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EULIBRODE LOS CASOS PERDIDQS - II -
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- ÍNDICE 1. El Académico Asesinado. 2. Homicidio A Puerta Cerrada. 3. El Cortante Filo Del Invierno. 4. El Escritor Sin Nombre. 5. El Cadáver Requisado. 6. El Caso De La Baraja. 7. La Muerte De Sherlock Holmes. 8. El Caso De La Media De Seda.
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O C I M É EL ACAD O D A N I S ASE
Caso Alfa
18 MARZO, 1886
EL ACADÉMICO ASESINADO 18 de Marzo de 1886 Autor: Thane Mullen Traducción: Diego López Las primeras dos semanas del mes de Marzo de 1886 fueron realmente duras para Holmes y para nosotros. Los casos interesantes parecían ser cosa del pasado y el aburrimiento estaba empezando a pasar factura a Sherlock. La estimulación intelectual resultaba una droga para él, pero la falta de ésta provocaba que tuviera que satisfacerse con otro tipo de sustancias más reales. Watson estaba también bastante aburrido debido a la falta de trabajo pero le habría gustado continuar así antes que enterarse de las noticias que estaban a punto de llegar en ese tranquilo día. Un ligero sonido de la calle, cerca de la puerta del 221B de Baker Street hace levantarse a Holmes. “Parece que nuestro amigo Wigging está aquí y que trae un caso para nosotros.” - Dice Sherlock. Al momento, la puerta del piso se abre y entra Wiggins, con el periódico en la mano. “Creo que he encontrado un caso que merece su atención.” - Dice Wiggins en tono confidencial mientras lanza el periódico del día sobre la mesa. Watson se queda blanco al leer el titular. Esto llama la atención de Holmes. “¿Un amigo suyo Watson? ¿O quizás un paciente?” - Pregunta con incertidumbre. “Ambos.” - Responde Watson tratando de asimilar la noticia. - “Lord Firk Wolmer fue apuñalado en la Universidad de Londres...” “Firk Wolmer... Wolmer...” - Dice Holmes tratando de hacer memoria. - “¡Ah! Recuerdo que mencionó ese nombre el invierno pasado. Creo que le hizo algunas visitas para tratarle algún tipo de enfermedad.” “Así es.” - Dice Watson. - “Ha estado enfermo durante bastantes años y ha visitado varios doctores a lo largo del país. Llegó un momento en que le resultaba muy difícil salir de casa para tratarse, por lo que su esposa me pidió que le visitara.” “Sobre su enfermedad, la verdad es que no puedo decir mucho. Pero visitó tantos doctores durante los últimos años y le dieron tantos medicamentos realmente fuertes, que me asusté cuando ví su botiquín. Le recomendé que dejara de tomarlos inmediatamente y, aunque era un poco reacio, al final cedió. Fue cerca de Noviembre, y a finales de Febrero estaba totalmente recuperado. Estaba lo suficientemente bien a final de año como para aceptar la oferta de la Universidad de Londres como Director del departamento de filosofía.” Holmes sigue leyendo el periódico mientras Watson habla sobre Lord Wolmer. “Lo siento mucho por su familia. Llegué a conocer bastante bien a su esposa Maud y a sus hijas Madelyn y Anna, durante mis visitas a su casa. Parecían una familia muy feliz.” “Parece que Lord Wolmer fue apuñalado hasta morir ayer al salir de la universidad. ¿Se le ocurre alguien que pudiera querer hacer daño a Lord Wolmer?” - Pregunta Holmes. “No, aunque recuerdo una conversación que tuve con Maud durante una de mis últimas visitas sobre que su puesto como Director de Filosofía había despertado un filósofo en su interior. Me dijo que él nunca había entrado en debates ideológicos antes de eso, pero desde ese momento era mucho más obstinado en diferentes asuntos. Recuerdo que me dijo que había hecho enfadar a alguien durante un estudio sobre la Biblia en una discusión teológica, y que había estado muy volcado en algunos asuntos de la uiversidad, pero no puedo imaginar a nadie que pudiera querer matarle por eso.”
“¿Sabe quién heredará el título de Lord?” - Pregunta Holmes. “Supongo que su hermano Charles. Le conocí una vez, brevemente. Parecía un hombre agradable y pragmático, al igual que Firk. Ninguno de los dos parecía darle valor a los títulos.” El interés de Holmes ha vuelto al periódico. “Este caso parece realmente interesante Watson, pero viendo lo mucho que le afecta le dejaré que dirija usted la investigación. Creo que entre usted y Wiggins encontrarán la solución. Creo que dejo el caso en buenas manos.”
Barrio Sudeste 74 SE El ama de llaves nos recibe en la casa de Clifford Robert. Cuando preguntamos por su paradero, nos indica que debe de estar aún en su oficina.
88 SE La sastrería Roberts & Parfitt es mucho más grande de lo que esperábamos. Podemos ver a algunos de los grandes nombres de la sociedad tomándose medidas mientras el ruido de las máquinas de coser ahoga cualquier otro sonido. Poco después de llegar, nos saluda un empleado de la tienda. “¿Puedo ayudarles, caballeros?” – Pregunta. “Necesitamos hablar con el señor Clifford Roberts. ¿Se encuentra aqui?” – Pregunta Wiggins. “Si, está aqui, pero está tremendamente ocupado en estos momentos. Quizás podría organizarles una reunión con él.” “Me temo que el tiempo es crucial para nosotros. Estamos investigando un asesinato y nos gustaría hablar con él ahora mismo, si fuera posible.” – Dice Watson con un tono autoritario. “Oh.” – Responde el vendedor visiblemente asombrado. – “En ese caso, síganme, por favor.” Nos guía hacia la parte de atrás de la tienda y subimos un tramo de escaleras. Se detiene ante una puerta con el nombre ‘Mr. Roberts’ en ella. “Señor Roberts, estos hombres dicen que quieren hablar con usted en relación a la investigación de un caso de asesinato.” – Dice el empleado. “¿De verdad?” – Responde una voz dede el interior. – “Hágales pasar.” Clifford Roberts parece ser un hombre de unos sesenta años, pero con la vitalidad de un hombre de la mitad de edad. Se levanta para saludarnos y nos ofrece un asiento a cada uno. “Imagino que se refieren a Lord Wolver.” “Así es. ¿Ha tenido alguna relación con él
últimamente?” – Pregunta Wiggins. “No, pero no porque no lo haya intentado. Como han podido ver en el piso de abajo, hemos pasado de ser una pequeña sastrería a ser la mayor fábrica de ropa de primera calidad de Londres. Y me he hecho rico en el proceso. Como forma de ayudar a los menos afortunados, he contribuído con grandes cantidades de dinero durante los últimos años con el Orfanato St. James, para apoyar su causa. Contacté con Lord Wolmer hace un mes, aproximadamente, para hablar sobre un pedazo de tierra que él poseía junto al orfanato. Mi idea era expandir el orfanato, que ahora mismo se encuentra en unas terribles condiciones de hacinamiento. El señor Wolmer, sin embargo, decidió pedir un precio extraordinariamente alto por esa propiedad que no ha sido utilizada para nada desde hace décadas, así que rápidamente llegamos a un punto muerto en nuestras negociaciones.” “¿Cuánto le ofreció por el terreno?” – Pregunta Wiggins. “Una suma considerable. Hace cinco años cualquier hombre en su sano juicio habría saltado ante dicha oferta. Sin embargo, Lord Wolmer decidió hablar sombre recientes subidas en los precios de las tierras para pedir una suma de dinero mayor. Debió de pensar que podría sacarme más por ser el único terreno libre cercano al St. James.” “Sin tener en cuenta sus propios sentimientos sobre si el aumento de los precios de las propiedades en Londres está justificado, ¿diría que le estaba pidiendo más o menos que el precio del terreno según el valor actual?” – Pregunta Watson. “El precio de venta de las tierras actualmente es injustificable. Sin embargo, estaba pidiéndome menos que el valor actual de mercado.” – Admite el señor Roberts. – “Pero cualquier hombre temeroso de Dios habría considerado hacer un descuento considerable para una obra de caridad. Especialmente para un trabajo tan indispensable como el que realizan en el St. James.” “¿Volvió a hablar con el señor Wolmer después de su primera reunión?” – Pregunta Wiggins. “No. Realmente me enfadó mucho su terquedad,
por lo que decidí mirar con cuidado todas mis opciones antes de volver a hablar con él. Por suerte, encontré una alternativa que me permitiría evitar su especulación con los precios.” “¿Y cómo es eso?” – Pregunta Wiggins. “El orfanato St. James será trasladado este invierno a este edificio, mientras que Roberts & Profitt se moverá a donde se encuentra ahora mismo el orfanato en el sudoeste.” “¿Y qué logra con eso? Esta tienda es mucho más pequeña que el orfanato.” “Pero ya poseo el terreno adyacente. Y desde un punto de vista comercial, esperamos tener más clientes en el sudoeste de Londres de los que tenemos aqui. En realidad era una idea que beneficiaría a todas las partes, a excepción del señor Wolmer.” “Así que supongo que no tiene nada más que aportar a nuestra investigación.” – Comenta Wiggins decepcionado. “Me temo que no, no sé nada más sobre el hombre aparte de lo que leí en el periódico de hoy. Si pensaban que tenía algo que ver en su asesinato, estaban equivocados.”
Barrio Sudoeste 1SO Después de explicarle nuestros asunto sobre Lord Wolmer a la señorita de la recepción del orfanato St. James, nos indica la oficina del director, el señor Henry Adam. El señor Henry Adams se levanta de su asiento cuando entramos para saludarnos. Es un hombre alto, de un metro ochenta aproximadamente y de hombros anchos. Su traje perfectamente ajustado y sus zapatos brillantes contrastan son la modesta ropa de los trabajadores con lo que nos hemos cruzado. “¿Cómo puedo ayudarles?” – Nos pregunta. “Queríamos saber si nos podría contar algo sobre los planes de expansión del orfanato.” – Contesta Wiggins. “Ah, el difunto Lord Wolmer no tiene nada que ver en esta historia. Sin embargo, podría decirse
que jugó un papel bastante positivo.” “¿A qué se refiere?” “Espero no aburrirles con detalles que ya conozcan, pero el señor Clifford Roberts, uno de nuestros mayores benefactores, estaba interesado en la compra de una propiedad cercana, la pueden ver desde esta ventana, y ofreció una suma más que justa.” Nuestras miradas se fijan en la ventana. Desde nuestros asientos podemos ver un viejo almacén deteriorado. Basándonos en su aspecto no parece haber sido utilizado en muchos tiempo. “El señor Clifford quería transformar esa porquería en una expansión del orfanato. Realmente necesitamos más espacio, ya que empezamos a estar realmente llenos. Sin embargo, por alguna razón que no alcanzo a comprender, Lord Wolmer rechazó su oferta.” “¿Cómo se tomó el señor Clifford la negativa?” – Pregunta Watson. El señor Henry se mueve incómodo en su asiento. “El señor Clifford es el prototipo de un caballero. Le conozco desde hace años, y no es un hombre que se deje llevar por la rabia. Sin embargo, debo admitir, que este asunto le tenía fuera de sí. Después de la negativa por parte de Lord Wolmer, se negó firmemente a considerar cualquier tipo de negociación con él. Todavía se enfureze cuando mencionan su nombre.” “¿Tiene algún plan alternativo?” “Si lo tiene, todavía no me lo ha contado. Lord Wolmer parecía ser nuestra mejor opción, y quizás la única.” “¿Sabe quién heredará el terreno ahora que Lord Wolmer ha muerto? ¿Piensa que podría estar interesado en venderlo?” “Supongo que su esposa, pero no lo sé con certeza. No sé mucho más sobre el asunto.” “¿Ha estado en contacto con el señor Clifford en los últimos días? ¿Sabe si tiene alguna coartada sobre dónde estuvo anoche?” El señor Henry traga saliva. “No, a las dos preguntas.” – Responde sobríamente.
2 SO Encontramos a Langdale Pike retocando su más reciente artículo sobre los ricos y famosos de Londres. “Saludos, caballeros.” – Nos dice mientras nos acercamos a su despacho. – “¿Qué puedo hacer hoy por ustedes?” “Esperábamos que pudiera darnos algunas pistas sobre el caso de Firk Wolmer.” – Responde Wiggins. “Firk Wolmer. De repente es un tipo interesante. Es una pena que haya fallecido antes de haberle podido conocer a fondo.” “¿Qué quiere decir con conocer a fondo?” “Oh, claro que conocía a este hombre desde hace años, pero hasta hace unos meses no había estado realmente vivo. Pasó de ser un viejo encerrado en su casa a ser uno de los personajes más interesantes de la sociedad londinense en apenas unos meses, y ahora nos lo han arrebatado.” Pike comienza a rebuscar entre artículos antiguos. “La mayor parte de sus menciones en los artículos fueron resultado de su nombramiento como Director de Filosofía en la Universidad de Londres. ¿No es irónico que un hombre elegido para un puesto en el departamento de filosofía sea castigado por pensar libremente?” “Supongo que sí.” – Responde Wiggins tras una leve pausa. “Son los tipos como Wolmer con los que siempre puedes contar para escribir historias interesantes. Era un hombre adinerado que pensaba que su vida llegaba a su fin, pero milagrosamente recibió una segunda oportunidad. Y decidió aprovecharla.” “¿Cómo es eso?” – Pregunta Watson. “Cada uno responde de manera distinta a algo como eso. En su caso se metió en un debate filosófico bajo la dirección de la Universidad, llevándole a discusiones sobre teología y explorando su lado carnal.” “Espere, ¿su lado carnal?” – Se sorpende Wiggins. “Oh, si. Es de conocimiento común en los círculos de moda que Lord Wolmer ha estado teniendo una aventura con su secretaria, una mujer casada llamada Genevieve Merriman. Seguro que ella dice
que está llevando los trámites de su divorcio, pero en cualquier caso, ahora mismo sigue casada.” “¿Sabe la señora Wolmer algo sobre esto?” “Debe saberlo. Alguien tan sociable como ella debe de estar al tanto de todos los cotilleos, especialmente de los que son tan cerca de casa.” “¿Y qué piensa el señor Merriman sobre el asunto?” “¿Cómo voy a saberlo? Es un contable de clase media. Entenderán que no es el tipo de persona sobre el que escribo o malgasto mi tiempo.” “Por supuesto que lo entendemos. Gracias por su ayuda.” – Se despide Watson.
5 SO Como no tenemos grandes conocimientos sobre doctrinas religiosas, decidimos preguntarle a Lomax por el debate teológico en que estaba metido Lord Wolmer. A pesar de su intento de evitar los cotilleos de la sociedad, Lomax sabe sobre la discusión. “Santo Tomás de Aquino, un filósofo del siglo XIII escribió en su libro ‘Summa Theologica’ sobre la cuestión de si los ángeles tienen una posición definida o si ocupan un espacio. Mientras que la mayoría lo consideran un pensamiento experimental, algunos lo señalan como un motivo para burlarse de los pensadores antiguos por perder el tiempo en debates sin sentido. En el caso del adversario de Lord Wolmer, tenía una clara opinión al respecto, mientras que Lord Wolmes se burlaba del asunto.”
22 SO Encontramos el laboratorio de H.R. Murray, habitualmente un hervidero de actividad, sorprendentemente tranquilo. El propio Murray está sentado en un banco leyendo el Times. “Discúlpenos.” – Comienza Wiggins. “Caballeros. ¿Cómo puedo serles de ayuda?” – Se levanta arrojando el periódico a un lado. “Pensábamos que quizás puedieran haber caído en sus manos algunas pruebas del caso del asesinato del señor Wolmer.”
“Y no se equivocan. Esperen un momento, ahora mismo las traigo.” Murray desaparece a través de la puerta del laboratorio, regresando al momento con una pequeña caja. Nos invita a reunirnos con él junto a la mesa sobre la que está colocando los objetos que saca de la caja. Lo primero que nos señala es una cerilla parcialmente quemada. “Esto fue encontrado en el suelo, junto al cuerpo. Basándonos en lo quemada que está debieron de apagarla al momento de encenderla. No pudo haber tiempo más que para encender un cigarrillo.” “¿Sugiere que Lord Wolmer la encendió momentos antes de ser apuñalado?” – Pregunta Wiggins. “Esa es mi suposición, si. Aparte de eso, el señor Wolmer no era fumador, ni estaba en posesión de tabaco en el momento de su muerte. La cerilla parece que venía de aqui.” – Añade señalando una cajetilla de cerillas con tres cerillas arrancadas. El nombre ‘Romano’ está impreso en el frontal. Lo siguiente que nos muestra Murray es una cartera de piel y un ornamentado reloj de oro. “La cartera parece haber sido comprada recientemente y dudo que fuera barata. Contenía unas pocas libras y billetes pequeños, además de la tarjeta de identificación firmada por el difunto y Edward Quimby, Decano de Arte. El reloj parece tener unos cincuenta o sesenta años, y haciendo uso de mis habilidades como detective, puedo confirmar que pertenecía al anterior Lord Wolmer.” Finalmente dirige nuestra atención hacia el maletín de Lord Wolmer. “Contenía unas cartas dirigidas a Lord Wolmer, así como un par de borradores a sus respuestas. También contenía su agenda, ahí pueden ver su última entrada:”
“¿Tiene copias de esas cartas?” – Pregunta Watson. “Justo aqui.” – Responde Murray. – “Parece que Enright era un rival de su iglesia con quien estaba metido en una ridícula discusión. Las cartas de Enright parecen sinceras, mientras que Wolmer parece estarse riendo de él para enfurecerle más. La señora Lappin parece ser la profesora de Madelyn Wolmer, quien le escribió para informarle sobre los pocos progresos de su hija. Y la respuesta de Lord Wolmer hablaba sobre su preocupación por los problemas de su hija. Y la carta al Times era un artículo de opinión sobre expandir la universidad. Todas estas cartas parecían ser solo unos borradores.” “¿Y qué hay del gran comunicado?” “Nada. No he encontrado nada entre sus posesiones que indicara a qué se refería.”
89 SO “Ya me había fijado en esta casa antes.” – Dice Wiggins mientras nos acercamos a la casa del señor Wolmer. “Sería difícil no hacerlo.” – Le contesta Watson. La casa es una de las más grandes en esta zona de Londres. Hace años debió de albergar una docena de sirvientes. Actualmente solo viven en ella la familia y la institutriz de las niñas, Charlotte Simon. La señora Simon nos recibe en la puerta, completamente vestida de negro. “Bienvenido caballero.” – Dice mirando a Wiggins. – “Hola señor Watson. Pasen, por favor.” Trata de parecer alegre pero la alegría se desvanece en su voz. Al principio, no escuchamos ninguna señal de vida en la enorme mansión, mientras entramos, pero poco después escuchamos algunos ruidos provenientes de la planta de arriba. “Anna está arriba.” – Dice la señorita Simon. – “Madelyn está con los O´Brien y la señora Maud está en casa de su hermana Pamela Litchfield.” “Ya veo.” – Contesta Watson. – “Me imagino que es un momento difícil para todos ustedes, pero ¿le importaría que le haga algunas preguntas?” “Haré lo que pueda.” – Dice la señorita Simon. “¿Se le ocurre alguien que quisiera matar a Firk?” “No. La única persona que se me ocurre que podría llegar a hacer algo tan drástico es Marlowe Enright, un fanático religioso que andaba peleado con Lord Wolmer. Pero me parece poco probable.” “He leído algo al respecto en el periódico. ¿Qué sabe de ello?” “Nada de primera mano, porque los hombre y mujeres están en sitios separados en nuestra iglesia. Solo sé que Lord Wolmer empezó una discusión con ese hombre y durante las últimas semanas temía haber ido demasiado lejos. Nunca dijo nada concreto, como que temiera por su vida. Me gustaría poder ser de más ayuda pero mis funciones están más centradas en las niñas, por lo que no sé mucho sobre sus padres.” “Ya veo. Me gustaría hablar con Anna, si no le
importa. Nada relacionado con el caso, solo quiero saber cómo está. Y quizás mientras tanto Wiggins y sus compañeros podrían echar un vistazo a los papeles del señor Wolmer.” “Lady Maud dijo que usted tenía plena libertad en la casa. Puede hacer lo que necesite.” – Contesta la señorita Simon. Watson le da un beso cortés en la mejilla. “Muchas gracias. No tardaremos mucho.” Watson nos indica dónde está el despacho de Lord Wolmer mientra va a hablar con Anna. En el despacho, los papeles de los últimos de cuatro meses están perfectamente archivados, mientras que cualquier cosa del período anterior a la recuperación de Firk es un completo desorden. Después de diez minutos, Watson se acerca a preguntar por nuestros progresos. “Casi todo parece normal. Lo único que nos ha llamado la atención es que tiene a Jack Marshal en su agenda.” “¿El prestamista?” “Eso parece. Y he encontrado algunos registros bancarios. Parece que sus únicos ingresos de los seis meses pasados fueron sus sueldos de la universidad, pero recibió una tranferencia de 1400 libras en cuotas entre agosto y septiembre en su cuenta de Cox & Co. Tiene una nota que dice ‘Inversiones Continentales’. Además hizo varias retiradas de efectivo durante el pasado otoño desde Año Nuevo.” “Ya veo. Esperaba algo más claro, pero esto podría ser importante.” – Dice Watson.
Barrio Noroeste 8 NO La puerta se abre dejando ver a un nervioso Bryan Jennings. “¿Les envía Jack?” “No, estamos investigando la muerte del Firk Wolmer.” – Responde Wiggins. El señor Jennings se muestra visiblemente aliviado con nuestra respuesta y deja escapar un
profundo suspiro. “Ya veo. Están aqui porque piensan que Jack puede haberlo hecho, ¿verdad? No sé si Firk le debía dinero o no, pero estoy seguro de que si tenía alguna deuda con él no sería tan grande como la mía. Si Jack hubiera decidido empezar a matar a quien le debiera dinero habría empezado conmigo mucho antes que con Firk.”
18 NO Esperamos unos momentos hasta que vemos que no hay clientes para acercarnos a Sam Parson en su juguetería. “El caso Wolmer, supongo.” – Dice en un susurro Sam cuando nos acercamos. “Correcto.” – Confirma Wiggins. “Fred Porlock no ha dejado nada por aquí últimamente, así que no puedo ayudarles demasiado en ese sentido. Sin embargo, Lord Wolmer estuvo aqui hace menos de una semana. No me di cuenta de que era él hasta que vi su foto en el periódico. Le observé pasear por los pasillos durante unos minutos antes de irse sin decir una palabra. Todo el tiempo que estuvo aqui tenía una mirada de satisfacción en su rostro.” “Interesante.” – Dice Watson. – “Gracias por su tiempo, Sam.” “Espero haberles sido de ayuda.” – Contesta.
42 NO Volvemos al 221B de Baker Street donde esperamos encontrar a Holmes estudiando detenidamente los documentos relacionados con el asesinato de Lord Wolmer. Para nuestra sorpresa, sin embargo, le encontramos leyendo una novela de Jane Austen. “Esperábamos que estuviera trabajando duramente en el caso.” – Dice Wiggins. “Y lo estaba.” – Responde Holmes dejando el libro de Orgullo y Prejuicio sobre la mesa junto al periódico de esta mañana. – “A veces hay que relajarse un poco antes de volver al caso y poder ver lo realmente importante.”
“¿Y qué es lo realmente importante?” “Es fácil. Como dirían los romanos, ‘¿Cui Bono?’” “¿A quien beneficia?” – Traduce Watson a Wiggins que parece confuso. “Precisamente. ¿Quién se beneficia lo suficiente de la muerte prematura de Lord Wolmer como para querer asesinarle?” Watson y Wiggins se miran por unos instantes. “No lo sé. Pero no estará acusando a la esposa porque se queda con su dinero, ¿verdad?” “¿Se benefica ella realmente con la muerte de su esposo? No hay ninguna señal de que quisieran separarse y usted mismo afirmó que parecían una familia feliz. Su muerte además, tampoco mejoraría su situación financiera de ninguna manera.” “Entonces, ¿su hermano? Ya que heredaría el título.” “¿Considera él eso un beneficio? ¿No me dijo usted que era un hombre práctico y que no le daba valor alguno a los títulos?” “Entonces, ¿quién tendría algo que ganar?” – Pregunta Watson, que empieza a estar molesto de jugar al gato y al ratón con Holmes. “Eso, mis queridos amigos, es lo que tienen que averiguar.” – Dice cogiendo de nuevo su libro y cruzándose de piernas.
53NO El señor Hubert Lewin responde a nuestra llamada con una mirada de ansiedad. “¿Hubert? ¿Quién llama a la puerta?” – Pregunta una voz femenina desde el interior. “Solo son dos hombres pidiendo dinero para caridad.” – Le responde. Se une a nosotros fuera y cierra la puerta. “¿Les envía Jack?” – Dice en voz baja sacando su cartera. – “Deseraría que hubieran elegido otro momento más discreto, Dianne no debe saber nada de esto.” “Esto es un malentendido.” – Responde Wiggins. – “Estamos investigando la muerte de Firk Wolmer.” “Oh, no lo sabía.” – Contesta. Una mirada de comprensión cruza su rostro. – “¿Y piensan que puede ser cosa de Jack? Bueno, podría ser. No
conocía tanto a Firk, pero sé que en el pasado le pidió prestado mucho más dinero a Jack Marshall de lo que yo le he pedido nunca. De hecho tengo el dinero preparado para pagarle a Jack y pensaba que usteden venían por eso. Casi me gustaría que lo fueran, para así quitarme un peso de encima.”
Barrio Centro Este
sorpresa cuando uno de nuestros reporteros entró corriendo poco después con la noticia de que Lord Wolmer había sido asesinado.” “El periodista volvió con el Reverendo Norman Potter, de la parroquia a la que pertenecía Lord Wolmer. Acababa de pasar por la escena del crimen y se ofreció a aportar sus pensamientos en el periódico de esta mañana. Una lectura interesante, ¿verdad?” “Ciertamente.” - Admite Watson.
30 CE
38 CE
En las oficinas del Times nos presentamos como investigadores de Scotland Yard y preguntamos quién estaba a cargo de la selección de contenidos para el periódico de esta mañana. La secretaria nos dirige hacia un gran despacho justo detrás de su escritorio. “Creo que les estaba esperando.” - Dice a nuestra espalda mientras entramos por la puerta. “Ah, Scotland Yard, supongo. ¿El asesinato Wolmer?” - Dice el hombre elegantemente vestido desde detrás de su escritorio con una sonrisa de satisfacción. “Si, así es, esperábamos que alguien del Times nos pudiera responder a un par de preguntas.” “Sabía que sería solo cuestión de tiempo. Francamente, me sorprende que no vinieran antes. Un asesinato a las 7:00 pm, y ya tenemos dos cartas del público sobre ello en el periódico de esta mañana. Está dando de qué hablar.” “Eso es precisamente lo que nos trae aqui. Esperábamos que alguien nos explicara cómo pasó.” El hombre se muestra realmente encantado con la situación. Averiguamos, gracias a la placa encima del escritorio, que estamos hablando con Walter Mathers, jefe de redacción del Times. “La carta de enfado del irlandés fue entregada en esta oficina anoche, poco después de las 8:00 pm. Nos habló sobre el asesinato de Lord Wolmer, nosotros en ese momento no teníamos ni idea de que había sido asesinado, y asumimos que estaba borracho y loco. Al final parece que solo estaba borracho. Pueden imaginar nuestra
Encontramos a Sir Jasper Meeks sentado junto a la entrada principal del hospital. “Me temía que me harían una visita.” - Dice mientras nos hace señas para que le sigamos a la sala de autopsias. - “Solo espero tener algo interesante que aportar a su investigación.” Nos entrega una copia del informe de la autopsia. “Me dijeron que el señor Wolmer había estado enfermo hacía algún tiempo, pero el cuerpo que he examinado presentaba todos los indicios de estar en muy buen estado de salud, hasta que fue apuñalado en el pecho en algún momento entre las 6 y las 8 de anoche.” “Eso ya lo sabíamos.” - Contesta Wiggins decepcionado. - “Estaba en la primera página del periódico.” Sir Jasper se encoge de hombros. “No hay mucho más que pueda decirles. La víctima fue apuñalada una sola vez, atravesando el corazón y dejando una herida abierta de apenas dos pulgadas de ancho. No pudo vivir más de treinta segundos con una herida así. Scotland Yard no ha ordenado ningún test de toxicología, pero no veo indicios de nada fuera de lo común.” “Gracias por su tiempo.” - Dice Wiggins guardando el informe.
39 CE Somos recibidos en la puerta por la señora Mary Wolmer. Es una mujer alta y delgada de unos cuarenta años. Debía de ser realmente hermosa
de no ser por su triste semblante. “Adelante, tomen asiento.” - Nos indica mientras señala la sala de estar. “Supongo que trabajan para Scotland Yard.” - Nos dice desde la cocina. “No oficialmente, somos consultores.” Regresa de la cocina con un té para nosotros. “Entiendo, ¿y en qué les puedo ayudar?” “Como usted habrá imaginado,” - Comienza Wiggins con un gesto de agradecimiento por el té, - “estamos investigando la muerte de su cuñado. ¿Está su marido en casa?” “Salió hace una hora. La noticia de la muerte de Firk ha sido un duro golpe para nuestro hijo mayor, Allan, así que Charles les ha llevado a él y a su hermano a casa de mis padres, en Manchester, para evitar que vean a su tío fallecido en cada periódico de la ciudad.” “Lo comprendo. ¿Conocía bien al señor Firk?” “Me gusta pensar que sí.” - Responde. - “Por lo menos desde que se recuperó de su enfermedad. Durante algunos años, le vimos realmente poco. Pero este invierno parecía un hombre nuevo. Le veía en la iglesia los domingos y solía ir con Charles a cenar fuera los viernes, a veces yo también iba con ellos.” “¿Los viernes dice? ¿Sabe si tenían planeado verse mañana?” “Supongo que sí. Se han reunido todos los viernes desde que Firk fue nombrado Director de Filosofía, normalmente en ese restaurante nuevo cerca de la universidad.” “¿De qué clase de cosa hablaban?” “Pues de muchas cosas. De alguna manera estraña, estaban celosos uno del otro. Charles a menudo hablaba sobre lo frustrado que está porque el alquiler de nuestra casa a subido mucho en los últimos años y es realmente difícil encontrar una casa decente a un precio justo. Firk hablaba casi siempre sobre la universidad, pero también hablaba mucho sobre Allan y Jake y sobre lo mucho que su esposa y él deseaban haber tenido un hijo. Aman a sus hijas, por supuesto, pero les gustaría haber tenido un hijo.”
“¿Estuvo con ellos el viernes pasado? ¿Sabe de qué hablaron aquella noche?” “No estuve con ellos, pero recuerdo que Charles me habló un poco sobre aquella noche. Dijo que Firk estaba empezando a lamentar el poco control que había tenido sobre sus palabras las últimas semanas. Empezó una ridícula discusión durante un estudio sobre la Biblia acerca de ángeles bailarines y se enteró de que había hecho unos cuantos enemigos. Además se había visto envuelto en una lucha en la universidad sobre si ésta debe centrarse más en el prestigio o en la inclusividad. También mencionó que había contactado con él Clifford Roberts para preguntarle por la venta de un pedazo de tierra para que el Orfanato St. James pudiera expandirse, pero él le rechazó.” “Se me acaba de ocurrir, que quizás Charles todavía esté en casa de los Livingston. La señora Livingston cuida a menudo de nuestro hijo pequeño, y Charles iba a parar allí para pagarles antes de salir de la ciudad.” “Muchas gracias por atendernos y por el té.” - Dice Wiggins mientras se levanta del sofá. - “Pasaremos por allí a hacerle una visita.”
52 CE En el interior de la taberna Raven & Rat nos encontramos a nuestro amigo Porky Shinwell en medio de un día bastante malo para el negocio. “¿Qué os trae por aqui, chicos? No creo que hayáis venido por una bebida.” - Pregunta Porky desde detrás de la barra. “Me temo que no.” - Responde Wiggins. - “Estamos investigando la muerte de Lord Firk Wolmer.” “Lo suponía.” - Suspira Porky amargamente. “¿Sabe si tenía estaba relacionado con algún negocio ilegal? ¿O si tenía algún enemigo dentro del mundo criminal?” “¿Enemigos? No, no puedo decir que conozca ninguno. Pero ha tenido algún negociocon Jack Marshall, un prestamista.” “¿Tenía Lord Wolmer deudas con un prestamista?” “Posiblemente. No lo sé con certeza, pero durante
los últimos años, Lord Wolmer ha pedido prestado dinero a Jack entre primavera y verano. Cada año, además, le pagaba la totalidad de la deuda en otoño.” “Pero usted dice que no había ninguna enemistad entre ellos.” “No que yo sepa. De hecho, Jack suele referirse a Firk como su fuente de ingresos más estable. Incluso le cobraba una tasa más baja que a cualquiera de sus otros clientes ya que lo consideraba una inversión segura. No le he oído mencionar el nombre de Firk este año, así que quizás haya alguna posibilidad de que las cosas entre ellos se hayan terminado sin que yo lo sepa.” “Interesante. Gracias Porky.”
67 CE Cuando llegamos a la casa nos recibe Pamela Litchfield con un saludo un poco distante. “¿Son ustedes periodistas?” – Nos pregunta. “No, somos consultores de Scotland Yard.” Se queda pensando por unos instantes antes de invitarnos a pasar. “La noticia ha sido muy dura para mi hermana. Por favor, sean delicados y breves.” – Nos pide. “Muchas gracias, le aseguro que haremos todo lo posible por no molestarla.” Nos guía hasta el salón, donde encontramos a Maud Wolmer sentada en el extremo del sofá, con un brazo apoyado en el sofá y el otro sobre su regazo, con lágrimas todavía en su rostro. Parece una mujer sencilla, con el pelo largo de color castaño y mucho más pequeña que su hermana. Es claramente más joven que Lord Wolmer, quizás de unos cuarenta años. “Estos señores dicen que trabajan para Scotland Yard.” – Dice Pamela tratando de justificar nuestra presencia. “Lo sé.” – Dice tristemente. – “Hola Dr. Watson. Sabía que esto pasaría en algún momento.” “Gracias por su comprensión.” – Dice Watson. – “Supongo que nuestra primera pregunta es ¿si sabe de alguien que quisiera hacer daño a su marido?” La señora Maud se encoge de hombros como
única respuesta. “Me he estado preguntando lo mismo todo el día. No, no puedo pensar en nadie que quisiera matar a Firk. Sé que ha sido bastante explícito en sus opiniones últimamente y algunas de las cosas que ha dicho han enfadado a algunas personas, pero no puedo imaginar que alguien se enfadara tanto como para matarlo.” “Háblenos sobre esas personas a las que enfadó.” “Por dónde empezar...” – Se pregunta a sí misma, moviendo los ojos. – “Bueno, está el Decano de Arte de la universidad. Él escogió a Firk para ser el nuevo Director del Departamento de Filosofía porque lo veía como un buen ejemplo de las clases altas: el símbolo perfecto de lo que quería que fuese la universidad. Pero Firk se volvió tan crítico con sus ideas que se ganó su oposición. Él era defensor de cómo la universidad debía abrirse y alejarse de temas de familias y títulos nobiliarios.” “Y luego está Marlowe Enright, un caballero que conocemos de la iglesia. Firk sabía que Marlowe tenía algunos fervientes y poco ortodoxos puntos de vista sobre la teología y deliberadamente comenzó una discusión trivial que puso a Marlowe contra la pared. Eso fue hace más de un mes y cada vez que vemos a Marlowe en la iglesia, aparece con una nueva prueba de sus ideas.” “Tampoco podemos olvidar a Clifford Roberts. Es un hombre rico que quiere comprar a Firk un trozo de tierra para expandir el orfanato que mantiene con sus donaciones. Esperaba que Firk se la vendiera con un buen descuento al tratarse de una buena causa, pero al parecer Firk no estaba dispuesto a rebajársela tanto como él quería. Firk estaba pidiendo solamente el setenta por ciento del valor actual pero considerando lo mucho que han subido los precios de las tierras últimamente, es aún un precio alto para mucha gente. No hay mucho más aparte de eso…” Wiggins toma nota meticulosamente de los enemigos de Lord Wolmer. “Pero usted no cree que ninguno de ellos pudiera ir tan lejos como para matar a su marido, ¿verdad?” Asiente lentamente con la cabeza mientras las
lágrimas comienzan a brotar de nuevo. “¿Puede decirnos qué pasó con la enfermedad de su marido desde la última vez que le vi?” – Pregunta Watson. “Mejoraba maravillosamente. Los dos estábamos muy nerviosos acerca de dejar de tomar la medicación, pero cada día que pasaba se notaba que mejoraba. Firk sentía que le habían dado una segunda oportunidad en la vida y quería aprovecharla al máximo.” – Aparta la mirada de nosotros y se queda mirando fijamente por la ventana. – “Pero la aprovechó demasiado y miren lo que ha ocurrido.” – Dice, con la voz cargaza de tristeza.
Barrio Centro Oeste 7 CO Llegamos con recelo a la meticulosamente limpia casa de Marlowe Enright. Vemos cruces y otros adornos religiosos decorando las paredes mientras seguimos al señor Enright al salón de su casa. “¿Qué les trae por mi casa caballeros?” – Nos pregunta mientras toma un sorbo de té. El señor Enright parece tener unos cincuenta años de edad, es corpulento y parece estar empezando a perder el pelo. Tiene una sonrisa alegre, hasta el punto de parecer poco sincero. “Nos gustaría hablar con usted sobre Lord Firk Wolmer.” – Responde Wiggins seriamente. El sonriente rostro se vuelve sombrío. “Conocía a ese hombre.” – Responde. “Eso ya lo sabemos. También sabemos que tenían una serie de desacuerdos en el momento de su muerte.” “Yo solo estaba defendiendo las Escrituras. Nada más.” – Replica impasiblemente. “¿Podría elaborar un poco más su respuesta? No todos estamos familiarizados con la teología.” Vemos aparecer un brillo en los ojos de Enright al escuchar estas palabras. Watson suspira deseando
haber llevado él la conversación. Enright comienza un largo discurso sobre el evangelio que Watson y Wiggins se dan cuenta de que no terminará rápido. Nos quedamos durante los primeros minutos, tomando notas mentales en las pocas ocasiones que menciona algo relacionado con el caso. Menciona el nombre de Brady en varias ocasiones y dice que podemos encontrarle normalmente en la iglesia. Finalmente nos disculpamos y sin hacer caso a sus protestas nos marchamos tan rápido como podemos. Decidimos que si necesitamos algo más de información es este aspecto será mejor hablar con Brady.
8 CO Llegamos al colegio Northwood, una de las escuelas para niñas más prestigiosas de Londres. Cuando mencionamos el nombre de Wolmer en el mostrador de la secretaria nos señala un aula perteneciente a la señora Lappin, al final del pasillo a la izquierda. Encontramos a Regina Lappin, casi oculta, tras una pila de papeles. “¿Señora Lappin?” “¿Si?” – Dice apenas nota nuestra presencia. – “¿Cómo puedo ayudarles?” – Nos pregunta. Fuerza una sonrisa pero se la ve demasiado cansada como para mantenerla. “Verá.” – Comienza Wiggins. – “El doctor Watson y nosotros estamos investigando la muerte de Lord Firk Wolmer.” La mención del nombre de la víctima pone fin a su sonrisa. “El padre de Madelyn. Lo he leído en el periódico de esta mañana. Una verdadera tragedia.” “Usted era la profesora de Madelyn, ¿verdad?” “Así es, me gustaría pensar que sigo siéndolo. Ha mostrado un gran potencial como estudiante. Tiene un gran futuro por delante si se mantiene centrada en sus estudios.” “¿La conoce bien? ¿Le ha hablado alguna vez sobre su padre?”
“Si, me habló de él en una ocasión. Creo que su relación era un poco tensa algunas veces, por la manera que hablaba de él parecía que siempre necesitaba de su aprobación.” “¿Tensa? ¿De qué manera?” “Era complicado. Tengo la impresión de que él siempre la había apoyado en sus ambiciones, pero parece que desde que Lord Wolmer fue seleccionado para un puesto importante en la Universidad de Londres, la ha estado forzando más. Como ustedes sabrán, actualmente la Universidad acepta a mujeres con las mismas condiciones que a hombres. Sin embargo, este avance no ha estado exento de críticas. Lord Wolmer ha sido un gran defensor de que la universidad mantenga esta admisión igualitaria y nada le gustaría más que sus hijas puedan asistir. Sin embargo, el expediente académico de Madelyn sugiere que debe mejorar en algunas materias si espera ser aceptada. Creo que últimamente había forzado demasiado a Madelyn haciendo que sufriera un gran estrés.” “Aparte de eso, me temo que no puedo decirles mucho más sobre cómo era su relación. Creo que lo mejor que pueden hacer para saber más sobre eso es hablar con Rachel O’Brien. Ella y Madelyn son uña y carne, si confía en alguien de la escuela es en ella.” “Muchas gracias por su tiempo. Ha sido de gran ayuda.” – Dice Wiggins inclinando su sombrero mientras salimos.
11 CO Habiendo decidido que el conflicto religioso de Lord Wolmer puede ser importante para la investigación, nos acercamos a la Iglesia Calvinista de Londres esperando encontrar a alguien que pueda arrojar un poco de luz sobre esta situación. Descubrimos que la puerta principal está abierta y dentro encontramos a un hombre mayor limpiando cuidadosamente las ventanas. “Disculpe.” – Comienza Wiggins. – “¿Tendría un
momento para contestar unas preguntas?” “Mmm.” – Murmura el hombre. – “Tienen pinta de detectives. Supongo que tiene que ver con la discusión entre Marlowe y Firk.” “Eso me temo.” – Contesta Wiggins. – “Y usted es…” “Pueden llamarme Brady. Militar retirado. Paso la mayor parte del tiempo haciendo trabajillos en la iglesia, asegurándome de que todo esté en condiciones y preparado para los servicios.” “Ya veo. ¿Puede contarnos algo sobre la disputa?” “Es una tragedia. Marlowe no está en su sano juicio. Es tan devoto como los demás, pero no está bien de la cabeza. Y Firk era un buen hombre pero escogió a la persona equivocada con la que iniciar una discusión sobre frivolidades.” “¿Por qué dice eso?” “Porque Marlowe Enright no es de los que deja pasar nada. Especialmente si piensa que se está diciendo una herejía. Era una discusión absurda sobre cuántos ángeles podrían bailar en la cabeza de un alfiler. Marlowe insistía en que los ángeles son esencialmente omnipotentes y que no se ven limitados por el espacio. Firk, tontamente, decidió llevarle la contraria y Marlowe ha estado furioso desde entonces. Casi todo lo que dice son argumentos para poder convencer a Firk de su error. Hemos intentado de todo para razonar con ellos, sobretodo con Firk, pero ha sido en vano. Incluso el Reverendo Potter, el mismo que escribió esa carta en el periódico, trató de intervenir y convencer a Marlowe de que no valía la pena, pero no escucha a nadie. Lo peor de todo es que Firk todavía lo encontraba divertido.” “¿Está diciendo que hay alguna posibilidad de que Marlowe matara a Firk debido a esta disputa?” – Pregunta Watson. “Para nada. Incluso si sabía lo de la aventura de Firk con la señora Merriman nunca recurriría al asesinato. Yo estoy aqui la mayor parte del tiempo desde que me retiré del servicio y veo lo suficiente a Marlowe para saber que es un hombre del Antiguo Testamento, si es que alguna vez lo hubo. Haría cualquier cosa para ganar esta discusión menos desobecer los Diez Mandamientos, y creo
que dicen algo sobre no matar a nadie.” “Sí, creo que dicen algo así, hacia el final.” – Bromea Watson. “De hecho, Marlowe está por aqui la mayoría de los días rezando, y a juzgar por el murmullo que oigo casi todas sus oraciones están dirigidas a que Firk vea la luz. Su arma era la oración, no los cuchillos.”
17 CO Después de una breve búsqueda en los archivos, encontramos el testamento de Lord Wolmer. Le deja todas sus posesiones a su esposa. En el caso de que ella también hubiera fallecido, todo iría a sus hijas Madelyn y Anna, dejando la mayoría en un fondo fiduciario en Cox & Co. hasta que alcanzen la mayoría de edad. Su casa, sin embargo, era una posesión de su padre, Lord Walter Wolmer. Por lo que pasaría, junto con el título al heredero varón más cercano.
19 CO Cuando llegamos, el personal del Romano se está preparando para el apretón de las 5, así que tenemos algunas dificultades para conseguir toda la información que queremos. El maitre nos informa que Lord Wolmer había reservado una mesa para tres cada viernes por la noche desde que empezaron a coger reservas, incluído mañana. Un camarero que está al corriente de los asuntos de la universidad reconoce el nombre y nos dice que la mayoría de las ocasiones venía a cenar con su hermano Charles, y, a veces, la esposa de éste también venía con ellos. No recuerda nada de las conversaciones entre ellos pero nos dice que no parecía que Wolmer estuviera particularmente de buen humor el viernes pasado. El camarero también menciona que Edward Quimby, Decano de Artes y líder de la oposición del asunto de la Universidad, cenó aqui la noche anterior. Él y su esposa llegaron a las 6:30 con una reserva, y se quedaron hasta las ocho menos cuarto.
22 CO Pedimos hablar con el gerente de Cox & Co. con la esperanza de encontrar alguna información sobre la situación financiera de Lord Wolmer. Tras explicar la naturaleza de nuestra visita, el gerente decide darnos acceso a los archivos de la cuenta de Firk Wolmer. “Mmm… Parece que el señor Wolmer tenía el hábito durante los últimos años de recibir una gran cantidad de dinero a finales de verano, haciendo algunos retiros sustanciales inmediatamente después de eso, y haciendo solo pequeñas transacciones el resto del año.” – Observa Wiggins. “Y aqui es donde comenzó su salario regular por su nuevo puesto de trabajo.” – Dice Watson, señalando un documento reciente. El gerente del banco, que ha estado observando mientras revisábamos los documentos, nos dice. “No sé si esto puede ser de su interés, pero creo que debería mencionarles que Lord Wolmer ha hecho algunos cambios en su testamento para un fondo fiduiciario a nombre de sus hijas en caso de que les pasara algo a él y a su esposa la señora Maud. Obviamente como la señora Maud sigue viva no se aplica de momento.” “Interesante. ¿Tendría una copia del testamento?” – Pregunta Wiggins. “No, pero supongo que podrán encontrarla en los archivos en Somerset House.”
29 CO Decidimos ir a investigar a casa de Jack Marshall, un conocido prestamista del centro oeste de Londres. “Parece que no está en casa.” – Observa Wiggins tras no recibir ninguna respuesta a nuestras llamadas y gritos a la puerta. “Bueno, creo que sé lo que haría Holmes en esta situación.” – Responde Watson, sacando de su bolsillo un pequeño juego de ganzúas. Wiggins vigila nervioso mientras Watson pelea con la cerradura. Después de dos minutos bajo la
lluvia, escuchamos el clic de la cerradura al abrirse. “Vamos allá.” – Dice Watson. A primera vista no encontramos nada interesante en el pequeño apartamento. Aparte del hecho de que este hombre tiene más armas de las que la mayoría de la gente verá en su vida, no vemos nada que lo relaciones con algún asunto criminal. Estamos a punto de salir, cuando Watson descubre un pequeño y viejo papel doblado encima de una mesita junto a la puerta:
“¿Qué piensa de esto Wiggins?” Wiggins se toma un momento para pensar. “¿Podría ser la lista de gente que le debía dinero?” “Podría ser.”
32 CO El recepcionista de los doctores Ainstree, Salieri y Rumanov nos saluda cordialmente cuando llegamos a su oficina. Le explicamos que estamos investigando la muerte de Lord Wolmer. “Oh, entonces querrán hablar con el doctor Ainstree. Estaba presente cuando Lord Wolmer murió. Esperen un momento.” – Añade mientras se aleja por el pasillo. Un momento después, un hombre alto, con un chaleco negro abierto aparece y nos hace gestos para que le sigamos a su despacho. “Vengan detectives. Haré todo lo que esté en mis manos para ayudarles.” Le seguimos hasta un sencillo despacho. Las paredes están casi vacías, hay una gran estantería con unos pocos libros y un gran número de cajas
se amontonan en el suelo, lo cual indica que el doctor está instalándose o que se traslada. “¿Cómo puedo ayudarles?” – Nos pregunta. “Para empezar, ¿podría decirnos qué pasó anoche? Desde el momento en que llegó hasta que se marchó.” – Dice Wiggins. “Creo que eran cerca de las 7, cuando un vecino llamó frenéticamente a mi puerta. Dijo que le había enviado un policía porque necesitaban un médico. Cogí rápidamente mi chaqueta y le seguí hasta donde se encontraba el policía inclinado sobre el cuerpo de Lord Wolmer, justo enfrente de la Universidad de Londres, mientras un farolero hacía todo lo posible por iluminar la escena. El oficial había roto las ropas alrededor de la herida, lo cual fue una decisión más que cuestionable considerando que estaba lloviendo, pero trataba de mantenerla presionada y de mantener el cuerpo caliente. Como ginecólogo, no me había encargado nunca de una herida de arma blanca, pero creo que nadie podría haberle ayudado tal y como estaba. Le informé al policía de que la víctima había muerto hacía unos minutos.” “¿Notó algo fuera de lo normal? Aparte de la puñalada en el pecho.” – Pregunta Wiggins. “No especialmente. Noté un ligero olor a dióxido de azufre, pero eso no es nada raro si se es fumador habitual.” “¿Había conocido anteriormente a Lord Wolmer? ¿Conocía sus problemas de salud?” – Dice Watson. “No, pero me parecía recordar el nombre de Wolmer, así que comprobé mis registros esta mañana. El médico de su esposa me envió algunas muestras para hacer unas pruebas como parte de un chequeo reciente. Pero no les he llegado a conocer ni a ella ni a su marido. Desafortunadamente no recuerdo el resultado de las pruebas, como no era uno de mis pacienes tampoco los guardo en mis archivos.”
40 CO Encontramos a Genevieve Merriman, secretaria de Lord Wolmer, sola en su casa.
la
“Deben de ser detectives.” – Dice tristemente al vernos. – “¿Saben lo que le ha pasado al querido Firk?” “Eso es lo que tratamos de averiguar.” – Dice Wiggins quitándose el sombrero. – “¿Usted ha trabajado con él desde que fue contratado en la universidad, ¿verdad?” “Así es. No soy su secretaria personal, sino la secretaria del departamento de filosofía. Pero Firk y yo éramos buenos amigos.” La rubia melena de la señora Merriman se queda pegada en su cara allí donde han corrido las lágrimas. Va vestida con un traje de negocios que acentúa su figura. “¿A que se refiere con que eran buenos amigos?” “Digamos que teníamos una aventura desde hacía algunas semanas. Pero Firk me dijo el lunes que tenía que terminar con esto. No me enteré de su muerte hasta que lo leí en el periódico de esta mañana cuando salía del trabajo.” “Entiendo. ¿Le contó por qué quería terminar con su relación? ¿Se había enterado su mujer?” “No, de hecho le pregunté justamente eso y me dijo que, hasta donde él sabía, ella no sabía nada. Pero se sentía avergonzado por haberla traicionado y que me contaría más después del gran comunicado que haría el viernes.” “¿Sabe algo sobre ese gran comunicado? ¿Le dió alguna pista sobre de qué se trataba?” “No, solamente me dijo que tenía algo que ver con porqué no podíamos seguir viéndonos.” “Ya veo. ¿Sabía su marido algo sobre su aventura?” La señora Merriman se ríe disimuladamente. “¿Mi marido? Nuestra relación murió hace muchos años. La única razón por la que no hemos pedido el divorcio es porque los costes que conlleva y porque molestaría a algunas personas demasiado religiosas. Simplemente seguimos viviendo juntos porque el mercado inmobiliario ha subido tanto que apenas tendríamos dinero para pagar una casa para cada uno. Sé que él también ha tenido varias aventuras en los últimos años y él sabe que yo he tenido las mías. No sé realmente cuánto sabía sobre mi relación con Firk, pero tengo claro que no le habría importado.
Seguramente esté en su oficina en el 74 CO si desean hablar con él.” “Volviendo al otro tema. ¿Sabe qué planes tenía ayer por la noche después de dejar la oficina? ¿O sabe de alguien que pudiera quererle muerto?” “Me temo que no. No me dijo nada sobre sus plantes. Lo único que recuerdo distinto es que parecía inusualmente contento durante la última semana. Y sobre quién pudo matarle, no me puedo ni imaginar quién quisiera hacerlo. Había una pelea ideológica entre él y el decano, pero Ed Quimby nunca haría algo tan drástico. No creo que tuviera nada que ver con su puesto en la universidad.” “Creo que deberían hablar con Marlowe Enright, pertenece a su misma iglesia. El señor Enright es una de esas personas que se enfadarían si Ross y yo nos divorciáramos y, desafortunadamente, es también nuestro casero. No sé muchos detalles pero Firk decía que temía haber empezado algo que quizás no pudiera controlar.” “Gracias por su tiempo señora Merriman.”
43 CO Lestrade está haciendo sus observaciones de la escena del crimen cuando llegamos. La lluvia de anoche casi ha parado, ya solo queda una fina niebla. “Pensé que un caso como este sería suficiente para hacer salir a Holmes y alejarlo de su opio.” “Yo también tenía la esperanza pero tendrá que apañarse con nosotros. Estamos a su servicio.” – Dice Watson tocándose la gorra. “Y realmente lo agradezco.” – Responde Lestrade. Nos guía a través del recinto acordonado hasta un lugar en la acera donde aún se aprecia un leve rastro de sangre. – “Uno de mis hombres fue alertado a una manzana de aquí, después de las siete de la noche, por una mujer a la que él tomó por loca. Insistía en que alguien había sido herido y que necesitaba ayuda, así que la siguió. Resulta que tenía razón, justo aqui en el bordillo,” – Dice señalando el rastro de sangre. – “el oficial encontró a Lord Wolmer sangrando en la oscuridad. Al darse cuenta de la gravedad de
la situación, llamó a las primeras personas que encontró y mandó a una a buscar al farolero, un tipo llamado Livingston, y al otro al por el doctor más cercano, el doctor Ainstree. Él se quedó con Lord Wolmer e hizo todo lo que pudo para que no se desangrara, pero era demasiado tarde. El cuerpo ha sido llevado al Bartholomew y sus efectos personales se han enviado a H.R. Murray, el criminólogo.” “¿Ya se ha puesto en contacto con su esposa?” – Pregunta Watson. “No, pero he sido informado de que se encuentra con su hermana, Pamela Litchfield.” “¿Y qué hay de sus hijas?” “Me han comentado que la mayor se encuentra en la casa de Rachel O´Brien. Las dos van al Colegio Northwood, en el 8 CO. La hija pequeña está en casa con su institutriz.” “¿Hay alguna pista sobre quién pudiera estar detrás de esto?” – Pregunta Watson. “Nada sólido. Fue asesinado a puñaladas en la calle sin llamar la atención de nadie, eso nos dice algo. Si temiera por su vida habría gritado. En Londres siempre hay alguien escuchando, pero nadie ha informado con pistas sobre el asesinato, a excepción de la mujer que lo vió desde su ventana. Bajo mi punto de vista, no debía de saber que estaba en peligro hasta que fue demasiado tarde.” “¿Han hablado con alguien de la universidad?” – Pregunta Watson. “Si, y aunque nos han dado alguna información interesante, no estoy seguro de que haya nada importante. Nos han contado que Lord Wolmer tenía una postura fuerte a favor de hacer la universidad menos exclusiva, pero nada que no se haya dicho ya en la prensa. Nos han contado también sobre una pelea entre él y su superior, Edward Quimby, el Decano de Arte, que además fue quien le nombró Presidente de Filosofía, y que estaba soprendido de que Wolmer no le respaldara en cuanto al futuro de la universidad. Sin embargo todos con los que hemos hablado piensan que Quimby nunca habría llegado tan lejos como para herirle físicamente.”
“Lo más interesante que hemos descubierto es que Lord Wolmer había dicho a algunos de sus compañeros en privado que iba a anunciar algo importante el día 19 de este mes.” “¿Mañana?” “Así es. Todavía no sabemos de qué se trataba. Si deciden tratar de averiguarlo, nos dijeron que de todos sus compañeros solía hablar más con Alan Shore. No estaba hoy en la oficina, así que no hemos podido interrogarle. Creo que vive en el 48 CO.” “Iremos a verle. Gracias por su tiempo, inspector.” – Se despide Watson.
48 CO Encontramos a Alan Shore, un hombre alto y desgarbado de unos 40 años, en casa, todavía con la ropa de trabajo. Parece estar afectado por la noticia. “No me había enterado de la noticia hasta que la policía vino a buscarme esta mañana. ¿Cómo ha podido pasar algo así?” “Eso es lo que intentamos averiguar. ¿Sabe de alguien que pudiera querer matarle?” “Eso mismo me he estado preguntado a mi mismo y solo llego a una conclusión, pero parece tan ridícula. No puede haber sido por ese tema de la universidad. No se me ocurre nadie que pudiera salir ganando lo suficiente como para hacer algo tan drástico. Y tampoco puede haber sido por su aventura, pero quién sabe…” “¿Su aventura?” “Si, se estaba viendo con su secretaria, la señora Genevieve Merriman, desde hacía algunas semanas. Pero hasta donde yo sé, a su marido le daba absolutamente lo mismo.” “Interesante.” “De hecho. Ella dijo algo de que quería haber pedido el divorcio pero por algún motivo no pudo. No sé muchos detalles, procuro no prestar mucha atención a los cotilleos de la oficina.” “Ya veo. ¿Le habló sobre algo que le preocupara? ¿O se le ocurre algo que pueda ser interesante para nosotros?” “Pues no se me ocurre mucho. La última vez que
nos vimos no hablamos mucho, solo me dijo lo orgulloso que estaba de sus hijas y habló sobre el debate de la exclusividad de la universidad. A veces hablaba de lo contento que estaba de tener un sueldo regular cada semana, y sobre lo absurdo que era el sistema de títulos de Gran Bretaña y que pensaba que era demasiado patriarcal.” “Yo estaba realmente de parte de Firk sobre abrir la universidad, pero creo que era más importante ganarse a la gente en vez de discutir con ellos. Creo que la universidad debería ser menos exclusiva pero no podemos darnos el lujo de perder las donaciones que tenemos.” “¿Había cambiado algo últimamente? ¿En las últimas semanas quizás?” “Solo que había estado hablando mucho sobre el gran comunicado que iba a hacer. Fuera lo que fuera, era algo realmente bueno a juzgar por lo feliz que se le veía cuando hablaba de ello.”
53 CO Llegamos a casa de Sara y Edgar Livingston justo a tiempo para ver un carruaje alejándose. “Espero que no fueran ellos.” – Dice Wiggins. La fortuna nos sonríe, ya que encontramos a los señores Livingston en casa. La señora Livingston nos abre la puerta y nos presentamos. “Oh, pasen. Me temo que mi marido está todavía un poco perturbado desde anoche. Uno no se espera ver a alguien morir mientras trabaja y mucho menos a alguien que conoces.” “Lo entiendo. Es como me sentí al perder a mi primer paciente.” – Dice Watson con un escalofrío. “¿Puede contarnos un poco sobre lo que sepa de la familia Wolmer?” “Por supuesto. Tenemos poco contacto con Lord Wolmer y su esposa. Apenas le habremos visto una vez al año desde que Firk cayó enfermo. Lo único que sé es lo que me cuenta Mary. Cuido de los niños de Charles y Mary, y esa es la conexión que tengo con su familia. Edgar es farolero y aunque es un trabajo estable, no da suficiente dinero como para mantenernos. De hecho el
carro que han visto al llegar era Charles que venía a traerme el sueldo de la semana con una generosa paga extra por atender a Allan durante los días que ha estado enfermo en casa sin poder ir a la escuela. Pagan muy bien.” “Ya entiendo. Dice que el señor Livingston no quiere hablar sobre lo que pasó anoche, ¿pero le contó a usted lo que paso?” “Solo que estaba haciendo su ronda cuando un hombre borracho le hizo señas y le dijo que la policía le necesitaba. Se quedó un tiempo pensando sobre qué decía el hombre hasta que se decidió a seguirle y encontró a Lord Wolmer tendido en la acera apuñalado. Se puso a encender todas las parolas que pudo, pero no sirvió de nada para salvar al pobre Firk.”
59 CO En el bar O’Shea, a apenas una manzana de la escena del crimen, vemos una multitud de mala reputación. Un patrón solitario se sienta en una esquina apartado a beber, mientras otros tres hombres de mediana edad se sientan en la barra con sus copias del Times. Al percatarse de nuestra presencia el camarero parece angustiado. La mirada de angustia de su rostro aumenta a medida que nos acercamos. “¿Policía?” – Pregunta con amargura. “No del todo. Trabajamos con Scotland Yard.” La muchedumbre del bar está observando la escena atentamente, pero nadie dice nada. “Supongo que eso es bueno. ¿Tienen alguna pregunta sobre lo que pasó anoche?” “Así es. Estamos investigando el caso del señor Wolmer y el señor O’Grady nos dió una coartada algo sospechosa que señalaba este sitio.” “Sospechosa parece la palabra correcta para describirlo, pero es verdad. Estuvo aqui toda la noche, maldiciendo a la nobleza, después se fue a casa. Volvió poco tiempo después, dijo que un Lord había sido asesinado y él y algunos de sus amigos escribieron la carta del Times de esta mañana.” “Todo eso encaja con la historia de O’Grady.” –
Dice Wiggins. Dirigimos nuestra mirada hacia los tres hombres de la barra. Después de unos momentos uno de ellos empieza a hablar. “Sí, sé lo que están pensando. Fuimos nosotros los que escribimos la carta. Pero ninguno de nosotros mató a ese hombre, ni tampoco Gary. Gary odiaba el concepto de la nobleza, pero es un buen hombre. Podría odiar el título, pero no al hombre que lo portaba.” Ninguno de sus amigos dice nada, pero afirman con la cabeza mostrando su acerdo. Después de unos momentos de consideración, determinamos que no hay nada más que descubrir aqui y nos despedimos.
62 CO Encontramos a María Chaffe, el testigo ocular más cercano, en su casa, frente al lugar donde fue asesinado Lord Wolmer. Nos recibe en la puerta. Es una mujer bajita, de mediana edad, pobremente vestida y con el pelo despeinado. “Ustede deben de ser los detectives. Pasen pasen.” – Nos dice. – “No se preocupen por los gatos.” – Añade. A primera vista podemos contar cinco gatos deambulando por el pasillo en el que nos encontramos. La señora se toma su tiempo en saludar a cada uno por su nombre mientras la seguimos hacia la sala de estar. “Aqui es donde estaba sentada cuanto ocurrió.” – Relata señalando hacia la ventana de la pared. Se sienta en el sofá y nos invita a hacer lo mismo. Un gato marrón salta inmediatamente a su regazo. “Estaba sentada con Chester leyendo un poco. Debía de ser poco más tarde de las ocho.” “Según el informe policial, usted contactó con el oficial a las siete.” – Interviene Wiggins. “¿En serio? Hubiera jurado que era más tarde. Debía de estar extrañamente oscuro para ser solo las siete.” Watson y Wiggins se miran el uno al otro. “Estamos en Marzo señora, el sol se pone a las seis y cuarto.” – Explica Watson con delicadeza. “¿En serio? Quizás mi mente no sea tan aguda
como lo era antes. Sea como fuere, Chester y yo estábamos sentados aqui mismo con un libro cuando ocurrió. Vi un breve destello de luz a través de la lluvia y después como un gruñido o un gemido. No le di importancia al principio, después pensé que alguien se habría caído, así que tomé una vela y mi impermeable para ver cómo estaba. Encontré al hombre que parece llamarse Lord Wolmer tirado en el suelo. Estaba jadeando, pero no vi que le hubieran apuñalado. Fui a buscar ayuda y cuando volví con el oficial ya estaba muerto.” “¿Vió a alguna otra persona a través de la ventana? ¿O solo a Lord Wolmer?” – Pregunta Watson. “No podía ver con claridad, estaba realmente oscuro cuando pasó. Debían de ser algo más de las ocho.” “No quiero ser grosero señora, pero acabamos de aclarar que lo que usted vió sucedió antes de las siete.” – Dice Wiggins. “Tiene razón. Lo siento, ¿dónde tengo la cabeza?” – Pregunta retóricamente. Chester se levanta de su regazo, arqueando su espalda y estirando la cola al aire. Llegados a este punto concuímos que tenemos las mismas posibilidades de obtener información útil de él que de la señora, así que nos despedimos educadamente y nos marchamos.
63 CO Edward Quimby nos recibe seriamente en su puerta cuando llegamos. “Pasen, oficiales. Acabemos con esto.” – Dice antes de que tengamos oportunidad de presentarnos. “Muchas gracias, pero no somos policías. Somos asesores, ayudamos a Scotland Yard.” Quimby deja escapar un gruñido de molestia. “Así que tendré que pasar por esto dos veces, supongo. Pues venga, vamos rápido.” Wiggings y Watson se quedan estupefactos por unos instantes ante la brusquedad de su respuesta. “En ese caso, ¿podría decirnos brevemente por qué fue elegido Lord Wolmer para el puesto y cómo era su relación laboral?” – Dice Wiggins
cuando consigue salir de su asombro. “Le escogí porque pensé que representaba exactamente lo que la universidad era a mis ojos: un noble que ha pasado por momentos difíciles hasta que ha vuelto a su ser. La tensión entre nosotros viene porque no hacía lo que le pedí para el puesto.” “¿Y qué era?” “Nada. Le pedí que no hiciera nada y parece que no podía aguantarlo. Y para ahorrarles la pregunta, sí, tengo una coartada para anoche. Estaba en el Romano con mi esposa. El personal debería de poder decirles que tenía una reserva y que estuve por allí. Ahora, si no tienen más preguntas pueden irse por donde han venido.”
