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La Matrística, el Útero, y el universo

Losaportesdelaantropología:

Nos hanobligadoacreerquelahistoriahumanahasidosiempreasí: gobernada por hombres guerreros más o menos poderosos según la fuerza de sus espadas y el poder de sus ejércitos. Hemos interiorizado una única versión de la historia llena de fronteras, emperadores y guerras. Nos han hecho creer, o nos hemos creído, que antes de la aparición de las catalogadas como primeras civilizacionesnohabíanada,quelossereshumanosvagabanporahí malviviendoyluchandocontralanaturalezahostil.

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Hoy,graciasalare-valorizacióndelasculturasancestralesdetodoel mundoyanuevosenfoquesantropológicos,quehacevariasdécadas vantomandoforma,sabemosqueotrahistoriapuedesercontada.

“Recientes hallazgos arqueológicos indican que en la Europa neolítica se desarrolló una sociedad matrística (de “matriz”). No era una sociedad en que las mujeres dominaran a los hombres, sino una cultura en que hombres y mujeres eran copartícipes de la existencia”

HumbertoMaturana

En 1861 el suizo Joham Jacob Bachofen (1815-1887) escribió su célebre obra “El Matriarcado”. Bachofen, como jurista que era, emprendió una compleja investigación multidisciplinar basándose principalmente en los escritos de numerosos escritores de la Grecia Antigua (Hesiodo, Pindaro, Ovidio, Virgilio, Horacio, la Iliada y la Odisea, Herodoto y Estrabon), para determinar qué tipo de leyes imperaban en Europa antes del conocido como derecho romano basadoenelpaterfamilias.Puesbien,seencontró conque lamayor parte de los autores griegos describían unas primitivas culturas pacíficas y comunalistas (que el Imperio griego invadió) regidas por lo que él denomina como derecho materno. Este testimonio histórico, coincide con el de antropólogos e historiadores, que califican aquel periodo como de organización social matrifocal, en el que las madres actuaban como eje vertebrador de cada grupo humano.

“En 1861 Bachofen escribió un libro en el que explica, basándose directamenteenalgunosautoresdelaGreciaantigua,lacualidady la función social y civilizadora de la libido maternal enlasprimeras sociedades humanas; lo que ahora ya la antropología con la nueva aportacióndelarevoluciónarqueológicaestáconfirmando;Bachofen dijo que la fraternidad, la paz, la armonía y el bienestar de aquellas sociedadesdelllamadoNeolíticoenlaViejaEuropa,procedíandelos cuerpos maternos, de lo maternal, del mundo de las madres. No de una religión de las Diosas ni de una organización política o social matriarcal, sino de los cuerpos maternos. Es decir (…) de la sustancia emocional que fluía de los cuerpos físicos y que organizaba las relaciones humanas en función del bienestar; y dedondesalíanlasenergíasquevertebrabanlosesfuerzosporcuidar delavidahumana." Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”

Ya aquí se empieza a delinear una pista sobre la importancia fundamental del útero, pero sigamos con este breve resumen histórico…

Bachofen se convirtió en un importante precursor de las teorías del siglo XX sobre el matriarcado de la vieja cultura europea, como la postuladaporMarijaGimbutas

Marija Gimbutas (1921-1994) fue una antropóloga lituana cuyas investigaciones se han convertido en referenciales para todx quien quepretendasumergirseenlaprehistoria.

Ha estudiado extensamente las culturas pre-indoeuropeas y revela innumerablesmuestrasarqueológicasdelperiodoneolíticoeuropeo: hubo un tiempo en el que el ser humano vivió durante milenios en pequeñas aldeas, en culturas matrifocales y probablemente matrilineales,agrícolasysedentarias,igualitariasypacíficas, mucho tiempoantesdelaerapatriarcalestratificada,pastoralyguerrera.

Queunaculturaosociedadsea“matrifocal”quieredecirque tiene a LA MADRE como su elemento central: Tanto simbólica como materialmentelamadreeselejedetodosuuniverso.

