LITERATURA LATINOAMERICANA A TRAVÉS DE LA HISTORIA
ÉPOCA PRECOLOMBINA
Cuando los españoles llegaron a América encontraron territorios habitados por grupos humanos que tenían diferencias culturales y organizaciones sociales complejas. Específicamente, se puede hablar de las culturas de Centroamérica y la región andina de América del sur: Azteca, Maya e Inca. En el sur del continente se encontraban otros grupos en un menor grado de desarrollo que se dedicaban a la agricultura sedentaria o eran cazadores nómadas. Las grandes culturas fueron sometidas rápidamente por los españoles debido a las grandes rivalidades internas que existían y que los llevaba a traicionarse entre ellos, situación aprovechada por los españoles. Los grupos del sur del continente en cambio, resistieron mucho más y dieron una lucha aguerrida y sangrienta. En lo que tiene que ver con el contexto cultural se puede afirmar que nuestros indígenas no manejaban alfabetos fonéticos propiamente, pero si habían desarrollado otras formas de comunicación que tenían un sistema de representación visual a partir de gliflos pictográficos, ideológicos y parcialmente fonéticos. Utilizaron la tradición oral como una forma de mantener la cultura, esta tradición era de una gran riqueza, algunas de estas manifestaciones fueron recopiladas por escrito por algunos españoles. Dicha literatura por lo tanto, estaba vinculada con mitos que hacían parte de las ceremonias rituales de los indígenas, presentados en un lenguaje elemental y cuyos temas eran: el origen del mundo, el amor, lo divino. Específicamente, se pueden encontrar todas estas características en el Popol Vuh, libro fundamental de los mayas escrito en lengua Quiche, su nombre significa “libro del concejo” y contiene las más antiguas cosmogonías, mitos e historias del pueblo Maya. Dichas historias fueron recopiladas entre 1554 y 1558 y dadas a conocer en el siglo XVIII. El manuscrito fue descubierto por el padre Francisco Jiménez quien lo tradujo al castellano. Otro importante aporte de la literatura indígena de la época es el Chilam Balam en él podemos encontrar crónicas, genealogías, profecías, cantares mitos y leyendas. Fue copiado poco después de la conquista y conservado por los indígenas mayas de la provincia de Yucatán. Balam en lengua maya significa jaguar o brujo y Chilam significa sacerdote. CONQUISTA Y COLONIA.
En el encuentro de dos culturas tan diferentes como la española y la indígena prevaleció un proyecto político de dominación, caracterizado por el saqueo y la violencia extrema que acabó con culturas enteras. El siglo XVI fue un siglo de contrastes y violencia; pero también hubo espacio para la autocrítica. Como se puede apreciar en las leyes de indias y los escritos de Fray Bartolomé de las casas. Se dio una mezcla de razas entre blancos, indígenas y negros con unos roles jerarquizados y diferenciados claramente. Los españoles controlaban el gobierno mientras que los criollos, quienes eran los hijos nacidos en América de los españoles, luchaban por obtener el poder, los indígenas fueron sometidos a diversas formas de trabajo que, junto con las guerras y las enfermedades traídas por los
españoles los fueron disminuyendo considerablemente y propiciaron la traída de negros provenientes del África para desempeñar pesados trabajos. Toda esta situación dio origen a un mestizaje racial y cultural de tres continentes. La vida cultural de la conquista y la colonia estuvo fuertemente influenciada por la iglesia católica, la educación era restringida a unos pocos criollos y esto generó un gran atraso pedagógico-educativo, los libros eran prácticamente inexistentes. La literatura de este periodo se enriqueció gracias a que los conquistadores escribieron sus aventuras describiendo el nuevo mundo. Se puede afirmar que fue una literatura testimonial que habla de nuestros ancestros. Se destacan escritores como: Cristóbal Colon con sus Diarios, Hernán Cortés, Cartas de relación de la conquista de México; Francisco López de Gomarra, Historia de las indias; Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de Nueva España; Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias Fray Bartolomé de las casas Brevísima relación de la destrucción de las Indias,; Alvar Núñez Cabeza de Vaca,Naufragios; Pedro Cieza de León, Crónica del Perú; Fray Bernandino de Sahagún, Historia general de las nuevas cosas de la Nueva España ;El Inca Garcilaso de la Vega, Diálogos de Amor; Alonso de Ercilla, La Araucana .
El Romanticismo.
