Revista IZQuierda 8

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8 FEBRERO / 2011

BOGOTÁ, COLOMBIA

ISSN- 2215-8332

Régimen político y discurso La “tercera vía” de Juan Manuel

Santos: Otro camino para el desenvolvimiento del fascismo y del neocolonialismo · La política internacional: entre la realidad y el gatopardismo Izquierda en debate Razones para la esperanza: El debate necesario · Más allá del consenso. La maniobra de jugar afuera y barajar adentro Plan Nacional de Desarrollo 2010 - 2014 Falsedades retóricas y falacias teóricas del nuevo neoliberalismo en Colombia. Crecimiento y convergencia regional · ¿Prosperidad para todos? La llamada convergencia regional · Agricultura y prosperidad democrática · Política para un campo sin campesinos Neoliberalismo rampante Ley del primer empleo y salario mínimo Capitalismo en crisis Deberíamos discutir la pobreza Editorial Tragedia invernal y estrategia de acumulación


Jairo Estrada Álvarez Director Jesús Gualdrón Sandoval Jefe de redacción Álvaro Vásquez del Real, Daniel Libreros Caicedo, César Giraldo Giraldo, Frank Molano Camargo, Jorge Gantiva Silva, María Teresa Cifuentes Traslaviña, Nelson Fajardo Marulanda, Patricia Ariza, Ricardo Sánchez Ángel, Sergio De Zubiría Samper, Víctor Manuel Moncayo Cruz Consejo editorial Beatriz Stolowicz (México), Julio Gambina (Argentina), Ricardo Antunes (Brasil), Antonio Elías (Uruguay) Consejo asesor internacional Tatianna Castillo Reyes Diseño y diagramación Todo el contenido de esta publicación puede reproducirse libremente, conservando sus créditos.

Espacio Crítico Ediciones Publicación auspiciada por Espacio Crítico Centro de Estudios www.espaciocritico.com ISSN-2215-8332 Nº 8, Febrero de 2011. Bogotá, Colombia


RAZONES PARA LA ESPERANZA: EL DEBATE NECESARIO Jaime Caycedo Turriago 14 MÁS ALLÁ DEL CONSENSO. LA MANIOBRA DE JUGAR AFUERA Y BARAJAR ADENTRO Jorge Gantiva Silva 20

FALSEDADES RETÓRICAS Y FALACIAS TEÓRICAS DEL NUEVO NEOLIBERALISMO EN COLOMBIA. CRECIMIENTO Y CONVERGENCIA REGIONAL José Francisco Puello-Socarrás

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¿PROSPERIDAD PARA TODOS? LA LLAMADA CONVERGENCIA REGIONAL Edwin Martínez 32 AGRICULTURA Y PROSPERIDAD DEMOCRÁTICA Jairo Jurado Estrada 38 POLÍTICA PARA UN CAMPO SIN CAMPESINOS Freddy Ordóñez 44

LEY DE PRIMER EMPLEO Y SALARIO MÍNIMO Daniel Libreros Caicedo 52

DEBERÍAMOS DISCUTIR LA POBREZA Immanuel Wallerstein Traducción de José Francisco Puello-Socarrás 58

Editorial

Capitalismo en crisis

Neoliberalismo rampante

Plan Nacional de Desarrollo 2010-2010

Izquierda en debate

Régimen político y discurso

LA “TERCERA VÍA” DE JUAN MANUEL SANTOS: OTRO CAMINO PARA EL DESENVOLVIMIENTO DEL FASCISMO Y DEL NEOCOLONIALISMO Frank Molano Camargo 4 LA POLÍTICA INTERNACIONAL, ENTRE LA REALIDAD Y EL GATOPARDISMO Ricardo Sánchez Ángel 10

TRAGEDIA INVERNAL Y ESTRATEGIA DE ACUMULACIÓN Jairo Estrada Álvarez 62


La “tercera vía” de Juan Manuel Santos: Otro camino para el desenvolvimiento del fascismo y del neocolonialismo

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Frank Molano CaMargo Docente de Ciencias Sociales Universidad Distrital – FJC

os dos extremos en el análisis de la izquierda acerca de la caracterización del gobierno de Santos están representados por el MOIR con el argumento de que “Santos es Uribe III, con maquillaje” y por el PTC, que dice que “el enemigo principal es el uribismo” y que, por tanto, se deben apoyar las “propuestas democráticas” del santismo. Ambas posturas ofrecen argumentos valiosos, pero pecan de unilateralidad analítica. Este escrito, por su parte, caracteriza, a partir del documento “Bases del Plan Nacional de Desarrollo Prosperidad para todos 2010 – 2014”, la concepción ideológico-política del nuevo régimen, teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: el contexto internacional, marcado por la profundización de la crisis económica mundial y la situación del bloque dominante colombiano.

“El contexto histórico que enmarca este Plan Nacional de Desarrollo es diferente al de otras administraciones. Estamos frente a un optimismo auténtico en nuestro futuro, una confianza incomparable en las potencialidades del país y una imagen en el exterior que es claramente positiva. De ser percibidos en el mundo como un Estado fallido pasamos _4

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Mosquera, Cundinamarca. 1 103 hectáreas de dos veredas cubiertas por las aguas del río Bogotá, cuando se abrió un boquete de 25 metros en la barrera que frenaba la entrada de la corriente.

a convertirnos en una economía emergente, atractiva El régimen de Santos para la inversión y para el turismo. Formamos parte no es ni la negación además, desde hace poco, de un selecto grupo de absoluta del uribismo naciones –los Civets1 – percibidas en el planeta como ni su continuidad economías con grandes expectativas de crecimiento natural. Se trata de un para las próximas décadas, y adicionalmente hemos nuevo periodo en el iniciado el proceso para ingresar a la OCDE, algo desarrollo del proyecto hegemónico de la gran impensable hace tan solo unos años”. “El éxito de las estrategias incluidas en cada uno de burguesía colombiana. estos ejes dependerá de la efectividad de la ejecución de las entidades del Estado, pero también del papel crucial que jugarán el sector privado y la sociedad civil. El Estado es quien despeja el camino –fija las reglas de juego y dirime los conflictos–, pero el sector privado es quien lo construye y lo recorre”. “… el objetivo es establecer un gobierno de Tercera Vía que se resume en un principio fundamental: el mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario. Un gobierno que prioriza las políticas que consiguen los mayores resultados sociales, independientemente de su origen político”. 1

Civets: Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía, Sudáfrica.

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En consecuencia los aspectos claves a discutir son: • Contexto histórico internacional, caracterizado por la crisis económica, • Contexto nacional de optimismo y pugna en el bloque dominante y • Gobierno de Tercera Vía, cuyo principio fundamental es mercado hasta donde sea posible y Estado hasta donde sea necesario.

El contexto internacional marcado por la Crisis económica mundial El sistema imperialista enfrenta desde 2008 una nueva crisis económica, duradera y cada vez más profunda, que ha pasado de la crisis inmobiliaria norteamericana a la crisis de endeudamiento en varios países europeos y avanza a nuevas regiones del planeta. Esta crisis evidencia que se agudizan las contradicciones del sistema imperialista: la pugna entre potencias; las pugnas entre megamonopolios y Estados; la lucha entre amplias masas populares y los Estados y los megamonopolios, y la pugna entre los pueblos de las naciones oprimidas y sus Estados. Esto indica que el viejo esquema mundial de una única superpotencia hegemónica está cediendo paso no sólo a la triada imperialista (EE.UU., Europa y Japón), sino a nuevas potencias imperialistas, como Rusia y China, y a subpotencias regionales, como India y Brasil, que, no obstante, aún no logran romper los lazos de la dominación extranjera, así como a nuevos dinamismos en varias naciones dependientes, que los economistas burgueses denominan economías emergentes. La lucha por el control de mercados y zonas ricas en recursos estratégicos vuelve a poner en la arena mundial la tendencia a la guerra, al tiempo que las burguesías de los diferentes países aspiran a sacar el mejor provecho cambiando lealtades, buscando alianzas nuevas e implementando políticas para que los costos de la crisis sean pagados por los pueblos del mundo (desempleo, precarización laboral, reducción del gasto público, fascismo y racismo).

El contexto nacional: unidad y pugna en las clases dominantes El régimen de Santos no es ni la negación absoluta del uribismo ni su continuidad natural. Se trata de un nuevo periodo en el desarrollo del proyecto hegemónico de la gran burguesía colombiana. Uribe viabilizó el desarrollo capitalista, afianzó las relaciones de dependencia con los megamonopolios imperialistas como palanca para el crecimiento económico, aun a costa de la “desinstitucionalización” del Estado gracias a su alianza visceral con el paramilitarismo. Cumplió, pues, sin escrúpulos la tarea _6

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Desbordamiento Canal del Dique. Su cota más alta alcanzó los 1800 cm3 por segundo entrando a la zona rural.

encomendada. Pero la gran burguesía y los megamonopolios Ahora se plantea imperialistas requieren de “instituciones fuertes” para que el libre mercado aprovechar las posibilidades de un mercado mundial que puro no lleva a un exige, sin cuestionar las estructuras neocoloniales, un nuevo crecimiento óptimo mundial de bienes y marco de alianzas estratégicas. Las clases dominantes le apuestan al régimen de Unidad servicios, por lo que la Nacional, pues este propone vincular a sectores gran burgueses economía internacional (la gente de bien) opuestos a Uribe: el Partido Liberal, Cambio y nacional requiere de Radical y los Verdes, y a sectores de burgueses nacionales instituciones nacionales arribistas, como Angelino Garzón, Navarro Wolf, Gustavo Petro e internacionales fuertes y otros, garantizando estabilidad para que la ganancia esté y con capacidad de al mando. Por eso, todos los gremios y grupos económicos orientar los vacios saludan entusiastas el nuevo régimen para viabilizar, formalizar del libre mercado. A y sacarle la mayor rentabilidad a los logros uribistas, pero hasta esto es a lo que se le donde sea posible sin Uribe. Si bien, en este momento lo que llama Tercera Vía. predomina en el gobierno de Unidad Nacional es la colusión, cabe la posibilidad que los uribistas –paramilitares, testaferros, advenedizos, emergentes del campo y la ciudad–, al verse desplazados de sus cuotas de poder, busquen una retoma, al estilo uribista, del campo perdido.

Gobierno de tercera vía: fascismo de otro modo El historiador inglés Eric Hobsbawn caracterizó esta tendencia política internacional como la reacomodación burguesa a la crisis económica mundial abierta en la segunda mitad de la década de 1990 (La muerte del neoliberalismo, 2000). Teóricos neoliberales como G. Soros, Paul Krugman y Jagdish Bhagwati plantean un ajuste al neoliberalismo con políticas heterodoxas, como el control de cambios. No obstante, aclara Hobsbawn, no se trata de una vuelta a la socialdemocracia y al Estado de Bienestar, por cuanto la economía global capitalista imposibilita la democracia social en marcos nacionales al reducir la capacidad de los gobiernos a maniobrar con un modesto excedente fiscal sin alterar la estabilidad macroeconómica, condición indispensable de la prosperidad capitalista. Ahora se plantea que el libre mercado puro no lleva a un crecimiento óptimo mundial de bienes y servicios, por lo que la economía internacional y nacional requiere de instituciones nacionales e internacionales fuertes y con capacidad de Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Todas las propuestas de Tercera Vía que se han implementado en Europa y América Latina han desplegado una intensa estrategia de cooptación y neutralización del movimiento popular, atrayendo a parte de sus líderes y poniendo una doble agenda.

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orientar los vacios del libre mercado. A esto es a lo que se le llama Tercera Vía En América Latina, varios gobiernos y teóricos se han declarando de Tercera Vía, desde Lula en Brasil, hasta Lagos en Chile y Alán García en Perú: todos coinciden en que la tarea del Estado es intervenir para salvar a los empresarios ante la imposibilidad de acabar con la desigualdad y la exclusión social. La Tercera Vía se viene reuniendo regionalmente desde el año 2000. El llamado “Consenso de Buenos Aires” hace parte de esta corriente. Santos propuso estas tesis al Partido Liberal en su escrito sobre la Tercera Vía de 1999, luego, acorde con el principio filosófico por excelencia de esta corriente, el pragmatismo, guardó sus tesis y se unió al fascismo uribista, y, ahora, una vez cosechado el apoyo de Uribe, desempolva sus argumentos. Pero, no hay que llamarse a engaños, la Tercera Vía a la colombiana es una modalidad de fascismo. El estudioso del fascismo en América Latina, Federico Finchelstein, plantea en su libro Fascismo trasatlántico (2010) que el fascismo es un fenómeno global del que las corrientes fascistas de América Latina no han sido receptoras pasivas, sino que reapropian el proyecto y lo reinventan como “instrumento sagrado para modernizar la nación”. En el caso colombiano, las clases dominantes han tenido una vieja tradición fascista y, en los últimos 30 años, han aplicado un proyecto fascista como vía para el desarrollo capitalista, cuya expresión más reciente está en las tres tareas uribistas: seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social. La corriente uribista es la del “fascismo ordinario”, con ideología de terrateniente mafioso. Ahora el fascismo de Santos, bajo el nombre de Tercera Vía, busca mantener el


Gramalote, Santander. Los 3.000 habitantes en su casco urbano, dominados por el pánico, huyeron hacia Cúcuta, Santiago y El Zulia para salvar sus vidas ante la amenaza de una avalancha que empezó a anunciarse agrietando las calles de la población (donde colapsaron 290 viviendas) y la carretera que los une con Cúcuta. En minutos, el Cerro de la Cruz se desplomó.

carácter autoritario de la sociedad y el Estado para ampliar la acumulación capitalista, lo que es a todas luces evidente en propuestas como la Reforma Constitucional para eliminar en nombre de la macroeconomía, las ordenes del FMI y el sagrado derecho de la “sostenibilidad fiscal”, los derechos económicos y sociales de la Constitución de 1991, que ya han sido menguados en estos 20 años. Además, el desangre a que ha sido sometido el pueblo colombiano por la política contrainsurgente militar y paramilitar no se ha detenido, así los grandes medios, no le den relevancia a estos asuntos. La versión fascista de Santos es más sofisticada, fortalece la institucionalidad estatal para viabilizar el mercado a favor de los grupos monopólicos criollos e imperialistas, introduce una visión pragmática, “pragmatismo con valores”, distinta al fanatismo anticomunista de Uribe. Santos revisita la idea fascista de “ni capitalismo ni comunismo”, y la propone acorde con los tiempos: “ni estatismo puro ni mercado puro”, una mezcla de corporativismo, liberalismo y socialdemocracia. A cambio de la caridad en la política social y del gamonalismo clientelar en los cargos públicos que estableció Uribe, Santos promueve la tecnocracia y la oportunidad de negocio ante todas las decisiones públicas; hasta el desastre social generado por el invierno se convierte en tema de búsqueda de ganancias.

