JOYAS DE GALICIA
MAGAZINE DE JAEL JOYERÍA
PASEOS
Urbanos y naturales
A CORUÑA
Militar por marinera
Verano en Jael Boutique
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En este número de Joyas de Galicia se reúnen dos efemérides. Por un lado, en este 2024 celebramos treinta años desde la apertura del primer punto de venta de Jael Joyería en Santiago de Compostela; tres décadas han pasado ya desde que pusimos la primera piedra en el empeño de proporcionar a nuestros clientes y amigos los mejores artículos de joyería, relojería y complementos en un ambiente cuidado y personalizado. Ha pasado mucho tiempo y ha pasado muy rápido: Jael ha crecido con nuevos establecimientos y con reformas para adaptarnos a las demandas del mercado, siempre manteniendo nuestra filosofía inicial de atención al detalle. Y así queremos seguir trabajando durante muchas temporadas más.
Además, esta revista, que nació en 2011 para ser nuestra ventana al mundo y aportar su grano de arena al conocimiento del público de las bellezas de Galicia, llega a su número 25. Desde entonces hemos publicado 2.500 páginas con historias de la Historia, apuntes culturales, reportajes sobre emprendedores y consejos de estilo en los que han cabido enfoques de lo más variado. Pero esta tierra es tan fecunda que nos da la impresión de que serán muchos más los ejemplares que editaremos: a poco que se profundice, Galicia es inagotable.
En el número de este verano os proponemos pasear por lugares de A Coruña y Santiago llenos de historia y anécdotas. Además, visitamos varios tesoros artísticos y conocemos el trabajo de personas empeñadas, desde el mundo de la empresa y el asociacionismo, en crear una sociedad mejor. Joyas de Galicia es, una vez más, un escaparate de las muchas cosas que se están cociendo y que nos gustan especialmente.
Esperamos que a vosotros también.
Pasad un buen verano en compañía de los vuestros.
Stop Leucemia
Cupa Stone Iberia, mucho más que pizarra
Primavera-verano en Jael Boutique
deporte premia a Jael
jael joyas de galicia
25 • VERANO 2024
Edita: Jael Joyería
Producción y diseño: Versal Comunicación, S. L.
Dirección: Elena Goyanes
Coordinación: Martiño Suárez
Traducción inglés: Reverso Comunicación
Maqueta: Paula Cantero
Fotografía: Adolfo Enríquez Estudio Fotográfico
Ilustración: Sr. Reny
Imprime: Gráficas Lasa
: 2254-0253
¿Qué es lo que nos hace grandes? ¿Enfrentarse a lo desconocido, aventurarse por lugares inexplorados y arriesgarlo todo? Este es el espíritu del que nació TUDOR y que vive dentro de todos los hombres y mujeres que llevan este reloj en sus muñecas. Sin ellos, no hay historia, ni leyenda, ni victoria. Es el espíritu que motiva a David Beckham cada día y es el espíritu que encarnan todos los relojes TUDOR. Algunos prefieren seguir lo establecido. Otros se arriesgan.
texto: martiño suárez
Para una sociedad nada acostumbrada a los festejos como era la gallega a mediados del XIX, la visita de la infanta Luisa Fernanda de Borbón y su marido, el duque de Montpensier, debió de ser todo un acontecimiento. La pareja real (ella, hija de Fernando VI de España y hermana de la reinante Isabel II; él, hijo de Luis Felipe de Francia) recorrió Galicia de norte a sur para asistir a los fastos del Año Santo de 1852. Luisa Fernanda acudía como delegada regia para la ofrenda al Apóstol tras casi dos siglos en los que la familia real no había asistido al evento.
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De hecho, la última vez en la que un miembro de la familia real había protagonizado la ofrenda se remontaba al 1690, con Mariana de Austria y Neoburgo, viuda de Felipe IV y madre de Carlos II. Se entiende así la expectación causada por la llegada de la pareja… y todo su espectacular séquito. Montpensier era todo un personaje. Así ha quedado retratado, casi siempre de forma negativa, por los historiadores que se han acercado a su figura. Uno de ellos, José Carlos García Rodríguez, titula el libro que le dedica como Biografía de una obsesión (Almuzara, 2015). Obsesión por reinar, se entiende: Antonio de Orleans era, por una parte, liberal e ilustrado, pero por otra manejó cuantos hilos pudo para conspirar contra su cuñada, la reina Isabel II. También se dejó querer para los tronos de Ecuador o de México, sin éxito. Vio la luz cerca de París en 1824, hijo menor del rey francés Luis Felipe I y de María Amelia de Borbón-Dos Sicilias (nieta del rey Carlos III de España).
Los Montpensier desembarcaron en A Coruña y cruzaron
Galicia de norte
a sur, parando en Santiago de Compostela
Ella había nacido María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón-Dos Sicilias en Madrid, en 1832. Infanta de España, hija del rey Fernando VII y hermana de la reina Isabel II, se había casado con Montpensier cuando contaba con apenas 14 años.
En 1852, en pleno auge del reinado isabelino, Montpensier y Luisa Fernanda vivían con el mayor de los lujos en el palacio de San Telmo de Sevilla (hoy sede de la presidencia de la Junta de Andalucía). En marzo emprendieron desde Valencia y acompañados por sus dos hijas unas vacaciones largas, en un buque pagado por el gobierno. No fue un viaje corto: en los siguientes cuatro meses visitaron Mallorca, Menorca, Italia, Alemania e Inglaterra, donde se codearon con la emperatriz Victoria y su familia en el castillo de Windsor.
Su visita a Galicia aparece reseñada en al menos dos libros: el de C. Sánchez Rivera, cronista de Santiago, a principios del siglo XX; y la Relación de la llegada, permanencia y salida de SS.AA.RR. los Sere-
nísimos Duques de Montpensier en Galicia de Narciso Zepedano y Antonio Neira de Mosquera, publicado en un momento contemporáneo a lo relatado. El recuento de hechos comienza el 19 de julio del Año Santo de 1852 con la llegada a Ferrol de la «augusta comitiva», en palabras de Zepedano y Neira. Los duques arriban a A Coruña desde Inglaterra y lo hacen con poco preaviso: el anuncio se da a las autoridades locales el día 6, lo que supone una carrera contra el reloj para adecuar las infraestructuras a sus elevadas exigencias. «Los palacios se amueblan, los teatros se decoran, las plazas públicas se embellecen como por encanto, poetas y artistas improvisan versos», cuentan los cronistas. También en las localidades menores, de las que hablan empalagosamente: «En esas poblaciones rurales donde las ovaciones públicas presentan la simplicidad de los afectos puros y delicados del campo, se buscan mirtos y flores para cubrir los monumentos que se levantarán en las carreteras».
Los duques llegan a Ferrol en el vapor Isabel II el 19 de julio y se encuentran con que la ciudad «no puede ofrecer un alojamiento digno de la nieta del monarca a quien debe su gloriosa nombradía», esto es, Carlos III. Así que, después de un recibimiento fastuoso y una visita al Arsenal, deben volver al barco. Al día siguiente los despiertan el Capitán General de Galicia, el Gobernador Civil y el Regente de la Audiencia Territorial, llegados de A Coruña, y los acompañan a oír misa en la concatedral de San Julián, bajo dosel carmesí. Tras varios besamanos y algunas visitas protocolarias, parten de nuevo en el vapor el día 21 hacia A Coruña, donde estarán hasta el 23 de julio. Allí se encontrarán el muelle del Parrote decorado y con las embarcaciones engalanadas. Recibidos con salvas y por 15.000 espectadores, tras atracar se dirigien al Ayuntamiento rodeados por autoridades, militares, un coro de chicas del Hospicio, marineros vestidos de blanco, labradores danzantes y «una
niña vestida de guerrero con la bandera nacional en la mano, en representación del Antiguo Reino de Galicia». La ciudad está engalanada con un arco triunfal construido en un par de días, colgaduras en los edificios oficiales y hasta una alameda artificial en María Pita. El alcalde, Juan Flórez, invita a comer a los visitantes en un ambiente fastuoso, «nada más deslumbrador, nada más suntuoso, nada más grande […] entre lo bello y lo magnífico, entre el buen gusto y la opulencia», afirman Zepedano y Neira en otra de sus enumeraciones retóricas. Esta vez Montpensier y la Infanta sí pueden quedarse a dormir en tierra: el Consistorio les ha preparado habitaciones (separadas) engalanadas con alfombras, telas y oros desde el suelo hasta el techo.
Para el común de los coruñeses, la estancia se convierte en todo un acontecimiento, de los que hay pocos en la época. Bandas de música, comparsas e iluminación animan la ciudad durante los días en los que la pareja se hospeda en A Coruña. En sus tres días de estancia, visitan los principales monumentos y las afueras, además de asistir a desfiles, recepciones, discursos y conciertos varios.
Copa de ofrendas depositada por los duques, que actualmente se custodia en el Museo de la Catedral de Santiago
Los cañonazos que indican la partida del duque de Montpensier y la Infanta despiertan a los coruñeses en la mañana del día 23. El camino está repleto de homenajes más o menos espontáneos. En Carral, en Ordes o en Oroso se edifican monumentos efímeros para saludar al grupo, que llega a Santiago de Compostela a media tarde.
«Cuarenta mil almas», según los cálculos de Zepedano y Neira, reciben a la pareja real en su llegada a Santiago. La comitiva entra en la ciudad por la rúa dos Basquiños, rodea la zona vieja por As Rodas, pasa bajo otro arco triunfal efímero en Fonte de Santo Antonio y se mete en la almendra histórica por la rúa Nova hasta llegar al Obradoiro, entonces plaza del Hospital. La recepción bebe de la misma inspiración que la coruñesa: una representación de «aldeanos de ambos sexos vestidos a la usanza del país» y niños y niñas de la Casa de Beneficencia disfrazados de chinos mandarines. Recibida por la corporación municipal, la pareja se instala en el Hostal entre cuadros de Rubens y Forchout, encajes de gran lujo y ajuares de plata.
El día 24 el Obradoiro es un pandemonio de militares, curiosos, gigantes y cabezudos, bailarines y personalidades que «se abren paso por entre la multitud», «altos funcionarios del Estado en cuyos pechos brillan honrosas condecoraciones, elevadas dignidades eclesiásticas, civiles y militares y los jefes
y empleados de los establecimientos públicos de la ciudad». Al jaleo se suma la celebración, en la misma plaza, de una corrida de toros a la que asisten Montpensier y la Infanta. Algunas zonas de la ciudad, como la Alameda, están iluminadas por luces eléctricas casi por primera vez en la historia.
El plato fuerte se entrega, naturalmente, el día 25. Por la mañana, los duques de Montpensier entran solemnemente en la Catedral para presidir la misa y ofrenda al Apóstol. En un edificio atestado de nobles y plebeyos, Antonio de Orleans ofrenda mil escudos de oro y una preciosa copa que sigue conservándose en el Museo de la Catedral. No es una donación, sino un préstamo, destinado a usarse en ocasiones solemnes. El arzobispo, Manuel García Cuesta, acepta el regalo con un discurso en el que «los venerables recuerdos de la nacionalidad triunfante en nombre de la religión se mezclan con los votos favorables a la familia real de España».
Acabada la misa, rompe a llover: los festejos se suspenden hasta el día siguiente, en el que Montpensier y Luisa Fernanda verán los Fuegos del Apóstol. Entre el 26 y el 27, visitarán la Universidad y las iglesias de Compostela, antes de dar por concluida su estancia el 28 por la mañana. La comitiva de marqueses, condes, escoltas y sirvientes saldrá por la carretera de Padrón con destino a Pontevedra, Ourense y, finalmente Portugal. ᴥ
Cada temporada, y desde hace casi medio siglo, Rolex premia el talento aplicado a mejorar la vida de las personas a través de sus Premios a la Iniciativa. Los galardones se enmarcan en la acción Perpetual Planet, con la que la firma suiza quiere respaldar proyectos que incidan en favor de un mundo más sostenible y amable con las personas. En esta edición, los reconocidos trabajan en campos como el suministro de agua potable en África, la conservación de la naturaleza, la reforestación o la comercialización de productos artesanos.
En 2023 han sido cinco los proyectos innovadores señalados por los Premios Rolex a la Iniciativa. Todos ellos comparten el objetivo común de dejar un planeta mejor a las generaciones futuras. Es el caso de la empresaria keniata Beth Koigi, que pelea por llevar el agua a regiones áridas de todo el planeta. Koigi ha desarrollado desde 2017 la innovadora tecnología de los generadores atmosféricos para obtener, filtrar y mineralizar agua de la atmósfera para suministrarla a campamentos de refugiados en África.
También se centra en ese continente la propuesta de Inza Koné, primatólogo de Costa de Marfil, que promueve la conservación forestal en el occidente africano para proteger su biodiversidad. Por su parte, el chino Liu Saochuang utiliza tecnología satélite de última generación para monitorizar las manadas de camellos salvajes en el desierto del Gobi.
Rolex ha reconocido también el trabajo de Constantino Aucca Chutas. Este biólogo peruano trabaja con las comunidades indígenas de los Altos Andes para preservar lo poco que queda el bosque original, reducido al 2% de su territorio por la presión deforestadora.
Por último, los Premios Rolex a la Iniciativa respaldan la iniciativa de Denica Riadini-Flesch para cambiar la forma de comercializar productos textiles realizados por artesanas rurales en Indonesia. A través de su empresa, empodera a estas mujeres dándoles un salario digno y creando puestos de trabajo para producir moda sostenible con el sistema «de la granja al armario».
Cinco iniciativas reciben respaldo para acciones ecológicas y solidarias
texto: l. fernández moreno fotografía: cica-udc
Los nuevos materiales son una de las claves para luchar contra la contaminación y el cambio climático. El grupo de investigación UDCSólidos, de la Universidade da Coruña, trabaja en nuevos componentes que sirvan, por ejemplo, para refrigerar sin echar mano de gases tóxicos y aparatos que consuman mucha electricidad. Uno de esos materiales, la perovskiña, es la clave de una colaboración entre los científicos y la artista Verónica Moar, que ha creado objetos cerámicos para llamar la atención sobre este tipo de trabajos científicos de vanguardia.
Uno de los materiales creados por el grupo de investigación UDCSólidos es la perovskiña. Se trata de un sólido híbrido formado por una conjunción de compuestos inorgánicos (con metales como hierro, níquel o manganeso) y orgánicos (de carbono, nitrógeno e hidrógeno). El nombre, bien curioso, tiene su razón de ser: su estructura tridimensional recibe el nombre científico de perovskita (en honor al mineralogista ruso Lev Aleksievych von Perovsky).
Según sus creadoras, la perovskiña es barata y fácil de sintetizar. Los componentes orgánicos le dan flexibilidad y la hacen fácilmente comprimible, y ahí está la clave: el nuevo material tiene propiedades biocalóricas, esto es, al comprimirse se enfrían. Por ello, uno de sus usos principales puede ser el de sustituir a los actuales gases refrigerantes de las neveras, tóxicos y en proceso de prohibición por su elevado impacto ambiental.
La descripción de la perovskiña se publicó en 2018 en Nature Communications en un artículo de Juan M. Bermúdez, Manuel Sánchez, Socorro Castro, Jorge López, Ramón Artiaga y María Señarís. El trabajo ganó el premio de investigación Ernesto Viéitez, de la Real Academia Galega de Ciencias. Estos nuevos materiales fueron el motor de una residencia artística dentro del Centro Interdisciplinar de Química e Bioloxía (CICA) coruñés. Los investigadores de UDCSólidos colaboraron con la artista Verónica Moar en la creación de piezas cerámicas en las que la perovskiña es la protagonista. El conjunto de piezas ofrece un aspecto inconfundible y toda una historia en cada uno de los materiales que las conforman. La estructura evoca a la evolución natural de un flotador de los utilizados en la pesca que se ha perdido en el mar y ha sido colonizado por crustáceos. La base de las piezas es
de porcelana hueca, a la que se han adherido unos pequeños cristales azules que recuerdan las técnicas tradicionales de vidriado. Es un engaño visual: no se trata de un esmalte clásico, sino de perovskiña cristalizada sobre la superficie de la porcelana. Verónica Moar utiliza sus cualidades únicas para representar los vaivenes termodinámicos que la tierra necesita para convertirse en cerámica.