68 CO Al pasar la interminable cola del Banco Continental, finalmente encontramos la oportunidad de hablar con un empleado. Le pedimos ver las transcripciones de las cuentas de Lord Wolmer. Afortunadamente, Lestrade habló con él hace unas horas para autorizarnos a verlas. “Mmm.” – Dice Wiggins mientras repasa los documentos. – “Parece que Lord Wolmer había invertido bastante en proyectos de agricultura en América. Parece que en total optenía un beneficio de unas 1400 libras al año. Eso sería suficiente para mantener su estilo de vida y algo más.” “Al menos desde que Firk se quitó de encima esos medicamentos tan caros. Me imagino que eso haría mella en el bolsillo de más de uno.” – Añade Watson.
69 CO Finalmente encontramos refugio de la llovizna de Londres cuando llegamos a la residencia O´Brien en Endell Street. Watson se estira el abrigo y llama a la puerta. “¿Ha visto eso?” – Pregunta Wiggins señalando a la ventana de la izquierda. “¿El qué?”
“Había alguien en la ventana. Una niña, creo. Parecía de la edad de Madelyn. Nos miró y se fue.” Antes de que tengamos tiempo de hacer especulaciones sobre la identidad de la misteriosa niña, se abre la puerta y nos da la bienvenida una chica joven, de unos quince o dieciséis años, bajita y con el pelo largo y castaño. “¿Qué quieren?” – Pregunta. “Sentimos mucho la intromisión en un momento como este pero estamos investigando la muerte de Lord Firk Wolmer y nos han informado de que su hija, Madelyn, estaba en esta dirección. ¿Es así?” “Puede ser.” – Dice la chica visiblemente molesta por nuestra presencia. – “Si ella estuviera aqui, no creo que quisiera responder ahora mismo a un montón de preguntas, teniendo en cuenta que acaba de perder a su padre.” – Responde seriamente. “Lo entiendo. En ese caso, ¿podríamos, tal vez, hacerle a usted algunas preguntas?” “¿A mí? Supongo que si. Pasen, están empapados.” – Añade. La seguimos adentro hasta un modesto comedor con una mesa. “¿Qué quieren saber?” – Pregunta. “Nos preguntábamos qué sabe usted sobre el padre de Madelyn y sobre la relación entre ellos.” “No sé muy bien qué decirles, pero lo intentaré. Conozco a Madelyn de la escuela, las dos vamos al colegio Northwood, en el 8 CO. He visto a su padre unas pocas veces, parece buena persona. Por cómo habla ella sobre él, se llevan bien la mayor parte del tiempo.” “¿Cambió algo recientemente? ¿Quizás su relación después de que él se recuperase de su enfermedad o tras empezar con su nuevo trabajo?” “No. Bueno… no del todo. Creo que hizo que ella se centrase más en sus deberes del colegio debido a la pelea que tenía su padre en la universidad. Creo que ella pensaba que lo estaba haciendo por el bien de ella.” “¿A qué se refiere?” – Pregunta Wiggins. – “Ella es la hija de un Lord, uno pensaría que es el tipo de persona que quiere atraer la universidad.”
“No es la parte de ‘Lord’ la que no les gusta, sino la parte de ‘hija’” “¿Pero la Universida de Londres no es mixta? Es ampliamente conocida por ser la primera universidad de Inglaterra que acepta estudiantes de ambos sexos.” “Está usted en lo cierto, pero a algunas personas no les gusta eso. Aquellos que quieren que la universidad sea más selectiva y más tradicional también quieren cambiar eso. Y Madelyn siente que su padre está peleando por ella y por Anna, y por el momento no tiene las notas necesarias para ser aceptada en la universidad.” “Ya veo, así que su padre le ha estado presionando para que mejore sus notas para asegurarse de que todo su esfuerzo no sea en vano.” – Sugiere Wiggins. “¡No!” – Grita una voz desde el piso de arriba. Escuchamos unos pasos acelerados bajar las escaleras. Unos momentos después, Madelyn Wolmer aparece, con una mirada feroz en su rostro. “¡Padre nunca nos presionó ni a mí, ni a Anna! ¡Él solo quería que fuéramos felices! Yo quería mejorar mis notas porque quería ir a la universidad. Quería que mi padre estuviera orgulloso de mi y quería demostrar que puedo hacerlo. Pero es porque yo quería no porque me dijera que tenía que hacerlo.” Cuando termina, se hunde en un asiento junto a Watson y empieza a llorar. “Le pido perdón por el comentario de mi colega, Madelyn.” – Dice Watson avergonzado echando una mirada de reproche a Wiggins. – “A veces habla antes de pensar.” Wiggins baja la mirada sin saber qué decir. La ira en la mirada de Madelyn disminuye y es sustituída por tristeza. Levanta un poco la mirada y podemos ver sus oscuros ojos llenos de lágrimas entre su pelo despeinado. “Supongo que lo entiendo doctor Watson. Es solo que nunca había tenido que pasar por algo como esto y…” “Está bien.” – Contesta acercando su silla y tomándola de la mano. – “Sé que está pasando por un momento difícil, pero el señor Wiggins y yo
estamos intentando encontrar a la persona que mató a su padre, y cuando más rápido trabajemos, más oportunidades tendremos de atrapar al culpable.” Madelyn, esforzándose por contener las lágrimas, asiente con la cabeza. “Todo lo que queremos saber es si se le ocurre alguien que pudiera querer matar a su padre.” Ella niega con la cabeza y vuelve a sollozar. “¡Quiero que las cosas vuelvan a ser como eran! ¡Quiero que vuelva Papá! ¿Qué va a hacer Madre? ¿Tendremos que mudarnos? ¿Tendré que cambiar de escuela?” “Tranquila, tranquila.” – Responde Watson. – “Nadie se va a mudar. En un tiempo todo volverá a estar bien.” Madelyn se seca las lágrimas y se endereza. “Espero que sí.” “Deberíamos irnos Wiggins.” – Dice Watson. – “Y trate de tener más tacto la próxima vez.”
74 CO En la oficina de contabilidad donde trabaja Ross Merriman, la recepcionista nos indica un despacho al final de un largo pasillo. Alli encontramos a un hombre bien afeitado trabajando. “¿El señor Merriman?” “¿Si?” – Responde el hombre colocándose las gafas. “Estamos investigando un asesinato con Scontland Yard y nos gustaría hacerle algunas preguntas.” “¿En serio? Dudo que les pueda ayudar, pero haré lo que pueda. ¿A quién han asesinado?” “A Lord Firk Wolmer. Suponía que ya lo sabría.” “Eso es terrible.” – Responde. Su voz parece sorprendida pero no parece realmente afectado por la noticia. – “Genevieve tenía una buena relación con él. Lamento mi ignorancia pero he estado trabajando sin parar desde primera hora de la mañana. Salí a trabajar antes de que llegase el periódico.” “¿Le conocía mínimamente? ¿Sabía sobre su relación con su esposa?” “Le conocí una vez brevemente, poco después de que obtuviera el nuevo puesto, y me pareció un
buen tipo. Sobre su relación con Genevieve, todo lo que sé es que ella hablaba muy bien de él, más que de sus otros compañeros de trabajo. Aparte de eso no mucho. No le pregunto sobre su trabajo.” “No parece que esté celoso.” – Bromea Wiggins. Merriman se ríe. “Genevieve y yo somos más compañeros de piso que marido y mujer. Habríamos pedido el divorcio y nos habríamos ido cada uno a vivir por su cuenta si no fuera porque ninguno de los dos podemos permitirnos nuestro propio piso en esta parte de la ciudad, además nuestro casero es un fanático religiosos llamado Enright que nos pondría en la calle de una patada en cuanto se enteresase de que no estamos casados. Hablamos a veces, nos hacemos compañia y comemos juntos a menudo. Pero la chispa se ha ido y ninguno de los dos está interesado en volver con el otro.”
79 CO El reverendo Norman Potter nos da la bienvenida en el porche de su modesta vivienta. “Bienvenidos, compañeros.” – Tan pronto se da cuenta de que estamos buscando su dirección. – “¿Qué les trae por aqui?” “Estamos investigando el caso Wolmer. Leímos su carta en el Times de hoy y pensamos que podría estar refiriéndose al asesinato de Lord Wolmer.” “Así es.” – Responde el reverendo seriamente. Parece un hombre de mediana edad pero en buena condición física. “En primer lugar, ¿cómo se enteró tan rápidamente de su muerte? Es sorprendente que tuviera tiempo de enterarse, escribir una carta y entregarla para que saliera en el periódico de esta mañana.” “Supongo que fue el destino lo que hizo que ocurriera. Estaba dando un paseo nocturno por la universidad cuando un policía me llamó para que fuera a buscar a un médico inmediatamente. No sé si es el más cercano, pero sabía que el doctor Ainstree vivía cerca así que corrí tan rápido como pude hasta que llegué a su casa. Cuando llegamos
a la escena del crimen, unos cuarenta minutos más tarde, ya había llegado un reportero del Times. Me preguntó quién era y cuando le dije que era el pastor de la víctima, empezó a hacerme preguntas sobre él. Cuando se enteró de que había tenido una disputa con otro parroquiano, me preguntó si podía escribir una carta para el periódico de la mañana.” “Lo pensé por un momento y al final decidí hacerlo. No pensé que fuera a ser tan importante como él creía, pero dije lo que creía que había que decir.” “Ya veo.” – Dice Wiggins. – “¿Puede decirnos algo más sobre la disputa?” “Su adversario fue un caballero llamado Marlowe Enright. El señor Enright es un hombre muy devoto, pero su capacidad de razonamiento deja algo que desear. Durante un estudio de la Biblia, recientemente, alguien bromeó sobre la típica pregunta ‘¿Cuántos ángeles pueden bailar sobre la cabeza de un alfiler?’ Mientras todos los presentes lo tomaron como la trivialidad que es, el señor Enright afirmó que los ángeles no están sujetos a las leyes de la física y que por eso no hay un número máximo posible. Lord Wolmer, que se había recuperado recientemente de su salud y le habían ofrecido un puesto en la universidad decidió jugar a ser el abogado del diablo y oponerse a esa idea. Enright, que se altera fácilmente, decidió que aquello era una herejía. Desde entonces ha hecho todo lo posible para demostrar que Lord Wolmer estaba equivocado. Si Firk hubiera tenido un poco de sentido común para dejar el tema quizás podrían haber evitado la discusión. Pero tercamente se mantuvo firme y desde entonces no hay paz allí donde está Marlow Enright.” “¿Quiere decir que es posible que cometiera el asesinato? ¿Podría haber pensado que era tan importante evitar que se difundiera esa herejía?” El reverendo Potter abre la boca para empezar a hablar pero no dice nada. Parece estar considerándolo por un momento. “Espero que no.”
82 CO Nos abre la puerta del apartamento de Gary O’Grady un hombre ansioso de unos treinta años. Es de estatura baja, con el pelo rojo y una mirada de aprehensión grabada en su rostro. “¿Son policías?” “No, somos investigadores. Estamos trabajando en el caso Wolmer. Esperábamos poder hacerle unas preguntas.” “Puedo explicarlo todo.” – Comienza antes de que podamos hacerle alguna pregunta. – “Pueden pasar, pero no hay mucho sitio donde sentarse.” Tras un rápido vistazo desde la puerta, parece que tiene razón. El piso está escasamente amueblado y se nota que no ha sido ocupado desde hace mucho tiempo. “Me acabo de mudar a Londres y he tenido que pedir dinero prestado a Jack Marshall un prestamista, para pagar el viaje. Esto es todo lo que me puedo permitir para vivir, desde que los pisos en la ciudad son tan extremadamente caros. Acabo de terminar de pagarle, así que dentro de poco podré empezar a amueblarlo.” “Todo esto está muy bien, pero no hemos venido a preguntarle por su vivienda o su situación financiera.” – Interviene Wiggins. “Lo entiendo. Imagino que quieren una explicación por mi carta y que querrán saber por qué me enteré del asesinato tan rápidamente.” “Así es.” – Responde Wiggins. “Estaba anoche de camino a casa desde el O´Shea, en el 79 CO, donde estuve hablando con unos amigos con ideas parecidas, sobre lo mucho que despreciamos que este país esté dirigido por una monarquía. A apenas unas manzanas del bar me paró un policía y me dijo que buscara un farolero. Encontré uno por allí cerca, Livingston creo que era su nombre, y voví corriendo a la escena con él. Cuando escuché al policía decir que había habido un asesinato y que la víctima era Lord Wolmer, se me ocurrió que debía escribir una carta para el Times para llamar la atención sobre nuestra causa. No sabía nada sobre el hombre, solo que era
un Lord. Si hubiera sabido que era afín a nuestra causa nunca habría escrito nada como eso.” “Volví al bar con mis amigos y rápidamente escribimo la carta juntos. Uno de ellos dijo que pasaba frente al Times de camino a su casa, que podía dejar él mismo la carta. Pensamos que era una buena idea. Ahora, como decidí poner mis iniciales en esa maldita carta y además la policía me vió cerca de la escena del crimen, parezco una especie de asesino.” “Por supuesto que lo parece.” – Dice Wiggins mientras toma algunas notas. – “¿Hay alguien que pueda confirmar que estaba en O’Shea?” “Seguramente. Les dirán que estuve allí toda la noche hasta las siete en punto, y que volví unos diez minutos más tarde. No es tiempo suficiente para ir hasta allí, apuñalar a un hombre, y volver atrás en el tiempo para que un oficial me vea dirigirme hacia allí, sobretodo después de todo lo que había bebido. Sé que no es una coartada muy convincente, pero es todo lo que les puedo decir.”
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FINAL DEL CASO
Preguntas: Primera parte: 1. ¿Quién asesinó a Lord Firk Wolmer? 2. ¿Quién fue su cómplice? 3. ¿Por qué fue asesinado? 4. ¿Qué causó la luz que vió Maria Chaffe por la ventana?
Segunda parte: 1. ¿Quienes fueron las dos personas a las que el oficial envió a buscar a un médico y un farolero? 2. ¿Cuál es la nueva solución de Clifford Roberts para el problema de hacinamiento del St. James? 3. ¿Cuál era el gran comunicado de Lord Wolmer? 4. ¿Cuál era la principal fuente de ingresos de Lord Wolmer? 5. ¿Quién es Jack Marshall? 6. ¿Cuál era el motivo de la disputa entre Lord Wolmer y Marlowe Enright?
Solución: Llegamos al 221B de Baker Street justo en el momento que la lluvia empieza a caer en serio. Cuando nos acercamos a la puerta vemos a Lestrade llegar con cara de perplejo. “¿Ningún éxito?” – Pregunta Wiggins. “Ninguno. Es hora de que Holmes nos eche una mano en el caso.” Encontramos a Sherlock absorto en una novela, sentado junto a la chimenea. “¿Qué está haciendo? ¿No debería de estar trabajando en el caso Wolmer?” – Pregunta Lestrade. “Creo que ya está todo hecho.” – Dice Holmes confidencialmente mientras cierra su libro. “Por favor, explíquese.” – Pide Lestrade. “Mi método es bastante simple: en un caso como este debemos averiguar quién se beneficiaría del crimen.” “Pero no hay una respuesta obvia a esa pregunta.” – Dice Wiggins. “Correcto. Eso significa que habría que hacer un poco de trabajo detectivesco para encontrar a nuestro sospechoso. El periódico también hizo salir otra pregunta, ¿cómo puede contener el periódico de la mañana dos cartas relacionadas con un asesinato ocurrido a las 7 de la madrugada?” “Las cartas eran de Norman Potter, el reverendo de la iglesia a la asistía la víctima y de un misterioso G. O’G. quien parece no haber tenido relación antes con Lord Wolmer. La carta del reverendo, aunque resultase sospechosa en lo rápido que fue enviada, tenía sentido. Es normal que se sintiera afligido por la muerte de uno de sus feligreses. Pero la carta del señor G. O’G. merecía alguna investigación.” “Tras buscar en el directorio de Londres, determiné que el hombre al que buscaba era Gary O’Grady. Tuve una conversación con él sobre cómo se enteró del asesinato y envió la carta y aunque extraña, era una historia posible. Antes de pararme a pensar si sebía investigar más su historia o no, me di cuenta de que su carta junto con la declaración de Maria Chaffe, publicada en el Times, abrían otra pregunta, ¿por qué no estaban encendidas las farolas de las calles de la universidad cuando fue asesinado Lord Wolmer?” “El testimonio de O’Grady incluía el nombre del farolero que trabajaba en esa zona de la ciudad, E. S. Livingston, así que decidí hacerle una visita. Cuando estuve allí, a pesar de no poder hablar con el hombre directamente, descubrí que la señora Livingston trabaja como niñera del hermano de Lord Wolmer, Charles. No solo eso, también mencionó que recientemente había recibido una significante paga extra por sus servicios.” “Llegados a este punto empecé a trabajar en una hipótesis: Charles pagó al farolero para que no encendiera las farolas de la zona de la universidad a la hora normal lo que le dio la oportunidad para asaltar a Firk en la oscuridad y huir. El farolero no tenía ni idea de por qué Charles le pidió esto, pero tampoco se atrevió a negarse, considerando que una importante parte de sus ingresos provenía de Charles y su esposa. Incluso después de darse cuenta de que había desempeñado un papel en el asesinato, decidió no decir nada por el riesgo de perder su empleo por haber aceptado un soborno.” “Lord Wolmer, probablemente vió una forma en la oscuridad, por lo que encendió una cerilla para ver mejor y fue golpeado inmediatamente por su hermano. Ese debió de ser el fogonazo que vió la señora desde su ventana. Solo tenía que averiguar qué tenía que ganar Charles haciendo algo como esto.” “Mi siguiente parada fue la casa de Charles Wolmer. No pude encontrarle en su casa ya que se había marchado a Manchester con sus hijos para mantenerles alejados de la prensa, pero tuve la oportunidad de hablar con su esposa. Mencionó que había estado un poco angustiado debido a la subida de precio de los valores inmobiliarios. Eso me llevó a preguntarme por las propiedades de Lord Wolmer.” “Tenía claro que todas las posesiones de Lord Wolmer pasarían a su esposa y a sus hijas. Sin embargo, tras una visita a Somerset House, descubrí algo. Su dinero, posesiones e inversiones pasarían a su familia, pero la casa iba unida al título de su bisabuelo.”
“Por lo que ésta solo podría pasar al heredero varón más cercano y, como él solo tenía dos hijas, pasaría a Charles.” – Concluye Watson haciendo gala de sus conocimientos en leyes de herencia. “Exactamente. La esposa de Charles mencionó que Firk hablaba a menudo sobre cuánto deseaba tener un hijo. Al principio no le di importancia pero de repente lo entendí. Durante la prolongada enfermedad de Firk, Charles esperó pacientemente, pagando los precios cada vez más altos de un alquiler que casi no podía mantener. Durante ese tiempo asumió que a Firk no le quedaba mucho tiempo y que la casa sería suya dentro de poco. Pero entonces Firk mejoró y de repente se encontró en un aprieto. ¿Mudarse a un barrio más asequible o continuar pagando un alquiler terriblemente alto? Finalmente encontró una tercera opción.” “¿Y qué hay del gran comunicado? Escuché que tenía un gran anucio que hacer planeado para mañana. ¿Tiene algo que ver con el caso?” “Quizás no.” – Dice Holmes. Entonces gira la cabeza hacia un lado. – “Pero tal vez si. ¿Qué pasaría si su esposa estuviera embarazada de nuevo?” “¡Eso explicaría porqué Charles asesinó a su hermano!” – Exclama Watson. – “Firk se lo debió de contar durante la cena el viernes pasado y planeaba anunciarlo públicamente mañana.” “Si, parece lo más probable. Si Charles se sintió amenzado por la posibilidad de que tuviera un hijo varón, eso pudo hacerle tomar esa decisión. Inspector, quizás debería hablar con Maud Wolmer y E. S. Livingston de nuevo y creo que sería necesario enviar un par de oficiales a Manchester a detener al recientemente nombrado Lord, Charles Wolmer.”
Holmes: Holmes ha utilizado 4 pistas: Gary O’Grady, E. S. Livingston, Charles Wolmer y Somerset House. También utilizó la carta de Gary O’Grady del periódico y los dos primeros artículos. Para determinar tu puntuación final, suma los puntos obtenidos de las preguntas. Compara la cantidad de pistas que has utilizado con las utilizadas por Holmes y resta 5 puntos por cada pista adicional que hayas necesitado. Si has utilizado menos que Sherlock suma 5 puntos por cada pista de menos de diferencia. La pista 74 SE (Clifford Roberts) es gratuita. No la tengas en cuenta al calcular tu puntuación.
Puntuación Primera parte: 1. ¿Quién asesinó a Lord Firk Wolmer? Charles Wolmer (35 puntos). 2. ¿Quién fue su cómplice? E. S. Livingston (30 puntos). 3. ¿Por qué fue asesinado? Para heredar la casa (25 puntos). 4. ¿Qué causó la luz que vió Maria Chaffe por la ventana? Lord Wolmer encendió una cerilla un momento antes de ser apuñalado (10 puntos). Segunda Parte: 1. ¿Quienes fueron las dos personas a las que el oficial envió a buscar a un médico y un farolero? Gary O’Grady y Normal Potter (5 puntos por cada uno). 2. ¿Cuál es la nueva solución de Clifford Roberts para el problema de hacinamiento del St. James? Intercambiar la localización con su negocio de ropa (5 puntos). 3. ¿Cuál era el gran comunicado de Lord Wolmer? Él y su esposa estaban esperando su tercer hijo (5 puntos). 4. ¿Cuál era la principal fuente de ingresos de Lord Wolmer? Sus inversiones agrícolas en América (5 puntos). 5. ¿Quién es Jack Marshall? Un prestamista que dejaba dinero a Lord Wolmer (5 puntos). 6. ¿Cuál era el motivo de la disputa entre Lord Wolmer y Marlowe Enright? Si los ángeles ocupan espacio o no (5 puntos).
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A D A R R E C A T PUER
Caso Extra por Stefano Adriani Traduccion por Laurence Tennant
10 Enero, 1888
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ja a b a t n a l P O C 7 4 . . . . A . . . a . r . . e . l y a r c o s g E e r O G C 7 4 . . . . . B . . . Inspectohr K . a . r . e . l r a e l c l s u r E Heinric engler (Circo..)...47 CO Escalera C John H ung (ClĂnica).47 CO D a r e l a o c s Y E O C 7 4 . William . . . . . . . . . . . stherHaley ...... E
HOMICIDIO A PUERTA CERRADA 10 de Enero de 1888 Autor: Stefano Adriani Traducción: María Robledo Es un día de frío invierno, cuando Sherlock Holmes recibe al Inspector Gregory en su oficina de Baker Street. El inspector se estremece unos segundos con el cambio de temperatura, se frota los guantes, y finalmente se quita el abrigo y acepta la invitación a sentarse. “En una mañana fría, ¿cierto Gregory? Creo que se necesita un asesinato en un lugar inusual para empujarle a venir a verme con este frío”. “Su conclusión es tristemente acertada, querido Holmes. Han matado al Dr. William Young esta mañana, a las ocho, cuando abrió la clínica donde trabajaba”. “¡El Dr. Young! ¿Su vecino de al lado? ¡Es horrible!”. “Horrible e increíble: un asesinato justo en mis narices. Admito que dar la triste noticia a su esposa, la Sra. Courtney Young, fue muy vergonzoso, en estas circunstancias”. “Cuénteme todo, Gregory”. Mientras sigue frotándose las manos frías, el inspector resume la situación. “He encontrado el cuerpo del Dr. Young en el suelo de la clínica, entre el escritorio y la ventana. El médico acababa de llegar a trabajar, el asesino estaba supuestamente esperándolo dentro de la clínica. El portero del edificio, Heinrich Kruller, lo conozco en persona, asegura que el médico ha entrado solo, como cada mañana, para abrir la clínica al comienzo de sus horas de visita. Kruller también excluye que alguien haya entrado durante la noche, ya que el edificio está bien protegido y sólo los residentes tienen llaves de la puerta principal. Tan pronto como el doctor ha subido al segundo piso, donde la clínica, se disparó un arma de fuego. Yo mismo he oído el disparo, entre las ocho y las ocho y cinco, y el informe médico parece confirmar este como el momento de la muerte” “¿Otros detalles? Definitivamente habrá algo extravagante, supongo”. “Sí. Primero el extraño olor, similar al de una sopa que salió mal, que infestaba la clínica cuando entré. Tal vez el asesino derramó accidentalmente algún medicamento, durante el ataque, pero entonces también debe haberse llevado el frasco, porque no se ha encontrado ningún fármaco roto o abierto en la habitación. Pensamos que el asesino se ha escapado por la ventana, que estaba abierta. En la acera justo debajo de la ventana se encontró una cuerda atada a un gancho. A primera vista parece que el asesino, después de haber huido por la ventana, se las arregló para soltar el gancho, pero no ha tenido tiempo de recoger la cuerda, que permaneció en la acera. No hemos encontrado la manera en que el asesino ha logrado colarse en el edificio, o en la clínica, antes de la llegada del médico. Por esta razón he interrogado a todas las personas que viven o trabajan en el edificio, ya que pueden haber visto algo, o incluso haber ofrecido al asesino un lugar para esconderse por la noche, para coger el médico por sorpresa”. “¿Así que cree que el asesino tiene un cómplice en el interior del edificio?” “Puede Ser. Es un antiguo edificio de tres plantas, además de la mía, con escaleras de acceso parcialmente separadas, para garantizar cierto grado de discreción. El hall de entrada del edificio es compartido, es posible que el asesino hubiera entrado el día anterior, después haya pasado la noche en casa de un cómplice y por la mañana hubiera pasado furtivamente más allá de la puerta, para subir la escalera C donde está el estudio del Dr. Young”.
“Es una idea interesante, estoy de acuerdo. ¿Quiénes son los otros residentes, Gregory?” “Los conozco desde hace años, querido Holmes, y es muy doloroso tener que sospechar de ellos. De todos modos, aquí están los nombres: tenemos a la Sra. Esther Haley, último piso Escalera D. Es dueña de los baños públicos homónimos, que se encuentran al otro lado de la calle. El segundo piso, escalera C, estaba totalmente ocupado por el Dr. Young, entre la clínica, la oficina, una pequeña tienda, la sala de espera, el almacén de medicamentos y Young tenía la única llave de acceso al piso. La escalera B, del primer piso, está ocupada por las oficinas de una compañía de circo, a cargo de un tal John Hengler, hijo del famoso Charles Hengler. La escalera A es en realidad un sencillo acceso a la vivienda del portero, el Sr. Kruller, que vive en la planta baja con su esposa y se encarga del mantenimiento y limpieza de todo el edificio”. “Si no recuerdo mal su casa está ubicada en la planta baja, ¿no?” “Exacto. Mi apartamento ocupa toda la planta baja, si excluimos los modestos alojamientos del portero. Vivo allí desde hace varios años”. “¿Puede decirme quién estaba en el edificio en el momento de los disparos?” “Claro. Unos momentos después del disparo, apenas había salido de mi apartamento para subir las escaleras hacia la clínica del Dr. Young, he notado que la puerta estaba cerrada con doble llave, para que nadie pudiera entrar o salir. En el momento del asesinato dentro del edificio estábamos sólo la Sra. Haley, el portero con su familia y yo. Todos personas inocentes, en mi opinión. Esto parece confirmar que el asesino se ha escapado por la ventana, y sugiere que pasó la noche en el edificio”. ‘Bueno’, creo que un caso después de todo, bastante simple, querido Gregory. Por supuesto, usted tendrá remangarse, pero no creo que tenga que buscar mucho para encontrar al asesino. Voy a pedirles a mis muchachos que le echen una mano, si no le molesta. No creo que puedo dedicarme a este caso hasta dentro de un par de días, mientras que ellos pueden ayudarle a partir de ahora”. “Con mucho gusto, Holmes. La colaboración de sus amigos nunca me ha decepcionado, hasta ahora.”
Barrio Sudeste 59 SE La casa del Sr. Tatum está situada en la planta baja de un edificio de apartamentos antiguo, pero aún en buenas condiciones. El que abre la puerta es probablemente el propio Frank Tatum, como intuimos por el brazo izquierdo que cuelga inerte a lo largo del lado del cuerpo. “Nos gustaría hacerle algunas preguntas, si no le molesta”. “¿Sobre qué?” “¿conoce al Dr. Young? El médico que trabajaba en nombre del Hospital Middlesex” “¿Young? Por supuesto, pasen”. Cojeando visiblemente, el Sr. Tatum nos hace sentarnos en una cocina pequeña pero bien organizada. En los estantes vemos varias ollas, botellas, cuchillos, cucharones y tablas de cortar. Evidentemente el Sr. Tatum, o su ama de llaves, es un cocinero bastante experimentado. “¿El Dr. Young?, dice usted. Son conocidos suyos o simplemente entrometidos?” “Nada de eso, sólo queríamos saber algo de su pasado”. “¿Por qué no le preguntan directamente?” “Bueno, fue asesinado esta mañana”. “¡Dios mío! ¡¿Es eso cierto? Maldita mala suerte, ¿por qué yo?” “¿Podría explicárnoslo?” “Por supuesto. Ya ven, hace muchos años yo era un famoso artista de circo, estaba actuando en el Circo Hengler con el apodo de Red Rajah. Era muy bueno haciendo diferentes números de montar, incluyendo malabares, acrobacias y equilibrismo. Entonces, después de una mala caída, me rompí el brazo izquierdo y la pierna izquierda. Algunos médicos pensaban que me recuperaría en poco tiempo, pero la mayoría de los expertos era pesimista, diciendo que me arriesgaba a pasar el resto de mi vida completamente paralizado. El Dr. Young estaba entre ellos, pero al menos se dispuso a ayudarme. Fue gracias a él que conseguí caminar,
aunque cojo y privado del uso del brazo izquierdo. Para salvarme de la parálisis, el Dr. Young se vio obligado a cortar algunos nervios, y este es el resultado”. El Sr. Tatum balancea su brazo izquierdo, como un peso muerto a su lado. Luego, un poco avergonzado, nos ofrece un beedi, un purito pequeño y oscuro, que rechazamos. “No saben lo que se pierden, estos los hago traer directamente de la India. Son mucho más saludables que los cigarrillos normales, créanme, deberían comerciarlos también aquí para nosotros. En fin... me dicen que el Dr. Young ha muerto, ¡una verdadera desgracia!” “¿Lo conocía bien?” “¡Oh, no, después de la operación nos habíamos perdido de vista. Pero me lo encontré de casualidad, hace un mes, cuando fui al circo Hengler para una audición. La mano derecha sigue siendo buena, como ven, y podría conseguir trabajo como payaso, me gustaría volver a los escenarios. No es por casualidad que guardé cuidadosamente todo el material para el espectáculo, con la esperanza de tener una nueva oportunidad. Y la oportunidad me la ofreció el mismo Dr. Young, hace un mes, cuando me habló de la posibilidad de recuperar al menos el uso de la pierna, intentando una nueva operación. Me invitó a volver a verle, para una visita más detallada”. “¿Y volvió?” Tatum sonríe con amargura, dejando caer un poco de ceniza de color blanquecino de su beedi. “Claro. ¿Cómo decir que no a esa oportunidad? Me estaba ofreciendo la única esperanza de recuperar el uso de su pierna, pero para volver a trabajar y caminar... caminar es una cosa maravillosa, sólo se puede apreciar cuando uno está cojo, como me pasó a mí”, Tatum suspira, mira al vacío. “Y ahora esa oportunidad se ha desvanecido, y decir que estábamos casi allí...”. “¿Por qué?” “Anoche me visitó el Dr. Young, y me dijo que la operación podría intentarse. Iba a arreglarlo todo él mismo, con el Hospital Middlesex, dijo que lo
hacía como un viejo favor. Fue muy amable, quería tratarme de manera informal, sin la participación ni del hospital ni de la burocracia. Era un buen hombre, créanme, es realmente una pena que muriera”. Tatum apaga el cigarrillo en el cenicero, echa un vistazo al techo y luego pregunta: “Y díganme, ¿la policía ya ha descubierto algo? ¿Están en la pista del asesino?” “No estamos informados al respecto, por desgracia, pero si quiere le mantendremos informado”. “Sí, gracias, les estaría muy agradecido. Sería feliz de saber que el asesino terminó ente rejas. Si todavía me necesitan, no duden en venir a verme”. “Muy bien, Sr. Tatum, lo haremos. Nos vemos pronto”.
Barrio Sudoeste 2 SO El ambiente del Club Mondano, cálido y acogedor, nos calienta después de la larga caminata por las calles de Londres heladas. En una salón separado, oculto en la oscuridad, encontramos a Langdale Pike, tumbado cómodamente en una especie de triclinium, con el lápiz entre los dientes, un cuaderno en la mano y algunos papeles esparcidos desordenadamente por el suelo. “Buenos días, Sr Pike. ¿Molestamos?” “No, no, pasen. Sólo estaba reorganizando algunas ideas. En esta época del año los salones de Londres son un agujero increíble, y un periodista sensible como yo debe afinar los ojos y los oídos para inventar algo nuevo”. “¿Podría decirnos si tiene alguna información acerca de unas personas? Tenemos aquí una lista de nombres: Dr. William Young, su esposa Courtney Young, la Sra. Esther Haley, el Sr. John Hengler...”. “Déme, voy a ver”. Langdale Pike lee con mucho cuidado el papel
que nos ha arrebatado, comprueba y compara los nombres con notas dispersas por toda la habitación. Más que una vez creemos que ha encontrado algo, a juzgar por su expresión divertida al leer algunas noticias o chismes, pero cada vez es una falsa alarma. Después de casi diez minutos de búsqueda Pike vuelve a tumbarse en el sofá, con sonrisa astuta, y nos dice el resultado de la búsqueda. “Bueno, bueno, después de todo, tienen suerte. No es mucho, tengo que decir, tengo sólo una pista en mis manos, en este momento. Parece que la amable viuda Haley, aunque aún unida al difunto Gustav Haley, está saliendo con un joven de familia rica y llena de esperanza. Si la noticia es cierta ambos hacen todo lo posible por mantenerlo de forma confidencial, porque todavía nadie los ha descubierto juntos en... um ... actitud íntima, ya saben a lo que me refiero. Pero ya es oficial que los dos han estado saliendo: han sido vistos juntos en numerosas ocasiones, a pesar de que oficialmente sólo se ven para hablar de negocios. Si la noticia fuera cierta sería sin duda un gran escándalo. El joven parece ser varios años más joven que la dama. Por otra parte, por la ostentación de su ropa, los acabados de su coche personal, y sus maneras arrogantes, parece que proviene de una familia rica. Las malas lenguas, y yo estoy en medio de ellas, argumentan que la Sra. Haley, con su experiencia, estaría tratando de seducir al joven, pero no con los medios que usted podría pensar. Creo que se deja seducir por la promesa de heredar un imperio de negocios, o las gloriosas actividades de los baños públicos Haley. Lástima que la actividad de Haley esté lejos de ser rentable, por lo menos desde que el viejo Gustav falleció. Personalmente, creo que la Sra. Haley quiere que se convierta en socio de la empresa, pagando un importante capital que serviría para revivir realmente los Baños Públicos de Seymour Street. Sería, para ella, como matar dos pájaros de un tiro: El apuesto joven, fresco y vigoroso, y el dinero necesario para llevar a cabo la actividad con toda tranquilidad, o incluso renovarla y expandirla”.
“¿Y cuál es el nombre de este joven?” “¡Ah, eso lamentablemente sigue siendo un misterio! Mis informantes, en los últimos seis meses, han sido capaces de decir el color de sus zapatos favoritos, e incluso la forma de las asas en su carruaje, a las que por el momento prefiero no hacer referencia, pero, por desgracia, su identidad sigue siendo secreta. La Sra. Haley es una vieja zorra y sabe cómo moverse en el bosque de los salones de Londres sin dejar rastro”. “Sí, una verdadera lástima. Gracias, Sr. Pike, le haremos saber si conseguimos averiguar el nombre de este valiente joven. Hasta Pronto”.
5 SO Encontramos a Lomax detrás de un escritorio lleno de libros, y le exponemos el caso en el que estamos trabajando. El bibliotecario nos mira un poco desconcertado, algo melancólico en silencio, y luego estalla (pero en voz baja). “Pero, ¿por quién me toman? ¿Qué puedo decirles, si el Dr. Young había escrito algún libro de éxito? ¿Se habla de él en la Enciclopedia Británica? Lo siento, chicos, pero creo que su visita es completamente innecesaria, y de alguna manera inapropiada. Ni siquiera que camino seguir, para intentar buscar algo que pueda serles útil”. “¿Está usted seguro?” “Muy seguro. Ahora, a menos que quieran obligarme a levantar la voz, les pediría que levanten el campamento y me dejen en paz. Acabo de empezar a traducir la última obra maestra de Dostoievski, y no me gustaría que sus preguntas absurdas alcanzan “El sueño de un hombre ridículo”, no sé si me entienden”. “Um ... no realmente. Disculpe las molestias”.
8 SO Entrar en el Club de Diógenes provoca una sensación antinatural. Los miembros están respetuosamente en silencio, ignorándose unos a
los otros, cada uno por su lado. Conscientes de la primera regla del club, que prohíbe precisamente hablar con los miembros, tan pronto como vemos a Mycroft Holmes nos detenemos religiosamente silenciosos, esperando a que levante la vista, esperando ser reconocidos. Después de unos minutos, finalmente se da cuenta. El hermano de Holmes nos hace señas, y sin ocultar una cierta renuencia, nos indica la sala para recibir visitas. “Bueno, pequeño grupo de irregulares, ¿a qué debo su visita?” “Estamos investigando el asesinato del Dr. Young. ¿Sabe algo?” “No directamente, diría yo. Pero en cierto sentido, habiendo oído parte de algunas conversaciones en la entrada del club, ya me había dado cuenta de que había tenido lugar una desgracia por la zona de Euston Road. Estaba casi seguro de que era el Dr. Young, pero no podía estar seguro. Gracias por confirmar mi tesis”. “¿Nos está diciendo que había previsto el asesinato?” “Yo no he dicho esto. Sólo hice unas cuantas deducciones simples de observaciones fortuitas. El Inspector Gregory, por ejemplo, en el día de hoy no ha llegado a Scotland Yard con el coche habitual, por el contrario lo he visto pasarse por Whitehall, como todas las mañanas. Así que cuando me enteré por algunos médicos de la muerte de un colega suyo que ejerce en Euston Road, me acordé de que Gregory vive por allá, a la derecha del edificio donde ejercía el Dr. Young. Para entonces ya era muy probable que la víctima fuera el médico. Bueno, ahora que ya están al tanto de las circunstancias, ¿serían tan amables de describirme la escena del crimen?” Después me recuperarnos del asombro provocado por la historia de Mycroft, reorganizamos las ideas y hacemos un resumen de nuestras investigaciones, tratando de enumerar los nombres de posibles sospechosos y las pocas pistas a nuestra disposición. Mycroft permanece un par de minutos en silencio, antes de contestar.
“Veamos. No les molestaré con el hilo lógico de mi argumento, que puede parecer bastante arriesgado, pero estoy bastante seguro de una cosa: en mi opinión, el asesino no estaba en el edificio en el momento de los disparos, aunque se ha hecho de todo para hacerlo parecer”. “¿Cómo puede estar tan seguro?” “He dije, bastante seguro. Admito que tengo un cierto margen de error, teniendo en cuenta el hecho de que estoy especulando sin haber visto personalmente una sola pista, ni siquiera la escena del crimen. No puedo descartar la presencia de algún detalle que no hayan observado, y por lo tanto, aunque de buena fe, no me hayan transmitido. Y todos sabemos que a veces un solo detalle puede revertir por completo el curso de una investigación. ¿No es cierto?” “Sí, sí... eso es todo, Sr. Holmes”. Sin saber qué más preguntar, y sin haber entendido si la deducción de Mycroft es un golpe de genio o un descuido evidente, le damos las gracias por su ayuda y dejamos las frías paredes del club.
13 SO Después de una larga espera finalmente nos recibe el Inspector Lestrade. “Ah, ustedes. No esperaba verles aparecer aquí, puesto que ya he hablado con Gregory”. “Um ... esperamos no molestar”. “Bueno, depende de la naturaleza de sus preguntas. ¿Qué les trae a Scotland Yard?” “Estamos interesados en la documentación del Dr. Young. ¿Ha encontrado algo interesante?”. “Honestamente no los he mirado, porque este asunto es responsabilidad de Gregory, que actualmente se encuentra ausente. Sin embargo, por lo que entiendo, Gregory los examinó detenidamente sin encontrar nada”. “¿Incluso los registros de los pacientes?” Lestrade nos lanza una mirada de entendimiento, como si entendiera lo que nos proponemos.
“No, lo siento. No hacen referencia al presunto asesino. Los registros de los pacientes del Dr. Young fueron revisados con mucho cuidado, con todo detalle, y contienen datos de todos los pacientes asignados al médico en los últimos dos años. Pero no hay ningún paciente con las características que nos interesan. Si el asesino fue realmente un paciente del médico, el Dr. Young decidió no anotarlo en sus registros. Es por eso que también estamos considerando la posibilidad del chantaje”. “¿Chantaje? ¿Qué quiere decir?” “Ah, bendita juventud. Si tuviera la respuesta, no sería una hipótesis, sino un camino a seguir. Y ahora, si me disculpan, tengo que volver a mi trabajo”. “Adiós, Inspector Lestrade, y gracias por su paciencia”.
22 SO El laboratorio de H.R. Murray parece un bosque de tubos y botellas, envuelto en la penumbra. Murray emerge del bosque de cristal llevando en la mano una humeante botella. “Ah, están aquí. Llegan justo a tiempo... han venido por el asesinato Young, ¿verdad?” “Bueno... sí... pero díganos, ¿ha descubierto algo?” “Ahora, vamos a empezar por el principio. Obviamente no había ninguna huella significativa en la habitación, sino muchas huellas digitales diferentes. Después de todo, era una clínica, frecuentado todos los días por muchos pacientes. Así que me dediqué a otros objetos”. “Lo primero extraño era la cuerda, que usaría el asesino para descolgarse en Euston Road: Se encontró apilada encima del gancho de ataque, y no al revés, como era lógico esperar si se hubiera caído después de la fuga del edificio. El garfio debería haber caído el último, terminando en la parte superior de la cuerda. Bastante extraño, ¿no? También es extraño que el gancho haya perforado la pared interior de la habitación, pero dejó sólo
rasguños leves, como si se hubiera arrastrado sin anclarse en un punto estable. Aparentemente, se trata de pequeños detalles, pero si se toman en conjunto sugieren que el asesino no utilizó la soga para escapar”. “¿Y cómo se las arregló para salir del edificio, entonces?” “¡Ah, desentrañar ese misterio es cosa suya, jóvenes! Pero acabo de hacer otro descubrimiento. Analicé las manchas de óxido de la estufa, que habían atraído mi atención de inmediato: una estufa nueva ya casi oxidada, era demasiado extraño. ¿Adivinan lo que encontré?” “¿Qué? “ “Demonios, caballeros. ¡Un buen repollo!” Por un momento pensamos que Murray nos está mareando, pero se da cuenta de pronto de nuestro asombro y se explica fácilmente. “Coliflor hervida, quiero decir, echada sobre la tapa de la estufa, que al ser un poco cóncava recogió el líquido, creando una ligera capa, casi invisible a simple vista”. “¿Para qué?” “Ah, eso sigue siendo un misterio. Pero una cosa es cierta: el agua de la coliflor hervida es una de las cosas más malolientes en el mundo, y eso tal vez explique el mal olor en la habitación. Pero, ¿cuál es el motivo de la presencia de líquido, y quién lo ha puesto sobre la estufa, no sabría decirlo “. “Gracias, Sr. Murray. Le haremos saber si encontramos algo”.
45 SO El Sr. Oliver nos recibe en su pequeño apartamento. Al entrar vemos un piano de cola en la sala de estar, algunas librerías llenas de tomos voluminosos y un escritorio bastante elegante. Daniel Oliver nos hace sentarnos en la sala de estar, en un pequeño sofá, cómodo. Bastan sólo un par de frases para ver que Oliver es de rica familia, que trabajar más por pasión que por necesidad, y que no tiene información sobre el asesinato del Dr. Young. Un poco decepcionados, aprovechamos
su disponibilidad para hacerle algunas pregunta generales sobre el Sr. Hengler y la Sra. Haley. “Conocía al Sr. Hengler, creo que no hay nada que añadir. Personalmente, creo que la Sra. Haley no tiene relación alguna con los hechos. Claro, siempre se queja del ir y venir de la clínica del Dr. Young, pero es completamente normal, en las fincas. Además, los del circo producimos definitivamente más molestias que el Dr. Young. Entre los acreedores, deudores, la selección de nuevo personal y artistas retirados recibimos varias visitas al día”. “Pero ese ir y venir de la gente, ¿es realmente tan molesto?” “No, no realmente. La vida en el barrio es generalmente tranquila, sobre todo desde ue Hotel St. Pancras cerró sus puertas la semana pasada”. “¿La semana pasada? ¡Pero la noticia ha salido en el periódico hoy!” “¿En serio? Se ve que intentaron todo lo posible, antes de rendirse. Tal vez han tardado en dar el anuncio oficial: pero llevan cerrados al menos una semana. Se lo aseguro. “ Intrigados por este detalle del hotel, decidimos investigar. “¿Qué nos puede contar sobre el Hotel St. Pancras?” “Hace varios meses que el hotel estaba en dificultades. Dado que una parte del edificio sobre Ossultone Street fue vendido a una empresa de fabricación de muelles, el hotel comenzó a perder clientes. La maquinaria del fabricante de muelles hacía temblar las paredes, no digo más, y muchos clientes pedían la devolución por la tortura sufridas por sus pobres nervios. Otras veces, como en el caso de la Sra. Helwig, han echado al cliente sin previo aviso, debido a la falta de personal. Finalmente, después de una agonía larga y lenta, el hotel cerró sus puertas. La semana pasada, de hecho”. “¿Sin ningún tipo de anuncio?” “Sí, a excepción de un pequeño cartel en la puerta, del que muy pocos se han dado cuenta. ¿Qué ponía? Ah, sí, “cerrado hasta nuevo aviso”,
por lo que recuerdo. Pero aparte de ese cartel, no se ha hecho ningún anuncio oficial hasta que la noticia ha aparecido en el diario”. “Muchas gracias, Sr. Oliver, nos ha sido de mucha utilidad”.
64 SO Nos encontramos con la Sra. Young abandonada en una silla junto a la chimenea. Una manta gruesa envuelve sus piernas, sobre la mesa junto a ella están los restos de un desayuno no consumido y un pañuelo arrugado. Tan pronto como el mayordomo nos anuncia, la señora se recompone y nos hace sentarnos. Después de recibir nuestras condolencias, la Sra. Young nos cuenta los acontecimientos de la noche anterior. “Lo siento, pero anoche no vi a mi marido. Fui a la ópera con mis amigas, como todos los lunes por la noche. El pobre William tomó su última cena con nuestro hijo, ayer ... si yo hubiera ... da miedo pensar que nunca sabemos cuándo será la última vez que vemos a una persona”. “Perdone la pregunta, pero... ¿tiene algún remordimiento?” “En parte. En las últimas semanas mi marido estaba bastante nervioso. Todos los días me arrepiento de no haberle escuchado con más atención, tal vez podría haber salvado su vida. Les voy a contar todo, con la esperanza de que les ayude a encontrar al asesino. Hace unas semanas, justo antes de Navidad, mi marido me dijo que había salido a la luz el asunto del Dr. Agar. Como ustedes saben, hace unos doce años, el Dr. Agar acusó a mi marido de ser un mal médico, e incluso logró llevarlo a los tribunales, alegando que William fue el responsable del deterioro de algunos pacientes. El asunto terminó en agua de borrajas, mi marido fue absuelto de todos los cargos, pero no sin consecuencias. Fue un período difícil para nosotros, sobre todo desde el punto de vista económico. Sin embargo, a pesar de que fue declarado inocente, la reputación de mi
esposo de vio irremediablemente comprometida, por lo que cerró la clínica privada y comenzó a gestionar una clínica del Hospital Middlesex, donde ejerce ... pobre de mí ... ejerció hasta la fecha. Pensaba que el asunto había terminado, había pasado ya mucha agua bajo el puente. Pero William había comenzado recientemente a quejarse sobre el proceso, diciendo que tarde o temprano todos los perros vuelven a casa a dormir, y que estaba ansioso por dejar atrás los malos recuerdos. A mí me parecían discursos poco sensatos, y no le escuchaba. Pero ahora, cuando pienso en sus palabras, y en el maléfico Dr. Agar... ¿creen que puedo ser él, el asesino?” “Es un poco demasiado pronto para especular, señora”. “Tienen razón, lo siento. Pero es todo tan extraño, todavía no puedo creerlo. El hecho del olor, por ejemplo, es casi increíble”. “¿Quieres decir el olor extraño presente en la escena del crimen?” “Exacto. William tenía un olfato bastante delicado, a veces incluso una tisana muy cargada le molestaba. Ponía mucho interés en que su consulta estuviera siempre limpia, sin olores o perfumes. Cuando la policía me preguntó si sabía algo del mal olor, por un momento me esperaba que se tratase de la persona equivocada. ¡Esa peste en la consulta de mi querido William! ¡Oh, que desgracia, el pobre, como si los hechos no fueran ya bastante trágicos...”. La Sra. Young solloza y se seca los ojos con un pañuelo, visiblemente conmovida. Decidimos marcharnos tan pronto como sea posible, para respetar su dolor. “Sólo una última pregunta, señora: ¿Sabe decirnos donde podemos encontrar a su hijo?” “¡Ah, Ernest, pobre Ernest... lo encontrarán seguramente en el Kings College, donde practica la medicina. Es un estudiante modelo, en pocos días debería examinarse, pero me temo que hoy no va a ser capaz de abrir un libro”.
81 SO
Después de unos minutos de espera tratamos de llamar de nuevo a la gran puerta de madera. Finalmente una robusta anciana abre la puerta, escrutándonos con aire de sospechosa. “¿Qué quieren?” “Estamos buscando información sobre Sir Jonathan Karth. ¿Se encuentra en casa?” “¿Están de broma? Mi marido está muerto desde hace varios años”. “Oh, lo sentimos terriblemente. Pero si fuera tan amable de decirnos algo acerca de su marido... para honrar su memoria, se entiende”. Un destello de emoción pasa a través de los ojos de la anciana. Obviamente, está muy sola, y la oportunidad de recordar al marido muerto parece haberla amansado. Abre la puerta con una sonrisa y nos hace sentarnos en la sala de estar. Hay tan poca luz, que apenas podemos distinguir los muebles, pero la voz de la anciana nos envuelve mientras nos cuenta su historia. “Mi marido era oficial de caballería. Clase de 1823, un buen año, si saben lo que quiero decir. Hizo carrera en la India, como muchos militares hoy en día. Ahí es donde nos conocimos, ¿saben? Fui a pasar un par de meses cálidos, por prescripción médica, para combatir el asma crónica que me afligía cuando era una niña. Oh, yo era una chica bonita, con largas piernas y tobillos delgados. Ahora ustedes no lo creerán, lo veo en su mirada dudosa, pero no se preocupen, el tiempo les consumirá a ustedes también, al igual que ha hecho con mi pobre Jonathan. ¿Qué estaba diciendo?” “De su primer encuentro, en la India”. “Sí, sí... justo. Creo que fue en el 48, o poco después. Mi marido acababa de ganar sus galones de oficial en la primera conquista de la Campaña de la India. Ustedes son jóvenes, y tal vez piensan que la India es como estar en casa. Nuestra vida no fue fácil, pero no me quejo, estuvo llena de aventura. Yo me quedé aquí, para llevar adelante a la familia, mientras que Jonathan iba y venía de la India, hasta que se le hicieron cataratas en los ojos. Fue en el 73, si no recuerdo mal. En el 74 se
vio obligado a retirarse del servicio, pero todavía estaba lleno de vida. Queríamos disfrutar de la vejez juntos, hasta que... ¡ay!... accedió a someterse a la operación del maldito Dr. Young”. La Sra. Karth se levanta con dificultad, tratando de alcanzar un estante y nos ofrece una botella. “Aguardiente de ciruelas, importada directamente de Eslovenia. ¿Quieren un poco?” “No, gracias, señora.” La señora se sirve un vaso de licor hasta el borde, se lo bebe de un trago y luego sigue hablando. “Oh, a Jonathan le encantaba. Pero sigamos con lo nuestro... así que... les hablaba de la operación. Ese odioso Dr. Young, con sus experimentos de brujas. Mi esposo terminó de perder la primera vista, y después de unos años, ahora ciego, se dejó morir. Pobre Jonathan”. “Lo sentimos mucho. También hubo un proceso, ¿no es así?” “Ah, pues están ustedes bien informados. Tal no sean los niños ingenuo que pensaba. Bien, sí, hubo un proceso, muy grande, pero saben lo que les digo: fue una farsa, una burla”. “¿Por qué lo piensa?” “¡Era obvio que el Dr. Young era culpable! ¡Todo el mundo sabía! Sin embargo, fue suficiente un testimonio inestable, el murmullo de un loco, en boca de un abogado con buen palique y el proceso se fue por el retrete. No recibimos ni siquiera una guinea. Fue una gran desilusión que, en mi opinión, acabó con als ganas de vivir de Jonathan. Murió unos años más tarde, en el 79”. La anciana llora con voz ronca y a continuación, bebe un poco de aguardiente de ciruelas. “Estamos muy consternados. ¿Podemos preguntarle si ha visto de nuevo al Dr. Young?” “¡Ese asesino! ¡Que una plaga lo alcance! ¿Cómo se atreven a nombrarle? ¿Quién les invitó a entrar, sucios mendigos? ¿Quién lo sabe? ¡Fuera de mi casa, ahora! ¡Váyanse, o llamo a la policía! “ Sorprendido por el cambio de estado de ánimo de la anciana, decidimos levantar el campamento, alejándonos de su casa con el rabo entre las piernas.
Barrio Noroeste 5 NO Después de unos minutos de espera, la esposa del agente John Gibbons abre la puerta. Nos presentamos y nos acomoda en un pequeño comedor, donde el agente después de un rato. “Hola, siento si les he hecho esperar. ¿A qué debo su visita?” “Queríamos saber si ha descubierto algo nuevo sobre el asesinato del Dr. Young”. “No, por desgracia no hay novedades”. “¿Nos podemos preguntarle si conocía personalmente a la víctima?” “¡Qué pregunta tan extraña! ¡Por supuesto que no! Incluso el Inspector Gregory, que vive en el mismo edificio donde se produjo el asesinato, conocía al Dr. Young sólo de vista”. “Por supuesto, Londres es una gran ciudad”. “Estoy de acuerdo. Y ahora, si me disculpan, debo darme prisa en terminar el almuerzo, para reanudar la investigación”. “No hay problema. Disculpe las molestias”.
6 NO La esposa del abogado Woodmard nos informa que su marido está en el trabajo en su bufete de abogados, en el 21 NO.
10 NO En el hospital nos dirigimos a la oficina de la administración, que se encuentra en la planta baja, junto a la recepción. En la oficina nos encontramos con una señora bastante mayor y corpulenta, que nos recibe con indiferencia, esperando nuestra petición. “Queríamos conseguir un poco de información sobre el Dr. Young, si es posible”. “¿El Dr. Young? ¿Es cierto lo que dicen? Esta mañana había un montón de gritos sobre su
muerte, pero aún no he recibido noticias oficiales. Ya saben, la burocracia...”. “Por desgracia, es cierto, el Dr. Young falleció esta mañana. ¿Qué sabe de él?”. “Bueno, trabajó para nosotros, todo el mundo lo sabe. A veces ejercía aquí en el hospital, sobre todo si había que meter a alguien al quirófano, o para discutir con sus colegas. Pero la mayor parte del tiempo l pasaba en su pequeña clínica privada, en Euston Road, cerca de la estación de St. Pancras. “ “¿Sabe explicar por qué ejercía en dos lugares diferentes?” “Creo que fue por culpa del proceso, el que tuvo lugar hace una docena de años. El Dr. Young fue absuelto de todos los cargos, por lo que recuerdo, pero estaba afectado por la experiencia. Tal vez, no se atrevía a continuar su práctica privada, como médico ordinario, por eso cerró su clínica y quitó su nombre del Anuario, como si ya no fuera médico. Pero a pesar de esta amarga elección, otros médicos lo consideraban un buen profesional, y nuestro hospital le ofreció trabajar de forma independiente, como una señal de respeto y confianza. El Dr. Young fue llamado regularmente por el personal del hospital, pero ejercía un poco con nosotros, un poco en su clínica. Nada misterioso, de hecho”. “Claro. Una última pregunta: ¿Los pacientes del doctor también se inscribían en los registros del hospital o sólo en los del Dr. Young?” “Eso depende. El doctor trabajaba de manera independiente, dada la relación de confianza. Si un paciente se limitaba a ser visitado o atendido en la clínica de Euston Road, se registraba solamente por el Dr. Young. Si era necesario operar o atenderle aquí en el hospital, entonces el paciente se registraba regularmente aquí también, por supuesto”. “¿Podemos echar un vistazo a sus registros?” “Yo se los mostraría gustosamente, pero me temo que tendrán que esperar. La última operación realizada por el Dr. Young en nuestro hospital, por lo que yo se, se remonta a hace aproximadamente dos años. Recientemente, el doctor siempre
trabajaba de forma independiente, en su clínica. La documentación sobre las intervenciones de los últimos años ya se ha trasladado a nuestro archivo histórico, en el sótano. Si quieren venir en diez días, tal vez...”. “No, gracias señora, estamos buscando información más reciente. Hasta pronto”.
18 NO Entramos en Parsons & Sons, la tienda de juguetes del 18 de Shaftesbury Avenue. El Sr. Parsons nos ve entrar, mira un poco alrededor y dice en voz baja: “No, hijos míos, lo siento, no hay ningún nuevo mensaje de “quien todos sabemos”.
21 NO La secretaria del Sr. Bakersfield nos acomoda en la oficina del abogado, después de una breve espera. El Sr. Bakersfield es un hombre corpulento, que aparenta unos sesenta años, tal vez algo menos. Nuestra atención recae en la gran lunar que le nace en la frente, justo encima del ojo izquierdo. “¡Ah, los chicos del viejo Holmes! ¿Cómo puedo ayudarles?”. “¿Sabe lo del Dr. Young? Murió esta mañana”. “Sí, recibí la noticia, pero espero el periódico de mañana, para más detalles. Tal vez podría preguntarles a ustedes, pero su presencia aquí sugiere que el asesino sigue en libertad”. “Así es, señor. Creemos que el asesinato tuvo algo que ver con el proceso de 1876. ¿Podría decirnos si recuerda algún detalle importante? “ “Déjenme recordar. Tal vez... se trató de juicio por cargos de mutilación y tortura, ¿verdad? Por supuesto, uno con el Dr. Agar. Ah, sí, ahora que lo pienso había algo particularmente extraño. Un verdadero regalo del cielo, de hecho. Uno de los testigos, el cojo que había perdido el uso de su brazo izquierdo, testificó a favor del Dr. Young, a pesar de ser llevado al banquillo de los testigos por la fiscalía. Recuerdo que centré mi propio alegato final en el testimonio del cojo, para convencer
a la corte de la inocencia del Dr. Young. Fue un verdadero éxito, pero no fue realmente por mí. Todavía me pregunto por qué esa declaración, muy inusual e inesperada. Creo que, sin el cojo, el proceso habría sido largo y difícil. “¿Nos está diciendo que la inocencia del Dr. Young no estaba clara?” “Por desgracia, así es. No recuerdo los detalles, pero durante la audiencia tenía la clara sensación de que todas las intervenciones médicas gestionadas por el Dr. Young tenían un motivo ulterior. Había un viejo oficial de caballería que sufrió unas cataratas en los ojos, no creo que nadie se vaya a morir por algo así, pero el Dr. Young quería operar y, al hacerlo, lo cegó permanente. La situación de los otros dos testigos no era muy diferente. Uno de ellos era un ex artista de circo, especializado en trucos de tiro, que se fracturó como resultado de una caída de un caballo. El otro era un pobre trabajador que había sufrido una lesión cerebral mientras trabaja en el patio, al caer de un andamio. Habrían estado bien con unos meses de descanso y un buen vendaje, pero en ambos casos, el Dr. Young había querido operar, cortar y coser. La fiscalía habló de experimentos sobre el sistema nervioso, la aplicación de electrodos e incisiones en la médula espinal. El resultado deben ustedes conocerlo: el artista de circo quedó lisiado de por vida y el obrero perdió gran parte de sus facultades verbales y mentales, por lo que ahora es un pobre enfermo mental. Otra detalle particularmente extraño, ahora que me hacen pensarlo, es el hecho de que el Dr. Young se encontró endeudado, después del juicio, a pesar de que yo no tuvo que pagar un centavo, ya que mi cuenta recayó en la acusación”. “¿Ha dicho que el cojo era un artista circense? ¿Puede decirnos donde trabajaba?”. “Claro, muchos recuerdan ese incidente, ¿saben? No recuerdo el nombre, pero recuerdo que se rompió la pierna y el brazo al caer de su caballo durante un espectáculo en el Circo Hengler, hace varios años. Si la memoria no me falla fue en 1875. La noticia salió en varios periódicos, después de todo”.
“¿El Circo Hengler? Pero si es el mismo que se encuentra en el edificio donde fue asesinado Young!” “Eso es cierto, pero ha pasado mucho tiempo ya. El viejo Charles Hengler falleció el año pasado, si no me equivoco, y el circo cerró sus puertas. No creo que vaya a encontrar a alguien que recuerde el incidente, incluyendo el personal actual del Circo. Los hijos del buen viejo Charles no están a la altura del padre y no creo que consigan resucitar jamás el circo”. “¿Así que el circo estaba en otra parte, en 1875?”. “Exacto. Creo que fue cerca de Oxford Circus”.
42 NO Dado nuestro aspecto perdido, Holmes intenta ponernos en el camino correcto. “Varios elementos del informe del Inspector Gregory me hicieron pensar inmediatamente en un ingenioso engaño diseñado para ocultar el hecho de que el asesino no se encontraba en el edificio en el momento del asesinato. Por lo tanto, si la ventana estaba abierta, es evidente también lo estaba en el momento del disparo, y que el proyectil siguió esa trayectoria. Encontrar el lugar desde el que disparó el asesino debe ser muy simple, sólo hay que dibujar una línea entre el cuerpo y la ventana, se extiende hacia afuera y listo, encontrarán ante los ojos el punto exacto desde el que se dio el golpe. “
43 NO / 93 NO El Dr. Agar ase muestra claramente sorprendido con nuestra visita. Nos recibe en su despacho con cierta brusquedad. Después de sentamos nos cuenta su historia, en tono distante. “He dicho todo lo que sabía a la policía. Es cierto que entre yo y el Dr. Young había mala sangre, habíamos peleado a menudo hombro con hombro por hacer carrera. Siempre tenía la nariz mocosa, como toda familia rica burguesa, mientras que yo era un joven médico rural que se trasladó a la
ciudad. Pero entonces, después del juicio, acepté la evidencia: Young fue mejor que yo, se merecía el éxito que había tenido”. “¿Puede hablarnos sobre el proceso?” El hombre se encoge de hombros, levantando su pequeña nariz que traiciona una sensación de disgusto. Entonces, mal disimulando su agitación, habla de nuevo. “Fue en 1876, si no recuerdo mal. Yo estaba en el lado de la acusación, por supuesto. Tenía la firme creencia de que Young era responsable de algunas mutilaciones o errores quirúrgicos graves que habían desfigurado a las víctimas, con el fin de llevar a cabo experimentos científicos sin el consentimiento de los pacientes. Yo, como médico, fui encargado de contactar y seleccionar los casos clínicos más importantes. Así que, en cierto sentido, era responsable de la elección de los testigos presentados por la fiscalía. Pero al final la defensa ganó el día, y Young fue absuelto de todos los cargos. De hecho, a día de hoy me arrepiento de mi fracaso, porque el veredicto describe a Young como un genio de la medicina, que había salvado a algunas personas de una muerte segura al minimizar las deficiencias de las víctimas”. “¿Podría decirnos los nombres de estas personas?” “No me acuerdo de los nombres de los testigos de la acusación. Creo que entre los mutilados había un ciego, un cojo y una persona que sufría de demencia cerebral... pero si tiene un poco de paciencia trataré de ver si encuentro algo entre mis viejos papeles”. El Dr. Agar vuelve de nuevo con nosotros después de unos diez minutos, con una considerable cantidad de papeleo. “Ah, sí, aquí: Sres. Sean Fogerty, Frank Tatum y Sir Jonathan Karth. Pero honestamente no recuerdo quién de ellos era el cojos, el ciego y el trastornado”. “¿Cree usted que estas personas podrían guardar rencor hacia el Dr. Young?”. El Dr. Agar baja la mirada a la alfombra, afligido y pensativo. “No creo, sin embargo... uno de ellos se
comportaba curiosamente, durante el proceso. Antes de la audiencia, los tres eran muy agresivos, dispuestos a presentar su caso contra el Dr. Young. Sin embargo, cuando llegó el momento de declarar, el cojo cambió por completo su testimonio, y en lugar de acusar a Dr. Young elogió su talento médico, afirmando que él estaba muy deteriorado, pero que la mayoría se habían salvado de una muerte segura. Cuanto más lo pienso, más creo que el testigo cambió por completo el curso del juicio, porque el caso del cojo parecía el más llamativo de los tres”. “¿Vio usted de nuevo a estas personas después del juicio?”. “No, esos son los pocos recuerdos que tengo sobre el tema. Lo siento, déjenme decirles... El Dr. Young no me gustaba, pero ciertamente no merecía morir. Por desgracia, en los últimos años he hecho todo para olvidar mi derrota, y me temo que lo logré bastante bien”. “¿Y al Dr. Young? ¿Lo ha vuelto a ver?”. “No. La última vez que lo vi fue en el final del proceso, ya en 1876. Desde ese día no lo he vuelto a ver. Como ya les he dicho, he tratado de olvidar...”. “Muy bien, doctor, sentimos las molestias, y gracias por su cooperación”
Barrio Centro Este 29 CE El Sr. Nast es un hombre alto, delgado, que tendrá más de cincuenta años, pero cuya vivacidad indica una gran inteligencia. Os escudriña atentamente, comprobando vuestras credenciales con gran interés. “¿Así que ustedes trabajan para Holmes? Había oído rumores acerca de ello, pero... esperaba que los agentes fueran un poco más formales. Algo más oficial, de hecho. Pero teniendo en cuenta que el propio Holmes no es un policía de verdad, tal vez mis expectativas era injustificadas”.
