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EL PAÍS, domingo 10 de julio de 2011
El proyecto del candidato socialista El respaldo al nuevo líder
ESPAÑA
Rubalcaba supera la prueba del liderazgo El recién proclamado cabeza de cartel levanta el ánimo de los principales cuadros del PSOE con un discurso en el que recupera las esencias socialdemócratas LUIS R. AIZPEOLEA Madrid El recién proclamado candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, levantó ayer el ánimo de la militancia, decaído por la dura derrota del 22-M, con la recuperación del discurso socialdemócrata, diluido en la difícil gestión del Gobierno de la crisis económica. El primer discurso de Rubalcaba como cabeza de cartel, pronunciado en el
recinto de los grandes eventos socialistas, el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, marcó su propia impronta ante la plana mayor del PSOE y con unos 1.300 invitados especiales como testigos, entre los que figuraba por primera vez en un acto del partido su esposa, Pilar Goya. Ese giro ideológico fue lo más importante de la jornada, porque el veterano político Rubalcaba dejó ayer de ser el eter-
no número dos del PSOE al superar la prueba del liderazgo y demostrar que es capaz de conectar con los suyos, de presentar un proyecto y explicarlo. La acogida fue entusiasta. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el jueves levantó muchas expectativas sobre el discurso —“marcará un antes y un después”—, dijo ayer que “las había superado con creces”. Rubalcaba no pronunció un mitin sino una lección profesoral de algo más de una hora de duración (30 folios), a la que intentó ajustarse con miradas al reloj. Trató de buscar cercanía. Se presentó como hombre de Estado al huir de los efectismos y las frases fáciles y evitar la confrontación con el PP. Precisó en ese sentido sobre la derecha: “No son nuestros enemigos, sino nuestros adversarios”. Y como muestra no citó una sola vez a su futuro rival en las próximas generales, Mariano Rajoy. Con esa estrategia pretendió marcar un nuevo estilo de hacer política y atender a la demanda ciudadana, que aborrece la crispación. Fue el de Rubalcaba un discurso de propuestas, estructurado en cuatro apartados —em-
pleo, economía sana, igualdad y política democrática—. Algunas propuestas fueron muy aplaudidas por los asistentes, como la recuperación del impuesto para los grandes patrimonios, el retorno de los beneficios de los bancos para promover el empleo juvenil y la recuperación del control del urbanismo por el Estado para evitar la corrupción. Todo ello, como la defensa de la sanidad pública gratuita y la educación, mostraron la recu-
El candidato no pronunció un mitin, sino una lección profesoral “Nada está escrito ni decidido de antemano”, dijo sobre las elecciones peración del discurso socialdemócrata por el PSOE en un intento de reconquistar el electorado de centro-izquierda. El candidato socialista lleva días tratando de salvar la apa-
rente contradicción entre su proyecto-programa y la labor del Gobierno del que acaba de anunciar su salida. Para ello había señalado que en su discurso iba a plantear propuestas que el Ejecutivo no ha podido llevar a cabo porque los tiempos son distintos. El proyecto-programa está planteado para dentro de un año, cuando ya la economía española haya entrado, aunque lentamente, en una etapa de recuperación. Sin embargo, el Gobierno tiene aún (y sobre todo ha tenido) que poner en marcha una política de choque contra la crisis económica y una reestructuración del sistema bancario que ha impedido tomar medidas como las que ayer propuso el candidato. Rubalcaba lo escenificó ayer, con su estilo didáctico. Ante la militancia desveló cómo la noche del 9 de mayo de 2010, en la que el presidente del Gobierno tomó la decisión de congelar las pensiones y bajar el sueldo a los funcionarios para evitar una intervención de la economía española, Zapatero le confesó: “No nos puede pasar lo que le va a pasar a Grecia porque sería fatal para toda una generación de españoles”.
