Adagio

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Redacción e investigación: Yéssica Antillón, Eileen Santos Jennifer Márquez Arte y diseño: Jennifer Márquez Diseño de portada: Eileen Santos Publicación: Jennifer Márquez


Índice La química y la vida cotidiana ¿Por qué lloramos al cortar cebolla? ¿Es peligroso respirar oxígeno puro? Ecología y contaminación Cómo se rastrean las fuentes de lluvia ácida. Biografía de un científico destacado Dimitri Ivanovich Mendeléiev Mezclas, compuestos y elementos ¿Por qué nos hundimos en las arenas movedizas? La verdad de la Coca-Cola. ¿Por qué el helio hace que la voz sea más aguda? Modelos atómicos La evolución de los modelos atómicos. Radioactividad El desastre de Chernóbil. Las reacciones químicas y sus usos La combustión espontánea humana. Los usos de algunos compuestos químicos Óxidos de nitrógeno. Ácido sulfúrico. Sal común. Alimentos La oxidación de los alimentos. Curiosidades sobre la belleza, la tecnología y el ambiente ¿Sabías que el maquillaje egipcio no tenía un papel sólo cosmético? ¿Cómo funciona la pantalla táctil? El guano de murciélago: Un gran fertilizante.



Dentro de las células de la cebolla existen algunos compuestos que contienen azufre. Cuando la cortamos, se rompen las células y estos compuestos sufren una reacción química que los transforma en moléculas sulfuradas más volátiles, que son liberadas al aire. Estos compuestos sulfurados reaccionan con la humedad de tus ojos generando ácido sulfúrico, que produce una sensación de quemazón. Las terminaciones nerviosas en los ojos son muy sensibles y detectan esta irritación. Entonces el cerebro reacciona diciéndole a los conductos lacrimales de tus ojos que produzcan más agua, es decir lágrimas, para diluir el ácido y proteger así los ojos.

Hay algunos trucos para cortar la cebolla de forma menos problemática: - Corta la cebolla bajo agua fría. Los compuestos volátiles sulfurados se liberarán pero reaccionarán con el agua en lugar de alcanzar tus ojos. - Congela la cebolla durante unos 10 minutos antes de cortarla. Así la temperatura fría de la cebolla ralentizará la reacción que da lugar a esos compuestos sulfurados volátiles.


Aunque parezca incongruente, el exceso de oxígeno puede resultar tóxico. Algunas veces, los médicos emplean oxígeno puro en casos de urgencia, como puede ser una afección pulmonar grave, aunque eso significa una concentración cinco veces mayor que la que normalmente tiene el aire. Si se respira continuamente y por tiempo prolongado, el oxígeno puro puede producir una acumulación de líquido en los pulmones, colapso de los alveolos pulmonares, convulsiones e incluso, si se trata de bebés prematuros, ceguera. Por eso se emplea oxigeno en concentraciones mucho más bajas para tratamientos prolongados, en el hospital o en la casa de personas asmáticas, los que sufren ataques cardiacos o aquellos que convalecen de una operación pulmonar. En las profundidades del aparato respiratorio Los pulmones son dos órganos de forma cónica, no exactamente iguales, que se encuentran dentro de la cavidad torácica. Están protegidos por las costillas, la columna vertebral, el esternón y los músculos respiratorios. Entre los pulmones están colocados el corazón, la tráquea y el esófago, que va por detrás de la tráquea conectando la faringe con el estómago. La parte externa de los pulmones y el interior de la cavidad torácica están recubiertos por una membrana serosa llamada pleura. La lubricación de estas dos hojas de la pleura permite que los pulmones se expandan y se retraigan fácilmente sin adherirse a la cavidad torácica. El diafragma, que forma el piso del tórax (y el techo del abdomen), es una estructura continua que tiene sólo tres orificios por donde pasan el esófago y los grandes vasos sanguíneos.