Decidimos ignorar este comentario e ir al grano. “¿Sería tan amable de decirnos si recuerda algo del proceso Young, 1876?”. “Hmm... Young... vamos a ver...”. El abogado abre algunos registros, pasa varias páginas con aire ausente, y finalmente se detiene en un expediente atado con una cinta de seda. “Oh, sí. Aquí está. No es sólo mi factura, por lo que veo, hay una copia de la sentencia. Entregué todos los documentos a la Oficina de los Archivos Nacionales. Es un caso bastante viejo, ¿por qué les interesa ahora ?”. “Estamos investigando la muerte del Dr. Young. Fue asesinado esta mañana”. “¡Por Dios! ¡Qué desgracia! Pobre Dr. Young, ahora me acuerdo, ¿saben? No ha tenido una vida fácil, el hombre. Primero los cargos, después el proceso, las dificultades financieras, finalmente el trabajo no oficial en el hospital. Oh, Dios, tal vez no era un santo, pero no era un mal médico”. “¿Nos lo puede explicar?” “Yo era el abogado de acusación, en esa ocasión. E incluso aunque el tribunal absolvió a Young de todos los cargos, permaneció convencido de su culpabilidad. En retrospectiva, yo diría que tal vez se trataba de errores involuntarios, accidentes del oficio, sin embargo... no sé... había algo misterioso en el hombre, algo que no creo que saliera a flote durante el proceso. En mi trabajo se aprende a saber si alguien tiene un secreto, pero también se aprende a mantener estas consideraciones para uno mismo. La justicia se basa en hechos y no en suposiciones”. “Estamos de acuerdo en eso. ¿Recuerda cualquier otra cosa?”. “No, lo siento. Eso es todo lo que recuerdo”.
30 CE El Sr. Ellis consulta la nota que le damos con la lista de nombres de todas las personas involucradas de alguna manera en la investigación. “Es una lista un poco larga, piden información sobre un período de tiempo bastante amplio. Se
necesitarían al menos un par de semanas para hacer una búsqueda en nuestros vastos archivos... espero que no te ofendan si les digo en este momento no puedo dedicarle todo ese tiempo. Entre los anuncios de nacimientos, matrimonios, defunciones, los accidentes, los procesos y la correspondencia, casi sin duda toda esta gente ha aparecido en las páginas de nuestro periódico, al menos una vez en sus vidas”. “Ciertamente, Sr. Ellis, le entendemos muy bien”. “¿Cómo puedo ayudarles, entonces?”. “¿Hay por lo menos algún artículo que recuerde, algo en particular?”. Los ojos de Henry Ellis vuelven a la lista, para mirar luego al techo, como si buscara inspiración. Finalmente, una leve sonrisa aparece en su rostro. “Puede Ser. Déjenme ver, tal vez tenga algún recorte de periódico aquí, en mi oficina. ¿Ven? Mantengo siempre los artículos sobre delincuencia, en mi trabajo es esencial para poder hacer conexiones entre diferentes hechos, incluso después de muchos años. Los lectores esperan grandes avances, y yo trato de cumplir tanto como me sea posible”. Ellis abre un par de carpetas, hurga en los estantes, y murmurando para sí recoge algunos recortes antiguos pero bien conservados. “Aquí está, esto es todo lo que puedo encontrar, así de pronto.” Se trata de tres artículos diferentes, relativos a distintas personas y épocas. INCIDENTE EN EL CIRCO HENGLER 06 de febrero de 1875 Increíble tragedia anoche en el Circo Hengler de Argyll Street. Es la primera vez en la historia del circo británico, que un incidente trivial se convierte en tragedia ante los ojos del público, a pesar de la rápida intervención del personal de emergencia en la pista. Red Rajah, nacido FT, estaba actuando en su programa habitual de disparos a caballo, en medio de los aplausos de la multitud entusiasta. Durante uno de los números de ejecución más difícil, mientras Red Rajah se disponía a disparar a una manzana
que colgaba de una cuerda mientras estaba de pie en la silla de un caballo que trota, el animal se ha caído de repente, dejando caer al artista contra las barreras. El arma de fuego, afortunadamente, pasó rozando al público sin causar víctimas, pero Red Rajah ha sufrido una fractura de la pierna izquierda y una fractura múltiple del brazo izquierdo, causada por el impacto con la barrera de la pista. De acuerdo con las pruebas médicas preliminares la carrera del artista se ve seriamente comprometida, ya que es probable que Red Rajah no pueds recuperar el uso de su brazo izquierdo. El diagnóstico es más optimista en lo que se refiere a la pierna, que se espera que vuelva a su sitios dentro de unos meses. En cualquier caso, el público se resigna a la decadencia de una estrella de circo. DOCTOR YOUNG ABSUELTO 27 de noviembre de 1876 Concluyó estos días el juicio del Dr. Young, acusado de ser responsable del deterioro de pacientes magullados, heridos o lesionados, en el período entre 1874 y 1875. Después de la arenga excepcional de la defensa, en la persona del abogado W. Bakersfield, el jurado absolvió a Dr. Young de todos los cargos. Ningún comentario por parte del Ministerio Público, en la persona del abogado F. Nast. Decisivos los testimonios de las presuntas víctimas, que han jugado un papel crucial en el proceso. El veredicto elogió la labor del Dr. Young, señalando que ha salvado a sus pacientes de una muerte segura, aunque en algunos casos las intervenciones desesperadas han dejado mutiladas a las víctimas. Ninguno de los médicos implicados en el caso fue inhabilitado. El Dr. Young ha expresado alguna preocupación acerca de su profesión, mencionando la posibilidad de abandonar la carrera de Medicina. Según los rumores, esto podría ser debido a las dificultades económicas que el doctor ha debido afrontar por el largo proceso. Todo esto nos hace pensar en el papel de la justicia en nuestro país, y cómo pueden influir en gran medida los principios meritocráticos a las bases del Imperio Británico.
TRAGEDIA EN EL CIRCO HENGLER 15 de junio de1885 Otro incidente en el Circus Hengler, sin duda uno de los más graves en la historia del infortunado circo. El famoso domador de Rey de la Selva, nacido JK, fue destrozado por sus fieras anoche, frente a los gritos de un público aterrorizado. La tragedia fue tan sangrienta que varias damas del público, e incluso algún caballero, se han desmayado y tardaron varias horas en recuperar la conciencia y ser capaces de volver a casa. Dados los cada vez más largos y frecuentes períodos de cierre del Gran Circo de Charles Hengler, la tragedia podría significar el fin de una era. En la última época, el circo ha visto significativamente reducida la afluencia de público. El número de accidentes en los últimos años, más o menos graves, junto a la feroz competencia de las estrellas ascendentes del Music Hall, sin duda, menos peligroso y tal vez más atractivo, podría marcar el final del circo que conocemos. El Rey de la Selva deja esposa y dos hijos. Christian, el mayor, en respuesta a la pregunta “¿Qué van a ser ahora con vuestra vida?” Respondió con tristeza: “No sé, sólo una cosa es segura: ninguno de nosotros va a trabajar más en el circo, se lo aseguro”. “Eso es todo”, dice Ellis, “sin duda habrá otros artículos similares en nuestro almacén, pero en este momento no tengo tiempo para completar la investigación.” “No importa, Sr. Ellis, tal vez ya nos ha ayudado más allá de nuestras expectativas”.
35 CE El Sr. Hogg nos recibe pensativo en su oficina. Aunque hace uso de la ropa típica del reportero, a la caza de noticias, dados sus modales hacen, y la ostentación de la seguridad, se puede adivinar fácilmente su pasado como policía. “¿Así que están ustedes aquí por el asesinato de Young? Tenía la esperanza de encontrar algo para mi artículo, pero me temo que tendré que limitarme a entregar una sencilla crónica de los acontecimientos”.
“¿Así que no tiene ninguna novedad? ¿Ninguna referencia a algún evento del pasado?” “Está el proceso de 1876, cuando el Dr. Young fue acusado injustamente de práctica deficiente y de torturar a los pacientes. Estaba siguiendo esa pista en este momento, antes de que entrasen tan de repente en mi oficina”. “Lo siento, no queríamos molestarle...”. “Ahora que el daño ya está hecho, igual da que les diga las conclusiones a las que he llegado, para que salgan de aquí lo más rápido posible. Por lo tanto, aún no le he echado las manos encima a los papeles del proceso, pero por lo que recuerdo el veredicto fue bastante sorprendente. Todo el mundo espera que fuera un caso criminal largo, pero ahora que lo pienso, sorprendió al jurado y a los abogados. El Dr. Young fue declarado inocente en un par de días, pero mi intuición me dice que pasaba algo”. “¿Nos está diciendo que el proceso podría haber sido... corrupto?” “No sé, no tengo aún pruebas. Pero hablando de la ausencia de un motivo preciso, con exclusión de las personas que vivían en el edificio de Euston Road, ninguno de los cuales sería tan estúpido como para cometer un delito en su casa, y también excluyendo los diversos parientes con quienes entiendo que El Dr. Young no tenía ningún problema, todo lo que queda es el campo profesional. Y puesto que la única mancha en el pasado del Dr. Young es precisamente ese proceso, entre otras cosas poco claro y convincente, la lógica me dice que ese es el camino a seguir. ¿Holmes no les ha enseñado a pensar en los hechos?”. “Probablemente tiene razón, Sr. Hogg, seguiremos su consejo”. “Son bienvenidos, chicos, para cualquier cosa. Y ahora, si no les importa, me gustaría volver a mi trabajo”.
36 CE Entramos en el elegante edificio del tribunal penal, un poco incómodos. El edificio es frecuentado por jueces, abogados, inspectores de policía,
contables y empresarios, todos bastante elegantes. Nuestras ropas sucias y desaliñadas desentonan con la elegancia que se respira en Old Bailey. Nos movemos a lo largo de la pared tratando de no darle demasiada atención, como si estuviéramos allí por casualidad. Entonces, finalmente, vemos en una silla la figura familiar de Edward Hall. El joven abogado está leyendo cuidadosamente una gran carpeta llena de papeles. Se da cuenta de nuestra presencia sólo cuando carraspeamos a un paso de él. “Ah, sí, los muchachos de Holmes. ¿Cómo puedo ayudarles?”. “Estamos investigando la muerte del Dr. Young”. “¿El Dr. Young? ¿En serio? Y cuando sucedió?”. “Esta misma mañana. Pensamos que podría ser útil investigar algún viejo proceso, o algo así. ¿Sería tan amable de ayudarnos a encontrarlo?”. “Eso depende. ¿Qué es exactamente lo que están buscando?”. “Queríamos ver si Young había sido acusado de algo, o alguien lo había acusado en el pasado. Tal vez su muerte esté vinculada con una venganza, y consultar la documentación, en su caso, podría ayudarnos”. “Eso depende. ¿Hace cuanto?” Le lanzamos una mirada dudosa, un poco molestos por la actitud puntillosa del abogado. “Hace varios años, tal vez diez, tal vez una docena: ¿No sería más fácil buscar si hay algún archivo a nombre de William Young, con el fin de averiguar la fecha exacta de cualquier juicio?”. “Hijos míos,” responde Hall ajustándose las gafas con el dedo índice. “Esto es el tribunal penal, no los Archivos Nacionales. Aquí se llevan a cabo los procesos, las audiencias, se da entrada a las solicitudes y se controlan las certificaciones necesarias. En muchos casos, cuando la justicia funciona, enviamos incluso a algunos criminales a la cárcel. En el Old Bailey nunca encontrarán ningún documento de expedientes que lleven cerrados más de un año, a menos que el caso no se haya vuelto a abrir, que haya un nuevo proceso. Si lo que quieren tiene más de un año
de antigüedad, tendrán que ir a la Oficina de los Archivos Nacionales, en el 14 de Chancery Lane, que es donde se guardan los papeles viejos, para el archivo histórico”. “Oh... gracias, no lo habíamos pensado.” “Piénsenlo la próxima vez, entonces”.
38 CE Entramos en la oficina del médico forense mientras Sir Jasper Meeks se inclina sobre la mesa, con la intención de dejar unos papeles voluminosos. “Buenos días. Esperaba su visita. ¿Están ustedes interesados en el análisis sobre el cuerpo del fallecido Dr. Young, supongo...”. “Exactamente. ¿Qué nos puede decir acerca de la causa de la muerte?”. “Todos los análisis del cuerpo confirmaron la hipótesis de Scotland Yard. El Dr. Young fue asesinado de un disparo. La bala le atravesó el pecho, destruyendo varios órganos vitales y causando la muerte casi inmediata. A juzgar por las lesiones, el disparo debió llegarle desde arriba, lo que sugiere que el asesino es muy alto, o que la víctima se encontraba de rodillas cuando le dispararon. Los análisis indican cómo hora probable de la muerte las de ocho de la mañana, que coincide con la versión dada por los testigos”. “¿Así que no encontraba nada interesante?” “En el cadáver, nada. Pero me di cuenta de algo inusual en la ropa del Dr. Young. La investigación inicial sugiere que la víctima había sido asesinada por alguien en la misma habitación, o muy cerca. Si fuera así, en la ropa del médico tendría que haber un poco de quemadura, como la que dejan sus armas cuando golpean un objetivo a corta distancia. En cambio me he encontrado nada, ni un residuo de tejido quemado, o rastros de pólvora”. “¿Esto podría demostrar que el asesino disparó desde lejos?”. “Claro. A juzgar por la herida y lesiones, yo diría, sin embargo, que no demasiado lejos. Cerca de
diez metros, tal vez un poco más. Esto hace que sea aún más extraño si tenemos en cuenta que el disparo vino de arriba”. “Esta es una gran noticia, Sr. Meeks: ¡seguramente llevará a un punto de inflexión en nuestras investigaciones!”
52 CE En el Raven & Rat del Sr. Johnson, Porky para los amigos, se siente uno como en casa. En el bar nos encontramos con nuestro robusto amigo, ocupado como siempre en los barriles de cerveza. Después de un rato nos reconoce y comienza a frotar la barra con las manos no muy limpias y un trapo del mismo color, más o menos, en nuestras narices. “Bueno, chicos, ¿qué viento les trae por aquí?” “Mataron a un médico esta mañana. Su nombre era William Young. ¿No tendría casualmente algún enemigo entre las personas que visitan su negocio?” “¡Ah! Sí, los asesinos y la escoria siempre están aquí, a mi lado. ¿No es cierto? “. “Bueno, no, pero pensamos que...”. “Ey, chicos, estaba bromeando. Es obvio que la escoria viene a por mi bazofia, Dios nos ayude si no fuera así, ¿no? Mi negocio sufriría, y yo aún más”, dice con un guiño. “Así que vamos a ver: William Young, dijeron ... no, no me acuerdo de nada, nunca he oído algo, estoy bastante seguro.” “Tal vez, de todas formas, haya estado aquí alguien que viva en el mismo edificio, tenemos una lista de nombres si quieres...”. “Venga, muchachos, soy todo oídos”. “¿El Sr. Heinrich Kruller?”. “No sé quién es”. “¿El Sr. John Hengler?”. “¿Quién, el tipo del circo? Nunca se ha molestado en poner el pie en aquí, el señorito”. “Pero tú lo conoces”. “Por supuesto, ¿quién no? El Gran Circo Hengler pasará a la historia, mocosos, se dice a sí mismo Porky, no a nadie en concreto”.
“De acuerdo. Entonces sólo nos queda un último nombre: la Sra. Esther Haley”. “¿Quién, la de los Baños Públicos? Ni la he visto nunca ni la conozco”. “¡Pero si acaba de mencionar sus baños públicos!”. “¡Muchachos! En los baños por educación, como mucho, hay que miccionar. Miccionar, entendido, no mencionar. ¿Qué os pensáis, que es un lugar de reunión? Conozco a casi la mitad de Londres, modestamente, al menos por su nombre y apellido. Pero conocer es una cosa, tener chismes para es otra. Y de la señora no tengo nada que decir, excepto lo que dicen todos”. “¿Y qué se dice?”. Porky se pone serio por un momento y comienza a hablar un poco más bajo, pero no lo suficientemente bajo como para pasar muy desapercibido. Los clientes en el mostrador del Raven & Rat escuchan interesados el relato. “Bueno, hace varios años el viejo Gustav, el fundador de los Baños Haley, estiró la pata, pero nadie se esperaba que la viuda lo engañara con otro en este momento, a su edad. Hay rumores de que la Sra. Haley tiene cierta simpatía por un audaz joven, de una familia rica, pero no me convencen. Si fuera así de acomodado, alguien sabría quién es, ¿no? En cambio, parece que el caballero hace de todo para permanecer en la sombra, o más bien, a la sombra de la dama. Algo no muy difícil, dado el tonelaje de la vieja, je, je. Sin embargo los dos se ven a menudo, cogidos del brazo como una pareja de amantes, y nadie ha tenido éxito en averiguar quién es ese misterioso pretendiente. Pero nadie engaña al viejo Porky: llevará un coche con los herrajes oro macizo, pero en mi opinión son falsos, un cebo para la vieja dama gorda. Creo que el valiente joven quiere tener en sus manos la propiedad de la viuda Haley, y la está engañando fingiendo ser rico y joven. ¡Oh, lo siento, joven es de verdad! ¡Ja, ja! “ “Gracias, Porky, gracias... realmente muy interesante”.
74 CE La Sra Helwig es una chica bonita, de no más de veintidós años. Nos recibe amablemente en su modesto apartamento, casi un armario. “Lo siento, es un poco pequeño, pero por favor, tomen asiento. ¿Cómo puedo ayudarles?”. Nos presentamos y explicamos nuestras intenciones. “Oh sí, los ayudantes Holmes, he oído hablar al respecto. Me alegro de poder decir todo lo que sé, aunque dudo que lo encuentren interesante”. La Sra Helwig tiene razón: su versión no añade nada a lo que ya sabemos, dado que no estaba presente en el momento del crimen. Pero cuando se le preguntamos para confirmar la versión del Sr. Hengler, aparece hay algo interesante. “El Sr. Hengler tiene razón. Querrá excluir definitivamente la posibilidad de que alguien haya pasado la noche en nuestras oficinas, ese día. Pero es igual de cierto que, técnicamente, sería posible”. “¿Puede explicárnoslo?” “Hay un sofá cama en la sala de espera. Hace unos meses que mi hermana, que normalmente reside en York, vino a verme y se instaló en el Hotel St. Pancras. El hotel tenía algunos problemas financieros y después de unos días la echaron de la habitación sin previo aviso. Gracias a Dios esto ocurrió un domingo, y el Sr. Hengler aceptó acoger a mi hermana en la oficina, con carácter excepcional. Como se puede ver mi casa es muy pequeña, no hay ni siquiera un sofá para los huéspedes. Sin embargo, fue sólo una noche, hace muchos meses. El Sr. Hengler debe haberlo olvidado”. “¿Por qué crees que el Sr. Hengler debe haber olvidado este evento?”. “Oh, con el debido respeto, el Sr. Hengler tiene ya cierta edad. Si desea información precisa sobre el pasado, pregúntennos a mi o a Daniel, el contable. El Sr. Hengler tiene la cabeza aquí y allá, no sé si entienden lo que quiero decir”. Estas palabras nos hacen dudar de la versión del
Sr. Hengler Tal vez la vejez podría haber hecho que omita, sin querer, algún detalle. Decidimos investigar. “Una última pregunta, señorita: ¿Cree que alguien ha sido capaz de eludir la vigilancia del Sr. Hengler anoche, y esconderse en el edificio sin su conocimiento?”. “Absolutamente no. El Sr. Hengler tiene algún problema de memoria, todo el mundo sabe eso, pero es un auténtico sabueso cuando se trata de controlar la oficina. Nunca he podido poner ni un jarrón con flores sin que se diera cuenta de inmediato, esa misma tarde. Si el Sr. Hengler dijo que no había nadie en el primer piso, cuando cerró nuestras oficinas a las cinco, estoy absolutamente segura de que es verdad”.
94 CE El apartamento de Fogerty es parte de una larga hilera de casas adosadas, todas iguales entre sí, cubiertas de tubos, ladrillos burdeos y canalones oxidados. Nos abrimos paso entre la ropa que cuelga afuera, cubierto de hielo y escarcha, para llamar a la pequeña puerta descuidada. Abre una chica muy joven, que a pesar de la cara demacrada parece esconder unos hermosos rasgos, con una pequeña nariz y pelo rojizo. Espera sorprendida, sin decir una palabra. “Buenos días, queríamos con el Sr. Sean Fogerty, si es posible”. “¿Quién, mi hermano? ¿Son amigos suyos?”. “No, pero podemos llegar a serlo si nos da una oportunidad”. “Lo dudo, no creo que quiera ver a nadie hoy día”. La chica sigue apostada detrás de la puerta, sin quitar el cierre. “¿Hoy en día? ¿Podemos preguntar por qué?”. “Hoy, ayer, el año pasado, no habría ninguna diferencia. Mi hermano es una persona... particular, se nota que no le conocen... él...”. “Es un tipo pintoresco, ¿verdad?” tocando la sien con el dedo índice. “Ah, así que lo saben. Lo siento, pero prefiero no
dejarles entrar de todas formas, ni dejarles verle. Hoy tiene una fuerte fiebre cerebral, peor que de costumbre, y este frío no ayuda, por supuesto”. “¿Podemos al menos hacerle a usted algunas preguntas antes de irnos?”. “Les concedo una, que ya llego tarde al trabajo”. “¿Puede decirnos algo del Dr. Young, el médico que operó a su hermano?”. La chica nos lanza una mirada inyectada en sangre, y sus mejillas se vuelven de color rojo. “¡Oh, ese bribón! Había olvidado su nombre, después de todos estos años. Pero recuerdo el proceso, a pesar de que yo era una niña en ese momento. Fue la primera y única vez que puse un pie en un tribunal, en toda mi vida, ¿cómo podría olvidarlo? Sin embargo, del maldito Dr. Young, sé poco o nada. Después del juicio, que ha arruinado la vida de mi familia, ya no volvimos a oír hablar de él. Mi padre y mi madre se mataron a trabajar, para tirar del carro y conseguir dinero para cuidar de mi hermano, pero al final todo fue en vano. Así que aquí estamos, pasando hambre entre los gritos de mi hermano y de los vecinos, que se quejan por el ruido”. “Lo siento, de verdad. Si pudiera decirnos algo sobre el proceso, tal vez podríamos hacer justicia...”. “¿Justicia? ¡Pero qué justicia, señores! La justicia no existe, el mundo pertenece a los astutos, como solía decir mi abuela. Nos detienen, nos dejan en la miseria, aunque seamos inocentes, y el Dr. Young, con todo su dinero, puede darse el lujo de comprar jueces y testigos. ¡Justicia para otros, para mi hermano nada!”. “¿Así que cree que el Dr. Young compró su inocencia?”. “¡No lo creo en absoluto, estoy segura! Y ahora, si me disculpan, tengo que cambiarme para ir a trabajar. Adiós señores, y si ven al Dr. Young, denle una patada en el culo de mi parte”.
Barrio Centro Oeste 5 CO El depósito central de coches se parece un poco a una estación de tren, un poco a una granja y un poco a una feria de ganado. Empezáis a hablar con varios cocheros, preguntando aquí y allá si alguno de ellos recuerda haber transportado pasajeros al 47 de Euston Road, esa mañana antes de las ocho. Para asegurarnos, también nos informamos sobre los horarios de tarde, con la esperanza de encontrar alguna referencia a la fuga del asesino. Después de unos diez minutos nos responde Jimmy, un joven cochero cubierto de pecas. “Sí, llevé a un pasajero al 47 de Euston Road, esta mañana, alrededor de las nueve. Ahora voy casi todos los días: con este frío la Sra Helwig no se decide a ir a trabajar a pie. Pobrecita, no es realmente una persona acomodada, y cuando me toca a mi darle el paseo, trato de hacerle a ahorrar unos pocos peniques en la carrera... pero no lo digan por ahí, por favor “. “¿Así que conoce a la señorita Gertrude?”. “No, tal vez ... he de decir, que me sentiría honrado de tenerla como amiga”, responde Jimmy mostrando cierto embarazo, con las mejillas sonrojadas de pronto. “Sólo sé que desde hace un par de semanas pide a menudo un coche, para ir a trabajar y para volver a casa”. Un poco decepcionados por la respuesta decidimos no darnos por vencidos, y continuar la investigación. Después de un cuarto de hora nos encontramos con otro cochero que recuerda haber ido a Euston Road. “Sí, pasé por delante al llevar a un cliente de la estación de St. Pancras, esta mañana, a las ocho en punto. Por desgracia no sé el nombre del pasajero, sólo puedo decirles que era un hombre de mediana edad, un poco corpulento, con el pelo negro rizado y una barba bien cuidada “. “¿Y no le dijo nada? ¿Notó algo extraño?”. “No, nada, excepto el hecho de que se quejó durante todo el viaje. Tuvo que tomar un tren
temprano esta mañana, algo que dijo que hacía muy a menudo, por negocios, y por lo general se alojaba en el Hotel St. Pancras. Pero el St. Pancras ha cerrado, por lo que se vio obligado a quedarse en el Mexborough Private, que no está precisamente a dos pasos de la estación, en Euston Road. Le entiendo perfectamente, ya que tuvo que gastar más, pagar dos viajes en coche y además despertarse una hora antes de lo habitual”. “Aparte de eso, ¿no ha notado nadamás?”. “No, nada, lo siento.” Estamos a punto de salir cuando un viene un coche, conducido por un cochero a quien no hemos hecho ninguna pregunta ya que estaba ausente. Decidimos preguntarle, también, para estar seguros de no perder ninguna oportunidad. “¿Euston Road, 47, dicen ustedes? Claro, he estado allí dos veces, entre ayer y hoy”. “¿Dos veces?”. “Sí, ayer por la noche, alrededor de la medianoche, dejó a un señor mayor enfrente de la estación de St. Pancras. Un tipo taciturno, que no pronunció una palabra durante todo el recorrido de Cardigan Street hasta el destino, y allí se quedó inmóvil, apoyado en su bastón. El segundo, creo que es un médico, lo llevo a menudo al trabajo. Vive en Cadogan Street, muy lejos de aquí, y casi todas las mañanas lo llevo a trabajar a las ocho en punto, siempre al 47 de Euston Road”. Después de esta última respuesta nos resignarnos, damos las gracias al conductor y decidimos a abandonar el depósito de los coches, al menos por hoy.
14 CO Apenas entramos en edificio de los Archivos Nacionales identificamos a Disraeli O’Brian, nuestro contacto, que nos reconoce y nos lleva en una pequeña habitación apartada. “He recibido vuestra solicitud. Me tomó un poco de tiempo, pero encontré lo que me pidieron”. Nos muestra una carpeta llena de documentos, amarillenta y ligeramente desgastada por el tiempo.
“Estos son los documentos del proceso de Young, en octubre de 1876. Pueden darle un vistazos ahora, si quieren, pero no puedo prestárselos ni hacerles una copia”. Agradeciéndoselo calurosamente a O’Brian abrimos la carpeta y empezamos a revisar los diversos documentos. El lenguaje prolijo y complicado de las relaciones judiciales dificulta la lectura, por lo que decidimos tomar algunas notas y compilar una hoja resumen con la información clave: Fecha del proceso: Octubre de 1876 Sospechoso: Doctor William Young, nacido en Winchester en 1843 Acusación: Deficiencias voluntarias en pacientes contusionados, heridos, lesionados. Realización de cirugías innecesarias con el fin de comprobar el efecto sobre el sistema nervioso y sus conexiones dentro del cuerpo humano. Violencia física y torturas cometidas entre 1874 y 1875. Abogado de la acusación: Flavius Nast. Abogado de la defensa: Wppdmard Bakersfield Consejo médico: Doctor Moore Agar Testimonio: Sir Jonathan Karth, Sean Fogerty, Frank Tatum, Resumen de la audiencia: presentación de los hechos por parte de la fiscalía. Intervención del doctor Agar y réplica del doctor Young. Exposición de los informes médicos. Valoración de los documentos médicos. Testimonio del Sr. Karth, cegado por una intervención del doctor Young. Testimonio (poco comprensible) del Sr. Fogerty, cerebro deteriorado después de una operación realizada por el doctor Young. Testimonio del Sr. Tatum, una pierna y un brazo lisiados después de someterle a tratamiento el Dr. Young. Intervención de la defensa. Discurso de la acusación. Discurso decisivo de la defensa, que demuestra que a) ningún testimonio resulta decisivo y convincente, b) todos los pacientes tenían su vida potencialmente amenazada, c) el doctor Agar promoía intereses intereses personales, en términos de carrera médica, contra el doctor Young, por un puesto vacante en el Hospital Middlesex, por lo que el
procedimiento podría estar viciado. Veredicto: el tribunal absuelve al doctor Young de todos los cargos, porque no sexisten pruebas. El doctor Young es elogiado haber salvado la vida de los pacientes, aunque a un alto precio. Ninguno de los médicos involucrados es expulsado de la orden. O’Brian pide revisar nuestras notas, y luego sonríe y nos guiña un ojo. “Muy bien, de hecho, me parece que las notas resumen, no serán consideradas por nadie una copia de los documentos oficiales. Pero no las dejéis ver demasiado, de acuerdo?”. “¡Cuente con nosotros, Sr. O’Brian, y gracias!”.
17 CO “¿A quién buscan?”, repite el viejo hombre detrás de la ventanilla de la oficina de registro. Después de un breve intercambio de miradas intuimos que el empleado, debido a la edad, debe ser sordo como una tapia. Así que renunciamos a repetir por enésima vez los nombres que nos interesan y le pasamos un trozo de papel con una lista. El hombrecillo la consulta durante casi media hora, busca en varios pesados registros, y luego vuelve a aparecer en la puerta con la misma expresión exacta en la cara. “No sé lo que están buscando, muchachos, pero creo que no aquí hay nada nuevo. Pude confirmar algunas fechas de nacimiento: William Young, nacido en Winchester el 29 de marzo de 1843, o Courtney Young, 14 de Marzo de 1849, casada con el anterior, y la compañía... ¿pero que van a hacer entonces con esta información?”. “Bueno, nos servirá para una investigación...”. “¿Investigaciones? ¿Por quién me han tomado, por la oficina de información? No tengo nada más que hacer, yo, aquí, y detrás de ustedes hay una línea que fila que quiere ser atendida antes de la cinco, si puede ser”. “Realmente…”. “¿Que pase el siguiente!”.
47 CO Planta Baja Cruzando el hall de entrada del edificio llegamos al amplio apartamento del Inspector Gregory. “Oh, ustedes otra vez. No esperaba verles de nuevo tan pronto. Estoy matando el tiempo, antes de volver a Scotland Yard. ¿Tienen alguna noticia?”. “En realidad no. Sólo queríamos preguntarle si tiene algo que añadir, en el caso del Dr. Young”. “No creo, lo siento. Ya he dicho todo lo que consideré digno de mención, y ya me han tomado declaración en Scotland Yard “. “¿Hubo algún detalle que no haya sido reportado en su declaración?”. “Déjame pensar. Bueno, me di cuenta de que la estufa estaba todavía un poco caliente, cuando Gibbons y yo examinamos la habitación. Pero es bastante normal, probablemente el doctor la había dejado encendida durante la noche, no para encontrarse la oficina helada por la mañana. Todos lo hacen, ¿no?”. “Es cierto. ¿Algo más?” “No. He comprobado personalmente que ninguna de las ventanas del edificio hayan sido forzadas, y por supuesto he comprobado todas las puertas. Por esta razón, junto con Gibbons, dedujimos que el asesino no se pudo introducir en secreto en el edificio, y sugerimos que pasó la noche en el interior, con la ayuda de un socio”. “Gracias, Inspector Gregory, y disculpe de nuevo por las molestias”.
47 CO Escalera A Al entrar en el gran edificio vemos, justo después de un corto tramo de escaleras, las tres grandes escaleras que llevan a las plantas superiores. A lo lejos, justo por encima del nivel del pasillo, vemos un modesto pasillo que une las tres rampas principales (B, C y D). Desde la puerta de entrada sólo hay tres posibilidades: subir al pequeño tramo de escaleras que conduce al pasillo, llamar a la puerta del Inspector Gregory, o pasar por
el vestíbulo que conduce a la garita del portero. Desde aquí se llega a la pequeña escalera A que conduce a la casa del portero y su familia. Una pesada pared separa el pasillo de la escalera principal A, por lo que la única forma de pasar por la escalera principal a la escala A es atravesando el vestíbulo. Mientras dibujamos un mapa del edificio el portero llama nuestra atención. “¿Les puedo ayudar?”. “Estamos aquí en nombre del Sr. Holmes”, respondemos quitándonos el sombrero. “Oh, está bien”, murmura el portero un poco molesto, “imagino que querrán algunas preguntas, como hizo la policía”. “Si no es un problema”. “Es mi deber, señores. Por favor, pónganse cómodos”. Entramos en la garita del cuidador, desde la que controla fácilmente la entrada principal. “¿Puede decirnos, Sr. Kruller, quién entró en el edificio desde que el Dr. Young cerró la clínica anoche hasta esta mañana a las ocho?”. “Sólo la Sra. Haley, alrededor de las siete y media de esta mañana. Media hora más tarde llegó el Dr. Young, que subió las escaleras solo, como todas las mañanas”. “¿Cómo puede estar tan seguro?”. “Todos los residentes tienen una copia de la llave de la puerta principal, pero por seguridad durante la noche se cierra la puerta con dos cerraduras”, dice, señalando un segundo bloqueo que se ve desde la garita, instalado en la puerta principal del edificio. “Además, estoy siempre dispuesto a levantarse a cualquier hora de la noche. Y como robaron a la Sra. Haley hace unos años, siempre compruebo si hay cerca de la puerta algún desconocido antes de abrirla”. “¿Nos puede contar su versión de los hechos?”. “Con mucho gusto. El Dr. Young subió las escaleras para abrir la clínica, alrededor de las ocho, como todas las mañanas. Unos minutos más tarde oí el disparo, muy fuerte, ya que la clínica del Dr. Young está justo encima de mi alojamiento. Es por ello, que yo fui el primero en correr al lugar
de la desgracia, junto con el Inspector Gregory. Encontramos al doctor tirado en el suelo, como le conté a la policía”. “¿Seguro que no se quedó nadie, en las escaleras, durante la noche?” “Segurísimo. Yo siempre hago una visita de inspección antes de irme a dormir, y no hay lugares donde esconderse, ni en las escaleras ni en el pasillo, ni en cualquier otro lugar. Y debido a que las escaleras están por delante de ellos, nadie podría moverse durante la comprobación para evadir mi inspección”. “Gracias, Sr. Kruller, realmente fue una gran ayuda.”
47 CO Escalera B Después de unos minutos de espera nos hacen sentarnos en la oficina del Sr. Hengler. “Están aquí por el asesinato del pobre Dr. Young, imagino. ¿Cómo puedo ayudarles?”. “Estamos tratando de averiguar cómo el asesina pudo encontrarse en el interior del edificio esta mañana, si nadie lo ha visto pasar por la entrada principal. ¿Tiene alguna idea?”. “Heinrich, nuestro portero es un persona altamente fiable, si él dice que nadie más entró en el edificio, además de la Sra. Haley, creo que será verdad”. Al ver nuestras expresiones de desconcierto, el Sr. Hengler se explica fácilmente. “Oh, no es ningún secreto. Obviamente he hablado con los vecinos, después de haber sido interrogado por la policía... con la esperanza de ser capaces de contribuir a la investigación, por supuesto”. “Así que ya sabe que estamos considerando la posibilidad de que el asesino haya pasado la noche en el interior, tal vez escondido en una de sus oficinas. ¿Cree usted que es posible? “ “Oh, no, no lo creo. La mayoría de las habitaciones están siempre cerradas, y ya que nunca se usan las hemos sellado. Las únicas oficinas abiertas, en horario de trabajo, son mi propio estudio, la
habitación de la Srta. Gertrude Helwig, la oficina del contable Daniel Oliver y la sala de espera. Cada tarde a las cinco, cuando cierro mi oficina, hago una gira de inspección personalmente, por lo que es imposible que alguien pudiera esconderse dentro. No hay lugar para pasar la noche en secreto, en mis oficinas. Obviamente, yo soy el único que tiene la llave de acceso a esta planta del edificio”. “¿Estaba presente en el momento de la desgracia?”. “No, por la mañana abrimos las oficinas a las nueve. Cuando llegué, la policía ya estaba allí, y fue informado del terrible incidente por un agent de guardia... El Sr. Gibbons, creo”. “¿Qué relación tenía con el Dr. Young?”. “Un cordial respeto, diría yo. Nuestras actividades tenían poco en común, después de todo este es un lugar de trabajo, para mí, como lo fue para él. Nos encontrábamos en el vestíbulo de vez en cuando, intercambiábamos unas palabras de cortesía y luego nos despedíamos”. Reflexionamos brevemente sobre la versión de John Hengler. Dado que el edificio alberga solamente oficinas administrativas, decidimos investigar después el Circo. “¿Sería tan amable de explicar por qué el circo no tiene espectáculo, en este momento?” “Con mucho gusto. Nuestro circo estaba a un lado de Oxford Street, pero se cerró hace unos años. La historia del circo es bastante difícil. En la antigüedad, el sitio del circo, era el hogar del Duque de Argyll que, hasta 1860, fue ocupado por el primer conde de Aberdeen. Tras la muerte del conde el edificio fue derruido y en su lugar se construyeron bodegas, por encima de las cuales, diez años más tarde, se llevó a cabo el Bazar Corintio. Toda la estructura fue finalmente comprada por mi padre, Charles Hengler, que restauró el edificio y lo convirtió en el Gran Circo Hengler. El circo se abrió al público en 1871, pero el éxito fue breve. En los últimos años el Circo ha permanecido cerrado durante mucho tiempo, debido a la gran competencia de los teatros presentes en la región, así como los accidentes cada
vez más frecuentes, más o menos graves. Como usted sabe la edad del circo llega a su ocaso, por desgracia, hoy en día se habla mucho del Musica Hall. Sin embargo, después de la muerte de mi padre el año pasado, el circo cerró sus puertas de forma permanente. Mis hermanos y yo decidimos venir a vivir a las oficinas administrativas, para reducir gastos durante la reorganización. El viejo edificio del Circo está actualmente cerrado, y todas las actividades han sido suspendidas, creo que al menos hasta este verano. “ “¿Podría decirnos qué hace exactamente, en esta oficina?”. “Yo soy el único que todavía aspira a mantener la tradición familiar. Mis hermanos ya han tomado otras carreras y no tiene intención de reabrir el Circo. Personalmente estoy promoviendo algunos pequeños espectáculos en gira, en las afueras de Londres, para hacer algo de dinero. Las ganancias se gastan para mantener esta oficina y en pasar una pensión modesta a los artistas de circo de la antigua gestión, a la espera de tiempos mejores. Mientras tanto estoy organizando entrevistas con artistas jóvenes, con la esperanza de seleccionar un nuevo grupo de profesionales e impulsar la actividad. Todos los días recibimos varios artistas jóvenes y viejos, todos en busca de trabajo o de una oportunidad”. “Gracias, Sr. Hengler, ha sido muy exhaustivo. Hasta pronto”.
47 CO Escalera C Entramos en el gran edificio, cuya mole ocupa todo el bloque, y subimos al segundo piso. Al pasar por la puerta que conduce de la escala C a las distintas oficinas entramos en la pequeña clínica médica, donde fue encontrado el cuerpo del Dr. Young. El agente John Gibbons, envuelto en su abrigo, cierra inmediatamente la puerta detrás de nosotros. “Espero que Gregory nos de permiso para cerrar la ventana por la noche”, dice el agente. “¿No se ha tocado nada, desde que se encontró su cuerpo?”.
“Exactamente”, confirma el agente, “aparte de la puerta de la clínica, que por supuesto estaba abierta. Pensé que era prudente cerrarla para que no se enfríe todo el edificio, como Gregory dio órdenes de no tocar la ventana. El cadáver está en el anatómico forense en este momento”. “Gregory sabe lo que está haciendo”, comentamos mientras examinamos la habitación. A la izquierda hay una pequeña biblioteca, llena de publicaciones científicas, libros de medicina y enciclopedias. En una estantería hay algunas botellas de medicamentos para primeros auxilios, bastante genéricos, y algunos instrumentos médicos. Al lado de la biblioteca vemos una gran estufa, casi nueva, en cuya parte superior ligeramente cóncava se notan algunas manchas, tal vez debido a la humedad. La ventana, con vistas a Euston Road, está completamente abierta; bajo el alféizar de la ventana vemos manchas en el papel pintado, al parecer causadas por la cuerda garfio utilizada por el asesino para escapar. A la derecha está el escritorio del médico, en el que hay un poco de papel desordenado y el periódico de ayer. “La víctima fue encontrada cerca de la ventana, en el suelo, con un disparo en el pecho”, dice el agente Gibbons, “como demuestra el charco de sangre en el suelo. Al caer, la víctima debe haber chocado con la silla, que fue volcada. Gregory ya ha examinado los papeles de su escritorio, que ahora están en Scotland Yard, pero no encontró nada interesante”. “¿Fue el primer oficial de policía en llegar al lugar después del inspector Gregory?”. “Exactamente”. “¿Notó algo extraño, nada más entrar?”. “Sí. Cuando entré en la clínica me di cuenta de un fuerte olor desagradable, similar al de la col hervida. Según el inspector Gregory el olor era aún más intenso, a las ocho de la mañana, pero con la ventana abierta ahora el olor ha desaparecido por completo”. “Muchas gracias, Gibbons, y buen trabajo”.
47 CO Escalera D La Sra.Haley nos da la bienvenida en persona, abriendo la puerta con vistas a la escala D, en el último piso del gran edificio de Euston Road. “Siéntense, por favor. Hoy estoy sola en la oficina, así que haré personalmente los honores”, dice con un guiño. Entramos bastante perplejos, sorprendido por la actitud de la señora aparentemente jovial. Después de darnos la bienvenida en una pequeña sala de estar, y ofreciéndonos una taza de té sin enfados ni elogios, la Sra. Haley nos cuenta su versión de los hechos. “Sí, conocía bien al Dr. Young. Después de todo, hace más de diez años que nos conocemos, o más bien, que yo lo conozco. Fui la primera en mover las oficinas administrativas aquí, ¿saben? Después de la muerte de mi marido Gustav, que en paz descanse, yo no quería manejar más el negocio desde las oficinas de Seymour Street. Cuando me enteré de que este apartamento, justo al lado de los Baños, estaba libre, no pensé dos veces y trasladé aquí la gestión. ¡No los Baños, por supuesto, que están en el 57 de Seymour Street! Sin embargo, el Dr. Young abrió su clínica hace una década, en nombre del Hospital Middlesex”. “Interesante, pero realmente queríamos...”. “Claro, claro, están aquí para saber si vi algo, lo siento. Bueno, sí, da la casualidad de que yo siempre llego temprano por la mañana. Por otra parte, con el trajín que hay abajo, las primeras horas del día son las más tranquilo para trabajar”, otro guiño. “Creo que abrí la oficina media hora antes de las ocho. Escuché muy bien el tiro, de hecho era imposible no escucharlo, tan de cerca. Fue lo suficientemente fuerte como para sacudir las ventanas, por lo menos las que le dan a Euston Road”. “¿No ha visto nada, señora? ¿Ni oído algún ruido proveniente del techo, o de fuera? “ “Oh, no. El techo está bastante deteriorado, vean, se oyen incluso los pasos de los gatos, cuando se juegan el cuello aventurándose de una chimenea a
otra. Lo mismo se aplica a las paredes del edificio, nadie podía subir sin romper algo, creo. Como se puede ver el edificio es sólido pero viejo, el acabado exterior está en bastante malas condiciones, sería difícil no dejar rastros”. “¿Chimeneas, ha dicho? ¿Cuántas hay?”. “No me acuerdo, creo que cuatro o cinco. ¿Por qué les interesa?”. “¿Cree que podría ser posible para un hombre o un niño, pasar a través de la chimenea y colarse en uno de los apartamentos?”. “No, definitivamente es imposible, se lo aseguro. Las chimeneas son todas muy estrechas, hasta ahora nadie ha conseguido nunca limpiarlas como debería. ¡Ni un niño podría bajar por la chimenea!” dice parpadeando repetidamente los ojos. “Interesante. Han debido entrar en el edificio antes de las ocho. ¿Es posible que alguien haya entrado por detrás, digamos... trepando por la pared?”. “Yo lo descartaría. Hace unos años fui robada por un delincuente en la entrada de la puerta, mientras estaba metiendo la llave en la cerradura. Desde entonces, si tengo que ir a la oficina cuando están desiertas las calles, como sucede al amanecer, siempre uso el timbre para alertar al Sr. Kruller. Es un gran portero, se toma la molestia de abrir la puerta y controlar la entrada la forma, tanto al llegar y cuando vuelvo a casa”. “Bueno, señora, le estamos muy agradecidos. Sólo una última pregunta: ¿no intercambiaba nunca algunas palabras con el Dr. Young... se trataban?”. “Claro, claro, nos veíamos al menos una vez al mes”. “¿Podemos preguntarles por qué, si no tiene inconveniente?”. La Sra. Haley deja escapar una risa, y continuación, nos muestra el ojo. “Pues debido a este ojo bailarín, por supuesto! El Dr. Young lo mantenía bajo control, decía que con los ojos no hay que asumir riesgos. ¿No se dan cuenta de que el ojo salta una y otra vez? ¡Hace al menos seis meses que tengo este tic nervioso, no me digan que no se han dado cuenta!”.
48 CO Llegamos enfrente del Hotel, justo al lado del tren, y nos quedamos con la boca abierta. La belleza del edificio, con agujas de plata posadas encima de la enorme pared de ladrillo rojo, nos deja sin aliento. Es una pena pensar que el hotel deba cerrar, pero estando delante de esta obra maestra de la arquitectura, como es natural, pensamos que será un cierre temporal. Después de un breve recorrido de patrulla nos damos cuenta del pequeño letrero en la puerta principal. Ciertamente, nadie podría leerlo desde la distancia, y mucho menos desde la calle, por lo que es razonable suponer que nadie sabía del cierre inminente. Continuando nuestro recorrido nos resignamos a la idea de que todas las entradas están selladas, y no hay manera de entrar en el hotel. Pero recordando el lema de Sherlock Holmes, nos centramos en la única opción que queda: si hay una entrada al hotel, puede que no sea por la calle principal, sino en la parte posterior. Entramos así en los muchos pasajes de la cercana estación de St. Pancras, y después de varios tramos de escaleras que suben y bajan, vemos que las cocheras de la estación están adyacentes al hotel. Cruzando las cocheras es fácil colarse por un pequeño hueco en la valla que conduce a la parte trasera del hotel. Allí, justo al lado de la cocina vacía, vemos que una de las pequeñas puertas de servicio presenta algunas señales de entrada forzada. Nuestra observación se confirma por el hecho de que tras empujar un poco la puerta nos encontrarnos dentro de la despensa. Una vez que exploramos las diversas habitaciones del edificio, que están todas abiertas. Prestamos especial atención a las habitaciones que dan a Euston Road, y por último, después de llegar a la tercera planta, encontramos una habitación que atrae nuestra curiosidad. A diferencia de las otras habitaciones, de hecho, las cortinas de la ventana de este cuarto están completamente abiertas, y una rápida mirada confirma nuestra hipótesis: la sala está exactamente enfrente de del Dr. Young, a pesar de estar situada en un piso más
alto. Mirando cuidadosamente la habitación no encontramos nada, a excepción de un pequeño montón de cenizas, junto a la ventana. Recogemos unas pocas, para examinarlas mejor: a primera vista parecen indistinguibles de las cenizas de una chimenea normal, porque son negras hollín moteado de blanco; pero la ubicación debajo de la ventana, y la modesta cantidad, sugieren el residuo de algún extraño cigarro, posiblemente aromatizado con alguna planta un poco más leñosa de lo habitual. También tratamos de buscar las huellas dactilares, pero en el suelo polvoriento hay varias pistas diferentes, como si la habitación no hubiera sido limpiada después de haber sido utilizada por distintos clientes. La única cosa que nos llama la atención son las pequeñas huellas circulares, un poco más grandes que un soberano, quizá causados por un palo o el mango de alguna herramienta. Satisfechos con el descubrimiento ponemos las cenizas en nuestro bolsillo, bajamos las escaleras y tomamos la dirección exactamente opuesta, asegurándose de que nadie se da cuenta de nuestra presencia.
51 CO Llamamos varias veces sin éxito. Dada la hora, estamos convencidos de que el abogado Nast está probablemente en el trabajo en su bufete de abogados.
57 CO A la entrada de los baños públicos de Seymour Street nos da la bienvenida un portero no demasiado elegante. Usa un uniforme que se parece al del portero de un hotel después de veinte años de servicio con algunos parches aquí y allá. Tan pronto como nos ve nos indica la tarifa colgada en la puerta principal. “Dos centavos por la entrada, señores”. “¿Dos centavos? Es un poco caro para una baño público”. “Tal vez tengan razón señores, pero Haley son los
baños más cómodos de todo Londres, y la calidad se paga. Si quieren conformarse con un baño cualquiera para ahorrar un centavo, son ustedes libres de irse a otra parte”. “De todos modos, no estamos aquí para tomar el Baño, sólo queríamos información. ¿Puede decirnos si la Sra. Haley viene aquí a menudo?”. “No, lo siento, si desea hablar con la propietaria la encontrará en el 47 de Euston Road, en el bloque opuesto. La señora viene a baños a lo sumo un par de veces al día, y nunca se detiene más tiempo del estrictamente necesario”. “¿Necesario para qué?”. “Oh, para controlar la actividad. Está muy interesada en controlar todo en persona, es por eso que nuestro servicio es una garantía de calidad superior. U, otras veces, trae aquí a algún socio eventual, para mostrarles la propiedad y los refinados acabados interiores. Otra señal de que nuestro negocio lo está haciendo muy bien: ¡deberían ver la clase y la elegancia de los acompañantes de la señora!”. “¿Y no hay ningún acompañante en particular, entre ellos?”. El portero deja escapar una expresión sorprendida, baja los ojos, reflexiona un momento y mira a su alrededor con cautela. “¿No serán periodistas, verdad? ¿No habrán venido aquí a inmiscuirse en los asuntos personales de la Sra. Haley, para vender algunos chismes a esas estúpidas revistas de la crónica rosa? Es inútil que traten de arrancar información de mi boca, no diré nada, sépanlo! Y ni siquiera intenten darme una moneda para abrir mis labios, porque no tengo ninguna intención de decirles el nombre del joven que acompaña la dama. ¡No me sacarán nada, no señor, ni siquiera por error! “. Nos quedamos un confundidos por el tono agresivo del portero, sin entender bien si espera una moneda o si realmente quiere que nos mantengamos alejados de los asuntos de la Sra. Haley. Al final decidimos no correr el riesgo, nos despedimos con un par de frases circunstanciales y nos alejamos como si nada hubiera sucedido.
71 CO Encontramos a Ernest Young en el pasillo delante de la biblioteca, con algunos libros cerrados sobre sus rodillas, mirando al vacío y con una taza de té caliente entre las manos. Alza mirada y entiende de inmediato quienes somos. “Buenos Días. Esperaba verles, después de la policía. Supongo que quieren saber acerca de que hablamos mi padre y yo la noche anterior, dado que mi madre había salido”. “Así es, si no es mucha molestia”. “De ningún modo. Estaré encantado de hacer todo lo posible para ayudarles a encontrar al asesino de mi padre. Estudio aquí en el King´s College y vuelvo a casa de mis padres a menudo, pero anoche estaba en casa cuando mi padre regresó del trabajo, así que decidimos cenar juntos. Estaba muy nervioso, nunca lo había visto así. Después de unos minutos decidió a desahogarse y me dijo que había recibido una visita inoportuna, poco antes de cerrar la clínica”. “¿Dijo quién era?” “Por desgracia, no, sólo dijo que era un probable paciente, por prefirió respetar el anonimato y no dar nombres. Pero, sin nombrarlo, me contó muchos detalles del caso. Era un tullido, un miserable que había perdido el uso de su brazo izquierdo y cuya pierna había quedado inútil irremediablemente, por lo que se vio obligado a cojear apoyado en un bastón con la única mano buena. Parece que mi padre le había atendido hacía alrededor de un mes, y justo la noche anterior había expresado su intención de intentar una operación delicada y muy costosa. Pero, por alguna razón, mi padre decidió no confiarme, que el paciente no tenía intención de pagar la operación, como si...”. “¿Como si qué?”. “He aquí, mi padre no lo dijo, pero yo tenía la sensación de que se trataba de una cuestión de principios, una especie de obstinación o terquedad, por parte del paciente. El caso es que ayer por la noche mi padre y el paciente misterioso discutieron el tema durante mucho tiempo”.
“¿Entonces su padre no le habló sobre el Dr. Agar?”. “¿El Dr. Agar? No, para nada. Oí que habló de él con mi madre hace un par de semanas, pero ayer por la noche en la cena no lo mencionó”. Reflexionemos por un momento sobre el relato del joven, y después de una breve vacilación decidimos hacerle una pregunta tan delicada como fundamental. “¿Cree que ese misterioso tullido podría ser el asesino?”. “Como le he dicho a la policía... Me temo que sí”.
FINAL DEL CASO
Preguntas: Primera parte: 1. ¿Quién mató al Dr. William Young? 2. ¿Por qué? 3. ¿Desde dónde se disparó la bala que mató al doctor? 4. ¿Qué truco ha ideado el asesino para asegurarse de que el Dr. Young abriese la ventana por la mañana? 5. ¿En qué ocasión el asesino ha preparado la escena del crimen? 6. ¿Por qué el Dr. Young había sido considerado inocente, en el proceso de1876?
Segunda parte: 1. ¿Como resultado de tque circunstancias fue Frank Tatum operado por Young? 2. ¿Cuáles son las iniciales del joven visitante de Esther Haley?
Solución: Holmes estaba sentado en su sillón, en el estudio escarlata. Jugando con su pipa de brezo en sus manos nos dice cómo resolvió el misterio en cuestión de horas, no sin traicionar una cierta satisfacción. “Por lo tanto, tratándose de un asesinato, aparentemente sin motivo ni asesino, no tenía manera de empezar las indagaciones hasta que habiera establecido las causas exactas de la muerte. Muy a menudo son los pequeños detalles, o los elementos más inexplicables, los que ayudan a resolver un misterio. En este caso, el hecho de que el asesino ya estuviese dentro del edificio, escondido justo debajo de la nariz del Inspector Gregory, me hizo dudar del modo de matar. Así, a primera hora, fui a escuchar la opinión del médico forense, Sir Jasper Meeks, para ver si podía decirme algo más específico acerca de la causa de la muerte. Tan pronto como me enteré de que el tiroteo venía de lejos, inmediatamente pensé en la ventana abierta y me pregunté si el asesino podría haber efectuado el disparo desde fuera del edificio. La ventana del Dr. Young daba a Euston Road, y me acordé de la noticia en el periódico sobre el cierre del Hotel St. Pancras, situado en la misma calle. ¿Qué mejor lugar que un hotel cerrado por unos pocos días para disparar sin ser visto? Supongamos por un momento que el asesino haya ido al hotel, a las ocho de la mañana, tan pronto como el médico entró a la clínica. “Si fuera así, ¿cómo podría el asesino saber que el médico abriría la ventana? Este en particular fue el punto más débil de mi argumento, pero afortunadamente había un elemento que validaba mi hipótesis: la cuerda con el gancho de agarre. Era demasiado extraño que el asesino hubiera logrado descender desde el segundo piso, después de haber disparado a la víctima, sin que nadie lo viera. Inmediatamente después del tiroteo es lógico esperar que todos los transeúntes en Euston Road levantarían la nariz hacia als alturas, pero no hay testigos que vinieran a decirnos que había visto escalara al asesino por la pared, ni escapar por ese camino. La otra explicación lógica, igual de extraña, era que el asesino había tirado la cuerda con el gancho de anclaje directamente desde la ventana de la que le disparó, justo antes o después del disparo, con el fin de desviar la investigación o proporcionar, una coartada. “Para confirmar esta hipótesis, fui al Hotel St. Pancras y subí al tercer piso, ya que según Meeks los disparos habían venido desde una posición superior. En una de las habitaciones con vistas a Euston Road me pareció ver un poco de la ceniza de cigarrillo en el suelo, cuyo aspecto era muy reciente, pero aún así distinto de polvo normal, con la huella característica de un bastón. El hotel estaba cerrado desde hacía una semana, lo que probada que alguien había estado en la habitación después de que cerrara, tal vez el mismo asesino. Comprobando la ventana me di cuenta de que la habitación parecía estar justo por encima de la clínica del Dr. Young, y que desde esa posición un buen tirador no podía faltar. La ubicación era óptima también para tirar de la cuerda con el gancho de anclaje a través de la calle, de forma que cayese al suelo en la acera opuesta. Llegué a la siguiente conclusión: el asesino era un buen tirador, sabía que el Dr. Young abriría la ventana nada más entrar en la habitación, nos quería hacer creer que escapó por la ventana y, sobretodo sabía que el hotel iba a cerrar durante algún tiempo, mientras que la noticia no apareció en el periódico hasta hoy. “Analicemos estos hechos uno por uno. Que el asesino sea un buen tirador, por el momento no nos dice nada, pero la confianza en que el Dr. Young abriría la ventana indica que el asesino conocía los hábitos del doctor, o incluso que había actuado modo que se asegurase de que el médico abriría la ventana de la clínica anda más llegar. Esto probablemente tiene que ver con el hedor presente en la clínica la mañana del asesinato. El intento de desviar la investigación con la cuerda hace pensar que el asesino nunca sería capaz de escapar por una cuerda, por lo que podría tratarse de un anciano, un lisiado o un mutilado. Por último, el hecho de conocer el cierre del hotel, información necesaria para organizar el plan con suficiente
antelación, nos dice que el asesino había pasado por Euston Road la semana pasada. “Si ponemos todo junto, ¿qué tenemos? Un buen tirador, un conocido de la víctima, lisiado o viejo, que había estado en Euston Road recientemente. Si el asesino conocía a la víctima, y él estaba allí la semana pasada, es probable que fuera un conocido del médico, o un paciente. “Dado que era un inválido o un viejo, es probable que sea un paciente actual, potencial, o un ex paciente. Pero ¿por qué un paciente querría matar a su propio médico? La explicación más probable es la venganza, tal vez el paciente considera que el médico es responsable de su discapacidad, o el paciente exigía un cuidado especial, o muy caro, y el médico se negó. “Decidí ir a la Oficina de los Archivos Nacionales, a mirar los archivos legales, suponiendo que alguien hubiera presentado una demanda contra el Dr. Young. Aquí encontré una nueva confirmación de mi hipótesis. “Mediante el análisis de los documentos de un antiguo proceso, iniciado contra el Dr. Young, encontré referencias al Sr. Frank Tatum, un cojo que había sido paralizado por el propio Dr. Young, poco antes del juicio. Antes de interrogar a Tatum, quien en ese momento era mi sospechoso, sin embargo, decidí a hacer una visita al abogado de la defensa del antiguo proceso, para probar mi hipótesis. “¿Por qué fue a por el abogado de la defensa, y no al de la acusación?”, se pregunta Watson intrigado, seguro de que su querido amigo tiene la respuesta preparada. “Elemental. Un buen abogado, cuando se enfrenta a un juicio, debe estudiar las cartas del adversario. Si el Sr. Frank Tatum era un testigo de la acusación, era lógico esperar que el abogado defensor habría estudiado con detalle el pasado del Sr. Tatum. También, como usted seguramente sabe, los seres humanos tienden a olvidar los fracasos y a recodar más los éxitos, por lo que era lógico suponer que el abogado de la defensa, después de haber ganado el proceso, recordase más detalles que el de la acusación. “Hemos llegado a la penúltima etapa de mi investigación, la visita al Sr. Woodmard Bakersfield, abogado defensor del Doctor Young en el momento del juicio. Quien me ha confirmado y aclarado los puntos clave de mi deducción: Frank Tatum, un ex artista de circo, era un buen tirador y quedó paralizado justo después de una operación realizada por el Dr. Young, hace una docena de años. Además, hablando con Bakersfield me convencí de que Young no era del todo inocente, pero que probablemente había sobornado al Sr. Tatum que cambió su testimonio en el estrado de los testigos. Esto explicaría también las misteriosas deudas contraídas por el Dr. Young en el momento del juicio, deudas que nadie podía explicar. “Aquí está mi suposición definitiva: Young fue capaz de sobornar a Tatum y ganar el proceso, después que trató de romper todas relación con el pasado de trabajando de una manera casi anónima: te habrás dado cuenta de que Young no figura como médico privados, en el Anuario. Pero cuando el Circo Hengler comenzó a publicar anuncios buscando nuevos y viejos talentos, el destino debió llevar a Tatum al mismo edificio donde trabajaba Young, y los dos se deben haber encontrado. Es probable que Tatum, después de todos estos años, tratase de chantajear de nuevo a Young, para extorsionarle más dinero o algún favor. Una incapacidad dura toda la vida, el dinero para hacerle callar no. Young debería haberse negado, pero tendría mala conciencia, no podía hablar con nadie, y mucho menos denunciar a Tatum. Entonces Tatum, no teniendo nada que perder, decidió vengarse de una vez por todas, matando al doctor. “Debo decir que el razonamiento cuadra” interviene el Inspector Gregory. “Pero esto es sólo especulación. Necesitaríamos pruebas, querido Holmes, para detener a Tatum”. “¿Pruebas, inspector? ¡Pero si hay un montón de ellas! Apuesto a que las huellas de bastón encontradas en el Hotel St. Pancras corresponde exactamente con el bastón que usa Tatum para caminar. Y es un hecho que el Sr. Tatum tiene el hábito de fumar unos cigarrillos exóticos, lo que explica la ceniza blanquecina
encontrada en la habitación del Hotel desde la que se efectuó el disparo “. “¿Cómo lo sabes?” presiona Gregory. “Bueno, me tomé la molestia de entrevistar al Sr. Frank Tatum, hace unas horas, que confirmó que se había encontrado con el Dr. Young la noche antes del asesinato. Evidentemente tenía miedo de ser visto, por lo que prefirió no mentir sobre ese particular, seguro de que el truco de la cuerda lanzada desde el hotel lo habría exonerado completamente. Así llegamos hasta el último detalle, el olor de la coliflor. Tatum sabía que el Dr. Young no podía soportar el olor, por lo que pasó por la clínica justo antes de la hora de cierre, para amenazar al médico por última vez. Casi seguro que Tatum aprovechó la discusión para rayar la pared con el bastón, con el fin de dejar marcas que la policía más tarde atribuiría al gancho. Y mientras Young tomaba notas en su escritorio, Tatum tuvo tiempo de tirar agua fétida sobre la estufa, lo que provocó una especie de hedor bomba. Tras el altercado Young cerró la clínica, dejando previsiblemente encendida la estufa con este frío. Durante la noche el agua sucia, probablemente con restos de col hervida, se evapora, llenando la habitación con su horrible olor”. En este punto, la cara de Watson se iluminó. “Así que, cuando Young abrió la clínica a la mañana siguiente, lo primero que hizo fue abrir la ventana, para ventilar y hacer que se fuera el olor. Y fue entonces cuando... bang”. “Exactamente, Watson,” concluye estoicamente Sherlock Holmes.
Holmes: Holmes ha resuelto este caso siguiendo seis pistas: la clínica del Dr. Young (47 CO Scala C), Sir Jasper Meeks (38 CE), el Hotel St. Pancras (48 CO), la Oficina de los Archivos Nacionales (14 CO), el abogado Woodmard Bakersfield (NO 21) y Frank Tatum (59 SE). Su puntuación es de 100 puntos.
