UNIDAD PARA CONSOLIDAR LA VÍA DE LA SOLUCIÓN POLÍTICA En la hora actual no solo la derecha puede decidir en la definición del futuro. La coalición de izquierda y la fórmula de Clara y Aida mostraron con dos millones de votos que las fuerzas democráticas no pueden seguir siendo subestimadas ni excluidas. Desde su compromiso unitario, la Unión Patriótica, la JUCO y el PCC han hecho un aporte sustantivo a la credibilidad de la unidad. La paz estable y duradera no está desconectada de los anhelos de justicia social, de los reclamos de mayor igualdad, ni de los objetivos de la lucha agraria y popular. En ocho años de gobierno uribista, de satanización a los derechos humanos y a los opositores, de militarización intensa y fanatizada del país fracasó la llamada seguridad “democrática”, nombre con el que se bautizó la solución militar como vía para finalizar la guerra. La posibilidad de un retorno de las mafias narcoparamilitares al gobierno estremece a la sociedad. Santos asumió una vía para el diálogo en medio de la guerra pero su gobierno ha creado una idea de la paz desconectada de la solución a las justas reivindicaciones del paro agrario, de las movilizaciones de la salud, de la educación o de las garantías democráticas para la protesta social. Indigna la coincidencia y testarudez de las dos corrientes del régimen en defensa del modelo socioeconómico del Banco Mundial, de los TLC, del fuero militar, de la impunidad, de la precarización laboral y su tolerancia frente a la corrupción. La lucha por la paz es inseparable de la solución a las justas banderas del pueblo trabajador, de los movimientos etnosociales, de la mujer, de la juventud y de los centenares de miles de víctimas de la guerra. La lucha por la paz exige batallar por una real apertura democrática, por garantizar el ejercicio de nuevas libertades a millones de compatriotas marginados de su derecho como constituyentes primarios. La lucha por la paz es actuar por la amistad, el respeto a la autodeterminación de los países hermanos de Venezuela y Ecuador sin desestabilizaciones inducidas desde el imperio y las derechas, la búsqueda de un acuerdo amistoso y definitivo con Nicaragua y la renuncia a los despliegues bélicos, la carrera armamentista y al intervencionismo de Estados Unidos en Colombia y la región. Por ello la tarea del movimiento popular es reunir todas las energías, las corrientes organizadas, las organizaciones populares en un Frente amplio para apoyar la vía de la solución política, rodear el proceso de diálogo de La Habana, continuar trabajando para crear las condiciones de un proceso constituyente que refrende la paz y construya las reformas que requiere la nueva Colombia. El interés superior de la paz exige que el pueblo distinga y actúe en medio de las contradicciones de sus enemigos. Como opositores al gobierno actual y al régimen político que lo sustenta convocamos a la movilización popular, a la denuncia, a la resistencia y a la utilización del voto en la coyuntura electoral del 15 de junio como una forma de lucha de la izquierda en defensa de la paz, de la vida y en repudio al genocidio. PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO Bogota, mayo 27 de 2014