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El proyecto del candidato socialista El respaldo al nuevo líder
ESPAÑA
@Conrubalcaba es un modelo y un estilo ANÁLISIS
Javier Casqueiro No era un día fácil para el nuevo candidato. Ni siquiera para Alfredo Pérez Rubalcaba, seguramente uno de los políticos más contrastados de España. El propio orador lo admitió nada más comenzar, como para exorcizar sus nervios. R de relajado. Pero él dijo que no lo estaba, parafraseando la R de reposado que decía el vídeo de presentación. No era fácil porque lo de ayer no era exactamente un mitin, tampoco un acto interno del partido, ni un debate en el Congreso de los Diputados, ni mucho menos un encuentro frenético de campaña electoral. Era su discurso de Estado, a la nación, de proyecto de país. Una tesis completa, de 70 minutos, sobre cómo ve Rubalcaba el presente y la salida para España. No estamos acostumbrados, ni los periodistas ni los electores, a escuchar este tipo de intervenciones una calurosa mañana de julio. Al contrario. No es ese el nivel habitual. Lo normal es una visita para la foto, un canutazo, una rueda de prensa sin preguntas, dos totales de 20 segundos (declaraciones cortadas para televisión o radios), y
en el mejor de los casos una buena ensalada de titulares. Rubalcaba, además, pasa por ser uno de los políticos de España que mejor teje titulares. En sus ruedas de prensa es habitual que él se autopregunte y se conceda la mejor y más escueta respuesta. No se aplaude de milagro, aunque no le faltan colaboradores para corearle. Tendrá más. Uno de sus escasos puntos flacos tiene que ver precisamente con la alta consideración que tiene de sí mismo. No encuentra rivales de su nivel enfrente, ni entre los periodistas ni en la oposición. Y a veces se relaja demasiado. Lo ve fácil. Se confía. Le ha pasado alguna vez en el Parlamento. Por eso no da entrevistas para los periódicos. Pero ayer no se relajó nada. Se presentía en su cara su sentido de la responsabilidad. Lo tenía todo concienzudamente pensado, cuadriculado, planeado. Es un maniático de las formas. Todo bajo control. Ha estado 10 días encerrado en su despacho y se ha dejado asesorar poco. Generó demasiada expectación, incluso en el actual presidente del Gobierno, que ayer transmitió a sus allegados que su sucesor había superado esas expectativas. Y ese fue el mensaje general escuchado
ayer en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid tras la clase magistral. Hace 11 años, en julio de 2000, en el XXXV Congreso del PSOE, los delegados desengañados por la derrota de Joaquín Almunia arriesgaron y optaron por la aventura del zapaterismo. Por nueve votos bien pergeñados aquella madrugada por José Blanco en las tinieblas de un guerrismo en decadencia. Zapatero miró con sus ojos limpios a las cámaras y a sus rivales (ahora parece increíble: José Bono, Rosa Díez y Matilde Fernández), se dirigió al auditorio y les exhortó a creerse que no estaban tan mal, aunque acababan de perder. Pero aún conservaban muchos feudos locales. Ahora ni eso. Al PSOE apenas le queda nada que preservar. El futuro es muy incierto. Y Rubalcaba no quería ayer soltar ninguna soflama. Quiso parecer creíble, su punto más débil, tras tantos años instalado en el poder. Se vistió de profesor y desgranó sus ideas. Bien estructuradas y ordenadas. Largo y denso, pero bien explicado. Ese será el tono y estilo también de la campaña. Por no haber no habrá enfrentamientos dialécticos brutales con el PP y Mariano Rajoy, a los que ayer no quiso citar premeditadamente.
En política sanitaria rechazó el copago y la privatización, y defendió la reducción del gasto farmacéutico. En política educativa se opuso a remover las leyes y defendió la constitución de un MIR educativo para seleccionar profesores. Defendió, también, el contrato a tiempo parcial para intensificar la creación de empleo, así como la proporcionalidad de salarios y beneficios por la vía del pacto. También estuvo presente el 15-M en el discurso del candidato, en el apartado dedicado a la mejora de la calidad democrática. La propuesta de la reforma electoral para ganar en proporcionalidad y cercanía, siguiendo el modelo alemán, se enmarca en esa inquietud. Fue sorprendente, pero Ru-
balcaba no hizo ayer ninguna referencia a la política territorial ni al terrorismo, por considerar que ya no está entre los principales problemas que preocupan a los españoles. Con ello evitó, también, el autobombo, que hubiera acompañado a cualquier alusión suya al terrorismo etarra, en clara fase terminal. En ningún momento se deslizó por el recurso del mitin. Y solo al final llamó a la colaboración y ánimo de sus compañeros con un sobrio: “Nada está escrito ni decidido de antemano”, en referencia a las elecciones generales, todavía sin fecha. El discurso fue muy bien acogido por los dirigentes y cuadros presentes. Y ahora se trasladará a las bases.
La banca responde al candidato: “Para crear empleo hace falta generar confianza”
moción de censura a Zapatero”, escribió su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares. En su opinión, el candidato “se disfraza de izquierda” mientras su partido “gobierna con políticas de banquero”. Cayo Lara, líder de IU, agregó en esa misma red social que Rubalcaba había contado “cuentos de hadas a los trabajadores” cuando lo que ha hecho su Gobierno es “escuchar a los banqueros” e impulsar “políticas para los banqueros”. Rosa Díez, líder de UPyD, colgó un mensaje lleno de ironía: “Nos alegra que Rubalcaba se sume ahora a la reforma electoral. Él, que hace siete meses se opuso en el Congreso”.
