76 años de LIBERTAD de mi abuelo Juan Carbón Antero (actualizado) VIVA LA LIBERTAD !! VISCA LA LLIBERTAT !! VIVE LA LIBERTÉ !!
En mayúsculas y en todos los idiomas, gritándolo bien alto y quien mejor que Mandela para hablar de Libertad. Hoy se cumplen 76 años de tal día como hoy, un jueves del día 17 de octubre de 1940, que mi abuelo paterno Juan Carbón Antero, sería Libre. Empecemos diciendo que se entiende por Libertad. La libertad es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad de la persona. Según las acepciones 1, 2, 3 y 4 de este término en el diccionario de la RAE, el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras,aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos. Pues la libertad implica una clara opción por el bien y el mal, solo desde esta opción se estaría actuando desde la concepción de la teología.
No hay nada en la vida más preciado que la Libertad, nada hay. Sin ella, estamos muertos; sin ella no hay justicia y por encima de todo, sin Libertad, no hay Paz.
Por ello, en este articulo iré alternando fotos de la Prisión Provincial de Huelva, que realizó el fotógrafo Rainer Viertlböck para que a medida que vayamos leyendo, podamos ir adentrándonos no solo en la historia personal de mi abuelo, sino también ir adentrándonos en esa cárcel, como metáfora y simbolismo de lo que fue la Dictadura de Franco, una cárcel de la que todos los españoles estuvieron cumpliendo condena durante los tres años que duro la maldita Guerra civil y los 36 años siguientes.
Gracias al Archivo Histórico Provincial de Huelva y gracias como no, a las personas como el Director Luís Carlos Gómez como los técnicos Ana Mª Mesa y Francisco Manuel, que tan amablemente me hicieron llegar tanto los archivos civiles de las 15 páginas de Expediente Procesal Penitenciario como los archivos militares el Consejo de Guerra Sumario 562, digitalizado con 327 páginas, he podido reconstruir todo lo que en el articulo de marzo publiqué en tributo a mi abuelo y que hoy continúo, en otra fecha señalada de su pasado tan dramático. El Archivo Histórico Provincial de Huelva custodia y conserva, transferidos por Instituciones Penitenciarias, los expedientes personales de internos con un periodo cronológico que abarca desde el año 1933 al 1949 (fecha de salida de prisión). A partir de ahí la pista se complica y el camino de migas de pan abre diferentes senderos. Tenía pendiente escribir otro artículo sobre mi abuelo Juan Carbón, porque he de decir que el primero que hice sobre él, A mi abuelo Juan Carbón Antero, fue el que hice el pasado 29 de marzo de 2016, que coincidió con su 41 aniversario póstumo y precisamente falleció con 76 años.
Para poder hablar con propiedad, he de decir que aunque ese 17 de octubre de 1940 fue libre de su condena, no salió de la Prisión Provincial de Huelva ese día, sino el lunes 19 de agosto de 1940, que cumpliría arresto domiciliario en su nuevo domicilio de la Av. Escultora Whitney, 26 (o Ctra del Matadero, 26 como la llamaban entonces).
Hay varías fechas señaladas en su vida y algunas relacionadas con su dramática experiencia después del fallido golpe de Estado del 18 de julio de 1936: cuando lo indagaron en febrero de 1937, cuando lo detuvieron el 19 de octubre de 1937, cuando entró en Prisión el 22 de octubre de 1937, cuando salió excarcelado de la Puerta de la Prisión Provincial de Huelva el 19 de agosto de 1940 y sobretodo, cuando cumplió su pena el 17 de octubre de 1940. Para terminar con su Libertad definitiva, el 29 de mayo de 1947.
Esta fechas fechas de su excarcelación, de su cumplimiento de la pena o la de su Libertad definitiva, son las fechas que más quiero celebrar, por ser fechas de libertad. Las otras fechas, no las olvidaré nunca porque en dichas, “mataron” la Libertad de mi abuelo y a la de tantos, nunca hay que olvidarlas. El lunes 19 de agosto de 1940 salía excarcelado por la puerta de la Prisión Provincial de Huelva, camino de su prisión atenuada (arresto domiciliario), para reunirse con su esposa, mi abuela Feliciana Domínguez Pulido y sus dos hijos, mis tíos Juan y Paco, de 7 y 4 años respectivamente. Mi padre no nacería hasta 1943. Observase como se le hace firmar a mi abuelo (su firma temblorosa e incompleta), “quedo enterado de la obligación de presentarme ante las autoridades del pueblo de mi residencia y constituirme en prisión atenuada en mi domicilio que fijo en Huelva c/ Escultora Whitney, 26, hasta tanto no me sea comunicada la resolución como definitiva dicte la superioridad. “
Mi abuelo fue condenado por un Consejo de Guerra, a 12 años de prisión mayor. Luego el Consejo quedó reunido en sesión secreta para deliberar y dictar su fallo definitivo. La condena quedó fijada en 6 años y un día por el delito de Excitación a la Rebelión, según el párrafo segundo del articulo 240 del Código de Justicia Militar.
A ello también habría que añadir la responsabilidad civil que dentro del período de ejecución de su sentencia se determine. No solo lo encerraron sino que también hubo unas cargas económicas o de unas trabas para poder recuperar según que oficios (inhabilitación administrativa por ejemplo) o casos relacionados con la residencia de origen (los llamados destierros que también se aplicaban). Toda una aberración jurídica que se cebaba no sólo con los acusados por “delitos” incluso anteriores al Golpe fallido de estado de 1936, sino que además se reprimía a las familias de todos ellos, negándoles un presente y también un futuro.
Así es como fue la posguerra, terrible e infame para todos, pero especialmente para las familias señaladas por la cárcel o por haber tenido alguna relación con la República.
Por suerte, finalmente terminó reduciéndose una vez más por conmutación (2 días trabajados por un día libre, como ya expliqué en el articulo de marzo) hasta la prisión menor de 3 años. Lógicamente desde su excarcelación, los documentos iban pasando por muchos trámites y mientras mi abuelo intentaba tirar "palante", también debía estar presentándose cada quince días en dicho Juzgado militar de forma periódica y ya toda su vida tuvo que llevar esa carga, la carga de estar fichado, de ser un ex preso del régimen. Esa resolución definitiva no llegaría hasta el sábado día 21 de febrero de 1942. El 11 de marzo llegaría un telegrama postal (documento escrito que se enviaba entonces y que usualmente se usaba para enviar textos urgentes y que era el equivalente a los correos Electrónicos hoy en día), en el que se comunicaba la conmutación de la pena de 6 años y un día a 3 años. Aunque cuando llegó de forma oficial, mi abuelo ya no estaba en la Prisión
El martes día 22 de febrero de 1944, se informaba al Juzgado militar de Ejecutorias núm. 2 de esta Plaza, el licenciamiento definitivo de este recluso. Por último, el lunes día 29 de mayo de 1944, se procede al licenciamiento definitivo de este penado, dándole cuenta al interesado y al Juzgado militar de Ejecutorio correspondiente. Aunque no sería hasta el jueves 29 de mayo también, pero de 1947, cuando llegó la Providencia y se comunicó al encartado y a 16 más, la Libertad definitiva desde Sevilla. En concreto,el domingo 8 de junio de 1947 mis abuelos recibirían dicha Providencia y ahora sí, ya podía decir que no tenia que seguir yendo a personarse para dar cuentas de su condición de penado.
