RELATOS PREMIADOS
CERTAMEN LITERARIO de RELATO BREVE
8DíaDE MARZO de la Mujer Trabajadora
2014
RELATOS PREMIADOS
CERTAMEN LITERARIO de RELATO BREVE
8M DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
2014
Edita izquierda Unida-Los Verdes Convocatoria por Rota www.iurota.org C/ Blas Infante 18 11520 Rota (Cádiz) Teléfono: 956815554
Diseño de portada y maquetación Abel Martín-Bejarano Sánchez
Agradecimientos Vicenta Helices Pacheco Lola Nieto Barea Pedro Pablo Santamaría Manuel Helices Pacheco
PRESENTACIÓN Un tiempo para la reflexión y una cita con las letras y el relato breve. Un paréntesis abierto a la mujer y su universo. Una pausa frente a tanto acelero. Un alto en el desenfrenado ritmo diario. Neceitamos reposo para ordenar los pensamientos. Debemos atender la creación, antes que copiar o imitar. En esta edición una docena de artistas han jugado con las letras y reflexionado reposadamente sobre la mujer; han entrenado el pensamiento para el cultivo de la creación, la artísticoliteraria. Textos que pueden derivar en una foto, en una pintura... En un guión para un corto, o una breve pieza dramática, o en unas viñetas... Que vuestros yacimientos nos provean de nuevas composiciones en años venideros
Manuel Helices Pacheco marzo 2014
Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
La cita - ¡Coño, qué frío! Y encima me tendré que quitar la ropa… Lucía estaba mirando a la calle. ¿Qué me pongo? Estuvo dudando durante un rato. Este tipo de encuentros en realidad tienen unas normas muy estrictas. No se lleva sujetador, no hay que pasarse con el maquillaje. Me hubiera gustado llevar flores en el pelo para estar más cerca de la naturaleza. Se estaba preparando para una cita con él. Llevaba rondándolo algún tiempo. Tiene su morbo porque él no tiene ni idea. Cuando me vea, ¿se me quedará mirando? ¿Agachará la vista? ¿Saldrá huyendo? Sonrió con esa posibilidad. ¡Valiente hombre! Se acercó al cuarto de baño, se quitó el pijama y se miró desnuda. No están mal, no son muy grandes y se mantienen firmes. No creo que tenga ningún problema. Cogió las pinturas y con mucho cuidado, mirándose al espejo terminó de arreglarse. Puso unas posturas provocativas y comprobó su eficacia. Con cuidado se puso una camiseta y un jersey encima. ¡Y la ropa interior! Había que tener unas bragas bonitas, de esas que excitan la imaginación. Y estaba a punto de olvidarlas. Con los vaqueros ajustados y las botas militares su aspecto tenía una mezcla de desenfadado y amenazante. Nunca se había planteado una cita con tanta antelación, con tanta meticulosidad, con tanto misterio. Nunca había tenido problemas con los hombres, los despachaba con una sonrisa de desprecio y ¡plas! a otra cosa. Efectivamente en la calle hacía mucho frío. Cogió el coche con dirección al centro. Estaba nerviosa, ¡por él! No hay aparcamiento 4
La cita
FCO. JAVIER GALLEGO DUEÑAS
Tiene cojones, encima tendré que pagar el párking. No hay derecho, a una señorita se la invita, no se la obliga a pagar. Pero, claro, ¿qué sabrá él? Dejó el coche aparcado, guardó el ticket y subió con prisas las escaleras. Primero había quedado con las otras. En la plaza estaban ya las cuatro. Ninguna fumaba, ¡por dios, fumar, qué asco!, pero parecía que salía humo de sus bocas. ¡Qué frío, Lucía, qué frío! Se dirigieron a la puerta donde había un gran número de coches. El momento se acercaba, la cita estaba allí. Lucía dio un paso adelante para dirigirse a él. Agilmente se quitó el jersey y con fuerza le gritó: - ¡Aborto es sagrado! ¡Aborto es sagrado! Aquel día de febrero Lucía y otras cuatro activistas de Femen fueron detenidas por abordar al cardenal Rouco Varela pidiendo el aborto libre con el torso desnudo y lanzándoles bragas teñidas de rojo.