Rubalcaba saluda, junto a Zapatero (a su derecha), a los militantes que le aplauden tras escuchar su propuesta para liderar el partido. / uly martín
“Ni me habló de votos. Ni de su futuro ni siquiera del PSOE. Solo le preocupaba el futuro de España. Gracias por todo”, le dijo Rubalcaba a un Zapatero visiblemente emocionado. Solo hubo un atisbo de desmarque de Rubalcaba de la acción del Gobierno, al que ha pertenecido, cuando apuntó que el impuesto de patrimonio podía no haber sido abolido. La propuesta de Rubalcaba de revisión de la política fiscal
EL PAÍS, Madrid La banca reaccionó ayer con incomodo al discurso de Alfredo Pérez Rubalcaba. El candidato sostuvo que “pronto, muy pronto, habrá que pedirles a las cajas y a los bancos que den parte de sus beneficios para la creación de empleo”. Aplaudida por la militancia socialista, la frase no fue tan bien recibida por la Asociación Española de Banca (AEB), patronal de ese sector, que consi-
sigue la estela europea. Alemania y Francia han empezado a plantear políticas keynesianas, de revisión fiscal, ante la recuperación económica que allí ya se manifiesta. En ese mismo marco, Rubalcaba se comprometió a combatir los “indignos” paraísos fiscales; a defender la creación de una agencia de calificación de riesgo europea y la implantación de una tasa para las transacciones internacionales. Rubalcaba tocó las principales claves de la política española. En materia de empleo, que lo planteó como una urgencia, apuntó que las vetas para su creación, tras el hundimiento de la construcción, están en el sector energético, el medio ambiente y la atención a los dependientes.
dera que para disminuir el paro lo que se requiere es que el Gobierno ponga en marcha programas que “generen confianza”. Fuentes de la patronal aseguraron que la banca “comparte la preocupación” de Rubalcaba por el desempleo juvenil, no así la fórmula propuesta. AEB prefiere que el todavía ministro idee “programas económicos” que impulsen “un crecimiento económico fuerte y sostenido” que rebaje la prima de riesgo.
Las perlas 왘 “No me oiréis prometer algo que no vaya a ser capaz de llevar adelante”. 왘 “Zapatero me dijo aquel 9 de mayo: ‘No nos puede pasar lo que le va a pasar a Grecia, porque sería fatal para varias generaciones de españoles”. 왘 “Os voy a exigir austeridad pública y privada, porque si no vives como piensas acabas pensando como vives”. 왘 “Nada está escrito ni decidido de antemano. Voy a trabajar al límite de mi capacidad y darlo todo. Vamos a hacerlo. A la tarea”.
Para Convergència y Unió las palabras de Rubalcaba esconden un “populismo desesperante”. Su secretario general y portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran, declaró que el candidato vende “humo” para ganar votos de la izquierda. Al final, con ese discurso, agregó Duran, el vicepresidente primero “resta credibilidad a España” en términos económicos. “No tiene ninguna credibilidad que el que ha suprimido el
impuesto de patrimonio diga que lo volverá a establecer para los ricos”, insistió el portavoz de CiU. “Sería una barbaridad imponerlo de nuevo. Los ricos podrían trasladar su patrimonio a otros países en los que no existe el tributo”. El eco del discurso de Rubalcaba resonó también en las redes sociales. Izquierda Unida criticó al ministro en Twitter. “En 24 horas ha pasado de la política de mercado del Gobierno a una
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El proyecto del candidato socialista Propuestas para un nuevo Gobierno
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El candidato reivindica la política para controlar a banqueros y ricos 쑺 Rubalcaba plantea un giro económico a la izquierda que nunca hizo Zapatero 쑺 Su proyecto de España incluye profundos cambios y ayudas a emprendedores CARLOS E. CUÉ Madrid Para la mayoría de los suyos, José Luis Rodríguez Zapatero es el presidente más de izquierdas que ha tenido España desde la recuperación de la democracia. La retirada de las tropas de Irak, el matrimonio homosexual, su discurso sobre la memoria histórica, la ley de dependencia o la enemistad manifiesta de la iglesia española le convirtieron en una especie de mito de la izquierda europea. A su lado, el siempre precavido Alfredo Pérez Rubalcaba parecía un representante del PSOE clásico. Y sin embargo, Zapatero nunca pronunció, ni siquiera cuando fue elegido hace 11 años líder del PSOE, ni cuando se presentó el 25 de junio en León como un heredero de Felipe González, un discurso ni de lejos tan rompedor en asuntos fiscales o tan crítico con los bancos como el que Alfredo Pérez Rubalcaba desgranó ayer en tono suave, pero contundente. En cuestiones económicas, Zapatero nunca fue muy arriesgado. De hecho, como le critican ahora incluso desde la UGT, en política económica el presidente será recordado en algunos sectores por la idea “bajar impuestos es de izquierdas” o por eliminar el impuesto de patrimonio. Gaspar Llamazares, exlíder de IU y gran amigo del todavía ministro del Interior, decía ayer en Twitter que Rubalcaba estaba haciendo una “enmienda a la totalidad” a la política económica de Zapatero. No era así, porque el candidato no renegó del pasado —algo imposible para alguien tan corresponsable del Gobierno en estos siete años—, pero sí hubo un claro giro, que se desgranó en algunos puntos básicos. Lo hizo con esa habilidad suya para navegar siempre entre dos aguas —su lema de “ambición y realismo” muestra su estilo de hacer las cosas—, pero el intento de distanciarse de la política más dura del último año era
