Mejor un beso

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Buenos tratos a travĂŠs del teatro

Mejor un beso

Mejor un beso

Gobierno de La Rioja Juventud, Familia y Servicios Sociales

Buenos tratos a travĂŠs del teatro

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Mejor un beso Buenos tratos a travĂŠs del teatro



Mejor un beso Buenos tratos a través del teatro

Gobierno de La Rioja Juventud, Familia y Servicios Sociales

Logroño, 2004 Autor: José Luis Ríos Junquera Colección: Servicios Sociales Serie: Didáctica. nº5


© Gobierno de La Rioja. Logroño, 2004. www.larioja.org Diseño y maquetación: Profit Comunicación. Ilustraciones: Profit Comunicación. Déposito Legal: LR - 186 - 2005. Imprime: Ibergraf Arte Gráfico, S.L. Impreso en España. Printed in Spain.


El “Programa de Buenos Tratos” está financiado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a través del Instituto de la Mujer y por el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Juventud, Familia y Servicios Sociales. La lucha contra los malos tratos en el ámbito doméstico es una de las principales tareas que rige la acción de los gobiernos. Para esta batalla contamos con instrumentos muy potentes, que debemos utilizar con toda nuestra energía para frenar semejante lacra social. Es una necesidad perentoria aplicar de una manera transversal conceptos como la prevención, la educación o el fomento de actitudes de autoestima, igualdad y resolución de conflictos mediante el diálogo. Y desde luego cobra una especial importancia que estas herramientas las usemos desde las edades más tempranas para lograr que los niños y niñas interioricen y hagan propios los valores de respeto, tolerancia y no violencia. Por eso, y dentro del “Programa de Buenos Tratos” que comenzamos en 1999, vamos a poner en marcha una nueva actividad, una serie de representaciones teatrales dirigidas y protagonizadas por los escolares en los centros para fomentar todas estas cuestiones. En este camino es fundamental el respaldo y la implicación de los alumnos, de los profesores y de los padres, porque la escuela y la familia son dos ámbitos clave para esa lucha contra la violencia de género y para el respeto a los integrantes de la sociedad. En este proyecto, una vez más, todos y todas somos necesarios/as. Por ello agradezco vuestro interés y participación. Sagrario Loza Sierra

Consejera de Juventud, Familia y Servicios Sociales.

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índice: Introducción:.................................................Página 11 1 Mejor un beso:...........................................Página 13 CORIFEO CORO UNA VOZ

2 Me quiero:...................................................Página 19 NIÑO CARACOL NIÑO CRUEL NIÑO ENGREÍDO NIÑA

3 Distintos, pero iguales:.............................Página 27 NIÑO 1 NIÑO 2 NIÑO 3 NIÑA A NIÑA B

4 Escena de Caza:..........................................Página 35 LA IRA EL ODIO LA ENVIDIA LA MALDAD LA SOBERBIA EL DESPRECIO NIÑO MORDIDO NIÑO ENVIDIOSO NIÑA NIÑO COOPERANTE NIÑOS Y NIÑAS (FIGURANTES)

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5 Otro color, otra fuerza:............................Página 41 NIÑO CHULO NIÑO EXPECTANTE NIÑO ECO NIÑO RE-ECO NIÑO COLOR NIÑO RE-COLOR NIÑO AMARILLO NIÑOS Y NIÑAS VOCINGLEROS

6 Monólogo de la intrépida:...................Página 47 NIÑA

7 Respeto, mejor respeto.............................Página 53 NIÑO DIRECTOR NIÑO REY NIÑA REINA NIÑO-NIÑA NIÑA-NIÑO NIÑO PAJE NIÑA DAMA DE COMPAÑÍA NIÑA JUSTICIA NIÑA LIBERTAD NIÑOS Y NIÑAS

8 Canto de Coro:...........................................Página 61 CORIFEO CORO VOZ NO IDENTIFICADA

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introducción Me piden una introducción para este hermoso proyecto (la obra resultante que la juzguen otros) y no sé muy bien si con afán meramente justificativo o como para que sirva de ayuda a quienes tendrán que hacer de este material un instrumento de trabajo. Sea cual fuere el motivo quiero dejar claro desde el principio que yo me limito a escribir una obra de teatro para la infancia, las explicaciones pedagógicas corresponden a otros, aunque, metidos en harina, bueno será que dejemos las excusas y nos aventuremos por el camino pedregoso de la utilización del teatro como material didáctico. Partiré de las carencias propias para aseverar que el teatro en la infancia puede ser una buenísima manera para la autoafirmación del niño y la niña. Dicho así parece nada, pero vayamos paso a paso. Cuando a un niño (¡ojo, hablo de niño en sentido genérico!) se le pone ante un papel teatral, un papel que deberá aprenderse y decirlo ante los demás con naturalidad y convicción, se le está pidiendo que sea protagonista, se puede discutir si más o menos protagonista y si eso es bueno, desde mi punto de vista por supuesto que lo es. Pero además supondrá un valor añadido porque su trabajo tendrá un reconocimiento social. Estamos pues ante una tarea que sirve al niño para afianzarse socialmente, puesto que es ante una concurrencia, sea del tipo que sea, ante la que tendrá que mostrar su esfuerzo, su sacrificio y su superación. Autoafirmación, por tanto. Sigamos con un paso más, el niño y la niña que participa en una obra de teatro comienza a ver desde el principio, además de lo ya dicho, que su trabajo forma parte de un conjunto, él no está solo diciendo al mundo: ¡Soy el rey de la creación!, sino que su protagonismo es compartido, que hay otros como él que deben hacer otro tanto para que la función llegue a buen puerto. Es decir, estamos introduciendo al niño de forma lúdica en el conocimiento y la aceptación de que casi todo en la vida es tarea de muchos o de todos, que nuestro éxito o nuestro fracaso

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tiene mucho que ver con una empresa compartida. O dicho de otra manera, mediante el juego del teatro el niño comprende que forma parte de una sociedad en la que todos los papeles son importantes, todos los trabajos son necesarios y el suyo es uno más en esa tarea ilusionante que es la vida, su propia vida. Ya tenemos dos buenos motivos para hacer del teatro una vía de transmisión de valores. Participo, me siento importante. Participo, comparto con otros. Como decía una niña, que hoy es ya una mujer de los pies a la cabeza, refiriéndose a su experiencia en funciones de teatro escolares: “te diviertes, haces amigos y además te aplauden”. Y francamente, todos necesitamos un poquito de ese aplauso, que es una de las formas con la que se transmite calor humano y reconocimiento. El proyecto de “Educar en los buenos tratos” es loable en sí mismo por cuanto busca un desarrollo integral del niño y pone o trata de poner la semilla de la erradicación de los comportamientos violentos. No es mala cosa. La tarea parece ingente, pero como dice un proverbio chino: para andar mil kilómetros hay que empezar por dar el primer paso. Y en esa empresa debemos participar todos. Me considero afortunado por aportar mi grano de arena a este proyecto. Con “Mejor un beso” además de trabajar sobre los aspectos reseñados más arriba he tratado de ofrecer la posibilidad de que cada grupo de alumnos o cada colegio, pueda montar la obra completa o sólo aquellas escenas que considere oportunas, convenientes, sencillas, o cualquier consideración que ahora se me puede escapar. Por eso su estructura. Por eso las escenas absolutamente independientes las unas de las otras, si bien en todas ellas subyace la intencionalidad de inculcar actitudes o valores comprendidos en el programa “Educar en los buenos tratos”. Señoras, señores, sin más preámbulos: ¡Que comience la función!

