Revista Orientación y Desarrollo

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Asociación Colombiana de Especialistas en Orientación Educativa (ACDEOE)

ORIENTACIÓN, ACTITUD Y CAMBIO

“Las cosas no cambian; cambiamos nosotros” Henry D. Thoreau.

• Reciban todos (as) un cordial y afectuoso saludo de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Orientadores Educativos (ACDEOE). Felicitaciones y gracias por esta oportunidad que aprovecho como excusa para seguir diciéndole a Colombia, a Latinoamérica y al mundo entero: que la orientación educativa es un “Derecho de niños, niñas y jóvenes”; que la orientación educativa es indispensable si queremos ayudar a nuestros orientados en la búsqueda de su Bien - Estar… • En estos días de reflexión académica llegan a nuestras mentes esas preguntas aún vigentes como: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? ¿Qué quieres estudiar? o ¿para qué quieres estudiar? etc. Preguntas cuyas respuestas varían con el tiempo y seguirán variando porque cada persona vive un contexto diferente, cambiante, del que surgen nuevas disciplinas de estudio y nuevas posibilidades laborales… de esta forma es cada vez más necesario Orientadores (as) que acompañen la “Toma de Decisiones”, de manera que cada persona logre ser tan feliz como le sea posible. • Quiero aprovechar esta publicación también para que sigamos en la reflexión sobre la profesionalización de la orientación, situación también muy compleja por la diversidad e inespecificidad de “Funciones” que las Instituciones imponen a los Orientadores (as), y por la falta de sensibilidad política del Estado para invertir más presupuesto en Educación… Pero no menos importante es lo que hemos venido llamando el Empoderamiento del rol y sentido de la orientación, que es una tarea que depende principalmente de la Actitud que asumimos cada uno de nosotros frente a nuestro trabajo, frente a nuestra vida, frente a nuestra propia “Orientación Vocacional - Profesional”.

encantador de serpientes o Presidente de la República, y como no, Orientador (a) que somos multifacéticos: Hacemos tratamiento clínico psicoanalítico a un joven con ideación suicida mientras atendemos a una niña con “raspadura de rodillas”, o se resuelve un conflicto de violencia intrafamiliar mientras se entrega urgentemente una “toalla higiénica íntima”. Se previenen el consumo de S.P.A. y el embarazo no deseado, mientras se socorre una pastilla para el dolor de cabeza… Se asesora psicopedagógicamente a la comunidad educativa y se buscan soluciones al desempleo y al desplazamiento… Contribuimos al pleno desarrollo de la personalidad, somos garantes de derechos y ayudamos a encontrar el camino para que nuestros “amigos los estudiantes” tomen las decisiones adecuadas de forma que logren un bien - tener; un bienhacer; un bien - ser... Una sensación o estado general de Bien – Estar… • Finalmente, quiero invitarles a que la revista también sirva para mantener la unión desde ACDEOE, para recuperar el “status” social, laboral y pedagógico de nuestra amada profesión. • Cumplamos con el deber ético y moral de “Dejar la orientación en mejores condiciones que las que encontramos cuando llegamos hace algunos años”, logremos que la orientación educativa se reconozca como “Derecho de los (as) niños (as) y jóvenes”, como un derecho de la comunidad educativa. MUCHAS GRACIAS José Luis Ferrer C . Presidente Asociación Colombiana de Especialistas en Orientación Educativa (ACDEOE)

• Hace unos días, pensando en esta publicación, recordé que había leído algo sobre “oficios y profesiones extraños”, por ejemplo: matarife, oxicortador, deshollinador, evaluador de alimento para gatos y perros, afilador de cuchillos, evaluador de olores,

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BOGOTÁ, (COLOMBIA ), SEPTIEMBRE 30 DE 2011

© Septiembre 2011. © Asociación Colombiana de Especialistas en Orientación Educativa (ACDEOE), © Abako Editorial Ltda

Orientación y Desarrollo Humano © Abako Editorial Ltda. www.abakoeditorial.com.co Carrera 38 N 10-90; Tel. 5604763 Bogotá-Colombia

Editor Amilkar A. Brunal - Cesar A. Ortiz Cortés Coordinación Editorial Yenny Rincón Torres Diseño y diagramación Camilo Andres Chaves Zamudio Impresión Auros Copias S.A. Impreso en Colombia Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño gráfico, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o fotocopia, sin permiso previo del autor, o de los editores.


ÍNDICE La importancia del ser. Competencias socio-emocionales en la escuela......................................4 Un modelo cartográfico - existencial para la orientación vocacional profesional. La brújula, las rutas y los mapas....................................................................................................5 I. Algunos aspectos para considerar en la orientación vocacional profesional.....................................................................6 I.I. La Brújula. “Vocación Profesional”........................................................................................................................6 I.II. Las Rutas. Consideraciones Éticas.........................................................................................................................7 I.III. Los Mapas. El autoconocimiento y el Conocimiento Social Sistematizado..............................................................7 La Orientación en los nuevos escenarios sociales latinoamericanos. Principales retos.................9 1.1. Redefinición del campo profesional y Modelos de Orientación.................................................................................11 1.2. Formación de Profesionales...................................................................................................................................13 1.3. Nuevas Competencias..........................................................................................................................................15 1.4. Consolidación de la identidad profesional..............................................................................................................16 1.5. Nuevas propuestas de abordajes e implementación de planes integradores de orientación (lo social). Salud Comunitaria......................................................................................................................................................16 1.6. Consolidación de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación........................................................17 La Orientación Vocacional. Una criatura entre la adversidad y la potencialidad........................20 1. Del registro civil de la Orientación Vocacional...Primer punto de vista.......................................................................20 2. De sus andanzas en el terreno escolar. Segundo punto de vista..................................................................................21 Programa Integral de Permanencia Estudiantil (P. I. P. E.)........................................................26 Las redes fortalecen la labor del orientador y asesor escolar.......................................................28 Postulados de la Orientación y Asesoría Escolar..........................................................................30 1. Marco legal............................................................................................................................................................30 2. Marco conceptual....................................................................................................................................................30 3. Método....................................................................................................................................................................30 4. Participación............................................................................................................................................................31 Convivencia y Democracia............................................................................................................32


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La importancia del Ser Competencias socio-emocionales en la escuela

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Diana Montealegre Pedroza [1]

a educación en Colombia ha centrado su atención en la formación para ser competentes en las diferentes disciplinas del conocimiento, lo cual es importante, y de hecho ya es frecuente encontrar profesionales: médicos, contadores, doctores, maestros, etc. Muy jóvenes ejerciendo su vida profesional, siendo competentes. Sin embargo, muchos de los estudiantes y actuales profesionales no son competentes en la vida.

Por ello se considera necesario que la educación integre la enseñanza y el aprendizaje de las competencias socio-emocionales, dado que los primeros que no hemos aprehendido el tema somos los mismos docentes, quienes en ocasiones tenemos un manejo poco asertivo de las relaciones intrapersonales, interpersonales y de nuestra vida afectiva. Es importante aprender y vivir lo que después se va a enseñar.

Cabe preguntarse entonces si es suficiente el saber hacer en un contexto determinado, o si se está dejando de lado nuevamente lo esencial: el ser.

En la búsqueda de antecedentes frente al tema se encontraron interesantes investigaciones sobre la inteligencia emocional; sin embargo hay una tesis doctoral (que a juicio personal abre el camino a este interesante aspecto), de la autoría de la Dra. Stella Betancourt Guevara: “Estrategias de enseñanza y aprendizaje que desarrollan competencias socio-emocionales”, que si bien está dirigida a población universitaria, puede brindar grandes herramientas para iniciar el abordaje de este tema en la escuela inicial y básica. Sin embargo, es de aclarar que se sugiere que este aspecto no se convierta en un proyecto más de la escuela, y mucho menos a cargo del departamento de orientación y asesoría escolar, que ya de por sí está muy cargado. Se requiere la anuencia y el trabajo de las diferentes áreas del currículo y articulación adecuada con los ciclos etáreos y de enseñanza, ya que sólo siendo parte intrínseca del currículo y de la vida escolar esta propuesta encuentra sentido.

¿Quién es esa persona que se acerca epistemológicamente al objeto de conocimiento, o aquella que es capaz de transformarlo en pro de unos objetivos explícitos y definidos? Al respecto, es vital que nuevamente la escuela integre a su currículo la formación en la enseñanza y el aprendizaje de las competencias socio-emocionales que le permita a estos cerebros y a esas manos articularse a su corazón, formando así un ser humano verdaderamente integral y fundamentalmente feliz. Desde hace aproximadamente 15 años llegó a nuestro país el boom de las inteligencias múltiples, teoría planteada por Howard Gardner, que resultó ser una teoría revolucionaria frente al concepto tradicional de inteligencia; dentro de ellas se encuentra la inteligencia personal, que se clasifica en intra-personal (como la capacidad de conocerse a sí mismo y tener resiliencia ante las adversidades de la vida), e interpersonal (como la capacidad de relacionarse con los otros de una manera asertiva, cuyos orígenes al parecer se pueden encontrar fundamentalmente en el lazo afectivo que crea el niño con su madre). Un poco más adelante se acogió a manos llenas el concepto de Inteligencia Emocional de Daniel Goleman, sin embargo creo que se quedó solamente en la valoración de su importancia y en el reconocimiento de que somos analfabetas emocionales, pero no ingresó a la vivencia en las aulas de la escuela de forma contundente.

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Desde esta perspectiva, los y las orientadores escolares que propenden por el desarrollo humano e integral de los estudiantes tendrían como tarea generar la reflexión al respecto en las diferentes instancias del gobierno escolar como: consejo académico, equipo de gestión, consejo estudiantil, y sensibilizar y movilizar a la comunidad educativa hacia la temática y la forma de abordarla en cada institución educativa. Finalmente, este artículo no pretende presentar una tesis o una experiencia concreta frente al tema planteado, más bien quiere ser una oportunidad para abrir la puerta a la creatividad de las comunidades educativas y propiciar la reflexión frente a aquello que, más allá del conocimiento, pretende sustentar la estructura interna del ser humano y el ambiente que se requiere en la escuela para el aprendizaje.


UN MODELO CARTOGRÁFICO - EXISTENCIAL

Bibliografía -Goleman, D. (2001). Inteligencia Emocional. España: Editorial Kairos. -Goleman, D. (2008). Inteligencia Social. Barcelona, España: Editorial Kairos.

[1] Licenciada en Psicopedagogía (Universidad Externado de Colombia), Especialista en Derechos Humanos (Universidad el Bosque), Especialista en Docencia Universitaria (Universidad Cooperativa de Colombia), Magíster en Educación (Universidad Cooperativa de Colombia), Correo electrónico: dianamonpe@yahoo.com y Orientadora Loc. 7 Bosa, Bogotá.

Un modelo cartográfico - existencial para la orientación vocacional profesional La brújula , las rutas y los mapas Amilkar A. Brunal [1]

Introducción

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os adolescentes en la fase final de su educación media se encuentran con las alternativas que el sistema social y educativo les propone: Continuar hacia la educación superior en los niveles técnico, tecnológico o universitario (la cual presenta el 50% de deserción en los 5 primeros semestres) o aplazar voluntaria o forzadamente su educación superior por condiciones diversas, ya sean de tipo personal (vocación y madurez principalmente), económico, o por razones de fuerza mayor relacionadas con el cumplimiento del compromiso ineludible del servicio militar obligatorio en el caso de los varones. La cultura contemporánea (sociedad de la segunda industrialización), representada por la familia, la escuela y la empresa, les plantea algunas posibilidades predeterminadas socialmente. El discurso familiar que supone una posición éticaexistencial generalmente dicotomista (estudio-trabajo, técnico-profesional, vocación-profesión) y sesgado por la relevancia que se le da a las necesidades de subsistencia y protección en detrimento de otras necesidades igualmente definitorias del proyecto de vida (identidad, entendimiento, afecto, participación, creación , recreación, libertad), recoge los requerimientos relacionados con la empleabilidad a mediano y corto plazo de tipo técnico-tecnológico del sector empresarial, las cuales han sido previamente replicados al interior del sistema educativo oficial en los colegios “Articulados con la educación superior”, a lo que se le suma el nivel de presión económica y un modo ético de realización de un proyecto de vida personal y familiar propio:

“Mijo(a) consiga la plata honestamente, pero si no…” En estratos medios-altos este discurso familiar determinista se posiciona en el imaginario social y diversifica, de manera que trasmite los ideales familiares de realización, continuidad y/o ascenso social. En ocasiones se produce una suerte de chantaje cuando se condiciona la financiación de la educación superior a los intereses familiares:

“y cuando grande vas a estudiar, la misma vaina que tu papá, óyelo bien…” De este discurso social instrumentalizado, con intereses mercantilistas por los medios masivos de comunicación, están virtualmente ausentes los requerimientos de formación científica de alto nivel (Maestrías y Doctorados) directamente relacionados con las necesidades de desarrollo del país en cuanto a proporción de profesionales deseables para un país en vía de desarrollo [2]. Todos (familia, escuela, académicos, empresa, sociedad civil y Estado) nos abrogamos el derecho de predicar sobre el “deber ser” de los jóvenes y adolescentes, cayendo muchas veces en posiciones conceptuales propias del determinismo social. Manfred Max Neef, tampoco se queda con las ganas de expresar su posición ética existencial, frente al deber ser de los jóvenes:

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“Mi conclusión a estas alturas, de 77 años de acumulada juventud, es que (…) si viven toda la vida haciendo lo que les conviene, es una vida bastante miserable. Ustedes no tienen que hacer lo que les conviene, ustedes tienen que hacer lo que tienen que hacer. Eso es lo único que les dará la satisfacción cuando lleguen a viejos… haber sido consecuentes consigo mismos…”. Manfred Max-Neef

¿Qué pueden ser los jóvenes? “Entre el Deber ser y el Querer Ser”. Podría este ser un buen momento para citar también al maestro Nicolás Buenaventura, quien propone cambiar el discurso del deber por el del “poder ser”. “-Señor <<Debe>> -le dije-yo no le guardo rencor a usted por haberse atravesado tanto en mi camino, por haberme acosado tanto en la niñez y en la juventud. Yo sé que lo hizo de buena fé, por mejor. Pero ahora permítame despedirme de usted, decirle adiós definitivamente. …y desde entonces me casé con el <<Puede>> y no lo dejo ni por un momento”. Nicolás Buenaventura [3]

(Teoría del deber) y ético-ideológicas de la sociedad de la segunda modernización”, en relación con las Necesidades Humanas axiológico-existenciales [6], los deseos personales (Teoría del deseo) y las características actitudinales/comportamentales y cognitivas de los escolares (Psicología de la personalidad) como seres sociales y en función de la construcción de sus proyectos de vida como objetos transicionales [7] operacionalizados mediante un proceso consecuente de toma de decisiones” [8]. Consideramos que parte de nuestras responsabilidades como Orientadores Vocacionales Profesionales frente a todos nuestros escolares, según su ciclo etáreo y de enseñanza, y especialmente respecto a aquellos que emprenden una de las más importantes etapas de la vida, cual es la transicionalidad entre la adolescencia y la adultez, se relaciona con la construcción de una clara “cartografía vocacional” que involucre el trazado de mapas y rutas posibles para construir proyectos de vida (no solamente tomar decisiones vocacionales) y el uso apropiado de la brújula que llamaremos “Vocación” .