Cuando el 10 de abril de 1974 se abatió una tormenta sobre Escocia, la lluvia igualo un record mundial… por su acidez. Era más o menos equivalente al jugo de limón y mas acida que el vinagre. Supero cientos de veces la acidez normal de las precipitaciones pluviales. En muchas partes del mundo, la lluvias son 10 y aun 100 veces más acidas de lo que deberían ser, dañan los edificios y la tierra, matan peces de los lagos y destruyen los arboles. La lluvia acida es un problema ecológico que no respeta fronteras. La contaminación atmosférica que la causa es arrastrada por los vientos dominantes desde las zonas industriales hasta montañas, lagos y bosques. Ni siquiera el Ártico está libre tal contaminación. ¿De dónde proviene el acido? Ya no hay duda de que la mayor parte de origina en automóviles, hogares, fabricas y plantas de energía. Siempre ha existido in poco de acido en la lluvia alimentada por volcanes, pantanos y el plancton de los océanos; pero los científicos saben que ha aumentado abruptamente en los últimos 200 años. El hielo formado antes de la Revolución Industrial y atrapado en los glaciares, resultó tener una acidez moderada, de origen natural.


La lluvia se vuelve acida principalmente por la presencia de dos elementos químicos: azufre y nitrógeno. El azufre se encuentra en la hulla y el petróleo. Al quemarse forma bióxido de azufre, que se mezcla con las gotas de agua en las nubes y se convierte en acido sulfúrico. Como resultado de la combustión, el nitrógeno forma óxidos que se transforman en acido nítrico al reaccionar con las moléculas de agua. Una parte de ambos ácidos cae donde se originan, mienten que el resto puede recorrer ciento de kilómetros. La creciente contaminación, provocada en gran parte por las plantas generadoras de energía en épocas recientes, ha propiciado que lugares como Escandinavia, por ejemplo, se vean afectados por miles de kilómetros de distancia. En esa región nórdica europea, científicos suecos han estimados que 70 % del azufre contenido en el aire de su país proviene de fuera, sobre todo de Europa Oriental. Para determinar si una parte de la lluvia acida de Escandinavia provenía de Gran Bretaña, se recolectaron muestras de aire desde un avión, que luego fueron sometidas a pruebas por científicos británicos. E n uno de los vuelos se encontró que el aire que llegaba a la costa occidental británica, a través del Atlántico, contenía menos de la mitad de azufre y una cuarta parte menos de nitrato que el aire de la costa oriental. Al pasar sobre Gran Bretaña, los vientos dominantes habían recogido los contaminantes que arrastraron hasta Escandinavia. Incluso fue posible rastrear las ‘‘huellas’’ de la contaminación originada en una planta industrial específica, que liberaba un compuesto químico: hexafluoruro de azufre. Con instrumentos que fueron transportados en un avión se pudo precisar el momento en que la nave atravesó la zona donde se emitía tal sustancia, y se hicieron mediciones de su concentración en la atmósfera.



(Tobolsk, actual Rusia, 1834-San Peterburgo, 1907) Químico ruso. Su familia, de la que era el menor de diecisiete hermanos, se vio obligada a emigrar de Siberia a Rusia a causa de la ceguera del padre y de la pérdida del negocio familiar a raíz de un incendio. Su origen le cerró las puertas de las universidades de Moscú y San Petersburgo, por lo que se formó en el Instituto Pedagógico de esta última ciudad. Más tarde se trasladó a Alemania, para ampliar estudios en Heidelberg, donde conoció a los químicos más destacados de la época. A su regreso a Rusia fue nombrado profesor del Instituto Tecnológico de San Petersburgo (1864) y profesor de la universidad (1867), cargo que se vería forzado a abandonar en 1890 por motivos políticos, si bien se le concedió la dirección de la Oficina de Pesos y Medidas (1893). Entre sus trabajos destacan los estudios acerca de la expansión térmica de los líquidos, el descubrimiento del punto crítico, el estudio de las desviaciones de los gases reales respecto de lo enunciado en la ley de Boyle-Mariotte y una formulación más exacta de la ecuación de estado. En el campo práctico destacan sus grandes contribuciones a las industrias de la sosa y el petróleo de Rusia. Con todo, su principal logro investigador fue el establecimiento del llamado sistema periódico de los elementos químicos, o tabla periódica, gracias al cual culminó una clasificación definitiva de los citados elementos (1869) y abrió el paso a los grandes avances experimentados por la química en el siglo XX. Aunque su sistema de clasificación no era el primero que se basaba en propiedades de los elementos químicos, como su valencia, sí incorporaba notables mejoras, como la combinación de los pesos atómicos y las semejanzas entre elementos, o el hecho de reservar espacios en blanco correspondientes a elementos aún no descubiertos como el eka-aluminio o galio (descubierto por Boisbaudran, en 1875), el eka-boro o escandio (Nilson, 1879) y el eka-silicio o germanio (Winkler, 1886).