Incluso el héroe de mi abuelo, porque eso es lo que es para mí, un héroe como mi abuela una heroína y todos los abuelos de esa generación que pasaron tanto, tuvo que escribir una instancia pidiendo que esa frecuencia de “fichar” fuese más flexible. No hay que olvidar que mi abuelo tenia el oficio de cobrador, algo como un comercial, porque en esa época, se pagaba todo a plazos y además me consta por transmisión verbal que también trabajó en la compañía de teléfonos (pudiera ser que su hermana Pilar tuviese algo que ver en conseguir dicho empleo), desempeñando la misma función. La transcribo tal cuál, porque aunque la adjunte, se me saltan las lágrimas al leerla, escrita en tercera persona y no de su puño y letra, porque la escribió con una máquina de escribir (no hay que olvidar que era instruido con formación y había formado parte de la junta directiva del Partido Republicano Democrático Federal de Huelva e incluso fue interventor del Frente Popular en las últimas elecciones de 1936) o igual le ayudó su hermana Pilar, que también me llegó por transmisión verbal que era muy inteligente y dudo que mi abuelo tuviese una máquina de escribir con las penúrias que pasaron. “JUAN CARBÓN ANTERO, natural y vecino de Huelva, de estado casado, de 43 años de edad, a V.E. tiene el honor de exponer:
Que teniendo necesidad de desplazarse a los pueblos de la provincia de Huelva en viajes de negocios con cobro de comisiones, con el fin de allegar recursos para la alimentación de sus dos hijos, debiendo en algunos casos, por la falta de medios de comunicación pernoctar fuera de su residencia habitual y como quiera que por haber sufrido condena por asuntos políticos tiene la obligación de presentarse en la Comisaria de Vigilancia, pudiéndose dar el caso de que por los motivos antes expuestos hubiera de faltar en alguna ocasión a dicha presentación, es por lo que a V.E. se digne concederle, si a bien lo tiene, la debida autorización para dichos desplazamientos y su permanencia en algunos de los puntos en que por necesidad hubiera de encontrarse. Gracia que, no duda alcanzar de la reconocida rectitud de espíritu justiciero de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años.“ Huelva 15 de abril de 1941 (con su firma de su puño y letra)
Como ya expliqué en el articulo A mi abuelo Juan Carbón Antero y que hoy amplio, creoque el mayor de los respetos hacia nuestros familiares antepasados conocidos y los que no conocimos ni nunca siquiera supimos ni su nombre, ni su lugar de origen u oficio, es nombrarlos y recordarlos. Como también se merecen tantos antepasados de mis dos ramas, la paterna y la materna, nombres y apellidos escritos en este blog del que me siento tan orgulloso, como mi tatarabuela Juana Tayllefert Márquez que tuvo que sacar adelante, ella sola, a sus dos hijos, mi bisabuelo Pedro y a José María; o por ejemplo, también se merece el mayor de los homenajes
su nuera, mi bisabuela Soledad García Pinilla, que se quedo viuda muy joven y sacar también adelante a sus 7 hijos, entre ellos mi abuela Juana Tayllefert García y otros muchos más de mi rama materna, todos merecidos. Como a su vez, en mi rama paterna, se merecen que se les recuerde a mi tatarabuelo José Antero Laguna que fue abandonado en una inclusa de Plasencia o su hija mi bisabuela Pilar Antero Teira que sacó adelante a sus 8 hijos, quedándose viuda también muy joven de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez, que también pasaría lo suyo, al tener que abandonar ambos su Galicia natal para seguir sus vidas en Huelva.
Todos ellos y muchos más, se merecen salir de esos anonimatos en los que estaban como pasa en la mayoría de las familias, porque es muy difícil la investigación familiar pero a la vez muy gratificante para nosotros, sus descendientes. Y espero que si algún descendiente de los nombres que aparecen en este articulo, se pongan en contacto conmigo para poder restablecer sus memorias. Lo hago con el mayor de los respetos porque aparte que me ampara la legalidad, es decir, los documentos pueden ser consultados si tienen más de 50 años desde la finalización del expediente o 25 si la fecha del fallecimiento de la persona en cuestión es conocida, además me asiste el deber moral de exponer tales injusticias y lo hago no solo dando nombres de víctimas sino también de sus jueces si así aparecen. Y gracias al expediente penitenciario y al consejo de Guerra que conseguimos y del que mencioné en el articulo que le dedicamos A mi abuelo Juan Carbón Antero podemos hoy darle su merecido homenaje a mi abuelo y a todas las victimas, porque hoy, es un día que significó su libertad, aunque por desgracia, siempre fuese ya hasta su muerte, un represaliado ex preso político, con todo lo que eso conlleva, por parte de una Dictadura que siguió siéndolo 36 años después de finalizar la maldita guerra civil.
Me choca oír lo de preso político, porque parece ser que por pensar diferente, uno ya habla de política, cuando en realidad, la vida es política si eso significa pensar libremente y actuar como tal. Tenerlos presente siempre en el día a día, porque de ellos venimos, somos lo que somos, en parte a ellos, aunque nosotros recorramos nuestra senda del camino, en menor o mayor fortuna. Hoy le honro una vez más, a mi abuelo Juan y mil veces más lo seguiré haciendo, porque fue un demócrata en unos tiempos muy revueltos, en el que el país avanzaba en esa dirección de progreso gracias a La II República (1931), cuando mi abuelo perteneció a ese partido.
Mi abuelo fue interrogado por sospechoso en sus declaraciones indagatorias de febrero de 1937 (junto a 16 personas más que también indagaron); arrestado por los agentes de la vigilancia el 19 de octubre de 1937 y aprisionado 3 días después, entrando en prisión el 22 de octubre de 1937. Ese día no entró solo en la Prisión, eran 22 personas los detenidos que entraron en la Prisión Provincial de Huelva ese viernes 22 de octubre 1937, 3 días antes de cumplir 4 años mi tío Juan.
Cómo ya expliqué en el articulo de marzo de mi abuelo Juan Carbón, en febrero de 1937, comenzaron las declaraciones indagatorias y se le preguntó (pregunta retórica porque ya sabían la respuesta), si estaba afiliado al Partido Republicano Democrático Federal de Huelva a principios del año 1931 y si en las primeras elecciones democráticas (después del reinado de Alfonso XIII) de ese año, si que formaba parte de la junta directiva. Mi abuelo confirmó dichas preguntas y lo único que matizó, es que en las últimas elecciones, las de 1936 lo único que hizo fue votar. Pobrecito abuelo mío, me lo imagino diciendo esa frase y se me saltan las lágrimas: lo único que hizo fue votar. Parece mentira que no se aprenda de las historias pasadas y luego se vuelven a repetir, incluso en tiempos de democracia. Votar es el símbolo de la democracia, Votar es un derecho, Votar debería ser sinónimo de Libertad.
De hecho, en España, la mujer no podía votar hasta que en la II República de 1931, se aprobó ese derecho y ya pudieron hacerlo en las elecciones de 1933. Según la Declaración de los Derechos Humanos (1948) de la Asamblea General de la ONU, en su articulo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Cuando lo indagaron en febrero de 1937 vivía en la calle Aragón, 29, cerca de la Iglesia de San Pedro, pero cuando el Comisario Jefe Leoncio Lumbreras de la Comisaria de Investigación y Vigilancia de la Dirección General de Seguridad de la provincia de Huelva, envió al Gobernador civil de la provincia, los expedientes indagatorios el 11 de noviembre de 1937, ya vivia mi abuela Feliciana y sus dos hijos Juan y Paco en el barrio del Matadero (Av. Escultora Whitney, 26), o al menos así constaba en dicho expediente.