La Brújula, Los Mapas y Las Rutas I.I. La Brújula. “Vocación Profesional”

¿Deseo y necesidades? Poder y producción (dominar, cambiar, hacer o crear) son los fundamentos de la sociedad. Entre “hacer lo que se quiere”(deseo) y “hacer lo que se debe” (moral), está la alternativa de “hacer lo que se puede” (necesidad). La necesidad es del orden del poder y la producción. Ballester [4]

En la sociedad de la segunda industrialización, en la que solo importan las leyes del “Libre mercado” (vale decir la “libertad” de dejarse explotar el número de horas que se quiera al costo que se ofrezca y cuando se pueda, sin que exista mayor compromiso que beneficie al trabajador), el tema de la “Vocación” es fácilmente sustituido por las leyes de la “Oferta y la demanda”.

I. Algunos aspectos para considerar en la orientación vocacional profesional

La orientación vocacional profesional clásica nos ha heredado algunas dicotomías que debemos afrontar en el camino de construir una nueva perspectiva para abordar esta temática. Una de estas dicotomías se refiere a una de las más antiguas establecidas entre el campo vocacional y el campo profesional. El primero (lo vocacional) de ascendencia mística, mítico-religiosa, asociado con el servicio sacrificial, voluntario, abnegado y con cierto carácter de pasatiempo, por el cual no se espera retribución económica formal. Es pues a partir de esta dicotomía que puede entenderse cómo algunas personas modifican sustancialmente su trayectoria profesional en momentos de transiciones etáreas tales como el

Parafraseamos al maestro Buenaventura en “Navegar con Mapas” [5], al usar la analogía básica de la vida como un viaje y muy afín el enfoque topográfico de la orientación, la cual enfatiza en la construcción de ejes de referencia personal y psicosocial: “La Orientación Vocacional Profesional, implementa como metodología fundamental la construcción de sistemas de análisis Bio-psicosocial, académico y ocupacional (Ejes de Orientación), que permitan considerar críticamente las características deontológicas

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UN MODELO CARTOGRÁFICO - EXISTENCIAL

paso de la segunda adolescencia (la cual consideramos que finaliza a los 18 años) a la Juventud. Esta etapa de la adolescencia se considera periodo típico de intereses “vocacionales, artísticos y deportivos”. El imaginario social valida esta etapa como periodo de sueños, experimentaciones y aun tiempo permitido para dedicarse a ciertas “ocupaciones vocacionales temporales”, pero impone drásticamente una terminación abrupta de este periodo en aras de una ocupación o profesión “seria, responsable y sobre todo rentable” [9]. En otros casos (tal vez la mayoría) se admite socialmente la dedicación vocacional (artes o deportes principalmente) condicionada a una dedicación paralela a la educación formal [10]. En un segundo momento la construcción del campo vocacional se estructura bajo la simple definición de inclinación motivacional innata hacia un tipo de ocupación laboral, por razones principalmente de carácter inconsciente que se convierten en la base fundamental para el direccionamiento del proyecto de vida en la etapa adulta, configurando así la necesidad de seguir dicha vocación desde la perspectiva del “Querer Ser”, en ocasiones en contra de las concepciones sociales del “Deber Ser”. Tras un breve ejercicio de conciliación conceptual, surge el concepto de “Vocación Profesional” como conjunción del Deber Ser con el “Querer Ser” en el “Poder Ser”. Otra de las dicotomías relevantes en el tema de la Orientación Vocacional Profesional tiene al menos un origen medieval: la dicotomía entre lo “Técnico/ Tecnológico y lo Profesional”. El campo profesional se construye socialmente desde la perspectiva del Medioevo, a partir del surgimiento de las llamadas artes liberales [11] y su necesidad de diferenciarlas de las llamadas artes serviles, y se posiciona en la modernidad como sinónimo de las primeras desconociendo a las ocupaciones especializados de tipo manual o artesanal aquel carácter profesional. Esta dicotomía llega a nuestros días traducida como la separación entre la formación Técnico/Tecnológica y “La formación profesional universitaria”, que implica obviamente una diferenciación social de clases, que podría plantearse de manera clara (como ya se había hecho en la Edad Media) como la diferencia entre la formación académica teórica general conceptual y la formación empírica/práctica que usa como método predominante la enseñanza demostrativa-experiencial y la tradición oral en los talleres de pequeña y mediana producción.

En términos de la producción artesanal pre-industrial, la formación empírica se constituye en distintivo de la clase obrera, mientras la formación académica universitaria se instala como la manera dilecta de control social de la clase dominante. Dichas brechas parecen estrecharse cuando en el discurso social se refiere a tres tipos de formación profesional: Técnica/Profesional, Tecnológica/Profesional y Profesional Universitaria, reconociendo a las tres su carácter profesional.

I.II. Las Rutas. Consideraciones Éticas Una vez establecida una vocación general hacia un campo profesional determinado, resultaría pertinente adentrarse en las diversas consideraciones éticas sobre los modos sociales para construir proyectos de vida o rutas posibles de navegación. Circula en la cultura popular contemporánea conceptos como: “Éxito”, “Poder”, ”Riqueza”, Bienestar, Comodidad, Felicidad, “El sueño Americano”, etc, instrumentalizados por ideales postindustriales “Eficiencia, Eficacia y Efectividad”, principios operativos fundamentales en la segunda industrialización fundados en una concepción individualista de la sociedad y en apariencia éticamente incompatibles con los ideales clásicos de la modernidad tachados de románticos o utópicos : “Igualdad, Libertad, Fraternidad” . El modo rápido de construir proyectos de vida es generalmente el modo que llamaremos sub-convencional (continuando con la conceptualización propuesta por la teoría del desarrollo moral de L. Kohlberg), vale decir, el mal llamado “camino fácil o vida fácil” que lamentablemente se promociona aun desde algunos programas noticiosos hasta páginas web, se contrapone abiertamente a los modos de vida éticos en sus diferentes niveles de desarrollo moral que plantea como objetivo ideal de los proyectos de vida social el estadio superior denominado “Principios éticos universales”.

I.III. Los Mapas. El autoconocimiento y el Conocimiento Social Sistematizado Se ha planteado como axioma clásico de la filosofía “Conócete a ti mismo” aplicado a la Orientación Vocacional reinterpretado como “Constrúyete a ti mismo” desde las cosmovisiones que podemos tener

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respeto al sentido de la vida, la escolaridad y las relaciones sociales. Dichas cosmovisiones determinan en gran manera una actitud frente a la construcción de proyectos de vida.

¿Qué le queda a los jóvenes? ¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco? ¿Sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén, no dejar que les maten el amor, recuperar el habla y la utopía, ser jóvenes sin prisa y con memoria, situarse en una historia que es la suya, no convertirse en viejos prematuros… Mario Benedetti Así las cosas, le corresponde a la escuela, entre otras cosas, validar estas estrategias como medios alternativos viables para la construcción de proyectos de vida éticos y estéticos, producto de “Decisiones Auténticas”, en términos de la Orientación ética-existencial promulgada por el equipo de investigación de la Universidad Pedagógica de Dinamarca en cabeza de Finn T . Hansen [12]. [1] Amilkar Brunal. Psicólogo Fundación Universitaria “Konrad Lorenz”, Bogotá. Orientador Escolar adscrito a la Secretaría de Educación de Bogotá desde 1994. Especialista en Orientación Educativa y Desarrollo Humano, Universidad “El Bosque”, Bogotá. Magíster en investigación social Interdisciplinaria. Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”. amilkarbrunal@gmail.com. (317) 438 28 82. Bogota. 2011.

debe haber un profesional con doctorado y en Colombia, bien contados, no llegan a 5.000. Este número sigue siendo muy inferior al que se considera deseable para la población y para el número de programas académicos existentes”. Juan Francisco Miranda y Mónica Salazar Acosta. La construcción de una institucionalidad y una política en ciencia y tecnología. En Ciencia y Tecnología, Vol 24, 2006, Pg. 11.

[2] “…, el año anterior (2005), en uno de los diarios locales más importantes, un artículo mostraba cómo sólo una universidad latinoamericana, la Autónoma de México (UNAM) figuraba entre las mejores del mundo. La no presencia de universidades colombianas en esa lista se asocia, entre otros factores, al bajo número de profesionales con estudios de maestría y doctorado con que cuenta el país. Según datos de la UNESCO por cada 1.000 habitantes

[3] Buenaventura, N .Los Cuentos de PEI. Magisterio. Bogotá ,1997

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[4] Ballester, L. (1999). Las Necesidades Sociales. Teorías y Conceptos. Editorial Síntesis, Madrid. [5] Buenaventura, N. Los Cuentos de PEI. Magisterio. Bogotá ,1997.


UN MODELO CARTOGRÁFICO - EXISTENCIAL [6] Teoría del Desarrollo a Escala Humana. Manfred Max Neef. [7] Se re-interpreta aquí el fenómeno de “Transicionalidad” de D. Winnicott como el conjunto de procesos biopsicosociales constituidos por tres tipos de elementos: Espacios transicionales generadores potenciales de experiencia (Zirlinger. http://www.elpsicoanalisis.org.ar/numero2/transicionalidad2.htm) entendidos como ciclos etáreos , los Objetos transicionales de tipo simbólico (Títulos académicos oficiales ) entre los cuales se destaca el proyecto de vida en sí mismo como elemento simbólico de transición por excelencia, y los Eventos sociales transicionales (actos de reconocimientos académicos oficiales). [8] ESTUDIO PILOTO EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL/PROFESIONAL EN POBLACIÓN ESCOLARIZADA EN LOS GRADOS 8º, 9º, 10º Y 11º. PARA LA SUBSECRETARÍA DE CALIDAD Y PERTINENCIA . DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN MEDIA Y SUPERIOR. 2009-2011. [9] En los pasados juegos Suramericanos una gimnasta argentina anuncia su retiro del deporte para dedicarse al estudio de la contaduría publica . [10] Cítase el caso del reconocido ciclista colombiano de la década de los 80 ,Fabio Parra, quien estudiaba una de las llamadas profesiones liberales en el campo de la administración . [11] El concepto de arte liberal, heredado de la antigüedad clásica, hace referencia a su cultivo por “hombres libres” en oposición a las “artes serviles”. El término artes liberales designaba los estudios que tenían como propósito ofrecer conocimientos generales y destrezas intelectuales antes que destrezas profesionales u ocupacionales especializadas, las llamadas Artes Manuales, Artes Menores.Fueron recopiladas por el escritor Martianus Capella en el año 400 d. C., en suSatyricon, o De Nuptiis Philologiae et Mercurii et de septem Artibus liberalibus libri novem. En el Medioevo la iglesia adoptó su enseñanza. http://es.wikipedia.org/wiki/Artes_liberales. [12] La Dimensión Existencial para la Orientación Formativa y profesional: Cuando la Orientación se convierte en Practica Filosófica. Finn Thorbjorn Hansen. Departamento de Investigación sobre la Orientación. Universidad Pedagógica de Dinamarca.

La Orientación en los nuevos escenarios sociales latinoamericanos. Principales Retos Julio R. González Bello Universidad de Carabobo. Venezuela Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación Palabras Clave: Orientación, Escenarios Sociales, Orientación Educativa, Retos a la Orientación

Introducción

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n un sentido bastante general la Orientación en el mundo, y especialmente en América Latina, está atravesando por un período de cambios sumamente interesante. Este proceso de cambios impulsado por los actuales problemas sociales hace suponer que la Orientación, como campo profesional, se convertirá durante las dos primeras décadas del siglo XXI en algo totalmente distinto a lo que hemos estado acostumbrados.

