SÁBADO 12-11-2005
FESTIVAL DE NUEVOS REALIZADORES
ESPECTÁCULOS
PATRONATO GARCÍA LORCA
Una retrospectiva de Iván Zulueta, novedad en 2006
El José Tamayo estrena el ciclo de danza de la temporada 2005/06
La organización del certamen granadino, que se celebrará en abril, ultima su programa - 5
La compañía sevillana Perros en danza ofrece hoy y mañana un montaje con influencias flamencas - 6
Juan de Loxa será vocal con voz pero sin derecho a voto -3
La tribu de chicago sigue
viva Art Ensemble of Chicago. La mítica banda de jazz arrasó anoche en el Teatro Isabel la Católica con sonidos al borde de la furia - 9
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MÚSICA. El Piorno Rock lleva a Pinos Puente la mejor representación del sonido metálico.
PEPE MARÍN
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Granada Hoy actual 9 sábado 12-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
EL DIRECTO DE ANOCHE
Art Ensemble of Chicago. La legendaria banda demostró en Granada que la furia del sonido puede tener buenos conductores y que es capaz de invertir un concierto en ‘desconcierto bajo control’
El arte del caos sigue vivo sin el ritual ART ENSEMBLE OF CHICAGO XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Roscoe Mitchell: Saxos y percusión, Corey Wilkes: Trompeta y percusión, Jaribu Shahid: Bajo y percusión, Famodou Don Moye: Batería y percusión. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: Viernes, 11 de noviembre. ★★★★ JESÚS GONZALO
Es una proeza mantenerse en la vanguardia cuarenta años después de haber sido un exponente de ella. Mucho más si vas viendo cómo tus compañeros de viaje se van quedando en el camino de la vida. Como si el destino así lo tuviera calculado, lo que partió de un grupo liderado por Roscoe Mitchell le devuelve a él las riendas del proyecto. Tras la desaparición de Lester Bowie, el Art Ensemble of Chicago (AEC) planteaba serias dudas de continuidad. El concierto de ayer viene a demostrar lo mucho que aún tienen que decir. Ahora bien, la forma de hacerlo ha cambiado, y no sólo por el tiempo transcurrido desde su fundación, en 1966, en el seno de la AACM (Asociación para el progreso de los músicos creativos) de Chicago.
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El primer factor a tener en consideración para situarnos en el presente de este grupo es el performativo, o si lo prefieren el puramente escénico o teatral. La mayor concentración del mensaje musical, una menor variedad estilística y una reducción de la amplia paleta instrumetal y del arsenal percusivo por ellos desplegado, hace que el espectáculo que venía caracterizando a los conciertos del AEC sean menos espontáneos y más depurados. La densidad de las ideas musicales en la escritura de Mitchell parecen acercar al AEC, por momentos, a otro compañero en los orígenes del AACM, a saber, Anthony Braxton. Si en la tribu animada, con pinturas y bata blanca al frente, el caracter deconstructivo formaba parte de un todo ideológico que representaba un regreso a los ancestros del rito africano (Ancient to de Future), por la defensa de la cultura afroamericana através de la convergencia de disciplinas (danza, música, vestuario), la construcción sistémica de Braxton parece asomarse en el planteamiento, al menos formal, de la nueva AEC. El tono lúdico deviene en lúcido dentro del esquema de improvisación colectiva. El control del timbre se extiende desde la percusión a los metales, gana en altu-
PEPE MARÍN
ROSCOE MITCHELL. Un torrente abrasivo e inteligente que vuelve como líder.
CAOS ORGANIZADO
Menos espontaneidad, más densidad musical; menos espectáulo, más concierto. El arte del ruido sin rito ni pinturas ras através del rozamiento instrumental. Se prescinde de lo anecdótico, del apunte accidental en pos de frases cortas que en sí mismas no forman figuras visibles o identificables, sino esculturas armónicas abstractas. El elemento incidental ya no decora un escenario de free jazz, ya no hay humor ni protesta en los muy contados ejercicios de verbalización espontánea. De acuerdo, la música es menos descriptiva, pero es más música. Es menos espectáculo, pero más concierto. Curioso, ellos que hicieron del “desconcierto” y del caos todo un arte y una filosofía, acaban apos-
tando por la organización de los sonidos, e incluso de la vehemencia, en detrimento de la dramatización. La furia y la rabia se intelectualiza. ¿Quiere decir que no hay pasión? Claro que la hay. La intensidad es el valor que les permite expresarla, mas es algo reglado, no una consecuencia espontánea. Cuencos tibetanos elevan su lamento metálico en el aire. Es un timbre místico que llama desde oriente. El viaje da comienzo con una improvisacion libre de conjunto en la que los planos extendidos por el arco del contrabajo y el redoble marcial de la bateria conviven con breves apuntes en el soprano. La trompeta espera mientras. La ambientación percusiva fue uno de los hallazgos de la AEC, ahora sirven para apoyar la parente disolución de formas y el cruce discursivo de los instrumentos. ¿Es un cruce o una acumulación borrosa derivativa de la tradición free de los sensenta? La exposición adquiere estruc-
tura, si no está perfectamente definida sí al menos señalizada. Eso permite jugar con tensiones, que son emociones hechas sonido. El empuje del bajo y la batería te arrastran. La trompeta te pasa por encima; pero los saxos son mucho más esquivos desde su atonalidad y por sus multifónicos. Moye encarna al ritmo, pero también abre espacios melódicos con un golpe. Hay freebop en el tercer tema. Incendiario y sin aliento en la respiración circular estuvo Mitchell, en sus oleadas cíclicas interminables. Corey Wilkes es todo un talento, no pretende parecerse a Bowie ni suplantar sus caprichos gaseosos, es veloz sin artificios, ácido y melódico, efectista sin caer en lo frívolo, sabe escuchar y lee bien los desarrollos expuestos por el maestro Mitchell. Moye es un tambor que habla. Shahid un pulmón. En la despedida, el espíritu de Lester Bowie nos entrega al soulblues. Es el turno del reconocible y habitual final Odwalla/Theme.
◆ DISCOGRAFÍA SELECTA
Los ancestros del free al descubierto
Exilio y cine en París
Himno a los héroes negros
Un nuevo ritual tímbrico
Teatro en la Gran Música Negra
ART ENSEMBLE OF CHICAGO ● Tutamkamun ● Black Lion, 1969
AEC ● Les stances a Sophie ● Freedom, 1970.
AEC ● Fanfare for the warriors ● Atlantic, 1973
ART ENSEMBLE OF CHICAGO ● Urban Bushmen ● ECM, 1982.
AEC ● (Dreaming of the masters, Volumen II) ● DIW, 1990.
■ La fisolofía musical del colectivo AACM de Chicago, liderado por el pianista y compositor Muhal Richard Abrams, tomó forma definitiva en este combo recién nacido de los grupos de Roscoe Mitchel (quien acompañó a Abrams en sus comienzos). El humor asoma en un formato variable, atonalidad (influencia de Mitchell) y con parámetros de blues en la línea de bajo deconstruidos por accidentes sonoros que le salen al paso (aún sin Moye ya utilizaba percusiones en modos de ambientación, un descubrimiento) y mensajes orales. La agitación toma forma.
Como muchos otros músicos del avant-garde jazz y el free, nada más nacer, el AEC se vio obligado al exilio artístico. En París encontraron un público receptivo y una industria cinematográfica que se fijó en ellos. Se une Famodou Don Moye y Fontella Bass, mujer de Lester Bowie –de la que se divorció para mástardevolverse acasar–, participa con su voz de soul-blues (ThemedeYoyo). Dos etéreas variaciones sobre un tema de Monteverdi sobresalen en una banda sonora quenuncallegóaser tal. Tradición debluesvigiladaporelcalor free.
Contexto histórico: tras los asesinatos de Martin Luther King y Malcom X, la intelectualidad del jazz, ya en pie de guerra desde comienzos de los años 60, radicalizan su posicionamiento frente a despotismo de la raza blanca. De vuelta a Chicago y tras pasar por París, donde fueron tachados de “muy politizados”, el AEC entrega una obra maestra que fijaría criterios estéticos inmutables. Bocinas, caos percusivo, voces discursivas, un ritual de teatro orgánico y de ruidismo ancestral. Reivindicación ritualista, performance del jazz.
■ Si su concierto de ayer puso sobre el escenario un planteamiento en el que existen el empuje rítmico, el calor sudoroso del free jazz y las suspensiones de planos tímbricos, este trabajo indagaba en este última elemento entre los espacios ligeros que tanto gustaba a Bowie. La atmósfera se consigue en el rozamiento sutil y de altura, pero también en la turbulencia abstracta y disonante. Odwalla/Theme, su despedida de anoche, está en este fresco espectral que los mantuvo a la vanguardia en los 80.
■ Ya decíamos que Muhal Richard Abrams fue el ideólogo de la AACM. En los comienzos acompañó al combo más popular de este colectivo. En los 80 el AEC contó en varias ocasiones con el piano torrencial de Cecil Taylor. La danza y el performance vuelven, gracias a él, al primer plano. Una música cuya coreografía es tan importante como la empatía de los elementos que la empujan. El piano, una vez más, demuestra que tiene un hueco expresivo sin igual dentro de una formación de estilo inabarcable.
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BALANCE DE LA XXVI EDICIÓN DEL FESTIVAL DE JAZZ
Éxito. La variedad temática y el alto nivel de calidad del programa central, el aumento de las producciones propias, el concurso internacional, el segmento jazz ‘en paralelo’, la publicación de discos y la respuesta social son sus activos
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nadinos y la extensión a pueblos de la provincia). Los llenos del teatro (con el contratiempo de parte del aforo del Isabel la Católica cerrado por reformas, una fuente menos de financiación estimada en unos 14.000 euros correspondientes a 150 butacas sin usar) quedan corroborados por los abonos (todos vendidos) y el cartel de entradas agotadas desde hacía días en conciertos como el de la Liberation Music Orchestra de Haden. Si importante es atinar con un programa que tolera tanto el ruido inteligente de la legendaria Art Ensemble Of Chicago, las imágenes mudas bajo policromía electrónica de Dave Douglas, el flamenco contemporáneo de Gerardo Núñez, como la polifacética voz de crooner de Kurt Elling,
MÁS JAZZ EN DICIEMBRE
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1. Jacky Terrasson, asombroso y memorable su Bolero de Ravel 2. Randy Weston, la sabiduría de los ancestros 3. Dave Douglas y su trompeta llevando el cine mudo cómico a la electrónica 4. Charlie Haden, Carla Bley y la LMO, música de protesta. 5. Kurt Elling haciendo magia con su voz 6. Javier Denis y su cuarteto en Universijazz, el Masada andalusí de John Zorn 7. Roscoe Mitchell o
la intensidad abstracta del Art Ensemble of Chicago. 3 PEPE TORRES
La constatación de una propuesta viva y abierta EL ANÁLISIS
Jesús Gonzalo ■ GRANADA. Para cualquier aficionado al jazz que se mueva un poco por Andalucía, recalar en una ciudad como Granada en el mes de noviembre y encontrarse con un programa que se extiende por toda la ciudad, su provincia y hasta el mes de diciembre, sería como vivir en un bonito cuento prenavideño, milagro incluido. Lejos de ser un espejismo sincopado, el Festival Internacional de Jazz de Granada es, por méritos propios, la propuesta “más abierta, viva e importante de toda Andalucía”. En esa frase, su director, Jesús Villalba, resume esta exitosa edición sin ocultar ni la satisfacción ni el esfuerzo que conlleva. Los datos son irrefutables. Con un presupuesto global de 200.000 euros (recaudación incluida, que supone un 30 por ciento del importe total del programa central) se ofrecen más de 60 conciertos entre los que tienen lugar en el teatro Isabel La Católica y el segmento de Jazz en paralelo (realizado con el inestimable esfuerzo de 7 locales gra-
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PEPE MARÍN
El festival sigue con los ganadores del Concurso Internacional de Jazz, en la Sala Val del Omar de la Biblioteca de Andalucía los verdaderos activos que subyacen en su éxito se reflejan en el tejido social que respalda a este festival (apoyos de entes públicos, empresariales –los de Cervezas Alhambra y los locales con música en directo– y de los aficionados). “Es precisamente el ambiente lo que lo hace tan especial, está vivo, es como una criatura que crece por sí misma”. Tiene razón Villalba, en ninguna ciudad no sólo de Andalucía, sino en Madrid, Barcelona o San Sebastián, pese a su gigantismo presupuestario (cifrado en millones de euros), se ofrece un clima tan fecundo, participativo y cálido alrededor del jazz. Un valor en alza, las producciones propias: el concierto anual de la Granada Big Band (necesitan tiempo de ensayo con el solista invitado, esta vez Dave Samuels. No hay otra oportunidad como ésta ni en Sevilla, ni en Cádiz, ni en Málaga para los músicos locales); deslumbrante Jacky Terrasson, dos conciertos en uno, con su trío y acompañado de la belleza de ébano fino de Laïka Fatien; y por último, el alma clásica de Kenny Barron quedará inmortalizada en Cd como regalo exclusivo a Granada. Pero este festival no ha dicho aún su última palabra, quedan los jóvenes valores que han ganado el IV Concurso Internacional de Jazz. “Hemos dotado de un espacio propio a este pequeño certamen de jazz netamente europeo, para resaltarlo del resto de propuestas”, nos indica José Visedo, subdirector del festival. Con conocimiento de causa, podemos decir que los conciertos en diciembre de los alemanes Oktoposse (premio joven, 15), del exquisito cuarteto del pianista finés Alexi Tuomarilla (primer premio, 16) y del concierto a piano solo del ruso Max Vax (ganador del año pasado, 17) no serán un apéndice más sino toda un cita de altura creativa con la actualidad del jazz.
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2 actual Granada Hoy MÚSICA
viernes 4-11-05
XXVI FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA
Expectación. Pese a la incertidumbre inicial, la XXVI edición del Festival Internacional de Jazz de Granada arranca esta noche con uno de sus programas más exigentes, atractivos y comprometidos con la vanguardia musical
G.H.
SONIDO. El trompetista Dave Douglas, considerado uno de los mejores del mundo, protagonizará una de las actuaciones más esperadas del festival de Jazz.
Un género vivo para un
¿El jazz? Se queda corto. No es un concierto, es un espectáculo. La respuesta la tienen desde finales de los 60 unos tipos ataviados con pinturas de guerra y un arsenal de percusión. Como antropólogos del la condición afroamericana en la vanguardia de Chicago (AACM), el Art Ensemble de Chicago de los Roscoe Mitchell y Lester Bowie –ya nos dejó su bata blanca– poco a poco va perdiendo sus miembros fundadores pero en absoluto su ideario panafricano. Un collage tribal sin barreras ni marcas. Sin bata pero aún con pinturas.
festival único JESÚS GONZALO ■ GRANADA. De la guitarra flamenca más refinada y libre a la orquesta más comprometida políticamente; de la leyenda de una tribu africana nacida en Chicago al cine mudo animado por el funk; de una de las voces masculinas más interesantes musicalmente hablando a la estirpe del piano de jazz representado en dos nombres de talla histórica; todo ello como carta de presentación mínima y fundamental de la edición un festival que, tristemente, es el único en Andalucía que puede adoptar dicho nombre y el calificativo de internacional sin faltar a una verdad que deja un rastro irrefutable de XXVI entregas. El Festival de Jazz de Granada, pese a las incertidumbres y dificultades que la marcha de Diputación de Granada trajo consigo a la organización de este certamen y la posible pérdida de control local que pudiera derivarse de ello si no recibe los apoyos suficientes, vuelve y lo hace con uno de los programas más exigentes y no por ello menos atractivo de los últimos años. El abanico ofertado, dentro de un género como el jazz que nunca deja de reafirmarse en el presente en el que vive, no pierde las esencias que lo han venido avalando frente a los gustos más populares, el compromiso estético con la vanguardia de épocas distintas y el respaldo a jóvenes valores dentro de un entorno vivo, ya sea de aquí o de Finlandia. Si la alianza entre el guitarrista flamenco y el saxofonista valenciano Perico Sambeat ya había sido visitada con anterioridad en proyectos en directo de los que
quedaron registro en Cruce de Caminos y Pasajes (Teatro Central de Sevilla, el Jazz viene del Sur), es ahora, en un mayor recogimiento de grupo funcionando con el trío estable del jerezano, donde la dimensión estilística de ambos, su personalidad y su capacidad improvisatoria adquieren un verdadero sentido cruzado y personal, recogiendo y ampliando, instrumentalmente en este caso, las virtudes de un jazz de raíces.
TROMPETA Y CINE MUDO
MÚSICA Y LIBERACIÓN Para el concierto de mañana ya está puesto el cartel de ‘Entradas agotadas’. Charlie Haden fundó en 1969 la Liberation Music Orchestra (La orquesta de la Música para la Liberación), una formación legendaria en su compromiso social y estético. Haden es un patriota de izquierdas que clama por ‘un mundo mejor’. Un tiempo, una causa, una música, podría ser el lema de este colectivo que aún atesora dicho manifiesto y lo va repartiendo con cuentagotas, década a década, según sea el clima político nacional e internacional que impera en los Estados Unidos –en los 80 El Salvador, Reagan y el Apartheid sudafricano–. Nacida al calor de la protesta por la invasión de Vietnam e inspirada tanto por Brecht y el folclore popular como por Ornette Coleman –le acompañaban Don Cherry y Dewey Redman–, la LMO mezcla personalidades en un solo frente. De España –canciones del bando republicano–, Portugal, Cuba o El Salvador proceden los temas que han edificado su repertorio.
G.H.
VETERANO. El pianista Kenny Barron cerrará en concierto el festival.
Un repertorio cercano siempre a las revoluciones y al mundo Hispanoamericano, como lo demuestra la presencia de la guitarra. En esta nueva andadura, Carla Bley vuelve como la ideóloga que dotó de estructura elástica a las improvisaciones sobre las tonadas populares. Ahora, en tiempos de Bush, de guerra y de invasiones, vuelven
para presentar su último disco –¡Atención al This is not America de Bowie y Metheny, por reggae!– y decir bien alto: “Not in our name”. Música triste pero esperanzadora, combativa al fin.
VANGUARDIA HISTÓRICA ¿Qué es la Gran Música Negra?
Dave Douglas es el paradigma del jazz moderno. Su carrera se afianzó en los noventa, años en los que no ha parado de imaginar proyectos y afianzar su huella en la vanguardia. La inventiva desplegada por Douglas no parece tener límites, ni en sus geniales ocurrencias frente a la trompeta ni como creador. De Schumman a Shorter (Stargazer), pasando por Mary Lou Williams o Joni Mitchell (Moving portraits), los Balcanes (Tiny Bell Trio y Charms of the night sky), complejas formaciones electroacústicas (Sanctuary), híbridos de naturaleza camerística dodecafónica y popular (El trilogy), ya sean brillantes coqueteos con el funk y el jazz fusion de los 70 (Infinty), como en el cuarteto hebreo de Zorn, Masada, Douglas es un referente imprescindible del jazz actual. Ahora recupera el genio maldito del cine mudo Roscoe ‘Fatty’ Arbucke en un espectáculo audiovisual (Keystone Sextet) con aparataje electrónico (Dj Olive y teclados) y poderosa batería. Jazzfunk animado e irreverente. Africa y Monk, el piano dibujado desde las sombras de Marrakech son las claves que definen el nervio creativo de este gigante que es Randy Weston. Piano terrenal y de altura, entre dunas y percusión. (Si pensamos que la exclusividad es un valor añadido al artísti-
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Granada Hoy actual 5 domingo 9-11-03
FESTIVAL DE JAZZ
ACTUACIÓN DE ABBEY LINCOLN
La verdad acaba llegando dentro ABBEY LINCOLN XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. Abbey Lincoln and Her Trio. Abbey Lincoln: Voz. Marc Cary: Piano. Michael Bowie: Contrabajo.Jaz Sawyer: Batería. y flauta. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: Sábado, 8 de noviembre. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO
Se mueve sobre el escenario de forma sigilosa, sus movimientos tienen una elegancia felina, ágil pese a la edad. Va vestida de negro, como siempre. Su alma africana se siente más segura. Saca varias veces un pañuleo y se suena: está algo resfriada. El concierto empieza de forma dubitativa, casi anodina, no acaba de tocar nuestras fibras, y eso que ha empezado con Skylark y Love is made. Hace tiempo, en una entrevista, Abbey Lincoln reconocía su deuda con Billie Holiday en estos términos: “Yo procedo de ella”. Esta declaración de intenciones se remonta a cuando tenía 14 y escuchó por vez primera Strange Fruit. Desde entonces esta verdad tiene un caractér ejemplar e indiscutible, y se recurre a ella con frecuencia. Pero no confundamos la pasasión y el reconocimeinto a la obra de una cantante de personalidad
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irrpetible, con una vida castigada de la que es fácil hacer literatura, y la coherencia con la que Abbey Lincoln extiende dicho legado, lo personaliza, lo moderniza y lo enriquece de matices. Siempre sonriendo, trasmitiendo más plenitud y serenidad que bienestar pasajera. No hay proselitismo político ni emocional en la última etapa creativa de Lincoln, sólo la manifestación de una madurez artística. En Lincoln, la desesperanza y el cansancio existencial con el que Billie Holiday estremecía no es una tristeza derrotada. En el canto de ambas, la profundidad, el alcance interior llega por donde la sensibilidad respira hondo. Pero Lincoln busca otros caminos, añade dosis de persuasión y también de despiste al mensaje trasmitido oralmente; no importa mucho la refinación tímbrica, la dicción diáfana, la delineación tonal. Si hace falta incluso dispara con decisión y rabia el grito final entre un pequeño caos instrumental que nadie sabe por qué aparece ahí. Tampoco Lincoln tiene las limitaciones técnicas (no así expresivas y de gran emoción) de Billie Holiday, y juega con el desconcierto, alargando las sílabas, alterando la lógica de tonos graves y agudos; fogonazos de voz encienden un espacio que queda sobrecogido. Es una lucha desigual la de la vida, por eso hay que hacerse oír.
