La vida misma de Tite Curet Alonso

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atalina «Tite" euret Alonso

Compositor puerto' Guayama y c ' donqueno natural de Santurce. coZn:z<_en el Barrio Obrero, profesional d o su carrera e compos'( 1968 con los temas" I or en el año Teatro" y "c La Tirana" "Pu interpretad arcajada Final" ' ro os por La Lu entonces la genialid tpe. Desde Tite no se ba deten' ad Y la pluma de un pasaporte ,ido, Su nombre es too musI-Cal co ' o el continent . A n,VlSado a México Repu-bl' e. rgentlna, Cuba , IcaDo' , ' mmI-Cana, Perú Brasil, Pana _ Pu ,ma, Estados Unid ' erro RIco nataly b asta Esp os, - su ana, pu nto de partida sea solicitad para que su música . a por toda l mcluyendo japón a geografta, Este com"osl'to . 1J r r-CU musicales b an Sido ' llevado ",os temas filmes como M !i s al cine en ataque de n~:::es al borde de un r~r. (Alm odó var)y ~QtherLl ""~lUs rp l,'rancis F. d entre otros y c ,o~ Coppola) solicitud de s uya VIgencia explica us com"" ' , ""SI-CIOneS por gruposJ'uven 'l I es como M reune en sí ot~as fiacetas enudoque lo

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mi querido tĂ­o y motivador Amado Alonso, periodista y poeta amado" Ha


© La Vida Misma 1993 Catalino "Tite" Curet Alonso Derechos Reservados.

Diseíio Cubierta: Carlos Fuentes V. - Caracas Tef1Ul: "Regalo de cumpleaños" de la artista Norma Salazar Montaje: Eykon Artes Gráficas, CA. - Caracas.

M. J. Córdova Producciones Mary Córdova y Leonardo Campos Editores Res. Clavimado, apto. 8, calle 12. Montalbán Telf: 02- 442.91.13 Caracas - Venezuela

scribir un prólogo para un l~bro. ¡Tarea curiosa! Equivale a resumlr en breves palabras el desahogo que hubo en escribirlo. ¿En realidad debo hablar de ello? Creo que no. Mas vale dejarles a ustedes, lectores que asuman esa práctica presente en la lectura de un libro. ¡Es mejor así!

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La vida misma es eso, un compendio de Obra diseñada e impresa en Venezuela Designed and printed in Venezuela ISBN - 980-07-1668-8 Hecho el Depósito de Ley

Impreso en los talleres de Miguel Angel Garcia e Hijos. San Agustín - Caracas

algunas crónicas habidas en lo que llaman "mi carrera periodística". También otras que por falta de tiempo y de vehículo jamás publiqué, pero que fueron escritas y concebidas con similar cariño. Artistas vigentes, situaciones de la vida misma, personas que conocí y nunca olvidé, estampas camperas: todo ello anda por estas páginas siguientes. y algo importantísimo. La labor de mis editores Mary Córdova y Leonardo Campos. ¡Gente fajona por demás!

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, famico. de grabación o fotocopia. sin permiso previo del autor.

UNIVERSID D DE PUERTO RICO SISTEMA DE BIBLIOTECAS ADQUISICIONES-DONATIVO

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l- FEB 2m3


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Mi gente

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hco Feliciano a Bellas Artes por derecho propio Rubén Blades 1 Rubén Blades n Para todos los muchachos del gran barrio tras talleres Malln Falú ya es famosa Máscaras omo en la gloria J erry Masucci ¡Echa. Puente! Luis Molina ¡Que iga la guagua! Ismael Miranda

9,/ 11 v 12 14 16.18 20 23 26 28 ./ 30

Oh, la vida misma

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¿Carnaval? ¿Qué carnaval? Tema del amor verdadero Tríptico para una viajera Introducción del show no te cortes las venas todavía Así rezo. señora Fantasía de un jardín de abrojos Tema para una abuela joven Tema del campo anto Lentejuelas ¿Donde está Catalino? Tite Curet Alonso Eloísa en la ventana Postal de Guanajibo Tema de un día a solas Crónica de una noche Simplemente flores Bolero y filin ... ¡Un lustro! Dos Danieles hechos música Don Basilio. cachispa e'coco y viruta A 30.000 pies de altura

35 37 39 41 43 45 47 49 52 54 57 v 59 61 63 65 67 69 72 75 78


Para los grandes idos - - - - - - - - - - - - - -__81

Un saludo a Pedro Flores Tito Lara acreditado allá arriba La cana que Cortijo no podrá leer Maelo en dos tiempos Acerca de TilD Henríquez Atahuelpa Yupanqui Tito Rodríguez Acerca de la Lupe Héctor Lavoe... ¡Qué pérdida tan grande! ¡Para Aneudi Díaz,un aplauso grande! Un brindis por HéclDr Urdaneta Hasta luego Roberto Cale Una carta para Sylvia Rexach Sylvia Rexach Pancho Cristal ¡Hasta luego. primo EmeslD! Dámaso Pérez Prado... ¡Crú!

83 85 88 9 J, 93 96 98 10 I 104 107 110 112 114 117 119 121 123

Camperas

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Tío BIas Una mujer en una escalinata En casa de Pancho hay Baquine y Abelardo Díaz Alfara. ¿Qué tal?

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A ti, Loíza

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Amor de lilDra! Castor AYala. patriarca artesanal El cañandongo SamuelilD Lind

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A ti, Guay ama-Río Guamaní - Mangotines - Padrino Gabriel Mi tía Angela ViUodas

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Dos poetas, un recitador - - - - - - - - - - - -__159 Julia de Burgos "Aquel nefasto homenaje" FOrtunalD Vizcarrondo

fuanB~a

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Fragmentos de poemas del libro en preparación Del Amor y Algo Más"

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Vinieron aquellos éxitos de Anacaona, Pa' que afinquen, Mi triste problema, Franqueza cruel, Este es el guaguancó... Y para sus manos una fortuna. Parecía un niño manipulando un juguete nuevo. El de la fama. México, Chile, Holanda, Panamá, Venezuela, Inglaterra, Argentina, Perú, Colombia, Japón, Estados Unidos, República Dominicana, Africa, Francia donde cantó en el Festival de Miden en Cannes, yen el mundialmente famoso Teatro Olimpia de pans... Los públicos lo mimaban y yo desde lejos saboreaba la satisfacción que da ganar apostando "al perro que está debajo". Mientra tanto en Pueno Rico el cantor e daba una vida de familia, vida muelle que hace tiempo no disfrutaba. En u ratos de ocio se dedicaba (entre otras cosas) a sembrar plantas y hortalizas, pese a mis burlas aquellas que consistían en llamarle "el Jackie Robinson de la agricultura, el primer agricultor negro de la era moderna". Y docenas de elogios sim ilares. Estaba feliz y de cierto modo yo me alegraba, por mi también, para hablar con certeza. El requerimiento de Jerry Masucci de que me hiciera cargo de él fue seguido al pié de la letra. Y de la música... Luego vino un trecho de vagancia suma. Apenas si en ese lapso grabó discos. Y los que realizó "no pegaron bien". Volvió a reunirse en "caucus" con este regañon hermano mayor. Nuevas advertencias y cogidas de cuello. .. "La vida va cambiando, hay que meter mano de otra manera, chico". Cuando retomó a los estudios de grabación regresaron los éxitos en ristra: Los entierros pobres. Estampa marina, Juan Albañil, Trizas y un bolerazo magistral escrito por José Nogueras titulado Amada mía, considerado obra maestra de la canción sentimental. .. Ya nuestro amigo Cheo está grande. Es abuelo. Y sigue tan campante como cierto whiskey. Cumple 25 años en la trova. Un cuarto de siglo gustando al público y brindando su simpatfade cantor exquisito. Lo va acelebrartodomediante un concierto, tipo velada doble, este viernes en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes. Algo que tanto él como su público merecen. Allí estaré entre el público "avanti o no avanti". Y aunque no nos pueda ver, por razones obvias, entre la semi oscuridad reinante, sé que va a notar mi presencia, que a la vez será algo así como el mejor deseo de que todo le salga bien. Y que lo aplaudan delirantemente. Porque ustedes no se imaginan lo mucho que yo quiero y estimo a ese cómplice de mi carrera de compositor y de otros detalles. A ese tal Cheo Feliciano, tremendo socio.

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u en la esquina de las Avenidas Ashford y Magdalena, en pleno .' lor del Condado. Allí fue aunque ya no recuerdo la fecha. La hora sr, era de noche bajo las estrellas y bajo la intemperie cualquier hora 1 1 na para tender y extender una buena conversación que dé lugar a una I 11" mistad. 1 ubén Blades ha sido eso, una buena amistad auspiciada por la I1II1 1 'él antillana inicialmente y luego por la amistad misma en sus mejores '11111 .. Y apoyos. Aquellos sueños suyos de triunfar se traslucían en su mirada. Primero I 1I ,1 lue finalizar sus estudios de leyes en Panamá, su país natal, para luego 1 Illurarse a dar rienda suelta al caudal de inspiración que le temblaba por 111 r . Tenía ya el camino trazado. Sabía para donde iba. La charla continuaba locuazmente en aquella esquina. Ambos casi 111111 vile cerca de las bocinas cotidianas de los autos ataponados. Ello I J'l a probada su filosoffa callejera de que "las esquinas son iguales en , 1 1)$ laos". Brasil y su música nos tiraban a ambos. Hablabamos "de allá" como 1n hallásemos en las aceras de Copacabana o en las calles de Ipanema OIniguas al hexagonal Bar Vcloso, donde el poeta Vinicius de Moraes y el >mpo itor Antonio Carlos Jobím, viendo pasar a la exquisita moza Eloísa 1I ) na, escribieron el famoso "bossa nova" titulado "Chica de Ipanema", tU alcanzó niveles mundiales en popularidad. No nos imaginabamos siquiera ninguno de los dos que con el tiempo 1i ría a grabar mi sam ba "La palabra Adiós" y la guaracha tildada de himno "1 lantación Adentro", tema amazónico. Fue, pues, un encuentro muy feliz, 'azonado con comentarios acerca de todo el bien que se le podía hacer a la mú ica caribeña, dotándola de obras que ambos, e peranzados, catalogábarno de "pensamiento alto".

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Como decimos calle adelante, fue de parte y parte el intercambio de aprendizajes lo de aquella noche, enclavados ambos en Magdalena y Ashford, una esquina como otra cualquiera, porque después de todo "las esquinas son iguales en todos laos", aunque los alrededores cambien.

ntriunfoc1amorosotra otro. Lamúsicadesalsaysusrequetemiles de feligre e han venido aceptando al cantante Rubén Blades al mayoreo. La salsa de tipo social produjo una ri tra de éxitos, además de lijar un poco el género, haciendo a la juventud pensar en las problemáticas de tumo, de itinerario usual. Pedro Navaja, Cruca Plástica, El Cantante, Cipriano Armenteros, El Tiburón, Ligia Elena, El Camaleón, la obra El Solar de los Aburridos y un mundo más de temas de su autoría y en su voz melosa, pero didáctica, encumbraron su nombre de cantautof,. acaso el mejor de todos en el cabildo salsero. Nadie duda ya de su talento productor de éxitos. El público lo mima, lo sigue y persigue plaza tras plaza. En muchas ocasiones tiene que recurrir a la protección policial o de agentes de seguridad ya que es un renglón muy valioso. A veces el cariño humano, cuando es masivo, puede estropear a la persona admirada. Llegó hasta el cine de Hollywood. Ya es bien internacional. De aquel puesto de muchacho de mandados en las oficinas de Fania Records fue, sin darse puesto, escalando la cuesta de la fama, empinada trayectoria que cuesta mucha labor y mucho soñar. Sí, la cuesta, cuesta. Yolo comprendo bien. Lo mismo aquí en esta capital de San Juan que allá en la urbe neoyorkina cuantas veces nos encontramos ha sido el mismo. No ha variado un ápice. Compartimos opiniones sobre nuevos proyectos de ambo ,chocando manos e ideas con o in tiempo, puesto que su vida se iba quedando corta de espacio libre a cau a de compromisos y más compromisos. Ha viajado tanto últimamente que a veces puede parecer un Ministro de Relaciones Exteriores. No se cómo pudo sacar tiempo para completar sus

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l, d r cho y graduarse de Doctor en Leyes en la prestigiosa d d Harvard, pero no ha soltado la música, espinazo de su vida, I nu conqui tó el amor público. I ntr de él bullía otra fuerza social. ¡La política! Algunos no se "' .111 d ' afirmar que él desea ser Presidente de Panamá, entrando así en la I I ullica de su patria, de la cual ha vivido alejado por razones obvias, nla cual no ha dejado jamás de pensar. Y para su istmo natal, desea III , r. UN e que yo quiera ser presidente, a menos que la posición venga I ttl'll1 alO público. Sí, me gustarla formar parte del gobierno que arregle 111 I ha: co as que no están bien allá para la gente de abajo." ¿De veras?- Sí, pero yo no soy ningún mago. Tendría que operar un grupo de I I ·tiv ,gente dispuesta a luchar por el bien. Yo sólo no podría, tú d S.labamos conversando esta vez en los camerinos delEstadio Poliedro I araca. Desde allí escuchabamos las ovaciones de un público nervioso 111 • ya de eaba verle y escucharle cantar sobre el amplio entarimado, al 1, III de su grupo orquestal I .. ei del Solar ampliado Il in trumentos de viento. I'al ió, pues hacia la tanda, .' llado por agentes de sel'\IIjdad. Permanecí de lejos, 01 . rvando su triunfo. ( do un gran artista! De I pente pensé en los laberinto de la política latinoa11 ricana, donde impera la v ndetta. Y siempre ha estado al día la rivalidad enconada que muchas veces no . e detiene y agrede, daña y ha la elimina mortalmente ala oposición. ¡Dios te guarde, Rubén! ¡Dios te guarde! III

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J en fie ta de cruz y erenata . 1 repente se le dio u "chance grande" y momento crucial. Los , ue habían formado El Gran Combo le abrieron la puerta ancha. Y I Ih( n adelante cantando boleros, guarachas, bomba y plena su voz 11 1 •'a "de barrio" se ganó al público. O sea, que su voz triunfó "desde el I

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to.

1 reto era fajarse contra la fama de Ismael Rivera, quien tras la I 'i6n que dio nacimiento al Gran Combo, permaneci6 junto al Combo I -,r 'Iel Cortijo. Y mantenía una altura de popularidad envidiable. Eljoven • lo' I ,Sus grabaciones cundieron. En pareja con el experimentado Pellin It f Tuez gan6 cartel, identidad, posici6n cimera. Me imagino que ya saben ustedes que me estoy refiriéndo al cantante 11 I Montañez, el jovencito a quien mi madre llevaba a cantar a Tribuna I Irte. ¡Andy Montañez, sí, el mismo que viste y canta! Su carrera ascendente ya junto al Gran Combo, Los Puerto Rico All I l', Dimensi6n Latina y con su propia orquesta ha sido triunfal. ¡Todo I 11 Y alrededor del mundo! Sin embargo, hay un detalle que me llena de real regocijo. No hace 111 ti 'ho le vi cantando en la televisi6n y bailando junto a sus tres hijos, parte lJollt de su banda tropicalísima. Sus muchachos, por suerte, le salieron 111 n s cantantes. Dos de ellos Andycito y Harold ya han emprendido IIllino discográfico individual. Liza, su hija menor se uni6 a la Escuadra ntañez recientemente, cumpliendose así una vez más el precepto bíblico 111 ' reza: "En los negocios de mi padre conviene estar". Dan ellos la "imagen familia" en las pantallas chicas hogareñas yasí 111&1 ymiles de familias les ven. ¡Buen ejemplo! Sí, máxime ahora cuando I paí anda tal falto de cohesi6n doméstica, algo necesario para mejorar ) ialmente. Mi madre Juana Alonso García, a sus 90 años ya no puede volverlo .1 11 var desde la radio a las inmediaciones de "su casa". Lo ve por televisi6n siempre recuerda aquellos hechos ....."Su abuelita siempre lo esperaba en 1.1 parada 18 abajo. Después que yo se lo traía de Tribuna del Arte, donde 1 a a cantar. Siempre usaba "una guayabcrita". El esfuerzo de Juana Alonso y la abuelita querida pag6 sus dividendos '11 el triunfo rotundo de Andy Montañez, el cual en su nombre me atrevo a d dicar a todos los muchachos de Puerto Rico, especialmente a los del s broso barrio de Tras Talleres.

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uando e .escriba la historia de los grandes soneros producidos por Puerto RICO hay un per onaje que entre los verdaderos "grandes" ". está desde ahora, como e dice en el deporte de la malla y la raqueta, bIen sembrado". Al que le gusta cantarcasi siempre empieza pronto en la vida. De niño algunos. De adolescentes otros yotras. Quienes ya dentro del profesionalismo son ganadores de a~lausos y fortuna suelen verse acuciados por el público, que ~or lo general Ignora y desea saber de sus principios, de aquellos días de mil y una peripecias difíciles, pero básicas formativamente hablando ¡Nadie nace hecho en el arte! . . Cuando ~i hermana Laurita Sánchez iba a cantar en el programa de afi~~onados .Tnbuna del Arte, entonces produciéndose por Don Rafael QUlllones VIdal, en la emisora WKAQ Radio El Mundo, una abuelita solfa llevar hasta la emisora ubicada en la esquina de Ponce de'León y Villamil, a un rapaz de 12 años al cual le gustaba cantar. Mi madre Juana Alonso, se lo regresaba calle VillamilabajohastalaAvenidaLasPalmas. Deahívolvía la abuela santa y lo llevaba a su casa. ¡Ah Tribuna del Arte! De la audición salieron graduados y luego consagrados elementos como Alicia Rodríguez, Bobby Capó, José Feliciano y "en parte" Daniel Santos, por s610 nombrar varios. . En la hornad~ a la cual pertenecian el doceañero hoy archifamoso estuVIeron Ida ClaudIO, Mary Pacheco, Dim arie, Dinelia Sánchez, Mercedita Urbina, Hossean Acevedo, JovitaNegrón, Víctor Santos y Evelyn Souffront. ¡Qué tanda! El ~oven partió de "Tribuna" y tre,s o cuatro años más tarde sigui6 el entrenamIento, cantando en tríos, dúos y por aquello de ser igual alos demás muchachos también en las rumbas de esquina, con mucho tambor y coro,

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h) 'd ligura n gra . ¡Qué flema!

i hay en la farándula un vivo y positivo ejemplo de lo que significa tesón, e e e el de la animadora y productora radial santurcina Malín Falú. Todo el mundo artí tico local-inclusive la prensa-conoce su caso. Llena de sueños entró en la televisión vía WAPA-TV Canal 4, hace ya algunos años, tal vez logrando lo que para ella era "la ambición de su vida". Su llegada al mundo de las cámaras, coordinadores ruidosos, escenarios, directores y luminitos fue de co-animadora local del entonces famoso "show" Soul Train, que nos llegaba en fílmicos y cuyo elenco de cantantes, animadores y bailarines, además del público, eran de la raza negra. Siendo de su misma raza Malín cayó "como el pez en el agua" en su rol de coanimadora local. Su labor gustaba. Su desenvolvimiento ante las cámaras y sus inflexiones verbales también. Ya contaba con público amigo que la animaba a continuar y a procurar nuevas metas. Ella, en su labor, resultaba una novedad en nuestro medio televisivo, donde todos los presentadores y animadores solfan ser de la raza blanca. El "show" ya contaba con audiencia segura, especialmente la del elemento joven que gustaba del género musical norteaméricano llamado "soul" y sus bailes de movimientos un tanto simiescos. ¡Pegaron! Una tarde sabatina, como siempre, apareció "Sou! Train" en las pantallas chicas. La que no apareció fue MalínFalú. Se inventaron excusas y más excusas antes de que sus productores admitieran que a Malín la habían cancelado. También se alegaron razones increíbles para justificar la decisión. Luego supimos "de buena tinta", que el celo, la rivalidad, así como el hecho de ella pertenecer a la raza negra también habían movido sus fichas en la jugada. ¡Buena cosa! Una negra no servir para ca-presentadora de un

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l'lla,a) r rin ipi re intióelgolpe-<:omoeranatural-,perode pué 11 l su volunl d, hizo u maletas y partió hacia la ciudad de Nueva 1 , l 11 l ,ya bachiller, terminaría el grado de maestría concentrado en , \ lo!' 'lo conteció entonces que ya conocida en los medios de comuH 11 , l rindaron cabida en la programación de la emisora Radio '1 Y lu go en otras emisoras de aquella localidad, donde su audición '\ 'and con Malín", batió marcas de audiencia, apareciendo en las l,1: n un 75 por ciento como total. 1 'irMalín FalúhoyendíaenlaciudaddeNueva York es mencionar I 11 "11 r cuyos valores en la comunidad de habla hispana son de nivel 'pIlilO. Allá la eligieron una vez "Mujer de las Americas". ¡Casi na! L que de veras la apreciamos corremos a su lado cada vez que viene I 1 11) ico para realizar programas de radio "por línea directa", facilitanII I lue "la gente de nuestra isla" les hable en vivo y a todo sabor a sus 11 I1 n o que viven en La Gran Urbe. La idea ha sido un éxito. Merece 1 I I1 -i n más a menudo, porque los boricuas que hacen vida en aquella 111 lad podada La Gran Manzana, por lo general están faltos, carentes de III de contacto personal, cultural con su amado "puertorro". Ya MaHn Falú es famosa, procurada y mimada porla vida oficial "de III JI ". Los políticos y líderes sociales se disputan su importante amistad. 11.1 'i I agasajada por altos mandatarios latinoamericanos en sus viajes a la rica del Sur y Centroamérica. Y continúa siendo la misma amiga. No l han ido los humos a la cabeza. En cambio, todos aquellos que años atrás la cesantearon en nuestra I Ivi ión por ser de la raza negra, ahora mismo en el ambiente artístico local 11 :on nada, absoluta11\ me nada. ¡Ceros a la 1/ luierda! Dios premia a luien lo merece. Dios a quiénes han ido injustos los casII " sin vara y si foete. 1 ro los castiga! ¡Pa'ver :i aprenden a olvidar los maléficos prejuicios!


I mio de loco, sí de locos, arrematados.

¡Má cara! La de aquel amor que sonríe ante un par de huevos mal una camisa planchada que luce arrugas en cl frente. O un cumpleaños 111 1 'ala. O de un beso s.in consecuencias uILeriores. ¡Máscaras! Las de la alegría misma que se intenta duplicar. Sí, de 1 '11 '¡dad real. Sí, de la compañía decididamente voluptuosa que hace I 11' r las noche cortas, por derroche de amor. Sí, de la felicidad que I t n el amar y ser amado. O amada. Y que en las madrugadas calientes I1 1 'n de cada cara mascaradas de amor. Lo pincele y el arte mismo de Norma Salazar tomaron ese rumbo t I( lido. Ahora comprendo yo por qué se le queda mirando a ciertas l.' nas tan detenidamente. Debe ser que anda en busca de detalles, rasgos, 11 'u\ de apoyo, características que caracterizar. El asunto es que en su pequeño "atelier" de la Calle San Francisco, IIll n el viejo San Juan, frente aLa Zaragozana-¡anuncio doble!-o en I h gar ha ido dejando en us pintura toda su inspiración. Y en los lIIa\ riales naturale hallados a mano ha ido imponiendo formas simpáticas. De ahí nació la exhibición que a mi juicio el pueblo debe ver, observar 1la' nteramente, sin motivaciones de identificación con personas conociI 1\)

oíza, San Juan, Santurce, Hat.i11o, Ponce, Guayama, Maya~üe~ ... Dondequiera ocurre un colando carnaval, ese desahogo publIco, pueblerino total. 'Todo el mundo lleva puesta una máscara, tal vez sin saber que siempre la ha portado, natural, de carne y hueso. En algunos casos más feas que las artificiales hechas porlos artesanos. ¡Tal es mi caso, lamentablemente! Mi cara le mete miedo al mismo susto. La prueba está en que algunos niños me huyen si trato de jugar con ellos. Sólo mis nietos Astrid y José Andrés dicen que yo soy bonito. Ahora que hablo de artesanos y artesanías y máscaras la atractiva dama y pintora ponceña Norma Salazar se dio a la tarea febril de llevar a diferentes lienzos esa expresión de arte popular: ¡Máscaras! Primera exhibición: en la sala San Juan Bautista de la Alcaldía de San Juan. ¡Perdón amigo Rafael Cordero Santiago "Churumba"! Es que ella vive por acá y vale la pena aprovechar la cercanía. Y el quinto centenario. Segunda exhibición, ya en su cuna señorial y natalina, comenzando cuando se estén celebrando allí los próximos Juegos Centroamericanos y Del Caribe tan atacados, obstaculizados, pero que sí van. ¡Ponce siempre es Ponce! ¡Máscaras! Todos tenemos una a su debido tiempo para ocultar lo que somos y demostrar lo que quisiéramos ser. Son como espejos donde nos miran y nos miramos atentamente para reimos un poco de lo que no podemos alterar. ¡Máscaras! La fantasía se ampara en la realidad o vice versa. De ahí que seamos tan fantásticos como reales ... ¡Qué de muecas les hacemos a los bebés! Todo con tal de arrancarles esas sonrisas que nos hacen sentir tan felices, no importa si los infantes piensan que no somos otra cosa que un

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Se trata de una artista folklorista, enamorada de nuestra ascendencia mo de nuestra actualidad. Hay mucha 'lIlceridad en ella y el mejor deseo de que :te Puerto Rico continúe ampliando sus . rrientes artísticas natas, normales, 1)nnalivas. Yo vi nacer esas pinturas y . rte anías también ligadas a las exhibi'iones que luego saldrán fuera de Puerto I ico. Ahora las podremos ver íntegras, ante de que por el fenómeno compra y venta vayan mermando. ¡Máscara! Yo también vaya reír crutando, aceptando como cualquier pectador, que en esta vida, a veces no muy real, nos queda el consuelo de pasar con cara de felices, aunque sea tras una mascarada.

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uando le informé iban a grabar su canción titulada Quiero Contar un lloró como una colegiala. Abrazó, besó y se postró de rodillas como 1111 la presencia de algún ídolo negro. Le dio una especia de tucu-tucu·. Vinieron otros temas suyos. Más orientaciones y consultas. Resul\ I I : er autora y compositora estelar de álbumes del folldorista Nano 11 r ra. El internacional cantante Andy Montañez, Carmita Jiménez, la I IU ta Salsa Fever, Marvin Santiago, Frankie Ruiz y el mexicano Marco I \ nio Muñiz le han dado nivel continental. .. Compitió en el Festival de la Voz y la Canci6n -1984, y nuestra I vi i6n, así como la peruana y la venezolana, ya la han dado a conocer. I r n a artística también... No se trata de una mujer diplomada. Su alta escuela y sus composif s datan de la calle misma. Y posee un Suma-Cum-Laude, otorgado por I I f acuItad en pleno de e o que llaman La Universidad de la Vida, cuyas IIl.ls on el dolor, el tropiezo y el trabajo de haber luchado cuesta arriba, flLra viento y marea. Escribe, pues, por causa de la vida y sus inquietudes. Es bueno haberla conocido. Admiro su radiante y bien conservada 1'11Ill'lVera de mujer más o menos realizada. Madre, esposa, positivismo JI luico, voluntad y deseo de mejorar. Porque sus primeros pasos y los 1I1 .j Tuientes en la música ya los dio y salió muy bien librada. Su nombre ha seguido proyectándonse. Nuevos cantores y orquestas \, n buscando sus temas. El grupo Moliendo Vidrio la incluye, mediante I 'anci6n titulada Soy mujer, en el espectáculo En Tiempo de Mujer, que pr senta este viernes en el Teatro Silvia Rexach, y en el cual serán 1I11 rpretadas obras de las compositoras puertorriqueñas de mayor categoI a. Y ella será aplaudida, reconocida como ya merece. Se seguirá proyectando. Ha hecho por sí sola trabajos de buena la lura y mejor facturaci6n. Tiene ya un bonito brillo propio. Algún día Ir a pirantes a compositores la buscarán e peranzados también solicitanI rientaciones ... Sé bien como se ha de sentir al ser tomada por guía. Sin dejar de ser amigos dentro del mi mo campo, las ocupaciones nos I mdrán distante . El propio éxito y el trabajo creativo causarán una l6gica I aración. Ella tendrá ya u estilo definitivamente trazado. Sin despedida, ni ha ta luego, tomará Olro rumbo, el suyo. Y mis con ejos ya le estarán obrando. ti 11\

o hay peor ge tión que la que no se hace. Un llamado telefónico de una mujer, lamentablemente. desconocida entonce ,in inuaba la oca ión de un encuentro. Aun sustentando la premisa de que el futuro encuentro con una mujer desconocida como que tiene un no sé qué de misteriosa importancia, medí mis palabras y pasos; pero dañé, sin embargo, mi costumbre de ser puntual "a lo puertorriqueño". Llegué al lugar de la cita dos minutos antes de la hora señalada. Me regañé a mí mismo. De haber sabido que se trataba de una dama tan simpática y atractiva hubiese llegado con un par de horas de antelación. Cuandomeinfonnóqueeracompositoraynecesitabaqueyoaquilatáse sus primeras obra , levanté la vista al cielo. Otra más. Otra persona más como las que a diario me ocupan para 10 mismo. Y luego muestran una ristra de temas horrorosos, 1frica y melódicamente hablando. Papeles, cintas magnetofónicas, todo estaba allí. Y la dama como asustada. Con aire de reo esperanzado en un perd6n presidencial de última hora. O de estudiante presintiéndo una "F'. No era una mujer fabulosamente bonita, pero atractiva, eso sí, hasta más no poder. Una mujer difícil de pasar por alto en cualquier oficina o entre una multitud. Era atractiva y ésa es la mejor belleza, porque partiendo de lo interior forma un extraño balance entre lo espiritual y 10 físico. Y la dama es espiri tual. De ahí que tenga condiciones de inspirada y romántica. Y tiene físico. De ahí que no ha carecido nunca de enamorados. "Pues creo que usted puede llegar. Y no gu to de alabar a nadie. Ni le niego a quien tenga condiciones para triunfar, si se afana y acepta consejos", fueron mis palabras, mi apoyo a priori. Dos O tres citas más y su primero temas quedaron listos. Recuerdo

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I ¡ NE:Trance

eufórico

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Ni falta que le harán... No se lo tomaré a mal. También en mis comienzos recibí ayuda de algunos elementos, como el productor Pancho Cristal, a quien la vida misma y el oficio distanciaron de mí, sin más remedio. En la selva, cuando los leones pequeños crecen y aprenden a cazar toman derrotero propio. Y la vida humana tiene mucho de selva, con plenitud de practicantes del canibalismo. No se 10 tomaré a mal, ni me sentiré marginado. Porque el hacer bien hace bien. Y porque con su pre ente cercanía aprendí a reafirmar mis armaduras de luchador libre. Quien da recibe, sin er necesario que quien reciba dé. Y ella nece itaba una puerta abierta. Yo observaré, de lejo , su obra. Y sonreiré, satisfecho, si alcanzo a escuchar el eco de los aplausos que sus triunfos le valgan. Serán bien merecidos, 10 sé. Yo observaré, de lejos, su ruta, con aire de complacido. Deseando que el triunfo no dañe su entusiasmo. Y que la rutina no le provoque errores. Pero más que nada siempre recordaré, con nostalgia, su primera y tímida llamada telefónica. Y el llanto que derramó cuando escuchó la grabación de su canción Quiero contar un cuento, su primera obra dada ala publicidad, alavorágine ambiental ... Se veía tan alegre y contenta, con un gcsto como de incredulidad, pero a la vez de certeza al comenzar u hoy extensa carrera autoral... Porque aquel día la compositora Gloria González se sintió como en la gloria. El tiempo y el mundo mu ical están diciendo que hice bien en ayudarla. De ser necesario, lo volverla a hacer.

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uando el productor discográfico Jerry Masucci quien fue eje principal en el desarrollo y afinque de la llamada "música de salsa" en la ciudad de Nueva York, por medio de su relevante empresa 11 tu ra Fania Records, se separó de esta ambiente habitual fue criticado 1I 1\ amente. Antes de . u hegemonía Al Santiago, por medio de su filTIla Alegre ( rd" había, entado la primera base grande en ese respecto, lanzando al 1I1'iUmO público figuras como Johnny Pacheco, 01arlie y Eddie Palmieri, Illi Rosario y Los Alegre AH Stars. Al declinar la filTIla Alegre, Masucci fundó con varios elementos de 1 lmi 'ma empre a,la marca Fania, El camino ya estaba hecho. Era cuestión I pr curar nueva figuras de valía. Y lo hizo. Se trajo a Johnny Pacheco )-fundador del que iría a ser el importante sello di quero. Larry Harlow, 01 guito Quián, Ray Barretto, Ismael Miranda, Héctor Lavoe, Rubén Hlad , Willie Colón. Joe Batán, Sonora Ponceña, Apollo Sound .... ¡Que constelación de estrellas! Copó, Ma ucci y la Fania coparon. Se quedaron con la casa. Alegre 'rico, sus sello rivales, viendo la batalla perdida, capitularon ante el IIH numental "boom" de Fania, vendiéndoles a Masucci sus empresas, ol1trolando a í éste la jugada salsera, tomando además para su predios a I aladistas como Wilkins, Celinés, Sabu y Teddy Trinidad, aunque en esa f.' no logró éxito. Por años domino el negocio del di co antillano bailable. Hizo de la palabra sal a una e pecie de propiedad, debidamente registrada y encumbró I 'abor úpico caribeño al máximo, expandiendo su mercado hasta Europa, riente, la América del Sur y Africa. Cundió, la Fania cundió. Así también le pasaban los años por encima a la salsa y a Masucci.