Desde hace mucho tiempo América Latina ha sido vista como el continente de la esperanza. Esta concepción hasta ahora sólo ha reflejado la idea de que América Latina todavía es rica en recursos naturales renovables y no renovables, de donde los países del Norte, en nombre del desarrollo y de las comodidades del modernismo, podrán seguir manteniéndose a través de los siglos, pero aquí se propone la idea de que ya es el momento de que sea concebida como el continente de la esperanza, pero para nosotros mismos.

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De las concepciones existentes de América Latina se pueden hacer dos lecturas: una en negativo y otra en positivo. Hasta ahora las que prevalecen son las negativas, y en este sentido siempre se hace hincapié en una América Latina pobre, desvalida, con poco desarrollo, donde impera la delincuencia, la corrupción, con alto porcentaje de desempleados, y una zona geográfica donde prevalece la inequidad y la desigualdad. Sin embargo, por otro lado, también podemos encontrar lecturas positivas, tal como la de Gabriel García Márquez en su discurso de aceptación del Premio Nóbel en 1982, donde refiere que el resto de los países del mundo fueran más comprensivos con América Latina si trataran de vernos en su propio pasado, donde la mayoría de ellos también pasaron por períodos terribles de corrupción y asesinatos (García Márquez, 1982). Otra de las concepciones positivas de América que puede ser rescatada es la idea de la Raza Cósmica de Vasconcelos, la cual valdría la pena analizar, considerar y rescatar para tenerla como un ideal en las nuevas generaciones de latinoamericanos. En este sentido Vasconcelos (1958) ve a la América Latina como predestinada al “designio de constituir una quinta raza en la que se fundirán todos los pueblos para reemplazar a las cuatros que individualmente han venido forjando la Historia…La tierra de promisión entonces estará entonces en la zona que hoy comprende el Brasil entero, más Colombia, Venezuela, Ecuador, parte de Perú, parte de Bolivia y la región superior de Argentina” (p. 9). La concepción negativa de América Latina ha sido expuesta por muchos autores. En opinión de Kliksberg (2000), entre los principales problemas sociales de América Latina se encuentran el aumento de la pobreza y los nuevos pobres, el desempleo y el empleo informal, la erosión de la familia, el aumento de la criminalidad y la exclusión. Rama (2001) señala como problemas “la informalidad urbana (autoempleo, ocupaciones no calificadas, excluidas de protección social, bajos ingresos, etc). Ingreso al mercado formal. Protección a la mujer embarazada, atención maternal y preescolar, calidad de la educación (primaria, secundaria), sistema nacional de salud, protección para la mano de obra desocupada, política para seguro social de la tercera edad”. “Las luchas sociales se transformaron en guerras de exterminio” (p. 10). En Europa los grupos exponentes

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del conflicto social fueron suplantados por líderes de integración. En Inglaterra se inicia la medicina socializada, en Francia un sistema de salud y atención a la educación. Se puede lograr equidad sin autoritarismo. Para Lázaro (2001) los principales desafíos se relacionan con la equidad social, la competitividad económica y la ciudadanía política. Para Toledo (2006) la sociedad actual debe enfrentar la precarización del trabajo (empresas ilegales, clandestinas, trabajo infantil, desempleo e informalidad). Según Tancredi (2000), en América Latina los escenarios sociales están caracterizados por ambientes laborales inestables, variabilidad económica y desequilibrios sociales. En un sentido general en los tiempos actuales en América Latina se percibe un resurgimiento en algunos sectores de la sociedad del sentido de reclamar una mayor participación en lo social, económico, político y cultural. Quizás por todo lo planteado anteriormente Blanco y Cusato (2004) han expresado que: “América Latina es la región más inequitativa del mundo, en ella persisten la pobreza y la desigualdad distributiva que han dificultado la constitución de sociedades más integradas. La desigualdad de oportunidades educativas, en función del nivel socioeconómico de los estudiantes, es una de las más agudas en la región, de lo que se deduce que la educación no está siendo capaz de romper el círculo vicioso de la pobreza y de la desigualdad social” (p. 1). De todo lo expuesto podemos concluir que si bien es cierto hay muchos aspectos de la problemática social en América Latina que están fuera del área de influencia del campo de la Orientación, hay algunos otros que bien pueden ser abordados desde esta perspectiva. Dentro de la problemática social, la cual debe ser abordada desde una concepción integrada mucho más amplia que desde la perspectiva de la Orientación (interdisciplinaria y gubernamental), se pueden mencionar: la pobreza, el desempleo, la criminalidad. En estos casos, la acción de la Orientación pudiera darse en forma indirecta, y actuar como un elemento más de un grupo interdiscisplinario designado para este caso concreto, reservando para los profesionales de la Orientación los asuntos relacionados con: la familia,


LA ORIENTACIÓN EN LOS NUEVOS ESCENARIOS SOCIALES LATINOAMERICANOS

la exclusión socioeducativa, atención a los grupos de alto riesgos (discapacitados, mujeres, tercera edad, niños de la calle), equidad social, trabajo infantil y la participación comunitaria en lo social, económico, político y cultural. De lo detallado en la introducción se puede entonces inferir que existen algunos retos importantes a los que la Orientación y los profesionales deben dedicar parte de su tiempo para lograr superarlos.

Principales Retos En América Latina el surgimiento de nuevos escenarios sociales se está haciendo en una forma vertiginosa, especialmente por la urgente necesidad de construir una sociedad más integrada, donde los criterios equidad e igualdad son el principal reclamo que se hace a los responsables de la formulación de políticas y, en menor escala, a los profesionales de la orientación. Dado lo anterior, lo que impera en este momento es darse a la tarea de construir un mejor futuro para la orientación, en otras palabras, diseñar el mejor escenario de acción posible para la Orientación. El principal reto de la Orientación en los tiempos actuales básicamente se traduce en tratar de responder a la pregunta: ¿Cómo construir los nuevos escenarios sociales? En opinión de Roosen (2011), “Los escenarios no son las soluciones sino el análisis, con perspectiva de futuro, de un número determinado de elementos, situaciones o temas, la anticipación de su posible comportamiento y la formulación de las políticas que los hagan viables” (p. 8). El mismo autor afirma que lo primero es la definición de lo que se quiere, y establecer los pasos que hay que dar para lograrlo. “Los escenarios se definen como la descripción de una situación futura y la secuencia de eventos que permiten avanzar hacia ella. Este método, entonces, permite transitar desde la situación actual hacia una situación futura, deseable y posible, describiendo coherentemente dicho tránsito” (Licha, 2000, p. 1). De ahí que los principales retos que debe afrontar la Orientación en los tiempos actuales son: la redefinición del campo profesional y su modelo teórico, la

formación de profesionales de la Orientación, la preparación en nuevas competencias, la consolidación de la identidad profesional, nuevas propuestas de abordajes e implementación de planes integradores de orientación y la consolidación de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación.

1.1. Redefinición del campo profesional y los Modelos de Orientación Desde hace mucho tiempo la Orientación ha estado focalizada básicamente en prestar una “ayuda” dirigida a solucionar una situación problemática en la vida de un individuo. Este servicio podía estar dirigido a ayudarlo a enfrentar una situación personal (conflicto) o profesional (selección de una carrera o empleo). Básicamente el criterio prevaleciente era el remedial, es decir, ayudar a solventar un problema o crisis existencial en un individuo determinado. El tipo de orientación prevaleciente en esa época estaba focalizada en proporcionar ayuda en la elección vocacional o profesional de los estudiantes cursantes de los últimos años de educación secundaria para ayudarlos a seleccionar una carrera universitaria, o una ocupación, en el mejor de los casos. Con el pasar del tiempo este enfoque fue mejorado y la orientación fue concebida como un proceso, más que una asistencia remedial, dirigido a lograr el desarrollo de las potencialidades que le permitieran a los individuos convertirse en personas, pero desafortunadamente sin tomar mucho en cuenta el contexto donde éste se desempeñaba. En el presente, afortunadamente, casi todos los autores contemporáneos coinciden en que esto debe transformarse, y la Orientación como proceso debe comenzarse desde la edad de inicio en el sistema escolar y continuarse a lo largo y a lo ancho de toda la vida. A lo largo de la vida significa desde el preescolar hasta más allá de la etapa de la jubilación; de la misma manera, a lo ancho de toda la vida significaría que la orientación abarcaría todas las áreas posibles del desarrollo humano, que incluyendo la profesional, pueda cubrir áreas tales como la educabilidad, la ciudadanía y política social, la empleabilidad, lo familiar, la salud, lo espiritual y lo comunitario. En sentido general, la formación como sujeto, lo cual supone el desarrollo como persona individual y en contacto con la comunidad.

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De allí que hoy en día la propuesta de redefinición del campo profesional de los orientadores pasa por considerar al individuo en estricta armonía con su entorno social, histórico, cultural y comunitario. De nada serviría dedicarse a desarrollar las potencialidades y cualidades de un individuo sin despertar y potenciar el interés por lo social, histórico, cultural y comunitario del espacio donde se vive. La idea resumida de lo que se quiere plantear es que el campo profesional de los orientadores debe estar dirigido al desarrollo de las potencialidades y cualidades del individuo, que contribuyan a su formación como persona en su concepción integral de ser biológico-espiritual-culturalcomunitario en la búsqueda de una mejor calidad de vida para él y la comunidad donde se desenvuelve. Adicionalmente, otra perspectiva en la redefinición del campo profesional de la orientación supone la reconsideración de los diferentes modelos de orientación prevalecientes en la teoría y en la práctica de la orientación, y definitivamente, la construcción de un modelo de orientación específico para América Latina o para los latinoamericanos en cualquier parte del mundo. Desde mediados del siglo pasado se ha fortalecido la posición del agotamiento de los fundamentos teóricos que sustentan la Orientación en el mundo, y específicamente en América Latina. Algunos planteamientos sobre la necesidad de revisión y de cambio en los fundamentos teóricos de la Orientación provienen de muchos autores y de diversas latitudes. Burns (2008), un sociólogo australiano, afirma que en el campo de la Orientación el Hemisferio Sur necesita mirar por nuevos modelos teóricos. Hasta ahora sólo se han considerado los modelos propuestos por el Hemisferio Norte. En opinión de Hansen (2006, p. 4) las teorías que dan soporte a la Orientación Profesional “se basaban en los patrones laborales de los hombres blancos, de clase media, urbano, educados en universidades de América del Norte a principios del siglo veinte”. López Cardozo (2004), mexicano, nos invita a abandonar el modelo desarrollista de la Orientación que aún prevalece en América Latina.

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Esbroeck, Palladino, Trusty and Gore (2009) sugieren la necesidad de hacer una evaluación de la validez de los modelos teóricos usados en Orientación. González y Moreno (2006, p. 571) afirman que “La Orientación... está mediada por un conjunto de teorías que obstaculizan la comprensión de la realidad debido a que las mismas se caracterizan “por la impertinencia y la externalidad”. Desde este mismo punto de vista, Rascovan (2008, p. 43) nos ilustra cuando afirma que: “La Orientación Vocacional y la Orientación Educativa son prácticas en permanente construcción, deconstrucción y reconstrucción que nacieron como respuesta a las exigencias del capitalismo industrial y que hoy requieren ser revisadas en función de las coordenadas que dominan el actual escenario social: desigualdad, vulnerabilidad, exclusión, desafiliación”. Dentro de otros planteamientos críticos se puede mencionar que “A casi un siglo de su aparición, la orientación arrastra profundas inercias que la mantienen atada al pasado ante un contexto sociocultural que se mueve constantemente en un proceso histórico que se ha denominado como la era neocultural” (Gorostiaga, citado por Vuelvas Salazar, 2005, p. 83). Desde Colombia, Huertas y Calle (2010, p. 402) nos dicen que “La orientación vocacional se ve retada, pues sus formas tradicionales de test, de información de universidades y de construcción de proyectos de vida, carece de sentido para los jóvenes, quienes elaboran ´proyectos de supervivencia´…”, y afirman que en vez de elaborar proyectos de vida se debe desarrollar el sentido de vida. También desde Colombia, Mosquera (2006, p. 2) indica que otra problemática importante de nuestra profesión radica en la: “carencia de identidad en lo referente al perfil de formación académico, profesional y ocupacional del orientador”. Otro aspecto en la justificación de la búsqueda de alternativas en el campo de la Orientación está en los datos aportados por González (2010, p. 4), donde señala que producto de una investigación realizada en el 50 por ciento de los países latinoamericanos se resalta que: “…el 49 por ciento de los encuestados no está satisfecho con la preparación recibida y el 91 por ciento establece que los programas de formación de-


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ben ser mejorados”, lo cual pudiera sugerir el grado de disconformidad presente en el Orientador latinoamericano y sería una variable positiva a considerar a la hora de proponer innovaciones, métodos, modelos o enfoques en el campo de la orientación.

diseñar una propuesta realmente novedosa y original donde, partiendo desde nuestra realidad y con nuestros propios autores y pensadores, se pueda ofrecer un modelo teórico para hacer orientación en América Latina y para los latinoamericanos.

Finalmente, también vale la pena considerar, en el caso de la inconveniencia de la aplicación de Modelos de Orientación extraños a nuestro medio e idiosincrasia, el hecho de que a diferencia de lo que ocurre en Europa, Asia o Estados Unidos, “América latina no es un conjunto uniforme. Hay una América con pueblos preponderantemente indígenas. Una América mulata con altos porcentajes de raza negra; una América casi europea en el cono sur; una América mestiza de blancos e indios” (Blat, 1981, p. 4).

Como una propuesta desde América Latina, se sugiere la posibilidad de desarrollar un modelo de Orientación EscolarSocioComunitarioLatinoamericano en la cual lo Escolar no se refiere a que trate exclusivamente a los estudiantes, sino a que conciba la Escuela como el centro, que bajo la coordinación de los profesionales de orientación y con la actuación de la familia, los docentes, los alumnos y la Comunidad, se elaboren y se coordinen los diferentes programas dirigidos al desarrollo de los ciudadanos.