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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
La mariposa ciega Apoyada en la puerta, su figura enjuta, sonriente, como solo sonríen las hadas. Atenta, paciente, vigilante siempre. El pelo, de hilos plateados recogido en un moño sencillo. De ojos grandes y luminosos. Marieta ¡corre, corre, vuela! Y Marieta se deslizaba por la pendiente del patio de empedrados casi inmaculados, posándose en el cubo apoyado en el pozo, para llegar volando, a un escalón verde de motitas blancas. ¡Ayyy....me caí! ¡Que dolor! ...Bueno ya...sana, sana, culito de rana, si no pasa hoy, pasará mañana. No os lo he dicho niños; Marieta es una mariposa de colores .Tenía su hada, como todas las mariposas del mundo. Un día, al amanecer, volando alegre por el patio, miró hacia la puerta de la habitación y ya no estaba. Se quedó triste, desolada, tanto que al mirar se dio un golpe tan tremendo que a partir de entonces dejó de volar. Buscando, buscando se metió en el pozo, y ¡horror! reflejada en el agua solo se vio un ala. A partir de entonces sus colores se apagaron. Se replegó sobre si misma y se acurrucó en un rinconcito al lado de este. Allí podía esconderse. Pero también, podía ver como volaban el resto de las mariposas, todas orgullosas de sus hermosos colores y elevándose lo más alto que podían derrochando energías. Energía que a ella le faltaba. Un buen día, se canso de estar escondida y decidió que tendría que volver a volar. Y sin más se puso a intentarlo. ¡Volaba!...Bueno más bien, andaba inclinándose hacia un lado, reptaba como podía, pero ella insistía e insistía. Volvió al pozo y volvió a verse reflejada. Esta vez quedó asombrada, el ala era ¡enorme!, demasiado desarrollada para su 6
La mariposa ciega
Mª CARMEN RUIZ-HERRERA LÓPEZ MARRUFO
pequeño cuerpo. Tendré que utilizarla se dijo, en un gesto de digna mariposa. Al día siguiente Marieta salió del rincón, dio tres vueltas por el patio, torpe a la vez que decidida. Se atrevió hasta llegar al campo. Ella, aunque le pesara sonreía, sonreía muchas veces, pero otras se enfadaba y se ponía furiosa, entonces, molestaba a sus compañeras azotándoles con la enorme ala. Creo que en el fondo sentía el dolor de no pensarse igual que las demás. De tanto correr con una sola se quedó agotada. Un mal día, o un buen día, no sé.... desapareció del patio del pozo, que tenia el empedrado inmaculado y el escalón verde con motitas blancas. Se fue a la playa, al mar. En el agua no pesaba y allí podría mantener el equilibrio. Las olas la esperaban impacientes, como una enamorada espera un beso, voló mar adentro y casi dormida ya, una ola enorme, sacudió, arrastró, su ala vencida. Se incorporó malherida, se miró en la orilla a punto de dormirse y entre las aguas, vio reflejada su otra ala intacta. No entendía nada, o tal vez si. De tanto mirar atrás, buscando su hada, había perdido un ojo, no las alas. Uno de los ojos de Marieta se había quedado ciego. Y en el océano profundo se escuchó una voz. Sana, sana, culito de rana, sino pasa hoy, pasará mañana. Y Marieta alegre, corre, corre, vuela por los campos, por el mar, incluso se atreve a posarse en la arena. Esto es la metáfora de una mujer dormida durante muchos años. PDT: Dedicado a Alba, Mariel e Iván. Para que siempre puedan ver sus dos alas.
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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
Recuerdos: Voluntad. Arrebatos. Decisiones.
