¿Gratificación Instantánea o Gratificación diferida? Quiero que viajes en el tiempo unos cuantos años y recuerdes cuando tenías 4 o 5 años, visualiza a tu maestro o maestra e imagina que te propone lo siguiente: “tengo que salir durante 15 minutos, te voy a dar un malvavisco; cuando regrese, si no te lo has comido, te regalo otro y en lugar de uno tendrás dos”. La pregunta obligada es ¿Qué habrías hecho en aquel entonces?, ¿Te lo habrías comido?, ¿O crees que podrías haber esperado el tiempo pactado? Lo anterior tiene mucho que ver con la gratificación, ésta puede ser instantánea o diferida. Una sencilla y clara definición de la gratificación diferida, es la siguiente: Es la capacidad de renunciar en este instante a un placer o premio menor a cambio de conseguir uno mayor en el futuro. Walter Mischel, un renombrado psicólogo y sus estudiantes de la Universidad de Stanford, hace más de 35 años, en uno de los experimentos más famosos de la historia de la psicología, en el que se aprecia la relación entre la capacidad para diferir la gratificación y el éxito en la vida. Sometieron a prueba a aproximadamente unos 600 niños de cuatro años. Se les dio a elegir entre una pequeña recompensa (un malvavisco), que podían comerse en cualquier momento, y una recompensa mayor (dos malvaviscos), para aquellos que podían esperar 15 minutos. Debían permanecer solos en una habitación (sin juguetes, ni libros, ni fotos) delante de una mesa con dos objetos: un malvavisco y una campana (que podían tocar en cualquier momento) para llamar al maestro. Este regresaba pasados 15 minutos, o antes si el niño mostraba algún signo de angustia, se levantaba o bien se había comido el malvavisco. El resultado: 2 de cada 3 niños comieron el malvavisco antes de que el maestro regresara. El dato interesante: 1 de cada 3 resistió la tentación y no lo comió. En un seguimiento posterior (15 años más tarde). Sorprendentemente, el 100% de los niños que se las habían ingeniado para resistir la tentación y no se habían comido el malvavisco, eran personas exitosas, desarrollaron desde muy pequeños la habilidad de la autodisciplina, en cambio los niños que no lograron resistir y se comieron la golosina presentaban dificultades en sus vidas. Ahora bien, tienes que saber, independientemente de si en aquel momento te hubieras comido el malvavisco o no, tu puedes desarrollar autodisciplina o como se le llama en las Sagradas Escrituras “dominio propio” uno de los principios del éxito no solo financiero, sino de todas las áreas de tu vida. Para conseguirlo, es necesario que decidas pasar a la acción y hacerlo parte de tu diario vivir, esto por supuesto requiere de esfuerzo y perseverancia,
La cosecha (de lo que quieras) es un buen ejemplo. Para poder cosechar algo, es necesario primero realizar una siembra; y luego, trabajar muy duro e invertir tiempo en regar y cuidar la tierra antes de poder recoger los frutos… Cada día te enfrentas a situaciones que te obligan a tomar decisiones, y puedes hacerlo de manera apresurada, o puedes meditarlas; si las meditas, los resultados serán mejores o las consecuencias menores. … Ventajas de cultivar la habilidad de diferir la gratificación a lo largo de tu vida: Serás capaz de estudiar cuando otros están de fiesta, viendo la televisión, etc. Esto puede resultar duro en ese momento, pero te permitirá conseguir una mejor formación con la cual tendrás mayores posibilidades de acceder a un trabajo mejor remunerado en el futuro. Podrás en el trabajo, esforzarte más y dar lo mejor de ti mismo, no aceptes la mediocridad, tarde o temprano vendrán las promociones y ascensos. Serás capaz de guardar una parte de tus ingresos, en lugar de como hace la mayoría, gastarlo todo en cuanto llega o, en ocasiones, incluso antes de tenerlo. Esto te dará mayores posibilidades para incrementar progresivamente tu riqueza. Lo anterior no significa para nada, que no puedas disfrutar del presente y vivirlo amargado o en la escasez, pensando únicamente en el futuro. Simplemente se trata de que priorices. Puedes darte algunos “gustitos” que sin duda mereces como premio por tus esfuerzos, pero de igual manera es importante renunciar a otros que no son tan relevantes en tu vida. La conclusión es que debes ser capaz de hacer esos pequeños sacrificios, porque son necesarios para lograr lo verdaderamente importante, que es conseguir tus grandes metas a largo plazo. "Al leer sobre las vidas de los grandes hombres, descubrí que la primera victoria que ellos tuvieron fue sobre sí mismos. La autodisciplina siempre fue lo principal." Harry S. Truman