El reto principal para el campo popular Todas las propuestas de Tercera Vía que se han implementado en Europa y América Latina han desplegado una intensa estrategia de cooptación y neutralización del movimiento popular, atrayendo a parte de sus líderes y poniendo una doble agenda, tal como se observa en el caso colombiano: de un lado, el debate de temas de interés social, Ley de Tierras y Ley de Víctimas, etc., y de otro, la agenda efectiva, que somete y limita a las demás: Ley de Sostenibilidad Fiscal. En el peligroso juego a aprovechar los espacios de debate, siempre y cuando no se ponga en riesgo la macroeconomía, se produce la cooptación y el debilitamiento de la izquierda como proyecto alternativo de país. De ahí que el reto principal a asumir en este periodo es hacer frente a la cooptación santista y reconstruir el proyecto político alternativo de la izquierda colombiana.

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La política internacional: Entre la realidad y el gatopardismo

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riCardo SánChez ángel Doctor en Historia Profesor Universidad Nacional

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a política exterior del Estado colombiano se está modulando desde el nuevo gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la canciller María Ángela Holguín en una dinámica de cambio y continuidad en relación al gobierno de Álvaro Uribe. La situación de Colombia era insostenible en el ámbito internacional. Su enfrentamiento con Venezuela llegó hasta la decisión de la guerra, lo cual no se produjo por no contar con el visto bueno del gobierno de los Estados Unidos, tal como ha sido confirmado por las revelaciones de Wikileaks. Con Ecuador el repudio fue de la totalidad de Estados del continente a la invasión del ejército colombiano a este país vecino en el 2008. El deterioro se incrementó con Bolivia, Argentina, Brasil y Nicaragua. Iniciativas en la región como la de Brasil de crear la UNASUR fueron mal vistas por el gobierno de Uribe Vélez y su presencia fue solo protocolaria. La mayoría de la comunidad internacional censuró la violación de los derechos humanos en el país, los crímenes, la crisis humanitaria de desplazados, la instauración de los métodos de Estado policía, la parapolítica y la persecución al sindicalismo y la oposición política. La profundidad del aislamiento del gobierno del presidente Uribe Vélez se puede resaltar en la paradoja de que al mismo tiempo que era el favorito del gobierno imperial de la derecha de George W. Bush, recibió la sanción moral-política del Congreso de los Estados Unidos, al rechazar la aprobación del Tratado de Libre

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Destrucción vía las Palmas. Antioquia.

Comercio, señalando los crímenes a sindicalistas y toda clase La verdad monda y lironda es que lo de violación de los derechos humanos. Nunca en la historia de Colombia se había vivido una esencial de la política situación de repudio a un gobierno en la arena internacional, internacional del ni siquiera durante el cuatrienio del presidente Turbay Ayala. gobierno Santos está Los movimientos de derechos humanos de la más disímil en la dirección de la condición denunciaron el autoritarismo del presidencialismo Estrella Polar, de los bonapartista del gobierno de Uribe. Internamente la resistencia lineamientos de los Estados Unidos. al gobierno Uribe fue importante en estos aspectos. Lo decisivo de la política internacional fue la Neo Respice Polum, la servidumbre voluntaria a los Estados Unidos en la formulación de Bush II de “guerra preventiva contra el terrorismo” y el apoyo a la invasión a Irak y Afganistán para vergüenza de Colombia. Así las cosas, el nuevo gobierno del presidente Santos, heredero y partícipe de esa desastrosa gestión, decidió introducir cambios en búsqueda de superar el aislamiento y relegitimar la presencia del Estado colombiano en la arena internacional. Determinante en esta decisión fue el cambio de presidente en los Estados Unidos en que el nuevo mandatario Barack Obama prometió un retorno al multilateralismo en reemplazo del unilateralismo como una manera de enfrentar el pantano de la presencia de Estados Unidos en Afganistán y en Irak. Además de atender la creciente crisis económica doméstica e internacional. Se restablecieron entonces las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela y Ecuador, en que todas las partes pusieron su cuota de sensatez y realismo. La coexistencia de Estados de distinta orientación política es la perspectiva que se debe consolidar y que los internacionalistas y demócratas hemos defendido. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Pero, el gobierno del presidente Santos acentuó con Las ventajas petulancia su distancia de Bolivia y ha dejado en la inercia comparativas de el conflicto con Nicaragua con una visión parroquial de los sumarse a procesos de conflictos fronterizos. Una de las primeras decisiones del integración económica, gobierno anterior fue el cierre de varias embajadas, entre de dinamizar los ellas, la de Haití. Hace un año –a raíz de la destrucción de diálogos culturales, de buena parte de la nación hermana– se anunció la ayuda plantearse la ciudadanía de Colombia como parte de la solidaridad internacional. común latinoamericana Una vez electo, el presidente Santos se reunió con el no están al rden del día. mandatario Preval en visita a Haití y pidió en las Naciones Unidas mantener el apoyo internacional. Todo en un marco retórico. El nuevo gobierno debe dar el paso elemental de superar la sanción racista del anterior y reanudar la presencia diplomática plena con la apertura de la Embajada en Haití y una delegación educativa, cultural y de salud de alto nivel ojalá compuesta por nuestros mejores profesionales afrocolombianos. No es sumándonos al plan de reconstrucción neocolonial ni apoyando la intervención militar de las Naciones Unidas ni legitimando elecciones fraudulentas y gobiernos corruptos como se cumple con la dignidad para Haití. El propio pueblo haitiano está repudiando la intervención de la Minustah y denunciando la demagogia de la ayuda internacional. Uno de los mayores problemas que afectan todo el derecho internacional de la paz y la autodeterminación nacional lo constituye la agresión genocida del Estado de Israel al pueblo y la nación Palestina. Es un exterminio de grandes y graves consecuencias a la vida y la dignidad humana. El gobierno palestino ha solicitado a la comunidad internacional el reconocimiento de un Estado palestino y distintos países lo están haciendo. En América Latina Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Nicaragua. De manera significativa el gobierno de derecha de Sebastián Piñera en Chile lo acaba de anunciar. El gobierno colombiano por boca de su canciller María Ángela Holguín ha declarado –en una singular interpretación de la postura de las Naciones Unidas– que solo se reconocerá a Palestina como Estado independiente cuando se logre _12

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¿Llegarán alguna vez los recursos necesarios para retomar la vida dignamente?

la paz (El Tiempo, Enero 1 de 2011). Cuando es al revés: ¡Es En relación con la el reconocimiento del Estado Palestino lo que constituye unidad de Nuestra una contribución a la paz! Rectificar esta postura posibilita América, la aceptación del orden internacional credibilidad al anunciado multilateralismo de Colombia. La verdad monda y lironda es que lo esencial de la política vigente por parte del internacional del gobierno Santos está en la dirección de la gobierno Santos no Estrella Polar, de los lineamientos de los Estados Unidos. En el significa avances reales. nuevo gobierno se mantiene la presencia militar norteamericana bajo distintas modalidades. La articulación entre lo político y lo económico en las relaciones internacionales de Colombia es tradicionalmente pronorteamericana. Así sucedió en los últimos ocho años, y así lo promueve el actual gobierno. La presencia del capital multinacional, estadounidense y europeo, domina amplios renglones de la economía y se beneficia del comercio exterior. La deuda externa con las entidades financieras succiona el presupuesto nacional (Ver El Enigma de la Deuda Externa, Revista Izquierda, No. 6, noviembre 2010). La política aperturista, globalizadora, de libre comercio, beneficia al capitalismo extranjero y le da primacía a los intereses norteamericanos. El modelo de recolonización en base a la explotación aurífera, minera, petrolera y del gas, de las grandes plantaciones extractivas y de otros recursos consolida un cuadro de desnacionalización de la sociedad colombiana. En relación con la unidad de Nuestra América, la aceptación del orden internacional vigente por parte del gobierno Santos no significa avances reales. Se destaca el cambio de actitud frente a UNASUR, pero no hay nada que rectifique el libre comercio desintegrador y neocolonial. Los pactos integradores como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) están anémicos, si no agónicos, y con el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) no hay ningún acercamiento. Las ventajas comparativas de sumarse a procesos de integración económica, de dinamizar los diálogos culturales, de plantearse la ciudadanía común latinoamericana no están al orden del día. Asuntos tan graves como el narcotráfico, que debe ser tratado en común por los países andinos, México y otros para encontrar soluciones que superen las violencias, se eluden. Se prefiere mantener la adopción de la política prohibicionista de los Estados Unidos. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Razones para la esperanza: el debate necesario

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Jaime CayCedo Turriago Secretario General del PCC Miembro del CE del PDA Concejal de Bogotá

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l culminar enero de 2011 se despeja el más probable horizonte de sucesos en la vida colombiana para los meses que siguen. Sus rasgos generales podrían figurarse así: • El gobierno Santos se presenta en el marco continental como una versión contrainsurgente moderada que mejora sus lazos con América Latina, consciente de que ni Colombia ni el resto del continente entran en las prioridades de Washington en este año. • La diferenciación relativa en aspectos políticos –que no en el conjunto de la política de clase y de seguridad– con Álvaro Uribe deja traslucir que el régimen no persiste en la línea aventurera anterior de apoyo al contraataque de la derecha a los procesos democráticos latinoamericanos. • En lo interno, es claro el énfasis de Santos en las seudoreformas, la concentración de las regalías y ahora la intervención a las CAR so pretexto de la emergencia invernal. La cruda y perversa sostenibilidad fiscal pretende convertirse en la columna vertebral del gasto social. El telón de fondo


Carpas cerca a la carretera albergan algunas familias de campesinos y trabajadores de la región damnificadas por el rompimiento del Canal del Dique.

de la crisis capitalista global se expresa en Colombia con el desempleo general y juvenil más altos del hemisferio, según OIT y Cepal. • Se reafirma la función mediatizadora y demagógica del Vicepresidente en relación con las reivindicaciones sindicales y las relativas a los DDHH. • El régimen persiste en el contraataque al Polo buscando su desarticulación mediante el desprestigio en la mira de recuperar la administración de Bogotá. La campaña es principalmente mediática pero se agrega a los procesos de judicialización, espionajes, amenazas y asesinatos. • Es probable que desde los primeros meses del año avance la convergencia de los movimientos socioregionales y étnicos con el Polo y otros sectores opositores e independientes sobre puntos clave de la lucha en torno a los derechos de las víctimas, la restitución de tierras, los megaproyectos, el salario, la salud, los derechos laborales y la sostenibilidad fiscal. • Un tema esencial de la agenda democrática tendrá que ser el de las liberaciones, los acuerdos humanitarios, el diálogo y la solución política. El Polo reúne su dirección nacional el 4 y5 de febrero para definir sus líneas de acción y sus propuestas para potenciar la movilización popular unitaria y el proceso de elecciones locales del 30 de octubre. Bajo este marco general de coyuntura queremos examinar dos problemas de extraordinaria actualidad para la izquierda colombiana que encarna la oposición real al régimen y a

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la mascarada santista, pero que, además, postula construir una alternativa democrática, popular y avanzada al estado de cosas que martiriza a la inmensa mayoría de la sociedad colombiana.

La vieja nueva guerra sucia de la derecha Lo primero es el significado de la ofensiva de los aparatos ideológicos y represivos del Estado contra el Polo. Para algunos, es simple paranoia izquierdista, síntoma de debilidad y marginalidad. Sin embargo, la observación cuidadosa muestra la impresionante parcialidad que expresan los medios junto a la creciente lista de valores negativos agregados que califican y orientan interpretaciones tendenciosas. En los últimos tiempos los temas de Bogotá, la movilidad, la contratación y las denuncias sobre corrupción ocupan los principales titulares. La condenación de los presuntos responsables no espera los fallos de los organismos competentes. Los medios magnifican como héroes o víctimas a los individuos en trance de abandonar el Polo y empeñados en liquidarlo. Toda aclaración o postura que provenga de la dirección legítima es descontextualizada con pinzas y sometida a la sospecha. La burguesía en La conclusión que inducen al lector, escucha o televidente es: Colombia ha patentado el Polo es corrupto, la izquierda también roba, se colectiviza y un estilo terrorista generaliza la calificación a todas las fuerzas y personas vinculadas de “decapitación” de a la organización indiferenciadamente como si se tratara de una la oposición popular entidad mafiosa. Al mismo tiempo, se le exige al Polo expulsar organizada, cuando al alcalde y a su hermano como si tal decisión heroica purificara sospecha que puede automáticamente y sin consecuencias políticas la situación. alcanzar la calidad La burguesía en Colombia ha patentado un estilo terrorista de una oposición de “decapitación” de la oposición popular organizada, cuando antisistémica con sospecha que puede alcanzar la calidad de una oposición legitimidad de masas. antisistémica con legitimidad de masas. Coopta ofreciendo Coopta ofreciendo dádivas y coopta matando. Y lo que no puede cooptar busca dádivas y coopta eliminarlo. La mentalidad de los dominadores ha retrocedido al matando. Y lo que no nivel del fascismo. Estamos bien lejos de la consigna minimalista puede cooptar busca de López Pumarejo y López Michelsen de que los comunistas eliminarlo. tenían derecho a “un lugar bajo el sol”. Aquí se busca desarticular

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Levantamiento de escombros y búsqueda de víctimas. Entidades privadas, públicas y los mismos habitantes de la zona contribuyen

y disolver el Polo. No se atreven hoy a usar el viejo método que practicaron contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista. El desprestigio mundial del Estado colombiano por las distintas formas de guerra sucia contra los dirigentes populares y la lucha de las fuerzas democráticas para denunciarlo obligan a los dueños actuales del poder a inventar nuevas formas. Bogotá es el escenario de una disputa singular entre los representantes del “partido del orden”: Santos y Uribe. El análisis táctico les aconseja crear una bipolaridad ficticia, en la que solo pueden creer los ingenuos o los ilusos. Ahora resulta que la verdadera oposición de Santos es Uribe. Que la alianza de terratenientes, narcoparamilitares y transnacionales de la agrominería y el petróleo que se ha parapetado en la ultraderecha uribista objete, con base en la seguridad de los grandes privilegios, algunas medidas de indemnización y restitución de tierras no califica como progresista al gobierno de Santos ni como oposición democrática a los determinadores detrás de los escuadrones de la muerte.