La maternidad, entendida no solo como un lazo de parentesco en la biografíadeunserhumano,sinotambiéncomo matriz,comonúcleo primigéneodelquetodoeluniversosurge.

Todaslasculturasantiguasdelahumanidad tienencomobasedesu cosmovisión,la metáfora de la mujer/ naturaleza.La mujer,como símbolodefertilidad,enanalogíaconlatierra,Lagranmadre,dadora devida,deabundancia,decuidadoyprotección.

Estxs primerxs humanxs, que vivían en relación estrecha con los ciclos naturales, comprendieron rápidamente que la vida surge, se pierde y vuelve a aparecer en un ciclo incesante. Entendieron que todos los componentes de la naturaleza: plantas, árboles, rocas, montes, agua, viento, sol, luna, estrellas, mar..., todos, sin excepción, son seres vivientes como el ser humano mismo y forman parte de igualmaneraenelciclodevida,muerteyregeneración:Todxssomxs sagradosporqueformamospartedelatierra,delaGranMadre.

Así,Pocoapocosefuegenerandounaespiritualidadentornoauna deidad femenina: La Diosa Madre, La Gran Madre. Esta deidad tienemuchísimosnombres,nosoloporquecadapueblolehadado el suyo, sino porque ella representa las múltiples facetas de la existencia.

Como indica la investigadora Bárbara Walker: “A la tierra se le han dado miles de nombres femeninos (Asia, África, Europa) que corresponden a distintas manifestaciones de una misma Diosa. Diversos países llevaban el nombre de alguna antepasada o de otra manifestación de la Gran Madre: Libia, Rusia, Anatolia, Lacio, Holanda, China, Jonia, Acadia, Caldea, Escocia (Scotia), Irlanda (Eriu, Erin,Hera),fueronsólounospocos.Cadanacióndioasuterritorioel nombredesupropiaMadreTierra.”

En América, la divinidad existía bajo los nombres de Pacha-Mama paralos Incas;Mapupara los Mapuches;Ixchel,enel panteónMaya; CoatlicueparalosAztecas;laSednadelosesquimales;Tacomadelos Salish; Maka Ina de los Siux Oglalas; Iyatiku de los Keres y Kokyang

WuthidelosHopis,ademásdeotrosmuchos.EnAfricaoccidentalera Mawu; Isis o Hator en Egipto; Innana, Astarté, Ishtar o Asherah en OrienteMedio;RheaenCreta;KubabaenTurquía,CibelesenGrecia; SemeleenTraciayFrigia;ZemynaenLituania;PeleenHawai...

Espracticamente interminable la lista de nombres que lleva la gran creadora, la matriz única que surge del caos y que contiene y trasciende laspolaridadesdelasquesurgelavida. Ellarepresentael aspecto femenino delcosmosylafecundidaddelavida.

La Gran Diosa Madre, como personificación de la unidad que forman todos los seres y ciclos de la naturaleza, fue originariamente concebida por nuestros ancestros como un ser andrógino. Marija Gimbutas la definió como partenogénica, es decir, se autofecundaba, puestoque la fertilidad masculina también forma parte del Todo (de ella misma). Posteriormente, y a medida que las sociedades humanas se complejizaron, esta unidad primordial pasó a ser representadaporla complementariedad de los contrarios,quede modo básico puede ser entendido como la simbiosis entre la fecundidad de la Madre Tierra y el poder fertilizador del Padre Sol.

Gracias al valiosísimo trabajo de recomposición del universo simbólico neolítico realizado por Marija Gimbutas, sabemos que la gran madre fue representada de muy diversas formas y adoptando diferentes roles. Así, al personificar la totalidad de la naturaleza, conteníaensimismaatributosdefertilidadperotambiéndemuerte, pues ambos aspectos son indisolubles de la vida misma. Podía ser representada como una mujer embarazada o dando a luz; podía representarlavidavegetalylarenovacióncíclicadelasestaciones;o podíarepresentarlamuerteoelrenacimientodelosseresvivos.

¿Qué es lo que ha ocurrido con la imagen de la diosa?

