Sector Primario, Secundario y Terciario En Colombia

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Sector Primario, Secundario Y Terciario En Colombia Calidad De La Educación En Colombia Y En La Región

Con la excepción de Cuba, la calidad de la educación básica en América Latina sigue siendo de segunda. La oficina regional de la Unesco ha divulgado estos resultados del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Serse), que evalúa la calidad de la educación básica en la región. El análisis se concentra en el desempeño de los estudiantes de tercero y sexto grados de educación primaria en los años 2005 y 2006 en matemáticas y lenguaje; y en ciencias en sexto grado. Participaron 16 países. Los resultados se clasifican en cinco grupos: en el primer grupo están países cuyas calificaciones son tan superiores al promedio que no dejan duda (por lo menos en una desviación típica de diferencia). Para el caso de tercer grado, el único país que cumple con ese criterio es Cuba, tanto en matemáticas como en lenguaje. En el segundo grupo están países cuya puntuación media es superior a la media de la región, pero no tan grandes. En este grupo están Chile, Costa Rica, México y Uruguay en matemáticas. En lectura, los acompañan Argentina y Colombia. En matemáticas, Colombia se encuentra en el tercer grupo de países, que no tienen diferencias significativas con el promedio de la región. Los otros dos en este grupo son Brasil y Argentina. El cuarto grupo es el de los países cuyas puntuaciones promedias son inferiores a la media regional en menos de una desviación típica. A él pertenecen Ecuador, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana.


El quinto grupo, que quedó vacío, sería el de países con puntaje promedio inferior al de la media de la región en más de una desviación típica. Los países con mayor variación en la distribución de resultados son Cuba, Brasil y Paraguay; y los que menor dispersión presentan son Panamá, el Salvador y Guatemala. Colombia es muy similar a Argentina y Brasil, pero menor su dispersión. El desempeño de los estudiantes se clasifica en cuatro niveles. El más bajo (I) corresponde a la capacidad mínima que se espera para el grado y la edad de los estudiantes. Los niveles II, III y IV corresponden a mayor capacidad para realizar las tareas de mayor complejidad que exigen mayores conocimientos. En la región, en tercer grado, casi un millón de estudiantes (10,2 por ciento) no pueden realizar las tareas correspondientes al nivel más bajo en matemáticas y el 6,7 por ciento en lectura. En Colombia, los porcentajes correspondientes son 8,6 por ciento en matemáticas y 4,9 por ciento en lectura. Los alumnos de alto desempeño (Nivel IV) son el 11,2 por ciento de la población de la región en matemáticas y 8,4 por ciento en lectura. Colombia solamente tiene el 6,2 por ciento de la población estudiantil en ese grupo distinguido en matemática y 8,5 por ciento en lectura (Cuba tiene el 54,4 por ciento). Los resultados para sexto grado son similares. Cuba sigue siendo campeón en matemáticas y ciencias, pero no tanto en lectura. Colombia es el país promedio, excepto en lectura de sexto grado, en lo que está por encima de la media regional. Quizás los problemas más destacables de Colombia en relación con la región es que tiene menor participación de estudiantes en el grupo IV y una alta participación en el nivel I. También preocupan las diferencias de género y entre sectores rurales y urbanos. Hay que buscar caminos para emular los resultados de Cuba, que son extraordinarios. Traer a cuenta este tema en medio de la crisis obedece en parte a la importancia que tiene la educación, pero sobre todo al desconcierto que producen las noticias y los anuncios oficiales: el Presidente nos informó que los indígenas colombianos son dueños de tanta tierra que se comportan como terratenientes, exigiendo más. Los subalternos de tercer nivel ordenan persecuciones ilegales y policías encapuchados disparan contra manifestantes ídem. Esto ocurre a espaldas de sus


superiores, quienes se enteran por Tele sur. ¿Qué se puede opinar sin equivocarse? La economía colombiana y su reflejo en los sectores económicos primario, secundario y terciario durante el periodo gubernamental 2002 -2010

Introducción Antes de que el doctor Álvaro Uribe Vélez asumiera el poder, la década de los 90 se había caracterizado por el gran fracaso de las políticas de paz del entonces presidente Andrés Pastrana, con la guerrilla de las Farc que prácticamente se habían tomado el escenario político del país y tenían asolada la nación con los secuestros y tomas de poblaciones. Paralelamente empezaron a proliferar los grupos paramilitares al servicio del narcotráfico, que tenían de rodillas al país y no permitían el normal desarrollo de los diferentes sectores económicos específicamente el primario en el que tenían incidencia directa, situación que naturalmente traía consigo la desconfianza a nivel mundial en el manejo que se estaba dando a los recursos mineros y petroleros hasta el momento y por ende la inversión extranjera era baja y aún al interior del país se alcanzó a presentar la llamada fuga de capitales. Sector primario Cuando Álvaro Uribe asume el mando implementa la su política de Seguridad Democrática la cual produjo la polarización del país pero que rindió frutos en cuanto a que generó una confianza y seguridad económicas tales que la inversión extranjera se incrementó de forma asombrosa, favoreciendo principalmente al sector de la minería, el cual además mostró un aumento progresivo en sus exportaciones. Se presentó entonces una bonanza del sector minero y petrolero que compensó durante el gobierno uribista la disminución del aporte al PIB de otros sectores de la economía que resultaron afectados (El PIB pasó del 69% en 2002 al 62% en 2008). En oposición a esto el desmejoró el bienestar del asalariado promedio ya