La corriente literaria del Romanticismo, cuyo origen se dio en Europa a fines del siglo XVIII, no fue ajena a América Latina, que tuvo en varios exponentes de esa época a sus más claros representantes. La literatura latinoamericana de este siglo toma impulso con el romanticismo, y busca diferenciarse de España al revalorar el pasado prehispánico, luchar contra la esclavitud, y sobre todo dar a conocer los usos y costumbres populares, sustentados en hechos heroicos, como una forma de crear conciencia nacional. Al respecto, hubo muchos géneros donde sobresalieron escritores como Ricardo Palma, autor de “Las Tradiciones Peruanas”; también la novela “Facundo”, del argentino Domingo Faustino Sarmiento; “Martín Fierro”, también del argentino José Hernández; “María”, del colombiano Jorge Isaacs, que se constituyó en la novela más leída por el público latinoamericano del siglo XIX, por citar algunos autores, pues la lista es larga. Esta literatura del romanticismo cumplió una función social, creando conciencia de la realidad, marcando un hito, en donde se valoraba la emoción más que la razón, pues lo que se buscaba era formar una nueva identidad en esta parte del continente americano, poniendo énfasis en la naturaleza y el individuo, así como en el desarrollo interior de uno mismo. Esta influencia literaria, como el caso de “María”, de Jorge Isaacs, tuvo muchos seguidores con el pasar del tiempo, quienes inspirados en esta trágica historia de amor, crearon historias similares que se plasmaron en novelas por entregas, telenovelas o radionovelas, muy al estilo de Caridad Bravo Adams o Corin Tellado, generando sentimientos encontrados entre sus seguidores y que aún hasta hoy siguen encontrados ante el boom de telenovelas brasileñas, colombianas, mexicanas, venezolanas y peruanas. El Realismo= en Latinoamérica Realismo Mágico En este género el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrando las fronteras entre lo real y lo irreal. Se caracteriza por la inclusión y el respeto a los mitos dentro de un contexto realista. No pocos estudios incluyen elementos sobrenaturales, míticos y de la creencia popular. Sus representantes mas reconocidos son Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Miguel Angel Asturias y Mario Vargas Llosa.
EL MODERNISMO
El Modernismo en Latinoamérica. Entre fines del siglo XIX y comienzos de la segunda década del siglo XX se desarrolla dentro de la literatura latinoamericana el movimiento modernista. Este surge de una doble reacción: en primer lugar, como una respuesta a los cambios socioeconómicos operados en Latinoamérica a finales del siglo XIX y principios del XX, y en segundo lugar, como una liberación de elementos románticos y técnicas naturalistas. Esta doble reacción llevó consigo la necesidad de crear un nuevo lenguaje y unas nuevas formas, lo que se tradujo en una reelaboración de la lengua poética, que alcanza sus momentos cumbres en la figura y personalidad de uno de los autores más singulares de la literatura latinoamericana: Rubén Darío. Junto a esta innovación del lenguaje literario, resaltan en el Modernismo otros rasgos distintivos: • Individualismo o subjetivismo • Búsqueda de la originalidad • Universalismo • Sensualidad • Evasión del materialismo existente. Esta nueva manera de sentir y de enfrentarse a la literatura tiene válidos antecedentes en Francia, de donde los modernistas americanos reciben influencias, básicamente a través del parnasianismo y del simbolismo. Los mayores logros del Modernismo se dan en el ámbito poético, no solo por la presencia del gran poeta nicaragüense, sino también por las aportaciones de otras individualidades que se rebelaron contra las normas naturalistas. En lo que respecta a la narrativa, hay ciertas tentativas innovadoras en algunos escritores latinoamericanos, aunque no fueron suficientes para establecer una ruptura total con el Naturalismo, que no llegará hasta bien entrado el siglo XX. El teatro, por su parte, no se manifiesta como expresión modernista; la innovación del lenguaje teatral, a mediados del siglo XX, es el resultado de la creación de los teatros universitarios y experimentales, y, a su vez, de las influencias europeas, de movimientos como el existencialismo o el teatro del absurdo. Narrativa modernista. En la narrativa modernista se registran importantes tentativas por innovar las formas tradicionales. Junto a esto hay que señalar el gusto por lo novedoso y exótico, un léxico arcaizante y un marcado impresionismo.