¿Cómo y cuándo desapareció?

Una inversión simbólica para un nuevo orden social

En el proceso de formación del patriarcado se ha dado un giro de las cosmogonías, con una segregación (o directa exclusión) de las deidades femeninas, y la ascensión de los dioses masculinos.

Gerda Lerner, en su libro “la creación del patriarcado” explica que este fue un proceso que no se dio “de repente”, sino que se fue desarrollando en el transcurso de casi 2.500 años, desde aproximadamente el 3100 al 600 ac y también dice :

“El derrocamiento de esas diosas poderosas y su sustitución por un dios dominante ocurre en la mayoría de las sociedades del Próximo Oriente tras la consolidación de una monarquía fuerte e imperialista. Gradualmente, la función de controlar la fertilidad, hasta entonces en poder de las diosas, se simboliza con el acto de unión, simbólica o real, del dios o el rey divino con la diosa o su sacerdotisa.

(ojo! Dice “controlar la fertilidad”. Mas adelante continuamos con este temita!)

Con las constantes invasiones de bandas nómadas medianamente reducidas, las cuales poco a poco fueron creciendo cada vez más hasta transformarse en oleadas peligrosas, los fructíferos tiempos de la Gran Madre dieron paso al oscuro orden del metal y el hierro, donde dioses bélicos y guerreros marginaron lo femenino a tal punto, que pasaron a ser tan solo "la consorte" del dios.

Hemos presenciado el cambio desde la todopoderosa diosa-madre, como principio único de fertilidad universal, al omnipotente dios de la tormenta, cuya consorte es una versión domesticada de la diosa de la fertilidad.

Al panteón de dioses sólo le queda verse reemplazado por un único poderoso dios masculino y que ese dios incorpore el principio del poder de engendramiento en su doble vertiente. Esta transformación, que se da de muchas maneras distintas en culturas diferentes, en el caso de la civilización occidental se produce en el Libro del Génesis.

“Por último, se separa la sexualidad (erotismo) y la procreación con la aparición de una diosa distinta para cada función, y la diosa madre se transforma en la esposa o consorte del principal dios masculino”

Así, con la progresiva inversión de las narraciones mitológicas, se nos oculta el origen maternal de la creación del universo y de la vida sobre la tierra, y no hay ningún indicio de que el poder de creación y el de procreación vayan ligados. Todo lo contrario. El acto de creación por parte de Dios no tiene nada que ver con lo que puedan experimentar lxs humanxs. Ahora se nos habla de un “espíritu creador”, ya nada de madres, ni de vientres, ni de cuerpos ni de deseos.

Esa mujer abundante llena de carnes y curvas, delatando así su abundancia y generosidad, pasó de ser la hermosa Doncella, la Gran Madre o la Gran Sabia, a ser vista como la virgen en los albores del patriarcado hasta nuestros tiempos aún patriarcales… la virgen es una imagen de mujer aséptica , asexuada, no tiene nada que ver con nosotras las mujeres reales, ella es madre sin haber compartido el cuerpo… incluso no queda claro si la virgen maria parió –corpóreamente hablando – a su hijo. Es curioso, si esa es una imagen ideal, nunca llegaremos a ella, siempre estaremos en falta.

Pero, por que fue necesario este giro de las cosmogonías primigenias?

Es decir, a qué responde que las deidades femeninas- representaciones de la maternidad y la abundancia- fueran “casadas” y desvalorizadas con la progresiva formación de la sociedad patriarcal?

Vayamos al plano social. Autorxs como J.J Bachofen, Wilheim Reich y Casilda

Rodriguañez nos presentan enfoques en donde se resalta la importancia de los cuerpos, la libido, el placer y la sexualidad a lahoradepensarlaorganizaciónsocial.