evidente. Y ahí, su salida del Gobierno desempeña un papel clave que cobra más sentido después de escuchar el discurso. Buena parte estaba dirigido al Movimiento 15-M, que cuenta con enorme simpatía entre los españoles, especialmente en la izquierda. Rubalcaba y el PSOE saben que si no movilizan a ese electorado que dio la victoria a Zapatero en 2004 y 2008 el resultado puede ser catastrófico. Por
El aplauso al hablar de patrimonio deja claro que querían escuchar eso No todo fue regalar los oídos de la izquierda. Plantea un proyecto global eso el candidato arrancó de ahí toda su reflexión: “Hay gente que duda razonablemente que los votos sean más importantes que los mercados, que es la esencia de la democracia. Gente que cree que la política ha perdido la batalla. Hay que empezar el discurso por ahí. Hay que decir que los problemas actuales vienen por decisiones que se tomaron desde la política y deben corregirse desde la política. Los problemas del mundo son políticos, y es la política la que debe romper este principio de que los beneficios van para unos pocos y las pérdidas van para todos”. “Los problemas son grandes, pero hay que abordarlos con más democracia, no menos, más política, no menos, más Europa, no menos como dicen algunos. Dejemos de quejarnos de las agencias de ‘rating’ americanas y hagamos una europea”, insistió. Aunque todo parecía pensado estas semanas para ofrecer una especie de despedida digna a Za-
patero, que pese a todo sigue siendo el presidente del Gobierno y lo será hasta el último día de la campaña electoral, la sensación de giro era clarísima no solo por el discurso de Rubalcaba, sino por la reacción de la militancia. En ningún momento fue tan claro como cuando el candidato habló de recuperar el impuesto de patrimonio pero no tal como estaba diseñado, sino uno nuevo para gravar “a los que realmente tienen un gran patrimonio, que los hay”. El aplauso subió mucho de tono y una mujer le gritó “Ahí, ahí, con un par”. No solo buena parte del electorado, también los cuadros y militantes que habían acudido al Palacio Municipal de Congresos, parecían estar deseando escuchar un planteamiento más a la izquierda del habitual. Y sin embargo, no todo el discurso estaba pensado para regalar los oídos de la izquierda del partido o de los simpatizantes del 15-M. Los datos que ha analizado el PSOE después de la debacle del 22 de mayo indican que en realidad la sangría no está llegando por la izquierda, sino por un electorado urbano moderado que cree que los socialistas no están gestionando bien la crisis. Buena parte del discurso de Rubalcaba, de su interés por plantear reformas profundas de la sociedad para construir las bases de una economía competitiva, crear empleo y cambiar el modelo de crecimiento, iba dirigido a esa gente, que el PP confía en que esté abandonando el PSOE para votarles a ellos, hasta un millón de personas, según el CIS. Rubalcaba incluso sorprendió a su gente con una declaración que no fue tan aplaudida, y que es poco habitual en un dirigente del PSOE. “Soy docente y funcio-
nario, y con la legitimidad que me da eso, puedo decirlo”, arrancó como excusándose. “Tenemos un fantástico sistema educativo, el mejor del mundo... para formar funcionarios. Ahora se trata de formar emprendedores”. “Me voy a partir el pecho por los emprendedores, es muy importante, hay que facilitarles el trabajo, si es necesario con una fiscalidad razonable. Hay que ser constantes con ellos. No se les puede pe-
Rubalcaba expone su proyecto político rodeado de dirigentes del PSOE. En la pantalla, Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa. / uly martín
Acentos diferenciados ANÁLISIS
Emilio Ontiveros Nunca un candidato a presidente del Gobierno había tenido tan difícil presentar una oferta de política económica suficientemente diferenciada del Gobierno al que pertenece. La dificultad era aún mayor si se tiene en cuenta que desde hace poco más de un año el Gobierno español mantiene una política presupuestaria manifiestamente contractiva, de acuerdo con las orientaciones que la Comisión Europea estableció como respuesta a la grave crisis de la deuda soberana en la eurozona. El margen que tiene Alfredo Pérez
dir resultados a la primera. Hay que apoyarles”, remató, y entonces sí hubo aplausos. Todo el discurso, con varios asuntos de fondo ideados para hacer pensar más que para buscar el cierre de filas, quería trasladar un proyecto de país completo. No había solo un giro a la izquierda sino también planteamientos de reforma de todo tipo. Rubalcaba intentó ayer por todos los medios convertirse en el centro del debate, él y sus propuestas. El PP le obvió, precisamente para evitar eso. Los populares saben que tiene mucho más que ganar si el juicio se hace sobre el Gobierno y no sobre el candidato. Y después de este discurso, y de otros, el Ejecutivo seguirá tomando decisiones impopulares, y los datos económicos seguirán siendo malos. Por eso, pese a la novedad política de un discurso rompedor, el PP seguía ayer muy tranquilo.