La colaboración de Moar no se quedó en la perovskiña. Suyas también son obras realizadas con cerámica y biopolímetros como el alginato procedente de algas. La investigadora colaboradora fue Érika García Cardesín, del grupo BIOCOST y embajadora del CICA en 2024 por su gran labor de divulgación, que trabaja con biopolímeros como la celulosa, el agar-agar o el alginato para utilizarlos como soporte blando para la fabricación de composites con materiales funcionales como los refrigerantes sólidos. ᴥ
texto: l. fernández moreno fotografía: adolfo enríquez
No hace ni 200 años, la Alameda de Compostela era un espacio un tanto caótico destinado a ferias de ganado y entrenamientos militares. Su densa arboleda y la del adyacente Paseo da Ferradura se habían repoblado años atrás con la contribución de los vecinos de las parroquias rurales de Santiago. Dos siglos de actuaciones urbanísticas le han dado su aspecto actual.
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Lo contaba en una publicación de 1962 el sacerdote e historiador Jesús Carro García, miembro en su día del Seminario de Estudos Galegos. A mediados del siglo XVI, los condes de Altamira cedían al Ayuntamiento la arboleda situada extramuros, en el llamado Otero de los Potros, para crear un espacio de esparcimiento público. Corto de fondos, el consistorio reclamaba a cada vecino de parroquias como O Eixo o Aríns que llevasen allí un roble, un álamo o un fresno para repoblar, convirtiendo un antiguo castro abandonado en parque. Durante un par de siglos, el terreno fue utilizado como campo de entrenamiento por las tropas acantonadas en el Cuartel de Compostela y más tarde como sede de las ferias periódicas en las que se vendían ganado y productos del campo.
A finales del XVIII pudo darse un cambio que habría modificado para siempre el aspecto que hoy tiene la Alameda. El ingeniero militar Martín Cermeño diseñó un cierre de edificaciones neoclásicas que habría convertido el parque en una plaza urbana. Las construcciones, de las que solo esbozó la fachada (de tres pisos, sobria y con rejería), cerraban el predio en tres de sus caras, engullendo tanto la portada del colegio de San Clemente (hoy Instituto Rosalía de Castro) como la iglesia del Pilar.
El proyecto no se llevó a cabo. Al contrario, a principios del XIX el mercado de ganado se tras -
ladó a Santa Susana, donde estaría hasta no hace tantísimo tiempo, y empezaron los trabajos para hacer de la zona el paseo romántico que la ciudad demandaba. El primer plano lo dibujó Blas Galiano y contemplaba dos caminos (uno en forma de herradura, lo que le dio el nombre que hoy tiene) y una gran plaza elíptica sobre los Agros de Don Mendo (hoy, el espacio ocupado por el Campus Sur). Esta disposición fue la base de todo lo que vino después.
A mediados del siglo, la Alameda ya tenía un aspecto similar al de hoy. Eso sí: estaba cerrada por una verja de rejería, de la que solo se han conservado dos elementos tan icónicos como los leones sobre pilares que hoy se sitúan en la entrada de la Ferradura. Durante buena parte de aquella centuria, los dos animales marcaron la entrada principal al parque, frente a la Porta Faxeira.
El paso de los años y la costumbre fijaron los usos del espacio. Según escribía Otero Pedrayo, en aquellos tiempos la Alameda tenía tres pasillos, «el central para el señoría, el de la derecha para el vulgo, el de la izquierda reservado a clérigos, ancianos y catedráticos, todo esto sin pragmática, por el imperativo de la costumbre», recoge Pablo Costa Buján en su libro Periferias y (des)bordes citando al escritor mindoniense. Un panorama muy diferente al de hoy, en el que la Alameda acoge paseos, manifestaciones, entrenamientos de runners y fotografías de turistas.ᴥ
La serpiente es el símbolo imperecedero de Bulgari. La firma romana utiliza sus formas sinuosas en sus relojes desde hace ocho decenios: en 1948, el legendario Tubogas revolucionó el sector con sus líneas lujosas y sugerentes. Ahora, la marca actualiza el Serpenti Seduttori, sucesor del diseño, con dos nuevos modelos inspirados en el reptil.
El Serpenti Seduttori apareció hace cinco años para heredar esa belleza ambigua que representaba el Tubogas. Para Bulgari, la serpiente es un animal místico, símbolo de fortaleza y vitalidad, signo de feminidad seductora y fuerte. El Serpenti Seduttori se caracteriza, por supuesto, por el inconfundible brazalete que lo une al brazo de su propietaria (una sujeción que es todo un prodigio de ingeniería y orfebrería, con sus piezas curvadas a modo de escamas), pero también por la caja curva que imita la cabeza del ofidio. La pericia como fabricante de relojes de Bulgari es clave en la realización de estas piezas, que se convierten en segunda piel de quien las luce.
Los nuevos modelos del Serpenti Seduttori se caracterizan por su esfera lacada en negro, que le añade al conjunto todavía más misterio y seducción. La primera de las variaciones está fabricada en acero, mientras que la segunda se ejecuta en oro rosa. El detalle de la corona, iluminada con una piedra de rubelita rosa, contrasta con la sobriedad que atesora el conjunto.
La firma romana actualiza un diseño heredero del legendario Tubogas
texto: m. míguez
La historia de A Coruña está ligada al mar, pero también al Ejército. Es precisamente la necesidad inicial de proteger un territorio clave en las rutas de navegación y comercio marítimo la que marca una presencia militar que permanecerá a lo largo de los siglos, creciendo y haciendo crecer la ciudad hasta el día de hoy.
La llegada de la escuadra comandada por Julio César en el 61 a. C. al castro de Elviña, según relata el senador e historiador romano Dión Casio, tras partir desde Cádiz rumbo al Noroeste con la intención de obtener crédito militar y un botín económico suficiente para pagar a sus ejércitos y financiar posteriores campañas, puede considerarse como el primer hito militar en A Coruña. A partir de ahí, la presencia castrense ha sido una constante en el territorio herculino desde la fundación del asentamiento romano de Brigantium, en el segundo tercio del siglo I d. C. La relevancia del puerto coruñés como punto de recalada y abastecimiento para las rutas atlánticas y la condición de la zona como enclave administrativo hacía necesario un sistema de defensa. El ejército romano, profesionalizado y bien equipado, cumplía esa función bélica y de vigilancia, a la que se añadía la participación de soldados que contaban con conocimientos de distintos oficios en otras tareas en beneficio de la población y la labor de control de las grandes obras de infraestructuras y de las funciones económicas (como cobro de impuestos o tráfico de mercancías) por parte de militares altamente cualificados.
La presencia romana en A Coruña, reflejada en la Torre de Hércules Adolfo Enríquez
El crecimiento de A Coruña no se entiende sin la estrecha relación con la actividad militar, en concreto, referida a la defensa del territorio. Es a raíz de la decisión del rey Alfonso IX de repoblar la ciudad a principios del siglo XIII, después de que quedase prácticamente deshabitada a consecuencia de la constante amenaza vikinga, cuando se erige la primera muralla en torno a lo que en la actualidad es la Ciudad Vieja. La autorización del libre comercio con Inglaterra y la posterior instalación de la Casa de la Contratación para la especiería impulsaron la actividad mercantil y, con ello, la necesidad de protección. Se sucedieron entonces, entre otros, la construcción del fuerte de San Amaro, la expansión del perímetro amurallado (que a finales del siglo XIV tenía ya una longitud de 1.200 metros), el levantamiento de la desaparecida fortaleza de San Carlos (destruida por la explosión en 1658 del polvorín que albergaba y sobre la que hoy se ubica el jardín de San Carlos) y de los castillos de Valparaíso (en los terrenos del actual parque de Eirís) y San Diego (demolido en los años sesenta para acometer la ampliación del puerto comercial), la recuperación de la Torre de Hércules como atalaya de vigilancia ante posibles ataques desde el mar, las obras del castillo de San Antón y los reiterados refuerzos y ampliaciones de las murallas para adaptarlas a la aparición de las armas de fuego, hasta que en el siglo XVIII se completó la fortificación de la ciudad que permaneció hasta finales del XIX. Todo ello, acompañado de la cada vez más numerosa presencia de soldados, vinculados a una actividad castrense que fue en aumento a lo largo de los siglos.
En la segunda mitad del siglo XVI, el rey Felipe II ordena el traslado de la Capitanía General y la Audiencia desde Santiago a A Coruña, que iba cobrando peso en la Administración Pública. La presencia de tropas y, sobre todo, de mandos militares se hace una constante y despunta con el establecimiento en la ciudad de la Intendencia de Galicia, en las primeras décadas del XVIII, que desempeñaba funciones de hacienda, justicia, policía y guerra y estaba ubicada en la Casa de la Veeduría o Gobierno Militar. Poco después se construía el cuartel de Macanaz (en el terreno que en la actualidad ocupa la sede de la Fundación Luis Seoane), que hasta su desaparición albergó desde tropas francesas a oficinas de Transportes Militares, un Batallón de Transmisiones, las oficinas de Intervención, la Caja de Reclutas, los Juzgados Militares, la Radio Militar o la Jefatura de Veterinaria. Sus instalaciones para acoger a cuatrocientos hombres y las del cuartel de Santo Domingo (en la antigua Casa de la Moneda), para seiscientos, resultaban insuficientes, lo que impulsó la construcción del acuartelamiento de Zalaeta, con capacidad para ochocientos hombres y que albergó fuerzas de Caballería, de Artillería y de Costa. En la lista de los numerosos acuartelamientos e instalaciones militares que fueron conformando una ciudad en la que la actividad castrense y la vida civil estaban íntimamente ligadas no pueden faltar el cuartel de Artillería de San Francisco, los cuarteles de Santo Domingo y Atocha y Automóviles, la Farmacia Militar, el Hospital Militar o la iglesia Castrense.
El cuartel de Atocha, en pie en A Coruña desde el siglo XIX. Archivo El Ideal
Cañones en uno de los antiguos baluartes de defensa de la ciudad. Archivo El Ideal
De la tradición artillera de A Coruña hay referencias desde el siglo XVI, cuando estaban en funcionamiento fundiciones particulares, pero es en el XVIII, con la construcción de la Real Fundición de Artillería junto al convento de San Francisco, cuando la ciudad se consolida como referente de esta actividad. Apenas unos años más tarde llegaría la Real Maestranza (en los terrenos que hoy ocupa el Rectorado), que en poco tiempo se convertiría en la mayor fundición de artillería del Reino y acabaría albergando tres grandes talleres dedicados a carpintería, once fraguas, un horno de fundición y otro de forja y calderería y talleres de máquinas, armería y pintura. Ya en el siglo XX, el relevo en la actividad artillera lo toma la Fábrica de Armas, nacida en plena Guerra Civil y de relevancia para el desarrollo industrial y económico de la ciudad. En su haber están las producciones de, entre otros, el fusil Mauser Coruña, el CETME 7.62. y 5.56, el fusil HK G36-E, piezas del carro de combate Leopard y del vehículo Pizarro, el cañón Mauser MK-30 y el lanzagranadas LAG 40.
En una ciudad con fuerte presencia militar no es extraña la existencia de gran cantidad de polvorines. Desde la actual zona de Monte Alto a Punta Herminia, el jardín de San Carlos o la Zapateira, A Coruña estuvo rodeada durante siglos de este tipo de almacenes de explosivos. En la historia herculina están marcados los estallidos de algunos de ellos, como el de San Carlos en el siglo XVII, que dejó doscientos muertos, o el del Orzán en 1942, que aún se recuerda por la rotura de cristales desde las Atochas hasta el entorno de la plaza de Pontevedra. El más destacable, no obstante, es el de la Zapateira, donde las tropas británicas aliadas en la Guerra de la Independencia habían desembarcado una importante cantidad de pólvora. Durante la conocida como Batalla de Elviña, en 1809, un ejército británico en retirada que temía que los soldados franceses se hicieran con la munición decidió volar el polvorín. Su error fue calcular en unos 1.500 los barriles de pólvora, cuando eran en realidad 15.000. Se habló entonces del mayor estruendo en Europa, la mayor explosión de la época, que dejó de recuerdo un cráter que aún puede distinguirse.
Grabado que representa la explosión del polvorín durante la batalla de Elviña. Colección Manuel Arenas
Como parte destacada de la sociedad coruñesa, los militares contribuían a la actividad lúdica y durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX era habitual su presencia en fiestas populares, exhibiciones y concursos hípicos, corridas de toros, partidos de fútbol o celebraciones de Semana Santa. Las actuaciones de la Unidad de Música en el palco de los jardines de Méndez Núñez eran, además, una cita fija en la agenda de la ciudad. Mención aparte merecen las paradas y los desfiles, con motivo de visitas de autoridades o fiestas castrenses. En el último siglo, el acto más destacado fue el desfile por el Día de las Fuerzas Armadas de 1985, un despliegue de 6.300 hombres y 580 vehículos por los Cantones ante la mirada de miles de coruñeses.
pinceladas de actividad castrense
De la actividad castrense en A Coruña hay infinidad de imágenes en publicaciones y colecciones, pero apenas unas pocas representaciones pictóricas. Las más destacadas son las del teniente coronel de Caballería Román Navarro, autor de dos de los óleos más descriptivos de la presencia de soldados en la ciudad: la representación de una unidad de Artillería de regreso hacia el cuartel de Macanaz después de unas prácticas de tiro y el titulado Baño de caballos. Profesor de un joven Pablo Ruiz Picasso, Román Navarro influyó de manera decisiva en las primeras obras del genial artista, que durante su estancia en la ciudad realizó varios bocetos de la vida y el ambiente militar que percibía en la calle.
La huella militar en A Coruña se ha ido desdibujando hasta circunscribirse en la actualidad al Mando de Apoyo a la Maniobra, un conjunto de unidades dentro de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra que tienen su cuartel general en el Palacio de Capitanía. Hasta llegar a su constitución, en 2020, la ciudad fue durante quince años la plaza en la que se asentaba la Fuerza Logística Operativa (FLO) del Ejército de Tierra, resultado de un proceso de transformación interna de la institución militar a finales del siglo XX. En las dos centurias previas, el territorio herculino había albergado la VIII Región Militar, también conocida como Capitanía General de Galicia, el II Distrito Militar y la V Capitanía General. Tras varios cambios en las denominaciones y la reorganización del territorio en divisiones desde la Guerra Civil hasta los años 90, fue el plan de organización del Ejército de Tierra el que se considera que rebajó la importancia de las regiones militares en la organización de las Fuerzas Armadas, hasta que en 2002 la estructura de los ejércitos abandonó la territorialidad de forma definitiva en favor de la operatividad. Estas modificaciones han mermado la presencia militar en A Coruña de manera drástica, si bien su vinculación con la ciudad sigue estando patente con la participación de los mandos en actos institucionales y a través de actividades de carácter social, como visitas guiadas, exposiciones o conciertos. ᴥ
texto: martiño suárez fotografía: adolfo enríquez
Álvaro Concheiro, director de Internaco (una multinacional de la maquinaria agrícola y de jardín con orígenes en Ordes), sufrió y superó un linfoma. Una vez recuperado, decidió tomarse la revancha invirtiendo en innovación médica y, de alguna manera, vengarse de la enfermedad. Creó la Fundación Stop Leucemia, a través de la cual se financia el trabajo de once investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), vinculado al Sergas y la Universidad de Santiago. Carlos Pérez es uno de ellos. Su trabajo, centrado en la inteligencia artificial dirigida a vencer al cáncer, comienza a dar resultados.
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¿Cómo empezó su implicación con la lucha contra la leucemia?
Álvaro Concheiro: En 2013, durante un chequeo, se me detectó un linfoma. Fue un trago duro, pero lo superé gracias a la quimioterapia. Pero después, en los controles periódicos, el hematólogo Adrián Mosquera me comentó que en su grupo de investigación había una investigadora a la que no podía renovar el contrato por falta de financiación. Y le dije: le pago yo el sueldo, se lo paga mi empresa. Ahí nació la Fundación Stop Leucemia, como estructura para hacer algo más potente y no para una ayuda puntual.