Intento desdibujar algunos de los pasados comunes a muchas mujeres, soplo con fuerza para derribarlos, porque todavía pululan recuerdos en mi pensamiento y me producen agobio. Algunas reminiscencias las derrumbo, otras permanecen tambaleantes, pero las hay malditas: ésas que de forma indeleble se han quedado cobijadas dentro de mí, como si fuesen pilares de hierro sujetos en la tierra con buen mortero; ésas que no caen nunca, que parece que no quieren alejarse de mi lado hasta que mis días se agoten. Pero con mis decisiones y arrebatos no voy a permitirlo, las transformaré en cenizas igual que cuando un cigarrillo se quema. Me llegan recuerdos. Sí, recuerdos de los que angustian mi mente. Recuerdos de esas manos ligeras de jefes, sin escrúpulos, creyéndose con derechos sobre un cuerpo de mujer por un miserable salario; manos que aguantabas con asco: sí, con asco para mantener el puesto de trabajo. Asquerosos acosos laborales. Imperios de manos sucias que hacían bullir mi cabeza con mil y un repudios y arrebatos, pero el miedo y la falta de valentía te hacia guardar silencio. Silencio doloroso y tan denso que parecía poder cortarse. Luego, estando a solas, llegaban las nubes plañideras, adornado los oscuros días de desasosiegos. Me llegan recuerdos. Sí, recuerdos de un salario injusto. Entre hombre y mujer, ante un mismo trabajo, la balanza no era ecuánime. Platos trucados sin ningún tipo de equidad. Y para acabar de rizar el rizo en contra de la mujer mil y una 8
Recuerdos: Voluntad. Arrebatos. Decisiones
ISABEL GARCÍA VIÑAO
injusticias: horas extras no cobradas, reparto de trabajos sin justicia, asignación de trabajos menos dignos. La impotencia y la rabia me formaban en el pensamiento pavesas al rojo vivo. Me llegan recuerdos. Sí, para colmo de males me llegan recuerdos de falta de paridad al llegar a casa. Falta de tiempo de ocio, un correr de aquí para allá todo el día, falta de reconocimiento social, mil obligaciones encadenas unas con otras, exigencias y recriminaciones, pocas veces una mano de hombre tendida para colaborar… Sí, son recuerdos que siguen viviendo en mi memoria. Recuerdos que he decidido convertirlos con mi voluntad y decisión en ruinas del tiempo, en ruinas de podredumbre que queden lapidadas. Y por estos pensamientos y arrebatos, ruego que nadie me llame loca. Loco es el que cree que es verdad aquello que no existe, el que cree en fantasmas o en entelequias… ¿Es que estos recuerdos sólo están en mi mente? ¿Es que son fruto de mi imaginación? ¿Acaso no es cierto que muchas mujeres se identifiquen con estas vivencias? ¿Pero este pasado de vientos que movían banderas de desigualdad ha desaparecido? No del todo, lo que ocurre es que ahora, esos vientos quizás estén más calmados, pero, socialmente, donde menos lo piensas aún soplan, movidos por resabios de mentes oscuras y sencillamente porque todavía quedan muchas injusticias. Como mujer que soy, de un pasado y de ahora, digo: que por favor llegue, de una vez por todas, algo muy deseado: la igualdad real necesaria. 9
Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
La mujer del presente No podía dormir. La rutina ganaba la batalla un día más. Sabía todo lo que le esperaba… Siempre igual. El mismo pensamiento. Sonó el despertador como cada mañana a las 6:30 a. m., Clara, como siempre, se levanta la primera y se acuesta la última. Se dice a sí misma que no le falta nada para sentirse feliz. Pero algo le faltaba, y no quería reconocerlo. En un instante, su marido la besa y se marcha al trabajo. Sus dos hijas, como de costumbre, casi a punto de perder el autobús para la universidad. Y ella, empieza su jornada laboral, pues dentro del hogar realiza varios trabajos importantísimos. Cuando su marido llega a casa, ella le pregunta: “¿Qué te parecería que trabajara? Él queda pensativo, la mira, y le dice que ya trabaja bastante en casa, pero ella insiste: “quiero sentirme independiente y realizada, y mañana empiezo a prepararme para poder tener oportunidad de trabajar”. Esto rompe los esquemas a su marido, hombre conservador que no entiende muy bien la inquietud de su esposa, pues no cree que le falte de nada. Le pregunta si necesita más dinero, lo que sólo consigue enojarla aún más, pues no es una cuestión económica, sino una necesidad vital. Llegan sus hijas a casa, y Pedro, el marido de Clara, les pregunta: “¿Qué pensáis de vuestra madre? ¿Es una madre que sabe llevar la casa? ¿Sabe haceros felices?” Las hijas no salen del asombro ante esas preguntas, pues para ellas es perfecta, y así se lo hacen saber. Pedro le dice a su mujer: “¿Ves como no necesitas trabajar para ser feliz? Aquí te queremos y somos felices así”. Clara guarda silencio mientras terminan de comer. Todos se marchan y ella vuelve a su pensamiento: necesita trabajar. 10
La mujer del presente
ANA Mª MÁRQUEZ DE LA BARRERA
Cuando llega la noche, todos vuelven a casa. Todo está en orden y la cena preparada. Ella sabe que la valoran por ello, pero no es suficiente. Le cuesta comunicarles su decisión, pero es para ella una gran necesidad sentirse realizada. Tras la cena, les cuenta a su familia que se asfixia, aunque no lo demuestre, que necesita salir al mundo, hacer algo por ella y para ella misma. Les dice que espera la colaboración de su familia en este paso de trabajar fuera. Todos le dijeron que la apoyarían, que ante todo querían su felicidad. Clara es una mujer madura, no tiene muchos estudios pero su pasión por la costura la llevó a querer abrir un taller de corte y confección. Sonó el despertador como cada mañana a las 6:30 a. m., Clara, como siempre, se levanta la primera y se acuesta la última. Llena de ilusión, se pone en camino hacia su taller de corte y confección. Después de un duro año de trabajo, se siente una mujer realizada y feliz. Hoy será un día largo de trabajo: han de terminar de preparar el desfile de invierno para la pasarela de París.
