LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DOCENTE
UNIVERSIDAD DE PANAMÁ FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN ESCUELA DE DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA PROFESORADO EN DOCENCIA MEDIA ESTRATEGIAS PSICOPEDAGÓGICAS PARA EL DOCENTE
EXAMEN SEMESTRAL
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DOCENTE
JENNY CALVO. ID.8-743-838
FACILITADOR: MGTER. SAMMY SAMUEL ARROCHA
II SEMESTRE 2020
“CUANTO MÁS ABIERTOS ESTEMOS A NUESTROS PROPIOS SENTIMIENTOS, MEJOR PODREMOS LEER LOS DE LOS DEMÁS”
DANIEL GOLEMAN
INDICE
INTRODUCCION………………………………………………………………………………5 LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DOCENTE…………………………………….6 1.Inteligencia Emocional……………………………………………………………………6 1.1 Definición………………………………………………………………………………….6 1.2 Orígenes…………………………………………………………………………………...6 2.
Dominios
de
la
Inteligencia
Emocional………………………………………………..7 a. Competencias personales……………………………………………………………….7 b.
Competencia
social……………………………………………………………………….7 3.
Inteligencia
Emocional
en
el
profesorado…………………………………………….8 4.
Importancia
y
Beneficios
de
la
Inteligencia
Emocional
en
el
Alumnado………..9 5. Estrategia para la Inteligencia Emocional en el Aula……………………………….9 IMPORTANCIA DE LA ASIGNATURA…………………………………………………..11 CONCLUSION………………………………………………………………………………..12 EVALUACION DESCRIPTIVA DEL CURSO………………………………………...…..13 BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………14
INTRODUCCION
En las últimas décadas, ha surgido la necesidad de considerar a la educación no solo como un instrumento para el aprendizaje de contenidos y desarrollo de competencias cognitivas, sino también como un espacio que contribuye a la formación integral de los alumnos. La actual crisis de valores, el aumento de conductas violentas, la falta de disciplina y motivación en los estudiantes, así como el incremento de actitudes discriminatorias e intolerantes, permiten repensar la función de los profesores y replantear los objetivos globales del sistema educativo. Si bien es cierto la labor y responsabilidad de los maestros no es solo enseñar conocimientos a los alumnos y alumnas, sino contribuir al perfeccionamiento de cada uno de estos jóvenes y, para lograr este objetivo, la inteligencia emocional puede ser una buena herramienta. De este modo, fomentando su desarrollo, es posible contribuir a la construcción de un mundo más inteligente y más feliz. A pesar de que la inteligencia emocional se está convirtiendo en un tema muy popular, desde el punto de vista de la educación aún no se le concede todo el reconocimiento que merece. En esta síntesis iniciamos con abordar la definición y origen del concepto inteligencia emocional, el cual fue difundido por Daniel Goleman, y a su vez comprender el rol que desempeña actualmente en la educación. Lo cual nos lleva a analizar porque la inteligencia emocional tiene un impacto directo sobre el educador principalmente en sus funciones cotidianas en el aula y el efecto que este causa sobre el alumno y sus logros académicos.
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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL DOCENTE
1. Inteligencia Emocional 1.1 Definición El término Inteligencia Emocional se relaciona con la capacidad de reconocer los propios sentimientos, igualmente los de los demás, con la finalidad de utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción, por ejemplo, para auto motivarse o manejar adecuadamente las relaciones que se mantienen con las demás personas. La inteligencia emocional determina el modo como cada persona se relaciona y entiende el mundo; teniendo en cuenta las actitudes y los sentimientos, engloba habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la canalización de las emociones, la confianza, el entusiasmo, la empatía, la persistencia frente a las frustraciones, la práctica de la gratificación prolongada; el motivar a otros ayudándolos a que se desarrollen aprovechando los propios talentos y consiguiendo su compromiso con respecto a los objetivos e intereses comunes. 1.2 Orígenes El concepto de Inteligencia Emocional (IE), lo desarrollaron John Mayer y Peter Salovey por primera vez en 1989, para explicar por qué algunas personas parecen ser más "emocionalmente competentes" que otras. Estos autores creyeron necesario desarrollar el constructo de la IE para explicar esta diferencia, sobre las discrepancias observadas en la competencia emocional entre diferentes sujetos. Por otra parte, Daniel Goleman en 1995, afirma que la inteligencia emocional es vista desde dos perspectivas, la inteligencia intrapersonal y la interpersonal. En otras palabras, cada una requiere de las otras para desarrollarse, se sirven de base unas a otras y son necesarias en distintos grados según los tipos de trabajo y las tareas que se cumplan.