En el fraseo relajado, nunca monótono ni lineal, la fuerza y la pasión penetra con más convicción y llega más adentro. Merece la pena esperar. Son los momentos sagrados, los dedicados al blues profundo, a los espiriturales (Hey Lordy Mama, Down here below), a esa solemnidad que sabe amarga porque la reconeces dentro. El piano sostiene el aliento, el contrabajo con arco subraya el sentimiento lastimoso, la batería con mazas marca el ré-
INTENSIDAD
Abbey Lincoln toca tus entrañas desde caminos que no son ni rectos ni directos, pero acaban llegando
PEPE MARÍN
ABBEY LINCOLN. Magia y espiritualidad.
quiem. Puede ser triste, pero no rendido. Espirituales, blues, ofrendas comparten el ánimo con temas ligeros de procedencia antillana como Wholly earth. Dedicado a los músicos de jazz y su nómada vida suena Through the years. Throw it away también es intensa y reveladora, el piano ilumina y sabe cuándo debe ser cristalino. Para terminar, un regalo más para los oídos, It’s magic, dedicado a la música y a sus valores únicos para curar.
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4 actual Granada Hoy domingo 9-11-03
FESTIVAL DE JAZZ
ENTREVISTA
Abbey Lincoln. Cantante de jazz Es una de las grandes voces del jazz clásico que permanece activa paso por Granada, además del rastro de su negra e impacable en la actualidad y una de las cantantes que más ha luchado vestimenta que siempre la acompaña, Abbey Lincoln ha dejado el abiertamente por los derechos civiles de la raza negra. Tras su sabor del más sentido y apasionado jazz de raíces africanas.
“Vivimos en una especie de guerra en la que el jazz está oprimido” como Aminata Moseka, pero en el escenario soy Abbey Lincoln. –¿Cómo ve la situación de la música jazz en la actualidad? –Vivimos en una especie de guerra. Los Beatles o los Rolling son conocidos por todos gracias, entre otras cosas, a los medios de comunicación. Pero nuestra música –el jazz– está oprimida y asociada a la música que denominan clásica. Los músicos de jazz lo saben todo acerca de armonía, melodía... Son brillantes. El resto no es comparable a los músicos de jazz, que siempre han sido estupendos. –Muchos músicos actuales de Africa reivindican como suya la música jazz, reagge, blues... ¿qué opina de esta atribución? –Los que ellos llaman jazz es una combinación de la música clásica,
REBECA ROMERO ■ GRANADA. A sus 73 años, a Abbey Lincoln no le avergüenza confesar que tiene un ídolo desde su adolescencia: Billie Holiday, “la mujer más guapa sobre el escenario”. Amable, en el mismo sentido en que lo escribió Silvio Rodríguez, medita cada palabra que pronuncia, quizá para ajustarse al nombre de su último disco: It’s me (Soy yo). –Desde principios de los sesenta, en proyectos como Straight ahead o Freedom now sweet, se ha mostrado como una ferviente defensora de los derechos humanos. ¿En qué momento cree que se encuentra esta lucha? –La música siempre ha sido y es algo muy social, empezando por los más grandes como Louis Amstrong o Bi-
ÚNICOS
TRANSMISORA
“Los músicos de jazz lo saben todo sobre la armonía, melodía... Son brillantes y no son comparables al resto”
“Sólo sé que soy original. Me considero una contadora de historias y canto acerca del mundo en el que vivo”
llie Holiday... Considero que la música nos ayuda a vivir. –Ha colaborado con los mejores músicos de jazz. ¿Qué busca en los jóvenes profesionales que la acompañan ahora? –Me siento muy cómoda con ellos, tan jóvenes y tan brillantes. Todos los músicos necesitan patrones, pero nosotros no. Con tan sólo 24 años, Jack Sawyer, el batería, es increíble. El bajista, Michael Bowie, también canta, y Mark Cary, el pianista, es excepcional. Los admiro porque son leales, tienen familias e hijos y están comprometidos con la música. No es fácil. –¿Qué se aportan mutuamente? –Antes de pasar a la otra vida, espero dejar algo a la música. Ellos me acompañan. Son grandes músicos que tocan como otros grandes con los que colaboré antes. –Abbey Lincoln ha cambiado de nombre muchas veces. –Mi primer nombre era Anna Maria Wooldrige, pero nadie sabía pronunciar el apellido. Una amiga compositora me bautizó como Abbey Lincoln; Abbey, por la Abadía de Westminster y Lincoln, por el presidente que abolió la esclavitud. Tengo otros nombres africanos,
MARÍA DE LA CRUZ
DE NEGRO. Abbey Lincoln, ayer, antes de su actuación en el Teatro Isabel la Católica. SU ÚLTIMO TRABAJO
Voz entre caricias orquestales ABBEY LINCOLN ● It`s Me ● Con Kenny Barron, Ray Drummond, Jaz Sawyer,... ● Verve
Con los noventa empieza una nueva y fructífera etapa en la carrera de la cantante de Chicago. Desde esos años, el poderoso sello Verve comienza a producir trabajos de Lincoln con una peridiciadad de disco por año, en títulos tan interesantes y golosos como Turtle`s dream (con Haden), When There Is Love (a dúo con ■
Hank Jones) o el excelente You Gotta Pay The Band (con los músios anteriores y Stan Getz). It`s me es el primer disco en el que la cantante se rodea de una orquesta y de su grupo. El tono general es de intimismo, de sosiego, de calor hogareño. Skylark es una caricia caída del cielo, una atmósfera evanescente que se desliza con suavidad. Love is made tienen ese tono de recogimiento que alimenta el lirismo de las cuerdas. En Runn`Wild hay be bob. En It`s me O Lord... la plegaria de los espirituales se corporeiza en un sentido blues de Nueva Orleans. The maestro es
una balada generosa y abierta. Yellow Bird aparece con un interludio bachiano en tiempo lento. Este último disco de Abbey Lincoln se siente como una ofrenda presentada entre algodones, llena de candor y cercanía emocional, perfectamente arropada por un conjunto orquestal que imprime refinación y lirismo al grupo de jazz. Los arreglos corren de parte de dos especialistas: Laurent Cugny y Alan Broadbent, pianista del Quartet West de Charlie Haden, para cuyo grupo también realizó unas brillantes orquestaciones. Perfecto regalo navideño. / JESÚS GONZALO
europea y africana. A la gente siempre le gusta decir que han sido los primeros. –¿Se siente reflejada en alguna cantante joven? –No lo sé. Sólo sé que soy original. Me considero una contadora de historias y canto acerca del mundo en el que vivo. –¿Por qué siempre viste de negro? –He leído que en Egipto se utilizaba el negro para simbolizar la juventud, pero no hay un motivo por el que visto así... Casualidad, o quizá la misma razón por la que lo hacía Johnny Cash, procedente de una generación que está muriendo... –¿Cree que Internet y la globalización ha mejorado las relaciones entre culturas? –No sé mucho de tecnologías, pero creo que la música prueba que todos somos iguales y a la vez diferentes. Hay una canción en el último álbum llamada It’s me, escrita en la época de la esclavitud, cuando todavía no había industria musical. Me siento identificada cumo la canto. Soy yo, y sólo yo. –¿Qué le hace feliz? –No hay nada que me haga más feliz que la música.
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42 actual Granada Hoy lunes 19-12-05
danza
Una Carmen entre tópicos ‘CARMEN’ Coreografía: Ramón Oller. Asistente coreografía: Alicia Pérez-Cabrero, (Ayudantía)Lluís Pascual. Compañía: Metros, Cía. de Danza. Intérpretes: Carmen García, Sandrine Rouet, Susana García, Javier García, Golan Yosef, Joana Rañé, Tamara Soler, Sonia Martín, Rubén Olmo, Philippe Mesía, Arnau Castro, Yannick Badier, Natalia Jiménez, etc. Espacio escénico: Joan Jorba. Iluminación: Gloria Montesinos. Sonido: Albert Puig. Vestuario: Merce Paloma. Música: G. Bizet. Música original: Martirio. Dirección: Ramón Oller. Lugar: Teatro Alhambra en el Teatro Municipal José Tamayo. Fecha: 16 y 17 de diciembre. ★★ MÓNICA FRANCÉS
A estas alturas, asistir a un espectáculo de danza contemporánea sobre la base de un mito clásico como Carmen, que se incluye en la saga de las criaturas perversas en la nómina de las Femme fatale que engrosan otras tan conocidas como Cleopatra o Salomé, debe responder a dos cuestiones básicas que se resumen en una: su contemporaneidad. Para entendernos, lo que una espera en un montaje de Carmen, hoy, es un artificio escénico que asuma una estética contem-
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poránea (primera cuestión a la que debe responder) para proponer una re-visión, una re-lectura (cuestión segunda) que desmonte, interpele y haga añicos el mito para confrontar al espectador con su propia piel, sus contradicciones surgidas –en este caso– de la herida machista que a todos nos supura en mayor o en menor medida. Bien, puesto que nada de lo que una espera sucede, sepan que la Carmen de Ramón Oller se deja ver por el público en general porque no les increpa en absoluto, recrea la figura tópica más hispano exótica reconocible sin apelar en ningun momento a la inteligencia del espectador. Carmen es la gitanilla buscona desenfadada y alegre de flor, mantilla y pelo largo, la mujer peligrosamente atractiva, que es como define a la “femme fatale” el Unabridged Oxford English Dictionary, en –ojo al dato– 1910. Esa es la Carmen que despliega el espectáculo, y que subraya con coreografías que la emparentan con la zorra o la gata, en otro orden la supuesta libertad nómada gitana, al trasladar y acotar su espacio escénico natural como un tejado. Llegados al espacio escénico, la escenografía, topamos con una de las grandes fallas del espectáculo: recrea un mero deco-
rado por donde pululan los intérpretes , anden en la calle , hagan el amor o entren y salgan de casa por los tejados. En escena, también recurre la pieza a dos elementos que utiliza metafóricamente de una forma pre-vista de antemano: el polvorín, la violencia ciega, la rotundidad pasional para la tierra; y la fuerza trágica del diluvio, el ahogo pasional, el agua. Elementos de la naturaleza indomables para una criatura que no se deja dominar –ideológicamente también, de manera natural– por el hombre. Su aparición en escena se traduce en un polvorín de tierra movi-
MONTAJE
La aparición de Carmen se traduce en un polvorín de tierra movilizada con la coreografía de los bailarines
GRANADA HOY
JOSÉ TAMAYO. Propuesta escénica de ‘Carmen’ a cargo de Ramón Oller.
lizada con la coreografía de los bailarines, previa muestra de su esparcimiento a modo de mal augurio gitano, y coreografía final del dúo y escenario inundados tras abrir el caño de un gran contenedor de agua situado al fondo del escenario. Final efectista para final trágico, que recuerda a otras puestas en escena que incorporan la poética del agua con mayor potencia narrativa y plástica, pienso en Pina Baus, Robert Wilson o –visto con anterioridad en el Teatro Alhambra– La Caída de Moma Teatre.
jazz
HEAVY METAL
Belleza candente desciende del frío ALEXI TUOMARILA QUARTET
RODRIGO MAYAYO BARBERÁ
Helloween en Granada ■ Los alemanes Helloween presentaron este fin de semana en la sala Indus-
trial Copera su último disco, Keeper of the seven keys: the legacy, e hicieron un repaso por su dilatada carrera con la interpretación de temas como The king for a thousand years, Eagle fly free, Ocassion avenue o Mrs. god.
IV Edición del Concurso Internacional de Jazz. Nicolas Kummert: saxo tenor. Alexi Tuomarila: piano. Antti Löjönen: bajo. Teun Verbruggen: batería. Lugar: Sala Val del Omar, en la Biblioteca de Andalucía. Fecha: Viernes, 15 de diciembre. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Esta edición del concurso internacional de Jazz de Granada ha puesto el listón muy alto para próximas entregas. Como pasara el día anterior con la formación alemana, el ganador el concurso en 2005 avaló su premio convenciendo y seduciendo a un público que desconocía por completo la hermosa música desplegada por esta formación. El comentario generalizado, tras la escucha de Oktoposse el jueves y del cuarteto de Tuomarila el viernes, es de asombro y, al mismo tiempo, se pregunta si jóvenes creadores de esta talla, con tanto y tan novedoso por decir, no deberían tener un espacio
dentro del programa central, méritos no les faltan. Estos jóvenes músicos están en un momento creativo único, disponen de todas las herramientas técnicas para poder expresarse con libertad, y, lo que es más importante, saben cómo hacerlo con su propio vocabulario. Con Tuomarila asistimos a un modo de expresión renovado partiendo de la influyente tradición del jazz escandinavo, pero, además, teniendo en cuenta que la mitad de su grupo procede de Bélgica, el matiz melódico adquiere un brillo (saxo) y un pulso rítmico (percusión) distinto. Alexi es un pianista que ha evolucionado desde el legado de Bobo Stenson y Keith Jarrett hacia Brad Mehldau. Como éste, gusta de los fraseos en escalas ascendentes que imprimen intensidad emocional (más lírica que romántica en el caso del finés). Con sonido cristalino, la ejecución se recrea en silencios y en pulsaciones cortas para coger impulso melódico y dejarse arrastrar por el fraseo. En las composiciones, la mayoría con su firma, Alexi introduce brevemente el tema paseándose por los aledaños de la melodía para después penetrar con claridad en ella. Juega con subrayados al
unísono (con bajo y saxo) y desarrolla puentes para hilar las terminaciones con los comienzos. Fue intenso y profundo el solo de bajo (en la escuela alemana de contrabajistas, sonido redondo y profundo) con el que se unió el primero, Shade of grave y el segundo, esa maravilla de frágil intensidad, de melancólica esperanza que suena a música popular nórdica, titulada Noâdi. Mención muy especial para Nicolas Kummert, un saxofonista exquisito, de timbre pulido, sin vibrato, sin adornos supérfluos, que penetra en la melodía abriéndola hacia un lirismo hiriente y entregándose a la intensidad febril en los registros medios-agudos ( recuerda en algo a Jan Garbarek y a Charles Lloyd). Sus solos fueron protagonistas de algunos de los más felices momentos de la noche. Su composición, aún sin nombre, fue una cadencia apesadumbrada que se suelta por medio de una división de conjunto curiosa: silenciando el piano, el saxo se empareja con el bajo y luego con la batería en sendos dúos a los que se suman los demás después. Casi al final suena un tema típicamente ornettiano donde se acercan a un freebop singular, pues nunca desaparece el sentido melódico. Entre un tema de pulso netamente jazzístico, se despiden con otra maravilla, un tema tradicional finés titulado Myrskyluodon Maija. Música hermosa, belleza llena de vida y un extraño candor en medio de un paisaje nevado.
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jazz
FESTIVAL JAZZ EN LA COSTA
Desde el Mississippi hasta Chicago MAGIC SLIM & THE TEARDROPS XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Magic Slim: Guitarra y voz. Jonathan McDonald: Guitarra. Vernal Taylor: Batería. Chris Biedron: Bajo. Lugar: Parque de El Majuelo, Almuñécar. Fecha: Sábado, 23 de julio. Aforo: Lleno.
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1. Dave Holland al frente de su big
band, excepcional organismo que convierte en arquitectura la escritura luminosa y expansiva del influyente contrabajista británico. / 2. El maestro de las voces ocultas, Joe Zawinul, delante de su micrófono sintetizado y de sus teclados, fusión viva de la música planetaria con su Zawinul Syndicate. / 3. La grata sorpresa del certamen llegó con el saxofonista Kenny Garrett en cuarteto, jazz progresivo hacia el funk con un pie en la tradición. / FOTOS: SERGIO SEBASTIANI 1
★★★ JESÚS GONZALO
Decíamos en la cita con los Holmes Brothers, que cerraba la XXV edición del pasado festival de jazz de Granada, que el Mississippi es a la música afroamericana como el agua a la vida: un manantial. Este río musical se alimenta de varios afluentes: el blues, el gospel y el jazz. Habría que añadir, si nuestro viaje no sólo se detiene en Memphis (cuna del soul), sino que llega hasta
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Una apuesta firme por el jazz
AUTENTICIDAD
El Festival de Jazz en la Costa de Almuñécar cumple su mayoría de edad en una ciudad que vive ajena a él, las cifras de público y el buen nivel de los conciertos le respaldan JESÚS GONZALO
EFE
ALMUÑÉCAR. La playa de San Cristóbal, la orilla granadina del jazz. ■ ALMUÑÉCAR. Si uno se pasea desde el mercado del centro hasta San Cristóbal se topa con el Parque de El Majuelo, lugar donde durante nueve noches se ha celebrado el festival de jazz más veterano e importante del verano andaluz. Ya en el paseo marítimo, si se alza la vista, se podrán ver una o dos pancartas anunciando la XVIII edición de Jazz en la Costa. El discurrir diario de la ciudad que lo acoge, en cambio, no parece verse alterado por esta estimulante cita con un evento de talla internacional y solitario li-
3 BALANCE
La valoración positiva del público El balance que se extrae de las 500 encuestas recogidas por la organización del festival ofrece un perfil del público con edades comprendidas entre los 30 y 45 años. Además del nutrido grupo de aficionados venidos desde Granada, el 40 por ciento proce-
den de Málaga, Almería, Madrid y Barcelona. El perfil se completa con extranjeros afincados en la zona. La preferencia del público ha recaído en los conciertos de Pizzarelli y Kenny Garrett. Asimismo, la mayoría aplaude la labor realizada por la organización.
derazgo en nuestra comunidad. Para implicar a la población, no ya que se vuelquen, sino para que Almuñécar ofrezca mejores servicios en general y de hostelería en particular, habría que hacer más visible a este certamen desde dentro. ¿Cómo? Tomando sus calles. Bandas de metales típicas de Nueva Orleáns a mediodía y antes de los conciertos. Jam sessions después de éstos para no abandonar a los aficionados a los muy limitados hábitos lúdicos de la noche almuñequera. El aforo de El Majuelo ha registrado llenos absolutos, cifrando el número de asistentes en torno a los 10.000. Durante las 9 actuaciones subieron al escenario unos 80 músicos, cantidad aupada por dos big bands. Los conciertos de Holland, Zawinul y Garrett (lleno inesperado de un público muy joven y entendido) fueron los más destacados. Al curso que acompaña a los espectáculos (UGR) se han apuntado 26 alumnos. Entre los ponentes, los prestigiosos Alejandro Cifuentes (el ‘Cifu’), Luis Coloma y Luis Vidal. La nota solidaria la puso la colaboración de ACNUR (Paul Stoker) y el muy vendido cartel de Juan Vida (3 euros), cuya recaudación fue a parar íntegramente a este organismo.
No hay que buscar nuevas fronteras en la música de Magic Slim, sino los cauces de la tradición Chicago, que a su paso por la ruta iniciada por el rhythm & blues desde los años 40, es otro estilo de esencias negras (no lo olvidemos) como el rock & roll (nacido en los 50) el que, en el caso de Magic Silm, se añade para completar un estilo personal e intrasferible. No por ser una música fácilmente reconocible, instalada en la memoria colectiva desde la segunda mitad del siglo XX, desmerece su valor y autenticidad. Voz espesa y cavernaria, pose de abuelo algo picante y una guitarra atraída hacia el blues metálico y el quiebro ácido en unos arpegios viscerales. Rememora clásicos del género como You got to pay, I`m a bluesman, Crazy women, The man you need o Looking for a lover, temas ya instalados en la cultura popular. Rock de carretera y blues recio. Desde las raíces, el blues despide nuevamente al jazz.