En la firma del Comisario Jefe, a pie de página, salía la célebre frase Segundo Año Triunfal(refiriéndose al año 1937, contando desde el golpe de estado de 1936). En dicha declaración indagatoria, cuando le preguntaron dónde estaba en los Días rojos(cuando se sucede el Golpe de estado de julio de 1936), él contesta que en su casa porque su señora estaba para dar a luz (embarazada de su segundo hijo, mi tío Paco que nacería el 1 de septiembre). Dando fe de este hecho, sus vecinos Alfonso Díaz Cazorla y Vicente Toro García, que vivían en dicho número de dicha calle Aragón, 29.
En los procesos indagatorios de todas las personas que he podido leer y que están dentro del mismo Sumario de mi abuelo, hay algunos realmente curiosos y casi surrealistas, si no fuera por el dramatismo del momento. Como el caso del guardia civil que declara como testigo que uno de los acusados, el sanjuanero (natural de San Juan del Puerto) José Cuevas Pulido recriminó a un escopetero (miliciano republicano) que robase cirios del convento de las Teresinas. Después el declarante (guardia civil), le llamó al Cuartel para informar al acusado que las Madres Teresinas habían sido abandonadas (por temor a las represalias) y habían tenido que abandonar el Colegio. El guardia civil llamó a la Madre superiora para decirle que podía refugiarse en su casa y ésta le respondió que ya no hacía falta, que el acusado les había dicho que podían volver que ellos se encargarían de protegerla. De hecho, había dos madres refugiadas en casa del acusado. El guardia civil estuvo en contacto permanente con el acusado, pendiente de las novedades que sucedían en dicho Colegio, hasta la liberación de la capital (curioso el lenguaje fascista que se usa en todos los documentos de entonces). Finaliza declarando que durante los días Rojos lo tuvo siempre a la vista y que no cometió ninguna clase de delito. Que lo tiene como persona de buena conducta y que en cuanto su actuación política la ignora. En este colegio estudió mi madre y me ha contado muchas anécdotas de esa escuela, cuya devoción a Santa Teresa de Jesús le viene el nombre con que se conocían: las Teresinas. Respecto a este sanjuanero, con el apellido Pulido, con toda probabilidad será descendiente de mis antepasados ya que era natural de San Juan del Puerto, del mismo lugar que muchísimos antepasados por la rama materna pero también, una rama paterna. Me refiero a mi tatarabuela Feliciana Pulido Rodríguez, madre de mi bisabuelo Francisco Domínguez Pulido que era el padre
de mi abuela Feliciana, como así expliqué en el articulo de 111 años que nació mi abuela Feliciana. José Cuevas fue detenido en la Punta del Sebo, cuando estaba cazando sin tener autorización y por estar muy cerca de un arsenal de armas de las tropas nacionales. Este caso documentado, me ha parecido muy interesante por todo lo que explico y para más inri, vivía también en la carretera del Matadero, barrio por excelencia muy activo desde el punto de vista social, político y cultural, del cuál en algún próximo articulo dedicaré unas letras.
De los 17 acusados que les aplicaron Consejo de Guerra, 9 fueron absueltos (entre ellos el sanjuanero mencionado), 1 condenado a cadena perpetua, José Antonio Mora Romero (por delito de Rebelión militar) y los 7 restantes 6 años y un día de condena de prisión mayor, entre los que estaba mi abuelo. Entre estos 7, se dio el caso de Antonio Domínguez Ceada, que no pudo ya salir de la Prisión porque falleció de tuberculosis pulmonar en febrero de 1939. Me recuerda que de esa misma enfermedad falleció mi bisabuelo Juan Carbón Martínez el 6 de junio de 1901. Hay que decir, que un alto porcentaje de los prisioneros, fallecían antes de cumplir sus condenas, por las malas condiciones higiénico sanitarias y por la mala alimentación y seguramente también por el maltrato físico y psicológico a que eran sometidos. A ello habría que añadirles el hacinamiento y las enfermedades contagiosas y con los avances médicos o vacunas que entonces no se conocían. Aunque aún en ese caso, seguramente tampoco se los hubieran proporcionado.
Mi abuelo fue condenado, a 6 años y un día por el delito de Inducción a la Rebelión. A mi abuelo le tocó esa suerte, visto desde la perspectiva claro está. He de mencionar que estos 7 últimos acusados, entre los que se encontraba mi abuelo, hubieran podido ser condenados a cadena perpetua, pero que no fue así “al no haber apreciado circunstancias de agravación de la condena a la pena de reclusión perpetua y con circunstancias de atenuación”. Para poder entender mejor todo este embrollo judicial, explicaré como funcionaba el sistema judicial militar impuesto: En un Procedimiento se distinguen dos partes: el sumario y el plenario. Los procedimientos Sumarísimos, normalmente se iniciaban a través de una denuncia, un expediente de depuración, una detención, un atestado,... que se enviaba a la Autoridad judicial correspondiente. Esta autoridad designaba a un juez para que llevase el Procedimiento, remitiéndole las pruebas y los informes. El Sumario era secreto y en él habían declaraciones de testigos, recopilación de informes político-sociales, el auto de procesamiento, la declaración indagatoria (como la que le hicieron a mi abuelo en febrero de 1937) y por último, un auto resumen. Una vez concluida esta primera fase, la autoridad militar determinaba si se ampliaba el Sumario, si se sobreseía o si se elevaba la Causa al Plenario.
En el caso de mi abuelo, se elevó al Plenario, el 8 de abril de 1938 a las 9.30 h, 14 meses después que lo indagaran en febrero de 1938 y 4 meses después que ingresara en la Prisión Provincial de Huelva en octubre de 1937, cumpliendo prisión preventiva. El Juez militar (Instructor) era Francisco Willhelmi Castro (Alferez Honorario del Cuerpo Jurídico Militar). En la vista, se exponía el resultado de la fase anterior y comparecía el acusado para escuchar a la acusación y a la defensa. En el caso particular del Plenario de mi abuelo, no estuvo solo en el Consejo de Guerra, pero por desgracia, los que lo acompañaban eran 18 acusados más y todos también ya estaban en prisión, desde donde los trasladaron ese fatídico día también, de ese viernes 8 de abril de 1938 para el juicio militar que comenzaría a las 9.30 h y que a las 14.30 h reingresarían de nuevo en la Prisión, tal y como ya expliqué en el articulo de marzo. Y la defensa única para todos los inculpados, nombrada por la Autoridad Militar Competente, aunque no tenga conocimientos de derecho, que contará con un máximo de cuatro horas para preparar la defensa de los 17 acusados, incluyendo a mi abuelo Juan Carbón Antero. Era el Oficial Defensor del Consejo de Guerra Sumarísimo y de Urgencia de la zona. Franco estableció este procedimiento sumarísimo, que estaba previsto para los rebeldes militares en casos de emergencia militar, y lo aplicó para juzgar a políticos, sindicalistas, poetas, maestros de escuela…, y rojos en general.
Estos procedimientos judiciales, han sido calificados, y no sin razón, como justicia al revés por imputar el delito de rebelión militar a quienes se habían mantenido leales al régimen legalmente constituido. Se terminaba con la pregunta de rigor ¿Tiene usted algo más que añadir o manifestar? Ahí también me imagino a mi abuelo Juan, ante esta pregunta retórica, respondiendo que no, por mucho que le gustaría decir que sí y que todo era una farsa injusta, terminando con un viva la república. Dando paso a la fase reservada plenaria, en la que el Consejo de Guerra se retiraba a deliberar. La sentencia se emitía por mayoría absoluta, que no sería firme hasta la aprobación de la autoridad militar correspondiente mediante decreto. En algunos casos, la coexistencia de justicia militar y bando de guerra dio lugar a situaciones grotescas y dramáticas como el caso de personas que cuando iban a juzgarlas en un consejo de guerra, no podían presentarse porque ya habían sido fusiladas. Conforme a la orden del ejército del sur de 3 de marzo de 1937, ante la justicia militar se exponían a todos los individuos que habían participado en la “rebelión marxista”, incluso antes del fallido golpe de Estado del 18 de julio. Para atajar hasta la última de las raíces republicanas, incluso con carácter retroactivo hasta las primeras elecciones de 1931 donde ganó el Frente Popular.