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Mejor un beso PERSONAJES: CORIFEO CORO UNA VOZ

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Mejor un beso

Escenario vacío. Por uno y otro lado comienzan a entrar los componentes del Coro. Ocupan el centro de la escena y avanzan al proscenio. Caras pintadas de blanco y labios rojos o negros, como máscaras. Túnicas negras. El Corifeo, que viste igual, sólo se destaca por su gran bastón con el que marca el ritmo de las intervenciones y con el que pretende hacerse respetar. La luz, cenital y blanca, acentuará más la composición espectral del Coro.

CORIFEO.-

(Golpea tres veces con su bastón de mando en el suelo) Ah, de vosotros, mortales, que no sois capaces de consumir vuestros días en ser felices. (Repite el Coro) Vosotros que dejáis escapar los días sin buscarles la miel que llevan en los labios. (Repite el Coro) Ah, mortales, yo os aseguro que quien no busca la felicidad, no la merece. (Repite el Coro) (Corifeo da tres golpes más en el suelo con su bastón) Cada uno de vosotros tiene un corazón. (Repite el Coro) ¿No es cierto, acaso?

CORO.-

¡Cierto es, vive Dios! (El Corifeo se les encara porque no han repetido sus palabras, no le ha gustado que actúen por su cuenta, pero sigue su alocución)

CORIFEO.-

Y un corazón es como un jardín que hay que cuidar con mimo, con mucho mimo, con abnegación y

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Mejor un beso

con cariño, con mucho cariño, para que florezca frondoso, para que los brazos de las madreselvas de los afectos alcancen a todas las partes del cuerpo, para que a la sombra de sus enormes árboles aniden los buenos sentimientos, los actos decorosos, las buenas intenciones. CORO.-

(Alto y con mucha contundencia) ¡Eso!

CORIFEO.-

(Se vuelve muy sorprendido, luego mira al público y señala al Coro con el pulgar) ¡Vaya coro que me he buscado!

CORO.-

(Repite) ¡Vaya Coro que me he buscado!

CORIFEO.-

(Que se gira airado) ¡Ah, no! ¡Esto sí que no! Esto no teníais que repetirlo, esto lo habíamos hablado mil veces, habíamos acordado que repetiríais lo que yo dijera dirigido a los mortales, digo a los presentes…

UNA VOZ.-

¡Que son mortales!

CORIFEO.-

(Furioso) Ahhhhhhhhh … ¡Me queréis hundir! Ahhhhhhhh …. No lo soporto…. (Empuña su bastón con las dos manos y lo alza en tono amenazante) Si me valiera os daba así…

UNA VOZ.-

(Desde el fondo del Coro y en un grito) ¡Mejor un beso!

CORO.-

(Señalando con el índice al Corifeo) ¡¡¡Eso!!! (El Coro abandona la escena y deja solo al Corifeo)

CORIFEO.-

(Desconcertado mira a un lado y a otro, luego mira al público sin poder creerse lo que le está pasando) ¡Sí! (Se agarra la barbilla, pensativo) ¡Sí, mejor un beso! (Abandona la escena corriendo. Un instante después asoma la cabeza, no sale del todo a escena, pero es bien visible) (Tímido) …Lo de ser felices va en serio. (Brevísimo silencio) ¡Guay!

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Mejor un beso

CORO.-

(Desde dentro a voces, pero al unísono) ¡Tope guay!

(El Corifeo se retira definitivamente). Fuera luces. Fin de la escena introductoria “Mejor un beso”.

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Me quiero PERSONAJES: NIÑO CARACOL NIÑO CRUEL NIÑO ENGREÍDO NIÑA

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Me quiero

Escena desnuda. Un banco casi a la derecha del espectador y al fondo. Dos niños están sentados hablando. Llega otro por la izquierda, muy despacio, parece un caracol. Cuando está en el centro del escenario se detiene, mira a los otros niños. Mira para atrás. No sabe si volverse o seguir el camino. Con gran esfuerzo decide continuar y sentarse en el banco donde están los otros niños. No saluda, sólo llega y se sienta como si no los hubiera visto.

NIÑO CRUEL.- ¿Dónde te crees que vas? Este sitio está reservado para los que tenemos carácter. ¿Tú tienes carácter? NIÑO CARACOL.- (Mira al suelo, se encoge de hombros y se levanta) NIÑO CRUEL.- ¿Lo ves? Ni siquiera sabes si tienes carácter y pretendes compartir el banco con los que sí tenemos carácter. (Enérgico) ¡Venga! ¡Largo de aquí! (Le amenaza con el puño cerrado) (El Niño Caracol ni discute, da media vuelta y se va por donde ha venido. Despacio, muy despacio, como si se fuera arrastrando. Cuando está a punto de abandonar la escena se gira, mira hacia atrás, mira el banco inalcanzable para él, el banco donde se sientan los mayores, y donde no dejan sentarse a los que carecen de autoestima. Suspira profundamente, agacha la cabeza y sale de escena muy, muy despacio) NIÑO CRUEL.- (Que lo ha estado observando) Ese ya no vuelve. NIÑO ENGREÍDO.- ¡Pobre imbécil! No sabe ni andar… NIÑO CRUEL.- Y si vuelve le parto la cara… NIÑO ENGREÍDO.- No sabe ni jugar con la playstation. NIÑO CRUEL.- Ya lo sé. En clase dijo que su padre no se la había comprado porque le dijo que te vuelves lelo… NIÑO ENGREÍDO.- Él sí que está alelado.

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Me quiero

NIÑO CRUEL.- Además, tiene un coche más viejo que yo qué sé. Más viejo que el reloj de la torre, que ya es decir, fíjate si es viejo que para que funcione tienen que darle cuerda… NIÑO ENGREÍDO.- ¿Al coche? NIÑO CRUEL.- Al coche no, idiota, al reloj… NIÑO ENGREÍDO.- Ya lo sé, era una broma… Oye, ¿nos vamos a los recreativos? NIÑO CRUEL.- Si no nos dejan entrar… NIÑO ENGREÍDO.- Si está el gordo, sí.Te invito a una partida. NIÑO CRUEL.- ¡Guay! (Se levantan del banco de los niños con carácter y se van a los recreativos, fuera de escena. La luz declina hasta la penumbra y un rayo de luna ilumina el banco. El Niño Caracol vuelve a escena por donde se había ido. Despacio. Con las manos en los bolsillos se acerca hasta el banco. Está loco por sentarse, pero mira a todos lados no vayan a aparecer los “chulitos” y acaben por darle una paliza. Duda, pero al fin se sienta. Se le ve muy nervioso, muy inquieto. Sigue mirando a un sitio y a otro. Oye pasos, se levanta. Cruza corriendo la escena. La luz declina hasta negro, se oye el canto de un mirlo mientras amanece. Sube la luz a la intensidad de pleno día. El Niño Caracol y una amiga salen a escena. Van paseando, con sus mochilas a la espalda) NIÑA.-

…Y me han dado un sobresaliente en inglés.

NIÑO CARACOL.- Yo he sacado un siete, pero en mi casa dicen que está muy bien… NIÑA.-

Como que está muy bien… (Mira al banco) ¿Nos sentamos un rato?

NIÑO CARACOL.-(Nervioso) ¡No! NIÑA.-

¿Por qué? Hoy hemos salido antes y hasta las dos no comemos en mi casa, y ¿en la tuya?

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Me quiero

NIÑO CARACOL.- No, no, yo tengo que estar antes… (Aparecen Niño Cruel y Niño Engreído) NIÑO CRUEL.- ¡Eh, tú! ¿Dónde vas? (Se acercan al banco, se sientan y procuran ocuparlo todo con sus mochilas) ¿Qué te dije ayer? ¿Ya no te acuerdas? NIÑA.-

¿Es vuestro el banco?