¿Es una entidad enfocada únicamente a la investigación?
A.C.: Prácticamente al cien por cien. Se trata de pelear con toda esta enfermedad a través de investigación. En Galicia hay otras fundaciones que hacen una gran labor ayudando al paciente.
Carlos Pérez: La gran virtud de la Fundación Stop Leucemia es que nos permite aumentar el grupo de investigación, pero sobre todo que garantiza la estabilidad de los propios investigadores. Gracias a ella podemos comenzar y saber que la financiación no se va a cortar con el proyecto empezado.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo?
C.P.: El grupo de hematología computacional y genómica, gracias los fondos de la Fundación Stop Leucemia y bajo la dirección de Adrián Mosquera, trabaja en la aplicación de la inteligencia artificial para mejorar la atención y diagnóstico de los pacientes. Tenemos tres áreas de investigación. La primera es el desarrollo de fármacos: identificar una molécula, optimizarla o desarrollar nuevas moléculas es mucho más efectivo así que con métodos tradicionales; el algoritmo puede modelar las diferentes formas que puede tener una molécula y las distintas maneras en la que puede afectar a la diana a la que se dirige: leucemia, mieloma, linfoma… Una segunda vía de investigación es el diagnóstico. Desarrollamos modelos predictivos que toman toda la información clínica de un paciente y estratifican el riesgo que tiene y, así, definen cómo va a funcionar cada tratamiento contra su enfermedad y elegir el más efectivo.
El más efectivo y el que menos costes supone para el sistema de salud.
C.P.: Exacto, todo va a ser mucho más eficiente, menos tóxico, con menos efectos secundarios para el propio paciente que se somete a tratamiento.
¿Y la tercera vía de investigación?
C.P.: Son lo que llamamos biomarcadores digitales. Analizamos imágenes médicas, biopsias de tejido, digitalizadas, buscando señales o marcadores que dentro de un tumor nos pueden permitir un diagnóstico más preciso, pero también determinar la agresividad del tumor y predecir los estadios de evolución del paciente. Quizá así no sea necesario realizar otras pruebas más invasivas.
¿Qué desafíos afrontan ahora mismo?
C.P.: Queremos que todas estas investigaciones vayan más allá de una mera publicación científica y se lleguen a implementar como soluciones. Ahora estamos colaborando con otra empresa familiar gallega, Edisa, en el desarrollo de un software para implementar esa herramienta de diagnóstico y pronóstico. Esto no va a sustituir el criterio de un médico, pero va a reforzar sus pronósticos porque la inteligencia artificial analiza miles de datos con una objetividad mayor. En el área de desarrollo de fármacos, estamos en la fase del desarrollo computacional, después llegará el momento de validarlo experimentalmente, producir las moléculas… Aquí también se va a necesitar financiación.
«La IA no va a sustituir el criterio de un médico, pero sí a reforzar sus pronósticos con más datos y objetividad»
» Carlos Pérez
Además de Internaco, ¿hay otras empresas entre los patronos de la Fundación?
A.C.: Ahora mismo contamos con la colaboración de compañías de la talla de Ramón García, Macoga, Frinsa, Aluminos Cortizo… Y también hay mucho donante anónimo. Por ahora estamos cubiertos, pero vamos a ver en qué desembocan estas investigaciones porque probablemente haga falta más inversión para desarrollarlas completamente.
¿Es más difícil conseguir financiación que la investigación en sí?
A.C.: Pues no. No en nuestro caso. En la Fundación Stop Leucemia no hay gastos de estructura porque los cubre mi empresa, así que cada euro que se invierte va directamente a la investigación. Nos parece clave tener un personal investigador estable.
¿Se debe implicar la empresa en este tipo de investigaciones?
A.C.: No me gusta decir que la empresa tiene que devolver algo a la sociedad, porque no creo que «devolver» sea la palabra. La empresa participa de la sociedad creando empleos, creando riqueza, y tiene que invertir en este tipo de proyectos y hacerlos rentables. Y, además, apostar por el capital humano que tenemos aquí.
C.P.: Si la empresa privada no invirtiese, si no existiese la Fundación Stop Leucemia, probablemente todo esto no sería posible. Se habría quedado en una idea de Adrián Mosquera que al final no pudo ser. Estas investigaciones son una realidad gracias a la confianza que nos da Álvaro.
A.C.: En Santiago estamos a punto de sacar al mercado una solución que va a ayudar a miles de pacientes a mejorar su vida, una solución cien por cien gallega. Eso a mí me encanta. Y personalmente estoy muy contento de poder atacar esta enfermedad en lugar de resignarme. Es una de las cosas que más me me motivó, pensar: la leucemia me atacó, ahora voy a hacer algo para pelear contra ella. Este tipo de iniciativas, que estamos haciendo aquí, en Galicia, nos hacen ser muy optimistas en un plazo relativamente corto, porque la investigación avanza a una velocidad que a veces parece irreal.
Una predicción para acabar: ¿en cuántos años creen que habremos acabado con la leucemia?
C.P.: Vamos a soñar en voz alta: en la próxima década estaremos próximos a acabar con ella o, al menos, a hacerla una enfermedad crónica de forma que quien la sufra pueda vivir casi con normalidad.
A.C.: Tenemos ante nosotros todos los avances que está habiendo en los últimos años. Parece una locura, pero ¿por qué no? ᴥ
texto: j. pombo fotografía: adolfo enríquez
El Paseo Marítimo de A Coruña es uno de los símbolos más representativos de la ciudad gallega. Extendiéndose a lo largo de más de 20 kilómetros, es el paseo marítimo más extenso de Europa y ofrece a residentes y visitantes la oportunidad de disfrutar de una impresionante variedad de paisajes, actividades y puntos de interés cultural e histórico.
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El paseo puede iniciarse tan lejos como en el puente de O Burgo. Rodeando la zona hospitalaria, llega a la zona del puerto, pasa ante los Cantones y cerca de la Marina, y bordea toda la península coruñesa hasta llegar a la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo en funcionamiento del mundo y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde este punto, el recorrido continúa por las playas de Orzán y Riazor, dos de los lugares más populares para el ocio y el baño durante los calurosos meses de verano.
Se puede prolongar hasta Bens, zona en otros tiempos ultraperiférica y hoy recuperada para disfrute de los ciudadanos. La perspectiva marítima desde aquí es sobrecogedora en días de mal tiempo, con el mar batiendo ferozmente la costa. A lo largo del paseo, se pueden apreciar espectaculares vistas del océano Atlántico y del litoral rocoso que caracteriza a la ciudad. Los acantilados y las áreas de costa más abrupta se combinan con tramos de playa y áreas ajardinadas, creando un entorno variado y agradable para pasear, hacer deporte, tomar algo o simplemente relajarse.
El Paseo Marítimo también es un espacio que alberga una rica oferta cultural. A lo largo de su recorrido, se encuentran varios puntos de interés, como el Castillo de San Antón, una antigua fortaleza que actualmente alberga el Museo Arqueológico e Histórico de A Coruña. Otro punto destacado es el Aquarium Finisterrae, también conocido como la Casa de los Peces, que ofrece una mirada fascinante a la vida marina de la región. ᴥ
El futbolista más deseado, el francés Kyulian Mbappé, afronta una temporada clave en su carrera, llena de retos y de cambios. La campaña 2023-2024 ha finalizado con un evento en el que todos los focos se han situado sobre él: la Uefa Euro 2024, el campeonato europeo de selecciones nacionales, del que Hublot ha sido de nuevo cronometrador oficial.
La relación de Hublot con el fútbol y con su mayor estrella viene de lejos. La empresa comenzó a involucrarse con el mundo del balón en 2006, convirtiéndose en la primera marca de lujo en invertir en el deporte rey. Desde 2014 es reloj oficial de la Copa del Mundo y su icónico panel mostrando el tiempo restante y los números de las sustituciones se ha hecho un clásico en los mejores estadios.
Para esta Uefa Euro 2024, Hublot ha diseñado una evolución del Big Bang e Gen 3, presentado en 2002 con motivo del Mundial. Se trata de un reloj con caja de 44 milímetros en titanio, cristal de zafiro irrayable y correa de caucho con hebilla desplegable. Su corazón es un procesador Qualcomm Snapdragon que lo conecta con ocho sensores (del GPS al pago con tecnología NFC o las últimas opciones de conectividad).
Como embajador del Big Bang e Gen 3, Mbappé ha protagonizado la campaña con el lema «Cada segundo cuenta», en el que el francés marca el gol de la victoria en el último instante mientras el árbitro vigila el tiempo en su Hublot. Un dúo imparable.
El futbolista es el embajador del Big Bang e Gen 3, reloj oficial de la competición continental de selecciones de fútbol
Cotolai era un modesto carbonero que vivía más mal que bien en la falda del monte Pedroso. En el siglo XIII, el paraje era la periferia de la periferia de la ciudad apostólica. Sin embargo, según la tradición, fue allí donde recaló para hospedarse san Francisco de Asís en su visita a Compostela, entre 1212 y 1215. Carbonero y futuro santo trabaron una amistad que acabó derivando en la creación del convento franciscano santiagués. El monte en el que se conocieron ha cambiado muchísimo desde entonces.
Las escasas fotos de época de la zona que existen (siempre como telón de fondo de algo que ocurre en Santiago) muestran que, en el XIX, el Pedroso era una extensión de monte pelado y, evidentemente, vacío de monumentos. La cruz que hoy lo corona es posterior. Con motivo del cambio de centuria, el papa León XIII propuso homenajear a Cristo Redentor en la entrada del siglo XX con la construcción de cruces de grandes dimensiones en los montes más altos de la Cristiandad. El cardenal Martín de Herrera, entonces arzobispo de Santiago, no tenía mucho material geográfico al que recurrir, pero aún así ordenó que se erigiese el monumento en la cima del Pedroso. Rezar el Credo a su pie comportaría 300 días de indulgencia a quien lo realizase.
El proceso fue largo y se prolongó hasta 1909, el año de la Exposición Regional Gallega. Fue el 16 de mayo de ese año cuando se inauguró el vía crucis (con la presencia del mismo arzobispo). Miles de personas se reunieron en lo alto del Pedroso para la ocasión; el camino y el monumento se habían realizado gracias a una suscripción popular.
El vía crucis comienza nada más atravesar el río Sarela por Ponte Asén, en el parque de Galeras, y asciende por la Costa de Santa Isabel, bordeando la casa en la que reside el presidente de la Xunta. En paralelo al Rego de Bar (un pequeño riachuelo que desemboca en el Sarela un poco más abajo), atraviesa el barrio de Casas Novas y llega al aparcamiento del parque de la Granxa do Xesto. En este tramo las cruces son escasas. Justo en el aparcamiento hay que torcer a la derecha, para ascender a través de un monte repoblado de pinos y eucaliptos. Aquí, la pendiente se endurece y también empiezan a aparecer más cruces, numeradas en su fuste hasta llegar a la cima del monte Pedroso. ᴥ
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Una de cada dos pizarras que se colocan en las cubiertas de todo el mundo es de Cupa Group. El gigante valdeorrés lleva medio siglo creciendo y expandiéndose a nuevos mercados, con sus raíces bien ancladas en Galicia e innovando en materiales más allá de lo tradicional. Su división de piedra natural en España, Cupa Stone Iberia, es la encargada de comercializar algunos de los productos más espectaculares. En su almacén en Padrón se pueden ver in situ tablas de cuarcitas, granitos, mármoles y porcelánicos, entre otros muchos materiales, una visita imprescindible para constructores, arquitectos, decoradores o particulares.
Cupa Stone Iberia es la división de piedra natural en España del gigante de la pizarra Cupa Group, una empresa cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX. En 1892 comenzó su actividad en la cantera de pizarra de Solana de Forcadas, un yacimiento todavía activo en la localidad leonesa de San Pedro de Trones, en la frontera con Galicia. Ya en los años sesenta del siglo XX la pizarra valdeorresa comenzó a exportarse a Francia y otros países europeos, lo que animó a cinco empresarios de la zona a unirse y constituir Cupa Group para internacionalizar la comercialización. Desde entonces, la compañía no ha parado de crecer: en la actualidad suma a 79 empresas, trabaja treinta canteras en todo el mundo y transforma el producto en cuarenta plantas. Con setenta centros de distribución, emplea a 2.800 personas en nueve países y en el ejercicio 2023 facturó 465 millones de euros.
Su interés en otro tipo de materiales cristaliza en Cupa Stone Iberia. «Nuestra principal ventaja», explica Guillermo Oviedo, director general de la división en España, «es que nuestros productos abarcan todo lo que puede necesitar tanto un constructor como un decorador o un particular que quiere reformar su casa».
Una de las marcas estrella de la empresa es Terra, centrada en cuarcitas, granitos y otros materiales de importación. Su aspecto es inconfundible: colores vivos, vetas profundas y generosas que las hacen muy atractivas para los arquitectos e interioristas que proyectan creaciones únicas. «Las tablas tienen orígenes diferentes, con procedencia de los cinco continentes», cuenta Guillermo Oviedo, «y aportan el valor añadido de lo exclusivo. Cada pieza es única porque depende de su evolución natural. Nosotros
la extraemos de la tierra, la transformamos con la tecnología más avanzada, pero el mérito siempre es de la naturaleza». Con aplicaciones en revestimientos para paredes, suelos o encimeras, los usos de Terra han recibido premios en las dos últimas ediciones de la feria Casa Decor. Oviedo añade que «además de las piedras naturales de Terra, también comercializamos porcelánicos, como la marca propia Ceratop, y distribuimos materiales italianos de Sapienstone y el cuarzo gallego de Guidoni».
Otro de los productos interesantes de Cupa Stone Iberia es su línea de piedra cortada. Por ejemplo, los paneles premontados Stonepanel, una patente propia que facilita su colocación en fachadas y muros y, por otro lado, la pizarra Infercoa, producida en Portugal, «muy usada en proyectos de paisajismo, con mucha textura y rugosidad, que hacemos en diferentes tamaños y formatos con diferentes usos: suelos y revestimientos tipo mampostería». Esta línea de productos también ofrece otro tipo de piedras naturales como calizas, cuarcitas y pizarras. Cupa Stone Iberia tampoco olvida los materiales clásicos como los granitos, mármoles y ónix de diversas procedencias.
Con dirección operativa en Vigo y centro logístico en Ponferrada, hay trece almacenes de Cupa Stone en España. El de Padrón, que abrió en 2015, define bien la filosofía comercial de la empresa. «Visitando este centro», dice su director general, «se puede encontrar todo lo que se necesita para una reforma».
La procedencia natural de muchos de los productos de Cupa Stone Iberia no está reñida con la sostenibilidad, que se aplica tanto a la extracción de piedra como al resto de procesos industriales y comerciales. «Solemos decir que no hay material más sostenible que el natural», razona Guillermo Oviedo, «porque en su producción no se necesita ningún tratamiento químico. Es un material noble con una durabilidad enorme, solo hay que verlo en
la cantidad de años que resisten los monumentos históricos. Además, es reciclable al cien por cien prácticamente hasta el infinito».
En Cupa Group inciden en la sostenibilidad de sus productos. La pizarra, que sigue siendo el principal negocio de la compañía, cuenta con certificaciones ambientales muy exigentes, y los procesos industriales se revisan continuamente para que sean menos lesivos con la naturaleza y consuman menos energía. También para quien instala este tipo de materiales hay ganancia medioambiental, puesto que favorecen la eficiencia energética de los edificios en los que se instalan.