LA VANGUARDIA
El vanguardismo es la tendencia, en una obra de arte cualquiera, o de un artista, a introducir elementos innovadores respecto de las formas tradicionales o convencionales. También se entiende como excesiva preocupación por desplegar recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión, en teatro, pintura, literatura, cine, etc. Aunque solía usarse, de manera eventual y frecuente, en forma peyorativa, refiere claramente a la designación de movimientos artísticos renovadores, y en general dogmáticos, que se produjeron en Europa en las primeras décadas del siglo XX y que son agrupados bajo los nombres genéricos de vanguardia o vanguardias. Las vanguardias tuvieron auge principalmente en Europa, extendiéndose luego al resto del mundo, principalmente América del Norte, Centroamérica y América del Sur. Origen La pintura de Cézanne abrió camino para las variadas experimentaciones estéticas que caracterizarían las vanguardias al inicio del Siglo XX. El término vanguardia pertenece al léxico militar y designa la parte más adelantada del ejército, la que confrontará antes con el enemigo, la "primera línea" de avanzada en exploración y combate. En el terreno artístico es, pues, la "primera línea" de creación, la renovación radical en las formas y contenidos para, al mismo tiempo que se sustituyen las tendencias anteriores, enfrentarse con lo establecido considerado obsoleto. El origen del concepto así formado, proviene de la palabra Avant-garde / v g d del idioma francés, termino con el cual serian reconocidos, durante mucho tiempo, los movimientos de este orden. Visto así el vanguardismo no es un movimiento, sino una serie de conjuntos de movimientos de vanguardia o vanguardias, que manifestaban ansiedad de modernización, deseo de renovación y experimentación formal.
Características del vanguardismo Una de las características visibles de las vanguardias es laactitud provocadora. Se publican manifiestos en los que se ataca todo lo producido anteriormente, que se desecha por desfasado, al mismo tiempo que se reivindica lo original, lo lúdico, desafiando los modelos y valores existentes hasta el momento. Surgen diferentes ismos (futurismo, dadaísmo, cubismo,orfismo, constructivismo, ultraísmo etc.), diversas corrientes vanguardistas con diferentes fundamentos estéticos, aunque con denominadores comunes: La lucha contra las tradiciones, procurando la novedad y la libertad. El carácter experimental y la rapidez con que se suceden las propuestas unas tras otras. En la pintura va a ocurrir una huida del arte figurativo en procura del arte abstracto, suprimiendo la pesonificación. Se expresa la agresividad y la violencia violentando las formas y utilizando colores estridentes. Surgen diseños geométricos y la visión simultánea de varias configuraciones de un objeto. En la literatura, y concretamente en la poesía el texto va a ser realizado a partir de la simultaneidad y la yuxtaposición de imágenes. Rómpese tanto con la estrofa, la puntuación, la métrica de los versos como con la sintaxis alterando por completo con la estructura tradicional de las composiciones (por ejemplo en el Finnegans Wake o en el final del Ulises deJames Joyce. Surge el caligrama o poema escrito de modo que forme imágenes pretendiendo así acabar con la tóxica sucesividad del hecho escrito o leído. El poeta/artista/arquitecto vanguardista es inconformista, ya que el pasado no le sirve, tiene que buscar un arte que responda a esta novedad interna que el hombre está viviendo, apoyándose en la novedad original que se lleva dentro. Se deben abandonar los temas nuevos, ya que carecen de sustancia y no responden al hombre nuevo. En algunos movimientos hay una tendencia a hacer plástica en la coloración de las palabras. En la poesía se juega constantemente con el símbolo. Las reglas tradicionales de la versificación, necesitan una mayor libertad para expresar adecuadamente su mundo interior. Reacciona contra el modernismo y los imitadores de los maestros de esta corriente, existe una conciencia social que los lleva a tomar posiciones frente al hombre y su destino. Nuevos temas, lenguaje poético, revolución formal, desaparición de la anécdota, proposición de temas como el anti-patriotismo. El punto de vista del narrador es múltiple. Existe un vínculo estrecho entre al ambiente y los gustos del personaje. Profundiza en el mundo interior de los personajes, pues se les presenta a través de sus más escondidos estados del alma. El tiempo cronológico no es de suma importancia, sino el tiempo anímico y se toma en cuenta el aspecto presentacional, pues se limita a sugerir para el lector complete, el autor exige presencia de un lector atento que vaya desentrañando los hechos que se presentan y vaya armando inteligentemente las piezas de la novela de nuestro tiempo.