La anterior afirmación coloca en un plano actualizado lo expresado por Simón Bolívar en 1819 en el Congreso de Angostura, cuando afirmaba “que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del Norte, sino que es más una mezcla de África y de América, en vez de una emanación de Europa; porque España misma deja de ser Europa por su sangre africana, por sus instituciones y por su carácter. Es imposible determinar exactamente a qué familia humana pertenecemos” (Cacciatore, 2004, p. 11).

Lo SocioComunitario supone abarcar todos los tópicos posibles a desarrollar dentro de lo social y lo comunitario, y lo Latinoamericano supone que este modelo pueda ser empleado en la región, o que sirva como referencia para los profesionales de la orientación de otras latitudes cuando necesite brindar orientación o asesoramiento a personas o comunidades latinoamericanas, que por alguna razón se encuentren establecidas en sus respectivos países.

De todo lo presentado en los párrafos anteriores se puede deducir que las personas de América Latina necesitan un Modelo de Orientación diferente, básicamente porque somos diferentes. En la mentalidad de los latinos está más afianzada la idea de familia (Ellis, C.M. and Carlson, J. 2008, p. 248), lo que no sucede en otras culturas. Algunos de los rasgos característicos propios de los latinos son señaladas por Houser, Wilczenski and Ham (2006), cuando indican que los mismos muestran una idea de existencia en el mundo de un balance necesario entre individuo, familia, comunidad y ambiente. De igual manera la solidaridad es un punto central en su ética, así como la idea de la matrifocalidad, donde la figura de la madre es crucial en el apoyo y soporte de la familia. Todas estas ideas refuerzan la tendencia de la búsqueda de un nuevo modelo de orientación para América Latina, y en este sentido se tendrían dos propuestas: una que fuera integradora de todo lo que hasta ahora se haya propuesto, o una segunda que trate de

1.2. Formación de Profesionales La propuesta de una redefinición del campo profesional supone abordar la problemática de la formación de los orientadores. No se puede diseñar una propuesta de un nuevo campo profesional sin considerar otros criterios y niveles de formación profesional diferentes a los actuales. Hasta el presente los profesionales de la Orientación provienen, preferentemente, del campo de la Psicología, Sociología y la Educación. En el caso de la Psicología estos profesionales, luego de sus estudios de grado, realizan cursos de especialización en el área de la Psicología Escolar, Psicología Vocacional, Psicología Laboral, o más recientemente en la Psicología del Trabajo. En el caso de la Sociología, en algunos países se ha establecido de hecho que los licenciados en Sociología y Trabajo Social pueden desempeñarse como orientadores; en el caso de la Educación, se ha abogado por la formación de un educador especialista en Orientación, que se ha denominado Licenciado en Educación, con mención en Orientación Educativa u Orientación Vocacional-Profesional. En conclusión, la formación hasta ahora ha sido concebida desde una

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óptica unidisciplinar, bien desde la Psicología, la Sociología o la Educación, sin hacer otras consideraciones de tipo interdisciplinaria. En algún momento histórico se abogó por el desempeño de equipos multidisciplinarios de orientación que reunía diferentes tipos de profesionales para asistir a la población escolar en sus requerimientos de desarrollo humano, pero este modelo fue desechado por suponer gastos excesivos en honorarios profesionales. Dentro de los retos relacionados con la formación habría que considerarse entonces otro tipo de formación, la cual por lo menos pudiera ser desde una óptica interdisciplinaria, sin olvidar la tendencia actual de la transdisciplinariedad, desde la cual la Orientación como praxis social ha rebasado los límites disciplinares de la psicología, la sociología y la educación. En este caso la propuesta concreta gira alrededor de formar un profesional generalista, no superespecializado, formado dentro de programas flexibles y un currículo abierto, alejado de toda concepción rígida de asignaturas obligatorias y especializadas, y con una mentalidad de ciudadano latinoamericano y del mundo, sin descuidar las consideraciones locales y propias de cada país. En algunos países latinoamericanos se ha aplicado en los diseños curriculares la idea de Proyectos Libres, que permiten a los diseñadores de programas incluir temáticas de relativa actualidad dentro del campo profesional del orientador. Dentro de los retos de la formación de orientadores se pudiera considerar la posibilidad de que todo profesional de la docencia, en cualquiera de las áreas, por ejemplo: Biología, Química, Geografía, también esté capacitado como recurso auxiliar en el trabajo de orientador. En este caso, todo docente debería poder desempeñarse como tutor o guía de algún grupo de alumnos o de grupo de padres y representantes, transformándose así en el principal asistente en la labor del profesional de la Orientación. En este caso dicho profesional pudiera ser formado, o bien por el mismo orientador, en su sitio de trabajo, o bien con asignaturas o actividades incorporadas dentro de su plan de formación de grado. Otro aspecto interesante a considerar en el tema de la formación es concebir la Orientación desde un enfoque educativo-social-multicultural. La generalidad de las personas comparte la idea de que la Educación juega un papel trascendental en la formación del ser humano. En este sentido, Delors (1996) afirma

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que “La educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social” (p. 9). Torres (s/f) afirma que “no hay grandes probabilidades de avance social sin mayores y mejores niveles educativos” (p. 2). Mora (2006) afirma que “La Educación seguirá jugando un papel básico en los procesos emancipadores y liberadores de cada pueblo” (p. 15). La Declaración de México (1979) aprobada por la Conferencia Regional de Ministros de Educación establece “Que ningún país podrá avanzar en su desarrollo más allá de donde llegue su educación”, y además establece “Que la educación es un instrumento fundamental en la liberación de las mejores potencialidades del ser humano, para alcanzar una sociedad más justa y equilibrada, y que la independencia política y económica no puede realizarse cabalmente sin una población educada que comprenda su realidad y asuma su destino” (p. 112). En ese mismo orden de ideas, Blat Gimeno (1981) formula que “En la nueva concepción del desarrollo la educación está llamada a desempeñar un papel capital, liberando el potencial creador de millones de hombres y mujeres al servicio de su propio progreso y el de sus países, y desarrollando los conocimientos, las actitudes, los comportamientos cívicos y morales y las competencias científicas y técnicas favorables a tal desarrollo” (p. 123). También desde la idea de la formación de orientadores habría que considerar la idea de Villeña Martínez y otros (2010), que la orientación esté integrada a las funciones del profesorado y que aquella no sea considerada un servicio más en una institución, sino que su presencia sea considerada un factor indicador de la calidad. Las nuevas propuestas de las instituciones universitarias es que las mismas no son para crear y transmitir ciencia y cultura ni para la formación de profesionales, sino para la formación de un ser humano para ser él mismo y convivir con los demás. También valdría la pena destacar la idea de la formación continua y hacer requerimientos más serios en este sentido. No solamente es suficiente la obtención de un grado que permita el desempeño profesional del orientador, sino la formación y actualización posterior de ese profesional. En este sentido, nadie mejor que las Asociaciones Nacionales de Orientadores en convenio con las Universidades u otras instituciones formadoras para coordinar, facilitar, hacer seguimiento y avalar esta formación continua .


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Hay que considerar además que en la formación de los profesionales de la Orientación las propuestas curriculares están diseñadas más para cubrir la demanda exigida por los patronos o empleador que a una propuesta de una oferta del profesional que realmente requiere la sociedad (Tancredi, 2000). En el caso de los profesionales de la orientación que laboran en el ámbito educativo, se encuentra que los programas de formación y hasta el contenido de lo que deben enseñar son establecidos por el Ministerio de Educación, muchas veces sin tomar en cuenta la opinión de las Asociaciones Nacionales o Internacionales de Orientadores, quienes son los que definitivamente manejan y conocen las tendencias actuales en orientación y los métodos y técnicas que deben ser aplicadas para una mejor calidad de toda la práctica orientadora. Otro aspecto que habría que considerar es la idea de la formación de técnicos en Orientación, que fueran estudios de dos años después de los estudios de bachillerato o secundaria, los cuales prepararían a profesionales para desempeñarse en calidad de asistentes en los departamentos de orientación, con la posibilidad de continuar estudios conducentes a la licenciatura en Educación, mención orientación. Finalmente, dentro del campo de la formación del profesional de la orientación, otra sugerencia está relacionada con el uso de la combinación de dos modelos: el modelo basado en el enfoque de competencias, y el modelo crítico-reflexivo, por ser los de mayor aplicación actualmente y porque es la naturaleza de nuestra formación que el contenido y las prácticas sean consideradas básicamente desde la óptica de la criticidad y la reflexión. En este sentido Meneses Díaz (2001) afirma que en la Orientación en América Latina es notoria la “ausencia de criticidad y de actitud teorética ante la práctica” (p. 6). Quizás lo más relevante del Modelo Crítico-Reflexivo en esta propuesta es el de resaltar, como lo dice Saneugenio y Escontrela (s/f), que “Dentro de este modelo pierde sentido la práctica tradicional de asumir las teorías cristalizadas en textos. Las teorías se construyen a partir de la reflexión sobre la acción práctica y se van refinando en sucesivas aplicaciones sometidas a la reflexión y a la crítica. Las prácticas son hipótesis a ser probadas en un proceso permanente. En todo caso el conocimiento acumulado sobre los procesos de enseñanza constituye un insumo a considerar a la luz de los requerimientos de la práctica educativa” (p. 17).

1.3. Nuevas competencias En forma generalizada puede decirse que existe un consenso tácito en que, en el campo de la Orientación, debe preferirse el enfoque basado en competencia antes que cualquier otro modelo o enfoque. En este caso, esta afirmación también es sostenida en este trabajo, pero tal como se afirma más adelante en el mismo, este enfoque debe ser complementado con el modelo crítico-reflexivo, para que la práctica de la orientación se haga en la mejor forma posible, ya que se comparte el criterio de que el uso solamente del enfoque por competencias no es suficiente para lo que se desea hacer. En este caso, la propuesta de nuevas competencias pasan por considerar tres tipos de las mismas: las institucionales, las personales y las profesionales. Para las competencias institucionales, en este caso, se pudieran considerar algunas de las sugeridas por la International Association for Educational and Vocational Guidance (IAEVG) (2003), quien sugiere siete competencias centrales válidas para todos los orientadores independiente de su campo o área de acción. Estas competencias son: a) conducta ética y profesional; b) preparación en desarrollo de los aprendizajes, de la carrera y personal; c) conciencia de las diferencias culturales; d) conciencia de la propia capacidad y limitaciones; e) habilidad para diseñar, implementar y evaluar programas de orientación y asesoramiento; f) familiarizado con información educativa, formación profesional, tendencias laborales, mercado laboral, asuntos sociales, y g) comunicación efectiva con los colegas. Para las competencias personales y profesionales se pueden considerar algunas de las propuestas por Comellas (2002), quien afirma que las competencias requeridas para el desempeño de la orientación pueden ser agrupadas en dos bloques: las competencias inherentes a la persona y las profesionales. Dentro de las inherentes a la persona se encuentran “las comunicativas, emocionales, relacionales y cognitivas (y entre las profesionales se encuentran)…: una visión amplia del hecho educativo, análisis de la realidad, comprensión del contexto, relación y comprensión de las diferentes especialidades y comprensión y flexibilidad de los recursos educativos” (p. 22).

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En el caso de América Latina el profesional de la orientación también debería caracterizarse por la capacidad de liderazgo que debe desarrollar para que las acciones que emprenda puedan ser secundadas por toda la comunidad, tanto la escolar, como agente interno del cambio (Martínez Garrido, Krischesky y Garcia Barrera (2010) o como líder en toda la comunidad en general.

1.4. Consolidación de la identidad profesional En este punto la consolidación de una identidad profesional estaría sujeta a la existencia de la consideración de la Orientación como Política de Estado, en la cual los gobiernos de turno se comprometen al fortalecimiento de la profesión, y que como tal sea concebida en todos los planes y programas de trabajo de los entes gubernamentales a todos los niveles: parroquiales, comunales, estatales y nacionales, pero permitiendo que sean los mismos profesionales quienes con su experticia dispongan de la mejor manera de hacerlo y no imponiendo ideas para que sean transmitidas a una población determinada y en estado de sumisión. Otro punto a destacar en esta consolidación es la existencia y funcionamiento de asociaciones de profesionales dirigidas a fortalecer la imagen de este profesional. En América Latina definitivamente se viven momentos de cambios, momentos de revisión y deconstrucción de lo que se tiene. Entre otras cosas, el movimiento de profesionales de la orientación parece solidificarse y podemos observar la proliferación de congresos, conferencias y jornadas realizadas en la región, así como también el surgimiento y fortalecimiento de asociaciones tales como la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación, la Asociación Mexicana de Profesionales de la Orientación, la Asociación Colombiana de Orientadores, la Asociación de Consejería de Puerto Rico, la Asociación de Profesionales de Argentina, la Federación de Asociaciones Venezolana de Orientadores y la Asociación Brasileña de Orientación Profesional, que definitivamente están realizando una labor encomiable para mejorar la comunicación y formación del profesional.