Rubalcaba para el estímulo es nulo. La economía española apenas crece. La habitual tracción de la demanda interna hace meses que fue sustituida por la exterior: haciendo de la necesidad virtud, algunos empresarios españoles han intensificado sus decisiones de comercialización en el exterior, sacrificando márgenes en no pocos casos. La demanda exterior de servicios, en particular de turismo, también está reflejando la vitalidad relativa de economías como la alemana y la francesa y, en todo caso, la desviación de flujos de turistas desde destinos hoy inmersos en una excepcional conflictividad geopolítica. El resultado es una manifiesta reducción del tradicional déficit por cuenta co-
rriente de la balanza de pagos hasta niveles desconocidos en los últimos años. Pero ese esfuerzo exportador es insuficiente para garantizar un crecimiento económico que reduzca el desempleo. El candidato Rubalcaba no podrá ofrecer a sus potenciales electores avance alguno a corto plazo en la corrección de ese desequilibrio desde que se inició la crisis por el Gobierno del que ha sido vicepresidente hasta ayer. Tampoco podrá exhibir mejoras en la distribución de la renta y de la riqueza, principal referencia programática de lo partidos socialdemócratas. En estos últimos años no solo el PIB por habitante ha retrocedido de forma significativa, sino
que de la mano de decisiones específicas, como el retroceso en la progresividad fiscal, las rentas mayores han aumentado su participación en la distribución. También la de la riqueza ha sido una distribución regresiva, a la que contribuyó la eliminación del impuesto sobre el patrimonio que Rubalcaba ahora pretende restaurar. Desde bases tales, y disponiendo de un horizonte de crisis todavía largo, el candidato parece haber tratado de acentuar sus ofertas en componentes que signifiquen una menor desigual distribución de los efectos de la crisis y una corrección de inercias poco favorables en la política económica. La propuesta relativa a la imposición de una tasa sobre los beneficios bancarios o sobre el volumen de transacciones financieras apunta en esa dirección, en modo alguno original, de que
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El proyecto del candidato socialista Propuestas para un nuevo Gobierno
ESPAÑA
Un nuevo impuesto de patrimonio y destinar beneficios a crear empleo El vicepresidente admite que habrá que rectificar parte de la política fiscal C. E. C. Madrid José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy compitieron en 2008 para ver quién prometía con más fuerza eliminar el impuesto de patrimonio. Al final ganó Zapatero, que no en vano estaba en el Gobierno. Cuando lo quitó, no hubo protestas en el PSOE. Era un impuesto que afectaba a clases medias acomodadas propietarias de inmuebles, pero también a los grandes patrimonios.
Hace unos pocos meses, con la crisis y los recortes, varios barones, acuciados por una derrota que veían venir, pidieron a Zapatero que lo recuperara. Se negó. Ayer Rubalcaba cogió este toro por los cuernos, y aunque el Gobierno actual no lo recuperará, entre otras cosas porque asegura que no tiene apoyos parlamentarios —CiU se opondría—, él sí promete que si gana se inventará un impuesto del patrimonio. La contradicción la explicó Zapatero el jueves: una cosa es el Gobierno,
otra cosa es el programa electoral del PSOE, o sea de Rubalcaba. El candidato lo explicó con diferencias de “momentos”. “Es el momento de hacer políticas redistributivas, para que los que no han sufrido la crisis colaboren para que todos salgamos de la crisis. Tal vez sea el momento también de rectificar algunas cosas. Nosotros quitamos el impuesto de patrimonio, es verdad que era otro momento, pero ahora ha llegado el momento de que nos lo replanteemos y lo volvamos a poner. Pe-
ro no igual, tenemos que hacer un impuesto de patrimonio que grave a los patrimonios que realmente existen, a los que de verdad tienen grandes patrimonios, que los hay”, explicó. Después lanzó nuevas propuestas para controlar a los bancos. “Estamos haciendo la reestructuración de las cajas y los bancos. Pronto será el momento de pedirles a las cajas y los bancos que dejen una parte de sus beneficios para la creación de empleo. Porque ellos pueden, y
los jóvenes no pueden esperar”. Sin embargo, casi todos los bancos, y más las cajas, están en procesos de reducción de empleo en España, que también promueven multinacionales con 10.000 millones de euros de beneficios como Telefónica. Rubalcaba lanzó otro aviso a la banca: “En los próximos meses puede pasar que el Estado tenga que poner dinero para ayudar a algunas cajas. Y es algo que habrá que hacer. Pero yo creo que debemos estar ahí, en los consejos de administración de las cajas, para gestionar eso y para garantizar que cuando nos vayamos, cuando vendamos, los españoles no pierdan ni un solo euro de lo que han puesto”. Y por último prometió reformas para controlar a los mercados: “Imponer una tasa europea para las transacciones financieras y crear una agencia de calificación europea”.