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Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Intenso. Con la actuación del pianista Marc Copland, el Festival de Jazz afronta un completo fin de semana con propuestas del programa central y en paralelo dirigidas a los públicos más diversos
Academicismo con alma y swing
ESTHER FALCÓN
Músicos y público acabaron contagiados con el ritmo de la noche. LA CRÓNICA
G. Cappa ■ GRANADA. Marc Copland es uno de esos personajes capaces de vivir dos vidas en una. Como Charlie Parker en El perseguidor perdió su saxofón, pero Copland lo abandonó deliberadamente por el piano en la década de los setenta para comenzar de cero. De eso hace casi treinta años y ha pasado del cero al infinito. Lo demostró ayer en el Isabel la Católica acompañado de Tim Haggans (trompeta), Drew Gress (contrabajo) y Jochen Rueckert (batería), que fue especialmente aplaudido nada más arrancar el concierto. Pausado, intelectual y sutil, Copland dio una lección de armonía, de jazz ordenado y limpio como una casa recién pintada. Además,
sabe perfectamente qué hacer y lo que es más importante, qué no hacer. Tal vez ahí radicó en parte el potente in crescendo de su actuación. Aunque el público comenzó la velada con cierta timidez y frial-
CÁNONES
Al lado de Copland, el trompetista Tim Haggans demostró que su academicismo tiene alma de color negro dad –incluso en los aplausos–, la noche no hizo sino crecer siguiendo el intenso ritmo que marcaron los músicos. El propio trompetista, hierático al principio cual desfile militar, se fue animando y ocupan-
do en el escenario un papel mucho más desenfadado que los asistentes supieron agradecer. El concierto duró algo más de una hora según los relojes. Pero Copland domina el tiempo musical a su antojo y la actuación tuvo momentos de vértigo y pausas en la que los minutos se estiraban. Éste es el punto de encuentro común de los grandes del jazz, y parece que Copland está destinado a pasar el saber armónico de nuestra época a las generaciones posteriores. A su lado, el trompetista Tim Haggans demostró que su academicismo tiene alma de color negro. Trabaja como profesor en las Universidades de Connecticut y Berklee y formó parte de las orquestas de Keton y Woody Herman, antes de partir a finales de los setenta a Europa. Vivió en Malmo, Suecia, hervidero de la escena del jazz contemporáneo, donde tocó con otros músicos expatriados como Dexter Gordon, Kenny Drew y Horace Parlan o el baterista Thad Jones. La crítica sitúa a Copland junto a Fred Hersch y Kenny Werner, aunque está fuera del recitalismo del primero y la exhibición digital del segundo. Lo suyo es un jazz ‘aseado’, especialmente dotado para el swing. Y, sobre todo, sincero. Por eso abandonó el saxo cuando era relativamente conocido y tuvo que volver a sus años de formación e investigar la armonía de Bill Evans, McCoy Tyner, Herbie Hancock o Paul Bley. Se reinventó porque “el piano te permite mirar dentro, escuchar tu propia voz”. Y el público
Velada jazzística con Marc Copland en el Teatro Isabel la Católica.
que se asomó ayer al abismo de creación de Copland lo hizo sin vértigo, complacido. Ahmad Jamal abrió el Festival con piano, contrabajo y batería. Ayer, el trío de Copland se acom-
IN CRESCENDO
Aunque la velada arrancó con cierta frialdad, el concierto no hizo sino crecer siguiendo el intenso ritmo de los músicos pañó de la trompeta de Haggans. Juntos ofrecieron un itinerario distinto aunque el pianista ha tenido una larga relación musical a tres bandas con el bajista Gary Peacock y con el baterista Billy
Revisa, enseña y personaliza el jazz VINCE BENEDETTI Y LA GRANADA BIG BAND XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Intérpretes Granada Big Band. Vince Benedetti: artista invitado, piano y composición. Kiko Aguado: dirección de orquesta y guitarra. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: miércoles 8. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
La programación central del Festival de Jazz de Gra-
■ GRANADA.
nada hace justicia anualmente a la mejor banda en gran formato de Andalucía. Dos cuestiones llaman la atención de la cita que nos ocupa tras el resultado obtenido en directo. La primera de ella es que por más ilustre que sea el artista invitado, y mira que los ha habido (de Bob Mintzer a Benny Golson, por citar a compositores y saxofonistas), el trabajo presentado requiere de una muy estudiada preparación previa. Contando con un músico internacional como Benedetti, afincado en Granada, esta nece-
sidad ha sido satisfecha convenientemente en el último mes. En segundo lugar, y no sabemos hasta qué punto es o no necesario para un público, como el granadino, que cuenta con una bien nutrida escena jazzística (programación, músicos y locales), es decir, con tradición y demanda, llama la atención un planteamiento escénico complementado por una actitud didáctica en las introducciones a los temas y en la elaboración de un repertorio revisionista, estilística y cronológicamente hablando, de los géneros principa-
les del jazz, según la lectura del invitado. Anunciado ya en la entrevista que Benedetti y Aguado concedieron a Granada Hoy, aparece Round midnight en un espacio a piano solo. Benedetti, como quedaba recogida en sus impresiones a este medio, es un pianista que gusta del control de volumen y las intensidades para definir así mejor la sutileza de timbres y texturas en desarrollo. Una intención inherente en sí misma a su piano –donde la sobriedad, pulcritud y elegancia nos remite al toque evansiano–
Hart, y más recientemente con el guitarrista Victor Juris. El de ayer era el único concierto para el que quedaban entradas disponibles de todo el Festival –además del que ofrecerá Javier Colinas el sábado– pero el aforo quedó casi completo. Los pocos huecos que quedaron fueron rellenados con el lirismo interpretativo del pianista norteamericano. Con la actuación del miércoles de la Granada Big Band y la presencia anoche del pianista Marc Copland en el Isabel la Católica, el certamen afronta su fin de semana más intenso. El programa central y las decenas de actividades programadas en paralelo en diversos locales de la capital y la provincia ofrecen propuestas para contagiar a todos los públicos con el alma negra del jazz.
que se extiende con éxito a un formato instrumental mayor. Si la intensidad orquestal se perfiló según los temas, pasando del quinteto a la big band entre dos temas de Benedetti (Twin Cities y Trane serenade), así mismo el público se fue sumando al creciente entusiasmo en la escucha de clásicos como Come rain, Come shine, If you could see me now (cómplice de la atmósfera de Chet Baker), Ow!, del gran Dizzy Gillespie, con una excelente y efusiva sección de metales. Hasta dos bises se pidieron. A train y Route 66, donde se unió la voz de Celia Mur en un grupo que partió de un dúo y acabó en sexteto. Velada cálida, cercana y con gran sonido de orquesta.
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MÚSICA
INVESTIGACIÓN
Premio a la creación joven europea: el anticipo del Festival Jazz en Granada
y de las formaciones presentadas”. El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, José Antonio Pérez Tapias, insistió en “el alto nivel del concurso”, como lo demuestra el prestigio internacional del que goza, pues los más de 70 trabajos que este año se han presentado al certamen procedían de más de 23 países. Una diversidad que “que demuestra el universalismo del jazz”. El pianista catalán Jordi Berni ha conseguido proclamarse ganador, en buena medida gracias a un conjunto que amplía el formato de trío a cuarteto con el saxo tenor Santi de la Rubia. Para los organizadores, la música de Berni tiene un pulso netamente jazzístico pero con una escritura que permite deslizarse con suavidad y decisión desde las originales intro-
NOVEDADES
A partir de la próxima edición el grupo ganador actuará dentro del programa del Festival de Jazz de Granada
G.H.
GANADORES. La formación que ha obtenido el premio al Mejor grupo joven, Jordi Berni Trío.
Los dos grupos galardonados en el Concurso de Jazz, Jordi Berni Trío y Schultzing, actuarán esta noche y mañana en el Teatro Isabel la Católica JESÚS GONZALO/B. RICO ■ GRANADA. Por quinto año consecu-
tivo los ganadores del Concurso Internacional de Jazz de Granada anuncian la cita otoñal con el jazz. Será la última vez que el primer premio, que en esta ocasión ha recaído en el quinteto Schultzing, sirva de anticipo al festival, porque a partir de la próxima edición se incorporará a su programa central. El concejal de Juventud del
Ayuntamiento de Granada, José Antonio Fuentes, adelantó ayer lo que supondrá la principal novedad de la edición del festival para 2007. Una decisión que representa un paso decisivo en el compromiso que este certamen tiene con las jóvenes promesas y que está avalada, según los organizadores, por la calidad de los participantes. Otro cambio que demuestra el buen momento que vive este concurso es su traslado a un espacio a la altura de la música premia-
da, el Isabel la Católica. Esta noche se suben a su escenario el cuarteto de Jordi Berni Trío y Santi de la Rubia, que ha ganado el premio al Mejor grupo joven –dotado con 3.000 euros–. Mañana lo hará el grupo alemán Schultzing, cuyo premio comporta una cantidad en metálico de 6.000 euros y la posibilidad de grabar un disco. El jurado ha señalado “la calidad y el rigor de los concursantes” y “la variedad de la música expuesta” y apunta que “la sorpresa decae cuando algunos nombres destacados en otras ediciones vuelven a aparecer en la lista de participantes”, pero que “el interés aumenta por el hecho de observar la evolución de los trabajos
ducciones a unos solos que respiran de la misma frescura aún estando perfectamente señalizados. El trenzado diálogo saxo y piano disfruta del apoyo de un engranaje rítmico seguro, que participa también de la melodía y los unísonos en las líneas del bajo de David González y describe figuras firmes y sutiles en la batería de Xavi Hinojosa. La presidenta de la asociación Granada Jazz, Mariche Huertas, señaló ayer que la elección de Schultzing se debía a su “frescura, contemporaneidad y originalidad”. El jurado también ha destacado que el compositor y pianista alemán Stefan Schultze, que lidera la formación, “posee una voz absolutamente personal, madura, audaz, exquisita”. Además, el músico ganador de la pasada edición, Alexi Tuomarila, dará un recital de piano en el mes de febrero a modo de presentación de la grabación que realizó en exclusiva para este certamen.
La UGR participa en un proyecto europeo de ‘e-draw’ G. H. ■ GRANADA. La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo para el desarrollo de un sistema virtual de enseñanza de las artes visuales; una iniciativa cofinanciada por el Programa Sócrates Minerva de la Dirección General para la Educación y la Cultura de la Comisión Europea que tiene como finalidad la creación de un entorno de enseñanza colaborativo y abierto. El proyecto de ‘eDRAW’ es una iniciativa impulsada por un grupo de centros educativos y empresas de siete países europeos con el objetivo de aplicar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) a la enseñanza y el aprendizaje del arte. Una de las actuaciones previstas es la preparación de una metodología transferible de la tutoría on-line para el aprendizaje artístico en Internet con el objetivo último de estimular la creación de una red Europea de actores motivados para probar estas prácticas de enseñanza y aprendizaje. La finalidad es poner el aprendizaje a distancia (eLearning) al servicio del potencial artístico para crear un entorno global que permita la creación de un sistema de enseñanza cooperativo y abierto que alcance a un sector amplio, desarrollando aprendizaje on-line gracias a un cambio profundo de los procesos de enseñanza, creando grupos de interés, ya sean virtuales o no, y generando el descubrimiento de actividades esenciales para la mejora del conocimiento.
PREMIO LORCA DE POESÍA
Blanca Varela no podrá viajar a Granada a recoger el Premio Lorca EFE ■ GRANADA. La poetisa peruana Blanca Varela, galardonada con el III Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, no asistirá a la ceremonia de entrega del premio, prevista en diciembre en Granada, por su delicado estado de salud, y ha delegado en su hijo la recepción del galardón. Así se lo comunicó a Efe el conce-
jal de Cultura del Ayuntamiento de Granada y secretario del premio, Juan García Montero, quien explicó que Varela, de 80 años, sufrió recientemente un ictus que le paralizó la mitad izquierda del cuerpo y le ha afectado al habla. La familia de Blanca Varela, con el consentimiento de ésta, ha decidido que no viaje a Granada, dado su delicado estado de salud, y que sea su hijo quien reciba el galardón en su nombre, ex-
plicó García Montero tras hablar ayer por teléfono con un hermano de la autora. El secretario del Premio explicó que seguirá en contacto con la familia de Blanca Varela para comunicar a su hijo la fecha exacta de la celebración de la ceremonia de entrega del galardón. Blanca Varela se convirtió el pasado 10 de octubre en la primera mujer que gana el Premio Lorca que, con 50.000 euros, es el galar-
dón de mayor dotación económica de entre los premios poéticos en lengua castellana. Entre los que optaban al galardón figuraban algunos de los poetas de habla hispana más relevantes del momento como Mario Benedetti, Ernesto Cardenal, José Manuel Caballero Bonald, Diana Bellesi, Francisco Brines o Rafael Guillén. El jurado, presidido por el alcalde, José Torres Hurtado, lo componían el poeta asturiano Angel González , un representante de la Casa de América y otro de la Residencia de Estudiantes, Laura García Lorca, sobrina del poeta, el presidente del Centro del 27, el de la Academia de Bellas Letras de Granada y el catedrático de Literatura de la UGR Álvaro Salvador.
BLANCA VARELA.
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8 actual Granada Hoy miércoles 14-7-04
JAZZ EN LA COSTA
Kenny Barron, la historia del jazz en letras doradas
desde 1972. En su opinión, “ciertos aspectos del jazz se pueden enseñar, aunque el músico tiene que tener alguna virtud o poner algo sobre la mesa. De alguna manera tiene que traer algo en sus genes, que es algo que yo como profesor no le puedo dar”. Aunque su tradición es más bien clásica, asegura estar a favor de los nuevos estilos o del jazz contemporáneo, aunque no aprueba el smooth jazz estadounidense. Pese a ello, reconoce que más de una vez durante su trayectoria se ha visto tentado por los teclados electrónicos y los sintetizadores: “En una de mis primeras grabaciones he utilizado estos métodos, y también en otra que realicé hace unos cuatro años con Mino Cinelu”. El soporte más tradicional del jazz sigue siendo el trío –piano, bajo y batería– que, en opinión de Kenny Barron, “es el mejor”. De todas formas, el músico ha tocado en otros grupos utilizando el bajo, el piano y la guitarra. Esta noche se presentará en El Majuelo con un quinteto que incluye vibráfono y flauta. Esta original formación se debe a que le gusta “el color que producen estos instrumentos, to-
Almuñécar acoge esta noche la única actuación en España del pianista, que se presentará con un quinteto que incluye vibráfono y flauta SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. La historia del jazz ha escrito en letras doradas su nombre. Kenny Barron, el pianista que atesora toda la sabiduría de los buenos tiempos del jazz actuará esta noche, junto a su quinteto, en Almuñécar. Se trata del único concierto que el artista ofrecerá en España. Barron comenzó a demostrar su talento desde muy joven. A los 17 años ya se había trasladado a Nueva York desde su Filadelfia
EXTRAORDINARIO
Barron asegura que no forma parte de una generación perdida, tal y como han afirmado varios historiadores de jazz natal para tocar con James Moody, Lou Donaldson y Roy Haynes, aunque entonces no imaginaba que poco más de un año más tarde entraría en la banda de Dizzy Gillespie. Todo esto ocurría a principios de los sesenta, con lo cual no es de extrañar su impresionante trayectoria posterior, que aún hoy sigue alimentándose. El pianista, que envolverá de su música en el parque sexitano de El Majuelo a quienes gustan del jazz clásico, no cree que forme parte de una generación perdida, tal como han afirmado ciertos historiado-
res. “Al menos por mi parte no me parece que esté en una generación perdida. Hay músicos que sí se quedan entre medio y son muy veteranos para los jóvenes y muy jóvenes para ser clásicos, pero es porque tienen un estilo diferente que quizá no encaje en el público. Pero nunca diría que son generaciones perdidas”, asegura el artista de Filadelfia. Entre los muchos consagrados con los que ha trabajado se encuentran Dizzy Gillespie y Stan Getz. “Empecé a trabajar con Dizzy cuando tenía 19 años, y fue uno de los puntos más altos de mi carrera, como llegar a lo máximo. Aprendí muchísimas cosas con él”, sostiene. Sobre Getz, también afirma haber vivido “una grandiosa experiencia con él, porque toca en forma muy lírica y es un músico diferente, con un estilo muy concreto”. Su piano ha acompañado a importantes voces femeninas, tales como Ella Fitzgerald, Jane Monheit, Roberta Flack o Nenna Freelon. Pero para Barron “no tiene importancia que sean mujeres cantantes, sino que sean buenas cantantes. Respecto a las nuevas voces femeninas, como Diane Krall, Norah Jones o la propia Monheit, Kenny Barron, asegura que “es genial que hayan ganado tantos grammys en los últimos años”. Además de ser pianista y compositor, Barron es profesor de música de la Universidad de Rutgers
TRADICIÓN CLÁSICA
Barron está a favor de los nuevos estilos del jazz contemporáneo, aunque no aprueba el smooth jazz estadounidense
SERGIO SEBASTIANI
BARRON. El pianista de Filadelfia actuará esta noche en El Majuelo.
De solidaridad, comida ‘revolucionaria’ y otras leyendas CRONICAS MARINADAS Por Jesús Gonzalo ■ ALMUÑÉCAR. Almuñécar, ciudad milenaria bañada por el Mediterráneo –Sexi para los fundadores fenicios, de quienes quedan vestigios arqueológicos en el parque de El Majuelo–, pretende simbolizar un puente de esperanza para todos aquellos refugiados que se aventuran al mar buscando condiciones de vida más dignas que las que dejan atrás. Intención solidaria, la de este festival de Jazz en la Costa, que queda reflejada en el cartel del pintor Juan Vida y que se amplía con la ayuda prestada a niños camboyanos (“para protegerlos de la indigencia, la enfermedad, el hambre y la explota-
ción”). La Casa del Agua de Coco –ONG para el desarrollo, que recoge con su nombre “un posible hogar para los sin hogar”– en colaboración con la Oficina técnica de Festivales de Jazz, pone en marcha el proyecto Jazz World. En el décimo aniversario de la organización no gubernamental, esta iniciativa compartida pretende llevar a cabo varias actividades culturales con las que poder recaudar fondos para esta causa. Ya desde las primeras jornadas, se viene apreciando un contratiempo que afecta a todos aquellos aficionados al jazz, que, al acabar el concierto en El Majuelo, buscan un restaurante abierto pasadas las 24.00 horas. La cena, en los últimos días, ha sido a base de picante comida mexicana, último
GRANADA HOY
EN LA CALLE. Un artista impregna de jazz el paseo marítimo.
cados por músicos virtuosísimos y dotados de mucha técnica”. Kenny Barron ha contribuido con su saber en numerosas grabaciones como colaborador de lujo, Asimismo, es uno de los compositores e intérpretes más importantes de la música contemporánea que ha dejado su impronta en discos tan soberbios como su último trabajo junto a Stan Getz, People Time (1991), la joya Night and The City (1998), a dúo con Charlie Haden, el imprescindible Wanton Spirit (1994) o el delicioso Canta Brazil (2002).
reducto alimenticio que se divisa en el paseo marítimo. No se entiende muy bien, por más que la dimensión familiar de la playa de San Cristóbal condicione horarios y ambientes nocturnos, que los empresarios del sector (ya se le trasmitió esta situación a cervezas Alhambra –patrocinador oficial del festival– para que aconsejara a sus clientes) no aprovechen la oportunidad que les brinda este evento. Mientras no se sabe dónde cenará la trouppe jazzística esta noche, los platos zappatistas están haciendo mella –mental y física– en este colectivo. Entre tanto bestiario sincopado, de momento, el manoseado término leonas sigue siendo un interrogante. No se advierte ningún peligro acechando en la noche, aunque en el léxico propio de este certamen granadino asoma otro misterioso –y amable– calificativo: impostor. La solidaridad con la inmigración, que inspira esta edición de Jazz en la Costa, se convierte en todo amabilidad para con Granada Hoy. ¡Gracias!
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2 actual Granada Hoy viernes 9-7-04
JAZZ EN LA COSTA
EL PARQUE EL MAJUELO SE LLENA PARA VER LA ACTUACIÓN INAUGURAL DE BARBARA HENDRICKS
Espíritu solidario La soprano norteamericana destinará parte de los fondos recaudados por la venta de entradas para su concierto a la Fundación Barbara Hendricks para la Paz y la Reconciliación, creada en 1998
FOTOGRAFÍAS: FESTIVAL
DE LUJO. Hendrix actuó acompañada del cuarteto del saxofonista Magnus Lindgren.
Intensidad Hendricks JESÚS GONZALO
Fue en Montreux donde la cantante Barbara Hendricks abordó por primera vez los terrenos del jazz. Otras divas, como Katheleen Battle, por mediación de Wynton Marsalis, lo intentaron antes. Son artistas con carreras clásicas y de jazz que venden un producto muy goloso, sobre todo, para el público clásico. Su larga trayectoria como soprano en los terrenos operísticos y líricos (debutó en 1974 en el Metropolitan de Nueva York) la avalan técnicamente. Pero no nos engañemos, el rigor sin sentido del blues puede hacer que esta idea produzca el efecto de mezclar agua y aceite. ■
ALMUÑÉCAR.
MATICES
La pulcritud del cuarteto escandinavo contrastaba con la estirada refinación de la cantante Ése era el peligro al que se enfrentaba y que llegó a rozar anoche esta voz nacida en Stephens, Arkansas, en 1948, aunque vive en Suecia desde hace muchos años. De allí son los jóvenes músicos que acompañaban a la soprano norteamericana, liderados por el saxofonista de Magnus Lindgren, que se llevó el primer premio en el festival de Getxo hace dos años al artista revela-
ción. Una noche templada y un lleno de público arropaban a la Hendricks en la apertura de Jazz en la Costa. Venía a presentar un trabajo, como no podía ser de otro modo, basado en estándares. Viejos temas de los años treinta escritos por Cole Porter, George Gerhswin, el meloso Richard Rodgers y el exquisito Duke Ellington. Así, Hendricks entonó Night anda day, My funny valentine, Bewished, con unos registros cultistas que envolvían y alargaban las melodías en una artificioso lirismo. La pulcritud del cuarteto –Karl Magnus Lindgren, Hanks Fredrik Jonsson, Leif Mathias Algottsson y Margan Hoglund– escandinavo contrastaba con la estirada refinación de la cantante. Lindaren (saxo y flautas) quedaba en segundo plano, en funciones de respuesta que relevan y subrayan las frases de la voz. Agua y aceite, demasiada etiqueta para un sentimiento de blues.
EXPECTACIÓN. El aforo estaba completo desde hacía días.
OPINIÓN
La mar de hetereogéneos Jesús Gonzalo
Atención, autoridades andaluzas, tengan en cuenta y cuiden o promuevan los festivales de música en verano (de jazz preferiblemente), porque son un reclamo que atraen un turismo que no sólo busca el descanso o el esparcimiento, sino también espectáculos culturales que den color a sus vacaciones. Hablamos, por tanto, de un turismo de ca-
lidad que favorece a la industria y activa la economía. Este cronista ya hace unos años que visita Almuñécar –emporio hortofrutícola con vistas al mar– durante los días que tienen lugar el festival Jazz en la Costa. La edición de 2003 dio muestras de un crecimiento que viene de temporadas anteriores. La repuesta masiva de público –se agotaron varias veces las entradas– hace ver que el aforo, limitado, del Majuelo pide más espacio o, como
mínimo, ciertas reformas estructurales. Jazz en la Costa, prolongación del que tiene lugar en Granada en el mes de noviembre, goza de un puesto privilegiado en nuestra tierra, como su hermano mayor, que va a cumplir 25 años. Con 17 ediciones a sus espaldas, no tiene por qué parecerse a ninguno de los grandes que tienen lugar en el norte (Vitoria, San Sebastián), pero podría sacársele más jugo. Esto también vale para el resto del litoral –mucho más exten-
so y visitado que el del País Vasco, por cierto– y por eso nos alegramos de que Sanlúcar vuelva con energía renovada tras dejar atrás incertidumbres (son las dos únicas citas con el jazz en Andalucía). El modelo programático viene dado por el más veterano de todos en Europa (un ‘monstruo’ de muchas cabezas), el del festival de Montreux. El concepto clave es ser heterogéneos en los contenidos. Hacia ese perfil de organización, con énfasis en las músicas
de raíz latina, se dirige este año San Sebastián. En Almuñécar, más humildes, lo caribeño ha compartido escenario con el jazz, el blues y la música brasileña en muchas ocasiones. Para ésta también habrá motivos mestizos (cuando hablamos de otras culturas) y de fusión (cuando lo hacemos desde el jazz y otras músicas como el rock), mezclados con la elegancia de la noche inaugural y la cinematográfica dedicada a Nino Rota.