NIÑO ENGREÍDO.- (Imitándola con voz meliflua) ¿Es vuestro el banco? ¿Es vuestro el banco? NIÑO CRUEL.- (A la niña) ¡Tú te callas! NIÑO CARACOL.- (A su amiga) Venga, venga, vámonos … NIÑA.-

¿Por qué?

NIÑO CARACOL.- ¡Vámonos! ¡Vámonos! (Se vuelven por donde habían venido. Los otros dos se quedan en el banco mofándose de los que se alejan. Luego se levantan y salen de escena) NIÑA.-

¿Por eso no querías sentarte? (Niño Caracol agacha la cabeza, se siente avergonzado) ¿Porque les tienes miedo a esos dos?…

NIÑO CARACOL.- (Intenta sacar a flote su orgullo) Yo no les tengo miedo… Lo que pasa es que no me gustan las peleas. NIÑA.-

A mí tampoco me gustan las peleas. (Permanecen callados un instante) Mi madre siempre dice que las cosas se arreglan hablando, pero que para hablar también hay que ser valientes.

NIÑO CARACOL.- (Muy avergonzado porque su amiga lo ha descubierto) Como si fuera tan fácil… NIÑA.-

¿El ser valientes?

(El Niño Caracol contesta con un movimiento de cabeza, casi sin mirar a su amiga)

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Me quiero

NIÑA.-

No lo sé… Mi madre dice que hay que quererse a uno mismo.

NIÑO CARACOL.- Y ¿tú te quieres a ti misma? NIÑA.-

¡Pues, claro!

NIÑO CARACOL.- Pero, aunque te quieras no te gustan las peleas… NIÑA.-

No, no me gustan las peleas. Pero no me dan miedo esos dos.

NIÑO CARACOL.- (Se siente ofendido) ¡Tú eres tonta! NIÑA.-

Bueno, pero no me dan miedo.

NIÑO CARACOL.- ¡Tonta! A que… (Le alza la mano) NIÑA.-

(Mueve la cabeza de izquierda a derecha) ¡No! ¡Mejor un beso!

(El Niño Caracol sale corriendo. La respuesta de su amiga lo ha desconcertado más de lo que ya estaba. La Niña se encoge de hombros, resignada, y sale de escena. La luz, como el paso de una nube negra, marcará el tránsito a un nuevo día. En el mismo escenario. Los Niños agresivos están sentados en el banco. Niño Caracol sale a escena como Gary Cooper en “Solo ante el peligro”. Mientras avanza se oye su voz en off) NIÑO CARACOL.- (voz en off) Mira, ahí están esos mierdas. (Da un par de pasos) Les voy a partir la cara si no me dejan que me siente tranquilamente… Esto de quererse da más fuerzas que el zumosol… Se van a enterar… Claro que , a lo mejor me forran… Son dos… Bueno, yo les digo que de uno en uno… Uff… ¿Vendrá a verme? (Llega al banco con tanto aplomo que al sentarse los otros dos no pueden creérselo). NIÑO CRUEL.- (Dubitativo) Oye… (Niño Caracol nota el titubeo y comprende que ha ganado la partida. Esta vez parece que no ha necesitado ni hablar, aunque la escena no ha terminado).

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Me quiero

NIÑO ENGREÍDO.- ¿Qué se habrá pensado? NIÑO CARACOL.- (Al Engreído) ¿Siempre tienes que buscar su protección? Uno tiene que valerse por sí mismo. NIÑO ENGREÍDO.- ¿Has visto lo que me ha dicho? NIÑO CRUEL.- Psss , sí… es que ha debido encontrar su carácter. Además, es que tú eres un poco pesado… Por que me invites a los recreativos no vas a tener siempre la razón, macho… NIÑO ENGREÍDO.- ¡Tú eres tonto! NIÑO CRUEL.- ¿Tonto yo? A que te pego así… NIÑO CARACOL.- (Ahora parece Humphrey Bogart en “Cayo Largo”) Psssé, tchtchtchtch… ¡Mejor un beso! Fuera luces. Fin de “Me quiero”.

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Distintos, pero iguales PERSONAJES: NIÑO 1 NIÑO 2 NIÑO 3 NIÑA A NIÑA B

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Distintos, pero iguales

El mismo escenario. Luz tamizada y canto de pájaros. Tres niños, agachados, están jugando a las canicas. (Habría que enseñarles si no saben). Se acercan dos niñas y se ponen a mirar.

NIÑO 1.-

(Levanta la cabeza) ¿Qué miráis vosotras?

NIÑO 2.-

(Sin inmutarse) Déjalas que miren, ya se cansarán…

NIÑO 3.-

A lo mejor aprenden. (Los tres ríen la gracia)

NIÑA A.-

Si no aprendemos es porque no nos interesa.

NIÑA B.-

Yo sé jugar, he visto a mi hermano mil veces.

NIÑO 1.-

Como que te crees que se aprende sólo mirando.

NIÑA B.-

Pues, claro que sí. Además, yo he jugado con mi hermano algunas veces…

NIÑO 3.-

Será cuando tuvo el sarampión y no le dejaban salir de casa… Ja, ja, ja…

NIÑA B.-

Te crees muy gracioso…

NIÑO 2.-

Venga, dejadlas. Que miren o que hagan lo que quieran.

NIÑO 3.-

Es que soy muy gracioso ¿no lo sabías?

NIÑA B.-

¡Ya!

NIÑO 3.-

Seguro que no sabes ni como se coge la bola para tirar…

NIÑO 1.-

¿Por qué no os vais? Nos estáis estropeando la partida.

NIÑA A.-

Nosotras somos libres de estar aquí o allí. O donde nos dé la gana.

NIÑO 3.-

Ya salió la empollona…

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Distintos, pero iguales

NIÑO 2.-

Venga, tío, que te toca tirar.

NIÑO 3.-

Si es que no me gusta que estén ahí mirando. No puedo concentrarme, macho.

NIÑO 1.-

A mí tampoco me gusta que estén mirando.

NIÑO 3.-

Si por lo menos fuera para aprender…

NIÑA A.-

Eso es lo que te gustaría a ti, que te miráramos como si fueras alguien impor tante…

NIÑA B.-

(Mediadora) Si estamos aprendiendo… (A su amiga) ¿Verdad?

NIÑA A.-

(Categórica) ¡No! (La otra pone cara de fastidio).

NIÑO 3.-

¿Lo ves? Miran, miran y ni siquiera aprenden.

NIÑO 1.-

¿Qué van a aprender? ¡Son tontas!

NIÑA A.-

También miro a los monos en el Zoo y no aprendo las monerías que hacen.

NIÑO 3.-

A que te pego una torta…

NIÑO 2.-

Bueno, tío, ¿juegas o no?

NIÑO 1.-

Se la están buscando.

NIÑO 3.-

Luego dicen que somos unos bestias… Y es que ellas se las buscan solas…

NIÑA B.-

Oye, no enfadaros… Si os molesta que miremos, nos vamos y ya está…

NIÑO 2.-

A mí me da igual.

NIÑO 3.-

Pues, a mí no.

NIÑO 1.-

A mí tampoco. Si por lo menos se callaran.

NIÑA B.-

Vale, vale, nos callamos ¿verdad?

NIÑA A.-

Yo no pienso callarme porque lo diga ese.

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Distintos, pero iguales

NIÑO 3.-

¿Tú quieres que te dé una torta que te rompa la cara?

NIÑA A.-

¿Eso es todo lo que se te ocurre?

NIÑO 3.-

Sí, eso. A que te la doy.

NIÑO 2.-

¡A que no!

NIÑA A.-

¡A que no!

NIÑA B.-

(Tirando de la amiga) Venga, vámonos … (Niña A se suelta y sigue en su sitio muy resuelta, casi desafiante).