Diferencia, ruptura y unidad: a qué herencia renunciar Lo anterior nos lleva a un segundo problema: el de la legitimidad del Polo de cara al pueblo y la necesidad de las rectificaciones que impone la gran responsabilidad de ser una fuerza política significativa en la capital. Santos y Uribe se confrontan en cuanto a candidatos a la alcaldía de Bogotá, pero están totalmente identificados en el objetivo táctico y estratégico a la vez de derrotar el Polo en Bogotá. Uribe trata de forzar al partido de la Unidad Nacional a apoyar al precandidato del Partido Verde, lo que conlleva el estallido de esta entidad política por la línea de su fractura congénita: el derechismo de la corriente peñalosista entre los verdes. El Polo no es una fuerza homogénea, proviene de experiencias políticas diferentes, unas más que otras influidas por los vicios tradicionales de la herencia bipartidista. Pero como proceso unitario en construcción no está condenado a no reflexionar en torno a sus experiencias de gobierno reales, repensar sus formas de actuar y rectificar su estilo. Criticamos la tendencia de los gobernantes del Polo a no gobernar con dirigentes, cuadros y técnicos de izquierda en el desarrollo de sus proyectos

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Es preciso renunciar a una herencia ajena al Polo, la herencia de la vieja politiquería de la derecha, de los negocios privados desde la política, de la complicidad con el modelo neoliberal de privatización del Estado y la desaparición de lo público.

de gobierno; la tendencia a conciliar desde adentro del gobierno local con los aparatos del control político tradicional y con los contratistas que absorben y monopolizan la mayor parte de los dineros del Estado como operadores de todas aquellas obras públicas que el Estado ya no realiza porque las ha entregado a manos privadas en el marco de la reestructuración neoliberal del Estado; la poca importancia a la organización del Polo a nivel popular, a nivel local, a nivel de los espacios de intervención de base, más allá de los momentos electorales desde las directrices de gobierno, precisamente por temor de que las bases sociales del Polo se conviertan en fuerzas de presión para el cumplimiento de los objetivos democráticos planteados programáticamente por el movimiento en el desarrollo de la lucha por el gobierno. Y criticamos la deformación que consiste en usar las responsabilidades en el Estado como parte central de los negocios privados, como un medio de acumulación burocrática al amparo de las prerrogativas del poder, violentado el verdadero interés general. La propuesta de poder del Polo tiene que modificar sustancialmente estas conductas equivocadas que desnaturalizan los objetivos transformadores de la lucha de la izquierda. Sin esa rectificación esencial, el Polo defraudaría a su militancia y a sus seguidores más esclarecidos y sacrificados, se alejaría del pueblo real y no sólo del que se identifica en el voto y haría mucho más difícil la alianza con la nueva izquierda popular, proletaria, rural y etnosocial que se está incorporando a la lucha activa. La responsabilidad duramente ganada por el Polo de representar un proceso unitario plural exige este cambio de enfoque. El futuro gobierno del Polo en Bogotá partirá de todo lo ganado en los últimos ocho años de administración: los importantes avances en la educación pública universalizada; la lucha contra el hambre en los comedores populares, los colegios y entre las personas mayores; los logros en la salud, en promoción y prevención, en atención básica, en salud al hogar; el apoyo a los vendedores ambulantes, el sistema integrado de transporte y los pasos firmes hacia el desarrollo del Metro. Pero no podría ocultar los errores y omisiones derivadas de un estilo de gobierno que desconoce el colectivo de la organización, que se parcializa hacia el sector exclusivo del gobernante, cuando el esfuerzo para alcanzar el triunfo fue tan plural como las fuerzas que integran el Polo. Nada autoriza a privilegiar exclusivamente a los aliados vergonzantes provenientes del partido liberal, que contribuyeron, ciertamente, pero no para avasallar a

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Los habitantes pobres que todo lo perdieron, no pierden la esperanza de hallar a sus seres queridos.

La invitación a pensar, a dialogar, a debatir, no riñe con la fraternidad, el reconocimiento y la camaradería entre todos los y las activistas que han decidido permanecer, defender y contribuir a fortalecer el Polo.

la fuerza dirigente. Y nada autoriza a entregar a las corrientes contrarias de la coalición burocrática de gobierno cargos decisivos en la ejecución de las políticas públicas diseñadas desde el Polo. El futuro gobierno del Polo exige una afirmación, pero también una clara diferenciación con lo anteriormente anotado. La unidad del Polo –en tanto proceso unitario– reclama esa diferenciación que puede desarrollarse en distintos grados, pero exige una ruptura clara con un estilo de gobierno que ha hecho crisis y que no le pertenece. En efecto, es preciso renunciar a una herencia ajena al Polo, la herencia de la vieja politiquería de la derecha, de los negocios privados desde la política, de la complicidad con el modelo neoliberal de privatización del Estado y la desaparición de lo público. La invitación a pensar, a dialogar, a debatir, no riñe con la fraternidad, el reconocimiento y la camaradería entre todos los y las activistas que han decidido permanecer, defender y contribuir a fortalecer el Polo. Esta misma actitud es la requerida para la discusión franca con los aliados que comprendan la importancia de forjar el instrumento político para el poder democrático que el pueblo está urgiendo.

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Más allá del consenso. La maniobra de jugar afuera y barajar adentro La lógica inercial del avestruz Jorge ganTiva Silva Filósofo. Universidad Nacional de Colombia Profesor Titular Universidad del Tolima

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011 será un año decisivo para la izquierda democrática. El Polo Democrático Alternativo, inmerso en su lógica inercial y en la obsesiva disputa de su aparato, no logra vislumbrar una salida a su crisis. Lo peor de todo ha sido empecinarse en transitar un camino equivocado. Los dos bloques en conflicto tienen un punto en común de no retorno: coinciden en disputarse el aparato del partido en un año crucial para la contienda electoral, sin haber mediado ninguna discusión democrática en sus bases, sin que su dirigencia haya mostrado sensibilidad ante los interrogantes cruciales de su proyecto y de las demandas ciudadanas y populares, y sin haber alcanzo niveles superiores de unidad y organización que permitan obtener un consenso de grado avanzado. Su creciente pérdida de credibilidad y deterioro de su imagen pública no han estado acompañadas de un proceso reorientación y reconstrucción de su propuesta. Algunos de sus logros, como la acción parlamentaria, se ven opacados por la precaria articulación con la deliberación pública, la movilización de las comunidades y la ausencia de democracia participativa como lo establecen el Ideario de Unidad.


Instituciones educativas se convierten en albergues para las familias afectadas.

Pretender saldar esta crisis por el procedimiento del consenso, es solo una maniobra de una minoría que juega afuera en conexión con las opciones del centrismo y que a la vez intenta disputar el aparato buscando barajar la recomposición burocrática del poder interno. Esta es la intención que lidera Petro afuera y la pretensión del grupo centrista que busca el consenso internamente para recomponerse, toda vez que sus pocos parlamentarios no pueden jugar afuera por la “Ley de bancadas”. A toda costa buscan reacomodarse recurriendo al consenso, a la espera de nuevas circunstancias externas en un escenario nacional e interno muy desfavorable. Los verdes de Mockus y Peñaloza, por su parte, han sido reacios para admitirlos en momentos en que aquellos siguen atascados en su política de centroderecha y éstos no lograr “saltar la talanquera”. Es interesante ver la manera cómo las formaciones políticas actúan en sus crisis. Podría hacerse un parangón con el viejo proverbio: por su capacidad de asumir las crisis los conoceréis, porque develan los esquemas mentales y el tipo de cultura política. Desconocer una crisis es como hundir la cabeza en la arena; desconocer la gravedad de esta crisis en particular, es sencillamente defender un statu quo que a todas luces conduce al fracaso. Un partido en crisis es un enfermo que requiere un tratamiento adecuado. Una suerte de “santanderismo” inercial subyuga la conciencia de cierta dirigencia polista: se encierra en la disputa del aparato, de sus recursos y de sus poderes simbólicos.

Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Después de dos meses de penurias, la calle 9 con carrera 2 es el único sector seco en Campo de la Cruz.

Pese a la adopción de la “democracia participativa” como parámetro ideológico y programático del partido –que suscitó un gran entusiasmo en el inolvidable Maestro Fals Borda y en las regiones y bases–, todo parece evidenciar que su comprensión y puesta en práctica sigue siendo todavía una promesa. La indiferencia y la arrogancia han sido la respuesta dominante del grupo mayoritario; y, en los sectores centristas, el chantaje y la maniobra operan como jugada para recomponerse y ganar con “cara y sello”.

El consenso como maniobra Lejos de considerar los elementos y grados del consenso como concepto integral, los firmantes de la carta enviada al CEN del grupo petrista señalan como principio lo que es solo un aspecto del ejercicio de la democracia, y no propiamente el principal. El primer punto de sus reclamaciones plantea: “El compromiso serio y explícito de respetar la regla del consenso en las decisiones fundamentales del partido” (Carta al CEN, 20 de enero de 2011). A todas luces, ni el consenso es la regla de oro de la democracia ni el Polo ha establecido el consenso como regla fundamental para la toma de sus decisiones. Todo evidencia que su propósito es hacer el doble juego antes las serias dificultades políticas que vive este sector político. Necesitan jugar afuera con Petro y su “Corriente Democrática” y maniobrar adentro para poder participar en la recomposición burocrática, buscando solventar su doble vacío: hacia afuera tienen un escenario complicado con los Verdes y son muy débiles como fuerza independiente, y hacia dentro su espacio es reducido –además de ser minoría–, y carecen de fuerza política y moral para dirigir el partido. “El Partido promueve la democracia interna y el libre examen, busca el consenso entre sus afiliados y afiliadas, y permite la libertad de tendencias alrededor de su plataforma política”. (Estatutos, Art.2). La idea de la “búsqueda del consenso”, admitiendo la diversidad de tendencias, es un proceso de construcción, sin menoscabo de la toma de decisiones por la vía de la democracia participativa: “En todas sus decisiones el Partido buscará el consenso o en su defecto, la

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¡Desolación es lo único que queda!

mayoría de votos entre los afiliados y afiliadas del respectivo organismo”. (Art. 13. Subr. nuestro). En la democracia hacen parte de las decisiones tanto el consenso como la regla de la mayoría, indicando que la “correlación de fuerzas” y la coyuntura política las sobredetermina. En este caso, un grupo minoritario pretende echar mano de algo particular convirtiéndolo en algo universal para maniobrar en medio de sus limitaciones. El Polo plantea el “Reconocimiento y respeto de los derechos de las mayorías y de las minorías” (Art. 22.2). Sin embargo, muchos de sus líderes y grupos han privilegiado la política de “todo o nada”, como es el caso de Luis Eduardo Garzón y de Petro, o de quienes, aferrados mayoritariamente al aparato, han desestimado el principio fundante de la democracia participativa. Las minorías han preferido retirarse y saltar al vacío del centrismo; y las mayorías del aparato se han quedado anquilosadas, defendiendo rígidamente el partido/maquinaria, con poca iniciativa política, serias limitaciones organizativas y cuestionamientos morales. Rosa Luxemburgo advertía que se llega a la mayoría sobre la base de la justeza del programa y de la táctica; y no al revés. Las mayorías entonces no son sumas acomodaticias ni pragmáticas sobre intereses particulares, sino cristalizaciones programáticas que marcan el rumbo de una estrategia de transformación de la sociedad. El consenso no parece ser la característica principal de la democracia. Resulta sospechoso que el consesualismo adopta la forma legitimante de los unanimismos, la uniformidad y la ausencia de crítica y debate. El consenso aparece como un momento de hegemonía en una situación determinada según la “correlación de fuerzas” (Bobbio analiza la diversidad de grados de consenso, las condiciones de la sociedad, los lineamientos

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En una bella expresión, Simón Rodríguez –el maestro de Bolívar–, decía que “la fuerza material está en la masa” y “la fuerza moral en el movimiento de la masa”.

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¡¿Y… ahora?!

ideológicos y programáticos y el sistema de reglas de juego) y deja de existir cuando una de las partes rompe el pacto de las “creencias largamente compartidas” y se separa de los “principios, valores y normas” acordados y lo utiliza, como en este caso, para desafiar el poder del partido: dirección nacional, consenso y sanción a la administración en Bogotá. Conviene señalar la complejidad de los procesos de construcción de los consensos en sociedades y formaciones políticas marcadas por el caudillismo, la cultura autoritaria, el parlamentarismo y los esquemas mentales basados en la exclusión, el silenciamiento, el espíritu vengativo y el transfuguismo. Es claro entonces que resulta incompatible para la izquierda democrática como proyecto alternativo la pretensión de defender la “unidad nacional” de Santos.

El ocaso del partido/maquinaria La izquierda colombiana lleva en su historia un sinnúmero de experiencias fallidas. Aunque parezca sorprendente la obsesiva fijación por los aparatos partidarios y las formas de control burocrático, amén de su tradicional transfuguismo, hace muy difícil hablar en sentido estricto de partidos políticos modernos de la izquierda. Sigue operando la forma-partido como maquinaria de control y como máquina de poder vertical, como agencia electoral y como sistema de promoción clientelar y caudillista. Luego del fracaso del “socialismo real” y de las transformaciones del capitalismo tardío, es difícil seguir rumiando la tesis del partido/maquinaria. Lenin dice que el contenido de la política es lo que define la organización. Hoy habría que decir que el tipo de organización forma parte de las definiciones programáticas e ideológicas. Desde la AD-M19 hasta hoy han predominado el caudillismo y el aparatismo, en detrimento de la forma-partido/movimiento que formuló sabiamente Orlando Fals Borda. En modo alguno se trata de una organización social paralela al partido, tampoco de la vieja práctica de la “correa de transmisión”. Ni sistema de ONGs ni caudillismo ni parlamentarismo, como plantea el centrismo, ni verticalismo ni aparatismo ni “correa de trasmisión”, como practica la izquierda tradicional.

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Después de una larga vida de trabajo, sólo quedan algunos pocos enseres y la desesperanza

Así, el sentido de la democracia trasciende el consensualismo y se apoya en el protagonismo de los sujetos y en la construcción colectiva de sus reglas. He ahí la importancia de desburocratizar la crisis del partido y desparlamentarizar el rumbo de la política. Se trata de devolverle la palabra al sujeto y recuperar la credibilidad de la izquierda democrática, volcando la atención sobre los grandes problemas nacionales.

