piel miel de
L uis Antonio MarĂn Bur gos
Título original: Piel de Miel © Luis Antonio Marín Burgos Editor: Luis Antonio Marín Burgos www.luchomarinburgos.com e-mail: luchomarinburgos@hotmail.com Primera Edición: Mayo de 2010, Bogotá D.C., Colombia El contenido de este libro no puede ser reproducido todo o en parte por método alguno o sistema de almacenamiento ya sea químico, fotoóptico, magnético, electrónico sin el permiso previo y por escrito del propietario del copyright. ISBN: 978-958-44-6833-8 Impreso en Colombia por Panamericana Formas e impresos S.A.
Luis Antonio y Marcia Helena Mi sangre hierve de amor por el Dios que me enseñaron a vivir y por su tierra –mi tierra- de la que me enamoraron desde niño.
¡Ah, princesa mía, cuán bellos son tus pies en las sandalias! Las curvas de tus caderas son como alhajas labradas por hábil artesano (Cantares 7 1/)
Miel morena… Furtivos, mis ojos, desertan a mi corazón para galopar extasiados en el alba de tus cimas Extraña sensación, tierna, en la madura cosecha, fresca, cada vez más fresca, entre el mosto de mis extremos Mi sien, perdida, ronda en ti ajena a mi vida, embriagada en la alborada de tus irresistibles deseos Mi piel, no yace en mí no se cuándo marchó a arropar obediente tu corazón, y tu cielo
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(continuación)
Cómo pueden, no pasar, los acusones días por tu tez cuando el faro de mis arrugas avizora mis jornadas ... y tú, aún más bella Atrevido, consulté a Dios, y me ha descubierto que míos no han sido nunca, sino tuyos Ahora se, que de miel tienes que estar hecha Y no de cualquier miel, pues Dios, al darme un regalo en ti, tuvo que tomar de Su jardín abejas santas, de santo sabor como el elixir de tus besos… De miel morena!
Los dos, y el tiempo Una vida ... entre las luces altas de tus cumbres frías de fuego Una década ... deambulando locos internados en nuestras ansias de descubrimientos Un año ... revuelto en los azules sueños de tus vértices agudos e inquietos Un mes ... entre el frágil viento, sudoroso de matices linces y alborotos Un día ... en la entrecortada sílaba afónica de calores humedecidos por el néctar de nuestros alientos
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(continuaciĂłn)
Un tiempo ... pergamino de aires bordados de arco iris plateados, y silencios TĂş y yo ... gacelas amantes arropadas en nuestra piel calada de guardados arrebatos Pasa el tiempo ... estacionado en la verdad de nuestros dedos besos nacientes de soles frescos Tantos aĂąos ... y son solo momentos navegantes extraviados en el manantial de nuestras inmarchitables querencias
Dignidad ... Doncella dormida entre el gris, y azul, del sentimiento Virgen apuesta de susurros fieles, y calientes alientos Ebria adolescente trenzada en lunas de recuerdos Dignidad, gaya de verdades y arcanos besos Dignidad, casta traza de frescos tiempos Dignidad, verbo de legĂtimos juramentos Dignidad, dignidad ... huella, que me queda, y me llevo
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Desprecio… Dices que me amas, y no entiendo… Cómo anclan tus sueños traviesos y extasiados en puerto forastero Las gaviotas de tus labios mueren cadentes en la brisa de otras voces Tu entregada sonrisa se hace furtiva en medio de tu ausencia El atisbo coqueto de tus mieles ojos miente que mira Temerosa tu piel exhala tu distancia a mi corazón y al viento Agónico, me atrapa en este fiel amarte tu callado hasta luego Dices que me amas, y no entiendo…
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Vuelve mi alma... Vuelve, en el fuego de sus labios al líquido sedante de su infancia Vuelve, entre el eterno de su caminar al infinito huérfano de su mañana Vuelve, curada de la mezquina huella ingrata, con ingrato buril pérfidamente calcada Vuelve, vuelve apresurada atisbada, reflejada en silentes espejos, entrecortada Vuelve, viva eternamente viva por el atrevido rasgo de este trazo Vuelve, parida de llantos y recuerdos vuelve, vuelve alma mía … al alba
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Me lleva el viento... Entre sus olas y serpentinas entre ilusiones y temores me lleva el viento Entre acuarelas de sensaciones huye mi ser con ĂŠl, acĂłlito eterno Ven, vuela conmigo al paraĂso, de nuestros sedientos sueĂąos Me lleva el viento, me lleva, entre tu talle en el oasis de tu piel Embriagado de ti, me lleva el viento, me lleva ...