NIÑO 3.-

(A su colega de juegos) ¿Tú estás de su parte?

NIÑO 1.-

Claro, como le gusta…

NIÑO 2.-

(A Niño 1) ¿A que te doy yo a ti…?

NIÑO 3.-

¿Por qué le vas a dar, macho, porque ha dicho que te gusta?

NIÑO 2.-

¿A que te doy a ti también?

NIÑA A.-

No necesito que me defienda nadie.

NIÑA B.-

(Agarra por el brazo a Niña A y tira de ella) Vámonos, vámonos…

NIÑA A.-

(Se suelta otra vez) ¡Que no! Que no necesito que me defiendan, ni que me digan dónde tengo que ir.

NIÑO 1.-

¡Vaya una mierda! ¡Ya se ha arruinado la partida!

NIÑO 3.-

(Señalando a Niño 2) ¡Éste!

NIÑO 2.-

¿Yo? ¿Yo, qué?

NIÑO 1.-

Yo me voy. (Se levanta y da unos pasos, espera que alguien le siga)

NIÑO 3.-

Tú, sí, tú… Que te has puesto de su parte.

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Distintos, pero iguales

NIÑA B.-

Espera yo me voy también. (A Niña A) ¿Te vienes?

NIÑA A.-

(Terca) ¡No!

NIÑO 3.-

(Se levanta también) ¡Hala! ¡Juega con ella, macho! (Se acerca a Niño 1, le echa el brazo por encima y junto a Niña B salen de escena).

NIÑA A.-

Lo siento.

NIÑO 2.-

(Sentado en el suelo con las manos apoyadas detrás de la espalda) ¿Por qué?

NIÑA A.-

Porque te he estropeado tu partida de bolas, aunque en realidad han sido esos dos tontos.

NIÑO 2.-

Da igual, ya estaba cansado de jugar. (Dándose importancia) Les había ganado ya cinco bolas de cristal.

NIÑA A.-

Me tengo que ir.

NIÑO 2.-

Yo también. Voy contigo.

NIÑA A.-

Vale. (Niño 2 se levanta, se coloca al lado de la Niña y muy despacio cruzan la escena mientras hablan).

NIÑO 2.-

(Mira hacia atrás, por donde se han ido Niño 3, Niño 1 y Niña B) En realidad tenía ganas de que se fueran.

NIÑA A.-

El otro día, antes de mandarme a la cama, mi padre recogió la mesa y fregó los platos…

NIÑO 2.-

(Interrumpe) ¿Tu padre? ¿Y tu madre?

NIÑA A.-

Mi madre había vuelto reventada de trabajar y se había quedado dormida en el sofá.

NIÑO 2.-

¡Ah!

NIÑA A.-

Luego, mi padre le dio un beso en los labios a mi madre, muy despacito, para no despertarla y

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Distintos, pero iguales

entonces me dijo a mí que había que irse a la cama. NIÑO 2.-

Mis padres también se besan mucho. (Duda un instante) Claro, que mejor darse besos que gritarse ¿no?

NIÑA A.-

(Que sigue a lo suyo) Después, mi padre me acompañó a mi cuarto y también me dio un beso, pero de otra forma… Y me dijo: “Nunca dejes que te falten al respeto, pero para eso, tienes que respetarte tú a ti misma”.

(Niño 2 la mira como sin entender nada) NIÑA A.-

Yo tampoco lo entendí muy bien al principio. Pero, no voy a dejar que un tonto como ese amigo tuyo me diga lo que tengo que hacer, eso sí lo entiendo.

NIÑO 2.-

(Que de pronto se echa a reír) Ja, ja, ja, ja, ja….

NIÑA A.-

¿Qué pasa?

NIÑO 2.-

Nada, nada, (sin dejar de reir) ¿has visto la cara que ha puesto cuando has dicho lo de los monos del Zoo? (Niña A asiente con la cabeza y se ríe también).

NIÑO 2.-

(Antes de salir de escena) Yo creo que tú y yo somos distintos, pero iguales.

NIÑA A.-

O viceversa.

(Los dos ríen con ganas y salen, por fin, de escena) Fuera luces. Fin de “Distintos, pero iguales”.

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Escena de Caza PERSONAJES: LA IRA EL ODIO LA ENVIDIA LA MALDAD LA SOBERBIA EL DESPRECIO NIÑO MORDIDO NIÑO ENVIDIOSO NIÑA NIÑO COOPERANTE NIÑOS Y NIÑAS (FIGURANTES)

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Escena de Caza

El mismo escenario. Salen por parejas con vestidos muy chillones o muy estrafalarios: la ira y el odio, la envidia y la maldad y la soberbia y el desprecio. Se colocan en el fondo como en los pasos a dos de ballet. Y como bailarinas avanzarán para presentarse al público. Van pegados por parejas y unidas las tres parejas entre sí por un cordón. Las parejas hablarán siempre enfatizando y engolando la voz.

IRA-ODIO.-

(Avanzan los primeros) Yo soy la Ira. (Saluda como una bailarina) Y este es el Odio (saluda el Odio como un bailarín), mudo, pero cuando se agarra en el alma es como Spiderman, puede trepar por las paredes hasta subir a lo más alto, hasta nublar la vista del individuo…

ENVIDIAMALDAD.-

(Avanzan y empujan a la primera pareja para ocupar su lugar) Yo soy la Envidia, amiguitos. No hay nada que se me resista… Uy, apetezco todo, ¡todo!, todo y todo de lo que tienen los demás. (Se inclina reverenciosa) Soy fastuosa, genial y esta personilla que va como pegada a mí es la Maldad (saluda). Es muda también, como ese (señala al Odio), pero no veais lo útil que es, con ella consigo todo lo que me propongo.

SOBERBIA(Avanzan despacio y muy estirados, desplazan DESPRECIO.- a la pareja anterior con un golpe de cadera). No hagáis mucho caso a estos dos. ¡Yo sí que soy la reina! Y de mí brotan como flores (señala a su acompañante) el Desprecio (que saluda), mudo como esos dos. Bueno, mudo cuando quiere… Produzco también Animadversión, una cosa que está muy de moda, me valgo de la Ignorancia, que en mi jardín hay mucha, le quito el Odio a la Ira y hago que esas criaturillas que se llaman personas sientan Animadversión, Odio y Desprecio por quienes no son como ellos, ¿no os parece fantástico? ¡Divino! ¿No? ¡Ah, qué maravilla! ODIO.-

Todo el mérito es mío.

MALDAD.-

Calla, mudo, que si no fuera por mí…

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Escena de Caza

ENVIDIA.-

Oh, oh, oh, …esto es intolerable. Soy yo la que causo todo. Estos pobres mudos se han sublevado, reclaman su minuto de gloria, como todo el mundo, pero quien de verdad causa todos los males, jajajaja, soy yo. No os quepa la menor duda.

IRA.-

¡Me estais cabreando! Hiiiiiiiiiiiiii…

DESPRECIO.- (Los mira por encima del hombro) ¡Me dais pena! Si no fuera por mí… SOBERBIA.-

¡Vale, ya! ¡Basta! (Se hace el silencio un instante) Podemos actuar todos juntos… cada una y uno de nosotros lucirá más o menos según el personajillo en el que nos acomodemos, y podemos atrapar a cientos a la vez, a miles, a cientos de miles… Ohhhhhhhhhhhhhhh, soy divina!

(Mientras todos asienten y se frotan las manos ha salido a escena un grupo de niños y niñas que se han juntado en el banco, unos sentados y otros de pie o sentados en el suelo) MALDAD.-

¡Mirad! (Señala al grupo) ¡Mirad allí! ¡Ohhhh, qué maravilla, un grupo de tiernos infantes! (Se relame)…

IRA.-

¡Oh, sí! ¡Sí! Sí,sí,sí… Yo voy delante y me adueño de uno que iniciará la trifulca ¿estáis de acuerdo? (Los demás rezongan).

