Programa elecciones europeas 2019 | Izquierda en Positivo - Revolución Ciudadana

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Los pueblos, como los hombres, no se curan del mal que les roe el hueso con menjurjes de última hora, ni con parches que les muden el color de la piel. A la sangre hay que ir, para que se cure la llaga. No hay que estar al remedio de un instante, que pasa con él, y deja viva y más sedienta la enfermedad. O se mete la mano en lo verdadero, y se le quema al hueso el mal, o es la cura impotente, que apenas remienda el dolor de un día, y luego deja suelta la desesperación. José Martí

ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO DIPITADOS/AS IZQUIERDA EN POSITIVO Javier Couso Permuy (Independiente) Kerly Mariuxi Luna Lema (Independiente) Nora Graciela Casalanga (Independiente) Eder Heleodoro Quezada Morales (Independiente) Alcides Lesmes Bulla (Independiente) Albert Martínez Serra (Izquierda en Positivo) Edgar Gustavo Baez Padilla (independiente) Antonio “Toni” García Perez (Independiente) Luz Aurora Yepez Calderón (Independiente) Martha Gioconda Salazar Yagual (Independiente)


PARA QUE EL PUEBLO TRABAJADOR Y MIGRANTE TENGA VOZ EN EL PARLAMENTO Hemos terminado la legislatura europea y ya estamos a las puertas de una nueva campaña electoral que llevará a Bruselas y a Estrasburgo a personas electas de veintiocho países. Si miramos atrás, a los cinco años pasados, nos daremos cuenta rápidamente que la Unión Europea vive una crisis existencial. Ni siquiera los que llevan el timón tienen claro qué hacer, como comprobamos en el pleno de Estrasburgo al escuchar a Juncker proponer cinco posibles salidas. Europa atraviesa una encrucijada decisiva. En su seno, hoy en día, se bate entre la disolución controlada de sus estructuras comunitarias, o el recuperar su principio esencial y ser una fuerza de equilibrio, soberanía y dignidad de cara al mundo. Entre ir a remolque del desastre que en sí representa la política exterior estadounidense y superar la indefinición hablando y actuando con voz (y entidad) propia, frente a un orden global que sufre en este instante modificaciones dramáticas. La Unión Europea, su Parlamento, tiene ante sí la decisión histórica de ser una fuerza de paz y equilibrio frente al caos, u obedecer a la lógica de excepción, ciega y brutal, con la que en este instante los Estados Unidos y la dictadura neoliberal emplean a socios y aliados para su supervivencia, en detrimento de absolutamente el resto de la humanidad, sin que Europa sea la excepción. En estos cinco años hemos vivido la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, una crisis que ha afectado a millones de personas y que ha llenado horas de debates estériles que no han atajado el problema y que, por contra, han roto la cohesión europea rompiendo con la ilusión de una tierra de asilo.

Solo con este ejemplo podemos entender cómo actúa la UE ante los problemas. Como un avestruz, entierra la cabeza y se niega a entender. Oíamos palabras que exigían poner vallas más altas y otras que querían evitar el problema, subcontratando campos de concentración fuera de las fronteras. Pero ninguna palabra para entender los porqués, ni siquiera una breve reflexión para pedir disculpas ante nuestras intervenciones militares en los países de mayor emisión de estas personas, que están protegidas por nuestra legislación comunitaria. Gente desesperada que huía de nuestras invasiones, de nuestras intervenciones humanitarias; unas a remolque de los intereses de Washington y otras al calor de antiguas grandezas coloniales en tierras regadas por petróleo o gas. Y así va todo, una Unión Europea cada vez más desigual, que exprime países hermanos al dictado de la Troika, con un Sur y unas periferias sin industria, dedicadas a la mano de obra barata, al sector servicios y a pagar deudas que se llevan gran parte de sus esfuerzos económicos colectivos. Una unión política, pero sin fiscalidad común y con un Banco Central que tiene prohibido rescatar a sus propios estados. Una UE que pretende competir con EEUU y los gigantes asiáticos por medio de la devaluación de sus trabajadores, en lo que es de facto un cambio de civilización que nos lleva de los anhelos de los estados del bienestar a los estados de la precariedad. Una Europa de trabajadores y trabajadoras pobres. ¿Qué hace Europa ante los desafíos geopolíticos? Practicar una política exterior seguidista de los intereses estadounidenses que mira a los demás países con superioridad moral, que practica la política de las sanciones unilaterales y que no cuida sus vecindades. ¿Qué hace la UE en el marco de las políticas


En los últimos tres lustros, hemos visto cómo la UE abjura de su rol y actúa como elemento de fondo en las dolorosas y disparatadas aventuras dictaminadas en otros lugares, en otras instancias políticas no elegidas con el voto, en cónclaves financieros, militares y “humanitarios”.