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Que qué me gustó ? ¡cómo saberlo...! Cómo saber cuál es más grande, Si el brillo de tus ojos, letra de universos de ternuras O, el reflejo de tus labios, nota de pasiones escondidas Si tu aroma, si tu voz si tu ser, si tu dulzura... Que qué me gustó ? ¡cómo saberlo…!
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Te regalo una cajita… Para que guardes en ella tus ideales, y mis sueños Para que cobijes en sus adentros los besos que te doy, y nuestras sienes Para que tomes de ella, cada día, la parte de mi amor que te alimente Para que la abras en las noches y te embriagues de mi aroma Para que alojes en su silencio el huracán de nuestros ardores Para que desentrañes de su corazón nuestra felicidad, en tus tristezas Para que cerrada, contemples por fuera el universo que hay adentro Para que concibas en tus pensamientos la eternidad de nuestros besos Te regalo una cajita… Para que guardes en ella nuestro sentimiento
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Por qué habrían de llamarte luna… Por qué habrían de llamarte luna y no compañera… Si aconsejas a mi paso ciego y das albergue a mi fría nostalgia Si en el mutis del mundo sonríes, con tu candente amor, mis desvelos Por qué habrían de llamarte luna y no compañera… Si siempre estás ahí, leal, a mis dolores y secretos Por qué habrían de llamarte luna y no compañera ... Ojalá te comprendiesen cuando te sonrojas al nacer y empalideces en tu madurez
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(continuación)
Son tus latidos dulces destellos que acompañan a mis sueños Reverdeces cuando te bañas y me sorprendes entre las ingratas cumbres de mi pueblo Nunca te marchas tan solo te escondes entre las bufandas de su cielo Por qué habrían de llamarte luna si más que luna, eres compañera
No he sido por ti... Mar, ni montaña, estrella, ni campiña, flor, ni llovizna, estela, ni calzada he sido... corazón y quimera palabra y mirada llanto y sonrisa dolor y piedad aliento y sustancia he sido... reflexión y libertad juventud y cautela huracán y silencio sinfín y alba amor y verdad he sido... todo y nada savia y parábola ruta y cruzada semilla y lágrima ternura y humildad he sido... por ti, solamente... he sido!
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Pudiera mi ser‌ Lograr con mi voz acariciar con sus versos tu pelo Y dejar entre los hilos de tus torrentes secretos de cielos Escarbar entre mis sueùos suaves relatos baùados de tu aroma Conseguir con mis ojos cobijarte en el alba dormida de tu piel Y golosos de recuerdos cautivar la huella de tu esencia Pudiera mi ser impregnarse de tu ser y tu abrigo
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Me hablan de ti … Luces, tranquilas, intensas, pincelan mi marcha Mieles, en sus horizontes beben de mi sien Discretos, tejen, ríen, empapan mi piel Entretenidos, graciosos, y tardos, jadeantes de mi ser Cerrojos, de recuerdos leales a mi ayer, Vuelan, entre las crestas de mis sueños Luces, claras, profundas, me hablan de ti son tus ojos, tu corazón
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Déjame contemplarte... Entre halos de luz y dulces vientos, colorantes serpentinas de ideas y tiempos. . . déjame contemplarte Déjame contemplarte... Entre aromas de vida y sentimientos, entre lunas de ansia y pensamientos. . . déjame contemplarte Déjame contemplarte... Haciendo tuyos mis sueños, Bebiendo eternidades de tus besos. . . déjame contemplarte Déjame contemplarte... Entre nuestros mudos verbos …y silencio
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La vida… Golosa mixtura, flama de albas y entreluces... ebria orilla, amante de quimeras, y recuerdos La vida … Inagotable jardín, morada de risas, y pesares... dulce aposento, cobijo de sienes nacaradas La vida … Exaltado entreacto amparo, de ajados rostros... fuente, depósito de pasiones y afectos La vida … ¡mi vida!