Mendeléiev demostró, en controversia con químicos de la talla de Chandcourtois, Newlands y L. Meyer, que las propiedades de los elementos químicos son funciones periódicas de sus pesos atómicos. Dio a conocer una primera versión de dicha clasificación en marzo de 1869 y publicó la que sería la definitiva a comienzos de 1871. Mediante la clasificación de los elementos químicos conocidos en su época en función de sus pesos atómicos crecientes, consiguió que aquellos elementos de comportamiento químico similar estuvieran situados en una misma columna vertical, formando un grupo. Además, en este sistema periódico hay menos de diez elementos que ocupan una misma línea horizontal de la tabla. Tal como se evidenciaría más adelante, su tabla se basaba, en efecto, en las propiedades más profundas de la estructura atómica de la materia, ya que las propiedades químicas de los elementos vienen determinadas por los electrones de sus capas externas. Convencido de la validez de su clasificación, y a fin de lograr que algunos elementos encontrasen acomodo adecuado en la tabla, Mendeléiev «alteró» el valor de su peso atómico considerado correcto hasta entonces, modificaciones que la experimentación confirmó con posterioridad. A tenor de este mismo patrón, predijo la existencia de una serie de elementos, desconocidos en su época, a los que asignó lugares concretos en la tabla. Pocos años después (1894), con el descubrimiento de ciertos gases nobles (neón, criptón, etc.) en la atmósfera, efectuado por el químico británico William Ramsay (1852-1816), la tabla de Mendeléiev experimentó la última ampliación en una columna, tras lo cual quedó definitivamente establecida.



Las arenas movedizas son una mezcla de arena y agua, o arena y aire que tienen la apariencia de solidez en la superficie, pero se vuelve totalmente inestable cuando las pisamos o cuando se hunde la rueda de un automóvil. Todos habrán visto en alguna que otra película a algún protagonista hundirse en la arena y ser salvado a tiempo, o en el peor de los casos a algún desgraciado extra que desaparece por completo. Bueno, eso no es más que una exageración y un mito bastante extendido. Las arenas movedizas suelen ser poco profundas, es difícil que nos hundamos más de unos centímetros. En la arena normal los granos están apretados entre sí formando una masa rígida, con más o menos un 25 a 30 por ciento de espacio entre ellos que está lleno con agua o aire. Como los granos de arena no son todos esféricos, sino que algunos son alargados, a veces el espacio entre ellos puede llegar a ser de un 70 por ciento de la masa. En este caso la arena colapsa o se vuelve "movediza", por culpa de que están sobresaturadas de agua y los granos tienen poca fricción entre sí, agravado por el hecho de que son agitadas pro alguna causa exterior. Ésta puede ser una fuente subterránea de agua, que cuando sube se lleva con ella las partículas de arena, o también puede se por alguna vibración, como un terremoto. La vibración, más el agua que separa los granos, hacen que se reduzca la fricción entre ellos, y se vuelven movedizos. Entonces la arena se vuelve casi líquida, en ese estado no puede soportar tanto peso como en el estado normal. Así que si una persona camina sobre ellas se hundirá, no será succionada como pasa en las películas, sino que solamente la arena no sostendrá el peso y dejará que la persona se hunda.