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Años de trabajo duro, recio. Hasta de ganar dinero la gente se cansa. La compañía tenía por sede la ciudad de Nueva York, metropoli difícil en la cual hay que luchar y luchar para poder subsistir. Repito que a Masueci le pasaban también los año por encima. Ypor dentro, como a todo ser humano. Ya rumbo a los 60 años no era lo mismo. Una vez me a eguró que "esto de la salsa tennina dentro de 5 años más o menos". Estaba equivocado porque otros sostenedores del género irían subiendo, manteniendo así el pendón de la salsa en alto. Otros llenaron la vacante que el dejó en el campo de la producción y promulgación del disco salsero. Partió con u millone ,ganados en buen lid, hacia otro rumbo donde su vida no tuviera que afrontar má el "stress" y agite de la música y sus personeros. Abrió esa di tancia, pero dejó formados nombres y renombres artístico , que bajo contratos con otras marcas di queras aun suenan diariamente, produciendo buen negocio para lo alsero bailable. Negocio multimillonario, quiero decir. De modo que no debe haber "hachas que amolar". Ganó e hizo que otro ganen, si, hasta el sol de hoy, cuando él no está en la indu tria di quera directamente. En lo que a mi respecta y concierne, su llegada a mi vida de compositor fue una bendición. Sin su ayuda cordial, profesional y decisiva no tendría yo un nombre que para los públicos significa prestigio. Palabra que me daba, palabra que cum plía. Opinión que le di, opinión que evaluó y utilizó al máximo. Buen trato mútuo. Confiamos de parte y parte. Creo que hallé en el un gran amigo. Uno de esos amigos que no suelen aparecer todos los días en la vida. Y que se echan de menos. Hace años que no nos vemos. Y por qué no decirlo, le extraño grandemente. Cuando empezamos la lucha en pro de la llamada "salsa" éramos jóvene . Ambos amos abuelos ahora. ¡La vida corre en una sola dirección! ¡Hacia adelante siempre! Y uno como que se queda atrás, rezagado, repasando eso que llaman experiencia. ¡No hay maj'na! A lo mejor, si repentinamente bajáse porla acostumbrada calle Cerra de Santurce, donde están ubicadas las distribuidoras principales de la actual industria discográfica, para algunos resultaría poco más que un desconocido. Si tal ocasión se materi alizara lo convidaría, como antes, a un cafecito prieto y hablaríamos de música popular de salsa con un poco de nostalgia. Y le seguiría mostrando mi admiración, agradecimiento y amistad cabal.

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mi Jerry Ma ucci es la persona que halló una oportunidad y la chó. Entró en la historia de la música grabada antillana como el má 11. Yvalioso productor, convirtiéndo e en un triunfador indiscutible, que , . r mejor propició el triunfo de otros.

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uando e juzguen, y.cataloguen los valore de más alto rango que en el campo de la mu Ica popular ha dado Puerto Rico en sus primeros 500 año de proce o histórico, por derecho propio en la relación, deberá estar el nombre de Ti to Puente e cri to con letras de oro. El ha sido y d~ ello no.nos cabe duda, el más sobresaliente músico nue tro de este siglo a nIvel naclOnal y mundial. . Su p.resencia a lo largo de dos generaciones desde que se inició en la mterpretaclón de la música caribeña, tropical, ha sido cimera, indi cutiblemente. El reconocimiento del público, siempre masivo, no le ha fallado hasta.hoy, manifestado ante él en salas de baile, conciertos, teatro, coliseos, e tadlOS y parques. En Nueva York: Carnegie Hall, Licoln Center Yankee Stadium, Madison Square Garden, Manhattan Center, Radio City ~ Parque Central. En Puerto Rico: Estadio Hiram Bithom, Coliseo Roberto Clemente, Centro de Bellas Artes y Hotel Caribe Hilton, así también obteniendo reconocimientos onciale de nuestra Legislatura Estatal y la Alcaldía de San Juan. Galardone y más galardones. En Europa: Santa Cruz de Tenerife Madrid, París, Landre y Holanda y en el Lejano Oriente: Japón, donde e~ un ídolo. Su jerarquía cuenta con un reconocimiento aún mayor y más difícil de obtener, el de sus compañeros músicos, elementos que por conocer bien ~a mate~a no on fáciles de convencer. Y esa grey entera, nacional e mternacIOnal, se ha deshecho en elogios para Tito Puente, el maestro bo~cua. Sí, el.mi .mo que en el mundo del jazz fue una vez requerido por el VIrtuO o clannetlsta norteamericano Woody Hermann para grabar un par de álbume con su famosa banda, irrefutable evidencia de la calidad del enLonces ya maestro timbalero y bateri tao ¡Si hombre! Cantaron frente a su arque ta y e consagraron vocalistas como Vitín

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I s, antos Colón, Gilberto Monroig, Alfredito y Vieenti co Valdés, Pete 1, phy Hen1ández y La Lupe, entre otros. ritmos antillanos - entiéndase rumba, guaguancó, mambo, cha la ,1 a 'hanga- hallaron en Tito Puente un arreglista fuera de serie, así 111) un percursionista de profesionalismo seductor que extendió su 1 11 i I hasta la samba, la bossa nova y la lambada, modos musicales '"1111 'del Brasil. ultaría prolijo anotar aquf una relación de sus Discos de Oro, 1tllIl ,premios Grammy y obtenciones de "primer lugar en desfiles de I ). di cográfieos y ventas". ¡No acabaríamos! ¡Menos aún al tratar de 1I 1 'llar sus composiciones ya convertidas en tradicionales para el gustador I't música antillana! De sus nexos fuertes con el jazz norteamericano partió un estiloI lIante bien estilizado, dicho sea de paso, dentro del llamado "latinjazz o IU latino", que aunque tenga muchos otros cuItores musicales es por Tito I nI que al públ ico le gusta más. ¡Como que contiene mejor el sabor unido .tI bas cultura musicales y rftmicas! Es acompañado por un selecto • 11 de instrumentistas y percur ionistas adicionales que re ulta enviado I I 1Departamento de Estado de los Estados Unidos alrededor del mundo 111 embajador y representante cultural musical latino. Y caribeño, l. antillano. RecienLemente su trabajo en la pelfcula "The Mambo Kings Play 1 11 J. ofLove" le valió el elogio de la crítica, que el pagó produciendo su 1II 1 rico "Album Número lOO", uno de máximo repunte en la historia de I1 mú ica salsera grabada. Ahora este Rey del Timbal que anualmente otorga becas colegiales I studiantes obresalientesenmúsica regresa de nuevo a Puerto Rico traído 1) 1I roducciones Latinas, obedeciendo al reclamo público. A ese reclamo 1 n otros, sus compatriotas hermanos que nunca nos cansaremos de verlo frl0 repicar los timbales en su tónida manera para gritarle a coro y en la (orma emocionada del "disc jockey" Elliot Pizarro: "¡Echa Puente, echa I'u nte!" ¡Es que no hay otro igual! ¡Claro que no! Está dicho. Iremos a verle en Centro de Bellas Artes la noche del . hado, 26 de junio, en masa. Sabemos que el lugar se va a llenar de gente , vida de aplaudirlo a voluntad y al mayoreo. ¡Es Tito Puente, "El Rey del Mambo" y "Monarca del Timbal", I ores! ¡Nuestro puertorriqueño y mundial Tito Puente! I

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ada vez que el ci ne pu rtorriqueño hace un pinino laudable -y han sido mucho lo que ha hecho-ocurre luego un vacío. Ya sucedió antes con otras producciones de excelencia. Después de la película celebrada vuelve el agrandado lapso. A í hasta el próximo "pinino". Este Puerto Rico es un país de mucho talento y magníficas ideas. También con temáticas de identidad nuestra, las cuales son aptas para ffimicos tan culturales como negociables, ya con mercado interior y exterior dispuesto a respaldar lo boricua. ¡Eso es así! Esta es una isla donde los millones y millones de dólares han arribado a voluntad a partir del año 1942. Se han gastado muchísimos de ellos en el bien público. También se han malbaratado billetes en grande escala, con corrupción a granel. Obras no terminadas, proyectos anti funcionales que nada han proyectado para el bien de Puerto Rico. Nadie ha sabido cuál es el misterio que ha echado abajo los múltiples esfuerzos realizados con la mejor intención de desarrollar aquí una industria ci nem atográ fi ca, que adem á de proveer fuentes de trabajo tam bién entre en la predilección del público local y luego trascienda a las comunidades latinas de los E tados Unido ,donde los puertorriqueños siempre están a la espera de "algo a í de proeedencia patria". O sea, hecho en Puerto Rico. Sí, para patrocinarlo primeramente por amor a Boriquen y luego por el saborde su calidad. Hay más de 3 millones de boricuas "en la banda allá", l todos sostenedores de una ferviente pasión por lo de etiqueta puertorriqueña. Sin embargo, mientras en otros renglones industriales se han perdido aquí fortunas enormes, a la industria del cine, que pugna por demostrar su buena clase, siempre e le ha venido con subterfugios improcedentes para

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re. paldarla. Han sido innumerables los vericuetos administrativo y

1I ) olares que ha enfrentado por décadas, mientras que en países de

nivc1 económico se produce cinc nacional. in lugar a dudas hemos sido copados, dominados comercialmente, I IIh: de endoctrinados en favor de las películas norteaméricanas vía 111 llIa por medios televisivos. Nos han como eliminado la fe de creer que 1 1'11 rto Rico se puede facturar buen cine. Matan las esperanzas primero 1I 1 I . pués, año tras año, inundar de filmes anglosajones las salas de lila locales, eliminando de paso, las presentaciones del cine latinoame111 l, que tanta aceptación tenía insularmente. on "La Guagua Aérea", producción de Luis Molina, vuelve a I IIlh.lr. e que en nuestra isla se puede hacer buen cine, ganoso. No es un 111 r10. Es una película que merece el reconocimiento de una pujanza. Y I I 1II <n el ser seguida por otras producciones de categoría por lo menos 111 I 'a. De lo contrario sería trabajo no perdido, pero sí bajo estimado por lue aquí de un plumazo pueden asignarle al cine nuestro un apoyo ( 11 >mico de dígitos plurales que 10 ubiquen en el punto de partida rumbo I Il en Puerto Rico y el extranjero. legó "La Guagua Aerea". Ojalá y no se detenga varada. Ojalá y a I 111 Mol ina le quepa el honor de haberencend ido bien la llama para su brillo I I lu tivo actual y el futuro del cine puertorriqueño. legó "La Guagua Aerea" para los puertorriqueños de todas la I I I 'y clases. Ahora que ya está en tierra le descamo parta a otras I 11111 le de habla hispana, sacando la cara por Puerto Rico, tan conocido en 1I • r nglones. Señoras, señores de la vida oficial, gubernamental, el cinc puertorriIII e pera su tumo, con sus cámaras extendidas para por fin iniciarse I 111 ) una industria "bona fide" y con istente en Puerto Rico. No lo dejen II lV Z en el andén. 1 11 S

NE: "Banda aUa": Nueva York. "Banda acá": Puerto Rico

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uien me contó el a unto fue el mismo, en un bar del ahora ya no muy cachendo O sector de Miramar. El tomaba una cerveza y yo ¡aquella soda! "Yo perseguía a Ismael Rivera allá en Nueva York. Mi amigo Héctor Lavoe, compañero de apartamento, también. Queríamos los dos ser soneros a como diera lugar y ha ta nos sorprendió que una estrella como Ismael Rivera dejara compartirtarima con él a dos novatos fiebrús. Nos dio gusto aquella actitud suya". No los imaginamos al día siguiente, contándole a sus amistades del barrio: "Anoche cantamos con Ismael Rivera. El es pana de nosotros y dijo que soneamos chéverc". La vida, el son y la guaracha siguieron su paso. Ismael Miranda fue firmado por la orquesta de Larry Harlow, entonces ligado al estilo del son montuno que había aprendido en La Habana asistiendo a las tandas bailables donde tocaba el Conjunto de Arsenio Rodríguez, cultor máximo de ese genero. El llamado debido a su habilidad tocando el trcs, "Ciego Maravilloso". ¡Con razón! La verdad e que [ mael ya lucía unos agudos increíbles atacando el bolero y u timbre vocal parecía inventado para aquellos montunos con coros de4líneas. ¡ESlUpendo! Ycomo era buen bailadory un tipo acicalado, con el tiempo se le apodó "El Niño Bonito de la Salsa". Como todos los cantantes, anlela importancia que les daba el público latino seguidorde lo bailable, ediento dc nuevos ídolos y ya recuperado por completo de la "po t guerra", él quiso tomar camino solo, con una banda que fuera suya. Era lógico. La consulta me la formuló rápidamente. Yo le recomendé tomarse su tiempo extra anles dc lanzar e de solista. "Un año", fue la sentencia.

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"Tienes que aprender a hablar correctamente, o lo mejor po ible 1 p 1. Todavía estas diciendo bastantes palabras y términos muy mal, I 11\( no son. Cógelo suave y luego nos vemos. Voy a estar de tu parte". Al cumplirse el año me llamó. Estaba hablando "por el libro". Con 1\ ti, co y ánimo de triunfar enormes. También me expresó el ansia de 1 I lir aquí en Puerto Rico. ¡En el Puertorro amado! Aquí, con su gente. pué de todo él no era más que unjibarito de Aguada procurando fortuna. 'Ahora sí. Esta misma semana le dices a Masucci que te enviaré un I '11 l ju to para tu deseo. Y le llegó justo a tiempo para grabarlo. Título: "La 1 lIlunidad". Re ultó su primer gran éxito de solista. "A la larga si llegó. 11( a illególamía. Y esta vez yonoladejo pasar. Llego mi oportunidad". ,1 -u rdan, salsómanos? ¡Tremendo aquello! De ahí en adelante todo fue miel sobre hojuelas, tanto en el bolero !In nla guaracha yel son montuno el chico era carta de triunfo. No hace I 11111 nnumerar sus éxitos en ristra. Fueron muchísimos. Su forma de er 1I1.lIlt ,no varió. Lo mismo cenaba en un restaurante de lujo, que iba al l >r playero de Piñones a comerse con todo gusto un par de alcapurrias. 1 I rugos nunca fue consumidor con uetudinario. Apenas pa aba de un 111 k y. n su carrera triunfal siempre fue un intérprete que aun cuando sabía IIIp ner yen ello tuvo rotundos éxitos, nunca me dio la espalda. Siguió 1I1 -ilándomeobrasenformaconsecutiva. ¡Gracias, mil! Sin embargo hubo 11 I lue para ambo fue "un most"2. Se trata de "Galera Tre ". Llegó en el 1\11111 nto en que eran plurales los disturbios en penale y cárcelcs. Una I 111} añera de estudios periodísticos me contó que e taba siendo un "bcst 11 f" n Perú y olros países. En aquel tiempo otra compañcra universitaria h lo.' años 40 y para entonces tremenda mulata, la abogada Irba Cruz de Illsla, era directora del Departamento de Corrección. Y estaba recibiendo 111 1I S Yduras críticas. No puedo negar que experimenté un serio arrepenI 1111 nto por haber escrito y lanzado "Galera Tres" en aquel año, cuando la 11111 'il nana aludida estaba de turno. Después de todo, la situación en los Jita! . no ha variado mucho, a pesar de la prédicas dela di tinguidadama, J nú ima profe ional Doña Trina Padilla.

"Alcapurrias": Frituras de plátano molido rellenas de carne de diferenJes clases. moS¡": Un máximo - (JI "Viz": Habilidad, instirúo (~I " mera": VenJa de cauchos, llantas

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Volvamos a Ismael Miranda. Si algo admiro en él es su buena viz3 para los negocios. Primero una gomera4, luego terrenos, urbanismo, restaurantes y un edificio para oficinas en La Milla de Oro, zona bancaria. ¡Está hecho! Es bien sabido que tiene dólares por millones. ¡San Pedro se los bendiga! Sabemos que ni falta le hace cantar para vivir, ya que invirtió bien lo suyo. Tuvo visión suficiente para que ahora, en su madurez, esté tranquilo. Aun así, lo de cantar le tira. Y regresa a las tarimas con el mismo gracejo de siempre. A ganar aplausos en todos los continentes. El buen arti ta nunca se retira. Veamos el caso de la cantante alga Guillot y nos darán la razón. Ahí está Ismael Miranda de nuevo en el ambiente, di puesto a cantar con todo el sabor que]a salsa requiere y espera de uno de sus grandes maestros.

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Volvamos a Ismael Miranda. Si algo admiro en él es su buena viz3 para los negocios. Primero una gomera4 , luego terrenos, urbanismo, restaurantes y un edificio para oficinas en La Milla de Oro, zona bancaria. ¡Está hecho! E bien sabido que tiene dólares por millones. ¡San Pedro se los bendiga! Sabemo que ni [alta le hace cantar para vivir, ya que invirtió bien lo suyo. Tuvo visión suficiente para que ahora, en su madurez, esté tranquilo. Aun así, lo de cantar le Lira. Y r gre a a la. tarimas con el mismo gracejo de siempre. A ganar aplausos en todo lo continentes. El buen artista nunca se retira. Veamos el caso de la cantante OIga Guillot y nos darán la razón. Ahí está Ismael Mi randa de nuevo en el am biente, dispuesto a cantar con todo el sabor que la salsa requiere y espera de uno de sus grandes maestros.

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¿CUJUULtLU.tif)?• •

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hora que nos anuncian que "lleg6 el carnaval" quedamos sorprendidos. Sí, lleg6 el carnaval y todo el mundo pennanece quieto, "como si nada". ¿Lleg6 el quéééé? ¡El carnaval, mi amigo, el IIl1aval! ... ¿Qué cosa? ¡El carnaval, chico, el carnaval! A mi plin, hace ya 11\\1 h tiempo que no gozamos de uno verdaderamente significativo como 11 I r cardado después. Aquí en San Juan y Santurce, ya eso no existe. 1 carnaval es un estado de ánimo premeditado, una euforia tan p nlánea como planificada. Aquí hace año que perdimo e e de. ahogo, I por ser un pueblo lleno de bienes, que nada tiene que de ar hivar 11 'lvalinamente. Nuestro carnaval se lo llev6 el progreso. Pendientes a pro. perarcomo h IIH • prosperado le perdimos el gusto que no hemos vuelLo a . embrar en I 1 h'\rrios capitalinos que antes fonnaban comparsa y ma carada por la I Il Ila atisfacci6n de desfilar o recorrer la calle, pander ta en man , 1ido de vegigantes 1, "Maximina La Loca" "La Muerte n u r ", I1 irliendo a los grandes o a u tanda a la gente menuda. y aunque a 10 largo de e tos últimos año se hayan gastado fortunas 11 1 h mas logrado una integraci6n camavalina que tenga el elemento pueblo I 11 I ntro. Esa es la verdad. Han sido carnavales sin entusiasmo, que es la 11' 'de ese tipo de fiestas. Algo habrá que hacer, puc to que el pueblo no se lanza a fiestar y 11 I rutar un carnaval "de primera". ¡A sudarIo, como si fuera la patria! Un Carnaval de San Juan podría ser de recio valor turístico a nivel IIII m cional. Contamos con la mejor música, mujeres lindas al mayoreo. I .\11 Ybailarines de enorme clase. Belleza ambiental, natural y decoradotan ex6tico . ¡De todo hay! Sin que no haga falta mandar a buscar a I (/) "Vegigantes": diablos de carnaval

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ningún lugar. . ¿Qué nos detiene? La dejadez de pen ar que todo está bIen y no carecemos de nada en el campo de la diversión. Excepto de un buen carnaval llámese Juan Ponce De León o como quieran llamarle. L~ primero debe serel sembrar, plantarotra vez el espíritu carnavalino, requisito indispen able. Luego habrá que enseñar a la gent~ lo que es un carnaval, ya que cierta vez la ocasión cambió de rumbo hacIa los grandes hoteles y clubes privados que lo alejaron de u fuente principal y recurso más valioso: ¡El pueblo! . . El sentimiento carnavalino, e e que desde la infanCIa germma por inducción pública, llegó a u agonía. ¿Qué habrá que hacer para que resucite? ¡Vaya uno a saber! El Carnaval de San Juan no tiene la alegría de fiestas similares que suelen celebrar e en pueblos y ciudades del interior. ¿Será que por allá saben más o tienen mejor espíritu que los de La Losa? ¡Esas máscaras de Hatilo, esos carnavales de Arroyo, de Mayagüez y Vieques! Nuestra ciudad capital tiene todo el potencial para realizar un carnaval que sea el mejor de las Antillas ... S1. Thomas, Santa Cruz, Trinidad, Curazao y Aruba, isla de menos recursos económicos, producen. unos carnavales maravillosos, pletóricos de música, colorido y espontaneIdad. Hay que invertir en apoyo económico. Hay que hacer ?idaccia carnavalina en nuestras comunidades, como si se tratase de una aSIgnatura gratuita, extra escolar. Y entonces distribuir razonablemente las cooperaciones oficiales y donativos entre los que verdaderamente van a hacer el carnaval mediante sus ideas y participaciones personales. Solo así se podrá. D~ otro modo continuaremos con la mascarada de un carnaval sin pueblo. O lo que es tri te decir, "un pueblo sin carnaval".

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1amor verdadero es como una piedra angular. No importa si no fue colocada en medio de una ceremonia oficial, su clase está ahí, con toda la fuerza positiva de su condición. El amor verdadero nunca se hunde. Es como una barca flotando ·temamente, con seguridad sobre las aguas en todas las bahías del alma. Estamos frente a frente, comentando acerca de los obstáculos que hemos superado a vivencia pura, a paciencia controlada, a lágrimas rodadas. Estamos frente a frente sin la necesidad de emprender un camino, I rque ya lo emprendimos. Porque ya lo anduvimos una y otra vez sin r ultados de aburrimiento. Sin cansamos uno del otro. Nuestros disentimie~tos han tenido "caché". La pelea sin ofensa. La 'arata constructiva, ubicando el amor fuera de los más candentes argumenl ,salvándolo de cualquier herida mortal. Desde el primer día hasta el sol de hoy ha transcurrido como una fiesta sin bombos ni estridencias, sin fuegos artificiales de pueblo chico en la noche del santo patrón. La fiesta la hemos inventado y declarado. Andarjuntos, cenarjuntos n restaurantes playeros. Ver una buena película. Un par de botellas de :angría "de la de Fido", arrendar un trecho de litoral solitario con la misma alegría con que recorri mos las más céntricas avenidas de Nuev a York. O de urazao o Santo Domingo. Oír y ver tocar a Sergio Mendes. O las guitarras de Bola Sete o Baden owell-guitarristas diabólicos-o Ver los mejores espectáculos de jazz o bossa nova. Y muchos bailes de bomba en el cercano y misterioso sector de Mediania Alta, allá en Loíza Aldea. De todo lo demás también. ¡Y mucho! Con esa dedicación a causar bienestar supremo y soberano en la persona amada, dentro de ese espacio de

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tiempo que si no está se hace aparecer. Con la grandeza que hay en 5 minutos o la deliciosa brevcdad -tan delicada- que encierran horas y horas. Así, desde luego, con el "vale todo" íntimo y sin trabas auspiciado y simplificado por la sombra y la oscuridad total que causa la imperante necesidad de volvemos a ver cara a cara, aunque sólo sea porunos segundos. Algo así, como 10 anteriormente de crito tiene que ser un amor muy verdadero. Porque arde en paz. Porque vibra de esperanza. Porque es una piedra angular y firmc. Porque nunca se hunde y flota como una boya vcrtical sobre las aguas de todas las bahías de ambas almas. Parte de tu viaje es llegar. Parte es precisamente eso, partir, alejarte ha ta la próxima llegada. Cuando llegas todo cambia ante esa feliz y deseada circunstancia. omienzan las citas, los encuentros y pequeños viajes hacia lo nuevo que haya en la ciudad. Vuclve contigo el duplicado de esa alegria infinita que le 'umamos a todo cuanto nos rodea. Cuando llegas vuelve a desatarse esa onda de amor contenida, renada por tu ausencia. Somos otra vez los de siempre, al compás de una ilusión madura, secretamente nuestra, dueña de buenas razones para seguir xistiendo. ¡Cuándo llegas!

II Estamos aquí en esta montañosa altura, como dos enamorados amos 1 una extraña felicidad. Desde aquí puede verse un paisaje que abarca ruralía y mar. Todo este panorama es como algo nuestro, tan nuestro que no 1 earia volverlo a ver sin ti ... Se tomaría triste. Evocaría momentos que '610 contigo podrían repetirse. Estamos aquí con el júbilo de estar. Sabemos que dentro de varias h ras la noche suplantará esta diafanidad y ya no distinguiremos más que el interior de este lujoso bar y las luces de las residencias aledañas. O el I arpadea de los focos en los automóviles allá abajo, en aquella carretera'lutopista lejana. Y el de las estrellas. Estamos aquí, civilizadamente. Sólo de vez en cuando algún beso funivo, un apretón de manos discreto. O una caricia inevitable sobre tus dillas temblorosas de amor y frío. En tus ojos hay palabras que tus labios

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se niegan a pronunciar. Algo así como en esta mirada mía, que suele proyectar siempre un "te amo". ¡Estamos aquí! ¡Lo verdaderamente importante es que estamos aquí!

111 Cuando partes, cuando te vas me embarga cierta desorientación que gravita sobre mí sin cesar. ¡Ah, si estuvieras aquí! Menos el amor, todo queda restado. Y yo también arrestado, sentimentalmente, por tu recuerdo. Cuando partes, cuando te vas, me dejas un vacío que nadie podría llenar. Por ello espero tu regreso, para que lo llenes tú misma. Nada es normal en mi rutina diaria. Hay una especie de derrumbe espiritual antecl sonido de cualquier samba canción "cortavenas"l cantando por Maysa Matarazzo. O ante el guitarreo conmovedor surgiendo de una grabación de Baden Powell. ¡Nada queda normal ... cuando te vas! NE:(I) "Corlavenas": Triste, amargas, trágicas

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a atractiva cantante Levinia Pérez y yo soñamos mucho un show hecho a base de remembranzas, situaciones, críticas, ritmo, canciones del tipo "cortavenas" y algo de baile. Ahora que digo baile, bail aron muchos nombres en el espectáculo que r r tantos escenarios pasó discretamente triunfal. Los que lo presenciaron, ntre ellos "El Jíbaro" Andrés Jiménez, nos felicitaron, sobre todo cuando .' nos unió el joven tecladista y arreglista Willie Sotelo. Confieso que su t lento me sorprendió, así como su buena voluntad de hacer las cosas bien. "No Te Cortes Las Venas Todavía" era un show "de bolso", pequeño, I ro entusiasta. Era el trigemelo de otros dos que todavía no hemos presentado, pero que ya salieron del tintero. ¡Valiente show! No se presentó más debido a todas las obligaciones y compromisos que han solido caerme desde que cesé como empleado postal para convertirme en un pensionado más. ¡Cosa más grande! Aun así declaro que pudo haber llegado hasta Bellas Artes, tal vez. ..sa era la meta, aunque optamos siempre por un público de menos bombos y platillos. Nos sentimos felices con aquellos aplausos nacidos de gente omplacida y mejor entendedora. De buena voluntad. Con aquel público ue luego· de terminado el show segúia rompiendo la noche con nosotros tres, formulando preguntas a diestra y siniestra. ¡Qué legal! Que nos perdonen Pedro Flores, Rafael Hemández y Silvia Rexach por los comentarios alusivos a sus personas durante el espectáculo. Todos fueron rigurosamente ciertos y comprobados por la vida misma "a priori y posteriori". Para Levinia Pérez "Levi", rutilante como siempre, el show "No Te ortes Las Venas Todavía" fue un mamey. Ella estaba acostumbrada a los cenaríos desde temprano en su vida, mediante intervenciones en grupos

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musicales y teatro. Había pasado por mayores ajetreos. Para mí fue "un tostón de malanga"l. Eso de tener sobre mí reflectores y de más o menos seguir fielmente un libreto me traumatizaba. Era dogmatizar a un ser humano desobedecedor de toda clase de reglamentos y normas. Por cue tión de principios no soy muy amigo de pautas. Por ello nunca llegué a ser músico, puesto que al papel donde imprimen los pentagramas le llaman así: "papel de pauta". Pero creo que aún así me defendí, librándome más o menos ante la situación. Y todavía recuerdo con honda satisfacción toda aquella movida· de la cual obtuvimos alguno dólares y la emoción de estar tanto Levinia como Willie Sotclo y yo hermanados en una unión que hasta el día de hoy ha tenido la difícil rareza de ser perfecta. Sí, de una perfección rara, porque ha ido mejorando. ¡"No Te Cortes Las Venas Todavía", showcito encandilado! Experiencia gustosa. ¡Aquellos bossa novas, aquellos boleros de bar para almas desbaratadas! y aquel monólogo introductorio, tremendón que rezaba así: "En el momento en que les dirijo estas palabras, mentalmente no me encuentro en esta sala. Estoy en el balcón de un apartamento de Isla Verde, mirando la negra extensión del mar. Y en la noche a un cielo al cual no le cabe una estrella más. Una botella de vino viejo, como siempre dicen los poetas, y el recuerdo constante, agresivo, de una mujer amor que ya me olvidó y a la que yo no puedo olvidar. !Es candela eso!. .. y el corazón, secreto cómplice de mi tristeza, susurrándome bajito al oído: "No te cortes las venas todavía, que te espera aguantar un poco más. ¡Ataca, Levinia!" NE:(I) "Malanga": Vianda, rizoma comestible parecido al ñame

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ue exactamente en la esquina de la Avenida Ponce de León y la calle Europa, en la misma Parada 22, que Dios conserve. La señora de mediana edad y contradictorio paso largo y rápido me abordó I pentinamente. Fue necesario que diera 'paso atrás' hasta la acera desde donde había Iniciado mi cruce para poder complacer a la dama, la cual 'sin más ni más' 11) largó una pregunta a quemarropa. -Curet... ¿Usted no reza? Mire que el que más y el que menos tiene 11 migos ocultos ... Le respondí que no creía en enemigo ,porque nunca le hacía daño a nadie. Que sabía de la existencia del bien y del mal, pero aún a í prefería no 'a tar mi mente pensando en que alguien pudiera tratar de perjudicarme... -De todos modos -añadió ella, ofreciéndome una e tampilla con tilla imagen religiosa-, es bueno encomendarse de vez en cuand al de allá .Irriba... y señaló hacia el cielo azul con su dedo índice. De pué volvió a funcionar el cambio de luces en el semáforo, y cada cual siguió su camino l 11 dirección opuesta. Me impresionó. Me dejó pasmado. Fue una' cábula' . Parecía hablar . n una gran seguridad de convicciones. Parecía tener eso que llaman periencia en el ramo de la vida. No me metió miedo, pero me hizo dialogar Ima adentro conmigo mismo, mientras la veía perderse entre la multitud, alle de Diego abajo Con su paso rápido y su traje blanco agitado, batido .1 lacer por el viento . Pasé luego varios días cavilando, analizando mi suerte en la vida. reo que he recibido grandes favores 'del de allá arriba', como lo apodó la ora. Yo le llamo por nombre más común: Dios.


¡Si la señora lo supiera! Llevo semanas y más semanas hablándole al Ser Supremo. Jamás para que me conceda favores personales. Y sí para pedirle que favorezca a otros seres humanos. No le temo a enemigos, estimada señora, porque 'nuestro mutuo amigo de allá aniba' me ha demostrado que estando El a mi lado, no debo tener esa clase de preocupaciones ... Cuando rezo, le hablo así: 'Padre, acaso no soy digno de dirigirme a tí en esta hora. Tal vez no sea yo la mejor voz, ni mis palabra la más adecuadas, pero lo hago con el convencimiento de que debo hablarte. 'Ya tuve mucha suerte. Me diste mucho y he tratado de compartir lo recibido con cuanto semejante he podido. Tanto lo material como lo espiritual. 'Haytantagenteporahísufriendo... Tantoenfermo,tantoindigente... Tanto desempleado, tanto falto de fe. 'Sé bien que tú ya lo sabes y nada te puedo ordenar. Pero, por favor, tú que todo lo puedes, avanza un poco porque aparentemente aquí abajo los que tienen los remedios a mano pretenden no ver ni ofr, y continúan mudos. ilumina siempre a la señora del amplio traje blanco para que ella, a su vez, siga cumpliendo con la tarea que le has dado, esa de mover almas ... ' Cada vez que paso por la dinámica Parada 22 miro hacia los cuatro puntos cardinales, con la esperanza de volver a ver a aquella dama. Tanto se perdió entre la multitud, que a lo mejor no ha vuelto a aparecer. O tal vez cambió de forma y aspecto, porque los ángeles suelen adoptar diferentes apariencias. Fue así para mí: se presentó cuando tenía que ser, y ya nunca más. Sembró el incentivo y se alejó sin mirar atrás ... Y yo siempre me pregunto: ¿qué habrá sido de su vida?