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Envejecí joven… amándote No hace ayer….. no lo hace veías en mis ojos, manantiales eran para ti oasis, mis palabras partos de tu vientre, mis dolores No hace ayer…. no lo hace volvías a mi sien, a descubrirte a colonizar en mi, nuestros sedientos pasados No hace ayer… no lo hace ceiba era para ti, mi existencia gacela entre tus sueños entre lo nuestro… lo nuestro No hace ayer… no lo hace de tristes recuerdos era tu frugal paisaje, impetuoso viento en tus alturas Hoy, al parecer… joven aún como ayer envejecí para tu ser y… no hace ayer… no lo hace
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Ebrio... Suspiro el socorro de tus p鱈caros besos lisonjeros de silencios Me entrometo como ni単o a los huertos de tus voces, y deseos Perdido, sucumbo al se単uelo de tus aires, de tus fuegos Enajenado, deliro ebrio por ti, ebrio de tu piel, y tus anhelos Ebrio en ti, en tu cabello en tus sue単os, ebrio
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(continuación)
Peregrino entre la miel de tus traviesas y exquisitas, cumbres Deambulo por dentro de tu piel mojada, ardiente Dibujo con mi sien tus golosas, y mágicas aromas Y enajenado, errante en tus gemidos nacen verbo, mis sueños Ebrio… de calor, de pasión, de fuego, ebrio de ti, ebrio
Disparatados ojos‌ Disparatados, tus ojos dicen notar en mi reparada mirada, arrebato, distancia EscudriĂąan ciegos, entre los roncos almĂbares, desnudos de tu alma Nada sospechan de mi congoja y dolor pasmados, perdidos timan a tu alma Altivos, se cuelan agotados, gravitando en los picaportes de sus lĂĄgrimas Hidalgos en sus delirios asientan ansiosos con lamentos ajados, nuestros desabrigos
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(continuación)
Disparatados, los míos enmudecen mustios, ante tus ojos, mi soledad, mi desengaño Disparatados, tus ojos, los míos, disparatados, disparatados, los dos, lejanos, perdidos
Solo basta una rosa… Tal vez no sea la mejor de las cajas ni tampoco contenga el mismo número de rosas Pero quiero que sepas, por si te interesa….. Que va por caja mi corazón, por papel de regalo este sentir, ¡ cada día me haces más falta ! Que en el color, y ternura de una rosa se dibuja el jardín del amor nacido de mi corazón, para tí Que en tan solo una rosa, pues no tengo más que una tierna, frágil y hermosa rosa estas… tú Que por ser la más hermosa rosa incomparable, perfecta, ni siquiera me atrevo a que te busques entre otras Pues eres mi única y total rosa, la que extasía mi corazón y complementa mi vida ¡ La cóncava y convexa rosa … de mi existencia !
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Si me preguntan por ti… Mi piel, mentirá y en mis adentros te escribirá, ¡mi extranjera! Mi cuerpo, escapará y en su huida encubrirá tus escondidos extremos Mi mirada, envejecida por tu ausencia marchará sin regreso Mi alma, silente abrigará las querencias honrando lo nuestro Mis mejillas, turbadas evocando tu ternura callarán su flama, al silencio Mis labios, secos rondarán huérfanos el cauce de tus besos Mis recuerdos, vivirán, cobardes vivirán en mi ser, para siempre Si me preguntan por ti, jamás sabrán que te quiero, y que te espero, que te espero!
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He intentado arrancar... A mis labios, tu nombre A mi alma, tu dulzura A mi corazĂłn, tu sonrisa A mi mente, tu recuerdo A mi dolor, tu ausencia He intentado hurtar a mi ser, ÂĄtu existencia! Y prohibidamente me han gritado la cobardĂa de mi orgullo, como condena He propuesto a mi camino arrancarte de mi, y no puedo!