Dentro del catálogo de Cupa Stone también tienen cabida materiales innovadores como Lapitec, que conocerán quienes hayan visitado Jael Joyería en Santiago después de la última reforma. La fachada destaca en la calle Xeneral Pardiñas con sus bloques de piedra blanca, nívea y rugosa. Se trata, explica Guillermo Oviedo, de «piedra sinterizada, con un proceso de fabricación diferente al porcelánico tradicional porque no se le hace ninguna impresión digital. Todo el material va en la misma masa y admite cualquier tipo de acabado, como si fuera una piedra natural». El resultado tiene cero absorción, por lo que es fácil de limpiar y de mantener. En el interior de la joyería se han utilizado también paneles de Lapitec negros en el suelo. ᴥ
La Manufactura Tudor en Le Locle (Suiza) es la primera instalación industrial exclusiva de la marca en casi 100 años. Aquí, todos los relojes se ensamblan y prueban según estándares exigentes, incluyendo algunos con certificación Master Chronometer. Completada en 2021, combina tecnología moderna con el savoir-faire tradicional helvético. Conectada con la Manufactura Kenissi, donde se producen los movimientos, Tudor controla ahora de inicio a fin la producción y calidad de sus componentes estratégicos.
Le Locle, junto con La Chaux-de-Fonds, es un centro histórico de relojería suiza. La Manufactura Tudor, construida en 2018 y finalizada en 2021, se inauguró oficialmente en 2023. Emplea a 150 personas dedicadas a producir relojes fiables y robustos, en una combinación de aplicaciones de producción automatizada y habilidad técnica de relojeros altamente cualificados. La tecnología de vanguardia y los sistemas logísticos internos, junto con pruebas exigentes, garantizan la producción de relojes de alta calidad a precios competitivos.
Muchos relojes Tudor cuentan con un calibre de manufactura, desarrollado y ensamblado en Kenissi, la división de producción de movimientos de la marca. Fundada en 2010, Kenissi ha desarrollado capacidades industriales para producir movimientos mecánicos de alto rendimiento.
El ensamblaje se realiza en un entorno controlado para evitar la entrada de polvo e impurezas. Cada reloj producido está destinado al mercado, lo que requiere una operación flexible y ágil. Todos los relojes se someten a pruebas de rendimiento y hermeticidad, cumpliendo con las estándares más exigentes que establece la normativa de la industria suiza.
La marca produce en la instalación relojes fiables y robustos, sometidos a las pruebas más exigentes
texto: s. fraga fotografía: adolfo enríquez
Paseando por los campus universitarios de A Coruña resulta difícil decir que hace algo más de 200 años fueron escenario de una horripilante batalla. El 16 de enero de 1809 se vivió aquí «un día de matanza», en palabras del historiador británico Christopher Summerville. El encuentro entre las tropas británicas de sir John Moore, que esperaban para embarcar y huir, y sus perseguidores franceses, dirigidos por el mariscal Soult, desembocó en una carnicería que le costó la vida al propio comandante británico.
Las huellas de la conocida como batalla de Elviña perduran en la memoria coruñesa, pese al tiempo que ha pasado y a la dramática transformación que ha sufrido el paisaje en dos siglos. La expansión de la ciudad ha devorado buena parte de lo que fue escenario de la lucha, aunque quedan rastros, edificios antiguos y memoriales que la recuerdan. Unir con un paseo a pie todos estos puntos es complicado, pero se puede hacer en coche o incluso en bicicleta, aprovechando la bien dispuesta red de carril bici de A Coruña. El recorrido puede comenzar donde empezó la batalla. Los automovilistas que suben por la avenida de Nueva York pasan justo al lado de la Pena do Galiacho, un rincón en el que se han colocado numerosas placas conmemorativas (entre ellas una inaugurada en 1931 por los futuros reyes Eduardo VIII y Jorge VI). Aquí se reunió el 16 de enero el grueso del ejército de Soult, que venía hostigando a los británicos desde Castilla. La retirada británica había sido infernal: en pleno invierno, con un tiempo horrendo, mal pertrechado («venimos a España como quien va a pasear por Hyde Park», había dicho Moore), el ejército inglés había perdido a miles de hombres en el camino. También el cariño de la población local por los numerosos desmanes de los soldados en su huida: en su desesperación, dejaron un terrible rastro de aldeas asaltadas y quemadas y de borracheras que a muchos les costaron la vida. Sólo cuando llegaron a A Coruña parecieron encontrar el respaldo del pueblo al que habían ido a liberar del yugo napoleónico. Desde la Pena do Galiacho se contempla un impresionante panorama de la ciudad, muy diferente del que se presentó a Soult. A Coruña era entonces una mínima parte de lo que es hoy y, frente a ellos, apenas había una ciudad rodeada de campos.
En el mediodía del 16, las fuerzas francesas, compuestas por 20.000 soldados, comenzaron a bajar al grito de «En avant, tue, tue» (adelante, a matar) desde los altos que rodean la península para enfrentarse a los 14.000 británicos que protegían el embarque de sus compañeros en el puerto. Los principales encontronazos se dieron en las faldas de los montes Mesoiro y Mero y en la propia aldea de Elviña. El fuego de la artillería imperial destrozó las posiciones inglesas más cercanas a la desembocadura del río Mero. En la aldea, hacia las tres, Moore dirigía la operación de contención en medio de un regimiento de highlanders escoceses cuando las balas de una descarga impactaron sobre su cuerpo: «Un proyectil procedente de una batería enemiga le arrancó el hombro y parte de la clavícula, dejándole con un brazo colgando en carne viva», contó después su ayudante de campo, Henry Hardinge. Ladera abajo, frente a la actual facultad de Informática, un monolito conmemora el lugar en el que Moore recibió el tiro fatal.
Moribundo, Moore fue trasladado al siguiente punto de interés de nuestra ruta, el cuartel general inglés, situado en el Cantón Grande, en una casa cuyo solar ocupa hoy la sede del Banco de Santander. El comandante sobrevivió hasta las 20 horas, lo suficiente para entender que su ejército había resistido el embate imperial y que las tropas tendrían tiempo para embarcar hacia puerto seguro.
Moore fue enterrado a medianoche en la antigua ciudadela de A Coruña, último punto de nuestro recorrido. Al día siguiente, todas sus tropas habían abandonado el puerto. Con el tiempo, su cuerpo sería reubicado en 1824 en una tumba tan romántica como había sido su figura, en el jardín de San Carlos. ᴥ
texto: fotografía: s. fraga fotografía: adolfo enríquez
Si la frontera para calificar de clásico a un restaurante se fija en los 25 años, Casa Marcelo ha entrado en esta venerable categoría en 2024. En 1999 Marcelo Tejedor estableció en plena zona vieja de Santiago su laboratorio, desde el que ha influido en varias generaciones de cocineros. Tejedor no ha dejado de innovar en su gastronomía y en el propio espacio en que esta se disfruta: su terraza, abierta hace un par de temporadas, es uno de esos espacios secretos que guarda Compostela. Entrar a deshoras en Casa Marcelo (rúa das Hortas) es un espectáculo. Una docena de cocineros se afanan para tener a punto el menú de mediodía. Al fondo, escondida, se encuentra la terraza, acristalada para que se pueda utilizar también en invierno. El espacio abrió hace un par de años y traslada la experiencia gastronómica de Tejedor a esa Compostela vieja y casi rural que se niega (por suerte) a desaparecer.
Para conocer in situ la propuesta de Casa Marcelo, el chef propone tres platos. El primero, una Gamba blanca de Huelva con mousse de avellana y guiso de seta portobello, estrenado para esta temporada y que se ha colocado entre los platos más demandados. Llega después una Xarda lañada con celofán de mar, un alga que se marca junto con la piel de la caballa para dar un resultado crujiente y vistoso. Para acabar, Marcelo Tejedor propone un Suflé Alaska de violetas, versión de la clásica tarta Alaska con base de bizcocho de almendras, merengue y helado floral.
El mediodía o la noche se pueden estirar, si el tiempo lo permite, en el pequeño jardín con el que remata el local. Situado justo bajo el Pazo de Raxoi, este es un lugar perfecto para disfrutar de una copa y una conversación, bajo las mismas estrellas que dieron vida a la ciudad del Apóstol. ᴥ
Gamba blanca de Huelva. Con mousse de avellana y guiso de seta portobello
Suflé Alaska de violetas. Versión contemporánea de un clásico de la repostería
Xarda lañada con celofán de mar. La caballa y el alga se funden en un resultado vistoso
texto: martiño suárez fotografía: adolfo enríquez
Jael Boutique abrió sus puertas en Compostela cuando 2023 llegaba a su fin. En medio año, el establecimiento de complementos y accesorios de lujo se ha abierto un hueco en el panorama comercial santiagués con marcas exclusivas y de gran calidad. Y, por supuesto, con la esmerada atención al cliente que es marca de la casa.
Han sido seis meses frenéticos en los que el establecimiento se ha ido haciendo hueco en el callejero compostelano. El punto de venta abrió el 23 de diciembre pasado, en plena campaña de Navidad, con lo que no hubo tiempo para rodarse ni para un inicio calmado: «Fue una maravilla empezar con tanta actividad», explica Marta Carabel, directora de Jael Boutique. Con todo, la apertura contaba con un enorme trabajo de fondo, desarrollado a lo largo de los meses anteriores: «Nos hemos esforzado muchísimo en hacer una tienda bonita, en la que el cliente entre y se quiera quedar. No queríamos un espacio agresivo, sino un local muy orgánico, que te invite a recorrer todos los rincones, a estar relajado y a pasar un rato conociendo los productos y charlando». El interiorismo, luminoso y marcado por las paredes y las formas curvas, ha conseguido el efecto esperado. Esa experiencia de compra sosegada es también, en gran medida, responsabilidad del personal que se ocupa de la atención al cliente. Carabel encabeza un equipo joven y dinámico conocedor de las últimas tendencia de moda .
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El primer medio año ha servido para que Jael Boutique se dé a conocer entre un público muy heterogéneo. Están, por una parte, «clientes de Jael Joyería de siempre, que nos conocen y vienen a disfrutar de esta nueva experiencia», pero también «mucha gente que simplemente pasea por Xeneral Pardiñas y se anima a entrar en un espacio singular». Marta Carabel concede también gran importancia a los visitantes foráneos: «Lo estamos notando cada vez más, a medida que entramos en el verano. Es un público que visita la ciudad y que, por ejemplo, viene a adquirir productos de viaje de lujo, gente que ha acabado el Camino de Santiago y le apetece volverse a casa con un recuerdo bonito y diferente, que solo encontrará aquí».
Porque la oferta de Jael Boutique es bien diversa, con el denominador común de la calidad y la exclusividad. Por una parte, el establecimiento cuenta con un amplio espacio para las colecciones de escritura y complementos de Montblanc, la mítica marca alemana del copo de nieve, en el que se pueden encontrar sus inconfundibles plumas y rollerballs, además
de carteras, maletas y complementos tecnológicos como auriculares. Jael Boutique es el punto de venta exclusivo de la colección de accesorios de Max Mara, que incluye bolsos y ropa con estilo y destinada a durar toda una vida: «Son productos perfectos para personas a las que les guste ir a la última, pero con discreción y elegancia», apunta Carabel.
Otro corner especial es el de la marca florentina Santa María Novella, una de las primeras perfumerías del mundo. En él se pueden encontrar colonias, fragancias para el hogar y productos de tocador «perfectos para un detalle especial». En Jael Boutique también se pueden adquirir productos de zapatería como sandalias o deportivas de gran calidad.
Jael Boutique cuenta además con un canal de venta online al que presta especial atención: «Nues-
tra intención es llegar a toda España a través de la tienda en línea y de las acciones que llevamos a cabo en las redes sociales. Eso sí, no olvidamos que la atención personal es fundamental en un negocio de este tipo», explica su directora.
«Yo creo que Santiago esperaba una tienda así», afirma Marta Carabel,«el feedback que recibimos es muy positivo. Quien viene, vuelve». Para la directora de Jael Boutique, las sinergias entre el nuevo proyecto y Jael Joyería son evidentes y necesarias: «Jael lleva tres décadas alegrando la vida de la gente con relojes y joyas fantásticas, treinta años aquí en Santiago y diez en A Coruña. Nosotros hemos llegado para dar a nuestros clientes y amigos una opción más. Somos la última incorporación a una familia que camina en la misma dirección». ᴥ
texto: martiño suárez
fotografía: adolfo enríquez
¿Puede el pez cebra ser la clave para empezar a pensar en cómo curar las lesiones medulares en humanos? Es cierto: la perífrasis es engorrosa y deja demasiados condicionales. Pero así, sin dar falsas esperanzas, es como prefiere expresarse el biólogo Antón Barreiro, que lidera en la Universidade de Santiago un proyecto que ha descubierto en la capacidad de regeneración medular de estos peces una vía de investigación para entender mejor (y quizá curar) enfermedades y parálisis irreversibles.
«Si a un pez le provocamos una lesión medular, él solo se recupera. Es más, en unas semanas no distinguirías un pez que ha sufrido esta lesión de otro sano»
» Antón Barreiro. Investigador
Barreiro trabaja desde hace años investigando cómo los peces son capaces de regenerar las neuronas medulares y, después de sufrir una lesión que dejaría en silla de ruedas para siempre a un humano, pueden volver a nadar en cuestión de días o semanas. «Es algo que se sabe desde hace décadas», explica, «si a un pez le provocamos una lesión medular, él solo se recupera. Es más, en unas semanas no distinguirías un pez que ha sufrido esta lesión de otro sano, al contrario que nos pasa a los humanos, que nunca nos recuperamos. No hay tratamiento clínico para estas circunstancias».
El grupo de trabajo que lidera publicó hace unos meses un estudio, encabezado por Laura González Llera, en el que se probaron docenas de fármacos para saber si favorecían o inhibían esta regeneración, lo que se denomina «cribado farmacológico». «Testamos hasta 160 fármacos», narra Barreiro, cuyo grupo descubrió que algunos, como el ibuprofeno, frenan el proceso de recuperación, mientras que otros, el bacofleno, la favorecen. La razón de esto es que el ibuprofeno actúa sobre las pros taglandinas, moléculas que provocan inflamación o fiebre, mientras que el bacofleno es un relajante muscular que hoy se utiliza en varias terapias hospita larias. Al haber más prostablandinas en el organismo, se promueve la generación de neuronas, al menos en el caso de los peces. En el laboratorio de Barreiro y Gon zález Llera los reyes son los peces cebra, pequeños peces tropicales de agua dulce de apenas 5 centímetros. Su trabajo en la USC es, básicamente, reproducirse. «De hecho, nosotros trabajamos con los ani males en desarrollo, con embriones y las larvas», explica Barreiro ante un pequeño acuario lleno de minúsculos huevos blan quecinos; «la ventaja es que los peces cebra
ponen muchos huevos y estos tienen un desarrollo muy rápido, lo cual obviamente acorta los tiempos de trabajo en el laboratorio. Además, son transparentes y eso nos permite estudiar directamente al microscopio el sistema nervioso central, es decir, cerebro y médula espinal, sin tener que procesar al animal. Podemos ver a través de él y estudiar directamente la médula espinal».
Barreiro no quiere ser falso profeta: de su estudio actual a la aplicación clínica pueden pasar muchos años, más de una década. Los ensayos se centrarán ahora en mamíferos como la rata, más parecidos a los humanos. «Si las prostaglandinas juegan un papel similar en mamíferos, podríamos pensar en fármacos que ayudasen a regenerar esas neuronas que mueren y no se regeneran después de un accidente grave. No digo que una persona que sufra esta lesión pueda tomarse una pastilla y ponerse a andar, serían pequeñas mejorías que incidirían para bien en su calidad de vida. También podríamos pensar en restringir el consumo de ibuprofeno, por ejemplo, en embarazadas, porque podría afectar al feto en una etapa de desarrollo clave», explica Barreiro. ᴥ
texto: fotografía:
texto: ramón yzquierdo peiró museo catedral de santiago
En el capítulo XI del Libro V del «Códice Calixtino» se da cuenta de cómo debía realizarse la acogida en el Camino de Santiago: «Todos deben acoger con respeto y caridad a los peregrinos, ya sean ricos o pobres, que van o vuelven del lugar de Santiago, ya quien los acoja con caridad tendrá como huésped no solo a Santiago, sino también al Señor, como bien dicen las palabras de Jesús en el Evangelio: “Quien os acoge a vosotros, me acoge a mí”».