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n aquel jardín de abrojos, que solo vi una vez, hasta las flores nacían secas. Sobre el predio nunca anochecía. Diariamente caían 24 horas de sol. No sé cuál adversidad de la naturaleza, como conjuro, pesaba )bre aquel desafortunado jardín. Sólo cardos, espinas, cactos ... Nada más. En aquel jardín de abrojos nunca se conoció la lluvia. La desventura 1 una inundación era anhelada allí como una bendición. Jamás aconteció . benigno fenómeno atmosférico. Mirándolo de lejos, confieso, me atrajo de sobremanera. A veces I I entaba todos los matices de la sequedad. Tallos increíblemente vivos. I ueñas rosas de color cenizo, casi incineradas por la canícula. Rebeldes .lllte la impiedad. Tal vez su rebeldía las mantenía vivas. Era una lucha mtra la vida por no morir. Mirándolo de lejos, confieso, lo comparé con la lucha de la gente IHI blerina. Con esa gente que anda en ómnibus, paga luz yagua y oporta 1111 mal patrón. Y queda ahí firme, muriendo en vida por la falta de un doctor IU le brinde el agua de la buena atención... Sin ceder. Recibiendo I Imentos de sueldo cuando ya el costo de la vida es tan alto que de poco le 1rven unos dólares extra. Los comparé con el aguerrido personal montañés, que ve como , luellas áreas producen menos cada vez. Como el agro-pecuario se ha puc to "de bala"l . Como el producto de afuera cunde las plazas del mercado n 'ulares, atropellando con precios bajos la cosecha nativa. Y se queda ahí I jíbaro, por creyente esperanzado, por amor y por macho que es ... Sí, por r macho como el bejuco asido a una rafz más dura que la falta de humedad. hf, resistiendo como un tronco didáctico en lo de no ceder. .. Quise aprender el secreto de esta supervivencia vegetal, acaso para plicárselo a la gente afectada de mi país. Ellos también necesitan una • :(1)

"De bala":fatal, insoportable, terrible situación

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enseñanza seria para poder continuar agenciándose e ingeniándose modos de vivir sin savia. Para poder seguir soportando la llamada piña agria. Para poder continuar subsistiendo "a pesar de". Ya estaba decidido. Entraría al predio. Después de todo, iría en pos de una f6nnula salvadora. Acaso para mí mismo, puesto que según la carestía aumenta estamos cada vez menos excentos de una catástrofe personal y colectiva. Si hoy la cosa está "de comer y no repetir", para mañana el horizonte pintará horrible. No soy botánico. Mis conocimientos sobre ese ramo-ciencia no van más allá de saber lo que son noemas, xilemas y clorofila. Aun así, como premio de con 0laci6n, por lo menos sé lo bien que huele el recao machacado con ajo y orégano dentro de un viejo pil6n de guayacán. Tocaría las rosas, los tallos, las hojas vivientes al seco. Averiguaría su por qué. Sería dueño del secreto de la muerte en vida. Di el primer paso adelante, con orgullo de investigador privado. De repente escuché un sonido metálico, antipático y peculiar. El de mi atroz despertador... Un baño, el desayuno rápido, la vestimenta usual ... y derechito a mi trabajo involucrado en la discutible satisfacci6n de haber soñado con un jardín mucho más astuto y sabio que mi gente, ante los tiempos duros de poco dinero y piña agrísima ...

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qué día fue? ¿A qué hora? Febrero, ese fue el mes. Unadeesastardes de febrero que, según el calendario pertenecen al invierno, pero en las cuales ya se suda gratis en el tr6pico, donde se vive y convive en temo verano, haciendo caso omiso de solsticios y equinoccios. Pasaba, y nuestras miradas fueron algo así como un par de flechazos 'ruzados. Esa ocasi6n fue una especial entre las tantas habidas. A través de I í rgos años surgieron conversaCIOnes, encuentros casuales, coincidencias más o menos trazadas por el destino, como se diría en una novela de I levisi6n. Un poeta lo dijo- "La vida viene en oleajes, como el mar". Oleajes con 'alitre de no sé cuántas distancias recluídas allá, en las intimidades de las mareas. Oleajes marcados para llegar cierto día, hacer su efecto y retirarse el desconocidas latitudes. Esa tarde de febrero aconteci6 una de esas marejada . Al miramos se ultrapas6 el límite de la cordialidad. La conversaci6n tom6 un giro di tinto. I ue como si el pasado intentara renacer... y las confesiones que en momentos similares no salieron a flor de piel ucedieron una tras otra... Nunca he sido feliz en la vida. Decir felicidad así como la gente cree lal vez sí, pero aquella cosa de afanarse por alguien nunca más... Nunca 11 ás... Tú sigues brillando... Te veo en la televisi6n, en los peri6dicos. Te 'cucho en la radio. Eres famoso. Me imagino que te debes estar sintiendo III uy feliz. - Según tú... Nada de eso hace feliz a una persona. Si tú supieras, es un mundo lleno de tensiones y presiones. A veces se siente uno con deseos I hablar con alguien especial, y s610 ve a su alrededor pura falsía, hipocresía. Uno se ve y se desea.

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-Tengo teléfono... El 724.. Llámame para pegar la hebra. Yo no sé lo que tú quieres decir... Ya escuché hablar mucho de tí por ahí. En tu misma música se ve como que te falta un balance... Me imagino cómo te sicntes, yo te conozco... -Aquella impaciencia tuya por casarte acabó con muchas cosas, desde sueños hasta realidades. Ni tú has vivido ni yo he vivido. La vida puso un muro... Ya nos habíamos sentado en un banco del pequeño parque. Nuestras miradas se habían vuelto más flechas ardientes. Fue como si de repente el tiempo hubiera dado marcha atrás, haciendo un viraje súbito, una riversa sentimental. Aún quedaba amor, no cabía duda. Amor en ambos, a éstas alturas. La humilde historia muy bien que puede lucir un poco fantaseada. Tal y como acontece con cicrtas realidades. Son tan bonitas y tan bellas que parecen tumos de ficción. Mas aún así ha sido rigurosamente cierta. ¿Que por qué no continuamos aquel hermoso y romántico acercamiento? Suele decirse que hay mucho de cierto y de grandeza en los amores otoñales, en esas pasiones que, pareciendo dormidas, despiertan de repente. Y vuelven a tener un segundo aire, una primavera repetida cuando en las cabelleras hay canas, y en la frente comienzan a hacerse plurales las arrugas. Se dice todo eso. También yo digo que existe la hidalguía. Esa que produce un hondo respeto por las cosas verdaderamente amadas. Y la dama a la cual me refiero en la historia estaba aquella tarde en el pequeño parque guiada por un motivo tan noble como sano. Estaba enseñando a caminar a su encantador y maravilloso primer nietecito. Y yo, pensando en el hijo que nunca tuvimos, opté por respetat:un honor de mujer, el nombre de un hombre rival. Y la sonrisa de un querube que anhelaba comenzar a dar pasos más que por sobre una acera, sobre lo traicioneros declives de la vida...

a primera vez que visité un cementerio ya sabía leer y escribir perfectamente bien, considerando mi edad de entonces. Por lo menos podía leer fácilmente los muñequitos del periódico domini'al, esas interesantísimas y básicas historias en cuadritos. De las tumbas y panteones me impresionaron la simpleza de unas y la magnificencia de los tros. Tumbas de tierra y una sola cruz. Panteones de mármol que lucían tan irrompibles. Y todo por causa de una muerte exactamente igual en su I omento final: "el corazón dejó de palpitar". Me sirvió de mucho allí el saber leer. Algunas inscripciones en las lápidas y cruces aún las recuerdo. En aquella ocasión no podía pensar como ahora en tomo a las sentimentales despedidas esculpidas, talladas o pintaI . Todo el mundo se vuelve sentimental ante la muerte, algo tan seguro t' mo intrigante. Tan misterioso e intrigante que nunca podré explicarme I rqué se pagan primas de seguro contra algo tan seguro e infalible como '1 fallecer. Ironías de la vida, su antítesis, que en vano intenta perpetuarse iempre acaba. "De tus hijos que nunca te olvidarán". La pobre tumba lucía tan 'lbandonada que cabe pensar que además de los hijos, la familia entera padeció luego de amnesia fulminante. La promesa de recordar no pasó tal v z de unas lágrimas, posiblemente seguidas de un seco y discutido proceso judicial, relacionado con la ley de herencia y los escasos bienes dejados mo base para un conflicto familiar. Jamás volvieron por allí. "De tu esposo que te amará toda la vida". Para amar toda la vida es 11 cesario vivir el amor, ejercerlo y ejercitarlo. Y los muertos no pueden amar. Para amar es preciso vivir. Y para vivir hay que amar. A solas, resulta tri te y monótono. Asustan las promesas de amar para toda la vida. Es


cuando menos se cumplen hacia la misma persona. Amar un recuerdo jamás podrá ser igual que amar "en vivo y a toda pasión". Por algo hay tantas segundas nupcias y hermanos que no son de padre y de madre. "Tu pueblo seguirá tus pasos, patriota". Pero seguramente al concluir las exequias dio la espalda y salió, camposanto afuera, en busca de un patriota nuevo. De un patriota moderno. Yen cada aniversario de la muerte del viejo adalid, la concurrencia fue mermando enlas celebraciones. Merma ridfcu]a. Y sus ideas se fueron archivando, históricamente, ante los cambios de la vida. Y él quedó "tierra bajo", cual un vestigio hecho osamenta, momificado bajo las estepas del olvido cotidiano. Los patriotas se convierten en estatuas y palabras citadas convencionalmente, sobre todo en los batiborrillos político-socia-económicos que desarrollan y malean a los pueblos. Sobre la tum ba de un conocido músico dejaron una lira formada por flores, rosas rojas y blancas. Después de sepultado el desaparecido músicopoeta-compositor se dice que los asistentes al sepelio, mientras se retiraban del predio, expresaban disímiles comentarios. "Estaba en la miseria"... "Dejó rica a su viuda"... "Fue un gran puertorriqueño". Eso fue, un gran puertorriqueño, aunque tuvo que perecer para ser reconocido plenamente. Ni estaba en la miseria, ni dejó rica a su viuda. Porque fue un sentimental poeta y los asuntos de atesoramiento económico jamás dañaron su mente ni su arte. Cuanto ganó en dinero si fue mucho, le vino porque su música fue bien patrocinada mundo adelante. No fue un vividor del arte. Vivió por él, que no es lo mismo. Volví, no sé cuantas veces más a los cementerios de la ciudad en séquitos de funerales variadas. Amigos de mi tiempo que han empezado a desaparecer. Mi padre, mi hermana mayor, mis abuelos y parientes de todos niveles. Compañeros de trabajo. Dicen que la muerte no escoge y es cierto. No 1 hace falla, sabiendo bien que tarde o temprano va a llevamos a todos. Sólo que la dama negra, como dama al fin, suele ser caprichosa al elegir cuando aplica 10 tumo, porque abe que ya uno nació escogido. Volví al c menterio ,aca o para irme acostumbrando al ambiente de mi futura morada. Y ha ta empecé a encontrarlos muy bonitos, acogedore , útile , 11 no de e o que tanto el hombre procura y nunca halla completamente: la paz. Lo má bonito que tiene el cementerio de mi barrio son sus árboles fronda o dando sombra. Su peculiar falta de organización en la ubicación de us tumba , con sus caminillos tortuosos que tantas lágrimas han

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11 (r ido. Y que serfan10 máximo en obstáculos para una carrera de cam po vi a. Y su impasible actitud de confiada espera. Como si estuvie e I In pre pensando mansamente: "todos los que salen de aquí por sus propios :, algún día regresarán cargados para residir en mfpermanentemente, por :iglos de los siglos... ¡amén¡".

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A mi amigo Tony Croa/lo

ontemplada desde el café de acera cercano la figura de aquellamulatita clara lucía exqUIsIta, esplendorosa en sus pantalonescortos, pegados, bien ceñidos al cuerpo tipo guitarra, lista para por lo menos ser afinada. Tocada, quien sabe. ¿Piernas? ¡Que va, piernotas! ¡Y que rostro más bien construido ! Ojos negros, labios carnosos, senos reducidos, cintura "avispa bom bom". Y como si fuera poco, el dueño del café nada cobraba a los parroquianos por contar con un detalle cercano de tal magnitud. ¿Parroquianos? ¡Feligreses! omejordicho, "Felinogreses". La supuesta razón de estacionarse ella en aquel lugar no era otra que un costoso traje de lentejuelas, a la sazón exhibido en una "boutique" contigua al café. Era obvio que ella no lo podía comprar. En la Avenida Ashford del Condado la ropa cuesta carísima. Por lo menos podía consolarse contemplándola y simultáneamente hacerse la ilusión de sentirlo sobre su prodigiosa anatomía. Mirarlo era un derecho civil de muchacha pobre y tal vez soñadora ¿por qué no? Fue un 14 de febrero, Día de los Enamorados. Para sorpresa de los usuales concurrentes al café descrito como "de acera", en la vitrina de la citada "boutique" no estaba el codiciado traje de lentejuelas, ni frente a la iluminada exhibidora estaba Margarita, que así supimos se llamaba la monumental morenita. La pregunta general de "la claque" era la siguiente: ¿Qué pasaráááááá? De repente frente a la "boutique" de marras se detuvo una limosina de color blanco. Del establecimiento salió sonriente Margarita, llevando en sus manos un caja envuelta en brillante papel de regalo rojo. A u lado salió, acompañándola, un señor ya mayorcito, también sonriente. Entraron ambos en la limosina que partió con rumbo a no se donde "y ya usted sabe". Yo lo resumí así: "Una baja en la cuenta moral de Margarita y en la bancaria del

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r aquel de escaso pelo que se la llevó con aire de vencedor. Tardó un mes en aparecer junto a su protector. Ocuparon mesa en el ,Ifé de acera. Parecían dos tortolitos dentro de un nido estrecho. Ella, con , sto de muy complacida. El, aunque visiblemente alegre, mirando hacia lodas direcciones. Al cabo de otro mes el señor ya no reapareció en la escena. Ella sí, lu go, pero acompañada por otros señores tal vez de menos capital, puesto ¡lle no había entradas y salidas a,o de la "boutique". Y en vez de en 11Inosinas se presentaban a recogerla en autos de esos que ruedan por ahí a liario, sin provocarque la gente volteé la cabeza. ¡Qué bajón ynode azúcar! Después Margarita no volvió más por el café. Su regia esbeltez, 'ubierta por aquel traje de lentejuelas era asidua en las esquinas de la venida Ashford donde suelen estacionarse "las chicas de la noche" a sperar clientela masculina. A vender el acto de amor al postor de tumo. Lucía ajada por las circunstancias. Y por las consecuencias de su comercio . mal. No era ya ni la sombra de la que una vez se dejaba observar desde 'lquel coquetón café de acera. Debe ser que la vida alegre pone las almas tristes. Y a la larga causa lraumas difíciles de superar. Abre abismos psicológicos insondables. El Jinero ganado a cuerpo desnudo se lo quitaba un hombre que la dominaba. n chulo que solía fumar con ella cigarrillos finísimos de los cuales al inhalar no suele expelerse el humo. ¡Yerba cannabis! Ya no la vi más, pero una tarde, ya entrada en horas crepusculares, de I jos vi un tumulto de gente, formado un par de cuadras má adelante del afé. También una patrulla policial sonando irena, mientra e alejaba precipitadamente de todo aquello. Naturalmente que me acerqué para averiguar. Un chico limpiabotas fue mi informador. -Se llevó "la poli" a esa negrita loca. Allá atrás frente a una tienda de I pa se rompió, se ejtasajó el vestido encima. Se quedó en "pantis" y si no la hubieran agarrao también se loj'ejgarra, iTa loca! Todavía por ahí hay liraoj pedazos de su vestido negro, que era fino. ¡De lentejuela na'menos! Dicho esto, el chico siguió caminando campechanamente avenida adelante, con su cajón de limpiar zapatos y gritando... ¡Brillo, brillo!

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1- menos, que 'Tite" Curet Alonso, un digno heredero de la tradición 11111. ¡cal de Hemándcz y Flores. Y, además, Cangrejero del corazón de la 111 y ra. Un honor para el barrio Hoyo Inglés, de Guayama, donde nació, y l' 11.\ 1 Barrio Obrero, en cuyas esquinas bulliciosas y soneras comenzó a lh! ~ r u alma de artista consumado para damos la música que hoy le hace 11m o. ¡Diantre de muchacho este Catalino! ¿Verdad, Miss González?

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-¿Dónde estará metido Catalino? Me parece estar escuchando la voz inquisitiva, aunque siempre dulce, de nuestra maestra del salón hogar en la Escuela Superior Central, la inolvidable Carolina González. -Debe estar oyendo el ensayo de la orquesta de Pepito Crescioni, misis, dirfa alguna de las muchachas, refiriéndose a la banda estudiantil 'Central Melody Boys' , que naciera junto a las columnas del Palacete en los últimos años de nuestros estudios en la Central. Con frecuencia, Catalino llegaba tarde por andar a la caza deamlonías, ya que se perfilaba su pasión por la música, y, siendo hombre (mejor dicho, muchacho) de pucblo, cuando no había radios transistores ni grabadoras partátiles, su mejor oportunidad de afinar el oído era escuchando a los músicos de pentagrama. Nada mejor, pues, que oír los acordes que ensayaban los muchachos de la 'Melody'. y bien, al cabo de los años transcurridos desde aquella adolescencia feliz que nos hizo hombres en la escuela superior Central, ¿qué se hizo de Catalino? Hoye. uno de nue tros más inspirados y prolíficos compositores. No está del todo mal haber compuesto, según sus propios cálculos, unas 3 mil canciones, para alguien que dcdicó su juventud y la temprana madurez al servicio de correos. Y lo mismo compone un bolero que una 'salsa', condimentada ésta con su estilo único, que le da más sabor criollo y fuerte contenido popular. Se me olvidaba explicar que el Catalino de mi relato es, nada más y NE: Esta crónica es autoría de German M. Negroni, Director del Diario El Vocero. Se incluye porque en ella el autor hace una "larga" y simpática referencia al Sr. Curet.

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ompo itor puenorriqueño natural de Guayama y criado en Barrio Obrero, Santurce, se inició como autor profesional en el año 1968 con el tema titulado La Tirana, canción llevada a la fama intemacio11'\1 por la cantante llamada La Lupe (Lupe Victoria Yoli). Con esta misma antante ofreció dos temas iguientes, Puro Teatro y Carcajada Final, que I inmediato le consagraron y auparon su nombre a nivel continental. No se detuvo ahí escribiendo temas románticos y bailables qu luvieroncomo intérpretes a renombrados cantantes latinoamericanos como 1'ltoRodrfguez,OlgaGuillot,RobertoYanés,ImeldaMiller,DanielRiolobo , Vitfn Avilés, Chucho Avellanet, Lucesita Benítez, Elena Burke, N 1 on d, Cheo Feliciano, Rafael Cortijo, Ismael Miranda, Vicentico Valdé , Miguelito Valdés, José Luis Moneró, Joe Valle, Sophy, y una infinidad d llflj tas insulares y del extranjero. La música de Tite Curet Alonso ha sido ganad ra d sliv'\l s lI1temacionales en países como Brasil, Vcnezu la, I m in y ara 'uay, mediante canciones e critas para distintos participante en dich . e rt, Il\ • n

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Curet Alonso ha sido reconocido como el mejor compo itor puenode los úl timos tre lustros en que la música popular alcanzó enorme Impacto entre la juventud. La acreditada revista Record World le concedió 1 r dos años consecutivos el premio de Mejor Letrista Latinoamericano. En homenaje a su valía le fue dedicado el Festival de la Voz y la anción, celebrado en Puerto Rico durante los Octavos Juegos Panamericano uc tuvieron lugar en la Isla. Como compositor, Curet Alonso tiene la difícil particularidad de cribir para todos los géneros musicales latinos. Desde la danza nue tra h ta la samba brac;ileña y el folklore sudamericano. I riqueño

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Uniéndo e una v z al nu v . n epto de la música nativista boricua, las ob~~ de Curet Al n. r 'ultar n y re ultan éxitos rotundos en poder y m ny Croatto, Nano Cabrera, Moliendo exposIcI6n de canl ~ . Vidrio, Grupo Katraska y lr d 1llamado género neo-nativista. Desde 1 T alr lympia d París, Holanda, Alemania, Inglaterra, Estado Unido ,Afri a, l da la América del Sur hasta regiones del Pacífico y el Lejano Ori nL ,1 mú 'i de Curet Alon.so ha hecho un recorrido que nos honra a t d . . u r continúa ampliándose con el advenimiento del nuevo "rock" y 1 mú ica juvenil. cuando hasta el mundialmente famoso grupo Menudo ha id inlérp~ l de temas de Curet Alonso. La obra d t c mpo itor no le ha vedado otros caminos. Ha sido empleado del Servicio Po tal d lo E tado Unidos por 35 años, al igual que aquel gran poeta Fortunato Vizcarrondo. Ha desarrollado, además, una bonita carrera dentro del periodismo artístico en revistas y peri6dicos de gran circulaci6n, como VEA, El Reportero. El Mundo y ahora El Diario. A menudo dice que "la música no es mi lado fuerte. El periodismo sí lo es, porque fue lo que estudié con determinaci6n". . Aún así, con todo y la fama que goza, continúa pasando por calles, barndadas y barrios con su eterno gesto de persona insignificante, pero obseIVándolo todo con visi6n aguda. Es su manera de ser...

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lla era presumida. Se pasaba horas enteras peinándose su cabellera rubia en la ventana, tratando de contemplar un horizonte donde no había mar. Su mirada jamás se dirigía a las esquinas del callej6n donde los j6venes de su edad se reunían para tocar sus tambores y cantar animados guaguanc6s luego de regresar de las faenas diarias. Muelleros, albañiles, cocineros, dependientes ... ¡Bah! ¡Ramo laboral! Ella no iba a ser novia de ninguno de aquellos que solían lanzarle piropos calientes y en cuyas miradas leía la lascivia, el deseo. No había nacido para estar "pariendo un muchacho cada año y soportar vulgaridades." ¡N6! Ella soñaba un príncipe azul, un hombre delicado, acaudalado y fino al cual impresionar y acaso esclavizar con su belleza, porque era bella, de hecho. Y bien formada. Bonitas piernas, ojos verdosos. ¡Una tentaci6n! Era para su príncipe azul que se peinaba diariamente los cabellos en la ventana de aquel segundo piso. Erapara su príncipe azul que se perfumaba su incitante cuerpo de 22 años. Jamás, jamás para ninguno de aquello jornaleros que ya le tenían hasta un apodo: "La Reina de la Ventana" ¡Atrevidos, pretenciosos bongoceros! El tiempo nunca se detuvo. Los mozos del barrio se fueron casando. Desde la ventana comtempl6 ella los jolgorios de las bodas pobres. Mucha alegría, fiesta y bullanga. Y el sonido de los cacharros vacíos atados a los parachoques de los autos cuando los novios se fugaban para empezar vida conyugal y matrimonial. Luego otros jolgorios, el de los bautizos de los bebés que iban naciendo. El barrio también estaba cambiando. Con el progreso econ6mico cada morador iba arreglando su casita. Los mozos, ya padres de familia, no

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NE:(1) "Bembés": Algarabía musical improvisada en la calle o en una casa


frecuentaban tanto la esquina. Otros jóvenes, también jornaleros, los suplantaron en los "bembés"l. Tenían automóviles "del año", novias lindas, enamoradas del sector. Era el progreso. La cabellera que ella se peinaba al viento con tanto esmero también fue cambiando. Mostraba canas en plural. Ya los muchachos del barrio ni la miraban. Tampoco la llamaban reina, quitándole el anterior remoquete. Si salía a la calle, cero piropos, cero deseo en las miradas masculinas que solfa provocar su contoneo de caderas. Ya no tenía ni contaba con aquel donaire. Sus curvas tradicionales se ampliaron. Y en su frente, pese a los afeites, se marcaron las primeras arrugas. ¡Pobre Eloísal Ya era muy vieja para los jóvenes y muy joven para los viejos. ¡Caso trágico! Pobre Eloísa, soñadora audaz. La última vez que la vi se reía sola y a carcajadas, mientra como siempre, peinaba su cabellera canosa para un príncipe azul y canturreaba palabras de amor. ¡Pobre E10ísa!. Los callejones pobres y los príncipes ricos sólo coinciden enlos tradicionales cuentos dehadas. Sf, de hadas que únicamente existen en los libros escritos para niños. Los príncipes, Elofsa, no pasan por los callejones de barrio. ¡Ni los de carne y hueso! Eloísa, ay E10fsa, me causa risa. "Yo que tanto la sonsaqué", me comentaba un señor vecino de aquel callejón. Y añadió: "Mírala cómo se peina su pelo blanco y canta, Eloísa, mi Eloísa... "¡Ta 'loca!"

oéticamente sería dicho así: "el ocaso duenne sobre Guanajibo". Lo cierto es que la tarde va diluyéndose tranquilamente sobre las aguas calmadas de esta bahía desde donde zarpaban una vez las canoas l laínas , de aquellos indígenas costeros que le dejaron un dulce remoquete 'ultural a los nativo de Mayagüez, princesa del oeste... ¡Ah, Mayagüez! ... En esta ciudad la simpatía se concentró una vez y ya para siempre. Su 'j udadanía nos da la razón. Y la sazón de unos mangos que en sabor habían alcanzado "el magna-cum-Iaude" siglos antes de que se fundara allí el olegio de Agricultura y Artes Mecánicas. Ese Colegio que produce buenos Ingenieros, pero cuyo fruto más acondicionado y mejor cultivado eran las furras que le daba a la Universidad de Puerto Rico en competencias de pista y campo... Cuando el sector playero de Joyuda se le e capó a Mayagüez para uni rse al municipio de Cabo Rojo, quedó la pI aya de Guanaj ibo reafi nn ando su poética extensión, dando esa natural escuela de belleza y paz. E un trecho indispensable ... Estas palmas, este cielo, este mar para mí tienen algo de retro pectivos. Los contemplo y comienza la afluencia e influencia de recuerdos hilados a puro amor. .. El auto se deslizaba sobre el asfalto. La brisa guanajibeña inundaba. Tus cabellos se despeinaban y tus palabras parecían ecos del lenguaje de las raviotas enamoradas. Y tus ojos reproducían el color del clima. Ojos suaves, mirada suave... De repente detuvimos el coche para contemplar una isla: Desecheo. Una isla que invita a la visita. Ir hasta allá. Tendemos sobre aquella arena, despreocupadamente, para no pensar en nada, absolutamente en nada ajeno NE:(1) "Canoas taínas": De ¡os indios taínos

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a nuestra presencia allí en aquel islote hecho a la medida para no medir la fortuna de soñar y estar. .. Después irnos acostumbrando a la laxitud muscular, a la cotidiana serie de estirones que preceden a los actos de amor. Y notar como el sol se despide de Puerto Rico y la noche cae con su conglomerado de estrellas estáticas y ver en el litoral como las luces de la ciudad empiezan a encenderse. Y sentir el cosquilleo en la piel que sólo quiere ser acariciada y nada más. ¡Ah, soñar, oñar y soñar! ... Lo real es que debemos partir, alejamos a lo largo del incitante litoral. Regresar a la ciudad y entrar en la bruma de un bar a esconder este amor tan diffcH. A ocultar el desborde de la pasión que nos posee con todo el ardor que suprime la paz... ¡Ah, soñar, soñar y soñar! ... Lo real es que dentro de un par de horas lo candente de este encuentro se fraccionará. Y las copas de vino se vaciarán por última vez. Y tú y yo partiremos hacia rumbos diametralmente opuestos de la ciudad, lejos ya de Guanajibo. Apartados de la sensual playa azul que nos regaló su escenario para una tarde de amor. Y de la cual heredamos el deseo de volvemos a ver. Guanajibo se toma gris. La espuma de las ondas se desprende de su blancura. Las gaviotas emprenden vuelo hacia donde nadie sabe. El horizonte se está chupando el sol. El afluir de automóviles se hace más copioso a cada instante. "Es un riesgo, amor, nos pueden ver" ... ¡Adiós, Guanajibo! ... Espéranos mañana, sin falta. A la misma hora de siempre. Cuando el sol empiece a coquetearcon el horizonte hasta caer dentro de un beso cuyo precio es el advenimiento de la noche. Adiós, Guanajibo ... Hasta mañana... Adiós! ...

a sido uno de esos días colmados de grandes preocupaciones. De un lado la existencia de un amor sin amor. Dije amor, no aventura. Un cigarrillo tras de otro y la certeza de amar con alegría y duelo una mujer tan cercana como lejana. Ha sido uno de esos días en los cuales el resto de la humanidad apenas III orta. Las melodías han llegado. Las palabras no. De vez en cuando ha nado el teléfono y al otro lado del hilo han hablado voces inesperadas. migos para hablar de cosas que apenas si me interesan. Beisbol, crímenes 11 1áreadelsla Verde, invitaciones para esta y aquellafiesta. ¡Pshhhhhhhhh! tos que en nada podrían competir con la nostalgia. Eventos que pueden n rdecer los ánimos de multitudes y grupos, pero que en mí serían algo así mo ceros a la izquierda. Una voz femenina acusándome de ser un hombre difícil. De que no lo que me estoy perdiendo. Que ella sabe de amor más de lo que dicen las I vistas Luz y Cosmopolitan... -"Tú eres quien te lo pierdes"-Lo que otra se gana. Mira, el amor es algo tan profundo cuando se i nte que hasta uno puede darse el lujo de no ofenderlo con flores de un lCa...

-¿Cómo?• • 1 -Que yo mi pólvora no la gasto en pItIrres ...Fui vulgar. Bien vulgar. Ella "enganchó" gritando yo no sé cuantas )bscenidades. Yo me reí por dentro, pensando en cuántas personas hay que nada saben realmente del amor. Por más que le canten... Otro amigo, realmente un amigo, de muchos caminos, de muchos ·tríos y aventuras de juventud... NE:(I) "Pitirres": Pájaro aguerrido que le puede y vence al zamuro guaco

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-Ay, chico, sal de ese marasmo. Te vas a matar tú mismo pensando tanto ... -No te apures. estoy bien así. Tú sabes cómo somos los acuarianos, cuando una cosa nos trabaja no queremos cuenta con nadie... Luego nos vemos. Cuando pase esto. -Tevasaperderunrumbónchévere. Vaairgentedeviejaguardia... -Dámele saludos. Y diles que en el próximo convite no fallo. De veras, te lo digo, no me siento bien y no creo que el "party" me pueda poner en algo ... Después te veo ...Colgamo ambos el teléfono. Yo no sé lo que pensó él allá. Tampoco lo que le explicaría a lo miembros de la cumbancha. Pero me lo imagino. La rueda formada comentando, quemándome a placer. Sacándome las tiras de pellejo bajo la llamada camaradería... y el sinfín de tragos. Marasmo le llaman ellos. Yo le titulo nostalgia de mil kilates, llena de muchas horas de desvelo con el pensamiento fIjo en alguien que real~ente es mucho más que alquien. No son horas perdidas, porque entre el allmentary matarde Hu iones se evidencia ala vez que el lado sentimental del corazón continúa en buena salud ... . Yo sé bien que esta explicación dada en una rueda de amigos a lo mejor pr~voc:ría carcajadas burlonas y comentarios llenos de la mejor y más fina lrOOla de aquellos miembros de la vieja guardia... - Yo lo conozco, se le pasa ahorita... -Eso es en lo que te enamoras otra vez y olvidas eso de ahora... -Te ha dado fuerte esta vez. Cambia de alimentación ... y luego todos a coro cantando aquello de "eso le sucede al que se enamora... " Apagué todas las luces de la casa. Dejé todo a oscuras. Ya a estas hora~ el teléfono con iguió algo mejor que yo: descansar y dormir... Suerte que tlene ~e er ó10 un artefacto que ni siente ni padece. Sin dolores ni penas que le danen ~u podero o riiiiiiii. Su imperante sonido que este día no supo sonar para dejarme escuchar cierta dulce voz esperada en vano....

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uando me senté a escribir esta crónica, de hecho, no contaba con motivo alguno. Un día sin tema. La mente en sf, llena de letras sin yo saber qué hacer con ellas. Telefonée para saludar a una amiga mía, modista de altos vuelos que ,. tia de "hacer esta plaza". Ya a conseguido notas de A en varios desfIles. , I sta un modelo suyo fue laureado en Nueva York. Entró en juego el modo ese de "qué era de tu vida" y "déjate ver de '/' en cuando pues todavía sé hacer un poco de buen café". Esta mujer tiene algo en la voz y una detenninada alegría capaces de 1 vantarle la moral hasta a Napoleón Bonaparte si volviera al destierro de '-1 a. Necesitaba hablar con alguien así. Persona de mente sana y "tremendo II rpo sano también". -Tú no tienes palabra. Me anunciaste dos visitas a mi casa y me ¡fiUa te esperando, con cena y todo ...-Es que vivo de un lado hacia otro, como el carrito del gas. Me halan I ara aquí y para allá. Pero me duele haberte dejado "cuadrando". Otro día rás como aparezco por allá, a ver si te sorprendo modelando un buen hikini. •.