2. Dominios de la Inteligencia Emocional De forma esquemática, se presenta a continuación el contenido de cada uno de estos dominios: a. Competencias personales:
Conciencia de uno mismo: comprender profundamente las emociones, fortalezas y debilidades, valores y motivaciones. Se sustenta en el desarrollo de tres habilidades: la conciencia emocional, la valoración personal y la confianza en uno mismo.
Autogestión: regular los afectos y emociones para actuar con lucidez y claridad, según las demandas de cada situación. En tal sentido, además de la capacidad de regular la expresión de las emociones, se necesitan habilidades como la transparencia, la capacidad de adaptarse a entornos cambiantes y responder con iniciativa y optimismo, y la orientación hacia el logro a través del esfuerzo.
b. Competencia social:
Conciencia social: ser capaces de comprender los sentimientos ajenos y tomarlos en cuenta durante el proceso de toma de decisiones. Se resalta el rol de la empatía, pero se requiere también del desarrollo de habilidades complementarias, como la facultad de tomar conciencia en la organización de los grupos humanos y la actitud de servicio.
Gestión de las relaciones: regular las emociones de las otras personas; inspirarlas y movilizarlas en la dirección adecuada. Para ello, resulta indispensable ser capaz de establecer vínculos auténticos y duraderos, gestionar los conflictos, y trabajar en equipo en favor de los cambios deseables.
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3. Inteligencia Emocional en el profesorado El docente emocionalmente inteligente es el encargado de formar y educar al alumno en competencias como el conocimiento de sus propias emociones, el desarrollo del autocontrol y la capacidad de expresar sus sentimientos de forma adecuada a los demás. Para que el profesor se encuentre preparado para asumir este reto, es necesario, en primer lugar, que piense en su propio desarrollo emocional: solo entonces estará apto para capacitarse y adquirir herramientas metodológicas que le permitan realizar esta labor. Se sabe que es imposible educar afectiva y moralmente a estudiantes si no se cuenta con una estructura de valores clara, además de un cierto dominio de las propias emociones. El desarrollo de los recursos emocionales del docente debe ser el primer paso para emprender este cambio educativo. El maestro emocionalmente inteligente debe contar con los suficientes recursos emocionales que acompañen el desarrollo afectivo de sus alumnos. Con ello, establece un vínculo saludable y cercano con ellos, comprende sus estados emocionales, y les enseña a conocerse y a resolver los conflictos cotidianos de forma conciliadora y pacífica. La docencia es una actividad con diversidad de factores de riesgo psicosocial que pueden introducir estrés. Esto puede ocurrir en aquellos docentes que tienden a sufrir de altos niveles de estrés laboral y agotamiento. Sin embargo, por el contrario poseer altos niveles de inteligencia emocional contribuye
a afrontar estas situaciones
laborales estresantes, ya que el docente desarrolla la habilidad de equilibrar esas emociones. Esta mejora en el bienestar docente podría influir en diversos resultados en el aula, al menos, en los siguientes tres niveles: Manejo de conflicto y clima del aula. Clima de apoyo en el aula. Influencia sobre la relación profesor-alumno.
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4. Importancia y Beneficios de la Inteligencia Emocional en el Alumnado Los centros educativos juegan un papel fundamental en la preparación de los estudiantes para el futuro académico y la vida personal y profesional, de ahí la importancia de atender a las competencias que ayudan a los estudiantes a ser más conscientes de sí mismos, tomar mejores decisiones, establecer metas, resolver problemas y mantener relaciones sociales adecuadas. En una amplia variedad de entornos, la capacidad de los jóvenes para comprender, regular y utilizar las emociones, afecta de forma significativa a estos logros académicos y vitales. Según, Jennings y Greenberg (2009), estos son algunos de los efectos principales sobre el logro académico de los alumnos:
Mejora del sentimiento de pertenencia e identidad.
Mayor motivación por aprender.
Aumento del rendimiento académico.
Mayores conductas pro sociales en clase.
5. Estrategia para la Inteligencia Emocional en el Aula En todas las fases del proceso de enseñanza- aprendizaje debe existir la motivación por aprender, inicialmente del profesor, dependiendo de la manera en que se presenten los temas, la originalidad, el entusiasmo, la actitud, es decir, hacer atractivo el contenido. Para que se produzca en un individuo la motivación intrínseca hacia la realización de una asignación se deben dar dos condiciones:
Que la realización de la tarea sea ocasión para percibir o experimentar que se es competente.
Que se dé la experiencia de autonomía, que el sujeto sienta que tiene el control sobre su entorno.
La motivación de los alumnos también está influenciada por los mensajes verbales y no verbales de los docentes hacia los alumnos.
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Entre las estrategias que se pueden utilizar para desarrollar y mantener la inteligencia emocional en el salón de clases se consideran las siguientes:
Presentar información nueva, sorprendente, congruente con los conocimientos previos de los alumnos.