Lo que sí es verdad es que si uno se mueve, eso no es bueno, ya que eso agita la arena y acelera el hundimiento. Pasa lo mismo que en el agua, si a la persona le da un ataque de pánico y comienza a agitarse se hunde, sino flota como en el agua. Si uno quiere retirar el pie de golpe, se creará un vacío, lo que hará que la arena succione y no lo deje salir. En cambio si uno se mantiene con calma, y saca el pie lentamente, no ocurre nada. Generalmente se originan en lugares donde hay arroyos, o en las orillas de los ríos, o en playas durante la marea baja. En esos casos el espacio entre granos se amplía por culpa del movimiento del agua en la superficie.


Ácido fosfórico - fórmula química: H3PO4 Es un componente de los refrescos de cola que si se ingiere en ayunas llega a producir gastritis. El ácido fosfórico es dañino para el calcio de los huesos y es uno de los mayores contribuyentes al aumento de la osteoporosis. Cloruro de Sodio - fórmula química: NaCl O sal de mesa. Se usa en comestibles para darles sabor, o para conservarlos. También se utiliza para deshacer hielo, por ejemplo en invierno en las carreteras. ¿Sal en la Coca Cola? Es exactamente el Cloruro de Sodio en exageración el que refresca y al mismo tiempo da el doble de sed, como para pedir otra gaseosa. Y no resulta desagradable porque la sal mata literalmente la sensibilidad al dulce... del que por cierto también tiene mucho: 39 gramos de azúcar. Es ridículo. De los 350 gramos de producto líquido, más del 10% es azúcar, o sea que en una lata de Coca-Cola más de un centímetro y medio es puro azúcar. Aproximadamente , ¡tres cucharadas soperas llenas de azúcar por lata!


La fórmula de la Coca Cola es muy sencilla: • Concentrado de azúcar quemado -caramelo– para dar color oscuro y gusto • Ácido fosfórico (sabor ácido) • Azúcar (HFCS-jarabe de maíz de alta fructosa) • Extracto de hojas de la planta de coca (África e India) y otros pocos aromatizantes naturales de otras plantas • Cafeína • Sal para dar la sensación de refrigeración • Conservante que puede ser benzoato de sodio o benzoato de potasio • Dióxido de carbono El uso del ácido fosfórico y no del ácido cítrico como todas las demás gaseosas, es para dar la sensación de dientes y boca limpia al beber. El ácido fosfórico literalmente fríe todo y en alta cantidad puede hasta causar daños al esmalte de los dientes, cosa que el ácido cítrico ataca con mucho menos violencia.


Todos conocemos lo que sucede cuando el helio es inhalado: la voz se hace mucho más aguda, como la del Pato Donald; y produce un efecto muy divertido. Esto ocurre porque en el helio, al ser un gas formado por moléculas de un solo átomo, las ondas sonoras viajan mucho más rápido. Además, al ser un medio menos denso, las cuerdas vocales pueden vibrar más rápido, con lo que la frecuencia del sonido aumenta. Sin embargo, hacer esto durante demasiado tiempo es peligroso: el helio sustituye al oxígeno en los glóbulos rojos, causando asfixia en pocos minutos. La sensación de ahogo en el cuerpo humano se produce por el exceso de CO2 y no por la falta de oxígeno, con lo que la persona no se daría cuenta de que se está asfixiando.