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Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Histórico. El arranque del Ahmad Jamal Trio el pasado viernes permitió a los aficionados granadinos un encuentro con el pianista que le aportó a Miles Davis el dominio del tiempo
Cuando el tiempo parece detenerse
MARÍA DE LA CRUZ
APERTURA. Ahmad Jamal con sus músicos en el concierto de apertura.
AHMAD JAMAL TRIO XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Ahmad Jamal: piano, James Cammack: contrabajo. Idris Muhammad: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: viernes 3. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Con motivo de la llegada de Ahmad Jamal, mucho se ha escrito en distintos medios sobre el impacto que su trío ejerció sobre Miles Davis. Pero nadie ha explicado en qué consistió dicha influencia. Miles Davis ya había desarrollado sobradas facultades como improvisador y como compositor. Aunque se alejó del bop de Charlie Parker, a su lado consiguió agilidad creativa y decisión. El nacimiento del cool jazz y su alianza con Gil Evans le permitieron ampliar sus recursos sobre composición y arreglos en los 50. A mitad de dicha década, Davis se entrega al género predominante, el hard bop. Ya entonces disponía de una sonoridad propia como intérprete. Como improvisador convirtió la
tensión rítmica en tensión sostenida gracias a su fraseo suave e inquisitivo a la vez. El uso de la estructura modal facilitó la conversión de las notas en texturas. La atmósfera de soledad de la que Davis sólo era capaz estaba a un paso de conseguirse. Si bien es cierto que Gil Evans (como excepcional arreglista) y John Coltrane (como excepcional improvisador) impulsaron la técnica modal en el
APORTACIÓN
Jamal destapa las esencias de lo clásico, de una música que permite hacer avanzar la tradición Miles inmediatamente anterior a Kind of blue, queda pendiente el tratamiento del tiempo. Ahí se hace presente Ahmal Jamal. Pianista refinado, económico y colorista (Erroll Garner), con una capacidad de armonización derivada de su vasta formación académica (de Mozart a Bartók), el estilo de Ahmad Jamal une la escuela de stride de Harlem, el vigor de Art Tatum, la
sensualidad cantábile de Nat King Cole y la elegancia íntima de Bill Evans. Entre la sencillez y la complejidad, Jamal describe el gesto cómplice en un glissando ascendente como extiende complejas figuras de acordes mientras da indicaciones a sus compañeros. Equilibrio y concepto recaen en el trío y en una sola voz respectivamente. Jamal deconstruye el corazón melódico de los temas haciendo particiones temáticas que le permiten entrar y salir de ellos en diferentes espacios. Como en la fascinante lectura a la inversa del tema de Weather Report, del que extrajo las líneas de bajo de Pastorius en la mano izquierda mientras delineaba la famosa melodía de Zawinul en la derecha. El pianista nos ofreció también una excelente versión de una tonada que él mismo ha hecho clásica, Poinciana. La función polirrítmica de Idris Muhammad, percusionista legendario cuyo nombre se inscribe al lado de los Joe Jones o Ed Blackwell, se instaló en una métrica tan firme y sostenida como ascética. Fue llamativo el uso de baquetas y mazas a un mismo tiempo, liberando alturas y defi-
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PROGRAMA
Benedetti y la Big Band: El gran ejemplo del jazz local
niendo tiempos. La compenetración epitelial en el juego melódico entre piano y bajo, un avance que él mismo incorporó antes que lo hiciera Bill Evans junto a Scott La Faro, nos permitió descubrir a James Cammack, protegido del maestro. Jamal destapa las esencias de lo clásico, de una música que permite hacer avanzar la tradición e influir a visionarios como Miles Davis. Brillante comienzo
INFLUENCIA EN DAVIS
La principal influencia de Jamal sobre el Miles Davis posterior a ‘King of blue’ fue el tratamiento del tiempo
La Granada Big Band, bajo la dirección de Kiko Aguado, y el pianista norteamericano (aunque afincado en la ciudad) Vincent Benedetti serán la gran apuesta del certamen que retoma los conciertos del programa central el próximo miércoles 8.
que rescata el no menos memorable concierto que dio Randy Weston y su trío el año pasado. Si el toque percusivo de éste le distingue de la trascendencia melódica de aquél, en ambos se aprecia la intensidad mística del tiempo. Intensidad sostenida. A fin de cuentas, una lectura personal sobre el silencio, sobre el instante o sobre el tiempo cuando se detiene.
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Granada Hoy actual 3 viernes 10-11-06
Maestros. Afirman que para formar parte de Buena Vista Social Club es necesario “tener más de sesenta años”, aunque sus miembros derrocharán esta noche buen estado de forma y mejor música en su reencuentro con el Festival de Jazz
Buena Vista Social Club. Formación de jazz
“Nuestra música, sin ser antigua, remite a las raíces de la tradición cubana”
ESTHER FALCÓN
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LA ANÉCDOTA
Graham Collier: un compositor de lujo en el público Graham Collier, uno de los compositores más destacados del panorama jazzístico contemporáneo, acudió anoche por sorpresa al Festival de Granada. Aunque el músico ocupó un discreto lugar entre el público, no pudo evitar generar cierta expectación entre los ‘eruditos’ del jazz. Era la primera vez que sus numerosos compromisos internacionales le habían permitido acudir al Festival de Granada.
MARÍA DE LA CRUZ
Los veteranos de Buena Vista Social Club repasarán la música tradicional cubana esta noche en directo. REDACCIÓN ■ GRANADA. Llevan el ritmo de Cuba en la sangre; de hecho, su forma de entender la vida es la fuente de la que brota toda la música de Buena Vista Social Club, una de esas formaciones que han hecho del jazz una realidad que trasciende hacia el mundo de los sentimientos . La banda, que engloba ya a varias generaciones de los mejores músicos de la is-
la, participa de nuevo en el Festival Internacional de Jazz de Granada con un recital que reunirá sobre el escenario a Guajiro Mirabal (trompeta), Cachaíto López (contrabajo), Manuel Galbán (guitarra), Aguaje Ramos (trombón), Javier Zalba (clarinete y flauta), Idania Valdés (voz y percusión), Robertico Fonseca (piano), Filiberto Sánchez (timbales), Ángel Terry (bongos y congas), Carlos Co-
lunga (voces) y Luis Alemany (trompeta). “La forma de dar y tocar la música, la forma de cuidar las letras es algo esencial en los cubanos. Nosotros las depuramos mucho para que se pueda captar sin comprender lo que se dice. En España son más rítmicos y más rápidos, necesitan más energía. Nosotros les damos la música de una forma y ustedes las quieren de otra. En Alemania
la música cubana hace furor, y es una cosa excepcional porque no entienden lo que cantamos”, explican Mirabal y Ramos, el alma de la banda. Las trayectorias en solitario de los músicos que integran Buena Vista Social Club derrochan argumentos de sobra para situarse en lo más alto de la música cubana, aunque todos ellos han hecho de la banda ya en plena etapa de madurez su principal centro de interés. “Es que hasta que no se tiene sesenta años no se entra en Buenavista. Lo que de verdad hay que hacer es ir a las raíces de la música cubana, sacar al abuelo, vestirlo y darle una paseo”, bromean. Pero ni el peso de los años ha conseguido nunca eclipsar los brillantes destellos de buena música de una banda que mantiene muy vivo su espíritu y que siempre ha buscado crear un placer para los sentidos. Sus comienzos se llenaron de cautela y de precaución hasta que crecieron “mucho más allá” de lo que pensaban para vivir “un sueño” que ahora pasa por hacer realidad nuevos objetivos en forma de discos. Herederos de la tradición, la música de Buena Vista Social Club recupera los ritmos de mediados del siglo pasado. Una música que, “sin ser antigua, remite a las raíces, a esas cadencias tranquilas para oír y para bailar desde una perspectiva de la historia de la música cubana” que arranca en los años treinta y llega hasta los sesenta. “Ya no se hacen letras como las de antes, con ese lirismo, esa afectación y esa potencia. Puede que sea porque ya no hay poetas como ellos en al música cubana o que están escondidos”, coinciden en señalar los miembros de una banda para la que el jazz no tiene edad.
Entre el jazz y el punk BIG BOSS MAN XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Ahmad Jamal: piano, James Cammack: contrabajo. Idris Muhammad: batería. Lugar: Planta Baja. Fecha: miércoles 3. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
MARÍA DE LA CRUZ
Big Boss Man llenó la sala Planta Baja.
■ GRANADA. Hay muchos caminos de cruce entre las raíces del blues y el significado sonoro de una actitud o un fenómeno estético contestatario como es el punk. Entre la afinidad
de rock y jazz, de Hendrix y Miles, pasando por el free jazz mezclado con rock progresivo y respiración neoyorquina, este joven grupo inglés elige una confluencia de estilos anglosajones: acid jazz teñido, sin ropajes ni peinados, de punk. A finales de los 50, H. Silver mezcla hard bop, blues y r&b y surge el funky. Extendido por el sello Blue Note en los sesenta, Jimmy Smith y Grant Green se recrean en órgano Hammond y guitarra para poner los andamios del soul, ya señalizado por James Brown. Principios de los 70, Miles Davis y después Herbie Hancock cambian el órgano por un
Fender Rhodes dando lugar al jazz sicodélico. Finales de los 80, toda vez que Sex Pistols ya había fenecido, un listillo llamado Gilles Peterson (un influyente disjóckey y productor del que BBM no parece tener noticias) acuña el término acid jazz, cóctel londinense de sonidos latinos, funk y soul. El punk, vertiente ‘degenerada’ de la sobriedad rítmica del ska y los mod (Small Faces), alimenta también la propuesta de BBM. Un grupo que suena a Jimmy Smith (trío con órgano, más guitarra y sin metales), al pulso excitante de James Brown, a percusión latina (Ray Barreto) y a distorsión.
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6 actual Granada Hoy domingo 13-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
EL DIRECTO DE ANOCHE
Randy Weston. Uno de los maestros del piano de jazz de todos los tiempos, discípulo aventajado que ha sido de Ellington y Monk, brindó anoche un concierto en que dialogaba con sus antepasados y con África
El patrimonio africano del piano de jazz
discontinua, como sin unidad, en el fraseo y la temática, existen transiciones que no son perceptibles al oyente. La complejidad armónica se prolonga y casi parece acumularse en un discurso que se expresa mediante dinámicas contrapuestas a dos manos, en una impecable y personal evolución del stride en la izquierda. Es un flujo interior el que conecta al intérprete con la obra. Llega a Monk, aunque no sabemos cuánto tiempo llevaba ahí, quizás nunca dejó de estar. Suena Rubby my dear y da paso a Waller en Berkshine Blues y Jitterbug waltz. Incluye un breve apunte de A night in Tunisia (que no es de ninguno de los homenajeados sino de Gillespie), y vuelve a Monk con Blue Moses.Termina con el St.James de Ellington . El público le dedica una larga ovación.
ANCESTROS Y MAESTROS
El pianismo de Randy Weston es una oración y un saludo a la cultura africana y los grandes del piano de jazz
PEPE TORRES
RANDY WESTON. La magnitud espiritual del piano expresada en un acorde.
RANDY WESTON’S AFRICAN RHYTHMS TRIO XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Randy Weston: Piano, Alex Blake: Contrabajo, Neil Clarke: Batería y percusión. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: Sábado, 12 de noviembre. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ El jazz, desde siempre, ha mirado a otras latitudes, a otras culturas pa-
ra seguir indagando en una búsqueda personal que colme el apetito espiritual de los músicos. Porque si personal fue el encuentro de Coltrane con Oriente y la India, personal es el de Randy Weston con África y Marruecos. Él no ha islamizado su nombre, como su colega Dollar Brand, ahora Abdullah Ibrahim, pero el piano de Weston rebosa misticismo y se apoya en una articulación en la que el factor percusivo es tan importante como el melódico. La firmeza que impone en el ritmo y en los registros bajos se nutre de un aliento solemne –deudor del gos-
pel, como lazo de unión con África– que impregna un discurso que busca el soliloquio. No hay nada gratuito en Weston, la introspección y la profundidad sensitiva alcanzan tanto a los pequeños detalles como al torrente de notas: una sola adquiere tanto sentido como un conjunto de acordes. Las ideas son reveladas, de ahí que surgan y desaparezcan dejando un rastro aparentemente inconcluso y desgajado. En realidad, el pianismo de Weston es una oración y al mismo tiempo un saludo a los ancestros. A los ancestros sin nombre
y a los maestros del piano de jazz. Es por ello que el concierto comienza con una suite a modo de meddley de temas de Duke Ellington, Thelonius Monk y Fats Waller (a mediados de los 90 dedicó dos discos, Portraits, a Ellington y Monk), para recuperar al primero de ellos al final. Es apenas un apunte lo que introduce Weston para poder identificar al famoso Caravan. Weston aborda este popurri desde los aledaños de la melodía, para penetrar en la esencia misma de cada una de ellas, así como de sus autores. Aunque la exposición se materializa de forma
Entra el resto del grupo en la segunda parte del concierto. Randy Eston siempre deja amplios espacios para los solos. Con la entrada del contrabajo de Alex Blake y Neikl Clarke se hace más evidente su comunión con África (ahí quedaron susc colaboraciones con los Maestros de Jajouka y músicos gnawas marroquíes). Clark no toca el bajo, lo percute respondiendo a la pregunta rítmica con su misma respuesta. Es un virtuoso que canta con su instrumento mientras éste le conduce a él para tomar forma de guitarra o de kora. Es el momento de la improvisación High fly. La percusión suena afrocubana no siéndolo, pues no es tan efusiva, más bien su austeridad gestual equilibra la vehemencia africana del bajo. Se mantienen los largos soliloquios en el trío hasta Blues to África y Three pyramides and the Sphynx, más conjuntado. La oración llega a su fin.
Dave Douglas, en todas las direcciones del jazz moderno JESÚS GONZALO ■ Por derecho propio, Dave Douglas tiene un puesto determinante en el jazz que se ha venido haciendo en los últimos 15 años. La verdad, es que sin él nada de lo que hoy se hace en la vanguardia sería lo mismo. Empezó en el panorama más inquieto del downtown neoyorquino, bien situado en el colectivo de músicos que visitaban la Knitting Factory. Es allí donde da sus primeros pasos creando el grupo New and Used y participando en otros de moda de dicho ambiente. Más tarde, empieza a editar sus propios trabajos Stargazer, música de Wayne Shorter, Parallel worlds, al tiempo que entra a formar parte
de uno de los grupos más importantes y mejor recibidos del iconoclasta y fecundo John Zorn. Masada, esa fortaleza musical inspirada en el Talmud judío y el cuarteto de Ornette Cokleman, sigue activo 11 años depués de su fundac ión. En todo este tiempo la creatitivad de Dave Douglas es tan apabullante como exigente. Lo cierto es que su voracidad nunca ha pecado de gratuidad y siempre la calidad y la inventiva han ido de la mano. Ninguno de los posibles rincones estéticos, adscritos o no dentro de lo que entendemos por jazz, le es ajeno. Su carrera se reafirma en proyectos tan variopintos como su quinteto de cuerdas (Five y Convergence), o con su cuarteto sin piano
(Magic triangle), su quinteto (Soul on soul, música de Mary Lou Williams), su trío de guitara y percusión (Constellations), nuevas formaciones dedicadas a la danza y a la música de cámara tardorromántica y con tintes populares centroeuropeos (Charms of the night sky, El trilogy), improvisacion electroacústica (Sanctuary), onda funk davisiana (Freak in) hasta llegar al homenaje al cine mudo cómico de cineasta maldito Roscoe ‘Fatty’ Arbuckle. Un trabajo audiovisual basado en películas de entre 1913 y 1914 que une electrónica, humor, sicodelia funk y jazz bajo una pantalla de cine. Dave Douglas Keystone Sextet se presenta esta noche en el Teatro Isabel la Católica a las 21 horas.
EFE
DAVE DOUGLAS. Músico ineludible del jazz actual, hoy en Granada.
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10 actual Granada Hoy domingo 30-5-04
jazz
Un hechizo de luna sesgado Honey bee (Muddy Waters), en un blues profundo en la gravedad de una armónica que intenta emular al órgano y con el contrapunto de un banjo que esquiva las orillas del río sureño. Antes se incluye On this train, composición propia descrita como una especie de road song , a ritmo de locomotora en guitarra (Cassandra Wilson),percusión de cajón y banjo, en una reducción eficaz del conjunto. Vuelve la estela sinuosa y elegante de New moon daugther con Last train to Clarksville,para finalmente despedirse con Late at night y la vibrante (una ar-
CASSANDRA WILSON Concierto extraordinario. Cassandra Wilson: Voz y guitarra. Brandon Ross: Guitarras, banjo y coro. Gregoire Maret: Armónica. Reginald Veal: Bajo. Terri Lyne Carrington: Batería. Jeff Haynes: Percusión. Fecha: Viernes, 28 de mayo. Lugar: Palacio de Exposiciones y Congresos. Aforo: Tres cuartos de entrada. ★★★ JESÚS GONZALO ■ Hay algo contradictorio en la música de Cassandra Wilson, algo que la impulsa hacia adelante (pese a que su estilo actual empezara a tomar forma hace más de diez años, con su fichaje para Blue Note en Blue light 'til down), que emociona y contagia, cuando se libera de sí misma. Y por otro, el que lastra dicho despegue, cuando cae en una lectura cerrada y fiel al producto discográfico. El resultado se beneficia de la coherencia de un esquema unificado y sin demasiadas desviaciones entre el trabajo de estudio y el directo, lo que hace perfectamente reconocibles a los temas, evitando posibles decepciones posteriores. Para conseguir este propósito, el concepto pasa por respetar la guía marcada en los cuidados arreglos. Es decir, la interpretación encaja en el molde original, pero la espontaneidad hay que buscarla en los detalles casi invisibles de sus músicos. La frescura va y viene en un directo que se alargó hasta pasada la medianoche. Problemas técnicos provocaron un retraso de unos 40 minutos sobre la hora prevista. Curioso es que viniera a presentar Glamoured (2003) y empezara con la seducción oscura y miste-
HIJA DE LA LUNA NUEVA
El gran mérito de Cassandra Wilson es llevar a su terreno voces y estilos tan personales como el suyo
PEPE TORRES
SEDUCCIÓN TORNASOLADA. Cassandra Wilson escenifica un sonido entre tibiezas y raíces.
riosa, de sur profundo, de Death letter, del disco New moon daughter (1995), el único proyecto discográfico previo que acompañaría en varias ocasiones al nuevo a lo largo de la noche. Broken drum fue la elegida para arrancar con el repertorio de su reciente lanzamiento discográfico. El cruce de texturas y complicidades entre armónica y guitarra (de lo mejor) sugieren una coincidencia nada accidental (estableciendo un paralelismo de identidad entre armóni-
ca y acordeón) con algunos trabajos de Henry Threadgill, a la sazón el músico con el que Cassandra grabó su primer trabajo –a mediados de los 80– y con quien Brandon Ross, guitarrista y cerebro del grupo, ha colaborado en repetidas ocasiones. La afinidad respiratoria entre estos dos instrumentos y los deslizamientos entre cuerdas y soplidos, conectan, casi en secreto, la fórmula más ligera y degustativa de la cantante con las sutilezas de la vanguardia.
Se suceden temas de Glamoured extraídos de un repertorio diverso, a medio camino entre la canción de autor de country-folk, el blues y el tema estrella. Suenan Crazy (Willie Nelson) , llevada hacia la frontera latina en una entonación de boleroranchera, la visión alegre y antillana de Lay lady lay (Bob Dylan), la versión desnaturalizada, pero imaginativa, en el alargamiento de la escritura original de Fragile (Sting), para terminar brillantemente, en esta rendición de temas ajenos, con
mónica encendida) I want more . No cabe hablar a estas alturas de sorpresa en un sonido perfectamente definido en la alquimia exquisita de la tradición del blues y el folk, y enmarcada en una selección de nuevos estándares. El jazz, sin detrimento del resultado, queda diluido como un musa ausente que entrelaza el discurso inspirador. La guitarra de Ross prevalece sobre los demás instrumentos en un enfoque que gusta del sonido de cámara; acariciando los arpegios cercanos al silencio, formando una nube difusa para después dar luz en notas nítidas, arrastrando el detalle final hacia lo inconcluso. Carrington marca los tiempos, mientras la percusión decora sus andamios con acentos afros.
MÚSICA
Pablo Heras dirige a la OCG con una obra de Prokofiev GRANADA HOY
El músico granadino Pablo Heras dirigirá hoy a la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) a las 12.00 horas en el Auditorio Manuel de Falla de Granada dentro del ciclo de loc conciertos familiares. La OCG interpretará la obra La hoguera de invierno, op. 122., de Sergei Prokofiev. Pablo Heras (Granada, 1977) estudió dirección coral con Harry Christophers y Martin Schmidt y dirección orquestal con Arturo Tamayo y Salvador Mas. En 1995 fundó Capella Exaudi, conjunto especializado en la música de los siglos XVI y XVII con el que durante seis años participó en importantes festivales de España. Más tarde fundó el grupo vocal La Cantoría, con el que ha realizado tres giras nacionales y grabado para Radio Clásica música inédita del siglo XVI.