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Ingrata ... Ingrata la lluvia ingrata el alma la sonrisa, ingrata, ingrata la partida, la llegada Ingrata el alba, ingrata la noche la luna, ingrata, ingrata tu tierna mirada Ingrata la voz de tu corazĂłn ingrata su llama tu piel, ingrata, ingrata porque calla Ingrata que quema y clama ingrata que extraĂąa tu vida, ingrata, que me priva de ti, ingrata Ingratos tu y yo los dos, ingratos, ingratos a los dos, al nĂŠctar de nuestras fuentes, ingratas
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Solo te pido… Ahora entiendo la fragilidad de tus promesas, al parecer, se las llevó el viento olvidaste sentimientos, y hasta detalles de pronto todo terminó en ti, como un recuerdo Se que fallé y tendré que llevar el fijo costo marcado está en mis adentros, en silencio ingrato buril que hoy se ensaña en mi desconsuelo y ayer tatuaba cada instante, cada beso Solo te pido, sepas perdonar cuando no tuve el valor para refrenar mis querencias y buscarte con anhelo tenme por débil, por loco, hasta por grosero, a cambio de mi verdad, la sed de amarte que llevo dentro Nunca te extrañes que siga vivo, por lo nuestro, son mis promesas que no se han roto o mi porfía de saberte a mi encuentro una mañana, una tarde, o en un desvelo Déjame gritarle al afónico viento que te necesito de pronto el me responda ... que los juramentos de un día, permanecen nuestros, aferrados a la soledad y al recuerdo
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Si no fueras... Si no te amara, desde siempre te amaría Si no te conociera, ya te habría descubierto Si no te pensara serías ya, mi invento Si no fueras mía llovería en tus adentros Si no estuvieras en mi danzarías atrapada en mi sien Si aún no nacieras yacería como flor en tu vientre Si no lo fueras, lo sería por ti, siempre!
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Tierna gacela… Sus labios… miel eterna, fuente de esencias y finos arco iris Sus mejillas… dulce aposento, paraíso, y acuarela de sueños Sus ojos… escondite de fuegos, cómplices de deseos, y silencios Su cabello… exquisito lino fresco cobijo de cimas y cielos
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(continuación)
Su cuerpo… ¡Oh! su cuerpo, lagar de nidos, sinfonías, y néctar Gacela, tierna gacela, qué habría de hacer para ser tu fuente, tu llanura… En donde extasiada, bebas mis sueños, y juegues libre… perfecta!
Aprendí por ti... A ser verdad y deseo, pelafustán y maestro libertario y reo En tus brazos fui volcán y silencio hielo y fuego De tus sueños laguna y estero lluvia y desierto En tus querencias, fantasía y aliento agitación y sosiego Aprendí por ti, a ser camino y sueño huella y recuerdo Aprendí por ti, a ser… sin serlo y a dejar de ser… siéndolo
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Amanecer sin ti Bisoña, jornada cortejada de luz, hechizada, agotada, tardamente despuntada en polen, aprisionada Adornada de congojas en hálitos y aromas, arrancados al pasado, al recuerdo dormido de sus besos Novicia, obertura eterna, ensañada a la débil alma, rota, abandonada, delatada a su despedida Inevitable fantasía y verdad, buril de las querencias, crías de vida, dolor, y ausencia
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Mi torpe ternura
(inconcluso)
Busco con su luz ser tu viento, abrigo en tus sueños y diván de tus calores, y anhelos Entretejida en tu piel conspiro, a tus ansias, subiendo a la cima de tus secretos Manantial de miradas que aún por discretas torpes fueron, en su mudo silencio Quiso ser dermis en los alvéolos de tus recuerdos... los nuestros Mi torpe ternura Que no te tomó, y te tomará, por siempre
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Pude amarte... Cuando los luceros parpadeaban buscando con ansiedad dormir para acortar su vida Cuando el día se apagaba entre el caoba de sus ojos y tu partida Cuando tu voz envanecida entrecortada y cobarde dictaba que me amaba Cuando tu aguda huella extraviada de reclamos me pedía Cuando las noches vacilaban en hacer brotar su muerte antes que el alba ... pude amarte! Sí, pude amarte ... en la alegría y el desconsuelo en la voz de un ave y su silencio en la lágrima de llanto y carcajeo en el ángulo de tu alma y tus dedos en la piel de tus besos y recuerdos Pude amarte ... en tu verdad, y mis anhelos
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Quisiera maldecir… La luna que cobijó nuestros sueños El aroma que embriagó nuestros cuerpos Mi sed de ti, tu sed nuestros manantiales secretos La lluvia que roció en tu cara el edén de nuestros abrigos El sol que perjuro albergó nuestros impotentes deseos El silencio que cubrió mudo nuestros universos Quisiera maldecirlos, y no puedo… La luna, tu aroma, nuestra sed, el sol el silencio, gritan… cuánto te quiero!