En la resistencia contra la globalización neoliberal han surgido una diversidad de experiencias, muchas de ellas con triunfos históricos y otras en procesos embrionarios. Bolivia es un referente obligado por la forma como se asumió el reto del partido/ movimiento. La experiencia en Venezuela, Ecuador, Uruguay y Brasil revelan una gran tensión acerca de la forma/partido-maquinaria. El punto crucial es saber superar la burocratización de la política, la separación de la dirigencia respecto de la base y la sustitución de lo constituyente por lo constituido. Se trata de impedir la clausura del proceso de interpelación recíproca entre la forma/partido y la sociedad, las comunidades y la ciudadanía. Efectivamente el partido/maquinaria desmoviliza, paraliza el pensamiento, mantiene alienado a los oprimidos en la supuesta salvación de los “grandes señores” y sus caudillos. Esta razón profundiza el descreimiento de la política de izquierda y conduce al hastío y la desmoralización. En una bella expresión, Simón Rodríguez –el maestro de Bolívar–, decía que “la fuerza material está en la masa” y “la fuerza moral en el movimiento de la masa”. Así, el sentido de la democracia trasciende el consensualismo y se apoya en el protagonismo de los sujetos y en la construcción colectiva de sus reglas. He ahí la importancia de desburocratizar la crisis del partido y desparlamentarizar el rumbo de la política. Se trata de devolverle la palabra al sujeto y recuperar la credibilidad de la izquierda democrática, volcando la atención sobre los grandes problemas nacionales.

Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Falsedades retóricas y falacias teóricas del nuevo neoliberalismo en Colombia. Crecimiento y convergencia regional Un nuevo neoliberalismo en Colombia

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José Francisco Puello-socarrás UNSAMCONICET-FISYP

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as bases del Plan de Desarrollo: Prosperidad Para Todos: más empleo, menos pobreza y más seguridad, bitácora de las políticas institucionales en el país durante el próximo cuatrienio, de entrada realiza un diagnóstico errado y que sólo podría ser señalado de cándido o absurdamente cínico. Se insiste en que “durante la última década el país cambio de rumbo” y se exponen, entre un par adicional de datos, los “avances” registrados en términos del crecimiento económico, los niveles de la inversión extranjera directa en el país y las exportaciones. Pero, incluso manteniendo las cifras oficiales, para nadie es un secreto que en la última década los indicadores socioeconómicos colombianos exhibieron registros preocupantes y los fingidos avances, cuando se colocan en perspectiva comparada ya sea con los países de la región o con el mundo, manifiestan una mediocridad meridiana. Los demás números –especialmente, los sociales– y la realidad en este terreno tampoco dejan mentir. Los progresos –si es que los hubo, más allá de dos o tres registros de alto impacto para el gran capital (y las

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Los grandes proyectos de infraestructura destruyen el medio ambiente en función de las necesidades de la acumulación capitalista. Proyecto eléctrico de Sogamoso (Santander). Se requiere represar el Río Sogamoso para construir un embalse de 7 590 hectáreas, cubriendo la zona del bajo Sogamoso hasta su desembocadura en el Río Magdalena. Imagen: http//: www.flickr.com/jjrestrepoa

transnacionales, sobre todo), pero de bajo impacto social (para las mayorías cada vez más empobrecidas en Colombia)– fueron exiguos, y un análisis serio y en conjunto de la economía colombiana revela grandes y graves retrocesos. Ya en diciembre de 2009, el diario económico oficialista Portafolio –de la casa editorial El Tiempo y del hoy presidente Santos– resumía en un artículo bien polémico “los avances” de la primera década del nuevo milenio en materia social: “[…]los índices de pobreza del país son muy elevados, que el desempleo es el más alto de América Latina, que el índice de desigualdad es el mayor de la región, que la corrupción asoma su fea cara periódicamente o que la violencia sigue dando zarpazos”1. Y a un año de ese editorial, las cosas se han modificado muy poco. Pero más allá de varias polémicas afirmaciones –en sentido estricto, falsedades– que inundan el Plan (entre otros, el anuncio de conformar la OCDE), hay que subrayar tres aspectos llamativos que hacen parte del corpus de lineamientos del modelo santista y sus políticas para los siguientes años: 1)

1 “Una década con avances”, Portafolio (30 diciembre 2009). Cfr. “¿Una década con avances? Respuesta a propósito de un editorial de Portafolio”, disponible en línea en: www.colombiadesdeafuera.wordpress.com. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Hidroeléctrica de Urrá I. Departamento de Córdoba. Entre las características polémicas de este proyecto se establece la inundación del 12% del Parque Nacional Natural Paramillo

el crecimiento y convergencia regional, 2) el emprendimiento y 3) el buen gobierno. Estos lineamientos adquieren una visibilidad especial en tanto aparecen como punta de lanza de los nuevos artificios retóricos (discursivos) y teóricos (aparentemente ‘técnicos’, pero, en realidad, profundamente ideológicos) tan novedosos como determinantes para percatarse de la continuidad del modelo neoliberal en el país. Sería preciso realizar algunos comentarios sobre el significado del primer componente (convergencia y crecimiento) expuesto en el Plan, ya que en otras oportunidades he analizado con relativa profundidad los relativos al emprendimiento y el buen gobierno como nodos de la nueva retórica de una misma discursiva y prácticas en el nuevo neoliberalismo2.

¿Convergencia y crecimiento? Según el Plan, el enfoque regional es uno de los pilares para “reducir” los desequilibrios sociales, “mejorar” la calidad de vida de la población, y “movilizar” las capacidades de desarrollo endógeno, “aprovechando los efectos de vecindad y sus externalidades positivas para alcanzar mayor crecimiento y competitividad regional. Para ello se requiere definir incentivos en materia de localización de actividades productivas y de asignación de inversiones y recursos, y aprovechar de manera sostenible los recursos naturales” (p. 24). ¿Qué es lo que se propone esta combinación entre convergencia y crecimiento, considerada ahora una novedad? ¿En qué consistiría este enfoque? Las principales aproximaciones sobre la convergencia regional se fundamentan en un amplio marco de enfoques neoclásicos de la teoría económica que desde hace más de media década y en sus distintas versiones han venido generando variados debates sobre el particular. En su conjunto, todas ellas gravitan en torno a una misma concepción convencional del crecimiento y privilegian la preponderancia de las fuerzas del mercado, sean éstas concebidas como libres y espontáneas (tal como era defendido en el pasado por la ortodoxia neoliberal y el llamado “fundamentalismo de mercado”), o también como lo defiende hoy y en medio de la crisis global la 2 Cfr. mi libro: Nueva Gramática del Neoliberalismo, disponible en línea en www.espaciocritico.com. También: “Del Homo Œconomicus al Homo Redemptoris. Emprendimiento y Nuevo Neo-liberalismo”. Otra Economía. Revista Latinoamericana de Economía Social y Solidaria (Polvorines: RILESS) Vol. 4, No. 6. I semestre. ISSN 1851-4715. Disponibles en línea: http://www.riless.org/otraeconomia. _28

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emergente heterodoxia del nuevo neoliberalismo que reserva el mismo rol a las fuerzas de mercado pero reguladas, es decir, convocando la presencia –necesaria pero pasiva– del Estado y de las instituciones públicas, las cuales existen exclusivamente para compensar y corregir las inevitables fallas del mercado y de esta manera garantizar su ‘buen funcionamiento’. Estas teorías siempre han mantenido una particular desconfianza ante la posibilidad de la intervención activa del Estado como vía para alcanzar el desarrollo (sea global, nacional, regional, local) y en clara oposición a esa alternativa. La sugestiva frase con la que se sintetiza el Plan santista: “El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario” (p. 21) y la fórmula que denominan Tercera Vía, entre otros, son síntomas por antonomasia de lo que acabamos de decir. La visión ofrecida por el nuevo Plan de Desarrollo en relación con este tópico implica decididamente una versión neoliberal del crecimiento regional (endógeno), más allá de que estas teorías se intenten presentar con una relativa sofisticación que tiene por objeto ocultar la verdadera naturaleza de estos enfoques así como sus posibles efectos y consecuencias. ¿Qué conclusiones se podrían desprender de una visión como ésta?

La ilusión de la convergencia entonces resulta más bien sospechosa y parecería ser la excusa perfecta, entre otras, para seguir profundizando el modelo en su fase superior e insertar al país definitivamente en la globalización neoliberal (con los degradantes Tratados de Libre Comercio, empezando por los de los Estados Unidos y el suscrito con la Unión Europea), y no para regenerar los niveles de vida regionales ni mucho menos para instaurar un crecimiento equilibrado de carácter nacional.

Un documento de la CEPAL-ILPES que explora el panorama contemporáneo de las teorías de desarrollo, proporciona algunos elementos de juicio en torno a los aspectos contemplados por el Plan. Dice, por ejemplo, el profesor Edgard Moncayo: (…) por la lógica interna de los modelos de crecimiento endógeno [Nota: como el que se defiende en el Plan], los teóricos de este enfoque, han seguido cuestionando la validez de la evolución hacia la convergencia inducida solo por las fuerzas de mercado (…) En síntesis, las teorías del crecimiento endógeno Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo. Departamento del Huila. Ubicado en la cuenca alta del Río Magdalena. El origen de la obra, su naturaleza y el ejemplo de los daños causados —y nunca reparados— por Betania, han creado un movimiento de protesta.

consideran que, de una forma u otra, los ricos tienden a ser más ricos como consecuencia de los rendimientos crecientes de escala y que la convergencia se circunscribe al club de los territorios que tienen la base de capital humano suficiente para valerse de la tecnología moderna” (cursivas fuera del texto)3. Pero a este diagnóstico no solo se accede teóricamente. También empíricamente. Los estudios realizados por los mismos seguidores de estos enfoques encuentran que bajo ellos, y en casos de la vida real, en Europa antes que alguna relación entre convergencia y crecimiento regional se ha producido más bien una “polarización entre regiones de altos niveles y bajos niveles de renta y una disminución del número de regiones con renta intermedia”, con lo cual se ha venido generando una brecha entre regiones muy ricas y otras muy pobres, en lo que se ha denominado los clubs de convergencia (Baumol), situados en ambos espectros de renta (alta y baja). En nuestro contexto latinoamericano la situación no es diferente. Los casos estudiados –comenta Moncayo, entre ellos: Brasil, Perú, Chile y Colombia– muestran retrocesos, con regiones ganadoras y otras perdedoras netas, además del incremento (la mayoría de las veces, inusitado) de las disparidades entre las regiones al interior de los países. Por lo tanto, antes que comprobarse algún tipo de avance hacia la pretendida hipótesis de convergencia regional, las investigaciones en general, falsean esta idea. Según analistas fieles al neoliberalismo, como Jeffrey Sachs, la única manera para entrar en “el club de la convergencia” sería adoptar políticas económicas “apropiadas” y que, en lo fundamental, significarían: a) aumentar los niveles de apertura internacional (desregulaciones y re-regulaciones favorables al capital transnacional) y b) garantizar la protección de los derechos de propiedad (privados, por supuesto, y que también coadyuvan en un ambiente “favorable” a lo primero). Otros autores en la misma línea subrayan los impactos positivos de mejorar la infraestructura social (instituciones y políticas públicas), un eufemismo que 3 Moncayo Jiménez, Edgard, “Evolución de los paradigmas y modelos interpretativos del desarrollo regional”, Gestión Pública, No. 13, CEPAL-ILPES, 2001, p. 36. _30

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Si se quisiera avanzar en un horizonte de mejoras, la verdadera discusión sería instalar el debate amplio y necesario sobre la transformación radical del modelo de desarrollo económico y social, desde luego y en primer lugar, de corte antineoliberal. Pero los planteamientos que suma el Plan, refuerzan la tozudez de no virar el rumbo y, con ello, avalar los lamentables resultados –principalmente en el terreno social– vistos por lo menos las últimas tres décadas bajo el neoliberalismo.

nuevamente termina entrampado en la “necesidad” de favorecer la apertura internacional como la condición sine qua non de la hipotética convergencia. La ilusión de la convergencia entonces resulta más bien sospechosa y parecería ser la excusa perfecta, entre otras, para seguir profundizando el modelo en su fase superior e insertar al país definitivamente en la globalización neoliberal (con los degradantes Tratados de Libre Comercio, empezando por los de los Estados Unidos y el suscrito con la Unión Europea), y no para regenerar los niveles de vida regionales ni mucho menos para instaurar un crecimiento equilibrado de carácter nacional. Desde la evidencia empírica a nivel mundial y también tomando en cuenta el desarrollo de estas perspectivas teóricas, el profesor Moncayo concluye en su artículo: “En balance, de la aplicación de los distintos modelos de convergencia se extraen resultados contradictorios… desde la perspectiva de los modelos de crecimiento endógeno se predicen procesos de polarización o de mantenimiento de los desequilibrios…”4 . Si se quisiera avanzar en un horizonte de mejoras, la verdadera discusión sería instalar el debate amplio y necesario sobre la transformación radical del modelo de desarrollo económico y social, desde luego y en primer lugar, de corte antineoliberal. Pero los planteamientos que suma el Plan, refuerzan la tozudez de no virar el rumbo y, con ello, avalar los lamentables resultados –principalmente en el terreno social– vistos por lo menos las últimas tres décadas bajo el neoliberalismo. El Plan en este sentido debería ser honesta y debidamente resubtitulado, intercambiando el orden de sus adjetivos, pues sin duda lo que generará hacia adelante será más pobreza y menos empleo… La historia más reciente no nos deja olvidar que en el marco del neoliberalismo sencillamente no hay futuro. Ni en el viejo ni en este ‘nuevo neoliberalismo’.