No pudo contener una risotada un poco maliciosa. Alo mejor modela I ara mí uno de esos trajes mínimos de playa. Se debe ver bien vestida como 1) más cercano a Eva que se conoce hasta la fecha ... -Lo del bikini. .. ¿va?Otra risotada casi de aprobación. Vá... No, mejor que no vaya. Si algo iste de bueno en la belleza de toda mujer es lo insinuado, lo que deja rreno demás para la imaginación. De ahí que una mujer de piernas bonitas no tan bonitas) llame más la atención si lleva minifalda cuando va por la 'alle, que si paseara por una playa colmada de baftistas. Frente a las olas


queda muy poco para uno de los tesoros de la mente: la imaginaci6n... -Muy dichoso yo de que una mujer como tú e perara por mí. merezco tanto.-Mereces, sí que mereces ... Esta amiga e del tipo lisonjero y galante. Si supiera las veces mirándola se me cruza la idea de repetir los dos o tres besos que una vez dimos bajo la euforia de un encuentro inesperado, amenizado con un di de salsa y dos o tres boleritos románticos. Fue una reuni6n muy anim Que dej6 entre la amiga y yo el perfume suave de un posible amor. La d es atractiva yen la tersura de su piel acanelada se adivina que posee mu miel. -Estoy segura de que antes de llamarme hablabas con alguna d novias ... -¡Qué va! Trataba de escribir una cr6nica, pero ni forma de qu saliera... -A lo mejor yo te sirvo de inspiraci6n... ¿Qué tú crees?-Tú puedes inspirar mucho más que una cr6nica, por si n sabías ... Silencio en la noche. Todo qued6 en calma, más que en la letra mismo tango. Parece que hablé muy directo... Después de todo, ya dije la amiga es atractiva y reacciona bien a la galantería. Se deja decir. Y mujer que se deja decir cobra siempre una sutil importancia cuando la h de la noche es alta y es preciso hablar con alguien que tenga la compren i de escuchar. -¿C6mo estás desvestida?-No, yo estoy muy bien vestida con una bata de casa que yo mi hice, porque ya estaba siendo hora de dormir... Tú siempre con pregunta raras ... S ría e pectacular ver a esta mujer dormida. Pero no con el su producto del can ancio de trabajo, sino por ese sueño abandonado y d provocado por vario a alto de amor. Sería interesante arroparla su ment para pr teger u piel de la frialdad del aire acondicionado. y decirle: "Descansa bien mi amor, que mañana es otro día, con noch que tU me puedes hacer muy interesante... "

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i digo el nombre de la floristería incurriría en un anuncio no pagado. Si dijera en qué punto de la ciudad está ubicada pues, igual cosa. Pero al leer esta cr6nica escrita al filo de la medianoche sé que la dueña I 1negocio no podrá evitar la sonrisa maliciosa con que me recibe cada vez 1 1 voy a ordenar flores para cierta dama. -Mire, paisana, que sean de las genuinas. De las rosas rojas capaces 1 no marchitarse nunca. Ya usted sabe para quién son ... -Curet, a usted cualquier día le van a levantar la tapa de los sesos... _¿ y cuándo un ser humano enamorado ha tenido sesos? El que se namora no piensa, actúa, Esos negocios de pensar y analizar dejan de i tir automáticamente. No hay control. Cada ramo de rosas que esta buena señora ha preparado es un rojo mensaje de amor y nostalgia. Sin advertirlo, ella ha sido una secreta , mplice, avivadora de una llama. La miel sobre de las hojuelas. Cada ramo de rosas rojas ha logrado penetrar hasta cierta oficina 'ompletamente vedada para mí... El Día de Las Madres, El Día de Los Enamorados, Nochebuena... Ilappy Birthday... Un nombramiento de ascenso... y allá van las flores I rtando un júbilo mayor que la Bola del Mundo. A estas horas la dama debe estar descansando tranquilamente, iormida ... Dormida con esa tranquilidad de quienes consiguen de la noche un sueño placentero ... Soñando o sin soñar con alguien. A estas horas de la noche, horas altas, estoy yo recostado en un balc6n nterándomedec6moelmaresunmisterioefectivamentenegro.Ydec6mo 'ncentiva los buenos recuerdos. Esos buenos recuerdos que llenan de tristeza la ausencia de ciertas y determinadas personas. El recuerdo: bendici6n y maldici6n.

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A estas horas de la noche la dama debe estar abrazando una almohada perfumada con agua de colonia francesa de cierta marca. Los perfumes tienen significados caprichosos. Según hay esencias que marcan un adiós, las hay que prometen regresos. Como si en el amor existieran las distancias. El amor que es amor no puede tener regreso, porque nunca se va. Es 10 constante, lo fijo, la tinta china, la mancha de plátano. Sus brazos perfumados deben estar estrechando cada vez con más vigor la blandura de la almohada. Su cuerpo semi desnudo debe estar vibrando con las sensaciones arrojadas dentro de la tónica de su sueño por el recuerdo consciente. Esa es la frase, el recuerdo consciente de ciertos días, de ciertas horas ... De ciertos lugares ... De una gloriosa intimidad afiorada. A esta hora de la noche el pensamiento mío se nutre de un poco de ayer sazonado por la emoción de estar solo. Completamente solo, hilvanando sentimientos con hilos de amor. Con agujas de melancolía perforando a placer el tejido suave de las ilusiones. A esta hora de la noche mi otro yo se desprende de mí. Sale a pasear un trecho por la bruma. Percibe la neblina cruel que hace más intensiva la nostalgia. Yen su infinita bondad la sale a recibirpormí. Sabe que yo mismo no podría resistir sobre el alma un peso tan avasallador. Y se lanza espacio abajo determinado a sacrificarse por mí. Es un buen pastor que da la vida por su rebaño de una sola oveja. No quiere que yo sufra. Y yo pretendo darle la imagen de alegría que adora ver en mí. Aun así es inútil. A esta hora cierta dama puede que esté pasando por un trance igual de melancolía. Recordando pétalos de rosas, pétalos rojos abandonados sobre unas sábanas arrugadas por el amor. .. Mientras yo siento cada hora de ausencia como si se tratara de un año ... O tal vez de un siglo.

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y ~il4t...

ilUt ~fJw.1 1Quinto Encuentro de Bolero y Filin ten?rá lug~r este sábado 15, e~ el Teatro de la Universidad de Puerto RICO. ¡Cmco años, un lust~o. Para su productor Rubén Malavé ha sido una lucha cuesta arnb~ e ntratando talento, solicitando pareceres, ambientando la sala y hasta caSI leándose con las autoridades de inmigración por el asunto de las contralladas ~i as. También ha sido un lustro de belleza vocal, lírica y de buena . integración a nivel de público. , ., . En materia de interpretación el llamado film SIempre ha SIdo.lo fino de 10 fino. Es el ingrediente que en un pequeño bar club pone y deja en la atmósfera que sea una especie de bruma cordial, especialmente c~ando el amor se manifiesta en todas sus gamas, aunque entre ellas la prefenble es la triste, productora de canciones y boleros tipo ~corta venas' .. El filin es una terapia de alcance total. TIene sus VOCalIstas y oyentes defmidos a la medida para sufrir un poco entre degustaciones de bueno oleros. El filinista es un diletante completamente entregado a e e. ane 'onoro que se adhiere mejor cuando hiere,. s,e cu~do 10 hace ~r ~edlo de una voz brillante rompiendo acordes y repItIendo apoyaturas quejosas en el momento preciso. Hay que aprenderlo para poder dig~rirlo. No todo el mundo puede caer en trance, virado hacia ese est~do de ámmo tan penetrante hecho música y palabras. Hay que ser especIal. , Sin embargo, hay ftlinistas pormiles y miles en todo el mundo. ~nlos Estados Unidos, donde empezó el sistema aledaño al jazz, se produJe:on grandes filinistas (allá le llaman "feeling'). Ella Fitzgerald, Herb Jeff:les, Dinah Washigton, Bill y Eckstine, Billie Holliday, Nat "King" Cole ~ ~Inah Shore, por aquello de brindar algunos ejemplos, llenaban los reqUISItoS. El bolero es el ritmo tropical más apto para dar la talla en ~sa modalidad. En Cuba hubo una vez cierto despego anti artístico que obligó

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a los cantores y autores prietos a refugiarse en tiendas muy discretas, casi domiciliarias para poder manifestarse. De ahí salieron los José Antonio Menéndez, Elena Burke, Portillo de la Luz, etc. En el campo de las voces masculinas Cuba y especialmente La Habana, dieron catedráticos de la usanza, entre ellos Miguel D'Gonzalo, Reynaldo Heruiquez y el cubano boricuaPacho Alonso. Los compositores Julio Gutiérrez, FrankDomínguez y Orlando de la Rosa. ¡Grandes en esa onda! Puerto Rico no se quedó atrás y ya desde los años en que tenía vida la cantautora Sylvia Rexach, allá en su apartamento de la Pda. 21, se daban cita figuras locales como Tuti Umpierre, Francisco Parrilla y el declamador Juan Llibre y ya de la casa, la propia voz y el piano de Sylvia. Se conocían ya en la radio las canciones y la voz de otro filinista isabelino, Noel Estrada, piano triste. Más adelante y en la parada 22, pero en la Ave. Femández Juncos había otra guarida de filinistas, el Margie's Piano Bar, donde era normal hallar las voces del pianista cantor Ralph Dick Y la famosa Muñeca de Chocolate, Lucy Fabery. Los grandes boleristas nuestros siempre han tenido filin. Entiéndase Daniel Santos, Bobby Capó, José Luis Moneró, Carmen Delia Depiní, Joe Valle, Vitín Garay, Víctor Luis Miranda, Cheo Faliciano y Lucecita Benítez. Los regentes del famoso Trío Los Panchos siempre buscaban boleristas boricuas para el rol de primera voz, precisamente por ese saborcito que no está enlas cuerdas ni en el papel de pauta, entiéndase Hernando Avilés, Julio Rodríguez Reyes, y Johnny Albino quienes llegaron a grandiosos por contar con ese detalle: el filin. Puchi Balseiro cultora excelsa, filinista del centro del rollo, que cada año contra viento y a como dé lugar monta en un barco de músicos, cantores de e a tónica y público amante, produciendo un tour de filin esperado por la tradicional matrícula de seguidores, en la que es ya musa sembrada la colo al cantautora Lydia So a, intérprete de mil kilates. El filin flota entonc a t d pla r. Lo de Puchi Bal eiro es un evento 'sine qua non'. 1produ t r Rubén Malavé, que ya ha logrado instalar su tradicional Encuentro d Bol ro y Filin presenta su quinta edición con Lucecita B nft z, muj r llena de música y emoción. También de amor, cultura y barri . Si mprc lc ha hccho justicia de la bien justa al bolero filinista. Y va a c tar Andy Montañcz, dc cualidades similares, artísticamente hablando,

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quien antes de su comienzo con El Gran Combo fue cantor d 1I o. faltará Yayo 'El Indio' Peguero quien conoce el bolero como a u pr pl'l.' manos. Recientemente antes de fallecer el compositor Tito Henríquc~ 1 grabó unos seis temas de su autoría bajo arre~los y dirección de Má~lmo Torres ycuando el célebre pianista Rafael Ithier se personó al estudIO de Telemundo para ofr cómo habían quedado las canciones de Tito, comenzó a llorar y hubo que darle copia de lo grabado. Es que Yayo es Yayo.. Alex de Castro, el más joven de la cartelera, además de haber bnll~do internacionalmente en el campo de la salsa tropical, es también bolensta exquisito. Este muchachón es profesor de canto, y quiere que escuchen sonar su bolerismo de filin. Lo va a lograr entre aplausos: Ya lo ver~. Como director musical, Malavé escogió a quien meJor puede bnndar un acompañamiento apropiado sin mucho recobeco sonoro, a los can~antes comprometidos. Nada más y nada menos que al ma~stro Mand~ VIZOSO. ¡Cero palabras de encomio! Por algo fue una vez dIrector mUSIcal en el Casino de Montecado allá en Europa. Quinto Encuentro de Bo1cro y Filin, en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico. ¡Prepárese amigo Rubén Malavé! Yo como tanta gente gustadora del ramo filin ... ¡Guapallá!

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i 'mo nombre, que de tanta venta está resultando actualmente, en edición 1 Sony Discos. Serán las canciones y el ser humano que fue 'El inquieto 'macobero', aderezado todo con situaciones dramáticas que ganarán el , rado del público, desde ya agotador de los boletos correspondientes a las t r funciones. "Entre todos los cantantes formamos para Puerto Rico y lo que no es 1 uerto Rico, una gigantesca onda musical que naturalmente no se debe a ninguno en particular y sí a todos, por]o que creo sincerament~,que ~eben .. r reconocidos alguna vez, porque todos estamos en todos • entIende anny. y sigue diciendo: "¿quién no admira a Daniel Santos? Todo el mundo lo quiso, lo amó con amor de púeblo, lo mismo el e~c.opetado VIP, ~ue los muchachos del bar de la esquina, lo mismo un OfiCInIsta que un estIbador, tanto un jefe gruñón como un simple limpiabotas". . Si bien -opinamos nosotros- casi todos los cantantes admIran a aniel Santos como en un culto secreto o público, ello no ha sido exclusivamente por su aportación vocal. Además de su cantar genuino yú~ico, está ún viva su penetración social, ese impacto a pueblo completo y sm trabas, también único. Hay mucha de esa enjundia en Danny Rivera. Por algo siguen siendo tocayos, ambos con nota "A" en el arte. Y el que venga atrás que arree. ¡Así eso! "Yo investigué la vida de Daniel Santos para poder crear su amb~ente de bar integrado por una serie de personajes que fueron parte de su VIda y us peripecias. Daniel entra y sale de la escena, según él entraba y salía de us lugares habi tuales, el bar entre ellos. La vellonera no puede faltar, pues fue algo básico en la diversión pueblerina de aquellos tiempos cuando los años 40-50". Este show, que también lleva el nombre de "Homenaje al Anacobero cuenta además con la intervención de elementos de "expertice", como Eduardo Reyes y Ruco Gandía en lo musical, Fernando Aguilú enla montaje de luces y escenografía, Berty en el sonido, los vestuarios de Wilfredo Solís y la bailarina invitada Sonya Cortés peñIlándose en las coreografías de Jesús Aponte. ¡Buena tela para cortar! Danny prosigue hablando sobre Daniel, mientras sorbemos un café prieto bien boricua en una cafetería bar de la Avenida Ponce de León, cercana a La Gran Cadena Estereotempo, donde brindó una entrevista

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xactamente individual nadie lo es. Todos llevamos por dentro algo así como la presencia de otros seres, querrámoslo o no, ejerciendo inevitables influencias, reflejadas en nuestro comportamiento. Y nos preguntamos, ¿por qué? Danny Rivera, nuestro primerísimo cantante, debe estarse preguntando el porqué de ese extraño deseo de cantar boleros y otra da e de tema musicales pertenecientes al repertorio del estelar y desaparecido vocalista Daniel Santos, gloria de Puerto Rico. "De la admiración uno pasa al deseo de penetrar ese mito que andaba por encima de lo que Daniel era en su aspecto fundamental o sea, fuera del escenario. Y de lo que él era... ", comienza diciéndonos Danny Rivera. visiblemente comovido por el recuerdo de su célebre tocayo de nombre y arte. -¿Cómo era él, según tu punto de vista? -Era como yo, de barrio. Soportamos ambos casi las mismas vicisitudes, necesidades que la pobreza brinda para hacemos soñar con tiempo mejores. -¿De modo que poresa condición gemela y la forma en que las super6 lo encuentras grande? -Yo Cfi que f. El mejor y el má grande de su época, que él anim6 cantándole al amor ya todo lo sentim ieotos que pasaron por su voz y estilo. y no sólo vale la pena r cordarIo por u voz, sino por cuanto él era, con su virtudes y defecto , é to tan parecidos o iguales a los que cualquier r humano haya tenido o pueda tener. El espectáculo "Daniel le canta a Daniel", que comenzará a ser presentado en el Centro de Bella Artes mañana viernes y hasta el doming ocho, tendrá esos ingrediente . Irá un poco más allá del álbum portador d l

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radial. "El libro de Jo ean Ramos en tomo a la vida de Daniel Santos me proporcion6 datos e informaciones de mucho valor a la hora de producir el concierto y su parte de drama." "No creas que esto de Daniel Santos es fiebre de ahora. De niño ya se me había metido en la cabeza. De grande me impresion6 su estilo como de vodevil francé . -Era dramático- apuntamos. "Sí, esencialmente dramático. Se vestfa de soldado, de mendigo o de lo que requiriera la canci6n de tumo en su fase de interpretaci6n". - y era violento a veces, audazmente violento -seguimos apuntando. -Sí, pero esa violencia no la voy a sacar en el concierto así, "per se", sino traída a colaci6n con ternura de voz y presencia. -¿Porqué? -Porque yo dudo mucho que en sus fueros internos Daniel Santos fuese un tipo de pelea, como cuesti6n básica o vital. Su voz y sus canciones jamás me dieron una imagen turbulenta. En el concierto espectáculo los personajes se reconcilian si antes discuten' a todo vapor'. No hay bronca total y símucha bohemia como caldo de cultivo y motivaci6n del show. DannyRiveranoshablacontantoentusiasmoacercadelaproducci6n que por mucho hemos creído que para él "Homenaje al Anacobero" es algo así como un desahogo, un deber que cumplir para con Daniel Santos, y este Puerto Rico que sigue amando la memoria de uno y la vigencia del otro. Sí, de ese Puerto Rico que ama sus dos Danieles. y que en uno ha de verlos a ambos hechos música, voz y drama, ternura y bar, bohemia y sutileza, todo bajo la producci6n de Alexandra Malag6n (¡no fallaba má ,por razones obvias de amor y talento!). AIIf, en la ala Paoli de Bella Arte, donde fuimos testigos de atronadora ovaciones para Daniel Santos, estaremos de nuevo porque Danny Rivera meterá mano con la toda eficacia vocal que lo caracteriza, y su valentía de barrio para luego ser aplaudido, como es reglamentario, por el público pu to de pie. j Un e pectáculo así, nadie se lo va a perder!

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dMt ltMieio.,

eadüa~Ct

e' uco. y ui1tuút A mi amigo Domingo Alvarez

abía que vivir. Se tenía familia y había que vivir y subsistir a como alcanzaran la situaci6n, sí, y las entradas de una economía escasa. Ni el mismo mar casi tenía peces, menos la Laguna de San José, r ducto acuático vecino y comunal. Los que vivimos la época de los años 30-40 sabemos de aquellas ndiciones. Por debajo de las casas pobres ubicadas en las partes bajas del amado Barrio Obrero corrían las invasoras aguas negras de las cuneta , lerramadas obre los inefectivos bordes. ¡Fangosas aguas mal olientes, casi siempre! Cruel obsequio de las partes altas llenas de residencias po eída r gente más pudiente. Abajo, siempre el hacinamiento de hijo ,matrimonios y algún gato flaco, en apenas dos dormitorios. ¡Cero balcone ampli ! La parejas de novios sufrían esa circunstancia de los balcone redu ido . ¡Por razone obvias! Poco manoseo, besos rápido y de corta dura 'i6n. Allí vivía nuestro personaje Don Ba ilio debid a un d s'tl< j ausadoporla gerencia de una firma maderera que n ila a x andir:u: facilidades y puso a unos cuantos inquilino pue ,en dificultad .. uv lU le tionar "allá abajo", en la calle 9, a ver como construía una ca ita obre 1 emi manglar para su mujer y tres hijas de mucha gracia. iBonilas que iban , ser! Fue carpintenando aquí, allá y más allá hasta que lo logró. Para suerte suya, en la correría laboral de su juventud dio en el pueblo de Ponce, ntonces no autónomo como ahora, con una empresa fabril donde aprendió arpintería y ebanistería, oficios que para levantar su casa de madera y zinc le vinieron "de perilla". Con ayuda apropiada y desinteresada -un pobre ayuda a otro pobre para mejorar- logró hincar en el fanguero los soco vegetales y de cemento para que la casita tuviese sostén y firmeza, no fuera como en casos de vecinos cuyas "edificaciones" se iban de lado o se hundían

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n 1c nago o uelo. ¡Ah, Don Basilio, Ah Don Basilio! Hombre de domin6 y coraz6n enamorado, cuya vista, como "quien no quiere la cosa" se le iba detrás de las mujeres guapas que por allípasaban. ¡Piropos en silencio! Yque alahora de defender a los suyos estaba siempre en primera línea. Trajo, pidi6, compr6 gazpachos de coco, cachispa de coco y viruta de madera para rellenarel breve predio. Eran materiales sobrantes estos dos últimos, porque al coco después de sacarle el agua y la tela le sobra la corteza para los artesanos que fabrican caretas. Y Don Basilio tal vez a los carnavales ni iba. La viruta era un producto residual del cepillado y corte de la madera de allí, donde trabajaba, en la ebanistería Michclena, que todo el Barrio ~brero con?cía. y se la regalaban porsacos. Así rellen6 el patio. ¡A cachispa e coco y.vlruta! Y luego remató la obra con un puentecito rústico, que apenas SI soportaba el transitar de una sola persona. Y pensaban los novios ... ¡Gracias a Dios que los puentecitos no hablan! Los puentecitos familiares del mangle. Por encima de ellos caminamosmil veces con rumbo alos "corrales de pesca", hacia las zangas del viejo Ro~ero, a comer pescado gratis y sorber un poco de "ron cañita", malafago, lágnma de alambique o trepaseto, que de muchas formas lo llamaban Guille Colón, Fé1i~ Dalmau, Jaime Timber, Rafael Ramírez, Moncho Cotto, Tony Ayala, Mano Gaetán, Felipe, Domingo Alvarez (Mingo Motta), Alfredito Colón Salgado... ¡La pandillita de trigueñitos de la esquina de la Calle 12 y la Avenida Borinquen! Ah, los puentecitos,traspuestos los bordes de las calles barriobrerenses -parte baja reitero-- eran la vía de penetración a los interiores de trascorrales, sobre los cuales ir de una casa a la otra, evitando caer en el enga~oso fango y quedar hundido hasta el pecho bajo una superficie de cachl 'pa e'coco y viruta. El urbani mo, la educación, el profesionalismo, progresivos embate , .acaron "de allá abajo" a muchas familias. Casi todos los que tuvieron mediO procuraron otra zonas en aquella ininterrumpida fiebre de la con. trucci6n, en bu ca de residencias más seguras, con bonitos diseños, fuen. c ntexto (cemento armado, arena, varilla yagua) y trazos de supuesta arqUitectura mode ta, casi siempre. . D n Ba ilio también fue esa clase de emigrante urbano. Sus hijas e tudlaron y e casaron bien casadas (¡por la Iglesia!). Y se llevaron a lo viejos troncales de la familia a una urbanización donde él paso sus último

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, siempre carpinteando y martillando clavos, maderas y recuerdo . La jez lo acorraló. Luego el fm. Sus descendientes están enla vida urbana, fuertes y finnes. La belleza I atural de sus hijas se proyectó en sus nietas "al mayoreo". y en nietos IIlteligentes, de nivel profesional, como las hembras. El viejo Don Basilio sé que partió de este mundo con la satisfacción 1 1 deber cumplido, aunque en vida nunca le escuché ufanarse de ello. Sí, . n la satisfacción de haber levantado una familia, cuya base primaria :tuvo sostenida por el trabajo, los buenos sentimientos y una casita en la 1arte baja de la Calle 9 del nunca suficientemente bien querido Barrio brero, que tuvo como zapata audaz, una mezcla de materiales hoy en luso. Nada más y nada menos que "muchas tandas de cachispa e'coco y viruta". Ya usted no me puede escuchar, pero su recuerdo, Don Basilio, a veces me forma un nudo en la garganta adentro. Dios lo tenga en la Gloria. llá arriba no puede haber para usted otro lugar.

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Ct

30.000

p~

de alfwut

E

s .un hecho experimentado y comprobado en las múltiples travesías dIsfrutadas durante el desarrollo de mi vida musical. Resulta innegable. A 30,000 pies de altura todo el mundo cree en Dios. Y no se debe a estar más cerca del cielo. Es por el miedo consciente o inconsciente, que causa el estar viajando por aire. Estar en el aire sin padre ni madre. Es cierto lo que las estadísticas dicen. Más personas mueren en accidentes de tránsito, acaecidos en calles y carreteras insulares, que en los de aviación, con todo y lo mortalmente masivos que resultan los de aviones, donde por lo general no se salva ni el gato. Sí, la información, el dato, están investigadas y computarizados debidamente. y probablemente los automóviles son más peligro os que los aviones. Hay más riesgo en conducir cualquier tipo de auto, sea del año que sea, que en pilotear un aeroplano. Sí, pero sucede que a 30 mil pies de altura nadie piensa en e tadfsticas. Ni los maestros de esa importante materia educativa. ¡Ni ellos! Ni los norteamericanos siquiera, que todo lo llevan al mundo de las cifras, costos, gastos, ganancias y porcentajes. ¡Ellos tampoco! Hay pasajeros qu~ abren Biblias y rezan para que los motores no vayan a fallar y durante el viaje se persignan cada vez que la aeronave se jamaquea, ~cbido a pequeños vacíos. Sin embargo, cuando el vuelo recupera la erentdad guardan la Biblia como si fuera un libro inútil. Y hasta ordenan a la camarera un par de tragos. Algunos llaman a eso la condición humana. Con eguida la gracia "pasamos a otra cosa". No eran aun los tiempo del automóvil ni del avión, sino del camello, el burro, el caballo y el buey, cuando en la arcaica Galilea sucedió algo similar con alguien "super bueno", que aun tiene y tendrá mucho que ver con la Biblia, sobre todo en el ~uevo ~e tamento. Un ser que se pasó la vida predicando amor y haclCndo mIlagros y a quien aquellos a los cuales favoreció lo dejaron ir a

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1 'rucifixión más bárbara que registra la historia. ¡La condición humana! J ! La exhuberante dama que viajaba a mi lado en aquella travesía San filan-Nueva York, sin duda alguna era de temperamento nervioso. O le J'u:taba mi contacto auxiliar. Lució tranquila antes de la nave despegar, pero l'mdo encendieron los motores y el capitán ordenó abrocharse los cintuI n s y mantener los asientos en posición vertical, a la primera altura se me , 'arró del brazo, ¡Por poco me lo dobla! Y luego pronunció el consabido ... I rdone! No había nada que perdonar. ¡Yo, encantado! Aquella mujer era I nita, de mediana edad, o sea, cuarentona. Cabellera negra salpicada de Interesantes canas. Ojos profundamente negros. Un par de arrugas en la 1I cnte, labios semi húmedos. y fuera de toda duda razonable, de una figura 'uyos contornos eran inspiradores. Es de admirarse todo lo que se puede 'aptar en una serie de miradas supuestamente discretas. Si, algo más, una v z tierna y sensual. Tremenda mujer en esa etapa en la cual ni se es joven, ni tampoco vieja. ¡Tremenda mujer! En otra sacudida del avión por poco se pasa de u asiento al mío. SenÚ mo su cuerpo seductor se me restregó. Estuvo así porunos instantes, como alada a mis manos. Yo fui, prácticamente, su cinturón de seguridad. Recostó su cabeza en mi hombro, pero el mismo miedo no la logró ni lormitar siquiera. Hablamos de cosas intrascendentes. Le gustaba la músi'a, el baile, el cine, la televisión. Bebimos un par de copas. Sin sollamo de la mano tocamos temas como la vida misma, otros viajes, paí e ,cultura. , odo sin soltarnos las manos, ni hacer promesas de nada. Fue una e pecie de saludable llirteo, un afortunado devaneo. Un romance sin romance. Un acercamiento no de ocasión, sino "de avión". "Su vida debe ser muy interesante, amigo. Conocer gente, recibir 'plausos por cantarle al amor. Firmar autógrafos, ganar prominencia artística. Sí, cantarle al amor, a ese amor que a veces ni se tiene, ni se tendrá lal vez", comentó emocionada. Cuando me habló así nuestras manos se apretaron con nervioso ahínco. Y yo, fastrén del Barrio Obrero, pensé que la dama estaba falta de amor, de ese amor turbulento que procura la desnudez a como de lugar y luema las sábanas de cualquierlecho, no importa en qué habitación de hotel apartamento de playa se desarrolle el evento o la eventualidad. ¡Un vino viejo y música suave, instrumental! Ella pensaba lo mismo tal vez. ¡Yo la

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sentí tan mía! En ese lapso estábamos cuando una voz lacónica dijo por las bocinas: "Empezaremos dentro de 5 minutos el descenso en el Aeropuerto Kennedy, de Nueva York. Asegúrense de no perder sus pertenencias. Gracias por viajar con Pan American". Fue como un hielo. Como un apagón repentino de esa curiosa lámpara llamada la ilusión. Fue peor que un vacio en pleno vuelo. Un desasosiego total. Mis amigos del Barrio Obrero le dirían así: ¡Qué pasme! -Gracias por su compañía, tan agradable. El tiempo yel vuelo se me hicieron un santiamén, amigo-. -A usted, porque me tomó de apoyo. Nunca olvidaré sus manos, ni su presencia tan agradable, sefiora-. No fue preciso ayudarla en el instante de recoger su equipaje allá en la rampa sefialada para los pasajeros de nuestro vuelo. Un sefior, elegantemente vestido, canoso, de piel rojiza y elevada estatura ya la estaba esperando con cara de marido autoritario. Por ello tal vez la dama ni me dijo adiós cuando marchó con él, seguramente hacia un auto de lujo. Yo la miré alejarse, nostálgico, medio anonadado, achongado, como quien ha perdido algo que una vez tuvo por suyo. Tomé un taxímetro rumbo ala Séptima Avenida y calle 55. A ella, naturalmente, nunca másla he vuelto a ver.

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uando pienso en el inolvidable compositor puerton:iqueño Pedro Flores el alma se me convierte en una ovación rotunda. Su fonna de escribir y musicalizar siempre fue simple, sencilla. ¡Cualidades ¡nciles y complicadas ambas! Sus canciones no precisaban de conocimiento musical para ser guidas melódicamente. Y sus palabras o líricas, ustedes lo saben, tampoco quenan de diccionarios a mano para ser entendidas. Eran como transpantes. ¡Al grano siempre! ¡Al pan, pan, y al vino, vino! Su categoría de ducado universitariamente en vez de tomarlo barroco y rebuscado lo hizo llano, sin remolinos verbales. Hombre de principios sí que lo era. Cierta vez, siendo secretario del incumbente municipal capitalino Don Roberto H. Todd el este ser anexionista ro norteamericano disgustó agriamente al compositor, de línea separatista. edro renunció a su puesto y partió con rumbo a la ciudad de Nueva York, como estaba de moda y donde su carrera musical tomó auge, aunque para 'obrevivir trabajó en diversas ocupaciones y oficios, entre ellos el de capataz de albañiles en la construcción del metro ("subway") de la Octava Avenida. Muy callado siempre. A nadie le pregonaba que él era Pedro Flores y menos compositor. No era de rótulos. A su Puerto Rico lo amaba, eso sf. Cuando al correr de los años decidió volver a su país nada ni nadie pudo detenerlo. Y así el resto de su vida lo pasó con nosotros. ¡Echó para acá sin más ni más. Nos hizo ese regalo "de luxe". Para mí fue un honor conocerle y más aun trabar con él conversaciones amenísimas, tanto calle afuera como en los hospitales donde solían recluirlo cuando la salud se le agobiaba. ¡Tenía cada salida! Recuerdo la noche en que recibió un homenaje en

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el Club Tres Palmas, de Bayamón, de parte de la Sociedad Puertorrique de Autores, Compositores y Editores de Música -SPACEM-. Le pre dieron en el uso de la palabra varios oradores, entre ellos su compañc compositor Rafael Hemández. Cuando a Pedro Flores le tocó hablar inició su perorata con ¡. siguientes: "Buenas noches. A la verdad que me sorprende quela SPACE me esté dedicando este acto, puesto que nunca ha permitido formar parte su matrícula" ... En la concurrencia hubo un hielo letal. Era así, liso y rasado. Sin tapujos. Amigo del deporte hípico, béisbol y el juego de dominó. Y de las damas, o sea, del amor, base bastantes canciones suyas, enlre ellas "Linda" y "Vencido", bolero que a me daba latigazos, ese "cortavenas" que el buenazo de "Piquito" Marc solía dedicarme cada vez que coincidíamos en alguna actividad don tocara su cuarteto. ¡Bolero terrible, ese! Su obra fue cuna de triunfos para cantantes de la talla de Pedro O . Dávila, "Davilita", Daniel Santos, Chencho Moraza, Panchito Riset, Doro Santiago, Myrta Silva, Clarisa Perea, Bobby Capó y Palito Galindez, enl otros. También sirvió para que derrocharan su talento músicos como Cé. Concepción, Mancho Usera, Toñito Ferrer, Enrique Avilés y Bobby Quint ¡Ganaron fama! Le tengo junto al bayamones Tití Amadeo, como maestro líri Escucho las grabaciones de sus obras con la misma atención de siemp . de sobremanera me alegra el haberle dedicado el tema "Un Saludo a P Flores", que con tanta excelencia cantó y grabó mi amigo, el vers vocalista de nueva trova Tony Croano, con gran vehemencia, en hom n a su memoria. ¡Una que ha de ser etcrna!