Puntuación Primera parte: 1. ¿Quién mató al Dr. William Young? Frank Tatum (20 puntos). 2. ¿Por qué? Por venganza personal (20 puntos). 3. ¿Desde dónde Se disparó la bala que mató al doctor? Desde el Hotel St. Pancras (20 puntos). 4. ¿Qué truco ha ideado el asesino para asegurarse de que el Dr. Young abriese la ventana por la mañana? Agua fétida vertida en la estufa (10 puntos). 5. ¿En qué ocasión el asesino ha preparado la escena del crimen? La noche antes del crimen, durante su visita al Dr. Young (15 puntos). 6. ¿Por qué el Dr. Young había sido considerado inocente, en el proceso de 1876? Pagó a Tatum para que declarase a su favor (15 puntos). Segunda Parte: 1. ¿Como resultado de que circunstancias fue Frank Tatum operado por Young? La caída de un caballo durante un espectáculo en el Circo Hengler (15 puntos). 2. ¿Cuáles son las iniciales del joven visitante de Esther Haley? D.G. (15 puntos)
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D A
e t n a t r o El C o n r e i v n I l e d o Fil
10 Enero, 1889
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PRIMER CASO PERSONALIZADO El Cortante Filo del Invierno by Vincent van der Zwaag More at www.vincentgames.com Traducción: Aitor Galán
10 de Enero de 1889
Somos bienvenidos con un té caliente hecho por la Sra. Hudson, y calentamos nuestras manos después de haber caminado a la deriva a través de la suave nieve del exterior. Aunque es un invierno templado, todavía es lo suficientemente fuerte como para que los escalofríos te hagan temblar hasta los huesos. A Sherlock, sin embargo, parece no afectarle el clima, le vemos leyendo el periódico, hasta que se levanta y nos mira. -Lestrade estará aquí en unos momentos, estoy seguro. Por favor, decidle que yo también estoy ocupado con otro caso, y que ustedes se encargarán del asunto-. Se va a la otra habitación y cierra la puerta. Nos quedamos perplejos, pero no nos sorprende su forma enigmática de hablar. Tras dejar a medio terminar nuestro té, la Sra. Hudson vuelve a entrar junto con el inspector Lestrade. -Caballeros, estoy aquí para hablar con Sherlock. ¿Sabéis si está presente?-. Le contamos su repentina marcha, y nuestro afán de tratar de asumir cualquier caso que el inspector tenga para nosotros. -¿Cómo demonios sabía que iba a venir?-, Exclama Lestrade con los ojos muy abiertos. Elevamos nuestros hombros al mismo tiempo, y esperamos a que el inspector no se encargue de averiguarlo. Tras unos minutos, Lestrade recupera la postura y respira profundamente. -Estoy aquí por el asesinato de David Roster, un hombre de mediana edad adinerado. Fue encontrado esta mañana por su esposa en su domicilio, con una puñalada en el cuello. Sucedió en algún momento de anoche. És la segunda víctima asesinada de esta manera. Ayer encontramos a un hombre, que ha sido identificado como Sam Brown, apuñalado en el cuello, en Regent's Park.-Lestrade suspira arrugándose la cara profundamente. -Todavía tenemos que contarselo a ellas, vamos a ir ahora, si quiere, puede unirse a nosotros-. Nos excusamos amablemente. Lestrade se da vuelta para irse, pero se detiene en la entrada. -Oh sí, casi lo olvido. Ambos trabajan en la misma oficina; la Cía. Real Aseguradora. Estoy seguro de que Sherlock estaría de acuerdo en que es una coincidencia demasiado grande, el asesino atacó a dos hombres que trabajan juntos -. Tras eso, la puerta de Sherlock se abre ligeramente, para revelar nada más que la nariz. -Tres hombres, Inspector. Tres. -La nariz se vuelve a esconder, y cierra de un portazo. Lestrade se gira tratando de comprender, pero se da por vencido rápidamente y sale corriendo de la casa, murmurando todo el camino. Salimos poco después.
BARRIO SUDOESTE
BARRIO NOROESTE
2 SO
16 NO
Langdale Pike está ansioso por hablar sobre nuestras víctimas, ya que él los conoce a todos por su nombre. -No es que haya escrito sobre ellos ni nada de eso, pero es bueno conocer a los jugadores. por lo que sé, frecuentan un club algunas calles al sur de la Cía. Real Aseguradora, y no solo van a tomar el té, ya sabéis a lo que me refiero. Sus esposas no están muy contentas al respecto. Suelen verse en el Simpson para hablar y contarse lo mucho que lo odian , probablemente sigan haciendolo-. Nos hace un guiño, medio en broma. 5 SO
Un gran logotipo azul de la silueta de una dama está impreso en la puerta de entrada de las oficinas del Correo de las damas. Somos bien recibidos por un empleado dispuesto a contestar a nuestras preguntas.
Además de intrigarnos con la fantástica e irrelevante historia de Mr. Jamieson, que viajó a la India navegando todo el camino, Lomax no nos sirve para nuestra investigación. 7 SO Llegamos al Club Carleton, donde Yahya Al-Baaqee tiene su apartamento. No nos dejan entrar, perouno de sus lacayos viene a hablar con nosotros. -El Maestro Yahya no quiere que le molesten-. -Venimos por unas dagas con gemas incrustadas, y solo queríamos saber si le pertenecen al Sr. Al-Baaqee-. -El Maestro Yahya hace muchos regalos de objetos similares, pero solo para aquellos con los que no quiere tratar mas. Es su firma para cerrar un trato, por así decirlo. Una forma muy amable que tiene el Maestro Yahya para terminar con buen pié-. El lacayo cierra la puerta, dejándonos de pie afuera en medio de la nieve. 8 SO Llegamos al Club Diógenes para hablar con Mycfroft y nos encontramos la puerta cerrada, llamamos pero nadie nos contesta. Cuando salimos del edificio, vemos a un hombre con un atuendo árabe entrar en el Club Carleton, seguido por un grupo de sirvientes. 13 SO La policía no tiene tiempo para nuestra pequeña investigación, ya que están tratando de resolver este doble asesinato entrevistando a todas las personas que habían trabajado con las víctimas alguna vez en la Cía. Real Aseguradora. 22 SO Murray nos invita a entrar, pero además de una buena taza de té, no nos sirve para nuestra investigación. 48 SO El Goldini esta muy lleno, pero un camarero dedica unos minutos para atender nuestras preguntas. -Sí, recuerdo a las mujeres que me habéis descrito, ambas muy bien vestidas, una con un gran sombrero y la otra con el pelo castaño, creo que fue hace dos días, muy alegres y un poco ruidosas. Le damos las gracias y nos marchamos.
-Sí, conozco a las mujeres de las que habláis. Pero no sería justo para mí compartir información privada. Puedo decirles que la mayoría de las mujeres de la alta sociedad utilizan nuestros servicios y repartimos en todo Londres-. 17 NO Entramos en J.W. Benson, y enseguida nos atiende el gerente. -¿Que van a desear?, ¿un fino collar para sus mujeres? , ¿Un nuevo conjunto de gemelos?, ¿O quizás algo mas exótico como una daga con gemas incrustadas?Dibujamos una mirada perpleja. -¿Fabrica usted muchas de estas dagas?-. -La verdad que no, empecé hace poco tiempo. Solo lo hago bajo pedido personalizado, como pueden ver. pero créanme, si tienen algún objeto, podemos ponerle gemas-.se pone a reírse. -¿Ha venido alguna una señora con el nombre de Roster recientemente-” -Ah, ¿es su esposa? Bueno, no puedo contarle lo que me compró, Estoy seguro que le sorprenderá. Pero sí, Pasó por aquí. Habéis venido a por algo pequeño o grande?-. Tras decirle que no estamos allí para comprar, sino para investigar unos asesinatos, el gerente se siente engañado e insultado y nos echa del establecimiento. -¡Y no volváis a menos que queráis comprar!18 NO La tienda de juguetes Parsons & Sons está cerrada hoy. 25 NO Llegamos a el Club Cavendish, y somos recibidos de inmediato por unas chicas ligeras de ropa que nos preguntan si queremos algo de beber. Tras declarar nuestras intenciones, nos dejan, y el gerente de aspecto astuto nos lleva a un lado. -No es bueno para mis negocios, estar escuchandoos. Será mejor que hagáis las preguntas y os vayáis, si no os importa-. El hombre acaricia su bigote. -Solo queremos saber si han venido por aquí tres hombres últimamente-. -Ah, deben referirse a esos tipos de la compañia de seguros, son mis clientes favoritos, se gastan su sueldo aquí, estoy seguro de que ganan mucho dinero. Creo que estuvieron aquí el lunes pasado, y tal vez el sábado anterior también. Son clientes habituales. Supongo que elCavedish atrae a ese tipo de gente-. -¿A que tipo de gente?-. -Ya saben, ricos, solteros, buscando un rato divertido-.
-¿Que le hace pensar que son solteros?-. -Bueno, nunca he visto a un hombre casado sin anillo-.Tras la conversación, nos marchamos. 37 NO Llamamos a la puerta pero no obtenemos respuesta. 40 NO Llegamos a una gran casa y nos abre la puerta un mayordomo, nos informa de que la Sra. Brown acaba de recibir la noticia de la muerte de su esposo y que está muy afectada. -El Sr. y la Sra. Brown no se llevaban bien, pero se querían. Por supuesto, cada relación tiene sus discusiones-. Dice el mayordomo. Notamos cierta indecisión en el para seguir hablando, pero hace un esfuerzo para ayudarnos con este horrible crimen. -Discutían mas a menudo cuando el Sr. Brown se iba a un Club con sus amigos, me temo que se gastaba mucho dinero, a la Sra. Brown no le hacia gracia pero no fue motivo para que se divorciaran. La rutina era siempre la misma, el Sr. Brown haría una larga caminata por el parque y para cuando regresara la situación ya se habría enfriado. Por lo general suelen tomar siempre carruajes, pero el Sr. Brown suele caminar por el parque-. Justo cuando el mayordomo termina de hablar, vemos a la Sra. Brown dirigiéndose hacia nosotros por el pasillo. -Señora, no se preocupe, les facilitaré el camino. Le dice el mayordomo. --Estoy bien Alfred- Su cara roja muestra signos de haber estado llorando, se acerca hasta nosotros apartándose sus mechones rubios de la cara y nos dice: -Hagan sus preguntas, ¿Que quieren saber? ¿Donde estuve ayer? En casa la mayor parte del día, Alfred puede corroborarlo-. El mayordomo afirma con la cabeza distraídamente. -Salí a almorzar temprano con mi querida amiga Martha, fuimos a Apprenrodt, y nos quedamos para comer algo rápido ya que mas tarde iba a encontrarme con Emily, pero me hizo saber por correo que no se sentía bien para venir. Ahora si me disculpan, no me siento con fuerzas para contestar mas preguntas, Alfred, por favor-. Sin decir una sola palabra mas, la Sra. Brown se marcha para volver a su habitación. El mayordomo amablemente nos invita a salir. 50 NO Es el mismo Sr. Milburn el que nos abre la puerta, un hombre encantador, aunque mucho mas allá de la belleza de su edad, Los pelos de su barba blanca están bien recortados y el pelo lo lleva bien peinado, cada pelo en su lugar. -Hemos venido para hablar con usted acerca de su amigo el S. Roster. -Es terrible lo que ha sucedido, me ha impactado mucho, era un buen hombre, trabajamos juntos mucho, le enseñé los trucos del oficio. Podría decir que, estábamos apunto de cerrar otro trato con un buen cliente. -¿El cliente árabe?, ¿Podría hablarnos mas de él? -Oh, parece que os lo ha contado Tubbs, por supuesto, el nombre del cliente es Yahya Al-Baquee.
Vive gran parte del tiempo aquí en Londres, buscaba un seguro de alta calidad, tras una semana de negociaciones le presentamos nuestros precios y nos regaló una daga de oro muy valiosa a cada uno-. Se detiene para rascarse la cabeza. -Pienso que hay algo raro, realmente nunca llegamos a firmar ningún documento y el Sr. Al-baaqee no responde a ninguno de nuestros mensajes, aunque sé que todavía estará en la ciudad unos días mas. Tal vez una daga con gemas incrustadas no sea el mejor regalo que podría hacernos sabiendo de donde viene. -Gracias por su tiempo Sr. Milburn. 68 NO Cuando entramos en la Cia. Real Aseguradora, somos recibidos por el gerente, un hombre de cuerpo redondo, Egbert Tubbs. -Esto es terrible. Simplemente terrible-. Murmura alterado mientras se frota las manos. -¿Le importa que le hagamos algunas preguntas acerca de sus empleados Sr. Tubbs?-En absoluto, quiero que se solucione tan rápido como sea posible, ya es bastante terrible-. -¿Puede hablarnos de David Roster y su trabajo aquí? -David, sí. David es uno de nuestros mejores.. fue. Él manejaba a los clientes importantes, esto es un negocio muy competitivo, pero el y sus amigos eran de primera categoría-. -¿Sus amigos?-. Preguntamos para verificar. -Me refiero a Sam Brown y Frank Jamieson, eran amigos muy cercanos, También está Randolph Milburn, pero no es tan amigo, creo. Son los cuatro en los que confío para tratar con los clientes más importantes. Les doy libertad para viajar, siempre y cuando traigan de vuelta el negocio. Todos lo hacen, sobre todo Milburn-. -¿Está aquí el Sr. Milburn ahora?-No, me temo que no, tras recibir la noticia estaba muy mal y lo envié a casa temprano, él estaría sentado allí si estuviera aquí-. El hombre fornido levanta su pesado brazo y apunta a un escritorio en la distancia. Desde aquí podemos ver la daga con gemas incrustadas que ha sido colocada en el escritorio central como una especie de trofeo. -¿Podemos preguntar por el significado de la daga?, parece un objeto extraño para el tipo de trabajo que se realiza aquí-. -Fue un regalo, negociamos recientemente con un cliente árabe, nos dio a los tres el mismo regalo, yo diría que es una buena señal, solo falta firmar los documentos finales, maldita sea, espero que este suceso no afecte a ese trato...- El hombre parece que solo piensa en números y clientes, sin embargo, -¿Ustedes tres?- seguimos preguntando. -Ah si, Eso es, Milburn, David y yo. También tengo mi propia daga en la oficina, aunque no se donde la tiene David-. -¿Cómo describiría el matrimonio de David?-Bueno, yo describiría que no es asunto mio si les soy honesto, pero ya que me preguntan... Pienso que su esposa estará bien, David tenía un seguro de muerte, al igual que todos los trabajadores con altos ingresos en esta compañía, por supuesto.-
-Gracias Sr. Tubbs. Por último, ¿Notó algo extraño en el Sr. Roster o alguno de sus amigos en los últimos días?-Realmente no. Frank no vino a trabajar, pero yo supuse que se habría quedado en casa tras haber escuchado las terribles noticias. Pobre Jamieson se marchó a Cambridge, por lo que no se habrá enterado todavía, tengo miedo. Se fue hace dos días, nos avisó por mensajería. Fue un poco extraño; normalmente suele pasar en persona, es mas facil hacerlo en coche, él no mandaría un mensajero, y menos aún con una mujer!Suelta una carcajada, que se desvanece rápidamente cuando se da cuenta de las circunstancias. Los últmos días frecuentaron el Club Cavendish muy amenudo después del trabajo, pero eso no era nada inusual-. El hombre, mira a su alrededor, notando la tristeza alrededor de la oficina. -Muy bien muchachos, debo volver al trabajo, esta gente no lo hará si no hago que trabajen-. Le agradecemos su tiempo y nos despedimos. 97 NO Nos abrimos paso hasta el fondo del parque. Sigue nevando aunque los caminos están claros. En el centro del parque en una zona llena de arboles y arbustos, encontramos varios policías. Le pedimos amablemente que inspeccionen el área y acceden a hacerlo tras decir que conocemos al Inspector Lestrade. El monton de suciedad que hay entre los arbustos, está oscurecido por la sanegre, por las huellas en la tierra deducimos que aquí yacía un hombre, con sangre mayormente en la cabeza y cuello. -El cuerpo ya está siendo examinado-, nos dicen. -Para mas detalles tendréis que hablar con Meeks-. Caminamos por los alrededores y encontramos a un hombre sin hogar mirando la escena del crimen desde la distancia, le pedimos unos minutos, aunque su olor nos hace mantenernos en la distancia. -Si, ví algo-.El viejo canoso se frota las manos con los dedos juntos, le tiramos un chelín, para que siga hablando. -Ese hombre estuvo caminando por el parque casi toda la noche anterior, he escuchado rumores de que su mujer estaba enfadada, y pienso que ella vino después, pelo castaño y casi tan revuelto como el mio-. El hombre se rie y nosotros nos marchamos del parque. 98 NO El invierno abunda en el jardín botánico, pero aún quedan algunas flores. Damos un paseo y preguntamos a algunos transeúntes para ver si habían estado por aquí hace unos días, lamentablemente ninguno de ellos estuvo.
BARRIO CENTRO OESTE 5 CO A medida que avanzamos por los establos nos encontramos a diferentes conductores que se niegan a hablar con nosotros, y nos miran de forma sospechosa, los que rechazan hablar con nosotros lo hacen de forma tajante, cuando nos disponemos a marcharnos un jóven se detiene dispuesto a hablar con nosotros. -Claro que puedo atenderles, ¿que puedo hacer por ustedes?-. Le pedimos un registro de rutas de los carruajes a lo largo del norte de Londres. -Me temo que es un poco ambigua su petición. Si me dan una dirección puedo consultar las salidas y llegadas durante un periodo de tiempo. Le damos las direcciones de los señores Roster, Brown, y Jamieson, y pedimos los últimos cinco días. El chico se dirige a unas cajas y busca entre unas pilas de papel. Distraídamente nos pregunta -Esto está bien verdad? soy nuevo aquí, por lo que no estoy seguro si compartir esa información está bien o no-. -Nos estará ayudando mucho, posiblemente a resolver un asesinato, así que pensamos que estarías haciendo lo correcto-. Tras un rato nos entrega una pila de papeles de la cual copiamos la información que nos es útil. -Son solo los viajes de ida y vuelta, así que cualquier cosa que hicieran estas personas durante el trayecto no puedo saberla, están en orden cronológico, pero no tengo la duración de los viajes-. Justo en ese momento entra un hombre y golpea al chico en la parte posterior de la cabeza. -¡Maltito crio, no puedes ser mas tonto!-Coge los papeles y se los lleva de nuevo mientras arrastra a el joven con él, mientras tanto nosotros aprovechamos para irnos antes de que se de cuenta de que hemos tomado notas. [Ver la página siguiente]
Sábado 5
Salida del 39 de Aldergate Street, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor William Cooper. Salida del 34 de High Holborn, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor Phillip Marlowes. Salida del 40 de High Street, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor George Guilford. Salida del 25 Regent Street, llegada al 39 de Aldergate Street, con parada en NO y CO, conductor William Sidmouth. Domingo 6
Salida del 39 de Aldergate Street, Llegada al 20 de Villiers Street, con parada en CO, conductor George Guilford. Salida del 40 de High Street, llegada al 20 de Villiers Street, conductor Joseph Ampton. Salida del 20 de Villiers Street, llegada al 40 de High Street, conductor John Grey. Salida del 20 de Villiers Street, llegada al 39 de Aldergate Street, con parada en CO, conductor Egerton Denison. Lunes 7 Salida del 39 de Aldergate Street, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor William Sidmouth. Salida del 34 de High Holborn, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor James Arthur. Salida del 40 de High Street, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor John Grey. Salida del 34 de High Holborn, llegada al 17 de Shaftesbury Avenue, conductor Charles Harrison. Salida del 25 de Regent Street, llegada al 39 de Aldergate Street, con parada en NO y CO, conductor Ralph Finlayson.
Martes 8
Salida del 34 de High Holborn, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor Phillip Marlowes. Salida del 40 de High Street, llegada al 86 de Great Portland Street, conductorn John Grey. Salida del 40 de High Street, llegada al 97 Bishopsgate, conductor Ralph Finlayson. Salida del 39 de Aldergate Street, llegada al Liverpool Street Station, conductor William Cooper. Salida del 39 de Aldergate Street, llegada al 48 de King’s Road, con parada en CO, conductor Charles Harrison. Salida del 11 de Bloomfield Street, llegada al 40 de High Street, conductor Egerton Denison. Salida del 48 de King’s Road, llegada al 39 de Aldergate Street, con parada en CO, conductor George Guilford. Salida del 86 de Great Portland Street, llegada al 34 de High Holborn, conductor Joseph Ampton. Salida del 86 de Great Portland Street, llegada al 40 de High Street, conductor James Arthur. Ayer Salida del 34 de High Holborn, llegada al 86 de Great Portland Street, conductor William Sidmouth. Salida del 34 de High Holborn, llegada al Royal Botanic Garden, conductor William Cooper. Salida del 40 de High Street, llegada al 16 de Fenchurch Street, con parada en CE, conductor Ralph Finlayson. Salida del Royal Botanic Garden, llegada al 34 de High Holborn, conductor Phillip Marlowes. Salida del 16 de Fenchurch Street, llegada al 40 de High Street, con parada en CE, conductor Egerton Denison. Salida del 86 de Great Portland Street, llegada a 34 High Holborn, conductor Charles Harrison. Salida del 34 de High Holborn, llegada al 32 de Drury Lane, conductor Joseph Ampton.
Hoy Salida del 32 de Drury Lane, llegada al 34 de High Holborn, conductor James Arthur.
14 CO Disraeli intenta ayudarnos de la mejor formma que puede. Pero aparte de confirmarnos que los Rosters, Browns, y Jamiesons eran adinerados, no puede ayudarnos mas en esta investigación. 17 CO Podemos ver en los registros que, David Roster y Emily Roster contrajeron matrimonio hace 3 años, Sam Brown y Mabel Brown hace 2 años, y Frank Jamieson y Martha Jamieson hace 2 años. 20 CO Nos las arreglamos y con algo de suerte, encontramos el Simpson, donde vemos muchas damas de la alta sociedad disfrutando de un almuerzo tardío. Tras hacer algunas preguntas, y recibir algunos rechazos, nos enteramos de que las señoras Roster, Brown, y Jamieson frecuentaban este restaurante. Solían sentarse en el salón común, pero la última vez adquirieron un privado. 32 CO El botones está ansioso por responder nuestras preguntas. -Para serles honesto, este trabajo es bastante aburrido. No pasan muchas cosas, ¿En qué puedo ayudarles?-Estamos interesados en alguien que vino la última noche. Una señora que llegó en carruaje-. -Bueno, no sé nada acerca de un carruaje, pero sí hubo una señora que vino ayer por la tarde-. Busca con su dedo a través de un libro oculto a nuestra vista. -Registrada como Sra. Roster. Recuerdo su expresión simple cuando pidió una habitación.Entró muy rápido. Más tarde bajó de nuevo, esta vez un poco más arreglada. Ella se quedó y conversó un poco. Un mensajero de la oficina del Correo de las damas vino y recogió un mensaje suyo. Tras eso, volvió a su habitación de nuevo. Ledger dice que se fue esta mañana-. 34 CO Llegamos a la dirección encontrando un ambiente de conmoción. Normalmente High Holborn está llena de carruajes pero hoy está vacía. Hay una multitud en los alrededores de la casa, intentando echar un vistazo a lo que sucedió. Pasamos entre la gente pero un guardia da un paso adelante. -No puede pasar nadie, ya lo he dicho, ahora regresad-. Explicamos al hombre que hemos venido a ayudar a petición de Sherlock Holmes. El guardia levanta una ceja -Está bien, esperad un segundo, voy a confirmarlo con el jefe-. Intentamos aprovechar el tiempo haciendo algunas preguntas a la multitud. -Es triste, muy triste- Dice una joven tapándose la nariz con un pañuelo. -Vi que se iba con un ojo morado anoche-. Dice una anciana. -Bollock-, Un caballero vestido muy elegante dice: -Ella estaba fuera con una amiga, la del sombrero grande-.
-Bueno, todo lo que sé es que ella fue al otro lado para coger un carruaje ayer por la tarde-. Dice un chico mas joven. Echamos un vistazo al otro lado de la calle y vemos la entrada principal del Daily Gazette. En ese momento regresa el guardia. -Está bien, venid conmigo pero no toquéis nada-. Subimos las pequeñas escaleras y pasamos la entrada. En el suelo yace el cuerpo de un hombre de mediana edad, su ropa de noche está manchada de sangre al igual que la alfombra que hay debajo de él. Los grandes charcos de sangre que hay alrededor de su cuello, donde vemos un corte ancho y profundo. Él yace a menos de un paso de la entrada a su espalda, y tiene las manos hacia el lado. A su lado hay una daga de mano, con una hoja ancha y fuerte, su manija dorada está inmaculada y está adornada con gemas brillantes. Una inspección mas detallada nos hace descubrir que a la daga le falta una de las pequeñas gemas pero no la encontramos por ningún lugar para poder analizarla. Nos abrimos paso hasta dentro de la casa y encontramos a la Sra. Roster sentada junto a la ventana de la cocina. -Sra. Roster, lamentamos entrometernos, pero ¿podríamos hacerle algunas preguntas?- se vuelve para mirarnos, secando las lagrimas de su hermoso rostro y con su agotado pelo castaño muy al estilo actual. Traga saliva y nos dice: -Supongo que será para algo mejor. ¿Que quieren saber?-. -¿Como encontró a su marido?-Justo como está ahora, llegue a casa esta mañana, abrí la puerta y...- Se da la vuelta para mirar por la ventana de nuevo. -¿De donde venia?- preguntamos en un tono comprensivo. -Bueno, David y yo no siempre nos mirábamos a la cara, en ocasiones teníamos algunas peleas, pero nada serio, por supuesto. Pero ayer sentí que era mejor pasar la noche fuera, solo para que las cosas fueran bien, ya saben, me quedé en el Bentley´s, fui a coger un carruaje antes del anochecer y me quedé toda la noche-. Mientras distraídamente pasa sus dedos por unos papeles que tienen el logotipo de color azul con la silueta de una dama. -¿Hay alguien que querría hacerle daño a su marido?-. -No, nadie. Solo tenemos amigos, ningún enemigo. En esta zona puede haber peleas pero nadie capaz de cometer un asesinato, no digo que los Londinenses del sur sean asesinos ni nada por el estilo-. Agrega rápidamente sorprendida por haber podido insinuar algo. -No me siento bien, ¿podríamos seguir esta charla en otro momento?, iré a casa de una amiga, Marta Jaimeson, almorcé con ella hace un par de días temprano en el restaurante Goldini, podrán preguntar a cualquier persona que trabajan allí, las dos pasamos un buen rato disfrutando de un almuerzo allí-. Sus ojos se abren como platos, aunque necesitábamos creerl su drástica historia del almuerzo. Nos excusamos y la dejamos un poco confundida. Al salir echamos un segundo vistazo a la casa.
Hay pequeños signos de objetos rotos y reparados, un jarrón con una grieta en la tapa, un agujero en una fotografía del Sr. y la Sra. Roster que ha sido arreglado. Mientras damos nuestros últimos pasos para salir de la casa, cerramos la puerta tras nosotros que se cierra perfectamente en su lugar. 74 CO La multitud de gente empieza a disminuir, cuando entramos en las oficinas del Daily Gazette. Un reportero entusiasta erróneamente cree que hemos venido para darle una primicia. Un poco decepcionado por nuestra negativa, aceptaresponder algunas simples preguntas. -Las esposas vinieron desde el otro lado de la calle, de esta forma ayer. Ella tomó un carruaje hacia el sur. Ella escondió su rostro, pero no sé por qué. Las dos saben que tienen peleas, eso sí lo sé -. Agradecemos al hombre su tiempo, y nos vamos cuando él empieza a presionarnos para que le demos información a cambio. BARRIO CENTROESTE 9 CE Llegamos a la estación con su alboroto habitual, gente corriendo para atrapar trenes, vendedores ambulantes vendiendo sus productos, y todo eso junto con los constantes silbidos y gritos de conductores y vendedores de billetes. Tras una búsqueda exhaustiva, finalmente encontramos a alguien que sabe algo acerca del tren por el que estamos preguntando. -Ah, el tren de las 10.15 a Cambridge del martes. yo estuve allí ayudando a prepararlo-. Nos dice el áspero revisor. -No vi nada fuera de lo común. Estáis diciendo que ese es el tren donde hubo un asesinato? ¿Del que habla el Times?-. El hombre coloca un dedo en su cadena y sube las escaleras. Tras unos minutos de reflexión, nos dice -Bueno, no estoy seguro de recordar al tipo, no suelo entrar en las cabinas privadas, la mayoría de la gente que viaja en las cabinas quiere paz y tranquilidad, por lo tanto entrar no sería de su agrado, ¿verdad? -Y no sucedió nada extraño relacionado con ese tren? -Hubo una señora que saltó en el último segundo, pero no sé si les parecerá extraño, seguro que no. Ella llevaba un vestido elegante y tenia el cabello castaño, si eso ayuda-. Le damos las gracias y salimos de la estación. 11 CE Nos encontramos frente a los Baños Bell. Cuando indagamos en el interior, notamos que todo el edificio está en obras y no se puede entrar. 16 CE Llegamos al restaurante que está lleno de parafernalia alemana. Un hombre con pantalones estilo lederhosen nos dice 'Guten tag' y quiere llevarnos a nuestros asientos. Nosotros le informamos que simplemente venimos a hacer algunas preguntas, para intentar resolver un caso de asesinato. -Bueno, lo que sea que pueda hacer para ayudar-. Acepta el señor alemán con un acento cerrado..
-Estaríamos interesados en saber si usted recuerda a dos damas que estuvieron almorzando aquí ayer-. -Oh, si, Debo decir que eran bastante ruidosas, difíciles de olvidar, Pero pagaron bien, para poder regresar-. -¿Puede describírnoslas?-. -Una tenía el cabello rubio, la otra no lo sé debido a que llevaba un gran sombrero puesto, sus vestidos estaban inmaculados, llegaron y se marcharon en carruaje, así que creo que no vivirán muy cerca. La dama de cabello rubio creo que bebió un poco mas de la cuenta, de hecho en alguna ocasión su amiga tuvo que taparle la boca para que no gritara, que vergüenza verdad?-. -Gracias por su tiempo-. -Auf wiedersehen-. 30 CE Los reporteros están aprovechando al máximo los sucesos que ocurren en Londres y están demasiado ocupados para ayudarnos en cualquier consulta. 35 CE Quintin Hogg está ocupado escribiendo sobre el doble asesinato. Cuando le corregimos diciéndole que en realidad hay tres víctimas mortales, él tiene más preguntas para nosotros de las que nosotros tenemos para él. 36 CE No obtenemos nada útil con nuestra consulta en el Tribunal de Old Bailey. 38 CE Entramos en el hospital San Bartolomew y Sir JasperMeeks ya está esperando nuestra llegada. -Me alegra vuestra visita. Acabo de recibir un correo de Sherlock, parece que tuvisteis la misma idea acerca de lo que sucedió-. Caminamos hacia una losa, y Meeks retira la sabana blanca colocada sobre el cuerpo. Este es el cuerpo que encontramos en Regent's Park esta mañana. Como podéis ver, hay un agujero grueso en su cuello. Un corte profundo y ancho, provocado por una única puñalada. La trayectoria ascendente indica que el asesino era de estatura inferior Viendo que este hombre tiene una altura media, a quién buscáis es un hombre de estatura pequeña o una mujer-. -¿Tendría una mujer la fuerza suficiente para hacer talcosa?- preguntamos. -Oh, ciertamente, la mayoría de la gente podría. El cuello no es tan fuerte, ya sabéis-. Nos dirigimos a una segunda losa. -Por petición de Sherlock tengo el cuerpo encontrado en el tren a Cambridge aquí. Ya sabes, el mencionado en los periódicos. Parece que este también tiene una herida similar en el cuello. Aquí el ángulo del corte es hacia abajo,indicando que el asesino era más alto. Sin embargo, viendo que sucedió en un tren, es posible que la víctima estuviera sentada. Por último, podemos hablar sobre el cuerpo más fresco, el del Sr. Roster. Lo he examinado en la escena del crimen hoy, y he podido verificar que tiene una herida similar a la primera víctima, aunque al otro lado del cuello-.
-Ha sido de mucha ayuda, Jasper, gracias-. -Una cosa mas antes de iros; creo que es de vuestro interés, ninguno de los tres hombres muestra ninguna herida ni signos de defensa-. -Muchas Gracias-. 39 CE Nos abre la puerta la Sra. Jamieson, parece que estáalgo confundida al vernos en su puerta. -Lamentamos informarle esto, pero el cuerpo de David Roster ha sido encontrado muerto esta mañana -. -Oh dios mío. Qué noticia tan horrible para Emily- Jadea muy fuerte. -Debo ir a decírselo ahora mismo-. -¿Permitiría que le hagamos algunas preguntas rápidas? ¿antes de que se vaya?-Bien, bien, pero rápido-. Ella retrocede unos pasos, pero solo hasta la entrada, no para dejarnos entrar. -Sabemos de que usted y la Sra. Roster almorzaron juntas, ¿es correcto?-Sí, hace dos días, en el restaurante Goldini. Y ayer almorcé con mi amiga la Sra. Brown en El restaurante de Appenrodt, en caso de que tengan curiosidad ", dice ella. mientras mira la gran colección de sombreros en la pared. -¿Y sabe donde estaban sus maridos en ese momento?- -Frank está en Broxbourne. Estoy embarazada, fue a comprar una cuna nueva a un especialista al norte, nos dice mientras aún está decidiendo que sombrero va a ponerse. -¿Así que no estaba en Cambridge entonces?-No. No veo ninguna razón para que fuera allí-. Finalmente se decide por un gran sombrero y lo coloca en su cabeza. -Ahora si me disculpan, tengo que ir a toda prisa a hablar con mi amiga-. Sin esperar respuesta nos empuja. La vemos coger un carruaje y marcharse, dejándonos algo aturdidos. 52 CE Fred Porlock nos informa que ninguna de las personas que mencionamos tiene vínculo con el inframundo criminal de Londres. Sin embargo, escuchó hablar de algunos asuntos turbios en el Depósito Central De Coches. Parece que los nombres de los carruajes no coinciden con la documentación. 9 7 CE Llegamos al Jamaica (Venta de bebidas) y entramos. Las mujeres que trabajan allí nos dicen que vieron a una dama rubia bajar de un carruaje y caminar hacia la estación hace unos días.
FINAL DEL CASO
PREGUNTAS PRIMER CASO PERSONALIZADO El Cortante Filo Del Invierno by Vincent van der Zwaag More at www.vincentgames.com Traducción: Aitor Galán
Primera Serie 1. ¿Quién asesinó a David Roster?
Segunda Serie 1. ¿Por qué fueron regaladas las dagas con gemas incrustadas?
2. ¿Quién asesinó a Sam Brown? 3. ¿Quién asesinó a Frank Jamieson? 4. ¿Por qué han sido asesinados?
2. ¿Que compañía de correo utilizaban Martha, Emily, y Mabel regularmente? 3. ¿A donde se dirigía Frank Jamieson en tren, y por qué iba allí? 4. ¿Qué delito fue cometido en el Depósito Central De Coches?
SOLUCIONES PRIMER CASO PERSONALIZADO El Cortante Filo Del Invierno by Vincent van der Zwaag More at www.vincentgames.com Traducción: Aitor Galán
Nos acurrucamos junto a la chimenea buscando algo de calor, mientras Sherlock bosteza de forma audible, y se sienta en su silla. -Un caso bastante fácil de resolver. Watson, ¿podría ser tan amable de preguntarle al inspector si quiere sentarse junto al fuego caliente?-. Antes de que Watson pueda mediar palabra, la puerta de la habitación se abre, dejando entrar una corriente de aire frío. El inspector Lestrade entra sacudiéndose la nieve del abrigo. -Por favor decidme que lo habéis resuelto-. -Tome asiento inspector, íbamos a empezar ahora-. dice Watson mientras coloca una silla más cerca de la chimenea. -Suficiente, Watson-. continúa Sherlock. -Desde que eché el primer vistazo al cuerpo tuve claro cuales fueron los motivos-. -¡Dinero!-, Grita Lestrade entusiasmado. -Si me preguntas, solo hay un motivo para asesinar a hombres ricos-. -Alégrate de que no sea así-, continúa Sherlock, algo molesto por la interrupción. -Cuando posteriormente vi el cadáver, supe que no había sido por sus riquezas. ¿Por qué dejar la daga de oro en la escena del crimen? ¿Por qué no buscar en la casa más objetos de valor?-¿Cómo sabes que no se registró la casa?-, Pregunta Watson. -Bueno, el charco de sangre era tan grande que sería muy difícil pasar sorteándolo. Si el asesino hubiera entrado,habríamos visto huellas ensangrentadas. Además, el hecho de que la puerta no se haya abierto a la fuerza nos indica que la víctima abrió la puerta a su asesino, claramente conocía a la asesina lo suficiente como para abrirle la puerta por la noche-. -¿Asesina?-. Pregunta Lestrade confundido. -¿Estás diciendo que una mujer ha asesinado a todos estos hombres?-Señoras. Plural-. Responde firmemente. -David Roster, Sam Brown y Frank Jamieson, el hombre encontrado muerto en el tren que iba a Cambridge, trabajaron juntos en la Cia. Real Aseguradora, así que fui allí tras ver el cuerpo. Me enteré de que había más replicas del arma homicida, así que descarté cualquier opción de encontrar al asesino rastreando los orígenes de la daga. Una vez más tuve claro que todos estos hombres, y sus socios, usaban carruajes para viajar por Londres. Obviamente mi siguiente parada fue el Depósito Central De Coches-. -Bueno, te sigo de lejos, pero sigo sin ver qué grupo de damas iría y asesinaría a tres agentes de seguros-. Dice Lestrade con una expresión verdaderamente desconcertante en su rostro. -Todo me quedó claro cuando eché un vistazo a los registros de transporte. Por cada asesinato, la esposa de la víctima estaba muy lejos, a veces al otro lado de la ciudad, pero siempre una de las otras esposas estaba en el barrio de la escena del crimen. Esto me llevó a creer que la Sra. Roster, la Sra. Brown y la Sra. Jamieson conspiraron juntas para asesinar a sus tres maridos. Una teoría que toma forma por los detalles que Emily Roster intentaba ocultar, las visitas regulares de las víctimas a los clubes, y todas las características poco atractivas para un marido digno de confianza-. Lestrade asiente con la cabeza entendiendo la situación. -Por lo tanto, hice una última parada para ver a Meeks, donde supe que cada víctima fue asesinada por un asesino diferente, que cambió el ángulo de la daga, o la mano en la que fue empuñada. En resumen, tres hombres que vivían la buena vida, con tres mujeres infelices en casa, que conspiraron para matar a sus maridos, y pasar a vivir una vida feliz con el dinero del seguro de muerte. Sin embargo, su plan perfecto resultó no ser tan perfecto después de todo. Estas damas realmente tienen corazones tan fríos como el invierno-.
RESPUESTAS PRIMER CASO PERSONALIZADO El Cortante Filo Del Invierno by Vincent van der Zwaag More at www.vincentgames.com Traducción: Aitor Galán
Holmes ha resuelto el caso siguiendo 4 pistas. El domicilio de David & Emily Roster (34 CO), Cía. Real Aseguradora (68 NO), Depósito Central De Coches (5 CO), y a Jasper Meeks: Médico forense jefe (38 CE).
Primera Serie 1. Martha Jamieson. (25) 2. Emily Roster. (25) 3. Mabel Brown. (25)
Segunda Serie 1. Eran un regalo de Yahya Al-Baaqee, como muestra para cerrar un trato. (15) 2. Correo De Las Damas. (10) 3. Broxbourne, para comprar una cuna nueva. (10)
4. Para estar liberadas de mentiras, dinero desperdiciado, maridos y vivir del dinero del seguro de su muerte. (25)
4. Contrataron a trabajadores no registrados como conductores, dando a cada uno un nombre falso, inspirado en personas fallecidas del periódico, o con el nombre de calles cercanas. (15)
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Av iso Este caso no está de ninguna manera conectado con los del juego oficial y / o expansiones,y por lo tanto debería jugarse ignorando lo aprendido en Sherlock Holmes Detective Asesor. Cualquier información obtenida del Times o de los casos del juego oficial es completamente desconocida (o incluso contradictoria) con este caso.
El Escritor Sin Nombre 17 de Octubre de 1889
(Autor: TeOoh!)
Traducción: Aitor Galán
Las noticias del Times esta mañana nos hicieron decidir dirigirnos al 221B de Baker Street sin esperar a ser convocados. La muerte de un escritor prolífico como Waldo Riter no iba a pasar desapercibida a los ojos de Sherlock Holmes! Cuando llegamos al estudio familiar, vemos cómo Holmes ya había asimilado todo el periódico. Durante unos minutos da la impresión de que escucha en silencio nuestras suposiciones y consideraciones sobre el caso, mirando por la ventana, como si esperara algo, o a alguien. Interrumpe su contemplación de repente, insertándose en nuestra conversación: «Dime, Wiggins, es un apasionado lector de este Waldo Riter, entiendo». Nos volvemos hacia el interrogado que asume una expresión similar a la de un niño que acaba de cometer una travesura. Quiere mostrar indiferencia y despreocupación, pero es evidente el cambio de color de su cara. «Bueno, no puedo decir que sea un apasionado, pero aprecio la escritura, he leido alguna de sus historias, como la que publicó en el Daily Telegraph, del que soy seguidor habitual». Intenta justificarse el entrevistado. La puerta del estudio se abre. «¡Buenos días, Lestrade!». Holmes saluda al inspector más jovial que de costumbre, evidentemente está tratando de disimular la hilaridad que despierta el comportamiento de Wiggins. El inspector aparece como siempre: sin aliento y preocupado. «Digame que buenas noticias le traen por aquí». «Bueno, desgraciadamente no son buenas». Indica el agente de la ley, «Pero estoy aquí de nuevo para solicitar su ayuda en un caso de extrema urgencia y delicadeza». «Justo estábamos hablando de algunas historias hace un momento». «Siempre logras sorprenderme, Holmes», continúa Lestrade, «ni siquiera había mencionado el caso todavía, y ya has comenzado la investigación, por lo que veo». «Diría que identificar el caso más interesante de hoy no es un gran enigma que resolver. En la portada del Times se habla del asesinato de un conocido escritor, que trabaja principalmente con un periódico concurrente. Por supuesto, es algo de lo que vale la pena hablar a pesar de la competencia. Justo debajo aparece el nombre: evidentemente es su nombre artístico, si se me permite decirlo». «Ese es exactamente el punto principal». «Han identificado el cuerpo como el del escritor, ¿verdad?». Lestrade se limpia la frente con un pañuelo asintiendo, mientras su dedo índice pide permiso para sentarse en la silla frente a Holmes, quien asiente con la cabeza, sin deja de hablar «Sin duda, él es el hombre muerto, aunque no tiene documentos. Intenté ponerme en contacto con algunos miembros de su familia para informar de la muerte, pero choqué con la absoluta inexistencia del nombre en el anuario.
Claramente, sin un nombre, es difícil ponerle una posible cara al asesino o considerar el motivo. Estarán de acuerdo conmigo en que un robo en un lugar tan concurrido es muy poco probable: ningún ladrón trivial se arriesgaría tanto. Un ladrón muy atrevido, no podemos descartar que exista. En ese caso, no buscaremos en ninguno de los muchos barrios marginales anónimos, sino una persona que tendrá un nombre y apellido». «¡Creo, Holmes, que la próxima vez podría decirme que ya había aceptado y procedido con la investigación sin hacerme perder el tiempo viniendo aquí!». Lestrade, por primera vez desde que le conocemos, parece encenderse. «Ni siquiera nos convence la historia del robo. Hay lugares más simples para robar a una persona y objetivos menos conocidos por la población de Londres para evitar que todo Scotland Yard te persiga. Desafortunadamente debemos encontrar al asesino. Está en juego nuestro buen nombre. Además de nuestro jefe ... aquí... parece estar muy interesado en las historias de W. Riter y, por lo tanto, le dio la más alta prioridad a este caso». Wiggins aprieta los labios, se ajusta el chaleco y concluye con un «Cuente con nosotros, inspector». Holmes suelta una pequeña risa y despide a todos con un «parece que se respira aire de solución en poco tiempo, Wiggins, dejo en vuestras manos la investigación para no entorpecerla».
BARRIO SUDESTE 58 SE Lord Willard Anspach tiene una actitud muy cooperativa. Un hombre con cabello muy oscuro y una bella presencia, parece ser el dueño de su casa. Él mismo está preparando té y nos ofrece una taza. «Si necesitan información sobre el asesinato de Waldo, perdón, señor Riter, estoy disponible.» «¿Ayer estuvo en el club?». «He estado en el restaurante con mi esposa. Disculpe, pero ¿sospecha de mí?» «Para nada», aclara Wiggins, «pero nos preguntamos si nos podría ayudar a arrojar luz sobre el asesinato en sí con algunos detalles que se nos podrían haber escapado. Nos disculpamos si hemos dado una impresión diferente. ¿Cuál fue su relación con el Sr. Riter?» «Podríamos decir que éramos buenos amigos, pero no un tipo de amistad fraternal. Hablábamos mucho, nos entendíamos bien e incluso fuimos un par de veces a tomar algo al Punch & Judy». Mientras tanto, Lord Anspach se levanta y endereza un par de libros que no estaban perfectamente alineados en la estantería. «Como ven, no estoy realmente apenado por su muerte. Lo siento mucho, pero más porque perdí un gran conversador. No puedo decir que le tuviera cariño.» «¿Hubo algún desacuerdo entre ustedes que afectara a la relación?» «Ninguno. Una persona a quien respeté y estimé. No me imagino a nadie que tenga una razón para discutir con él.» «¿Y por casualidad sabía su verdadera identidad?» En este momento Willard Anspach está moviendo la silla para que pueda capturar perfectamente un rayo de luz. «Era obvio para todos que era un nombre artístico, pero no tenía que saber el nombre real para hablar. Sin embargo, soy un buen observador y estoy orgulloso de ello. Y creo que he leído las cifras de O.T. en una camisa que llevaba.» La cara de Wiggins se ilumina. «Lord Anspach, no sabe cuánto podría haber ayudado en la investigación».
BARRIO SUDOESTE 2 SO
Llegamos al Club Mundano donde, afortunadamente, parece haber un momento de tranquilidad. Tras unos pasos, somos sorprendidos por una voz familiar. «Caballeros, supongo que están aquí por la desgracia sucedida anoche». La expresión de Langdale Pike parece triste, «Una noticia que me cogió por sorpresa y me ha dejado inmerso en una gran tristeza.» «¿Entonces conocía bien al Sr. Riter?» «¡Por supuesto! En este ámbito, todos conocían a Waldo Riter, que en paz descanse. Era una persona muy afable y cordial; una compañía muy profunda y agradable. ¿Sabes? Yo mismo patrociné su ingreso al Tankerville Club: era una persona que pensé que aportaría un aliento de frescura correcto a ese puñado de estirados.» «¿Puede darnos algo de información sobre él? ¿Era un mujeriego, tal vez un jugador empedernido? O... ¿su verdadero nombre?» Langdale Pike suelta una fuerte carcajada. «¡Wiggins, gracias por ponerme de buen humor un día tan triste como este! El nombre de Waldo Riter era simplemente Waldo Riter. ¡El hecho de que era un nombre artístico hizo que su persona fuera mucho más intrigante y misteriosa! A ninguno de nosotros se nos ha ocurrido la mas remota idea de preguntarle su verdadera identidad. Todo hombre tiene derecho a sus secretos.» Con un gesto de mano, le pide a un camarero que le traiga una copa. «¿Van a tomar algo? Yo invito, por supuesto.» Agradecemos la oferta, pero preferimos rechazarla. Después de beber un buen sorbo de una bebida ciertamente rara, la conversación se reanuda. «El Sr. Riter era muy querido por todos. Guapo y amable, jovial y con una buena cultura, para poder sostener una discusión con cualquier persona. Siempre vestido elegante, pero no con trajes de alta costura, imagino que el trabajo de un escritor es rentable, pero no tanto como para permitirse una vida de lujos. Otro punto a su favor, aunque podría haberle dado su condición de persona "famosa", no era mujeriego, si puedo ser indiscreto. Por supuesto, muchas mujeres intentaban coquetear con el, pero todavía parecía muy enamorado de su esposa o prometida ... en resumen: En las ocasiones mundanas, siempre estaba codo con codo solo son la misma mujer.
Wiggins ve una esperanza. «¿Tiene el nombre de esta dama? Tal vez si la encontramos, podamos esclarecerlo.» «Margaret. Estoy seguro de eso, ella mismo nos presentó a Riter una noche en el vestíbulo del Teatro Allegro. Una mujer muy elegante, con un porte envidiable. Cabello largo y rubio, ojos verdes y una risa sincera y cristalina.» «Gracias. Un nombre real, afortunadamente, en este caso.» Wiggins suspira de alivio. «Y volviendo a Riter, por casualidad, ¿tenía algún hábito en particular? ¿Solía frecuentar algún sitio?» «Bueno, sin duda el Tankerville era su casa, probablemente podríais obtener información sobre él de casi todos los miembros del club. Entonces ... déjame pensar ...» Langdale Pike llena el ambiente de silencio con otro sorbo de lo que una vez llenó el vaso. «Como ya os dije, solía frecuentar los teatros de la zona cercana al Club: Allegro y Covent Garden principalmente; a menudo interpretan obras de sus historias, ¿saben? Y también le conocían en el Romano: de vez en cuando se daba una cena de buena calidad. Ah, y algunos amigos que bebían con él algunas veces en Punch & Judy» «Por suerte todos están cerca de aquí, no será muy largo el camino para visitarlos todos.» Interrumpe Wiggins. «Sí, bueno, ahora que lo menciona, me acuerdo una de sus excentricidades», continúa Pike, señalando a Wiggins como agradecimiento. «No creo que alguna vez lo haya visto usar un carruaje. Siempre iba a pie este Riter. Se movía solo con sus medios de locomoción, ya sea con una dama o no. Supongo que por aquí tenía incluso a su peluquero, a el sastre y a el panadero.» Langdale Pike termina la historia, con una carcajada, satisfecho de su propia broma. «Así que no era un marido celoso, no era un loco de las apuestas y no era un escritor celoso.» Wiggins parece que está satisfecho con la información obtenida. Nos levantamos agradeciendo el tiempo otorgado y nos dirigimos hacia la salida.
5 SO Le pedimos que consulte los antecedentes penales de Fehr Juergen para averiguar si puede proporcionarnos alguna pista útil. Lomax recupera el archivo y descubre que recibió varias denuncias, retiradas después de unos días, debido a la perturbación de la paz pública. Los vecinos en su mayoría molestos por su trabajo nocturno. Fue acusado, cuando aún vivía en Alemania, de asesinar a su esposa, pero la acusación fue retirada después de que el culpable se entregara a la policía la semana siguiente confesando el asesinato.
8 SO «Buenos días, caballeros, creo que ya sé el motivo de su visita». Nos cruzamos a Mycroft Holmes cuando él está saliendo de su oficina. Wiggins está a punto de hablar, pero lo interrumpen al instante. «Si me preguntan por la muerte de Waldo Riter, deben saber que tienen delante a uno de sus más grandes admiradores. Probablemente nunca lo hubieran dicho, pero estoy fascinado con su forma de escribir. Me parece atractivo, aunque los temas ciertamente no son tan buscados. No podría decírles mucho más, excepto que, claramente, su nombre era falso, y le pediría información sobre quién está más acostumbrado a la vida mundana. Lo ví varias veces en el Club Tankerville, pero nunca tuve el placer de hablar con él». Se abrocha el abrigo y nos hace un saludo con el sombrero.
13 SO Nunca hemos visto a Lestrade moverse tan rápido por las oficinas de Scotland Yard. «Desafortunadamente, caballeros, no tengo mucho que contarles». Se enzarza en uno de sus ataques internos. «Envié un par de agentes a entrevistar a todos los miembros del Tankerville y así recopilar la mayor cantidad de información posible sobre esta noche y la identidad del señor Riter, pero todavía no tenemos novedades». «¿Ha pensado en ir al Telegraph?» «Oh, por supuesto, pero parece que sin una primicia, esos encantadores periodistas,» hace un gesto elocuente y sarcástico con su mano, «no dirán ni una palabra a nuestros agentes. Es una especie de competencia, si logran averiguar la verdadera identidad de Waldo Riter antes que nosotros, tendrán una primicia realmente magnífica. Lo celebrarían a lo grande, mientras que nosotros poco lo celebraríamos si eso sucede, ya que el comisario era un ávido lector de las aventuras del fallecido escritor y quiere resolver el caso hoy mismo.» «¿No hay información útil sobre el motivo del asesinato?» «Si quieren mi opinión, ha sido por cualquier motivo menos un robo. Encontramos varios artículos que podrían haber sido revendidos. Estoy de acuerdo en que no se tiene mucho tiempo para seleccionar lo que se va a robar a una persona muerta, pero generalmente en los robos de personas adineradas las pertenencias se entregan al ladrón, especialmente si están equipadas con un arma». Lestrade mueve su mano y desaparece detrás de otra puerta.
22 SO Parece que el escritorio de Murray genera una fuerza gravitatoria muy particular: cuanto más nos acercamos, más se imponen las pilas de hojas, carpetas y sobres. Desde arriba, una voz nos saluda. Encaramado en una escalera, el extraño profesor Murray está consultando algo en una caja vieja. O más bien, está tratando de consultar algo dentro de una caja: por lo que vemos, levanta un paquete de papeles con una mano e intenta leer lo que está escrito en la hoja descubierta, manteniendo un equilibrio precario en la escalera. Después de unos momentos, viene hasta donde estamos. «Caballeros, siempre es un placer verles. ¿Quieren tomar una taza de té?» Desafortunadamente, tenemos que rechazarlo y eso parece entristecerlo. «Siempre van con prisa... ¡Ah, se ha perdido la costumbre de tomarse un tiempo! ¡Modernidad!» Niega con la cabeza, se sienta en su escritorio casi desapareciendo detrás de las sábanas y continúa, tratando de cortar su cabello blanco torpemente. «Entonces diganme, ¿en qué puedo ayudarles?» «Necesitamos información sobre la muerte de Waldo Riter.» «Por supuesto, creo que tengo el archivo aquí en alguna parte; Mientras tanto, empiezo a contarles lo que recuerdo. La víctima no tenía documentos ni dinero. La ropa no era muy adecuada para la temperatura de la noche anterior, al parecer también se quitó el abrigo. Encontramos en los bolsillos de los pantalones: un pañuelo bordado de una mujer con las iniciales N.M., una tarjeta de visita de Gilbert & Field, 10 libras y 7 peniques. Ah, había un buen reloj de bolsillo sujeto a su chaleco.» Deja de buscar la carpeta, aplaudiendo con un chasquido agudo. Evidentemente, nos lo había contado todo. «¿Ahora quieren tomar el té?» Agradecemos enérgicamente, sintiendo nuestra negación implícita. Nos despedimos, acompañados por comentarios del profesor Murray que van dirigidos a nosotros.
41 SO Después de que el mayordomo nos acomode en la casa, nos encontramos con Sir James Walter en la biblioteca privada. Sentado en una silla con los ojos perdidos en la nada. Es un hombre de cierta edad, con el pelo blanco a los lados de la cabeza y una barba puntiaguda que completa la otra punta de la cabeza. Cuando el mayordomo nos anuncia, él responde sin mirarnos. «Todavía estoy disgustado desde anoche, perdonenme. Dije todo lo que sabía a la policía esta mañana ».
Wiggins, con evidente vergüenza, intenta preguntar. «Usted fue el primero que llegó al Sr. Riter tras el ataque, junto con Sir Clifton. ¿Les dijo algo? ¿Alguna pista sobre el asesino, o dejó algun mensaje para entregar?» Pasaron un par de minutos de silencio, luego los ojos de Sir Walter descansan sobre nosotros, severos. «Repito que lo que sabía se lo he informado a la policía. El Sr. Riter estaba muerto cuando llegamos. Lo sostuve en mis brazos mientras toda esa sangre estaba en todas partes. No creo que vaya a olvidar esa escena muy pronto. ¿Cómo se le puede hacer algo similar a un hombre?» «¿Podemos simplemente preguntarle si conocía el nombre real del escritor Waldo Riter?» El silencio continúa y, esta vez, creemos que no terminará pronto.
BARRIO NOROESTE 12 NO La fábrica de la compañía Colt está ubicada en la parte posterior de un edificio más pequeño que contiene las oficinas y la administración. Nos acercamos al escritorio de la secretaria y una joven eficiente nos da la bienvenida apresuradamente. «Buenos días. ¿Tienen alguna cita por casualidad? ¿A quién tengo que avisar?» Wiggins, quitándose el sombrero,«Buenos días. No tenemos ninguna cita, pero estamos ayudando a Scotland Yard a investigar un caso. Si fuera posible ...» «Disculpe.» La secretaria la interrumpe, evidentemente acostumbrada o entrenada a estas situaciones, evidentemente, fabricar armas a menudo atrae la atención de la policía o los periodistas. «¿Pero Colt está directamente involucrada en esta investigación?» «Bueno ... no, mire, tenemos una pista ...» «Miren señores, lo siento, pero realmente no puedo ayudarles hoy. Por lo general, es el Sr. Teevan quien se ocupa de las relaciones con el exterior, pero hoy, sorprendentemente, no se presentó al trabajo. Les pido la cortesía de volver mañana, espero que vuelva. No nos ha avisado de su ausencia, pero es inusual este comportamiento. Me imagino que será un mal pasajero. Adiós caballeros.» Nos regala una sonrisa sin que sus ojos sigan sus labios. Su mirada y su firmeza nos hacen darnos cuenta de que no tendremos muchas oportunidades para hacerle cambiar de opinión.
16 NO Llegamos frente a un edificio de arquitectura modesto pero bien mantenido. Incluso las puertas de la entrada parecen haber sido pulidas. Una dama de unos cuarenta años nos abre, con un cuerpo delgado y ágil; se presenta como la Viuda Sra. Adele May, dueña del edificio. Wiggins saluda con delicadeza y pregunta. «Buenos días, señora, ¿el señor Oscar Teevan vive aquí?» «Por supuesto, ¿quién lo está buscando?» La actitud es aspera, pero el tono sin embargo es comprensivo, da la impresión de una mujer que ha tenido que convertirse en cabeza de familia durante muchos años. «Estamos investigando la muerte del escritor Waldo Riter y creemos que el Sr. Teevan puede tener información útil». «Nunca he oído hablar de el. Del escritor, digo.
Mientras el Sr. Teevan puedo decirles que esta noche creo que no ha regresado.» «¿Podría describir al Sr. Teevan?» «Un apuesto hombre rubio. Alto más o menos así.» Nos muestra la altura con su mano, haciéndonos ver que podría llegar incluso un poco por encima. «Ojos verdes muy intensos. Jovial y de buenos modales. Trabaja en Colt, cerca de aquí. Pensando en ello, tal vez, regresó muy tarde y probablemente esta mañana tuvo que irse de la oficina temprano, así que no me crucé con el mientras se iba.» «Perfecto señora, una información muy útil.» Wiggins, como un actor consumado, finge vergüenza. «¿Sería posible echarle un vistazo a su apartamento?» Los ojos de la dueña se abren. «No, en absoluto, caballeros. Soy responsable de este edificio y no puedo permitir que desconocidos entren en la casa de uno de mis inquilinos sin su consentimiento.» «Entiendo, entiendo, he sido indiscreto», justifica Wiggins. «Entonces querríamos saber si podríamos hablar con su esposa, o algún amigo ...» «Oh, miren, amigos, imagino que tiene muchos. Una persona que a menudo llega tarde por la noche significa que se entretiene y que se divierte. Desafortunadamente, ninguno de ellos tiene nombre para mí». Mientras habla con nosotros, la Sra. May entra por la puerta y continúa con las tareas de limpieza que estaba haciendo antes de que llegáramos. «Esposa tampoco. El Sr. Teevan no está casado.» De repente se acerca y baja la voz. «Si puedo hacer una indiscreción, sin embargo, hay una mujer que a menudo pasa la noche aquí. No es una puta, es decir, es una dama elegante y guapa, también rubia como el Sr. Teevan. Nunca nos presentaron, pero a menudo la oía venir a casa con el Sr. Teevan por la noche y una mañana los vi salir de casa juntos. Tengo una ventana que da a la calle. Permítame, pero parece un comportamiento muy apropiado.» «Señora, Gracias por la indiscreción, pero no la pondría en problemas con su inquilino.» Argumenta Wiggins, con el aspecto de quien cree que ha encontrado el camino correcto. «¡Oh, no se preocupen, puedo defenderme!» Nos muestra sus bíceps. «Como mi esposo, desafortunadamente, desapareció, he tenido que lidiar con todos los asuntos que previamente pasaron bajo sus ojos y manos». «Le haremos una última pregunta y luego le dejaremos hacer sus tareas. ¿Tiene alguna idea de si alguien pudiera querer hacerle daño al Sr. Teevan?» Adele May estalla en una carcajada feliz. «Simplemente no sabría decirles. Como les dije, él es una persona a la que uno no puede sino amar. Tiene un trabajo respetable y nunca lo he oído llegar a casa enfadado por algo. Tal vez algún marido enfadado,
por haberle hecho ojitos a su esposa, pero los celos «A veces lo veo escribiendo notas en un bloc que nunca han llegado a estas paredes. si quieren mi siempre tiene en el bolsillo, pero es muy reservado en opinión, definitivamente no es un mujeriego.» muchas cosas. Digamos que es reservado para todas Agradecemos a la Sra. May y volvemos a nuestras las cosas. No recuerdo haberlo escuchado decir que iba a tomar una copa con un amigo o que le gustaría investigaciones. escuchar música en un Hall.» «¿Ha oído hablar de Oscar Teevan?», Dice Wiggins. «Por supuesto. Es una persona afable, guapa, pero lo 18 NO que más me importa es que sea un experto en armas En la tienda de juguetes, Sam Parsons señala una de fuego. Trabaja como contacto para los clientes caja en un estante, mientras continúa atendiendo a extranjeros en Colt. Me paso varias veces para una dama con un bonito sombrero y un abrigo encontrarme con él. ¡Es lo opuesto a Owen, me atrevo morado. En el interior encontramos una nota que dice a decir!» "Hay algo nuevo en la ciudad" y una marioneta que «¿Conoce alguna conexión entre él y el Sr. parece haber sido desmembrada y luego ensamblada Edwards?» con un hilo muy grueso que realza las costuras. «Ni siquiera creo que se conocieran. Por lo que sé, Owen se va de casa, viene a trabajar y, como máximo, se desvía para ir a casa de sus suegros. Entiendo que la madre de su esposa está muy enferma y que ella le 31 NO brinda asistencia día y noche. Una persona del mundo Encontramos la armería cerrada, pero vemos una como Oscar, creo, está fuera del círculo de sus figura adentro y decidimos golpear la ventana. Un posibles amigos.» hombre elegante nos abre y se presenta como Westley Se lo agradecemos y, después de negarnos a admirar el nuevo modelo de Colt en el mercado, saludamos a Richards, dueño del negocio. «Buenos días, señores, estamos cerrados en este Westley Richards. momento, pero aún así estaré encantado de ayudarles con cualquier cosa. Por favor, entren». Wiggins se apresura a aclarar el malentendido. «No somos realmente clientes, estamos investigando la muerte del escritor Waldo Riter». El Sr. Westley nos mira con curiosidad. «¿Y me necesitan? ¿Necesitan algún tipo de consejo? Esta mañana, en el periódico, leí sobre el asesinato, un arma de fuego, al parecer. Si en este caso es necesario un asesoramiento experto, aquí me tienen, Estoy listo para ayudarles a examinar todo» Desconcertados, permanecemos en silencio hasta que Wiggins no puede replicar.. «Gracias por la oferta, pero Scotland Yard ya utiliza el asesoramiento de expertos. Ciertamente tendremos en cuenta su generosidad en el futuro. En realidad, necesitamos información sobre uno de sus empleados: el Sr. Owen Edwards.» «¿Un empleado mío? ¡Él es el único empleado!» Estalla en una fuerte carcajada. «Es muy eficiente, tanto que ahora la tienda la lleva por sí mismo. Me preocupo por mantenerme actualizado sobre las novedades y asesorar a los clientes más exigentes. Como ve, el aburrimiento incluso me lleva a ofrecer colaborar con extraños.» La risa se reanuda. «Además de chistoso, es un excelente trabajador. Confío en él a ciegas. Puntual por la mañana y nunca ha salido de la armería antes de haber terminado las tareas diarias.» «¿Sabía que es un obsesionado de la escritura?»
42 NO Nos encontramos con Sherlock Holmes en la puerta de su casa. Se está poniendo su abrigo directamente en la calle, mostrando su típica prisa cuando está cerca de la solución de un caso. «Oh Wiggins». Nos ve al otro lado de la calle. «Imagino que un escritor famoso tiene una vida mundana muy interesante, debe basarse en eso, para la investigación. Y otra cosa: estoy bastante convencido de que el dinero siempre deja más rastros de lo que una persona piensa. Las transacciones siempre deben tener un nombre y un apellido, y los bancos son muy precisos para registrarlas todas.» Nos dice mientras se aleja, el paso rápido de Sherlock se convierte en una auténtica carrera.
62 NO Llamamos a la puerta de Owen Edwards durante un par de minutos, sin obtener respuesta. Cuando estamos a punto de volver a intentarlo de nuevo, se abre la puerta, revelando la cara pálida de un hombre de unos cuarenta años. «Buenos días», Wiggins nos presenta, «estamos investigando la muerte del escritor Waldo Riter».
«¿Y qué es lo que quieren de mí, si puede saberse?» Las palabras salen lentamente y casi confundidas por la boca de nuestro interlocutor. «Tenemos una pista que estamos siguiendo y por casualidad su nombre apareció. ¿Conoce al señor Riter, o al señor Teevan?» La palidez parece elevarse en el rostro del señor Edwards, parece tener dificultades para relacionarse con la gente, o que le preocupa algo. «Por favor, entren, no quiero que los vecinos nos vean hablando en la puerta». Finalmente nos invita. El apartamento está amueblado de manera esencial, pero suavizado por la presencia de algunas flores y accesorios de colores. Nos hace sentar en la sala de estar, donde un sofá nos espera para ofrecernos té. En la habitación hay un escritorio cubierto con sábanas arrugadas y una pila de atlas abiertos al pie de ella. Para un ojo más atento, uno puede ver cómo la librería acoge una pequeña parte de los libros, que en cambio ocupan una gran parte del piso escondida detrás del sillón frente a nosotros. Cuando el propietario se asoma con la bandeja, parece haber recuperado un poco de color. «Discúlpenme, señores, pero he estado trabajando bastante durante una semana». El Sr. Edwards se justifica. «¿Escribe usted, Sr. Edwards?» «Oh, ¿se refieren a eso?» Señala el escritorio asintiendo con la cabeza, alborotando su cabello con su mano. «Solo es mi pasatiempo. Una forma de escapar unas horas de la vida cotidiana. Es mi entretenimiento». Wiggins toma la palabra. «Queremos ocuparle menos tiempo, para permitirle descansar, Solo necesitaríamos saber acerca de su relación con las dos personas que le mencionamos: Waldo Riter y Oscar Teevan.» Owen Edwards reflexiona por un momento y luego comienza a hablar en un tono monótono y pareciendo perdido en el vacío «Dado mi hábito de escribir, está claro que parece que conozca al Sr. Riter. Lamentablemente solo lo conozco a través de su pluma, que envidio mucho, si puedo decirlo. Me enteré esta mañana, a través del Telegraph, de su perdida en circunstancias terribles, y lo lamento. Extrañaremos a un escritor como él, inventó un nuevo estilo literario.» Sus ojos se iluminan al pensar en el escritor. «Sobre Oscar, es un querido amigo mío. Nos conocemos desde la época de la universidad, estuvimos juntos durante todos los años de la escuela, y tuvimos la suerte de mantenernos en contacto incluso aquí en Londres. Vivimos a poca distancia, y a veces también nos encontramos con mi esposa para intercambiar algunas charlas juntos con una buena cena.» «¿Su esposa?»