Repetimos cita de JJ.Bachofen, vía Casilda:

“En 1861 Bachofen escribió un libro en el que explica, basándose directamente en algunos autores de la Grecia antigua, la función social y civilizadora de la libido maternal en las primeras sociedades humanas;(…) dijo que la fraternidad, la paz, la armonía y el bienestar de aquellas sociedades del llamado Neolítico en la Vieja Europa, procedían de los cuerpos maternos, de lo maternal, del mundo de las madres. Es decir (…) de la sustancia emocional que fluye de los cuerpos físicos y que organiza las relaciones humanas en función del bienestar; y de donde salían las energías que vertebraban los esfuerzos por cuidar de la vida humana." Casilda Rodrigañez, “El asalto al Hades”

La libido es la energía autorreguladora de la vida. Por años, las sociedades pre-patriarcales se han autorregulado a partir del libre fluir de la libido. No existían leyes, ni reglamentaciones morales de ningún tipo. Las relaciones eran libres, la sexualidad espontánea. Se vertebraban a partir de lo que J.J Bachofen en sus estudios llama el muttertum“lomaternal”.

Esta autora también explica que si bien existe la libido engeneral(de todos los cuerpos individuales, de todas las edades y de la organización social), existe también una forma particular de libido, que es la libidofemenina, con una doble función: el crecimiento de la criatura humana y el vertebramiento de la organización social.

La libido femenina es maternal, y lo maternal es libidinoso, es el deseo visceral de bienestar de las criaturas, de hijxs, de madres, de padres, de abuelxs, de amantes en general. Aclara esta autora que esta energía no es una producción de un alma espiritual, o de alguna Diosa (entenderlo así es sublimarla) y mucho menos una voluntad racional, es una energía sexual concreta, con una determinada función orgánica y social que mana de los cuerpos.

Las sociedades matrifocales fueron sociedades autorreguladas porque se dejaban organizar por el libre fluir de la libido, no precisaban reglamentaciones externas.

“Bachofen constantemente se refiere a la armonía social de la organización matrifocal por sus mecanismos ‘naturales’ de autorregulación: la ausencia de ‘archos’ en la sociedad neolítica europea (entre 10.000 y 2500 años a.c.), es decir, sin jefaturas, gobierno o jerarquía alguna; ni desigualdad social.”

“En la sociedad anterior al Patriarcado, hace 4000/6000 años lo maternal funcionaba como una fuente de energía libidinal benefactora, que sentaba las bases de unas relaciones grupales armónicas, organizadas para producir y realizar el bienestar común del grupo; el Patriarcado sin embargo se organiza para realizar empresas de devastación, conquista y acaparación, o sea, el Poder y el sufrimiento humano. La sociedad patriarcal se levanta contra una sociedad autorregulada por la energía libidinal desde lo maternal; una sociedad en la que se reconocía la función y el papel de la madre. Como decía Bachofen, la fraternidad o hermandad humana se deriva de la madre”

“Para Reich la formación armónica se organiza según la energía libidinal natural, que da lugar a una formación sinérgica –no jerárquica- propia de la vida en general. Pero Bachofen, antes que Reich, formuló la relación entre la organización social y la función de la líbido. Puesto que para Bachofen, la fraternidad no es un ideal político o religioso, sino el producto del del muttertum”

“Sin líbido no hay sinergia social ni tejido social armónico. La contención de la líbido, y en concreto de la líbido femenina, se organizó para levantar la organización humana jerarquizada y las relaciones de Poder”

(Casilda Rodrigáñez y Rebeca Madrazo ,”En que mundo nacemos. Nuestra dimension individual y colectiva”)

Pero, para que pueda funcionar la sociedad patriarcal, la libido tiene que estar inhibida, contenida: Si se contiene la líbido, se contiene también la autorregulación, esta parece ser la base necesaria de toda la organización patriarcal. Aquí parece comenzar tanto en el plano individual como histórico, la desconexión, necesaria para el mantenimiento delasociedadautoritaria.

La formación y mantenimiento de una sociedad jerarquizada y coercitiva entonces, requiere negar la madre, negar la maternidad, negar el libre fluir de la libido y los deseos primales de las criaturas (seres en creación). Necesita borrar de la memoria colectiva el origen sexual, libidinosodelavida.