4 Ibídem, p. 37. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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¿Prosperidad para todos? La llamada convergencia regional

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edwin andrés Martínez Economista Profesor Universidad La Gran Colombia

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l desarrollo desigual y combinado es una de las características del modo de producción capitalista, que, sin embargo, bajo el capitalismo del subdesarrollo, en la periferia, adquiere formas más visibles y traumáticas. No sólo ocurre en los países de mayor atraso relativo; de este fenómeno tampoco se escapan los países que conforman el bloque BRIC. Por el contrario, el común denominador de Brasil, Rusia, India y China es la existencia de grandes disparidades en el grado de desarrollo espacial-regional, así como profundas desigualdades de ingreso. La teoría económica del desarrollo ligada al dogma neoliberal tiene serios problemas a la hora de demostrar la convergencia en el nivel de desarrollo, tanto entre países como al interior de los mismos. La historia muestra que ni siquiera en los periodos de significativo crecimiento económico de la periferia ha existido un comportamiento que permita concluir que la distancia entre los países desarrollados y subdesarrollados tienda a reducirse. Es más, la brecha no solo permanece en lo económico, también se traslada al plano cultural, político y social. No ha sido suficiente para la convergencia que algunas

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Proyecto Hidroeléctrico Porce II, III , IV. Departamento de Antioquia. Se inundan 890 hectáreas captadas del Río Porce para nutrir la Central Hidroeléctrica de Porce II

capas sociales de la periferia desarrollen un patrón de imitación de la sociedad de consumo norteamericana y europea. En Colombia, el problema de las desigualdades regionales es una constante histórica. La concentración de la producción, la tecnología, los ingresos, la infraestructura y la productividad ha acompañado toda la vida republicana. Hacia finales de los años cincuenta del siglo pasado se estableció el ejercicio de la planeación como una obligación de los gobiernos de turno, gracias a la creación del Departamento Nacional de Planeación. Sin embargo, sólo hasta 1970, bajo el gobierno de Misael Pastrana, aparece el primer Plan de Desarrollo. No obstante, ninguno de los planes presentados desde aquella época ha logrado resolver el problema de las desigualdades regionales. En el periodo histórico de la Industrialización por Sustitución de Importaciones –definido desde el punto de vista del modelo de desarrollo imperante– aunque se intentó promover políticas de industrialización, productividad e infraestructura por fuera de los intereses de la división internacional del trabajo y se privilegió el fortalecimiento del mercado interno, los intereses económico-políticos de las regiones más importantes del país predominaron sobre la necesidad de ejercer una planeación hacia la convergencia, de modo que antes que promover una evolución simétrica de

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Proyecto Hidroeléctrico Porce. El proyecto que se lleva a cabo para Empresas Públicas de Medellín, a través de la firma Ingenieros Consultores, Ingetec, se adelanta en una de sus fases en la UN en Manizales, por medio del diseño del vertedero de excesos.

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las regiones, aquellas que ya presentaban un mayor grado de desarrollo y concentración resultaron más beneficiadas. Posteriormente, con el ascenso del neoliberalismo de la globalización, el ejercicio planificador se ha ajustado plenamente a las necesidades de la división internacional del trabajo, con sus rasgos sobreexplotadores y neocolonizadores. El resurgimiento de la economía minero-extractiva y el fortalecimiento de las grandes plantaciones agroexportadoras son manifestaciones de este proceso. En este caso, la planificación traslada la competencia desigual y salvaje del mercado capitalista mundial hacia el interior del país, creando claramente regiones ganadoras y perdedoras. Con este telón de fondo, las disparidades regionales no desaparecen, sino que se profundizan y complejizan aún más. El Plan Nacional de Desarrollo Prosperidad Para Todos 2010-2014 (Ver: www.dnp.gov.co) se enmarca en el propósito de profundizar el modelo minero-agroexportador, que fue impulsado de manera entusiasta por el gobierno anterior de Álvaro Uribe. La Visión 2010-2014 del PND actual es una reedición de la Visión Colombia 2019 en la cual el gobierno de Uribe plasmó los rasgos generales de lo que sería una economía completamente entregada a las multinacionales y al gran capital financiero nacional e internacional. El documento que sustenta el PND, en su capítulo 2, Convergencia y Desarrollo Regional, Caracterización, Dinámica y Desafíos, presenta los elementos centrales de la estrategia del gobierno Santos para abordar la cuestión regional como uno de los pilares para alcanzar “prosperidad para todos”. Para este propósito, el papel del Estado se enmarca en el eufemismo de la “Tercera Vía”, que esconde la receta neoliberal: “El mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario”

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(PND, p. 21). Y más adelante precisa: “el Estado es quien despeja el camino –fija las reglas de juego y dirime los conflictos–, pero el sector privado es quien lo construye y lo recorre”. En base al cálculo de un indicador de capacidades de desarrollo endógeno, el Plan divide al país en 6 zonas. Con ello, establece cuáles son las diferencias en materia de productividad, infraestructura y tecnología, entre otros factores. De allí plantea lineamientos estratégicos para cada zona, de acuerdo con sus “potencialidades” de desarrollo endógeno. Por ejemplo, mientras que en la zona central el objetivo es fortalecer la infraestructura logística, de comunicación, ciencia y tecnología, en la zona Caribe e insular se hace énfasis en la creación de clústeres turísticos y en el desarrollo de la industria minera-energética. Este último sector se privilegia como eje transversal para lograr la convergencia regional No obstante, el conjunto del modelo de desarrollo plasmado en el documento deja serias dudas sobre las posibilidades de alcanzar niveles de convergencia entre las regiones. No existe coherencia entre el propósito de mitigar las desigualdades regionales y promover el crecimiento a través de las “locomotoras” de la economía minera, extractiva y agroexportadora. Cuando se analiza el comportamiento en los últimos años de estos sectores desnacionalizados, las conclusiones no parecen indicar que la convergencia y el desarrollo regional se logren por esta vía. Por ejemplo, el periodo 200420081 muestra que aquellas regiones donde hacen presencia sectores como El conjunto del modelo de desarrollo plasmado en el documento deja serias dudas sobre las posibilidades de alcanzar niveles de convergencia entre las regiones. No existe coherencia entre el propósito de mitigar las desigualdades regionales y promover el crecimiento a través de las “locomotoras” de la economía minera, extractiva y agroexportadora.

1 Estas conclusiones provienen del estudio: Florián, Jhon y Martínez, Edwin Andrés. Desarrollo y Subdesarrollo. Aproximación al Estructuralismo Latinoamericano. Texto Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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La conclusión es obvia: en términos regionales, la prosperidad no será para todos. Será para las zonas menos atrasadas del país y para aquellos sectores industriales ligados al capital multinacional que no irrigan sus buenos resultados en materia de productividad y desarrollo tecnológico, sino que se comportan como enclaves que no generan encadenamientos productivos.

el petróleo, la minería o las grandes plantaciones agroexportadoras presentan grandes brechas de productividad al interior de estas industrias. Este es el caso de Santander, Boyacá y varios departamentos de la Costa Atlántica. Para la economía santandereana, solo un sector, el del petróleo, presenta niveles importantes de productividad, mientras que la producción de alimentos y algunos bienes manufacturados son 80% menos productivos que el sector extractivo. Al evaluar la productividad por departamentos se observa que Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca son los más productivos en casi todos los renglones de la industria, especialmente en la elaboración de productos alimenticios y bebidas, fabricación de equipo y aparatos de radio y comunicaciones; así mismo, estas regiones son las que presentan mayor diversidad productiva. Caso contrario son los departamentos de la Costa Atlántica y otros donde predominan los sectores extractivos. Mientras que departamentos como el Valle del Cauca presenta un indicador de productividad relativa de 0.44 en la elaboración de alimentos y bebidas2, en departamentos como Bolívar este indicador llega apenas a 0,22, y en Sucre, La Guajira y Cesar es de 0,12, 0,05 y 0,01, respectivamente. Lo anterior significa que estos sectores definidos como “locomotoras productivas” y “promotoras de la convergencia” no han contribuido a la diversificación productiva ni siquiera en las regiones donde hacen presencia. Dado que están destinados al sector externo y su propiedad es principalmente extranjera3, en proceso de publicación. 2 Este indicador va de 0, cuando la productividad es muy baja, a 1, para el nivel más alto de productividad. 3 La inversión extranjera, que ha pasado de 2 000 millones a comienzos de la

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Proyecto de Trasvase del Río Manso. Departamento del Tolima. Ahora las aguas del Río Manso se están aprovechando para aumentar la capacidad de generación eléctrica en la Central Hidroeléctrica Miel I.

la elevada productividad que presentan no se traduce en el surgimiento o consolidación de nuevos sectores industriales que permitan elevar el nivel de desarrollo de estos departamentos. De modo que su papel como “locomotoras” queda en entredicho. Además, llama la atención que en el Plan de Desarrollo del gobierno Santos, las inversiones destinadas a mejorar las capacidades tecnológicas y la competitividad no estén elaboradas para lograr la convergencia regional. Cuando se analizan las capacidades tecnológicas de los departamentos colombianos, se encuentra que la creación de tecnología, la infraestructura tecnológica y el desarrollo de capacidades humanas se concentran en Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca. Mientras que en Bogotá el índice de producción de patentes fue de 1 (en una escala que va de 0 a 1), en departamentos como La Guajira, Córdoba, Putumayo, este indicador fue inferior a 0,1. Caso similar ocurre al analizar variables como la cobertura de Internet, la población en edad universitaria matriculada en cada región o la media de años de escolaridad de la población mayor de 14 años. En la propuesta del gobierno Santos se insiste en favorecer el desarrollo de la competitividad de aquellas regiones más avanzadas en estos indicadores. La conclusión es obvia: en términos regionales, la prosperidad no será para todos. Será para las zonas menos atrasadas del país y para aquellos sectores industriales ligados al capital multinacional que no irrigan sus buenos resultados en materia de productividad y desarrollo tecnológico, sino que se comportan como enclaves que no generan encadenamientos productivos, profundizan el intercambio desigual en el plano externo y a nivel interno y, en consecuencia, ahondan el rasgo más protuberante del capitalismo del subdesarrollo: el desarrollo desigual y combinado.

década anterior hasta 10 000 millones en los últimos años, se concentra en estos sectores. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Agricultura y prosperidad democrática 1. La agricultura en el Plan de la “Prosperidad para todos”

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Jairo arMando Jurado estrada Economista

n medio de las fosas comunes, los cementerios clandestinos y de 6.6 millones de hectáreas despojadas por la violencia, el gobierno de la Unidad Nacional de Juan Manuel Santos no ahorra argumentos para resaltar las supuestas bondades de la Ley de Tierras y de los lineamientos de Política Agropecuaria y Desarrollo Rural contenidos en las Bases de su Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo, un análisis del tema sugiere varias dudas sobre su efectividad. En primer lugar, el Plan deja sin perspectiva de solución tres aspectos fundamentales que caracterizan el problema agrario colombiano: la gran concentración de la tierra; los procesos violentos de expropiación; y la generación de una población “excedentaria”, que no se articula a los mercados urbanos, fluyendo hacia la informalidad, las economías extractivas y los eslabones primarios del narcotráfico. Por otra parte, las metas del Plan no inciden positivamente en la reducción de las desigualdades en el campo. El coeficiente Gini del sector rural es del 0.86 (superior al promedio de los países de América Latina y uno de los más altos del mundo)1. Los indicadores de pobreza se han incrementado considerablemente, mientras la pobreza urbana alcanzó el 40%,

1 Machado, Absalón. “La tierra y el desarrollo humano”. En: Hechos de Paz: La tierra y el Desarrollo Humano. PNUD. Bogotá, 2010. p. 5. http://hechosdelcallejon. pnudcolombia.org/hechos _ 57/La _ tierra _ y _ el _ desarrollo _ humano.pdf _38

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“El capital transnacional persigue con infinita voracidad los recursos mineros y energéticos del planeta”: Drummond Company. Mina de Carbón La Loma - “Pribbenow”. Departamento del Cesar. La multinacional ha desviado el Caño San Antonio para ampliar la explotación de carbón.

en el sector rural esta se elevó al 63%2. Estas desigualdades, derivadas de la ausencia de una reforma agraria estructural, no tienen perspectivas reales de solución, pues las metas del Plan se orientan más hacia el impulso de la gran agricultura comercial y empresarial que hacia el fortalecimiento del principal productor de alimentos en Colombia: la economía campesina. El fortalecimiento de la gran agricultura comercial y empresarial tiene como telón de fondo los cambios económicos registrados durante el último cuarto del siglo XX, durante el cual se abandonaron los objetivos del desarrollo y la modernización, al igual que los principios de la industrialización sustitutiva, para reemplazarlos por un modelo de financiarización especulativa y reprimarización de la economía3. En este contexto, el Plan implementa un modelo de desarrollo rural agroindustrial basado en cultivos para exportación y la producción de biocombustibles que arrastrará a Colombia a un escenario de desabastecimiento alimentario y de reconversión productiva, generando cambios sustanciales en la vocación agroalimentaria del país en beneficio de las transnacionales y el latifundio. La política sectorial gira, entonces, alrededor de “aumentar las escalas de la producción bajo un enfoque de conglomerados productivos”4 y de “involucrar a los pequeños productores en esquemas asociativos que

2 Valencia, Reina Lucia (coordinación periodística). Cuadernos tierra y justicia No. 11: El mandato agrario vive 2002-2010. Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA). Bogotá, 2010. p. 2 3 Libreros, Daniel y Sarmiento, Libardo. “La hegemonía de la oligarquía finaciero-terrateniente en Colombia”. En: Revista Espacio Crítico. No. 7, Julio-Diciembre. p. 5. http://localhost/ espaciocritico.com/articulos/rev07/n7 _ a11.htm 4 Departamento Nacional de Planeación. Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2010 – 2014 Prosperidad para Todos. Bogotá, 2010. p. 186. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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faciliten su incorporación en procesos de empresarización y articulación con inversionistas privados”5. De igual manera, las metas del Plan se articulan con la Visión Colombia 2019, donde se contempla un escenario de crecimiento del mercado transnacionalizado y la integración del país al mundo a través de bloques económicos, con el falso argumento de que el mercado interno es demasiado pequeño para absorber el potencial de la producción agropecuaria.

2. ¿A quién le sirve la política agropecuaria?

El Plan implementa un modelo de desarrollo rural agroindustrial basado en cultivos para exportación y la producción de biocombustibles que arrastrará a Colombia a un escenario de desabastecimiento alimentario y de reconversión productiva, generando cambios sustanciales en la vocación agroalimentaria del país en beneficio de las transnacionales y el latifundio.