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os pareció una paradoja. Mientras la ciudad entera se preparaba para celebrar una Noche de San Juan completamente alegre y rumbosa, hubo una armonía triste para conlaefeméride. Tito Lara, 11 ) de los ídolos nuestros en el mundo de la música popular, acababa de 1 di cer en un hospital de Texas. El fallecimicnto ya estaba por ocurrir. Esmás, se llegó a decir que tras . gunda operación "a pecho abierto" sufrida por el can~or, que de~de n vivía afectado por una condición diabética, llegó a monr, como qUien " en un par de ocasiones, siendo resucitado por técnicas médicas anzadas. Después vinieron las complicaciones, los comas prolongados y 111I al mente las fallas en los sistemas, normales en estos casos, que aceleran I J'lllecimiento. Allá para 1953-54 se llevaba a cabo en el Radioteatro WIAC de IIllurce un programa de variedades producido, dirigido y también animado I lf Myrta Silva, al cual llegó un día recomendado por amigos artista y por I 'fan deseo de triunfar, un joven delgado, natural de Barrio Obrero naturalmente!) que respondía al nombre de Tito Lara. Myrta, que siempre tuvo "buen ojo" para catalogar y proyectar al 1 11 nto de excelencia, le brindó toda clase de oportunidades, bautizándolo 1Il 1apodo de "el pollo que canta". Auspiciado por Myrta Silva, su t~unfo .' hizo esperar. Todo Puerto Rico se maravilló cn su voz afinada, umbre 1\ n rada y seguridad al cantar los temas de moda. Siguió buscando rumbos. La annonía vocal del grupo Los Cuatro , tuvo la primera voz de Tito turnándose con María Esther Ortiz sobre \1 voces y guitarras de Miguelito Alcaide y Luis Emilio Berríos... ¡Qué I \1 no cantaban! Vino aquella unión suya con el cuarteto Los Hispanos que le

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n él fueron desplantes de fastrenería ni "echaúras ¡Buen muchacho y buen hombre, con alma fina de barrio y pueblo! ¡Como de Barrio Obrero, alfm! Un cambio se operó luego en él. Inesperadamente para muchos, pero muy a tiempo para él torció por los caminos del cristianismo, de la fe cristiana y el mundo del espectáculo ya no fue más su mundo. Creyó en otra verdad más verdadera, de más peso... Comenzó a cantarle a otra clase de amor más puro y global, que si bien no le llevaba, como antes, ante las cámaras del video o las pistas de los clubes nocturnos, con sus acostumbradas ristras de aplausos, le llenaba el espíritu, conduciéndolo a una vida nueva, de mayores dimensiones. La noticia se regó a velocidad y por todos lados ... ¡Tito Lara se convirtió al Evangelio!"... "¿Qué es lo que les está pasando a los artistas?, Blanca Rosa Gil, Martha Romero, Carlos Alberto de Jesús, Vicentico Morales ... Tito Lara se limitaba a sonreír. Jamás se molestaba con aquellos que le discutían el por qué de su nueva decisión. Le iba bien y así lo decía dondequiera que se paraba a conversar... Sus verdaderos amigos respetaban su inclinación religiosa. Lo alentaban a seguir... y dentro de esa fe partió al más allá, donde se está mucho mejor que en el más acá. Una vez ganó fama, nombre, dinero yel cariño de su público. Le cantó a la gente toda... No esperó llegar al Cielo para cantarle al Señor. Le cantó de maravilla aquí mismo en la Tierra. Ascendió, porlo tanto, ya acreditado, con un buen aldo espiritual a su favor a la hora de ser juzgado. No hace falta pedirle aDios que lo acoja en su seno porque esa transición desde hace tiem~ estaba ya arreglada. ¡Hasta luego Tito! •••

consideraban, como a la atractiva cantante Ida Claudio, parte del grupo. E más, si en alguna ocasión el primera voz de tumo en Los Hispanos ~e enfermaba, Tito entraba en acción como sustituto. Tato Díaz y Charhe Vázquez lo saben... ¡Aquellos Shows Ford! ... ¡Aquellos Shows Coca Cola! Los temas de Edmundito Disdier, Silvia Rexach y Tito Henríquez hallaron en la voz de Tito Lara el más bonito vehículo del mundo artístico nuestro. Porque la voz del muchacho de Barrio Obrero llamado Agustín Lara y apodado Tito, poseía el suficiente calor melódico como para realzar la belleza creada por los compositores. ¿Quién podría olvidar sus interpretaciones de Orquídeas a la luz de la luna, Sollozo, Niebla del riachuelo, Egoísmo, Para decirte adiós o Creo en Dios? .. Por sólo mencionar algunos aciertos suyos ... Nunca desoyó a nuestros compositores. Los honro con su voz. Su fama no quedaba en Puerto Rico solamente. Viajó mucho a lo Estados Unido ,Venezuela, Santo Domingo, México y llegó a ser estelar en La Habana, donde figuró en los espectáculos del prestigioso cabare Tropicana, uno de los mejores de América, siempre llevando en alto la puertorriqueñidad. Después de abandonar el grupo Allegro, que formara junto a Lunna, Dagmar y Luis Antonio Cosme, realizó una primorosa grabación sobr temas de música seria escritos por Guillermo Venegas, un admirador de u voz. Lo escuchado por nosotros nos dejó asombrados. Su voz como qu tenía otra dimensión más bonita. Fue en el Instituto de Cultura que nos dijo lo siguiente: "Cuando y escucho ahora mis grabaciones de antes me percato de que aunque al públi le gustaban, en realidad no estaban a la altura debida". Claro que .autocriticaba debido a que para aquellos tiempos no poseía la cultur' mu ical que fue adquiriendo a base de estudios avanzados en música, art que también cultivaba como trompetista. Nunca abandonó su actitud jovial. Solía soportarnos broma tre broma, especialmente cuando lo llamábamos suicida, debido a que gustab' de "guiar aviones" y de la caza submarina esa que se hace sin escafandra. , nadando a puro pulmón en profundidades "de peligro"... No había nece i dad de tanto sacrificio para conseguir langostas frescas, ni meros del dí . De mú ica conversábamos hasta por los codos, porque de vera qu le gu taba hablar del arte de "las blancas y las negras". Lo que nunca vim

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I ). ici6n que ocupa hoy. Antes de tu candente combo, para que un mú 'i

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escansa en paz amigo, que ya no te hace falta nada, ni siquiera respirar. Tu fallecimiento provoc6 una amargura tan grande qu tuvo un desahogo vistoso. Santurce supo c6mo decirte hasta luego, con panderetas, tambores, orquestas y cantantes congregados, mandando plenas y bombas a todo vapor. Parecía una de esas fiestas masivas, llenas d mucho pueblo. Cuanto supiste calar desde 1954 dentro de la base misma d la gente, allí qued6 de manifiesto, abiertamente, sin trabas ni cortapisas. Fu una multitud la que se desboc6 calle afuera para recordarte y llorar lágrimas de amor a los acordes y el ritmo de tu música tan pegajosa. Pusiste una vez el nombre de Santurce y Puerto Rico mundialmente en alto, en lo altísimo. Y el pueblo te lo pag6 con un funeral tan emotivo como un fin de conflicto internacional. O un comienzo de verdadera paz. Ahora que no estás me satisface saber que compartí tus luchas en y fuera de los momentos de triunfo, de cerca y de lejos. Fuiste aquel amigo desinteresado que en mis tiempos de alcoholismo terrible tuvo su cartera mis 6rdenes. Y que cuando me veía sin un centavo encima ponía sus d6lare en mi mano "pa' que no te falte una compra pa' tus muchachitos". Favorc que nunca sentí haber pagado aún con todo cuanto reciproqué, ni con 1 ~úsicas que luego e cribí gustosamente para el combo ... De cerca, de lejo , fue muy intere ante er tu amigo y tu hermano de la vida y la música. Aquella de "Pa' los Caseríos" y los premios que nos otorg61a CRUV en televisi6n y a todo color... parecíamos un par de príncipes negro recibiendo ambos corona de reyes. La verdad fue que la pusimos en China. Tu carrera, llena de trofeos, placas, reconocimientos y divisas la miré siempre sin el egoismo de los que verdaderamente viven los bueno fundamentos de la amistad. Fue una tremenda siembra de música y afecto la que hiciste al realzar los valores del llamado músico de calle hasta]

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Iviera bien tenía que pertenecer a orquestas grandes. Tú le consegui te, lllunfar, la miel y las hojuelas. Rompiste aquel dominio y predominio. A nuestra música vernácula le pusiste ropaje caro, de lujo, con tela de I.l uena ... discos, radio, televisi6n, cine, exportaci6n consagradora. S610 a lo creadores les corresponde esa tarea exploradora, no importa si luego I i nen que afrontar, como en el caso de algunos héroes, una que otra lIldiferencia. A la larga, lo que brilla, brilla. Y lo mediocre, aunque brille, luedará opacado a su debido tiempo y en su debido lugar. Así es y será la ida. Sufrí mucho por ti y contigo en los tiempos difíciles. Cuando tus dos hijos Timber y Zoila arribaron a este mundo, ya tú contabas con 50 años de 'dad. Y tras el medio paquete cumplido cosas así preocupan, por obvias razones de buen amor. Fue entonces cuando los amos del negocio en la música te volvieron 1 espalda, respaldando a muchos de los que de tí cosecharon. Parece que staban esperando, arteramente, el instante en que más te iba a doler y lastimar. Te recuerdo, calle abajo y calle arriba en una lucha a brazo partido. y también tus palabras: "es que ahora como tengo dos hijos me siento alegre, pero preocupado de no poder ofrecerles comodidades y todo 1 demás que necesiten ... " Lo único que necesitabas era trabajo para resolver tu nueva ituaci6n de padre. Yo lo sabía. Como fuiste caritativo en extremo, ha ta quedarte "liso y pelao" en incontables ocasiones, nunca te gust6 implorarla caridad. Vi como te cerraban las puertas, arruinando cuanto negocio emprendías. Supe, con estupor, y perdona que lo cuente, como trataron de que alguien te quitara la vida. Y de c6mo el mortal emisario, ante la grandeza y sinceridad tuya, se arrepinti6 de hacerlo. Es que hay hombres demasiado grandes y queridos como para ser eliminados así, de un pistoletazo pagad . y pequeños que se crecen poniendo en juego su conciencia para no halar un gatillo por unos d61ares. Tras tu fallecimiento busqué en un libro que se public6 obr músicos de Puerto Rico. A tí apenas sí te dedican unas líneas. T d tan parcamente expresado, casi como de chamba. Pero no importa. Sé qu n el coraz6n de tu pueblo escribiste una enciclopedia de cariño, mú i a y ritmo. La gente 10 demostr6 el 6 de octubre. Tu carrera fue glorio a. u vida desequilibr6 la tirsteza para convertirla en alegría y colorid. uiste un


triunfador total. Estableciste una época nueva para la música y los músicos nuestros. Eso todo el mundo lo sabe y ya nadie te lo podrá discutir ni quitar. Descansa en paz ahora... Tranquilo, mi amigo y hermano. Donde estás ahora, yanada te hace falta... Ni respirar .. sIqUIera....

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En dos tiempos? Sí, en dos tiempos. Ese apego que por "El Sonero Mayor" Ismael Rivera sigue sintiendo el público salsero no cesa. El ya se ganó el nivel de inmortal patrimonio insular. Como cantó para I dos y así marcó vigencia en esa ley, ahora es de todos. El joven productor Víctor Ramfrez lleva al Teatro Tapia en este fin de semana "Maelo En Dos Tiempos", un espectáculo musical hecho a la medida para la extensa y fiel fanaticada del "Sonero Mayor". El Conjunto ABC de Jesús Cepeda, grupo especializado en el folklore fro boricua, comenzará la funeión poniendo en evidencia un ciclo de temas pertenecientes al tiempo en que Ismael Rivera cantaba con combo de su "alter ego" Rafael Cortijo - j años de gloria!-. La rítmica será la misma y el par de cantantes que hay en "Tempo" Alomar y Pupi Cantor van a orprender a la concurrencia. Son ambos expertos en esos gajes y conocen del aplauso local y foráneo. Sobre todo el del público latino de Nueva York, que les ha auspiciado bien en salones de baile y en espectáculos para universidades, haciendo ellos brillar la valía de nuestra música vernácula, a la cual brindan buena justicia interpretativa. jEl Conjunto ABC tiene peritaje! El público que asista al Teatro Tapia también podrá captar el arte de la declamadora ponceña Norma Salazar en un par de poemas realistas, uno de los cuales, original de la doctora Dinorah Marzán, es un mensaje al espíritu del Sonero Mayor. Yel restante una lamentación contra el paso del urbanismo eliminador de lo tradicional urbano. Carlitos Rivera, hijo menor de Ismael Rivera, y que físicamente guarda parecido extraordinario con su famoso progenitor, cantará al frente del grupo Los Nuevos Cachimbos, parte del repertorio de "Maelo" en su época "post Cortijo". Y a todos les va a gustar. En mucho se parece a su )

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padre, aunque difiere todavía en su metal de voz, pero su ataque vocal y su color para el soneo ya han sido muy celebrados dondequiera que se ha presentado, inclusive en el Patio de los Dominicos, recinto al aire libre de nuestro Instituto de Cultura Puertorriqueña. Creemos que el joven cuenta ya con la talla y si cuida bien sus pasos dentro del derr9tero que el ambiente arústico puede depararle, logrará llegar a ser un excelente cantor de lo tropical y afro puertorriqueño. Ya 10 lleva en sus venas como cuestión de raíz primaria. En lo que a "nos" respecta allí estaremos en la escena, diciendo y comentando cosa acerca del desaparecido amigo e intérprete. Nos unió siempre una ami tao "de puño cerrado", que trascendió los. senderos habituales de la música. Una advertencia aquí, un consejo allá, siempre en favor de su bienestar y su forma de cantar. Discutimos bien nuestros acuerdos y desacuertos desde los comienzos de su carrera. Metas alcanzadas, ambiciones truncadas por la pobreza en la cual en diferentes zonas de la ciudad, nos criamo ambos. Y finalmente la lucha musical y los triunfos que el público nos ayudó a alcanzar. j Complementarios en ]a mú ica... amigos en la vida! ¡A f fuimos! ¡Maelo En Dos Tiempos! vamos a ver cómo nos queda este show que si no va a ser fastuo o, porlo menos será un mensaje sincero acerca del vivir musical de Ismael Rivera. ¡El Sonero Mayor! Post Data: El how inicialmente señalado para presentarse en dos noches, sólo duró una, puesto que el cantante Carlitos Rivera euando en la segunda función ya se contaba con sala llena, incurrió en una serie de faltas de conducta tras bastidores, que provocaron la suspensión del espectáculo y devolución del dinero en taquilla. ¡OCUrrió a í! Como decía el empre ario Víctor Ramírez: "que lamentable, pero otro día erá!"

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este veterano, valioso y extraordinario compositor naguabeño lo conocí en nuestro Barrio Obrero amado y querido. Primeramente, cuando era conductor de autobuses en la llamada White Star Bus Line, ahora llamada Autoridad Metropolitana de Autobuses, y no sé por cuáles razones, apodada la AMA. Cuando uno se ve obligado a usar su servicio de transportación duda mucho de que la AMA ame. Era el galante y sonriente "chofer" que trafa de un ala a las quinceañeras estudiantes de aquella época, entre ellas una que hoyes doctora en asuntos de arte dramático, pedagoga cuyo nombre no me aventuro a escribir aquf, a renglón eguido. Luego Tito Henríquez, quien ya había participado como guitarrista en algunas agrupaciones santurcinas, entró a fonnar parte del renombrado Conjunto Capacetti, con el cual gozó media capital en alones de baile. Ahí trabamos más proximidad, extendida a su época con el Conjunto Tahoné, de Roberto Salgado, donde tocaba el contrabajo un joven de procedencia mayagüezana llamado Rafael Ithier, hoy piani ta Y director de El Gran Combo. A Tito Henríquez yo lo seguía por todo lugar. Hasta le visitaba en su hogar cuando residía frente a la Escuela Bacener, de Villa Palmeras. ¿Por qué lo seguía tanto? Porque me gustaba la música y veía en él un conocedor de ese arte oriundo del pueblo, esquina y barrio, con veracidad más que acreditada. A veces me miraba como preguntándose ¿Qué será lo que este negrito busca con tanto andar detrás de mí? ¡Me sale hasta en la sopa! Así era la cosa. n los ensayos o frente a los salones de baile donde tocaba El Tahoné allí staba yo como un chicle. Derivé mucho de aquella cercanía. La clave, la rítmica, la malicia

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musical, esa enjundia de la cual el instinto precisa para poder lanzarse al ejercicio de componer trovas, boleros y guarachas mambeadas. Me estaba sirviendo de maestro. ¡Y no 10 sabía! Su aporte como compositor de "Bello Amanecer" y "Sollozo" tuvo siempre en mí un particular admirador. No cabía duda, había llegado a la fuente correcta. Había estado siguiendo y acercándome al socio más adecuado. Para asuntos de prestigio musical boricua lo considero un inmortal. Desde luego que el tiempo pasó. El ser humano, físicamente pierde a la larga facultades. Es inevitable. La última vez que departimos "a fondo" fue ante las cámaras de WKAQ-TV Telemundo en ocasión de presentarse un álbum de larga duración grabado por Juan Manuel Lebrón. "Shorty" Castro, otro de 10 autores convocados, estaba en la me a con nosotros. Ya u tedes se imaginarán los terribles chistes que e cruzaban cuando las cámara apuntaban a otro ángulo. Ahora su salud no es del todo buena. Y nos tiene a todos los que somo sus amigos muy preocupados. El tiene que aprender a cuidarse mejor. Nadie es de hierro. Muy pronto vamos a estar todos con él en el Teatro Tapia del Viejo San Juan, en una especie de fiesta musical durante la cual sus lindos tema musicales serán cantados por las voces de Carmen Delia Dipiní, Ruth Femández (¡desde luego!) yel Cuarteto Los Hi panos. ¡Diááááche! Yo no le llamo homenaje a este tipo de actividades. La palabra me suena manida. Más bien será una reunión amena. A Tito Henríquez le hace falta algo así, donde lo "reconchenchen" y le borren cualquier inseguridad que él pueda tener acerca del afecto que la ciudadanía le pro~esa. . Tito sembró su nombreeneltiempo. Ylo sembró bien. Entró al salón de la [ama de lo compo itores patrios. Se ganó su puesto ahí porque realmente vale. Y porque ha dado cartel a nuestra música y a su pueblo, a este Puerto Rico adorado. ¡Ah, Tito! Ya no te persigo. Ya no te ando detrás para aprender, pero de vera que lloro como un tonto al recordarte cuando los tiempos del Capaeetti, el Tahoné y los bailes en que le tocaban a eada músico como paga uno 5 ó 6 dólare , a lo sumo. Por lo mucho que aprendií de tí no puedo menos que decirt abiertamente y con mucho cariño barriobrerense, todo el valor que como

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. mpo i tor ha tenido hasta la fecha mi carrera. Nos veremos en el Teatro Tapia... ¡No faltaba más! Postdata: De de el día en que escribí ta crónica dedicada a mi inolvidable amigo y maestro Tito Henrfquez a esta parte se produjeron hechos en la vida que acaso nunca debieron ser, pero la voluntad de Dios es indiscutible. No así los deseos de los seres humanos, que daríamos lo que no tenemos porque aun Tito Henríquez estuviese con vida. ·ui a su sepelio como amigo y compañero ompositor. También como compañero diaético, sentenciado aca o al mi mo fin.


111 le . Para ellos ha

sido que los protestantes pu ier n cada cual u grano d na. Ya se está viendo el resultado. En la SalaPaoli del Centro de Bellas Artes muchos fuimo aver a Don ta, como le llaman de cariño sus admiradores. Era su quinta visita a Puerto I i o. Y a estas alturas de su vida ya de ahora en adelante cada una pudiera r la última. De modo que verle y escucharle en persona adquiere nivel de privilegio. Yupanqui es un símbolo latino. Un ilustre que ilustra. Un caminante lue e detuvo en París, pero al cual ni las Tullerías, El Arco del Triunfo, El ,. fo Sena, La Torre de Eiffel ni los organilleros bohemios que allí quedan han podido matar su nostalgia por las tierras gauchas, sudamericanas, donde ·:tán palpitando sus raíces. Hablamos con un Atahualpa Yupanqui "a cuatro temas". Copas de I uen vino, hijos, nietos ysu inolvidable Tío Gabriel, quien decía "recurpete" n vez de repercute. Y de esta vida que nos va uniendo a fuerza de palabras Hencios. Abelardo Díaz Alfara y Don Salvador Tió entraron en la 1 mática. Y luego las comidas que él ingiere, acaso un poco "no indicadas" , ara su edad, pero ante las cuales se conduce con fruición quinceañera. I pués de todo él ha confrontado en la sociedad dietas sociales mucho más lañinas. Y nos dejó saber sobre dos detalles fundamentales de sus apariciones ¡Irústicas. Uno, la responsabilidad. El otro, aprender de los errores que él no niega suele cometer. Mucho nos gustaría volverle a tener en una sexta visita. Como apuntamos, sería un privilegio estar ante el viejo indio positivi la y oñador lue un día salió tal vez a bordo de una carreta de ejes oxidados o a lomo de un caballo brioso, gaucho, a enseñarles, hablando y cantando, a los habitanle citadinos de su país, miles de razones que acerca de la gente pampera y matrera alguna vez debían ser expuestas ante la vida oficial, tan amiga de primir, puede ser que por sistema. O por mala maña. O por el vicio de 'lbusar. Adiós, Don Ata. Quiera Dios que cuando "su crónica" sea leída en te libro humilde, todavía continúe usted con vida. I

UA veces la bruma canta más claro que el brillo mismo, saltando sobre el silencio abierto cual un abismo" .

veces la bruma canta, sí, Atahualpa Yupanqui es una especie de bruma sonora, de bruma que brama "con juerza", a lo macho, embistiendo contra las desigualdades inventadas por este mundo. Lleva años en ese gaje. Y sus quejas cantadas, recitadas, si bien se alzaron contra el sufrimiento suyo y de los arrieros, rústicos obreros pamperos, se adaptaban también a un cúmulo de situaciones panamericanas que muchas veces eran desconocidas fronteras afuera. Lo que pasa aquí acontece allá también. Los latinos de este hemisferio somos hermanos o primos. Pasó junto y se fundió con las peñas gauchas bonarenses hasta causar una virazón lírica. Yupanqui fue un viento pampero azotando las grandes ciudades. Un "yuyo" que genninó en las amplias avenidas, haciéndole frente al desdén urbano. Fue el pensador perseguido por atreverse a cantar y contar verdades más argentinas que el tango, pero su ímpetu e impacto eran nuevos. En su país, de de lo tiempos de España y luego del dictador Juan Manuel de Rosas y demá gobiernos de "mano dura", dictadores o no, siempre se ha sido, con esca as excepciones, pavoroso para con la disidencia. Y Yupanqui e atrevió a retar con su voz y audacia tucumanas a los mandones de tumo que tanto e quilmaban al pueblo argentino. Ya cuenta 83 años y el mundo va cambiando. Puede decirse que empiezan a acercarse más los pueblos alineados en dos extremos incompa-

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I odríguez es más alta aún. Tan alta como para retrotraerlo a la vida que

s cierto que el gra~ amigo Tilo Rodríguez no está habitando en I Santurce que le VIO nacer, pero aún así lo sentimos de cerca. I pueblo no le canceló ese amor grande que el artista de canción r canción, de guaracha en guaracha y bailando en cuanto escenario halló a , paso, supo sembrar. Por ello aún lo cosecha año tras año, o sea que él el. . Hablamos de él en tiempo pasado-presente. Es una especie d capncho verbal, gramatical que inventamos en su honor para tratarlo d manera actual. El está aquí, allá y más allá, dondequiera que se esté bailando buen salsa con paso precisos y garbo estilizado, como él solfa poner en jue ' cuando sonaban los tambores y su banda marcaba un ritmo chévere. r' tremendo bailarín "de clase", imitado por los jóvenes modemucos d I momento.

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El está ahí, dondequiera que haya una parejita abrazada comparti n do un beso profundo de amor y su voz esté aportando un bolero de lel candente. Dondequie;~ que hay un atardecer apto para la melancolía y I recuerdo de su mUSlca está presente. El sonido de su voz media brillante. . nos quedó afincado en el alma y sigue vibrando para hacer más humana amplia la delicadeza de compartir. O de esperar por cierto alguien. Se quieren vivir unos momentos de arrobadora laxitud y se recurre la voz de Tito Rodríguez, como elemento complementario y requi. il nonna! " ine qua non". Cuando suena u voz cantando "Inolvidable" n quedamo como lelo , in hablar, pensando, evocando asuntos privado . voz no arra tra, emotiva y en ocasione hasta nos atrevemos a cantar 'or él. Porque f, porque él es nuestro. Le frotamos ese palpitar a las máquill' que calcinaron us re to . La temperatura del amor que le profesamo a Til

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i te en el apego ciudadano, que supo dejarle sentirsu afecto multimillonario. Tito Rodríguez, barrioobrerense auténtico. Aquí aprendió a tocar el I ngó y entre nosotros ganó el sabor que siempre tuvo su cantar. Aquí .Iprendió a saborear los famosos pastelillos de La Bodega, primera parada . uya cuando visitaba Puerto Rico. Sonriente siem pre, con mucha calle en el alma y en su sangre de buen puertorriqueño, amigo de hacer favores, amante de los animales doméstios, sutil y galante con las damas. Batallador artístico limpio. Por eso no le Justaban los abusos ni las malas acciones ante las cuales e lanzaba a "meter mano" y puño cerrado. Iba pa'lante. Era así ante las faltas de respeto. Así era Tito. Aunque nos conocíamos "de años" nunca trabamos amistad fuerte ha la que vino a residir definitivamente en Puerto Rico, instalándose en la coquetona casa japonesa que hizo construir en la Avenida Mac Cleary, bsequio especial suyo para su esposa Tobi, de extracción nipona, quien abandonó su carrera de corista para dedicarse por entero -y vaya, que sí lo hizo- a Tito y los dos hijos habidos en el matrimonio, Cindy y Tito Jr. La música nos daba cuerda siempre que charlábamos. Y conlábamo ' con la existencia entre ambos, de un mutuo amigo, su arreglista y piani:ta René Hemández. A su banda la seguíamos por doquier. Lo grande llegó cuando al enterarse él de aquello prim '1": il >. nuestros en la fase autoral encargó un parde bolero con 1fin d 'rabarl< s. El titulado "Tiemblas" fue el eje. Después de conv rtirs en 'u p núltim gran éxito, fue grabado hasta en francés. Luego por tr s v cali ta com) Bobby Cruz, Julio Angel, Rafael Bacallao con la Orque ·ta Aragón, Leonardo Fabio y Sandro. Ahora, recientemente, por Gilb rt anta Rosa en el áH un triunfador "Un Tiempo en Dos Tiempo ". Aún a ·f todo ello, debido a qu el mismo se convirtió en un clásico vocalizado p rTito Rodríguez. ¡No hay duda! La última vez que conver amo fue durante un vuelo San Juan Miami, de Eastcm Airlines. Nos solicitó un bolero nuevo el cual fue escrito en plena travesía. Lo escuchó y lo aceptó. Luego se recostó en su asiento y el resto del viaje se 10 pasó durmiento. Estaba débil, ya un tanto minado por la fatal leucemia y dos tipos de cáncer más que le resultaron fatales, aunque por orgullo personal tal vez nos negó estarlos padeciendo. Nunca se nos olvidan las ocasiones en que nos sentábamos en . u


oficina de "~ooking"· para escuchar los boleros de un autor dominicano qu los dos admIrábamos, el romántico Manuel Troncoso, compositor y abogado. Y para ~harlar acerca del repertorio. También sobre los tiempos suyo con su conjunto Los Lobos del Mambo y los bailadores de la ciudad de Nueva York, en el Club Palladium, donde escenificó árduos pero consagradores combates musicales frente la orquesta de "Machito" Grillo y la de s.u tocayo Tito Puente. ¡Qué agenda de tórridos duelos musicales! TIto Rodríguez "sí y no" está habitando personalmente con nosotros, que le agradecemos todo cuanto cantó y bailó "por el libro". Y que mente adentr~ y afuera 10 pen amos "en tiempo presente". ¡Así, amigos nuestros, como tIene que ser! . ~) NE: "Booking": Representante artístico

esde luego que siento enormemente el fallecimiento de Lupe Victoria Yoli o "La Lupe", cantante cubana que por medio del productor discográfico Pancho Cristal y el bolero La Tirana dio principio a mi carrera de campo itor en 1968, a la que sumó luego Puro Teatro y Carcajada Final, seguida por una ristra de mis boleros y temas festivos. Ella siempre vivió así, a contracorriente, a valentía, ímpetu y reaccionando contra todo lo establecido en cuanto se refiere a cantar y comportamiento escénico. Era un tierno bólido de creatividad a todo dar, romance o tropicalismo a marcha completa, a estridencia vocal contra tambores y trompetas. Una lucha informal matizada con "Strip tease a medias", besos, halones a los músicos y lanzamientos de zapatos. En La Habana de otros tiem pos, luego de abandonar su Santiago natal y la profesión de maestra normalista, cantó con el Trío Lo Tropicuba en clubes de segunda, pero su impetuosidad vocal le valió una cesantía rápida. Era demasiado agresiva en tarima. Ya cuando en 1961 llegó a la escena del Club Lemans tuvo mayor aceptación y su fama empezó a crecer. Llegó a la televisión y grabó sus primeros discos en la compañía Discuba, figurando también en la película italiana Mujeres en la Noche, de exhibición mundial. La importante revista brasilera O'Cruceiro le dedicó un reportaje de cinco páginas, ca a que sólo hicieron cuando el asesinato del presidente John F. Kennedy. Por no ser simpatizante del régimen socialista abandonó Cuba yendo a parar a la ciudad de Nueva York, donde se unió a un "ensemble" dirigido por el percusionista y compatriota suyo Mongo Santamaría. El tutelaje del maestro y arreglista musical Tito Puente fue su anillo

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musicales que nadie olvida. y que son un ejemplo para que otros c6frade suyo en vidacontinúenenla lrovacada vez con mayor ahínco. Sí por el bien de la música caribeña, tropical. "¡Oíga, mozo, haga el favor y marque ahf en la vellonera tres o cuatro discos, pero que sean cantados por el pana Héctor Lavoe! ¿Ta' bien?"

j~ClJUt

cmeudi díaz. lUt apeamo. g'UUtcW! 610 cuando se nos van es que nos empeñamos en percatamos mejor de cuánto valieron y valen los grandes soñadores. Así es y jamá va a cambiar esa tónica, porque es entonces cuando también solemos pensar y aceptar que nunca le reciprocamos todo aquello que nos brindaron desde el arte. Aneudi Dfaz fue eso, un soñador y realiiador sonriente que de tarima en tarima, de grabación en grabaci6n, en la televisión y de viaje en viaje junto y frente al Conjunto Quisqueya, se propuso hace más de cinco lustros colocar en la predilección de nuestro público el merengue de su país, la República Dominicana, extendiéndolo a otras patrias. Estaba junto a sus compañeros Javish, Adib y Chuky cursando estudios universi tarios aquí en Puerto Rico cuando, mediante el apoyo de la cantante panameña Silvia De Grasse hallaron espacio televisivo para su recién organizada agrupación. Allí mismo, en los estudios de WKAQTelemundo, comenzó la penetraci6n, difícil, de hecho. Era el merengue escénico, algo de teatro sin perder su alta ración de "calle afuera", de esquina. Se impusieron a la larga. Ya la corta. Aquellos merengues simpáticos, abucheados a veces, por novedosos, no por falta de calidad, tenían ya su destino marcado. ¡El triunfo total! Tantoqueenunaocasión, paracumplir con la demanda, tuvieron que dividirel conjunto en dos secciones, lo que es mucho decir. Algo así únicamente ocurri6 cuando el apogeo de aquella inolvidable Orquesta de César Concepci6n y la plena estilizada. El Conjunto Quisqueya, aquel enjambre de músicos y cantores, recorri6 esta 1 la de rabo a cabo. Desde nuestras playas partía a la tierra dominicana y a otra plazas latinas donde los reclamaban. ¡Eran los (/) NE: "Cheches": Máximos en algo, los primeros, los más grandes

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oficina de "book' ". . mg para escucharlos boleros de un autordomini '1/ 1os dos admIrábamos el án . , rom tlCO Manuel Troncoso, compositor II do, Y para ~harlar acerca del repertorio. También sobre los tiemp~' 11 t

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esde luego que siento enormemente el fallecimiento de Lupe Victoria Yoli o "La Lupe", cantante cubana que por medio del productor discográfico Pancho Cristal y el bolero La Tirana dio ipio a mi carrera de compositor en 1968, a la que sumó luego Puro Iro y Carcajada Final, seguida por una ristra de mis boleros y temas Uvo . 11a siempre vivió así, a contracorriente, a valentía, ímpetu y reacciolo contra todo lo establecido en cuanto se refiere a cantar y comportani escénico. Era un tierno bólido de creatividad a todo dar, romance o icalismo a marcha completa, a estridencia vocal contra tambores y 11 taso Una lucha informal matizada con "Strip tease a medias", besos, I me a los músicos y lanzamientos de zapatos. En La Habana de otros tiempos, luego de abandonar su Santiago natal '1 profesión de maestra nonnalista, cantó con el Trío Lo Tropicuba en de segunda, pero su impetuosidad vocal le valió una cesantía rápida. demasiado agre iva en tarima. Ya cuando en 1961 llegó a la escena del Club Lemans tuvo mayor ptación y su fama empezó a crecer. Llegó a la televisión y grabó sus meros discos en la compañía Discuba, figurando también en la película Iliana Mujeres en la Noche, de exhibición mundial. La importante revista brasilera O'Cruceiro le dedicó un reportaje de neo páginas, cosa que sólo rucieron cuando el asesinato del presidente hn F. Kennedy. Porno ser simpatizante del régimen socialista abandonó ha yendo a parar a la ciudad de Nueva York, donde se unió a un Ilsemble" dirigido por el percusionista y compatriota suyo Mongo IIllamarfa. El tutelaje del maestro y arreglista musical Tito Puente fue su anillo

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al dedo. Corría el año 1967. Todavía el boom de la salsa no se ha producido y las corrientcs norteamericanas penetraban el estilo caribefi placer. Hacía falta una figura femenina de potencia en el cantar. Puente y joven dominicano Héctor de León arreglaron para ella "bellezas" como l temas titulados El Cumba Cumba, Oriente, Esas Lágrimas son Pocas, Amor, Going Out 01 My H ead, Yesterday, Si Vuelves Tú. y para el año 1969 era una consagrada, con actuaciones en Carne Hall, el Teatro Apollo de Harlem y el Show de Merv Grifth, espectácul televisivo tipo "from coast to coast"... Las salas de baile donde ella canta registraban llenos totales, pero su carácter de fogaje total le hizo romper l ataduras. Quería ser estrella de luz propia, sin saber que ya lo era. Así transcurrió su tiempo estelar. Era aquel de ir de país en país y escenario en escenario. Televisión, discos, cabarets de primera, hotcle lujo. A Puerto Rico vino en múltiples ocasiones ganando aplausos u mayoreo" entre críticas y descríticas. Cantó, cantó y vivió una vida agitadísima, demasiado violenta. fama fue mermando a pasos agigantados. Su fortuna también. Ya no m aquella fastuosidad que la llevó una vez a comprar la residencia que en N Jersey había sido propiedad del fenecido actor Rodolfo Valentino. Termi lo de morar en apartamentos "a todo dar". En Nueva York amigos le hacf la caridad. En Puerto Rico residió con su pequeña hija en las pob cuarterías de la Calle Cerra, Parada 15, donde abundan los negoci disqueros y las aguas negras inundan las aceras. ¡Fatal! Todas las puertas se le cerraron. Estaba como derrotada. Un marido suyo, padre su hijo mayor, le propinó una golpiza que por poco 1 mata. A ella, que brilló en todo lugar no le restaban ya caminos y tomó el q mejor le pareció, el del Evangelio ... Dejó atrás el pasado. Con la voz como nunca antes volvió a cantar diáfanamente y elegancia para El Señor. La feligresía religiosa pudo escucharla en Pu Rico figurando en conciertos masivos. Las iglesias "de habla hispan' abundante en la ciudad de Nueva York, también fueron escenarios d nueva manife tación interpretativa. Era la una vez "Reina del Latin S canariando ahora en "God Soul". Por cierta afinidad de creencia convinimos en producir un par cantata tituladas Las Palabras de Daniel y Temas del Apocalipsis. tarde. Ella no volverá a cantar temas míos ni de nadie más. Un infarto cardíaco cerró su vida. Por lo menos queda el consuel

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111 e la interrumpió estando ella en los Ilderos del bien. Su voz no se la segó. I á en todos los triunfales discos que I \b6 para el ambiente mundano. Yenlos , \lizados para los creyentes en El Altísi'1\ cuando obtuvo lo más valioso y nunantes ganado ... ¡La Paz! I

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kiclM ~... j qui

pé'UÜdct úm g1UUUle!