REFORMA ELECTORAL
CORRUPCIÓN
Mensaje al 15-M: el modelo alemán
Más control del Estado en urbanismo
“Hay que escuchar lo que nos dice la calle. Cuando empiezan a pensar que todos los políticos somos iguales, que su voto no importa, la democracia tiene un problema. No es lo mismo Olof Palme que Le Pen, Thatcher que Lula. Hay que revisar cosas, como el sistema electoral. Nos piden dos cosas: más proporcionalidad y más cercanía. Yo tengo un modelo: el alemán”. Este sistema consiste en dos tipos de voto: uno, a los candidatos en 299 circunscripciones —lo que les da más independencia y cercanía, aunque beneficia a los partidos grandes—, y otro, a partidos que se reparten los diputados de forma similar al modelo español pero con una mayor proporcionalidad, informa Juan Gómez.
La corrupción también fue un mensaje a los críticos con la política. “Tenemos que cambiar también la política, empezando por hacerla limpia. Que sea limpia y que parezca limpia. Al socaire de la burbuja inmobiliaria, muchos ‘burbujearon’… se corrompieron con el urbanismo. Hemos hecho mucho por endurecer el Código Penal, muchas unidades policiales que han funcionado bien. Pero no basta. El Estado tiene que tener algún tipo de control previo sobre los planes urbanísticos para impedir la corrupción. Sé que es difícil, que hay que hilar fino porque la Constitución establece lo que establece, pero se puede hacer. Que sea limpia, y lo parezca”.
MEJOR EDUCACIÓN
SANIDAD
“Es cara, pero más “Se puede ahorrar, cara es la ignorancia” pero no privatizar” Es su gran pasión. Así empezó su carrera profesional —es profesor— y también la política —secretario de Estado de Universidades—. Y quiere cambiar muchas cosas. Sobre todo la forma de elegir a los profesores. “De aquí a 2020 tendremos que contratar a 200.000 nuevos profesores. Por eso propongo un MIR para ellos. En la sanidad ha funcionado muy bien. Dejemos de hablar de fracaso escolar, mejor abandono escolar. No voy a cambiar leyes, no hace falta. Hacen falta recursos y profesores motivados, valorados socialmente y centros bien gestionados. Y clases especiales para los que se quedan atrás. Veo gente que piensa ‘eso es muy caro’. Ya, pero pensad que mucho más cara es la ignorancia”.
sea la capacidad de maniobra de las entidades financieras la que contribuya en mayor medida. No es una iniciativa fácil de concertar. En primer lugar, porque su virtualidad dependerá de que se adopte, al menos, en el conjunto de espacios tan amplios como la propia UE. Al igual que con las decisiones tributarias, la imposición de cargas excesivas puede favorecer la deslocalización de actividades empresariales o los flujos en arbitraje. Más importante si cabe que el establecimiento de cargas sobre el sistema bancario es procurar que la reestructuración en ciernes se complete adecuadamente, con el fin de que bancos y cajas restauren cuanto antes la canalización de flujos de crédito. Hace bien Rubalcaba en prever la posibilidad de aportación de dinero público y el consiguiente control de las entidades que lo reciban.