Ninguna iniciativa gubernamental ha permitido superar los principales problemas asociados a la anacrónica estructura agraria que constituye la génesis del conflicto social y armado. Un balance histórico de la política agraria en el último siglo muestra que las intenciones reformistas y liberales propuestas desde 1936 fueron desplazadas por cada nueva norma (hasta concluir en 1994 con la ley 160 y, actualmente, con el proyecto de Ley de Tierras), bajo la lógica depredadora de la transformación del modelo de acumulación capitalista, de los sucesivos ciclos de violencia impuestos por los diferentes regímenes políticos y de un sistema gatopardista, “en donde todo cambia para que todo siga igual”6. Así, la propuesta de Reforma agraria de los años 30 desembocó en la reacción terrateniente y en la generalización de la violencia de los años cuarenta y cincuenta. Más tarde, con el régimen frentenacionalista, se volvió a agitar la necesidad de la reforma agraria con las leyes 135 de 1961 y 1ª de 1968, la cual sería desmontada en 1973 con el Acuerdo de Chicoral. Entre 1930 y 1975, en el marco del fortalecimiento político de la burguesía industrial, el país tuvo un modelo de desarrollo basado en el apoyo y la protección al sector moderno de la economía, que constituyó un proceso de modernización violenta, de despojo y expulsión de los pequeños 5 Op, Cit. p. 186 6 Hernández, Luis Humberto. Política agraria colombiana: prefactualidad y escenarios hacia el 2019. Ponencia presentada en la Universidad Javeriana. Bogotá 2006. _40

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Trasvase Guarinó. Departamento de Caldas. Al igual que el Trasvase del Río Manso, este proyecto busca aumentar la capacidad de generación hidroeléctrica de la Central La Miel, a través de la construcción de varios túneles.

propietarios rurales: en el periodo que va de 1946 a 1958, 300 mil colombianos fueron asesinados y hubo 2 millones desplazados7. La estructura de la propiedad de la tierra en los años 60 y 70 presentó un coeficiente Gini del 0.186 (de cada 100 hectáreas 81.6 eran de un solo dueño, reflejo del problema de concentración de la propiedad, y donde la ganadería ocupaba el 90.3% de la tierra)8. Para los años posteriores al Acuerdo de Chicoral, el fenómeno de la concentración sigue el mismo comportamiento, el crecimiento de las áreas de ganadería extensiva y de la gran propiedad se acompaña del deterioro de la mediana y continua fragmentación de la pequeña. En consonancia con las directrices internacionales, las políticas agrarias de los 90 se dirigieron a la asignación de recursos de inversión, la reorganización y relocalización de la producción y a la comercialización de alimentos y materias primas para la producción de agrocombustibles, dando un giro a sus prioridades en beneficio del sector empresarial y en desmedro de la mediana y pequeña producción agrícola. El marco de esta orientación fue la ley 160 del 1994, a partir de la cual la tierra entraba en el libre juego de oferta y demanda, acentuando su tendencia a la monopolización: en 2002 las fincas con más de 500 hectáreas controlaban el 61% de la superficie predial y pertenecían sólo al 0.4% de los propietarios9. En la última década, la Ley 791 de 2002 golpeó a los campesinos desplazados al reducir los términos de la prescripción para facilitar a los usurpadores apoderarse legalmente de las tierras. La ley 793 de 2002 eliminó las normas de la Ley 333 de 1996 que ordenaban entregar para reforma agraria, resguardos indígenas y tierras colectivas de comunidades negras las tierras de extinción de dominio por enriquecimiento ilícito. De otro lado, la Ley 685 de 2001 (Código de Minas) y la legislación petrolera afectaron gravemente los derechos territoriales indígenas y afrocolombianos. Esta legislación del despojo, garantizada por la violencia, 7 Libreros, Daniel y Sarmiento, Libardo. “La hegemonía de la oligarquía finaciero-terrateniente en Colombia”. En: Revista Espacio Crítico. No. 7, Julio – Diciembre. p. 5. http://localhost/espaciocritico. com/articulos/rev07/n7 _ a11.htm 8 Vargas, Alejo. “Sobre los conceptos de sistema y régimen político”. En: Notas sobre el estado y la política. Almudena Editores. Bogotá 2001. 9 Fajardo, Darío. “Tierras, justicia y paz en Colombia”. En: Ensayos críticos No. 6. p. 53. http://www. espaciocritico.com Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Esquema Trasvase Guarinó. Departamento de Caldas.

continuó posteriormente con la Ley Forestal y el Estatuto Rural, declarados inconstitucionales por la Corte Constitucional. La expansión de la gran agricultura empresarial ha contado con generosos recursos públicos, con el amparo legal frente a la obligación de usarlos, con exenciones y con una reducida tributación de la tierra. El programa Agro Ingreso Seguro, creado por la ley 1113 de 2007, otorgó en los primeros dos meses de 2009, bajo una línea especial de crédito, 27 600 millones de pesos, de los cuales una sola compañía, Palmeros del Pacífico Sur (ubicada en Tumaco) recibió más dinero que todos los beneficiarios en cualquier otro departamento del país, pues obtuvo 4 321 Mientras el Plan de millones (más del 15% de total). De igual forma, Desarrollo impulsa tres empresas palmicultoras pertenecientes a una estrategia la familia Sarmiento Angulo (Palmas Pororó, de acumulación Palmas Sicarare, Palmas Tamacá) recibieron 3 capitalista basada en 950 millones (14,27% del total de los créditos). hidrocarburos, minería Si se suman dos palmicultores más –Asociación y agrocombustibles, de Agricultores Palma de Caunapí y Palmar El el paramilitarismo Diamante–, los palmicultores recibieron casi el y el régimen 40%de los dineros entregados10. El “giro de la política agropecuaria” de los neocorporativista le garantizan al capital últimos años no condujo a la recuperación transnacional el control productiva, sino al posicionamiento económico y territorial, abriendo el parapolítico del empresariado. La ampliación de camino a una creciente las áreas sembradas con cultivos permanentes, transnacionalización en contraposición con los temporales, generó y desnacionalización niveles profundos de pobreza y de vulnerabilidad de la economía, alimentaria. El desplazamiento forzado dejó al en el marco de la 75% de los hogares desplazados por debajo de acumulación flexible la línea de indigencia, en tanto que los niveles de y la financiarización destrucción de la agricultura parcelaria alcanzados del capital. 10 Lewin, Juan Esteban. “Palma ingreso seguro”. En: www. lasillavacia.com. Consultado 6 de octubre de 2009. _42

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condujeron al país de la autosuficiencia a la dependencia El “giro de la política de los mercados externos en cerca del 50%11. agropecuaria” de los El gobierno estima en 2 millones el número de hectáreas últimos años no condujo para la restitución de tierras; no obstante, la III Encuesta a la recuperación de verificación de los derechos de la población desplazada productiva, sino al calcula en 6.6 millones el número de hectáreas despojadas posicionamiento entre 1980 y julio de 2010, y en 434 099 el número de económico y parapolítico familias desplazadas. Junto a la Ley de Tierras, el Plan del empresariado. de Santos activará la inversión privada en las áreas La ampliación de las prioritarias de restitución (La Macarena, Buenaventura, áreas sembradas con Montes de María, El Catatumbo, Sierra Nevada, Córdoba, cultivos permanentes, Urabá, Chocó, Cauca, Nariño, Putumayo y Caquetá) y en contraposición creará “Zonas de Desarrollo Agroempresarial”, donde con los temporales, la mano de obra de los desplazados será incorporada generó niveles a la producción de agrocombustibles y de agricultura profundos de pobreza para la exportación mediante “alianzas estratégicas” o y de vulnerabilidad “asociaciones productivas”, sin contrato de trabajo y alimentaria. como supuestos “socios”. Mientras el Plan de Desarrollo impulsa una estrategia de acumulación capitalista basada en hidrocarburos, minería y agrocombustibles, el paramilitarismo y el régimen neocorporativista le garantizan al capital transnacional el control territorial, abriendo el camino a una creciente transnacionalización y desnacionalización de la economía, en el marco de la acumulación flexible y la financiarización del capital. El renovado interés del gobierno de la Unidad Nacional en el tema agrario guarda estrecha relación con la urgencia de los inversionistas que se encuentran detrás de los negocios de los agrocombustibles y la minería por “aclarar” sus “derechos de propiedad” sobre muchas de las expropiaciones violentas de tierra que de tiempo atrás han patrocinado.

11 Fajardo, Darío. Tierras, justicia y paz en Colombia. En: Ensayos críticos No. 6. p. 53. http://www.espaciocritico.com Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Política para un campo sin campesinos

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inalizando el año 2010, el Departamento Nacional de Planeación, DNP, dio a conocer el documento Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014. Prosperidad para 1 Freddy ordóñez todos . En el texto se aborda la construcción de un modelo de ruralidad pensado desde las lógicas del capital2. El Investigador ILSA campo propuesto en el Plan Nacional de Desarrollo, PND, es funcional al mercado, principalmente externo, recogiendo lo hecho por Álvaro Uribe en sus dos gobiernos 3. El modelo de ruralidad que expone el texto para estos cuatro años no es de “reforma agraria”, tal como lo quiere hacer creer el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo, sino 1 Departamento Nacional de Planeación. Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014. Prosperidad para todos. Más empleo, menos pobreza y más seguridad. Bogotá: DNP, 2010. El apartado que se analiza en este artículo es el numeral 2, “Agricultura y desarrollo rural”, del subcapítulo C, “Locomotoras para el crecimiento y la generación de empleo”, contenido en el capítulo III “Crecimiento sostenible y competitividad”. pp. 170 – 186. 2 Es decir desde la maximización de la ganancia, la optimización de costes y de explotación de la mano de obra. Montagut Xavier y Vivas Esther. Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos. Barcelona: Icaria, 2009. p. 9. 3 Básicamente toma elementos de: Visión Colombia II Centenario: 2019; Colombia país minero. Plan nacional para el desarrollo minero. Visión al año 2019; las agendas internas para la productividad y la competitividad y el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010. Estado Comunitario: desarrollo para todos. _44

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Cetral Hidroeléctrica. Departamento de Antioquia. Desde 1932 se iniciaron los estudios para revisar el potencial hidroeléctrico del Río Nare. En 1960 se firmo el contrato entre EEPPM y el consorcio integral de Medellín. Debido a que la cabecera del Municipio el Peñol y parte de Guatapé, quedaban inundadas por el embalse, se reubicaron 4.725 habitantes de la zona.

de descampesinización del campo, es decir, es el modelo de un campo sin campesinos4.

¿De dónde viene y hacia dónde va el campo colombiano? El campo ha sido el escenario de la confrontación armada y desde donde ha salido el grueso de las más de cuatro millones de personas internamente desplazadas, lo que va unido con el abandono forzado y el despojo de bienes, presentándose, de un lado, el desplazamiento forzado y el despojo como consecuencia del conflicto, y, por otro, el conflicto como consecuencia de la necesidad de desplazar y despojar; es decir, en Colombia “no solo hay desplazados porque hay guerra, sino especialmente hay guerra para que haya desplazados”5. El campesinado, los afrodescendientes y los indígenas han sido obligados a abandonar 5,5 millones de hectáreas correspondientes a sus tierras y territorios6, situación de la que han resultado beneficiados empresarios nacionales y transnacionales, de la economía legal e ilegal y el mismo Estado. Para el caso nacional, lo anterior ha sido llamado acumulación mediante

4 Es particularmente interesante que en el texto analizado únicamente se use tres veces la palabra “campesino”. 5 Mondragón Héctor. La organización campesina en un ambiente de terror. Bogotá: ILSA, 2002. p. 5. 6 Corte Constitucional de Colombia. Auto 008 de 2009. MP. Manuel José Cepeda Espinoza. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Central Hidroeléctrica La Miel I. Departamento de Caldas. Genera energía a partir de los ríos La Miel. Manso, Samaná Sur y otras afluentes como los ríos Pensilvania, Tenerife, Moro y Medina. Su construcción ha generado polémicas, ya que ha sido necesario represar otros ríos para generar más energía.

la guerra7 y ha permitido configuraciones no campesinas de lo rural, adecuando “el campo a la nueva interrelación entre el latifundio especulativo y la inversión transnacional en infraestructura, especialmente vías de comunicación e industrias extractivas, agrícolas o forestales”8. El campo sin campesinos se manifiesta en el ofrecimiento de 47 767 887 millones de hectáreas (casi la mitad del territorio nacional) para exploración y explotación de petróleo en la Ronda Colombia 2010, de los cuales se adjudicaron alrededor de 9,5 millones de hectáreas; el interés por duplicar la producción nacional de carbón y de oro para el año 20199, y la proyección de aumento de la totalidad del área potencial en palma africana (3 273 282 Has.) y caña para etanol (3 891 221 Has.), cultivos que se encuentran en 357 047 y 31 401 hectáreas, respectivamente10; entre otras apuestas. Las anteriores cifras deben obligatoriamente ser comparadas con las dos millones de hectáreas, ofertadas por Santos para reparar a las víctimas del desplazamiento y el despojo.

7 Mondragón Héctor. Acumulación mediante la guerra. En: Deslinde No 46. Bogotá: Cedetrabajo, 2010. pp. 30-36. 8 Mondragón Héctor. La institucionalización del despojo. En: Etnias & Política No. 8. Bogotá: CECOIN, 2008. p. 49. 9 Se duplicará producción minera al 2019, según el Ministerio de Minas y Energía. En Portafolio. Disponible en: http://www.portafolio.com.co/economia/ economiahoy/ARTICULO-WEB-NOTA _ INTERIOR _ PORTA-7861758.html. Se destacan dentro de los planes mineros, la implementación de proyectos de extracción de carbón a cielo abierto en zonas como el Catatumbo (Norte de Santander) y la solicitud de concesión de cuatro millones de hectáreas hecha por la Anglo Gold Ashanti para extraer oro. 10 Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Biocombustibles. Disponible en: http://www.minagricultura.gov.co/02componentes/05biocombustible.aspx _46

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Las bases del PND 2010 – 2014 Los planteamientos sobre lo agrario se centran en la necesidad de “políticas integrales para el desarrollo rural orientadas a mejorar el acceso de los hogares rurales a activos productivos y al mejoramiento de sus capacidades para aprovechar estos activos, de forma que puedan superar su condición de pobreza e integrarse en condiciones justas y competitivas al mercado”. El texto inicia con un diagnóstico que da cuenta del atraso del sector rural frente a otros sectores de la economía nacional, atraso que se incrementó, según las cifras que expone el mismo documento, durante el gobierno Uribe. Llama la atención la lectura capitalista con la que se plantean y analizan las problemáticas identificadas en el documento para el campo11. De los elementos expuestos en el diagnóstico, y que alimentan el debate sobre las políticas agrarias en el país, son resaltables: (i) el silencio frente a los 18,1 millones de hectáreas carentes de vocación para uso ganadero, que actualmente están siendo usadas con este fin; (ii) el reconocimiento hecho a los altos costos de producción de cultivos, cuyo 40% va a dar a las manos de las empresas productoras de fertilizantes, semillas y plaguicidas; (iii) la evidencia, del elevado costo de producción en Colombia de los cultivos “promisorios”, caso palma africana, sostenidos gracias al capitalismo burocrático; (iv) el interés por incentivar la inversión y el riesgo financiero entre los campesinos, y (v) el reconocimiento de las condiciones de pobreza que viven los campesinos colombianos. Eduardo Sarmiento, al hacer una lectura sobre la evolución del sector agrario presentada en el diagnóstico, señala: “los fracasos se originaron en