1.5. Nuevas propuestas de abordajes e implementación de planes integradores de orientación (lo social). Salud Comunitaria. Hasta la fecha la mayoría de las propuestas de abordaje de la práctica de orientación se ven expresadas en formar de planes y programas, y por lo general

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estas propuestas están focalizadas solamente en un aspecto. Así, por ejemplo, se habla de un programa de orientación vocacional, otro de orientación sexual, otro para la orientación familiar y otro para la orientación comunitaria. Lo que aquí se plantea es una forma distinta de abordaje. Lo más conveniente es la elaboración de Planes Integrados e Interdisciplinarios de Orientación, los cuales puedan desarrollarse desde un área específica de conocimiento. Estos planes integrados e interdisciplinarios de orientación están concebidos para desarrollarse desde las instituciones educativas, y consisten en que el abordaje de una temática concreta debe hacerse en forma interdisciplinaria e integrada desde el momento de su concepción y planificación. En este caso, por ejemplo, la elaboración de programas de abordaje debe hacerse desde un solo programa, donde se considere la temática en forma integrada a otras asignaturas de los planes de estudio del nivel correspondiente. Así, al seleccionar un nivel de enseñanza concreto deben considerarse los elementos familiares, históricos, sociales, económicos, vocacionales y de salud de la comunidad en el cual se va a aplicar, y en base a esos referentes estructurar el programa definitivo de manera que se aborden todos estos elementos al mismo tiempo y en combinación con los docentes encargados de esa área del conocimiento. Para la elaboración de estos planes es necesaria la realización de Talleres con la participación de la Comunidad y los Docentes para la unificación de criterios con relación a esta temática. “Previamente a la puesta en marcha de una intervención en Orientación Profesional es necesario implicar a los diferentes agentes y estimular la organización para que proporcione el contexto adecuado” (Bisquerra, 1998, p. 239). De la misma manera, es necesario que antes de la aplicación de cualquier intervención se realice un Taller de Sensibilización para Padres y Representantes, que tenga como objetivo fundamental la consideración de las creencias y mitos que puedan existir relacionados con los aspectos vocacionales de los niños y niñas en edad escolar. Como una consideración final, es conveniente recordar lo relacionado con la condición de género al momento del abordaje de la Orientación, en el sentido de “que se deben revisar los mensajes explícitos y ocultos que fortalecen o limitan la equidad” (Mira, M.T. s/f, p. 6).


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1.6. Consolidación de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación Definitivamente América Latina requiere de unión e integración. Se entiende que este es el momento de pensar como una unidad latinoamericana. Con ese objetivo en mente se constituyó en 2006 la Red Latinoamericana de Profesionales, la cual tiene como objetivo nuclear los esfuerzos de los profesionales de la orientación en torno a la consideración de los elementos básicos que necesitan ser tenidos en cuenta para el desarrollo de la Orientación en nuestra región. Este esfuerzo supone la integración de un equipo de trabajo donde estén presentes, por lo menos, un representante de cada país, elegido cada dos años, para coordinar todo lo relacionado con la organización y la elaboración de un boletín informativo, el cual ya tiene dos años de producción mensual y que permite mantener informado a sus asociados y que también sirve como medio para publicar artículos breves, donde los afiliados pueden dar a conocer sus ideas y propuestas de orientación pertinentes a la región. También desde la Red se proporciona divulgación y apoyo de congresos y conferencias realizadas en la región, tal como este III Congreso Latinoamericano de la Orientación y el I Congreso Internacional realizado en la ciudad de Cartagena, Colombia, durante este mismo año. En estos momentos se está experimentando una etapa de consolidación de la Red. En este sentido, son muchos los planes que se tienen en mente para esta consolidación, algunos de esos planes se relacionan con cursos o seminarios de capacitación y actualización que permitan el mejoramiento académico y profesional de sus afiliados. Ciertamente, es mucho lo que necesitamos avanzar, pero estos son nuestros primeros pasos y ya empezamos a andar. A modo de conclusión En esta parte se señalan los pasos que hay que dar para el logro del mejor escenario posible de la Orientación en América Latina. Estos pasos son los siguientes: 1. Promover un estudio prospectivo, con el método Delphi, para lograr una redefinición del campo profesional lo más ajustada posible a nuestro medio e idiosincrasia latinoamericana.

2. Sugerir que a través de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación se desarrolle una planificación matriz que pueda abarcar todos los aspectos contemplados. 3. Diseñar en forma conjunta, con algunos de los representantes de los países latinoamericanos, las nuevas competencias mínimas requeridas para un mejor desempeño del profesional de la Orientación. 4. Diseñar un currículo mínimo de exigido cumplimiento entre los países de la comunidad latinoamericana (desde México hasta Argentina, contemplando también a Cuba, República Dominicana y Puerto Rico). Bibliografía -Bisquerra Alzina, R. (1998). Modelos de Orientación e Intervención Psicopedagógica. Edit. Praxis: Barcelona, España. -Blanco, R. y Cusato, S. (2004). Desigualdades educativas en América Latina: todos somos responsables. Disponible en: http://www.red-ler.org/desigualdades_educativas_america_latina.pdf -Blat Gimeno, J. (1981). La educación en América Latina y el Caribe en el último tercio del siglo XX. UNESCO. -Burns, E. (2008). How can a “Southern Theory” perspective contribute to New Zealand Counselling? New Zealand Journal Counselling, Vol 28/2 -Civis, M. y Riera, J. (2007). La nueva pedagogía comunitaria. Un marco renovado para la acción sociopedagógica interprofesional. Edit. Nau Llibres: Valencia (España). -Comellas, M. J. (2002). Las competencias para la acción tutorial. En Comellas, M. J. (Coord.) (2002). Las competencias del profesorado para la acción tutorial. Edit. Praxis. España. Declaración de México (1979). En Blat Gimeno, J. (1981). La educación en América Latina y el Caribe en el último tercio del siglo XX. UNESCO. Delors, J. (Comp.) (1996). La Educación encierra un Tesoro. Informe de la UNESCO. Disponible en: http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF Ellis, C.M., Carlson, J. (2008). Cross cultural awarness and social justice in Counseling. Taylor & Francis Group: New Cork.

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La Orientación Vocacional Una criatura entre la adversidad y la potencialidad

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José Israel González Blanco. Trabajador social. Colegio Nuevo Horizonte. Bogotá, D.C.

l trabajo de un intelectual no consiste en modelar la voluntad política de los demás; estriba más bien en cuestionar, a través del análisis que lleva a cabo en terrenos que le son propios, las evidencias y los postulados, en sacudir los hábitos, las formas de actuar y de pensar, en disipar las familiaridades admitidas, en retomar la medida de las reglas y de las instituciones, y a partir de esta re-problematización (en la que desarrolla su oficio específico de intelectual) participar en la formación de una voluntad política (en la que tiene la posibilidad de desempeñar su papel de ciudadano).

Presentación

Comienzo mi intervención en este congreso recurriendo a Foucault, en lo atinente a su postura con respecto al papel del intelectual, para tipificar a la maestra y al maestro como intelectuales, y en ese sentido desarrollar algunos puntos de vista sobre la Orientación Vocacional en Colombia. Junto al planteamiento del filósofo francés, debo decir que esta concepción viene abriendo camino en Macondo, desde los años 80, con los aportes del Movimiento Pedagógico (De Tezanos, 1984), generado por el magisterio de nuestro país (Rodríguez, 2002) .

1. Del registro civil de la Orientación Vocacional… Primer punto de vista La Orientación Vocacional es una criatura que nace en Angostura (Faciolince, 2004) a mediados de 1960. La paternidad se le atribuye a las Escuelas Comprensivas Americanas (norteamericanas diremos nosotros para ser más precisos) y la maternidad a los colegios INEM. El parto ocurre luego de que el Ministerio de Educación realizara una ecografía a la Educación Secundaria colombiana. En esa radiografía se encuentra una marcada preferencia por lo académico, tendencia que no es bien vista por las autoridades educativas influenciadas por las políticas desarrollistas, cuya médula espinal fue la Alianza para el Progreso, transferidas desde los EEUU. En este ir y venir de acontecimientos, la criatura nace en 19 Institutos de Educación Media Diversificada -INEM-, distribuidos en las principales ciudades

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del país. Al decir del profesor Alberto Martínez Boom (1994, 130) “los INEM constituyen, al lado del SENA, uno de los casos más importantes de transferencia durante la década del sesenta. Transferencia, en tanto que su diseño obedeció al modelo ofrecido por las escuelas comprensivas americanas”. Los INEM buscaron constituirse en “centro de demostración” para apoyar una reforma educativa en el país, cuyos pilares fundamentales estaban en la especialización, la eficiencia y la democracia. En lo concerniente a la orientación vocacional, se esbozaba como una preliminar ventaja que los servicios de orientación y consejería podían ser creados en estas escuelas con la esperanza de que una vez conocido el valor de los mismos, otras escuelas los incluirán también”. De acuerdo con los estudios del profesor Víctor Manuel Gómez (1995, 54-66), el proceso de Orientación Vocacional fue tomando corporeidad al ser organizado en tres ciclos secuenciales, que contaban con horas específicas dentro de la llamada carga académica: Exploración Vocacional y Elección en los grados 6º y 7º, Iniciación Vocacional en los grados 8º y 9º y Orientación Profesional en los grados 10º y 11º. De ahí en adelante la criatura fue socorrida con contribuciones de los planes de gobierno y con políticas internacionales, unas ansiando inyectarle anticuerpos para su crecimiento y otras debilitando su estatura. La expansión de la escolarización en los decenios de los 70, 80 y 90 retomó partes del modelo de los INEM, en cuanto a los departamentos de orientación escolar se refiere, empoderando esta dimensión en la cultura escolar. No obstante, ya en el ocaso del siglo XX y los albores del XXI, la reputación de la orientación escolar y Vocacional se ve muy mermada, de una parte por la alteración de los tres ciclos que contenía el esquema inicial, y de otra, porque las medidas económicas fueron aminorando los docentes del campo en cuestión. Podemos correrle el cerrojo a este primer punto de vista aseverando que, pese a los reparos que tengamos con respecto a la criatura, a su consanguinidad y afinidad parental, ésta marcó una pauta, nos aportó neuronas para aprender a gatear y dejó las primeras huellas de ese gateo para que las generaciones ulteriores contasen con unos aprendizajes claves en el crecimiento de la Orientación.


LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL

La Resolución 1084 del 26 de febrero de 1974, mediante la cual el MEN crea el “Servicio de Orientación y Asesoría Escolar”, para los establecimientos educativos oficiales del país, por considerar que era el medio más indicado, para llevar a cabo la tarea de prevención primaria de las enfermedades mentales, trastornos emocionales y perturbaciones, es un sostensible ejemplo.

2. De sus andanzas en el terreno escolar. Segundo punto de vista Antes de pisar tierra la orientación vocacional dentro de un modelo de escolarización diversificado, para el MEN la educación secundaria era negativa y disfuncional, porque su tendencia estaba en posibilitar a los educandos la continuidad en la llamada Educación superior. Al parecer se seguía con el legado del siglo XVIII en cuanto al papel de la secundaria de preparar para el trabajo intelectual, y eso no se veía con buenos ojos en Colombia, porque la intelectualidad estaba reservada para las élites hegemónicas, entre tanto la politécnica era afín a las clases subalternas, evocando dos conceptos gramscianos (García Huidobro, 1978). No obstante, la educación técnica y vocacional, que surgieron como alternativa de segunda categoría para la clase proletaria en el siglo referido, cobraba relevancia dentro de las políticas que el gobierno de turno quería implementar, y efectivamente lo logró. En esta relación de la formación intelectual y la material se vuelve a evidenciar la escisión entre trabajo intelectual y trabajo material, avivando nuevamente ese audaz debate sobre la división social del trabajo y acerca del sentido del intelectual orgánico, volviendo a Gramsci. No sobra recordar, en esta breve cronología, que desde finales de los años 60 Colombia se compromete, a través de la firma de un pacto internacional, con la obligatoriedad de la educación primaria, asunto que no ha logrado, porque aún quedan alrededor de 1.500.000 niños y niñas por fuera del sistema escolar, y desde ese entonces la capital del país posee jornadas de emergencia educativa, institucionalizándose dos y tres jornadas escolares en los centros escolares oficiales, a cambio de una, tal como lo retoma la Ley General de Educación. Dentro de estas andanzas, la Orientación Vocacional hace suya la implementación de instrumentos y estrategias relacionados con la exploración e inicia-

ción vocacional, al igual que la orientación profesional, fomentando el desarrollo de destrezas y habilidades, tal como lo rezaban los objetivos del Modelo de la Tecnología Educativa, afirmado en el decenio del 70. Esa identificación de destrezas y habilidades contribuyó notoriamente con la elección de la modalidad (Comercial, Industrial, Promoción Social y Agropecuaria), la carrera y el empleo de los estudiantes del INEM. Estos trajes con que se visten las políticas educativas, exportados por el país del Norte, han tenido sus reproches en Norteamérica (Macedo, 1994), porque allí las políticas educativas por largo tiempo quisieron reducir el aprendizaje a la adquisición de habilidades desprovistas de contenido cultural. No podemos olvidar que por estos años la teoría desarrollista sigue su curso, y junto a ella la preocupación por la satisfacción de Necesidades Básicas, dentro del modelo del estado Keynesiano, pero no es la mirada de la necesidad tal como lo expone Manfred Max Neef (1989), tampoco como lo despliega Amartya Sen (Morris, 2002), sino es más bien al estilo asistencialista -como ya lo anoté-, respondiendo incluso preguntas no formuladas por los beneficiarios de las políticas educativas. En el terreno educativo, Jacques Delors (1996) ha emprendido una dantesca tarea que culmina con el esbozo de los 4 pilares básicos de la educación en el informe a la UNESCO, por la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Esos pilares tienen como núcleo central: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser, afectando sin duda la orientación vocacional de los jóvenes con el discurso y en la práctica, e igualmente, priorizando el aprendizaje como necesidad Básica e intentando relegar la enseñanza al sótano de la escuela. Y, permítanme apuntalar acá, que a finales del 70 los educadores colombianos, dentro de los cuales estamos más del 95% de los orientadores y orientadoras, logramos con la lucha sindical y comunitaria la promulgación de un Estatuto, que dignificó nuestra situación profesional, laboral, política y familiar (Decreto 2277 de 1979). Esa conquista ha sido marchitada por el estío de un acto legislativo modificatorio de la Constitución Política de 1991, siendo uno de los vanagloriados el entonces Ministro de Hacienda, hoy presidente de la república: Juan Manuel Santos. El ajamiento de la conquista ha puesto en una amplia desventaja sala-