El concepto de átomo necesariamente ha sufrido cambios a lo largo de la historia en la medida en que se perfeccionan los instrumentos y se amplía el concepto se adquiere cada vez más información. Por esta razón el modelo atómico se ha modificado con los nuevos datos que han aparecido. Los modelos son utilizados para predecir cómo se comportará un átomo. La primera teoría científica sobre el átomo fue elaborada por John Dalton a principios del siglo XIX. Modelo atómico de Dalton. Dalton, químico inglés, publicó su teoría en 1808 y 1810, ésta tenía algunos errores, pero puso el cimiento para la comprensión del átomo ya que definió al átomo como la unidad constitutiva básica de la materia. Modelo atómico de Thomson. Thomson planteó la idea de que el átomo podía dividirse en tres partículas fundamentales: los protones de carga positiva, los electrones de carga negativa y los neutrones sin carga eléctrica, pero con masa mayor que la de los protones y electrones. Thomson descubrió el electrón en 1897. Sin embargo, su modelo era estático, él suponía que las cargas positivas y negativas se encontraban en reposo, y que el átomo en su conjunto era eléctricamente neutro. El modelo de Thomson permitía entender la formación de iones positivos y negativos, mas no podía explicarla emisión de radiación. Modelo atómico de Rutherford. Considera dos aspectos principales: un núcleo y una corteza. En el núcleo se encuentran los protones y los neutrones; el núcleo contiene casi toda la masa del átomo. La corteza está formada por los electrones, los cuales giran en órbitas circulares y elípticas. Ernest Rutherford logró determinar que el átomo en su conjunto es 10 000 a 100 000 veces mayor que el diámetro del núcleo; es decir, que en el núcleo se concentraba la masa del átomo y que la mayor parte del átomo era espacio vacío.


Modelo atómico de Bohr. Niels Bohr, físico danés y discípulo de Rutherford, propuso que los electrones giran alrededor del núcleo a grandes velocidades en diferentes órbitas circulares y que a cada órbita corresponde un nivel de energía. Propuso también que para que un electrón pueda pasar a una órbita superior requiere absorber energía, y para pasar a un nivel inferior requiere emitir energía. Modelo atómico actual. Hay cuatro aspectos que siguen conservando su vigencia puesto que no han sido descartados por nuevos experimentos: La existencia del núcleo y el hecho de que la mayor parte del átomo es espacio vacío. La distribución de los electrones en órbitas precisas de acuerdo con su nivel de energía. La dualidad de la materia, pues bajo ciertas condiciones los átomos se comportan como si fueran ondas, y en otras, como si fueran partículas. Lo anterior fue propuesto en 1923 por el físico Luis de Broglie. La imposibilidad de conocer con certeza la posición y el movimiento de un electrón. Conforme la historia camine, la tecnología se desarrollará y contigua a ésta, la ciencia. Es posible que dentro de pocos años surja un nuevo modelo atómico basado en los anteriores, pero respondiendo incógnitas de tanto físicos como químicos se han preguntado siglos atrás.



El desastre de Chernóbil Chernóbil, una de las ciudades más contaminadas del mundo, hace 23 años fue abandonada ¿La razones? Lo veremos a continuación. La Central Nuclear de Chernóbil era administrada, en 1986, por el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Central aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior. ¿Por qué este accidente nuclear quedó en la historia? Sin dudas, por su inmensa magnitud. El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES. La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos. Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo recién en diciembre de 2000. Hoy, Chernóbil es una ciudad casi abandonada. La contaminación del accidente de 1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernóbil se encuentra en el suelo, con estroncio-90 y cesio137 que son absorbidos por las plantas y los hongos, ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.



Combustión espontánea humana. Se utiliza el término combustión espontánea humana para describir los casos de incineración de personas vivas sin una fuente externa de ignición aparente. Aunque existen multitud de teorías sobre la combustión espontánea, los defensores de la existencia del fenómeno, han discrepado durante años sobre la posible causa del fenómeno, recientemente algunos han propuesto como razón más probable de su ocurrencia el inicio de un fuego no-espontáneo con efecto mecha. El efecto mecha A pesar del nombre de “espontánea”, lo cierto es que nunca ha habido testigos presenciales del momento de la ignición y en todos los casos con suficiente información transcurrieron varias horas desde que la víctima fue vista por última vez y el descubrimiento del cadáver. El efecto mecha fue propuesto por D. J. Gee en 1965 como explicación de la muerte de una mujer. El efecto mecha (o efecto vela) se produce cuando la ropa de la víctima se prende con alguna fuente de ignición externa. Si se dan las condiciones adecuadas, este primer fuego quema la piel y empieza a derretir la grasa corporal. Esta grasa es absorbida por la ropa, que actúa como la mecha de una vela, alimentando el fuego de forma constante durante horas. La grasa humana arde a 215 °C aunque, si está embebida en una mecha puede arder a una temperatura menor. Aunque esta temperatura es mucho menor que la utilizada en hornos crematorios, en estos la temperatura está optimizada para incinerar un cuerpo en poco tiempo, y temperaturas menores pueden conseguir el mismo efecto si actúan durante bastante tiempo.