Si Rubalcaba y Rajoy detallan sus propuestas, contribuirán a fortalecer la pedagogía democrática Es razonable asumir, como el candidato ha hecho, que la condición necesaria de todas sus propuestas sea la adecuación a los compromisos con las instituciones europeas y, desde luego, con esa dinámica de perfeccionamiento de la integración que se encuentra hoy más cuestionada que nunca. Desde el Pacto de Estabilidad hasta la necesaria intensificación de la coordinación fiscal es necesario que los candidatos a gobernar nuestro país asuman que la integración política es la
Sin mencionar al PP ni a Rajoy, Rubalcaba contrastó su modelo sanitario con el de la derecha: “La sanidad pública en España es muy buena y barata. Gastamos un 7,5% del PIB, dos puntos menos que en Europa y cinco menos que en EE UU, donde hay 50 millones de personas sin cobertura. Tenemos la segunda esperanza de vida más alta del mundo. Es una de las cosas sagradas para los españoles. Se puede ahorrar, en 70.000 millones de gasto anual siempre se puede ahorrar, sobre todo en medicinas. Pero nada de privatizar. Porque es un mecanismo de solidaridad intergeneracional: los jóvenes financian a los viejos. Habrá 8.000 millones nuevos. Haremos que se gasten de verdad en sanidad”.
única forma de restaurar la hoy muy dañada unificación monetaria. La apuesta por la concertación como fundamento metodológico de aquellas decisiones como las relativas al mercado de trabajo constituye también un acento a valorar. La evidencia es suficiente acerca de la rentabilidad que esa disposición al entendimiento ofrece frente a la confrontación. Especialmente cuando las empresas lejos de haber concluido sus ajustes de empleo se verán obligadas a ensayar fórmulas más flexibles, como las de mayor intensidad del empleo a tiempo parcial, defendidas por el propio Rubalcaba. Una actitud tal no debería significar, sin embargo, la abdicación de las decisiones que en última instancia ha de adoptar un presidente del Gobierno. Más que de izquierdistas, esos acentos diferenciales que Rubalcaba ha puesto
en su discurso de aceptación —que no todavía en su programa económico— son más propios de una cierta pretensión regeneracionista. Esa es una vía quizás más necesaria que la convencional asignación entre políticas de derechas e izquierdas, difíciles de diferenciar en la gestión de la más grave crisis económica desde la Gran Depresión en el contexto de una unión monetaria. Reducir el desempleo, facilitar una mayor tasa de natalidad empresarial y una asignación de talentos a la asunción de riesgos, son tareas no solo necesarias para reducir el paro, sino para la necesaria modernización de la economía española. Si las señales que ahora envía Rubalcaba se traducen en propuestas más detalladas, y el candidato Rajoy hace lo propio, la campaña electoral podrá contribuir a fortalecer la necesaria pedagogía democrática.
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El proyecto del candidato socialista Satisfacción en la militancia
ESPAÑA Zapatero dirá mañana los nombres de los relevos
“Por fin alguien con ‘seny” Los cuadros del partido reciben el discurso del líder con ilusión y alivio SOLEDAD ALCAIDE Madrid
EL PAÍS, Madrid Hoy será día de reposo y digestión del nuevo discurso del candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno y también de consultas de José Luis Rodríguez Zapatero para resolver la crisis que provoca la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba, que deja cargos vacantes en distintos ministerios. Zapatero convocará mañana una rueda de prensa en La Moncloa para comunicar públicamente los cambios. Es lo que había hecho normalmente hasta ahora con las anteriores crisis y remodelaciones. El viernes no lo hizo, porque salió el propio Rubalcaba a explicar las razones de su abandono del Ejecutivo. Zapatero cerrará hoy esta nueva crisis tras una charla discreta con un grupo muy reducido de dirigentes, entre los que estará sin duda el propio Rubalcaba. El presidente se decanta en estos momentos por resolver la situación con un mero relevo. Buscar un nombre para ejercer la función de portavoz del Ejecutivo, responsabilidad que todas las fuentes atribuyen a Ramón Jáuregui, y un sustituto como ministro del Interior, para el que se baraja el nombre de Antonio Camacho, actual secretario de Estado de Seguridad. Fuentes próximas a Zapatero y al núcleo de mayor poder en el Gobierno y el PSOE también apostaban ayer por que el alcance de esta remodelación será escaso. Y por que no habrá sorpresas de última hora. Pero no sería la primera vez que se auguran pocos cambios y luego Zapatero aprovecha la ocasión para ampliar la crisis y lanzar así algún mensaje político. La única gran sorpresa en este sentido tendría que ver con la decisión política de Zapatero de rellenar también el cargo que ocupa Rubalcaba como vicepresidente primero.
