Línea de investigación: Desarrollo Superior de Ingeniería
ITER – International Thermonuclear Experimental Reactor Escrito por: Karen Vidaurre
El Tokamak fue desarrollado por primera vez en Rusia por parte de la Unión Soviética (1960) y actualmente es el dispositivo más prometedor para lograr la fusión nuclear.
E
l inicio de la era industrial marcó de manera irreversible un camino al desarrollo tecnológico en el cual ahora basamos nuestra economía y vida cotidiana. Este camino trajo consigo consecuencias ambientales que hemos enfrentado desde hace años, pues el consumo energético que se basa en combustibles fósiles, mismos que producen los gases causantes del calentamiento global. Es por eso que se han desarrollado fuentes de energía alternativas que son amigables con el medio ambiente, como ser la
energía solar, energía eólica, energía nuclear(fisión), etc. Sin embargo, la realidad apunta a que las anteriores mencionadas no satisfacen la demanda actual. Por otra parte, la energía nuclear por medio de la fisión nuclear genera cierta desconfianza debido a los residuos radiactivos que deja. Entonces, la búsqueda de un tipo de energía limpia y de gran rendimiento puede encontrar su fin en la fusión nuclear. La fusión nuclear, como su nombre le atribuye, hace referencia a la unión de dos átomos ligeros para formar uno
pesado. A diferencia de la fisión donde un átomo pesado se separa en átomos ligeros. Además, la fusión nuclear no produce residuos radiactivos directos ni precisa de combustible tan peligroso como el Uranio. Esta reacción se da continuamente en el núcleo del Sol debido a las altas temperaturas alcanzadas en el mismo (15.000.000 ℃). Los átomos alcanzan velocidades capaces de superar la repulsión electrostática natural al chocar entre sí fusionando los átomos ligeros de hidrógeno y produciendo un átomo pesado, el helio. En este proceso se libera una gran cantidad de energía debido a que la masa del átomo de helio no será igual a la suma de la masa de los átomos de hidrógeno, por lo cual esta reacción pierde masa, pero libera la energía de fusión. Retomando esta idea en la Tierra se llegó a la conclusión de que la reacción de fusión en laboratorio más eficiente sería empleando hidrógeno(H), deuterio(D) y tritio(T), requiriendo temperaturas de 150M ℃. Debido a que un gas se convierte en plasma
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