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rial, prestacional y profesional a los nuevos colegas, y al magisterio que está ingresando con otro estatuto docente (Decreto 1278 de 2002). Los años 80, a su turno, fueron el caldo de cultivo de la intelectualidad en el magisterio colombiano, porque al lado de la lucha gremial floreció el Movimiento Pedagógico, un movimiento en el que los educadores reivindicamos la pedagogía, auscultamos nuestra autonomía como sujetos políticos, empoderamos la profesión como intelectuales orgánicos y creamos nuestros propios medios de divulgación del pensamiento pedagógico y político. Los educadores de Angosta –volviendo a Héctor Abad Faciollince, dijimos al unísono con Foucault: “La razón de ser de los intelectuales consiste sobre todo en la modificación del propio pensamiento y en la modificación del pensamiento de los otros”. Curiosamente, las Naciones Unidas declararon a estos años como la década perdida en educación. Los años 90 ven nacer a otra criatura: La Ley General de Educación, y su progenitora la Constitución Política de 1991. El vientre de estas personalidades se llamó Globalización de la economía, y esa situación reincide en las políticas sociales, porque los modelos de desarrollo definen los modelos de asistencia a las personas en campos como salud, educación, servicios y los regímenes democráticos. José Saramago nos dejó en claro, que “vivimos en lo que se puede llamar una democracia formal; pero no sustancial. El problema es que por encima del poder político hay otro poder no democrático que es el económico. Y no podemos decir que vivimos en democracia cuando ésta no dispone de ningún medio para impedir los abusos del poder económico” (Mogollón, 2004). El modelo del Estado Neoregulador -como lo define el profesor Alejo Vargas- neoliberalizó la escuela imponiendo, entre otras políticas, unas formas de evaluación enmarcadas no en el discurso pedagógico sino en el discurso de la economía. La relación costo-beneficio es un ejemplo palmario, que da cuenta de la justificación de un estilo de evaluación en el que el 95% de los escolares, como mínimo, debía ser promocionado, por encima de cualquier consideración ética, pedagógica y profesional del docente, porque el Estado no podía seguir perdiendo dinero en los estudiantes no promovidos, pero con una cortina de humo: abogar por la no deserción de los niños, niñas y jóvenes. Esa justificación tenía y aún conserva fuerza de ley, porque el modelo ha adecuado para sí el aparato judicial.

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Es el período en que el discurso pedagógico se enrarece con el de la economía. Los objetivos pedagógicos son sustituidos por los logros, los indicadores de logro y años después por las competencias y los estándares. Ante el enrarecimiento pedagógico del cual habla la profesora Olga Lucía Zuluaga, la mayoría de los educadores, a diferencia de la acción política-pedagógica del magisterio de los ochenta, asume una actitud reproduccionista, la resistencia es prácticamente pasiva, incluso en la lucha sindical hay un reflujo. En ese río revuelto la Salud de los colombianos evidencia la catástrofe de la implementación del modelo de desarrollo según los datos oficiales del 2008: 44 de cada 100 colombianos experimentábamos algún tipo de trastorno mental leve, moderado o severo. En esa lógica arbitraria, por cada 100 escolares, un curso como el modelo que ha impuesto el Ministerio de Educación Nacional y la Secretaría de Educación Distrital (mínimo 40 estudiantes), sería motivo de intervención por los organismos de salud. Si un colegio tiene 3.000 educandos matriculados, 1.320 tendrían trastornos de salud mental, es decir, 33 cursos de 40 alumnos. De paso, apuntemos, que en esos informes del Ministerio de Protección Social se resalta un ascenso del 400% de la consulta siquiátrica y sicológica de los niños, niñas y adolescentes. La situación de los educadores no es nada alentadora. De los escasos estudios sobre salud mental hechos a docentes, las universidades Nacional de Colombia, los Andes y la Javeriana señalan que la dimensión del SAP más frecuentemente reportada como alta es el cansancio emocional: 43.9% de los docentes reportan valores altos o medios en falta de realización personal; 49.8%, en despersonalización, 57.4%, en cansancio emocional, y por lo menos 25% reportan alto en cualquiera de estas dimensiones. Concuerdan los datos con los reportes de las EPS, en lo relativo a la consulta siquiátrica y sicológica, en un estimativo de 25% a 30% en los últimos 3 años (Ospina, González B. y otros, 2009, 41-60). Y podría seguir enunciando abstracciones de la realidad colombiana para debilitar el romanticismo de quienes creen ingenuamente que el asunto de la Orientación Escolar y Vocacional está en hacer transferencias de modelos, tal como acurrió con los INEM, el Diseño de la Tecnología Educativa, las Guías Alemanas, la Promoción automática, los Logros e Indicadores, las Competencias, los Estándares y ahora los Ci-


LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL

clos, políticas en las que los Técnicos del Saber Práctico y los intelectuales serie C, como los denominó Sartre, nos han querido desconocer como intelectuales, porque nos dicen qué es lo que debemos hacer. “¿Con qué derecho podría hacer esto un intelectual? Preguntaría Foucault. “Basta con recordar todas las profecías, promesas, exhortaciones y programas que los intelectuales han llegado a formular durante los dos últimos siglos y cuyos efectos conocemos ahora”. En este complejo panorama, algunos de los escuchas de esta ponencia y lectores del documento percibirán un ligero aire de pesimismo. Pero “no soy un pesimista, soy un optimista bien informado”. No obstante, comparto la apreciación de Saramago cuando asevera que los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay. Trátese de pesimistas o de optimistas el contexto no se puede desconocer, y parte de lo expuesto hasta acá es palpable en la escuela y en la sociedad colombiana. Aquí, como lo dijo el escritor Moreno Durán: “Todos nacemos sospechosos y morimos culpables”. Bueno, intento cerrar este aparte recordando la anécdota de un estudiante de grado 11, quien en una sesión de Orientación Vocacional, en la que enfatizábamos en la elección de una carrera universitaria como parte del llamado proyecto de vida, él joven se levantó de su silla y dijo: “¿De qué proyecto de vida hablan tanto ustedes, por qué nunca hablan de la muerte, acaso ella no hace parte del proyecto de vida de muchos jóvenes que se están suicidando? Y me perdonan que yo les diga esto orientador y compañeros, pero es que como vamos, yo creo que yo no alcanzó a sacar mi cédula… y les pido que no me pregunten por qué”. La verbalización hecha por el joven interpelaba el estado de morbilidad en que se hallaba. Era el grito de la desesperanza ante un Estado indolente, ante una sociedad cómplice y ante una actitud humana esquizofrénica en el discurso, porque poco y casi nada se sabe hoy por los benefactores del derecho a la educación. El hambre tiene un color pálido, la pobreza un sabor amargo, la ignorancia es sórdida y la salud posee una mirada agónica en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, docentes, padres y madres de familia. En el decenio del 60, cuando el país más rico del mundo empezó a redescubrir la pobreza, un académico escribió: “Es bastante malo que un hombre sea ig-

norante, ya que ésto lo priva de la comunicación con el pensamiento de otros hombres. Es peor tal vez que un hombre sea pobre, ya que ésto lo condena a una vida de limitación y desvelos en la que no hay tiempo para soñar ni tregua para el agotamiento. Pero con seguridad es mucho peor que un hombre no tenga salud, ya que esto le impide luchar contra su pobreza o su ignorancia”. Por ese mismo tiempo, Alvin Tofler (1971) le advirtió al mundo acerca de estas crisis en su estudio: El shock del futuro. De las andanzas de la Orientación Escolar y Vocacional se puede inferir que el Estado ha sido un padre irresponsable con esta y con otras criaturas creadas y adoptadas, porque no les ha suministrado los satisfactores adecuados a sus necesidades; por el contrario, ha castigado a los nacionales sometiéndolos a la odisea de la pobreza (65%), al maremágnum de la ignorancia, al flagelo de la violencia, a la pesadilla del desempleo, al abismo de la enfermedad y la condena de muerte. No obstante, ante tanta adversidad, la criatura ha tenido la virtud de mirar la realidad con mucha imaginación y eso le ha posibilitado sobrevivir ante la angustia tanto física como sicológica, nacida de la sobrecarga de los sistemas físicos de adaptación del organismo humano y de sus procesos de toma de decisiones.

*El rejuvenecimiento de la criatura. Tercer punto de vista No todas las bajas en la guerra son por muerte. La orientación vocacional sigue viva, pero endémica, y la solución no es atacar síntomas sino la etiología de sus males. Por eso, un modelo de orientación vocacional debe partir de los aprendizajes que ha tenido la criatura a lo largo de casi medio siglo. También debe acogerse al contexto histórico, social y político que estamos viviendo, no podemos seguir intentando transferir enfoques impertinentes. Simón Rodríguez sostenía: ¡O inventamos o erramos! Requerimos inventar y tenemos con qué, porque somos intelectuales orgánicos, no somos operarios de un sistema, ni Técnicos del Saber Práctico, volviendo a Sartre. García Márquez (2003) nos recuerda que los colombianos disfrutamos de la expresión superior de la inteligencia humana: la creatividad, y de un don intermedio que merece nuestra atención, se trata –apunta él– “de una plasticidad extraordinaria, para asimilarnos con rapidez en cualquier medio y aprender sin dolor los oficios más disímiles” .

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En estos 46 años de existencia de la Orientación Vocacional en Macondo se requiere no solamente retomar su iniciación en los primeros años de bachillerato, sino extenderlo a la primaria y recuperar la infancia para la pedagogía y no para el asistencialismo, porque en Colombia uno de los flagelos serios es tener a la primera infancia, a los más pobres -económicamente hablando-.a merced de las madres comunitarias y no en la mente, en el corazón y en las manos -como diría Pestalozzi- de los mejores licenciados y especialistas de preescolar. En estas condiciones la vocación nace muerta, porque los talentos no se potencian sino que se desperdician, es lo que Giroux (1994) denomina la Pedagogía del engaño. El rejuvenecimiento de la criatura tiene mucho que ver con no dejar para tarde, como siempre se ha hecho, al menos en la educación pública, el desarrollo de las habilidades, el cultivo de las emociones, la potenciación del pensamiento y la producción de conocimientos. En Colombia necesitamos profesionales si no felices por lo menos altamente satisfechos de la profesión que han escogido, del oficio que cumplen, y para ello es necesario que la educación no nos dé solamente un recurso para el empleo, una fuente de ingresos, sino un ejercicio que permita la valoración de nosotros mismos a través del arte, la ciencia y la tecnología, tan descuidadas en nuestro sistema educativo. Pensemos por un instante en la felicidad que suele dar a quienes practican las artes: los músicos, los actores, los pintores, los escritores, los inventores, los jardineros, los decoradores, los cocineros, y la de incontables y apasionados maestros y maestras, y comparémoslo con la tristeza que suele acompañar a cierto tipo de trabajos en los que ningún operario siente que se esté engrandeciendo humanamente al realizarlo. Las ofertas de articulación de la educación media con la superior no contemplan estas carreras que promueven la felicidad. Nuestra época, que convierte a los obreros en apéndices de los grandes mecanismos en seres cuya individualidad no cuenta a la hora de ejercitar sus destrezas, es especialmente cruel con millones de seres humanos. La orientación escolar y vocacional no debe propender porque los estudiantes escojan profesiones rentables, sino porque la profesión o el oficio que prefieran lo vuelvan rentable, precisamente por el hecho de que se la ejerce con pasión, con imaginación, con placer y con recursividad.

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Podemos aspirar a que no haya oficios que nos hundan en la pesadumbre física y en la neurosis, tal como viene ocurriendo en el mundo. Sostenía Estanislao Zuleta: “El crimen es falta de patria para la acción, la perversidad es falta de patria para el deseo, la locura es falta de patria para la imaginación”. La orientación Vocacional puede seguir ayudando a construir patria para la imaginación, patria para el deseo y patria para la acción.

Mantengámosle un buen traje a la criatura… A las personas se les trata de acuerdo con su manera de ser y de vestir, se dice en Colombia. La Orientación escolar y vocacional siempre ha mantenido un buen traje, aunque los malos vientos y los inclementes soles han querido corroerlo y descolonizarlo. Ante esa adversidad, el cuerpo que sostiene esa vestimenta no ha dejado ceder el traje, porque su consistencia ética y epistemológica potencian el ser y el quehacer nuestro. Las orientadoras y orientadores del mundo no podemos desconocer que el suelo por donde camina la criatura no está hecho para que colaboremos con los otros, sino para que siempre compitamos con ellos, y nadie ignora que hay en el modelo educativo una suerte de lógica del derby, a la que sólo le interesa quién llegó primero, quién lo hizo mejor, y casi nos obliga a sentir orgullo de haber dejado atrás a los demás. A ese derby nos viene impulsando la privatización de la educación y el mercado de la misma, lógica ante la cual la orientación escolar debe gritar todo lo que las demás criaturas callan, porque sus pulmones son potentes para ello y su voz siempre es y será escuchada. “Creen los que mandan que mejor es quien mejor copia”, dice Eduardo Galeano. Los orientadores no somos mejores por copiar sino por ingeniar y por inspirar. La orientación vocacional debe ser eso, no un discurso alienante y rimbombante sino un acto de inspiración. William Ospina (2010) se interroga en su artículo: Preguntas para una Nueva Educación: ¿Sí la lógica deportiva del primer lugar es la más conveniente en términos sociales? Y la pregunta tiene asidero, sobre todo, porque no toda formación debe buscar individuos superiores, hay por lo menos un costado de la educación cuyo énfasis debería ser la convivencia y la solidaridad antes que la rivalidad, la competencia y el ser exitoso-a. La conviviología sería uno de esos costados.


LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL

La Orientación Escolar y vocacional en este casi medio siglo no solamente ha abierto un camino sino una autopista, no simplemente ha aportado granitos de arena sino glebas de la misma, exclusivamente ha aprendido a vivir como ser acuático, terrestre y aéreo, sino que se ha provisto como ser anfibio, porque se mueve en los distintos lenguajes. A lo largo de esa autopista, al interior de las glebas, en lo alto de los aires, en lo profundo de las aguas y en el espinoso lado de la plataforma continental, todavía nos queda un país de fondo por descubrir en medio del desastre, una Colombia secreta que ya no cabe en los moldes que nos habíamos forjado con nuestros desatinos históricos. Las orientadoras y orientadores no podemos olvidar que Colombia está aprendiendo a sobrevivir con una fe indestructible, cuyo mérito mayor es el de ser más fructífera cuanto más adversa, y ese es el terruño donde la criatura ha nacido, ha crecido, se ha desarrollado, se rejuvenece, es la patria en la que debe seguir vigorosa su caminar, lenta pero segura o a ritmo de caracol: sin prisa pero sin pausa.

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Programa Integral de Permanencia Estudiantil (P.I.P.E.)

Por: Fernando Montejo Ángel; Nidia Patricia Orozco; Nicolás Reyes

Resumen

Palabras claves: Deserción estudiantil, seguimiento de casos, capacitación, red integral de monitores, Monitor Asistente, Monitor Académico, Monitor de Aula.

La propuesta realizada por el equipo de trabajo del proyecto en cabeza de la División de Bienestar Institucional busca generar un mecanismo de articulación para la identificación y seguimiento de estudiantes en riesgo de deserción. La perspectiva establecida por la propuesta se centra en un sistema de flujo de información (ver figura 1), por medio de la instauración de agentes observadores en el contexto académico y el posterior aprovechamiento de los recursos institucionales para la generación de apoyo y seguimiento a los casos identificados. La estructura del proyecto (ver figura 1) se compone

Figura 1.

La deserción estudiantil es un fenómeno latente que afecta el mantenimiento y desarrollo de la educación y la sociedad del país. El porcentaje de deserción por período para la educación superior se ubica (promedio) en un 15.5% para Colombia y en un 15.7% para nuestra institución entre los años 2007 y 2009. Lo anterior determina

la necesidad de establecer estrategias de carácter exploratorio e interventivo sobre las variables que causan la interrupción del proceso educativo en la comunidad académica, razón por la cual nace P.I.P.E. como estrategia de prevención de la deserción, la cual busca tener una incidencia en los ejes individual, socio-económico, académico, vocacional e institucional con el fin de mitigar el impacto que posee este fenómeno al interior de la aulas; P.I.P.E. se basa en los modelos de seguimiento propuestos desde el Ministerio de Educación Nacional (2008), y hace medición con las estrategias plateadas en el software SPADIES. Dichas mediciones, centradas en la identificación de materias con alta mortalidad académica y estudiantes en riesgo de deserción, direccionan un trabajo sistemático orientado a la generación de impacto en la comunidad académica.

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Articulación Programa Integral de Permanencia Estudiantil P.I.P.E.

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a deserción en las instituciones de Educación Superior es un fenómeno que ha ido incrementando, diferentes factores influyen directamente en este proceso, entre ellas se encuentran variables económicas, vocacionales, laborales, de salud y personales. Con el fin de intervenir estas variables y articular diferentes procesos que se venían llevando a cabo a nivel institucional, la Fundación Universitaria del Área Andina crea el proyecto P.I.P.E. (Proyecto integral de permanencia estudiantil), el cual busca generar un impacto directo sobre los niveles de deserción estudiantil, mediante el acompañamiento de las siguientes estrategias: creación de la red integral de monitores; sensibilizaciones a nivel institucional con estudiantes, docentes, directores de programa, coordinadores y familiares; actividades de seguimiento y monitoreo académico; capacitaciones a docentes y a estudiantes; asesoría a nivel económico y asesoría psicológica.


PROGRAMA INTEGRAL DE PERMANENCIA ESTUDIANTIL

de un equipo de docentes de acompañamiento al estudiante ubicados en cada programa académicos de pregrado presencial, que en compañía de un grupo de estudiantes, quienes componen un sistema integral de monitores y tienen como objetivo identificar y transmitir casos en riesgo a la coordinación del proyecto para asesoría y seguimiento. Dicho sistema se compone de tres principales figuras que son: a) los monitores de aula (MAU), quienes identifican la inasistencia estudiantil; b) los monitores académicos (MAC), quienes tienen como principal función la generación de grupos de estudio y aprovechamiento de espacios tutoriales institucionales, y c) los monitores asistentes (MAS), quienes tienen la función de asistir a cada docente acompañante para las actividades P.I.P.E. en los programas académicos. Este equipo interactúa con los Tutores del departamento de Ciencias Básicas para potenciar las herramientas académicas. La selección de los monitores se ha llevado a cabo teniendo en cuenta las condiciones de periodicidad y rendimiento académico de los estudiantes, quienes siendo parte de la comunidad académica permiten ser agentes de identificación y flujo de información en relación a los riesgos de deserción. Lo anterior justifica la generación de procesos de aprendizaje y capacitación que busquen la adecuación de un equipo de trabajo adaptado a las necesidades del proyecto. Dichos procesos han buscado dar a los monitores herramientas para facilitar su trabajo, siendo de esta manera partícipes en la construcción de estrategias de abordaje. La estructuración dada hacia el personal docente determina la generación de un proceso de seguimiento y acompañamiento al trabajo realizado dentro del proyecto. La figura del docente acompañante se presenta como un pilar de articulación con los diferentes programas académicos, dando al proyecto un alcance que determina la orientación de casos en riesgo de deserción desde el trabajo habitual en el aula. Como elementos adicionales a la estructuración del proyecto, se presentan estrategias de divulgación y atención individual que no solo permitirán posicionar el proyecto por medio de la gestión comunitaria (ver figura 2), sino también dar soporte a la actividad estudiantil por medio de asesorías grupales y orientación individual.

Figura 2. Logotipo Programa Integral de Permanencia Estudiantil P.I.P.E. Nota: El logo del proyecto P.I.P.E. fue diseñado por medio de concurso realizado con la colaboración del programa de Diseño Gráfico, el cual bajo un trabajo de selección determinó como ganador al estudiante CRISTIAN CAMILO CASTRO de séptimo semestre. Actualmente el proyecto ha extendido su campo de trabajo sobre el proceso de admisión como elemento de prevención a la deserción, así como el trabajo con la ausencia de estudiantes de manera inter-semestral como estrategia de seguimiento sobre las principales causas de aplazamiento y posible deserción. Dichas estrategias buscan hacer de la deserción un fenómeno de menor impacto a nivel institucional, así como ser guía para el naciente proyecto P.I.P.E. educación a distancia. Bibliografía -Deserción estudiantil en la educación superior colombiana, Elementos para su Diagnostico y Tratamiento; Ministerio de Educación Nacional (2008). -Fundación Universitaria del Área Andina. División Bienestar Institucional lineamientos oficina de orientación al estudiante (2009).

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Las redes fortalecen la labor del Orientador y Asesor Escolar

on la revolución de las comunicaciones se han creado comunidades y redes sociales que mueven actualmente el mundo, pues a través de ellas se hacen amigos, se intercambian conocimientos y se une la humanidad alrededor de varias causas. Los orientadores (as) del distrito capital no se han quedado atrás, han visto la necesidad de unirse con el propósito de intercambiar experiencias y conocimientos alrededor de su quehacer; surgen así las redes locales de orientadores (as) que se articulan con la mesa distrital de orientadores. Pero antes de conocer la historia y dinámica de cada una de ellas conviene revisar desde lo conceptual qué es una red. Las Redes se constituyen en comunidades de personas que se conectan en un entretejido social de interrelaciones, interafectaciones e interdependencias donde se apoyan unos/as y otros/as, con la finalidad de compartir conocimientos, experiencias, información y la coordinación de esfuerzos para alcanzar los objetivos comunes de sus integrantes [3]. “Al trabajar con una perspectiva de cooperación y coordinación inter, multi y transdisciplinaria, interinstitucional e intersectorial, la red hace posible una respuesta integral e integradora a las problemáticas y necesidades de sus miembros articulando saberes, emociones y experiencias como también sus capacidades instaladas. De esta manera se responde a una realidad compleja y plural que admite diversos abordajes” [4]. Una característica esencial de las redes, y en este caso de las Redes Institucionales, es que no tienen una lógica de organización cerrada y jerárquica, sino que, por el contrario, son sistemas abiertos y horizontales. “De alguna manera, las redes implican un desafío a la estructura piramidal, vertical, de la organización social y proponen una alternativa a esta forma de organización (…) las redes pretenden organizar esas interacciones espontáneas con un cierto grado de formalidad, en el sentido de establecer intereses, problemáticas, preguntas y fines comunes” [5]. Las redes tienen algunos elementos claves que las determinan: [6]

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Irma I. Ramos G. [1]. Omaira Albis Benavides [2]. • Claridad en sus objetivos: las redes deben definir con precisión cuáles son los problemas comunes que se quieren resolver. • Periodicidad: las redes están formadas por personas que interactúan cara a cara (así sea virtual) con cierta regularidad. • Tamaño: cuántos son los integrantes de las redes y su frecuencia de asistencia. • Composición: quiénes la componen. • Dispersión: se relaciona con la dispersión geográfica, es decir, en caso de grandes distancias se requiere usar otros mecanismos de encuentro. • Homogeneidad/heterogeneidad: depende de la diversidad o no que presentan sus integrantes a partir del objetivo de la red, de su razón de ser y lo que vincula a sus participantes. • Horizontalidad: los vínculos en las redes no son verticales sino horizontales, lo cual implica reciprocidad, intensidad y frecuencia, por ello se convierten en los elementos importantes de las redes. “Un vínculo, para consolidarse, tiene que ser intenso, fuerte, y para ello es importante establecer con claridad, entre todas las partes vinculadas, las expectativas de esa vinculación”. Estar en red, en otras palabras, es trabajar juntos por una causa común en la que se dan dos procesos: uno de reconocimiento en el que el rol de los demás es reconocido y considerado necesario, y el otro es el de realización donde se valora el trabajo en equipo por una causa común. El trabajo en red posibilita el crecimiento (identidad), la unidad (el conocerse entre sí, fortalecer amistades), la sinergia, la mentalidad de gestión, el estilo comunitario, la capacidad de compartir, la aceptación y la valoración de la diversidad. En la red entre más personas participan mayor es la fuerza. Cada aporte se constituye como un valor agregado. Para el buen funcionamiento de la red se requiere de una comunicación sistemática, una organización, estilos de colaboración y coordinaciones definidos.


LAS REDES FORTALECEN LA LABOR DEL ORIENTADOR Y ASESOR ESCOLAR

Las palabras claves para compartir en red: son estar, la presencia es fundamental ya que es la única manera de integrarse. Conocerse no desde el punto de vista de conocer datos personales sino en términos de acoger y valorar los elementos o características del otro, sus diferencias y la complejidad de cada persona. Dialogar, comunicarse claramente, escuchar y ser escuchado atentamente dándole el justo valor a lo aportado gestión del conflicto con la diversidad ya que esta genera conflicto que debe ser manejado de una manera adecuada que respete la diferencias individuales y cualifique las relaciones dando soluciones comunes que fortalecen la red.

al Colegio, Fiscalía, Comisaria, Save The Children, Pro niño, Pro familia, Oriéntame, apoyo de la Mesa Distrital de Orientadores y la experiencia que cada uno de los orientadores ha tenido al abordar estas temáticas.

Pensar en la red local de orientadores de Bosa es pensar en trabajo continuo, en perseverancia, constancia, compromiso, pues esta se comenzó a gestar desde 1995 con el empeño de la señora Margarita, supervisora de la localidad, quien hizo el propósito de reunir periódicamente a las y los orientadores con el propósito de revisar inicialmente todo lo relacionado con el servicio social, luego para revisar todo lo relacionado con lo legal y pertinente al ser del servicio de orientación, y así poco a poco la reunión se hizo cada vez más oficial. Antes la reunión era separada los de la mañana en la mañana y los de la tarde en la tarde, hasta que por necesidad de unificación y de fortalecimiento se acordó una sola reunión en una jornada intermedia.

Además de este trabajo la red de orientadores ha sido un apoyo a un trabajo de investigación del Idep en dificultades de aprendizaje, del cual actualmente participamos de un diplomado que ofrece esta entidad tanto a los orientadores como a los docentes de las instituciones que participan.