■ GRANADA.
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34 actual Granada Hoy lunes 14-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
EL DIRECTO DE ANOCHE
Dave Douglas Keystone Sextet. El espectaculo visual y el jazz por fin encontraron su hueco en el festival de Granada. El trompetista americano recupera un genio del cine mudo cómico y lo transporta al futuro
Decorado marciano para imágenes mudas DAVE DOUGLAS KEYSTONE SEXTET XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Dave Douglas: Trompeta, Marcus Strickland: Saxos, Adam Benjamin: Fender Rhodes, Brad Jones: Bajo, Gene Lake: Batería, Dj Olive: Giradiscos y electrónica. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: Domingo, 13 de noviembre. ★★★★ JESÚS GONZALO
“¿Demasiado extraño para 1915, no creen? Yo tampoco lo entiendo”. Con estas palabras Dave Douglas daba por terminado el espectáculo audiovisual basado en el cómico de cine mudo Roscoe ‘Fatty’ Arbuckle y la producción cinematográfica para Keystone realizada por éste entre 1914 y 1915. Por fin el lenguaje audiovisual llegaba al festival de jazz de Granada. Habría que remontarse a principios de los noventa, y en un lugar como la Knitting Factory neoyorquina, para encontrar el germen creativo que unió a los jazzmen del downtown al cine mudo. Dave Douglas, de hecho, participó activamente en este enfoque junto al contrabajista Mark Dresser en la película El Gabinete del Dr. Caligari (Knitting factory works, 1994). Pero el expresionismo visual del film no le pertenecía al trompetista. En cambio, el discurso juguetón, irónico, animado y virtuoso de Douglas encuentra en el cine mudo cómico de Roscoe Arbuckle un plano más ajustado a su carácter. Como cualquier otra banda sonora, la partitura de Douglas tiene su tema principal sobre el que van girando variaciones del mismo inspiradas en la acción de la pantalla. Es importante señalar que el
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PEPE TORRES
DAVE DOUGLAS. Malabarista genial de la trompeta.
PEPE TORRES
CONTRASTES. Policromía electrónica sobre blanco y negro.
tratamiento sonoro de las imágenes no es narrativo, es decir, que la música no sigue la acción de forma literal, salvo muy contadas y sutiles excepciones de sincronización sonoro/visual (beso de la sombra de ‘Fatty’ a la novia dormida, arco del contrabajo mientras se inunda la habitación donde flotan las camas, tormenta con rayos y faro al fondo, boda, casa a la deriva, son algunos de los mejores momentos de compenetración audiovisual), sino que su función es descriptiva. Segundo punto llamativo, la paleta instrumental usada. La compleja amalgama de fuentes (acústica, eléctrica, percusiva y paisajística) desplegada por la plantilla no hace que ésta pierda en ningún momento el empaste homogéno y espontáneo que desprende el sexteto. La música no está al servicio de las imágenes, pero tampoco se desvincula de ellas (intensidades crecientes en la tormenta, en las escaramuzas de ‘Fatty’ con el pe-
rro y en las estrambóticas peleas). El contraste entre las escenas rurales y la tecnología de sonido cimbreante añade más interés a esta reelectura verdaderamente marciana. Dj Olive tiene un puesto destacado en la construcción sonora. Es él quien introduce elementos figurativos y sonidos concretos a la acción (muecas, puertas y balbuceos). Es un traductor que también pervierte la realidad de los fotogramas creando alfombras borrosas con el arrastre de un scracht lento. Los dos dúos con la trompeta de Douglas (riff incluido de El manisero) fue de lo mejor y más humorado (juego de multifónicos entre trompeta, voces y estornudos pregrabados). El Fender Rhodes introduce un colchón burbujeante, planos de ambientación y melodía sicodélica. La batería empuja con un groove variado y potente, de más lento a más rápido (drum & bass). Sin imágenes, el concierto se recrea más libre y tiernamente sobre el tema principal.
◆ DISCOGRAFÍA SELECTA
Vibraciones centroeuropeas
Cuerdas afiladas
Sombras y luces románticas
Nuevo santuario davisiano
Mirando a la pantalla gris
DAVE DOUGLAS TINY BELL TRIO● Constellations ● hatOLOGY, 1995
DAVE DOUGLAS ● Five ● Soul Note, 1995.
DAVE DOUGLAS ● Charms of the night sky ● Winter & Winter,
DAVE DOUGLAS ● Freak In ● Bluebird/BMG, 2003.
DAVE DOUGLAS ● Keystone ● Green Leaf Music, 2005 ● CD+DVD
■ Ya en su Tiny Bell Trío Douglas había puesto su mirada en los Balcanes, en el folclore húngaro así como en compositores como Schumann. Con el acordeón de Klucevsek, el violín afilado por el romanticsimo y la atonalidad de Feldman y el contrabajo de Cohen, el latir melancólico y el ritmo vibrante de una danza zíngara resumen 13 lienzos de paisajes nostálgicos. Un canto popular perdido matizado por la elocuencia ingrávida y terrenal del acordeón y por el lirismo herido del violín. Dave Douglas nunca ha sonado de forma tan delicada y suntuosa.
■ Sanctuary era uno de los temas que contenían ese monumento a la modernidad que es Bitches Brew (teclados en ambientes vaporosos, contrastes punzantes e intensidades crecientes). Dave Douglas dio este nombre a un disco experimental de improvisación electroacústica. Este es un trabajo que hace acopio de tecnología, instrumentos exóticos y enfoques renovados del jazz fusión. Muestras afiladas o discursivas se cruzan en el entramado rítmico de tablas; velos digitales se apoyan en volubles espacios atmosféricos dentro de un nervio pulsante.
■ Desde el punto de vista musical, este Cd desmerece al proyecto en su totalidad audiovisual. La experiencia acumulada en Freak in ha permitido al trompetista extender parte del enfoque de funk sicodélico al terreno de las imágenes, mantiendo el factor electrónico aunque reduciendo la paleta instrumental. Como trabajo puesto al servicio de la pantalla, Keystone describe imágenes sin la fidelidad narrativa de la acción. Eso mismo reduce el interes sonoro si lo desvinculamos del visual. Música amable con un componente incidental perfecto para el cine mudo cómico.
El Tiny Bell Trio fue uno de los primeros grupos fundados por Dave Douglas. A este siguieron otros combos que miraron hacia el Viejo continente y contaron con alguno de sus miembros (Pachora o el Matt Darriau’s Paradox Trio). Douglas cuenta con la percusión inventiva, variada y con el groove arenoso de Jim Black y la guitarra asimétrica de Brad Shepik (ambos de Pachora), para desarrollar un discurso abreviado pero intenso, lleno de matices melódicos y enfrentamientos solistas. De Schumann a los Balcanes con acidez electríca e ironía cabal. Un proyecto aún en activo que tuvo precedente y continuación en Songs for Wandering Souls. ■
■ Sólo a un Da-
ve Douglas en estado de gracia se le ocurriría unir un trío de cuerdas (violín, Mark Feldman, chelo, Erik Friedlander, y bajo, Drew Gress) añadiendo batería (Mark Sarin) y su trompeta. Esta fromación camerística afronta estádares (espectacular el Who knows de Monk) y temas propios con dedicatoria (Zorn, Lacy, Shorter). Es una propuesta arriesgada que toca el cielo. Exigencia en una escucha a la que no se le hurta del disfrute melódico, del rozamiento acústico de arcos y cuerdas, del ritmo asimétrico y de la verborrea lúcida de la trompeta. Un disco sensacional.
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8 actual Granada Hoy martes 14-11-06
jazz
RECITAL
Anhelo de libertad
La Capilla Real recuerda la música tradicional bizantina
KENNY GARRETT XXVII Festival de Jazz de Granada. Kenny Garrett: saxos. Benito González: piano. Kris Funn: contrabajo. Jamire Williams: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: domingo 12. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ No se ha visto en mucho tiempo un comienzo de concierto tan demoledor. Fue sentarse, ver salir a los músicos y viajar más allá de los anillos de Saturno. Por supuesto, Coltrane como lanzadera energética, como material de combustión inagotable que hace estallar la creatividad de los grandes improvisadores. Kenny Garrett y su nuevo cuarteto –distintos componentes del grupo que vino a Almuñécar en 2005– entraron en materia sin miramientos, desplegando una energía de conjunto apabullante que exige no ya un altísimo nivel de compenetración –siendo una formación nueva– sino, al menos, un mínimo de calentamiento escénico o trámite de presentación. Empezaron así, rindiendo homenaje al cuarteto de Coltrane con Beyond the wall, tema que da título al último trabajo de Garrett. Las casualidades no existen para quien cree en un sentido universal de las causas y los efectos. Coltrane viajó a Oriente y a la India para encontrarse así mismo, en esa búsqueda de plenitud de un sonido místico que anunciaba el silencio, el final que pronto llegaría (1967). Y no puede serlo que Garrett haya viajado hasta
MARÍA DE LA CRUZ
El saxofonista Kenny Garrett durante su recital en el Festival de Jazz.
China para descubrir el sonido que actualmente desarrolla. La melodía es un breve apunte, casi una excusa con la que se destapa la energía. Energía que es intensidad, color y texturas, personalidades frente a instrumentos que se cruzan como nubes en un cielo despejado. Volúmenes de sonido chocando unos con otros creando oleadas de tensión. Motivos que sirven para señalizar el camino de la improvisación colectiva en un aparente caos. El piano del venezolano Benito González respira en la tensión monumental de los acordes de McCoy Tyner, en esa elevación mística que sostie-
ne la catedral de sonido. La batería de Williams no desprende los destellos cegadores de Elvin Jones, ahí hay una diferencia importante, es más Tony Williams quien parece inspirar al joven percusionista que ya estuvo en este escenario acompañando a Jacky Terrasson. Kris Funn tiene un sonido opaco, sin brillo, delinea sobre armónicos y define acordes con precisión y empuje. Sin duda, un gran contrabajista. El concierto tuvo tres partes bien diferenciadas. Creemos que hubieran bastado las dos primeras de ellas para que la música rozara lo sublime. Decíamos que el comienzo
fue coltreniano en la estructura y en la expresión. Suenan temas de Beyond the wall en el lirismo herido y febril de Qing wen y en el aliento anhelante de Won. Garrett da paso luego a un diálogo a dúo en el título Asian meddley, donde las suaves y profundas cadencias del piano sostienen el alto vuelo del saxo soprano. Garrett articula un sonido con inflexiones orientales, chinas más concretamente: fraseos entrecortados con acentos en la última sílaba, súbitas subidas a los tonos agudos desde los graves en contraste con notas muy extendidas y lineales, que dejan tras de sí un abismo de silencio. Hizo uso de la respiración circular cuando el piano se mantuvo en las sombras. En la tercera y última parte del concierto los protagonistas fueron los sonidos electrónicos y el groove funky en los tiempos. Se sumaron como instrumentos un Fender Rhodes, dos teclados más (innecesario el de Garrett) y añadiendo pedal al saxo, en el estilo de la cámara acústica de Miles. En este espacio se interpreta Ain’t nothing but the blues, la excelente pieza de Dave Holland Last minute man, algo más acelerada, y el ya habitual –también lo fue en Almuñécar– Happy people para cerrar sin bises. Como músico y tal vez como persona, no sabemos si en esa búsqueda de Coltrane (el Oriente místico) o en la de Miles Davis (sonidos electrónicos), parece ser que Kenny Garrett está en un periodo de transición. Su grupo, como el de Branford Marsalis o el de Wayne Shorter, es uno de los más en forma. Sobró más que faltó.
pop
Psycokiller a la española CONCIERTO El Chivi. Lugar: Sala Sugarpop. Fecha: Sábado 11 de noviembre. Aforo: 150 personas. ★★ ENRIQUE NOVI ■ No crean que es fácil afrontar una
crítica a este personaje. Formalmente es un cantautor al uso, de los más clásicos, además. Sus melodías no difieren demasiado de las que con su sencillo acompañamiento de guitarra española hacía Luis Pastor, o el Sabina de La Mandrágora, pongo por caso. También El Chivi se limita a arpegiar su guitarra de palo para acompañar sus temas. Pero sus letras, ¡ay sus letras! Eso es harina de otro costal. Para empezar él se dice a sí mismo pornoautor, pero esta denominación, créanme, se le queda muy
estrecha. En sus canciones recorre todo el espectro de perversiones, sexuales o no. El incesto, la escatología, el bestialismo y cualquier otra depravación que se le pueda pasar por la mente a un editor de material pornográfico se mezclan de forma tan explícita y detallada, con una crudeza y un sentido del humor, digamos, peculiar, que las hacen irreproducibles en una publicación de información general como esta. Lo que es innegable es que llevando aquella vieja máxima del caca-culopedo-pis al paroxismo ha inventado un género nuevo, el más bizarro que imaginarse pueda. Con este panorama su público se compone de jovenzuelos y jovenzuelas, algunos no tanto, que serían el paraíso para un estudioso de la psicología evolutiva o para cualquier psicoanalista freudiano con ganas de sumergirse en el análisis de individuos que no hayan superado la fase anal. Ya saben,
ésa en la que se educa al niño en el control de sus esfínteres. Y es que ante semejante bacanal de incorrección, sus seguidores corean satisfechos y orgullosos los estribillos más soeces y los versos más procaces. Palabras impronunciables y prohibidas en sus habituales entornos sociales son gritadas henchidas las venas del cuello, con la boca abierta, a carcajada limpia, como niños que han sido dejados en una habitación llena de botes de pintura y sin vigilancia. Pura catarsis. A su público no se le ve en ningún otro acontecimiento cultural, ni siquiera musical. Sólo son fans de El Chivi, pero realmente lo adoran. Vitorean su nombre en cuanto lo ven aparecer entre bambalinas. Y cuando se coloca la máscara de parafernalia sado-maso es la locura. También en esto su caso es digno de estudio. Y no piensen que detrás de él se esconde una concienzuda campaña promocio-
nal, ni mucho menos. José Córdoba, el nombre que hay detrás del personaje, parece en las distancias cortas un tipo apacible, tímido, con aspecto de gris estudiante de derecho, muy educado. Comenzó a escribir sus primeras canciones hace más de diez años cuando sin perspectiva alguna de éxito, grabó unas cuantas maquetas que un amigo colgó en internet. El boca a boca lo convirtió en apenas tres años en un auténtico fenómeno hasta que fue una discográfica a buscarlo. A día de hoy son varios los álbumes publicados y numerosas las visitas que ha hecho a Granada como artista de culto. Tal vez haya perdido algo del epatante efecto sorpresa de las primeras veces, pero para aquellos que aún no hayan oído hablar de él, seguirá siendo un shock dar con su música, así que si El Chivi es una de sus debilidades, cuídese mucho de esconder bien sus discos el día que vaya a conocer a sus suegros. Si llegan a descubrirlos, los efectos sobre la impresión que se llevarán de vd. serán devastadores y su imagen irrecuperable.
La Academia de Bellas Artes recuerda a sus miembros fallecidos con el Coro Bizantino Griego REDACCIÓN ■ GRANADA. El Coro Bizantino Griego que dirige el prestigioso músico Lykourgos Angelopoulos ofrecerá esta tarde un recital en la Capilla Real con el que la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada recuerda tradicionalmente a sus miembros fallecidos. Se trata de un concierto con un amplio repertorio basado en obras litúrgicas que abarcan desde los siglos V al XIX y que recupera algunas de las piezas más interesantes de la historia músical bizantina. Fundado hace casi treinta años, el Coro Bizantino Griego nació con la intención de estudiar e interpretar la música bizantina tal y como llegó hasta nuestros días a través de la tradición oral y escrita. Más de mil conciertos por todo el mundo avalan la trayectoria de una formación que ha esta-
GIRA
La formación ofrecerá el jueves un nuevo recital en la Catedral de Guadix con obras de la tradición ortodoxa do presente en algunos de los acontecimientos litúrgicos más importantes, como las vigilias del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí o la misa panortodoxa de la Navidad en Belén. En su concierto en la Capilla Real de Granada, se podrán escuchar los Typiká (versos del Salmo 103) junto a composiciones como Kontakion del himnógrafo Romano el Melodo, Axion estí (Dignum est) compuesto por Gregorio Protopsaltis o Tres heirmos prefestivos de Petros Bereketis. El Coro Bizantino Griego completará su paso por Granada con el concierto de Polifonía Ortodoxa que ofrecerá el jueves en la Catedral de Guadix para repasar la música original compuesta en el seno de la Iglesia Ortodoxa y que pasó a formar parte de la producción del Imperio Bizantino
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Granada Hoy actual 3 miércoles 5-11-03
Reflexiones. El músico considera que las ideas no surgen de los colectivos, sino de los individuos. Para Chick Corea, además, las nuevas tecnologías pueden enriquecer mucho el panorama músical. Él ya trabaja con su ordenador
Poder de convocatoria CHICK COREA: Rendez Vous in New York ● Corea con varios grupos ● STRECHT REC. / Universal
MIGUEL RODRÍGUEZ
EXPRESIVO. Las manos del compositor.
MIGUEL RODRÍGUEZ
RESPALDO. El pianista durante su actuación en el Isabel la Católica.
MIGUEL RODRÍGUEZ
VIRTUOSISMO. Corea, al piano.
jazz
El maestro que vuelve joven CHICK COREA QUARTET XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. Chick Corea & The New Quartet. Chick Corea: Piano. Avishai Cohen: Contrabajoa. Jeff Ballard: Batería. Steve Wilson: Saxos y flauta. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: Martes, 4 de noviembre. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
En una pequeña nota en el libreto de su último disco (Rendezvous in New York), Chick Corea cuenta una anécdota que le sucedió durante la gira que realizó en Japón, durante la cual cumplió 60 años. Un aficionado se le acercó para felicitarle por su Kan Reki, que viene a ser la celebración nipona que recibe la llegada de la edad más avanzada del cuerpo, no así de la mente, pues suele venir acompañada de un afloramiento de rasgos y actitudes rejuvenecidas propias de edades dejadas muy atrás. No es una anécdota trivial si tenemos
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en cuenta el momento de vitalidad creativa que vive el músico, que tanto recupera grupos del pasado (Elektric Band) con tanta decisión como emprende formatos clásicos (trío y cuarteto) con nuevos integrantes. Los nombres que suele utilizar Corea para emprender proyectos cruciales en su carrera a menudo llevan implícito algún juego conceptual que hace trascender el significado estrictamente sonoro (Return to Forever, por ejemplo).Tras una etapa algo anodina a comienzos de los noventa, en el 98 forma Origin, una banda constituida por músicos que despuntaban, como Avishai Cohen, Jeff Ballard o Steve Wilson, con quienes ayer, y dentro de su New Quartet, un grupo que esconde un riguroso trío en una apuesta de inapelable presencia acústica. Corea siempre se ha rodeado de músicos dotados de un gran virtuosismo y una versatilidad estética amoldable al concepto políglota del autor, músicos capaces también de practicar una ambivalen-
cia acústica y eléctrica. Planteamientos expansivos que se recogen en una definición edificada en los tiempos del jazz fusión. Los diversos elementos que abonan su estilo no vienen siendo muy distintos desde los años setenta. El propio autor gusta de despejarlos en las agrupaciones que han recorrido su carrera. Su capacidad integradora y el absoluto dominio de los recursos de su instrumento, sin embargo, no dilucidan en todas las ocasiones si esta postura es en sí misma un avance o bien es una escenificación más de la misma actitud; una actitud que tiene discípulos avanzados como Avishai Cohen. Sólo cinco temas pudimos recoger, debido a la dilación del programa, en esta crónica, uno de ellos un experimento fallido y desafinado sobre el clásico Everything a ritmo de samba, con la voz invitada de su mujer, Gayle Corea. Destacaron sobremanera las composiciones centrales, Dignity (extraída de su trabajo en trío Past, present and futures) y Sound
(una vieja composición que suena viva). La primera es una pieza que recuerda las suites impresionistas con cuerdas y flautas cultivadas por Corea junto a Gary Burton para ECM. Una escritura abierta con regusto melódico que posibilitan cauces y desarrollos métricos y rítmicos paralelos al cuerpo musical. La segunda de ellas comienza con una improvisación de fuerza contemporánea en el piano y se lleva al virtuosismo musculoso del grupo desde un blues cálido y swingueante. Como estreno una nueva composición, un “intento sin nombre” que se percibe descriptiva, delicada en su positividad. Ballard mostró su destreza con platos y charles, con mazas o con las manos, un percusionista imaginativo, ágil y seguro. Cohen recoge los envites melódicos o rítmicos de su líder con una facilidad y musicalidad apabullante. Wilson tiene una articulación fluida y nítida, sinuosa pero franca. El maestro se deja querer en el juego improvisatorio.