Este párrafo, junto a la presencia del propio Calixtino en un lugar destacado de la Cripta del Pórtico de la Gloria, da inicio al relato de Hospitalitas, la exposición con la que Las Edades del Hombre han llegado a Compostela en su edición número XXVII, tras un exitoso periplo centrado, fundamentalmente, en el patrimonio eclesiástico de Castilla y León pero que también han llevado una parte importante del arte de nuestro país a otros lugares como Amberes o Nueva York. En esta ocasión, el proyecto ha sido posible gracias a la unión de esfuerzos de administraciones públicas e instituciones privadas: Xunta de Galicia, Junta de Castilla y León Arzobispado de Santiago, Obispado de Astorga y Fundación Cate -
dral, bajo la dirección y coordinación de la Fundación Las Edades del Hombre.
Además, por vez primera, una exposición de Las Edades, una de las marcas culturales más prestigiosas y asentadas de Europa, se desarrolla a un tiempo en dos localidades pertenecientes a dos comunidades autónomas diferentes: Villafranca del Bierzo y Santiago de Compostela, unidas por el Camino de Santiago. Se trata, en realidad, de dos exposiciones complementarias que comparten título. Así, en Villafranca el relato se centra en el concepto de hospitalidad desde una perspectiva general y ecuménica; mientras que en Compostela lo hace en su relación con las peregrinaciones.
fotografía: adolfo enríquez
En el caso compostelano, la exposición se desarrolla, a su vez, en dos sedes emblemáticas y muy próximas entre sí, que han acogido importantes exposiciones artísticas y que, históricamente, desempeñaron sus respectivos papeles en lo que se refiere a la hospitalidad y acogida a los peregrinos: la cripta del Pórtico de la Gloria y el Monasterio de San Martín. Por ello, el montaje ha sido especialmente complejo por la necesidad de transformar y adaptar, para fines expositivos, unos espacios tan relevantes y significativos, estableciéndose un interesante diálogo entre continente y contenido.
La cripta del Pórtico, recientemente restaurada, acoge el primero de los nueve ámbitos temáticos en los que se desarrolla el discurso expositivo, dedicado a la figura de Santiago el Mayor, el protagonista de
esta historia jacobea que está a punto de cumplir los 1200 años. A partir de la imagen de Santiago que inaugura el Libro I del Códice Calixtino, en la que se nos muestra casi como si de un Pantocrátor románico se tratase, se desarrolla la evolución de las distintas inconografías de Santiago y, en especial, del Apóstol que, poco a poco, se va transformando en el primero de los peregrinos.
Una segunda sección de este ámbito se ocupa de las escenas más habituales de la tradición jacobea, frecuentes en la historia del arte, en sus distintos períodos, como vía de difusión y justificación de la presencia en Compostela del Sepulcro apostólico exhortando, con ello, a las peregrinaciones. Aquí están presentes, en obras notables de diversa procedencia, representaciones de la Predicación de Santiago
en Hispania; de la Traslación de sus restos; de las peripecias que sus discípulos debieron pasar hasta encontrar el lugar para su enterramiento y, por fin, del carácter milagrero de un Apóstol que siempre acude a la llamada de quien le necesita.
El resto de la exposición ocupa espacios de la Iglesia de San Martín Pinario, con acceso desde las Tullas, un largo corredor paralelo a la panda oriental del claustro de las procesiones en el cual el visitante podrá vivir la sensación de recorrer un tramo del Camino de Santiago gracias al uso de tecnologías inmersivas y recursos escenográficos.
En la meta, bajo el retablo de san Bernardo, unas grandes manos con los colores del cartel de la exposición, le abrazarán para dar continuidad a su visita, atravesando la simbólica puerta dorada que inicia el segundo ámbito, centrado, desde una perspectiva genérica, en los conceptos de peregrinación y hospitalidad en el mundo cristiano. Para ello, el relato, un aspecto fundamental en todas las exposiciones de Las Edades del Hombre, que narran una historia a través de las obras expuestas, se apoya en representaciones bíblicas relacionadas con ambos conceptos. Así mismo, cuentan con su apartado las figuras de los santos protectores vinculados a los fenómenos de peregrinación.
Como en toda la exposición, están presentes algunos de los artistas más relevantes de sus respectivas épocas: Berruguete, Carmona, Carnicero, Asorey, Maestro Mateo, Murillo, etc. algo que, sin duda, ayuda a enriquecer los contenidos de la exposición y su atractivo para el público, si bien su presencia en la muestra se debe, principalmente, a su importancia en el relato, a modo de fotogramas que componen una película.
El ámbito tercero se ocupa de la catedral de los peregrinos; cómo desde el descubrimiento del sepulcro apostólico y con la alianza, en todos los períodos históricos, de Iglesia y monarquía, fue posible consolidar en el noroeste de la Península Ibérica uno de los principales focos espirituales de occidente y, en consecuencia, se hizo necesario dotar a este lugar de unos templos, cada vez mayores y mejores, para acoger a los numerosos peregrinos que iban llegando a lo que acabaría por ser Compostela. Las piezas expuestas y los elementos complementarios permiten ir recorriendo las distintas fases de todo este proceso, desde las primeras basílicas hasta la construcción de la catedral románica completada por el genial Maestro Mateo.
Seguidamente, dos bloques consecutivos se ocupan de los peregrinos a Compostela, el primero de ellos de los Santos que peregrinaron y del efecto que su peregrinación tuvo en sus vidas y obras; y el segundo, del resto, de sus motivaciones, necesidades, vestimenta, dificultades y de lo que hacían una vez habían alcanzado su meta.
Otros dos amplios ámbitos, repartidos entre la Sacristía, la Capilla mayor y el oratorio de san Felipe Neri, que de este modo vuelve a ser visitable, abordan sendas cuestiones fundamentales en la labor asistencial de la acogida al peregrino: los hospitales, que no se limitaban a una cuestión sanitaria, sino que se ocupaban de todas las necesidades de los peregrinos; y las órdenes religiosas y militares, algunas de las cuales se preocuparon de dotar infraestructuras para su atención. En el recorrido, el magnífico coro de Mateo de Prado, en el que una imagen de Cristo resucitando de Víctor Ochoa, realizada exprofeso para la muestra cuenta con especial protagonismo; los retablos se integran en el discurso expositivo y ofrecen visiones inéditas gracias al montaje.
Por fin, en el Camino, gracias al gran número de personas –no solo peregrinos– que lo frecuentaban, se fueron configurando núcleos de población importantes que se fueron dotando de las estructuras necesarias para acoger a estas gentes, incluyendo catedrales que también tuvieron una función destacada en esta labor de hospitalidad. Una senda doble que recrea idealmente el Camino Francés y la Vía de la Plata ofrece, a modo de hitos, una pieza significativa procedente de cada una de las catedrales españolas de ambos caminos, en una selección verdaderamente irrepetible que culmina en la Virgen del Perdón que presidía originalmente el retablo de la capilla del arzobispo Lope de Mendoza, situado en la catedral compostelana.
El relato se completa con un ámbito que supone una mirada al presente y al futuro, evidenciando que la hospitalidad, el encuentro, la acogida y la solidaridad son conceptos plenamente vigentes en la actualidad. Una única pieza procedente del Museo de Historia de Lyon, en la que, probablemente, un hospitalero atiende a un peregrino jacobeo, sirve como punto y final, antes de que el visitante atraviese el retablo de santa Gertrudis, cuyo mecanismo de apertura se ha restaurado gracias a esta exposición –en la que también han sido restauradas más de una veintena de piezas en los talleres de Las Edades del Hombre y de la Fundación Catedral– para rematar su visita atravesando parte del claustro procesional de San Martín Pinario, otro atractivo más de esta exposición irrepetible que se podrá visitar hasta finales de noviembre de este año. ᴥ
La exposición se desarrolla
en dos sedes emblemáticas que históricamente desempeñaron sus respectivos papeles en lo que se refiere a la hospitalidad y acogida a los peregrinos: la Cripta del Pórtico de la Gloria y el Monasterio de
San Martín
Cuando tenía 12 años, a mediados de los noventa, Ronnie Fieg recibió un regalo que le cambió la vida: un reloj Formula 1 de TAG Heuer rojo, una pieza que lo enamoró y lo convirtió en coleccionista. Muchos años después, Fieg, diseñador y fundador de la marca de ropa urbana Kith, colabora con TAG Heuer en la revitalización de todo un icono de la relojería del siglo XX.
Desde su lanzamiento en 1986, la serie Formula 1 de TAG Heuer ha sido pionera. Fue el primer reloj que llevó el nombre de TAG Heuer y uno de los modelos que convirtió a la firma en el referente que hoy es. Se calcula que, en estos casi cuarenta años, se han producido tres millones de unidades de esta pieza colorida, resistente, precisa, atrevida e inconfundible. Con el tiempo se convirtió en objeto codiciado para los coleccionistas.
Kith (y con la marca, su responsable, Ronnie Fieg) ha querido honrar esta leyenda con diez variaciones del Formula 1, manteniendo su singularidad. Se han utilizado los mismos moldes del original y, sobre todo, se ha apelado a su espíritu juvenil y rupturista. TAG Heuer, por su parte, ha mejorado sensiblemente la construcción y los materiales, introduciendo cristal de zafiro en la esfera y caucho en la correa, por ejemplo.
Ronnie Fieg ha confesado su emoción por el renacimiento de este icono de los ochenta: «Ha sido un honor para mí poder participar en el regreso a la vida de la Serie 1 de Formula 1 de TAG Heuer. Su modelo rojo y negro fue mi primer reloj, el que me ayudó a expresar el estilo único que ahora se manifiesta en las creaciones que comercializa Kith», afirmó.
Con la colaboración de la firma de moda Kith, reedita el mítico Formula 1
texto: j. pombo fotografía: roi&co
Pese a su packaging espectacular y a una estrategia de marketing desacomplejada, los productos gourmet de ROI&CO destacan porque permiten a cualquiera hacer algo inédito: colarse en una casa de A Illa de Arousa y probar las conservas que un mariscador haría para sí y para su familia. Con una producción mínima, fruto de un proceso delicado, la firma impulsada por Rodrigo Lojo y su grupo de amigos ha conseguido llamar la atención de las principales publicaciones gastronómicas del mundo.
La historia le sonará a cualquiera que haya comido en una casa gallega. En algún momento, el anfitrión ofrece a los invitados algo especial, de cosecha propia, un vino, un jamón, unos pimientos de su huerta, lo que no se despacha más que en las ocasiones especiales. En este caso, conservas: las que Rodrigo Lojo (quinta generación de conserveros en A Illa) ofrece a sus amigos. Las que reserva para quien más quiere. Están buenísimas, así que al grupo se le ocurre que estaría bien envasar una tirada mínima de esas recetas caseras, casi para consumo propio. A Rodrigo se le suman Enrique León y el exfutbolista y empresario Aitor Ocio, quien, pese a las reticencias iniciales, se deja convencer por el sabor de las almejas y los berberechos. Rodrigo, el «Roi» que da nombre a la marca, pone solo una condición: ya que el que va a poner el producto es él, tienen que ser «las mejores conservas
del mundo». Al grupo se suman el comunicador Aitor Molina y los gastrónomos David Lecanda, del grupo Pimiento Verde y el Gran Asador Lecanda de Madrid. La experiencia y el producto lo ponen la familia Lojo Castro, en el sector de las conservas desde hace cinco generaciones. Poseedora de bateas de mejillón y ostra en A Illa de Arousa, su último eslabón es Rodrigo Lojo. Desde que tiene uso de razón, alguien de su entorno más cercano se ha dedicado a enlatar marisco: su madre, su abuela, su bisabuela… La filosofía es tan sencilla como difícil de llevar a cabo: ROI&CO enlata los mejores productos de la ría… si los hay. Si el mar no da sus frutos (porque no es la temporada adecuada, porque el tiempo está loco), no se envasa. De hecho, las cajas se etiquetan en series, para que quede claro que se han producido cuando había que producirlas.
El marisco se procesa a mano, pieza a pieza y lata a lata, gracias a la experiencia de años de los mejores profesionales de la empresa. No sirve cualquier ejemplar: en los envases de ROI&CO sólo entran piezas de gran calibre y en su mejor momento de desarrollo. «Jamás sometemos al producto a procesos industriales automatizados ni usamos ningún tipo de conservante o ingrediente añadido que no sea natural», afirman en la compañía.
En la actualidad, ROI&CO comercializa latas de mejillón en escabeche y ostra, almeja y navaja en aceite de oliva. El envasado de los productos es difícil de pasar por alto, gracias a su diseño limpio en tonos fríos y dorados, que reflejan la sensación (real) de que dentro se encontrará un producto de lujo, del que se prueba en ocasiones contadas.
Como parece evidente, ROI&CO otorga una importancia enorme al respeto al medio ambiente. La firma colabora con la Cofradía de Pescadores de A Illa en programas de promoción de la sostenibilidad y la conservación de especies. El espectacular packaging se separa para un mejor reciclaje. Además, se implica en la divulgación del trabajo de los bateeiros de la ría de Arousa, cuya profesión ha resistido mil vaivenes y permite, todavía hoy, disfrutar de mariscos de la máxima calidad. ᴥ
FOLLOWING DOESN’T GET YOU THERE FIRST. ERLING HAALAND WEARS THE NAVITIMER.
Vigía de las entradas más importantes a la península de A Coruña, el castro de Elviña se encuentra en pleno proceso de recuperación. El recinto fortificado fue excavado profusamente a mediados del siglo XX, pero luego languideció durante decenios, devorado por la maleza. Hoy, una senda perimetral y un programa de visitas guiadas permiten conocer allí el pasado más remoto de la ciudad.
texto: l. fernández moreno fotografía: adolfo enríquez English translation on page 95
A comienzos del siglo XX, la zona estaba muy alejada de la ciudad. Era, de hecho, uno de los lugares favoritos de los coruñeses amantes de la naturaleza y el paseo, como apuntan Felipe Criado Boado y Matilde González Méndez, coordinadores del libro Planear el pasado: ideas para la recuperación del castro de Elviña, en el que se sintetizaba el Plan Director para recuperar el asentamiento. A comienzos del XXI, el barrio ha sido devorado por la urbe, a veces de forma nada armónica y antiestética.
Sin embargo, la colina en la que se asienta el castro sigue levantándose solitaria, a 120 metros sobre el mar, casi como una contraparte de interior de la Torre de Hércules. La rodea un paseo de tierra pisada fácil de recorrer, partiendo del aparcamiento de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña, un poco más abajo.
El paseo se realiza en una masa vegetal formada por monte bajo y especies autóctonas como el roble. Desde esta senda perimetral, que rodea el vallado del castro, se puede contemplar la espectacular altura de las murallas, un conjunto de edificaciones que, estando en una zona en la que abundan este tipo de construcciones, es singular por su tamaño y porque los habitáculos interiores son amplias y no demasiado abigarradas para la época de la romanización. El camino pasa junto a las dos puertas de acceso al yacimiento, visitable los fines de semana con cita previa, que se pide en el Ayuntamiento.
El castro comenzó a excavarse en 1947, en una actuación dirigida por Luis Monteagudo. Se descubrieron entonces diversas estructuras (entre ellas la amplia casa de Exedra) y la muralla de la acrópolis. Seguidamente, José María Luengo excavó y consolidó el grueso de lo que hoy se puede contemplar, y en
1957 se reconstruyeron varias casas. Fue en esta fase en la que se encontró el llamado Tesoro de Elviña, custodiado en el Museo Arqueológico del castillo de Santo Antón, compuesto por una diadema, una gargantilla de oro y una cuenta de vidrio decoradas con motivos geométricos y animales.
Ya en los años 80 se abrieron nuevos sondeos en la croa y se consolidaron la muralla, el torreón y la rampa de acceso. El yacimiento permaneció entonces en el olvido hasta bien entrado el siglo XXI. Una acción simbólica inauguró los nuevos tiempos del castro de Elviña: la retirada, en 2015, de la torre de alta tensión que se erguía en pleno centro del recinto, aprovechando su gran altura.