EL BOOM
El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente joven fue ampliamente distribuido en todo el mundo. El Boom está más relacionado con los autores Gabriel García Márquez de Colombia, Julio Cortázar de Argentina, Carlos Fuentes de México y Mario Vargas Llosa del Perú. Por el movimiento de América Latina de la Vanguardia, estos escritores desafiaron las convenciones establecidas de la literatura latinoamericana. Su trabajo es experimental y, debido a la situación general de la América Latina de la década de 1960, también muy político. El crítico Gerald Martin escribe: «No es una exageración para afirmar que si el continente del Sur fue conocido por dos cosas por encima de todos los demás en la década de 1960, éstas fueron, en primer lugar, la Revolución Cubana y su impacto tanto en América Latina y el Tercer Mundo en general, y en segundo lugar, el auge de la literatura latinoamericana, cuyo ascenso y caída coincidió con el auge y caída de las percepciones liberales de Cuba entre 1959 y 1971». El éxito repentino de los autores del Boom fue en gran parte debido al hecho de que sus obras se encuentran entre las primeras novelas de América Latina que se publicaron en Europa, por las editoriales de Barcelona, en España. De hecho, Frederick M. Nunn escribe que: "novelistas latinoamericanos se hicieron mundialmente famosos a través de sus escritos y su defensa de la acción política y social, y porque muchos de ellos tuvieron la fortuna de llegar a los mercados y las audiencias más allá de América Latina a través de la traducción y los viajes y, a veces a través del exilio".
CONTEMPORÁNEA
El descrédito de lo real como algo exterior al ser humano y la afirmación de que la realidad no es más que contenidos de conciencia que el hombre proyecta sobre el mundo, determinan la aparición de una nueva temática en literatura y en arte en general:
La existencia personal. Los escritores enfocan la existencia del hombre desde distintos puntos de vista, tratando de ilumina de iluminar esa SUPERREALIDAD oculta, enigmática y definidora del individuo. De esta manera se llega a determinar dos tipos de existencia: La auténtica o la que vive el hombre de acuerdo a su conciencia, o dicho en otras palabras la conciencia del hombre que sabe lo que él es y de acuerdo a ello vive y la existencia inauténtica, la del hombre que vive ignorante de que él es, sea porque por comodidad o cobardía se empeña en su ignorancia o porque está enajenado por razones o por factores humanos externos que lo hacen perder su verdadera naturaleza, lo mediatizan. Una de las obras más representativas de esta visión del hombre es "La Metamorfosis" de Franz Kafka (Praga, 1863 - 1924). Su protagonista, por haber vivido toda su vida como un insecto, se convierte finalmente en tal, es decir; adquiere la forma física que le correspondía de acuerdo con la manera que había vivido. El héroe de la literatura contemporánea será, pues, el hombre que viva en permanente rebeldía ante las condiciones enajenantes del medio, que le imponen una realidad ficticia y deshumanizada. El antihéroe, por el contrario, es aquél que se deja mediatizar por el medio ambiente.
La lucha por mantenerse dentro de lo que es propio, su personalidad, es por consiguiente dura y cruel. Algunas tendencias de la literatura contemporánea. La temática general de la literatura contemporánea, es decir la existencia humana, ha sido abordada desde distintas perspectivas. Algunos escritores demuestran que las características propias de la existencia individual no son privativas del individuo, sino que por el contrario, son propias de la clase social a la que se pertenece. Fenómenos como la ALIENACIÓN, se relacionan con fenómenos sociales. La literatura, por lo tanto, mostrará la realidad social del hombre a través de motivos de naturaleza específicamente social: la lucha por la tierra, la opresión de minorías sobre grandes sectores humanos, la violencia, la lucha de clases, la revolución, etc. La existencia individual es mostrada como un microcosmos, cuya verdadera realidad sólo puede explicarse por su relación con los sistemas socio-económicos, en que el ser humano está inmerso. Este modo de interpretar la realidad es propio de los escritores hispanoamericanos nacidos alrededor de 1905 en adelante, es decir, hombres que han vivido en carne propia las experiencias de las luchas sociales de nuestros países. Algunos de los que revelan este modo de interpretación son: José María Arguedas, Ciro Alegría, Miguel Otero Silva, Mario Benedetti. Paralelamente a esta literatura social, se puede fijar