Prescott Parents and Teachers

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PARENTS AND TEACHERS

Autocontrol vs. Impulsividad ¿Cómo conseguimos autoridad? ¿Cómo es una buena autoridad?

Mayor Autoridad, Menos Permisividad Enseñar a controlar sus impulsos ¿Qué podemos hacer como Padres?

¿Cómo apoyo a mi hijo (a) con sus tareas? Trabajo escolar dentro del proceso de aprendizaje de sus hijos

Edición N° 001 - Noviembre 2013


Mayor Autoridad, Menos Permisividad Autoridad no es lo mismo que autoritarismo. Autoridad es servir a los demás y es básico para la educación de nuestros hijos. Autoritarismo es servirse a uno mismo sin un fin educativo. Se debe marcar límites y objetivos claros que permitan a los hijos diferenciar qué está bien y qué está mal, pero cuando los padres se exceden en la tolerancia, entonces se puede dar inicio a los conflictos. La autoridad es la principal influencia externa en la educación y es apoyada en el ejemplo. La autoridad está íntimamente relacionada con la obediencia para lograr la libertad y responsabilidad en los hijos.

¿Cómo conseguimos autoridad? Hay que tener en cuenta que en la educación lo más importante no es lo que se hizo en alguna oportunidad, sino lo que se hace frecuentemente, es decir se educa en forma permanente. 

En primer lugar hay que tener los objetivos claros cuando se educa. En lo posible deben ser pocos y compartidos por la pareja que educa. Se debe exigir obediencia en pocas cosas (al principio) Antes de exigir primero motivar. Se enseña con claridad las cosas concretas. Al niño hay que darle con cariño las instrucciones concretas. Reconocer el buen comportamiento. Hay que darle un tiempo de aprendizaje. Al comienzo necesita atención y apoyo a través de ayudas verbales y físicas, si fuera necesario. Hay que dar el ejemplo para demostrar coherencia entre las palabras y los hechos, caso contrario se le confunde al niño. Confiar en los hijos. La autoridad es positiva cuando el niño tiene confianza en sus padres y va a ser muy difícil lograrlo si los padres no confían en sus hijos. Los hijos deben tomar parte de las reglas de premios o castigos para reforzar la motivación.

 La autoridad es diferente en cada hijo porque son diferentes en: genética, constitución psicológica, estímulos recibidos, carácter, edad, sexo ¿Cómo es una buena autoridad?  No gritar al dar órdenes.  No repetir las órdenes.  No perdonar castigos impuestos.  No castigar sin avisar la clase de castigo previamente.  No amenazar con otra figura de autoridad. ¿Cuáles son los errores más frecuentes que se cometen cuando se interactúa con los hijos?  No se puede educar sin que haya intervención. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. Un hijo que no es corregido por sus padres, piensa que sus padres no lo estiman ni lo valoran.  Ceder después de que le negó algo a su hijo. Es decir no se puede negociar el no. Si se les dijo a los hijos “mañana no ven televisión por no haber terminado sus deberes”, pues no lo harán, por eso es importante pensar antes de decir no a los hijos.  No hay que llegar a autoritarismo, que sólo conduce a una persona sumisa sin iniciativa y no al equilibrio de la persona.

 No contradecirse los padres. La autoridad se comparte, no se delega. Los niños tienen que tener referentes y límites estables. Es fundamental la coherencia el padre y la madre.  No gritar. A veces es difícil no perder los estribos, pero los gritos pueden pasar fácilmente al insulto, a la humillación o a los malos tratos psíquicos y físicos, a lo cual no se debe llegar.  No cumplir las promesas ni las amenazas. Estas deben ser fáciles de aplicar. “Todo estas recomendaciones dependen de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en la relación con los hijos son absolutamente imprescindibles: amor y sentido común”. Educar es estimar, decía Alexander Galí. El amor hace que las técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres. “El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función del niño,


apropiada en función del niño, del adulto y de la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con tirachinas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar”. Pablo Pascual Sorribas Maestro, licenciado en Historia y logopeda.