El castro de Elviña se relaciona con el nacimiento de la ciudad de A Coruña. Los montes de Elviña y A Zapateira acogen numerosas muestras de arte megalítico y petroglifos (entre ellos una necrópolis que se podría remontar al 4.500 a. C.). En la zona también abundan las fuentes, algunas de muy difícil acceso o desaparecidas, como las de Cabaxe, Lagar, Pueblo o Regueiro, muchas de ellas consideradas de propiedades mágicas y curativas.
Los investigadores datan entre los siglos III a.C y VI d. C. el período en el que el castro de Elviña estuvo habitado. Su momento de mayor esplendor debió de darse justo antes del cambio de milenio, una época de la que se han recuperado materiales como ánforas procedentes del antiguo Cádiz. Esto prueba la existencia de comercio marítimo entre ambos extremos de la península Ibérica.
El castro de Elviña fue abandonándose poco a poco a medida que se acercaba la Edad Media, en favor de localizaciones como la antigua Brigantium, en los predios que ahora ocupa A Coruña. ᴥ
texto: f. couso
fotografía: fundación andrea
La Fundación Andrea de apoyo a niños con hospitalizaciones prolongadas ha implementado un servicio de terapia asistida con perros en el Clínico Universitario de Santiago (CHUS), convirtiéndose en el primer centro de Galicia en introducir este tipo de asistencia en la planta pediátrica. Este proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los niños ingresados a través de la interacción con perros.
El uso de terapias caninas en hospitales ha mostrado beneficios terapéuticos significativos en las últimas décadas. La Fundación Andrea colabora con la gerencia del CHUS y el personal del Servicio de Pediatría en este servicio, que presta Só lles falta falar. La entidad la dirige María Sabell, una especialista en conducta animal con más de 20 años de experiencia.
Sabell coordina cada visita de los perros al hospital, en sesiones semanales realizadas a lo largo de todo el año. En ellas, el grupo de chavales recibe a hasta cuatro perros con los que los pequeños interactúan de diversas maneras, desde pasearlos y acariciarlos hasta descubrir sus truco, jugar con ellos y conocer incluso su procedencia y sus vidas.
Los perros que se usan en estas sesiones son especiales: «Están entrenados específicamente para esta tarea. En el caso de la acción de Fundación Andrea, tienen una baja reactividad a estímulos externos; esto es, soportan muy bien estar durante una hora quietos, porque necesitamos quietud y porque el espacio es pequeño». «Para los perros», explica la responsable de Só lles falta falar, «esto es parte de su vida, su trabajo. Fuera de aquí tienen vida de perro: corren, nadan, enredan con sus amigos… están bien atendidos y son muy queridos».
«Hay niños que cuentan los días para que vuelvan los perros», explica Sabell. Su impresión es que la interacción con los animales consigue que pequeños «que llegan muy alterados, hartos de estar encerrados, se relajan en cuestión de minutos, nos cuentan cosas, escuchan y se marchan más tranquilos». A las sesiones se acercan también sanitarios interesados por los animales y que buscan desconectar un rato de un trabajo estresante. «Para nosotros», explica María Sabell, «es una sensación agridulce: por una parte da pena, a nadie le gusta ver a niños que lo están pasando tan mal; por otra, es muy gratificante hacerles pasar un buen día».
Diversos estudios han demostrado que estos perros pueden mejorar el estado de ánimo, reducen la monotonía del ingreso, fomentan la autorregulación emocional y conductual y contribuyen a la autonomía personal y autoestima en momentos tan duros como los de una larga hospitalización. ᴥ
texto: antonio s. río
arquitecto
fotografía: fundación barrié
La Fundación Barrié acogió el pasado 3 de mayo la jornada «El paisaje y los desafíos de su enseñanza», un encuentro organizado por el Grado en Paisaje que se imparte en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña junto con la Escuela Politécnica Superior de Lugo de la Universidade de Santiago.
La jornada, destinada al profesorado del grado, se inició con la intervención del vicerrector de Titulaciones e Internacionalización de la Universidade da Coruña, Moisés Canle, quien destacó el carácter emblemático que posee la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña, un centro más antiguo que la propia universidad coruñesa, con titulaciones donde se explica la relevancia de la integración de la arquitectura y el urbanismo en el paisaje. «A Coruña siempre se preocupó por estos temas que tienen una gran influencia en la población, motivo por el que se quiso implementar el Grado en Paisaje, con el objeto de formar a profesionales en Galicia especializados en la intervención del paisaje de forma adecuada y respetuosa», explicó el vicerrector Canle.
La jornada sirvió para formar a profesionales especializados en la intervención del paisaje
Una visión compartida por la directora de la Fundación Barrié, Carmen Arias, quien destacó que la Escuela de Arquitectura fue «una de las iniciativas personalmente promovidas por nuestro fundador, antes incluso que la propia sede de la Fundación y, como tal, tiene una relevancia muy especial para nosotros». Para Arias, supuso una gran una gran satisfacción poder acoger la jornada, «ante todo, porque construir, en el más amplio sentido de la palabra, no solo edificios y espacios, sino redes y conocimiento, es el cometido común de la Fundación y de la Escuela».
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Rehabilitación y Vivienda del Concello de A Coruña, Francisco Dinís Díaz Gallego ensalzó el gran trabajo de la Universidad potenciando esta titulación, puesto que «en las administraciones públicas faltan profesionales del paisaje». El concejal agradeció la contribución en temas de paisaje en el proceso de elaboración del último Plan General de Ordenación
Urbana y anunció que, gracias a las alumnas del grado que realizaron prácticas en el Ayuntamiento, se motivó la creación de una plaza para un graduado en paisaje en esa administración.
Miguel Abelleira, director de la Escuela de Arquitectura destacó la importancia de este grado conjunto, que «en estos momentos estamos sometiendo a la renovación de la acreditación», dado que «el paisaje es fundamental en una tierra como la nuestra, donde el proceso de transformación del ser humano ha sido determinante en toda la Historia». Abelleira manifestó la necesidad de «formar a profesionales y personas con espíritu crítico y con propuestas que tengan que ver con una mejor transformación del paisaje, y que sea sostenible para transmitir una mejor herencia en términos paisajísticos a las generaciones futuras».
En la segunda parte de la jornada se celebró una mesa de presentaciones y debate sobre los grados de paisaje existentes en las universidades españolas, moderada por la profesora de la Universidade da Coruña Cristina García Fontán. En la sesión intervinieron Stefano Cortellaro, coordinador del Grado en Paisajismo de la Universidad Politécnica de Cataluña; Anna Laura Jeschke, coordinadora en el Doble Grado de Fundamentos de la Arquitectura y Paisajismo de la Universidad Rey Juan Carlos; y Juan Caridad Graña, coordinador del Grado en Paisaje por la Universidade da Coruña y la Universidade de Santiago de Compostela; además del secretario del Consejo Europeo de Escuelas de Arquitectura del Paisaje (ECLAS), Frederico Meireles.
En la mesa se habló de la demanda creciente por este tipo de profesionales del paisaje y de la alta empleabilidad que posee el grado, lo que ha ocasionado que haya ido creciendo la matrícula y que algunos grados hayan tenido que aumentar el número de plazas.
La jornada, que contó con la colaboración de Jael Joyería, se complementó por la tarde con una visita guiada a la exposición «Dioses y héroes del Barroco veneciano. De Tintoretto a Luca Giordano y Sebastiano Ricci», por cortesía de la Fundación Barrié, que la acoge en su sede coruñesa hasta julio. ᴥ
Montblanc celebra el centenario de la icónica pluma estilográfica Meisterstück con la colección The Origin, resaltando la relevancia histórica de su diseño y su influencia atemporal. Desde su lanzamiento en 1924, la Meisterstück ha sido un símbolo de artesanía y escritura manual que perdura en la actual era digital. La colección conmemorativa invita a los entusiastas de este tipo de artículos a redescubrir sus características distintivas, como el número «4810» en el plumín y el diseño del clip, incorporados en los años veinte y cincuenta.
Cada edición de The Origin Collection está adornada con detalles especiales, incluyendo un plumín con el número «100» y las fechas «1924» y «2024», y un anillo del capuchón decorado con ambas fechas. Además, el nombre «Meisterstück» se graba en el lateral del capuchón, y el clip curvado con forma de gota homenajea las versiones de los años veinte. La resina preciosa del capuchón presenta un efecto de tinta fluida, inspirado en los primeros artículos de escritura de la marca.
La colección incluye varias ediciones de resina preciosa, mientras que los modelos Doué y Solitaire se basan en un diseño antiguo no utilizado en su día. Montblanc complementa este homenaje con accesorios como tintas en colores azul, verde y coral presentadas en cajas de diseño espectacular; un cuaderno de piel de vaca azul con patrón de archivos repujado; una libreta de piel con estampado digital de la pluma estilográfica; un juego de tarjetas y sobres con el diseño del centenario; gemelos redondos de acero y laca; y pulseras de piel con cierre de acero de diseño vintage.
The Origin Collection se inspira en la mítica estilográfica, que cumple un siglo en este 2024
texto: cristóbal ramírez ilustración: sr. reny
No existe mucha documentación que pruebe que un peregrino estuvo en Santiago más de una vez en aquellos tiempos de la Edad Media. Por supuesto que hubo devotos que repitieron, pero resulta raro encontrarlos. Uno de ellos fue el monje cartujo (profesó antes de ser mayor de edad), médico y también físico Andrew Boorde, quien, en efecto, pisó la plaza del Obradoiro en dos ocasiones. Quedó muy claro que la primera fue, para él, desagradable, algo que parece que no sucedió en la segunda con tal intensidad como en la anterior.
Boorde, inglés de familia de alto nivel económico, nació en Sussex en 1490, estudió en la Universidad de Oxford y falleció en 1549. Ha pasado a la historia porque es el autor de la primera guía de Europa, un volumen que salió a la luz en 1542. Su título: The Fyrst Boke of Knowledge.
Un hombre singular: no aceptó un alto cargo religioso en Chichester, en 1529 fue liberado de sus votos monásticos –una larga historia de idas y vueltas– porque no soportaba el rigor de las normas y decidió dejar atrás Inglaterra con el fin de estudiar Medicina, incluyendo visitas a las universidades de Orleáns, Poitiers, Toulouse, Montpellier y Wittenberg. Aprendió cirugía en Roma y en 1534 estaba residiendo en Londres, en un monasterio donde dijo que se sentía literalmente «esclavizado».
Volvió a cruzar el Canal de la Mancha –quizás por encargo–, interesado por cuál era la percepción que se tenía en el extranjero de la Inglaterra de aquellos momentos. Desde Cataluña envió a su país semillas de ruibarbo, algo raro ya que esta planta no se empezó a cultivar en lo que hoy es Gran Bretaña hasta dos siglos después, y consta que en 1536 tan peculiar personaje volvía a estudiar Medicina en Glasgow, donde escribió que había percibido «la disposición deliciosa de un escocés de no amar ni favorecer a un inglés».
El inquieto Boorde salió de su isla una vez más en 1538, y recorrió casi todos los países de Europa (le faltaron Turquía y Rusia) rumbo a Jerusalén, para, al regreso, instalarse en la ciudad francesa de Montpellier, donde escribió el mencionado The Fyrst Boke of Knowledge . Y es en ese libro donde analiza las leyendas españolas sobre la tumba de Santiago, cuando nadie por entonces hacía la menor crítica a las tradiciones arraigadas en la gente y que se consideraban ciertas e inmutables.
Pero centrándonos en el Andrew Boorde peregrino, en 1532 pisaba por primera vez suelo coruñés, prefiriendo llegar por tierra vía Francia. El texto que deja para la posteridad resulta demoledor: «Estuve en muchos lugares de este mundo para conocer la verdad de muchas cosas, y te aseguro que en Compostela en España no está ni un cabello ni un hueso de Santiago». ¿Cómo justifica su afirmación? Se confesó en la catedral con un doctor en teología y este le reconoció la falsedad de la tumba del Apóstol ya que, le aseguró, cuantos huesos encontró Carlomagno por el mundo adelante –incluidos los de Santiago el Mayor y los del Menor– se los llevó a Toulouse.
Pasaron los años y unos jóvenes quisieron peregrinar, y el médico los intentó desanimar por todos los medios. Ante su fracaso, decidió que los iba a acompañar para que vieran que ni el itinerario ni la meta merecían la pena. Volvió a venir por tierra, y dejó negro sobre blanco otra frase que invita a la sonrisa: dijo que prefería «ir cinco veces a Roma desde Inglaterra que una a Compostela. Por mar no cuesta trabajo, pero por tierra es el viaje más penoso que puede hacer un inglés».
Que Andrew Boorde fue una persona fuera de lo común no presenta ninguna duda: en 1547 el obispo de Winchester relata que el ilustre doctor y de nuevo cartujo residía por entonces en esa diócesis y cohabitaba en su casa con tres mujeres. El castigo: el peregrino fue encarcelado. ᴥ
Breitling celebra su 140 aniversario y el 25 aniversario del primer vuelo en globo sin escalas alrededor del mundo con el lanzamiento del Aerospace B70 Orbiter, un reloj exclusivo que incluye una parte del globo original del Breitling Orbiter 3.
El Aerospace B70 Orbiter rinde homenaje al vuelo histórico realizado el 21 de marzo de 1999 por Bertrand Piccard y Brian Jones, quienes recorrieron 45,633 km en 19 días, 21 horas y 47 minutos, siendo los primeros en circunnavegar el mundo en globo sin escalas. Este logro monumental fue el último gran reto aéreo del siglo XX, conseguido después de varios intentos fallidos por parte de otros equipos, incluyendo dos tentativas previas de Piccard.
Breitling, conocida por su legado en la aviación desde la década de 1930, ha querido homenajear este hito. El nuevo Aerospace B70 Orbiter cuenta con una esfera naranja brillante, con un fragmento del globo Breitling Orbiter 3 visible a través del fondo transparente de la caja. Presentado con brazalete de titanio o correa de goma negra, el reloj tiene el logotipo de la misión del Breitling Orbiter 3 en la esfera y una inscripción conmemorativa en el fondo de la caja. Los números, índices y manecillas están revestidos con Super-LumiNova® para una mejor legibilidad con poca luz.
Fabricado en titanio, un material robusto, no magnético, hipoalergénico y resistente a la corrosión, el Aerospace B70 Orbiter es sólido y cómodo. Equipado con el nuevo Calibre B70 de Breitling, un movimiento de cuarzo SuperQuartz™ con certificación COSC, ofrece una precisión diez veces superior a la de los relojes de cuarzo estándar. Este movimiento también acciona funciones avanzadas como cronógrafo, temporizador de cuenta atrás, segunda zona horaria, alarmas, función de tiempo de vuelta y calendario perpetuo.
El Aerospace B70 Orbiter incorpora un trozo real del primer globo que circunnavegó sin escalas el planeta
Veinticinco números en doce años y medio, 2.500 páginas dedicadas a la cultura, el arte, la ciencia y el emprendimiento. «Joyas de Galicia», la revista corporativa de Jael Joyería, alcanza con este ejemplar un auténtico hito entre las publicaciones de su tipo. Más de una década de trayectoria ha permitido a sus lectores conocer historias inéditas y colarse en el interior de instituciones y lugares poco transitados, además de contemplar el retrato de una comunidad dinámica, que honra su pasado y confía en su futuro.
Una original vista de la fachada del Obradoiro vista desde San Clemente abría el número 1 de Joyas de Galicia. Era diciembre de 2011 y Jael Joyería apostaba por editar una publicación semestral de calidad, con contenidos originales, grandes firmas e imágenes espectaculares, casi siempre del premiado fotógrafo Adolfo Enríquez, como vehículo de comunicación entre la empresa y sus clientes y amigos. «Desde el principio pensamos en ella como una forma de resaltar tantas cosas buenas que tiene Galicia y que muchas veces escapan del radar
de los medios convencionales, más centrados en el día a día», explica José M.ª Fernández, director de Jael Joyería. Así, durante 25 números Joyas de Galicia ha visitado muchos de los lugares más icónicos de la geografía gallega: de los tejados de las catedrales de Santiago y de Lugo a las tripas de la Cidade da Cultura, de los libros más raros que atesoran nuestras bibliotecas a los árboles más singulares, de los grandes creadores de música, arte y literatura a los tesoros escondidos en los museos menos conocidos, pero igualmente interesantes.