C

asi rayando el Décimo Día Nacional de la Salsa, que la emisora Z93 celebró este año en el Estadio Municipal Hiram Bithorn, el piani ta Larry Harlow, a preguntas nuestras, respondió así: "Creo que a Héctor Lavoe, según los médicos que lo atienden, no le quedan apena 90 días de vida La predicción falló por unos 30. Ya Héctor se veía "demasiado mal también nos añadió Harlow. Lo cierto es que Lavoe, desde que se lanzó en un intento de suicidio, del noveno piso del Hotel Regency, en la zona del Condado, continuó una vida que fue un calvario, con "vía crucis" y todo. En enjundioso cantante ponceño con carrera facturada en Nueva York, principalmente, salió a la palestra cuando la época del bugalú, las guerras entre pandillas juveniles, cambios en la moda y el comportamiento social, justamente cuando su amigo-hennano WilJie Colón, líder musical, por si le faltaba algo más le abrió camino para que se convirtiera en vocero musical de su tiempo y más tarde en uno de los mejores cantantes producido. en Puerto Rico, para honra y prez dcl género salsero. ¡Así fue! Cantando no se parecía a nadie. Era sui generis. En el escenario derrochaba una campechana gracia que hacía vibrar a los salsómano dondequiera que e pre entaba. Tal era su carisma que el público lc pcrdonaba u reit radas tardanzas y detalles que a otros intérpretes no lc toleraba. H

H

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Era Lavoe el cantor que compartía con sus seguidores a los cuale proyectaba alegría, sabor y proximidad, aún cuando se hallaba pasando por momento amargos en lo personal. Sí, por esos trances que la vida le interponía en adición a los que él misno se procuraba a pesar de recomendacione y con ejo recibidos a granel, entre ellos los de su panita Willie Colón, del que e separó inesperadamente, pero al que quedó ligado por

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lazos indisolubles. Héctor, en tanto, no se controlaba bien y ello d público conocimiento. Aún sin su amigo Willie Colón a su lado, Lav iguió triunfando, poniendo a gozar las multitudes. Sus grabacione captaban la aprobación pública tan pronto como eran presentadas. Ya tenían de antemano su mercado garantizado. Los mejores compositores de lo antillano le entregaban sus valiosas obras y otras de calidad intennedia que el llamado "cantante de los cantantes" con su estilo y ataque hacía escalar la cima de la popularidad. Por ello, de todos los intérpretes salseros pertenecientes al elenco de la discográfica Fania Records, era el artista más vendedor. Los archivos lo dicen, y el pueblo también afinna que lo será por mucho tiempo. Con sólo infonnar la emisora Z-93 que el Décimo Día Nacional de la Salsa además de 1 mael Rivera sería también dedicado a Héctor Lavoe, el entusiasmo ardió y la gente acudió en masa colmando el Estadio Municipal Hiram Bithorn, llenándolo a capacidad y algo más. Fue un acabóse total, el magno acto organizado y fomentado por la onda que liderean Rafacl üller y Pedro Angel "Droán" Arroyo. Era el pueblo "ad libu respaldando la tanda y subrayando el significado de los máximos monarcas de la salsa. Sólo un talentoso como Héctor Lavoe podía calzarse los mismos zapatos vocales creativos que el santurcino y también internacional Ismael Rivera. ¡Sólo Héclor! Ahora también se nos fue físicamente. Así, a la manera suya, casi orpresivamente y a pesar de ese amor de su público que le hubiera dado hasta la sangre de sus venas, con tal de mantenerle vivo y verlo cantando olra vez. ¡Dios dispone! Ya a los mismos pulmone que le ayudaron cantar con la emotividad y el calor que le hicieron famo o no daban para má . No le era posible continuar respirando y a su todavía joven corazón no le quedaba ánimo para palpitar. Todo tiene su límite y su fecha marcada por el Todopoderoso, tan poderoso que compasivamente se lo llevó. Ya era demasiado para "el muchacho" que una vez había soñado con ser saxofonista en su Ponce natal, pero que sal ió cantor. ¡Y qué cantor! ¡Y qué buen puertorriqueño! Siempre, con todo y la fama ganada, se autodenominaba así: "Yo no soy más que un jibarilo de Puerto Rico". Tremenda lección para los que suelen minimizar u condición de boricuas. Físicamente ya no está con nosotros. No le hace falta. Ya él cumplió con su cometido a cabalidad y a su manera. Su garganta elaboró éxitos

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chechesP Habían logrado su cometido. Sus cuatro figuras centrales ha l tuvicron que suspender sus estudios universitarios ante las agendas cau • das por su victoria arrolladora. Aneudi Díaz se lo gozaba todo, el merengue, el abrazo, el chiste, I respeto. y la bailada contagiosa que el público seguía sin cesar hasta cae en un cansancio que a nadie le importaba. ¡Otro, otro, otro! ¡Como en lo tiempos de Rafael Cortijo y su Combo con Ismael Rivera! ... ¡A bailar sin piedad! Aun así el triunfo mayor de Aneudi, Adib, Javish y Chuky o sea I Conjunto Quisqueya, fue el servir de enllave para que otros músicos y cantantes coterráneos suyos viajasen a Puerto Rico a buscarse la vida, com lo están haciendo hasta el sol de hoy. Los merengueros de ahora viven en apartamentos, casas de lujo y manejan autos de último modelo. ¡Ticnen oficinas! ¡TigueritosP "Si en el día de mi muerte o mi funeral hay contrato que cumplir, no dcjen de ir a tocar", recomendaba Aneudi responsable y scntimentalmenl a sus compañeros de grupo, un poco antes dc expirar. En otras palabras, el deber, el arte, la música, el público y el merengue primero. Tremenda cría. ¡Ay,ooooombe! Aneudi partió así, con la satisfacción del deber cumplido. Le hizo a su patria un scrvicio que ningún cónsul o embajador podrá superar. Le dio a la razón de su bandera un timbre extra. Yo diría que fue un patriota, aunque su figura no figure nunca hecha estatua, busto o monumento. ¿Y pa' qué? No es pa' eso que la gcnte lucha, cuando lo hace con amor, por un bandcrío artístico musical. La victoria está en que su pucblo vibre y lo sienta. Ahí e que está la "baina", el cometido... Sí, en ser tan popular como el mangú 2 o el "morito e guandule3 con 50 e' pico y pala"4, rematados por un morir soñando allá en la Marisol. ¿Qué más gloria puede ganarse? Aunque si el monumento se lo realizan también se acepta, pues los dulces nunca amargan. Aneudi Dfaz murió. Repartió tanta alegría en vida que no nos e

posible recordarlo con tristeza. Las lágrimas lloradas son nuestro canto d amor rcbotando en una tambora que repica un apambichaos cotidiano o un maco6 envolvente, bailados lo mismo por un diputado que por un diablito cajuelo celebrando el 27 de febrero.? ¡Día grande en El Malecón repleto de gente! Adiós, amigo Aneudi y -qué sé yo- siempre nos parece que vas a aparecerte en la tarima con el Conjunto Quisqueya. ¡Hmmmmm, sabe Dios! Ya lo dice el buen cibaeño: "Del agua que mejor pasa, siempre hay una que se queda"... ¡Ay, pr\pá!

(/) NE: Listos, vivos, audaces NE: PláJano molido (J) NE: Arroz con arvejas (4) NE: Pe cuezo y ala de pollo frito (5) NE: Merengue suave al que también se le llama pambinche (6) NE: Merengue muy marcado, estilo Johny Ventura (7) NE: DCa de Independencia Nacional de República Dominicana. Especie de Carnaval (2)

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lev~ meses en mi poder una carta del conocido abogado poncefi( Ennque Ayoroa Santaliz, laudable preocupado por nuestras gran des figura de la música y nuestro acervo cultural. El tema de ), misma no es otro que el malogrado compositor barriobrerense HéclO Urda~eta, fallecido hace algunos años, en plena juventud, cuando Y" anuncIaba un talento muy fuera de lo común. Un talento que no era como para estos predios. Tal vez por ello Dios se lo llev6 pronto. La fauna lerreslr racional acaso no merecía, al parecer, tener ese bocado fino. . De su ami. ta? puede decir que fue una de las buenas. Siempre admIra?a yo a los guItarristas serenateros de alta hora, ya los que buscand( perfeccIOnarse hurgaban sabiduria en los libros Yprofesores más a mano. Urdaneta fue uno de esos. Se puli6 Yvivi6 estudiando casi hasta el mi m día de su partida final, ocurrida precisamente cuando la calidad de su. composiciones empezaba a dar muestras de grandes kilates. De proveni r d una fuente genial. Cuanto momento departimos fue de buen humor mejores consejos, ya que vi en él una especie de guía musical Yde lucha. De su música vale más que hable algún día Lito Peña maestro music610go Yen otrora director de la Orquesta Panamericana, 'de la cuai Héctor fue pi ani sta. Que hable Lito Peña, si puede. Porque creo que cada vez que pien ~ en u amigo ido se le hace un nudo gordiano en la garganta. Po mucho opmo que Urdaneta en otra vida perteneci6 a la familia Peña. O fu un hennano postizo que por medio de la música se le sum6. Héctor Urdaneta, todos los saben, fue un excelente compositor. .. ¡Tremenda c~bez~! Una vez tuvo por estudiantes de música a Paquil Cordero, Eddle Mlr6, Genovevo Gutiérrez, 1 mael Rivera, Rafael Cortijo y a mí también, como integrante de aquel grupo de alumnos fracasados. La buena voluntad del maestro, como decía mi padre, no garantiza en modo alguno el aprendizaje del discípulo. La clase entera fall6. Pero 1

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.\ Tradecemos su esfuerzo. Mi admiraci6n por él no se debi6 exactamente a la mú ica. (. 'entimentales nos estamos encontrando Y desencontrando aquí Y all , n rmalmente, llevados por los juegos Yrejuegos de la vida. No somo má: lue un hato de sufridores sonrientes que caminamos portando una envidiatic cara de amor. Por dentro siempre la historia es todo 10 opuesto. Para mí la grandeza de Héctor Urdaneta, el prodigio de la Calle 7, curri6 fuera de las tarimas Ylos pentagramas. Protagoniz6 una historia d amor apta para una novela de esas que hacen llorar a los televidente . Aparentemente no fue hombre de muchos amonos. Pero cuando nvolvía en una pasi6n no era asunto de "simplemente una ilusi6n". Se iba hasta la tabla. Se jugaba completo, de la H a la A. Se enamor6 de una mujer, muy bonita por cierto, se los asegur6. Y cuando mejor parecía hubo una ruptura de relaciones, no provocada por la falta de amor. Ella se cas6 con tro hombre. A Urdaneta se le cay6 el mundo encima. Los tragos Yla guitarra fueron su refugio. Su amor continuaba creciendo a placer. Pas6las de Caín . in que consejos de amigos Yfamiliares le valieran de algo. Se dedic6 a perar. Sufri6 como un condenado. Escribi6 temas. Bebi6 a toda máquina, tu-ti-plén 1 • En el Barrio Obrero para los que gusten de beber siempre ha habido cancha abierta. Y compañeros de juerga, candidato ,punto d cofradía a escoger. Su amada se divorci61uego, al tiempo. Y ahí Hécl r n fu ni n ni perezoso. Se cas6 con ella Yvivi6 feliz ha la qu una m Jia d tu . ti vida. Vivi6felizye oesloquecuenta. Parecía otro. 11 la n r 1 . u trajft musical cambi6 de tono, armonía Ycolor. Se tom6 má comunicaliv . u '(a obrio. Todo porque estaba viviendo el amorque u alma Y u cuerpo h bfllO añado. Y la felicidad es la embriaguez más divina de este mundo. Sobre todo esa que s610 un gran amor puede causar con su per istente vigencia. Así fue el Héctor Urdaneta que yo conocí, un ser humano que am6 ... que esper6 estoicamente cual un río sufridor que aguarda, contra la marca, u entrada franca al océano del amor situado en la persona superamada. y mis amigos, un ser que am6 con tan perseverante intensidad merece, por lo menos, los mejores matices en mi incondicional admiraci6n personaL .. Yun brindis al que está convidado, desde hoy, el distinguido letrado y defensor de nuestra cultura Enrique Ayoroa Santaliz. (1)

NE: En grande escala. Por grandes cantidades


emprano en la década de los años 40 un cantor joven de sedosa voz llamado Víctor Luis Miranda, vino a la capital a probar fortuna y reemplazó al estilista José Luis Moneró, que había cesado como vocalista de la orquesta Rafael Mufioz. Le tocó grabar un bolero titulado "ülvidame", original del contrabajista mayagüezano Roberto Cole, lo que le sirvió de perilla. Víctor Luis Miranda se hizo famoso de la noche a la mañana con aquella grabación, considerada clásica en el cancionero romántico puertorriqueño ... Era la época del famoso Escambrón Beach Club, lugar frecuentado por la élite social. Una especie de cabaret, club y hotel playero situado contiguo al área que aún ocupa el Hotel Normandie. Las parejitas de novios danzaban y se arrullaban al son de y la cadencia del bolerito cuya letra relataba un romance trunco, acaso en la vida del autor. Ü en la de sabe Dios quién, puesto que los amoríos imposibles acontecen a diario, para fortalecerse e inspirar temas poéticos... Lo cierto es que el nombre de Roberto Cole, músico formado en su Mayagüez natal, se inmortalizó. Clasificación ésta que no se logra fácilmente en un arte donde a diario surgen tantas canciones fáciles. Vinieron luego otros temas de su cosecha, entre ellos "Canción de la Serranía" y "Romance del Campesino", que sembrara en la fama el sin par Daniel Santo y "Mi Sufrimiento", grabado por el cubano Jack Sagué con la orque ta Casino de la Playa, amén de otras canciones suyas que ahora no vamo a enumerar. De haber ocurrido su apogeo en una "época disquera" como la actual, tan grande y en incentivos promocionales y comerciales, su nombre hubic e llegado al mismo cielo donde acaba de hacer entrada triunfal. Y oficial. Lo año pasaron. La época del bolero fue opacada por el advenimiento de la música movida. Cole era de enfoque esencialmente lírico al igual que su genial colega, compueblano y amigo Miguel Maymó.

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Como que se apartó del ambiente, concentrado en 'u tr aj fotógrafo y oficial gubernamental. Acaso en un gesto de franqueza ant 1~ mediocridad que tomó carta en el mundo musical, aunque desde luego, . u: tcmas de mayor acierto, sus éxitos seguían siendo grabados por aquello cantores románticos todavía en boga. Le conocí en una reunión de compositores auspiciada por una de e a entidades publicadoras que codiciosamente les ofrecen villas y castillos a los autores yluego les sacan el vivir. Hablamos de Mayagüez, tema obligado y sus barrios. Del Dúo Huasteco, integrado por ~on.Rivera y G~m~ Vélez y al cual tanto él como su hermano Benjamín SIrvIeron de gUltamstas en veladas teatrales, radiales y no se sabe cuántas serenatas con aroma del mangó. Hicimos buenas migas que se solidificaron en otros breves encuentros ... Cierta vez, cuando Paquito Cordero convocó a un certamen para escoger la canción y el intérprete que nos representaría en uno de los Festivales üTI a realizarse en España, Roberto Cole compitió. El rock, la balada y el soul habían influenciado marcadamente a la juventud de la nueva generación, cundiendo el medio e imponiendo derroteros momentáneos, temporeros, propios de una camada inestable. Lo presentado por Roberto Cole, como siempre, fue de tinte lírico, romántico, abolerada y arreglado a la usanza "de aquel tiempo feliz". Aun cuando años antes había sido premiado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña en un certamen parecido, en el realizado en Telemundo u obra pasó casi desapercibida. En el estudio mismo algunos mú icos y parte del público tacharon su obra de "old fashioned"l y cruelmente mo traron u desaprobación hiriendo al hombre. Nos dimos un estrechón de manos. Chocamos ambas miradas en las que brillaba una interrogación mutua: ... ¿Qué le parece a lo que hemos llegado?" ... Después no le vi más. Supe que estaba muy enfermo y ya no podía durar mucho con vida. Que estaba pronta a completarse su parábola... Y finalmente se completó. Falleció inmortalizado. Perpetuado en una canción magistral: su bolero "ülvídame"... Por imperativo que sea el título, sé bien que ni Mayagüez ni Puerto Rico lo han de obedecer. Porque ni a Roberto Cole ni a su clásico tema de amor los vamos a olvidar jamás. Precisamente por eso, por lo eterno que es el amor... (1)

NE: "Pasada de moda"

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Mi querida Sylvia: De haber estado con vida, ayer hubieses cumplido 65 años. Y tendóamos a mano todas las canciones que te llevaste contigo ... Pero a esta ho~a ~ay muchas canciones olvidadas, originales de autores que andan por ahí, mIentras que las tuyas todavía siguen "al palo". Así somos los acuarianos, hast~ después de muertos seguimos con vida, "dando candela". Por eso yo no pIerdo la esperanza de que, aunque sea con la mitad de tu intensidad se repita conmigo el caso. Me siento un poco viejo y como que el momento' de "enliarlas" comienza la natural e indeseada aproximación. Como tu casa pobre y un poco desvencijada era un emporio de arte bella, tal vez esa fue la razón elíptica para crear en esos mismos predios el Centro de Bellas Artes... ¡Ningún motivo mejor! ~ora, no se dónde oí decir que dentro del Centro van a diseñar y luego maugurar un lugar llamado Café Teatro Sylvia Rexach ¿Qué te p~ece? N~da ~ás merecido ni mejor concebido por la gerencia actual, que dInge el dmamIsmo de tu admiradora y mujer de acción Carmen Juncos. ¡Eso es tener un cráneo claro! . Para su in~uguración tendrá que viajar desde Santo Domingo el recIt~dor Juan Lllbre. Seguro que no faltará el guitarrista y amigo Tutti UmpIerre. y menos Elena Rita Oniz y Edmundito Disdier. Juan Luis Barry será un natural convocado, "una línea de a vellón". Tato Díaz y Carmen Delia Dipinf ya saben lo que van a cantar, claro, aquellas canciones del disco que sobre tus temas una vez grabaron bajo la tutela económica de Harry Rexach. En fin, tus cófrades honrarán el acto con su presencia, como se decía en las crónicas sociales de antaño. Allí también estará uno de los mecenas que hallaste en la ciudad d Nueva York, el productor de discos Rafael Viera. Cada vez que te recuerda

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el hombre llora. Por palabras tuyas supe una vez cuánto te ayudó en aquel I años difíciles que viviste en la Babel de Hierro. Pero al hombre no hay qui n le saque una palabra. Como buen dador guarda silencio, uno de e os reverentes silencios que los fariseos nunca han podido aprender ni practicar. A Rafael Viera se le agua la mirada y de ahí no pasa. La música anda bien, pero mal. Hasta parece que el romanticismo se fue sin pasaje de regreso. O está oculto por falta de la debida exposición... Aquellos programas radiales con música tuya, de Noel Estrada y Puchi Balseiro... ¡Cuánta falta ~acen ahora! Lucían tan amenos y culturales. Por ese lado no te estás perdiendo nada del otro mundo. Se desarrolla aquí un tipo de radio que hace todo cuanto tiene a su alcance por dañar la cultura de este pueblo tuyo y mío. Temprano en la mañana, en muchas emisoras el descaro suplanta a la buena comicidad y la diversión. El dinamismo es suplantado por la vulgaridad, mientras las entidades que tienen que ver con nuestra cultura y el mejoramiento de nuestro pueblo, están "con el rabo metido entre las patas". Nada positivo hacen, dando a entender a la masa poblacional que lo que está sucediendo es aprobado oficialmente. El gobierno aguajea, pero no pugna como debe ser. Hace falta gente de tu temple. Gente que además de llamarle al pan, pan y al vino, vino dé los pasos necesarios para desentronizar tanta cosa negativa. ¡Gente que diga y haga! Sin embargo, veo en el pueblo algo así como una movida por rescatar y glorificar, además de promover, nuestros valores. Si bien la televisión no se decide plenamente, la gente de la calle habla claro. Yen los espectáculos en que los estelares del patio actúan se producen llenos o concurrencias de carácter masivo. Y la tendencia gana fuer.la. Se nota lo mismo en el área metropolitana que en plazas del interior, ese interés por lo boricua, aun cuando sabemos aquilatar y aplaudir el buen ane que nos llega de otros países hermanos. Al fin y a la postre nuestra tónica va a dominar, no te quepa la menor duda de que así será. Hablando de amigo a amiga, vale más que ya no estés aquí. Te mataria la nostalgia por la vieja Parada 21, de la cual ya no quedan más que la CentralHighSchool,losteatrosPuertoRicoyelahorallamadoCandlelight (antes Broadway), los edificios de la Casa Radio y Bárbara Moreno. La parte baja, con los sectores de Cubuy, Pozo del Hato, El Fueguito, los friquitines, las jugadas de lotería clandestina, el ron cañita, los bares de mala muerte, la plena y la bomba, se los tragó el progreso. Se fue aquella negrada sabrosa y cangrejera. Y varios condominios copan la zona. Es el progreso

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vertical urbano baniendo 1 . ~on e ancestro que baJo su carcom a ocultaba que sé 'Ti¡Zt;;~~~~~ocs de boruta histOria: .. La Cu!to, la Colón, la Villarán, el d Oh' 1 ' .as~delplomeroMlgueITapIa,E1Movimiento E1Billar e e e, os cuchlfntos de Julio... ' tica ¡N? lo soportarfas! .Sé que no lo soportarfas: eras demasiado román1 ~ amIga de la gente SImple como para aguantar todo esto tan retador , re UCIente y nuevo ... ¡Echarías tantas cosas de menos!' ti . Es bueno que sepas, Sylvia que una antigua ciudad, un país cuyo ~ .I~IO mayor es la esperanza y un viejo amigo te recuerdan con alegría y nSLeza ...

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veces, con la mejor intención, le hacemos daño a la memoria de nuestros artistas. Y hasta ellos también se lo causan, como es el caso e un libro sobre Daniel Santos publicado en Venezuela en 1982. Ahora ocurre igual en nuestro país con Sylvia Rexach y una miniserie televisiva. Creo que Tite Curet Alonso, en El Vocero del 14 de marzo de 1992, sintetiza un enfoque razonable: "La Sylvia Rexach que yo conocí era una real bruma cultural que cantaba y escribía canciones con las cuales pegarse a los corazones humanos para siempre y simultáneamente, a la historia de la música romántica puertorriqueña, así como a la de América Latina. Por bonitas y altamente cualitativas, dignas de cualquier escenario. "La francachela fue parte de su vida. No lo duden. Bastantes veces que la acompañé en el área de los tragos. Y que subflas escaleras de u vieja casa para oír a su nena Sharon canturrear un par de temas de amor. Y obre una taza de sopa vegetal de lata, a' medio calentar. Conocí parte de la cofradfa trasnochadora: Juan Llibre, Sabater, Tutty Umpierre, Amaury, Parrilla y tales y cuales, sin pasar por alto al triste beodo y "babysitter"l Juan Vaca, quien era como de la familia. "¿Cuánto amó? ¡Mucho y de veras a un sólo hombre! A un desesperado troglodita que la comprendió muy tarde, después de dañarle su vida rechazando su fe de mujer eternamente enamorada, a la que le aplicó más fuerza bruta que amor. "Apasionadamente amó a su hijo varon ... ¡Billyto! "Cuando acabé de ver la serie televisada "Hasta el Fondo del Dolor", realizada sobre 10 que fue su vida-¡espectáculo crudo!- como a muchos se me hicieron los ojos un par de charcos. No dudo la veracidad ni la buena

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NE: Que cuida niños


fe delahistoria queme causó histeria, pero hallé la cosa un tanto descamad . En cuanto a mí, al sumar y restar siempre quedó a flote la Sylvia Rexach qu conocí en la plenitud de su talento y habilidad social. Esa plenitud que l' acompañó más allá de la muerte, sobreviviéndole hoy en día. "¡Claro que su bohemia fue fuerte! Aun así nadie la debe catalogar base de canecas de ron. Había y hay que mirarla alma adentro. Era necesari estar, como se dice en lenguaje barriobrerense, 'en sus zapatos' para aquilatar su vivir, su tráfago... "Los fracasos de amores profundos suelen sumir los corazones ha ta no se sabe cuál fondo sin final ... Matan la vida, descuartizan el espíritu, e~tran~lan el alma y lanzan a cualquiera, si no hay control, por caminos y dIstanCIas donde las penas también acompañan, maceteando el cerebro y haciendo abrirboteUas y más botellas. Había que estar dentro de sus zapato y su olla psíquica para poder juzgarla. . "Todo esto lo digo tratando de borrar y barrer cualquier impresión negativa que en algunos la miniserie, involuntariamente, pueda haber dejado en tomo a SylviaRexach, buena escritora radial, libretista excelente, fu~cionaria de~ 1~ Sociedad Puertorriqueña de Autores Compositores y EdItores de MUSIca (SPACEM), cantora armoniosa y dama 'pro-society' que renunció a ser' popoff' para codearse con su propio pueblo mediante obras musicales 'de luxe', adelantadas a su propia época... obras positivas que todo el mundo canta y recanta. Y que para su descendencia creó la estirpe de una creatividad retadora, difícil de superar. "Y su memoria merece ser venerada. Su nombre pronunciado con todo el respeto de este mundo. Su obra, como hasta hoy, cantada en lo cuatro puntos cardinales de su Puerto Rico. Y de América, ¡Así, con todo los matices del amor! Nos solidarizamos con estas palabras de Tite Curet Alonso.

Pedro Malavet Vega

NE: Se reproduce esta crónica por reproducir un artículo publicado por Tite Cure! Alonso.

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o sé qué rumbo habrá tomadó su vida. El trafago es así. Nos lleva de un lugar a otro, a veces sin que nos demos cuenta. La primera vez que lo oí nombrar fue porel año 1965. En~nces e~a productor de la compañía discográfica Tico Records en su rama latma. BaJO su égida se hicieron a la fama elementos como Ray Barreto, Tito ~ente, Mongo Santamaría, La Lupe y varios nombres estelares en lo bailable y romántico de entonces. Decir Pancho Cristal era pronunciar la última palabra en posición y autoridad. Conocerle y trabar amistad fue una sola pieza. Algo espontáneo. El precisaba de un promotor local y yo, que me sabía e~ ambiente de memoria, me presté. Además, hablando bien claro, necesIt~ba ganarme unos pesos extra que sirvieran "para el complete" de una VIda entonee llevada de vacilón en vacilón. Eso era todo. Lo grande vino después. Mi vena de compo itor ya había ~~plotado con un son titulado "Efectivamente", que llegó al di co vía Joe QUIJan y u Conjunto Cachana. Año 1965, mientras producíamo Raffy Torre. y yo el show radial "Ritmo Rendezvous" en la emi ora W, entonces funclOnando desde el sector de Hato Rey. Aquella cantante La Lupe atraía mi afán de escribir, por su estilo dramático Y chocante. Me gustaba. Cuando la escuché cantar "El amo" ya me decidí y Pancho Cristal fue mi puente para hacerle llegar un. bolero nombrado "La Tirana". Fue un "boom" que me produjo $500.00 e hIZO que me sintiera en la gloria cuando mi nombre era venteado junto a los de "La Yiyiyi" y Tito Puente, arreglista y acompañante de la sensaci~~al cantante. Luego, por el mismo halón de Pancho Cristal La Lupe me reCIbIÓ dos temas extra, "Puro Teatro" y "Carcajada Final". ¡Dos trancazos más! "The Pancho Cristal Connection" fue para mí un trampolín. Justa-


mente lo que yo precisaba. El autor, la promoci6n, la artista y una person llena de fe que crey6 en mí, Pancho Cristal, apodo que le vino por haber sido representante en la ciudad de Nueva York de la cerveza cubana mare Cristal. Su verdadero nombre: Mortis Pelman. Después que abandon6 Tico Records y luego un negocio discográfic de ventas en la Décima Avenida, de Nueva York no he vuelto a verle. Se dij que, ya retirado del mundo del comercio, se radic6 en la ciudad de Miami,

FIa. Se dice. Su rumbo de retirado no lo conozco con exactitud. Si sé que, agradecido, siempre tengo en mi recuerdo para él un sitial muy alto, altísimo. Fue mi puerta abierta, mi émbolo y empuj6n necesarios para y emprender carrera dentro de un campo sumamente difícil por lo competido: la composici6n musical. He gustado del aplauso público en muchos lugares. Placas, elogio, diplomas, reconocimientos legislativos, culturales, alcaldicios, triunfos en festivales de la canci6n celebrados en varios países. ¡Todo un placer! Acá, en secreto, en el fondo de mi ser aplaudo puesto de pie a aquel gestor discográfico que me tendi61a mano sin pensarlo dos veces, colocándome en el camino del triunfo: PANCHO CRISTAL. ¡Así, con todas las mayúsculas que para mí se merece!

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e repente, con todo lo activo que fuiste, eres la quietud final. Esa quietud que no te alter6 tu cara de veterano ángel mulato. Nunca te había visto así, tan inactivo. Tuve que momentáneamente desacostumbrar mi espíritu para poder entender que ya nunca, físicamente, volvería a verte. Afortunadamente es mía la impresi6n de que "post mortem", aun tu rostro lucía simpático, como con algún viejo danz6n vibrando sobre tus ojos cerrados. Allá en nuestro Guayama natal no sé cuántos te seguirán recordando. Con el tiempo los apellidos Vigoreaux y Curet se desparramaron. Buscaron vertientes. Salieron de allf a templar sus liras y agitar sus batutas por otros rumbos. San Juan era, como hasta ahora, el imán constante, la meca del éxodo. La vida es así. Se nace. Se aprende a andar y nadie sabe ni puede vaticinar paradores ni paraderos, aunque a Guayama, nuestra cuna, ni la misma muerte podrá sacarla del "coraz6n adentro". La Calle Jobos, la plaza, el patrón San Antonio, Le Tenería, Luis Palés Matos, La Vuelta de la Culebra, el Molino de Vives, la Escuela Cautiño ... Somos mucho Guamaní con mangotines ... ¡Ah, primo Ernesto! Aquella joven banda musical del residencial Luis Llorens Torres tocando en tu funeral, enseñ6 a la concurrencia la t6nica de tu vida. Y la dominante de tu esfuerzo. Música y enseñanza. Fueron los frutos cantándole, rindiéndole homenaje al tronco. Melodía, hidalguía bisoña ya en el presente y caminando hacia el futuro de docencia y arte. Aun resta mucho por enseñar e interpretar, pero por lo menos en lo que a tí respecta, la misi6n fue cumplida a cabalidad, con el beneplácito de la comunidad. Mereces calificación de "Suma Cum Laude" y un Doctorado Civil. Como tu partida fue una tan subrepticia no hubo tiempo ni para

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sdecirte adiós. De ahí que un hasta luego fue mejor. Más cómodo esperanzado. Pero ya empezamos a echarte de menos, mañaneramente, n la esquina de Lippit y Eduardo Conde, o sea, en "La Bodega". Tu figur erguida y derechita falta allí. Era tan imprescindible como la clásico pregunta de los dependientes del lugar... "¿De carne o de queso?" 86 años de edad eran un mundo. Casi un centenar dentro del Quinl Centenario. Retroceder es imposible, pero ahí está tu carrera brillant . Organizaste aquel Conjunto Santurce, primero, primogénito de nuest acontecer capitalino en el renglón de lo popular bailable. Aquella raíz fu la base para que, corriendo el tiempo, en e te día de hoy haya tantos grupo: orquestales ganando fortunas, con músicos residiendo "a placer" y conduciendo autos del último modelo. Tú tenías que ser "chofer" y mecánico d guaguas en la desaparecida White Star Bus Line, ahora llamada "La AMA" para poder vivir "más o menos desenvuelto". Y empatar la pelea. Fuiste un ciudadano tan alegre que en tu sepelio nadie lloraba. Má bien aceptamos tu entrada al Cementerio del Seboruco reconociendo tu deber completado y tu ejemplo, la bendición que fuiste para la juventud d Barrio Obrero. De ahí que concluido el acto bajamos la cuesta para foOllar en un bar de Providencia y Eduardo Conde una peña, una conversación presidida por Jaime Lois, Isabelo, "Guareto" Caraballo, Ignacio y veint más que entre"cerveza pa' acá y cervezapa' allá",terecordamosamenament y de la mejor manera. O sea, hablando de música... Charlando así horas y horas. Gracias, mil gracias amado primo y compueblano ejemplar Ernesto Vigoreaux Curet, por habemos dado tantos y tan buenos años de arte musical y bonhomía ... ¡Hasta luego!