«Por supuesto. Lamento no poder presentársela, pero Margaret ahora se está ocupando de su madre. Está muy enferma, y con frecuencia se detiene en casa de Nichols durante el día e incluso durante la noche, si es necesario. Últimamente solo podemos hablar cuando salgo de la tienda. Como mencioné, hace semanas que llego a la armería antes de que el sol haya salido y vuelvo solo a la hora de la cena. Durante el día tengo que administrar a todos los clientes. Afortunadamente, al salir del trabajo puedo ir a verlas, ya que su casa está justo enfrente de la armería.» Se detiene, casi de repente, y la palidez regresa a su rostro. «¿Trabaja cerca de aquí?» Wiggins intenta aliviar la tensión. «Sí, en la armería de Westley Richards.» Con una leve tos, Wiggins intenta introducir un tema incómodo. «Si no soy demasiado indiscreto, Sr. Edwards, le preguntaría el motivo de las transacciones financieras entre usted y el Sr. Teevan. Encontramos varios abonos en su cuenta de parte de su amigo». «Discúlpenme, pero no entiendo cómo esto podría interesarles en la investigación. ¿De algún modo soy sospechoso?» Responde molesto nuestro, pero manteniendo la mirada fija en un lugar indefinido en el suelo. «Oh, no. En absoluto.» «Entonces si me perdonan, ahora me gustaría descansar. Mañana por la mañana tendré que presentarme en el trabajo muy temprano, como les dije.» Se levanta de su silla, y por su forma de mirarnos en silencio, podemos entender que la conversación ha terminado.
68 NO Tan pronto como ponemos el pie en las oficinas del bufete donde trabaja el abogado William Morris, nos da la sensación de haber entrado en un mercado. Hay periodistas de varios periódicos, con sus cuadernos ondeando, que están abarrotados frente a una de las 3 puertas que dan al escritorio de la secretaria, cada uno de ellos ocupado gritando sus preguntas a través de la gruesa madera. Vemos lo que debería ser la secretaria en medio de la muchedumbre. Intenta en vano rechazar a la pequeña multitud más allá del baluarte de su puesto, pero su pequeño cuerpo no permite que se imponga. Intentamos acercarnos, pero parece que nos enfrentemos a una tormenta marina, no podemos ganar ningún centímetro hacia la puerta cerrada. Decidimos darnos por vencidos.
74 NO Imaginando que Margaret Nichols puede estar ocupada, dadas las condiciones de salud de su madre, esperamos pacientes hasta que alguien venga a abrir la puerta. Nos abre la puerta una mujer muy atractiva, cabello rubio largo recogido en un moño en la parte posterior de la cabeza evidentemente por practicidad en el hogar. se presenta como Margaret Nichols, hija de Evelyn Nichols, casera. La apariencia es de alguien que pasó la noche en blanco, sus ojos están apagados y tienen un color muy pálido, nariz roja como si hubiera utilizado frecuentemente el pañuelo. «Buenos días, señora, estamos investigando en nombre de Scotland Yard la muerte del escritor Waldo Riter. Su esposo nos dijo que podríamos encontrarla aquí». Wiggins se presenta, levantando su sombrero ceremonial. «¿Y en qué puedo ayudarles, caballeros? No conocía a ese hombre». Intenta dar una actitud dándonos la espalda. «¿Conoce al Sr. Teevan Oscar?» La señora Nichols parece sufrir un extraño temblor cuando escucha el nombre recién pronunciado. «Es un amigo muy querido de mi esposo Y tenemos una buena relación de amistad». Parece buscar palabras que le llegan difícilmente a la mente «A veces me llevó al teatro, ya que a mi marido no le gusta mucho la vidamundana.» Se detiene a sí misma aparentando cansancio que va aumentando por momentos. «Es sospechoso mi esposo?» Su pregunta nos toma por sorpresa, pero antes de tener tiempo para discutir, la Sra. Nichols continúa sacudiendo la cabeza. «Perdón, pero necesito descansar. Mi madre, como saben, está muy enferma, y yo sé que cuando no estoy alerta, puedo relajarme. Lo siento pero no puedo seguir ayudándoles».
75 NO Entramos en el Banco de la Capital y los Condados. Nos indican donde está la oficina del director, James Long. Tras verificar nuestra identidad, su secretaria personal, deja que nos sentemos unos minutos después. "«Estamos investigando el caso del escritor Waldo Riter. Creo que lo leí esta mañana. » Comienza Wiggins. James Long asiente «Sí, estaba hablando de eso con mi esposa durante el desayuno. Es una pena perder una pluma tan brillante.» Wiggins se reanuda avergonzado. «Las investigaciones están actualmente en un callejón sin salida. Necesitaríamos su ayuda para ver si hay alguna posibilidad de encontrar alguna conexión entre el nombre artístico del escritor y su identidad real.
«¿Y cómo creen que puedo ayudarles en esto?» «La investigación nos ha llevado a pensar que él podría tener actualmente una cuenta con ustedes.» «¡Diablos! Honestamente, no lo creo. Algunos de mis contables me lo habría informado. Nos preocupamos por los clientes más especiales y un nombre como el del Sr. Riter no hubiera pasado desapercibido. Pero, por favor, les pido que me expliquen el motivo de su visita, haré todo lo posible por ayudarles». La mirada del Director Long parece sincera. Wiggins afirma decididamente, continuando la explicación. «Su verdadero nombre debería constar en el Banco. Waldo Riter era su nombre artístico. Probablemente haya estado aquí varias veces, pero si no conocía su rostro, era imposible reconocerlo.» En este punto, bajó la voz ligeramente. «Quisieramos preguntarle, en estricta confianza, si pudiéramos ver la lista de pagos realizados en los últimos cinco meses en cuentas corrientes con usted.» El director se queda pensativo durante un momento, luego intenta recapitular. «Por lo tanto, afirman que el Sr. Riter era cliente habitual nuestro, pero como ninguno de nosotros lo ha visto en persona, podía usar nuestros servicios de forma segura con su verdadero nombre. Por lo tanto ahora habría que buscar el rastro de sus movimientos de dinero, que les gustaría encontrar entre el de los los demás clientes.» «Exacto.» Wiggins recupera algo de volumen en su voz e intenta aprovechar el momento. «Sabemos que recibía... como definirlo ... cantidades interesantes de dinero cada mes como compensación por sus historias y, esperamos, que no lo sacara en efectivo, y lo confiara a manos más capaces.» Tras unos momentos de silencio; luego el Sr. Long se levanta de su escritorio y camina hacia la puerta de su oficina. «Les ruego tengan la cortesía de esperar aquí unos minutos.» «No se preocupe, todo lo contrario, gracias por todo.» Wiggins responde con una pequeña reverencia. Esperamos pacientes una media hora larga en la oficina del director, haciendo las hipótesis más absurdas sobre la identidad del escritor. Incluso podemos hacer imitaciones con muchos tics nerviosos inventados en el acto. La puerta se abre de repente, atrapando un momento de sorpresa. James Long entra muy serio con un papel en la mano en el que leemos una tabla interesante:
FECHA 16 de Octubre 9 de Octubre 1 de Octubre 1 de Octubre 1 de Octubre 20 de Septiembre 11 de Septiembre 10 de Septiembre 2 de Septiembre 2 de Septiembre 29 de Agosto 27 de Agosto 12 de Agosto 1 de Agosto 1 de Agosto 1 de Agosto
IMPORTE ABONADO £ 500 £ 250 £ 60 £ 250 £ 190 £ 250 £ 200 £ 1.200 £ 190 £ 60 £ 500 £ 200 £ 60 £ 60 £ 250 £ 190
TITULAR Amberley J. Dols H. Teevan O. Stamford A. Edwards O. Quinton G. Rider T. Wesley H. Edwards O. Teevan O. Xavier C. Rider T. Amberley J. Teevan O. Sadler D. Edwards O.
DEPOSITANTE Amberley J. Juergen F. Teevan O. Juergen F. Teevan O. Quinton G. Rider T. Wesley H. Teevan O. Teevan O. Juergen F. Rider T. Amberley J. Teevan O. Juergen F. Teevan O.
«Esto es todo lo que puedo hacer por ustedes. Estos son pagos hechos por personas y no por compañías o negocios. Comprenderán que si esta información se divulga a alguien, pondría en peligro el buen nombre del Banco de la Capital y de los condados y destruiría la confianza que sus clientes depositan en ella. Por favor, mantengalo en seceto». "Tiene nuestra palabra señor». Sentencia Wiggins, dándole la mano al Director.
88 NO Ya en el Daily Telegraph, tenemos la impresíon de que ha pasado un huracán. Viejas copias de periódicos apiladas en varias partes de la sala, fotografías colgadas por todas partes y escritorios que no parecen tener un verdadero dueño, como si se tratara de refugios temporales. Todo el mundo parece apresurado, aunque da la sensación de que es lo habitual, ninguno de los periodistas en movimiento colisiona con otro, y nadie parece estar alterado por no encontrar lo que hay que mandar a la prensa. Nosotros dado que somos unos extraños, luchamos por encontrar a alguien y debemos explorar personalmente la redacción, antes de encontrar la oficina del director. Llamamos a la puerta y una voz brusca nos invita a entrar antes de que podamos llamar por segunda vez a la puerta. Jack Burton parece que ha pasado la noche sin dormir, tal vez incluso las veinte anteriores, se le ve terrible, parece que no ha cambiado de ropa durante días, pero desprende energia por cada poro. Es un hombre corpulento, con cara y manos rojas algo desproporcionadas de su cuerpo. «Quiero que vayáis a preguntar a cada miembro del Tankerville, cualquier pequeño detalle que pueda ser interesante sobre la muerte de esta noche, estamos perdiendo dinero aquí y no voy a..» Se detiene tan pronto como puede quitar la vista de lo que estaba escribiendo y darse cuenta que no somos la persona qeue estaba esperando. «¿Y quién diablos sois vosotros? ¿Y que queréis? De hecho, no me importa lo que queráis, tendrá que esperar a otro día, buenos días señores». El director vuelve a mirar el folio mientras las palabras fluyen rápidamente de su pluma. Wiggins parece encontrar una nueva seguridad dentro de sí mismo; en una fracción de segundo, responde secamente: «Estamos aquí en nombre de Scotland Yard». Burton abre los ojos y luego se ríe «¿Tú? ¿Te envió Scotland Yard?» La frase suena amenazadora con ese gran índice apuntando hacia nosotros.
Burton se levanta de su escritorio y sin demasiadas contemplaciones empieza a empujarnos hacia la puerta. Wiggins, sin embargo, presiona, nombrando a Lestrade y a Holmes; lo que parece convencer al corpulento director que, después de un silencio, nos invita a sentarnos en un par de sillas algo destartaladas. Explicamos la investigación y solicitamos información sobre la identidad del hombre muerto. «Ah, si le conociera, señores, y habría enviado una edición extraordinaria del Daily Telegraph a la prensa. ¡Con entrevistas a familiares y tratando de ocultar la falta de un colaborador tan valioso!» «¿Cómo es posible que no sepa la verdadera identidad del difunto Waldo Riter?» «Muy simple: un día, este audaz joven de unos treinta años aparece en la puerta y, sin mediar palabra, arroja un monton de papeles escritos a mano sobre la mesa. Me invita a leerlos, me dijo textualmente, «Encontrará interesante esta historia y todas las demás, que me permitirán llenar las páginas del Daily Telegraph durante al menos diez años». Ahora bien, soy un hombre ocupado, que no tengo tiempo para escuchar a nadie que se presente delante de mi, pero ... tal vez por la forma de hacerlo, tal vez por la luz de sus ojos, tal vez porque empecé a leer el título ... Devoré ese libro.» «¿Fue "La chica de los tigres"?» Intenta añadir tímidamente Wiggins. «¡Exactamente, querido! Exactamente! Estaba emocionado y decidí escuchar su propuesta. Me daba una historia al mes, el pago se haría en efectivo a la entrega, y lo publicaría por episodios en el Daily Telegraph. ¿Me entienden? Por episodios! ¡Ya había planeado donde interrumpir la narración! Para crear suspense en el lector, ¡para que deseen leer el próximo capítulo! Un verdadero genio de la escritura! Y luego los temas propuestos fueron definitivamente intrigantes: sobre todo aventuras en lugares exóticos, pero también investigaciones perturbadoras y oscuros misterios. Nada meloso o sentimental. Ninguna historia aristocrática pomposa. Me gustó. Se habría hecho famoso y habría vendido muchas copias de mi periódico». En ese momento,Wiggins se queda pensativo y reacciona con una pregunta: «Lo siento si resulta inapropiado pero, ¿todo esto se registraba regularmente a través de un contrato?» Jack Burton nos regala otra de sus risas. «¡Por supuesto! ¡Pero Riter también quería ser misterioso en esto! Quería permanecer en el anonimato, aunque no temía mostrar su rostro. Por lo tanto, decidió firmarlo entre el abogado Ormond Reginald y nuestro estudio, representado por Morris William, un contrato entre las partes en el que su identidad permanecía en secreto para todos, excepto para los propios abogados,
quienes, por secreto profesional, habrían mantenido la confidencialidad más total. Para mí estaba bien, No me importa un nombre. Me importa lo que está escrito. Y si me hace vender o no». «Y nunca trató de...» Wiggins intenta continuar la entrevista, pero es bruscamente interrumpido por una mano abierta en a su cara. «Caballeros, les agradezco mucho su visita, pero ahora tengo que regresar al trabajo. Repito lo que ya les he explicado: a principios de mes, Waldo Riter se presentó aquí con una historia. Le di más de £ 250 en un sobre, según lo acordado, y me despedí. Esto es todo». «¡£ 250 por mes! Una cantidad muy interesante para...» «Miren. Si la información que quieren obtener es acerca de, dinero, mujeres, hábitos, apariciones públicas, etc., no tienen delante a la persona indicada. En lo que a mí respecta, cada persona puede hacer lo que quiera y guste, siempre y cuando no me cueste dinero. Y ahora me estáis costando dinero. Adiós». El director Burton se inclina para seguir con lo que estaba escribiendo, parece que no puede escucharnos, o simplemente nos ignora, ya que está acostumbrado al ajetreo y el bullicio mientras escribe. Es inútil seguir haciendo preguntas. Nos despedimos.
BARRIO CENTRO ESTE 20 CE
Ellis sonríe. «Estamos siguiendo a sus reporteros desde esta noche y, mientras corren por la ciudad, estamos seguros de que también andan a ciegas. Si nisiquiera el Daily sabe más detalles sobre la identidad de su colaborador más valioso, creo que la negociación es muy difícil.» «¿Cómo vió el Times la colaboración del Sr. Riter con el Telegraph?» «De ninguna manera en particular. The Times prefiere un corte más relacionado con sus lectores, dando espacio a las cartas y anuncios personales. Queremos que se sientan considerados por la cabecera y no aprovecharse de forma comercial. Riter, sin duda alguna, sabía cómo escribir y el Telegraph sin duda hizo un gran esfuerzo para elegir publicar esas historias, pero el Times nunca estaría interesado.» Agradecemos a Henry Ellis su tiempo y lo dejamos mientras tanto, nuevamente cauteloso, cierra la puerta de la oficina detrás de nosotros.
Encontramos que el conserje del cementerio está concentrado en barrer las hojas de otoño lejos de la puerta de casa. Nos acercamos saludándolo e inmediatamente somos recibidos. «Deberíais estar en silencio por respeto a los difuntos». Nos dice Milson Jones llevándose un dedo a los labios. Wiggins, bajando la voz. «Nos gustaría hacerle algunas preguntas acerca de los robos nocturnos». «¡Todavía mas periodistas!» Parece que en este caso la regla anterior no se aplica. Después de todo, observamos, que no es una tumba. «Ya lo he explicado todo, por la noche llegan y abren los nichos. Quitan los cuerpos. Se llevan todo lo que encuentran y quién sabe dónde los dejan. Me temo que algún día abriré la tumba de una familia y la encontraré llena de cuerpos y esqueletos». «¿Por qué lo roban todo?» «Debido a que las personas vivas oponen más 35 CE resistencia, me parece claro, aquí necesitas a la policía. Los familiares de los difuntos quieren que sus Cuando llegamos al Police Gazette encontramos la seres queridos descansen en paz, se lo aseguro». redación casi vacía. Quintin Hogg mismo nos dice Vuelve a barrer vigorosamente y es inútil intentar que salió a la calle para obtener la mayor información llamar su atención nuevamente. posible sobre la muerte del escritor.
30 CE
Entramos en la oficina de Henry Ellis, notamos que se esfuerza por cerrar la puerta lo más pronto posible, como para detener un inminente asedio. «Hoy en la redacción solo se habla de una sola noticia, como os imaginaréis», comienza Ellis. «La muerte del escritor Waldo Riter». Responde Wiggins. «Correcto. Waldo Riter. Es increíble cómo una persona tan conocida es, de hecho, tan poco conocida. Nuestros mejores reporteros están tratando de encontrar rastros de su vida privada, que está totalmente desconectada de la vida pública. Tenemos pistas de apariciones públicas, con entrevistas relacionadas. Supongo que sabéis que era miembro del Tankerville. Es bien sabido que era un visitante frecuente en los teatros, con muchas apariciones en el escenario para reunir aplausos después de la presentación de algunas de sus obras. Sabemos cómo le gustaba cenar en el Romano y las noches en Punch & Judy, pero en realidad, créanme, nadie tiene idea de su verdadera identidad. La única pista a seguir podría ser a través de la dama con la que a menudo acompañaba a los eventos sociales, y por lo tanto ya hemos soltado a nuestros expertos». Wiggins, después de un momento de silencio, intenta preguntar. «¿Ha tenido la oportunidad de investigar la pista del Daily Telegraph si puedo preguntar?»
36 CE Nos detetiene en los pasillos del tribunal Edward Hall, que nos saluda sin darnos la mano debido a que lleva un montón de carpetas en sus brazos. «Si quieren seguirme y podemos hablar, se lo agradezco de antemano. Estas carpetas pesan tanto como un paquidermo y me gustaría dejarlas lo más pronto posible.» El abogado nos invita a hablar en voz baja. «Estámos investigando la muerte de Waldo Riter. Nos preguntamos si es legal tener un contrato con un nombre falso y cómo recuperar el su nombre real.» «Oh, señores, no es legal. A menos que la identidad real se combine con la ficticia mediante una escritura depositada. Las empresas, como saben, pueden firmar contratos entre ellas en nombre del representante legal o un director general. Es posible, aunque sea inusual, celebrar contratos de este tipo.» «¿Y para rastrear su identidad?» Se agacha Wiggins, mientras salva al menos tres carpetas de una caída de los brazos de Edward Hall. «Depende mucho de cómo haya estado vinculado por las otras escrituras. Si hubiera hecho una escritura conmigo, por ejemplo, sugeriría que me nombrara como único custodiador de ese documento. Estamos obligados por el secreto de oficio».
Llegado a la puerta de una oficina, el abogado deja todo lo transportado en un pequeño escritorio. Limpiándose el sudor, se vuelve hacia nosotros y nos saluda. «Ahora realmente necesito comenzar a estudiar para un caso muy importante».
38 CE
Encontramos a Sir Jasper sentado en una silla, aparentemente bastante incómodo, con la intención de leer un periódico. Tenemos que toser para llamar su atención. «Buenos días, caballeros, ¡no les había escuchado llegar!» Finalmente nos saluda. «Buenos días, sir Jasper, estamos aquí para obtener información sobre el asesinato de esta noche». «Ah, ¿el escritor del que hablan? ¿Pero saben si es tan bueno escribiendo? Nunca antes había oído hablar de él, sinceramente, pero la curiosidad se apoderó de mi y esta mañana, después de terminar la autopsia, he conseguido una copia del Daily Telegraph para averiguar algo más, y era realmente bueno. Wiggins suspira. «Sí ... y esta es la última historia, lamentablemente». Luego, sonrojándose visiblemente, imaginando que había dicho algo inapropiada, dice: «Pobre señor Riter, lo siento mucho por su muerte. Sir Jasper, ¿puede decirnos algo al respecto?» Como si leyera la autopsia que acaba de escribir, explica: «Cuarenta años, cuerpo atlético, cabello rubio, altura por encima de la media, pero no es un gigante. Dientes en buen estado, ojos verdes, sin señales obvias en las manos, de callos. Oficinista y buena apariencia: no me sorprendería si me dijeran que fue exitoso con las mujeres. La muerte ocurrió alrededor de las 2 a.m. de la madrugada, provocada por un disparo en el pecho; la bala terminó a poca distancia del corazón, matándolo de todos modos en el acto. El arma, de pequeño calibre, quizás una Colt, estaba apoyada contra su pecho, o casi: encontré signos de quemaduras en el pecho y la bala atravesó toda la caja torácica.» «Un disparo a bocajarro ... ¿Signos de pelea?» «Supongo que recibió un puñetazo en el pómulo izquierdo. Lo digo porque el hematoma en la cara no puede ser el resultado de la caída, el cuerpo cayó hacia atrás, empujado por el impacto del disparo, y luego se giró boca abajo, tal vez para robarle el abrigo, la chaqueta ... un vestido con mangas, en resumen. Hay hematomas en la cara que parecen confirmar mi teoría. En cuanto al análisis toxicológico, excluyo cualquier forma de envenenamiento, si no consideramos una cantidad bastante alta de alcohol en el estómago como una forma de intoxicación, claro». Le damos las gracias a Sir Jasper Meeks mientras él ya está retomando su lectura y nos dirigimos a la salida.
41 CE Entramos por una puerta que parece más estrecha
de lo que realmente es. De hecho, a lo alto asoman dos estantes llenos de libros hasta el techo, paralelos entre sí, para formar un pasillo. Al final de este se abre una gran sala, que también está llena de libros ordenados en decenas de estanterías adicionales. «Buenos días, ¿en qué puedo ayudarles?» Aparece detrás de nosotros un pequeño hombrecito bastante mayor. Dos cristales gruesos ocultan la verdadera fisonomía de sus ojos y hacen de la cara una especie de máscara indefinible. El cabello blanco, cuidadosamente peinado para formar un cuenco en la cabeza, completa la imagen. «Hola, ¿es usted el dueño?» Pregunta Wiggins. «Russel Gilbert, en carne y hueso. Librero desde que aprendí a caminar.» Nos presentamos y explicamos el motivo de nuestra visita. Muestra estar efectivamente afectado por la noticia, pero no podemos entender si está vinculado por razones sentimentales o no. «Encontramos una tarjeta de presentación en el cuerpo del fallecido Waldo Riter. ¿Puede ayudarnos en ese frente?» «Cierto. Cierto.» Se aleja, se rasca la cabeza y muestra una actitud muy pensativa. Desaparece detrás de un estante y, después de unos momentos, regresa a nuestra presencia con un par de pequeños folletos atados con una simple cubierta de cuero. El nombre Waldo Riter se destaca en él. «¿Ven esto?», Explica, poniéndonoslos en las manos. «Estos son los primeros dos ejemplares de las historias de Waldo Riter encuadernados en uno solo. He recogido todos los recortes de periódicos con el tiempo, reuniendo sus episodios y construyendo las dos respectivas historias. Ya he enviado cien copias para imprimir. Mi idea era hacer una presentación oficial aquí, en mi palacio, con el autor en persona. Él habría firmado las copias y respondería las preguntas de los lectores. Creo, sin embargo, que esta segunda parte ya no es posible, cuanto lo siento.» «¿Así que le dió la tarjeta en persona?» «¡Por supuesto! Lo encontré en la salida del teatro una noche. Era precisamente la representación teatral de una de sus historias, "El oro en el bosque", precisamente; Me acerqué a él y hablé con él sobre mi idea. Él estaba entusiasmado. Aceptó mi tarjeta con entusiasmo y decidió reunirse tan pronto como las copias estuvieran listas para acordar la fecha y la compensación» «Sabe por casualidad el nombre real del Sr. Riter?» Sentimos que nos mira con un aire de seriedad y continua. «Todos los artistas tienen secretos. ¡El suyo era este y yo respeté esta condición!» Echamos un último vistazo a los volúmenes en nuestras manos y reconocemos la bondad de la idea.
El Sr. Gilbert nos agradece el transporte del libro, pero con la sonrisa forzada, comprendemos que también está pensando en cómo publicar esta idea, ahora que su actor principal ya no está.
49 CE En casa de Jack Knox, su esposa nos da la bienvenida. El esposo está descansando, ya que ha estado horneado pan toda la noche. «Si quieren postularse para un trabajo, les puedo decir que mi esposo está buscando personas ... um ... mas jóvenes que ustedes». Miramos a Wiggins desconcertados. En realidad, no sabemos por qué estamos aquí.
79 CE «Lo siento, pero nunca he oído hablar de este Sr. Ridder», dice una voz detrás de la puerta. «R i t e r ... es un escritor famoso ...» «No me importa, no tengo nada que decirle a la policía. No hago nada ilegal, ya sea de día o de noche. «¿Sabe dónde podemos encontrar a un tal señor Juergen?» «Siguen diciendo nombres que nunca había escuchado. Les pido que no sigan molestando a un ciudadano honesto. Que tengan un buen día».
52 CE
Apenas entramos en el local, el gerente nos recibe, de hecho, nos ataca de inmediato. «Caballeros, me complacería ayudarles, pero miren, los negocios últimamente están menguando debido a la nueva forma de ganar dinero, y lo último que me interesa tener en mi club es un grupo de policías que hagan huír a mis últimos clientes.» Porky tira el trapo sobre la barra y comienza a acompañarnos a la puerta. "¿Qué nueva forma es?» Pregunta Wiggins. «De ese alemán un poco loco que paga en efectivo si le muestras un hermoso cadáver fresco del día. Parece que todos los ladrones y atracadores de Londres se han convertido en ladrones de tumbas, y por la noche todos están trabajando, en lugar de beber». «Pero queríamos saber sobre Waldo Riter ... » Nos empujan a la calle. Por hoy no vamos a extraer otra información. ninguna .
66 CE Reginald Ormond nos recibe en su estudio. Es una habitación que resulta pequeña a primera vista, pero que, en una segunda y más atenta inspección, muestra cómo está repleta de libros de todas las formas y tamaños.
Acostado en uno de los estantes que contienen libros con los bordes más desgastados, está el escritorio, totalmente despejado, en contraste con la habitación. Solo lo necesario para escribir está colocado de forma ordenada a un lado. El abogado nos pregunta el motivo de nuestra visita mientras todavía estamos en la puerta. «Tendríamos que hacerle algunas preguntas sobre la muerte del escritor Waldo Riter.» Con aire profesional, nos invita a sentarnos. Nos sentamos en las sillas colocadas frente al escritorio y esperamos en silencio. «Por favor, señores, si puedo ayudarles, estaré encantado de hacerlo». «Sabemos que han firmado un contrato para la colaboración de Waldo Riter con el Daily Telegraph. Ya que estamos investigando la muerte del escritor fallecido, necesitamos saber su nombre real». «Desafortunadamente no puedo revelar esta información. El secreto profesional impone estricta confidencialidad sobre lo que me han revelado mis clientes. Con el Sr. Riter tengo un escrito en el que puedo reconocer y atestiguar su identidad ante cualquier procedimiento legal. A través de él, pude firmar un contrato con el Daily Telegraph, también representado por su director». «Disculpeme», dice Wiggins, «pero creo que, dadas las circunstancias, no tendrá ningún motivo para temer nada. No creo que el difunto señor Riter tenga nada que decir.» El abogado Reginald no parece preocuparse y, aún con las manos apoyadas en el escritorio con las palmas y manteniendo el mismo tono de voz, responde. «Como dije antes, con respecto a la identidad del Sr. Waldo Riter, puedo decirle simplemente que no tengo directivas que modifiquen lo que existe entre nosotros. Sin embargo, si puede interesarle, puedo informarle acerca del contrato con el Telegraph.» Wiggins se muestra perplejo «Por favor. Cualquier información puede ser útil.» « El contrato estipula que, cada primer día del mes, o el segundo día del mes en el caso de las vacaciones, una historia de al menos 20 páginas debe ser entregada al mismo director del Daily Telegraph. La entrega puede ser realizada por el Sr. Riter o una persona de su confianza, la firma manuscrita, en la primera página del manuscrito, dará fe de la veracidad del sobre. A cambio de dicha entrega, una suma de 250 libras debería ser emitida el mismo día.» Mientras habla, nos sorprende cómo conoce el contrato en detalle, y no podemos evitar preguntarnos. si este es el caso también para todas las otras prácticas que trata. Reginald Ormond continúa tranquilo. «Cada día de retraso en la entrega de la misma dará como resultado una deducción de 20 libras de la tarifa. El contrato puede ser rescindido por cualquiera de las partes con un preaviso de 2 meses, sin embargo, implica 2 entregas mas de historias y dinero adicionales. En este momento, el contrato resulta ser vigente y válido.» Hacemos un último intento. «¿Puede describirnos al Sr. Waldo Riter?» Su persistente silencio nos hace comprender que ha terminado de darnos información. Nos levantamos y su «Señores, les deseo un día maravilloso. Estoy a su disposición». Confirma nuestra intuición.
96 CE
BARRIO CENTRO OESTE
5 CO En casa de Todd Rider, el ama de llaves nos abre. «El Sr. Todd está con su inquilino para cobrar el En el depósito Central de Coches tratamos de alquiler. Nunca es puntual y tiene que encargarse separarnos para encontrar a alguien que hubiera personalmente de ir a buscarlo para que le de el llevado a Waldo Riter la noche anterior al Club dinero todos los meses». Tankerville. Nos encontramos con que ninguno de los presentes fue allí para llevar al escritor, sino más bien, de las respuestas obtenidas de los diversos cocheros, parece que Riter nunca se ha subido a un carruaje.
10 CO David Sadler abre la puerta con recelo y con los ojos mirando de un lado a otro de la calle. Cuando nos presentamos como colaboradores de Scotland Yard, se pone pálido. «Señor Sadler, ¿podría decirnos dónde podemos encontrar al Sr. Juergen?» Pregunta Wiggins. «Lo siento, no puedo decirle dónde encontrarlo. Lo conocí solo una vez por asuntos personales. Asuntos de trabajo. Sí, trabajo, eso es. Tenía un anuncio en el periódico para un trabajo.» «¿Qué tipo de trabajo, si puedo preguntar?» «Nada que me pueda interesar. Cosas científicas Lo siento, pero ahora tengo cosas que hacer». Cierra la puerta sin darnos tiempo para poner un pie en la puerta para detenerlo.
14 CO
«Esta mañana leí en el Times el artículo sobre la nueva edición de "Frankenstein. El nuevo prometeo."» Continua O'Brian. «Siempre me ha fascinado el hecho de que diferentes científicos hayan relacionado la electricidad con el sistema muscular humano. Si se están preguntando si es posible mover un cuerpo inanimado a través de la corriente eléctrica, entonces mi respuesta es: sí. Si me preguntan si también es posible reasignar una conciencia y una vida: Dios no lo quiera».
17 CO Después de una hora de investigación, encontramos: un cambio de identidad de Simon Feld a Stefan Riter en 1867, tras un incidente diplomático, y el registro de un matrimonio entre Blake Riter y Wanda White el 3 de agosto de 1885.
19 CO
«¡Mis señores! Bienvenidos! Es un poco temprano
para la cena y un poco tarde para el almuerzo, ¡pero no hay problema! Tomen asiento, ¡encontraremos la manera de alimentarnos igualmente!».
Desde las cocinas, un hombre de mediana edad con un bigote delgado y puntas revueltas apuntando hacia arriba nos recibe con los brazos abiertos. Wiggins intenta intervenir, pero es interrumpido inmediatamente. «Pero por favor, les ruego que se quiten los abrigos. Aquí, miren esta bonita mesa.» El dueño del restaurante nos empuja firmemente hacia la mesa mencionada y nos hace sentar. Solo después de haber establecido y aceptado los menús, finalmente nos las arreglamos para explicarnos mientras, con las manos cruzadas frente a nosotros, descubrimos que tenemos a Emilio Giannini, dueño del Romano, que espera nuestras órdenes. «Entonces no son clientes. ¡Podrían haberlo dicho antes! Sinceramente les pido disculpas por perder el tiempo. Espérenme aquí.» Después de un breve minuto, el Sr. Giannini regresa a nosotros con un plato en el que ha cortado el queso en pequeños cubos. «Permítanme pedirle disculpas de esta manera. Mientras tanto, ¿con qué les puedo ayudar?» «Mire,» comienza Wiggins, poniéndose un pequeño cubo en la boca. «El escritor Waldo Riter fue asesinado esta noche.» « ¡Leí las noticias en el Telegraph esta mañana! ¡No saben cuánto lo siento! » Parece que Emilio Giannini solo puede hablar en un fuerte tono de voz. «Y no digo eso porque el Sr. Riter fuera un cliente leal, comprendanme, pero solo como persona. ¡Una gran persona! ¡Quién sabe lo triste que estará la dama!» «¿Una dama? ¿Y sabe el nombre? ¿La describiría? Ya sabe, estamos tratando de dar un nombre real a ..» «¡Como no! ¡Sra. Margaret! Una dama tan hermosa, elegante. Pelo rubio, recto hasta los hombros. Un muy buen olor. La vi aquí muchas veces, con el Sr. Riter. Un hombre realmente respetable. Definitivamente. Hay varias personas conocidas en estas partes, y a menudo me resulta difícil no confundir los nombres de las mujeres con las que están acompañadas, parece que la notoriedad te hace convertirte en un mujeriego. Pero él no lo era. Siempre con una sola mujer. Miren». Se levanta y se mueve por la habitación. «Esta era su mesa favorita. Cerca de la cocina para sentir mejor los aromas que salían, según ellos. Les indiqué que podían permanecer en un lugar más iluminado, en el medio del pasillo, donde los camareros son más apuestos, pero siempre han preferido quedarse aquí, fuera del camino. Qué hombre tan elegante, pobre señor Riter. Ah, pobre señora Margaret.» «Margaret. ¿Y sabe el apellido?» «No, lo siento. Sólo Margaret Riter, para mí.» «¿Y cuándo fue la última vez que estuvo aquí?» «Hace dos días, iban al teatro más tarde. Al Allegro, si no recuerdo mal. Había una representación de uno de los libros del señor, pobre señor Riter».
Limpiando el último cubo de queso restante en su boca, Wiggins saluda y agradece. «Gracias por su ayuda, Sr. Giannini. Espero volver a verle pronto, tal vez como cliente la próxima vez.» «Será mi invitado personal.» Se inclina, y nos acompaña a la puerta.
22 CO Nos acercamos al mostrador de la sala central del Banco Cox & Co. Amablemente solicitamos hablar con el director. El asistente con una espesa barba al otro lado del cristal nos pregunta en un tono monótono. «¿Y por qué razón, de gracia, querrían molestar a nuestro director?» «Tendríamos que hacerle algunas preguntas sobre una investigación en nombre de Scotland Yard». Responde Wiggins. «Por favor, esperen unos momentos». Una voz que parece provenir de un lugar indefinido, la barba no se mueve en absoluto, parece imposible que haya una boca detrás. El contador se levanta y nos deja frente al mostrador durante unos buenos diez minutos. Cuando regresa, seráfico, se sienta en su puesto y vuelve a hacer oír su voz. «Lo siento, pero el director no está aquí hoy».
26 CO Conocemos muy bien el Banco Drummond, ayudamos a salir de enredos un par de veces y recuperamos varias cantidades de dinero. también Evidentemente, esto no es suficiente para hacerles violar los contratos estipulados con sus clientes.
30 CO
Encontramos
que algunos trabajadores fuera del Teatro Covent Garden intentan limpiar el letrero y reemplazar algunas luces, sin duda antes del espectáculo de la tarde. Pedimos hablar con Sir Garey Miles, el propietario. Uno de ellos nos invita a entrar con un movimiento de cabeza directamente al vestíbulo, sin dejar de trabajar. Encontramos a Sir Garey en la taquilla absorto en las páginas del Times. Se levanta tan pronto como nuestro saludo llega a sus oídos. «Hace pocos momentos que he sabido sobre la muerte del pobre señor Riter». Responde inmediatamente tan pronto como nota el motivo de nuestra visita. «No lo conocí personalmente, solo hice los honores tan pronto como supe que era un visitante habitual de nuestro teatro». «Podría decirnos al menos si lo veía en compañía, si había alguien con él por lo general ... alguien que pudiera ayudarnos a identificarlo? Desafortunadamente no podemos rastrear su verdadera identidad».
El director inclina la boca en una mueca pensativa y luego reanuda. «No, lo siento. Es decir, sí, a menudo estaba presente en compañía de una bella dama rubia, pero no puedo ayudarles más. Como les dije, he reservado un lugar privilegiado para él como personalidad mundana, así como para inspirar algunas de nuestras representaciones, pero en este teatro tengo que encargarme yo mismo de todo. Durante los shows, estoy demasiado ocupado trabajando todos los detalles y nunca puedo participar en las conversaciones. Lamento mucho no poder ayudarles más».
34 CO
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Tan pronto como cruzamos la puerta, nos encontramos con Loren Jarett, el mayordomo del Tankerville Club. Él nos reconoce y, nos pide amablemente, que nos sentemos con un «Por favor, señores, espero serles útil, pero en un tiempo más corto que por lo general. Mi trabajo es servir a los miembros del Club y no responder preguntas». Wiggins da la impresión de que no ha captado la punzante crítica. «Gracias, Sr. Jarett. Su ayuda será valiosa para nosotros». Se quita el abrigo, lo coloca sobre su brazo y continúa. «Estaríamos interesados en tener alguna información sobre el asesinato del Sr. Waldo Riter, que tuvo lugar ayer por la noche cerca del Club». Loren Jarett responde en un tono monótono. «Estoy muy triste por la muerte del Sr. Riter, uno de nuestros miembros más alegres, si me lo permiten. Yo personalmente alerté a la policía anoche. Algunos miembros todavía estaban presentes debido a la discusión sobre el combate de boxeo que duró hasta tarde, El Sr. Riter había salido hacía unos minutos cuando, alrededor de la 1.30, escuchamos un disparo. Sir James Walter y Sir Norman Clifton se irrumpieron y, después de unos 15 minutos, Sir Clifton regresó y me pidió, en un estado de consternación, que interviniera la policía, porque el Sr. Riter había sido atacado y robado». «¿Riter se fue del Club solo? ¿O recuerda si tuvo alguna pelea con alguien?» «Se fue solo, como de costumbre. Le encantaba caminar, nunca tuvo que llamar a un carruaje para irse. Los miembros del club, a pesar de haber ingresado hacía relativamente poco tiempo a través de la presentación del Sr. Pike, inmediatamente lo recibieron calurosamente. Su fama lo precedió, pero, sin embargo, siempre ha demostrado ser un hombre afable y nunca ha tenido ninguna queja de ningún miembro, por lo que sé». «En este momento, ¿hay algunos miembros que participaron en el desagradable evento de esta noche?», pregunta Wiggins casualmente. «Creo que Sir Clifton está en la sala común, les acompaño, pero tendré que dejarles más tarde. Como anticipé, tengo mucho que hacer.»
Con estas últimas palabras, el Sr. Jarett nos conduce hasta un hombre robusto con una barba muy gruesa y dos ojos sin posar. «Sir Clifton, estos señores quieren hacerle unas preguntas sobre los acontecimientos de esta noche». Sir Norman Clifton parece no esperar más y nos invita como un río lleno. «Oh, qué desgracia! Parecía una velada normal, ya saben, somos muy apasionados del boxeo y nos demoramos en la hipótesis de todos los posibles escenarios de reuniones futuras o comentamos sobre los luchadores. ¡Pero el Sr. Riter! ¡Tan buena persona! Él siempre participó en todas las discusiones como un caballero. Él sabía cómo caldear el ambiente sin excederse jamás. E incluso anoche, se habló de boxeo, luego se dio cuenta de que era muy tarde. Saben, regresa ... um, siempre regresaba a su casa a pie y por la noche nunca sabes lo que puedes encontrarte. Aquí está, ¡debió tener un mal encuentro! Unos minutos después de irse, saludando cordialmente, se escuchó un disparo. Sir James y yo salimos de inmediato para rescatar a cualquiera que fuera el desafortunado o ver al criminal. Nadie a la vista, así que nos apresuramos alrededor de la manzana, y fue entonces cuando vimos a un hombre toqueteando un cuerpo en el suelo. Le dijimos que se detuviera, pero, tomando el abrigo del pobre señor Riter, huyó. En lugar de perseguirlo, nos ocupamos de ayudar a nuestro desafortunado amigo, ya saben, no soy tan atlético y James ya no es tan joven. Entonces, volví aquí y le pedí a Loren que llamara a la policía de inmediato. James se quedó con él ». Wiggins encuentra un espacio y finalmente hace una pregunta. «Dijo que vio a un hombre, ¿podría describirlo?» «Esto, a ver, no. Les dije hombre, porque vi que movió el cuerpo del señor Riter, para robarlo, pero ... bueno, una mujer no creo que pueda tener la fuerza, ¿saben?» Sir Clifton se sonroja visiblemente por este descuido en su testimonio. «No hay problema, Sir Clifton, su ayuda es valiosa». Wiggins lo anima. «Le hacemos una última pregunta, ¿sabía por casualidad la identidad del escritor fallecido? No hemos logrado identificarlo y nos gustaría informar a la familia al menos».» «¡Oh!». Se asombra. «¿No era ese su verdadero nombre? No lo sabía. Realmente. Nunca me lo he preguntado, miren. En cuanto a la familia, la Sra. Margaret ciertamente estará triste.» «¿Margaret?» «Sí, su esposa, siempre le acompañaba a los eventos públicos. En el teatro nos hemos encontrado varias veces y ella es una mujer verdaderamente encantadora. El Sr. Riter era fiel, ya saben, varias mujeres han mostrado interés en él con el tiempo. Incluso la esposa de un miembro, si Puedo ser indiscreto,
pero él siempre ha mantenido un comportamiento ejemplar. Pobre, pobre Margaret.» Wiggins reacciona. «¿Entonces un marido celoso?», Retoma Sir Clifton. «Maldita sea, mi boca, nunca está cerrada. Caballeros, fue, ya ven, mi propia malicia. Lord Anspach nunca tuvo malas intenciones con el Sr. Riter y puedo garantizar la integridad de su matrimonio.» El río lleno del Sir Clifton continúa durante otra media hora, pero nada que podamos registrar con nuestros cerebros.
73 CO
Encontramos el local cerrado, pero mirando a través del cristal de la puerta, vemos sombras moviéndose dentro. Tratamos de llamar y una voz masculina desde el interior nos responde. «Todavía es temprano para comenzar a beber. Vuelvan más tarde.» A través de la pared de madera y vidrio, tratamos de comenzar una conversación. «Disculpe, estamos llevando a cabo investigaciones en apoyo de Scotland Yard sobre la muerte de Waldo Riter.» Tras unos momentos de silencio, se abre la puerta y aparece un hombre corpulento con bigote erizado, cabello sudoroso, cara roja y delantal sucio. «Si es una excusa para entrar y beber algo, tengo que ser honesto, es lo más imaginativo que he escuchado». Aclarada la bondad de nuestras intenciones, Angel Robert nos deja entrar y, al quitar algunas sillas de encima de las mesas, nos hace hueco. «Estaba limpiando, así que perdonen el desastre, caballeros». «No se preocupen, no hay problema. Solo le pedimos unos minutos de su tiempo». El gran hombre vierte un gran vaso de agua y nos hace gestos para que hablemos. «¿Conocía al Sr. Riter?» un buen cliente mío. Lo conocí desde antes de «Era que se hiciera famoso. Um, por supuesto, realmente no conozco a mis clientes, así como realmente no le conocía a él.» « ¿Puede explicarse mejor?» «Oh, eso es simple. Cuando una cara entra por esa puerta, la registro aquí.» Golpea su cabeza con el dedo índice. «Entonces, si regresa por segunda vez, recuerdo esa cara y se convierte en un verdadero cliente para mí. En ese momento, empiezo a recordar incluso lo que me va a encargar. Así es como conozco a mis clientes. Combinando una cara con un nombre, pero en este caso porque es famoso y otros clientes me lo han contado. Si fuera por mí, ningún escritor se haría famoso». La risa sincera de Robert nos hace comprender cuánto aprecia la labor del escritor y la importancia de la lectura.
«¿Alguna vez salió con alguien en particular? ¿Alguna vez lo había visto pelearse?» «Oh, Waldo salía con todo el mundo por igual. La gente le hacía muchas preguntas, hablaba y siempre estaba disponible para todos. Y no solo porque le ofrecieran un trago. Parecía realmente feliz de hacerlo. Caballeros, continuaría hablando con ustedes, pero debo continuar trabajando. Si no tienen otra pregunta, preferiría pedirles que regresen esta noche y beban algo en paz. Nuestros clientes están mucho más disponibles». Nos guiña un ojo mientras se levanta y comienza a mover las sillas sobre las mesas. «Una última pregunta, Sr. Angel, ¿vio a Waldo Riter recientemente?» «Hace dos días estuvo aquí por la tarde. Licor. Dos vasos. Solo. Sentado allí». Al decir esto, Angel Robert señala con su pulgar detrás de su espalda unas posiciones que le parecen muy precisas, pero para nosotros un poco menos. Podemos sentir que nuestra presencia comienza a ser incómoda y nos despedimos.
68 CO Llegamos frente a la sede del Banco Continental nos deja desconcertados. Parece que hoy está cerrado por luto.
94 CO
Encontramos a Thaddeus Sholto intentando arreglar algunas cuerdas en el escenario del Teatro Allegro. Wiggins, con una tos, señala nuestra presencia. «Buenos días, Sr. Sholto. Estamos investigando en nombre de Scotland Yard sobre la muerte del Sr. Waldo Riter. ¿Podemos molestarlo? Lo encontramos abierto y nos permitimos entrar.» El director del teatro parece no haber escuchado mucho, o quizás no está muy presente para sí mismo, dada la edad avanzada. «¿Quién son ustedes? ¿Y cómo han entrado? Por favor salgan de inmediato o llamaré a la policía». Al acercarse, explicamos el motivo de nuestra visita y descubrimos que, a pesar de las arrugas que cruzan la cara del director d el teatro y el cabello completamente blanco, ha mantenido su cabeza funcionando perfectamente. «Tienen que disculparme. Los teatros están hechos para hacer que el público sienta muy bien lo que sucede en el escenario, pero no al revés. ¿El Sr. Riter, ha dicho? Es una verdadera desgracia.» «¿Lo conocia bien?» «Lo conocía bien; Claramente, nunca me había atrevido a entrar en su esfera privada, pero hemos conversado amablemente una y otra vez. Tenía un asiento reservado en un palco, aquí en el Allegro. Fue un invitado muy bienvenido y a menudo organizamos algunas de sus obras».
«¿Sabe que Waldo Riter es un nombre artístico?» «¿Y saben que casi todos los actores aquí no usan su nombre real? En el teatro, todos pueden ser lo que quieran». Rebate Thaddeus Sholto. Wiggins parece avergonzado, pero continúa. «¿Qué puede decirnos sobre él? ¿Participó en estas transposiciones? ¿Conoce a alguien con quien pueda haber peleado?» «En lo que respecta a las transposiciones,» comienza el Sr. Sholto, mientras toma asiento en uno de los asientos del público, «nunca tuvo ninguna mala palabra. Siempre nos dejó carta blanca y siempre estuvo muy satisfecho con eso. Incluso para preguntas directas sobre cómo quería que fuera un personaje, siempre se limitaba a decir que no quería influir en nosotros. Que sabíamos cómo hacer nuestro trabajo. En cuanto a su pregunta, sin embargo, enemigos, caballeros, les digo que me parece imposible. No era un tipo perseguido por maridos enojados o amantes engañados. Un agradable conversador y un verdadero caballero. Creo que gran parte de su éxito también se debe a esto.» «¿Y cuándo le vio por última vez?» «La respuesta es, hace dos días. Estábamos montando la nueva "La Serpiente De Diamante" y vinimos al estreno. Estaba acompañado por su dama, como siempre. Llegó a tiempo, y después de intercambiar algunas palabras con los actores, se fue cuando la multitud ya se había dispersado.» «¿Una dama?» «Margaret. Encantadora conversadora y, si me permite un comentario a pesar de mi vejez, tiene todo lo que un hombre busca en una mujer». Thaddeus Sholto nos guiña un ojo. «¿Y ni siquiera sabe el nombre de la joven?» «Señores míos», se levanta, «como dije, no tengo la costumbre de investigar, aunque a ustedes no les parezca. Los vi venir, estaban hablando, y los vi alejarse, cogiéndose del brazo. Incluso la otra noche, a pesar del frío, prefirieron no llamar a un carruaje. Eso es todo. » Tratamos de ir más allá, pero parece que hemos alcanzado la sensibilidad de otros tiempos del orgulloso director del teatro.
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FINAL DEL CASO
PREGUNTAS Primera Serie 1. ¿Quién asesinó a Waldo Riter? 2. ¿Por qué fue asesinado? 3. ¿Cuál es el nombre del escritor bajo el pseudónimo de Waldo Riter? 4. ¿Quién es Oscar Teevan? 5. ¿Quién es Evelyn Nichols? 6. ¿Dónde se pueden comprar las colecciones de historias de Waldo Riter?
Segunda Serie 1. ¿Sobre qué está realizando una investigación Fehr Juergen? 2. ¿Cuánto se gana al colaborar en la investigación?
SOLUCIONES Sherlock Holmes está de pie frente a la chimenea, con pose de esgrimista, mientras con el atizador se embarca en una especie de batalla con el fuego encendido. Suponemos que está estudiando las reacciones de la llama a medida que pasa el flujo del aire, conociéndolo simplemente podría estar haciendo tiempo para mantenernos en vilo. Se da vuelta y comienza a hablar en un vocabulario similar al de un actor consumado. «Era un adversario formidable, pero la pasión que arde en mi corazón por Arcadia me permitió vencerle y poner fin a su existencia miserable. Ahora me espera una vida feliz, junto a mi amado.» Estamos sorprendidos y entretenidos al mismo tiempo, pero el momento es interrumpido por la intervención de Wiggins. «El templo de los cortadores de cabezas. La penúltima historia de Waldo Riter, acaba de mencionar el final» Sherlock se ve satisfecho y, después de inclinarse ante Wiggins, se sienta en un sillón. «Debo admitir que este caso me ha intrigado.. No tanto por la identidad falsa del escritor, sino por descubrir la cantidad de osadía de ocultar dos identidades». Lestrade asiente. «Tener a una persona ante mis ojos y descubrir que no sabia nada al respecto nos hace reflexionar. Lo que entonces también nos hace pensar en una segunda esposa, pero en realidad ...» «Vamos por orden». Invita Sherlock Holmes alzando una mano. «En primer lugar, sabíamos que el escritor Waldo Riter era una persona tangible, que tenía una cara y por lo tanto tenía que tener un hogar y dinero para gastar en sus propias necesidades. Una conversación con el director del Telegraph nos permitió descubrir la suma acordada, £ 250 al mes, el momento de esos movimientos de dinero, principios de mes, y que esta cantidad siempre debería pagarse en efectivo. Era natural, por lo tanto, tratar de seguir el flujo de dinero, pero para hacerlo, necesitábamos conocer los hábitos de nuestro hombre.» «El Club Tankerville.» interviene Lestrade. «Langdale Pike», corrige Sherlock. «El Tankerville fue solo uno de los aspectos de la vida social de Riter, pero si quieren conocer todos los hábitos y costumbres de la gente en Londres, créame, nadie mejor que el querido Langdale.» Sherlock se levanta y mira hacia las llamas de la chimenea «Nuestro amigo nos dio una pista fundamental para seguir. ¿Wiggins?» Wiggins, desconcertado, tartamudea. «¿El-el, el hecho de que siempre fue a pie y ... y ... y ... que frecuentaba los teatros de la zona?» «Casi». Apremia Holmes. «Sin duda, el hecho de que fuera a pie redujo en gran medida el número de bancos para entrevistar, pero especialmente que había una mujer, llamada Margaret, siempre a su lado.» «¿Y cómo podría ser esto una pista?» Lestrade interrumpe de nuevo. «Un caballero siempre presenta a su esposa o novia según la etiqueta. El propio Langdale, por otro lado, tuvo dificultades para definirlo como esposa o no. Tanto es así que incluso el apellido en sí mismo era desconocido para él. Es muy probable, por lo tanto, que haya un secreto sobre la identidad, sobre el presente o el pasado.» El formidable investigador vuelve a jugar con las llamas, no era, por lo tanto, una estratagema de suspense, sino un estudio de algo. «Volvamos al dinero, por ahora la única información real que tenemos disponible. El dinero, sacado del Daily Telegraph, en una suma tan considerable, debe depositarse haciendo el menor camino posible. Una hipótesis probable (y legal, ya que no hay pistas para sugerir actividades ilegales) es asegurarla con un depósito bancario. Un intercambio de bromas de caballeros con el director colaborador del Banco de la Capital y los Condados nos mostró una tabla interesante, de la cual es fácil extraer un par de nombres, atados el primero de cada mes por la suma de £ 250». «Excepto en septiembre, sin embargo», señala Lestrade. «Eso resulta ser un lunes.» Anticipa Wiggins. Un par de éxitos, un cambio, y la historia continúa. «Tenemos dos nombres ahora. Oscar Teevan y Owen Edwards. El primero de los dos es el que paga el dinero. Supongo, por lo tanto, este es el que físicamente recibe el dinero del Telegraph, llamémoslo "Waldo mundano Riter". Si combinamos, de hecho, su cara con la vida real, entonces me atrevo a decir, con cierta seguridad, que esta cara es también la que se presenta en las veladas teatrales mundanas, en los restaurantes, en el Tankerville y, finalmente, en la autopsia.
Unos minutos con el Sr. Edwards me convencen de que él es el escritor. También está ligado desde hace mucho tiempo a el fallecido Teevan que, hasta ahora, no nos ha dado ninguna pista sobre sus habilidades de escritura. Por lo tanto, podemos asumir sin demora que Edwards es nuestro "Waldo escritor Riter". Es probable que debido a la naturaleza tímida de Owen, este contrató a su viejo amigo Oscar como una interfaz con el mundo exterior. Así poder seguir escribiendo en paz, sin esas molestas citas y atenciones irritantes que la población reserva a la celebridad. Waldo Riter, un escritor con dos almas. «No entiendo cómo alguien puede no desear una vida de ese tipo.» Murmura Lestrade. Por desgracia, no todo el mundo es aficionado a la fama, pero por suerte de nuestro Edwards, Teevan era exactamente la mitad que hacía falta para darle vida a Waldo Riter.» Sherlock regresa a su sillón. «Ahora tenemos la identidad del hombre muerto, la del escritor, pero todavía nos falta un motivo. El dinero debe ser excluido. Ambos tenían un flujo constante y satisfactorio de dinero para los compromisos de cada uno. Si la colaboración ha estado sucediendo durante años, el motivo de la codicia debe ser excluido. Pero está el camino del que estábamos hablando antes que saltó a mis ojos: Margaret.» «Averiguamos de Owen Edwards que ella es su esposa. De los testimonios reunidos alrededor de la ciudad, está claro que ella es la misma mujer que siempre ha sido vista en compañía de Oscar Teevan. La deducción más plausible es que Margaret pidió poder participar en las veladas mundanas, solicitud absolutamente lícita, y l a amistad con Oscar Teevan ciertamente habria contribuido a otorgar este permiso, a la vez que proporciona una protección nocturna adecuada para su esposa y una mayor concreción a la figura de Waldo Riter.» «Pero aquí viene la traición». Wiggins sonríe felizmente. «Exactamente. Una breve entrevista con la casera de Oscar confirma que la esposa de Owen pasó varias noches allí, cubierta por la excusa de ayudar a la madre enferma. Temprano por la mañana, siguiendo la logística de las casas, es muy probable que los dos amantes fueran juntos a casa de la pobre antes de que algún ojo curioso pudiera verlos. Si miran detenidamente el mapa de Londres, notarán que el edificio donde vive la señora Evelyn Nichols está prácticamente frente a la Armería donde trabaja Owen Edwards. Él confirma que va a visitar a las damas de vez en cuando. Probablemente, una de estas mañanas, él ya estaba trabajando muy temprano y los vio reunirse de nuevo. Fue fácil para él entender lo que estaba sucediendo. Owen luego esperó a que Óscar saliera del Tankerville para descargar toda su ira, organizando un robo para cubrir el motivo pasional.» Concluye Lestrade. «Aquí de una sola vez: motivo y asesino». «Motivo y asesino». Confirma Sherlock Holmes. «Confieso que la parte que más me sorprendió de la investigación fue descubrir que Waldo Riter era la identidad falsa de dos personas, en lugar de una sola. Y aplaudo la capacidad de los tres actores en esta historia para mantener la verdad oculta, a pesar de que estaban ahí para que todos lo vieran». Wiggins suspira imperceptiblemente, mirando el capítulo del Telegraph de la que probablemente será la última historia publicada de Waldo Riter.
HOLMES Holmes ha resuelto este caso siguiendo 5 pistas: Daily Telegraph (88 NO), Langdale Pike (2 SO), Banco de la Capital Y de los Condados (75 NO), Owen Edwards (62 NO) y Oscar Teevan (16 NO). Su puntuación es de 100 puntos.
RESPUESTAS Primera Serie 1. ¿Quién asesinó a Waldo Riter? (25 Puntos) Owen Edwards. 2. ¿Por qué fue asesinado? (15 Puntos) Por celos. 3. ¿Cuál es el nombre del escritor bajo el pseudónimo de Waldo Riter? (25 puntos) Owen Edwards. 4. ¿Quién es Oscar Teevan? (5 puntos) Amigo de Owen Edwards y personificación del escritor Waldo Riter. 5. ¿Quién es Evelyn Nichols? (5 puntos) La madre enferma de la mujer de Owen Edwards, Margaret Nichols. 6. ¿Dónde se pueden comprar las colecciones de historias de Waldo Riter? (5 puntos) En la libreria Gilbert & Field.
Segunda Serie 1. ¿Sobre qué está realizando una investigación Fehr Juergen? (10 puntos) Devuelve la vida a los muertos a través de la electricidad, según la hipótesis de algunos científicos y hecha "real" en el libro Frankenstein de Mary Shelley. 2. ¿Cuánto se gana al colaborar en la investigación? (10 puntos) 250 libras, se deduce de los depósitos bancarios por Fehr Juergen.
Para calcular vuestra puntuación, sumad los puntos obtenidos respondiendo a las preguntas, y después contad el número de pistas que habéis seguido (sin contar las pistas "gratuitas" indicadas arriba. Luego comparad el número de pistas seguidas a las seguidas por Holmes (5 pistas en este caso). Si habéis seguido mas pistas que Holmes, restad 5 puntos a vuestra puntuación por cada pista adicional. Si habéis seguido menos pistas que Holmes, añadid 5 puntos a vuestra puntuación por cada pista que os habéis ahor´rado. Así obtenéis vuestra puntuación definitiva.
R E V A D A EL C O D A S I REQU
Caso Alfa
12 de Noviembre de 1890
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EL CADÁVER REQUISADO 12 de Noviembre de 1890 Autor: Stephen Dewhurst Traducción: Laura Farnós Firmemente enredados en nuestro abrigo para mantenernos lejos el frío del invierno Londinense que se acerca rápidamente, llegamos al 221B Baker Street para encontrar a Sherlock Holmes de pie, en la puerta, en medio de una discusión con un confuso Inspector Lestrade. Tan pronto nos acercamos lo suficiente como para escucharles, Holmes hace una pregunta con un peculiar aire de molestia en lo que Lestrade responde. “¡No estoy pidiendo su ayuda! Todo lo que pido es poder ser capaz de hacer mi trabajo sin usted o su hermano interfiriendo. ¡Pero como alguno de ustedes lo ha hecho, me tengo que dar la vuelta para arreglar las cosas!” “Difícilmente voy yo a vigilar a mi hermano.” - Comienza Holmes con un particular tono de hastío. - “Pero como ha venido para pedir mi ayuda…” - Lestrade empieza a protestar pero Holmes continúa. - “Sería maleducado por mi parte no dársela. Desafortunadamente, sospecho que estaré ocupado la mayor parte del día. Le aseguro que Wiggins y sus compañeros son más que capaces de descubrir las pistas que usted no puede, tanto si mi hermano interfiere como si no.” Dejando a Lestrade con un furioso silencio, Holmes se gira hacia nosotros. “¡Un asesinato!” - Declara, puede que incluso con un toque de demasiado drama. - “En el Staple. No es infrecuente, es verdad, pero el veneno es un poco inusual. Y es más extraño que el cuerpo no fue recogido por la policía, si no por un hombre del Servicio de Seguridad del Estado, un detalle que está provocando algunos problemas a nuestro amigo el inspector. Si el gobierno estaba involucrado estoy seguro que mi hermano no querría que os metiérais, así que espero que le hagáis una visita y le hagáis preguntas incómodas. Me encantaría ayudar, pero,” - dice, mirando de refilón su reloj de bolsillo, - “pero creo que me espera una reunión más privada.” En ese momento un carruaje frena y un par de hombres en traje y bombines salen de él. El más bajito de los dos se dirige a Holmes. “Su hermano quiere hablar con usted, si no le importa.” “Si.” - Responde Holmes, delatando un poco de excitación. - “Eso me esperaba. Bueno Wiggins, suerte en su investigación. ¡El deber le llama!” - Sigue a los hombres hasta el carruaje, dejándoos de pie, en la calle, en un silencio incómodo con Lestrade con la cara roja. Wiggins cautelosamente se dirige a él. “Inspector, ¿podría introducirnos en materia?” Lestrade pausa, toma aire, y exhala. Habiendo recuperado un poco la compostura, de dirige a nosotros. “Como les ha informado Holmes, un hombre que hemos identificado como Henry Irving, ha muerto en Staple la otra noche. Cuando llegamos, el Servicio de Seguridad del Estado ya estaba allí y se habían encargado del cuerpo de la víctima. Nos lo devolvieron sin problemas esta mañana, pero no hay manera de saber qué es lo que le quitaron, hacienda mi trabajo particularmente difícil. Aunque no les he pedido su ayuda, agradecería si me hiciesen saber si encontráis algo que pueda ayudarme a llenar los huecos dejados por el Servicio de Seguridad del Estado. Ya saben dónde encontrarme.”
Barrio Sudeste 34 SE El camarero confirma que Mr. Squire estuvo aquí desde las 6 pm hasta casi medianoche. Y armando un poco de jaleo.
78 SE
Wiggins llama a la puerta de una vivienda particularmente decadente y poco después la puerta se abre revelando a dos hombres extremadamente altos y amenazantes empuñando garrotes. “¿Si?” - Dice el de la izquierda en un tono poco amistoso. “Estamos aquí por la muerte de Mr. Valentine.” - Dice Wiggins. “¿Lo estáis?” - Pregunta el de la derecha, golpeando rítmicamente su porra en su palma abierta. “¿Y por qué podría ser?” - Pregunta el otro, dando ligeramente un paso hacia delante. Wiggins levanta sus manos para calmarles, pero parecen insatisfechos. “Estamos tratando de llevar al asesino ante la justicia. Nos preguntábamos si podríamos buscar pistas en su habitación.” “No, no lo creo.” - Dice el de la izquierda. “No lo creemos en absoluto.” - Coincide su compañero. - “Un hombre se coló aquí anoche. Asustó a la madre de Rod hasta casi matarla. Entró directamente a la habitación de Rod, cogió algunas cosas y se fue.” “Gracias.” - Dice Wiggins. - “Realmente queremos ayudar. ¿Pueden decirnos algo más sobre el hombre?” Se miran mutuamente y luego el de la izquierda enseña una nota arrugada. El de la derecha dice, “Mrs. V no lo vio bien, pero podría ser el que le dio a Rodney esto.” La nota dice:
Barrio Sudoeste 2 SO “Bueno, no ocurre mucho más en Londres, siento decirlo. Al menos, nada que valga la pena comentar. Afortunadamente, hay noticias del continente que son interesantes. La mujer del General Botella, en España ha estado teniendo una aventura con un joven noble de campo llamado Antonio Rivera y a principios de esta semana el general pilló al hombre en su casa. Intercambiaron palabras, y, si los rumores son ciertos, balas. El hombre escapó, ¡pero ahora la mujer del General está desaparecida! Posiblemente la mujer se encuentra ahora con su joven pretendiente y huyen del General. ¡Qué excitante!”
5 SO
Aprendes mucho durante tu tiempo en la biblioteca. Mucho, sobre muchas cosas. Es una experiencia que celebras, y otra que esperas repetir en el futuro. Pero no descubres nada sobre quien mató a Henry Irving. O porqué.