«Lejos del perfil conservador y dubitativo que nos atribuye el tópico, Galicia es una comunidad dinámica, llena de posibilidades y de gente que sabe aprovecharlas»
» José M.ª Fernández
Joyas de Galicia ha explorado también otra vertiente que interesa especialmente en Jael: la de los emprendedores y las empresas que sacan adelante la economía con visión y trabajo, y la de los investigadores y científicos más punteros: «Queríamos demostrar que, lejos del perfil conservador y dubitativo que nos atribuye el tópico, Galicia es una comunidad dinámica, llena de posibilidades y de gente que sabe aprovecharlas», apunta Fernández. La revista, como es lógico, ha actuado también como notario de la actividad de Jael Joyería como patrocinador de todo tipo de eventos deportivos, culturales y sociales. También ha retratado la evolución y la expansión de la empresa, convertida ya en referente en el sector de la joyería, la relojería y los complementos de lujo en Galicia.
Joyas de Galicia ha resistido 25 números sin faltar a su cita con los lectores, a excepción del verano de la pandemia, en la que todo se paró, y la edición de esta publicación también. No es fácil encontrar precedentes similares en cabeceras de este tipo para la longevidad de esta revista, que camina ya hacia nuevos retos adaptando sus temas a lo que interesa a la sociedad tanto en Santiago de Compsotela como en A Coruña, ciudades en las que Jael dispone de puntos de venta. ᴥ
actualidad jael
El director de Jael Joyería, Chema Fernández, recogió en marzo el galardón al patrocinio deportivo en la gala de los VI Premios Santiago Deporte. La ceremonia, en la que se premió la trayectoria y los logros de los deportistas y clubes compostelanos más destacados, pretende reconocer la labor de quienes trabajan en favor de la actividad física dentro del municipio, y se llevó a cabo en el Auditorio de Galicia.
Un comité evaluador, formado por la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, e integrantes de la corporación municipal, fue el encargado de decidir los doce galardones entregados en la gala. Entre los premiados se encuentran el laureado jugador de squash Borja Golán, la ciclista Iria Nieto, el piloto Luis Penido, el equipo de rugby inclusivo Tuxeleires o los entonces entrenadores ayudantes del Obradoiro CAB, Víctor Pérez y Gonzalo Rodríguez. También se reconoció el trabajo de la Policía Local compostelana y de la delegación santiaguesa de Protección Civil por su aportación al buen desarrollo de las pruebas deportivas en el municipio.
El jurado de los Premios Santiago Deporte reconoció la labor de patrocinio Jael Joyería y en especial su respaldo a la base, desde la apertura de su primer punto de venta en Santiago, en 1994. «Siempre tuvimos claro que el comercio minorista tiene que devolver a la ciudadanía el apoyo que esta le da», explicó Chema Fernández en su discurso de aceptación del premio, «y el deporte de base es el vehículo ideal para lo que hoy se llama responsabilidad social empresarial». Fernández consideró «un honor estar en una gala que reconoce la trayectoria de personalidades tan destacadas del deporte en Santiago» y se comprometió a seguir trabajando desde el ámbito de la empresa para la promoción de la actividad física entre los más jóvenes. ᴥ
El IV Trofeo Raqueta de Madera y Plata Jael Joyería, celebrado del 18 al 23 de junio en el Club de Tenis La Coruña, destacó por su alto nivel de juego y excelente organización. Este torneo, disputado en tierra batida, reunió a talentosos tenistas en categorías masculinas y femeninas, ofreciendo encuentros intensos y emocionantes.
En la categoría femenina, Paula Barreiro avanzó tras vencer a Ariadna Lucio 6-2, 6-4, mientras que Almudena Sanz sorprendió al ganar a Alessandra Pen 6-1, 6-0. Celia Cerviño, una de las favoritas, avanzó sin problemas al derrotar a Alicia Fernández 6-0, 6-0 en octavos. En los cuartos de final, Cerviño venció a Valentina Losc 6-1, 6-2, y Liu Min superó a Almudena Sanz 6-4, 6-2. Las semifinales vieron a Cerviño imponerse sobre Judith Hernández 7-5, 6-2, mientras que Liu Min venció a Emma Ascanio 6-1, 6-1.
La final femenina enfrentó a Celia Cerviño y Liu Min. Cerviño dominó el primer set con un 5-0 inicial
y, a pesar de un intento de remontada por parte de Liu Min, Cerviño ganó con un 6-3, 6-4, proclamándose campeona del torneo.
En la categoría masculina, Carlos Gimeno demostró su superioridad desde el principio, derrotando a Rodrigo Figueroa 6-0, 6-0 en dieciseisavos. Julio César avanzó cómodamente a cuartos tras vencer a David Cao 6-3, 6-2. En los cuartos de final, Gimeno venció a Yeray Quian 6-1, 6-0, y Julio César se impuso a Iago Salvador 6-2, 6-0. En semifinales, Julio César superó a Gimeno en un emocionante partido 0-6, 6-1, 6-4, y Tomás Currás venció a Asier Meneses 6-3, 6-2.
La final masculina se jugó entre Julio César y Tomás Currás. Julio César dominó desde el inicio, imponiendo su juego con su fuerte derecha y revés cortado, llevándose la victoria con un marcador de 6-3, 6-1 y coronándose campeón.
El torneo contó con el apoyo de Jael Joyería, implicada un año más en uno de los eventos tenísticos más importantes del calendario gallego. ᴥ
Jael Joyería colaboró el pasado mes de junio en un torneo de tenis especial, casi único en Galicia. El Memorial Cuco Chas, organizado por el Real Club Tenis Coruña, se celebra como homenaje a un mito del deporte coruñés y, a la vez, para recordar cómo se jugaba hace no tantos años. Raquetas de madera, vestimenta blanca y estructura por equipos con recuerdo a los tenistas del pasado. Estos tres puntos resumen la filosofía del torneo, en el que participaron 16 escuadras de cuatro jugadores, bautizadas en honor de una leyenda. Se trata de un torneo en el que la parte social predomina sobre la deportiva y en el que la caballerosidad, marca de la casa en el deporte del pasado, es regla. El combinado ganador del torneo fue denominado Equipo McEnroe, formado por Edu Serrano, Gonzalo Villarroel, Warwick Smith y Alberto Casado. El cuarteto derrotó en la final del cuadro prin-
cipal al combinado Stan Smith, compuesto por Roi Álvarez, José Vivero, José Castro y Pitu Méndez. En la final de consolación venció el equipo Ilie Nastase, con Alberto Díez, José Gil, Mariana Huvos y Fernando Pesanha, sobre el de Perry, en el que jugaron Óscar Vizoso, Luis Baldomir, Pablo Acción y Chema de Mena. El torneo premió también a los tenistas mejor ambientados, Edu Serrano, Jorge Pablos y la familia González Carro, hijos del homenajeado Cuco Chas. Durante el campeonato, los asistentes pudieron contemplar en el salón del club una colección de veinte raquetas históricas, pertenecientes a grandes tenistas del pasado, algunas datadas en el siglo XIX, propiedad de uno de los socios.
El Real Club Tenis Coruña quiere, con el apoyo de Jael Joyería, recordar con esta cita a quien fue una de las almas del club en el pasado. Cuco González Chas destacó por su fomento del tenis de base. ᴥ
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Los mejores jugadores de golf asociados al Real Aeoroclub de Santiago compitieron el pasado mes de junio en el trofeo del club, la Copa Jael. Manuel Carballal Pose se impuso en el campeonato gracias a su triunfo en la categoría scratch. Más de un centenar de golfistas participaron en la cita anual, como siempre una de las más populares y queridas de las que se disputan en el campo de Ameixenda (Ames).
Jael Joyería patrocinó un año más el campeonato con el apoyo de TAG Heuer. La última versión del Connected Golf, el reloj con el que la firma proporciona a los golfistas todos los datos que necesitan conocer para mejorar sus golpes, presidió la mesa de trofeos durante las tres jornadas de competición. La Copa Jael comenzó el viernes 8 con las primeras salidas, que continuaron el sábado; la contienda se cerró el domingo con las partidas finales. A pesar de que la predicción meteorológica hacía presagiar unos días duros para los competidores, el tiempo respetó la celebración del campeonato y este se desarrolló en su mayor parte entre nubes, sí, pero sin lluvia.
Acompañó a Manuel Carballal en el palmarés de esta edición de la Copa Jael Santiago Regueiro Sendón, que venció en la modalidad de hándicap. El torneo tuvo una importante presencia de jóvenes jugadores. Pelayo Casado Alvarellos ganó en scratch 9 hoyos pro, Noa de la Vega Ruíz en hándicap 9 hoyos pro, Jacobo Montes en scratch 9 hoyos iniciación, Mateo Rey-Alvite Amig en 9 hoyos iniciación y Ramón Varela en scratch 5 hoyos iniciación. En cuanto a la categoría juvenil scratch 18 hoyos pro, el ganador fue Nicolas Vallejo Linares, y en hándicap 19 hoyos pro ganó José Díaz Rosón, joven promesa del club que jugará a finales de junio su primer Campeonato de España en La Manga del Mar Menor.
Los más de cien jugadores inscritos y sus familias pudieron disfrutar al cierre de la competición de un cóctel y un sorteo de regalos relacionados con el golf, en el que se distribuyeron desde bolsas para palos a zapatillas, complementos, bolas o gorras. ᴥ
Jael Joyería colaboró el pasado mes de junio con la organización del Gadis Longboard Festival de Ferrol, parte de la Liga Mundial de Surf, que se celebró en la playa ferrolana de A Fragata. Tras varios días de competición, Antonio Dantas, portugués de 23 años, y Zoé Grospiron, francesa de 24, se alzaron con la victoria en sus respectivas categorías.
Esta modalidad de surf, que se disputa con tablas de mayores dimensiones, atrajo a un numeroso público al arenal ferrolano, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas. Los contendientes debieron sobreponerse a las rachas de viento y un mar agitado. En la categoría masculina dominaron
Antonio Dantas y el francés Edouard Delpero. quienes protagonizaron una final reñida, con múltiples olas valoradas por encima de nueve puntos.
En la final femenina, Zoé Grospiron lideró el grupo de surfistas francesas, enfrentándose a la joven italiana Ginger Caimi, de solo 12 años. Grospiron se llevó la victoria, seguida por su compatriota Lemoigne, ganadora del circuito europeo de longboard, y la también francesa Lebreton.
Dentro de la programación del Gadis Longboard Festival, Jael Joyería promovió bautismos de surf, una actividad consistente en la iniciación a este deporte para jóvenes en un ambiente familiar. ᴥ
The history of A Coruña is linked to the sea, but also to the Army. It was precisely that initial need to protect the navigation and maritime trade routes of this key territory that marked a military presence that would remain throughout the centuries, increasing and making the city grow.
The arrival of the squadron commanded by Julius Caesar in 61 BC at the castro of Elviña, according to the Roman senator and historian Dion Cassius, after leaving Cadiz for the north-west with the intention of obtaining military credit and sufficient financial booty to pay his armies and finance subsequent campaigns, can be considered the first military milestone in A Coruña. From then on, a military presence has been a constant in the Herculine territory since the foundation of the Roman settlement of Brigantium, in the second third of the 1st century AD. The importance of the port of A Coruña as a port of call and supply point for the Atlantic routes
and the area's status as an administrative settlement made a defence system necessary. The Roman army, professionalised and wellequipped, fulfilled this war and surveillance function, to which was added the participation of soldiers with knowledge of different trades in other tasks for the benefit of the population and the control of large infrastructural works and economic functions (such as tax collection or traffic in goods) by highly qualified military personnel.
The growth of the city, linked to defence
A Coruña’s growth cannot be understood without the close relationship with military activity, specifically in relation to the defence of the territory. It was as a result of King Alfonso IX's decision to repopulate the city in the early 13th century, after it had been practically left uninhabited as a result of the constant Viking threat, when the first wall was erected around what is now the Old Town. The authorisation of free trade with England and the subsequent installation of the Casa de la Contratación
Álvaro Concheiro, director of Internaco (a multinational agricultural and garden machinery company with its origins in Ordes), suffered and overcame a lymphoma. Once he had recovered, he decided to get revenge by investing in medical innovation, and, in a way, getting even with the disease. He created the Fundación Stop Leucemia, which funds the work of eleven researchers at the Health Research Institute of Santiago de Compostela (IDIS), linked to Sergas and the University of Santiago. Carlos Pérez is one of the researchers. His work, which is focused on artificial intelligence aimed at beating cancer, is beginning to show results.
How did your involvement in the fight against leukaemia begin?
Álvaro Concheiro: In 2013, I was diagnosed with lymphoma during a check-up. It was a
(House of Trade) for the spice trade boosted mercantile activity and with it, the need for protection. This led to the construction of San Amaro fort, the expansion of the walled perimeter (which at the end of the 14th century was already 1,200 metres long), the erection of the now disappeared San Carlos fortress (destroyed by the explosion in 1658 of the powder magazine it housed and on which the garden of San Carlos stands today) and the castles of Valparaíso (on the site of the current Eirís park) and San Diego (demolished in the1960s to undertake the expansion of the commercial port), the recovery of the Tower of Hercules as a watchtower against possible attacks from the sea, the works on the castle of San Antón and the repeated reinforcements and extensions of the walls to adapt them when firearms appeared, until the fortification of the city was completed in the 18th century and remained so until the end of the 19th century. All of this was accompanied by the ever-increasing presence of soldiers, linked to a military activity that increased over the centuries. ᴥ
hard pill to swallow, but I got through it thanks to chemotherapy. This is where the Fundación Stop Leucemia was created, as a structure to support research.
Is it a purely research-focused entity?
A.C.: Virtually 100 per cent. It's about fighting this whole disease through research. In Galicia there are other foundations that do splendid work helping patients.
Carlos Pérez: The great virtue of the Fundación Stop Leucemia is that it allows us to increase the research group, but above all it guarantees the stability of the researchers themselves. What are the main lines of work?
C.P.: The computational haematology and genomics group, thanks to funding from the Fundación Stop Leucemia and under the direction of Adrián Mosquera, in the application of artificial intelligence to improve patient care
and diagnosis. We have three areas of research. The first is drug development. A second way is in diagnostic research; we carry out predictive models that take all the patient’s clinical information and stratify the risk they have and, thus, define how each treatment will work against their disease and choose the most effective one. The third way is with digital biomarkers. We analyse medical images, tissue biopsies, which are digitised, looking for signals or markers within a tumour that can allow us to make a more precise diagnosis.
A prediction: In how many years do you think we will be rid of leukaemia?
C.P.: Let's dream out loud: in the next decade we will be close to eliminating it, or at least making it a chronic disease so that sufferers can live almost normally.
One out of every two slate tiles placed on roofs around the world is from the Cupa Group. This giant from Valdeorras has been growing and expanding into new markets for over half a century, with its roots firmly anchored in Galicia and innovating in materials beyond those that are traditional. Its natural stone division, Cupa Stone Iberia, is responsible for marketing some of the most spectacular products. Slabs of quartzite, granite, marble, porcelain or new materials can been viewed on-site at its warehouse in Padrón; an essential visit for builders, decorators or individuals.
Cupa Stone Iberia is the natural stone division of slate giant Cupa Stone, a company whose origins date back to the end of the 19th
Jael Boutique opened its doors in Compostela as 2023 drew to a close. In half a year, the luxury accessories shop has carved out a niche for itself in the Santiago shopping scene with exclusive, high-quality brands. And, of course, with the attentive customer service that is the company’s trademark.