Prisioneros republicanos en un campo de concentración de Barcelona Pero aún así, se fusiló a muchísimas personas antes y después de esa fecha, pero esa ley estaba ahí, para justificar incluso esos juicios totalmente de cara a la galería, dándole un aspecto legal y también de escaparate ejemplar a la población civil. Entre los delitos contemplados en el Código de Justicia Militar, destacan como más graves el de Rebelión y el de Adhesión a la Rebelión. Solían ser castigados con penas mayores que oscilaban entre 20 y 30 años de prisión y la pena de muerte. Le seguía en gravedad, la Excitación y auxilio a la rebelión. Castigado con una reclusión temporal que iba desde los 20 años para los considerados más graves, hasta los 6 meses y un día para los más leves. Por último, el menos grave de los delitos era el de Inducción a la rebelión. En el que se comprendían actuaciones de propaganda y agitación a favor de la República, castigadas con penas de reclusión menor.
Esta teoría variaba a veces, dependiendo del momento o la zona donde se juzgara, porque como era una Justicia al revés, la teoría se entremezclaba con la realidad y esos juicios rápidos y en grupo no hacían mejorar tampoco la justicia a aplicar, ya de por sí, toda una pantomima, dramática pero pantomima, sea para condenar gravemente, sea para liberar a quienes creyeran oportuno o sea para ejecutar. Curiosamente, hay contradicciones en las diferentes hojas que he ido revisando de las 340 hojas, en total, entre el Expediente penitenciario y el Consejo de Guerra, que iré revisando más
profundamente, porque nunca es suficiente y cuánto más las lees, siempre descubres algún detalle o algo nuevo que antes no vi y que bien podrían ser siempre revisables. Por ejemplo en esta última revisión, el delito por el que fue acusado, estaba claro en la primera hoja: Inducción a la Rebelión pero a medida que he ido revisando las 327 páginas del Consejo de Guerra aparecen otros conceptos. Pero en una de las hojas, aparece el delito de Auxilio a la Rebelión y prisión a 6 años y un día de prisión mayor. Teniendo en cuenta que al escribir a trompicones como se escribiría, por soldados escribientes que no dominaban toda la jerga jurisdiccional y además una jurisdicción que en la teoría para los dictadores era legal, pero completamente ilegal en la práctica.
Algo así como una ley hecha para cumplirse, sin tener en cuenta la Ley (he puesto en minúscula la primera y en mayúscula la segunda a posta). Es lo que se dice Justicia al revés como dije anteriormente. También explicaba en el articulo de marzo, que a mi abuelo le conmutaron la pena de 6 años y un día a 3 años (por haber trabajado en la Prisión, dos días trabajados por un día de libertad). En los cómputos totales, contando incluso un día por ser bisiesto en 1940, de salir el 18 de octubre de 1943, pudo cumplir su condena el 17 de octubre de 1940. Hay que explicar que mi abuelo Juan Carbón Antero, sufrió la prisión preventiva antes de su juicio, que terminó por condenarle y en el computo de días, terminar contándole al total de días que tendría que cumplir. Pero que en otros casos no era así y la denuncia y el temor a ser denunciado se convirtieron en un importante instrumento de control social. Denunciar a un vecino y ponerlo en manos de la Justicia Militar siempre era efectivo: aunque la sentencia fuese absolutoria, difícilmente se libraba de la prisión preventiva.
Hay casos de absoluciones y sobreseimientos que fueron precedidos por más de un año de prisión preventiva. No está demás explicar el detalle de que se volvió a poner en funcionamiento el terrorífico garrote vil. Había sido derogado por la República, y fue recuperado por los rebeldes del 18 de julio. Hasta el siglo XIX había sido usado por los conquistadores en América. El artilugio fue introducido para “humanizar” la pena de muerte frente a la horca.
Otras ejecuciones serían la de fusilamientos, aunque se usara normalmente para altos cargos o jefes destacados del bando republicano. Los célebres “paseos” también moneda común, siempre, sin juicio y de forma cobarde en la oscuridad de la noche ... Las cifras de víctimas no están claras como en cualquier genocidio, pero aproximadamente se coincide en que pudieran ser cuatrocientos mil muertos. Aunque esas víctimas no fueron las únicas, ya que víctima también lo son, las personas encerradas en prisiones o en conventos habilitados como tales o incluso, en campos de concentración, que los hubo y muchísimos, repartidos por todo el país.
Presos en Ocaña (Toledo) También son víctimas, las personas que aún estando libres, eran esclavos de un sistema impuesto, sin libertad de pensamiento, sin libertad de religión, sin libertad de expresión, sin libertad para Votar, porque solo podía gobernar por la gracia de Dios, el Generalísimo.
A finales de 1933, el Presidente de la República Azaña, decidió disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones, que fueron, en efecto, ganadas por los partidos conservadores. Por parte de la izquierda, la reacción consistió en deslegitimar a los nuevos gobiernos y boicotear la vida parlamentaria, embarcándose a la vez en una intentona revolucionaria en octubre de 1934 que fue ahogada en sangre.
El clima se enrareció al máximo a partir de aquel momento, hasta que se consiguió forzar una nueva disolución de la cámara y otra convocatoria electoral, para febrero de 1936, ganada esta vez (siempre por escaso margen) por un Frente Popular que englobaba a todas las fuerzas de la izquierda. El orden público se deterioró gravemente a partir de aquel momento, con rumores de conspiración militares que finalmente, el 18 de Julio 1936, se hicieron realidad con el pronunciamiento del ejército, en especial el colonial situado en Marruecos, que dió inicio a la Guerra Civil. Es importante subrayar que se trató de un pronunciamiento o golpe militar, no de un “alzamiento nacional” o movimiento civil. Y que el golpe, como tal, fracasó en la mayoría del territorio peninsular. Luego el lenguaje fascista ha ido haciendo mella, como que las tropas sublevadas pasaran a ser las tropas nacionales o el bando nacional. O cuando se hablaba del Glorioso movimiento nacional en muchos de los documentos oficiales.
Si logró consolidar su dominio de aproximadamente un tercio del territorio peninsular fuegracias a que, con apoyo de los regímenes alemán e italiano de Hitler y Mussolini, los sublevados consiguieron transportar tropas coloniales desde Marruecos hasta el sur de Andalucía. Comenzó así una guerra muy larga y sangrienta. Un ejemplo sangriento sucedió el 26 de abril de 1937, cuando la ciudad de Guernica (símbolo de los Fueros vascos) fue incendiada y destruida al ser bombardeada por aviones alemanes que fueron enviados sobre Guernica para hacer un ensayo de guerra totalitaria. Era el primer ejemplo de este género de lucha: primero unas bombas para alarmar a la población [la gente comenzó a abandonar las calles y a esconderse en abrigos, en sótanos y bajo cubierto], luego oleadas de bombarderos con explosivos seguidos de bombas incendiarias y, por último, aviones ligeros que ametrallaban a los desgraciados que pretendía huir para salvar sus vidas.