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Quiero ser tu aliento... Para impregnar de aroma el viento, y en el rocĂo de tu voz, mojar de tus suspiros, mis sentimientos Quiero ser tu aliento... Para embriagar de calor el aire y dejarme caer entre tu sien, hasta perderme en tus adentros Quiero ser tu aliento... Para guardar en ti, mis sueĂąos
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Te descubrí, ausente En celofanes de sonrisas, manantiales, gemidos e ilusiones... te descubrí, ausente Ausente hoy, de un ayer, verbo, paraíso y sentimientos... te descubrí, ausente Descubrí tu ausencia, en tu apagada mirada, en mi huérfana piel En nuestro universo, no estabas te habías marchado Ausente, te descubrí entre mis dedos en mis adentros Te descubrí, ausente y guardé silencio
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Aroma de alba… Dicta un canto mudamente, que discurren alborotados… los rincones de tu cuarto Desorbitadas, ruborosas, custodian tu gemir y el mío… las esquinas de tu cuarto Caladas, empapadas, entretienen nuestra vida … las ventanas de tu cuarto Húmedas de miel, y de perfume, esconden tu sudor y el mío… las sábanas de tu cuarto Coqueta, extasiada arrebatada en mi simiente … duerme la almohada de tu cuarto Los rincones, las esquinas, las ventanas, las sabanas, tu almohada, nuestra piel, perfumados del aroma de nuestra alba… en tu cuarto!
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Yo te invito ... A desenfrenar el amor que por mi sientes A vaciar el esplendor que en mi vives A derramar el manantial de tus alturas en mi cuerpo A reconstruir nuestras huellas de amar en el bosque de nuestros cabellos A presentir tus deseos en el temblar de mi ser A llevar tatuado por dentro tu aroma asido al mĂo Yo te invito ... A beber del ĂŠxtasis de la copa de nuestras almas y cuerpos
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Éramos ‌ Guerreros acobardados por la fatiga de la desilusión, sedientos de viento Nuestro aliento se apagaba entre las heridas de la batalla, aferrados al horizonte ciego HuÊrfanos transeúntes en los pasos perdidos, de desatinados tiempos Arropados de la soledad haragana sentencia, soberbia, amarga, y delatora Eramos, sucesos, sin serlo, sin serlo
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(continuación poema Éramos)
Somos … Oasis, aromas y nacientes auroras y furores Palomas, fantasías y piruetas brisas y jardines Principiantes, frágiles y traviesos soñadores y guerreros Somos, celosas soledades, dormidas en el éxtasis de sus anhelos Somos, norte y sur, ebrias bagatelas, fundidos caminantes de dolores y laureles Somos, somos, solo somos, de nosotros, somos
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Perdido, quiero Perdido en la luz de tus ojos busco embriagarme de amor libar del azul de tu alma en tu llama, embriagado, perdido libar de tu amor ... quiero
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INDICE Miel morena... Los dos, y el tiempo Dignidad... Desprecio... Vuelve mí alma... Me lleva el viento... ¿Que qué me gusto? ¡cómo saberlo...! Te regalo una cajita... Por que habrian de llamarme luna... No he sido por ti... Pudiera mi ser... Me hablan de ti... Déjame contemplarte... La vida... Envejeci joven... amándote Ebrio... Disparatados ojos... Solo basta una rosa... Si me preguntan por ti... He intentado arrancar... Ingrata... Solo te pido... Si no fueras... Tierna gacela... Aprendí por ti... Amanecer sin ti Mi torpe ternura Pude amarte... Quisiera maldecir... Quiero ser tu aliento... Te descubrí, ausente Aroma de alba... Yo te invito... Éramos... Perdido, quiero
7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 69 71 73 77
La poesía de Luís Antonio Marín “Ante la vulnerabilidad de la inconsciencia y la ausencia de la voluntad llegamos al mundo, creados por el principio de algo eterno que nuestra temporalidad jamás nos permitiría entender. Protegidos bajo la sombra de la complicidad insensata que nos deja caer para aprender.
Cimentados en la verdad absoluta del amor que fue creado antes que el hombre pudiera amar. Instaurados en la infinidad de la motivación a la cual le debemos nuestra existencia, un sentimiento que excede la conciencia y desborda la razón mientras ella insiste en explicar la lealtad de la huella de un gen que determina su vida. Las curvas de las letras que llenan las páginas blancas de este libro, no son más que un genuino relato de los recuerdos gratos que marcan la vida de su autor. La confabulación de los sentimientos que unen la pasión y el agotamiento del amor equívoco que trata de imitar la perfección del amor divino. Palabras que se entremezclan con la respiración fuerte del lector inquieto que página tras página experimentará la debilidad del amor perfecto.
María Ximena Marín Morales