It has been a frenetic six months, during which the establishment has been making a name for itself on the streets of Compostela. The shop opened on 23 December last year, in the middle of the Christmas campaign, so there was no time to get ready and no time for a quiet start: “It was wonderful to begin with so much activity,” explains Marta Carabel, director of Jael Boutique. However, the opening had a huge amount of background work, conducted
century. In 1892, the slate quarry at Solana de Forcadas, in the Leon part of Valdeorras, was opened and is still in operation. In the 1960s, Valdeorras slate began to be exported to France and other European countries, which encouraged five businessmen from the area to join forces to internationalise its marketing. Since then, the Cupa Group has continued to grow: it now has 79 companies, operates thirty quarries around the world and transforms the product in forty plants. With seventy distribution centres, it employs 2,800 people and had a turnover of 465 million euros in 2023. Its interest in other types of materials crystallises in Cupa Group Iberia. “Our main advantage”, explains Guillermo Oviedo, its
over the previous months: “ We have put a lot of effort into making a beautiful shop, where the customer comes in and wants to stay. We didn't want an aggressive space, but very organic premises that invites you to walk around every corner, to relax and spend some time getting to know the products and chatting”. The interior design, which is bright and marked by walls and curved shapes, has achieved the expected effect.
Because Jael Boutique's offer is very diverse, with a common denominator of quality and exclusivity. On the one hand, the premises has a large area for writing and accessories collections by Montblanc, which is the legendary German brand with the snowflake, where you can find its unmistakable pens and rollerballs, as well as wallets,
general manager, “is that our portfolio covers everything that a builder, decorator or a private individual who wants to renovate their home might need”. One of the company's flagship brands is Terra, which focuses on quartzite, granite and other imported materials. Their appearance is unmistakable: bright colours, deep, generous veins that make them very attractive to architects and interior designers who plan unique creations. “The slabs have different origins, mainly Brazil, India and Africa,” says Guillermo Oviedo, “and they bring the added value of exclusivity. Each piece is unique because it depends on its natural evolution. We extract it, cut it and polish it, but the credit goes to nature”. ᴥ
suitcases and technological accessories such as headphones. Jael Boutique is the exclusive outlet for Max Mara's accessories collection, which includes stylish bags and clothing designed to last a lifetime: “ They are perfect for people who like to wear the latest fashions, but with discretion and elegance,” says Carabel.
Another special corner is that for the Florentine brand Santa Maria Novella, one of the first perfumeries in the world. It features colognes, home fragrances and toiletries “perfect for a special treat”. You can also buy high quality shoe products such as sandals and trainers at the Jael boutique.
“I think Santiago was waiting for a shop like this,” says Marta Carabel, “the feedback we are getting is very positive. ᴥ
A park that was repopulated by the parishes (pages 16-18)
Just 200 years ago, the Alameda de Compostela was a somewhat chaotic space used for cattle fairs and military training. Its dense grove, and that of the adjacent Paseo da Ferradura, had been repopulated years before with the contribution of the neighbours of the rural parishes of Santiago. Two centuries of urban development have provided it with its present appearance.
The priest and historian Jesús Carro García, a member of the Seminary of Galician Studies at the time, wrote about it in a 1962 publication. In the mid-16th century, the Counts of Altamira gave the grove located outside the city walls to the City Council, in the so-called Otero de los Potros, to create a public recreational area. Short of funds, the council asked each resident of parishes such as O Eixo or Aríns to bring an oak, a poplar or an ash tree to repopulate it, turning an old abandoned castro into a park. For a couple of centuries, the land was used as a training ground for the army and the site of a cattle fair.
At the end of the 18th century, a change may have taken place that changed the appearance of the Alameda forever. The military engineer Martín Cermeño designed an enclosure of neoclassical buildings that turned the park into an urban square. The buildings, of which he only sketched the façade (three-storey, simple and with grilles), enclosed the property on three sides, engulfing both the façade of the San Clemente school (today the Rosalía de Castro Institute) and the church of El Pilar.
The project was not implemented. On the contrary, at the beginning of the 19th century, the cattle market was moved to Santa Susana, where it was until not so long ago, and work began to make the area the romantic promenade that the city demanded. ᴥ
a coruña and its seafront (pages 30-31)
A Coruña's Seafront Promenade is one of the most representative symbols of this Galician city. Stretching over 13 kilometres, it is the longest seafront promenade in Europe and offers residents and visitors the opportunity to enjoy an impressive variety of landscapes, activities and points of cultural and historical interest.
This promenade starts in the port area, near the Marina, and runs along the entire peninsula of A Coruña until it reaches the Tower of Hercules, the oldest functioning Roman lighthouse in the world, declared a World Heritage Site by UNESCO. From this point, the route continues along the beaches of Orzán and Riazor, two of the most popular places for leisure and bathing during the summer months.
Along the promenade, there are spectacular views of the Atlantic Ocean and the rocky coastline that characterises the city. Cliffs and areas of steep coastline combine with stretches of beach and landscaped areas, creating a pleasant, varied environment for walking, sport or simply relaxing.
The Seafront Promenade is also a space with a rich cultural offering. Along its route, there are several points of interest, such as the Castle of San Antón, an old fortress that currently houses the Archaeological and Historical Museum of A Coruña. Another highlight is the Aquarium Finisterrae, also known as the Casa de los Peces (House of Fish), which offers a fascinating look at the region’s marine life.
Keen on sport and nature, offering a unique experience to those who walk through it. Its size and diversity make it an emblematic place that reflects A Coruña’s essence and beauty, making it an essential destination for lovers of the sea and outdoor activities. ᴥ
a cross on the mountain of cotolai the collier (pages 34-35)
Cotolai was a modest collier who lived more badly than well on the slopes of Mount Pedroso. In the 13th century, the site was the outskirts of the outskirts of the apostolic city. However, according to tradition, it was here that Saint Francis of Assisi stayed on his visit to Compostela between 1212 and 1215. The collier and the future saint struck up a friendship that eventually led to the creation of the Franciscan convent of Santiago de Compostela. The hill where they met has changed a lot since then.
The few period photos of the area that exist (always as a backdrop to something happening in Santiago) show that, in the 19th century, El Pedroso was an expanse of bare scrubland and empty of monuments. The cross that crowns it today came later. At the turn of the century, Pope Leo XIII proposed to pay homage to Christ the Redeemer at the beginning of the 20 th century by erecting monumental crosses on the highest mountains of Christendom.
Cardinal Martín de Herrera, then Archbishop of Santiago, did not have much geographical material to draw on, but even so, he ordered the monument to be built on the summit of Pedroso. Praying the Creed at its feet would result in 300 days of indulgence.
The process was long and lasted until 1909, the year of the Galician Regional Exhibition. It was on 16 May of that year that the Stations of the Cross were inaugurated (in the presence of the archbishop himself). Thousands of people gathered at the highest peak of Pedroso for the occasion; the road and the monument had been built thanks to a popular subscription. ᴥ
in the footsteps of the romantic hero (pages 42-43)
Strolling through the university campuses of A Coruña, it is hard to tell that just over 200 years ago they were the scene of a horrifying battle. 16 January 1809 was "a day of slaughter", in the words of the British historian Christopher Summerville. The encounter between Sir John Moore's British troops, waiting to embark and flee, and their French pursuers, led by Marshal Soult, resulted in carnage that cost the British commander his own life.
The journey can begin where the battle began. Motorists driving up avenida de Nueva York pass right next to the pena do Galiacho, a corner where numerous commemorative plaques have been placed (including one in 1931 by the future kings Edward VIII and George VI). The bulk of Soult's army, which had been hounding the British from Castile, assembled here on 16 January. The British retreat had been hellish: in the middle of winter, in horrendous weather, ill-equipped (“we came to Spain like someone going for a walk in Hyde Park”, Moore had said), the British army had lost thousands of men along the way.
At noon on the 16th, the French forces, made up of 20,000 soldiers, began to descend shouting "En avant, tue, tue" (forward, to kill) from the heights surrounding the peninsula to confront the 14,000 British who were protecting the embarkation of their comrades in the port. The main clashes took place on the slopes of the Mesoiro and Mero mountains and in the village of Elviña itself. Imperial artillery fire destroyed the English positions closest to the mouth of the River Mero. In the village, at around three o'clock, Moore was leading the containment operation in the middle of a regiment of Scottish Highlanders when the shells of a volley hit his body: “A shell from an enemy battery tore off his shoulder and part of his collarbone, leaving him with one arm hanging raw,” his aide-de-camp later recounted. Henry Hardinge. Down the slope, in front of the current Faculty of Computer Science, a monolith commemorates the place where Moore was fatally shot.
Dying, Moore was transferred to the next point of interest on our route, the English headquarters, located in the Canton Grande, in a house whose site is now occupied by the headquarters of the Banco de Santander. The commander survived until 8 p.m., long enough to understand that his army had resisted the imperial onslaught and that the troops would have time to embark for a safe port.
Moore was buried at midnight in the old citadel of A Coruña. By the next day, all his troops had left the port. In time, his body would be relocated in 1824 in a tomb as romantic as his figure had been. ᴥ
the castro in elviña watches over a coruña (pages 70-71)
The castro of Elviña is in the process of recovery as a watchtower of the most important entrances to the peninsula of A Coruña. The fortified enclosure was extensively excavated in the mid-20th century, but then languished for decades, devoured by undergrowth. Today, a perimeter path and a programme of guided tours allow visitors to learn about the city's most remote past.
The area was far away from the city, at the beginning of the 20th century. It was, in fact, one of the favourite places for nature lovers and walkers from A Coruña, as pointed out by Felipe Criado Boado and Matilde González Méndez, coordinators of the book Planear el pasado: ideas para la recuperación del castro de Elviña, which summarised the Master Plan to recover the settlement. By the start of the 21st century, the neighbourhood was swallowed up by the city, sometimes in a far from harmonious way.
However, the hill on which the castro sits still stands alone, 120 metres above the sea, almost like an inland counterpart of the Tower of Hercules. It is surrounded by an easy-to-walk dirt trail, starting from the car park of the Faculty of Economics and Business of the University of A Coruña.
The walk takes place in a mass of vegetation made up of scrubland and autochthonous species such as oak. From this perimeter path, which surrounds the castro fence, you can gaze at the spectacular height of the castro walls, a group of buildings which, being in an area where this type of construction abounds, is unique due to its size and because the interior buildings are spacious and not too variegated for the Roman period. The path passes by the two access gates to the site, which can be visited at weekends by appointment, which can be requested from the Town Hall.
The fort began to be excavated in 1947, in a performance directed by Luis Monteagudo. Various structures (including the large house of Exedra) and the wall of the acropolis were then discovered. Then he excavated and consolidated the bulk of what can be seen today, and in 1957 several houses were rebuilt. It was in this phase that the so-called Treasure of Elviña was found, kept in the Archaeological Museum of the castle of Santo Antón, consisting of a diadem, a gold choker and a glass bead decorated with geometric and animal motifs.
Already in the 80s, new soundings were opened in the croa and the wall, the tower and the access ramp were consolidated. The site then remained in oblivion until well into the 21st century. ᴥ
Jael Joyería destina el 20% de las ventas de esta colección a la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia
A Coruña Compostela, 8 | Santiago de Compostela Xeneral Pardiñas, 7 | www.joyeriajael.es
El pádel se ha convertido en cuestión de años en uno de los deportes más practicados en España. Su dinamismo y su capacidad para adaptarse a las edades de quienes lo juegan lo hacen especialmente atractivo para las más diversas edades. En Compostela, la tienda Pádel Nuestro (rúa García Prieto, 8) es el punto de encuentro para quienes lo practican.
«El nombre del negocio llama la atención y es difícil de olvidar», reconoce Rodrigo Veiga Alonso, gerente del establecimiento compostelano, «y refleja la intención con la que nació la empresa: ser líderes en la venta de material deportivo exclusivamente de pádel». Esta especialización era necesaria desde el momento en el que esta es una modalidad joven, que ha explotado en apenas unos años: «Es una barbaridad, el pádel es quizás uno de los deportes con el crecimiento más rápido de la historia. No debemos olvidar que, pese a ser relativamente reciente, es uno de los más practicados en España actualmente». Los clientes se acercan a Pádel Nuestro en busca de los productos que necesitan para iniciarse o para mejorar: «Se necesita material especial, las palas y el calzado principalmente. Hay que tener en cuenta la superficie sobre la que se juega. Un calzado inadecuado garantiza casi al 100% un susto como lesiones en tobillos y rodillas. Los que lo practicamos no disponíamos de una tienda especializada en la que poder ver, tocar o probar antes de comprar este tipo de productos y esto es, para nosotros, fundamental».
En el establecimiento, el jugador cuenta con material para todos los niveles y servicios como la posibilidad probar diferentes modelos de pala antes de comprar. Pádel Nuestro tiene las ventajas de especializarse en un único deporte y de contar con una plantilla formada por apasionados del pádel. Además, como parte del grupo líder en España en material para esta modalidad, dispone de las mejores firmas.
Pero ¿qué tiene el pádel para haber experimentado tal subida en el número de practicantes? Rodrigo Veiga lo explica así: «Engancha desde el inicio porque es divertido desde el primer momento. También influye que se ha generado a su alrededor un entorno social muy interesante, que se juega por parejas y que con algunas aplicaciones de móvil puedes cerrar partidas con gente que no conoces».
www.padelnuestro.com
www.sinfonicadegalicia.com
www.cidadedacultura.gal
La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) inicia su segunda temporada con Roberto GonzálezMonjas como director titular, presentando conciertos en los principales centros musicales de España como Madrid, Barcelona y Bilbao, así como en diversas localidades gallegas. La temporada 2024-25 incluye 24 conciertos de abono los viernes y 11 los sábados en A Coruña, además de 15 en otras ciudades gallegas, destacando actuaciones en Ribeira y Sobrado dos Monxes. El Coro de la OSG, dirigido por Javier Fajardo, participará en el Festival Ikfem en Tui. Además, la temporada introduce a jóvenes directoras de orquesta como Anna Rakitina, Elim Chan e Isabel Rubio, junto con directores y solistas destacados como José Luis Gómez, Jan Lisiecki y Fazil Say. También regresan directores reconocidos como James Conlon y Carlo Rizzi. La temporada incluye obras de Mahler, Bruckner, Beethoven, Shostakóvich y Richard Strauss.
Tan terroríficos como atractivos, los vikingos se han instalado en nuestro imaginario colectivo a través de libros, películas y series. Lo cierto es que en los territorios del arco atlántico, caso de Galicia, su influencia histórica fue muy importante hace un milenio. Para analizarlo, la Cidade da Cultura acoge entre julio y diciembre la exposición internacional Una vida vikinga, en la que se adentra en la esta cultura escandinava y su huella en lugares de Galicia como la ría de Arousa o el Ulla, donde estuvo presente. Restos de campamentos, objetos y tradiciones han hecho perdurar este contacto, que se retrata en la muestra a través de 120 piezas elegidas por Irene García Losquiño, doctora en Estudios Escandinavos por la Universidad de Aberdeen. El material expuesto procede de colecciones como la del Museo Nacional de Historia de Suecia, el Museo Nacional de Dinamarca, el Museo Arqueológico Nacional de España o el Musée d’Archéologie Nationale francés.
Ese es el color de nuestra espiral Parachrom, una importantísima guardiana de la precisión cronométrica del reloj. Presentada en 2005, con diseño y elaboración enteramente propios, se acerca al culmen de lo que pueden ofrecer las espirales de aleación metálica. La escala de la imagen puede llevar a engaño. En realidad, su borde es más fino que un cabello, su peso es una fracción del de una perla y, una vez enrollada, su diámetro no pasa de unos pocos milímetros. Está protegida de agresiones externas por una caja tan hermética que, con gran acierto, fue bautizada como «Oyster». Lógicamente, es raro que podamos posar nuestros ojos sobre una espiral Parachrom.
Entonces, ¿qué importa el color que tenga? Lo cierto es que ese tono azul representa nuestra tradición de excelencia relojera: es el color exacto que adquiere nuestra aleación exclusiva de niobio, circonio y oxígeno cuando se ha anodizado para detener el proceso de oxidación. Ese azul es esencial para nosotros, porque simboliza la durabilidad que define a nuestras creaciones. Además, esta espiral es insensible a los campos magnéticos, se muestra inquebrantable ante las variaciones de temperatura y resiste tanto a los golpes como a la corrosión. El latido de un Rolex con espiral Parachrom siempre será uniforme y perpetuo.