11 Las cuales son: baja competitividad y productividad de algunos rubros que tienen una contribución importante en el PIB sectorial; limitada disponibilidad de infraestructura para el transporte y la comercialización de los productos agropecuarios; limitaciones para ampliar y diversificar mercados y baja capacidad para enfrentar factores exógenos de corto plazo; y dificultad de la población rural para desarrollar su potencial productivo Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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El campesinado, los afrodescendientes y los indígenas han sido obligados a abandonar 5,5 millones de hectáreas correspondientes a sus tierras y territorios, situación de la que han resultado beneficiados empresarios nacionales y transnacionales, de la economía legal e ilegal y el mismo Estado.

diagnósticos inspirados en el libre mercado y […] su mantenimiento conduc[e] a replicarlos”12. En cuanto al enfoque de política, el PND considera al sector agropecuario y rural como una locomotora de crecimiento, partiendo de lo que sería un aumento sostenido de la producción, por encima del promedio nacional, lo cual es bastante paradójico, si se contempla lo indicado en el mismo texto sobre la evolución sectorial. El crecimiento estaría fundamentado en el aumento en competitividad y productividad, lo que, desde una lectura capitalista, se entiende como un uso no campesino de la tierra. Planeación, erradamente, asocia baja competitividad y productividad con agricultura campesina, por lo que propone transformar ésta a agricultura capitalista, desconociendo que: (a) la finalidad de la economía campesina no es la maximización de la ganancia en el proceso de producción de alimentos, sino la existencia, el desarrollo digno de las dimensiones de la vida y el ejercicio de los derechos humanos; (b) entre más pequeños son los predios mayor es el porcentaje de éstos dedicado a producción agrícola, es decir, la parcela campesina es productiva, el latifundio es improductivo13, y (c) la participación de los campesinos en la producción agrícola es del orden del 67%14. 12 Sarmiento Eduardo. Las locomotoras. En: El Espectador. Noviembre 20 de 2010. Disponible en: http://www.elespectador.com/columna235843-locomotoras. 13 Fajardo Montaña, Darío. Tierra, poder político y reformas agraria y rural. Bogotá: ILSA, 2002. p. 4 14 ForeroJaime.Economíacampesina,pobreza,tierraydesplazamiento en Colombia. En: Forero Jaime (Ed.). El campesino colombiano entre

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Triángulo del Tolima. Departamento del Tolima. Distrito de riego más importante del país, después de Ranchería (Guajira). El proyecto capta las aguas del Río Saldaña, municipio de Coyaima.

Por otra parte, en el Plan se incluyen apoyos temporales para la superación de barreras que impiden la competitividad, pero contrario a los apoyos entregados a algunos sectores agroindustriales, como el de las flores y los agrocombustibles, se señala la necesidad de implementar compromisos de innovación verificables para “evitar” la “simple transferencia de ingresos de la sociedad a ciertos grupos de particulares”15. Para superar los “cuellos de botella” del sector, se proponen siete lineamientos estratégicos: (1) incrementar la competitividad de la producción agropecuaria; (2) promover los encadenamientos productivos y la agregación de valor; (3) ampliar y diversificar los mercados agropecuarios externos e internos; (4) promover esquemas de gestión del riesgo y mejorar las condiciones para las inversiones en el campo; (5) mejorar la capacidad para generar ingresos por parte de la población rural; (6) promover la equidad en el desarrollo regional rural, y (7) adecuar la institucionalidad para el desarrollo rural y la competitividad. Los anteriores lineamientos dan lugar a las metas propuestas, dentro de cuyos componentes se destaca para el debate sobre lo agrario y la expansión del capitalismo en el campo lo siguiente: • La mínima reducción planteada en el área sin vocación pecuaria

actualmente en uso (de 20 millones de hectáreas sólo se reducirían 4 millones cuatrocientas mil), lo que significa que se seguirá protegiendo al latifundio ganadero. • El aumento en área forestal entre el 2010 y el 2019, pasando de 369 203 a 1 394 343 hectáreas, lo que está asociado con el mercado de carbono originado a partir de los mecanismos de mitigación de cambio climático

el protagonismo económico y el desconocimiento de la sociedad. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2010. p. 70. 15 Departamento Nacional de Planeación. Op. cit., p. 176. Estos grupos de particulares serían campesinos o asociaciones de pequeños productores. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Triángulo del Tolima. Departamento del Tolima. Fase del proyecto en el municipio de Coyaima.

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(que lucrará a sectores privados y generará nuevos conflictos territoriales). • El crecimiento mínimo en el área agrícola propuesto para el periodo 2010-2014, el cual pasa de 4 604 094 a 5 032 019 has, lo que deja ver la continuidad en la importación de alimentos y la no destinación agrícola del 1 500 000 has de baldíos a adjudicar en el cuatrienio. • El impulso al biocomercio y al aprovechamiento de la biodiversidad, los que contarán con instrumentos financieros para su incentivo empresarial. • La promoción de encadenamientos en condiciones de desigualdad (empresarios y campesinos) en las llamadas Zonas de Desarrollo Empresarial lideradas por la inversión privada y que pueden implicar la transferencia de la propiedad por parte de los pequeños productores. • Ligado al punto anterior, se presentan las estrategias para la formalización de la propiedad y adjudicación de baldíos, las cuales están pensadas como formas de modernización del campo y de acceso a la tierra, pero principalmente como formas de acceder al mercado, a los servicios financieros y de asegurar la inversión de la banca privada. El gran ausente en el Plan es el tema de la concentración de la propiedad de la tierra. Este problema medular del campo colombiano apenas es abordado al hablar de la redistribución de las tierras resultantes de la extinción de dominio, lo que representa un desconocimiento o un ocultamiento


intencional de sus dimensiones. La concentración en la tenencia de la tierra se evidencia en un coeficiente de Gini cercano al 0,8 y en las cifras sobre propiedad: en el año 2000, las fincas menores de tres hectáreas correspondían al 1,7% de la superficie y pertenecían al 57,3% de los propietarios, mientras que para las fincas de más de 500 hectáreas estos porcentajes eran del 61,2% y el 0,4%, respectivamente16. El problema de la tierra no se soluciona con la extinción de dominio de predios ligados al narcotráfico17 ni con el ordenamiento de los derechos de propiedad ni con la conformación de Zonas de Reserva Campesina funcionales a las inversiones en el campo del gran capital. Al analizar el PND se mantiene la tesis de la redistribución de la tierra, de la reparación de las víctimas y de un desarrollo rural que incluya al campesinado a sus formas de tenencia y producción agraria. El movimiento campesino y las organizaciones sociales tienen un importante papel que jugar en este cuatrienio ante las políticas agrarias a implementar, de lo contrario se consolidará el modelo de campo sin campesinos.

El gran ausente en el Plan es el tema de la concentración de la propiedad de la tierra. Este problema medular del campo colombiano apenas es abordado al hablar de la redistribución de las tierras resultantes de la extinción de dominio, lo que representa un desconocimiento o un ocultamiento intencional de sus dimensiones.

16 Fajardo Montaña, Darío. Op. cit., p. 5. 17 Algunos estudios señalan que “la estructura de propiedad propiciada por los narcotraficantes puede ser menos concentrada que la del latifundio tradicional”. Kalmanovitz, Salomón y López Enciso, Enrique. La agricultura colombiana en el siglo XX. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 2006. p. 334. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Ley de primer empleo y salario mínimo a) Las recomendaciones de Domingo Cavallo y Rodrigo Botero

Daniel libreros

Profesor del Departamento de Ciencia Política Universidad Nacional de Colombia

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omingo Cavallo, uno de los asesores internacionales de mayor confianza de las Instituciones Financieras Internacionales –IFIS– en Latinoamérica y quien tuvo responsabilidad política directa en el colapso económico del 2001 en Argentina, y Rodrigo Botero ex Ministro de Hacienda y tecnócrata identificado por su defensa a ultranza del neoliberalismo en el país, fueron contratados por el gobierno anterior para que diseñaran propuestas frente al tema del desempleo. El gobierno de Santos le dio continuidad a la asesoría y aceptó sus recomendaciones incorporándolas en la llamada Ley de primer empleo1. La propuesta Cavallo-Botero incluía los siguientes elementos:

1 El Documento de conclusiones de Cavallo y Botero fue publicado por FEDESARROLLO en marzo de 2010 con el título “Incentivos al Empleo Formal: Una Propuesta” en Internet. Un análisis complementario y justificativo del anterior fue elaborado por Hugo López, funcionario del Banco de la República de Medellín, y publicado igualmente en Internet por FEDESARROLLO bajo el título, “Mercado Laboral, Informalidad e Implicaciones de las Propuestas del Gobierno”, en Octubre del 2010. La _52

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El mundo es ancho y ajeno

• Aceptar que el desempleo es un problema estructural en el país y, en consecuencia, convertirlo en el asunto central de la política económica. • Cambiar los incentivos fiscales que operan mediante exenciones al capital por exenciones tributarias al incremento de la nómina resultado de la formalización de nuevos trabajadores. La fórmula diseñada fue la de eliminar la deducción tributaria del 40% por inversión en activos fijos productivos compensándola con “un crédito fiscal del 60 % de los impuestos pagados sobre el incremento real en la masa salarial…”, además de que será “deducible el 60 % de todos los impuestos pagados sobre la nómina salarial correspondiente a los trabajadores ocupados que en el año base no estaban inscritos en la seguridad social, porque estaban inactivos, desempleados o trabajando en la informalidad…”2. Los autores demuestran con datos estadísticos que la suma de estas exenciones es mayor al monto de la deducción por activos fijos y, por consiguiente, favorable en términos de costos a cada empresario individual. Esto en el escenario microeconómico ley de primer empleo aprobada en las sesiones ordinarias del segundo semestre del 2010 fue firmada por el gobierno el 29 de diciembre y publicitada como Ley 1429. 2 La deducción del 40% por inversión en activos fijos productivos ya fue eliminada mediante la llamada “Reforma de Ingresos y Competitividad” aprobada por el Congreso el 15 de diciembre pasado. El monto de esa deducción era cercano a los $4 billones según el propio Ministro de Hacienda. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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de las empresas. Pero la propuesta apunta a mayores resultados en la macroeconomía, es decir, en el desarrollo de la acumulación de capital. Efectivamente, formalizar desempleados significa incorporar integrantes del denominado “ejército de reserva”, lo que presiona hacia abajo los salarios y, al mismo tiempo, aumenta la presencia de “trabajo vivo frente a trabajo muerto”, beneficiando las ganancias del conjunto de los capitalistas. Dicho en otros términos, reduce la composición orgánica de capital aumentando la tasa de plusvalía3. • Las sugerencias de Cavallo-Botero tienen un argumento transversal. Las exenciones tributarias sobre la formalización de nuevos empleos interesan a un número mayor de empresas –incluyendo las pequeñas y medianas–, en las que es recurrente la ausencia de registros mercantiles, la evasión fiscal y la contratación laboral informal. Adicionalmente, la formalización de nuevos trabajadores aumenta las cotizaciones a la Seguridad Social. • Aumentar en 20 puntos el impuesto de renta en las zonas francas para estandarizar con el promedio nacional los incentivos de ese régimen especial en lo relacionado con incrementos de nómina. Ello por cuanto “ese cambio en el esquema de incentivos beneficiaría a las empresas que tienen mayor masa salarial como proporción de la renta gravable…”4. 3 De hecho, esto ha operado en las últimas décadas en la actual fase de la globalización neoliberal. Con la incorporación masiva de millones de trabajadores que habitan en los países del anteriormente llamado “socialismo real” al mercado mundial del trabajo durante la década de los noventa y con la posterior entrada de China en la OMC operó una baja en el salario promedio internacional y una reducción de la compasión orgánica, ambas favorables a la acumulación de capital. Ello, a pesar de la aplicación industrial a gran escala de las invenciones de la “tercera revolución tecnológica”. Debe añadirse que este incremento de la inversión en tecnología combinado con reducción de los salarios y de la composición orgánica de capital, han posibilitado la captura por parte de los grupos transnacionales de plusvalía absoluta y relativa. Cavallo-Botero hacen propuestas en el marco de un país periférico que lejos de implementar desarrollos tecnológicos transita hacia la “reprimarización” de la economía. Sus fórmulas llevarían a un aumento de plusvalía absoluta. 4 Debe añadirse que esta fórmula, que confirma la tesis anterior, no eliminaría totalmente las exenciones sobre el impuesto a la renta que operan en las zonas francas. Textualmente dice el documento Cavallo–Botero, “El beneficio que en forma de reducción de la tasa _54

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Campaña Colombia Humanitaria. La acción caritativa de la población deviene en otra forma de tributo social

b) El contenido de la ley de primer empleo La Ley 1429 del 2010 ya es la ley de primer empleo, oficializada por el gobierno el 29 de diciembre pasado. Allí se incluyeron el grueso de las conclusiones del documento Cavallo-Botero. Fue dividida en dos apartes: el primero focalizado en las pequeñas y medianas empresas y el segundo para las empresas en general. En el caso de las pequeñas y medianas empresas, el legislador las definió como aquellas que cuentan con un número inferior a 50 trabajadores o con un capital inferior a 5.000 salarios mínimos vigentes y, bajo la justificación de incorporarla en el régimen legal empresarial y de incentivar la formalización laboral de menores de 28 años, les otorgó: • Una exención total del pago del impuesto de renta durante los dos primeros años. A partir del tercero se abrirá una transición en la que pagarán el 25% y luego subirán ese mismo monto por año hasta que lleguen a pagar la totalidad del impuesto en el sexto año. • Exención en el pago de rentas parafiscales utilizando la misma fórmula y por el mismo período de las exenciones al impuesto a la renta. • Deducciones tributarias en diversos períodos y en lo referente a matrícula mercantil, retención en la fuente y renta presuntiva. Para las empresas en general –y desconociendo las recomendaciones de Cavallo-Botero sobre zonas francas–, la ley 1429 estipuló que por un período de dos años “los empleadores que vinculen laboralmente nuevos trabajadores con la condición de que devenguen menos de 1.5 salarios mínimos mensuales legales vigentes, podrán tomar los aportes al SENA, ICBF y Cajas de Compensación Familiar, así como el aporte en salud a la subcuenta de solidaridad del Fosyga y el aporte al Fondo de Garantía de Pensión Mínima

en el impuesto sobre la renta otorga actualmente ese régimen se limitaría a 13 puntos: la tasa del impuesto a la renta baja del 33% a 20% y no a 15%...” Tampoco están en discusión las normas que consagran una “soberanía corporativa” en esas áreas que de excepcionales devinieron en normales. Nº 8, Febrero de 2011 · Bogotá, Colombia

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Y el presupuesto para la guerra es intocable?

correspondientes a los nuevos empleos, como descuento tributario para efectos de la determinación del Impuesto sobre la Renta y complementarios…”5. Al descontar las contribuciones parafiscales sobre nuevos empleos del impuesto a la renta se traslada un costo interno de las empresas al conjunto de la sociedad bajo la forma de una exención tributaria no explicitada. Exención ésta que se suma a otros tantos descuentos a la renta en momentos en que se agudiza la crisis fiscal y en que faltan pocos debates en el Congreso para aprobar la llamada ley de “sostenibilidad fiscal” que será una férula en contra del gasto social. Adicionalmente, esta definición de la ley 1429 abrirá una transición hacia la reestructuración por edades de los trabajadores colombianos6. Indudablemente, al premiar a las empresas que contraten nuevos asalariados menores de 28 años y con un monto salarial inferior a salario mínimo y medio, bajo la justificación de que se le están buscando salidas al desempleo juvenil, el más alto conforme a las estadísticas, las empresas optaran por incorporar a esa franja de la población, en detrimento de la población apta para laborar que tenga una edad diferente. Dos años son suficientes para iniciar esa transición y lo más probable es que, tal y como ocurrió con la legislación laboral anterior, cuando venza ese período los legisladores encontrarán argumentos para alargar estos beneficios. 5 Capítulo II, artículo 13 de la Ley 1429, primer párrafo. 6 Este argumento debe adicionarse con la comprobación estadística de que salvo la franja de trabajadores que cuentan con educación superior, la mayoría de los asalariados en el país pueden homogeneizarse en “competencias laborales estándares”. El diseño pedagógico del Ministerio de Educación parte de ese hecho y concordante con ello viene implementando una reestructuración del SENA, de los bachilleratos y de la formación tecnológica que apunta a adecuar la formación laboral a esas necesidades del mercado del trabajo, en detrimento de la universidad pública.