Hoy queremos compartir como Coordinadoras la experiencia de la Red de Orientadoras (es) y Asesores Escolares de la Localidad Séptima, ya que ha sido una experiencia muy enriquecedora que fortalece nuestro rol. Para este trabajo hemos contado con el apoyo de los Directores Locales de Educación, quienes nos han brindado su apoyo en permitirnos contar con los espacios y así poder realizar un trabajo en equipo. Otro aspecto que resaltamos es el compromiso de los compañeros en cada una de las actividades que se desarrollan. La Red ha buscado desarrollar temáticas que fortalezcan nuestra labor diaria en cada una de las Instituciones Educativas en temáticas como abuso sexual, trabajo infantil, dificultades de aprendizaje, consumo de sustancias psico-activas, maltrato, embarazo en adolescentes gestantes, salud sexual y reproductiva, manejo de conflictos, culturas urbanas, Orientación Vocacional y Profesional, etc. Apoyándonos en entidades Inter-Institucionales como Salud

Queremos resaltar el trabajo que este año se realizó a nivel local de Exploración Vocacional y profesional, donde se le brindó la información a los jóvenes sobre cómo continuar sus estudios a nivel técnico, tecnológico y profesional, con las nuevas ofertas educativas que se ofrecen desde la Secretaría de Educación Distrital, los sistemas de crédito, etc.

Actualmente queremos generar con nuestros compañeros (as) un trabajo de investigación sobre el proyecto de vida en los jóvenes de Bosa; estamos revisando las características de los niños en cada uno de los ciclos educativos, así como las necesidades del Ser humano según Max Neef, es importante ver cómo se encuentran los niños, niñas, jóvenes de nuestras instituciones educativas, y así aportar desde nuestro que hacer en los aspectos familiares, sociales y culturales. Los integrantes de la Red de Orientadores también formamos parte de las mesas que trabajan en nuestra localidad, de esta manera el sector educativo se ve representado y esto permite realizar un trabajo inter-disciplinario específicamente con los casos que abordamos. Como Red queremos impulsar nuestro trabajo y través de él lograr el reconocimiento de la misión del orientador en las instituciones educativas, pero lo más importante será aportar a las generaciones relevo herramientas necesarias para desempeñarse en un proyecto de vida construido sólidamente. Sea la oportunidad de resaltar el trabajo que la Revista del Orientador realiza en pro de proyectarnos en nuestro que hacer.

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BOGOTÁ, (COLOMBIA ), SEPTIEMBRE 30 DE 2011 [1] Orientadora y asesora escolar, coordinadora mesa local de Orientadores y asesores escolares Localidad 7 Bosa. Lic en Ciencias de la Educación con Especialidad en Psicología y Pedagogia Universidad pedagogica Nacional Especialización en Educación Sexual Fundación Universitaria Monserrate. irmairg9@hotmail.com. [2] Licenciada en ciencias de la Educación en la Especialidad de Psicología y Pedagogía de la Universidad Externado de Colombia con Especialidad en Orientación en familia de la Univesidad Monserrate, experiencia en el sector de la educación a nivel oficial y privado, en las areas de orientación, coordinación y dirección. [3] Proyecto Fondo Mundial en Colombia. 2005. “La expedición se construye en equipo”. Módulo 5. Jóvenes re-corridos. Cuerpos con paisaje. Construcción de una respuesta intersectorial en salud sexual y reproductiva, con énfasis en prevención y atención a las ITS – VIH – SIDA, con jóvenes y adolescentes residentes en comunidades receptoras de población desplazada en Colombia. [4] Ibíd. Página 19. [5] Rizo, Marta. s.f. Redes. Una aproximación al concepto. Consultado en Internet el 8 de enero de 2009. En http://vinculacion.conaculta.gob.mx/capacitacioncultural/b_virtual/tercer/13.pdf. Página 1. [6] Ibíd.

Postulados de la Orientacion y Asesoría Escolar [1] 1. Marco legal 1.1 “La Orientación y Asesoría Escolar” fue creada por el Ministerio de Educación Nacional, mediante la Resolución 1084 del 26 de febrero de 1974, bajo el título: “Servicio de Orientación y Asesoría Escolar”. Las Funciones Legales del cargo se definen en la Ley 115 del 8 de febrero de 1994 en el título V, De los educandos, Capítulo I Formación y capacitación, artículo 92 Formación del educando, y en el Decreto 1860 del 3 de agosto de 1994, en el artículo 40. 1.2 La reglamentación laboral vigente plantea que los profesionales con formación afín a las necesidades del campo, son aquellos formados en las áreas de las Ciencias de la Educación (Psicopedagogos, Psicólogos Educativos, Pedagogos Re-educativos, Educadores Especiales) y las Ciencias Humanas (Psicólogos, Trabajadores Sociales y Sociólogos) especializados en el campo de la Orientación Educativa.

2. Marco conceptual 2.1 “La Orientación y Asesoría Escolar” se conceptualiza como campo multidisciplinario aplicado de la Orientación Educativa General. 2.2 MISIÓN. Ser uno de los garantes del Bienestar de la Comunidad Educativa, desde la perspectiva del Desarrollo Humano en el Ámbito Escolar, mediante la asesoría a los proyectos de Vida de los Niños, Niñas,

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Adolescentes y Jóvenes, y la asesoría a los procesos y Proyectos Educativos Institucionales (P.E.I.) de los Colegios Distritales. 2.3 VISIÓN. El campo de la Orientación y Asesoría Escolar plantea como factor central de su visión: “Posicionarse como eje asesor y dinamizador fundamental para el desarrollo integral y humano en el ámbito escolar en particular y educativo en general”. 2.4 PARADIGMA. Adopta como uno de sus paradigmas conceptuales el “Desarrollo Humano” en el ámbito escolar (Bisquerra, 1992). Se define epistemológicamente como: “Estudio ético del sujeto y sus relaciones con la sociedad y la cultura” en relación con el desarrollo de proyectos de vida en el ámbito escolar. 2.5 ENFOQUE. Asume, entre otros, el enfoque sistémico para el análisis y la construcción de procesos pedagógicos apropiados para la potenciación del Desarrollo Humano en el ámbito escolar, y aplica métodos de investigación social y pedagógica al estudio de las necesidades socioafectivas y educativas de los escolares y al mejoramiento continuo de la convivencia escolar.

3. Método 3.1 Aplica como modelos apropiados y pertinentes de estudio e intervención la asesoría personalizada me-


POSTULADOS DE LA ORIENTACIÓN Y ASESORÍA ESCOLAR

diante el estudio de caso y la asesoría a proyectos y programas socio-pedagógicos Institucionales. Amplía sus estrategias de intervención institucional con base en los principios de Interdisciplinariedad, Intra-escolaridad, Intra-sectorialidad e Intersectorialidad. 3.2 La Investigación Social y Pedagógica tanto cuantitativa como cualitativa se aplica en estudios o caracterizaciones del “Desarrollo Escolar Integral” de la población escolarizada en áreas como: 3.2.1. El Desarrollo Personal (Autoestima y Autoimagen), evidenciando en el Sentido de Vida y Sentido de Escolaridad en la infancia y la adolescencia en relación con los proyectos de vida en etapa escolar, estudiado a partir del monitoreo sistemático, prevención atención, remisión y seguimiento de las “Alertas Biopsicosociales Intersectoriales”. 3.2.2. El Desarrollo Academémico. (Desarrollo Cognitivo) 3.2.3. El Desarrollo Sociafectivo, reflejado en un ambiente escolar enriquecido con diversas manifestaciones sociales tales como: la asertividad, la empatía, la alteridad y el liderazgo escolar, síntesis de los aspectos socioeconómicos, ambientales y relacionales en función del desarrollo continuo de la convivencia creativa y recreativa. •Los resultados de dichos estudios se aplican en el diseño de acciones generales y específicas propias de la asesoría a proyectos educativos institucionales, y a los “Proyectos de Vida” de los escolares de acuerdo con cada ciclo etáreo y de enseñanza en el campo de la Orientación Vocacional/Profesional.

4. Participación “La Orientación y Asesoría Escolar” participa en los diferentes ámbitos en los que se propende por mejorar las condiciones sociales y académicas de los escolares. 4.1 En el Ámbito Personal Intraescolar busca: “Contribuir al pleno desarrollo de la personalidad de las y los educandos, en particular en cuanto a: a. La toma de decisiones personales;

e. El desarrollo de valores, y f. Las demás relativas a la formación personal de que trata el artículo 92 de la Ley 115 de 1994 (Art 40 D 1860)”. 4.2 En el Ámbito Intraescolar participa activamente en los comités y proyectos optativos y transversales a los que sea convocada en calidad de entidad asesora. 4.3 En el Ámbito Local, participa en las mesas de política pública educativa, los comités y proyectos optativos y transversales a los que sea convocada en calidad de entidad asesora. 4.4 En el Ámbito Intrasectorial (Nivel Central de la Secretaría de Educación) se articula con los objetivos de las direcciones de: Bienestar Estudiantil, Participación, Dirección de Inclusión e Integración de poblaciones, Dirección de Evaluación, Dirección de Educación Preescolar y Básica, Dirección de Educación Media y Superior. 4.5 En el Ámbito Intersectorial (sectores Gobierno, Bienestar, Salud y Protección Especial) “La Orientación y Asesoría Escolar” articula proyectos y programas socio-sico-pedagógicos en función del Bienestar Estudiantil Integral desde la perspectiva de las Necesidades Humanas de la población escolarizada. Redacción: Amilkar Brunal. Mesa Distrital de Orientadores Escolares. José Luis Ferrer C. ACDEOE

[1] Resumen del documento de trabajo: “ROL Y SENTIDO DE LA ORIENTACIÓN Y ASESORÍA ESCOLAR”. Mesa Distrital de Orientadores 2010-2011. Bogotá (Col.)

Delegados de las mesas locales de participación.

b. La identificación de aptitudes e intereses; c. La solución de conflictos y problemas individuales, familiares y grupales; d. La participación en la vida académica, social y comunitaria;

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BOGOTÁ, (COLOMBIA ), SEPTIEMBRE 30 DE 2011

Convivencia y Democracia [1] Miguel Angel Cortés Piñeros Magister en Educación. Universidad Externado de Colombia Rector Colegio Ciudad de Montreal I.E.D. Alaine Touraine ve la democracia como el medio institucional favorable a la formación y a la acción del sujeto penetrando todos los aspectos de la vida social organizada. Desde allí aborda el tema de la renovación de la idea democrática y plantea que durante un siglo el espacio de la democracia fue en gran parte el de la actividad económica y las relaciones laborales; sin embargo, en una sociedad postindustrial, la suerte de la democracia se juega en todas partes, en el hospital, en el colegio secundario o la universidad, en el diario o la cadena televisiva al menos tanto como en las empresas productivas (p. 164). Es decir, las industrias culturales desempeñan un papel más central que la producción de bienes materiales. No son los partidos políticos ni los sindicatos quienes han animado los debates que constituyen la esencia de la acción democrática, sino asociaciones, ONGs y movimientos sociales y culturales, en parte debido a que la opinión pública da una importancia creciente a los problemas de la vida personal y a los del medio ambiente y sobre todo, de la supervivencia de una humanidad amenazada por las consecuencias no controladas de su dominio creciente de la naturaleza (p. 165). La cultura democrática no es solo la difusión de las ideas democráticas a través de programas educativos o publicaciones masivas, ni menos el discurso que muchos manipulan de acuerdo con sus ideas o intereses; es la concepción del ser humano que opone la resistencia más sólida a toda tentativa de poder absoluto –incluso validado por una elección– y suscita al mismo tiempo la voluntad de crear y preservar las condiciones institucionales de la libertad personal. Con base en lo anterior, Touraine identifica los dos principios elementales de una cultura democrática: 1. Importancia central de la libertad del sujeto personal. 2. Conciencia de las condiciones públicas de esta libertad privada. Igualmente debe estar definida en primer lugar como el reconocimiento del otro; la democracia solo es posible si cada uno reconoce en el otro, como en sí mismo, una combinación de universalismo y particularismo (p. 201), y debido precisamente a que procura incrementar su propia diversidad, esa sociedad democrática reconoce la participación del sujeto incluso allí donde otros no ven sino una trasnsgresión de las normas (p. 207).

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De la misma forma, la democracia se mide también en su capacidad de decidir contra el deseo de la mayoría como, por ejemplo, la abolición de la pena de muerte, prohibida en muchos países aun en contra del sentimiento de las mayorías. Es así que la integración democrática no se logra por la asimilación o integración –de una minoría– a una cultura o sociedad que se identifica a sí misma con valores universales. ¡Qué arrogancia, qué desprecio por las culturas y las experiencias diferentes! (p. 208). Es combinando la defensa de la integridad y la integración como se elaborarían soluciones democráticas. La integración se lograría con el respeto a la identidad cultural; de esta manera se iría logrando una pertenencia a una sociedad común, porque la diferencia se vería como un enriquecimiento a su comunidad. El precio de la libertad no puede ser la renuncia de la libertad (p. 215). En cuanto a la Educación Democrática Touraine plantea que es preciso dar a la educación dos metas: 1. La formación de la razón y la capacidad de acción racional. 2. El desarrollo de la creatividad personal y del reconocimiento del otro como sujeto. Y, por consiguiente, sus objetivos serían: 1. La necesidad que el conocimiento permanezca en el corazón de la educación. 2. El aprendizaje de la libertad a través del espíritu crítico, la innovación y la conciencia de su propia particularidad. Esta última llevaría al reconocimiento de los otros como individuos y como colectividades. A nivel de los programas la educación debería tener tres objetivos: 1. El ejercicio del pensamiento científico. 2. La expresión personal. 3. El reconocimiento del otro.

(1) Touraine, Alaine. ¿Qué es la Democracia? México D.F.: Fondo de Cultura Económica. 2006.


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