Picasso inmortalizaría este episodio de la guerra civil en un cuadro y quiso que fuera expuesto en la Exposición internacional de París de 1937 y se convirtió en un simbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo. Estuvo expuesto en New York hasta que volvió a España en 1981, como pidió el pintor malagueño exiliado (se declaraba comunista y pacifista), hasta que volviera la democracia no volvería el cuadro. Si en el anterior articulo hablaba de Goya, por ser coetáneo de mis antepasados franceses, en este hablo de otro de los grandes pintores de la historia, como Picasso y recomiendo de nuevo, la serie El ministerio del tiempo, en su capítulo número 5, donde el extravagante y extraordinario pintor Velázquez da muestras de su admiración por Picasso que a la vez es mutua, indignándose el primero incluso, cuando le dicen que “lo que pinta Picasso (refiriéndose a su etapa cubista), lo podría pintar un niño”. La dictadura de Franco, no fue derribada por una movilización popular dirigida por la oposición política, ni tampoco por una conspiración dentro de sus propias fuerzas armadas (como en el caso portugués), ni por una derrota militar e invasión extranjera (como Hitler y Mussolini), ni por el desprestigio derivado de una aventura militar fracasada (casos de Argentina o Grecia). Pese a que en sus últimos años crecieran las protestas políticas y, en especial las generaciones
jóvenes y universitarias, fueran abiertamente hostiles al régimen, el dictador murió en la cama, con todas las instituciones y las fuerzas represivas del régimen en pie y en plena actividad
Hoy se cumplen 76 años de ese día tan especial, que siempre recordáremos ya su familia. Que paradojas del destino, dos días antes, antes de ayer, el sábado 15 de octubre también se cumplieron 76 años del fusilamiento de que fue President de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, en el Castillo de Montjuïch, junto a 45 republicanos.
Y dejando claro el merecido homenaje que se merece el que es el primero y único Presidente de Europa, elegido democráticamente por unas urnas, que ha sido fusilado por el fascismo. No puedo dejar de pensar en mi abuelo Juan Carbón y en los miles de presos políticos (que palabra tan poco apropiada, cuando yo diría presos injustamente presos), por no hablar de las miles de víctimas aún enterradas en las cunetas de carretera, bosques o incluso en el Valle de los caídos, junto al mayor asesino de la historia reciente de España, Francisco Franco y Bahamontes. Lluís Companys i Jovernota (Tarrós, 21 de junio de 1882 - Barcelona, 15 de octubre de 1940) fue un político y abogado español, de ideología catalanista y republicana, líder de Esquerra Republicana de Catalunya, ministro de Marina de España durante 1933 y presidente de la Generalidad de Cataluña desde 1934 hasta 1940. Exiliado tras la Guerra Civil, fue capturado en la bretaña francesa por la Gestapo, a petición de la policía franquista y trasladado a España, donde fue torturado, sometido a un consejo de guerra y finalmente fusilado en el castillo de Montjuïc.
Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones del 16 de febrero de 1936 y por Decreto de 21 del mismo mes, Lluís Companys, los miembros de su gobierno y el resto de condenados por los hechos de octubre de 1934 son amnistiados. Tras la ocupación de Francia por las tropas del ejército alemán, y a instancias del gobierno español ante éste, el 13 de agosto de 1940 Lluís Companys es detenido, siendo entregado a las autoridades españolas, el 29 del mismo mes, por la frontera de Irún.
La Geheime Staatspolizei (Policía Secreta del Estado), conocida como la Gestapo, fue la policia secreta oficial del Estado en la Alemania nazi. El asesinato de Companys fue el escarmiento de Franco a la Catalunya derrotada, como los asesinatos de millares de personas anónimas o a todos los que le quitaron años de vida en las cárceles o peor aún, en los campos de concentración que había en España y que la gente aún desconoce. Tras ser torturado en la Dirección General de Seguridad durante mes y medio, el 14 de octubre fue sometido a un consejo de guerra. El supuesto juicio no duró ni una hora y en él se acusó a Companys hasta de obligar a prostituirse a las hijas de una amante. «Lo que acaba de leer es canallesco y falso», protestó. En vano. La sentencia por «rebelión militar» ya estaba escrita de antemano: pena de muerte y embargo de todos los bienes. 76 años después, sigue siendo una sentencia firme no anulada por ninguna instancia judicial. Ni el Estado español, ni ninguno de los gobiernos que ha tenido desde entonces ha pedido perdón. Y lo que es peor, la figura de Companys apenas es reconocida en el Estado. Aunque como ya he dicho alguna vez, no se ha anulado tampoco el juicio militar de mi abuelo ni el de tantos millares de personas que fueron juzgadas y condenadas sin apenas ninguna defensa (siendo generosos). Por no hablar de los cientos de millares que aún siguen sin identificarse en las fosas comunes o cunetas de carretera. Siguen 76 años después, sin Derecho a la Verdad, sin Derecho a la Justicia y sin Derecho. Al menos a la Reparación, ya que del primero algo más ya sabemos, aunque no suficiente; respecto al segundo Derecho, ya no quedan apenas personas vivas para aplicarles esa Justicia que no tuvieron en vida.
Companys proclamó la República española en 1931, el Estado catalán dentro de una República española en 1934 y prefirió sumarse a la defensa de la legalidad republicana en 1936, en vez de meter la directa y proclamar la independencia, como muchas cancillerías europeas pensaban que haría Catalunya. Defensor de los pequeños propietarios agrícolas y puente entre el catalanismo y el anarcosindicalisme. En junio del 1931 fue elegido diputado a Cortes por la provincia de Barcelona; intervino activamente en las discusiones del proyecto de constitución de la República Española; votó a favor del voto femenino, el octubre del 1931 y fue nombrado vicepresidente de la Asamblea de la Generalitat y Presidente provisional, en sustitución de Jaume Carnero. En noviembre del 1932 era elegido diputado en el Parlamento de Cataluña, y primer Presidente del Parlamento. En las elecciones legislativas del noviembre del 1933 fue elegido Diputado por la ciudad de Barcelona. Companys tenía, además, una vertiente humana a prueba de fuego. Centenares de personas de derechas y varios clérigos huyeron de Barcelona tras la victoria de la resistencia en julio del 36 gracias al entonces President. Hasta el general Queipo de Llano, el mismo que instaba a matar republicanos «como si fuesen perros», se lo reconoció. «Dios se lo tenga en cuenta», dijo. Dios no se sabe, pero Franco no se lo atendió. Hace 76 años, descalzo, pisando su tierra tal y como pidió, un pelotón de fusilamiento acabó con su vida en Montjuïc. «Per Catalunya!», gritó justo antes.
Desde que se instauró la democracia, solo un partido político batalla por lograr la anulación del consejo de guerra que llevó a Companys a la muerte. Incluso se ha querellado en Argentina contra el Estado español para pedir la anulación de ese juicio a Companys y a otros 45 cargos republicanos fusilados por el franquismo, sumándose a una querella abierta por las víctimas de la dictadura. Por todas las víctimas de la dictadura. La Ley de Memoria Histórica califica los tribunales franquistas de "ilegítimos", pero no los considera "ilegales". Ese es el motivo por el cual no se pueden anular. Lo mismo sucede con el reconocimiento a las víctimas. "Como no están reconocidas jurídicamente, no pueden hacer uso de sus derechos civiles y democráticos para denunciar al Estado", a pesar que la Ley de Memoria Histórica fue aprobada por la mayoría del arco parlamentario, "ha resultado ser un tapón porque se basa en la Ley de Amnistía de 1977". España es el único país con pasado fascista que no ha reconocido jurídicamente a sus víctimas. La justicia universal y el reconocimiento de las víctimas del franquismo no existe en este caso. Haciendo un poco más de historia, explicar que desde 1969 Francisco Franco había institucionalizado como sucesor al príncipe Juan Carlos I, nieto del último rey de España (Alfonso XIII); tal previsión sucesoria se cumplió tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975.