■ A Chick Corea parece rejuvenecerle acudir a salas como Blue Note, donde ya realizara una generosa e inapelable presentación de su grupo Origin hace cinco años. Este trabajo selecciona fragmentos de directos ofrecidos cada dos noches y durante tres semanas por nueve planteamientos distintos. Es, en gran medida, una mirada al pasado que refresca viejas y fructíferas alianzas como la que le une con Gary Burton en el delicado Cristal Silence. Hay otros dos duetos junto a Bobby Mc Ferrin y Gonzalo Rubalcaba. El carácter jovial del primero y el rigor pianístico del segundo comparten la trillada mezcla del Concierto de Aranjuez con Spain. El famoso trío junto a Vitous y Haynes se entrega con rotundidad en Matrix. La Akoustic Band de los ochenta, reducida a Patitucci y Weckl, interpreta Autumn Leaves, mientras que su relevo generacional, Origin, rescata con plasticidad y sentimiento, y apoyado en un front line de clarinetes y trombón, el clásico Armando’s Tango. De este grupo Corea reúne a Avishai Cohen y a Jeff Ballard para su New Trio, que interpreta con empatía Lifeline. Junto a los all stars Blanchard, Redman y Mc Bride homenajea a Bud Powell con febril intensidad. Three Quartets Band, una apuesta de veteranos (Eddie Gomez, Steve Gadd y Michael Brecker), cierra con entregado lirismo este disco. El vigor, la compenetración y la consistencia de las improvisaciones, la frescura e inmediatez del sonido y la variedad temática de cada noche son los mayores activos que reúne un versátil y siempre virtuoso Chick Corea. Los clichés del pianista (recurrencia expresiva, cierto barroquismo y sus experimentos de fusión latina) están apaciguados y no llegan a empantanar un trabajo con un fuerte contrapeso improvisatorio. Encuentros sostenidos, además, en una producción solvente y de intenciones comerciales, que no escatima formatos y ofrece variedad y calidad de ejecuciones.
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8 actual Granada Hoy martes 13-7-04
JAZZ EN LA COSTA
El funk volcánico de Roy Hargrove llega a Almuñécar El trompretista tejano, considerado el legítimo sucesor de Miles Davis, presenta esta noche su último trabajo junto a una banda de nueve músicos
FUSIÓN
Funk, soul, hip hop y blues se dan cita en ‘The RH factor: Hard Groove’, el último trabajo del trompetista
SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. Un total de nueve músicos estarán esta noche en el escenario de El Majuelo, liderados por el joven y talentoso trompetista tejano Roy Hargrove, que con su RH Factor montará un enorme despliegue que incluye, por ejemplo, dos baterías y dos saxos. Poliédrico y siempre sorprendente, el artista presentará su álbum , The RH factor: Hard Groove. Muchos han calificado al músico como el sucesor legítimo de Miles Davis, y tal vez estén en lo cierto: a sus 35 años ha tocado con los mejores artistas, apadrinado por el ya consagrado Wynton Marsalis. Muy escueto en sus respuestas y dueño de una risa peculiar, tal vez exagerada, Hargrove recordó ayer su primera visita a España, donde llegó invitado por el pianista Tete Montoliú. “Es un gran programador, y antes de mi actuación hizo que tocara un trío. Además, es un hombre que interpreta increíblemente y con mucho sentimiento”, afirmó. En Granada, Roy Hargrove estuvo anunciado con Chucho Valdés, pero finalmente terminó compartiendo la escena con Hilton Ruiz: “Tocamos a dúo y fue la primera vez que toqué con él. Entonces me di cuenta de que era un gran compositor y una persona con muchas virtudes”.
SERGIO SEBASTIANI
HARGROVE. El trompetista tejano, ayer, en la entrada del hotel Almuñécar Playa.
3 CONCIERTO FAMILIAR
El jazz tradicional de los Stompers Es tradición de Jazz en la Costa que uno de los conciertos sea gratuito y con un carácter menos especializado para que pueda ser disfrutado por un público de todas las edades. El concierto familiar de la decimoséptima edición del festival estuvo protagonizado por los Missing Stompers, que actuaron ayer en el Parque El Majuelo. La formación granadina aprovechó su reen-
cuentro con el certamen para celebrar sus primeros diez años de existencia. Presentados por el clarinetista y cantante Arturo Cid, los Stompers ofrecieron un espectáculo participativo en el que exhibieron los sonidos del jazz tradicional de los años veinte, a la vez que desgranaron standards o temas populares como Slow boat to China o Jazz me blues, entre otros.
Por aquellos años, el joven jazzman tocaba mucho jazz latino, un estilo que define como “muy excitante y festivo”, porque “tiene mucho baile”. De hecho, su paso por La Habana fue muy recordado, aunque luego decidió terminar con aquella banda denominada Roy Hargrove’s Crisol, que integraba con otros importantes músicos como David Sánchez, Chucho Valdés o Guy Bartz. Sin rodeos y directo al grano, Hargrove señaló el motivo de la ruptura: “Dinero”. De todas maneras, ha realizado una gira con David y Valdés hace un par de meses, y asegura no haber dejado de tocar jazz latino.
En el trópico del jazz CRONICAS MARINADAS Por Jesús Gonzalo
Absolutamente entregado, el público –con mayor presencia extranjera el domingo que en días anteriores (alemanes e ingleses, sobre todo)– arropó a Deborah Coleman en el bis largo y sin descanso que brindó la artista, quien preparó personalmente su propio set técnico. Nos enteramos de que entre los aficionados había un spanish lover, con pinta de diseñador, sin parentesco posible con la memoria visual y setentera de Alfredo Landa: algo es algo. Por cierto, engaña bastante la edad real de Deborah (de muy buen ver), la cual, por respeto, no vamos a descubrir. Ayer dieron comienzo los cursos teóricos sobre jazz enmarcados en
■ ALMUÑÉCAR.
Para quienes lo seguían en aquella época, su nuevo trabajo The RH Factor: Hard Grove –un título que sobreparafrasea su propio nombre– ha supuesto un rotundo giro, aunque para él “no ha sido realmente un cambio, ya que había estado tocando este tipo de música antes, a pesar de no haberla llevado al público”. El álbum que el artista presentará esta noche en Almuñécar junto a “otras cosas diferentes” que tiene preparadas, fusiona géneros como el funk, el soul o el hip hop con el llanto del blues, en una formación de rotunda fuerza en el directo. Hargrove no oculta el influjo de Miles Davis en su música. “Fue un ídolo para mí y estoy totalmente influenciado por su música porque era una artista que iba más allá de tocar sencillamente el jazz,
el festival. Su cuarta entrega está basada en los estilos de este género –antes tuvo otros principios: instrumentos, disciplinas y métodos– además de la ponencia sobre análisis musical de apertura. Un concepto, el basado en el análisis armónico-tonal, del que no tiene por qué prescindirse (tampoco de lo puramente arqueológico o historicista, pero no pretender imponerlos como dogma de creación), argumentado a duras penas y casi en terrenos de “discusión” ( no de diálogo, parece ser), en una actitud restrictiva por la co-directora. Entre plato y plato, el sábado, antes del estreno de la OCG sobre Nino Rota, Josep Pons, ahora al frente de la ONE, habla de rock y muchas otras cosas. Música que defiende, en su esquema, al margen de su impregnación social (fácil-
mente reconocible por todos) e incluso cuando se le contradice argumentando que Zappa sería rockero como guitarrista, pero no lo fue como compositor –él mismo dirigió Perfect Stranger, y antes lo fue por Boulez–. Y es que, al margen de polémicas, el rock de los setenta (salen a flote Robert Fripp y King Crimson) forma parte de la memoria musical de Josep Pons. Y si el rock es visto por Pons como una manifestación que ha dado melodías inolvidables y ha influido a autores contemporáneos como Ligeti o Lindberg, la fractura queda abierta con los norteamericanos. Cage, por ejemplo. “Sólo me interesa como filósofo, como compositor me aburre”. Pero, no nos engañemos, por mucho rock que haya en la mesa, el análisis musical acaba imponiéndose: “Ahora he escrito una
GRANADA HOY
OCG.
y esto es lo que me gusta”, asegura el trompetista. En este sentido, Hargrove añade que “Miles siempre estaba interesado en los estilos nuevos, así que seguramente si viviera estaría interesado en tipos de música como el rap y el hip hop, y los estaría utilizando”. Respecto a si existe una reivindicación de la black music en los proyectos de Miles Davis con el funk en algunos de sus discos y conciertos, Roy afirma que “el tema de la black music no tiene ningún fundamento, ya que la música es de todos y para todos”. Con doce discos a sus espaldas –entre los que destacan Quintet with the tenors of our time o Habana– y galardonado con el grammy en la categoría Best Latin Jazz, Roy Hargrove presentará su nuevo trabajo en el sexto de los conciertos del Festival Jazz en la Costa, que, bajo la organización del Ayuntamiento de Almuñécar y la Oficina Técnica de Festivales de Jazz, dependiente de la Diputación de Granada, se viene celebrando desde el pasado jueves en la ciudad.
obra de fuerte carga contrapuntística, para que luego no digan que hago cosas con poco peso”. Al hilo de la oportunidad de tener una orquesta sobre un escenario ‘de jazz’, se le preguntó a Pons si puede acabar siendo común ver estas propuestas tanto en Montreux (jazz) como en Salzburgo (clásica). “Si hay mercado, no te preocupes que se hará, en Salzburgo seguro”. Kurt Weill da paso a un proyecto venidero –se le escapan todos los detalles, seremos discretos– de la ONE, para orquesta, voz flamenca y trío de jazz, el de Chano Domínguez: “Queríamos a Jordi Rossi, pero no pudo ser. Está muy liado con el pianista ése...”, Brad Mehldau. “Marc Miralta nos da garantías”. Y tanto. ¿El bajista? “Alguien israelí”. ¿Omer Avital quizás? “Sí, puede ser...”. Y por último, esperamos que próximas entregas de esta crónica tropical, podamos desvelar qué es o quiénes están detrás del término, difundido nocturnamente, de leonas.
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2 actual Granada Hoy sábado 17-7-04
JAZZ EN LA COSTA
La energía de Cubanismo contagia de son El Majuelo La big band de Jesús Alemany despide el festival con una descarga de jazz latino a base de música tradicional SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. El retorno de la música latina marcó el punto final para la XVII edición del Festival de Jazz en la Costa, donde un abarrotado parque de El Majuelo se rindió al ritmo de Jesús Alemany y su banda Cubanismo, con un enorme despliegue que incluyó a catorce músicos sobre el escenario. Un repertorio con estilos de lo más variopinto –sonaron mambos, timbas, sones, reggae y boleros– fue la cereza del postre para un evento que contó una vez más con consagradas figuras nacionales e internacionales del jazz y otros géneros musicales. El simpático y verborrágico Alemany puso toda la carne en el asador con una banda que combina la experiencia de talentosos músicos veteranos con la fuerza de jóvenes y prometedores artistas. No faltaron los solos de cada uno de los instrumentos, una fórmula recurrente de la formación cubana a la hora de presentarse en festivales de jazz, que de esta manera intentó darle al público lo que esperaba de un evento de este tipo, aunque sin perder en ningún momento la línea de la música caribeña. A medida que el concierto se desarrollaba sonaron clásicos cubanos como Pasa en Tampa, de Arsenio Rodríguez; Estiro basti-
REPERTORIO
GRANADA HOY
Por Jesús Gonzalo ■ ALMUÑÉCAR. Robert Freeman –el célebre fotógrafo de los Beatles– trabaja en un proyecto de producción propia, bajo el título de Jazz World, realizado por la Oficina Técnica de Festivales de Jazz. En el reportaje fotográfico ampliado a catálogo –con la intención de ser expuesto tanto en la Casa Morisca de Granada, sede de este organismo, como en otros festivales– se inmortalizan actuaciones en directo de artistas como John Coltrane, Caetano Veloso, Wynton Marsalis o Chano Domínguez, entre otros. En los servicios de El Majuelo. Apurado para unos, morboso para
Cubanismo desgranó clásicos cubanos y temas propios de la banda como ‘Pettite Mambo’ y ‘Congo Real’, entre otros
CUBANISMO. La banda combina la fuerza de músicos veteranos y jóvenes y prometedores artistas.
dores, de Eugenio Jorrín; Paloma sin nido, un bolero de la orquesta de Félix Chapottín; o Jamming, de Bob Marley, entre otros. Pero también pudieron oírse diversos temas propios de Cubanismo como Pettite mambo, Congo real, Gambo son o Calor en Santiago. El repertorio reflejó fielmente la filosofía de la banda: todas las ideas musicales son apreciadas. Su música combina los géneros musicales más populares de Cuba –como el mambo, la rumba, el chachachá, la timba y el danzón– con otros ritmos menos renombrados a nivel mundial como el pilón, el abacuá el pacá o el changüí. El propio
GRANADA HOY
MAESTRO. El trompetista Jesús Alemany, ayer, en El Majuelo.
‘El cachorro’ en la Zona Cero CRONICAS MARINADAS
Jesús Alemany se jacta de haber probado casi todos los estilos musicales, y los que no, los considera aún como cuentas pendientes. Antes del concierto había manifestado que lo que su banda busca sobre el escenario es, sobre todo, “la comunicación con el público”. Anoche lo consiguió. La despedida de la edición 2004 del Festival Jazz en la Costa, que se ha celebrado en Almuñécar desde del pasado ocho de julio, no podía realizarse de otra forma más que contando con la alegría y el ritmo de la big band cubana. Y es que Cubanismo es una formación que en todas sus actuaciones desarrolla un extraordinario despliegue de energía y una música firmemente arraigada en el típico sonido cubano que cuenta con legendarias figuras como Arsenio Rodríguez, Andrés Rivera, Antonio Arcaño y Enrique Bonne, entre otros. Cubanismo se formó en 1995, cuando el trompetista Jesús Alemañy reunió a un grupo de estrellas de la música cubana de distintas generaciones para grabar su primer disco, homónimo de la
otros, una oportunidad exhibicionista para los ‘retrasados’, lo cierto es que el servicio de caballeros, una vez que se abren las puertas de acceso a él, incomoda a algunos pero facilita a las mujeres –cuya cola se nutre de la tardanza en comandita que les caracteriza– una perspectiva bastante fiel de lo que allí se desprende. El jazz, música que se nutre de la improvisación, reduce el problema dialéctico entre sexos, apoyando, sin burocracias, al Tribunal Supremo y a la política de discriminación positiva hacia la mujer, cuando éstas cruzan el pasillo –discretamente, pero sin dudarlo un segundo– hasta el reservado. Nadie sale insatisfecho. Hay un malestar en las obras que, acertadamente, han adquiri-
do el calificativo (con todo el respeto a las víctimas neoyorquinas) de Zona Cero. No se entiende cómo una iniciativa de esta envergadura y calado social arrase un paisaje centenario de la ciudad, del que queda registro fotográfico, allá por 1895, cuando Almuñécar era un pequeño pueblo marinero. Esta estampa a pie de playa hoy son obras ‘marcianas’ –que diría el ilustre Juan García Iranzo– en pos de un aparcamiento subterráneo que abastezca a la voracidad veraniega. Pero, dos cuestiones que este Ayuntamiento debe aclarar: Una, ¿por qué afecta a la temporada alta, si se supone que se piensa en ella y el proyecto viene de largo? Y dos, ¿cómo piensan subsanar el
MALESTAR
La estampa actual de la localidad, a pie de playa, son obras ‘marcianas’ en pos de un aparcamiento subterráneo más que probable colapso de acceso hasta el paseo, en unas vías interurbanas precarias? Tengo un cómic de El Cachorro, pero no lo he recordado hasta que estuve en el pub de Luis (El Hotelito). Pirata aniñado de labios pintados y corpulento acompañante negro, el franquismo no entendió muy bien qué quería decir este almuñequero con esas historietas
formación. La grabación, basada en el concepto de ‘descarga’, es potente y básicamente instrumental, con solos de cada uno de los talentosos músicos de la banda y bailable de principio a fin. Grabado en 1996, el álbum batió todas las expectativas de ventas y alcanzó las primeras posiciones en las listas del Billboard, Latin Beat y Afropop Worldwide. Desde entonces, el grupo no ha parado de hacer giras en Estados Unidos y Europa tocando en los más importantes festivales como el Montreux Jazz Festival, el New Orleans Jazz Festival o el North See Jazz Festival y grabando tres discos más: Malembe, Mardi gras mambo y ¡Mucho gusto! The very best of Cubanismo.
(de los años cincuenta) de piratas sublevados que navegan por paisajes rocosos costeros, que recordaban a los de la zona. Marginación que conviene salvar, toda vez que este hombre, de cualidades artísticas, ya nos dejó. En La verdadera historia de Almuñécar, Juan García Iranzo repasa las corrientes humanas que con su llegada enriquecieron –o mancillaron, más recientemente, políticos y otras tribus– la memoria de esta ciudad. García Iranzo pone humor ilustrado e incidental al pasado. Las palabras con las que se inicia este viaje profundo y visionario a esta ciudad fenicia, despiden esta crónica paralela a la decimosexta edición del festival de Jazz en la Costa. “Cualquier parecido con la realidad, de personajes, fechas o lugares, no solamente pudiera ser casual, sino del todo punto imposible”. Hasta pronto.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 23. 8. 2004
por Jesús Gonzalo
‘Bebo de Cuba’ salda una deuda histórica con el pianista cubano. Un proyecto agraciado por los atributos de una música popular y erudita. Caetano Veloso repasa su vida entre el ensayo, la anécdota y los testimonios MÚSICA CUBANA
Soñando con la Cuba que dejé Bebo Valdés ● Bebo de Cuba ● Con Paquito D’Rivera, Diego Urcola ● Calle 54 Records/BMG ● 2CD+DVD
Basta con que deje caer sus enormes y envejecidas manos sobre el piano para que salga música celestial. Son acordes de otra época, de muchas épocas, que no parecen estar sujetos a las leyes del tiempo. Sólo él puede darles vida. Bebo Valdés, de 85 años, es una enciclopedia viva de la música cubana. Casi un siglo de estos sonidos gozosos quedan recogidos entre El Solar de Bebo y la Suite Cubana, para noneto y orquesta, respectivamente. Un disco doble que se completa con el DVD Cuaderno de Nueva York, donde se recogen los testimonios y las explicaciones que Bebo va desgranando, con lucidez memorística y pedagogía musical, durante las sesiones de grabación en esta ciudad. Bellamente editado por Mariscal, este proyecto es para Bebo un sueño hecho realidad, tanto en disco como en los escenarios. Se le devuelve así su justa dimensión: como compositor, arreglista, director de orquesta y pianista. Eslabón erudito y popular que une “los Ochocientos con los Novecientos”, como gusta decir cuando habla de los siglos XIX y XX, Bebo llegó a ser un músico imprescindible en la escena de La Habana en los años 40 y 50. En El Solar de Bebo resume postales de su infancia en estas viviendas típicas cubanas distribuidas como casa de vecinos (“Nunca olvidaré el guaguancó de los domingos en el solar”). Este disco recuerda a Bebo Rides again, un rescate producido a mediados ■
BEBO VALDÉS EN NUEVA YORK. La memoria en el exilio, ahora inmortalizada.
de los 90 por Paquito D’Rivera. El Solar de Bebo tiene composiciones de pequeño formato, donde prevalecen la descarga, el son montuno y la conga entre tiempos más lentos.
Memoria viva “Esto es una cosa sentimental mía”, explicaba en directo cuando introducía el tema A Mayra, una balada con tintes de bolero que empareja piano con trompeta, trombón y soprano. A Mayra está dedicada a su hija –Mayra de la Caridad, hermana de Chucho–, a la que Bebo no pudo ver durante 35 años (lleva 44 fuera de Cuba). Destaca en este segmento la rítmica contagiosa que marcan las descargas, sobre las que aparecen en cascada virtuosos arpegios en diminuendo al piano, como solía
hacer Rubén González. Bebo anuncia Iballah, un raro joropo (“ritmo mitad haitiano, mitad africano y con algo de español: es como un vals”) que resume las esencias europeas y africanas de esta expresión caribeña. Coincidieron en 1982, cuando el célebre trompetista visitó Estocolmo. Gillespie escribió la Suite Gillespiana a finales de los 50. A Bebo la oportunidad de hacerlo con la Suite Cubana le llegó entre 1992 y 1999, sin tan siquiera imaginar que su tardío éxito haría posible esta idea. Toda la sabiduría y experiencia como músico quedan reflejadas en esta sinfonía –sin puentes y en seis partes, con dos pequeñas comparsas a modo de prólogo y epílogo– profundamente arraigada en la Cuba que dejó y en su memoria
FERNANDO TRUEBA / MARISCAL
vital. Dedicatorias sentidas a Gillespie (Ecuación), Cachao (El creador del mambo), a su hijo Chucho (Devoción) y a Cecilio, personaje entrañable que inspira El Son de Cecilio. Es una big band (all stars del jazz latino) en el sentido clásico que dieron las de Machito, Bauzá y O’Farrill, llenas de vigor y energía, distribuyendo volúmenes e intensidades sobre el montuno y abriendo espacios a los solos. La escritura de Bebo no es enfática sino fluida, de sabor clásico y a la vez personal, convive con la polirritmia afrocubana. Imágenes de Broadway mezcladas con el Tropicana, ritmos primitivos africanos con otros más famosos (mambo), y una aproximación al jazz agraciada por el virtuosismo sin excesos, que resalta el colorido refinado y vívido de las melodías.
Sabor y erudición ■ Paco Pretel, jefe de sonido de escenario, ha vivido en Cuba 18 años y fue técnico de grabación durante mucho tiempo en los legendarios estudios Egrem de La Habana, donde estudió esta profesión. En el festival Jazz en la Costa, de Almuñécar, nos cuenta una graciosa anécdota que describe hasta qué punto está arraigada la música en este pueblo. Una noche, ya tarde, en Egrem, el rumbero Tata Güines realiza una sesión con su grupo. Poco a poco se percatan de que la señal de sonido de Güines se debilita. El tiempo que marca en la percusión se mantiene exacto, es sólo que la intensidad ha descendido. Cuando acuden a ver qué está pasando descubren, tras los paneles, que el viejo Tata se ha quedado dormido, aunque sigue tocando. Se fastidió. Bueno, apagan todas las luces para no molestarlo y el estudio queda a oscuras. Con sigilo y cierta picardía, abandonan la sala. Cuando van a cerrar la puerta escuchan una especie de alarido suplicante: “¡Asere, asere! Que me he quedado siego de repente”. Si la música popular cubana goza de tan buena salud y el jazz parece fundirse a la perfección con ella se debe al respeto a la tradición y a la formación académica que tienen sus músicos. La capacidad regeneradora que conlleva dominar estos recursos revierte en todas sus manifestaciones. Del ritual africano a los cantes de barrio, del campo a los teatros, un conjunto cubano, ya sea tradicional, clásico o de jazz , es siempre una garantía de calidad y disfrute. En el libro Cuba y sus sones, Natalio Galán enmarca esta música mestiza, a la vez europea y africana: “Entre sabor o erudición se traza la dificultad de unificar un fenómeno callejero como lo es la música cubana”.