SOBERBIA.-

Vamos todas… y todos, bonita.

DESPRECIO.- (Estirado) ¡Qué afán de protagonismo! Parecéis divas de la ópera… Venga, vamos… (Se acercan a los niños y los rodean. Ellos son ajenos a la maniobra. La Ira se acerca mucho a uno de ellos y como si fuera un vampiro le muerde en el cuello, el niño reacciona airado contra otro del grupo). NIÑO MORDIDO.- (A gritos) ¡Estás loco! Tú no tienes ni idea de lo que estás diciendo… (La Envidia se acerca a otro y le muerde igual)

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Escena de Caza

NIÑO ENVIDIOSO.- Pues, claro que sé lo que estoy diciendo, con ese cacharro no te llega ni para bajarte un juego de Manga, si ese lo tenía yo cuando tenía cinco o seis años… (Poco a poco los personajes estrafalarios han rodeado a los niños y han conseguido que se enfrenten unos con otros. Se les ve discutir, sin que se entienda nada, es una algarabía de voces, se producen algunos empujones, una música estridente evita que se entienda nada de lo que dicen. Los personajes malignos danzan alrededor de los niños, parece que se han salido con la suya. NIÑA.-

De repente una niña alza los brazos, grita ¡Basta ya!, se para la música y la danza) ¡Esperad un momento! Se me ha ocurrido una idea. (Sale de escena y vuelve con un palo y una sábana muy grande). Agarrad por ahí…

(Con el palo comienza a acorralar a los malvados personajes, cuando los tiene a todos bien juntitos, con la ayuda de los demás les echa la sábana por encima hasta taparlos a todos. Los demás niños cooperan y poco a poco se van serenando, se relajan, sonríen…) NIÑO COOPERANTE.- Y ¿qué piensas hacer ahora? Las desgracias no desaparecen porque las tapes. NIÑA.-

Ya lo sé. Ataremos los picos al banco no para hacerlos desaparecer, sino para controlarlos.

NIÑO COOPERANTE.- Buena idea. Que no gobiernen ellos, aunque alguna vez se escape alguno. NIÑA.-

Pero si estamos al loro podremos vencerlos.

NIÑO COOPERANTE.- Esto va a ser una lucha de titanes. NIÑA.-

Y que tiene que durar toda la vida.

NIÑO COOPERANTE.- Y al que baje la guardia y estos lo conquisten… NIÑA.-

¿Qué?

NIÑO COOPERANTE.- Pues… (duda) Que habrá que darle su merecido.

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Escena de Caza

NIÑA.-

¡Mejor un beso!

TODOS.-

(A voz en grito y dando muestras de júbilo) ¡Mejor un beso!

Fuera luces. Fin de “Escena de caza”.

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Otro color, otra fuerza PERSONAJES: NIÑO CHULO NIÑO EXPECTANTE NIÑO ECO NIÑO RE-ECO NIÑO COLOR NIÑO RE-COLOR NIÑO AMARILLO NIÑOS Y NIÑAS VOCINGLEROS

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Otro color, otra fuerza

Niños y niñas salen al recreo en tropel (como se ha hecho toda la vida). El escenario no tiene por que ser diferente, es decir, seguimos economizando medios, al fin y al cabo lo importante es la acción. Pronto se hacen corrillos y comienzan juegos, risas y disputas. En el centro del escenario el Niño Chulo y el Niño Expectante se colocan uno frente a otro y comienzan a “echar pies” para ver quién empieza a elegir compañeros para un partido de fútbol. Gana el Niño Chulo y comienza eligiendo al máximo goleador del colegio, el Niño Color.

NIÑO CHULO.- ¡Éste! (Y hace un gesto con la cabeza para indicarle que se pase a sus filas) NIÑO EXPECTANTE.- Éste. (Y señala al Niño Amarillo) (Así van eligiendo compañeros… Con un lenguaje casi gestual, pero muy severo, como si estuvieran decidiendo sobre un acontecimiento de amplio alcance, sobre todo porque para ellos es así, hasta que acaban con el reparto y los equipos parecen hechos) NIÑO CHULO.- (Disponiendo del espacio como si fuera todo suyo) ¡Venga, venga, despejando… que vamos a jugar! (El Niño expectante tiene una visible sonrisa que casi es una risa contenida) ¡Os vamos a machacar! Verás que pronto se te quita la risa de tonto que tienes… NIÑO ECO.-

Eso, eso… Os vamos a machacar…

NIÑO RE-ECO.- Sí… A machacar… NIÑO EXPECTANTE.- Ya, ya… Primero habrá que jugar el partido… NIÑO CHULO.(A su jugador Niño Color) Tú ya sabes, a marcar goles como un loco, como siempre… NIÑO ECO.-

Eso, como siempre…

NIÑO RE-ECO.- Sí, como siempre… NIÑO COLOR.- (Remiso) Es que… (Baja la cabeza como excusándose)

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Otro color, otra fuerza

NIÑO EXPECTANTE.- Bueno, ¡qué! ¿Jugamos o no jugamos? (Su risa ya es descarada) NIÑO CHULO.- Se puede saber de qué te ríes, imbécil… NIÑO EXPECTANTE.- De nada, de nada, que tengo al mejor defensa… NIÑO CHULO.- ¿El Amarillo? Ese no le da ni una patada a un bote. NIÑO ECO.-

¡Es un matado!

NIÑO RE-ECO.- Es malísimo, macho… NIÑO EXPECTANTE.- Ya, ya… (Y se ríe, el Niño Amarillo lo secunda, los otros de su equipo hacen lo mismo) NIÑO CHULO.- Bueno, ya está bien de risas… ¿Por qué os reís tanto, listillos? (Se encara al Niño Expectante y casi le empuja) NIÑO EXPECTANTE.- Nada, nada, no pasa nada… Pero tu goleador me parece que hoy no va a mojar… NIÑO CHULO.- Eso ya lo veremos… NIÑO ECO.-

Sí, ya lo veremos.

NIÑO RE-ECO.- Sí, lo veremos. NIÑO COLOR.- (Casi disculpándose de nuevo) Es que… NIÑO CHULO.- ¿Qué pasa? NIÑO COLOR.- Que estoy lesionado. NIÑO CHULO.- ¡No fastidies! Y ¿Para qué te quiero yo lesionado? NIÑO RE-COLOR.- (Saliendo de entre los que miran) Yo puedo jugar en su puesto. NIÑO CHULO.- ¿Tú? Tú si que no le das ni una patada a un bote. NIÑO RE-COLOR.- Yo también meto goles…

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Otro color, otra fuerza

NIÑO CHULO.- Tú no le metes un gol ni al arco iris, venga ya… Además, no quiero negros en mi equipo. NIÑO ECO.-

Eso, eso, nada de morenos.

NIÑO RE-ECO- Ni morenos ni indios. NIÑO COLOR.- (Enérgico) ¡Yo soy moreno! NIÑO CHULO.- Bueno, pero tú eres un goleador. NIÑO ECO.-

Ese además no es ni cristiano…

NIÑO RE-ECO.- Es moro. NIÑO CHULO.- Bueno, ¡ya está! ¡No se juega el partido! NIÑO EXPECTANTE.- Porque tú lo digas. NIÑO AMARILLO.- Pues jugamos sin ti. NIÑO CHULO.- (Se encara al Niño Expectante) Tú sabías que estaba lesionado ¿verdad? Por eso te reías tanto… NIÑO EXPECTANTE.- Peor es lo tuyo que solo lo querías porque mete goles. NIÑO CHULO.-Pues claro. NIÑO ECO.-

¡De qué si no!