J. D. De Haan del Instituto Criminalista de California, un experto forense en incendios y autoridad sobre el efecto mecha, ha estudiado, explicado y reproducido el efecto con éxito y divulgado sus experimentos en documentales para la BBC y National Geographic Channel.

En el experimento de De Haan, un cerdo fue envuelto en una manta y situado en una habitación simulada. Se vertió una pequeña cantidad de gasolina sobre la manta para iniciar el fuego. Tras prender la gasolina, los investigadores dejaron arder la manta por sí misma. La temperatura del fuego fue medida regularmente y era de sólo unos 800 °C. A medida que el fuego quemaba la piel del cerdo, su grasa subcutánea se derretía, fluyendo hasta la manta. La médula ósea, que contiene gran cantidad de grasa, también contribuyó al fuego. El mobiliario de alrededor no sufrió daños, aunque se fundió la carcasa de plástico de un televisor situado sobre un aparador. El fuego hubo de ser apagado manualmente después de siete horas, cuando la mayor parte del cuerpo del cerdo había sido reducida a cenizas. Con este experimento, los investigadores de la BBC explicaron las siguientes características de la combustión espontánea: El fuego está altamente localizado: las llamas tenían menos de 50 centímetros de alto, por lo que el fuego normalmente no se propaga a los muebles cercanos. El cuerpo resulta severamente quemado: el fuego, relativamente no muy caliente, puede arder durante un largo periodo de tiempo, como ocurrió, al ser alimentado por la propia grasa corporal de la víctima, lo que explica por qué el cuerpo puede arder durante tanto tiempo. Los electrodomésticos situados sobre aparadores o similares no se incendian: el fuego calentó continuamente el aire y produjo una corriente de convección, pero los objetos circundantes no se quemaron, fueron solamente afectados como en los escenarios conocidos: derretimientos de plásticos, etc.



Óxidos de nitrógeno (NOx) El NOx es un término genérico que hace referencia a un grupo de gases muy reactivos [tales como el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2)] que contienen nitrógeno y oxígeno en diversas proporciones. Muchos de los óxidos de nitrógeno son incoloros e inodoros. Sin embargo, el dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante común, forma en el aire junto a las partículas en suspensión una capa entre rojiza y marrón que cubre muchas zonas urbanas. Los óxidos de nitrógeno se forman cuando se quema combustible. Las principales fuentes de NOx son los automóviles, las centrales eléctricas y otras fuentes industriales, comerciales y domésticas que queman combustibles. En la atmósfera, los óxidos de nitrógeno pueden contribuir a la formación de ozono fotoquímico (smog o niebla contaminante) y tener consecuencias para la salud. También contribuye al calentamiento global y puede provocar lluvia ácida. Acido sulfúrico El ácido sulfúrico es un compuesto químico muy corrosivo cuya fórmula es H2SO4. Es el compuesto químico que más se produce en el mundo, por eso se utiliza como uno de los tantos medidores de la capacidad industrial de los países. Una gran parte se emplea en la obtención de fertilizantes, y también se usa para la síntesis de otros ácidos y sulfatos y en la industria petroquímica.