La cara de Alfonso XIII tapada con un sello de la República Aparecía entonces el concepto de Transición española y está claro que fue un momento difícil y muy complicado, en el que influyó el miedo de las clases políticas a esa amenaza por una nueva guerra civil si no se daba “café para todos”. De ahí que aún intentando empatizar con esa situación difícil, también es cierto que no se hicieron las cosas bien ni se cerró la gran herida que había sobre el país, no de una Guerra que duró 3 años, sinó de una Dictadura que se alargó 36 años más hasta que Franco, ya anciano, falleciera el 20 de noviembre de 1975. Las circunstancias actuales, con una democracia estabilizada son muy diferentes y es por elloque “los nietos de la Guerra” queremos saber toda la verdad sobre la República, sobre la Guerra, sobre la Dictadura, sobre lo que pasó realmente y no “lo que no nos contaron”, incluso yo pediría que en las escuelas e institutos, se trataran estos temas como parte de la historia que sucedió en este país, como se explican las guerras históricas que casi siempre son de países muy alejados de éste y que nada tienen que ver con nuestros antepasados ni con nuestra cultura, para poder entender mejor las causas y las consecuencias de dicha guerra. En el articulo anterior sobre mis antepasados franceses en Huelva, indicaba incluso que apenas nada se sabia sobre la Guerra de la Independencia española y su lucha contra las tropas napoleónicas, algo que sucedió entre 1808 y 1814. Por todo ello, si puedo aportar un poco de luz, de ese contexto histórico que fue la Guerra civil, desde mi punto de vista siempre, sin ser historiador pero si, con el derecho que me otorga, ser nieto de mi abuelo Juan Carbón Antero y con el derecho de haber podido recuperar ese expediente penitenciario y también su Consejo de Guerra, usando su ejemplo para los que no pueden hacerlo y lo seguiré haciendo cada vez que pueda en éste o en otros nuevos aportes documentales.
Le rendí tributo el día 29 de marzo de 2016 porque se cumplían 41 años de su defunción y éste documento es el que he conseguido recuperar, el certificado de defunción de ese sábado 29 de marzo de 1975, un día que todavía había Dictadura, aunque ya postrera. Lo primero que detecto, es como siempre, un error y de los importantes y más cuando fallece y existen DNI, su fecha de nacimiento, pone 3 de abril.
Como ya expliqué en el articulo de marzo de mi abuelo Juan Carbón Y como ya demostré en el articulo de junio de mi bisabuelo Juan Carbón Martínez Mi abuelo, nació el jueves 21 de abril de 1898 a las tres de la madrugada en la calle Agua, núm. 2 de Huelva. En el certificado de defunción, consta que falleció a las 19.30 h del 29 de marzo de 1975 de arterioesclerosis. No consta la edad, pero ya la sabíamos, 76 años, a punto de cumplir los 77. Fue en la Residencia Sanitaria, llamada también por los onubenses, la Agroman.
Consta su último domicilio, que es el de la Ctra Matadero, 26, piso bajo (es la Av. Escultora Whitney que también le llamaban así por el famoso Matadero, hoy Escuela de Arte León Ortega). Aparece el nombre de quién declara Tomás Domínguez que vivía en la calle San Francisco, 1 (es la que está al lado del Ayuntamiento de Huelva y que se convierte en Miguel Redondo al atravesar la callle Arquitecto Pérez Carasa). Curiosamente esa calle se llama así por el arquitecto que diseñó la Prisión Provincial de Huelva, entre otros edificios.
Otra de las lagunas informativas que teníamos todos y cuando digo todos, me refiero a preguntas que siempre hice a mi padre o que incluso con mi tío Juan, el mayor de los hermanos, aparte de informarle siempre el primero, antes de publicar cualquier articulo, también a veces le he ido haciendo preguntas para confirmar mis avances e investigaciones. Me refiero al matrimonio entre mis abuelos Juan y Feliciana. Investigué y busqué ese certificado de matrimonio, probando fortuna en Villablanca, municipio donde pensaba que podría haberse casado porque por transmisión verbal me llegó que había pasado allí su infancia; también probé en Huelva y en el Registro Civil me dijeron que no había nada, mirándome alrededor de 12 años todos los certificados de matrimonio que tenían entre 1915 y 1927. He de decir que he aprendido que para buscar respuestas, hay que hacer bien las preguntas, pero también que a veces, a las Fuentes donde uno ha de buscar, como es el caso de los registros Civiles y otras administraciones. En este caso, les indiqué que podría ser aproximadamente alrededor de 1931, porque calculé que si mi tío nació en 1933, como sé que un par de años antes o después acostumbran a mirar, pues eso, bien podría ser un año de referencia. Además tenía ese presentimiento, que sería ese año, el año de proclamación de la II República. Desde este Registro, me miraron los años que antes dije, cuando mi abuela había nacido en 1905, no podría ser que se casara entre el 15 como año de referencia mínimo hasta llegar el 27, como año tardío. De hecho, la mayoría de matrimonios de la época, al poco de casarse tenían descendencia y me parecían muchos años hasta 1933, incluyendo un aborto anterior que tuvieron. Aunque sospechaba que podrían no haberse casado y muchas circunstancias apuntaban a ello, no desistí de seguir buscando esa comprobación definitiva.
Incluso me pregunté si estaría bautizado mi abuelo Juan Carbón Antero. La respuesta a mi pregunta porque me preguntaba esto? Porque por mucho que he buscado el acta sacramental de matrimonio en Galicia (confirmado que no existe incluso en el AHDS) y el certificado de matrimonio en el Registro de Huelva de mis bisabuelos Pilar Antero Teira y Juan Carbón Martínez, no lo he encontrado. Y pensé que si ellos no estaban casados, puede que no bautizaran a mi abuelo Juan. Pero para este asunto y otros relacionados, en próximos artículos “gallegos”. Por otro lado, cuando encontré el expediente penitenciario de ingreso en la cárcel de mi abuelo Juan, en el apartado de Religión, estaba en blanco y en un momento de sublevación militar, en el que Franco, se creía el enviado de Dios para salvar a España de los rojos, resultaba que como lo consideraban “rojo”, fuese o no católico en su vida privada (ni lo afirmaba ni lo desmentía en esos momentos de mi búsqueda), lo que si sé es que para sus secuestradores franquistas, no tenia religión.
Después en las 327 páginas del Sumario 562 de mi abuelo Juan Carbón Antero, en el que no solo aparecen los informes o declaraciones indagatorias de él, sino también la de las otras 16 personas que también aparecen, lo curioso es que para demostrar su “catolicidad” como atenuante, algunos de ellos, para así poder evitar una condena mayor o incluso alguno obtuvo su absolución, lo que hacían era presentar algún documento que acreditase que estaban casados por la Iglesia, en este caso, la parroquia de San Pedro. Otros presentaban justificante de donativos a las Hermanitas de los ancianos desamparados o que habían educado cristianamente a sus hijos, en la época de la República, todo valía con tal de hacer más puntos religiosos que ayudarían a rebajar la pena. Y el no ver ningún documento similar de mi abuelo, me hacía sospechar que no estaría casado, al menos por la Iglesia. Otra circunstancia que me hacía pensar que aparte de la ideología política de mi abuelo Juan me podría hacer pensar que no se casase por la Iglesia, si que es cierto que al ver una foto que me pasó mi primo segundo José Manuel, de su abuela, la hermana mayor de mi abuelo, en la que era la foto de ella vestida de novia, hizo que pensase que tenían que haberse casado mis abuelos también.