8 SO Os pasáis por el Club Diógenes y os encontráis con Mycroft en la parte de atrás. Tenéis la sensación
que bajo esa capa de tranquilidad se encuentra extremadamente preocupado sobre otros asuntos y se las ha arreglado difícilmente para haceros un hueco en su agenda particularmente apretada. “No sé en qué cruzada os ha metido mi hermano.” - Empieza diciendo. - “Pero dejarme pararos antes de que os excitéis. Este es un simple caso de identidades erróneas y la víctima, como resultó ser, no es de mi interés ni tampoco del Servicio de Seguridad del Estado. El hombre asesinado era un simple mercante de nombre Henry Irving. Entregamos el cuerpo a Scotland Yard, así que si intentan seguir con el tema, les recomendaría que pregunten a los recursos habituales.”
13 SO
Nos encontramos en la oficina de Lestrade y es aparentemente evidente que se encuentra de peor humor que cuando lo encontramos antes. “Buenos días.” - Dice Wiggins. “No lo son.” - Responde Lestrade como si fuera un hecho. - “Es bastante difícil hacer mi trabajo con Sherlock liando las cosas. ¿Ahora su hermano también tiene que interferir? Si no fuera por eso, ahora tendríamos todo este tema cerrado, se lo puedo prometer. Tenemos en mente un par de sospechosos, la mujer con la que se encontró Irving y el rufián que se abalanzó sobre él cuando cayó. Parece que la mujer era una extranjera, y con el Servicio de Seguridad del Estado involucrado hay muchas probabilidades de que la asesina se encuentre o en custodia en algún sitio o haya escapado a algún lugar donde nunca podamos encontrarla. Por dios, que alguien va a pagar por esto. Murray cree que fue envenenado y tenemos algunos sospechosos en custodia que concuerdan con esto. No hay pruebas aún, pero me apuesto algo a que es Squire. Siempre está involucrado en este tipo de cosas.” “¿Qué saben de la víctima? ¿Estaba involucrada en algo sospechoso?” “No, nada de eso. Todo lo que podemos decir es que no pasaba mucho tiempo en Londres. Aunque
conocemos muy bien a su hija, Emma Irving, es lo que ocurre cuando un niño no tiene un padre cerca. Te adulará mucho, pero si me preguntas, va por un mal camino. Pasa mucho tiempo en zonas de la ciudad desagradables, haciendo los amigos equivocados. La hemos traído por robo y carterista unas pocas veces. Con su padre muerto, no me sorprendería si la pillamos por algo peor en el próximo par de años. Pobre niña.” Antes de iros, preguntáis sobre la muerte de Rodney Valentine. “¿Qué? Oh sí, ese asunto. No, con Holmes conspirando en hacer la vida difícil, tengo mis manos llenas con el asunto de Irving. He oído que un carterista ha sido asesinado en una propiedad abandonada, pero, bueno, eso pasa a veces cuando eres un carterista. No puedo imaginar que haya mucho más que saber.”
22 SO
Encontramos a H.R.Murray curvado sobre una taza, aparentemente paralizado por su contenido. “Mr. Murray.” - Dice Wiggins suavemente, haciendo brincar al excéntrico científico de su silla por la sorpresa y girándose hacia nosotros. “¡Demonios Woggons! ¡No me asuste de esa manera!” “Lo siento. Y es Wiggins.” “Si, si, por supuesto. ¿Supongo que están aquí por el tipo que vino del Servicio de Seguridad del Estado? No hay mucho que decir, fue envenenado. Tengo que hacer unos pocos test más, pero estoy un 96% seguro de que era cianuro juzgando por los químicos en su estómago. Hay otra cosa, un poco de restos de tinte negro en su pelo, aunque parece que se lo lavó recientemente.” Le damos las gracias y le preguntamos sobre la otra muerte la anterior noche, Mr. Valentine. Responde sacando un cuchillo pequeño y magullado con la cuchilla cubierta de sangre. “Encontramos esto en una esquina de la habitación donde murió el hombre, sobre el viejo escaparate de Twining. Aparte de eso, poco más les puedo decir. Seguro que Meeks sabe más sobre el caso.”
23 SO Preguntamos en la prisión Milbank sobre Rodney Valentine y mientras todo el mundo dice que era un hombre amable, también todos están de acuerdo de que ciertamente iba a volver a la vida criminal tan pronto fuese liberado. Muchos recuerdan como hablaba ansiosamente acerca de la salud de su madre y como haría cualquier cosa en su poder para conseguir las medicinas que ella necesita.
38 SO
Somos llevados a la oficina del Embajador Del Guerra por el jefe de seguridad, Salvador del Castillo, quien tiene un bigote inmaculado y acicalado y una pequeña cojera que le hace doblarse de dolor cuando cree que nadie le está prestando atención. Hector no puede ocultar un brillo de autosatisfacción cuando nos recibe, aunque no somos capaces de descubrir qué es lo que le ha puesto de tan buen humor. “¡Hola caballeros! ¿Cómo os puedo ayudar en este maravilloso día?” “Bueno.” - Comienza Wiggins. - “Estamos investigando el asesinato de Henry Irving.” “¡¿Un asesinato!?” - Exclama. - “Qué horror. Por favor, díganme cómo puede España ayudar a nuestros aliados en este tema.” Wiggins es ligeramente empujado por el entusiasmo del hombre. “Bueno señor, al parecer fue escuchado hablando español con una mujer justo antes de morir y la mujer parece haber desaparecido. ¿La conoce o sabe algo sobre Mr. Irving?” “¡Pues no! Me puedo imaginar fácilmente como un hombre inglés puede ser embelesado por una bella flor Española pero tristemente, no puedo decir que las conozca a todas. Les aseguro, que no obstaculizaremos su investigación, incluso si el sospechoso es español. ¡Mucha suerte encontrándola!” De camino a la salida, un carruaje lleva y sale un
hombre vestido con la ropa de gala de un general español. Su frente está salpicada con sudor, nervioso y frota su anillo de boda. Vuestra escolta rápidamente le da la bienvenida y le hace pasar.
66 SO
Los muelles son una escena de caos, pero no el pandemonio habitual que puedes llegar a esperar. Donde normalmente hay hombres de espaldas fuertes corriendo de aquí para allá llevando el cargamento, que es el alma de la economía de Londres, hoy una ruidosa multitud lanza insultos a un pobre policía que trata de apaciguar a la muchedumbre. Nos indican que dentro de las oficinas del muelle, los jefes de la huelga y los representantes del gobierno están trabajando duramente para llegar a un acuerdo, pero nadie en la calle tiene esperanza de que la situación se vaya a resolver pronto.
77 SO Con un problema que nos impide mantenernos en un enfoque claro en el caso que nos ocupa, decidimos hacer una visita a la casa de Ms. Jefferies. Mientras caminamos hacia la entrada en mal estado, es difícil pasar por alto los distintos platillos que adornan el umbral y parecen contener restos de leche seca o crema. Wiggins llama y un momento después la puerta se abre revelando una pequeña mujer con el pelo grisáceo cuya expresión cambia de curiosidad a un alarmante rostro de ira. Antes de que ninguno de nosotros pueda reaccionar, Ms. Jefferies se lanza hacia Wiggins y los dos caen a la calle con un torbellino de golpes y maldiciones. Saltamos a la acción y unos momentos después conseguimos apartar a la mujer del confuso Wiggins mientras ésta da patadas y grita. “¡Ladrón de gatos!” - Grita Ms. Jefferies, intentando liberarse. - “¡Maldita escoria ladrona de gatos! ¡Devuélvelos!” Wiggins se levanta, tosiendo y rascándose la cabeza.
“Señora, yo no soy…” “¡No me mientas chico!” - Grita la mujer e intenta girarse hacia nosotros. - “¡Lo vi! ¡Esperé anoche para ver dónde iban mis gatos y lo vi, acechando al pobre Percival! ¡Era de los últimos que me quedaban! ¡No iba a dejar que pusiera a Percy en esa bolsa suya! Así que lo seguí por la calle hasta que el maldito hombre escapó por las alcantarillas ¡Las alcantarillas!” - Se gira hacia Wiggins. - “¿Es allí donde te los llevas? ¿Están bien o te los has comido, desgraciado?” Wiggins, con la cara sangrando y desconcertado, no es capaz de dar una respuesta. Poco dispuestos a que sea sujeto de ningún tipo de abuso más e incómodos con el pequeño corro que se ha formado alrededor nuestro, empujamos a Ms. Jefferies de vuelta a la puerta y nos unimos con Wiggins mientras hace una veloz salida. Preguntamos de qué iba todo eso, y solo responde. “No tengo ni idea.”
“Dormido, en mi cama.” - Contesta. - “Tristemente no hay testigos. Pero créanme cuando les digo que no hay nadie más disgustado sobre la muerte de Rodney que yo. El hombre me debía 1200 libras, mucho más de lo que debería haberle dado. Pero verán, hay una triste historia sobre su madre enferma. Y tengo razones para pensar que de hecho me iba a devolver el dinero, aunque posiblemente terminase de nuevo en prisión más de una vez durante el proceso. Ahora…” - Suspira y abre sus brazos en un gesto de impotencia. - “No tengo oportunidad de recuperar mis pérdidas. Por favor, si encuentran al asesino hagánmelo saber. Ahora tiene una deuda conmigo, y yo no mato a quien me debe dinero, siempre encuentro maneras de recuperar mi dinero.”
Barrio Noroeste
42 NO
11 NO Llegamos al teatro Princess justo cuando el show está llegando a su fin y la multitud empieza a dispersarse hacia lo que sea que les depare la noche. Nos encontramos con un hombre que concuerda con la descripción de Bert Stevens. Es un hombre robusto vestido de manera inmaculada, aunque podemos ver claramente que su traje no se ajusta y sus zapatos están ligeramente deteriorados. Mientras nos acercamos, un hombre mucho más joven y fuerte se cruza para bloquearnos el camino. “Está bien David.” - Dice Stevens, mirándonos desde detrás de su guardaespaldas. - “He estado esperando unas pocas preguntas desde que vi el nombre del pobre Rodney en el periódico esta mañana.” “Ah bien.” - Dice Wiggins. - “¿Podría decirnos entonces dónde estaba la otra noche cuando Rodney fue asesinado?”
18 NO Nos han dejado un soldadito de plomo desmontado. Cuando entramos en el domicilio de Sherlock, le encontramos estudiando un intricado mecanismo con fascinación y parece no darse cuenta de nuestra presencia. “Discúlpenos, Mr. Holmes.” - Dice Wiggins. “Pero estamos en un callejón sin salida en el caso.” “¿Oh?” - Pregunta Sherlock, sigue sin mirar hacia arriba. - “¿Lo han tenido en cuenta?” “¿Tener en cuenta el qué, Mr. Holmes?” “El caso, Wiggins. ¿Han tenido en cuenta los hechos del caso?” “Si, por supuesto, Mr. Holmes, llevamos haciendo eso durante todo el día.” “¿Y no han encontrado nada que consideren que sea destacable? ¿Nada en absoluto? Interesante.” - Después de una prolongada e incómoda pausa, continúa. - “Bueno, entonces permítanme ayudar. Considere, Wiggins, que este hombre, Mr. Irving llegó a Londres de manera inesperada y se negó a salir de su casa hasta la noche de su muerte.
Es obvio que estaba asustado y posiblemente perseguido. Y si estaba atrapado en su propia casa es una razón clara de que alguien del área cercana puede que viese quién le mantenía acorralado.” Deseamos a Holmes que tenga un buen día, pero parece no darse cuenta.
Barrio Centro Este 20 CE Un dependiente de la compañía West Indies Steamship nos saluda desde detrás de su escritorio y se presenta como Mr. Yarrow. Le explicamos sobre la muerte de Mr. Irving y preguntamos si fue pasajero recientemente en alguno de sus barcos. Murmulla mientras pasa páginas en el libro de registros. “Irving…Irving…no. No hay ningún Irving en la tripulación o en la lista de pasajeros del Dragonfly y es el único barco que ha llegado en la última semana. Pero me recuerda algo, déjenme comprobarlo…” - Mr.Yarrow nos deja y regresa un minuto después con un delgado libro de registros. “Si, aquí está. Un pasajero nuestro varias veces en los últimos años, viajando desde aquí a Trinidad y vuelta, siempre por Bilbao. Es una penaperderle como cliente. También es una pena su asesinato, por supuesto.”
30 CE
Henry Ellis nos enseña su oficina y nos pregunta en qué nos puede ayudar. Le explicamos que estamos indagando sobre la muerte de Henry Irving, pero Ellis parece desinteresado en la muerte hasta que le mencionamos que estaba hablando castellano y que el Servicio de Seguridad está involucrado. “Ah.” - Dice, más interesado. - “¡Ciertamente eso suena interesante! En ese caso, puede que les sea de ayuda, pero tienen que guardar esto en la más absoluta confidencialidad.” - Echa un
vistazo alrededor como si las paredes estuviesen escuchando, y entonces continúa. - “Hay rumores que el próximo Simposio de Inventores tendrá una gran cantidad de acuerdos secretos y los más poderosos están compitiendo para triunfar con las tecnologías más impresionantes para mostrar su poder y atraer la atención de los más importantes científicos e ingenieros del mundo. El rumor también dice que el ejército Español está desarrollando un arma que los pondrá al frente. Y,” - se inclina, susurrando muy de cerca hasta el punto de ser casi inaudible. - “oí que la semana pasada perdieron los planos. Si Mr. Irving estuvo involucrado, de alguna manera, su muerte no sería tan inesperada.” “Gracias por el aviso.”
35 CE
Quinton se burla cuando mencionamos el caso. “Si, lo he oído. Llamaron a Squire, ¿verdad? Significa que no tienen nada. El hombre ha estado involucrado al menos en los veinte últimos casos que yo sepa, pero nuestros chicos de Scotland Yard nunca lo podrán confirmar. Esta vez no será diferente.”
36 CE Nos encontramos con Edward Hall, quien cortésmente nos invita a pasar para resguardarnos del frío. Cuando le preguntamos por cualquier tipo de información sobre Henry Irving, Mr. Hall responde. “No, de ningún tipo. Un caballero modélico, en todos los sentidos. Y un consumado mercader por lo que se ve. Sin embargo no puedo decir lo mismo de su hija. Ha estado aquí unas pocas veces por cargos corrientes. Carterista, vandalismo y delincuencia.” “Ya veo.” - Dice Wiggins. - “¿Y qué nos cuenta sobre nuestro otro muerto? ¿Rodney Valentine?” Hall se encoge de hombres y desliza una gruesa carpeta sobre su mesa. “Mr. Valentine tiene una carrera criminal. De carterista para ser exactos. Aunque sin crímenes violentos, tenía ese punto a su favor. Dudo que
la ciudad lo vaya a echar de menos, pero no era tan malo. Ciertamente no se merecía lo que tuvo. Murió en el edificio de Twining & Co por si quieren investigar.” Preguntamos a Mr. Hall si nadie ha sido traído en conexión con el caso y nos escolta a ver a Mr. Squire, un farmacéutico local que Lestrade sospecha que tiene conexión con cualquier caso que implique veneno. Nos encontramos en una sala de espera cuando nos deja con Mr. Squire, un caballero mayor con una pequeña coronilla de pelo blanco y el ceño fruncido que parece haber sido esculpido en su cara. Nos mira de reojo y farfulla. “No tengo nada más que decir de lo que ya he dicho.” Wiggins le dedica al hombre una alegre sonrisa. “¿Podría repetirnos lo que sea que fuese?” Nos mira de manera sospechosa. “Pues que no hice nada. Estuve fuera toda la noche en Red Boar, cualquiera se lo dirá.” “Si.” - Replica Wiggins - “Estoy seguro que estaba allí. ¿Pero ha vendido veneno a alguien recientemente? ¿Algo que haya podido ser usado para matar a Mr. Irving?” “Vendo muchas cosas, y muchas cosas podrían matar si no se usan de manera adecuada. Puede ser que alguien haya usado algo de mi tienda para matar a alguien, pero no es asunto mío.” Con esa pista deseamos al hombre buena suerte y nos vamos.
38 CE Sir Jasper Meeks nos recibe y nos enseña el cuerpo. Irving era un hombre apuesto y fuerte, de buena salud y su cuerpo no tiene heridas aparte de un corte en su frente, presuntamente al golpearse con la mesa cuando se desmayó. Su complexión es bastante diferente a la de los nativos de Londres, con un profundo bronceado como indicio de haber estado largos períodos de tiempo en climas cálidos. Con el cuerpo de Mr. Irving dando tan pocas pistas para nuestra mala suerte, preguntamos a Sir Meeks si podríamos ver el cuerpo de Rodney Valentine, el otro muerto mencionado en el
periódico. Con una expresión de preocupación, nos enseña el cuerpo del vagabundo y tira de la tela para revelar un espectáculo grotesco. No todos somos capaces de contener unos gruñidos de asco. “Como pueden ver,” - Comienza Sir Meeks. “la muerte de Mr. Valentine no fue placentera. Empezó con la rotura de sus dos brazos, una rótula y cinco costillas. También hay marcas en sus muñecas de cuerdas atadas a su alrededor. El dolor que sufrió fue finalizado con un corte alrededor de su garganta, hecho con un cuchillo, pero significativamente más largo que el encontrado en el lugar de su muerte.”
50 CE
Llegamos a la residencia de Johnny Happ y nos recibe su mayordomo, quien trata de evitar que pasemos hasta que es convencido por Wiggins, dejándole entrar en la mansión. Antes de que pueda idear como echarnos, Mr. Happ saca su cabeza desde la sala de espera y pregunta en qué puede ayudarnos. “Estamos aquí por la muerte de Mr. Irving.” Dice Wiggins y la encantadora y relajada mirada de Johnny se desvanece en un parpadeo. “¿Ha dicho Mr. Irving? ¿Muerto? ¡Yo no lo hice!” “No decimos que lo haya hecho.” “¡Pero no lo hice! Es por eso que están aquí, ¿no? ¡Para arrestarme! O peor, ¿entregarme a ese buitre de Langdake Pike? No, se lo ruego, no hagan eso. Es cierto que he estado cortejando a Margaret, pero solo porque ella me daba ánimos, se lo aseguro. Ella me enviaba cartas que eran muy… tentadoras. Pero cuando me acercaba ella se volvía distante y consternada siempre que mencionaba la correspondencia. ¡Toda la situación es frustrante y confusa! Pensar que tal maravillosa mujer está encerrada en su casa, esperando al regreso de su marido que está viajando por el mundo. ¡Es absurdo! Sin embargo, ¡Yo no le haría daño! ¡No sabía que había vuelto!” “¿Y dónde estaba la otra noche?” “Aquí.” - Dice, incrédulamente. - “Toda la noche.
Pueden preguntar a Percy.” “Lo estaba.” - Nos llega la respuesta con poco entusiasmo del mayordomo.
52 CE Entramos en el Rat & Raven y nos sorprendemos al encontrar el establecimiento en un estado sombrío. Su usual cacofonía se ha ido, reemplazada por un grupo de melancólicos hombres que parecen haber estado bebiendo bastante. Cuando Porky os ve entrar os llama. “Ahí vais chicos, ¡finalmente habrá justicia! A la poli puede no importarle lo que nos ocurra pero a Wiggins y sus amigos si.” Se acerca a vosotros, con la cara roja debido a la embriaguez y la ira. “Bueno, ¿en qué os puedo ayudar? Tenéis que atrapar a este asesino, lo tenéis que hacer.” “¿Irving?” - Pregunta Wiggins. - “¿Lo conocía?” “¡¿Irving?!” - Dice Porky. - “¡No, Irving no! ¡El maldito Rodney Valentine! ¡No me digáis que estáis trabajando en otra cosa!” “No, no claro que no.” - Dice Wiggins. - “Más bien, estamos investigando ambos casos. Pero sí, Rodney. ¿Qué nos puede decir sobre él?” “Era el alma más amable que te podías encontrar aquí.” - Dice Porky, ahogando un sollozo. “Robaba desde que era un crío para ayudar a su pobre madre. Vino aquí hace un par de días y me dijo que había encontrado un gran trabajo, alguien dispuesto a pagar mucho por un sobre en particular. Rodney dijo que iba a estar fuera unos días borrando su rastro, pero que después de eso habría mucho que celebrar. Algo bueno. Rodney ha pagado una gran deuda que tenía para mantener a su madre. ¿Quién los ayudará ahora?” Wiggins pone su mano en el hombro de Porky para consolarle. “¿Se le ocurre alguna razón para que alquien quisiera matarlo? ¿A parte de la gente a la que ha robado?” “A parte de los robos, Rodney era el tipo más agradable que te podrías encontrar. El único que le se me ocurre es Bert Stevens, el matón con el
que tenía la deuda. Es difícil encontrar en casa a Bert, pero lo puedes encontrar normalmente en los teatros, fingiendo ser un hombre honorable.” Dejamos al hombre con sus historias y lo que parece que no es el primer ni último brindis de la noche.
66 EC La farmacia está cerrada y recopilamos información de transeúntes diciendo que el propietario fue llevado por la policía durante la mañana. Colándonos por la parte trasera, encontramos una pequeña tienda con un surtido de remedios y cura-todo, ninguno con el que estarías particularmente cómodo ingiriendo. Después de una búsqueda, Wiggins encuentra un panel suelto en la pared detrás de la caja registradora. Una vez abierto, encuentráis una serie de estantes ocultos en los que descansan viales que contienen líquidos de aspecto turbio, así como un pequeño anillo de plata con el gravado, ‘Juntos, incluso al estar separados – HI.’ Colocáis el panel de nuevo en su sitio y os váis.
Barrio Centro Oeste 5 CO Preguntamos a los conductores de carruajes sobre la noche anterior y descubrimos que nadie vió a la víctima. Cuando Wiggins pregunta sobre algo a destacar, uno menciona que llevó a una mujer en pánico a la Embajada Española. Otro conductor llevó a un hombre desde Surrey Street a Bath Terrace y después de que el hombre se fuese, el conductor encontró sangre fresca en el asiento, mucha para su fastidio.
14 CO Disraeli O’Brian garabatea el nombre que le dimos y nos vuelve con varios documentos del archivo.
“Mr. Irving.” - Empieza. - “Fue un ciudadano modelo. Sin roces con la ley que se diga. Su hija es otro tema, aunque sus crímenes son tan insignificantes como numerosos. Y con respecto a Mr. Valentine, ha pasado el mismo tiempo en Milbank como fuera de él. Asaltos y robos de cartera es lo que parece, desde muy temprana edad. Espero que os haya servido de ayuda.”
16 CO Un viejo y abandonado edificio señalado con un descolorido letrero donde se puede leer Twining & Co. Un oficial de policía está vigilando en la puerta, pero tiene poco que ofrecer aparte de que han contestado a un aviso de gritos en el lugar la otra noche, pero para cuando llegaron al lugar el hombre ya estaba muerto. Tendremos que ir a la morgue para averiguar más. Echando un vistazo dentro, encuentramos una silla de madera desvencijada con cuerdas atadas alrededor de los brazos. El área alrededor de la silla está manchada con sangre. Cerca, algunas de las viejas estanterías han sido recientemente golpeadas y hay un ligero rastro de sangre. Parece como si hubiera habido una lucha y el perdedor terminó en la silla.
17 CO
Llegamos a Somerset House y pasamos casi una hora entera entre viejos registros y certificados. Extrañamente, aunque Henry y Margaret Irving eran meticulosos en la mayoría de su contabilidad y documentos, no podemos encontrar ningún registro del nacimiento de Mr. Irving. Pero no solo salen a la luz asuntos relacionados con el caso en Somerset House. Con una sensación de preocupación por los eventos recientes, Wiggins mira su propio pasado y descubre que el mismo día que fue dejado en el orfanato que fue su hogar durante la mayor parte de su juventud, otro chico de la misma edad y una descripción similar, fue dejado en un orfanato diferente. No encontramos más detalles sobre él, salvo que se llamaba Edward.
35 CO El Staple no es de ninguna manera un establecimiento y aunque no es habitual que suceda alguna muerte en el local, no es está de más temer a la clientela habitual. Al principio de la mañana, no hay muchos y los pocos que hay no parecen testigos relevantes. El camarero, sin embargo, estuvo allí la otra noche y suficientemente sobrio como para arrojar algo de luz en el caso así que le preguntamos. Al principio no parece interesado en hablar, pero Wiggins le hace cambiar de idea con un billete de diez libras y se presenta como Franklin Packer. “Fue raro.”- Empieza. - “Nadie conocía al tipo que murió, y tampoco nadie se dio cuenta de su presencia. No hasta que esa belleza se unió a él. No me malinterpreten, tenemos mujeres aquí de vez en cuando. Solo que…” - Lucha para encontrar las palabras mientras hace algún movimiento obsceno alrededor de su pecho y levanta una ceja de manera sugestiva. - “Ese tipo de chica. Hablaron unos minutos en español, creo, y de pronto el hombre se empezó a ahogar y se calló de su silla. La mujer gritó, todo el mundo se sobresaltó, y un pequeño tipo con una nariz en forma de gancho se acercó para intentar salvarlo. Le rompió el abrigo para intentar ayudarle a respirar, pero no fue suficiente. Entonces el hombre está muerto, el tío pequeño desaparece, la mujer echa a correr y yo me quedo con nada más que un muerto y unas cuentas sin pagar. Para empeorar el asunto no aparece solo la policía, si no también unos de tíos del gobierno. Enseñaron rápidamente unas placas muy bonitas, cogieron el cuerpo y ni se molestaron en darme las gracias por mantener a raya a la muchedumbre y evitar que saquearan al cabrón.” Cuando finaliza su desgarrador relato, os dáis cuenta que un chico joven os está observando desde la puerta de atrás. Un joven rubio que os mira sin parpadear. Frank se da cuenta de a dónde miráis y echa un vistazo hacia atrás. “Oh no os preocupéis por él, es Erik. Solo es uno de los niños de la calle que me ayudan durante las
noches con faena. Mejor eso que estar deambulando por las calles después del anochecer, ¿verdad?” “¿Podemos hablar con él?” - Pregunta Wiggins, evitando comentar si realmente trabajar en Staple es mejor para un niño. Frank echa un vistazo hacia atrás de manera inquisidora y Erik se encoge de hombres y se acerca a la barra para unirse con nosotros. “¿Estabas aquí la otra noche?” - Pregunta Wiggins, agachándose para hablar a la altura de la vista del chico. “Si.” - Dice. “¿Viste algo?” “El tío bajito que corrió al final, no estaba aquí para beber. Llegó unos minutos después que el cadáver y se plantó en la barra, mirándolo. No pidió nada, solo miraba.” “¿Y luego trató de ayudar cuando Mr. Irving, eh, el cadáver, cayó?” “Robándole mas bien. Cuando se largó se llevó la chaqueta del tío y golpeó a la zorra del hombre.” “¡Esa boca!” - Grita Frank. Erik está indignado. “¡Pero si lo era! ¡Em dijo que lo era!” “¿Em?” - Pregunta Wiggins. El camarero interrumpe. “Otro de mis... jóvenes ayudantes. Una niña bonita, pero con un poco de carácter.” Erik y Frank no tienen nada más que añadir así que nos marchamos.
50 CO
Wiggins llama a la puerta de Irving varias veces antes de que aparezca una joven chica de unos 12 años aproximadamente. “¿Si?” - Pregunta recelosa. Wiggins nos presenta. “Nos gustaría hablar contigo y con tu madre si no te importa. Sobre la muerte de tu padre.” La niña se da la vuelta en dirección a la casa. Podéis oír un sollozo. “De acuerdo.” - Os dice con una mirada severa. “Pero tener cuidado con vuestras palabras. Madre ha
pasado por mucho y si la disgustáis más os echaré.” A pesar el manto de miseria en la casa, no puedes evitar darte cuenta de que está bien decorada y como excelentemente cuidada. Encontramos a Margaret Irving en la sala de estar con los ojos enrojecidos y llorando en un pañuelo. Después de unos minutos de Consuelo, Wiggins habla con la viuda que ya se encuentra en un estado de calma y le pregunta amablemente sobre su marido. “Henry era un buen hombre, el mejor. Estaba mucho tiempo fuera, pero tenía que hacerlo.” - Las palabras de Mrs. Irving provocan una mirada de desdén en su hija. - “Lo tenía que hacer, Emma. Trabajaba muy duro para mantenernos. Mi marido era un mercader de bienes especiales y su trabajo requería que viajase por el mundo durante largos períodos. Me temo que no estuvo por aquí mucho para Emma en sus primeros años, y de hecho acababa de volver de un viaje de dos años de las indias occidentales. Pensaba que se quedaría un tiempo esta vez, pero entonces,… entonces…” - Rompe a llorar. “Mrs. Irving” - La innterrumpe Wiggins delicadamente. - “¿Había algo raro en su marido cuando volvió? ¿O algo raro durante esa semana?” se suena e intenta recomponerse. “Un poco, si. Sí, diría que si. Norecibimos ninguna carta diciendo que volvía, así que fue una sorpresa. Apareció muy tarde, después de que Emma y yo ya estuviéramos durmiendo. En cuanto entró en la casa se fue directo a darse un baño. Al principio me sobresaltó, pero me puse muy contenta de verle cuando resultó no ser un ladrón. Le pregunté si quería salir al día siguiente para celebrar que había vuelto, pero dijo que se había puesto enfermo y necesitaba estar lejos del sol, aunque no hayamos tenido mucho de eso recientemente. Y después de que no viniese a casa anoche me temí lo peor. Para tranquilizarme, busqué un anillo de plata que Henry me compró hace unos años pero parece que lo he perdido. Habría jurado que estaba al lado de la cama, pero cuando fui a mirar esta mañana, ya no estaba. Y una última cosa, la otra noche escuché a Henry discutir con alguien afuera, pero
cuando entró no quería hablar de ello y dijo que necesitaba salir para ir a una reunión de negocios.” “Era Mr. Alexander.” - Interrumpe Emma. “Cruzando la calle. Siempre nos está diciendo cómo vivir. Debería ocuparse de sus propios asuntos.” Sintiendo que va a empezar una incómoda discusió, Wiggins interrumpe. “Han sido las dos de mucha ayuda. Antes de que nos vayamos, ¿podríamos revisar el equipaje de Henry? Si pudiésemos descubir porqué volvió pronto, nos podría ayudar a descubrir que le pasó.” “Por supuesto, cualquier cosa.” - Dice Mrs. Irving y nos conduce a las escaleras. Cuando nos quedamos solos, miramos en las maletas de Henry Irving para descubrir ropa de viaje en excelentes condiciones, un billete con el sello de la compañía West Indies Steamship y un tarro casi vacío de tinte negro para el pelo. Le deseamos buena suerte a Mrs. Irving y nos marchamos.
51 CO
Wiggins llama con confianza a la puerta frente a la casa de Irving y unos segundos después vemos las cortinas de la ventana separarse unos centímetros para revelar unos ojos curiosos pero sospechosos. Wiggins muestra una sonrisa rápida y ganadora al ocupante y entonces oímos un cerrojo correrse y abrirse al otro lado de la puerta. Tan pronto se abre entrevemos un oscuro y desordenado hogar lleno de lo que parecen ser viejos periódicos. Antes de que podamos mirar más de cerca un viejo y corpulento hombre bloquea nuestra vista. “¿Si? ¿Qué es lo que quieren?” “Discúlpenos, señor.” - Responde Wiggins. - “Pero estamos investigando la muerte de su vecino, Mr. Irving.” Mr. Alexander resopla desdeñoso. “¿Vecino? Sí, eso creo, pero solo durante unos meses al año como mucho. Siempre fuera de aventuras, dejando a su pobre mujer y su monstruosa hija atrás. Entonces vuelve y todo regalos y sonrisas, pensando que él no ha hecho
nada malo. ¡Y la mujer!” - Agita su mano de manera agresiva a través de la calle. - “¡Siempre le dejan irse con la suya! ¡Fingiendo ser felices! Pero tan pronto se tenía que volver a ir en barco ella le daba a la botella. Sentiría pena por ella si no fuese porque deja hacer a su hija lo que le da la gana.” “Ya veo.” - Dice Wiggins, intentando calmarle. “¿Volvió recientemente Mr. Irving?” “¡Da la casualidad que si lo hizo! Hace dos días. Parecía más nervioso de lo habitual. Posiblemente preocupado porque su señora estuviera engañando, que no es el caso, por si le interesa. Tiene bastantes pretendientes, pero es leal a su mentira.” “¿Pretendientes dice?” - Pregunta Wiggins. “¿Alguno del que pueda recordar el nombre?” “No es asunto mío.” - Contesta Mr. Alexander, pero continúa. - “Pero había uno llamado Johnny creo. Ha venido varias veces recientemente. Un tipo alto con un bonito bastón.” “Ya veo. ¿Y lo vio a él o Mr. Irving la otra noche? Antes de que muriese.” “No, al pretendiente no. Pero a Henry, si. Esta zona estaba bastante más concurrido de lo normal la otra noche para mi gusto. A primera hora de la noche apareció una mujer. Alta y con la piel oscura, incluso más guapa que Mrs. Irving si lo pueden creer y de muy mal humor. Se peleó con Henry y se marchó enfadada. Apenas una hora más tarde Henry se marcha, seguido por un desgraciado que estaba merodeando. Y justo después de eso, la hija se escabulle por la ventana, como suele hacer normalmente.” “¿Un desgraciado?” - Pregunta Wiggins. “¿Podría describirlo?” “Un hombre bajito, con una extraña nariz y ropa andrajosa. Ha estado siguiendo a Henry desde que ha vuelto.” “¡Gracias! ¡Ha sido de mucha ayuda!” Dice Wiggins. - “Si no le importa que le pregunte, ¿Cómo sabe todo esto?” Mr. Alexander nos mira muy ofendido. “¡Métase en sus propios asuntos!” - Nos grita mientras cierra la puerta de un portazo.
76 CO Nos encontramos con Mrs. Warren, la propietaria. “¿Están aquí por la chica desaparecida?” - Pregunta. “Um. ¿Sí? Si.” - Dice Wiggins, indicándonos que le sigamos el juego. - “¿Que nos puede contar?” “¡Gracias a dios!” - Exclama. - “Estaba muy preocupada. Normalmente no me importa lo que hacen mis huéspedes, pero la chica era tan dulce y estaba tan… triste, creo. Ni siquiera habló más que unas pocas palabras en inglés, pero su cara contaba una historia desgarradora. Era tan bonita que me preocupaba que estuviera deambulando por Londres sola, sobre todo en este barrio por la noche. Cuando salió ayer por la tarde temí que no volviese y tenía razón.” “Vamos a ayudar a encontrarla, pero necesitamos ver su habitación.” “Si, por supuesto. Síganme.” Nos deja solos en la habitación de la mujer, donde descubrimos una maleta que contiene ropa de viaje sorprendentemente lujosa junto con un surtido variado de maquillaje, joyería y una cartera llena de billetes españoles. También hay un billete de la Compañía de Navegación de Aberdeen. Volvemos a la recepción y aseguramos a Mrs. Warren que encontraremos a la clienta desaparecida antes de que se de cuenta.
FINAL DEL CASO
Preguntas: Primera parte: 1. ¿Quién mató a Henry Irving? 2. ¿Por qué? 3. ¿Qué fue robado del cuerpo de Henry? 4. ¿Por quién? 5. ¿Quién mató a Rodney Valentine?
Segunda parte: 1. ¿Quién es Antonio Rivera? 2. ¿Dónde se han ido todos los gatos? 3. ¿Cuál es el nombre del hermano gemelo de Wiggins? 4. ¿Dónde está Isabelle Botella?
Solución: Nos reunimos en el 221B de Baker Street y encontramos a Holmes en compañía de los dos hombres que le recogieron esta mañana. Nos damos cuenta de la ausencia de Lestrade, parece ser que Holmes no lo ha invitado a esta reunión. Holmes nos mira y respita profundamente, pero antes de que pueda empezar los dos escoltas le interrumpen, “Mr. Holmes, por favor recuerde que esta información es clasificada. Tenemos que ser lo más discretos posible.” Sherlock se gira para mirar al hombre con un aire de molestia y desdén. “Agradecería que no me interrumpieran en mi propia casa. Y sobre la discreción, creo que nada de lo que voy a decir será ninguna sorpresa para la actual audiencia. Es más, no hablaré sin dar detalles. No lo soportaría.” - Entonces, se gira hacia nosotros. - “¿Podemos volver a nuestos asuntos?” “Tal como creo que imaginaron, Mr. Henry Irving no era un mercader. Era de hecho un agente de nuestro servicio de inteligencia, trabajando para mi hermano y estos agradables hombres de aquí. Su repentina aparición, el tinte de pelo negro que llevaba consigo, el mensaje cifrado en el periódico advirtiéndole que los españoles le estaban vigilando, y el hecho de que en el barco en el que llegó no tienen registros sutos bajo el nombre de Henry Irving, son datos suficientes para suponer que ha estado teniendo una doble vida como un noble español que se abrió camino recientemente para salir de la mansión de un General Español. Lo que el periódico describe como un tema de simple adulterio no es nada como la aparente importancia de los papeles que Mr. Irving traía consigo desde España. Lo que hubiese en esos papeles era” - Hace una pausa y desvía la mirada a los caballeros junto a él. “obviamente importante. Suficientemente importante para los españoles como para matar, pero no es por eso por lo que lo mataron.” Los agentes al lado de Sherlock parecen sorprendidos por su declaración. El continúa. “Es evidente que España contrató a Rodney Valentine, un ladrón local, para robar los planos y recuperarlos antes de que Irving pudiese encontrarse con sus aliado. ¿Por qué entonces querrían matarlo cuando su ladrón estaba a punto cumplir su tarea? No querían. ¿Pero alguien tenía motivos para desear la muerte de Mr. Irving?” “Los franceses, puede.” - Dice el más alto de los dos hombres. - “Ellos también están implicados en...” - Es interrumpido por un golpe del hombre más bajo y Sherlock les mira con una sonrisa irónica. “Por supuesto, pero no olviden que Mr. Irving no era solo un operativo altamente entrenado, sino también un marido y un padre. Y mientras el hombre ha destacado el papel que le han dado, todas las pruebas señalan que ha sido un fracaso en su vida corriente. Su mujer era miserable, pero leal, un hecho que su hija estaba intentando cambiar a juzgar por la explicación de Mr. Alexander y el mensaje tentador en el periódico, un mensaje escrito seguramente por Emma. Cuando Emma pilló a su padre en una discusión con una bella mujer y luego se fue a reunirse con ella en un bar, decidió que era hora de eliminar al hombre de sus vidas. Robó el anillo de su madre y lo usó para comprar un vial de cianuro a Mr. Squire. Entonces fue a Staple donde trabaja de vez en cuando y usó su posición para colar el veneno en la bebida de su padre sin que éste se enterase. Cuando se desmayó, Rodney entró en acción y robó el sobre.” Girándose hacia los agentes del gobierno, Sherlock acaba su explicación. “Y así, muy a su pesar, sus homólogos españoles no son culpables de la muerte de su hombre. Sin embargo son culpables de homicidio, así como de un cuchillo ensangrentado y una cojera como resultado del altercado entre nuestro ladrón y el jefe de seguridad del Embajador del Guerra. Pero la muerte del Sr. Irving fue el resultado de la devoción a su país que superaba su devoción a su familia. Hablando de eso, ¿No ustedes nada mejor que hacer que mantenerme vigilado?”
Holmes: Holmes resolvió el caso después de visitar 7 pistas: el Staple, la casa de Henry Irving, la casa de Thomas Alexander, la compañía West Indies Steamship, Scotland Yard, Squire & Sons y la Embajada Española.
Puntuación Primera parte: 1. ¿Quién mató a Henry Irving? Emma Irving (20 puntos). 2. ¿Por qué? Por ser un padre y un marido horrible (20 puntos). 3. ¿Que fue robado del cuerpo de Henry? Planos secretos españoles (20 puntos). 4. ¿Por quién? Rodney Valentine (20 puntos). 5. ¿Quién mató a Rodney Valentine? Salvador del Castillo (20 puntos). Segunda Parte: 1. ¿Quién es Antonio Rivera? Henry Irving disfrazado (10 puntos). 2. ¿Dónde se han ido todos los gatos? Se los ha llevado a las alcantarillas el hermano gemelo de Wiggins (10 puntos). 3. ¿Cuál es el nombre del hermano gemelo de Wiggins? Edward (10 puntos). 4. ¿Dónde está Isabelle Botella? En la Embajada Española (10 puntos).
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L
D A
e d o s a c l E a j a r a la b
Caso Extra- Por Jean Millemann 11 Octubre 1891
NOTA: REQUIERE EL JUEGO BASE (GUIA,DIRECTORIO Y MAPA) ALGUNAS DIRECCIONES DE LA ZONA SUR O ESTE ESTAN EN EL CASO.
“El caso de la baraja” 9 de Octubre de 1891 – Caso 10 Bis 2.5 Autor: Jean Millemann Traducción: María Robledo _________________________________________________________________________ Acabamos de llegar al 221b de Baker Street, cuando el Dr. Watson nos lleva a un lado: "Señores, el estado mental del Sr. Holmes me inspira la mayor preocupación. Hace dos días, consiguió unos libros extraños, y pasa su tiempo enfrente de la mesa de café, haciendo pacientemente un juego de cartas. Me temo que pretende leer el futuro de esta manera lo que, usted estará de acuerdo conmigo, es de lo más incoherente. Así pues, se lo ruego, no le hable de esa manía que tiene de no decir nada después de girar una carta". Wiggins le pregunta si es capaz de decir en qué preciso momento comenzó el más brillante de los cerebros de todos los tiempos a delirar. "Todo comenzó hace apenas dos días, después de leer el Times". Wiggins nos mira con el aspecto de un conspirador y nos dice al oído: "Mi consejo es que haría bien en leer ese número Times y luego empezar la investigación, ¿no cree?" _____________________________________________________________________________________
Las pistas BARRIO SUDESTE 6 SE - ¿Quieren una habitación? Declinamos la oferta de portero, que nos informa de que desde que nació, Arnold Sutro ha sido un medium excelente muy conocido por leer el futuro en las cartas. 24 SE Adrian Deckbar ha salido a investigar la vida privada de la familia real, anuncia crípticamente su ama de llaves, una mujer pequeña con encantos generosos. 28 SE Ni un alma permanece cerca del edificio que alberga a los locos. De vez en cuando, oímos un grito desgarrador que se escapa. No podemos entrar sin autorización, nos informa el vigilante. 78 SE La casa está cerrada, pero Wiggins nos muestra en un momento que frecuentar el inframundo y
aprender sus métodos a veces puede ser muy útil. La casa está vacía de cualquier presencia humana, pero Wiggins, muy en forma, saca de un bote de basura un papel arrugado y firmado Jenny, en el que aparecen, escritas por una mano femenina, las siguientes palabras: "Estoy en el mercado de Limehouse. Si el corazón te lo dicta, ¡únete a mí ". 80 SE Louis Chardon no está allí, y un cartel en su puerta en un mal Inglés dice que está actualmente en los diques de los muelles de Londres para supervisar los trabajos que se están realizando en uno de sus barcos. 89 CE - Así que usted está interesado en la música de Mr Wagner? Es divertido, pero no le habría gustado ser recordado como compositor, como ves, se consideraba ante todo un filósofo, que escribió muchos libros de arte, en los que defiende teorías audaces. Por lo tanto, le sugiero que lea "Die Kunst und die Revolution" (el arte y
la evolución) o "Das kunstwerk: der Zukunft" (la obra de arte y el futuro). Una cosa es segura, el espíritu de esta música es comprensible que es examinar el fondo de las leyendas de las que se extrae. Por lo tanto, el Anillo de los Nibelungos, relato épico alemán en verso, es la base de la tetralogía. Del mismo modo, el Holandés Errante, ópera que trata de la comunicación y la soledad, fue sacada del folclore germánico. Incluso los mitos celtas fueron utilizados por el maestro, sólo hay que para escuchar "Parsifal" para estar convencido. (Aunque Parsifal, obra tardía, está un poco al margen de toda la obra del autor). ¿Sabía que es responsable de introducir el leitmotiv en la ópera, y edificó el teatro de Bayreuth, en Baviera, donde se habla de montar un gran festival de música anual? Disculpe, ahora tengo que prepararme porque comienza esta noche una presentación de este gran hombre en el Tivoli Music Hall. Vaya a ver el espectáculo, es un placer tanto para los ojos como para los oídos. " Nos despedimos.
BARRIO SUDOESTE 1SO Lord Balmoral se ha marchado a casa de Lord Euston, nos dicen los criados. 2 SO El pobre Langdale Pike está enfermo, nos dicen riendo, y se ha visto obligado a marcharse en compañía de una enfermera encantadora a su segunda residencia en Midlands. No debería estar de vuelta hasta la próxima semana. Llegamos incluso a enterarnos del rumor que se extiende por todo Londres sobre la conversión repentina y extraña de Arnold Sutro, de pacífico confesor a echador de la buena fortuna. Londres no debería sufrir mucho la falta de Langdale Pike, dado que uno de sus discípulos, un tal Adrian Deckbar, se supone que llevará sus notas al día. Por ahora, este hombre está descansando en su casa.
5S0 Mr. Lomax nos recibe cálidamente y nos habla sin ninguna dificultad de los libros que escribió Richard Wagner. Nos enteramos de que el hombre predicbaa la redención a través del amor y la renuncia, a través de sus escritos y sus óperas, y ocupa un lugar destacado en el panteón
de creadores con talento para la armonía general que se desprende de su trabajo musical sobre varios temas. Se inspiró sobre todo en diversas leyendas de los países germánicos, además de en los mitos celtas. La mejor manera de aprender acerca de estos mitos es pedir prestado un libro o consultar al consejero cultural de la Embajada de Alemania, una autoridad en este campo. 8S0 Mycroft está enojado. Esto no puede continuar. Londres se está convirtiendo rápidamente en una de las capitales con peor fama del viejo continente, e incluso su Graciosa Majestad, la Reina Victoria, comienza a sentir irritación ante los crímenes impunes que se suceden. Planea "limpiar la policía", según la expresión que está circulando por los pasillos, y es probable que esto les cueste el puesto a muchas personas. Nos invita a encontrar a los culpables a la mayor brevedad. 9 SO Gracias a Wiggins, no tardamos nada en ser presentados al consejero cultural de la Embajada, un hombre mayor con una gran dulzura en la voz y unos ojos azules de ensueño. "¿La leyenda del Holandés Errante? Os la contaré. Hace mucho tiempo, un holandés tenía un hermoso barco, uno grande con tres mástiles diseñado para hacer frente a las peores tormentas. Este capitán navegaba, sin importar el clima, luchando contra los elementos enfurecidos y las tormentas, dirigido con mano despiadada por su capitán. Era brutal, aterrador y con una fuerza increíble. A su equipo no le gustaba. Una noche de tormenta, cuando el barco se enfrentaba los peligros del Cabo de Hornos, con el riesgo de un huracán desarbolado en cualquier momento, bajo los ojos aterrorizados de sus marineros, el capitán prometió su alma al diablo si podía cruzar el paso sin obstáculos. Inmediatamente el mar se calmó, como por arte de magia, una ligera brisa levantó y empujó el barco al otro lado del cabo. Los hombres encadenaron a su capitán al mástil, y se dirigieron a la costa, donde todos abandonaron el barco. Cuando el capitán trató de bajar a tierra, no pudo hacerlo. Un hechizo muy potente y inexorcisable (si se me permite decirlo) lo había encadenado a su barco, lo que le obliga a navegar solo hasta el fin de los tiempos, a menos que una persona de corazón puro aceptase subir a bordo. Una hermosa leyenda, en fin, que uno de
nuestros compositores plasmó en una ópera que se representó en París en 1841 si no recuerdo mal". En este punto entra en la oficina el coronel Frederick von Kraushoffer que nos reconoce, y sin una palabra nos indica la puerta con su índice extendido. Entendemos su mensaje, y salimos a regañadientes. 13 SO Se nos informa que el inspector Lestrade estará en casa todo el día, porque quería descansar, pero que Gregson está presente. Este último nos recibe en su despacho. "Estoy trabajando en las desapariciones de mujeres jóvenes en la zona de los muelles de Londres. Las desapariciones se han incrementado los últimos días. Comenzaron el 5 de octubre, y la ausencia de petición de rescate, así como las descripciones de las víctimas, me sugiere que debe ser tráfico de blancas. El tema está en saber a qué destino son llevadas estas mujeres, y quién está detrás de todo. Entonces podremos tomar medidas. Me he puesto en contacto con mis colegas de otros países, pero la cooperación entre las fuerzas policiales no es perfecta, por lo que las únicas deducciones a las que he llegado indican que detrás de todo esto se encuentra una inteligencia diabólica, que no se detendrá ante nada para llegar a sus propósitos. Muchos colegas extranjeros han muerto durante esta investigación y el misterio sigue siendo total. Todavía no sabemos quién está detrás de todo. Las mujeres jóvenes, rubias en la mayoría e los casos, desaparecen un día y su rastro se pierde completamente". Nos da la lista de las víctimas de los secuestros, que estudiamos con cuidado. Contiene los nombres de Elizabeth Long, hija de James Long, Mary Eckstrom, hija de Carl Eckstrom, Catherine Tate, hija de Lester Tate, y Jenny Trent. Un sospechoso, con el nombre de Walter Browne, fue detenido y trasladado a la prisión de Millbank. 21S0 Un hombre con mirada preocupada y fuerte acento alemán acaba de abrirnos. Es Ludwig Kahn. "¿Os envía Russel? Menudo bocazas. No quiero problemas. Bueno, ¿están seguros de que no son del Yard? OK, les diré lo que vi. Yo estaba en la esquina de los muelles de Londres, por negocios,
pero no me preguntéis de que tipo, porque de lo contrario, no diré nada. Eran como las nueve, porque el Big Ben había sonado. Escuché gritos, así que fui a ver que pasaba, sólo por curiosidad, claro. Delante del barco más podrido que he visto en mi vida, dos bandas de chicos se pegaban. Reconocí a uno de mis amigos, Steve Rampton, al que no había visto desde hace años, cuando se hizo marinero en casa Griggs. Intenté ayudarles, pero era demasiado tarde. De los 25 chicos que habían bajado del barco, ninguno escapó. Ese maniaco del Superintendente y la barra de hierro estaban en todos los rincones, tenía que estar loco para querer meterme, y yo, tengo una vida, ¿saben? Sobretodo con estos chicos, que saben lo que se hacen. Zas, un pequeño golpe en las costillas para mandar a un hombretón fuerte como un toro al suelo y después de repetidos golpes en las manos, los pies, las caderas, en todas partes donde hace daño pero no mata. Luego, cuando el tipo estaba en muy mal estado, un buen golpe de derecha en el vientre para matarlo lentamente. El sudor me caía por la espalda. Miren, vean, no puedo hablar, todavía estoy temblando. Cuando la masacre terminó y los asesinos zarparnos, un tipo de mirada sombría se acercó a los cadáveres y puso unas cartas al lado del cuerpo de mi amigo, ya saben, cartas como las que se usan para decir la buenaventura". Su descripción del hombre nos hace pensar automáticamente en Fred Porlock, y nos vamos. 22 SO Wiggins conoce perfectamente los edificios, lo que le permite guiarnos hasta el laboratorio de H.R. Murray. Empuja una puerta de cristal, y nos encontramos con el eminente químico que se inclina sobre un juego de cartas. Nos da la bienvenida, refunfuñando: "Bueno, muchachos, ¿qué quieren, dense prisa, mi trabajo me espera". "¿Qué es pues ese juego de cartas, Sr. Murray? ¿Es el que se encontró en los muelles de Londres, junto a los cuerpos de quienes fueron asesinados allí? " "Ciertamente, joven, ciertamente. Su ubicación demuestra que un individuo ajeno a los acontecimientos que llevaron a un crimen a los ojos de la ley, posteriormente, lo ha puesto con un orden y actitud que no deja dudas en cuanto a la voluntad deliberada de firmar su paso, sin permitir a las mentes débiles, la posibilidad de
dilucidar su naturaleza intrínseca. Me entristece profundamente, por desgracia, dado el trabajo que es mi tarea actual, a saber, la identificación del modus operandi que llevó al corpi delicti, así como a los indicios. "¿Y qué ha encontrado hasta ahora?" "La baraja de cartas utilizado fue fabricada por la factoría Calberough de Londres, y no está entera, ni mucho menos. En cada una se añadió una marca o una figura con lápiz rojo. Las hay en las siguientes 12 cartas, en orden de izquierda a derecha: - Rey de espadas: nº16 parte superior izquierda. - 9 de espadas: nº20 parte superior izquierda. - 8 de espadas: nº21 parte superior izquierda. - 10 de espadas: nº19 parte superior izquierda. - 6 de diamantes: nº9 parte inferior derecha. - Reina de espadas: nº17 parte superior izquierda. - 6 de diamantes: una cruz de San Andrés parte superior izquierda. - Reina de diamantes: nº3 parte inferior derecha. - 6 de espadas: una línea parte inferior derecha. - Jota de diamantes: nº4 parte inferior derecha. - 5 de picas: una línea parte inferior derecha. - 9 de diamantes: nº6 parte inferior derecha. - Reina de diamantes: nº10 abajo a la derecha. "¿Y cuál es el significado de esto?" "Piensen, jóvenes, que yo trabajo para averiguar lo que pasó, no estoy interesado en las cartas. Estoy seguro de que el que organizó estas cartas tenía una buena razón para hacerlo, pero no cuenten conmigo para descifrar ese código. Mi papel se limita a tratar de encontrar evidencias físicas. Y ahora déjenme trabajar, ya he perdido bastante de mi tiempo, ayudando a los aprendices de detectives". Nos despedimos amablemente. Al parecer, el jefe químico está irascible hoy. 23 SO El nombre de Gregson nos permite tener de inmediato una entrevista con Walter Browne en el salón; bajo la estricta supervisión de un guardián de la paz de mirada sombría. Wiggins convence al hombre de hablar, y finalmente, al saber el tema de nuestra investigación, y con algunos billetes y la promesa de que esta información no será compartida, implica y acusa a un tal Elbert Ragdale.
98 SO Descubrimos en el suelo una nota en la que está escrito: "Muelles. Esta noche. 17:30". BARRIO NORDOESTE. 4NO La editorial responde sólo por escrito y no da ninguna información sobre el lugar, nos dice el amable secretario de guardia. 18 NO La tienda de juegos Parsons & Sons está abierta, y somos muy cortésmente recibidos por Fred Porlock. Le vende a Wiggins un juego de cartas dedicado aunque se trata de una reproducción, en muy mal estado, por desgracia, de un cartel en francés que anuncia una ópera en París en 1841, pero sin que podamos saber cual. Se distinguen las letras RW. Pagamos y cogemos las compras, tratando de poner cara de clientes satisfechos. 22 NO Los edificios están cerrados por obras. 33 NO La puerta está cerrada, pero por una de las ventanas, llegamos a distinguir la sala donde se estrelló la araña. No notamos nada especial, y Wiggins entreabre una puerta. Entramos en la casa y no encontramos nada allí excepto un papel en el que está escrito: "XSBU-GFTZ-N13 Entrega esta noche en los muelles comerciales" 46 NO El empleado que vende las entradas para el museo no recuerda haber visto a nadie que parezca sospechoso últimamente. 55 NO El inspector Bradstreet está investigando la muerte de un abogado, nos dice su mujer, y no regresará hasta la noche. 56 NO Lord Euston nos recibe y acepta de buen grado nuestras felicitaciones por la boda de su hija. 60 NO El Conde d´Albert murió ayer por la tarde; nos dice su esposa llorando.
77 NO Michael Rourke está en Buckingham, en una entrevista con el ministro de la marina, y por lo tanto no se encuentra en casa, nos hace notar con delicadeza la dama de compañía de su esposa que vino a abrir la puerta.
actualmente en las oficinas, pero hay una pequeña posibilidad de que lo encontremos en el "Black Crown Negro" o en el "Bishop´s Finger", dos tabernas donde pasa la mayor parte de su tiempo. Los anuncios personales se pagan allí, y no hay manera de saber quién pidió que fueran imprimidos.
BARRIO CENTRO-ESTE. 3CE William Morris está de viaje por las Antillas para celebrar la adquisición de su último barco, el "Flying Shell". 9CE La estación de tren es ruidosa, y hay tantos pasajeros que nadie es capaz de decirnos nada. 14 CE El mercado está lleno, y al girar la esquina, nos encontramos cara a cara con un grupo de chismosos con los que no nos enteramos de nada. 18 CE Nos enteramos de que Glenn Rand fue con unos amigos a la taberna "Blue Ball". 26CE "¿Vienen ustedes por el contrato?" El hombre que nos recibe está preocupado por que no aceptemos y no oculta su decepción cuando se entera del verdadero propósito de nuestra visita. "Imagínese, señores, que desde que ese barco, el Holandés Errante, está atracado en los muelles de Londres, y a raíz de la masacre de su tripulación, todos nuestros trabajadores portuarios se declararon en huelga. Exigen la salida del barco, que dicen que está embrujado. Ninguno de ellos pondría el pie allí por nada del mundo. Tratamos de llamar al propietario, el Sr. Griggs, pero fue en vano. Y todo por una estúpida historia supersticiosa. Si conocen al Sr. Griggs, o si le encuentran, háblenle, se lo ruego, de nuestros problemas. Él encontrará rápidamente una solución, de lo contrario la vida se volverá insoportable en los muelles de Londres".
30 CE Henry Ellis, aunque no es el procedimiento de costumbre, se compromete a proporcionarnos la siguiente información: Glenn Rand no está
31 CE Un ordenanza nos informa de que un tal Michael Lee se hospedó en el hotel. Llegó el 5 de octubre, y se ausentó. Pidió la dirección de una taberna típica, y fue enviado a "Star & Plow", decisión que aceptó sin reservas. 35 CE Quintin Hogg se retuerce de placer en cuanto nos ve. "¿Así que ustedes investigan la masacre de los muelles? ¿O tal vez las desapariciones de mujeres en estos mismos lugares? ¿O incluso los dos casos? Venga, cuentenme todo, estoy deseando saber. Acabo de volver de viaje y me gustaría enterarme". Como él no sabe nada, Wiggins no revela nada de lo que hemos descubierto, y dejamos el local. 36CE Edward Hall está a punto de disfrutar de una taza de té con Basil York, uno de sus amigos, y nos ofrece una taza. "Es gracioso, estaba hablando de ustedes con Basil, y decíamos que si todos los oficiales de nuestra buena viejaciudad de Londres tomaron ejemplo de sus métodos de reflexión y de investigación, pocos delitos quedarían impunes. Incluso, un tal Jimmy Griggs, hombre de paja al servicio de Moriarty, no dudaría en decirlo, podría dejar de ejercer sus siniestras actividades. El hombre estuvo involucrado en oscuros negocios de transferencia de dinero, pero nunca hemos sido capaces de demostrar nada contra él, y su expediente está en blanco, lo cual es una pena. Si hay un hombre que sabe cubrir sus espaldas, sin duda es él. Por otra parte, aplica los mismos métodos de tortura que su maestro: ejecuciones, amenazas y chantajes. Se ha llegado al punto en que ningún jurado se atrevería a sentarse frente a semejante monstruo,¿verdad Basil?" "Absolutamente, Edward. Si están interesado, caballeros, tengo en mi casa la documentación completa sobre las acciones de este hombre, y
puedo dejasela ver si te gusta. No va a pasar nada interesante aquí esta mañana, y yo no tengo nada emocionante que hacer. Vayamos ahora, si les parece". Aceptamos, y decimos adiós a Edward Hall, que nos brinda sus mejores deseos para que resolvamos este asunto lo antes posible. 38 CE Sir Jasper nos hace pasar a su oficina, donde tenemos algunas dificultades para encontrar un asiento, ya que está llena de archivos de todo tipo y diversos documentos. Wiggins hace caer un esqueleto en una horca, y luego escuchamos al doctor. "Con respecto a la masacre, lo único que podemos saber hasta el momento es que se ha cometido con violencia deliberada, con el fin de dar un ejemplo, podría uno pensar. Los cuerpos estaban fue literalmente aplastado a golpes con barras de hierro, y los que cometieron estos crímenes han optado por hacerlo no matando inmediatamente a las víctimas, sino haciéndolos sufrir el mayor tiempo posible antes de rematarlos. Creo que es un ajuste de cuentas, y no veo más que a una persona con suficiente valor para hacer eso en Londres. No creo que tenga que presentarles al profesor James Moriarty, ustedes ya habrán reconocido su firma". 46 CE Taylor Gobolt está de camino a los muelles para inspeccionar sus barcos, nos dicen. Su compañero, John Clay, no nos puede recibir, pero nos ofrece una cita para el día siguiente. 52 CE "Buenos días, señores, ¿qué puedo hacer por ustedes?" Porky, amable como siempre, nos coloca un grog en las manos mientras Wiggins explica el propósito de nuestra visita. "Las cosas no son divertidas, ahora mismo, en el lado de los muelles. Seguro que el asesinato y el secuestro de las mujeres no le van nada bien a los negocios, incluso harán huir a algún cliente. Así que, cuando vimos pasar esa nave, el Holandés Errante, pensamos que hay muchos más sitios en el mundo para pasar el rato por la noche, vista la leyenda. Incluso les diría que no ha habido estibadores que hayan querido tocar la carga. Afortunadamente, el propietario no parecía muy
interesado en descargar. Incluso, si quieren mi opinión al respecto, me atrevería a decir que fue el profesor quien estuvo allí, ¿saben a los que me refiero, no? Un pequeño tráfico de mujeres blancas con destino a Tánger, y listo, ahí está el dinero. Incluso con la reputación de la embarcación, hubo quien quiso pegarle una mirada más de cerca, después de tres días, estibadores que querían más trabajo, y que fueron reclutados por la Compañía de Navegación de Aberdeen, la casa Cunard, la casa Guion y la casa Bloggs. Si quieren saber más, quizás deberían ver a Matthew Russell, que es quien más sabe, sobre lo que se trama en los muelles. Es un viejo amigo mío, me entienden, y es un estibador honesto, aunque no sea muy regular. No digo que de vez en cuando no haga dinero sin mirar demasiado cómo, pero seguro que si van de mi parte, les dará preferncia. Así pues, señores mios, ¿está bueno el grog? Receta personal del viejo Porky Shinwell, directamente desde Holanda, que mantiene a los marineros calientes cuando hace frío en la cubierta." Saboreamos el exquisito brebaje, y después de pagar, dejamos la taberna. 60 CE Somos recibidos por el propio inspector, que nos invita a compartir una taza de té, algo que realmente apreciamos, porque el viento es frío hoy en Londres. "Estoy investigando la masacre de los muelles, como ustedes deben saber, pero he de reconocer que hasta ahora no tengo ninguna pista seria. Los hombres muertos eran todos marineros con el expediente limpio, y aparte de un ajuste de cuentas que haya salido mal, no veo qué podría motivar semejante masacre". Charlamos desganadamente durante un rato, y luego decimos adiós. 79 CE Cuando llegamos a la planta de Calberough, encontramos una efervescencia enorme. Hay muchos gritos procedentes de todas las direcciones, y tenemos algunas dificultades para encontrar a alguien que nos muestre la oficina del director. Este último es un irlandés, como lo demuestra su tarjeta que lleva con orgullo el nombre de Gary O'Grady en letras mayúsculas. No tiene ningún problema en informarnos, indicando que su tiempo es limitado, ya que piensa que muchos clientes lo van a visitar
durante el día, y teme que la producción de papel de seda virgen es insuficiente para satisfacer la demanda, lo que augura un número de negocios incomparable. "Los juegos de cartas son un producto nuevo para nosotros. Hasta ahora hemos vendido sólo en una tienda, de juguetes, creo, que se llaman Parsons & Sons. No obstante, les insto a probar estas cartas porque están fabricadas con un nuevo proceso, que debería hacerlas prácticamente indestructibles". Nos da a cada uno un juego, y dejamos la escena, después de despedirnos educadamente. Wiggins señala que este juego es una réplica exacta del que vio en el laboratorio de H.R Murray. 83 CE No hay nadie en la oficina, a excepción de una secretaria que nos informa de que el personal fue requisado para trabajar en los muelles, ya que los trabajadores portuarios ya no quieren trabajar debido a los temores supersticiosos. En cuanto a la contratación, tenemos aspecto de como dios manda, bien formados y resistentes. Nos marchamos antes de que nos contraten. 88 CE La taberna "Black Crown" está desierta. 89 CE James Long es un hombre atormentado, y rechaza hablarnso de su hija. 92 CE "Bendito viejo Porky... ¿Fue él quien les ha enviado? Si a él le parece bien, para mí, está bien. En cuanto a lo que sucede por la noche en los muelles, no puedo decir gran cosa. De todos modos, desde que el maldito Holandés Herrante llegó, todo se vuelve maligno y peligroso al caer la noche. Ese barco, pertenece a un tal Jimmy Griggs, un tipo extraño, al que casi nunca hemos visto por aquí, y que está metido en chanchullos oscuros, seguramente del lado equivocado de la ley. En todo caso tengan cuidado con él, ese hombre tiene un largo brazo, y se apresurará a enviarles a sus amigos, que les harán una sonrisa con sus machetes de un golpe en la mandíbula. Todos estos tipos que encontraron muertos en los muelles, de los que hablo hasta el Times, eran la tripulación de ese barco embrujado, que el Viejo Nick les recuerda. Tengo un amigo que lo ha visto todo, les digo esto porque son ustedes
amigos de Porky, pero no lo repetiré, eh. Ludwig Kahn, se llama. Vayan a verle de mi parte, y les dirá lo que pasó allí, tal cual. Y no le digan nada a Scotland Yard, respecto a que no está en situación regular, como les he dicho, porque no tiene papeles, y está en casa de un amigo suyo, un hombre llamado Neils Larsen que hacenegocios nada católicos con tipos poco claros. " BARRIO CENTRO-OESTE 3CO Carl Ekstrom tiene toda la pinta de un hombre aterrorizado, y al principio se niega a recibirnos. Después de media hora de esfuerzo, Wiggins logra convencerlo para que nos deje entar en su casa, y casi le arrebata de la boca la confesión de que dos hombres de figura siniestra le han prometido que si trataba de encontrar a su hija, su esposa sería asesinada y sus propiedades destruidas. Nos vamos convencidos de la veracidad de sus declaraciones. 5CO Al vernos, los cocheros acuden inmediatamente y comienzan de nuevo a vendernos su información. Uno ha llevado a una joven rubia de Bath Terrace (78 SE) al mercado de Limehouse (14 CE), el otro condujo a una morena por la misma ruta, un tercero llevó a un chino de la estación de Liverpool (9 CE) al Hotel Royal de Keyser (CE 31), un cuarto condujo a un alemán de porte militar de Grey Inn Road (CO 84) a St James Park (SO 98), un quinto llevó a un hombre moreno de maneras extrañas de casa de Madame Tussaud (NO 46) a Drury Lane (70 CO), un sexto transportó a un irlandés de cabello llameante de St James Hall (NO 22) al manicomio de Bethlehem (28 SE). Cuando Wiggins ya no tiene más billetes, dejamos el lugar, a pesar de las numerosas ofertas de otros cocheros. 14 CO Disraeli O'Brien nos hace esperar en una gran oficina, y después de unos momentos, se une a nosotros. "El Holandés Errante es propiedad Griggs Jimny. Este último no está registrado recientemente en la capitanía del puerto, y sólo tiene este barco. Es sorprendente ver a un hombre como él en el mundo de los asuntos marítimos, cuando antes,
estaba más preocupado por los asuntos financieros. Por mi parte creo que es un hombre de paja al servicio de alguien que desea permanecer en el anonimato. El barco lleva bandera holandesa, y realiza rutas regulares entre Europa y Tánger, cargando normalmente máquina agrícolaso productos manufacturados. No piensa dejarse ver jamás por Londres, y de no ser por la muerte de su capitán, nunca tend´ria que haber parado aquí. Sus papeles, por lo que yo he podido ver, parece nperfectamente en orden. No tiene ninguna tripulación, dado que todos sus marineros murieron en una riña en los muelles. A bordo se encuentra un tal Peter Smith, un hombre a quien Phillip Dagit, abogado del Sr. Griggs, ha designado para mantener el barco, a la espera de la decisión de este último de nombrar a un nuevo capitán." 17 CO No averiguamos nada acerca de las personas que nos interesan, ninguna de ellas ha hecho testamento. 23CO Se nos informa que el Sr. Leuker no estará presente hasta la noche a partir de las 20 horas. 30 CO Somos recibidos por aullidos de indignación cuando entramos en el desierto teatro. "¿Qué quiere decir cancelada? ¡Os burlais de mí, muchachos! ¡Esto no va a suceder! ¡Voy a tener unas palabras con el Sr. Vicente Randolph, mi abogado, y veremos si hemos hecho desplazarse a Mme. Lule para nada! ¡Esto les va a salir caro, amigos míos! ¡Y les enseñará a no ser tan puritanos! ¡No se hacen una idea, para nada! " Reconocemos a Mme. Lule, que acaba de hablar, por las fotos que vimos en el Times, y dejamos el local. 31CO La exposición Onslow Ford es un éxito, como lo demuestra la enorme multitud que se agolpa a las puertas del museo. No conseguimos ninguna pista interesante. 40CO Somos recibidos por el propio medium, que, después de preguntarnos que deseamos, nos hace pasar a su habitación privada. En las paredes, en estantes perfectamente alineados figuran
numerosos tratados sobre distintos métodos de adivinación (cartas, tarot, posos de café, quiromancia). En el centro de la sala, sobre una mesa de café, hay una bola de cristal grande sobre un pedestal de alabastro negro. El hombre que nos recibe empuja a hacia un lado la bola de cristal, y extiende el juego, mostrando las marcas contenidas en el mismo. Va vestido con sencillez, y su voz es cálida, acariciante, hipnótica. "Pensaba que venian en busca de una consulta, pero me he dado cuenta de que no es así. Bueno, veamos la interpretación de Madamme Eteilla: se necesita una visión global de todo el juego para interpretar mejor el mensaje que muestran las cartas. Cabe señalar que las picas son mayoría, lo que significaría que la persona para quien se han chado estas cartas está pasando un período difícil, tanto desde el punto de vista sanitario como desde el material, una impresión confirmada por el hecho de que no encontramos ninguna trébol, y ningún as. Esta persona al parecer está bajo un gran peligro. Continúo leyendo. Sólo una carta es de color rojo y está derecha, y esa es el 6 de corazones. Es inquietante, esto. Diganme, ¿es esto una broma? ¿No? Bueno, vamos a continuar. Agrupaciones: - Tres damas volcadas, dos cerca unas de otras. La prudencia en las relaciones de las mujeres, el tormento por el chisme. - Dos 8, a continuación, derechos y volcados: nuevas relaciones, con lo que el peligro puede venir tal vez de esos nuevos conocidos. - Tres 6 de dos palos, invertidos: persona a la que le gustan los placeres de la vida, sobre todo si son lucrativos. Conciliaciones: - Rey de picas junto al 9 de picas: desconfiar de un hombre moreno. - 9 de picas junto al 8 de picas: la muerte. - 8 de picas junto al 10: peligro, dificultades. - 10 de picas junto al 6 de diamantes: desilusión. - 6 de diamantes junto a la dama de picas: desconfia de la charla. - La dama de picas junto al 6 de corazones: dificultad, intrigas. - 6 de corazones junto a la dama de diamantes: pérdida de tiempo.
