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JOYAS DE LA TIERRA

vinos para celebrar desde el pazo de toubes

Reinventar el clásico vino ribeiro respetando la tradición. Este es el reto que se impuso Viña Costeira, una de las grandes bodegas gallegas, con su apuesta por el Pazo de Toubes. La restauración de un edificio histórico en el municipio de Cenlle fue el principio de una aventura en la que sus vinos, pensados para celebrar en fechas como estas, son las estrellas. Pero la aventura no acaba ahí.

La propuesta llega desde una bodega recién reformada, y de forma espectacular, por el estudio OAU, del que es responsable el arquitecto y profesor Juan Caridad. Aprovechando la estructura de un pazo del siglo XVII en Cenlle y de su lagar, se proyectó un edificio moderno y funcional, con vistas espectaculares al valle. En la reforma se conservó todo lo que era posible conservar y se actuó con materiales contemporáneos como el acero corten para crear una gran terraza que sirve de mirador sobre el paisaje inconfundible de O Ribeiro, con sus laderas pedregosas que cambian de color con las estaciones.

Las referencias que se cultivan en el Pazo de Toubes son dos. La primera se llama Toubes, como el lugar del que procede. Se trata del buque insignia de la bodega. Recuperando la viticultura más tradicional y empleando uvas treixadura, loureira y albariña, el mosto fermenta en barricas de roble y se cría sobre lías finas. El resultado es un vino complejo y elegante, una reinvención del ribeiro más clásico.

La segunda marca producida con uvas de las fincas del propio pazo es Modus Vivendi, un vino desenfadado y perfecto para celebrar. Elaborado con las mismas variedades que su pariente Toubes, es un producto diferente, singular, en el que destacan las notas cítricas y el aroma a frutas de hueso.

La propuesta enogastronómica de Pazo de Toubes se completa con la reciente apertura de un restaurante inspirado en el producto gallego excelente y dirigido por un equipo joven y entregado. ᴥ

Un Tudor para la urbe y las profundidades

El último lanzamiento de Tudor, el Pelagos 39, es un reloj que saca a la calle toda la sofisticación y la robustez de los mejores aparatos de submarinismo. Recogiendo la tradición y la tecnología de la marca, esta nueva propuesta es perfecta para la vida ajetreada de la ciudad gracias a su cuidada estética y su comodidad.

El Pelagos 39 concentra una parte importante de las innovaciones técnicas que ha lanzado Tudor en los últimos tiempos. Su caja de 39 mm está fabricada en titanio grado 2, muy ligero y resistente, y cuenta con un bisel giratorio unidireccional y disco de cerámica con acabado satinado y revestimiento luminiscente, en el que se ha usado el material Super LumiNova®, que lo hace especialmente visible en la oscuridad. Además, las distintivas agujas «Snowflake» se mueven gracias al calibre MT5400, con espiral de silicio, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).

Su estética urbana se reafirma gracias al brazalete de titanio inspirado en los cierres que utilizan los submarinistas, y que se puede sustituir por una segunda correa de caucho. No hay que olvidar que el Pelagos desciende de una familia de relojes que comenzó a fabricarse en los años 50 para surtir a submarinistas de combate. De hecho, el modelo Pelagos FXD ha sido desarrollado en colaboración con la Marina Nacional Francesa. Desde sus orígenes, el Pelagos ha garantizado la máxima hermeticidad y durabilidad para aquellos que lo utilizan en las profundidades, proveyéndoles de un reloj-herramienta asequible y del que se pueden fiar en sus incursiones.

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