JAVIER COUSO

Candidato de Revolución Ciudadana - Izquierda en Positivo a las elecciones europeas 2019


comerciales? Plantear acuerdos con espíritu neoliberal, abrir las puertas de los servicios públicos a las grandes transnacionales y primar por encima de las economías sostenibles los acuerdos de libre comercio que equiparan estados a multinacionales. ¿Qué hace la UE ante el cambio climático? Hablar mucho y hacer poco. Dejar a los lobbies de la industria contaminante hacer y deshacer; y taparse los oídos ante las demandas cada vez más claras de nuestra juventud, que hoy nos marca el camino cuando se manifiesta por centenares de miles en nuestras calles. La Unión Europea corre peligro de desintegrarse si no da un giro de ciento ochenta grados. Si no se democratiza, si no protege a sus poblaciones, si no reduce la desigualdad, si no pone a las mujeres en el centro, si no acomete un gran plan de renovación verde, si no practica una política de paz y si no crea un espacio de crecimiento, protección y seguridad pacífica. De esta realidad no se libra la izquierda. Por acción, por omisión, por impotencia, por connivencia, por imposibilidad de nombrar lo que debe ser nombrado con urgencia, a riesgo de ser la nota discordante. Trágicamente, de baza contrahegemónica pasó a compañero de viaje pasivo en la justificación y cobertura de las distintas operaciones de “cambio de régimen” en otras latitudes, sin poder señalar el lugar donde la intervención extranjera se une al austericidio doméstico. Cuánto se necesitan mutuamente. Cómo uno fabrica el lugar del otro. En tiempos de desmantelamiento y fuga, los nombres, la responsabilidad y consistencia ante lo dicho, a la par de cómo se actúa, hacen la diferencia frente a lo que se calla producto de consensos implícitos o ausencia de cuerpo para cargar con las consecuencias de ir a contracorriente. En estos cinco años he puesto mi voz para defender nuestra Europa, que es positiva y que es la antítesis de la Europa de los tratados neoliberales. A veces muy solo, pero siempre orgulloso y digno, he servido de altavoz a la clase trabajadora, al pueblo migrante que vino a engrandecer nuestro país, a la buena vecindad y a la paz.

Hoy, quiero hacer un llamado para que acompañéis a la candidatura de la Izquierda en Positivo/Revolución Ciudadana. Una candidatura que es plural, que está compuesta por personas de izquierda, por nacidos aquí y en Latinoamérica, por hombres y mujeres que van a llevar al corazón de Bruselas las voces que surgen desde el centro de nuestros barrios y comunidades. Una candidatura rabiosamente independiente, de izquierda sin complejos, feminista, internacionalista y amante de la paz. El 26 de mayo, nos tienes aquí, a los que, desde los movimientos sociales, desde las calles, no vamos a dudar en hablar con el lenguaje de las nuestras, de los nuestros, de los de abajo. Porque somos la izquierda que hace falta; libre, soberana y con el valor ciudadano que emana de la Ilustración y de los valores republicanos.

JAVIER COUSO

Candidato de Revolución Ciudadana - Izquierda en Positivo a las elecciones europeas 2019


PROGRAMA

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PROGRAMA ELECCIONES EUROPEAS 2019


las respuestas las pones tĂş.


Economía Suscribimos el programa de Primavera Europea – DiEM25, el movimiento creado por Yanis Varoufakis, para un New Deal Europeo. Exigiremos el fin de las políticas de austeridad que están causando sufrimiento a la ciudadanía y fracturando a la Unión Europea. Promoveremos una mayor regulación de la banca, un aumento de las inversiones públicas y una mayor coordinación paneuropea para permitir la recuperación económica de Europa. Impulsaremos tres programas clave: un Programa Antipobreza, un Programa de Vivienda Social y un Programa de Trabajos Garantizados. Estos cambios no requieren la modificación de los Tratados de la UE y serían el primer paso hacia una necesaria democratización de la Unión. Exigiremos transparencia en las negociaciones de los acuerdos para poner fin a la influencia de los lobbies. Las normas tienen que estar al servicio de los europeos y no al revés. Pediremos que se revisen los tratados. Llamaremos a reforzar el papel de los sindicatos y movimientos sociales a mejorar su coordinación europea.