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•eJlU,. ,r •••1 uchos lo creen debido a comentarios diseminados por inju to corredores de chismes y dime diretes de tumo, sí, que Dáma o Pérez Prado, el "rey del mambo" vino a Puerto Rico a hurtadilla allá para mediados de los años 40 y un conocido músico capitalino se topó con él en La Barandilla, de San Juan, dándole luego albergue al supue to desamparado cubano. Nada más ridículo y falso. La verdadera historia fue otra y alguien tenía que revelarla algún día. Ocurrió así. En Saturce había un director de orquesta llamado Domingo Peterson, residente en Villa Palmeras, que para aquel entonces comandaba una banda de música caribeña -de la que ahora llaman salsa- en el Club Habana Madrid, ubicado en la parada 21 , Avenida Ponce de León, justamente en 1 segundo piso de la tienda El Telégrafo, de Don Balbino Melénd z. n la orquesta cantaban Chivirico Dávila y Rafita Martfnez. Domingo Peterson siempre fue un mú ico "d avan ", aun tu agrupación tocara en aquel club "de segunda". Por II .lmn·f fin . orquesta su sabroso conjunto Rítmico Antillan. m rCl h,. r m lJ de grabaciones fonográficas y la radio de onda corta la m vid, d . ta música cubana, ya entrada en la era del mambo, empcñóendarl e glr a su banda. Chivirico Dávila se prestaba "a la medida" para el género. Por correspondencia, Domingo trabó relaciones con Dámaso Pérez Prado, quien ya contaba con renombre en Cuba y además de tocar el piano para la Orquesta Cubaney, estaba "en cartera" para dirigir nada menos que la Orquesta Casino de la Playa, un tanto rcmodelada. Aconteció que Peterson comenzó a comprarle arreglos "de copia" a Pérez Prado, re-escritos por el técnico musical o copista Jehová Boggeano. Así la Orquesta de Domingo Peterson pasó a ser la primera banda boricua en tocar el mambo Ha 10 Pérez Prado".

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Entusiasmado con la idea, Domingo Peterson negoci6 con Pérel Prado la visita de éste a Puerto Rico, bajo el convenio de que expusiera u música mambera en el citado club Habana Madrid y luego en su gran tiempo libre se dedicara a escribir arreglos para diferentes orquestas locales, com la Jack's Band, de Armando Castro y la Siboney, de Pepito Torres, con 1que de paso, grab6 un par de temas, "El Brujo de Guanabacoa" y "Se'Muri Panchita", cantados por el guarachero cubano Orlando Guerra "Cascarita", a la saz6n de temporada en el Escambr6n Beach Club. En aquella ocasión Dámaso Pérez Prado se hospedó en la residenci dePeterson, en la Calle Bartolomé Las Casas (antes Celso Caballero) frenl a la cual residía nuestra particular amiga y hoy Doctora en Artes, VictoriEspinosa, a quien pongo por testigo de que allí estuvo viviendo Dámaso_ Hablábamos a menudo con el gran músico cubano acerca de h música del país en aquella época. Y los nombres aludidos eran Arcaño y u Maravillas, Arsenio Rodríguez, Julio Cuevas, Casino de la Playa, Hermanos Palau, entidades musicales de primer orden. Le vimos tocar y dirigir n las noches del Habana Madrid, con su estilo pianístico percutivo y muy dinámico. Partió Dámaso de Puerto Rico muy contento de haberse ganado uno: mil dólares como arreglista. ¿Cuándo allá en La Habana, cuándo? Luego 10 escuchamos gracias a la onda corta desde La Habana y n el radio teatro CMQ, dirigiendo un show muy patrocinado en el cual er estelar el antemencionado cantante Orlando Guerra. Después vía Nuev York sigui6 rumbo a México, donde su fama se hizo "de alto nivel" en cin , radio, teatros y salones de baile. ¡Hizo historia! Sus discos acompañando al cantante cubano Benny Moré fueron apoteosícos. Marcaron era con I novedoso uso de "la cámara áe eco". De México parti6 hacia los Estados Unidos, donde su renombre : hizo nacional y luego mundial. Llegó a ser director de la banda estelar en I pre Ligio o Hotel Waldorf A toria, de Nueva York. Entró franco en 1televi i6n. Todo el mundo celebraba y hasta inventó chanzas acerca de. forma onomatopéyica de estimular a sus músicos en las entradas musical y rítmica ... ¡Crú! De él iempre guardo recuerdos gratos. Cuando era ya famoso, en un' de u vi ita a Puerto Rico el jefe de la distribuidora discográfica R Víctor, Ignacio "Chemba" Mena nos lo fue a presentar en un coctel d pren a. Pérez Prado nos mir6 y se ri6, diciéndole acto seguido aMen' :

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'Mira, a este yo 10 conozco desde la primera vez que vine a Puerto Rico, cuando me trajo Domingo Peterson. Siempre hablábamos del danz6n Atornos Musicales, pieza de Arcano y sus Maravillas, que tanto nos gustaba a ambos. Juntos tarareábamos el estribillo del son, debido a un arreglo de 1 rael L6pez "Cachao". En otra ocasión ya él archifamoso, vino con su banda a tocar en un par de espectáculos en el cine-teatro Music Hall. Tenía en el elenco de su banda famosos músicos norteamericanos del "jazz", entre ellos 10 trompetistas "Cat" Anderson y "Doc" Cheatam. Ya él era Don Dámaso Pérez Prado. Nos topamos en el "cocktaillounge" dellugar, donde solía cantar y tocar el piano la rubia Liz Cuyler, norteamericana. La actitud de Dámaso Pérez Prado fue la misma. Nos reconoci6 de inmediato y asimi mo vino la conversaci6n amistosa acerca de la música cubana de los años 40, la mejor de su historia. Ese fue el Dámaso Pérez Prado que conocimos, tipo amigable y impático. ¡Ah, Dámaso Pérez Prado!. .. ¡Crúuu!



ra domingo y la peonada joven descansaba del "corte de cañau. La zafra sólo comenzando y el regocijo de tener trabajo por dos meses y medio más hada que carreteros, peones y hombres de machete en aquella hacienda estiraran un poco el espíritu allí, en bar de Ch~pe, donde guitarra y cuatro en mano se acompañaba a cantores de décimas jíbaras, cuya calidad estaba por verse. Se cantaba mal allí, pero en algo había que emplear el tiempo. Además, se daban tragos al por mayor y al detal y el fiao estaba a la mejor disposición. Demás está decir que al viejo Chepe se le iba el lápiz en el apuntao. ¡Viejo sato! Lo mismo vendía ron legal que de alambique, allí en su establecimiento, frente a un camino vecinal de puro barro amarillo. ¡Ah, Chepe, todo un per onaje! La calvicie merodeaba ya bajo sus cana. Su figura tocaba a las puertas de la obesidad. Se sabía miles de anécdota y cuentos. Conocía y además era conocido. Había otro personaje cotidiano en lo domingo dcllugar. ¡El Tío BIas! Amaba los montes y los cerros. Pasaba cada domingo, religiosamente y se detenía a hablaren la puerta del bar. No se daba un ólo trago. Su visita consistía en una arenga para los jóvenes allí congregados. "Ustés no saben lo linda que ej la tierra que pi ano Sólo ven dejde aquí hajta sus naricej. Hay que subil monte arriba pa' vd como ejtá Benita de colorej a tuti-plén 1• Hay que mirarla de allá arriba, con calma, como a una mujel. Y dentoncej como ej toa de uno, denque sea de loj jacendaoj. Yo lej jablo la pura veldá. Jai que vel dejde arriba pa'bajo esoj vallej preñaoj de guajana. Dcjde arriba mijijoj, dejde arribau. . Entonces partía, machete en mano, para abrir camino, tumbando maleza. ¡Ah, Tío BIas, que así le llamaba cariñosamente todo el canto

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(/) NE: En grande escala. Por grandes can1idade

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e'barrio! Mientras andaba rumbo arriba iba entonando cadenas de Tiempo España. ¡Cadenas, aquellas cuartetas de música y palabras tristes. "El camino de arena yo no lo quiero. Me gujta pisal duro. Soy jombre entero". La peonada seguía en tanto, celebrando su domingo, piropeando a todas las mozas y mujeres que por allí pasaban rumbo a la parroquia rural. Excuso decir que pasaban "por casualidad", puesto que había un rumbo más cercano hacia aquella casa de fe. Eso sí, los piropos se decían con todo respeto y mucho de buena voluntad, por si daban en el blanco, desde luego, y algo caía en la red. Al decorrer de los próximos seis días volvió a ser domingo. Y de nuevo la peonada regresaba al bar de Chepe. En la mañana justamente a las 11, como era costumbre, apareció Tío BIas. No habló mucho el viejo, que apenas saludó a Chepe y se tomó su consabido vaso de agua, siguió su rumbo hacia los cerros vecinos, aledaños. La peonada se extrañó, pero continuó sus manos de dominó y tragos a granel hasta llegada la media tarde. Ni siquiera se alarmaron tanto por las tres o cuatro detonaciones que sonaron "po' allá 'rribita". Debían ser hechos por cazadores de pájaros prietos, ¡Sí, hombre! De esos que cualquier día van a herir a alguna persona y se van a ver metidos "en un jamón". 1 De repente vieron aparecer la ambulancia rural. O séase decir, la vara de bambú de cuyos extremos colgaba siempre una sábana blanca y era transportada porun par de hombres caritativos. i Que en eso el jíbaro nuestro da escuela, mano y muñeca! Esta vez la sábana estaba bien tinta en sangre. Detrás venía, corriendo y gritando, un chiquillo aterrorizado. "Es Tío BIas, está muerto! Fue Mancha Blanca, el toro e'Nisio, que le salió entre lo matorrales. Yo le grité muchas veces a Tío BIas que Mancha Blanca e taba ueIto por allí, pero no me hizo caso y siguió caminando. Yo vi cuando Tío BIas trató dc defenderse y le metió como cuatro mochazos en la cara, pero después Mancha Blanca lo ensartó como cinco veces antes de (1)

NE: Problema grande, enredo

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que Nisio llegara con su escopeta y matara a ese condenado toro. 1 pud ayudar, no lo pude ayudar", y el chiquillo, al decir estas palabras, prorrumpió en llanto. La peonada se estremeció. Mandaron a buscar sus machete y perrillos 2 de trabajo en el corte de caña. Querían todos ejtasajar a Mancha Blanca, aún después de muerto... ¡Hay qué pícarlo! ... ¡Toro del demonio! ... ¡Y que no se meta el compay Nisio porque entonces, a él también! Uno dc los cortadores presentes se acercó al muchacho tratando de consolarlo. "Gracias, él cra verdaderamente tío mío. Y yo te agradezco que tú trataras de avisarle del peligro y de Mancha Blanca, pero parece que en el revolú se te olvidó una cosa, aunque tú lo conocías". -¿Dequé?"De algo que todo en este barrio abe. Es que Tío BIas era completamente sordo". El próximo domingo regresaría la peonada al bar de Chepe. y a las 11 en punto obraría un vaso de agua y faltaría una arenga en favor de la tierra que nos vio nacer. Porque Tío BIas no llegaría nunca más.

(/) NE: Machete corto y ancho


ubo una época, cuando aun el fenómeno de la televisión ni soñaba con atacar a Puerto Rico y la misma radio no contaba con la proliferación de hoy, en que el campe ino soñaba con ver algún día lo que había detrás de los escarpados montes de nuestra cordillera. Lasjibaritas e preguntaban cómo serían la ciudades grandes, desde donde algunas damas llegaban a veces al campo de pasadía, luciendo aquellas deslumbrantes vestimentas, cartera , prendas y peinados. Eran el lujo y la opulencia restregados contra la pobreza extrema de la sín ora remota. María, nuestro personaje en cuestión, era una de las campesinas descritas. Ya no aguantaba má . San Juan, la capital, ese sería su destino. Tenía a su esposo Pedro y un par de hijos que abandonar. ¿Y qué? Luego los mandaría a buscar, cuando estuviera bien ubicada allá en la capital. Casi ni lo pensó. Aprovechando una mañana en que Pedro estaba en la plantación de café y sus hijos en la escuela, dejó una lacónica nota, mal escrita, sin ortografía adecuada. "Me voy pa'SanJuan. Cuando ejte bien allá loj mando a buscal. No lloren por mí"... María. Cuando los del campo emigraban hacia San Juan el éxodo, por lo general,lo traía directamente alos arrabales o barrios de pobreza, poblados porpariente y familiar ,que también participaban de la mi ma pugna esa de "vencer en la capital". Se trabajaba duro y apenas por unos pesos más o meno ,que para poco alcanzaban. Mala vivienda, peor comida. Así era en lo año 30. María no fue la excepción. Llegó al arrabal como "la primita que viene del campo". Durante el primer par de semanas todo fue "santa dónde te pongo". De pué ,nacarile del oriente. Vinieron las consabidas advertencia.

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"Mira, chica, a ver lo que haces yen qué te empleas por ahí. qu aquí la vida es dura y tú ni oficio tienes. A ver si trabajas por ahí de irvienta, lavando ropa, planchando. Tú sabes, hay que ganar alguna plata para pod r vivir aquí, donde todo es tan caro. Aunque sea un trabajo de 2 ó 3 peso a la semana." María no protestó. Entró en labores rudimentarias. Diez horas diaria de tarea. Aquello mataba gente. Lavó y planchó ropa hasta el cansancio total y un poco más. ¡Era fajona! Cuando no pudo má , entró en la vida libre de bares públicos. Encuentros con hombres en sesiones de amor transcurridas en hotelillos de mala muerte, por un par de dólares. ¿Quién 10 diría? ¡María, una mujer de mala vida! Así perdió su lozanía. Y el resto de la juventud que le restaba. Ya ni para trabajar servía la pobre. Quedó in ánimos ni energía y con el fantasma del hambre dentro de su derrotado cuerpo. A ella jamás la favoreció aquella agencia de mantengo federal llamada LA PRERA, con su reparticiones de comida enlatada. ¿Volver al campo? ¡E o jamá ! No podía retomar a su espo o e hijos tan vencida y mal parada. ¡Parecía un guiñapo! No había má remedio ni salida que el implorar en plena calle la caridad pública. Pedir limosna enfrentándose a una vía llena de transeúntes que la miraban de pectivarncnte. ¡Y que le decían cada cosa! "Váyase a trabajar" ... "Así es fácil, yo trabajo y usted pide" ... "De mi maíz ni un grano" ... Más que una mujer parecía una sombra, un e pectro de la vida, una caricatura sin terminar, una esperanza in verdor alguno, una imagen descolorida y triste, sin pre ente ni futuro. ¿A dónde ir procurando la caridad? Tenía que haber algún lugar apropiado. ¡Eso era, la catedral que está allá en la Calle Del Cristo! Allí seguramente le caerían alguna monedas que dieran para comerse por lo menos un pan con mantequilla y un vasito e 'leche. Los que van a catedral son gente de chavo . Se apostó en la escalinata de piedra dura como un martirio, como un nuevo rumbo haci a el Oólgota. Apenas comenzaron a salir puertas afuera los creyentes de la primera misa, ella se incorporó. Con la mano derecha extendida imploraba: "Una limosnita en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, por favor, que estoy mal". La feligresía pasó por su lado sin mirarla siquiera. Se repitió el ca o


con los de segunda misa y los feligreses bajando las escaleras a toda prisa. y además, para colmo de males, vino un policía que tomándola porun brazo la increpó: ¡Aquí no se puede pedir, avance y váyase!" María obedeció en el acto, mirándose las manos vacías. Ni una moneda en ellas. No sacó ni pa 'un café con leche. De momento como que se le confundió la mente y a toda voz, tal vez tratando de penetrar, a todo sonido, hasta llegar con su voz al Altar Mayor, exclamó desesperada: ¡Que se va a hacer, si por lo que veo la gente sale de la Casa de Dios como alma que lleva El Diablo! l mero campo siempre ha sido considerado un área de segunda o tercera importancia, o clase, por los gobiernos y gobernantes, uno tras otro. El jíbaro y sus necesidades también. En tiempos eleccionarios los políticos de tumo suelen darse múltiples rondas de campaña por tierra adentro. Palmadas en la espalda, estrechones de mano, promesas y luego el olvido hasta el próximo cuatrienio, cuando regresan con el mismo teatro, ofreciendo apoyos a troche y moche, diciendo más o menos así: "Esto aquí vamos a cambiarlo. El campesino debe tener respaldo pleno, pues ya está bueno de sufrimientos y abusos. Hay que darle servicio a todo esto. Es una injusticia, con tantos millones y millones que se manejan. Ya verán, ya verán que todos unidos vamos a lograrlo". Pancho es un agriculLor próspero. No es rico, ni hacendado, pero sembrando ha tenido suerte con sus productos. Es experto en vianda. n estos andurriales es considerado afortunado, que puede emplear anualm nte bastantes labradores. ¡Un jefe! ¡Ah, su familia, es sagrada! Ama a us hijos, especialmente al menor de unos 4 años de edad, Panchito José. Es el consentido benjamín cuya inocencia le brinda ventaja sobre sus demás hermanos en lo de competir por atenciones y halagos, ¡El añoñado! Pancho siempre afirmaba así: "Este surrapa no nació para sembrar en la finca. A este lo voy a hacer doctor. Que estudie y se haga médico, pero no como el del pueblo, que sólo sirve para catarros y tabardillos. Médico para la gente de aquí, porque enla montaña no hay doctores. Y nada de becas ni ayudas sociales. Yo le pagaré sus estudios. Hablaba con buen sentido. En los campos no hay galenos. Tal parece

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NE: Velorio de niño


que los jibaritos no merecen esa clase de atenciones reservadas para las clases privilegiadas. ¡Los de la ciudad sí, esos sí! ¿Por qué se dio aquella terrible coincidencia? Las torrenciales lluvias de septiembre y la fiebre alta de Panchito José. La lluvia anegaba todo el valle. Los ventarrones casi derribaban los árboles. La plantación misma corría peligro. Se presagiaba la quiebra, por lo tanto. De la situación lo peor era el niño enfermo. La fiebre no cedía con remedios caseros. Era necesario, urgentemente, llevarel niño al pueblo a ver un médico "de aquellos". Envolvió Pancho al niño en una frazada. Partió decidido bajo aquella inclemencia meteorológica. No lógica. Emprendió camino a lomo de caballo. ¡Ni modo! Eran tres pasos de ríos, de ríos crecidos. Continuar camino era un suicidio. Fue entonces cuando tomando al febricitante niño en sus brazos lo levantó en vilo y exclamó con toda las fuerzas de sus pulmones, más o menos así: "Dios mío, Dios mío, si es verdad que tú existes, salva mi niño y quítame a mí la vida, pues sin él para nada la quiero. ¡Dios, demuéstrame tu poder! Sí, Dios le demostró su poder. Comenzaron a sentirse truenos y lo' efectos de descargas eléctricas sucesivas. ¡Un pandemonium! Tuvo que regresar a su ca a, donde apenas traspuso el umbral, empapado de agua hasta el alma, el nenito fallcció en sus brazos. Y casi automáticamente -¡Dio volvió a demostrar su poder!- cesó de llover y el tiempo fue cambiando. El cielo aclaró como por arte de magia. Entre lamentaciones y griterías de la familia entera y de vario vecinos se organizó todo. Buscaron al cura párroco de la capilla rural, quien llegó lapachando fango amarillo, para asuntos de extrema unción. El carpintero Elías le fabricó en un santiamén un pequeño ataud. Las niñas "de por allf' trajeron endos ramilletes de fiores silvestres que colocaron en el rústico catafalco. En la noche 10 cánticos tradicionales del norón cundieron el aire, la sala, altemándo, e con las oraciones en pro dc su ya garantizado descan o a la vera del S ñor, convertido en un serafín. Y en el bateyl reinaba un ambiente de cuento y tragos. Pancho, entado en un taburete, se calmaba a ratos. Y eran luego imprcsionantes sus lamentacioncs.

"Yo que esperaba criarlo para que fuera luego, en la me ana, un doctor y ahora-¡qué cosa!-porfalta de un médico murió. ¿Cuándo n la montaña habrá un doctor, aunque sea sólo uno? ¡Parece que lo jíbaro, nosotros, no tenemos ese derecho!" ¡Vergüenzas de la vida! ¡Pocavergüenzas de los mandatarios, no importa el nombre que lleven! ¡La injusticia para con el campesino es la misma! Ahora sí, tan pronto como llegue la próxima época eleccionaria volverán por estas guardarrayas 1, rejoyas2 y llanos muy sonrientes, orondos en autos "del año", a repetir todo el libreto usual, asegurando que "por aquí todo va a cambiar" positivamente, porque después y antes de cualquier consideración, somos puertorriqueños". y pasada la elección, a olvidar otra vcz al ciudadano de la ruralía. ¡Por eso es que en casa de Pancho esta noche hay baquiné!

(/) NE: Bajada de una montaña (2) NE: Fondo de una monlaña

(/) NE: Palio anlerior al bohio

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y ~ cliaz aijet'W-, l_n? ¿•QlW, ULtí. no comienza a preguntar por las personas que de repente dejó de ver, personas con las cuales solía dialogar de vez en cuando en plena calle, en el vestíbulo de un canal de televisión. O en un cuchitril cualquiera, compartiendo un almuerzo barato, pero lleno de ese sabor que suele tener la comida tipo fonda. En tiempos de estudiante allá en la Univer idad de Puerto Rico (entiéndase la iupi) todos los caminos conducían a El Obrero, fonda nacional recordada hoy día por requetemile de universitarios de todas las épocas. Allá para el año 1944 "se podía" con 50 centavos. El lío era conseguir las dos pesetas. ¡Cuánta nostalgia! Siempre estimamos, amamos y veneramos, desde aquella época al notable escritor Don Abclardo Díaz Alfaro -¡qué clase de tutti clase!desde que escribía para la distinguida publicación La Torre, también universitaria. Con fruición leímos su fogo o y colorido libro Terrazo. Libro borincanamente encandilado. Libro héroe literario nuestro, con sus humanas y ricas descripciones de los tiempos cañeros y las mediagüitas que servían de vivienda a lo obreros del Barrio Yaurcl, allá en el pueblo sureño de Arroyo. Imposible no amar a Abelardo, puertorriqueño cuyas obras han sido traducidas mundo adelante, siendo consideradas maestras en la literatur' cáribeña. Ha sido en su Puerto Rico amado donde en múltiples ocasiones 1 han dado de codo, golpeándole sus sentimientos, su bonhomía estelar. Nadie e profeta en u tierra, dicho está. A propó ilO de cuchitriles, solíamos encontrarlo de vez en cuando en uno ubicado en lo meridional de la Américo Miranda. ¡Qué bien! Aquello cambio e impresiones valían un imperio. ¡Millones y millones! ¡Siempr contaba us co ass! "Aquel charlista para impresionar citaba frases de filósofos griego.

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Como decía Aristóteles. Como opinaba Platón. Como afirmaba Sócral :. Yo me indigné y le dije, mire, olvídese delo que dijeron ellos y dígame al o suyo, aunque sea un disparate, pero que sea suyo", nos dejó saber una vez entre cucharada y cucharada de sopa. Mucha gente, por sus escritos lo juzgaba oriundo del campo, pero él había nacido en el pueblo de Caguas, si mal no recordamos. Fue su profe ión de maestro lo que lo marcó rumbo hacia la montaña, el monte y los llano camperos. ¡Gracias a Dios! Allí aprendió y enseñó ala par el amorala tierra que le vio nacer. Tenía gran talento para el arte de la pintura, pero prefirió los tintes y el pincel de la palabra suya, de mejor color aún. Fue estando en los predios de la emi ora oficial WIPR que asintió en que por dos ocasiones escribiésemos por él su espacio dedicado a las EStampas de Teyo Gracia. La primera vez debido a que se encontraba de cumpleaños y la segunda por hallarse enfermo de cama. ¡Qué emoción! Substituir a Don Abclardo Díaz Alfaro en su fase de escritor! ¡Qué tranque! ¿Cómo un muchacho criado pobretonamente cerca de los manglares, allá en el Barrio Obrero, iba a tomar la e tilográfica por Don Abelardo? ¡El discípulo escribiendo pory para su ídolo!, ¡No, hoooombre, cómo iba a ser! Mientras el excelente narrador Rey Francisco Quiñones iba leyendo nuestras líneas se nos saltaban las lágrimas. Les sumaba ánimo, frenesí, acaso lo que no tenía nuestra supuesta literatura. La serenidad nos volvió cuando en ambas ocasiones Don Abelardo telefoneó a casa llorando, agradecido. Ahí mentalmente agradecimos la sabias lecciones que de periodismo nos dieron en la Universidad de Puerto Rico los profe ores Manuel Millares Vázquez y "Pirulo" Hemández. En El Diario La Prensa, Santiago Gálvez Maturana y en la revista Vea, Roberto García y Enrique Pizzi. El estado de salud actual de Díaz Alfaro nos causa una tristeza horrible. ¿Cómo estará subsistiendo? ¿De qué? Ahora sin poderse valer por sí mismo, él, que fue tan enérgico, debe estar sufriendo en grande. No le gustaba depender de nadie. Sí, porque en él viven un Josco que no ceja, y un Teyo Gracia de espíritu afmcado en sus ideale de amar más que nada a su tierra natal. ¿Qué ayuda oficial le estarán brindando a él, que todo se lo merece? Para un ser humano de su talla este mundo oficial, donde se juega y se rejuega con los millones de dólares, Abelardo Díaz Alfaro no debe caer en


el olvido. Puerto Rico está en deuda con él, una deuda patrimonial que no debemos esperar a que fallezca para luego venir con la hipocresía habitual de los homenajes póstumos. Todavía es tiempo de proporcionarle en vida la asistencia necesaria. Y que acaso por hidalguía no solicita. El cómo ayudarle en su recta final está ahí. Hay medios de toda clase disponibles, al alcance de una orden oficial que debe ser dada, cuanto antes, por alguno de los que en esta Isla Encantada tienen la batuta en mano para esos gajes. ¡Todavía hay tiempo!

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ríamos de pronto litoral adentro, bajo los cocoteros de Loiza Aldea, cual un par de amigos que de repente descubren que se aman y deciden procurar la soledad contínua. Mientras el viento barre un poco la arena blanca y se extiende hacia los hicacales. Somos dos puntos vivos diciéndose palabras de esperanza, inventando sueños para el mañana, sin entender que sólo existe el hoy. Un par de novios pobres mirando hacia una débil casa de madera que bien pudiera ser nuestro palacio si la llenamos de amor... Dejo sobre tu falda un par de uvas playeras. Anugas sobre mi boca un dulce hicaco negro como la melaza. En este paraíso encontrado la tentación de Eva Prieta no surge en forma de manzana. Basta un dulce hicaco negro. -Voy a ser tuya siempre... -Hace tiempo que te quería, que me gustabas más que la playa... Abrazo tu figura como si en mi abrazo palpitaran a la vez un ciclo de tristesa y uno de alegría. Eres novia y qui iera que para mi tú fueras una mezcla de madre, esposa, hermana y amante. Re peto la candidez de tu mirada. Observo poco los pinares añejos para no ver la turbación de tus ojos a punto de cerrarse pidiendo un beso... -Es tarde, me tengo que ir... mañana volvemos... -No te vayas ahora, no te vayas... Más vale sí que te ausentes un poco. Vuelve mañana, pero piensa que no te has ido, que estás aquí hecha un poco de salitre y sol. Hecha polen y abeja, perfume y pétalo... El hombre que soy ha empezado a cantar ya su melodía sensual. Acabas de escucharla y sientes ese miedo valiente sacudiendo tus nervios. Ya eres mía y quisieras quedarte, demorar la partida...

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, ó' b ambos Tu pielintenta El viento frota un suave mensaje er llCO so re l ' d 'r secando 'lrante capaz de encender toda una P aya, el rechazar esa voz del , las olas al instante de besar la orilla. mañana Los ánimos se exaltan -Sí vale má que te vayas y regre es .. facilment~ cuando el viento de sal asalta los ~atojos... 1 -Tengo miedo, estoy asustada. Nos pUSImos como .ocos..~ Han · , Han pasado cmco anos.... A ala Colobó....Las Carreras.... M ed lanla....

~~o~::s~:~;:n~~~~~:~~~:~:so=~:~:~~~::n~~O~:~:c:~:a/Ha~ pasado cinco años, d d na bomba Agitando tu figura en . . nos fue la mano Todavía me parece verte anzan o_u la barbarie de ritmo y aguardiente de cana. BebImos y se celebrando a Santiago Apóstol. , , Colobó...Las Carreras...Medlama... 1 . aquel Fueron muchas las mañana en que regresamos por e camino. de los matojos a ver si la espuma besaba la arena mejor que yo tus labiOS d mulata fascinante. . dades Tenías 19 años y la " 'd . Fue tri te dejar de volver a estas veclD , de ébano Fue tnste dejar e vemr, sangre era un brasero bajO tu cuerpo ' f de la co ta Debes estar espléndida hecha una mujer, sabrosa como una ruta ' d d' al sol 'Uva mulata! Como una uva play~r~ ma udra a o Íi~oral adentro, bajo los cocotero 1 . '.. SI' regresara lnamos e nuev , f ' otra vez para as VlejLl. añosos, bajo los pinares anhtiguosl'tHa;I~~~:u~~ ;::cisamente de la locuro, de la comarca. Pero no e vue o. aquella.

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escuida Loíza. No te apures Mediania Alta, que él en persona ya no lo puede hacer, pero sí desde el cielo donde está el eminente artesano Castor Ayala derrama lágrimas de amor, espirituales y acaso todas las flores de esta comarca no basten para rendirle un tributo de color y perfume en su tumba. Ese tributo "en grande" que aquí nunca le brindaron de acuerdo con sus merecimientos. De humilde picador de caña pasó en los tiempos muertos que describía en sus obras el literato Manuel Méndez Ballester dram áticamente, a manufacturero de motivos folk.lóricos, utilizando cortezas de coco seco, espigas de palma, pinturas de todos colores y mallas de metal. De ahí nació un arte que todo Puerto Rico patrocina ... Caretas de vejigantes 1, abanicos, vasos, vasijas de higüera2 , ceniceros y otras clases de productos artesanales. Primeramentelas elaboraba casi pornada, En las tiendas de"souvenirs" del Viejo San Juan se las compraban a precios irrisorios para luego revenderlas al turismo y la ciudadanía común a precios increíblemente altos, Así era. Mientras Castor Ayala en su "atelier primitivo", mal ventilado, casi a "mano pelá", sin instrumentos adecuados de talla se jugaba la salud, otros hacían buen dinero con su arte. Y él no se quejaba. Continuaba desarrollando la tradición y criando su numerosa familia, parte de la cual ha integrado siempre el internacionalmente conocido grupo bailador y cultor del baile de bomba llamado "La Familia Ayala". Ahora que hablamos de baile de bomba, el patriarca y mentor Ca tor Ayala tal vez como bailarín no fue especialista en el ramo, ni pasista pedidor "de golpes" y repiques para marcar con los pies ante los barriles vibrante, pero sí era un crítico astuto para captar quién bailaba bien y quién no. Tenía (1) (2)

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NE: Diablos NE: Especie de taparo

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fama de ello. Algunas damas antiguas "de las de su tiempoU dicen que sí la bailaba de noche en la orilla del mar, cuando la bomba, como baile, estaba prohibida y era nece ario disfrutarla a escondidas del policía encargado de velaren la zona. "Tal hecho no está comprobado", nos comentó un viejo de la comarca medinialtera una tarde, pero el guiño de su ojo derecho nos dejó con serias dudas. Lo cierto fue que cuando cesó la prohibición y los tambores fueron liberados Castor Ayala, al frente de su prole y otros parientes, echó el arte danzario pa 'lante y así hasta el sol de hoy. El palriarca ya no está. La resina, el serrín, la pobre ventilación de su minúsculo y mal alumbrado taller le fueron dañando, minando su sistema respiratorio. El asma crónica venció su humanidad. Detuvo sus pisadas y su tradicional bicicleta sobre la cual solía recorrer el área loiceña. Desapareció en plena época de Santiago Apóstol, cuando los ecos de los tambores de Las Carreras llegaban hasta su vieja casa y en el batey de la cual había un baile de bomba en su honor. Y el desfile princi pal de "bajada y subida de santo" se detuvo allí enfrente, soltando toda su cohetería, mientras el actor Julio Torresoto declamaba unos versos en su honor. Como en los últimos "40 y pico u de años continúo, yendo a Medianía Alta. Allí sigue presente el legendario kiosko de artesanía, atendido por la familia, en la cual hay artesanos "de lo mismo". Ese kiosko que ha vencido fuertes huracanes atacadores de su plantaje físico. En el balcón de la casita, al lado, Doña Pastora Carrasquillo, su amada viuda, vieja que vale un millón. También sus hijos y nietos que trabajan en diferentes menesteres y profesiones, además de bailar bomba. Y que no le pierden a Mamá PastorJ, "ni pie ni pisá". En el batey, algo que ilota junto a la brisa, cual un real misterio sutil, acaso listo para velar que alguno u otro bailarín "marque los pasos corree tamente". Y que las voces del coro tengan clave y afinque cuando se dej 1 oír en los estribillos. ¡EIDoctorBuenaga,MelitónTombé,LaPapelería,JuancitoCanal .', La Vieja En Camisa y Pepa la Generosa... ! ¡Pide golpe! No me cabe la menor duda de que cuando esas bombas resuenan enl bailarines de viejas y nuevas generaciones, en ese batey está pre enl todavía Castor Ayala, patriarca emérito.