La imagen de mujer que la religión hegemónica presenta hoy, es la de una mujer sin deseos, casta y pura. La virgen. Madre sin haber “pecado”

Quizás, uniendo cabos podamos ir entendiendo porqué estamos tan alejadas de nuestra fresca sexualidad y de un conocimientoplenodenuestroscuerposydesusprocesos.

Un Dios Padre se estableció en una posición de supremacía en relación con una Diosa Madre, y se trasforma paulatinamente en el Dios sin consorte de las tres religiones patriarcales que hoy en día conocemos: el judaísmo, el cristianismo y el Islam.

El Dios es entonces el único creador principal, cuando antes era la Diosa quien había sido la única fuente de vida. Pero el Dios se convierte en el hacedor del cielo y la tierra, mientras que la Diosa era el cielo y la tierra. El concepto de “hacer” difiere radicalmente del de “ser”, en el sentido de que lo que se hace y quién lo hace no comparten necesariamente la misma sustancia; puede concebirse lo que se hace como inferior a quien lo hace. Sin embargo, lo que emerge de la madre es necesariamente parte de ella, como ella también es parte de lo que de ella emerge.

Por lo tanto, la identidad esencial entre creador y creación se quebró; y de esta separación nació un dualismo fundamental, el conocido dualismo entre espíritu y naturaleza. En el mito de la Diosa estos dos términos carecen de significado si se consideran por separado: la naturaleza es espiritual y el espíritu es natural porque lo divino es inmanente a la creación. En el mito del Dios, la naturaleza ya no es espiritual y el espíritu ya no es natural, porque lo divino trasciende la creación.” (Anne Baring y Jules Cashford, “El mito de la diosa”)

Esta separación no es un detalle menor, tiene muchísima fuerza a la hora de entendernos a nosotrxs mismxs, a la hora de pensar nuestro lugar en el universo. Con este giro, lo sagrado ya no está en nosotrxs, es algo exterior, que nos rige desde fuera. Nos es presentado como un “ser superior” que nada tiene que ver con nuestra limitada existencia. Un alguien exterior quien nos castiga o nos premia y a quien debemos rendirle culto para obtener su beneplácito.

La religiosidad pagana, sin embargo entiende que lo sagrado inunda lo real. Lo sagrado es todo. Todo es sagrado, todxs somos sagrados y eso también implica una responsabilidad, reconocerse como parte de la divindad implica asumir la responsabilidad de ser pequeñxs creadorxs de nuestro mundo.

Como dice la Abuela Margarita “EL PODER ES DENTRO DE NOSOTRXS”

En resumen: La cultura indoeuropea creo nuevas explicaciones míticas para justificar la destrucción del viejo mundo sobre el que se imponían. Neutralizaban y falseaban los mitos originales adjudicando un nuevo papel predominante a lo masculino.

Así, la Diosa Madre naturaleza que albergaba en su seno a todos los seres vivos, fue sustituida por Dioses-Padre que legitimaban el uso de la Guerra amparándose en directrices divinas. A partir de entonces la naturaleza fue concebida como algo externo al ser humano que había sido puesta por el Creador para ser dominada y modificada, creando de este modo los arquetipos mentales antropocéntricos en los que aún hoy se sustenta la civilización occidental.

Reconocernos brujas, es reconectar con lo divino.

Lo divino no es algo allá arriba en los cielos que no tiene nada que ver con lo mundano, con el cuerpo, con la tierra, con lo cotidiano, con el aquí y ahora.

Lo sagrado estará allí donde nosotras pongamos nuestra atención, nuestro intento y nuestro amor.

Allí donde veamos la magia de la vida, allí está lo sagrado.

Primero en nosotras.

Es preciso convertir la vida en una maravillosa aventura de aprendizaje sin límites, sin auto engaños, sin verdugos, sin víctimas, sólo con el fervor de crecimiento hecho manera de vivir creativa, conducida por la imaginación.

Es preciso convertir la vida en una suprema ceremonia, para que todo sea sagrado, todo importante, más nada demasiado importante como para impedir la lucidez, la serenidad y el amor.