Política Exterior y de Defensa La Unión Europea no debe mirar al resto del mundo por encima del hombro. Aspiramos a una UE democrática en la que la autoridad emane de los pueblos soberanos de Europa y no de una burocracia en Bruselas. Lucharemos por una UE que apueste por la cooperación con el resto de naciones y por su desarrollo. De igual a igual. Llevaremos nuestra solidaridad con los movimientos sociales y gobiernos progresistas de América Latina, con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con la causa palestina, al Parlamento Europeo. Porque para nosotros el internacionalismo y la fraternidad no son ni palabra vacía ni un eslogan. La Unión Europea debe tener una política exterior y de defensa propia, no puede seguir siendo un apéndice de EEUU y la OTAN. Sumaremos nuestros esfuerzos a los de la izquierda europea para que la UE refuerce su papel como actor internacional en la prevención, mediación y resolución de conflictos. Por una política de paz y no de guerra, por una política de cooperación y no de confrontación. El mundo ha cambiado y la UE tiene que cambiar con él. Hemos señalado las injerencias occidentales en América Latina y en otras partes del mundo y lo seguiremos haciendo. La legislación internacional ha de ser respetada. Bruselas debe mirar a Naciones Unidas, no a Washington. Con la democratización de la UE viene la de su servicio diplomático, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).


Inmigración España es un país de emigración e inmigración. Cientos de miles de personas llegaron a nuestro país buscando trabajo y una vida mejor. Los pocos derechos que han conseguido son ignorados por las autoridades. Nosotros seremos su voz en la Eurocámara. Lo nuestro no es retórica electoral: en nuestra lista hay compañeros ecuatorianos, colombianos o argentinos. Luchadores infatigables por sus pueblos. Ayudaremos a su organización política a escala europea. Insistiremos por que se respeten sus derechos y pelearemos por que se amplíen. Denunciaremos el racismo y la xenofobia. Lo haremos con el apoyo de la Revolución Ciudadana del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Pediremos a la Eurocámara que conceda a los inmigrantes el derecho a voto para las elecciones europeas en base a su residencia, y no a su nacionalidad. Como han señalado las asociaciones de defensa de los derechos de los migrantes, la participación política es un derecho que tiene toda persona: es una incongruencia hablar de integración de las personas inmigrantes y, al mismo tiempo, negarles el derecho a la participación política a través del voto, que es un factor de integración.

Derechos sociales y trabajo En Bruselas las grandes empresas tienen a miles de empleados trabajando en grupos de presión. Se calcula que el 70% de las reuniones de la Comisión Europea son con representantes de lobbies privados (EU-LobbyReport 2019). Hay que poner de inmediato coto a esta actividad que influye en las decisiones tomadas por los eurodiputados y la Comisión que afectan nuestras vidas cotidianas, como qué comemos o cómo viajamos. Exigiremos toda la transparencia posible en sus actividades y pediremos que las instituciones europeas estén abiertas a los representantes de los trabajadores y la sociedad civil: los sindicatos de clase y los movimientos sociales. Europa tienen que construirla sus ciudadanos, desde abajo y democráticamente. No pueden seguir aprobándose leyes que nos afectan a todos sin consultar antes a las organizaciones que representan a una mayoría social. Debemos proteger nuestra industria frente a las deslocalizaciones, el dumping salarial y los cierres de plantas de producción para disponer de una economía diversificada que permita superar en Europa las divisiones entre Norte y Sur y Este y Oeste, que son el origen de las tensiones existentes en la Unión Europea.

Mujer La jornada del 8M de 2018 lo cambió todo. La Unión Europea, sin embargo, sigue rezagada en esta cuestión. Haremos que se ponga al día apoyando las iniciativas legislativas en marcha que promueven la igualdad y el cierre de la brecha salarial. Velaremos por que no sean solamente declaraciones, sino que se cumplan con estos marcos y se amplíen para permitir una conciliación entre trabajo y vida familiar que sea merecedora de ese nombre y las mujeres puedan tener una libertad real efectiva a la hora de tomar decisiones, tanto en su vida personal como familiar, como laboral.