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La ley 1429 excluye a las Cooperativas de Trabajo Asociado de las exenciones sobre el aumento de las nóminas, y el Ministerio de Protección Social viene anunciando sanciones en contra de las empresas que las utilicen. El cálculo de quienes redactaron la norma es el de que con el trabajo juvenil barato que se obtendrá con esta normatividad se igualan los costos salariales que actualmente ofrecen esas cooperativas. A este cálculo se suma una necesidad política. Esta forma de contratación se encuentra por debajo de las exigencias mínimas de la legislación laboral internacional (OIT) y han sido un obstáculo para la firma del TLC con Estados Unidos y para la presentación del país en los organismos internacionales. En este nuevo esquema institucional, la congelación del salario mínimo es un asunto decisivo y de largo plazo para los capitalistas. Expresa, a la manera de camisa de fuerza, un techo salarial hacia la estandarización de costos laborales en el mediano plazo. Esto explica la posición de los gremios empresariales frente al tema en la llamada “mesa de concertación” con las centrales obreras el mes anterior. La reciente alza del 4% reconocida por el gobierno no afecta en absoluto esta tesis. Al reconocimiento oficial de que la inflación superó la meta definida para el año anterior, debemos sumarle los efectos que acarreará la crisis internacional de alimentos que ha empezado a evidenciarse. Contrario al adormecimiento ciudadano que persigue la retórica gubernamental con este pírrico aumento, urge el diseño de un plan de lucha en contra de esta nueva contrareforma laboral.

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¿Discutimos la pobreza?

A

Immanuel WallersteIn

* Traducción de Puello-Socarrás para la Revista Izquierda (Colombia) y el blog www. zur2.wordpress.com del texto original: Wallerstein, Immanuel, “¿Shall We Discuss Poverty?” (Commentary No. 294, 1st December, 2010). Copyright by Immanuel Wallerstein, distributed by Agence Global. Agradecemos la autorización personal del profesor Wallerstein para la divulgación de este artículo. _58

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quince o veinte años de que el Consenso de Washington dominara el discurso en el sistemamundo (aproximadamente entre 1975-1995), la pobreza ha sido una palabra tabú, incluso cuando aumentaba a pasos agigantados. Todos decíamos que lo único que importaba era el crecimiento económico, y que el único camino hacia él estaba en dejar que prevaleciera el “mercado” sin ninguna interferencia “estatista” – excepto, desde luego, la del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la del Tesoro de los Estados Unidos. Así nos lo ofreció el lema de la señora Thatcher en Gran Bretaña, “No existe alternativa”, con lo cual se señalaba que no había ninguna alternativa para ningún Estado que no fuera los Estados Unidos y, supongo, el Reino Unido. Los países ignorantes del Sur Global simplemente tenían que abandonar sus ingenuas pretensiones de controlar su propio destino. Si así lo hacían, algún día (pero, ¿quién diría cuándo?) podrían ser recompensados con el crecimiento. Si no, estarían (me atrevería a decir) condenados a la pobreza. Los gloriosos días del Consenso de Washington hace mucho terminaron. Para la mayoría de la gente en el Sur Global las cosas no mejoraron –por el contrario–, y la rebelión estuvo a la orden del día. Los neo-zapatistas se sublevaron


La Secretaría de Educación de Bolívar advierte que de sus 1 363 sedes escolares, 804 sufrieron algún daño y 88 están siendo utilizadas como albergues. Por eso, 100 mil estudiantes no han comenzado clases y 14 mil docentes están a la espera de una solución.

en 1994 en Chiapas. Los movimientos sociales provocaron la interrupción de las reuniones de la Organización Mundial del Comercio en 1999 (de las cuales nunca se han recuperado). Y el Foro Social Mundial empezó su expansiva vida en Porto Alegre en 2001. Cuando en 1997 explotó la conocida crisis financiera en Asia, que causó un gran daño económico en el Este y Sureste asiático y se propagó a Rusia, Brasil y Argentina, el FMI sacó de sus bolsillos su trillado paquete de demandas para esos países, en caso de que necesitaran de alguna ayuda. Malasia tuvo el coraje de decir ‘no, gracias’, y se recuperó rápidamente. Argentina fue aún más valiente, ofreciendo pagar sus deudas en aproximadamente 30 centavos por dólar (o sea nada). Indonesia, no obstante, dio el brazo a torcer, y tiempo después, la dictadura de Suharto que parecía ser duradera y muy estable, fue abatida por un levantamiento popular. Por ese entonces, ni más ni menos que Henry Kissinger le rugió al FMI, lo cual dice ciertamente lo estúpido que puedes llegar a ser. Fue mucho más importante para el capitalismo mundial mantener en el poder a un dictador amigable en Indonesia que tener a un país siguiendo las reglas del Consenso de Washington. En una memorable opinión editorial de 1998, Kissinger dijo que el FMI está actuando “como un doctor especializado en sarampión [que] intenta curar cada enfermedad con solo un remedio”. El Banco Mundial primero y, posteriormente, el FMI, aprendieron la lección. Forzar a los gobiernos a aceptar las fórmulas neoliberales como sus políticas (y el precio a pagar por la asistencia financiera cuando sus presupuestos estatales Nº 8, Febrero de 2010 · Bogotá, Colombia

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La magnitud de la tragedia invernal encontró al país sin los adecuados mecanismos de prevención, manejo y solución de esta clase de catástrofes naturales. Nada se ha oído tampoco de la necesaria formulación de una política que solucione ese déficit, el cual siempre se paga con la vida y el dolor de los más pobres y discriminados.

estuvieran a punto de desbaratarse) puede tener consecuencias políticas desagradables. Resultó que, después de todo, existen alternativas: la gente puede rebelarse. Cuando la siguiente burbuja estalló y el mundo entró en lo que ahora es referenciado como la crisis financiera de 2007 o 2008, el FMI llegó incluso a estar más sintonizado con las masas inconformes que no lo conocían. Y, como por arte de magia, el FMI descubrió la “pobreza”. Los del FMI no sólo descubrieron la pobreza sino que se preparaban para proveer programas para “reducir” el nivel de pobreza en el Sur Global. Vale la pena entender su lógica. El FMI publica una impecable revista trimestral denominada Finanzas y Desarrollo. La publicación no está escrita para economistas profesionales, sino para una amplia audiencia de formuladores de política, periodistas y emprendedores. La edición de septiembre de 2010 contenía un artículo de Rodney Ramcharan, cuyo su título lo dice todo: “La inequidad es insostenible”. Rodney Ramcharan es un “economista de alto rango” del Departamento para África en el FMI. Plantea –en la nueva línea del FMI– que “las políticas económicas que se concentran solamente en las tasas de crecimiento económico podrían resultar peligrosamente ingenuas”. En el Sur Global, los altos niveles de inequidad pueden “limitar las mejoras en las inversiones de capital humano y físico e incrementar posiblemente las presiones por una redistribución ineficiente”. Pero aún peor, los altos niveles de inequidad “le otorgan a los ricos una voz relativamente mayor frente a la mayoría menos homogénea”. Y esto, a su vez, “puede desviar aún más la distribución del ingreso y anquilosar el sistema político, llevando incluso al agravamiento de las consecuencias políticas y económicas en el largo plazo”. _60

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Uno de los municipios más afectados en el sur del Atlántico es Campo de la Cruz, que quedó totalmente inundado por la ruptura del Canal del Dique. Su alcalde, Carlos Gutiérrez Cote, no ha asumido ninguna de las gestiones en relación con la atención de los damnificados, razón por la cual la Procuraduría abrió una investigación disciplinaria en su contra.

Parecería que finalmente el FMI hubiera escuchado a Kissinger. El FMI ha tenido que preocuparse tanto de la plebe, especialmente en los países de alta inequidad, como de sus élites, quienes también “retrasan” el progreso ya que quieren mantener su dominio sobre el trabajo no calificado. ¿De repente el FMI se ha convertido en la voz de la izquierda mundial? No seamos tontos. Lo que busca el FMI, así como los más sofisticados capitalistas alrededor del mundo, es un sistema más estable en el cual prevalezcan sus intereses de mercado. Ello requiere torcer los brazos de las élites en el Sur Global (e inclusive en el Norte Global) para transferir un poco de sus mal habidas ganancias hacia programas para la pobreza que apaciguarán lo suficiente a los pobres, nunca antes tan extendidos, para calmar sus ansías de rebelión. Puede que sea demasiado tarde para que esta estrategia funcione. Las caóticas fluctuaciones son demasiado grandes. Y la “insostenible inequidad” está creciendo día a día. Pero el FMI y los intereses que éste representa no van a dejar de intentarlo.

Nº 8, Febrero de 2010 · Bogotá, Colombia

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Tragedia invernal y estrategia de acumulación Jairo Estrada ÁlvarEz

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entamente van quedando en el olvido las dramáticas imágenes de lo que se ha denominado en los medios de comunicación la tragedia invernal. Múltiples lugares de la geografía rural y urbana y más de dos millones de afectados regresan a su normalidad: a la pobreza extrema que reproduce una secular existencia humana precaria. Las causas sistémicas de semejante situación, tales como la destrucción de las condiciones socioambientales por la tendencia histórica de la acumulación capitalista, la escandalosa concentración y centralización de la riqueza y del ingreso, la guerra social impuesta por las clases dominantes o la ocupación del territorio que produce y reproduce la marginalidad social, son soslayadas y, en lugar de ello, todo se presenta como fruto de causas naturales. Consecuente con una retórica que busca instalar la idea de la ruptura y el cambio en medio de la continuidad, el gobierno de Santos intenta ahora erigirse en el mandato de la reconstrucción. Se ha llegado al extremo de sugerir que podríamos estar frente a un estadista, de esos que “pasan a la historia”, el Roosevelt colombiano. Y ese empeño –de la misma forma que el anuncio oficial del fin de la violencia y el inicio del posconflicto– es una empresa muy bien organizada y calculada, que cuenta además con la orquestación y resonancia de los medios de comunicación. Lejos del liberalismo social que pudo haber inspirado a Roosevelt en la búsqueda de una salida capitalista de la crisis cercana al ideario keynesiano, la tercera vía de la retórica santista representa más bien una profundización del proyecto político económico del neoliberalismo. Es enorme la distancia entre el Mississipi y el Canal del Dique o entre la Tennessee Valley Authority y el Fondo de Adaptación. El asunto no es solo de geografía o de la organización institucional de la respuesta estatal. Se trata de la política. Las medidas expedidas para enfrentar la situación de calamidad no tienen el carácter de excepcionales, salvo contados casos. En realidad, se está frente a diseños de política que encuadran dentro del conocido libreto del proyecto de acumulación capitalista. La tragedia invernal y el drama de nuestros conciudadanos se están convirtiendo en otro negocio, muy útil para la estrategia de alistamiento territorial en función de una reprimarización financiarizada y de una transnacionalización extensa y profunda de la economía. Veamos algunos de los atajos que habilita el paraguas de las medidas de excepción a la política neoliberal: 1. Da continuidad al proyecto de privatización paulatina de Ecopetrol. La propiedad estatal enajenada (10% del total) irá al Fondo de Adaptación.

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2. Acentúa

un modelo de gerencia pública que conjuga la mayor privatización de la función pública con el favorecimiento del negocio financiero (obras de infraestructura y “megasoluciones” de vivienda). 3. Consolida lineamientos de política tributaria en los que, al tiempo que se amplía la base gravable, se generan nuevos alivios, por ejemplo, en las zonas francas. La acción caritativa de la población deviene además en otra forma de tributo social. 4. Avanza en la precarización del trabajo; con el argumento de estimular la generación de “empleo de emergencia”, elimina las contribuciones parafiscales de esos empleos temporales. 5. Propicia condiciones de redefinición del paisaje social, en cuanto concede facultades para una organización centralizada del territorio en función de la nueva geografía económica en proceso de despliegue. En suma, poco o nada para la población afectada, pero avances significativos en la estrategia neoliberal del capital.

DATOS IMÁGENES Y ALGUNOS TEXTOS Las imágenes y textos presentados y editados en este número fueron tomados de las siguientes fuentes: L a siLLa vacía http://www.lasillavacia.com Revista semana http://www.semana.com eL espectadoR http://www.elespectador.com.co eL tiempo http://www.eltiempo.com.co agencia de noticias Un http://www.agenciadenoticias. unal.edu.co eL coLombiano http://www.elcolombiano.com pResidencia de La RepúbLica http://web.presidencia.gov.co/ isagen http://www.isagen.com.co señaL coLombia canaL senaL coLombia en YoUtUbe.com http://www.youtube.com/ user/senalcolombia FLickR.com http://flickr.com/oshacolombia eL HeRaLdo http://www.elheraldo.com.co *Consultadas entre el 15 y el 31 de enero de 2011

Todos los números de la publicación se pueden consultar en www.espaciocritico.com



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