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Certamen literario de Relato Breve 8 DE MARZO - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
Las Nuevas Amazonas Los cálidos rayos de Apolo acarician el Kackar, orgullo de los colosos pónticos, llenando sus espaldas de un espectacular manto de oro. Más abajo, el oscuro verdor de las capas arbóreas del bosque que rodea Amazonia, acurrucado por el frío nocturno, recupera exultante un brillo resplandeciente con la llegada del nuevo día. La magnífica ciudad, protegida por las barreras naturales, dormita inquieta desgranando sueños preñados de presagios de distinto signo. Costó mucho atreverse a cruzar el umbral, pero una vez tomada la decisión, las nuevas amazonas asumieron heróicamente su compromiso con sus congéneres. Primero fue organizar una nueva ciudad-estado, viejo concepto recuperado de épocas arcanas; después dotarla de un verdadero sentido sacrificado y solidario. Las máximas representantes electas cumplieron escrupulosamente las medidas adoptadas por la asamblea amazónica, destacando por su prudencia, su generosidad, su sabiduría y su sacrificio. Según fueron asumiendo la responsabilidad adoptaron nombres gloriosos: primero fue Andrómeda, más tarde Pentesilea y, por fin, Hipólita, la más sensata y en cambio, la más comprometida, la más valiente. Hipólita, seria, reflexiva, paciente, disfruta del espectacular amanecer. Al girar la cabeza su mirada se pierde en el horizonte donde las negras aguas del Ponto-Euxino no albergarán hoy las naves de pesca de las mujeres. Demasiados eones transcurridos en espera de que los gobernantes dieran fin a la sangrante situación. Se recrean en su mente los hitos de la era pre-robótica, cuando el logro del sufragio universal, o poco después, no más de cien años, en el tiempo en que las Leyes de Progreso implantaron la igualdad real. Con el pretexto de la endémica crisis, las mujeres habían caído de 12
Las nuevas amazonas
MANUEL GARCÍA MATA
nuevo a las épocas más oscuras. Los movimientos sociales igualitarios, enarbolando la banderas ciudadanas, trataron de parar la embestida de la represión; aunque el poder, muy favorecido por la irrupción premeditada del movimiento lotófago, anuló de raíz toda contestación. Los psicotrópicos, humanizados genéticamente, adormecieron las mentes, dando término a las revueltas. Las inquietudes trocaron en adicciones y las mentes, embrutecidas por las toxinas, perdieron el espíritu combativo. Hace una centuria el Colectivo Amazonas, liberó un nutrido grupo de alienados lotofaguistas que fue recuperado para dar continuidad a la valiente estirpe guerrera amazónica. Los niños que nacieran recibirían una educación distinta lejos de los efectos del loto. Hoy, 14 de Séptimo del año 789 de la era de las sombras, el numerosísimo, intrepido y bien pertrechado ejército, armado de sus pequeños cañones fotónicos y sus escudos antimateria, darán la batalla final a las fuerzas del Consejo. Hoy, en uno u otro sentido, sin más oportunidades que esta, se jugará el futuro de la historia. Las conciencias de las gentes desaparecidas clamarán a sus viejas deidades para que les sean propicias a las libertadoras. Hipólita y las amazonas agradecerán, con una amarga sonrisa, los inocentes e inútiles apoyos fantasmales, conscientes de que a la hora cumbre solo estarán ellas contra soldados mercenarios, clones, cyborg y robots. Hoy ha amanecido un bello día. Apolo, cuando apague su luz, gozará del sacrificio de sus protegidas y celebrará con ellas su ansiada victoria.