Volví a pedir el certificado de matrimonio de nuevo al Registro de Huelva , esta vez, indiqué de nuevo los años aproximados que no habían mirado, entre 1927 y 1933 como máximo (aunque intuía que seguía intuyendo que sería en 1931) y les remarqué que ya me lo habían mirado en otros años.
Y por fin, encontré su certificado de matrimonio y puedo decir hoy, que sí, que se casó en 1931, el año que pensé que sería y al abrir el sobre, fue otro de los momentos que me hacen feliz, no solo por descubrir un nuevo dato, sino por lo que representa.
Se casaron el sábado día 5 de septiembre de 1931, de forma canónica en la Iglesia de San Pedro, donde los casó el cura Julio Guzmán López y dónde se trasladó el Delegado del Sr Juez municipal, para confirmar dicho enlace de forma legal al día siguiente. Al día siguiente Domingo día 6 de septiembre, a las 11.40 h se inscribió el matrimonio en el Registro Civil. De este certificado de matrimonio, extraigo también dos datos nuevos muy interesantes, en los testigos de la boda, uno de ellos era Anselmo Sánchez Martínez y el otro, Francisco Mora Espinosa.
El primero, era tío de mi abuelo. Anselmo estaba casado con Casilda, hermana de mi bisabuela Pilar Antero Teira. Como ya expliqué en otro articulo de julio dedicado a mi tatarabuelo José Antero. Anselmo era de Fregenal de la Sierra y era herrero. También era abuelo de Pili Osso Sánchez, una de las muchas ramas de descendientes con los que ahora ya nos conocemos y tenemos en común nuestros ascendentes Antero. Actualizo y rectifico un dato, que en el momento de la publicación no lo sabia y después de haber hablado con mi tío Juan Carbón Domínguez, me ha podido dar alguna pista por la que seguir investigando las ramas genealógicas y sobretodo, hablar con propiedad lo siguiente. El otro testigo por parte de la novia, era Francisco Mora Espinosa, hijo de Francisco Mora, que menciono en el articulo de mayo que dediqué a mi abuela Feliciana, donde aparece al lado de mi tía abuela Lola Domínguez Andrés, su esposa en segundas nupcias, ya que estaban Francisco Mora Espinosa y otro hijo (que desconozco su nombre) eran hijos del primer matrimonio de mi tío abuelo Francisco Mora, esposo de mi tía abuela Lola Domínguez Andrés. Según mi madre, me contó, que Francisco Mora (el padre), estaba considerado como el mejor zapatero de Huelva.
También sabemos que Francisco Mora Espinosa tuvo como mínimo a una hija, Juana Mora Jiménez, de la cual intentaré también saber más datos y que ya explicaremos en próximos artículos. Queda claro que mis abuela tenía muy buena relación con Lola, su hermana de padre y por la alta diferencia de edad con ella (19 años), supongo que por edad, también tenia relación con su sobrino Francisco. Por otro lado, mi abuelo mantenía también muy buenas relaciones con Casilda y mi bisabuela Pilar también (viuda ya desde hacía 30 años entonces). Como dato curioso, eran testigos los dos hombres, aunque fuesen familiares de la familia "política", supongo que todavía en 1931, a pesar de ser el año de la proclamación de la II República, habían muchas cosas todavía que cambiar en la sociedad existente. De hecho en las siguientes elecciones de 1933, las mujeres ya pudieron votar por primera vez, lástima que ya después del 36 hasta 1977, nadie pudo hacerlo.
La proclamación de la Segunda República Española consistió en la instauración el 14 de abril de 1931 del nuevo régimen político republicano que sucedió a la monarquía constitucional de Alfonso XIII de Borbón, que había quedado deslegitimada al haber permitido la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y que había fracasado en su intento de vuelta a la «normalidad constitucional» con la dictablanda del general Berenguer (1930-1931). A partir de este encuentro documental tan valioso, ya tenemos otra fecha señalada en el calendario, la de la boda de mis abuelos paternos Juan y Feliciana. De esta búsqueda de un certificado de matrimonio, no será la primera ni la última pero de eso, ya hablaremos en próximos artículos... Y volviendo al contexto político y social de estos años y de lo que representó el Régimen, la principal seña de identidad del franquismo era el nacionalcatolicisme, que gobernó a España entre 1939 y 1975. La hegemonía que tenia la Iglesia Católica, solo era comparable a la época de la Inquisición, que dominaba todos los aspectos de la vida pública e incluso de la privada.
Incluso, en plena maldita guerra civil, el 1 de julio de 1937 el Episcopado católico español publicó una carta de apoyo al alzamiento militar, un documento con gran difusión e impacto a nivel internacional. La guerra, dice, “es a veces el remedio heroico, único, para centrar las cosas en el quicio de la justicia y volverlas al reinado de la paz. Por esto la Iglesia, aun siendo hija del Príncipe de la paz, bendice los emblemas de la guerra, ha fundado órdenes militares y ha organizado cruzadas contra los enemigos de la fe. No es este nuestro caso. La Iglesia no ha querido esta guerra ni la buscó”.
Aún quedan en la memoria histórica, fotos como la de Franco bajo palios, para vergüenza de la religión católica. Se le llama palio o baldaquino a un dosel (especie de toldo) que sostenido por varales se utiliza en las procesiones para resguardar al sacerdote que lleva el Santísimo Sacramento, reliquias o imágenes. Suele estar bordado ricamente en sus caídas (bambalinas), así como en el techo o cielo. Para el mismo efecto, lo usan también los reyes, el papa y otros prelados en ciertas funciones y en su entrada pública en las ciudades. Es costumbre que el obispo diocesano, al tomar posesión de su catedral, haga su primer ingreso solemne bajo palio. Con semejantes consignas se atravesó la dura posguerra de veinte años (hasta 1959), en que Franco iba obteniendo paso a paso el reconocimiento internacional, con el sostenido apoyo del Vaticano. El Estado pone en nómina a los clérigos y se dota a la Iglesia de una amplia exención de impuestos. La institución tiene una autonomía prácticamente plena en la educación, que llegará a ser una suerte de imagen invertida de la escuela laica de la República. Los maestros, figura equivalente en la represión del bando nacional a los curas en el bando rojo, habían pasado por una dura depuración tras la guerra a cargo de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado. A cambio, Franco hereda de la Monarquía Católica el derecho de presentación de obispos y la costumbre de entrar bajo palio en los templos. En las monedas aparece su efigie rodeada por la expresión: «Caudillo de España por la Gracia de Dios».
Se erigieron templos característicos, sirviendo como ejemplo la Basílica del Valle de los Caídos (donde está la tumba de Franco y de Primo de Ribera) o la Basílica de la Macarena en Sevilla, que fue tumba del general rebelde Queipo de Llano, entre otros muchos por toda España.
