COMO COMPORTARSE EN LA IGLESIA
a los demás y próximo al altar; esto te permitirá rezar unido y compartir los gestos litúrgicos. • Par~ participar en las oraciones comunes: - une tu voz, sin gritar, - no vayas por delante, - hazlo "a tiempo", rezando con los demás. • Si eres "desentonado", cuando los demás cantan, tú hazlo en voz baja, o sólo con el corazón; es mejor así. • En la Biblia (Sal. 8,3; Mt 21,16), podemos leer: "De la boca de los niños, oh Dios, obtienes una alabanza ". Está muy bien, traer a los pequeños a: la Iglesia para educarlos en la oración; procurar que no molesten; para los más pequeños puede ser útil el "chupete"; a los más grandecitos se les debe enseñar a no comer chicles o caramelos en la Iglesia. • Cuando enciendas una vela, trata de que no gotee la cera por el suelo, pero sobre todo enciende tu corazón con la fe y la oración. • Si es indispensable hablar, hazlo en voz baja. La casa de Dios debe ser un oasis de religioso silencio: no es un lugar cualquiera, o peor, un ·mercado. • Si te confiesas (a propósito: ¿Cuánto hace que no lo has hecho?), no te prepares discutiendo el tumo. Aprovecha la espera para rezar y hacer tu. "examen de conciencia". Haz lo posible por separar el tiempo de tu confesión de la celebración de la Santa Misa.
¿CÓMO PARTICIPAR DE" LA SANTA MISA? • Sentados: - Durante las lecturas, excluido el Evangelio. - En la homilía. - En la presentación del pan y el vino, hasta que se responde a la invitación: "orar, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro sea agradable a Dios
Padre todopoderoso" ... - Después de la Comunión, en espera de la oración final. • Inclinados": - Durante el Credo, cuando se dicen las palabras: "por obra del "Espíritu Santo ... se hizo hombre... " • Arrodillados: (Si es posible) - Durante la consagración, y la elevación del Cuerpo de Cristo, y del Cáliz, hasta las palabras del sacerdote: "Este es el sacramento de nuestra fe". Durante algunos minutos, después de haber recibido la Eucaristía.
• De pie: - En todos los de más momentos. • Durante la Homilía, no hacer comentarios. Si las palabras del celebrante te ayudan a creer y a orar, alabado sea Dios. Si te parecen aburridas o poco interesantes, ofrece este pequeño sacrificio al Señor.
- Si no estás seguro de tu vestimenta o de tu forma de leer, no aceptes la invitación de ayudar en el altar o a proclamar las lecturas, así harás que los demás no se sientan incómodos. - El signo de la Paz, es un gesto simbólico; es suficiente darlo a la persona que se tiene alIado, sin ir de un lado para otro. Trata, sobre todo, de tener un corazón "reconciliado".
¿CÓMO ACERCARSE ALA COMUNIÓN? • Te lo dice el apóstol San Pablo (ICor 11, 27-29): "cualquiera que en modo indigno, coma el pan y bebe el cáliz del Señor, será reo del cuerpo y la sangre del Señor. Cada uno, por tanto, haga examen de sí mismo ... ". • Prepara, por tanto, tu interior:
- En tu CONCIENCIA: - Si después de la última Confesión bien hecha, has cometido un solo pecado grave, no es suficiente con el arrepentimiento sincero para poder comulgar dignamente. Debes primero confesarlo al sacerdote. Recuerda: "es mejor una Comunión de menos, que una Comunión indigna". - En tu CUERPO: - Preséntate vestido de un modo adecuado. -- Evita cualquier alimento o bebida (excepto el agua o medicinas) al menos un hora antes de la Comunión. - Con las manos limpias (especialmente si recibes la comunión en las manos). -
• Presta atención al ~odo de comportarte:
- Venera el Cuerpo y la Sangre del Señor, germen de tu futura inmortalidad. - Puedes recibir la Hostia Consagrada con la lengua, según se hace tradicionalmente; recientemente se ha autorizado el recibirla en la mano. si eliges este segundo modo, debes comportarte así: - Se resp~ta el propio turno de la fila; justo delante del ministro, se hace una inclinación; . - Se coloca la mano izquierda abierta sobre la derecha, y con la palma vuelta hacia arriba (sin guantes, y libre de cualquier objeto); -Cuando el ministro dice: "El Cuerpo de Cristo", se responde: "Amén". Después que el ministro ha depositado sobre la palma de la mano la forma consagrada, delante de él, o apenas hacia un lado, se lleva la hostia a la boca, cogiéndola con los dedos de la mano derecha; - De regreso cada uno a su sitio, se recoge en adoración y dando las gracias