BIOGRAFÍA
Un relato lúcido y apasionado Caetano Veloso ● Verdad Tropical ● Salamandra ● 480 págs. ● 23,50 euros ■ La meteorolo-
gía de los trópicos es fundamentalmente inestable. Hablar de una “verdad tropical” implica por necesidad una visión subjetiva, un juego cómplice entre rigor y pasión. Este libro desató muchas polémicas en Brasil cuando se publicó (Verdade tropical, Companhia das letras, 1997). Caetano representa al artista del progreso, en el sentido creativo y también como intelectual. Este libro recopila testimonios, anécdotas y reflexiones de los años jóvenes y comprometidos del autor (los 60 y 70), llegando
cronológicamente hasta finales de los ochenta en Nueva York, donde conecta con David Byrne y Arto Lindsay. Cultura, vida, círculos artísticos y política son los centros temáticos que, con precisión lingüística y densidad de ideas, Caetano hace suyos. Brasil. Ya en el texto introductorio de la edición de 2002, que aparece ahora en español, comenta lo siguiente sobre la celebración del V Centenario del descubrimiento de su país (año 2000): “...una conjunción que combina bien con la sicología de una nación fracasada, que se avergüenza de ser llamada el país del futuro” . Una realidad histórica que rivaliza con Estados Unidos: “Brasil es el otro gigante de América, el otro crisol de razas y culturas, el otro paraíso prometido. El Otro. El doble, la sombra, el negativo de la gran aventura americana”.
La cultura de masas norteamericana, Elvis y Marilyn. El capítulo bajo este título comienza: “Si hubiese dependido de mí, ni Elvis Presley ni Marilyn Monroe habrían llegado a ser estrellas”. Aceptaba “esas calificaciones imbéciles” que hacía la prensa sobre tipos como él: “el Dylan brasileño, el Lennon Brasileño”. Pese a que el rock le parecía “poco original”, reconocería más tarde la influencia del “neorock inglés de los Beatles y los Rolling Stones” en el tropicalismo. Su desmarque le hace decantarse por la vieja música brasileña, cubana y argentina, el jazz: “Me gustaban Sinatra y Nat King Cole, aunque prefería a Louis Armstrong, luego adoraría a Chet Baker, Monk, Miles y Ray Charles”. La música contemporánea, ya sea serial o aleatoria, “es la música más impopular que existe”. Aun-
TROPICÁLIA. Portada del disco.
que, añade, “siempre encontré belleza en Webern”. La vanguardia, o lo es, o no es nada. Tres pilares cimentan la música popular brasileña en el siglo XX. Pixinguinha (representa a la músi-
ca popular negra), Villa-Lobos (exaltación amazónica y nacionalismo) y Tom Jobim (a la vez popular y clásico). Capítulo aparte merece ese estilo revelador inaugurado por Joâo Gilberto. “La bossa nova nos arrebató, nos llevó a revisar nuestro gusto, nuestro acervo y –lo que es más importante– nuestras posibilidades”. Dictadura y creación. Liderar el movimiento tropicalista, a finales de los 60, junto a Gilberto Gil (“yo lo conocí antes que él a mí”) , le conduciría, primero, a la cárcel y, luego, al destierro londinense. “La idea del canibalismo cultural se ajustaba de maravilla a los tropicalistas”. Godard y Carmen Miranda, los poetas concretos y el modernismo brasileño, Jimi Hendrix y Joâo Gilberto, el Cinema Nuovo y los nacionalistas. Autor popular, exquisito e inventivo a la vez, sus letras son poéticas y vitales, sus melodías sofisticadas y accesibles. Una mente de pensamiento agudo. Una voz tan inquieta y personal como crítica.
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Granada Hoy actual 5 domingo 18-7-04
FESTIVAL
Jazz en la Costa se consolida como el primero de Andalucía 15.000 personas han pasado por el Parque del Majuelo de Almuñécar en los nueve conciertos programados este año
PÚBLICO
El 50 % del aforo se vendió fuera de Granada, sobre todo en las provincias de Barcelona, Madrid y Málaga
GRANADA HOY
La orquesta Cubanismo clausuró la noche del viernes la XVII edición del festival Jazz en la Costa. Con lleno diario, el festival de Almuñécar se establece como el cuarto en importancia del verano jazzístico español junto con las muestras de San Sebastián, Vitoria y San Javier, y el primero en calidad en la comunidad andaluza. La organización estima en casi 15.000 las personas que han pasado por el Parque del Majuelo de Almuñécar para asistir a alguno de los nueve conciertos que se han programado este año. Una cifra inferior a la de otras ediciones, sobre todo a las de los años noventa, cuando era gratuito, pero que ha respondido a la reducción del aforo para poder ofrecer mayor comodidad a los espectadores, que este año han tenido el asiento garantizado al
ciento de las localidades se venden en Granada y el otro cincuenta por ciento ha sido compradas por público foráneo, sobre todo de las provincias de Barcelona, Madrid y Málaga”. Esto indica que unas 7.000 personas se han desplazado a la localidad de Almuñécar con motivo del festival. La organización destaca que, con un precio de 7 euros la entrada, este festival es “el más barato de la oferta jazzística española”, habida cuenta de que las actuaciones de los mismos artistas no bajan de los 30 euros en los otros certámenes. La dirección del festival ha valorado positivamente estos datos, y se muestra “plenamente satisfecha de esta edición que asienta el
■ GRANADA.
GRANADA HOY
MÚSICA NEGRA. Bárbara Hendricks abrió el Festival.
adquirir la localidad. A juicio de los organizadores, “desde hace tres años, Jazz en la Costa persigue ofrecer mayor calidad y comodidad aunque haya sacrificado la cantidad, que en algunos conciertos de la XVII edición ha
obligado a que centenares de personas se quedaran en la puerta sin poder acceder al recinto del festival”. En un comunicado, la organización considera que “Jazz en la Costa se ha consolidado también
como un polo de interés turístico para su área de influencia. En la edición 2004, gracias a la tele-entrada y el servicio de venta de tikets por internet, se ha podido por primera vez certificar que aproximadamente un 50 por
festival como uno de los más importantes del país y es ya reconocido por aficionados de todos los puntos de España” como asegura Jesús Villalba, su responsable: “Este verano se ha comprobado que el público desea música variada y un programa distinto cada día, por lo que hemos incorporado la música clásica con gran éxito por parte de crítica y público”. Jazz en la Costa está organizado por la Oficina Técnica de Festivales de Jazz que depende de la Diputación Provincial de Granada, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Almuñécar y el patrocinio de Cervezas Alhambra.
jazz
Cubanismo: extendiendo las raíces CUBANISMO Intérpretes: Jesús Alemany, trompeta. Rolo Martínez, voz. José de Jesús Hernández, voz. Jesús Cantero, voz. Eduardo Rodríguez, trompeta. Carlos Álvarez, trombón. Jorge Maza, saxo tenor, flauta. Rolando Pérez, saxo alto. Rodolfo Argudin, piano. Pablosky Rosales, tres, coros. Roberto Riveron, bajo. Pepe Espinosa, timbales. Eduardo Lavoy, bongos y percusión. Jorge Torres, congas. Aforo: Lleno. Fecha: Viernes, 15 de julio. Lugar: El Majuelo de Almuñécar. XVI
Festival de Jazz en la Costa. ★★★★ JESÚS GONZALO
Si la música popular cubana goza de tan buena salud y el jazz parece fundirse a la perfección con ella, no es por otra razón que por la formación académica que tienen sus músicos. La versatilidad que da el poder disponer de recursos tanto como instrumentis-
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tas como compositores a ese nivel, revierte en todas las manifestaciones musicales que emprendan. Desde los ancestros africanos a los cantes de barrio, de los teatros a la universidad, un conjunto cubano, ya sea tradicional, clásico o trío de jazz, es siempre una garantía. Jesús Alemany no abandona su tierra, pero es que su agenda lo mantiene fuera de ella, de gira por todo el mundo, gran parte del año. Editaban sus trabajos en el prestigioso Hannibal-Ryko, donde en-
tregaron una pequeña maravilla que hermanaba milagrosamente Nueva Orleans con la Habana (Mardi grass mambo). Se le tiene perdida la pista discográfica a Cubanismo desde hace más de un año. Ahora llegan con un nutrido grupo que puede funcionar, indistintamente, como orquesta de jazz afrocubano (potencia de metales, piano, bajo y congas), conjunto típico (voces, tres y percusiones pequeñas) y grupo de salsa (timbales y coros).
El modelo, que hermana a viejos y jóvenes artistas, nos remite directamente al Afro-Cuban All Stars. Hay efusividad sin desenfreno y muy buenos arreglos en una compenetración de conjunto absoluta. Se echan en falta tiempos lentos (bolero) o de carácter histórico (danzón) y alguna que otra descarga (mayor libertad de formas) y cantos yorubas (rumba). En el repertorio predominan el guaguancó y la salsa-son. Noche de despedida jubilosa y de fiesta la traída por unos cubanos que parecían estar en su propia casa en la Costa Tropical de Almuñécar, entre tanto ron, palmeras y mango.
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Granada Hoy actual 3 sábado 23-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
JAZZ CASUAL
Stan Getz pasó por aquí, seguro Jesús Gonzalo Crítico de jazz
SERGIO SEBASTIANI
Una noche para la voz delicada y el piano de Patricia Barber ■ El Festival de Jazz en la Costa llega hoy a su fin con un programa amplio de blues que se encargará de ejecutar Magic Slim & the Teardrops en la velada final del certamen. Anoche la vocalista y pianista Patricia Barber se encargó de despedir a los aficionados del jazz de esta XVIII edi-
ción. La intérprete había despertado mucho interés entre el público granadino que volvió a llenar el Parque de El Majuelo para ver en directo a una de las grandes revelaciones del jazz de los noventa. Sus canciones fueron una buena despedida que hoy tendra al blues como colofón.
jazz
La arquitectura dinámica de Holland DAVE HOLLAND BIG BAND XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Dave Holland: Contrabajo. Antonio Hart: saxo soprano y flauta; Mark Gross: saxo alto, Mark Turner: saxo tenor; Gary Smulyan, saxo baritone; Robin Eubanks, Jonathan Arons y Josh Roseman: trombones; Taylor Haskins, Alex “Sasha” Sipiagin y Duane Eubanks: trompetas y flugelhorn; Steve Nelson: vibráfono y marimba; Nate Smith: batería. Fecha: 20 de julio. Lugar: El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno ★★★★★ JESÚS GONZALO
Muy pocos, por no decir casi nadie, pueden reunir tantas y tan ricas experiencias en una carrera como la del contrabajista británico Dave Holland, músico precoz que rápidamente alcanzó la élite del jazz a finales de los 60 gracias a su colaboración con Miles Davis. En 1997 Holland funda su segundo quinteto (el primero, de los años 80, lo formaba Steve Coleman, Kenny Wheeler, Martin ‘Smitty’ Smith y Robin Eubanks) con el que ha conseguido todo los premios habidos y por haber al frente de esta formación decisiva en la historia reciente del jazz (2002: Mejor artista, mejor álbum, mejor grupo acústico y mejor bajista del año). Una vez consolidada este proyecto, Holland emprendió otro nuevo, más ambicioso, que daría lugar a la big band, no sin antes comprobar el equilibrio de fuerzas en un proyecto de transición, entre los 5 componentes y la plantilla de orquesta, como lo fue su Octeto. El concierto en Almuñécar nos permi-
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tía comprobar el estado de esta extensa formación, una banda de las más interesantes y en mejor forma del panorama jazzístico mundial. Primer factor a resaltar. Holland, con muy buen criterio y como explicábamos a su llegada, ha trasladado, adaptándolo al formato de orquesta, algunas de las piezas más representativas del quinteto. El resultado quedó recogido en el disco What goes around, el primero con la big band. Pues bien, el repertorio ofrecido el viernes se centró en su último (segundo) trabajo para esta big band titulado Overtime (Dare2 Records, disco fundacional de su propia discográfica). La diferencia viene dada por el esquema. Holland, persona que da mucho margen a sus músicos, a quien les pide participar en todos los niveles –no sólo en el instrumental o improvisatorio sino también en el compositivo– recopila temas escritos por otros miembros de su grupo (ya lo hacía en el quinteto, con Potter, Eubanks y Nelson como ayudantes), aunque el acabado musical lo pone él mismo a través de los arreglos para orquesta. Partiendo de un enfoque expositivo que permite una compleja y abierta polirritmia que funde swing y funk en un groove avanzado, texturas de densidad barroca con fluctuaciones que se deslizan con suavidad en distintas secciones, la distribución de volúmenes en adición o cruzados, aislamientos de pequeños conjuntos dentro del gobal, el juego de intensidades crecientes con breves descensos a piano y el uso, más allá del ritmo, de disonancias tanto en el apunta-
Decíamos ayer que el Cuarteto más importante de la Costa Oeste y del sonido cool jazz era el que lideraba (con manías persecutorias constantes sobre quién era el líder) Ferry Mulligan. Por aquellos años (1951-1952), en Los Ángeles había un jefe de policía que se había propuesto “barrer toda esa basura drogadicta del jazz de sus calles”. Los músicos se sentían vigilados, algunos, inconscientes como Baker, seguían conduciendo de forma imprudente y salvaje. Mulligan era distinto. Mientras Baker había empezado a flirtear con la felonía, su compañero saxofonista (barítono) ya era una consumado yonqui. Una noche la policía los siguió hasta la casa de Mulligan, que por aquel entonces compartía con su novia, Baker y la primera mujer de éste. Al verse sorprendendidos, en vez de negarlo todo, saco la bolsita que contenía, exclusivamente, marihuana. Le condenaron a seis meses. Jamás se llevarían bien, pero en ese lapso de tiempo Baker conoció al otro gigante del sonido West Coast, Stan Getz, con cuyo grupo estuvo de gira en 1952. El saxofonista era un tipo contradictorio, genial y mezquino. Una vez, en un cuarto de baño, Baker le salvó de una so-
TURISTA
Getz pasó algunas temporadas en La Herradura huyendo del excesivo y enfermizo mundo del jazz SERGIO SEBASTIANI
ESPLÉNDIDOS. La banda de Holland en el concierto del jueves.
lamiento del vibráfono o la marimba como el roce tímbrico entre metales, Overtime (a diferencia de What goes around) es una obra cuyo esquema se acerca a la suite, y todas las piezas han sido escritas, desde el principio, para big band. Segundo punto clave. Decíamos en el previo a su concierto que el quinteto quedaba recogido dentro de la orquesta, funcionando como una especie de núcleo que facilitaba la expansión multidimensional en otros segmentos de la banda. Si la salida de Billy Wilson (auténtica artillería de precisión en la batería que hacía saltar por los aires todos los patrones posibles) ya se notaba, la ausencia de Chris Potter acentúa la necesaria evolución en el decurso expresivo hasta ahora mantenido. Holland, inteligentemente, prescindió en Almuñécar, y suponemos que en toda la gira, de elegir aquellos temas en los que las incisivas e intricadas preguntas y respuestas lanzadas y recogidas entre Potter y Eubanks constituían la base del discurso. Así pues, la disolución del quinteto como elemento concéntrico dentro de la sinergia de la banda nos anuncia una nueva singladura en este proyecto. Música optimista y vitamínica, la que desprende este excelente grupo. Abrieron la noche con Bring it
on, una nueva composición para orquesta. Siguieron con la seductora, nocturna y frágil en apariencia Blues For C.M (dedicada a Charles Mingus), donde se aprecia claramente que Holland conoce las raíces de la tradición pero entiende que su función es actualizarlas (espléndidos los solos al vibráfono de Nelson y el saxo de Mark Turner, sustituto de Potter). Tersura de ébano bajo la atenta mirada de la luna llena. Maravilla poder comprobar el concepto de improvisación expansiva que utiliza, siempre respaldada activamente en segundos planos por otros instrumentos en incluso por secciones al completo. No cabe el tedio en este concierto, así que tras la composición ligera Mood Z (del trompetista Alex Sepiagin), surge, contundente, arrebatadora de energía Mental images (Robin Eubanks), con una acentuación sincopada en el pulso ritmo en un diálogo central (muy aplaudido) entre bajo y batería en un claro y vigoroso groove de esencias funk. La respiración optimista de los temas, el brillante fuego que sale de las secciones, , la escucha en varias dimensiones aunque existan focos de atención en primeros planos, y, por su puesto, el sonido único de Holland en sus soliloquios que introducen el tema: concierto para el recuerdo.
bredosis, pero en vez de darles las gracias le dijo: “¡Joder!, tío, me has fastidiado la subida”. Años después, Chet despreciaría a aquél que le salvó por ser lo que el fue: un yonqui. Getz pasó algunas temporadas en La Herradura durante los sesenta, huyendo del excesivo y enfermizo mundo del jazz. El saxofonista ya había saltado a la fama cuando fue uno de los primeros jazzmen que apoyaron al sonido de moda, la bossa nova, junto a Joâo y Astrud Gilberto. Buscando un lugar tranquilo cerca de Málaga, Getz dio con una nutrida comunidad internacional, en un terreno rocoso, como fortificado, que lo aislaba de todo lo demás. Famosas fueron sus borracheras que duraban días y su carácter agresivo. Cuentan que en una de ellas, para poder “hacerle entrar en razón” debieron golpearle con bates de béisbol. ¿Cosa de lugareños? No creo que tuvieran esas “armas”. La Herradura presumía entonces de ser un paraíso visitado por gentes cultas que conocían a artistas como Paul y Jane Bowles (que murió en Málaga), Truman Capote o Larry MaCarthy, el fotógrafo americano que vivió y murió en este pueblo. Getz pasó por aquí. Si lo hubiera hecho con Chet Baker, al menos habrían podido repartirse las palizas.
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4 actual Granada Hoy viernes 18-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
CITA ANUAL CON LA BIG BAND
Estreno absoluto. El músico norteamericano Dave Samuels dirigió anoche a la Big Band en una atractiva incursión por melodías caribeñas y materializó un sueño: estrenar sus composiciones para orquesta de jazz
Aromas caribeños orquestados que cuadran perfectamente con el estilo galante de Mur. Son melodías como The man I love (Billie Holiday no necesitó del belcantismo sino de su tragedia personal y del blues para inmortalizarla), Out of nowhere y the lady is in a tramp. Mur presenta a Samuels. El música invitado se hace con liderazgo, dejando poco espacio a Kiko Aguado. Suena el primer disco del Caribbean Jazz Project, One for Tom (para Jobim) y Latin Quartet. Después hace una estupenda improvisación solo, con riffs de estádares y fuerte contrapunto. Suena el tumbao vigoroso de Afrogreen. Por útlimo dos estándares de peso, One step ahead y Stolen Moments (Oliver Nelson). Se suma Mur en el bis final con Chega de saudade.
DAVE SAMUELS Y LA GRANADA BIG BAND XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Trompetas: Gregorio Buendía, Miguel Ángel Romero, Antonio Alba y Antonio G. Maroto, Trombones: Daniel Anarte, Juan Manuel Pamblanco, Manuel Vargas y José Antonio Rodríguez, Saxo alto:Rogelio Gil y Juan José Rodrigo, Saxos tenores: Agustín Sánchez y Antonio González, Saxo barítono: Toto Fabris,Voz: Celia Mur, Piano: Alejandro Serrano, Contrabajo: Guillermo Morente, Batería: Julio Pérez, Guitarra y dirección: Kiko Aguado, Vibráfono y marimba eléctrica: Dave Samuels. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: Jueves, 17 de noviembre. ★★★ JESÚS GONZALO
Lo que darían los músicos de jazz de algunas ciudades andaluzas por poder disfrutar de un gala en la que se comparte escenario con figuras internacionales. Es una oportunidad única la que el Festival de Granada viene cumpliendo año tras año con los músicos de la ciudad. Saxofonistas como Bob Mintzer y Benny Golson han dado paso a un percusionista cuyos instrumentos, vibráfono y marimba, a diferencia de la mayoría de su especie, están afinados y permiten un lenguaje melódico, no sólo rítmico. Pese a las posibilidades que ofrecen, incluso de alturas pues son maderas tubulares, pocas han sido las ocasiones destacables en la historia del jazz. Lo llamativo, tras lo escuchado anoche, es comprobar que es una propuesta que, bien empastada y ensayada, da mucho de sí. En la primera parte del concierto, la voz fue el instrumento solista. Celia Mur, como viene siendo habitual, acompañó a la Big Band granadina en una serie de canciones
3 PREVIO
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Elegancia y seducción afrancesadas
PEPE TORRES
El pianista francés Jacky Terrason llega hoy a Granada con una actuación que le une a la cantante y actriz Laïka Fatien, a 21 horas en el Teatro Isabel la Católica. En la recta final del programa central, este concierto es el primero de los dos esperados en el cartel que tienen como protagonista también a la voz. Terrason, pianista de modos exiquisitos y muy versado en el acompañamiento a cantantes, comenzó su carrera junto a Dee Dee Bridgewater y después lo haría al lado de Cassandra Wilson. Fatien participó en el grupo del revisionista clásico Claude Bolling.
DAVE SAMUELS. Un vibráfono de jazz afinado en los ritmos y melodías caribeños.