Entre la ilusión y el alivio. Los militantes —en realidad cuadros del aparato político de todas las federaciones del PSOE, que tienen representación en el Comité Federal— recibieron con estas dos sensaciones el primer discurso del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. Ilusión, pero sin euforia, y también alivio, porque, sin haber elegido un mesías, el PSOE tiene un aspirante más que sólido para jugar un difícil partido. Algunos de los asistentes al acto explicaban que Rubalcaba no es un político de mítines, pero agradecían que se hubiera esforzado más en explicar su programa que en hacer anuncios de grandes titulares o tratar de levantar al auditorio con frases impactantes de aplauso fácil. De hecho, el candidato se abrumó con las interrupciones y en un par de ocasiones pidió que le dejaran seguir. Un buen resumen de cómo se recibió el discurso lo aportó Roberto González, de 37 años, militante de Torrejón (Madrid): “En
“En otros mítines salimos con más ganas; hoy, con más argumentos” otros mítines hemos salido con muchas más ganas, pero hoy nos vamos con más argumentos”. Y esa es la clave, porque de estos cuadros depende cómo se va a difundir el discurso de Rubalcaba de puertas afuera. “Ha ilusionado porque no ha habido estridencias, ni salidas de tono. Personalmente prefiero este tipo de discurso”, concluía Carmen de Paz, de 33 años, que trabaja en la Fundación Ideas. También gustó el regreso a la socialdemocracia: las referencias a los servicios públicos y a uno de los pilares del discurso socialista de siempre, la igualdad de oportunidades. O la predisposición a es-
Arriba, Marcelino Iglesias, José Antonio Griñán y José Blanco. En la foto de abajo, las ministras Pajín, Jiménez y Chacón. / uly martín
cuchar y la intención de mejorar la transparencia. “Eso es lo que en las plazas de toda España hemos estado viendo”, analizaba María Carbó, de la agrupación de
Figueres (Gerona). “Por fin, hay alguien con seny”, concluyó, usando una expresión catalana que significa “con sentido común”. En un auditorio donde caben
más de 1.800 personas, pronto se vio que el lugar era pequeño. Quedaba más de una hora para el inicio del acto, cuando ya la fila de militantes para entrar al Palacio Municipal de Congresos de Madrid rodeaba el edificio. Y, dentro, la gente se sentó hasta en los escalones. Pero el efecto era el buscado por la organización: ambiente familiar y de gran expectación. En las primeras filas, la vieja y la nueva guardia: casi todos los ministros, los barones regionales, y algunos dirigentes del pasado, como Carlos Solchaga o Juan Alberto Belloch. También las esposas de los líderes, que entraron juntos: Sonsoles Espinosa, la de Zapatero, y Pilar Goya, la de Rubalcaba, con la que se fundió en un abrazo nada más terminar. Y un detalle para el morbo: la aspirante que no fue, Carme Chacón, se sentó con el lehendakari, Patxi López, que promovió que no hubiera lucha intestina. En resumen, Rubalcaba convenció a los suyos. “Alfredo va a poner toda la carne en el asador y le creemos”, concluía Lourdes Arce, militante de Ciudad Lineal (Madrid). Ahora solo falta que ellos convenzan a los votantes.
EL VÍDEO
LAS REDES SOCIALES
Con “r” de Real Madridista
#conR triunfa en Twitter
S. A. A., Madrid Un minuto y 10 segundos para describir a Alfredo Pérez Rubalcaba en imágenes, sin más audio que música de fondo, y sin utilizar, solo muy al final, su rostro. Ese era el objetivo del vídeo que ayer se emitió antes del discurso de Rubalcaba, que recurrió a un método muy sencillo: la sucesión de imágenes de una veintena de palabras que comienzan por “r” —dibujadas, impresas o en tres dimensiones—,
colocadas en diferentes lugares (racional, rápido, razonable, realista, receptivo, recto...). Y como colofón, el nombre de Rubalcaba y las tres acciones de su lema: escuchar, hacer, explicar. Tras verlo, el candidato ironizó con que había una que no reflejaba en ese instante su estado de ánimo: “Relajado. Pues, no”. También echaba de menos, continuó la broma, “la única que me ha separado estos años de Zapatero”: “Real Madridista”.
S. A. A., Madrid
Antonio Hernando tuitea el discurso. / u. m.
Uno de los pilares de la candidatura de Rubalcaba es llevar la campaña a la Red. De ahí que el área de movilización incluya por primera vez la presencia 2.0, según explica su responsable, Ángeles Álvarez, a las órdenes del diputado Antonio Hernando. Este equipo ha logrado introducir en dos días dos temas relacionados con Rubalcaba entre las conversaciones más seguidas de la red de microblogging Twitter. Se
logró el viernes con la etiqueta #formulaRubalcaba y ayer, apenas una hora después de estrenarla, ya lo había logrado #ConR. Los culpables, un equipo de 40 personas que difundió durante toda la mañana lo que ocurría con el candidato. “El mayor valor es que ha venido gente que no es militante”, explicó Álvarez. Entre ellos, una madre con sus hijos de 5 y 12 años. La niña se unió al trabajo en Tuenti, la única red que usa. El niño optó por su consola.