NIÑO RE-ECO.- Macho, nos van a inundar. NIÑO CHULO.- ¿Por qué no te lo has pedido tú? NIÑO EXPECTANTE.- Porque has empezado tú a pedir… NIÑO CHULO.- Pues, llévatelo a tu casa. NIÑO EXPECTANTE.- Para qué, él ya tiene la suya. Pero él sabe que puede venir cuando quiera. NIÑO CHULO.- ¡Anda, míralo, el amiguito de los extranjeros que vienen a quitarnos el trabajo a los españoles!

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Otro color, otra fuerza

NIÑO EXPECTANTE.- ¿Sí? ¿Qué trabajo te han quitado a ti? NIÑO COLOR.- Oye, que yo soy español. NIÑO EXPECTANTE.- Y aunque no lo fueras… NIÑO CHULO.- Pues mi padre dice que vienen a quitarnos el trabajo. NIÑO EXPECTANTE.- Pues dile a tu padre que se informe antes de hablar. NIÑO CHULO.- De mi padre tú no digas ni media, que te pego un puñetazo que te rompo la cara. NIÑO EXPECTANTE.- (Lo mira fijamente mientras los de su equipo y el Niño Color, el Amarillo, el Re-color, lo arropan) ¿Eso es lo único que se te ocurre? NIÑO CHULO.- A mí no me dais miedo. Por mucho que os juntéis todos, como si queréis ser diez mil… NIÑO EXPECTANTE.- Ya sabemos que eres muy valiente… Lo único que te asusta es la diferencia. NIÑO CHULO.- (Más chulo que nunca) ¿A mí? Ni la diferencia ni la indiferencia, idiota. NIÑO EXPECTANTE.- Ya se nota, ya… NIÑO CHULO.- (Se le acerca a menos de un palmo) ¡A que te rompo la cara! ¡A que te doy un puñetazo! UNA VOZ.-

(De entre los que están mirando, grita) ¡Mejor un beso! (El Niño Chulo se queda paralizado y los demás comienzan a reir. Avergonzado, el Niño Chulo sale corriendo, se va de escena)

NIÑO EXPECTANTE.- ¿Quién quiere jugar? (Un montón de niños y niñas se suman al juego entre risas. El balón comienza a rodar entre una algarabía generalizada). Fuera luces. Fin de “Otro color, otra fuerza”.

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Monólogo de la intrépida PERSONAJES: NIÑA

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Monólogo de la intrépida

Niña sale al escenario (que sigue siendo el mismo) vestida con chal y falda larga hasta los pies. Con la mano de visera mira a un lado y a otro, se empina, mira a la lejanía… Hace un gesto de resignación y comienza a hablar. NIÑA.-

Bueno, pues, parece que se ha ido definitivamente… (Mira al público) ¡Ah, no, no, no! No se crean que soy así (señala su forma de vestir)… Estaba mirando por si veía al futuro, pero ni futuro, ni pasado, ni leches… Me han dejado aquí en medio. En tierra de nadie. ¿Que por qué lo sé? Pues no ven que tengo once años y parezco mi bisabuela cuando se vestía para ir a la plaza… ¿No? Vaya, si lo sabré yo. (Mira a los lados y adopta un tono de confidencia) Les voy a decir una cosa. No es la primera vez que he nacido… (refuerza lo que acaba de decir con sonidos onomatopéyicos o movimientos exagerados afirmativos de cabeza)… No… ¿Por qué se extrañan? A ustedes les dicen que hay agua en Marte y van y se lo creen, total, como no hay que acarrearla hasta aquí…¿Verdad? (pausa corta) A lo que iba… Yo ya tuve otras vidas… Veo que siguen poniendo reparos… ¿No han oído nunca aquello de que un gato tiene siete vidas? … ¿No? ¡Sí! Lo han oído. Y digo yo: ¿soy yo menos que un gato? ¿A que no? ¿Entonces?... ¡Total, les va a costar lo mismo creerme que no creerme! Así, que, venga, a creérselo como Dios manda… Además (contundente), que viene en el guión. (Aparte) La gente escribe cada cosa… luego, encima, se mosquean si no repites todo como un papagayo… En fin… (Hace un gesto referente a la locura de los guionistas) (Pausa corta). La primera vez que nací, quiero decir la primera que yo me acuerdo, debía ser allá por el siglo XIX. ¡Mira, así me he quedado! No, pero, sólo de ropita, ¡eh!, que esto tiene arreglo… Es más difícil arreglar la cabeza… Algunos ni con siete vidas… En aquel tiempo… nacer mujer tenía un plus añadido de peligrosidad… Bueno, casi como ahora, en eso hemos avanzado poco, la verdad.

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Monólogo de la intrépida

Antes nos ataban a la pata de la cama. Cuando querían tenernos contentas, como dice ese chiste tan machista, nos hacían más grande la cocina. Ahora la cosa está más pareja, pero todavía hay muchos, demasiados, que no quieren verlo y que no lo soportan… Y, claro, siempre les da por lo mismo: malos tratos. Primero pegan y después vuelven a pegar, unos angelitos…Algunos, incluso matan, ¡demasiados! ¡Una sola víctima ya sería demasiado! Alguien debería de enseñarles que lo único valioso que tenemos en este mundo es la vida… Son tan nada en sus trabajos, en sus relaciones, en sus afectos, que golpean a quienes más cerca tienen, a sus compañeras, a sus mujeres… Es la condición más baja del ser humano ¿Que es muy duro? Ya, pero es así… En fin… (Pausa) En aquellos tiempos todo iba bien. Nosotras paríamos, como es natural, pero se ve que sólo servíamos para eso, para eso y para educar a los hijos, cuidarlos, llevarlos a la escuela, trabajar en el campo o la fábrica, tener contentos a nuestros maridos… ¡Tareas de rango menor! Hasta que un día dijimos: queremos votar, participar en la cosa pública. Y ahí empezó a armarse la marimorena, que si no estábamos preparadas, que si esto, que si aquello… Pero, mira, fuimos poco a poco… Y ahí están, o estuvieron, mujeres que marcaron una época o que contribuyeron a normalizar la situación. Mirad, mirad: Victoria Ken, Concepción Arenal, Dolores Ibárruri, Indira Ghandi, Golda Meir, Gloria Fuertes, Rosalía de Castro, Carmen Medrano… Hay más, pero ahí lo dejamos… Decían aquellos bobos, todavía hay muchos que lo dicen, por desgracia, decían que si una mujer se dedicaba a la política es porque es fea. Como si Mitterrand hubiera sido guapo, ¿y Pompidou?