Libertad de expresión y política digital La libertad de expresión está amenazada en Europa. Los periodistas y medios independientes no pueden informar libremente. Los ciudadanos no pueden recibir una información veraz. Apelando a la seguridad, la Unión Europea quiere restringir estos derechos fundamentales cada vez más. También aumentar el control de las redes sociales. Bruselas facilita la concentración de medios en unas pocas manos. Como en lo económico, la UE favorece a la oligarquía. Nos opondremos. Exigiremos la libertad del editor de WikiLeaks, Julian Assange, para que pueda volver a revelarnos la verdad sobre los gobiernos. La mordaza ha de caer. Contribuiremos a ello desde el Parlamento Europeo. Pediremos que se refuercen las protecciones a los filtradores, que se aprueben leyes que establezcan un marco informativo que proteja a los periodistas el ejercicio de su profesión y garantice a los ciudadanos el derecho a recibir una información veraz. En consonancia, apoyaremos todas las iniciativas legislativas encaminadas a la protección de los usuarios de Internet frente a las intromisiones de estados y grandes empresas en su privacidad y el uso comercial de sus datos.

Servicios Públicos Los recortes en sanidad matan. Y lo hacen selectivamente, afectando a la población que no puede permitirse acceder a la sanidad privada para suplir las carencias de la pública. Actuaremos para poner freno a los marcos europeos que permiten esta situación y lucharemos para que se revierta. La salud pública es un derecho. Otro tanto ocurre con la educación y la investigación. El acceso a la enseñanza es un derecho duramente conquistado por los trabajadores. No puede estar en venta. Una democracia avanzada exige ciudadanos formados. Es por ese motivo que las elites europeas se esfuerzan tanto en destruir nuestra educación pública universal. Estaremos siempre con los defensores de una educación pública, gratuita y de calidad que haga hincapié en valores humanistas y democráticos. Las protestas de los taxistas han sido un ejemplo para la población. Desde Bruselas, apoyaremos los esfuerzos por crear un anti-lobby contra las empresas como Uber o Cabify que ponen en riesgo el sustento de cientos de miles de trabajadores del sector público del transporte. Apoyaremos los esfuerzos por revertir la desastrosa liberalización de este sector y una regulación que favorezca a los ciudadanos. Defenderemos la aprobación de un marco europeo para un transporte público asequible y de calidad.

Cultura La cultura no ha de ser una distinción de clase, sino un bien universal. Abogamos por la promoción de marcos legales europeos que protejan y apoyen debidamente la creación cultural y garanticen su libre desarrollo, sobre todo frente al poder arrollador de las industrias culturales


estadounidenses. También respaldamos todas las iniciativas destinadas a la protección del folklore y las tradiciones culturales de los pueblos de Europa, incluyendo las de las comunidades inmigrantes. Los trabajadores y trabajadoras europeos deben gozar de un amplio acceso a una cultura diversa y de calidad. Los ciudadanos formados son la base de toda democracia que se precie de ese nombre.

Agricultura y pesca La agricultura es la gran olvidada de muchos programas políticos. La Política Agrícola Común (PAC) y la Política Pesquera Común son dos elementos esenciales de la Unión Europea. Pero son imperfectos. Respaldaremos todas las iniciativas encaminadas a reformar estos marcos en una dirección progresista, que beneficien a nuestros campesinos y sus cooperativas agrícolas, y no a las grandes empresas del sector ni a las familias poseedoras de grandes superficies agrícolas. Nuestros campos no pueden quedar atrás ni pueden abandonarse, como ocurre actualmente, por desgracia. Reclamaremos asimismo instrumentos para que la producción subvencionada no perjudique a los mercados de las economías en desarrollo a través de la exportación, como ocurre actualmente con África. Lo mismo es aplicable a los tratados de pesca comunitarios. Pediremos que se suspendan todos los tratados bilaterales con Marruecos que afectan a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) hasta que se respeten las reclamaciones del pueblo saharaui. Apoyaremos todas las propuestas en favor de la soberanía alimentaria y de una producción que cumpla con los más estrictos controles de protección medioambiental y para el consumidor.

las respuestas las pones tú.




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