en nuestro continente una apetencia por los temas fantásticos, configurándose imágenes de la realidad caracterizadas fundamentalmente por el realismo mágico, es decir, por el entrecruzamiento a un mismo nivel de realidad de elementos de la vida cotidiana con otros de la existencia mágica o sobrenatural. Los cuentos de Julio Cortázar, pertenecen en su mayoría a esta tendencia: "Bestiario", "Final del juego", "Todos los fuegos el fuego", "Las armas secretas". En la mayoría de ellos, el narrador juega con diversos niveles de la realidad, superponiéndolos y entrecruzándolos. De este modo, consigue crear mundos donde lo posible y lo imposible, lo vivido y lo soñado, lo racional y lo irracional se dan la mano y se transforman en una sola existencia. Sin embargo, quien ha desarrollado hasta sus últimas posibilidades el realismo fantástico, es el colombiano Gabriel García Márquez. Su novela "Cien años de soledad", la historia de su pueblo mítico, Macondo simboliza en buenas cuentas la historia de la humanidad en todas sus grandezas y miserias. Finalmente, se puede hablar también de una imagen mítica de la realidad. Ella se produce cuando las condiciones de la existencia contemporánea se identifican con ciertas formas de concebir la realidad, que se asientan en el inconsciente colectivo de los hombres, es decir, con los mitos. Los mitos en su más amplia aceptación son relatos que cuentan cómo una realidad ha llegado a ser. Desde que el hombre es hombre, ha acuñado mitos para explicarse lo que le es incomprensible. Los mitos, pues, están más allá de toda racionalidad y toda lógica. Pertenecen, por lo tanto, a los más profundos arcanos del inconsciente, de donde el hombre los saca cuando necesita explicar, irracionalmente, cómo han llegado las cosas a ser lo que son. En este sentido los mitos son universales. En todas las culturas, aun las más disímiles, las más primitivas o las más desarrolladas, existen las mismas leyendas, creencias, supersticiones y fantasmagorías. Por eso se afirma que los mitos son las expresiones más auténticas del hombre, porque constituyen modos de ver el mundo que no están determinados por ningún tipo de influencia externa. Gran parte de la literatura contemporánea es una reactualización de los mitos. Se la estudia tratando de descubrir sus imágenes del mundo: la utopía, la conquista de lo desconocido, la búsqueda del espacio sagrado, el eterno retorno, el viaje maravilloso, etc. En la literatura hispanoamericana hay excelentes ejemplos de novelas míticas: "Los pasos perdidos", aquí se reactualiza el motivo del viaje mítico, presente ya en "La Odisea" de Homero. El viaje mítico es una situación caracterizada del modo siguiente: el héroe debe llegar a un cierto lugar donde se le ofrece una existencia maravillosa, pero para ello debe afrontar una serie de peligros y superar asimismo ciertas tentaciones que se ofrecen a su paso para que se desenvuelva. Además, debe cruzar ciertos "umbrales" a través de los que llegará a ese "espacio sagrado. Alejo Carpentier, autor de "Los pasos perdidos", es quien mejor ha expresado la creencia de que América es por excelencia el continente mítico. Para él, América es el mundo de lo "real maravilloso", es decir, el espacio donde lo fantástico y lo cotidiano son una sola y misma cosa.
Renovación de las formas de expresión. La necesidad de comunicar los nuevos contenidos de conciencia determina obviamente la aparición de formas adecuadas para tal fin. La estructura de los géneros literarios revela profundos cambios. Desaparece el narrador omnisciente. Al desaparecer la realidad única desaparece también la figura del narrador como poseedor absoluto de esa imagen. Si se afirma la existencia de niveles distintos de realidad, se niega la capacidad de un solo narrador para captarlos. Las novelas contemporáneas son relatadas ahora por distintos narradores. Cada uno de los cuales posee su versión de los hechos, o bien por un solo narrador que ha perdido su omnisciencia, y se manifiesta, por lo tanto, incapaz de desentrañar el sentido de lo que relata. Junto a la restricción de la omnisciencia del narrador, la novela contemporánea presenta una serie de técnicas narrativas desconocidas en el siglo pasado, las que se ponen al servicio de mostrar una imagen lo más exhaustiva posible de la existencia personal. Muchas de esas técnicas son comunes a la literatura y a la cinematografía, como por ejemplo el montaje, flash-back, racconto, etc. Más propias de la narrativa son las que apuntan a configurar tipos especiales de lenguaje que revelen la interioridad de la conciencia.