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Monólogo de la intrépida

Más feos que Picio… El caso es que todas estas mujeres que he mencionado, y otras que no menciono, tuvieron aciertos y errores como los hombres, como cualquiera, como seres humanos que son o que fueron… ¿Dónde está, pues, la diferencia?... (Pausa) ¿Sabeis qué os digo? Que ya me he cansado de aquellos tiempos. (Se quita el chal y la falda larga, debajo lleva un vestido muy bonito, muy vistoso, se la ve guapa) ¿Qué? ¿Os gusta?... (Se da unos paseos por el escenario luciendo su nuevo vestido) Cuando me lo puse la primera vez, me miraron todos los niños del cole. Claro que cuando uno que yo me sé se puso unos pantalones… No lo voy a decir, que se va a volver un engreído… pero, la verdad es que todas las niñas lo miraron casi con la baba caída… Hasta piropos hubo… Cuando nosotras nos ponemos…(sacude la mano para enfatizar) podemos ser terribles… El pobrecillo se puso más colorado que un pimiento morrón… ¡Ay! (Pausa) Lo que quiero decir es que quiero que me traten como a la persona que soy. Ni niña, ni niño, ni lista, ni tonto… ¡Uy, perdón! Bromas aparte, exijo que me traten con respeto, el respeto que merecen todos y cada uno de los seres humanos por el hecho de serlo. Les digo una cosa, aunque yo tenga varias vidas, estos pobres seres humanos no tienen más que una. Y en esa vida tienen la obligación de ser felices, ¡todos! Y para ser felices no podemos imponer por la fuerza nada a nadie. Ni dejar que nos impongan. Hay que apelar a “la fuerza de la razón”, nunca a “la razón de la fuerza”. (Mira al público como si esperara una respuesta) …¡Lo que yo os diga! Y ahora me voy… Que he perdido el futuro y tengo que encontrarlo… Ya, ya sé… Tengo que

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Monólogo de la intrépida

ganármelo, como todos vosotros… Un futuro que sea mejor que el pasado y el presente… Y si alguien os levanta la mano, chicas, chicos, mujeres, hombres, si alguien os levanta la mano miradle a los ojos y decidle con contundencia: ¡mejor un beso! (Enfatizando mucho) Así, desde dentro del alma: ¡Mejor un beso! (Recoge su falda y su chal, y de espaldas al público dice adiós con la mano mientras sale de escena) Fuera luces. Fin de “Monólogo de la intrépida”

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Respeto, mejor respeto PERSONAJES: NIÑO DIRECTOR NIÑO REY NIÑA REINA NIÑO-NIÑA NIÑA-NIÑO NIÑO PAJE NIÑA DAMA DE COMPAÑÍA NIÑA JUSTICIA NIÑA LIBERTAD NIÑOS Y NIÑAS

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Respeto, mejor respeto

Cuando se encienden las luces hay en el escenario varios actores que revuelven en un baúl de donde sacan ropas de época (capas, trajes largos, miriñaques, espadas, sombreros emplumados, estolas, coronas, etc), se los están repartiendo en animada charla. Sale el Niño director dando palmadas, demostrando desde el principio que él es quien manda.

NIÑO DIRECTOR.- (Acompañando sus voces con palmadas) ¡Vamos, vamos, vamos! (Los demás se quedan mirando un segundo y luego siguen con su reparto de ropas) ¿Se ha ido ya la loca? ¡Qué pesada! ¡Qué afán de protagonismo! ¡Venga, venga, por favor… Vamos, esto ya tenía que estar hecho! A ver… ¿Quién tiene los libretos? NIÑO REY.-

El editor.

NIÑO DIRECTOR.- Que los vaya repartiendo, hoy… NIÑO REY.-

(Lo interrumpe) No ha venido.

NIÑO DIRECTOR.- (Contrariado) ¡Vaya por Dios! ¿Nadie tiene copias? (Se oye un murmullo poco claro) Y, ahora, ¿qué pasa? ¿Todos mudos? NIÑO REY.-

Macho, las copias salen muy caras… Ya que vamos a actuar gratis por lo menos que nos den las copias.

NIÑO PAJE.-

Además, la fotocopiadora estaba estropeada.

NIÑA DAMA.- Como siempre…. NIÑO DIRECTOR.- (Resignado) Está bien, está bien… Ensayaremos los movimientos… Bueno, ¿alguno de vosotros os sabéis el papel? NIÑO PAJE.-

Yo me sé el de rey.

NIÑO REY.-

Ese papel es mío.

NIÑO PAJE.-

Pero no te lo sabes.

NIÑO REY.-

Por que tú lo digas…

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Respeto, mejor respeto

NIÑA REINA.- Sí se lo sabe, si sólo tiene que saludar con la mano y sonreír … NIÑO REY.-

Oye, guapa, que ese es tu papel. Que yo tengo que sancionar … (duda) sancionar … ¡algo!

NIÑO PAJE.-

¿Qué es sancionar?

NIÑO REY.-

Yo qué sé, poner un castigo será, para eso soy el rey…

NIÑO DIRECTOR.- Un momento, un momento… No entremos en disputas. UN NIÑO.-

(Al que tiene al lado) ¿Qué ha dicho de putas? (El otro se encoge de hombros)

OTRO NIÑO.- ¡DIS-putas, ha dicho DIS-PUTAS! (Niño-niña y Niña-niño se han empezado a intercambiar sus respectivos ropajes, un travestismo en toda regla con la mayor naturalidad, pero el director se da cuenta) NIÑO DIRECTOR.- ¡Eh, eh! ¿Qué hacéis? NIÑA-NIÑO.- Que yo quiero ser soldado. NIÑO-NIÑA.- Y yo dama de honor. NIÑO DIRECTOR.- Mira que sois bobos… Si hay personajes suficientes y actores suficientes… No hace falta cambiarse los papeles. NIÑO-NIÑA.- No es un cambio. NIÑA-NIÑO.- Es porque nos gusta. NIÑO PAJE.-

Son dos “travelos” (Niño-niña y Niña-niño lo miran con displicencia)

NIÑO REY.-

A mí eso no me gusta.

NIÑA REINA.- Es una tontería.

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Respeto, mejor respeto

NIÑA LIBERTAD.- Cada uno puede hacer de su capa un sayo, siempre y cuando no perjudique al que tiene al lado. NIÑA JUSTICIA.- Muy bien dicho. Sobre todo por el matiz. NIÑA DAMA.- ¿Qué matiz? NIÑA JUSTICIA.- Si no me llamara como me llamo te iba yo a decir a ti qué matiz. NIÑA DAMA.- Y qué tiene que ver tu nombre, ni que te llamaras Santa Teresa de Calcuta… NIÑA JUSTICIA.- No. Me llamo Justicia. Y con ese nombre no puedo ser cruel, tampoco caritativa, a cada cual lo suyo… No sería justo que te tratara mal porque eres un poco… ¿cómo diría…? NIÑA REINA.- Envidiosilla… NIÑA JUSTICIA.- Ummm, sí. Esa es la palabra, majestad. Gracias. NIÑA LIBERTAD.- ¡Qué estirada eres, querida! Tan estirada como necesaria. NIÑA JUSTICIA.- Lo mismo digo, guapa. Lo que pasa es que tú tienes mejor imagen. NIÑO-NIÑA.- Las dos sois imprescindibles. NIÑO DIRECTOR.- (Vuelve a acompañar de palmadas cada palabra) Vale, vale, vale… Ya está bien de disquisiciones… Vamos a lo que vamos… Yo soy muy tolerante… NIÑA-NIÑO.- ¡Ya ves tú! NIÑO-NIÑA.- Lo dice como si eso fuera la repera… NIÑO DIRECTOR.- ¡Ah, no!??? Te aseguro que soy muy, pero que muy tolerante y a mí como si te quieres hacer marciano o marciana o lo que queráis, que me da igual, vaya… NIÑO-NIÑA.- ¡Pos vale!

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Respeto, mejor respeto

NIÑA-NIÑO.- No se trata de tolerar, tú no tienes que tolerar nada… NIÑO DIRECTOR.- Ah, ¿no? NIÑO-NIÑA.- ¡No! Se trata de respetar. NIÑA-NIÑO.- Se trata de que exijo que se me respete tal y como soy… NIÑO DIRECTOR.- Bueno, eso quería decir… NIÑO-NIÑA.- No, no querías decir eso… NIÑA-NIÑO.- ¿Has oído hablar de la Constitución? NIÑO DIRECTOR.- Por supuesto. NIÑA-NIÑO.- Pues ahí está la clave… NIÑO-NIÑA.- Ningún español será discriminado por razón de sexo, creencias… etcétera, etcétera, etcétera… NIÑA-NIÑO.- ¿Estamos? … Que no nos enteramos… NIÑO-NIÑA.- Respeto… Colegas, respeto… NIÑO REY.-

¡Ah, ahora es cuando yo sanciono!