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ada vez que en el mes d . l·

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~antiago Apóstol en el es~~:r t~rr;~::~~~~~i~n~es

Fiesta de

napa. Ylamismasedaenel in . o za, surge una ineneontrables alamb· p t~resco bamo del Miñi-Miñi, donde Iques suelen destIlar ron cañita de dos calidade : buena y mejor. Justo el día lunes despué d fi 1°· bajadas de los 3 santos-santia;o ~lI~: ~:~a la ~atronal c~n las subidas y Hombres y Santiaguito El de Los Niñ MUJeres, SantIago El de Los plena, bomba y mascaradas tod 1 os, q~e marca un arrebato colectivo de ya a las 4 de la tarde y fren'te alo~a~s~:;I~~sconducena~ñi-Mjñi donde ¿Para qué? .Ah 1 e hay una multitud reunida. d· . (. , pero no o sabía usted? E recorrer la comunidad al Cañ d . n esa ta~ e estIval sacan a del área. Las panderetas ya ~t~sngOia:anto de los tx:bedo~es y bebedora presta~, dentro de la vegetación rei~nte gargantas nI se ~lga. Las calle casas cIrcunvecinas A ese santo 1 ,como la expectaCIón en todas las

idÓlalraS,desdefre~teaIBarde;:g~~a s~irenhombrosdesusqUerendone

Se le lanzan a placer Si no es y e t~ ?S la~os le cae cañi ta al mayoreo. caña". Ese ritual es básico, Ob~:í~~~ervEIna. TIene que desfilar "rociao de trayecto. g o. 1santo no puede recorrer seco el . . También así de tradicional es ue al Cañandongo de las residencias y ca q . paso del SéqUIto portador del de magia ofreciendo a los pasantesS~~;;~masá~?lgan amigos como por art . ¡Tragos en grande escala, a voluntad~ur en galones de cristal. lfqUIda recorren las calles aledañas . La carav~a de fieles a la cau a como una SIerpe humana, ne r pandereteando y entonando canto t' d "c s a o a voz. ompa.y sapo, la rana tiene un dolor. Se le quIta con un palito de ron"

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y a renglón seguido, una plena muy popular en aquellos contornos, un tanto laberínticos.

"Mataron a La Papota y Viviano se puso a llorar, en un baile de plena que había allá abajo en el Arenal." ¡Ah La Papota! Negra de curvas respetables, ambi~ionada para el amor por cuanto mulato iba a La Planá a darse tragos y bailar en los barc del sectorplayero. Entre ellos Viviano, que se babeaba por ella y sofiaba con el día de meterle mano a la coquetona negra. La noche en que le hizo un buen cuento La Papota le dio el sí, pero otro candidato, celoso, le hizo vario. disparos a la prieta, matándola casi en el acto. Viviano la ~argó muerta en el funeral. De ahí nacio la plena que se canta todos los anos cuando van cargando al Cañandongo. "pun-quin-pun, pun-quin-pun, qui?-pun, quin-pun... '" ¡Alza quinto sube, alza. Venga qumto, venga, dale punto, subelo. y El Cañandongo, llevado por su cofradía, sigue su curso a lo larg de un extenso cuadrante entre vivas, cohetes, tiros de salva y botellas d cafia, muchas botellas. ¡El Cañandongo, santo modesto! No lo dejan sacar a la carretera principal debido a lo anterionnente descrito. Por ser extra pagan.o, pero qu es rey absoluto, monarca único en las callejas., recovecos, ~alleJones y tra corrales de Miñi-Miru. Allí él impera curtIdo y protegIdo por toda. u querida negrada. Allí ticne su templo y el trono que le corresponden y le sientan bi n de acuerdo con su nombre y apelativo. Allí, después de festejo complct son de plena y panderetas los bebedores súbditos suyos le brindan toda cIa. de cuidados. ¡Allí, en el Bar de Peyó, en buenas, en las mejores manos!

razo, c~lor, p.erspectiva, motivación. ~e adolescente apenas ya Samuehto Lmd demostraba esas cualIdades. Era un perspicaz . observador de todo lo que culturalrnente valía para él: la pena en lo predIOS y contornos loiceños, con especialidad el ritmo de la vida y la n~tur~eza del sector de Mcdianía Alta, rincón natal, barrio de bomba y pn~ta.Je al mayoreo. De policromía vegetal, mulatos expertos en lo de repIcar tambores llamados "de bomba" y mulatas lindísimas, de interesante caderamen, como marca de fábrica y distintivo a la hora del contoneo, bai! r lo vernáculo de allí, o sea, el baile de bomba y la plena. ~odo ello, amén de muchísimos personajes típicos del barrio, elementos JIustres y eventos como los rumbosos y animados desfiles en honor a Santiago Apóstol, patrón de la zona, con sus tres versiones, el de lo hombres, el de las mujeres y el de los niños. ¡Desfiles fuertes! Y luego, tra el fin de las fiestas oficiales, ya dentro del sector de Miñi Miñi, el desfile en ?onor al. Ca.ñandongo, imagen del ron clandestino y los alambiqueros. ¡Ah, ImprescmdIble, Cañandongo! Todos esos detalles del convivir loiceño han s~do llevados al lienzo por los pinceles y manos hábiles del ya consagrado pmtor de pulso privilegiado.

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Las serigrafías y dibujos les quedan como diría yo: "de luxe". Para mí que es uno de los mejores pintores costumbristas de Puerto Rico. Para lo maestros y profesores que tuvo en la Escuela de Artes Plásticas de nue tf Ins~tuto de Cul~ra Puertorriqueña debe ser un orgullo la obra de aqu J tímIdo muchachIto loiceño que viajaba hasta el Viejo San Juan en bu ca d aprendizaje... ¡Trozo'e discípulo! ¡Ay, Virgen! ¡Ay, Santiago! Desde que la mecénica amiga de ambos Annie Mayoral lo con 16 con la alta gerencia del Hotel Caribe Hilton donde exhibió con é ito a sra parte, sus obras viajaron a Nueva York, Filadelfia, S1. Thoma., SL. roi';

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además de haberhecho lo propio apareciendo en prestigiosas salas y museos de Puerto Rico. Sí, con imágenes y coloridos, causando impresiones fabulosas. Y haciendo de ello -hemos sido testigos- que de diferente lugares del mundo vengan clientes a comprar obras suyas a su taller de trabajo situado en un pintoresco callejón que termina frente al Batey de la Familia Ayala. Así que su fama está corriendo internacionalmente. Pudo el notable pintor mudarse a la capital, donde su obra es harto conocida por los compradores de arte, así como por la vida oficial. Pudo haber aceptado tentadoras ofertas del exterior, pero ha preferido seguir viviendo allí entre su follaje rústico, la vecindad del mar, las frutas moras de Quimbé, los desfiles de santos, el baile de bomba y su mulatería medianialtera. Creo que no le sería posible vivir ni pintar tranquilamente fuera de éste, su sabroso hábitat. y como decía el fallecido narrador hípico Pito Rivera Monge: ¡Ahí lo tenemos! Su arte, como él, ha nacido aquí. Su obras parten, el autor se queda fiel a esta pequeña patria negra, mulata, india, grifa. ¡la! Aquí en Medianía Alta, nacen, crecen y se multiplican también sus modelos. ¡Algún día tenía que pasar! Samuelito nunca ha pintado en busca de homenajes. Tal vez el hacer por el bien del arte de su pueblo tampoco lo requiere. ¡Pero algún día tenía que suceder! ¡Que alegría inmensa para todo los que le queremos! Este año, las tradicionales fiestas de Santiago Apóstol, especie de carnestolcnda y deshogo cultural, musical y religioso de puro pueblo, le han sido oficialmente dedicadas a este notable artista pintor, Samuelito Lind. ¡Mil gracias, Honorable Alcalde Ferdín Carrasquillo, extensivas a Marcos Ayala, agregado cultural alcaldicio! ¡Honrar honr ! Además, ya era tiempo. ¡Gua'pallá! Este homenaje no me lo pierdo por nada del mundo. Es bueno y bonit ver un reconocimiento público o privado para aquellos en quienes se h' tenido fe. ¡Que sí señor! Se siente uno como parte de la cosa, por no revel que el hecho causa en mí ciertas jubilosas vibraciones paternales. Te felicito desde lo más profundo de mi alma y desde cada célula mi piel perteneciente como la tuya, a nuestra raza negra, de la cual ere u prodigio artístico, un realizador pictórico de primera. Tu pucblo estará allí contigo, mañana viernes, para vitorearte co te mereces ser vitoreado, por ser loiccño y magnífico gestor de arte. Scrá buen motivo para que todos los tambores de bomba sean repicado y I mulatas y mulatos bailcn hasta más no poder al compás de los cánli

' . marcando los pasos exhibidos en tus andan por el mundo reflejando el odcU~dros afro tIpICOS, men ajeli . que los paisajes super coloridos parad.Pí er de nuestra negrada y la bellcza d , 15 acos e tu sector natal; ¡Medianía Alta!


=.

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ti~ guay CtKUt


xiste una creencia muy antigua acerca de mí pueblo natal, Guayaroa. Siempre le han llamado "El pueblo de los Brujos". Hasta en la pelota profesional donde tuvimos un equipo más de una vez campeón, al mismo lo llamaban "Los Brujos de Guamaní". Yo no se dónde residía la brujería, si alguna, del una vez caudaloso río que se secó no por brujeria sino por el invento aquel de un ingeniero electricista de apellido Luchctti cuando lo mandó rcpresar para gcnerar energía eléctrica. El Río Guamaní cambió totalmente, perdiendo su imagen. De vez en cuando una crecida provocada por la lluvia lo hacía anegar los terrenos vecinos de sus riberas, pero ya nunca más ha sido nuestro poderoso Río Guamanf corriendo rumbo al pueblo yal sur. Repito, que no fue cosa de brujería.

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adulzuradelos mangotines de Guayama es insuperable. ¡Mangotines!, así lc llaman por allá al mango de fibra, que en nuestra zona natal tiene otro sabor, sea del valle,lomaomontaña. Yhastadelos árbolc afincados por afios en los patios de las casas guayamesas. El mangotín, tan sabroso y rico como los besos de las mulatas de allí y ello es mucho decir. Si los mangotines tuviesen larga vida la competencia por el dulzor resultaría de decision cerradísima en favor de las mulatas, naturalmente, pero bien cerrada. Algo trasmiten esas frutas guayamesas. De alguna procedencia tenían que sacar dulzura las voces de Fatty Gómez, cantante que hiciera vida artística en Ponce con las orquestas Mingo y sus Whoope Kids y Casino de Ponce. y también el consagrado vocalista Johnny Albino, que triunfó con el trío San Juan y luego por el mundo entero con el Trio Los Pancho . Y aunque no la recuerden ya, la precursora de las "veddettes" boricuas, Dio a Costello, quien triunfó rotundamente en la vida nocturna norteamericana y como cantante inicial del Cuartcto de Pedro Flores. Algo tienen c os mangotines en su pulpa como para haber hccho tan dulce la poesía rítmica de don LuisPalés Matos, acaso el poeta afro caril

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de mejor clase literaria habido en este mundo, consideraci6n refrendada por los críticos más avezados, y exigentes. Algo tienen esos mangotines que apresan. La prueba está en que Don Sim6n Madera, laureado maestro musical, compositor de danzas famosas, entre ellas "Mis Amores" y quien lleg6 desde la ciudad de Mayagüez y ya permaneci6 hasta su muerte en Guayama, donde ech6 raíces. Y cre6 familia. ¡Ah, los mangotines de Guayama, frutas de excelencia!

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i padrino, Gabriel Vicente Maura también era guayamés de pura cepa. Y de nacimiento. Su vida transcurri6 al igual que la mía en la capital, donde al prepararse academicamente alcanz6 la modesta suma de 3 bachilleratos en la Universidad de Puerto Rico. El mundo de los negocios y el campo lo atraían. Fue distribuidor General Electric para el entonces Municipio de Río Piedras. ¡Hizo un billetal, dinero que hoy en día sería de dígitos millonarios. Mi padrino Gabriel- que en paz descansa- era un gran preocupado cultural de varias vertientes. Pintor que estudió en museos de España y Francia. Geólogo "motus propio" que preocupado por el arte indígena, como era escul tor, diseño un nuevo cemi·. Arquitecto práctico, concibió una mansión en forma de herradura, donde vivió gran parte de su vida, una residencia "super" en las afuera de Río Piedras. Por si lo relatado anteriormente fuese poco, revolucionó el mundo del ajedrez con un par de piezas de su creación, cuya inherencia aun se estudi a en las más altas esferas del juego ciencia. ¡Qué mente, qué mentalidad! Hubo una fase suya en la cual nunca transó con nada ni con nadie. Me refiero a la puertorriquefíidad, tesoro mayorde su vida. Era independentista "de el avo pasao". y prácticamente se lanzó a la vida pública desde aquel afio en que los líderes Herminio Concepción de Gracia y Vicente Géigel Polanco, separatistas al fin, se separaron de Don Luis Muñoz Mann -a quien mucho habían ayudado- para formar el Partido Independentista Puertorriqueño. Y ya políticamente nunca di6 riversa. ¡Tal era su rectitud! ¡Mi inolvidable padrino Gabriel Vicente Maura! ¡De Guayama, por más sefías!

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NE: Especie de símbolo Taíno, tallado en piedra

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itíaAngelaeraunaestam p. se sentaba de tarde en ~a. ~~ta, derechita, de garbo. A vec mediagüita 1 que nos servf~ dVJeJo sillón, en la sala d la repa<;ar fotografías añosas y a reco d e casa, con un Jumazo en mano des sepultados en un silencio pro~ ~ seguramente eventos yeventualida. jCuánto me queda! Solía re na~' respetable y muy personal. cnado en Barrio Obrero Santu g anne porque yo, muchacho al fin rce manos frutas gratuitas y ~r 1 t , nunca habfa tenido al alcance de mi' e los árboles de quenepa J.ob o ~to me pasaba horas y horas encaramad , ' o, CIruela mango y de 1os parrales que tamboé 1 ' me comla verdes las uva al . . ' J n ca gaban de patIO ~~ tierra dura, dunsima. sus ambrados allá en el antiguo

all!

. j~uchacho, apea de ahí ue des comIda SI te janas de tanta fruta,.,q A f pués no te vas a poder comer la a toda voz. .. s eran sus advertencias "matemaIc '

jC~mo me quena! Toda vez que a eH ' a le ~ustaba darse su trago de mamplé -eomoaellaleIlamabaal me enviaba con 35 centavos e 1 ron clandestmo, entiéndase caf'lila _ . n a mano un pa d ' CIerto alambiquero de la vecina Calle Du "r e veces en semana ha la cual nunca llegaba muy com 1 t .que a comprar una Canequila" la p e a que dJgamos E l · ' anos de edad y le gustaba d " . mensajero ya tenfa 15 . ar una probad·t " M' haCIa mf con ojos de sospecha la. lraba la caneca y luego ' como aseverando " 1 e ron que falta aquf". ' yo se en cual barriga e lá Comoeraresponsableamemi ad . fP redemlestadfaallfenlamediagüita del Barrio Hoyo Inglés dond , e nac , me cuidab vez q~e yo regresaba por la tarde lue d 1 ~ con esmero y celo. Cada Supenor de Guayama, me iba a go . e dla de clases en la E CU la correr patmes. Cierta vez le dJ·Joo al UJ. n (I)NE·C "

. asa Con techo de un solo declive

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haberme visto patinando por "la carretera" cerca del sector de Algarrobo, como con un rumbo hacia el cercano pueblo de Arroyo. Cuando regresé nada me dijo, pero luego mis patines no aparecieron más en la casa. ¡Bien hecho, Tía Angela, bien hecho! ¡Tremenda lección procurando mi obediencia! Yo nunca supe los resultados obtenidos, pero aTia Angela le pagaban bien por leer la baraja. Era experta con la brisca'" regada sobre una pequeña mesa. A la casita venía gente de otros pueblos a que le "leyera las cartas y les hiciera predicciones". No tenia diploma de sicóloga, pero era consultora. No creo - y que me perdonen Anita Cassandra, Walter Mercado y el resto de los "cartólogos" de ahora- que algunos de ellos pueda superar a Tía Angela Villodas. ¡Que vá! ¡Tapaíta se las hubiera echao a toítos! Tenia tres hijos -vivos aún, gracias a Dios- Esther, Inocencia y Lalo Villodas, a quien le llamaban "La Bala Universitaria", por sus muchos triunfos insulares recorriendo, a toda máquina, los 100 y 200 metros planos en competencias de pista y campo, especialidad en la que representó triunfalmente a Puerto Rico en Juegos Centroamericanos y del Caribe. ¡Mis primos queridos! Importantísimos seres en mi adolesencia. Con su ayuda acaso evitaron que yo me lanzara a lo negativo de la vida yeso yo no me canso de recordarlo. Ellos y su comportamiento tan adecuado y a tiempo, constituyen "un filme" que en mi pensamiento no me canso de rever. ¡Son para mi unos clásicos! Cuando falleció Tia Angela, por una de esas circunstancias lamentables de lo cotidiano, no me enteré hasta pasados dos o tres días. Me perdí su funeral y todavía me duele que así aconteciera... La mediagüita la cambiaron, reconstruyéndola un poco. El cemento, la arena, la tierra, la piedra y la varilla de acero substituyeron a la madera carcomida por el tiempo y sus otros elementos. Cuando visito Guayama suelo ir a la que aún llamo "Casita de Tía Angela". Es como un rito, un requisito indispensable. De lo contrario sería algo así como no llegar al lugar más importante de la ciudad, mi barrio Hoyo Inglés, rincón natal, que "a orgullo lo tengo". Voy al viejo patio y me acerco a los árboles frutales que restan. Y si los hay maduros, me como un par de jobos. Me tomo un buen café "estilo mi prima Cuca (Esther)". Paseo la vista por el interior. ¡Casi ta fuerte ahora! Tan fuerte como la memoria yel agradecimiento permanente que siento por Tía Angela Villodas, a quien Dios tiene hace tiempo en el recinto de su alta gloria celestial. Y si hay allá arriba algo mejor, pues entonces allí mismito!

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odo sucedió cuando el cantante y productor cultural d 1( ''Tony Croatto y Tu pueblo", serie televisiva, andaba reco I I I I isla toda para llevar a los hogares boricuas el encanto de nu . ti pueblos no capitalinos. Y que alcanzó su cometido de 52 ediciones, gr' '1'. a la buena visión de nuestro mutuo viejo amigo y nunca bien ponderad hombre de arte, Paquito Cordero. Eran los buenos tiempos de Telemundo, canal entonces lleno de creatividad. Gabriel Suau, director de fotografía y producción también anduvo con los integrantes del tele rograma porjalda , colinas, valles, plazas públicas, plantaciones, montes Y'rejoyas. ¡Que delicia! En lo que a mi respecta, confieso que nunca antes en l vida había pasado por una sobredosis así, de campo adentro. Con una o dos semanas de anticipación nos tocaba visitarcada pueblo de tumo con el fin de cotejar los puntos de mayor historia e interés público . Nos acompañaba siempre en dichas misiones la inagotable EstherDómenech, co-productora. ¡Cuántas memorias! ¡Qué servicio le hicimos a Puerto Rico! Somantas, bateyes, cañaverales, ríos, valles, trovadores, aldeas grandes y pequefias. Como dirían al son de sus panderetas Los Pioneros de la 23 Abajo ... ¡Cultura! Todo sacado a la palestra con dirección a las pantallas chicas domésticas, permitiéndole a nuestra televidencia darse un paseo turístico, gratuito, conociendo a la par el Puerto Rico Amado. ¡Qué bien! En cierta ocasión estuvimos estudiando cuáles punto, de importancia habia en el pueblo de Corozal. Su afición porel deporte del "vol ibol", donde sus adorados jugadores han ganado campeonatos a granel, sumándole el sabor especial que dichas hazañas de bola y malla han tenido cuando la disputa final se ha decidido a su favor, luchando contra equipos del vecino pueblo de Naranjito. ¡Lo máximo!. .. Trovadores campesinos de primera línea, su linda plaza pública aderezada por los famosos tejidos de mundillo.

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De pronto escudriñando su ruralía llegamos a una pequeña escuela pública donde había sido maestra en tiempos de su juventud y de trigueña espectacular la gran poetisa Julia de Burgos, gloria de nuestras letras. ¡Tremendo hallazgo que valió el viaje! Allí en una de sus paredes había colgadas alguna fotografias suyas y hasta su vera imagen pintada en una pared. ¡Alabao! ¡Perfecto lugar para hacer una serie de buenas tomas y contar algo de verdadera relevancia histórica. Ya dentro de 8 días volveríamos para las filmaciones, con todo el entusiasmo del mundo. Y planes bien delineados. Tony Croatto parecía un chiquillo alegre de tener un tema nuevo. Y yo buscando las rimas para Burgos, ya que tenia bajo mi responsabilidad el escribir las décimas espinelas del programa. Noticia mala siempre llega rapidamente. Parece que como a las aves, le nacen alas. Si, llegan de sopetón. Cuando ya toda la producción estaba lista para llevarse a cabo nos enteramos verbalmente y luego por inspección ocular de que la escuelita había sido derribada por órdenes oficiales. ¡Que vergüenza! Aquella pequeña construcción donde muy bien pudo haberse albergado un museíto rural honrando a Julia fue echada al suelo arbitrariamente. j Que tristeza nos dio aquella realidad! Fue el peor homenaje rendido a su memoria. Algo denigrante para el inocente pueblo de Corozal, que no tuvo culpa alguna y queda, pues, exonerado de ese crimen "lessa cultura". Quiera Dios que algún día y dejándose guiar por las fabulosas edificaciones y facilidades recreativas realizadas en Carolinaa para perpetuar el nombre de Julia de Burgos, allá en Corozal, pueblo hidalgo y boricua a toda prueba, reparen de alguna manera aquel escarnio, aquel desmán anti cultural cometido contra la valfa y didaccia de la gran mujer que ningún pecado cometió con llevar a los niños y niñas del campo el pan de la ensefianza y escribir acaso allí, buena poesía.

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acealgunosaftos parf 'pé ' ICI en una ceremonia oficial postal llevada a cabo en e1 sector dR' de Cupe colocaci6n de un . y zona e. ío PIedras. Se trataba de la del poeta viequense y c::~~a commemoratlva, remarcando la memoria nse fr adopció.n y culto Fortunato Vizcarrondo, tal vez el más efi: r declamatoria surgido en estos rum~ e ev.ant,: escotor de poesía negroid os canbcnos. Ello, probado está en la bibliografía antillana y en ] poética, sabrosona co~o no h:Sy vdoces de todos los cultores de esa Hnea os.

lo han

~~:~::~ek~o::~aje o':laI: Muchos vien?o la tuja de metal

e

durante muchos años Com:6 ql ~ Fortunato VIZcarrondo fue cartero la Primera Guerra MU~dial en la sus ~ ~~es por ]~ ca~sa postal despué d con el grado de segundo t~nient~Ue;I;1 ~n el EJe~cIto de Estado Unid , clases de música en Carolina entrÓ 1 as e su .reoro, además de brind r abajo. Así hasta sujubilaci6n D en °dderepartlrcartas~alleanibay aH ganado. . e mo o que el homenaje po tal fu bi n .fi A Fortunato, músico poeta poesfasalpicadaderitmo q , y pro esor de escuela le conocí por u mentario. Era su saz6n Suu;~~~~~raba ~ ~mbor como elemento compleel impacto de su decI;mador anz~ a . ena de meI~a y litoral. Ante muchas ocasiones ignoraba al ~r .~xce en~la, Juan BOfIa, el público en scn or creaovo de toda aquella amalgama negra y sonora.

~á~~~le~~~~~~:~~~~p'~~~:~~o

un par

y sOEnriente siempre, dejando ver a'allá" Rac' 1 d ' os. namorador de fama y "voy P . la as amas SIempre co . aprovech6 para ser padre de más de 3;~~sunto .cardmal de su vida, qu hijos e hijas! . I uchfslmos más, tal vez, entr

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Laboramos ambos en el Servicio postal de los Estados Unidos, donde trabamos mejor conocimiento mutuo. Para mi fue una benigna rutina el poder ver y también conversar a diario con él, intercambiando puntos de vista, a veces literarios-de poesía, naturalmente- y para vari ar callejeros, de la vida misma transcurrida en el municipio de Lofza, presencia constante que dejó marca sus versos, sumándoles negritud y"bri-qui-tán". Cierta vez me enteré por vecinos y amigos, de que su tumba en el Cementerio Municipal de Carolina era una de las peor cuidadas. O sea, con falta total de mantenimieto adecuado. ¡Que cosas tiene la vida! No se como se encuentra ahora. Asumo que más aseada y mejor a la vista, ya que la municipalidad está protegiendo el buen nombre de sus poetas, a juzgar por todo cuanto la administración ha hecho en pro de la inmortal Julia de Burgos. Estamos en esa, Fortunato Vizcarrondo. Tan grande como tan grande y no menos merecedor. Tan útil al nombre carolinense tu poesía de betún. Ya llegará tu momento manifestado en alguna forma de buena voluntad de pueblo. Ya lo verás. Para que nadie vuelva a decir que no valió la pena ser poeta prieto en Carolina.

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e conocí en mi amado Barrio Obrero, recinto de crianza. Entonces vivía él en una modesta casa de alquiler ubicada en la Avenida Borinquen, entre las calles 18 y Cortijo. Eso lo recuerdo claramente. Allí hablamos una vez acerca de unos versos negroides escritos por mi, poeta sin futuro que con un gesto de tímido atrevimiento llegué hasta u vera. Fue tan cortés que me atendió. Yeso fue todo. Yo le seguí admirando. Creo que sí realizaba él una gran labor como profesor de artes manuales en la vecina escuela Federico Asenjo, donde enseñaba "Encuadernación de Libros", detalle que nunca el pueblo advirtió en su totalidad. En cambio, su forma de decir los rítmicos poemas de Fortunato Vizcarrondo, Luis Palés Matos, y Emilio Ballagas cundió en la ciudadanfa. Sus ojos bien abiertos, sus manos gesticulantes, sus pies moviéndose al compás de Tci bomba y la plena. Era una estampa dinámica, un acto progresivo de Cfljundia negra, negrista. Grabó sendos discos conteniendo versos prietos, llenos de ese "bri-qui tan tan tan briquitán" onomatopéyico. Y si alguien intenta poner en duda su impacto le refiero esta historia. Fue cuando se cel~braron en Puerto Rico los Juegos Panamericanos. Afio 1979. _Cuba, además de su gran contingente atlético, envió una delegación artística fabulosa. Los Papines; La Orquesta Aragón, Elena Burke, Fernando Alvarez y el espigado recitador negroide Luis Carbonell. Este último,tenido como uno de los mejores del mundo en su especial arte nos confesó en el Hotel El Palmar, de Isla Verde, donde estaban lo artistas cubanos hospedados que él en sus comienzos faranduleros era pianista. "Lo del verso negro y su recitación fue algo que se me prendió al escuchar allá en Cuba un disco de larga duración grabado por Juan B ria.

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aquí en Puerto Rico hace afios. Decidí allí mismo entraren la declamación", fueron sus palabras. Ello para mi pintó al máximo la grandeza de nuestro Juan Boria, quien si fue la inspiración de un recitador como Luis Carbonen no precisa de halagos extra. Sin embargo, su carrera está llena de honores y reconocimientos oficiales, de organizaciones cívicas, educativas y a nivel de pueblo. Es precisamente, en el municipio de Dorado, su rincón natalino, donde para perpetuar su memoria hay un lindo y modesto teatro que lleva su nombre. Juan Boria está casi retirado ya del arte, completamente satisfecho. Sus facultades hoy no son las de antes. Ello ha entendido así. Y es justo consigo mismo. Deja los escenarios a otros, pero lo hace con la satisfacción de haberle dado al arte ya su pueblo de Puerto Rico lo mejor de su talento y su vida... ¡Un fuerte aplauso a Juan Boria! ¡Con abrazo general!

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- - - - - - - - - - - - - Libro de versos en prepara ión Residuo de ilusión. Tema selladoMaderamen largado a la deriva. Hoy la corriente que se 10 ha llevado hereda una certeza fugitiva. Idea rota. Básico dictado: "El amor será eterno mientras viva". Nunca puede volver, ya disipado, el humo para ser la llama activa. Está claro, tu amor fue como el viaje en un tren que no supo del regreso. Veloz detalle, audacia en el paisaje que sirvió de escenario a cada beso. Mucho menos materia que celaje, y se desvaneció... ¡quizás por eso!

Se tornó amarillenJa ya lafotografía que nos tomó un señor frenJe al mar, en el puerto. Dijiste que el océano era un abrazo abierto ¡Cuánto hace amante, cuánto hace desde aquel día! Sin enconJrarnos nunca hemos vuelto al lugar. Yo mintiéndole a alguien. Tú, oyendo otras mentiras, fingiéndote creyente, fingiendo que deliras ante el señor que aún toma retratos frente al mar...

Nadie ha escuchado nunca su melodía triste, que se alegra de pronto y vuelve a entristecer, buscando el rumbo equívoco de un errante querer, Nadie la escuchó nunca, más la canción existe. Alguna vez, un día, la diré por aquello de que no muera inédita, sin irse ni volver, aunque mi alma sienta que se ha echado a perder en aras de un amor su silencio más bello.


No pudo ser, mas queda la certeza del intento de amor estremecido, que pálpito sin verse poseído a pesar del imán de su belleza. Mas de la llama resta la tibieza de aquel fuego que nunca se ha extinguido... Cenizas que en el viento no se han ido, porque el incendio aun como que empieza

Aunque no lo revele conozco su misterio. Para mi es una copa tornada boca arriba. Puede ser que la vida a usted se lo prohiba, ... Su amor está corunigo. Lo digo hablando en serio.

La induce, la motiva, la seduce con calma. La hace enlerder que existe. Y es cierto sí, de veras, va agitando su fuego de obstinadas hogueras, ese amor de su sangre derramado en su alma...

La persona descrita dentro de aquel poema es conocida suya, la ha visto muchas veces. En otros versos ella también ha sido el tema, al igual que el motivo de mis íntimas preces. Demás esta decir que a su criterio dejo saber de quien se trata, pero allí en la pared de su baño, me dijo, hay un discreto espejo. Contémplese y verá que ella misma es usted...

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CR 086.1

Curet Alonso, Tite TITLE

La vida misma DATE QUE

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acreditan como conferencista solicitado en universidades nacionales y del extranjero. Además de ser un exitoso productor de radio en diferentes emísoras, Curet Alonso ha sido galardonado con más de treinta premios y reconocimientos dentro y fuera de su país, como el de la Revista Record World, el premioASCA..P, y premiosA CE New York, entre otros. Su extensa obra no ha sido barrera para ejercer su carrera periodística con éxito y su característica visión aguda,' testigo a veces, protagonista muchas de ellas, observador acusioso en todas, recoge parecer, y aconteceres en su Puerto Rico, pasando por calles y barriadas disfrutando y sufriendo de todo I que conforma para la condici n humana La Vida Misma. Ahora Catalino "Tite" Curet Alonso se nos presenta en su faceta d escritor con este su primer Ub VtdaMtsma.

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- BIBLIOTECA -;7-.

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Así como el escultor ante la pi 'dm "siente" que la escultura qu ha estado buscando "vive" d l/Ti d' /1 piedra misma y su labor , {. / ('" quitar lo sobrante para "d '/1 ,/" " /1 obra maestra celosamente guardada por el tiemp , " lo /" 1(1 de este libro Tite elimintl I "adornos" a los que n acostumbraron mu h 'P 11'/ I nos devela sentimiento le dI''''' " índoles, pero real... Ir 11 ',rI,' /1 lectura, el lector 'rH '1.'1/1 jicado o retratado m mu< }j,,, rI, las escenas de / ,¡¡bTi . /1 conclusión es qu 7'i/'"m rI.·"1 I " hermoso mensaj ch'I, (141 l' /1 vida, el amor y te Jo /11 fU' vivir... de lo qu • t' In m,,/il Ir " humana y d, I (IUI' /" 111 l. Misma.


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,... La vida misma es eso, un compendio de algunas crónicas habidas en lo que llaman "mi carrera periodística" . También otras que por falta de tiempo y de vehículo jamás publiqué, pero que fueron escritas y concebidas con similar cariño. Artistas vigentes, situaciones de la vida misma, personas que conocí y nunca olvidé, estampas camperas: todo ello anda por estas páginas siguientes...'


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