- Dama de diamantes junto al 6 de picas: difamación, malos propósitos, los celos. - 6 de picas junto a la J de diamantes: Peligro de caer en el anonimato. - J de diamantes junto al 5 de picas: malas noticias, problemas. - 5 de picas junto al 9 de diamantes: problemas, ilegalidad. - 9 de diamantes junto a la dama de diamantes: problemas en la casa. - Dama de diamantes junto al rey de picas: calumnias, celos, malos propositos. Pasamos a las propias cartas: - Rey de picas a la derecha: mal hombre, codicioso, aficionado al juego. - 9 de picas derecho: dificultades, dolores, problemas, muerte, mal juicio (la persona tiene un gran problema). - 8 de picas derecho: peligro, problemas. - 10 de picas derecho: lágrimas, pena, amenaza para la salud. - 6 de diamantes invertido: obligación de recuperar, de lo contrario podríamos perder todo. - Dama de picas derecha: amenaza de luto por una persona casada o de la persona para la que se ha elaborado este juego, si está o ha estado casada. - 6 de corazones derecho: errores en el pasado, no repita, el resultado serían igualmente doloroso e incluso fatal. - Dama de diamantes invertida: Mujer de campo, que trae dificultades y problemas. - 6 de picas invertido: problemas debido a la incapacidad de seguri el buen camino. - J de diamantes invertida: amigo hipócrita, riesgo de envidia, astuto. - 5 de picas invertido: luto, funeral, amenaza. Evitar la fatiga. - 9 de diamantes al revés: malas noticias sobre el trabajo y los negocios. Retrasos, aplazamientos. - Dama de corazones invertida: una mujer rubia en problemas y sufriendo. ¿Continúo? Parece que la siguiente es del mismo tipo. Si no es una broma, todo lo que puedo decir es que la persona a la que le echaron estas cartas actualmente se enfrenta a un gran peligro. "Ella está muerta, dijo Wiggins en voz baja". "Tal vez no era una persona muy recomendable, y dudo mucho que tuviera un final dulce. Si estas cartas se echaron justo antes de su muerte, su
destino estaba trazado. Esperemos que su alma tenga la oportunidad de redimirse...". Le dejamos en silencio, para no turbar los pensamientos del medium que parece un poco sorprendido por lo que ha visto en las cartas. 53 CO En la puerta de la casa encontramos cierres que no nos atrevemos a romper. Vemos en la acera un hombre que bebe vino, aparentemente, un marinero holandés a juzgar por su traje. 75 CO Cuando nos acercamos a casa de Philip Dagit, vemos una multitud considerable. Interrogando a un transeúnte, nos enteramos de que acabn de descubrir el cuerpo del abogado, con un largo puñal en la espalda, todo lo muerto que se puede estar. Tratamos de entrar en la casa, pero un agente nos detiene, y tenemos que circular con el fin de no molestar a las personas que investigan. Los talentos de Wiggins como actor le resultan inútiles, y sólo llega a averiguar el nombre del inspector de Scotland Yard que maneja el caso, un tal inspector Bradstreet. 84 CO El lugar está desierto y no destaca nada en particular. BARRIO ESTE 25 E El ambiente es tenso en la compañía Bloggs, y el Sr. Blogs en persona, un hombre de constitución fuerte, viendo que no hemos ido por la contratación, nos pide que nos vayamos sin ninguna cortesía. 29 E El Sr. Jimmy Griggs no desea recibirnos en persona, y en estos momentos está reunido con un importante hombre de negocios, nos dice su ama de llaves que acaba de abrir la puerta. Si pudiéramos dejar nuestros nombres y direcciones, el Sr. Griggs estará encantado de contactar con nosotros al día siguiente porque la reunión puede ser larga. Fingimos alejarnos, y Wiggins, siempre intrépido, rodea discretamente la casa para volver unos momentos después, muy excitado. "James Moriarty, te digo que es él, ese malvado, quién está ahora mismo reunido con Griggs.
Tenemos que entrar por la fuerza y arrestarlos a los dos." Al darnos cuenta de la presencia de espectadores que en realidad no parecen estar allí por casualidad, preferimos prescindir de la fuerza, sobre todo porque para cuando advirtamos a Scotland Yard, nuestro hombre ya habrá salido. 48 E La documentación prometida está muy completa, y aprendemos entre otras cosas que Jimmy Griggs tiene una sola nave, el Flying Dutchman o El Holandés Errante, y que esta nave se encarga de transportar carga entre los Países Bajos y Argelia. El navio tiene una reputación oscura, y parece que su propietario hace todo para fortalecer esta reputación, basada en la leyenda del holandés errante, muy conocido en Francia. Además, se observa una coincidencia inquietante: en cada parada se reportan desapariciones de mujeres, rubias la mayoría. También se encuentra en el archivo, levemente, la presencia del profesor Moriarty. Empezamos a entender, y dejamos la escena a toda prisa para continuar con nuestra investigación. Las cautivas corren un gran riesgo. 50 E El periodista está ahí, pero por desgracia está totalmente borracho y roncando en una mesa apartada. Le dejamos dormir y dejamos la escena, absteniendonos de despertarle. 53 E El director de la empresa nos recibe con mucha cortesía, pero lamenta no poder ayudarnoss mucho. De todos modos, es la Companía de Navegación Aberdeen la que se ocupa de la demanda actual de trabajadores portuarios, justificada por el temor supersticioso de los estibadores respecto al Holandés Errante, el barco que parece una nave fantasma. 69 E Lester Tate es un hombre alto, con la fisionomía inquieta, que nos hace entrar sin demora a su casa. "¿Tienen ustedes noticias de Judith, señores? Han pasado tres días desde que desapareció, y estoy seguro de que no se ha fugado, no es propio de ella". Le explicamos quienes somos, y pronto, su rostro se ilumina con una sonrisa de esperanza.
"Diganme todo, señores, ¿qué han descubierto? Mi hija es la única familia que me queda. Esa mañana, tenía que reunirse con una amiga suya, una tal Jenny Trent, que me parece un joven de lo más conveniente y adecuada, y que le dejó la llave de su casa. Pero ni siquiera se si ellas se vieron porque cuando fui a su casa al día siguiente, el lugar estaba vacío de cualquier presencia humana. No sé qué más hacer, encuentren a mi amada hija y me mostraré generoso". Nos despedimos de este buen hombre y prometemos tomar medidas para encontrar a su hija, de la que nos muestra un retrato. Es una hermosa chica rubia, alta, y con buena constitución. A continuación dejamos la escena. A los pocos pasos, Wiggins, como para si, hace esta reflexión: "Es sencilla y bonita, también...". 73 E El lugar es típicamente Inglés, y nos encontramos en la barra a Michael Lee, un chino de Cantón que vino a pasar algún tiempo en Inglaterra, y que, obviamente, no tiene nada que ver con nuestra investigación. 94 E El Holandés Errante es un barco de tres mástiles en muy mal estado, cuyo casco está mutilado, y el aparejo por los suelos. Las velas están arrancadas en algunos lugares, y todo el barco da una sensación sombría y siniestra, como si una muy antigua y terrible maldición pesase sobre él. Apoyado en la barandilla, un hombre de aspecto imponente monta guardia. Ninguna persona es visible en la cubierta, y todo está en silencio, excepto por el crujido ominoso de madera. Wiggins le dice al hombre: "Servicio de Higiene, señor, debemos inspeccionar el buque y su carga." El hombre se va de mala gana, y podemos dar gracias al cielo de que nuestro amigo tenga tango arte como comediante, porque pronto entramos en la bodega. Realmente parece que el barco está completamente vacío de cualquier presencia humana, cuando un ruido repentino no hace poner la oreja. Se trata de una especie de largo gemido ahogado que viene del interior de una cosechadora impresionante. A pesar de la renuencia del capitán, nos dirigimos a la nave, de espaldas al hombre. Sólo Wiggins, percibiendo alguna traición, no le quita ojo. Está en lo cierto, porque el hombre saca de
su bolsillo un revólver Colt, y nos pone encañona. Wiggins reacciona rápidamente, le da un golpe en la mano y una desagradable herida roja barre su hombro. Controlamos al capitán, y nos acercamos a la máquina. En su interior hay doce mujeres muy jóvenes, todas las rubias, atadas y amordazadas. Una de ellas, Catherine Tate, revive a su vecina, Jenny Trent, cuya marcas dan fe de la brutalidad que ha sufrido. Nos dice que, de acuerdo con lo que ha oído, la tripulación esta diezmada y un nuevo capitán, presumiblemente el dueño en persona, debe ir a tomar el mando de la nave esa noche. El puerto de destino de la carga humana era Tánger. BARRIO SUR. 14 S Una persona con fuerte acento alemán acaba de abrirnos. Es el criado de Ludwig Kahn. Nos lleva a un gran salón con paredes decoradas con pinturas contemporáneas, y avisa al dueño de la casa. Este último es un hombre imponente, envejecido y con el pelo largo y blanco sujeto por una diadema. Dice que es pintor y su blusa manchada con pegotes de pintura parece confirmar sus declaraciones. No conoce a Shinwell, mucho menos a Russel, y desde hace diez años pasa su retiro en Inglaterra, un país del que ama profundamente el clima y el ambiente. No sabe nada de barcos, y nunca ha tenido negocios marítimos ni de otro tipo. Antes de su retiro, era oficial en el ejército alemán, y está muy interesado en los aviones. Nos marchamos de la casa amablemente, y después de unos pocos pasos, Wiggins se vuelve hacia nosotros. "Creo que Ludwig Kahn no tiene nada que ver con Russell. Debe ser un seudónimo, ¿no os parece?" 23 S Fuimos recibidos por una mujer de mirada hosca y un vestido desvergonzado, que revela sus tobillos. "¿Qué es lo que quieren? No tengo nada. Si vienen por mi hombre, les tengo que decir que Dios se lo ha llevado, aunque sin duda le habrá mandado dos pisos más abajo, al sótano del cielo, el infierno, dado que no fue realmente un buen cristiano. Mira que se he repetido veces, Steve, piensa en tu alma, que no estarás siempre en la oficina. En fin, que se le va a hacer, no
siempre elige una bien a su hombre, y aunque no siempre fue un santo, nunca le hizo mal ni a una mosca. Oh, no nos veíamos mucho, porque estaba siempre en su barco, el Holandés Errante, un horror de barco que como él decía, debería haber estado en el infierno en vez de rodar sobre los mares. E incluso cuando llegó a Londres y vino a darme un abrazo, mi buen hombre, sentí el olor de una mujer, pero ellos son así, los hombres, tienen que divertirse un poco en casa de otras, de de lo contrario explotarían. Por último, no sé si él tiene un lugar allí, pero sin duda me ha dejado sola y voy a saber cómo disfrutar de ello, como he hecho durante cinco años que no llegaba a fin de mes, y a usted, mi Señor, que es un buen mozo, le puedo prometer cosas que incluso su esposa nunca le hará y es mi Steve me mostró lo que aprendió con las mujeres árabes. Cobro barato, ¿sabe?, y tengo que vivir. Así que, tenga un buen gesto, no se arrepentirá. Incluso si quieren todos, les puedo hacer un buen precio". Declinamos su amable invitación y nos largamos, seguidos de una andanada de juramentos que harían palidecer a los marineros menos tímidos que Wiggins apunta con satisfacción en su cuaderno de notas. 56 S Elbert Ragdale está muerto cuando entramos en su casa. Alguien le ha aplastado la cabeza con una barra de hierro pesado, que luego fue arrojada a un rincón de la habitación. Hurgando entre sus cosas, descubrimos que este hombre traficaba con mujeres de escasa virtud, sin prescindir de vez en cuando de usar el secuestro o la extorsión. En su frente, una tarjeta de presentación dice: "así perecen...".
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FINAL DEL CASO
PREGUNTAS Primera serie 1) ¿Cuál es el nombre del primer capitán del Holandés Errante? 2) ¿Cuál es la carga del barco? 3) ¿Qué tipo de barco es? 4) ¿Por qué Sherlock Holmes se interesa por las cartas? 5) ¿Cuál fue el mensaje que llevó a Sherlock Holmes a hacer cargo de este asunto?
Segunda serie 6) ¿Qué significa el 1841 del mensaje de Fred Porlock? 7) ¿Cuál es el método utilizado por Arnold Sutro para interpretar las cartas? 8) ¿Cuál es el significado de las marcas en las cartas? 9) ¿Qué significan las letras RW?
CONCLUSION DEL CASO Cuando entramos en el 221b de Baker Street, nos encontramos a Holmes y Watson, ambos ocupados en calentarse junto a un gran tronco crepitante en la chimenea. "Hola, señores, buenos días... Así que el buen doctor Watson albergaba algunas dudas acerca de mi cordura. Vamos, vamos, doctor, esta no es la primera vez y no será la última, wahr nicht?" "Holmes, ¿habla alemán?" "Sólo algunas palabras, palabras como Tannhauser, Fliegende Hollander, por ejemplo..." "Así que ha estado usted investigando el Holandés Errante" "En absoluto, mis amigos, en absoluto. Me puse en contacto con Fred Porlock del Times (no se les pasó por alto su mensaje, estoy seguro), dado que nuestro malvado Profesor había urdido una maquiavélica maquinación, como de costumbre. En esta ocasión, se había montado un tráfico de blancas, como se suele decir. Era realmente necesario frustrar sus planes, ya que habían adquirido una dimensión internacional. Hay que decir que tuvo mala suerte con la muerte del capitán Jake Ludlamun, un oscuro personaje por otra parte, originario de Holanda, y que sin duda sugirió la idea al maestro del crimen en Londres. Con la tapadera de la maldición del Holandés Errante, que aterrorizaba a los trabajadores portuarios y a los curiosos, capturó a jóvenes mujeres rubias a las que ataba y llevaba a venderlas en Tánger, en el mercado de esclavos". "Entiendo por qué Fred Porlock nos ayudó" "Diga, Wiggins, diga..." "Catherine Tate. Ella y Porlock parece que estaban enamorados..." "Bien deducido Wiggins, bien deducido Pero creo que ha perdido mucho tiempo con este caso. El mensaje de Porlock era claro, sin embargo: ""Eche un vistazo cerca del Holandés Errante." Debo confesar que yo mismo no fui inmediatamente a la nave, quería conocer antes a Porlock, para dilucidar esa historia de las cartas, porque es obvio que las marcas que figuran en ellas no eran fortuitas. Y encontré la solución". "Yo también Holmes, también" "Era elemental, mi querido Watson, por lo que era lógico que la encuentrase". "Mi abuela leía la buenaventura en las cartas, y también hacía esas marcas. Solían indicar si las cartas tenían que presentarse rectas o invertidas, ya que se suponía que cambiaba la interpretación. " "En cuanto a las figuras, que se utilizan para determinar el número mágico de la persona" "Eso es Wiggins, eso es. Hay dos deducciones que se pueden hacer. La primera es que Moriarty no fue capturado. Su táctica demuestra irrefutablemente que ha planeado un plan de contingencia. En cuanto a la segunda, es que las cartas, con su riqueza, bien podrían servir como un código para transmitir mensajes. Yo estoy trabajando esta idea, y creo que explotada así, esta técnica podría ser útil para nosotros más de una vez. Piense en todas esas personas que dicen la buena fortuna... Si pudiéramos, bajo la tapadera de esta actividad, instruir a una brigada de investigación, considere el beneficio que
podría generar. El mundo de lo oculto y la superstición, es una debilidad que debemos explotar para derrotarle, ¿no les parece?
RESPUESTAS Sherlock Holmes ha resuelto este caso usando dos pistas: Fred Porlock en Parsons & Sons, y El Holandés Errante en los muelles de Londres.
PREGUNTAS Primera serie 1) ¿Cuál es el nombre del primer capitán del Holandés Errante? Jack Ludlam (20). 2) ¿Cuál es la carga del barco? Mujeres ocultas en la maquinaria agrícola (20). 3) ¿Qué tipo de barco es? Un tres mástiles en muy mal estado (20). 4) ¿Por qué Sherlock Holmes se interesa por las cartas? Para encontrar un código para comunicarse discretamente (20). 5) ¿Cuál fue el mensaje que llevó a Sherlock Holmes a hacer cargo de este asunto? El mensaje de Porlock en el Times "SH, vea JM - Ópera de París 1841" (20).
Segunda serie 6) ¿Qué significa el 1841 del mensaje de Fred Porlock? Es la fecha de creación de la ópera "El Holandés Errante". 7) ¿Cuál es el método utilizado por Arnold Sutro para interpretar las cartas? El método de Madamme Eteilla. 8) ¿Cuál es el significado de las marcas en las cartas? Identificar el significado de las cartas (rectas o invertidas). 9) ¿Qué significan las letras RW? Richard Wagner.
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L
D A
E D E T R E U M LA K C O L SHER S E M L HO
2 de Diciembre de 1893
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La muerte de Sherlock Holmes 2 de Diciembre de 1893 Autor: Cody Fleming Traducción: Laura Farnós
Nunca habíamos visto al Dr. John Watson tan devastado como cuando lo hicimos al llegar a la escena del crimen. Su cabeza yacía reclinada hacia un lado, recostado y encorvado contra un cajón en la acera. Parecía estar en estado de estupor cuando le llamamos de nuevo. “¿John?” No recibimos respuesta, así que inspeccionamos la escena de nuevo. Las ruinas de 221B Baker Street aún están humeantes mientras vemos como los policías se apresuran en un frenético zumbido - moviéndose pero incapaces de concentrarse. Pasado el cordón policial hay una creciente muchedumbre – sin duda porque se corre la voz rápido. Hay una pequeña colección de pruebas traídas desde el antiguo estudio en el 221B que han sido salvadas de las llamas. El último artículo es el más importante, pero que nadie quiere aceptar. Bajo una sabana cerca del Dr. Watson yace el cuerpo de Sherlock Holmes. “¿John?” El Inspector Lestrade susurra de nuevo, “…perdona. Es solo que…” “Lo sé,” dice Lestrade. “Esta es la escena más terrible que puedo imaginar. Holmes era un amigo para todos nosotros, aunque sé que vosotros dos erais muy cercanos. Tranquilo, dudo que Sherlock haya quemado su propio apartamento, así que por lo que le debemos, hemos de ser investigadores primero y llorar su pérdida después. Ya tendremos tiempo para recordar y reflexionar, pero por ahora deberíamos buscar justicia para Holmes mientras el tren esté en marcha”. Watson agita la cabeza asintiendo. “Tienes razón. Lo siento. Sé que no soy un detective entrenado o un agente de policía. Puede que haya ayudado a Sherlock en incontables crímenes, pero no tengo estómago para este tipo de cosas”. “Lo entendemos, John, si pudieras proporcionarnos cualquier ayuda, lo agradeceríamos. ¿Se ha realizado una autopsia?” “No”. “Bueno, normalmente enviamos el cuerpo a un forense para un reporte oficial, pero como ya conoces la sensibilidad de este caso, John, ¿Qué opinas? ¿Lo harías?” “¿Quieres que realice la autopsia a mi mejor amigo?” “Aceleraría las cosas, John. Ciertamente parece que alguien le ha hecho esto a Holmes. Me niego a creer que esto ha sido un accidente. Wiggins, ves a ver que otras pruebas se han recuperado de la escena del crimen”. Los siguientes diez minutos son muy duros. Lestrade hace una muestra de dolor cada vez que Watson introduce las manos en los restos carbonizados de Holmes. Una cosa es ver un cuerpo muerto y otra cuando es alguien a quien has querido.
“Bueno, esto es solo un vistazo rápido, si no te importa, pero esto es lo que he encontrado. Sher --*ahem*-- el sujeto está por supuesto quemado, y el resultado puede haber sido fatal. Estimo que aproximadamente el 85% del cuerpo del sujeto ha sufrido quemaduras de segundo o tercer grado. Y mientras el fuego podría haber sido suficiente para matar a un hombre boca abajo, digamos que estaba durmiendo, Sher -- el sujeto – parece tener una herida secundaria. Hay un par de heridas que concuerdan con heridas de pistola. El tamaño de las heridas indica que la bala entró por la espalda y salió por el estómago. Como las heridas están cauterizadas y cicatrizadas por el calor, es imposible decir si el disparo ocurrió antes o después de que el cuerpo empezara a quemarse”. “Dios santo, John, ¿estás diciendo que fue quemado y disparado?” “Eso parece, aunque no puedo decir con seguridad que ocurrió primero. No sé porqué querrías disparar a un hombre ardiendo”. “¿Algo más?” “Nada de interés. El sujeto tenía buena salud, andaba regularmente, pesaba un poco más de la media y…” “¿John?” “¡Por el amor de Dios, Inspector, es Holmes! Es de Holmes de quien estamos hablando”. “¿Tenía el suj- tenía Holmes cualquier otra prenda que lo identifique?” “Las ropas fueron incineradas, no se encontró nada más en el cuerpo”. “Gracias John. Sé que ha sido muy difícil, pero nos has ayudado bastante.” Nos reunimos y Wiggins comparte los descubrimientos del ardiente estudio. “Inspector, probablemente no te lo creerás, pero para un crimen con fuego involucrado, se ha recuperado una justa cantidad de pruebas de la escena del crimen. Esto posiblemente sea debido a una caja metálica que creemos que estaba en la mesa de Sherlock. Se encontraron diversos ítems dentro de esta”. “¿Incluyendo?” “Bueno, había varios panfletos de programaciones de teatros- El Allegro, El Liceo y la Olympia. Están con fecha de los últimos meses. La misma caja contenía un ticket de carruaje de ayer temprano. También había una caja de cerillas parcialmente quemada.” “¿Como una caja de cerillas, de entre todas las cosas, no se quemó con el fuego Wiggins?” “Como he comentado Inspector, estos ítems se encontraban dentro de una caja de metal en el estudio. El motivo de porqué Sherlock querría guardar estos ítems en una caja, no tengo la menor idea.” “Desconcertante. ¿Se ha recuperado algo más de la escena del crimen?” “También había dos notas en la caja, Inspector”. S, No hará ningún daño—¡Lo prometo! -A.
2 Diciembre 1893 Lestrade, A ti y a Watson os llegará el momento de saber qué fue lo que ocurrió antes y después. buscar y examinar los restos
“Como puedes ver, Inspector, la segunda nota parece no estar terminada. Es como si tuviese que parar de escribir al ser interrumpido”. “¿Porqué me estaba escribiendo una nota? ¡Tiene fecha de hoy, Wiggins! ¿Qué puede significar?” “No tengo ni idea, Inspector. Tenemos algunos pequeños detalles que no son de la propia escena del crimen, aun así, nos hemos dado cuenta de una pequeña cantidad de cristal en la acera cruzando la calle de enfrente en 221B Baker St. No estamos seguros si está relacionado o no. También está la declaración de una mujer chillando cerca de la misma hora que creemos que el fuego empezó.” “Gracias, Wiggins, eso ha sido muy completo”. “Oh, ¡Casi olvido lo que podría ser lo más importante! Parece que tenemos un testigo principal de lo que ha ocurrido. Una Ms Olivia Robins de 50 NO. Vive cruzando la calle y reporta que vio a Sherlock encontrarse con un hombre que podría ser su hermano a las 8:30. Esto es antes de que el fuego empezase. Estimamos que el fuego se inició sobre las 9 en punto. Eso es todo, ¿Por dónde deberíamos empezar, Inspector Lestrade?” “Somos pequeños niños en la oscuridad, Wiggins. Temo que la única persona que podría decirnos por donde comenzar… ya no se encuentra con nosotros para decírnoslo”.
Barrio Sudeste 98 E Los Outer Docks están hirviendo de actividad cuando llegamos. Cajas siendo cargadas y descargadas en varios barcos enormes, robustos barriles de madera están siendo rodados hacia delante y hacia atrás y sacos grandes de bienes son transportados a cada dirección. No parece haber una persona con la que hablar, y hablar con todos llevaría días. Cientos de trabajadores son reemplazados por cientos más mientras en calor del comercio continúa sin impedimentos por la muerte de Sherlock Holmes. “¿Sois la nueva seguridad? Oh, Agentes. Lo siento. No me día cuenta. Estoy buscando a Ambroise otra vez. No lo puedo encontrar en ningún sitio, y necesitamos seguridad en este envío. ¿Querríais ganar un dinero extra?” “No, gracias. ¿Te refieres a Ambroise Beaupre?” “¿Lo conoces? Trabaja como seguridad para nosotros. Es una figura amenazante. No conozco tantos tíos que puedan asustar a hombres armados llevando encima solo su cachiporra de confianza, pero él puede. Esta es la primera vez que no se ha presentado en el trabajo que recuerde.” “Lo siento, no podemos ayudarte, pero por favor, haznos saber si lo ves”.
Barrio Centro Este 5 CE Oímos disparos cuando nos acercamos a la Compañía de Armamentos Grant. Rápidamente cuando nos ponemos a cubierto, nos damos cuenta que es tan solo la galería de tiro ubicada en el callejón detrás del edificio. Entramos en el edificio, pequeño, marrón, viejo y de madera y nos sorprendemos de ver tanta gente dentro admirando pistolas e incluso cuchillos. Un hombre alto con un pequeño tatuaje de un águila en su mejilla se nos acerca.
“¿Qué necesitará Scotland Yard como para enviar oficiales a este lugar?” “¿Cómo sabe que somos de Scotland Yard?” “Por el mango de la pistola saliendo de su funda. Un poco pequeña, ¿no? Es de uso estándar para Scotland Yard ¿estoy en lo cierto?” “Correcto, señor. Soy el Inspector Lestrade y este es Wiggins. ¿Y usted es...?” “Randolph Milburn, propietario y director de Armamentos Grant Co. ¿Qué puedo hacer por ustedes caballeros?” “Dos cosas, una personal, otra por trabajo.” “Dígame la de trabajo primero.” “Estamos investigando un posible asesinato que implica un tirador y un disparo desde una ventana de una 2ª planta a una víctima de un piso de una 1ª planta, a una distancia de unos 15 metros. Y parece que el disparo se realizó a través de una hoja de cristal, como mucho dos, y aun así fue capaz de dar en el objetivo casi cerca del corazón. Este es el cartucho que encontramos en la escena. ¿Puede que fuese hecho con una Webley?” Le entregamos el pequeño casquete de bala. Milburn se frota la barbilla. “Esa es un arma antigua, al menos de hace veinte años. Este casquillo es de calibre .44 de una Webley, pero de un tipo más pequeño llamado “Bull Dog.” Este tipo de arma tiene un alcance máximo de 15 metros. Lo que han descrito es un disparo bastante impresionante. Aunque hay algunas cosas incorrectas. Primero, ¿porqué un tirador no abriría ni siquiera la ventana?, Segundo, con esa distancia ¿porqué no usar un arma de más potencia de alcance? Tenemos armas aquí que podrían derribar los dientes de un hombre a 90 metros”. “Esas son las mismas preguntas que teníamos, señor. Aparte de eso, ¿Cuantos hombres en Londres podrían hacer ese disparo?” “¿A esa distancia y con ese arma? Dos.” “Esa ha sido una respuesta rápida. ¿Como lo sabe?” “Gestiono una tienda de armas de fuego. Se quienes son los mejores tiradores en Londres. Los
dos únicos hombres que podrían hacer ese disparo se llaman Chandler Davenport...y yo mismo.” “Bien, no le gustará la pregunta personal. ¿Cuál era su relación con Israel Jacobs?” “¿Israel? ¿En qué se ha metido ahora ese chico?” “Está en casa enfermo hoy, y se encuentra bajo sospecha de verse envuelto con el tiroteo que le hemos comentado. Alguien forzó la cerradura en una habitación en Camden House y permitió al tirador acceder a una excelente zona para disparar. Aún estamos uniendo las piezas. ¿Cuándo fue la última vez que habló con Mr. Jacobs?” Milburn se sienta en una vieja y desvencijada banqueta. “Eh, estoy avergonzado de decir que ha sido alrededor de un año.” “¿Un año? ¿No eres su padrastro?” “Su madre, Faye, está en prisión. A Israel nunca le gustó que su madre y yo estuviéramos casados. Y, para ser honesto, a mí tampoco me gustaba el chico. El hecho de que comentéis sobre Chandler Davenport me preocupa.” “¿Y eso?” “Israel solía pasar mucho tiempo aquí en mi tienda. Era idea de su madre. Quería que me conociera un poco viendo donde trabajaba y lo que eran las armas. De cualquier manera, nunca fue bueno disparando. Israel tiene una enfermedad haciendo que disparar le sea imposible. Aun así, empezó a quedar con Chandler Davenport cuando venía a practicar en la zona de tiro del callejón. Davenport es bastante bueno socialmente hablando, pero siempre he sospechado que estaba involucrado en actividades que Israel no debería haberse vuelto envuelto. Pese a que no me gusta el chico, no quiero que sufra ningún daño. No me sorprendería si siguieran hablando de vez en cuando.” “¿Chandler Davenport sigue viniendo a tu tienda?” “Ah, no. Nos peleamos hace algún tiempo. Era un temerario en la galería de tiro. Era tan bueno que era un gallito. Tirando el arma al aire, cogiéndola y disparando a un objetivo, por ejemplo. Siempre estaba intentando demostrar que era el mejor tirador de Londres, pero fue a por
todas de la peor manera. Le vendaron los ojos y disparó a manzanas que estaban en las cabezas y manos de la gente, hasta que salí de la tienda a poner fin a todo y a su estancia en mi tienda.” “¿Dio a las manzanas?” Milburn se aparta de la banqueta y empieza a pulir un cañón de arma. “A todas y cada una de ellas.”
10 CE La propietaria de Poole & Co., un mercado arrogante y moderno, admite que sabe quien es Sherlock, pero que nunca ha entrado en la tienda o adquirido nada de Poole & Co. 29 CE La oficina parece cerrada. Hay una nota en la puerta principal que tiene dibujado un palo con tinta negra. 30 CE Henry Ellis nos recibe cuando entramos en la oficina del Times de Londres. “Lestrade. Estoy manteniendo a raya la publicación de la noticia de Sherlock Holmes. Aunque solo te puedo dar unas pocas horas. Es mí deber reportarlo, aunque sea sobre Sherlock Holmes. Y ahora, ¿que hago con este informe que he recibido sobre tres sospechosos en la escena del crimen?” “¿Tres sospechosos?” “¿No lo corroboras?” “No.” “He recibido un chivatazo de un tal Dirkin Topper. Parece que aparentemente estaba paseando poco después de las 9 en punto cuando vio a tres personas salir de la escena del crimen. Un hombre, una mujer y una tercera figura vestida de negro. El hombre y la mujer se fueron juntos pero la figura de negro se fué después de que los otros dos se hubiesen ido.” 35 CE Quintin Hogg se pone de pié en el mismo momento que entramos en la oficina.
“Gracias a dios que estáis aquí. ¡Acabamos de recibir un chivatazo anónimo!” “¿Y qué es?” “¿Os acordáis de aquel incidente en Outer Docks hace dos años? ¿El cártel de contrabando que acabó con la muerte de un oficial? Se de buena tinta que había algunos líderes en la sombra involucrados en todo el trato. He oído que el cabecilla del contrabando era actualmente una de las personas arrestadas, pero que había otro coordinador en las sombras en algún sitio y que era realmente el cerebro detrás de la operación.” “Así que ¿nos estás diciendo que puede que alguien haya trabajado para alguien en un caso de hace dos años? ¿Tienes algún nombre que darnos?” “No.” “Muchísimas gracias. De verdad.”
36 CE La secretaria de Edward Hall nos informa que se ha ido de vacaciones a una isla remota del Pacifico. 38 CE “Lamento no tener nada que ofreceros. Me han dicho que John Watson realizó la autopsia. Si estáis esperando una segunda opinión, echaré un vistazo al cuerpo.”
52 CE La taberna Raven & Rat está sorprendentemente vacía hoy. Aun así, Porky Shinwell se encuentra detrás del bar casi tan animado como siempre. “Mis más sentido pésame, caballeros. Sherlock era un mito entre ellos. ¿Asumiré que estáis aquí peinando la ciudad por información?” “Estas en lo cierto, Porky. ¿Tienes algo para nosotros? Asumo que algo ha tenido que surgir aquí en los últimos días o semana.” “Esto es lo que hay. Hay un rumor que dos personas han quemado el apartamento de Sherlock. He oído que una de ellas fue descuidada y se quemó mientras hacían el trabajo. Tiene que haber
un testigo, porque he oído que el trabajo lo realizó un hombre y una mujer.” “Eso concuerda mucho con lo que ya tenemos. ¿Algo más Porky? Piensa bien. No te olvides de todas las veces que hemos venido a por una pinta y hemos intercambiado soplos.” “Bien jugado señor. Tengo otro chismorreo que suena por aquí desde hace varios días. Aparentemente alguien tiró la bebida de Holmes en un café el otro día. Bueno, he oído que la misma persona invitó a Sherlock a un café la semana siguiente y el no recordaba siquiera que hubiera pasado. Te digo, es como si su mente tuviera lapsus. Puede que estuviera perdiendo su toque ¿eh?”
53 CE Llamamos a la puerta del hogar de Israel Jacobs y un joven y sumiso hombre responde a la llamada. “¿Puedo…puedo ayudaros?” Parece nervioso y nos va alternando la mirada. “¿Mr., Jacobs?” “¿Si, así es?” “¿No se supone que deberías estar en el trabajo?” “¿Vienen para controlarme porque no estoy en el trabajo? ¿Quien os envía?” “Mr., Jacobs, somos de Scotland Yard. Hemos hablado con tu jefe antes en Camden House. Estamos investigando un crimen y siguiendo una pista relacionada con una ventana rota en la segunda planta. ¿Podría decirnos si es dueño de un arma, Mr. Jacobs?” “No, no tengo.” “¿Tiene experiencia con armas de fuego?” “No.” “¿Ha disparado algina vez una pistola?” “No, y no sería muy bueno con ella aunque lo intentase.” Se sujeta las manos y vemos que se agitan de manera involuntaria. “¿Qué ocurre?” “La enfermedad que tengo. La he tenido toda mi vida. Verás, no sería muy bueno con un arma aunque quisiese. Me es muy difícil conseguir
un trabajo. Me alegro que Mr. Gunderson me diera trabajo. Ahora, si me permiten, mi cabeza da vueltas y necesito echarme.” “Una cosa más, Mr. Jacobs. ¿Podría decirnos por qué, si no tiene experiencia con armas, tiene este bloc de notas?” Recogemos un bloc de notas pequeño y amarillo de la mesa. El papel contiene escrito lo siguiente: “¿Quien dice que no puedes? ¡Pásate y visita Grant! Armas de fuego Grant—Para todo lo que necesiten tus armas de fuego.” Israel Jacobs se pone blanco. “Mira, les estoy contando la verdad. Nunca he sostenido un arma en mi vida. Mi madre se casó con el hombre que gestiona Grant. No me gusta, pero el papel es útil. Ahora, caballeros si me disculpan.” Nos acompaña fuera y silenciosamente cierra la puerta.
74 CE La case de Gertrude Helwig es brillantemente blanca, con un césped muy recordado y arbustos y una verja rojo oscuro que rodea la propiedad. Encontramos un paquete de Farmer and Rogers en la puerta principal. Llamamos tres veces antes de que respondan a la puerta. Es una mujer encantadora en sus 30. Lleva un precioso vestido azul con patrón zigzag y un abrigo rosa. “¿Mrs. Helwig?” Alargamos nuestra mano derecha para saludar, pero Helwig tan solo nos sonríe. “¿Si?” “¿Podría indicarnos donde estaba anoche?” “Estaba en el Teatro Lyceum practicando mi papel. Soy la estrella en una nueva obra que debuta esta noche.” “¿No estuvo cerca del 221B Baker St. anoche?” Hace una sonrisa rápidamente. “No, por todos los cielos. No tengo tiempo para ir deambulando por la ciudad, caballeros. Tengo una obra que estrenar esta noche. Ahora, si me disculpan, tengo que recoger mis cosas.” “Si claro. Gracias por responder nuestras preguntas. Oh, una cosa más.” Inspector Lestrade
pausa para recoger un paquete del porche. “Correo para ti.” “¿Oh? Son ropas nuevas. Gracias.” Mrs. Helwig extiende fácilmente su brazo izquierdo, pero hace una mueca de dolor cuando extiende su brazo derecho para ayudarse a soportar el peso del paquete. 81 CE El propietario de la casa en el 81 EC nos informa que los anteriores dueños se fueron de Londres el año pasado.
83 CE El cartel envejecido que cuelga en la calle en nuestro destino representa una tortuga verde en el primer plano y un velero en el fondo. La Ship & Turtle, o "Shit & Purtle" como algunos locales se refieren a él, es un restaurante completamente de madera que se especializa en mariscos. “¿Mesa para dos?” nos recibe una encantadora mujer. “No, gracias. Estamos aquí por motivos oficiales de Scotland Yard. ¿Podría decirnos si Sherlock Holmes ha estado aquí recientemente?” “No lo conozco.” “¿Hombre serio, casi callado, lleva capas y abrigos de tweed y un gorro orejera?” “Hmm, sí que suena familiar.” “Hemos oído que puede haberse visto involucrado en un accidente aquí ayer en relación a un barril. ¿Estabas trabajando ayer?” “¡Oh, sí! Estaba y ya me acuerdo. Si, un hombre mayor, vestido de marrón. Estaba andando por la acera y uno de nuestros barriles de suministros aparentemente salió rodando del trastero y le dio. Pobre hombre. ¿Está bien?” “Está muerto.” Abre la boca y se queda atónita. “¿Cómo? No fue para tanto....” “No está relacionado con el barril, señora.” “Oh, gracias a dios.” “¿Podría decirnos quien dejó el barril rodar?” “No estoy segura. Tenemos a dos hombres jóvenes en el trabajo que trabajan detrás en la
habitación de suministros. Los dos estaban ayer. Uno se llama Mitchell Rourke, es un hombre alto con un tatuaje en su brazo. Buen chico. El otro se llama Jacob. No sé mucho de él, pero parece más simpático que Mitchell.” “¿Está alguno de ellos ahora?” “No, lo siento, solo tenemos suministros ciertos días a la semana. Tienen día libre hoy los dos. Puedo decirles que los estáis buscando, si eso puede ayudar.”
Barrio Noroeste 16 NO Tal como entramos a la tienda Tetley & Butler, el hombre en el mostrador prácticamente no levanta su cabeza para mirarnos. “Discúlpenos, nos preguntábamos si podría ayudarnos. Estamos investigando si Sherlock Holmes podría haber venido aquí ayer. “¿Quien?” “Sherlock Holmes, un detective de Londres. Murió ayer por la noche, y tenemos razones para creer que compró ropa nueva antes de su… muerte.” Tan pronto como Lestrade acaba su frase, se da cuenta la parte trasera de la tienda de ropa, la cual parece una pequeña mercería. En particular, llama nuestra atención la variedad de gorras orejeras como las que Sherlock acostumbra a llevar. “¿Vendes muchas de esas gorras orejeras?” “Hah, realmente no. No soy un gran vendedor. Está un poco anticuado, pero tenemos a un hombre que sigue comprándonoslas. Alto, viejo caballero, aparentemente sofisticado, refinado, ¿sabe?” “Eso suena a Holmes.” “¿Holmes? No, como ya he dicho, nunca he oído ese nombre. Este colega se llamaba... Sinclair, creo.” “¿Podría decirnos algo más?” Agita la cabeza, le damos las gracias por su tiempo y nos vamos de la tienda.
18 NO Sam Parsons nos recibe en el mostrador y sonríe. “Tengo algo para ustedes.” Coloca un gran juguete envuelto en el mostrador. Wiggins gira la perilla dándole varias vueltas y entonces se ve un círculo de cinco leñadores, con camisas de franela de estaño, turnándose para agitar sus hachas sobre un tocón en medio del juguete. Encima del tocón hay un búho pintado.” “Esto es espantoso.” Parsons sonríe de nuevo y, tan pronto como nos giramos para salir de la tienda, grita, “¿Pero quién está girando la perilla?”
20 NO Entramos en Pavilion, un pub que apesta a sordidez e infamia. Inseguros de con quien hablar, nos sentamos en unos asientos de una esquina poco iluminados. “Wiggins, mira ese símbolo detrás de la barra.”
Una pelirroja vivaracha se acerca a nuestra mesa y pedimos dos pintas de cerveza. Cuando explicamos a la camarera quien somos y lo que estamos haciendo, se presenta como Annette Verlaine. “¿Sherlock Holmes? Había aquí un hombre llamado 'Holmes' justo ayer sobre las 2 en punto. Lo recuerdo como si fuera ayer. ¡Oh, era ayer! De cualquier manera, estaba haciendo de camarera como suelo hacer mientras Elle estaba gestionando el mostrador. Este colega entra y se sienta durante una hora. Le pregunté tres veces si quería pedir
algo y finalmente dijo que tomaría una taza de té. Fui a prepararlo y Elle me paró en el mostrador. Me dijo que lo llevaría ella misma e insistió incluso en hacerlo. Bueno, como estába diciendo, este tío Holmes, nos estaba mirando como un halcón, ¿vale? Bueno, Elle me dice que le lleve el té, y lo hago. Se quedó sentado un momento mientas miraba la habitación. Se quedó mirando fijamente a Elle y olió el té. Volvió a olerlo, se levantó, dejó algunas monedas en la mesa y se fue. No lo había visto antes y no lo he vuelto a ver desde entonces. “Señora, ¿podría decirnos quien es esta ‘Elle’ a la que hace referencia? ¿Se encuentra aquí ahora?” “¡Oh! Lo siento, me refiero a Ms. Elle Fanning, la propietaria de Pavilion. Es una mujer fantástica y me ha enseñado mucho. Aunque deja entrar a gente con pinta peligrosa algunas veces. Hace unos días asistió a una reunión en una habitación privada detrás. Vi a los dos últimos hombres entrar y tenían pinta de ser muy peligrosos. Uno no paraba de girar su arma en el dedo mientras pasaba por el pub, y el otro iba dando golpes con una porra a la palma de su mano. Tipos muy amenazantes. De cualquier manera, Elle tiene el día libre hoy.” La agradecemos la información, terminamos nuestras bebidas y nos vamos.
50 NO Tal como la puerta se abre, Olivia Robins, una anciana mujer que está de pie prácticamente encorvada, nos recibe. “¡Os ha costado mucho venir a verme! Les dije a los oficiales fuera de la casa en llamas que tenía información, que vi cosas y ellos me echaron. ¿Estáis aquí para escucharme? ¿Estáis aquí para escuchar respuestas de quien mató a Sherlock Holmes?” “¿Sabe que era el apartamento de Sherlock Holmes la que fue quemada? ¿Conocía a Sherlock Holmes?” “Éramos conocidos. Le paré en la calle varias veces y le felicité por ayudar a los ineptos de Scotland Yard en varias ocasiones.”
Lestrade se sonroja y ella continúa. “Este es el tema. Vivo sola. Mi hobby es la observación. Siempre miro por mi ventana. Estoy al corriente de las noticias y los periódicos. Soy una ciudadana informada de Londres, señor, una ciudadana informada.” “Uh, si. Lo veo. Aun así, no nos ha contado nada sobre el caso que llevamos.” “A eso voy. No me dé lecciones jovencito. Voy a darle los hechos para solucionar el caso. Confíe en ,i. Ahora, como estaba diciendo antes de ser bruscamente interrumpida, Sherlock estaba fuera de su residencia a las 8:30 cuando su hermano llegó, y me fui a comprobar mi té. Cuando volví a mirar Sherlock se había ido a su apartamento.” “¿También conocía a su hermano?” “Solo de cara. Nunca me he reunido con él, pero estoy muy segura haberle visto ir a visitar a Sherlock muchas veces en los últimos años. Era su hermano, seguro. Ahora es donde las cosas se ponen interesantes. ¿Sabe quién es Edward Beaupre?” Wiggins y yo nos miramos. “Lo sabemos señora. ¿Cómo sabe usted quién es?” “Ya se lo he dicho, estoy al corriente de las noticias en Londres. Una ciudadana informada es un miembro productivo de la sociedad, ya lo sabe. De cualquier manera, Edward Beaupre estuvo en los periódicos hace unos años. Perro malo ese.” “Eso es más o menos cierto señora.” “¿Más o menos? De todos modos, volví a mirar por mi ventana, y había un tipo que se parecía exactamente como Edward Beaupre fuera del apartamento de Sherlock Holmes anoche a las 9 en punto. Se estaba haciendo de noche, pero aun así, me apuesto lo que sea que de alguna manera que Beaupre estaba allí aunque se supone que tendría que estar en prisión. Pero esa no es la parte más rara. No estaba solo. Beaupre estaba con una mujer vestida con un llamativo vestido rojo. Y llevaba, bueno, alguna especie de mascara de teatro. Ya sabe, ¿de esas caras tristes y contentas que siempre ve por el teatro?” “Todo esto es muy interesante, Ms. Robins. ¿Tiene algo más para nosotros?”
“Esta es la parte que une las piezas que faltan. Vi a Beaupre verter aceite de keroseno alrededor de las paredes del apartamento de Sherlock, y la mujer encendió una cerilla, la sostuvo en alto y la lanzó al apartamento. Se fuero cuando las primeras personas llegaron a la escena. En ese momento, salí a fuera a pedir ayuda a gritos.” “Muchas gracias, Ms. Robins. Si por lo menos la mitad de lo que acaba de contar descubrimos que es verdad, habrá hecho a la ciudad un gran servicio.” “Esperaré la placa para la semana que viene,” dice ella y luego ríe de manera estridente. “Sin embargo, ahora hablando seriamente, Londres ha perdido a un gran hombre. Os deseo la mejor de las suertes para encontrar los barbaros que le han hecho eso.”
53 NO Wilkie Gunderson, el propietario de la casa de Camden sonríe mientras nos saluda desde el escritorio adornado que da la bienvenida a los clientes. "¿Qué puedo hacer por ustedes, caballeros?" "Hola. Lestrade. Wiggins. Estamos investigando el incendio que ocurrió cruzando la calle la noche anterior.” "Sí, el apartamento de Sherlock Holmes.” "¿Lo conocía?" "No personalmente, pero he sido el dueño de la Casa Camden durante casi diez años desde que mi madre murió. Yo no lo conocía, pero al estar justo enfrente de él, sabía quien era. ¿Están buscando testigos del incendio? Sino, ¿por qué habrían venido aquí en busca de información?” "Voy a admitir que esto es un poco exagerado, pero se encontró un pequeño montón de vidrio fuera de su edificio. Probablemente no sea nada, pero estamos investigando todo lo posible.” "Bueno, podemos comprobar todas las habitaciones que dan a 221B de Baker St. si quieren.” "Gracias, sería muy útil.”
Las dos habitaciones de abajo están ocupadas y los ocupantes no tienen nada que añadir al caso. La primera habitación de arriba está ocupada y no se encontró nada fuera de lo normal. “Las dos últimas habitaciones en ese lado del edificio están desocupadas y llevan vacías desde hace un tiempo. Aun así, podemos echar un vistazo.” Gunderson se choca con la puerta y esta se abre lentamente, “¿Porqué no está cerrada esta habitación?” Un punzante pero familiar hedor asalta nuestras fosas nasales tal como abrimos la puerta. La habitación no tiene pertenencias, la cama está hecha y la habitación parece estar ordenada. “Huele como si algo se hubiera quemado,” indica Wiggins. No tardamos en encontrar el motive. La ventana que da a la calle 221B Baker St. está hecha añicos, hay piezas de cristal que cubren la pequeña mesa redonda debajo de la ventana. “Creo que podemos suponer que la ventana fue rota antes del fuego debido al fuerte olor que impregna esta habitación. Pero no entiendo cómo está conectada la ventana rota con el fuego, Wiggins. Al menos que…” En el suelo cerca de la mesa redonda, vemos un casquillo de bala de un arma pequeña. “Esto es nuevo. ¿Porqué estaba esta habitación abierta?” Gunderson tartamudea, “¡No pu-pu-puede ser! Siempre mantengo las habitaciones cerradas al menos que estén alquiladas.” “¿Quien más tiene una llave de las habitaciones?” “Tengo un equipo de limpieza. Supongo que cualquiera de ellos podrían haber cogido la llave del mostrador de abajo.” “¿Están todos en el trabajo?” “Todos excepto uno.” Gunderson hace una pausa. “Mr. Jacobs no se ha presentado a trabajar aún. Israel Jacobs. Ha sido nuestro nuevo trabajador – contratado hace una semana. Un chico agradable. Es un buen trabajador y nunca hemos tenido problemas con él. No puedo imaginar que se haya metido en problemas.”
Agradecemos a Gunderson su ayuda y salimos de Camden House. “Inspector,” Lestrade comenta, “hay algo que me tiene confuso. Esto es de una pistola calibre .44 modificada. Esto significa que alguien intentó disparar al apartamento de Holmes, pero tiene que haber sido un disparo de entre 12 y 15 metros. ¿Porqué alguien usaría un arma de corto alcance?” Lestrade mira fijamente las ruinas ardientes de 221B Baker St. Pero no responde.
72 NO La pequeña habitación de John Taylor Chemist está llena de varias tazas, tubos y quemadores Bunsen. El mismo John Taylor nos da la bienvenida. “Hola, ¿qué puedo hacer por ustedes?” “Somos de Scotland Yard y estamos siguiendo pistas en nuestra investigación. ¿Nos podría mostrar el registro de clientes?” “Puedo intentarlo. Algunas compras tienen registros si son de químicos importados. Si nosotros creamos la solución aquí para un cliente, no hay recibo. ¿Qué están buscando exactamente?” “¿Podría decirnos que vendió a Ms, Elle Fanning que iba en una caja?” “¿Elle Fanning? El nombre me es familiar.” “Es la dueña y gestora del pub Pavilion, por si ayuda.” “Oh, sí. La recuerdo. Compró un contenedor de cianuro.” “¿Cianuro? ¿Es normal comprar eso en una persona que es dueña de un pub?” Taylor se ríe. “No era para él pub. Es una fotógrafa amateur. El cianuro se usa para crear tonos sepias en la fotografía. No soy fotógrafo, así que no puedo deciros si es atractivo el tono sepia, pero puedo dibujaros algunas formulas químicas sobre cómo funcionan si queréis.” “No, está bien. Gracias.” 89 NO Entramos en la Estación de Policía de Tichfield y somos bienvenidos por un oficial en la
recepción. Nuestra presencia atrae a más oficiales. Un capitán se adelanta y nos da la mano. “Inspector Lestrade. Oficial Wiggins. Sentimos mucho oír lo de Sherlock Holmes. Las palabras viajan rápido. Holmes se pasó la vida ayudando a corregir errores y deteniendo el crimen. Aunque no era un miembro oficial de las fuerzas policiales, en muchas maneras era un agente de policía mucho más de lo que muchos esperaban ser. “Son agradables palabras, muchas gracias. Lamento que su muerte nos traiga aquí. Tenemos motivos para creer que su muerte no fue un accidente.” “Debes estar bromeando.” “Lamento decir que no. Una de nuestras pistas nos lleva aquí. ¿Conoce a una mujer llamada Elle Fanning?” “¿La pequeña Elle?” Pregunta el capitán. “Por supuesto, todos la conocemos. Por lo menos aquellos que llevamos aquí un tiempo. Prácticamente creció en esta estación de policía. Su padre era Dick Alpert, uno de los mejores oficiales que he tenido nunca. Era un oficial entrado en los setenta. Durante mucho tiempo parecía que nunca iba a morir. Un viejo hombre duro. Era un policía a la antigua usanza.” “Refréscame la memoria. ¿Qué le ocurrió?” “Fue la única víctima en la red de contrabando parada en Outer Docks, uno, no, dos, hace dos años. Nunca descubrimos quien le disparó, pero se cree que fue uno de los trabajadores de la red de contrabando.” “Recuerdo el caso, ahora que lo dices. Odio tener que preguntarlo pero, ¿estaba Sherlock Holmes involucrado?” “Por supuesto, nos dio el chivatazo que nos llevó a arrestar y cerrar la operación. Aquí, déjame darte el recorte del periódico. Lo guardamos en la pared por la muerte del oficial Alpert.”
Operación de contrabando arrestada en Outer Docks 18 Noviembre 1891 En lo que solo puede describirse como una de las redadas más grandes en la historia de Londres reciente, Ia Estación de Policía Tichfield ha trabajado en colaboración con la División de Estación de Policía del Tamesis, a los que les dieron un chivatazo sobre la operación de contrabando con artefactos raros involucrados y otros ítems preciados que fueron robados en los muelles de Outer Dock. Nueve traficantes fueron detenidos en la redada, y los oficiales creen que todas las personas involucradas con la operación estaban presentes. La comunidad estará de luto por la pérdida del Oficial Dick Alpert, que fue asesinado en la operación. Alpert fue un miembro muy respetado en la Estación de Policía Tichfield. Fue disparado cumpliendo con su deber por un tirador desconocido. Los arrestados son: Edward Beaupre, Jonathon Helwig, Robert Merlo Sr., Chandler Davenport, Faynola Jacobs, Arthur Tinkham, John Locke, Charles Briggs, and
“¿En qué puedo ayudaros? Sé cómo funciona esto. Mi padre era un oficial de policía. Hacerme saber que puedo hacer por ustedes.” “Gracias Ms. Fanning. Hemos pasado por tu establecimiento antes, Pavilion, y hemos hablado con Annette Verlaine. Nos ha contado que Sherlock Holmes había estado allí.” “Si, lo estuvo. Conozco a Sherlock Holmes. Mi padre estaba en la Fuerza Policial Tichfield y trabajó con Holmes varias veces. Tengo un gran respeto por los casos en los que Sherlock Holmes ha ayudado a varias agencias. De todas formas, estuvo en Pavilion ayer. Eran sobre las 2 en punto creo. Estaba actuando de manera muy extraña, pero siempre había oído decir que era un hombre extraño. Mi padre una vez me dijo que él nunca ve el mundo de la misma manera que nosotros lo hacemos. Mr. Holmes actuaba de forma paranoica, aunque no sé porqué. Insistí en hacerle el té yo misma ya que soy una gran fan desde hace mucho tiempo, peor para mi sorpresa, no se bebió el té, tan solo se levantó y se fue. No le he vuelto a ver. Siento no poder ser de más ayuda.”
Thomas Truex. La operación ha durado varios meses de acuerdo con el tamaño de los documentos y la escena del arresto. Las
Barrio Sudeste
agencias de policía fueron avisadas por un ciudadano anónimo. Recordamos a los habitantes de Londres, reportar cualquier actividad sospechosa a las fuerzas locales policiales.
90 NO Elle Fanning abre la puerta de un piso rojo pequeño. “¿En qué puedo ayudarles caballeros?” “Somos de Scotland Yard. ¿Le importaría si entramos y le hacemos algunas preguntas?” “Claro que no, por favor, pasar.” Entramos y pasamos por un apartamento desordenado. Hay platos apilados cerca del fregadero, ropa esparcida por el suelo y algunos objetos aleatorios tirados por ahí. Hay una caja parcialmente escondida detrás del sofá. Solo se puede ver la palabra ‘Taylor'.
88 SE Tan pronto entramos en Roberts & Parfitt, una tienda de ropa especializada en ropa interior masculina, inmediatamente nos damos cuenta que hay un maniquí vestido de manera similar a Sherlock Holmes. “Muy buenas queridos caballeros,” Un pequeño y enérgico hombre nos saluda cuando nos recibe cerca de la puerta. “¿Te gusta? Lo he vestido como el gran Sherlock Holmes, el mejor detective de Londres. Ya sabes que Sherlock compra en nuestra tienda. Estoy pensando en añadir un cartel proclamando esto en nuestra ventana principal. ¿Qué puedo hacer por ustedes?” “Bueno, estamos aquí investigando algunas pistas por el incendio de anoche que se llevó la vida de Sherlock Holmes.”
Vemos al hombre desplomarse contra la mesa, y como la energía que tenía hace breves instantes se le escapaba del cuerpo. “¿Muerto?” Agita la cabeza. “No sé qué decir. Yo – lo siento mucho.” “¿Podría decirnos cuando fue la última vez que vino Sherlock a hacer una compra? “Si claro, claro, Sherlock en realidad pasó ayer sobre las 5 en punto. Compró un abrigo bermellón de tweed, del tipo que suele usar. Antes de eso, llevaba sin venir varios meses. “¿Notaste algo inusual?” “No, estaba parlanchín, caminaba de arriba abajo y cuando le pregunté si podía hacer un maniquí que se pareciese a él, me dijo ‘por supuesto’.” Le damos las gracias y salimos de la tienda.
Barrio Sudoeste 2 SO Langdale Pike nos da la bienvenida cuando entramos a su oficina. “Lamento muchísimo lo de Sherlock Holmes, caballeros.” “Gracias. Tienes alguna primicia para nosotros, Langdale?” “No. ¿Podrías contarme algo sobre la vida amorosa de Sherlock?” 5 SO Lomax reporta que está triste por oír la noticia de Holmes, pero no tiene nada que ofrecer en este caso. 8 SO Cuando llamamos a la puerta del majestuoso piso de Mycroft Holmes esta es abierta casi simultáneamente por un hermano casi más alto y apuesto. “¿Tenéis alguna pista? Alguien va a pagar por esto.”
“Mycroft, primero de todo te damos nuestras condolencias. Puedes estar seguro que Scotland Yard está hacienda todo lo que puede para saber quien causó el fuego que acabó con la vida de tu hermano. Mycroft asiente, pero está claro que su corazón no opina lo mismo. Sabemos que los hermanos Holmes estaban unidos, y dentro de él debe de estar vacilando. “Mycroft, no estamos aquí solo para darte el pésame. Había un testigo que te situó cerca de la escena del crimen anoche antes de que ocurriera el incendio. ¿Podrías contarnos acerca de tus idas y venidas ayer y sobre tu interacción con tu hermano?” Mycroft se las ingenia para tener una débil carcajada. “¿No me estarán considerando como sospechoso en esto verdad?” “No tenemos nada para pensarlo, Mycroft. Por el contrario, esperamos que pueda ayudarnos a llegar al fondo de lo que ocurrió anoche. Sabemos que nunca haría daño a su hermano.” Mycroft parece satisfecho. “Vi a mi hermano dos veces ayer. Nos reunimos para comer a la 1 en punto. Parecía estar bien. Me dijo que quería que fuese a su apartamento por la noche. Fui sobre las 8:30 y todo parecía normal. Sherlock se reunió conmigo en la puerta principal en vez de en el apartamento, lo que me hizo pensar que era raro, pero no alarmante. Fue bastante brusco conmigo y me dijo que me fuese. “¿Te dijo algo sospechoso mientras estabais hablando?” “No, no la verdad. Una cosa que si fue rara fue que estaba vestido con un traje de color bermellón opuesto a su color marrón habitual. Eso, de por sí, no es tan sospechoso, pero Sherlock rara vez cambia de ropa durante el día. Incluso parecía ser nuevo. Sherlock le gusta "envejecer" su ropa con una técnica única que solo él conocía. Decía que era inapropiado parecer demasiado llamativo. Hmm. También se acercó a mí mientras caminaba hacia su apartamento. Parecía de buen humor y estar radiante.” “¿Sobre qué te habló?”
“Bueno, supongo que era un poco extraño. No paraba de decir mi nombre durante la conversación. Pero finalmente me preguntó si quería ir al teatro con él esta noche, eh, quiero decir mañana, bueno, ya saben que quiero decir. ¿Eso ayuda?” “Puede ser demasiado pronto para saberlo. Te agradecemos el tiempo, Mycroft. Créeme, Sherlock fue un amigo para todos nosotros. Si hay alguna razón para sospechar que ha habido juego sucio, llegaremos al fondo del asunto.”
13 SO El estado de ánimo de Scotland Yard está bastante sombrío hoy. La muerte de Sherlock ha penetrado en todos el organismo de la ley. La mayoría de la gente se encuentra en estado de shock por la muerte de Sherlock, aunque hay algunos agentes con noticias de interés. Alguien entró en De Vries Diamond por la noche, alguien fue asesinado en Hyde Park temprano por la mañana – causa desconocida 5 cinco reclusos fueron asesinados en una prisión local ayer por la noche, incluyendo un hombre llamado Tinkham – causa desconocida. 22 SO Murray nos da la bienvenida en su laboratorio. “Realmente no he habéis traído mucho para analizar en este caso en particular. Aunque había una cosa en la que me quería centrar. Este símbolo que me han descrito antes.” “¿Se refiere al pentagrama que encontramos?” “Bueno, no es un pentagrama, es un Pentáculo.” “¿Cuál es la diferencia?” “Aparte del concepto de que el Pentáculo muestra la estrella con la punta arriba y el pentagrama está al revés, hay unas pocas. Te habrás dado cuenta que la forma de la estrella tiene cinco prominentes puntos. En la forma normal de una estrella, puedes dibujar una línea de cada punto
a dos otros. También, el círculo exterior es un tipo de vínculo que une todos los puntos. Por último, el Pentáculo supuestamente es un símbolo de justicia o rectitud. Es un símbolo bastante interesante en vuestra investigación.”