NIÑA LIBERTAD.- ¡Muy bien, majestad! NIÑO DIRECTOR.- Vale, vale… Se suspende el ensayo para el viernes… NIÑA LIBERTAD.- ¡A la calle! Que invito a respirar aire libre… NIÑO FIGURANTE.- Vale, generosa… Ya te podías estirar un poco más… NIÑA JUSTICIA.- ¿Te parece poco la libertad? NIÑO-NIÑA Y NIÑA-NIÑO.- Si tú la acompañas es la repera… NIÑO DIRECTOR.- ¡Un momento, un momento! Para el viernes… Que todos vengan con los papeles…

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Respeto, mejor respeto

NIÑO FIGURANTE.- Eso, eso, que nadie pierda los papeles… NIÑO DIRECTOR.- A que te doy por listo… NIÑA LIBERTAD.- ¡Mejor un beso! A la calle. (Griterío, excitación, saltos, voces, aplausos) TODOS.-

¡¡¡¡A la calle!!!! Mejor con un besooooooo….

Fin de “Respeto, mejor respeto”.

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Canto de Coro PERSONAJES: CORIFEO CORO VOZ NO IDENTIFICADA

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Canto de Coro

Escenario vacío, sólo un par de bancos a la derecha del espectador. Música de Wagner o Bach, o cualquier barroco que aporte grandiosidad y contraste de luces. Sale a escena el Corifeo, solo, con su bastón de mando, con los brazos en alto agitándolos al ritmo de la música. Avanza al proscenio y espera unos segundos a que la música baje en volumen.

CORIFEO.-

Queridos mortales… Esta función llega a su fin. (Espera que el Coro repita… Pero el Coro no está en escena… Él sigue esperando unos segundos y ya impaciente se gira con la normal sorpresa al ver que está solo) … ¡Ay, Dios! (Al público y con cierto abatimiento) ¿Ven? Así me pagan… Yo quise abrirles uno a uno la cabeza… Hacerles entender que aquí mando yo, pero… ustedes vieron cómo usaron de todas sus argucias para convencerme de lo contrario… Incluso ustedes fueron cómplices de sus tretas… Sí, sí, sí… Ustedes les rieron las gracias… Y aquí están las consecuencias… (Mientras habla, el Coro entra en escena sin hacer ruido, se coloca y se prepara para actuar) ¡Un Coro desertor! Eso es lo que hemos conseguido con tanto besuqueo… Pero… a ustedes les pareció gracioso aquello de “Mejor un beso” (El Coro repite con él esta frase a voz en grito. El Corifeo se vuelve sorprendido).

CORO.-

(Repite con cierta musiquilla) Mejor un beeesooo… Mejor un beeesooo… ¡Mejor un beeesooo!

CORIFEO.-

Oh, oh, oh… Van a su aire…

CORO.-

(Repite las palabras del Corifeo, pero…) Oh, oh, oh… Van a su aire… que es el tuyooooo…

CORIFEO.-

(Carraspea varias veces, se pone solemne y prosigue) ¡Queridos mortales!

CORO.-

¡Queridos mortales!

CORIFEO.-

Ahora sí. Os estaba diciendo…

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Canto de Coro

CORO.-

Os estaba diciendo…

CORIFEO.-

¡Sí! (Acompaña la afirmación con un gesto de triunfo con el puño) …Queridos mortales…

CORO.-

Queridos mortales…

VOZ NO IDENTIFICADA.- ¿Vas a decir algo más? CORIFEO.-

Sí.

CORO.-

Sí.

CORIFEO.-

¡Bien!

VOZ NO IDENTIFICADA.- ¡Bien! CORIFEO.-

(Se dirige a la Voz no identificada dentro del Coro) Un poco de paciencia, nene, que todavía no me jubiloooo…

CORO.-

Un poco de paciencia, nene, que todavía no se jubilaaaa

VOZ NO IDENTIFICADA.- Valeeee… pero tenía que intentarloooo … CORO.-

Valeee … Ya lo has intentadooo …

CORIFEO.-

Valeee … Si a sus señorías no les importa, seguimos … Que hay que acabar con esta historiaaaa…

CORO.-

No nos importaaaa… Tú eres el Corifeo… dirige…

CORIFEO.-

Graciaaaaassss …

CORO.-

De nadaaaaa…

CORIFEO.-

Queridos mortales…

CORO.-

Otra vez… Queridos mortales… A este paso se nos mueren…

CORIFEO.-

Decía al principio… que todo mortal tiene la obligación de buscar la felicidad…

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Canto de Coro

CORO.-

Todo mortal tiene la obligación de buscar la felicidad…

CORIFEO.-

(Levanta el dedo pulgar en señal de aprobación) Hemos intentado mostrar a los presentes…

CORO.-

Hemos intentado mostrar a los presentes…

CORIFEO.-

… Que hay varios caminos en la vida…

CORO.-

… Que hay varios caminos en la vida…

CORIFEO.-

Pero que siempre hay que transitar…

CORO.-

Pero que siempre hay que transitar…

CORIFEO.-

Por la rectitud…

CORO.-

Por la rectitud…

CORIFEO.-

Por el respeto a todos y a uno mismo…

CORO.-

Por el respeto a todos y a uno mismo…

CORIFEO.-

(Pensativo) Hay muchas frases hechas…

CORO.-

Hay muchas frases hechas…

CORIFEO.-

Y todas encierran gran verdad…

CORO.-

Y todas encierran gran verdad…

CORIFEO.-

La violencia sólo engendra violencia…

CORO.-

Tiene razón el Corifeoooo…

CORIFEO.-

Ya empezamos…

CORO.-

Ya seguimos…

CORIFEO.-

En cualquier caso…

CORO.-

Lo que hemos intentado…

CORIFEO.-

Ya me adivinan el pensamiento…

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Canto de Coro

CORO.-

Compenetración, se llama eso…

CORIFEO.-

Procurad mortales, tratar a los demás…

CORO.-

¡Como os gustaría ser tratados!

CORIFEO.-

¡Eso!

CORO.-

¡Ehhhhh!

CORIFEO.-

¡Ehhhh! ¿Qué?

CORO.-

¿Que qué de qué?

CORIFEO.-

Que antes que una amenaza, un insulto, un golpe…

CORO Y CORIFEO.- ¡Mejor un beso! CORO.-

¡Oh, sí!

CORIFEO.-

¡Mejor un beso!

CORO.-

¡Oh, sí! Mejor un beso…

CORIFEO.-

¡Oh, sí! Mejor un beso…

CORO.-

Contra la amenaza…

CORIFEO.-

Contra la amenaza…

CORO.-

Mírales a los ojos…

CORIFEO.-

Mírales a los ojos…

CORO.-

Y grítales con gracia…

CORIFEO.-

Y grítales con gracia…

CORO.-

¡Mejor un beso!

CORIFEO.-

Oh, sí, ¡Mejor un beso!

(Silencio. El Coro comienza a desfilar y abandona la escena. El Corifeo da unos pasos hacia atrás sin darle la espalda al público. Y en tono casi confidencial se despide)

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Canto de Coro

CORIFEO.-

Lo hemos intentado… ahora les corresponde a ustedes buscar la felicidad, pero… recuerden que no hay que pisar a nadie y en caso de duda, ya lo saben… ¡Mejor un beso! (Hace una reverencia y abandona la escena)

Fuera luces. Fin de “Canto de Coro”. FIN DE “MEJOR UN BESO”.

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