Recordemos siempre: La mejor manera de motivar es con: AMOR, CARIÑO Y TIEMPO .


¿Cómo apoyo a mi hijo/a con sus tareas? El trabajo escolar en casa es muy importante dentro del proceso de aprendizaje de nuestros hijos pues refuerza lo aprendido en el Colegio. De esta manera, se busca que los niños practiquen, refuercen, amplíen los conocimientos adquiridos durante la clase y también que se preparen para sesiones posteriores. Aprender de forma autónoma implica que nuestros hijos sean capaces de trabajar de manera independiente y responsable; es decir, sin necesidad haciendo todo esto?, ¿para qué me sirve si yo no voy a ser…?”. Entonces, ¿cómo podemos los padres ayudar a nuestros hijos a desarrollar en ellos esa autonomía sin tener que estarlos presionando para que las cumplan? Aquí les ofrecemos algunos consejos que les pueden ser de gran utilidad:  Los tiempos de concentración y labor efectiva de un niño, son mucho más reducidos que en los adultos. Puede ser una buena opción, el ir descubriendo con observaciones, cuánto es el tiempo efectivo de su hijo para darle los tiempos de descanso convenientes y así evitar que caiga en el cansancio y el aburrimiento. Es importante contar con un reloj grande en un lugar visible para manejar los tiempos y hacerlos cumplir.  En cuanto al lugar, procure que esté bien iluminado, que la mano de su hijo no tape la luz, que esté cómodamente sentado, manteniendo en lo posible los pies en el suelo y la espalda derecha. Es conveniente que el niño tenga su propia mesa y silla, de un tamaño adecuado a su cuerpo.  En cuanto a si ayudar o no, siempre es bueno que un adulto esté cerca para dar un apoyo y poder ver lo que el niño hace. En un comienzo, el niño necesitará mucha ayuda, para generarle seguridad. Por otra parte, las primeras tareas escolares buscan justamente eso, que se incentive el momento de compartir y aprender junto a un adulto. Aproveche este momento para sentarse junto a su hijo, aprender con él y fomentar la seguridad y confianza que necesitan y nos reclaman como padres. Eso sí, sin hacerle o facilitarle las cosas que él puede y debe hacer.

responsable; es decir, sin necesidad de que les digamos qué, cómo y cuándo lo deben hacer. Que lo hagan por convicción y no bajo presión. Sin embargo, algunas veces las tareas se convierten en una batalla entre padres e hijos, de tal modo que lo único que se consigue es que los chicos sientan las tareas como un enemigo, como algo que va en contra de sus intereses. “¡Es injusto! ─dicen─ ¿Por qué tengo que estar haciendo todo esto?, ¿para qué me Recordemos que desirve la actitud si yo noque voy adoptemos a ser…?”. nosotros frente a las tareas de nuestros hijos, dependerá en gran responsable; es decir, sin necesidad medida la que ellos asuman. Una forma de ayudarlos a que las tareas no se sientan como algo tedioso, es generar en ellos el hábito de estudio, el cual se desarrolla practicando una rutina de manera constante. Si los ayudamos a organizar un horario y mantener la secuencia de actividades, se acostumbrarán a realizar sus tareas siempre a la misma hora y en el mismo lugar, sin necesidad de tener que recordárselo. Una secuencia lógica podría ser: llega a casa, se cambia, se asea, almuerza, descansa un tiempo corto, revisa su agenda, organiza su plan de acción (por dónde comenzará), reúne todos los materiales necesarios en su ambiente de estudio, termina una tarea antes de iniciar la otra, revisa su horario de clases para guardar en la mochila según lo que le toque al día siguiente, ordena su mesa de estudio y se va a jugar. Antes de iniciar el desarrollo de las tareas, es necesario asegurarse de que los chicos tengan claro lo que deben hacer y los materiales que necesitan para ello.