Plantear problemas abiertos y situados que debe resolver el alumno y que le representen un reto interesante.
Variar los elementos de las tareas para mantener la atención.
Relacionar el contenido de la tarea, usando lenguaje y ejemplos que le sean familiares a los estudiantes con los conocimientos previos.
Bajo esta perspectiva, el desempeño laboral del profesor, exige una enseñanza renovada, basada en criterios académicos avanzados. De hecho, ésta tiende a formar en el alumno un determinado comportamiento en función de la actualización de las ciencias. Esta enseñanza renovada pretende crear las condiciones para que el estudiante se sitúe satisfactoriamente en un mundo académico más dinámico y participativo, impregnado de procesos de comunicación masiva y electrónica de acelerados cambios tecnológicos, que influyen a su vez en las transformaciones sociales.
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IMPORTANCIA DE LA ASIGNATURA
En el contexto educativo actual, la psicopedagogía, dentro de las ciencias de la educación, ejerce una función orientadora para el docente en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje y no menos significativas la atención a las necesidades educativas de sus estudiantes y el contexto familiar en los que se desenvuelven. Por tal razón, esta asignatura es muy importante en la carrera de Docencia Media ya que nos enriquece en nuestra profesión con las técnicas y estrategias adecuadas para utilizar en el aula de clase. Contar con estas herramientas de aprendizaje es esencial, de la misma manera que es esencial dominar determinados conceptos, utilizar procesos y procedimientos de trabajo adecuados, disponer de determinadas capacidades, destrezas y habilidades y contar con determinadas actitudes y valores ligadas al proceso de aprendizaje-enseñanza.
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CONCLUSION
Las estrategias psicopedagógicas ayudan a mejorar el sistema educativo aportando ajustes en los métodos didácticos como en los pedagógicos que intervienen en el desarrollo de la educación. En el profesorado se necesita formación adaptada a las nuevas necesidades que nos permita dar respuesta a los problemas que se nos presentan a diario en las aulas de clase. Como por ejemplo tener la capacidad para hacer frente a los siguientes temas: materiales específicos para trabajar en esa diversidad, agrupamientos más flexibles, las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, evaluación, mejora de la tutoría, medidas para mejorar la convivencia etc. Por ello es necesario considerar que la pieza fundamental en la formación docente es la educación emocional. Esta responsabilidad la llevan tanto alumnos como nosotros los educadores, ya que en gran parte es la razón central del malestar del sistema educativo en la actualidad. Este curso me ha permitido contextualizar el rol que desempeña el docente frente a las diversas tareas, no solo las didácticas, sino también aquellas donde se debe atender los conflictos grupales y necesidades individuales de los alumnos. También es importante conocer las condiciones interpersonales en las que se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje; fomentar el desarrollo integral de la persona, etc. Este sin fin de funciones y roles que ejercemos, hacen que uno no solo se considere profesor únicamente para enseñar sino también orientador, administrativo, consejero, etc.
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EVALUACION DESCRIPTIVA DEL CURSO
Considero que el curso de Estrategia Psicopedagógica para el Docente busca orientarnos de forma general con los lineamientos básicos para desarrollar nuestras capacidades de desempeño en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cuyo objetivo es mejorar nuestro aporte el sistema educativo ejecutando los métodos didácticos pedagógicos que intervienen en el desarrollo de la educación. Sin embargo, aun en modo de distancia por la situación actual de salud que se está viviendo, es oportuno mencionar que los temas fueron brindados con sustancial aporte para ayudar a fortalecer nuestra formación. Es importante destacar que esta asignación ha logrado llenar mis expectativas, sobre todo por el enfoque de la salud integral que todo docente debe cuidar ya que es un ente formador y necesita de un buen balance emocional para cumplir con sus objetivos en la enseñanza.
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BIBLIOGRAFIA
Buitrón, S. y Navarrete, P. (2008). El docente en el desarrollo de la inteligencia emocional: reflexiones y estrategias. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria / Año 4 – N°1.
Fernández-Berrocal, P. Y Extremera, N. (2002). La inteligencia emocional como una habilidad esencial en la escuela. Revista Iberoamericana de Educación, 29, 1-6. Fernández-Berrocal, P. y Ramos, N. (2004). Desarrolla Tu Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós. Jara, M. (2014). Inteligencia Emocional Y Desempeño Docente En La Facultad De Ciencias Sociales Y Humanidades De La Universidad Nacional De Educación Enrique Guzmán Y Valle, (Tesis de Magister en Educación), UNE EGyV, Perú.
López, O. (2008). La Inteligencia emocional y las estrategias de aprendizaje como predictores del rendimiento académico en estudiantes universitarios (Tesis de Magister en Educación), UNMS
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