Generalmente se obtiene a partir de dióxido de azufre, por oxidación con óxidos de nitrógeno en disolución acuosa. Normalmente después se llevan a cabo procesos para conseguir una mayor concentración del ácido. Antiguamente se lo denominaba ”aceite o espíritu de vitriolo”, porque se producía a partir de este mineral. La molécula presenta una estructura piramidal, con el átomo de azufre en el centro y los cuatro átomos de oxígeno en los vértices. Los dos átomos de hidrógeno están unidos a los átomos de oxígeno no unidos por enlace doble al azufre. Dependiendo de la disolución, estos hidrógenos se pueden disociar. En agua se comporta como un ácido fuerte en su primera disociación, dando el anión hidrogenosulfato, y como un ácido débil en la segunda, dando el anión sulfato. Además reacciona violentamente con agua y compuestos orgánicos con desprendimiento de calor. Sal normal En química, una sal es un compuesto químico formado por cationes enlazados a aniones. Son el producto típico de una reacción química entre una base y un ácido, la base proporciona el catión y el ácido el anión. La combinación química entre un ácido y un hidróxido (base) o un óxido y un hidronio (ácido) origina una sal más agua, lo que se denomina neutralización. Un ejemplo es la sal de mesa, denominada en el lenguaje coloquial sal común, sal marina o simplemente sal. Es la sal específica cloruro de sodio. Su fórmula química es NaCl y es el producto de la base hidróxido sódico (NaOH) y ácido clorhídrico, HCl. En general, las sales son compuestos iónicos que forman cristales. Son generalmente solubles en agua, donde se separan los dos iones. Las sales típicas tienen un punto de fusión alto, baja dureza, y baja compresibilidad. Fundidos o disueltos en agua, conducen la electricidad.



Los antioxidantes desempeñan un papel fundamental garantizando que los alimentos mantengan su sabor y su color, y puedan consumirse durante más tiempo. Su uso resulta especialmente útil para evitar la oxidación de las grasas y los productos que las contienen. Cuando los antioxidantes se añaden a la grasa o aceite, se retrasa el comienzo de la autooxidación, cuando la ranciedad –el desarrollo de olores y sabores desagradables– se hace evidente. Otra función relevante es que ciertas vitaminas y algunos aminoácidos se destruyen con facilidad debido a la exposición al aire, y los antioxidantes sirven para protegerlos. Asimismo, contribuyen a retrasar la decoloración de las frutas y verduras. Por ejemplo, un modo sencillo de evitar que las manzanas se pongan marrones es rociarlas con un poco de zumo de limón. El ácido ascórbico (vitamina C) presente en muchos cítricos es un antioxidante natural, de ahí su frecuente uso en la producción de alimentos. La vitamina C se añade a refrescos, mermeladas, jamón, leche condensada y embutidos, para su protección.


Otros antioxidantes naturales son los tocoferoles (E 306-E 309), pertenecientes a la familia de la vitamina E. Se encuentran fundamentalmente en los frutos secos, las semillas de girasol y los brotes de soja y maíz, y se utilizan esencialmente para conservar aceites vegetales, margarina y productos derivados del cacao. Dado que ambos compuestos son antioxidantes muy populares y su demanda no puede ser totalmente satisfecha mediante fuentes naturales, hace tiempo que el ácido ascórbico y los tocoferoles se producen artificialmente. Hoy en día se puede copiar la estructura molecular de estos compuestos con tal precisión que no hay diferencias en la estructura ni en los efectos de la copia. Esto significa que estas sustancias “idénticas a las naturales” son en esencia iguales que las originales.



