando los adolescentes están en la etapa de Educación Media Escolar.

La Hebegogía es la disciplina que dentro de la Pedagogía se ocupa de la educación y el aprendizaje en la adolescencia. La adolescencia es una etapa en la cual se destacan particularidades como el ánimo febril, vehemencia, impulsividad, una etapa de transición que se caracteriza por el inicio del crecimiento físico y desarrollo psicológico, siendo la fase del desarrollo humano de transición entre la etapa de la infancia y la edad adulta. Esta transición debe considerarse un fenómeno biológico, cultural y social.

La HEBEGOGIA es una ciencia que estudia la educación de Adolescentes, se encuentra dentro de las ciencias agógicas, las cuales se encuentran enlazadas para conformar en el individuo la integración progresiva que le servirá para todo su tiempo de vida (niñez, adolescencia, adultez y la etapa geriátrica o madurez). Estas etapas se van cumpliendo en el ciclo de vida de todo ser humano y nos ayuda a comprender aún más la importancia de la buena educación que cada individuo deberá consolidar, así como, la adquisición de conocimientos para poder llevar una vida plena de virtudes. Sabemos que el individuo comienza su educación desde que se encuentra en el vientre

de la madre y culmina al morir fortaleciéndose durante el transcurso de toda su vida, por la inter-relación que este realice con el resto de los seres que lo rodean. La Pedagogía esta posterior a la Paidagogía y esta es la base de la enseñanza del niño, en ella se verá todo lo relacionado a la etapa escolar de cada individuo, pero al dejar esta etapa, que no será otra que cuando comienza la Adolescencia, el estudio de este será por medio de la "HEBEGOGIA" y abarcará la etapa de la juventud hasta cumplir con la adultez. El estudio que al adolescente se le realice será el colectivo, de la incorporación del individuo y su relación Bio-Psico-Social. Su desarrollo biológico como ser físico, también como ser pensante y como ser que necesitará de otros para reproducirse o el poder llevar una vida completa y segura junto a los que lo rodean. Esta ciencia la Hebegogia, se instala para diferenciar el estudio que al niño y la Andragogia o estudio de la Educación para Adultos se le debe de aplicar, ya que de este se puede decir que "no es niño pero tampoco un adulto" y que deberá ser tratado como un “pequeño adulto” y no como un “niño grande” puesto que no lo aceptará motivado a que se encuentra en búsqueda de su madurez conductual, siempre teniendo en cuenta como base para el estudio y enseñanza del adolescente, las dificultades que él pueda presentar como es la adaptación , sus rebeldías, sus debilidades hacia los vicios y tentaciones, así como, el desarrollar su respeto hacia su entorno, el amor al trabajo, al estudio, el interés a la autodidactica con una formación continua para su bien social e individual En lo que respecta a la integración del niño joven a las diferentes etapas que les toca vivir a medida que avanzan en sus estudios, ya que sus pensamientos y maneras de enfrentar cada situación es un reto para ellos mismos en el día a día. Como es la relación: escuela o docente-joven-padre, pues para que pueda llevarse ese estudio debe ser mancomunado, y en referencia a esta relación que debe existir es de recordar que hasta la medicina está tratando en algunos casos al joven como tal y que casi siempre son tratados como "adultos". Toca plantear también el crear o conformar la parte PsicoSociológica de estos individuos, el formar personal especialista bajo esta dirección, para que se encargue como ya sabemos de esta etapa que el ser humano deberá de cumplir progresivamente para su complemento educacional integral. También tenemos que tener en cuenta que este ciudadano tiene como principal característica, una serie de cambios que en el se realizan al iniciar su adolescencias tanto en lo cognitivo como en lo físico; el adolescente es un ser con una característica Psicosocial en donde existirá un conglomerado en donde cada uno de los integrantes, a su vez, tendrán una individualización tanto en lo educativo hacia lo social y en sus

necesidades físicas y biológicas en lo individual, que le servirán para el desarrollo como ser humano independiente para su incorporación a la sociedad como persona.