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Mariló López Naval Otoñaba 1971, dando paso al comienzo de mi primer curso como docente en Sevilla, cuando conocí a Mariló Naval. Poeta sensible e inquieta, que ya en 1969, junto a los hermanos Fernández Calvo y otros poetas fundaron Ángaro por iniciativa de Manuel, el menor de los Fernández Calvo. A partir de entonces, mi amistad con Mariló se fue consolidando, pues era mujer que sabía rendir culto a la amistad, noble y sinceramente. En este año de la fundación de Ángaro, publica Mariló “Ángeles y hombres”, entrega que sienta ya las bases de uno de los pilares más fuertes de su poética: su sentir religioso. La otra columna de su hacer poético será su andalucismo, por supuesto sin mancha alguna de rechazo a lo foráneo. Con respecto a su religiosidad, hago mías las palabras de quien fuera compañero suyo en Radio Nacional de España, Eduardo Bonachera, “su profunda religiosidad, proyectada en sus relaciones con los demás, constituye una constante en su obra poética”, aunque no sea lo religioso único tema en su producción. Su decir poético de lo religioso, no se halla nunca contaminado de beatería o falsa representación. Su verso, trazado con la finura de quien no sólo escribe poesía, sino que ella misma es poesía, está cuajado de imágenes y metáforas sugestivas. Veánlo si no estos dos perfectos endecasílabos: “Del hombre a Dios, qué hilo tan sin hilo. / Y qué hilo sutil de Dios al hombre”. Pues en los poemas de Mariló siempre se encuentra un hondo pensamiento, tantas veces adormecido por la droga hedonista del mundo. En se poesía vibra la desazón del conocer, de saber, de aprender según el decir del bíblico “Libro de la Sabiduría”: “Esta sed de saber tanto/ y esta gran pena por dentro/ de saber que no sé nada/ y que no tiene remedio”. En suma, diría que en su verso religioso, que lo es gran parte de su producción, Mariló nos brinda el triunfo de la poesía sobre la vida o la muerte. Dijimos antes que el segundo pilar de su quehacer poético era el andalucismo, su manera de entender el Sur sin despreciar otros lugares. es Mariló una gaditana, de Rota, fina, elegante y graciosa, que jamás niega la belleza o la bondad de otros sitios. A este respecto hay un poema que escribió tras un viaje a París, del que voy a transcribir algunos versos para que el propio lector, si aún tiene paciencia de serlo, saque sus consecuencias: “Hoy paseo junto al Sena. / Lejos el Guadalquivir. / Qué distinto es este río / de aquel que me espera allí. / Amigo el limonero, / de la adelfa y del olivo. / Notre Dame tañe sus quejas / de tristezas y
desganas. / ¿Dónde está mi campanario / de veinticinco campanas?”. Dos pilares que sustentan no sólo su poesía, sino su vida. Mariló durante su corta vida fue profundamente religiosa, como venimos diciendo, y hondamente andaluza, gaditana, de Rota, adonde volvía siempre que los micrófonos se lo permitían; y sevillana: “¿Dónde está mi campanario / de veinticinco campanas?”. Hoy ese campanario está en el Cielo, no sólo en Sevilla, y tañe para su madre, Santa Angelita, y para ella, que no en balde sino por ese don de la profecía que, en ocasiones, los poetas poseen sin que nadie sepa cómo ni por qué, no sabemos cuando escribió Mariló: “Un otoño lejano, / danzará mi corazón / como una veleta al viento / casi sin quererlo yo”. Sólo erró en el otoño, ya que se nos fue un nueve de enero de 1989. Hoy tenemos sus versos, su hondo, grácil y rico latir de una poeta que se nos marchó sin ruido, como siempre anduvo por la vida, de puntillas, procurando no molestar, tratando de pasar inadvertida, cosa que no logró del todo, porque ahí están sus amigos, que no paran de cantar sus versos desde Rota a Sevilla y desde Sevilla a Rota.
Francisco Mena Cantero
ÍNDICE PRIMER PREMIO
La cita
FCO. JAVIER GALLEGO DUEÑAS
pág. 4
SEGUNDO PREMIO TERCER PREMIO
La mariposa ciega Mª CARMEN RUIZ-HERRERA Recuerdos: Voluntad. Arrebatos. Decisiones ISABEL GARCÍA VIÑAO
pág. 8
ACCESIT ACCESIT
La mujer del presente Las nuevas amazonas
pág. 6
ANA Mª MARQUEZ DE LA BARRERA
pág. 10
MANUEL GARCÍA MATA
pág. 12
Con mรกs fuerza www.iurota.org