Así es. ¿Han notado el llamativo y peculiar maquillaje de ojos que adornaba los rostros de la realeza del antiguo Egipto? Sin embargo ¿sabias que no el maquillaje que llevaban no sólo tenía un papel cosmético? ¿Entonces?. Científicos franceses han descubierto que también era utilizado para prevenir o tratar enfermedades oculares ya que actuaba como desinfectante. Sus hallazgos se publican en el número de enero de la revista ‘Analytical Chemistry’. Los químicos Christian Amatore, Philippe Walter y sus colaboradores del Centro Nacional de Investigación Científica galo (CNRS) han demostrado que hace miles de años los antiguos egipcios usaban sustancias basadas en mineral de plomo como cosméticos, incluido un ingrediente del maquillaje negro para los ojos. Algunos egipcios pensaban que este maquillaje jugaba una función mágica, en la que los antiguos dioses Horus y Ra protegían a quienes los lucían contra varias enfermedades, pero, hasta el momento, la ciencia no les había dado la razón. En una investigación previa, los científicos analizaron 52 muestras de maquillaje del antiguo Egipto guardadas en el Museo del Louvre de Paris e identificaron cuatro sustancias diferentes basadas en plomo. Avanzando un paso más en la investigación, estos autores han demostrado ahora que esas sustancias disparaban la producción de óxido nítrico en un 240% en células de piel cultivadas. Los científicos indican que el óxido nítrico es una agente señalizador clave en el cuerpo humano. Sus funciones incluyen el refuerzo del sistema inmune para luchar contra la enfermedad. Su papel podría ser importante para hacer frente a las infecciones oculares que, en áreas tropicales como la zona del Nilo, pueden ser un serio problema. De esta forma, los egipcios antiguos podrían haber utilizado de forma deliberada esos cosméticos para ayudar a prevenir o tratar enfermedades de los ojos, según sugieren los investigadores, que explican que dos de los compuestos examinados no se producen de forma natural y tuvieron que ser sintetizados por los ‘químicos’ de la época.


Algunos de estos ingenios poseen un panel de cristal recubierto con una fina capa metálica que conduce la electricidad. Ambos están separados entre sí y todo el conjunto está cubierto por una lámina resistente a arañazos. Una corriente eléctrica circula a través de las dos capas, de forma que cuando alguien toca la pantalla entran en contacto en un punto. El cambio en el campo eléctrico es detectado y un ordenador calcula las coordenadas. En otros equipos, una capa que almacena una carga eléctrica se sitúa sobre el panel del monitor. Cuando éste es tocado, parte de la carga pasa al usuario. El ordenador puede así calcular dónde se ha producido esa disminución de corriente. La ventaja de este método es que se puede transmitir el 90% de la luz del monitor, frente al 75% del primero. En otro sistema, denominado de onda acústica, unos reflectores situados sobre el cristal hacen rebotar una señal eléctrica enviada por un transductor. Otro, encargado de recibir la señal, detecta si la onda ha sido alterada por el toque del usuario, lo que permite localizar dónde se ha producido.


El guano de murciélago es hoy uno de los fertilizantes naturales más populares. Ningún otro abono posee sus casi mágicas propiedades, ya que contiene todos los elementos esenciales para el desarrollo de plantas sanas y bellas. Entre sus componentes están: S= 0,2%, Ca/Mg= 15 %, Cu= 15 mg/kg, Zn= 20 mg/kg, Cl= 100 mg/kg, y sus principales virtudes como fertilizante son que acelera la floración, la maduración y la estructura de las raíces. El guano de los murciélagos insectívoros tiende a ser muy rico en nitrógeno, por lo que promueve un fuerte desarrollo en las plantas que lo reciben. El guano producido por murciélagos frugívoros es más rico en fósforo. Además ambos tienen elementos traza y microorganismos beneficiosos, entre ellos algunos, llamados biorremediadores, que limpian toxinas por lo que son especiales para tratar suelos que están en transición de prácticas químicas a orgánicas. También poseen propiedades fungicidas y nematocidas. El guano de los murciélagos puede ser utilizado con seguridad tanto al aire libre como en interiores. Es beneficioso para todos los vegetales: hierbas, ornamentales, flores, árboles frutales, etc. En los últimos años, el uso de "té" de guano de murciélagos está siendo usado exitosamente en cultivos hidropónicos, como una alternativa a los nutrientes químicos. Se recomienda aplicar el guano durante la temporada de desarrollo de las plantas. No necesita ningún tratamiento especial, puede diluírselo en agua caliente o simplemente mezclarlo con la tierra y luego regar en forma abundante. En cuanto a las cantidades a utilizar, se calcula un kilo de guano por 30 metros cuadrados de suelo. Para plantas en macetas, de acuerdo al tamaño de las mismas, una a dos cucharadas por planta.


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