La sociedad es progresivamente recristianizada, ya sea de grado o forzadamente. Miles de niños y jóvenes no bautizados en los años anteriores lo son ahora, ya que para diversos trámites administrativos se necesita certificado de bautismo. Se declaran inválidos los matrimonios únicamente civiles y los divorcios. Tantas familias republicanas que tuvieron que “adaptarse” para protegerse y poder tirar para adelante, ya sea si hubiese que casarse por la Iglesia como bautizar a sus hijos, etc. Es la época de las vocaciones tardías o precoces (mil sacerdotes anuales entre 1954 y 1956) y la censura moral en películas y libros. Que Gilda se quitara un guante bailando fue un escándalo de graves proporciones, algo que nos parece tan ridículo como nos lo parece ahora ver y oir a ese dictador rechoncho y bajito con su vocecita aguda pero que tanto daño hizo. Volviendo al día de liberación de mi abuelo Juan que hoy día 17 de octubre tributamos, después al ser una persona instruida y culta, nos ha llegado por transmisión verbal de la familia, un sobrino de mi bisabuela Pilar, parece ser que con contactos a las suplicas de una madre desesperada, consiguió recomendarlo para que ejerciera labores de bedel o de portería y su pena se redujo y fue conmutada a la mitad, 3 años de prisión menor (también paradójica palabra menor), ya que por dos días trabajados, le era descontado uno de prisión.
Entonces en aquellos años, nació la idea de trabajos forzados y así fue reglamentada. Una idea de la dictadura franquista, que convertía mano de obra gratuita de tantos prisioneros de guerra y políticos que había en España y así no sólo encerrar sino también castigar y ejemplarizar de forma categórica a esa España republicana o simplemente contraria a las dictaduras, a esos no patriotas a la vista de los golpistas. Sumando los días anteriores al Consejo de Guerra (preventiva abonada desde su ingreso en prisión) y la conmutación de la pena y por su buena conducta, mi abuelo consiguió su excarcelación y salir de la prisión de Huelva, el lunes 19 de agosto de 1940 (esta vez, si que vería cumplir 4 años al menos a su segundo hijo Paco el 1 de septiembre). La Prisión Provincial de Huelva se encuadra en la red de Cárceles Modelo que se construyeron en España a principios de la década de los 30 del pasado siglo XX. Fué diseñado por el arquitecto José María Pérez Carasa e inaugurado en 1930. Está ubicada en el barrio de Isla Chica y ya expliqué su ubicación en el articulo de marzo de mi abuelo Juan Carbón. Durante el franquismo se convirtió en un centro de represión, en el que se confinaron a republicanos de todo el país, muchos de los cuales acabaron fusilados. Posteriormente acogió a presos homosexuales castigados por la conocida como "Ley de Vagos y Maleantes", en la que incluso se practicaron tratamientos de elctroshock. En agosto de 1996 los reclusos se trasladaron al nuevo centro penitenciario. Hasta 2008, cuando cerró sus puertas definitivamente, fue durante casi doce años un centro de reclusos en tercer grado. En ese tiempo, la mayor parte de las instalaciones permanecieron cerradas, quedando reducido su uso a una zona más acotada, para un pequeño número de presos de régimen abierto que acudía allí cada noche para dormir. En 2011 sirvió de escenario para el rodaje de la película "La voz dormida" de Benito Zambrano.
El 7 de noviembre de 2014 fue declarado "Lugar de la Memoria Histórica de Andalucía" en memoria de las víctimas represaliadas por el franquismo, en especial las personas homosexuales que tanto sufrieron entre sus muros.
Muchos de los presos de la guerra civil, procedían de la Cuenca Minera, donde las tropas golpistas entraron en 1936 e iniciaron un proceso de represión en la localidad minera de Riotinto. Por su celdas pasaron decenas de miles de detenidos, en muchos casos como última parada antes de morir ante el pelotón de fusilamiento. Cientos de reclusos fallecieron a consecuencia del hacinamiento, las deficientes condiciones higiénico-sanitarias y la pobre alimentación. Tan sólo entre el 29 de julio y el 31 de diciembre de 1936 se produjeron alrededor de 760 nuevos ingresos, fundamentalmente de reclusos de izquierdas procedentes de todo el país.
Este día, 17 de octubre en el que se cumplen 76 años de ese día que mi abuelo terminó de cumplir su condena física, una condena inquisitoria de la cuál no fue el único, que fue perseguido y condenado y después de su libertad física, estuvo en esa prisión llamada Dictadura, durante muchísimos años más, él y todos los abuelos nuestros de esa generación. También fue un 17 de octubre pero de 1483, cuando Torquemada fue nombrado Inquisidor general de Aragón, Valencia y Catalunya.
También un día 17 aunque de agosto, mataron a Lorca, al poeta más grande del siglo XX. Es importante remarcar y siempre lo digo, en una guerra, en una maldita guerra, siempre hay perdedores, de los dos bandos, pero también dije en un articulo anterior del mes de julio, el de la Quinta del biberón de mi abuelo materno. que la población civil, no eligió bando, ni siquiera
la población militar, ya que eran obligados a alistarse, dependiendo de la zona donde se estuviera, si era zona republicana o zona sublevada. Y lo más importante que me gusta también remarcar, había un sistema democrático existente, lo que hubo después fue un golpe de Estado y como fracasó, se impuso la Guerra civil, la peor de las guerras, porque aquí se partió el país, las ciudades, los pueblos, las familias, todo se partió y despedazó, de lo cuál, aún hoy en día, no se ha cicatrizado esa herida tan grande.
Que se sepa, que hubo hasta 188 campos de concentración en España, donde se recluyó a medio millón de esclavos del franquismo y en España cada vez quedan menos vestigios de esos lugares que hay que preservar para honrar a modo de Memorial a las personas que en ellos fueron masacradas y eliminadas. Unos campos de concentración que se pusieron en práctica en España, antes que en la Alemania nazi o en otros países europeos y que al lado de Matthausen, Auschwitz o Dachau, los de Castuera (Badajoz), en Isla Saltés (Punta Umbría), en el Muelle o en San Juan del Puerto (Huelva), éstos primeros eran “hoteles de lujo” (con todo respeto, pero por ejemplo no cumplían distancias de letrinas, de barracones, etc.), al lado de los que hubieron aquí en España, de hecho, los países fascistas de entonces, Alemania e Italia eran aliados de Franco.
Isla Saltés (Punta Umbría)
No hay que borrar la Memoria, hay que preservarla !! Es el mayor respeto que podemos hacerle a nuestros antepasados. La represión franquista fue física, psicológica e ideológica, tanto para los presos como para sus familias. Miles de españoles trabajaron gratuitamente y casi sin comida para obras públicas y particulares de sus captores intentado eludir la muerte. EPÍLOGO FINAL Que mejor epilogo final a este articulo del que hablo de Libertad y de Democracia, en tributo a mi abuelo Juan Carbón Antero, que mencionando una obra de arte de la cual también se cumplen 76 años.
Me refiero a la maravillosa película de Charles Chaplin, la primera en la que pone su voz y de que manera ! Se tituló El Gran Dictador, película en la que a pesar de que creamos ver a Hitler en la 2a Guerra Mundial, está basada en la 1ª Guerra Mundial y se estrenó el 15 de octubre de 1940 en New York, justo el día que entraban las tropas nazis en París. En el momento de su estreno, Estados Unidos todavía estaba en paz con la Alemania nazi, pero la película ya era una feroz y controvertida condena contra el nazismo, el fascismo, el antisemitismo y las dictaduras en general. En España, el fascismo existente y la censura franquista hizo que no se llegará a estrenar hasta 1976, aunque no se libraría tampoco de las más feroces críticas. Chaplin se vengó del que le robó el bigote, curiosamente bigotes ridículos como el que lució Franco también.
Es capaz de describir fielmente al fascismo, con sus dos características principales: la represión y la manipulación. “Si hubiera tenido conocimiento de los horrores de los campos de concentración alemanes, no habría podido rodar la película: no habría podido burlarme de la demencia homicida de los nazis; no obstante, estaba decidido a ridiculizar su absurda mística en relación con una raza de sangre pura (Charles Chaplin, 1964).”