Cuando esté haciendo las tareas, debemos respetar el momento (evite encender el televisor o poner música). Que sienta que es un momento importante para todos. Si le pregunta algo, ayúdelo a encontrar la respuesta por sí mismo. Enséñele a buscar en el diccionario o en Internet, hágale preguntas que lo lleven a la respuesta o bríndele ejemplos. Deje que responda con sus propias palabras. No le dicte la respuesta. Recuerde, la tarea es de su hijo, no suya. Así, él pedirá ayuda sólo después de haber agotado todos sus recursos. Cuando le dejen una tarea que no sea para el día siguiente, ayúdelo a programarla de tal manera que se haga con tiempo y no a última hora, para evitar que se le junte con otras. Lo ideal es reforzar en casa lo trabajado en la mañana. El recuerdo está más fresco y nos da tiempo para aclarar dudas antes de las evaluaciones.

Preguntas padres:

frecuentes

de

los

 Me cuesta mucho trabajo que mi hijo se siente a hacer las tareas, y se demora tanto haciéndolas que termina renegando. ¿Qué puedo hacer para que le guste estudiar? Se debe generar en él el hábito de estudiar. Los chicos generalmente empiezan con las tareas que les parecen más fáciles o las que más les gustan, y dejan para el final las más difíciles, justo cuando están cansados, lo que refuerza su desánimo por hacerlas. Si les enseñamos a intercalar los temas y terminar con algo que realmente les agrade, como dibujar, por ejemplo, el niño se quedará con la última sensación, asociando las tareas con ella.

 ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si cuando llego del trabajo, ya es tarde y está cansado? Si nuestros hijos se quedan bajo el cuidado de otros adultos, necesitamos instruirlos en cómo ayudar a los chicos a desarrollar su autonomía en los estudios. Si son más grandes y se quedan sin compañía, debemos asegurarnos de que puedan hacerlas solos, de tal manera que cuando lleguemos, sólo necesitemos apoyarlos con algunas dudas y no con toda la tarea.

. Extraído y adaptado de: Departamento de Educación de los Estados Unidos - Oficina de Comunicaciones y Relaciones Comunitarias. Cómo ayudar a su hijo con la tarea escolar. Washington D.C., 2005 página 10. Consulta: 2002 y 2005

Veamos las tareas como una magnífica oportunidad de desarrollo para nuestros hijos. De la actitud que adoptemos nosotros como padres, frente a las tareas de nuestros hijos, dependerá en gran medida la que ellos asuman.


Autocontrol vs. Impulsividad “Quien se controla a sí mismo, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás”. Confucio

Sin duda alguna, impulsividad y autocontrol son dos aspectos estrechamente relacionados entre sí. Ambos funcionarían como dos extremos de un mismo continuo, si entendemos la impulsividad como la incapacidad para controlar los propios impulsos, siendo gobernados por las emociones del momento. Si hablamos de niños impulsivos, estamos hablando de niños que actúan sin pensar, que no son capaces de reflexionar en las consecuencias de sus actos y suelen tener problemas por su comportamiento inapropiado. Les cuesta mucho trabajo mantener la atención en algo concreto durante un tiempo prolongado; normalmente se muestran impacientes, tienen serias dificultades para esperar o para resistir a la tentación; cuando tienen una necesidad se ven obligados a satisfacerla cuando tienen unaSienten necesidad se frustración Se relaciona en el momento. mucha cuandocon nola reflexión pues ven obligados a satisfacerla en el se anticipan las consiguen lo que quieren y pueden acabar teniendo una consecuencias momento. Sienten mucha o dando futuras. rabieta, llorando, gritando, insultando patadas como frustración reacción. cuando no consiguen lo El autocontrol permite a la persona que quieren y pueden acabar expresarse, actuar y rectificar en la teniendo una rabieta, llorando, forma en que más le convenga en gritando, insultando o dando función de sus necesidades y en el patadas como reacción. momento que quiere. Sus comportamientos son Autocontrolarse es algo que los desordenados y tienden a pasar de niños aprenden con el tiempo y que una actividad a otra, se distraen empieza a establecerse cuando con mucha facilidad con cualquier comienzan su proceso de cosa y en muchas ocasiones dejan socialización y existe mayor tareas a la mitad y no las terminan. interacción con el entorno. Sus emociones sufren muchos altibajos y pueden pasar de la El autocontrol se logra en torno a alegría al enojo rápidamente. los tres años de edad; y de los 7 a Además, cuando están inmersos los 12 años, estamos hablando de en alguna emoción no son capaces una etapa de transición, pues los de pensar con claridad y padres todavía ejercen un control reaccionan en función del activo y de supervisión; aunque el momento. niño cada vez es más capaz de En la base de la impulsividad regular su comportamiento y encontraríamos dificultad en la adquiere mayores capacidad para autorregularse. responsabilidades. Hasta los 10 años el tipo de control que se En el polo opuesto se situaría el establece es externo, se siguen las autocontrol, definido por la normas porque vienen impuestas capacidad que tienen las personas desde el exterior y su obligación es para autodirigirse de forma cumplirlas para evitar un castigo o voluntaria en función de las para conseguir una recompensa. A características y necesidades del partir de esta edad, los niños contexto. cumplen las normas que provienen del entorno pero ya las han