Nunca hoy como antes la mujer tuvo la oportunidad de convertirse en una mujer sagrada, en un ser lúcido y sabio, en una guerrera-caminante, consciente de que nada puede perder porque no busca ganar.

Las mujeres están regresando convertidas en preciosos seres que derrochan belleza y musicalidad e invitan a los hombres a instalarse y vivir en la dimensión poética de la vida.

La mujer sabia no precisa hablar, su presencia es suficiente, su mirada, su silencio, todo es enseñanza, su amor se instala llenando el espacio de luz que habita...

¿Y si te atrevieras a ser tú misma, silvestre, salvaje, libre, natural, inocente, niña y abuela ?

¡cuánta luz volvería iluminar tu rostro! !cuánto amor emitirían tus ojos! !cuánta energía llenaría tus manos!

La germinación de la nueva mujer comienza con un acto de rebeldía, suprema rebeldía, sagrada disidencia de lo establecido, que en nombre de una normalidad anormal, mutilada, esclaviza a la mujer en modernas cárceles de barrotes invisibles.

El despertar de la mujer adquiere connotación de rebelión, supremo acto de valor que convertirá la oruga en mariposa.

Chamalú

Soy una bruja, soy alguien que cree que la tierra es sagrada, y que las mujeres y los cuerpos de las mujeres son una expresión de ese ser sagrado cada unx de nosotrxs es manifestación de lo divino. Somos lo divino, creerlo así nos abre el campo de las potencialidades quizás al infinito. Allí la magia

El cielo y la tierra nos atraviesan. Nuestro cuerpo es un canal, cada cuerpo un canal. El cuerpo es nuestro templo.

La chispa divina alberga en cada cuerpecito, en cada conciencia.. Lxs adultos lo han olvidado porque la socialización en esta sociedad así lo requiere. Pero podemos sacudirnos, y sanar, y reconectar y brillar y contagiar luz. Y relacionarnos desde la luz. …Y podemos llamar a nuestra niña para jugar en las hamacas …Y podemos convocar a nuestra loba a aullar bajo la luna

Cada cuerpecito es “la naturaleza” cada cuerpecito es “lo divino”

La sabiduría de las brujas, magas, hechiceras, mujeres despiertas en general, consiste en comprender profundamente está relación, entre la tierra y el cielo, entre lo espiritual y lo más visceral, entre el cuerpo y la conciencia, y también, que mientras usemos el lenguaje utilizaremos estas (u otras) categorías para referirnos a la realidad, pero que realmente la realidad es inabarcable en palabras, inasible en conceptos, que todo está tan unificado que quizás solo un profundo silencio nos acerque a la comprensión. Solo quizás.

Yotengouncuerpo

Yolocomprendo Yolorespeto Yoloescucho

Yoactúodesdeél

Yolocuido Yoinvestigo Yocontemplo

Yo compartoconmishermanas loaprendido

Yotengohermanas Muchas, cadadíamas

Nosotras.

Nosotrasnosvamosencontrando Conociendo,sintiendo

Escuchando, sanando

Nosotras Estamosbuscando

Vamosandando, volando, nadando

Vamosreptando, trepando

Vamosllorando, riendo

Vamoscreciendo. Ynaciendo.

Vamosrecordando Vamospoblando probando, jugando

Vamoscirculando, compartiendo, sanando

Estamos

Abriendo,dando Recibiendo,multiplicando Transformando,mutando Somoselcambio

Estamos dispersandolasemilla Hablandoconelviento

Aullandoconlxslobxs

Vamos Siguiendolaluna

Ciclando. Sembrando,cosechando Aprendiendo,cantando Entonando Elevandonuestravoz

Vamos Confiando,amando Mirando,escuchando Abiertas,perceptivas Atentas,despiertas

Estamos Vivas, latiendo Siendo sintiendocreciendo Volviendo

Conectado,vibrando Sincronizando Contagiando

Siendo

Orugaymariposa Niñayleona Alas yraíces

Babosaypicaflor. Anguilaycóndor

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