La adolescencia Se caracteriza por ser un momento vital en el que se suceden gran número de cambios que afectan a todos los aspectos fundamentales de una persona. Las transformaciones tienen tanta importancia que algunos autores hablan de este período como de un segundo nacimiento. De hecho, a lo largo de estos años, se modifica nuestra estructura corporal, nuestros pensamientos, nuestra identidad y las relaciones que mantenemos con la familia y la sociedad. El término latín adolescere, del que se deriva el de «adolescencia», señala este carácter de cambio: adolescere significa ‘crecer’, ‘madurar’. La adolescencia constituye así una etapa de cambios que, como nota diferencial respeto de otros estadios, presenta el hecho de conducirnos a la madurez. Este período de transición entre la infancia y la edad adulta transcurre entre los 11-12 años y los 18-20 años aproximadamente. El amplio intervalo temporal que corresponde a la adolescencia ha creado la necesidad de establecer subetapas. Así, suele hablarse de:  Una adolescencia temprana entre los 11-14 años;  Una adolescencia media, entre los 15-18 años y  Una adolescencia tardía o juventud, a partir de los 18 años. La adolescencia se extiende desde el final de la infancia hasta la consecución de la madurez; entendido como maduradez las siguientes:

En primer lugar, a una madurez biológica, entendido como la culminación del desarrollo físico y sexual. Esta madurez está relacionada con la llegada de la pubertad y, de hecho, los cambios biológicos se utilizan como criterio de inicio de la adolescencia. Sin embargo, pubertad y adolescencia no son conceptos sinónimos. Entendemos pubertad como el conjunto de transformaciones físicas que conducen a la madurez sexual y, por lo tanto, a la capacidad de reproducirse. La adolescencia incluye, además, transformaciones psicológicas, sociales y culturales significativas.

En segundo lugar, podríamos apuntar a una madurez psicológica, caracterizada por la reorganización de la identidad. La construcción de esta nueva identidad –que implica un nuevo concepto de uno mismo, la autonomía emocional, el compromiso con un conjunto de valores y la adopción de una actitud frente a la sociedad– se extiende a lo largo de toda la adolescencia.

En tercer lugar, podríamos hablar de una madurez social vinculada al proceso de emancipación que permite que los jóvenes accedan a la condición de adultos. Esta madurez social –cuyos índices serían la independencia económica, la auto administración de los recursos, la autonomía personal y la formación de un hogar propio– marcaría el final de la adolescencia y juventud y el ingreso de pleno derecho en la categoría de persona adulta.

Hoy, si tomamos como criterio la emancipación económica y el hogar propio, el estatus de persona adulta puede lograrse después de los 30 años. Si nos ceñimos a los varios aspectos relacionados con el concepto de madurez, las edades cronológicas que establecen los límites de la adolescencia son susceptibles de variaciones derivadas de las características individuales de cada persona o de las condiciones sociales, culturales e históricas en las que se desarrolla. Con todo, la ausencia de estos criterios cronológicos universales, atemporales y precisos no desposee la adolescencia de su naturaleza singular dentro del desarrollo humano. El número, la magnitud y la amplitud de los cambios que se suceden a lo largo de esta etapa proporcionan a la persona una nueva organización corporal, psicológica y social. Hay que subrayar que las personas que experimentan este proceso no son criaturas que continúan viviendo en la infancia y esperan subir en el tren de la edad adulta. Tampoco los adolescentes son proyectos de futuras personas maduras, sino seres dotados de realidad que viven y se enfrentan con nuevas estructuras a nuevas situaciones, que igualmente resolverán con nuevas soluciones. Por otro lado, el énfasis que hemos puesto en las transformaciones no nos debe hacer olvidar un hecho igualmente relevante: hay una continuidad importante entre la infancia y la adolescencia, y entre esta y la edad adulta. Llegada la juventud, se sabrá qué infancia crearon la escuela, la familia y los medios de comunicación; al mismo tiempo, una vez alcanzada la madurez, entenderemos la trascendencia de los proyectos que se gestaron en la adolescencia y la juventud. Por lo tanto, la comprensión del

fenómeno adolescente aconseja situarlo dentro del panorama del ciclo vital completo.

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