cumplen las normas que provienen del entorno pero ya las han interiorizado, son muy sensibles a lo que es ser bueno o malo o a lo que es justo, desarrollan un pensamiento crítico con capacidad para juzgar las intenciones y seguir el sistema de normas impuesto socialmente. ¿Qué podemos hacer nosotros como padres? Aquí les presentamos algunas recomendaciones:  Seleccionar y establecer metas adecuadas a la edad del niño y a sus capacidades, de manera que pueda ir alcanzando sus objetivos e incrementando la dificultad en los mismos.  Ser modelos de autocontrol para nuestros hijos.  Enseñar a nuestros hijos a relajarse y tomarse un momento para pensar qué hacer en caso de alguna situación de conflicto y disminuir la intensidad de los estados emocionales.

 Establecer horarios fijos y rutinas diarias para tener un mayor control sobre uno mismo

facilita que los comportamientos se ya que esto


 ya que esto facilita que los comportamientos se interioricen. Especialmente, en el caso de uso de la TV y video juegos (saber seleccionar cuáles son los más adecuados)  Dar a los niños responsabilidades cada vez mayores e ir consiguiendo que sean cada vez más autónomos.  Construir frases junto con el niño que le ayuden a guiar su comportamiento.  Acostumbrarlos a reflexionar sobre las posibles consecuencias de sus actos, haciéndoles preguntas como… ¿está bien lo que sucedió… por qué? ¿Qué puede pasar si…? ¿Cómo te sentirías tú si…? ¿Qué puedes hacer de ahora en adelante…? etc.  Reforzarles cada logro conseguido y animarles para volver a intentar aquello que no sale como ellos esperan.  Fijar normas concretas en cuanto a las consecuencias de sus impulsos. Se deben establecer pocas normas a la vez, para facilitar su cumplimiento y ser consistentes en la aplicación de las consecuencias.  Los límites deben ser acordados con el niño: él debe tener claro lo que se espera de él, y lo que no está permitido.  No podemos ceder ante sus comportamientos por muy llamativos que sean como, por ejemplo, frente a las rabietas.  Se necesita una supervisión directa, hay que recordarles cómo deben comportarse y anticiparse a cuando tendrán más dificultades para autocontrolarse.

Extraído y adaptado de: http://revista.universidaddepadres.es/index.php http://www.guiainfantil.com/blog/414/como-controlar-losimpulsos-de-los-ninos.html

Enseñar a nuestros hijos a controlar sus impulsos debe ser una de las metas en la educación familiar.

PARA PENSAR:  ¿Cómo es mi hijo/a?  ¿Mis conductas son modelo de autocontrol para mi hijo/a?  ¿En casa, tenemos límites y reglas que rigen nuestra conducta?  ¿Cómo reacciono ante las conductas impulsivas de mi hijo/a?


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