52 SO La pequeña y sórdida casa de Ambroise Beaupre parece estar vacía desde hace unos días. La puerta principal no se encuentra cerrada y se puede abrir empujando. Hay pan, pudriéndose, en la mesa cuadrada de la cocina. También hay una dirección en un trozo de papel en la mesa: 85 WC. El dormitorio está hecho un desastre, pero el baño contiene algo interesante. Otro papel pegado en la pared. Este parece tener algún tipo de mensaje escrito con máquina de escribir.
63 SO El teatro Olympia tiene un jovial y mofletudo hombre en la taquilla. “Uh, oh, oficiales, ¿eh? ¿Qué puedo hacer por ustedes? No creo que estén aquí para comprar tickets ¿verdad?” “Por desgracia no. Aunque lo preferiríamos. ¿Podría decirnos si Sherlock Holmes ha acudido recientemente a alguna actuación aquí?” “Conozco a Holmes, fuimos juntos a la escuela en primaria. Un tipo muy excéntrico. No, Sherlock no ha estado en el Olympia desde hace algún tiempo. Vino algunas veces hace unos meses
cuando tuvimos el exitazo de ‘Rasguños en el faro’. Pero no siempre se pueden tener los mejores talentos para todos los espectáculos. Siento no ser de más ayuda.”
Barrio Centro Oeste 5 CO El jefe coordinador del Depósito Central de Coches reporta que Sherlock Holmes fue recogido dos veces ayer. Fue recogido en NW sobre la 1:45, pero se negó a dar al conductor un destino, prefiriendo escoger uno de manera aleatorio. También fue recogido en WC antes de las 6:00. Escogió una esquina de manera aleatoria para que le dejasen. Un conductor se adelanta, “vi a Sherlock golpearse con un barril ayer delante de Ship & Turtle. Debía ser sobre las 5 en punto. Un muchacho joven estaba cargando suministros al almacén cuando accidentalmente se resbalaría un barril justo cuando Holmes pasaba, y le golpeó en la pierna. Parecía bastante herido, pero se negó a ir a ver a un doctor. Si cuenta, el chaval ni siquiera lo vio y se quedó bastante agitado por lo que pasó.” Otro conductor chilla, “debería decirlos que la semana pasada recogí a Sherlock en muy mal estado. Se tambaleaba por la calle y se tropezó con la acera. Estaba borracho. Muy borracho. Por suerte ya le había llevado varias veces antes. Lo dejé en Baker St., pero se quedó sentado en la acera delante de su casa. Pobre hombre. No podía recordar ni donde vivía. No paraba de decirme que iba en la dirección contraria.” 7 CO No hay respuesta en la casa de Archibald Sinclair, pero encontramos la puerta abierta y entramos sin permiso. “¿Mr. Sinclair? ¿Se encuentra en casa? No hay nada de interés en las primeras habitaciones del pequeño piso, pero cuando llegamos al dormitorio de Sinclair, nos quedamos de piedra por lo que vemos.
Las paredes del dormitorio se encuentran cubiertas con recortes de periódicos sobre casos policiales. Parecen ser aleatorios hasta que Wiggins se fija bien. “¡Inspector! Todo esto son casos en los que Sherlock Holmes ha ayudado a resolver a Scotland Yard.” “¿Estás seguro, Wiggins?” “Si señor. Aprecio mucho el trabajo de Mr. Holmes “Interesante.” El armario del piso está lleno de abrigos tweed y gorros orejeros – ambos del tipo que usa Sherlock. Después de un vistazo en el escritorio de la habitación, encontramos tres notas: A., Pásate a las 8:45. Siento decir que no es para lo que esperas. -S.
A., Eres bueno. Lo reconozco. Solo pido que pares antes de que tome medidas. -S. A., No puedo hacer otra cosa que halagarte, estuve en la tienda el otro día. Es impresionante. Al único al que no puedes engañar es a mí. -S. Las notas no parecen estar en algún orden en particular ni tienen fechas. 11 CO Suena una campanita cuando entramos en Radford, Jones, & Co., una tienda de ropa que se centra en ropa de mujeres y accesorios. Una educada mujer joven nos da la bienvenida desde la caja registradora. “Hola, ¿os puedo aconsejar o ayudar a buscar algo?” “¿Vende ropa de hombre o ha oído hablar de un hombre llamado Sherlock Holmes?”
“Oh, ¿el detective que siempre está en los periódicos? Se sobre él, si. Digamos que él podría haber descubierto la causa de la casa incendiada que he oído esta mañana. Pero no, no vendemos ropa de hombre.” “Gracias por su tiempo.”
14 CO Disraeli O'Brian está de viaje en América y no volverá en tres meses. 17 CO Un pequeño viaje a Somerset House no nos revela nada de ayuda en el caso. 18 CO Tal como entramos en el Teatro Lyceum, vemos una discusión a gritos procedente del escenario. “¿Como se supone que vamos a tener una noche de estreno si una de las estrellas está desaparecida?” grita un esbelto hombre con un fino bigote. “Ya conoces a Gerty. Siempre llega tarde, pero siempre llega. Estará aquí,” responde una mujer con un vestido floral. Vuelve a practicar unos movimientos de baile con los bailarines del escenario, mientras el hombre, finalmente, se da cuenta de nuestra presencia. “Oh, lo siento. No estamos abiertos aún. Habréis de volver esta noche para el estreno. Parece ser que todo el mundo quiere ver nuestra nueva comedia, La iniciativa de Dharma. ¿Lo que no es amor? ¿Una bella mujer en un vestido rojo intentado descubrir la vida y su locura? Soy un firme creyente que la mayoría de problemas en el mundo podrían solucionarse con una bella mujer en un vestido rojo.” “No queremos dar la impresión equivocada. Soy el Inspector Lestrade de Scotland Yard, y estamos siguiendo una pista. ¿Podría decirme si Sherlock Holmes ha sido visto aquí recientemente para asistir a sus actuaciones?” El hombre nos saluda, “Lo siento. Mi nombre es Wayne Nelson, gestiono los
espectáculos aquí en el Lyceum. Bueno, no sé quién es ese que ha mencionado así que no se qué podría decir. Sé que no es de mucha ayuda.” “Gracias de todos modos. No hemos podido evitar oír que gritaba sobre una actriz cuando entrabamos. ¿Va todo bien?” “Oh, ah, a ha. Nuestra estrella en el nuevo espectáculo, Gertrude Helwig, no ha aparecido aún, pero estoy seguro de que se presentará antes de que empiece el espectáculo. Nada inusual aquí. Juro, le das al personal el día libre antes del estreno, y se arrepienten justo antes del espectáculo. Buena suerte con vuestra búsqueda caballeros. Puede que cuando terminen con la búsqueda, puedan ver quién robó la máscara del teatro que estaba en el vestidor.”
28 CO Llegamos al pequeño apartamento de Chandler Davenport y no encontramos a nadie en casa. Después de encontrar la puerta principal abierta, decidimos entrar. Dentro del apartamento, encontramos un baúl que contiene varias marcas y modelos de pistolas así como munición. Hay un recorte de periódico pegado detrás de la tapa de la caja. Sentencias Imparciales para los posibles contrabandistas 25 Noviembre 1891 Scotland Yard ha hecho público el hecho de que hay ocho personas arrestadas en relación a un posible red de contrabando establecida en Londres. Las pruebas han implicado a ocho personas en una red de contrabando clandestino. Siete sospechosos fueron arrestados en el lugar, mientras que el octavo fue recogido en su hogar. Un noveno, fue encontrado como inocente debido a las pocas evidencias encontradas en la escena del crimen. Las personas que se encontraron culpables han sido sentenciadas a condenas de entre 10 y 30 años.
34 CO Encontramos a Gerald Locke sentado en su porche disfrutando del sol del atardecer.
“Vosotros chicos parecéis oficinistas. ¿Qué puedo hacer por ustedes?” “¿Está emparentado con 'John Locke'?” Gerald suspire y comienza, “John es mi hermano gemelo. ¿Qué ocurre?” “Estamos en una investigación y parece que se cruza en el camino con un incidente en el que tu hermano estuvo involucrado.” “¿Los muelles?” “Correcto.” Suspira de nuevo y continúa. “Mira, John estaba metido en cosas malas. Había un grupo de gente que usaban los muelles como localización de contrabando. Usaban zonas de carga en los barcos vacías para importar y exportar antigüedades, drogas, lo que se te ocurra. Cualquier cosa que pudiesen adquirir y encontrar un buen comprador. John me dijo que estaba preocupado que todo se fuese a pique y parece que tenía razón. No tengo resentimientos sobre lo que ocurrió. Cometes un crimen, recibes un castigo es todo lo que me preocupa. De todos modos, he oído a través de susurros de que soy una pequeña minoría. Tienes que pensar que había maridos, mujeres, padres, madres y mucho más que fueron apartados durante mucho tiempo. La última vez que hablé con John fue en la prisión hace unos días. Me dio algo que grande iba a pasar, pero que no sabía que era. Tampoco podía decir su fuente. Es todo lo que se.”
85 CO Llamamos a la puerta del apartamento que habíamos visto antes la dirección, somos bienvenidos por una hogareña y castaña mujer que se identifica como Laura Parker. “Si, ¿puedo ayudarles?” “Perdone señora, estamos buscando a Ambroise Beaupre. Esta dirección estaba registrada como su apartamento. ¿Lo conoce?” “Si, lo conozco. Solía salir con su hermano, Edward, antes, bueno, ya sabéis de que.” “Lo sabemos, señora. ¿Ha visto usted a Ambroise últimamente?”
“No, lo siento pero no. Estaba bastante enfadado después de que su hermano fuese encerrado. Yo pensé que dejó la ciudad. No lo vi desde que Edward... Bueno, lo siento no poder ser de más ayuda.” 94 CO El hombre en el teatro Allegro no tiene nada que decir más que Sherlock Holmes había acudido a algunas obras allí.
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FINAL DEL CASO
Preguntas: Primera parte: 1. ¿Cuál era el motivo de Elle Fanning para matar a Sherlock Holmes? 2. ¿Porqué Porqué no estaba la ventana abierta en la calle de enfrente de 221B Baker St. ell día del asesinato? 3. ¿Qué tipo de veneno fue usado en un intento de matar a Sherlock Holmes? 4. ¿Por qué estaba muerta la persona hallada en el estudio del 221B Baker St.? St. 5. ¿Dónde está el verdadero Sherlock Holmes?
Parte Dos 6. ¿Que causó el grito en la escena del fuego? fuego 7. ¿Que personaje llevaba una cachiporra? cachiporra 8. ¿En qué dos lugares trabaja Israel Jacobs? 9. ¿Cuál es el nombre de la obra de teatro del Lyceum Theater esta noche? noche 10. ¿Cuál es el nombre del hermano gemelo de John Locke? 11. ¿Por qué fueron los cinco prisioneros asesinados? asesinados
Solución: Nos reunimos con John Watson y caminamos por las calles de Londres mientras discutimos el caso. “Bien, Lestrade, ¿Sherlock fue asesinado o fue realmente un accidente?” “Más bien ha sido un caso de venganza, Watson. Sherlock Holmes había detenido muchos criminales hasta ahora y había hecho muchos enemigos estando en este trabajo. Este pequeño acto contra Sherlock Holmes es un pago por el incidente relacionado con la red de contrabando en Outer Docks hace dos años. Ocho personas fueron encarceladas por el crimen y una novena quedó fuera por no haber pruebas.” “¿Y querían venganza?” “Estoy seguro que si, Watson, pero no tenían la más mínima oportunidad al estar en ese momento en prisión. De todas maneras, cada persona encarcelada tenía parientes que estaban molestos por su encarcelación. Pero, ¿Cómo los parientes se enteraron de la participación de Sherlock Holmes? Alguien debería haber dejado circular la noticia por Londres para que fuese escuchada. Una vez que ya estaba en la calle, esa persona envió invitaciones a los parientes de los prisioneros. ¿Pero donde se encontraron? El solitario oficial asesinado en esa operación, Dick Alpert, tenía una hija, Elle Fanning, que sabía que el chivatazo que había provocado la muerte de su padre era Sherlock. Estuvo de acuerdo en hacer la reunión en su restaurante, The Pavilion. Tres de los otros parientes respondieron, Ambroise Beaupre, Gertrude Helwig, e Israel Jacobs. El miembro final del ‘Pentáculo’ era Chandler Davenport, a quien le habían dejado salir antes. Estaba molesto porque su red de contrabando había sido detenida. Era irónico que Fanning fuera la anfitriona de la reunión, ya que, el mejor tirador era Chandler Davenport y posiblemente fuese quien mató a su padre, no Sherlock Holmes. Esos prisioneros que tenían parientes que no respondieron a la nota o simplemente no pudieron resolverla, fueron asesinados anoche como castigo por su debilidad.” “Así que nació una cobarde conspiración, Lestrade. ¿Fue Davenport el líder entonces?” “Me temo que no. Fue más un general en este caso, Watson. El verdadero líder codificó su nombre en la nota que fue encontrada en el apartamento de Beaupre. Profesor Moriarty.” “¡Moriarty! ¿Él ha estado detrás de todo esto?” “Si, Davenport era meramente la persona que trabajaba in situ en la red de contrabando. La mayoría de los beneficios eran pasados a Moriarty para pagar otras estafas criminales. Aun así, los cinco trabajaron juntos para trazar un plan y terminar con Sherlock de una vez por todas. Aun así, ocurrió algo que no tenían previsto.” “¿Que fue?” “Archibald Sinclair.” “¿Quién?” “Archibald Sinclair, quien tenía como empleo ser un impostor de Sherlock Holmes. Sinclair se llevaba vistiendo como Holmes desde hacía algún tiempo, y se estaba haciendo tan bueno en eso que engañó a los vecinos e incluso al propio hermano de Sherlock, Mycroft. Desafortunadamente, Sinclair escogió una peligrosa época para ser Sherlock Holmes.” “¿Entonces que ocurrió?” “Empezó sobre las 2 en punto de ayer cuando Sherlock deambulaba para el Pavilion. Estaba en la caza del Pentáculo como lo hemos estado nosotros. Sherlock encontró la bien colocada y obvia nota en el piso de Ambroise Beaupre y fue al restaurante de Fanning como tenían previsto. Fanning puso cianuro en su bebida, intentando matarlo, pero Sherlock lo vio venir.” “No lo digas. ¿Tenía que ser envenenado?” “Bueno, el Pentáculo no iba a perder oportunidades. Aunque Fanning había fallado, tenían planeadas otras sorpresas para Holmes ayer.” Lestrade pausa cuando una mujer en bicicleta cruza su camino. Wiggins agita la mano y continúan andando. “Sherlock recibió una visita no planificada cuando andaba a través de Ship and Turtle, e Israel Jacobs lo reconoció y le tiró un barril a Holmes, ocasionando una herida en la pierna de Holmes y dejándole con cojera. Holmes llegó a su apartamento y se escondió, probablemente muerto de miedo de que, Chandler Davenport, el mejor tirador de Londres, fuese detrás de él. Aquí es donde las cosas se ponen difíciles.” “¿Más difíciles de lo que ya ha ocurrido?” “Eso me temo, Watson. Mycroft fue a visitar a su hermano, como tenían acordado. Sherlock probablemente tenía previsto informar sobre el Pentáculo a Mycroft. Desafortunadamente, Archibald
Sinclair apareció antes de tiempo para su reunión con Sherlock. Era Sinclair, y no Holmes, con quien se encontró Mycroft fuera del apartamento. Sinclair, sin tener conocimiento del Pentáculo y el peligro que corría, dijo lo que pudo para hacer que Mycroft se fuese, prometiendo ir al teatro la siguiente noche con él. Sinclair entró en la casa y habló con Holmes. Mientras estaban conversando, otra parte del plan estaba en curso. Israel Jacobs había cogido otro trabajo a tiempo parcial en Camden House con el único propósito de vigilar a Sherlock Holmes. Chandler Davenport usó esa habitación para hacer un tiro muy difícil, un tiro que hizo él más difícil usando un arma de corto alcance y dejando la ventana cerrada.” “¿Y disparó a Holmes?” “Chandler también fue engañado por el disfraz de Sinclair. Disparó a quien pensaba que era Holmes. Golpeando de manera limpia y matándole al instante. Holmes no se podía arriesgar a salir del apartamento con Davenport aún vigilándole, así que se quedó dentro, esperando que apareciese la oportunidad de escarpar. Aunque el Pentáculo era muy concienzudo. Mientras tanto, Ambroise Beaupre estaba poniendo keroseno en el 221B Baker St., y Gertrude Helwig encendió la cerilla que comenzó el fuego. Se marcharon rápidamente (quien habría esperado que escapara un hombre que acababa de ser disparado), pero no suficientemente rápido. Helwig se quemó el brazo en el proceso, pero aun así los dos escaparon. Otra persona, vestida de negro fue vista saliendo de la escena del crimen. Esto es, posiblemente, la parte más interesante de todo el caso, Watson.” “No le sigo Lestrade.” “Ah, pero lo hará. Vayamos a nuestro destino.” Watson para de andar y se queda quieto delante de la papelería A. W. Faber, y en el momento que lo hace, la puerta se abre y Sherlock Holmes sale, cojeando mucho. “Os ha costado mucho,” dice Sherlock, “¿os ha retrasado mucho Watson?” Watson corre y abraza a su amigo mientras que Lestrade y Wiggins sonríen.
Puntuación
Primera parte:
1. Elle Fanning estaba enfadada con Sherlock por la pista que llevó a que su padre fuese disparado durante la operación en Outer Docks. 2. Chandler Davenport dejó cerrada la ventana a propósito, intentando crear un disparo más difícil en su asesinato a Sherlock Holmes. 3. Elle Fanning colocó cianuro en el té de Sherlock Holmes. 4. Chandler Davenport (y en otro grado Ambroise Beaupre y Gertrude Helwig) creían que Archibald Sinclair era el verdadero Sherlock Holmes. 5. Sherlock Holmes se las ingenió para dejar una nota cuando algo le asustó (posiblemente el disparo de Davenport, posiblemente el inicio del incendio). Se encuentra escondido en la papelería A. W. Faber como se puede leer en la nota, escrito de arriba abajo con la primera letra de cada palabra de línea.
Segunda Parte:
6. Ambroise Beaupre y Gertrude Helwig tiraron keroseno en la casa de Sherlock y le prendieron fuego. 7. Ambroise Beaupre lleva una cachiporra. 8. Israel Jacobs trabaja a tiempo parcial a la vez en Camden House y en Ship & Turtle. 9. La Iniciativa de Dharma se estrena en el teatro Lyceum esta noche. 10. El hermano gemelo de John Locke se llama Gerald. 11. Los cinco prisioneros asesinaros eran miembros de la red de contrabando los cuales sus parientes se negaron a participar en la trama de venganza de Moriarty.
Notas de Puzzles Sherlock dijo a Lestrade y Wiggins su paradero escondiéndolo en la nota que dejó en la caja de hierro. Leyéndolo hacia abajo solo la parte izquierda de la nota se revela: “AWFaber” una papelería. El profesor Moriarty dejó su nombre escrito de manera oculta en la nota encontrada en el piso de Ambroise Beaupre. Las letras código (negras, en este caso) no se reordenan para hacer una palabra, si no que son marcadores. Al estar escrito a máquina, se lee la siguiente letra de la máquina de escribir de la marcada y se descubre la palabra que deletreada es: M-O-R-I-A-R-T-Y, el genio detrás del atentado de asesinato de Sherlock Holmes.
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5 de Noviembre de 1902
Adaptación de una de las películas de Sherlock Holmes, no requiere ningún periódico. Autor: Aitor Galán.
Estamos de nuevo en el 221b de Baker Street, El Sr. Holmes nos ha convocado para informarnos de que unos ciudadanos han encontrado el cuerpo de una joven de unos 16 o 17 años sin vida cerca del río Támesis, fue hallada con una media de seda alrededor del cuello, Watson deja una foto de la víctima sobre la mesa e insiste en ir a ver el cuerpo al hospital St. Bartholomew. Holmes recuerda tener un anuncio de “Se Busca” sobre la joven desaparecida del día anterior, inmediatamente se pone a buscarlo hastsa que lo encuentra. Ya en el hospital nos disponemos a ver el cuerpo de la difunta joven, y aunque Meeks no está, Holmes descubre su cara apartando la manta que la cubre.
se gira hacia el Dr. Watson diciendo: - Watson, esta no es su ropa. -¿Tu Crees? -No encaja con una chica que hace la calle, sus uñas están cuidadas, sus manos son suaves y tiene los dientes fuertes. En ese momento Holmes se queda mirando la boca de la joven y ve algo raro, mete su mano y saca una segunda media de su garganta.
-Llamad a Scotland Yard para informar a Lestrade que este es el cuerpo de Lady Alice Erez, la hija del Duque y la Duquesa de Erez– sobre la que no debería caer tan pesada lápida. enseñandonos el anuncio que encontró en su ¿Tienes la autopsia Watson?- pregunta Holmes. casa de “Se Busca”, podemos volver cuando -Sí.- responde Watson. esté Meeks y que nos de mas detalles. -Arrebatada la vida en su máximo esplendor,
-¿Que se dice del contenido del estómago?
Lestrade se dirige a hablar con la Duquesa que en ese momento ensaya a las primeras damas -Algo mas de una copa de Brandy y lo para una representación en la corte del Rey. A que parecía ser chocolate Belga a medio digerir. causa de la ausencia de Lady Alice, Lady Roberta Marsh la sustituye en el ensayo, y uno de los asistentes la avisa de que Lestrade la -¿Hay indicios de violación? espera. -En absoluto, era virgen, intacta, algo que Nada mas llegar la Duquesa, Lestrade le no esperaba el forense Meeks que presupuso que pregunta: era una prostituta. -¿Donde se encuentra Lady Alice? El Sr. Holmes analiza detenidamente la ropa y el frío difunto cuerpo de la joven a lo que
-Ayer por la mañana tuvimos una discusión por un asunto sin importancia y no vino al ensayo
no es la primera vez que ocurre pero siempre la encontramos en su habitación, al subir a llamarla ayer nos dimos cuenta de que no estaba y nos apresuramos a poner un anuncio de "Se Busca"-.
-De 20h. A 20:30h. La Sra. Hudson anuncia que tienen un visitante, les visita el Duque de Erez, El Sr. Holmes le recibe y nos lo presenta y le pide que se siente pero este se queda de pie.
-Hemos encontrado el cuerpo sin vida de una joven y necesitamos que nos acompañe-.
-Lord Reynolds me ha recomendado que deposite mi confianza en su buen juicio y discreción, por ese motivo he decidido venir a hacerles una consulta en referencia a un doloroso suceso que ha tenido lugar.
Llegamos al Hospital y la duquesa niega que sea su hija, aunque Holmes le insiste en que la mire bien a lo que ella responde: -¿Quién es usted? -Soy Sherlock Holmes.
-He sabido de su perdida excelenciaresponde Holmes. -Quiero que encuentren al asesino de mi hija, les pagaré generosamente por sus servicios.
-Su Nombre me es familiar.. -Vuelva a mirar excelencia.- Insiste Holmes, y en este momento la Duquesa reconoce a su hija y entre lagrimas pregunta: -¿Es esta la ropa que llevaba puesta?
-Nuestros honorarios son siempre los mismos excelencia, no suelen variar, a menos que decidamos no recibirlos. ¿Da carta blanca para actuar en este asunto? -Siempre dentro de la decencia y el buen gusto.- responde el Duque.
-Si.-responde Lestrade. -¿Como nos pondremos en contacto con -Esta ropa no es suya ¿porque llevaba esto puesto? La Duquesa analiza la ropa lamentándose diciendo: -Dios mio, es horrible.- la Duquesa abandona la habitación y se va. -Una puta barata es una cosa, y esta, que dios me ampare, es otra muy distinta- dice Lestrade. -Me alegra ver que tus pensamientos y oraciones están tan cerca de la familia de la fallecida.- concluye el Sr. Holmes. Volvemos al 221b de Baker Street donde nos recibe la señora Hudson muy contenta, el Sr. Holmes busca la dirección de la vivienda de los Duques de Erez y algo mas de información acerca de ellos y de sus posesiones, en ese momento Holmes recibe una llamada a lo que responde:
usted? - Tras esto, en mi domicilio, ya que seguramente esté allí para tener mayor tranquilidad y poder recibirles, esto es todo lo que necesito, buenos días caballeros. -El Duque es un caballero.- afirma Watson. -Benny sería un caballero si supiera hablar Francés.- concluye Holmes. El Dr. Watson nos dice que tiene que irse porque va a cenar con una vieja conocida llamada Guilia Venere en el Restaurante Holborn, y que ella posiblemente nos pueda ayudar a conocer mejor al asesino, ya que es psicoanalista, a lo que el Sr. Holmes nos dice que el irá y que nosotros deberíamos ir para analizar algunos puntos de la investigación de 20:00h. A 20:30h. Y en ese momento abandona la habitación.
BARRIO SUDESTE
11 SE Minnie Cavill nos abre la puerta y se queda asombrada. -Señorita Cavill, ¿podría decirnos donde estuvo usted la noche del pasado domingo? -Estuve con un ex-compañero, Jefferson Hope, somos buenos amigos. -¿Solo son amigos usted y el señor Hope, señorita? -Si, soy una mujer casada y respeto a mi marido y lo que hago cuando veo a Jefferson no lo considero un acto de infidelidad. -Tranquila señorita Cavill, eso no nos incumbe, solo queríamos comprobar si se encontraba el señor Hope esa noche, gracias por colaborar. -Gracias a ustedes.- cierra la puerta despacio.
25 SE
Cuando asistimos a el acto analizamos bien todos los hechos ya que las anteriores victimas desaparecieron ante sus propios padres. Cuando finaliza la representación Lady Roberta desaparece y en ese momento escuchamos gritos, nos fijamos que falta uno de los sirvientes. Encontramos a la joven Marsh tirada en el suelo en una de las salas contiguas a la principal llorando y nos dice que la habían intentado secuestrar y drogar con una copa de Brandy, la cual analizamos y tenía las mismas huellas dactilares que la botella del tejado de Lady Alice, la joven se desmaya diciendo Gould..
34 SE Lord Reynolds es un viejo conocido de los Duques de Erez y de Lord Marsh, siempre ha recomendado nuestros servicios y siempre intenta ayudar en todo lo que haga falta, conocía bien a las familias pero en este caso creo que no podría ser de mucha utilidad.
68 SE Llegamos a una casa algo descuidada, aquí al parecer vivía Oliver Perkins, llamamos y nos abre un joven que nos dice que no conoce a Perkins, pero que antes vivían allí y que eran una familia humilde y educada, el chico cierra la puerta, tomamos nota y nos retiramos.
70 SE
Llamamos a Minnie Warrender, una de las Ernest Sparks era un buen hombre bastante asistentas mas cercanas de los duques, quedamos mayor y un poco sordo. con ella para interrogarla en su antigua vivienda, a lo que ella acepta. -Señor Sparks, ¿recuerda tener gente hospedada en alguna de sus habitaciones hace Nos cuenta que en la representación para el Rey algún tiempo? habrá mucha gente de la alta sociedad, y que todo el personal asistente de los March y los -Ooh, si, claro.. Jack Ostler un joven que Duques de Erez estarán allí. se crió aquí desde pequeño, amigo de la familia, Pedimos a Lady Roberta que venga también y le un buen chico. proponemos que esa misma noche en la representación de la corte del rey se ponga unos Estaba claro que no era el único que había vivido zapatos con el pie descubierto para atraer a el allí, el pobre hombre de avanzada edad intentaba asesino, ya que sospechamos que este se fija en recordar. chicas jóvenes y en los pies de sus victimas y -Ah, y también una pareja, el se llamaba ella acepta.
Jefferson Hope y ella Laura Parker.- concluyó el pobre hombre al que le costaba hablar.
Por ultimo, pensando que el asesino viste el cuerpo con la ropa de la anterior victima que ha guardado especialmente para ese propósito, -¿Y nos podría hablar un poco mas acerca imaginamos que este ritual tiene un incalculable de ellos? valor simbólico para el, Con esto llegamos a la conclusión de que este asesino podía actuar en -Por.. por supuesto que si, eran una pareja serie, siempre con el mismo prototipo de de jóvenes que iban a casarse pero un día Laura victima. Chica muy joven de no mas de 20 años, descubrió una infidelidad de Jefferson y se fue a con extraordinaria belleza y buenos modales, trabajar de asistenta para los Duques de Erez. algo mas de metro y medio de estatura, delgada proporcionada, piel clara y pelo oscuro. -¿Y donde se fue Jefferson, señor Sparks? -Jefferson parecía que tenia citas con una dama de la que desconozco su nombre pero recuerdo que se veían en el restaurante Garraway, aunque creo que Hope actualmente trabaja como sirviente para Lord Marsh. -Gracias señor Sparks por este valioso tiempo.
BARRIO SUDOESTE
2 SO Nuestras esperanzas de encontrar a Langdale Pike en el Club Mundano se esfuman cuando uno de sus miembros nos dice que no está. -No le digan a Pike que yo les dí esta información, pero ha ido a ver a Tully, suele enterarse de chismes muy interesantes. -Puede confiar en nosotros señor.
5 SO Llegamos a la Biblioteca de Londres y preguntamos a Lomax, el bibliotecario, por el libro que nos dijo Guilia Venere, era un libro con aspecto antiguo y contenía estudios que nos dieron bastante luz para entender el comportamiento del asesino, al parecer este es un sádico sexual, que aunque no tengamos pruebas de abuso sexual nuestro hombre obtiene un enorme placer del miedo, el dolor y la degradación de su victima.
8 SO Pasamos por el Club Cook para hablar con el Barman. -Estamos investigando un asesinato y necesitamos saber si el pasado Domingo estuvo aquí un chico llamado Ralph Owen. -Si, recuerdo que estuvo tomando unas copas junto a otros sirvientes que vienen a menudo para jugar al billar, armaron bastante escándalo pero no suelen dar problemas. -Perfecto señor, gracias por su atención.
13 SO En Scotland Yard nos reunimos con Lestrade y nos sentamos a analizar los datos que tienen. -En la vivienda de los Erez, encontramos la ventana de la habitación de la víctima un poco abierta, nos condujo hasta el tejado donde encontramos una botella de Brandy medio vacía y algunos cigarrillos en el suelo. Tenemos las huellas dactilares sin identificar de la botella de Brandy, ¿Creen que son del asesino? -Pues claro que son del asesino, ya te dije que nuestro hombre habría dejado su marca Lestrade.- Grita Watson. -La ropa que llevaba Lady Alice no era suya.- añade Lestrade. -No creemos que la talla del vestido sea una gran pista. -Puede que el asesino eligiera a esta víctima porque ya había cometido un crimen similar anteriormente, viendo que esta joven lleva la ropa de otra chica, probablemente esta tenía la misma altura y peso, y esto indica que el asesino elegiría a victimas físicamente similares. Pedimos que nos dejen analizar la ropa que llevaba Lady Alice, y en ella encontramos un recibo de cobro de Poole & Co.
22 SO El profesor Murray está muy concentrado con un frasco, al parecer analizando algún tipo de liquido. Cuando se gira al escucharnos y nos ve se sorprende. -Hombre, Waggins ¿Que hacen aquí? -Es Wiggins, señor. Estamos investigando la muerte de la joven Lady Alice Erez.
son los únicos objetos que me trajeron para que analizara Waggins, es la única información que puedo darles. -Muchas gracias señor Murray, y ¡es Wiggins señor!
33 SO Citamos a Stanley para interrogarle en el Cuartel Wellington, al parecer Porky Shinwell le comentó a Lestrade algo acerca de que Stanley había trabajado para un Lord junto a una muchacha que se había suicidado. Allí citamos también a la pequeña Imogen, ya que esta fue raptada por el asesino y pudo verle la cara, por lo tanto podía identificar a el sospechoso. -Quisiera hablar contigo acerca del tiempo que pasaste trabajando como sirviente para Lord Rafferty, ¿recuerdas a una joven, una doncella llamada Betty Oswald? -Si, La Recuerdo. -Pero Lady Rafferty prescindió de su servicio, ¿Verdad? ¿Tienes idea de por que? -Prescindió de su servicio pero no se el motivo. -¿Sabes lo que fue de ella? -Si, lo se, acabó suicidándose, salió en los periódicos y los sirvientes hablaron de ello. -¿Sabes por que habría querido quitarse la vida? -No. -¿Por que dejaste de trabajar para Lord Rafferty? ¿Como Llego a conocerte el duque?
-Un día mientras atendía a Rafferty el Duque de Erez me vio. El Duque me ofreció -Mmm si.. Lady.. Alice.. Ya recuerdo, bueno, al parecer en la escena del crimen había el trabajo, y lo acepte. una botella con un poco de brandy, al calentarlo -¿Y llamaste su atención? ¿O fue la de la y analizarlo pude encontrar restos de somníferos, duquesa? Porque tu sirves a la Duquesa, ¿no es también me dieron unas colillas de cigarrillo de la marca Benson & Hedges, dos fumadas con cierto? boquilla y dos apagadas por el zapato de un caballero,
-La Verdad que no lo se.- Stanley se queda unos segundos en silencio y continua.-Si, Sr. Wiggins, sirvo a la duquesa. -¿Conoces una tienda llamada Poole & Co? Es la tienda de un sastre que además fabrica botas y zapatos, es donde Betty Oswald trabajó despues de servir a Rafferty. -No, no conozco esa tienda, mi excelencia compra los zapatos en Hobby & Gullick. Tras las preguntas pedimos que le tomen las huellas para compararlas con las de la botella de Brandy y vemos que no coinciden.
Georgina era la ropa de Lady Alice, entonces le pedimos que coja algo personal de su difunta hermana. ¿Su hermana tenía aficiones? -Si, le gustaba el ballet.- responde Roberta. -¿Podría dejar algo personal de su difunta hermana, como por ejemplo, sus zapatillas de ballet junto a la corona de flores en el funeral? ¿Por cierto donde se celebra? -Si, claro, el funeral se va a celebrar en la iglesia de St. Salvador.
Esta se queda llorando junto a el cuerpo de su difunta hermana pequeña y nos vamos. Quizás En el Hospital St. George revisamos el cuerpo de en alguno de los edificios de Scotland Yard Lady Georgina. Al acercarnos nos damos cuenta tuvieran alguna información adicional. que desprende un olor familiar, uno de los 61 SO doctores nos confirma que la habían dormido utilizando cloroformo. En la ex-vivienda de William Raines parece no -Las dos victimas fueron drogadas.haber nadie, en el buzón figura el nombre de la añade Lestrade. que seguramente es su hermana, Sarah Raines, uno de los vecinos nos cuenta que era un chico algo extraño que no hablaba mucho y que en días -Lady Alice con somníferos y Brandy y Lady Georgina con cloroformo, ninguna de las laborales le veía bebiendo en la Taberna Crown, dos muestra señales de haberse defendido. al parecer iba allí para escaquearse del trabajo de sirviente, poco mas nos puede ayudar este -¿Insinúa que ha sido el mismo hombre?- amable vecino. pregunta Lestrade sorprendido.
57 SO
-Sin lugar a dudas.
62 SO
Visitamos la antigua vivienda de Herman -Pero una chica la sacamos del Támesis y Nudelman, uno de los asistentes de los Marsh, la otra estaba colgada de una farola. pero allí nos recibe una señora muy mayor que nos grita y nos dice que no le conoce. -El modus operandi puede cambiar, Lestrade, pero no esta marca distintiva. En 84 SO ambos casos las victimas tenían una media de seda atada en el cuello con el mismo nudo y las Tras averiguar donde vivía Ralph Owen, nos mismas marcas de ataduras, esta es la tarjeta de dirigimos allí para ver si estaba, este nos recibe visita de el asesino, este hombre deja su marca amablemente en su antiguo hogar. en su trabajo, como lo hace un pintor al firmar un lienzo. -Buenas señor Owen, sentimos la Preguntamos a Lady Roberta si la ropa era de su hermana a lo que ella nos responde que no , eso nos hace pensar que la ropa que llevaba Lady
molestia, sabemos que ha venido a el barrio donde vivía ya que suele venir para comprar flores para su abuela.
-Hola sr. Wiggins, ¿en que puedo ayudar?
-¿Cuantos años hace que trabaja para el Duque de Erez?
BARRIO NOROESTE
-Pues soy uno de los mas nuevos señor. ¿Donde estaba usted el Domingo por la noche? -Fuí a jugar al billar a el Club Cook junto a algunos compañeros del servicio, solemos ir algunos fines de semana. -Perfecto señor Owen, no hay mas preguntas.
89 SO Preguntamos en Hobby & Gullick si fabrican zapatos para Lord Marsh a lo que el chico que nos atiende nos contesta que nunca ha fabricado zapatos para el, así que agradecemos al encargado su tiempo y nos despedimos.
100 SO Visitamos la casa de los Gould, una señora anciana, nos invita a tomar un refrigerio. -Cuéntenos señora Gould, ¿Tiene usted Hijos? -No, mi hermana Lisa tuvo tres preciosos hijos, de los cuales la mas pequeña fue una hermosa niña. -¿Cómo se llaman sus sobrinos? -Sabina, Stanley y Michael. los dos pequeños eran gemelos y cuando eran jóvenes semarcharon a trabajar como sirvientes. -¿Y que es de Sabina? -Ella falleció, una dura enfermedad se llevó a la mi pequeña sobrina.- rompe a llorar desconsoladamente. -Gracias señora Gould.
4 NO La anciana que cuidaba a Claire Thomas cuando era una niña nos cuenta que desde temprana edad empezó a servir a los Duques de Erez, era íntima amiga de Betty Oswald, que también trabajaba para los Duques hasta que prescindieron de su trabajo ya que pensaban que robaba prendas de ropa, como ropa interior, zapatos etc. Tuvo que buscar otro trabajo. Tras eso, Claire seguía siendo su mejor amiga y Betty aseguraba que nunca había robado nada, pero que se puso a trabajar para el sastre de la tienda Poole & Co. Donde fue compañera de Michael Gould que posteriormente trabajaría para los Duques De Erez cuando ella se suicidó en extrañas circunstancias.
42 NO -Este caso me parece bastante sencillo, tenemos a un asesino que repite un mismo patrón cada vez que actúa, y sabemos que era alguien que las victimas conocían, Wiggins, solo hay que descartar a los sirvientes que nunca están cuando alguna de las jóvenes desaparece y averiguar quien está en esos momentos junto a las familias, sobretodo fijándonos en los apellidos. Holmes enciende su pipa y explica. -Wiggins, una visita a el funeral de las victimas podría revelar algún detalle ¿no cree? Probablemente con algún cebo que llame la atención del asesino podría ayudar a descubrirlo, o interrogar a la única víctima que ha podido sobrevivir. -Seguro que si, Sr, Holmes.
54 NO Lady Rafferty prescindió de los servicios de una de sus sirvientas, la difunta Betty Oswald, nos
dirigimos a hablar con los Rafferty. -Señor Lord Rafferty quería preguntarle algunas cosas. -Claro Wiggins, dígame. -¿Tuvo una sirvienta a la que despidió por robarle prendas de ropa a su mujer? -Mi mujer fue la que prescindió de sus servicios Sr. Wigings, se llamaba Betty Oswald. -Exacto, ¿y sabe que fue de ella después? -Se puso a trabajar para un sastre un par de meses y luego se dice que se suicidó, encontraron su cadáver en el Támesis. -Gracias señor Rafferty, ¿conocía a un chico apellidado Gould? -Por supuesto, Stanley era un gran trabajador, un chico muy atento, tenía fama de ser muy atractivo, según las doncellas.concluye entre risas. -¿Porque prescindió de los servicios de Gould?
-No se si los recordare todos, pero si mal no recuerdo, uno de ellos era Ralph Chambers, estoy seguro. -Muchas gracias.
86 NO Nos dirigimos a ver a Lord Marsh, cuando llegamos nos recibe él mismo acompañado por Lestrade, muy nervioso. Nos informa de que su hija Lady Georgina ha desaparecido poco antes de las 21:00h.tras subir a su habitación. -Es su primera temporada, había estado ensayando para una representación que tendrá lugar en la corte del Rey, estaba cansada y muy afectada por la desaparición de Lady Alice, subió a su habitación y su madre subió a los 10 minutos, la puerta estaba cerrada por dentro y no obtuvimos respuesta. .¿Que hicieron? -Forzamos la puerta. -¿La habitación estaba vacía? -Si.- responde Lord Marsh.
-Parece que le llegó una oferta de Lord Marsh y no la quiso desaprovechar. -Gracias por su tiempo señor.
83 NO Hablamos con el dueño de la Taberna Crown. -¿Conoce usted a William Raines?
-¿Donde se encuentra Lady Marsh? -Se ha acostado. -¿Ha recibido atención medica?- pregunta Lestrade. -Hemos llamado a nuestro medico y la ha sedado.
En ese momento entra Lady Roberta, la hermana -Claro, ¿como no le voy a conocer? es un mayor de la desaparecida, pidiendo que encontremos a su hermana, Nosotros solicitamos cliente habitual en la Taberna. poder visitar la habitación de la victima. -¿Sabe si estuvo aquí el pasado Domingo Subimos a la habitación y analizamos todos los Por la noche? elementos mientras tanto Lestrade dice que Lord Marsh está muy unido a el Rey, descubrimos una -No lo recuerdo del todo bien pero creo que si, algunos Domingos viene con algunos de escotilla en el techo de la habitación, entramos por ella y salimos al tejado, en este momento sus compañeros a tomar alguna copa. imaginamos el resto de lo ocurrido, volvemos abajo para hablar con Lord Marsh. -¿Podría darme alguno de los nombres?
-Me temo que se como secuestraron a Lady Georgina, me gustaría poder ver la lista del personal de servicio.
BARRIO CENTRO OESTE
2 CO Tras hablar con Lestrade y decirme que iba a la taberna Raven & Rat para interrogar a algunas fuentes nos dirigimos al funeral. La niebla es tan espesa que no deja ver mucho mas allá de cinco metros alrededor, en la Iglesia St. Salvador, estaban los familiares de las difuntas Lady Alice y Lady Georgina, y allí las coronas de flores. Nos quedamos vigilando pero por desgracia el único hombre que se acerca a la corona con las zapatillas de la joven es su padre, Lord Marsh, que claramente no podía ser el asesino porque él es el que me pidió que encontrara al culpable de la muerte de su hija, parece que la trampa no ha funcionado y de repente se escuchan gritos..
En ese momento aparece Lady Marsh llorando y gritando que encontremos a su hija, nosotros nos retiramos y salimos a la calle, era una noche con una espesa niebla. -El clima perfecto para un hombre con intenciones asesinas. -Si, esperemos encontrarla antes de que suceda algo terrible.- contesta Lestrade. -Aunque ya está muerta. -¿Que?- Grita Lestrade sorprendido. -De eso estamos muy seguros. Esa misma noche Lady Georgina es hallada colgada de una farola y con una media de seda alrededor del cuello y la otra en la garganta, Lestrade nos cuenta que el cuerpo iba a ser trasladado a el Hospital St. George, en ese momento nos despedimos y nos marchamos.
Al terminar el funeral, entre la niebla espesa ha desaparecido la hermana pequeña de Lady Georgina, la pequeña Lady Imogen Marsh, que solo tiene 13 años y aquí el problema se vuelve mas grande ya que esta victima no encaja con el patrón seguido hasta ahora por el asesino.
8 CO Nos acercamos a la vivienda de Ralph Chambers sabiendo que estaba visitando a un primo suyo. -Señor Chambers, ¿cuanto tiempo hace que trabaja para el Duque de Erez? -Hace ya algunos años. -¿Donde se encontraba la noche del pasado Domingo? -A esas horas ya estaba durmiendo Sr. Wiggins. -¿Y no salió de su habitación para nada? -Prepare una botella de Brandy para el Duque, y poco mas, algunos domingos voy a
tomar algo después del trabajo con algún compañero.
-Simon nos dijo que solo fueron rumores, pero la chica parece que terminó suicidándose.
-¿Puede decirnos el nombre de su compañero?
-Lo siento caballeros no tengo mas información de estas personas, no hay nada mas en sus clasificadores.
-Si claro, William Raines Sr. Wiggins, pero este domingo William estaba en casa de su hermana.
Salimos a la calle y el viento sigue soplando, una suave niebla cae sobre londres y quedan pocas horas para que el sol empiece a caer.
-Gracias por sus declaraciones señor Chambers.
14 CO
16 CO
Disraeli O'Brien se pone a buscar archivos relacionados con Simon Pinckney y Betty Oswald, le esperamos pacientemente hasta que vuelve.
Nos dirigimos a ver a los Duques de Erez, allí está Lestrade interrogando a todo el personal del servicio para saber que hacían la noche del Domingo y nosotros mientras tanto averiguar sus rutinas y sus direcciones postales.
-Solo he encontrado una acusación contra Betty Oswald, pero al parecer no resultó ser culpable, no tengo ningún fichero mas que tenga información relacionada ni con Betty ni con Simon, ninguno tiene antecedentes criminales.
Nos recibe la Duquesa cara de cansada, parece muy afectada por lo sucedido, nos dice que hay agentes por toda la casa y que no es necesario tanto alboroto.
-El inspector Lestrade y sus hombres solo hacen su trabajo, pero creo que tal vez sea mejor llamar a el personal de servicio de uno en uno empezando por los de menor rango. -Gracias.- contesta la Duquesa aliviada. -Necesitamos una lista de los nombres del personal de servicio y quisiéramos poder visitar la habitación de la señorita Alice. -Si, Por supuesto, mi asistente personal Charles Allen les facilitará la lista, pueden subir cuando deseen. Subimos a la habitación de la joven repleta de policías que nos informan de que la chica podría haber escapado por la ventana que daba acceso al tejado y pedimos que los agentes salgan para analizar el escenario. Revisamos la cama y algunos lugares de la habitación dándonos cuenta de que una ventana está un poco abierta, la abrimos y salimos al tejado encontrando fuera una botella casi vacia de Brandy y unas colillas de tabaco las cuales habría que analizar. -¿Lestrade, cuando fue la última vez que tuvimos una noche clara? -El Domingo. -Debía tener frío, pero se envolvió con esto- encontramos una chaqueta de piel y le preguntamos a Lestrade, -¿Hay alguna salida de incendios cerca?
17 CO En Somerset House, el empleado nos dice que hay un certificado de defunción que fue firmado por un juez sin que se demostrará la causa de la muerte. Este nos muestra el certificado de defunción de Betty Oswald. Es breve y preciso. La señorita Betty Oswald se suicidó tirándose al río Támesis, o así lo decidió el juez de instrucción al parecer por no encontrar motivos. Edward Hall fue el abogado encargado de los asuntos legales de este caso.
-Si, Wiggins, La hay. -El asesino sabía por donde ir.. Preguntamos por el Duque y la duquesa nos dice que está en el club Tankerville, En ese momento pedimos que tomen huellas a todo el mundo. Tras eso interrogamos a dos personas del servicio, Ralph Owen, uno de los asistentes asegura que la botella de Brandy procede de las bodegas del Duque y que se la llevaron el Domingo por la noche justo después de las 23:00h. Mientras que la sirvienta Claire Thomas asegura que el abrigo es de la Duquesa. Agradecemos la cooperación y pedimos que tomen las huellas del personal, tras eso nos marchamos.
34 CO Llegamos a el Club Tankerville, donde encontramos a el Duque de Erez sentado tomando un refrigerio, lo saludamos de forma educada. -¿Su hija era muy infeliz? -Eso ha sido totalmente impertinente Wiggins.- responde el Duque indignado. -Al contrario excelencia, es totalmente pertinente, ¿Donde pensaba que estaba Lady Alice el Domingo por la noche? -No lo sabía, ya había salido una o dos veces anteriormente.
-¿Sin acompañante?, ¿a que hora se acostó aquella noche excelencia? -Creo que me acosté a media noche, ese día hubo una pequeña discusión y mi hija subió a su habitación, horas después no la encontramos, pusimos un anuncio de "Se Busca" pero creíamos que volvería. -Creemos que secuestraron a Lady Alice en el tejado. -¿En el tejado?- pregunta el Duque sorprendido. -En la parte exterior de su habitación, unos agentes encontraron una ventana medio abierta. Al parecer se la llevaron por la salida de incendios y la sacaron a través de los establos. -Por dios..- Susurra el Duque, este se queda callado con la mirada perdida.Nos despedimos y nos marchamos tras un silencio.
85 CO Llegamos a la dirección y vemos la entrada a la comisaría de Great Scotland Yard y la entrada a un edificio con varias viviendas. ¿A cual de las dos localizaciones nos dirigiremos? (Cada una cuenta como una pista).
Edificio De Viviendas (Si seguimos la pista de Laura Parker)
Al entrar un vecino nos cuenta que en ese mismo edificio hace algún tiempo se hospedaba una pareja que sin dar explicaciones desaparecieron y al parecer ahora trabajan como sirvientes cuyos nombres eran Jefferson Hope y Laura Parker. Por lo visto ahora trabajan por separado, así que, revisamos donde vivían tras dejar este edificio y al parecer estuvieron hospedados en casa de un señor mayor llamado Ernest Sparks.
Great Scotland Yard (Si seguimos la pista de Lady Imogen Marsh o Guilia Venere.)
Entramos a Great Scotland Yard, donde estaba la pequeña Imogen, la única superviviente del asesino al que estábamos buscando. Al entrar nos Visitamos la vivienda de Jefferson Hope, pero recibe Lestrade junto a Guilia Venere la allí nos recibe una joven afirmando que es su psicoanalista a la que pedimos que interrogue a sobrina y que Jefferson hace algunos años que la pequeña con mucho cuidado por posibles se había marchado a vivir con una antigua traumas. pareja. Guilia interroga a la pequeña Imogen, que cuenta -¿Sabría decirme el nombre de la mujer que el asesino le quitó la ropa y tenía ya con la que Jefferson se fue? preparado el vestido que iba a ponerle, la ató de muñecas y rodillas, le quitó los zapatos y le -Si no recuerdo mal su nombre es Laura introdujo una media de seda en la garganta, le Parker.- contesta con cierto tono de duda la abrazó los pies y la arrastró por unas escaleras joven. cuesta arriba hasta dejarla en la calle, la pequeña de 13 años lloraba de forma desesperada, aunque -Señorita Hope ¿nos podría decir si el trauma podría haber sido mucho peor. Cuando siguen siendo Jefferson y Laura pareja? Guilia termina de interrogarla, entramos para hacerle unas pocas preguntas. Le pedimos que -Hay rumores de que mi tio le era infiel se quite los zapatos y nos percatamos de que con una chica de la alta sociedad, pero creo que tiene una deformidad en uno de sus pies, el casero que les hospedaba podría saber mas seguramente esta era la razón por la que el detalles. asesino la dejó marchar. Cuando sacamos a la pequeña de la sala de interrogatorios y pasa -Perfecto señorita, Hope, nos ha sido de por la zona donde hay algunos sirvientes, mucha ayuda, no tenemos mas preguntas.-nos esta grita que el asesino está allí, declarando despedimos y nos marchamos con algunas dudas. firmemente que es Stanley Gould, al que tomamos las huellas pero no coinciden.
73 CO
BARRIO CENTRO ESTE
-¿Recuerda el nombre de la heredera Americana o del Lord? -Creo que Rafferty, si no recuerdo mal. -¿Que le ocurrió a la chica señor Poole?
5 CE Visitamos a la madre de Betty Oswald, esta nos cuenta que su hija era una niña ejemplar. -Nunca me creeré la falsa historia de que mi hija se suicidó. -Tranquila, hay un hombre que asesina a jóvenes y vamos a demostrar que no fue un suicidio. -Gracias Sr. Wiggins.
10 CE El sastre de Poole & Co, nos recibe y Wiggins inventa una historia, diciendo que somos familiares de una antigua trabajadora suya, este , una foto de la chica, pero al no tener nos pide ninguna, le decimos que se la podemos describir, Wiggins improvisa una descripción tal y como hemos imaginado que sería, siguiendo el patrón de Lady Alice. -Creo que había una chica que encaja perfectamente en su descripción y que de hecho era americana. -¿Cómo?- contestamos sorprendidos. -Recuerdo que se llamaba Betty Oswald. Oswald era el apellido de soltera de su madre.En este momento sospechamos que hubo una victima anterior a Lady Alice. -La chica en cuestión vino a Inglaterra como sirvienta personal de una rica heredera americana que se había prometido con un Duque ingles, la joven siguió trabajando para ellos después de su boda hasta que ese mismo año en navidades decidieron prescindir de sus servicios y por año nuevo vino a pedirme trabajo, yo ya tenia contratado a Gould como ayudante, pero aun así decidí contratarla finalmente.
-Creo que nunca se supo señores, en su partida de defunción pusieron lo que dictó un juez y poco mas-. El señor Poole se queda callado, solo faltaba acabar de encajar las piezas y averiguar cuales fueron las causas de la muerte de Betty Oswald.
34 CE Filbert Raike había servido muchos años a los Duques de Erez, le caía muy bien a el rey, y era muy amigo del comisario ya que se había criado en el mismo barrio. Al visitar su anterior vivienda su madrastra nos cuenta que esa misma mañana había ido a verla y que le había contado que el comisario tenía una carta del Rey diciendo que la policía no era lo suficientemente eficaz y que esperaba que este asunto se resolviera sin cobrarse mas vidas. -Sr. Wiggins, un hombre ha cometido unos crímenes y ha dejado multitud de pistas. ¿como es posible que no haya sido encontrado? -Le aseguramos que lo vamos a encontrar muy pronto, señora, nos gustaría saber donde estaba Filbert la noche del pasado Domingo. -Filbert vino a dormir aquí, a el le gusta venir los domingos para descansar mas ya que aquí hay mucha tranquilidad. -¿No sabe con quien estuvo? ¿a que hora llegó? -Siempre suele estar con William, son buenos amigos, suelen quedar para tomar algo después del trabajo y se van a descansar. -Muchas gracias, con su permiso la dejamos.
36 CE
52 CE
Edward Hall nos cuenta que se encargó de todo el proceso legal de una chica que se suicidó hace un tiempo, el cadáver de Betty Oswald, tras analizarlo se pudo encontrar una media de seda atada a su cuello y otra en su garganta, todo indicaba que era un suicidio y que la chica se había tirado a el rio Támesis , la policía no pudo encontrar mas pruebas.
Llegamos a toda prisa a la taverna Raven & Rat, allí Lestrade está hablando con Porky Shinwell que dice que había escuchado rumores acerca de una joven sirviente de Lord Rafferty que se había suicidado , su compañero ahora trabajaba para Lord Marsh, y que no nos puede ayudar mucho mas. Lestrade nos informa de la desaparición de la pequeña Lady Imogen Marsh durante el funeral de las víctimas anteriores, que unos ciudadanos la han encontrado por la calle a 38 CE salvo pero muy débil y que ya la tenían en Sir Jasper Meeks explica que Lady Alice tenía Great Scotland Yard para interrogarla. unos 20 años o menos. Allí también estaba Al parecer esta vez el criminal no había Lestrade para intentar averiguar mas datos del asesinado a su victima y ella había podido asesinato, El forense explica que la victima tenía escapar. -¿Porque la habría dejado irse? una media alrededor del cuello y otra en la garganta, nos describe la ropa que llevaba: -No lo se pero hay que interrogar a la niña y para ello tenemos a una psicoanalista -Chaqueta corta y negra, estola de piel barata, falda negra de seda, elegante y gastado, perfecta. el atuendo típico de una prostituta. Tenía un 61 CE cuerpo bien alimentado, el cuello amoratado y marcas de ligaduras en rodillas y muñecas, parece que la ataron.. Quizá un juego con algún En el restaurante nos reunimos con Holmes, cliente que se le fue de las manos.. Aunque por Watson y Guilia Venere, que nos cuenta que es su fina apariencia no diría que es una chica de psicoanalista titulada, a lo que le respondemos que no lo sabíamos y esta nos dice que según la calle. tiene entendido el Sr. Holmes no confía en las Con estos datos deducimos que la ropa podría mujeres. ser de alguna victima anterior ya que, siendo -Las Mujeres son un mal necesario.una chica de la alta sociedad no debería ser responde Holmes con voz desafiante. suya y eso nos preocupa. -Gracias doctor, nos ha ayudado a averiguar algunos detalles del asesinato. -Un placer caballeros.
39 CE
Guilia se ríe y dice que deduce que nunca ha estado enamorado a lo que el Sr. Holmes dice que su cerebro siempre ha estado controlando su corazón. Tras eso la señorita Venere afirma que tiene el presentimiento de que el asesino se quedó la ropa de Lady Alice porque para el tenía un significado especial, a lo que le insistimos que nos lo explique.
A Robert Laine le preguntamos donde estaba la noche del Domingo, a lo que este responde que debe confesarnos que mantenía una aventura con Alice Uber, una de las asistentas y que podemos -Es como si se la hubiera guardado para comprobarlo si hablamos con ella. el mismo. -¿Quieres decir para vestirse con ella? -Posiblemente.- afirma la señorita.
69 CE
-¿Algún tipo de fetichismo tal vez? -¿Conocen el libro Psicopatías Sexuales de Richard Von Krafft? -No demasiado.
El mayordomo de John Tully nos recibe y nos hace esperar, para poco después aparecer junto a Langdale. -¿Que les trae por aquí señores?
-Tiene estudios fascinantes aunque algo -Nos gustaría hablar con Langdale. anticuados acerca de los trastornos sexuales, sadomasoquismo, travestismo, necrofilia, -Sr. Wiggins, supongo que buscan zoofilia, violación y la lista sigue.. Podéis leerlo información acerca de la joven asesinada, Lady si queréis en la Biblioteca de Londres, Lomax su Alice Erez, al parecer llevaba la ropa de otra bibliotecario seguro que os puede ayudar. persona, muy raro. -Gracias, lo tendré en cuenta. En ese momento el camarero le dice a Holmes que tiene una llamada. Al regresar le preguntamos quien es y este solo alcanza a decir: -Era August Marsh, una de sus hijas ha desaparecido.
66 CE El en domicilio de Guilia Venere nos recibe un anciano, que es su padre, que está algoenfermo y que Guilia no está allí. -¿Sabe como podríamos hablar con la señorita Guilia? -Puede que esté trabajando, le gusta mucho lo que hace. -Si habla con ella dígale que nos gustaría hacerle algunas preguntas. -Sin duda, puede que la encuentren en alguno de los edificios de Scotland Yard ¿ha ocurrido algo?- responde el hombre con cierta duda. -Muchísimas gracias señor, no le ha ocurrido nada a su hija, pero nos podría ayudar con un caso de asesinatos. -De nada, si veo a mi hija se lo diré, espero que detengan a ese asesino lo antes posible.
-Exactamente señor Pike, Scotland Yard no sabe por donde empezar a buscar. -La verdad que no tengo apenas información, pero es muy curioso que la ropa le quedara tan bien, puede que el asesino haya trabajado anteriormente como sastre o algo parecido. -¿Sastre? -Si, tiene muy buen ojo para la ropa, ¿no les parece señores?, ahora vamos a continuar el señor Tully y yo con nuestra pequeña reunión ya que hay algunos otros asuntos que también me interesan, pueden estar seguros amigos míos, que si recibo alguna información se la haré llegar, aunque ahora que recuerdo hubo hace tiempo un robo en una sastrería en la que se culpó a una joven pero algunos rumores apuntaban a Simon Pinckney, que vive a unos 10 minutos de aquí, en el 70 de Beech Street. -Solo fueron rumores señores.- añade Tully. -Exactamente, pero puede que sepa algo o tenga información de quién era el sastre en ese momento, ustedes se dedican a investigar y yo a leer lo que escribo.- concluye Pike. -¿Quieren tomar algo señores?- pregunta Tully muy amable. -No, gracias, vamos a continuar con esta investigación, queremos llegar hasta el fondo de este caso lo antes posible, trabajamos a contrarreloj.
70 CE Simon Pinckney nos recibe en su hogar. -Corren rumores acerca de que usted cometió un robo hace tiempo en una sastrería. -Fue en Poole & Co, culparon a la señorita Betty Oswald que trabajaba allí, justo ese día yo fui a comprar a esa sastrería, al parecer la joven fue despedida y tiempo después trabajó para unos duques, aunque mas tarde se suicidó, o eso dijeron. -¿Como puede demostrar que no fue usted Simon? -No llegué a entrar a la tienda, cuando llegué ya se había producido el robo, ya sabe como son las malas lenguas. -Gracias Simon, o tenemos mas preguntas.
82 CE La hermana de Raymond Hadfield nos cuenta que siempre ha creído que su hermano estaba enamorado de una de las sirvientas que terminó suicidándose lanzándose al río Támesis, aunque el nunca lo ha admitido y siempre ha tenido celos de uno de sus compañeros del que solo recuerdo su apellido, era Gould. -Sr. Wiggins, no creo que mi hermano fuera un asesino, desde pequeño cuidaba y daba de comer a los animales callejeros, y siempre ha cuidado de mi. -Tranquila señorita Hadfield, simplemente estamos descartando posibles sospechosos, tenemos las huellas del asesino, así que pronto le descubriremos.
85 CE Visitamos el Restaurante Garraway, y nos recibe el maître,
71 CE Alice Uber evita nuestras preguntas hasta que le decimos que es sospechosa de estar encubriendo a un criminal.
-¿Conoce a Jefferson Hope? -Si, señor, le conozco. -¿Tenía alguna reserva el pasado Domingo por la noche?
-La noche del Domingo estuve con un compañero terminando algunas tareas y tomando Este revisa las reservas y en efecto ve una un té. reserva de Hope y nos cuenta que suele visitar el restaurante todas las semanas para verse con -¿Puede decirnos de que compañero se Minnie Cavill, una mujer casada, a lo que añade trataba? que guarda el secreto porque es un buen cliente. -Si, era Robert.. Robert Laine, es uno de mis compañeros con el que me llevo muy bien, pero solo tomábamos Té. -¿Notó algún comportamiento extraño en alguno de sus compañeros? -La verdad es que no, algunos se fueron a tomar unas copas, y nos quedamos dormidos muy pronto. -Gracias señorita Uber, nos ha servido de mucha ayuda.
FINAL DEL CASO
Nos reunimos todos en el 221b de Baker Street para sacar conclusiones de todo lo investigado, es Holmes el que toma la palabra. -Bien, este caso no ha sido del todo sencillo, aunque desde el principio tuve clara una cosa. El asesino era un hombre.
asesino en serie y que vestía a la nueva victima con la ropa de la anterior. -Pero hasta el momento no teníamos ningún sospechoso.- contesta Watson con tono contundente.
-Sí, pero había una víctima a la que no había asesinado, solo hemos tenido que dirigirnos hasta Great Scotland Yard para interrogar a la pequeña Lady Imogen Marsh. -Si, pero analizando bien las colillas de cigarro Con su declaración todo quedaba claro, tenía un encontradas en el tejado de la casa de Lady vestido para ella, la ató de muñecas y rodillas y Alice, podemos observar que algunas estaban luego introdujo una media de seda en su apagadas con el zapato de un caballero, además garganta, el único problema es que la niña tenía de que todas las víctimas eran chicas jóvenes, una deformación en uno de sus pies y por eso el de un perfil muy similar y su modus operandi asesino la dejó irse. Tras interrogarla hemos era el mismo. Las drogaba, las secuestraba y las tenido la suerte de que en ese momento ataba para finalmente matarlas con una media reconocería a el asesino. de seda en la garganta y otra atada en el cuello -Pero las huellas dactilares de ese con el mismo nudo. Solo tuve que leer el libro que me recomendó la psicoanalista Guilia hombre no coincidían con las del sospechoso.Venere en la biblioteca para tener claro que el dice Wiggins. asesino era un adicto a el fetichismo y que -Ya, pero la reacción de la joven lo dijo mataba por placer. todo y recuerdo que al revisar las listas de personal de los Duques de Erez y de Lord Marsh -Pero no sabíamos que iba a volver a me dí cuenta de que había dos personas con el matar Sr. Holmes.- dice Wiggins. mismo apellido, Stanley Gould y Michael Gould. -Ya, pero lo ha hecho y analizando el mi siguiente paso fue el de ir a la vivienda de cuerpo de Lady Georgina y viendo que la había sus familiares para hablar con su tía y ella me lo vestido con la ropa de la anterior víctima todo confirmó, los Gould eran hermanos gemelos, hacía pensar que Lady Alice llevaba la ropa de por eso las huellas del primer sospechoso no una víctima anterior y que la próxima víctima coincidían, pero al comprobar las de su llevaría la ropa de Lady Georgina, por lo que hermano el caso había quedado resuelto. tuve claro que era un -Pero también podría haber sido una mujer.- contesta el Dr. Watson.
Holmes ha resuelto este caso siguiendo 6 pistas: Primero ha ido a visitar a los Duques de Erez (16 CO), Luego, tras la reunión con Guilia Venere (61 CE), ha visitadoa Lord Marsh (86 NO). Seguidamente ha ido al Hospital St. George para analizar el cuerpo de Lady Georgina (57 SO). Revisando las listas de personal de los Erez y los Marsh, se ha dado cuenta de que había dos trabajadores con el mismo apellido, posiblemente hermanos, el cual, visitando su antiguo domicilio lo confirmamos (100 SO). Tras eso se ha dirigido al edificio de la policía Great Scotland Yard donde la pequeña Lady Imogen cree reconocer a el asesino, por lo tanto ha comprobado las huellas de los dos hermanos (85 CO).
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