que el salario mínimo perdió poder adquisitivo pues del 44% previo a su gobierno terminó en un 32%. La competitividad nacional siguió rezagada en el continente ya que el PIB, persistió como uno de los más bajos en Latinoamérica (CEPAL, 2009). La mayor inversión extranjera directa (IED) en el sector minero y petrolero no se reflejó en la generación de empleo al contrario, según las cifras del Dane, la tasa de desempleo fue de 12,8 por ciento. Al comenzar el 2010 el Dane reportó que la población ocupada fue 18,9 millones, la desocupada 2,7 millones, y la inactiva 13 millones de personas. Hubo más empleo informal pues de cada 100 trabajadores ocupados, 58 eran informales (cerca de 11 millones). Según la Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (MESEP), la tasa de desempleo bajó de 17.6% a 13% un decremento relativamente bajo si se compara con el incremento de más del 20 % de la inversión y si además se tiene en cuenta que mucho de este empleo en realidad es subempleo. El gobierno de Uribe enfocó la economía hacia el sector primario por dos motivos: 1. Para favorecer y legitimar a los latifundistas entre ellos a muchos que han adquirido tierras de manera ilegal o violenta (paramilitarismo o narcotráfico) 2. Para obtener protección extranjera, principalmente de Estados Unidos a cambio de la entrega de territorios colombianos para establecer bases militares o para la explotación de riquezas minerales. El gobierno de Uribe enfocó la economía hacia el sector primario por dos motivos: 1. Para favorecer y legitimar a los latifundistas entre ellos a muchos que han adquirido tierras de manera ilegal o violenta (paramilitarismo o narcotráfico) 2. Para obtener protección extranjera, principalmente de Estados Unidos a cambio de la entrega de territorios colombianos para establecer bases militares o para la explotación de riquezas minerales. Colombia es el país de mayor desigualdad en las Américas pues supera a países como los Estados Unidos (40,8), Costa Rica (49,8) o Guatemala (55,1). Sector secundario Este fue el sector más afectado durante el gobierno uribista. De 2002 a 2007 la participación de la industria en el PIB no presentó un cambio significativo y se mantuvo en promedio en 16.7%. Colombia no tiene un crecimiento sostenible porque no se ha industrializado. Hubo caídas en producción y ventas en un 20% (Encuesta de opinión industrial conjunta (EOIC) realizada por la ANDI para enero-mayo del 2009), por


subsectores los más afectados fueron: los de aparatos de uso doméstico, vidrio y sus productos, productos de caucho, vehículos automotores, autopartes y otros equipos de transporte, que bajaron en producción y ventas. La producción industrial colombiana pasó de una reducción del 9,2% en 2008 a un 3,3% en 2009 La reforma laboral del 2002 hecha mediante la ley 789 desmejoró las condiciones laborales de los trabajadores, no generó los 600.000 nuevos empleos proyectados sino que 4 años después solamente se habían generado 200.000, y tampoco permitió mantener las condiciones para la permanencia de las empresas, ya que del 2002-2006 se liquidaron 3000 empresas, la mayoría de ellas pymes. El subsector más favorecido fue la construcción que además contribuyó a la generación de nuevos empleos. Los más afectados fueron en los subsectores industriales el textilero y el automotriz y en el agrícola los cafeteros y azucareros por el aumento de las importaciones que disminuyeron la oferta, las crisis en relaciones internacionales que traumatizaron las exportaciones y la adquisición de socios y por la falta de medidas gubernamentales para proteger sus mercados Se benefició en cambio a las multinacionales, banqueros y empresarios grandes mediante exenciones y subsidios con lo que se incrementó la riqueza de los ricos, se amplió la brecha social y la inequidad y la exclusión se hicieron más evidentes. Sector terciario El sector terciario de la Economía Colombiana (comercialización de bienes y servicios, infraestructura) se encuentra en desarrollo ya que en los últimos 20 años ha tenido apoyo del gobierno que ha generado acciones para que crezca mediante los tratados de libre comercio e infraestructura. El sector de servicios aportó más del 50% del PIB y generó empleó para 20 millones de colombianos (52% de la fuerza laboral) Aumentó el turismo en Colombia, tanto el externo como el doméstico por las políticas de Seguridad Democrática adelantadas por Uribe. La educación y la salud mejoraron la cobertura pero no su calidad, debido a que se aumentó la inversión en gasto militar y la inversión en educación por ejemplo fue apenas un tercio de lo que se invirtió en presupuesto militar. Por la poca inversión en gasto social y la no estimulación en los sectores secundario y terciario de la economía que podrían generar un desarrollo económico sostenible, Colombia se mantuvo entre los países más pobres e inequitativos de nuestro continente, manteniendo unos porcentajes de pobreza entre 52 a 57% (21% corresponde a indigencia) durante todo el gobierno de Uribe.


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