Dave Samuels. Compositor y vibrafonista
“En todo el mundo, la música se ha desarrollado alrededor de la percusión” JESÚS GONZALO ■ GRANADA. A pie de escenario, dando algunas instrucciones antes de la prueba de sonido con al Big Band de Granada, Dave Samuels trasmite serenidad. Es un hombre elegantemente vestido dentro de una cierta informalidad que acentúa su buen gusto. Tiene ademanes pausados aunque parece algo contrariado. Ya en su camerino comenta, no sin pesar pero esperando comprensión de quien le escucha, que tenía que haber llegado ayer a Granada y que está aburrido de los aeropuertos: han perdido su equipaje en su ‘vía crucis’ por tierras españolas. Realmente no ha tenido tiempo de ensayar el repertoiro con la Big Band de Granada hasta ayer tarde.
“En total, de 7 temas sólo interpretaremos 5, son todos estrenos absolutos para orquesta”. Asegura que esta feliz idea partió de su mánager en España, Amparo Tébar. Pese a las dificultades, le ilusiona el hecho de que se vaya a grabar este concierto, el primero con arreglos para esta gran plantilla. Dave Samuels toca el vibráfono y la marimba aunque su primer instrumento fue el piano. Formó parte de Sypro Gyra y ha colaborado con Pat Metheny y Frank Zappa. Siendo percusionista como es, su posición de solista al frente de una orquesta no deja de ser algo atípico... “Sí, es cierto, tan sólo tres grandes vibrafonistas lo llegaron a hacer: Lionel Hampton, Tito Puente y el gran Terry Gibbs”. Pero si poco habitual es
encontrarle en esta coyuntura, complicado resulta encajar su demostrada afinidad con los ritmos caribeños. La esclavitud es fundamental en el trasiego de gentes y culturas, el balafón es africano. Pero, ¿qué pasa con la marimba, en Cuba y Brasil sólo hay tambores? “La música de todo el mundo se ha desarrollado alrededor de la percusión. Efectivamente, el balafón es el nexo que vincula a la marimba con África, pero es en Centro América, y no en las Islas del Caribe, donde hay que encontrar ese vínculo”. Más común es el steel drum, en el calipso, por ejemplo, que toca su compañero del Caribbean Jazz Project, Andy Narell. “Sí, cierto. Pero el steel drum no llega al Caribe hasta después del a II Guerra Mundial. El turismo con-
diciona la percepción sobre esta región, pero de allí surge el tronco del árbol de la música afroamericana”. El aplaudido Caribbean Jazz Project (Samuels, Narell, D´Rivera), Jazz en la Costa, verano del 2000, “reúne música de Europa occidental, de Portugal, España e Inglaterra, de la costa atlántica africana y amerindia”. Samuels se detiene y da todo lujo de detalles cuando se le menciona su colaboración con Frank Zappa en el referencial Live In New York. “Era el último de siete conciertos en la ciudad, fue algo inolvidable, una especie de espectáculo total que usaba elementos teatrales”. ¿Antes compositor que guitarrista? “Sin duda, creo que Frank fue la primera persona que unió todas las músicas
posibles, era un genio. ¿Sabes que me pidió que formara parte de The mothers of invention? Decliné ese honor, no quería ser una madre más”. Las risas dan paso a otra anécdota. “Era un tipo realmente progresista, en ese año de 1976 ya llevaba una pequeña máquina de cafe expresso”. ¿Y la contracultura? “Nunca vendió un disco propio”. Bueno, ahora su mujer vigila esos intereses con mucho celo. “Mira, en el concierto en Nueva York, Frank tenía algunos problemas con Warner Bros. Ellos intentaban censurarle y él, en la gran pantalla que teníamos detrás, y con todas siglas de la compañía, destapó el asunto”. Samuels parece tener más vívida la memoria junto a Zappa que dentro de Sypo Gyra, grupo enblemático del jazz fusion en los 80 que abandonó en 1993: “De aquello lo que hoy queda es jazz muy suave, smooth jazz”. Entre sus proyectos actuales está seguir colaborando con big bands, mantener el Caribbean Jazz project y realizar un proyecto de percusión.
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2 actual Granada Hoy MÚSICA
viernes 4-11-05
XXVI FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA
Expectación. Pese a la incertidumbre inicial, la XXVI edición del Festival Internacional de Jazz de Granada arranca esta noche con uno de sus programas más exigentes, atractivos y comprometidos con la vanguardia musical
G.H.
SONIDO. El trompetista Dave Douglas, considerado uno de los mejores del mundo, protagonizará una de las actuaciones más esperadas del festival de Jazz.
Un género vivo para un
¿El jazz? Se queda corto. No es un concierto, es un espectáculo. La respuesta la tienen desde finales de los 60 unos tipos ataviados con pinturas de guerra y un arsenal de percusión. Como antropólogos del la condición afroamericana en la vanguardia de Chicago (AACM), el Art Ensemble de Chicago de los Roscoe Mitchell y Lester Bowie –ya nos dejó su bata blanca– poco a poco va perdiendo sus miembros fundadores pero en absoluto su ideario panafricano. Un collage tribal sin barreras ni marcas. Sin bata pero aún con pinturas.
festival único JESÚS GONZALO ■ GRANADA. De la guitarra flamenca más refinada y libre a la orquesta más comprometida políticamente; de la leyenda de una tribu africana nacida en Chicago al cine mudo animado por el funk; de una de las voces masculinas más interesantes musicalmente hablando a la estirpe del piano de jazz representado en dos nombres de talla histórica; todo ello como carta de presentación mínima y fundamental de la edición un festival que, tristemente, es el único en Andalucía que puede adoptar dicho nombre y el calificativo de internacional sin faltar a una verdad que deja un rastro irrefutable de XXVI entregas. El Festival de Jazz de Granada, pese a las incertidumbres y dificultades que la marcha de Diputación de Granada trajo consigo a la organización de este certamen y la posible pérdida de control local que pudiera derivarse de ello si no recibe los apoyos suficientes, vuelve y lo hace con uno de los programas más exigentes y no por ello menos atractivo de los últimos años. El abanico ofertado, dentro de un género como el jazz que nunca deja de reafirmarse en el presente en el que vive, no pierde las esencias que lo han venido avalando frente a los gustos más populares, el compromiso estético con la vanguardia de épocas distintas y el respaldo a jóvenes valores dentro de un entorno vivo, ya sea de aquí o de Finlandia. Si la alianza entre el guitarrista flamenco y el saxofonista valenciano Perico Sambeat ya había sido visitada con anterioridad en proyectos en directo de los que
quedaron registro en Cruce de Caminos y Pasajes (Teatro Central de Sevilla, el Jazz viene del Sur), es ahora, en un mayor recogimiento de grupo funcionando con el trío estable del jerezano, donde la dimensión estilística de ambos, su personalidad y su capacidad improvisatoria adquieren un verdadero sentido cruzado y personal, recogiendo y ampliando, instrumentalmente en este caso, las virtudes de un jazz de raíces.
TROMPETA Y CINE MUDO
MÚSICA Y LIBERACIÓN Para el concierto de mañana ya está puesto el cartel de ‘Entradas agotadas’. Charlie Haden fundó en 1969 la Liberation Music Orchestra (La orquesta de la Música para la Liberación), una formación legendaria en su compromiso social y estético. Haden es un patriota de izquierdas que clama por ‘un mundo mejor’. Un tiempo, una causa, una música, podría ser el lema de este colectivo que aún atesora dicho manifiesto y lo va repartiendo con cuentagotas, década a década, según sea el clima político nacional e internacional que impera en los Estados Unidos –en los 80 El Salvador, Reagan y el Apartheid sudafricano–. Nacida al calor de la protesta por la invasión de Vietnam e inspirada tanto por Brecht y el folclore popular como por Ornette Coleman –le acompañaban Don Cherry y Dewey Redman–, la LMO mezcla personalidades en un solo frente. De España –canciones del bando republicano–, Portugal, Cuba o El Salvador proceden los temas que han edificado su repertorio.
G.H.
VETERANO. El pianista Kenny Barron cerrará en concierto el festival.
Un repertorio cercano siempre a las revoluciones y al mundo Hispanoamericano, como lo demuestra la presencia de la guitarra. En esta nueva andadura, Carla Bley vuelve como la ideóloga que dotó de estructura elástica a las improvisaciones sobre las tonadas populares. Ahora, en tiempos de Bush, de guerra y de invasiones, vuelven
para presentar su último disco –¡Atención al This is not America de Bowie y Metheny, por reggae!– y decir bien alto: “Not in our name”. Música triste pero esperanzadora, combativa al fin.
VANGUARDIA HISTÓRICA ¿Qué es la Gran Música Negra?
Dave Douglas es el paradigma del jazz moderno. Su carrera se afianzó en los noventa, años en los que no ha parado de imaginar proyectos y afianzar su huella en la vanguardia. La inventiva desplegada por Douglas no parece tener límites, ni en sus geniales ocurrencias frente a la trompeta ni como creador. De Schumman a Shorter (Stargazer), pasando por Mary Lou Williams o Joni Mitchell (Moving portraits), los Balcanes (Tiny Bell Trio y Charms of the night sky), complejas formaciones electroacústicas (Sanctuary), híbridos de naturaleza camerística dodecafónica y popular (El trilogy), ya sean brillantes coqueteos con el funk y el jazz fusion de los 70 (Infinty), como en el cuarteto hebreo de Zorn, Masada, Douglas es un referente imprescindible del jazz actual. Ahora recupera el genio maldito del cine mudo Roscoe ‘Fatty’ Arbucke en un espectáculo audiovisual (Keystone Sextet) con aparataje electrónico (Dj Olive y teclados) y poderosa batería. Jazzfunk animado e irreverente. Africa y Monk, el piano dibujado desde las sombras de Marrakech son las claves que definen el nervio creativo de este gigante que es Randy Weston. Piano terrenal y de altura, entre dunas y percusión. (Si pensamos que la exclusividad es un valor añadido al artísti-
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Granada Hoy actual 9 martes 13-7-04
La estética y los estilos, ejes de los cursos de verano S.SEBASTIANI
Paralelamente al Festival de Jazz en la Costa, Almuñécar acoge el curso Estética y lenguaje del jazz: Los estilos dentro del programa de los Cursos de Verano del Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada. Este es el cuarto año que se celebra y está dirigido fundamentalmente a estudiantes universitarios aficionados al jazz, aunque también participan otras personas vinculadas al mundo de la música. El seminario –dirigido por Teresa Luján Montoya, cantante y profesora de Lenguaje y Teoría Musical, y Jesús Rubio Lapaz, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada– es de carácter divulgativo. En opinión de Luján, la realización del ciclo “es un logro muy importante, ya que es una forma de incluir el jazz dentro de los estudios superiores universitarios”. La especialista explicó ayer que el motivo de que en esta edición se prescinda de aspectos excesivamente técnicos es el hecho de que, en su primer año, el curso no obtuviera una buena repuesta debido a la extensión y la densidad del material a analizar. En cuanto a los estilos, que es de lo que trata el curso del Centro Mediterráneo, Teresa Luján señala que “hay tantos estilos de jazz como de música clásica”. En este sentido, la profesora considera que la evolución es más o menos la misma, solo que en mucho menos tiempo. “Incluso este año lo hemos organizado por bloques estilísticos, y se abre con un resumen o esquema de todos los estilos sacando varios elementos técnicos y lingüísticos, a un nivel que se pueda entender”, explica la cantante.
■ ALMUÑÉCAR.
SERGIO SEBASTIANI
FORMACIÓN. Jesús Rubio y Teresa Luján inauguraron ayer los cursos en la Casa de la Cultura de Almuñécar.
3 PROGRAMA
La historia del género: de los orígenes al swing El curso pretende demostrar que el estudio de la historia del jazz pasa por uno de sus momentos más apasionantes, quizá porque en la actualidad existe la suficiente perspectiva para constatar la validez de ciertos conceptos, que hasta hace poco eran sólo intuiciones. Entre sus objetivos se propone realizar un estudio más amplio y detallado de las diferentes épocas y estilos del jazz, y por
primera vez se le dedicará un capítulo especial al blues. La historia del jazz, desde los orígenes hasta la era del swing, será abordada hoy por el saxofonista, cantante y crítico musical Arturo Cid, mientras que el pianista Lluis Coloma hablará sobre los cien años de historia del blues. El comentarista de jazz Claudio Cifuentes analizará mañana el nacimiento del jazz moderno, y Arturo Cid realizará una aproxima-
ción al cool jazz. Jesús Rubio Lapaz, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada, impartirá el próximo jueves una conferencia sobre el electrojazz y Rogelio Gil abordará el jazz modal. El curso finalizará el próximo viernes con la mesa redonda El jazz y las interferencias musicales, a cargo de Rogelio Gil, Arturo Cid, Jesús Rubio, Teresa Luján y Juan Jesús García.
Madera mestiza de blues DEBORAH COLEMAN Y LOS REYES DEL KO Noche de Blues. Deborah Coleman (guitarra y voz), Hiromasa Suzuki (segunda guitarra), Roderik Gross (batería) y Josep Cirillo (bajo). Los Reyes del KO: Marcos Coll (armónica), Adrián Costa (voz, guitarra), Javi Vacas (bajo), Antonio Álvarez (batería) y Emiliano Juárez (guitarra). Fecha: Domingo, 11 de julio. Lugar: Parque El Majuelo de Almuñécar. Aforo: Lleno. ★★ JESÚS GONZALO PEPE TORRES
COLEMAN. La artista, durante su actuación el pasado domingo.
Si en jornadas anteriores hubo posibilidades para el reclamo
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cultista, entre jazz y lírica, de Barbara Hendricks, al día siguiente para el hoy convincente jazz fusion de Mike Stern y después, llegó el turno del estreno clásico –noche de gala concertística– sobre Nino Rota, con la OCG y Josep Pons, el blues traía a Almuñécar, un años más, la esencia arraigada, terrenal y profunda del jazz, sin menospreciar el disfrute epidérmico. Los Reyes del Ko enarbolaron la bandera del blues de intensidad tabernaria. El fácil contagio con los sonidos –aupados por las visitas a la barra– estuvo favorecido, sobre todo, y en esto destacamos la singularidad del grupo,
No es casual que el curso se celebre a la par del festival, ya que de esta manera se les brinda a los alumnos la posibilidad de que por la noche puedan tener una visión en directo de lo visto durante el día. De hecho, los inscritos tienen un abono libre para todos los conciertos de esta semana. El programa incluye la participación de profesores, músicos y críticos de jazz de toda España, como Arturo Cid, Juan Claudio Cifuentes, Lluis Coloma y Juan Jesús García, quien participará en una mesa redonda como artista invitado. Los especialistas pro-
ESPECIALISTAS
Profesores, músicos y críticos de jazz de toda España profundizarán en los diferentes estilos del jazz fundizarán en los diferentes estilos, como el jazz clásico, el bee bop, el cool jazz o el electro jazz, y también habrá un lugar para la historia con los orígenes del género. Los nuevos estilos de jazz vienen de la mano de las fusiones con otros tipos de música. Pero para Teresa Luján “también hay clasicismo y neoclasicismo, o sea, que siempre hay tendencia a volver a los estilos clásicos”. Si bien está segura de que el jazz tiene mucho futuro en el siglo XXI, “al igual que lo tiene Juan Sebastián Bach con las diferentes interpretaciones de su obra”, Teresa Luján afirma no saber cuáles son las posibilidades reales del jazz en la actualidad y hacia dónde se dirige, “porque siempre se puede recrear un nuevo estilo”.
por la armónica de uno de los dos hermanos y líderes de esta formación, Marcos Coll. El resultado (tan contagioso como propicio a los efluvios etílicos) era un blues de connotaciones sureñas fácilmente absorbidas por la contundencia metálica y abrupta del rock garage. Deborah Coleman es una rara avis en blues. Tiene voz de raíces, pero su vocación se decanta, con un pasmoso virtuosismo, en una guitarra deudora en sonidos y gestos técnicos de Hendrix. Sobre ella gravita las funciones del grupo (buena sección rítmica, sobre todo en guitarra, que parece traducir, entre ésta y el bajo, las funciones del Hammond B3). El modelo de estudio parece acotar las facultades expresivas del cuarteto. Restricciones que dos temas antes del apoteósico final, con bis, son resueltas por Coleman y su grupo en una entrega total.
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Granada Hoy actual 9 jueves 6-11-03
FESTIVAL DE JAZZ
ACTUACIÓN DE DEE DEE BRIDGEWATER
PEPE MARÍN
DEE DEE BRIDGEWATER Y SU TRÍO. La cantante tuvo una noche triunfal en un directo lleno de momentos de seducción.
Ropas rasgadas, cabaret vestido de blues DEE DEE BRIDGEWATER XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. Dee Dee Bridgewater. Músicos: Dee Dee Bridgwater, voz; Ira Coleman, bajo; Thierry Eliez, piano y órgano Hammond B3; Hans van Oosterhout, batería. Fecha: miércoles 5 de noviembre. Lugar: teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. ★ ★ ★ ★ JESÚS GONZALO
No tuvo una vida fácil, y fue corta. Se dice que su compañero creativo, Bertolt Brecht, lo tiró escaleras abajo en su exilio de París, durante la ocupación nazi. Allí se separó de su mujer, Lotte Lenya, y partió para Nueva York. Aunque no tuvo una carrera de éxito en Broadway, el jazz salió ganando. Dee Dee Bridgewater recupera clásicos de Weill de su época berlinesa y americana en su show The Lady in the dark, el espectáculo que presentó en una noche triunfal en su primera visita a Granada. Un fenómeno surgido a partir de la crisis de la era del swing y con el auge del be bop hizo que la plantilla de músicos que acompañaba a la voz se viera reducida, con lo cual la voz tendría un protagonismo mayor al estar en primer plano. La evolución de esquemas ya estereotipados no se hizo esperar y posibilitó la participación en la improvisación de la voz al lado del resto de instrumentos. ■
Dee Dee Bridgewater es una cantante que tiene predilección por los pequeños grupos y en especial por el trío ( existe la grabación de un directo, In Montreux), sabe explotar al máximo sus recursos en este contexto. Tras verla ayer se puede afirmar que es una de las voces más importantes de la actualidad. También de su generación. En ella confluyen la tradición del jazz dominante vinculada al pasado, bien desde el rescate de músicos (Horace Silver), bien desde la renovación. Su expresividad y su estilo candoroso la emparenta con Ella Fitzgerald; la búsqueda de interpretaciones de estándares bajo un nuevo vocabulario, con Sheila Jordan; la capacidad para describir figuras improvisadas desde el scat, con Betty Carter. En su útlimo trabajo, This is new, la cantante, afincada desde mediados de los ochenta en Francia, homenajea a dos compositoresdel siglo XX con personalidades irrepetibles en el mundo contemporáneo. La creación de estos autores partía de la coexistencia de referencias cultas y músicas populares. (Cultura europea y afroamericana, la tradición del blues, por parte del judío americano; nueva urbanidad berlinesa y populismo con mensaje político por parte del alemán.) Dos lenguajes distintos pero con lazos comunes que satisfacen tanto a oídos exigentes
3 PRÓXIMA ACTUACIÓN
Abbey Lincoln, la dama negra y libre del jazz
Su voz aún resuena incómoda en los tímpanos y en lo más íntimo de los corazones comprometidos cuando se escuchan discos como Straight ahead o el manifiesto sonoro que construyó junto al que era por entonces su marido, Max Roach, en la Freedom Now Suite. A comienzos de los sesenta, estar en el mundo del jazz también implicaba estar en la primera línea de defensa de los derechos civiles de la raza negra. Una nueva gramática de ancestros y modernidad: el
canto de protesta nada complaciente y los sonidos disonantes y de furia del free jazz iban de la mano. Abbey Lincoln (apellido tomado del presidente que abolió la esclavitud) representa, desde entonces, un referente del jazz vocal contemporáneo. La dimensión social de su mensaje, la marcada identidad africana, el inconformismo de una personalidad que cincela cada sonido desde dentro, tienen una cita con el público granadino el día 8 en el Teatro Isabel la Católica.
como a un público masivo, que tienen su convergencia en un enfoque teatralizado y visual: Broadway. The Lady in the dark. Título tomado de Kurt Weill. Se suceden I`m stranger here myself, The saga of Jenny (pequeña suite cabaretera), Speak Low (fántástico en sun tono de afterhours), This is new (el título de su último disco a ritmo caribeño), Lost in the stars (“ todos estamos perdidos en estos momentos” ) y September song ( famoso tema de las canciones del teatro berlinés). Es el turno de la gestualidad arañada a la noche, de la picardia azulada, de la historia vital narrada e interpretada sobre el escenario, del descaro en rojo carmín, de la seducción corporal. Dee Dee Bridwater, arropada por tres espléndidos músicos que la siguen yque la adoran, resuelve un espectáculo que encandila desde el primer momento. La segunda parte del concierto está dedicada a Horace Silver, al rhythm & blues, el funk y ritmos caliente afrocubanos y brasileñios que hacen el resto. Doolin se erige como la ganadora para el público del repertorio de Silver. Gracias mil a George Gerhswin. Gracias mil a Kurt Weill. Hasta pronto Dee Dee. La cantante hizo las delicias del público. El valor de estos compositores sigue intacto. Su música esta viva. Anoche pudimos comprobarlo sobradamente.
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Granada Hoy actual 9 jueves 6-11-03
FESTIVAL DE JAZZ
ACTUACIÓN DE DEE DEE BRIDGEWATER
PEPE MARÍN
DEE DEE BRIDGEWATER Y SU TRÍO. La cantante tuvo una noche triunfal en un directo lleno de momentos de seducción.
Ropas rasgadas, cabaret vestido de blues DEE DEE BRIDGEWATER XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. Dee Dee Bridgewater. Músicos: Dee Dee Bridgwater, voz; Ira Coleman, bajo; Thierry Eliez, piano y órgano Hammond B3; Hans van Oosterhout, batería. Fecha: miércoles 5 de noviembre. Lugar: teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. ★ ★ ★ ★ JESÚS GONZALO
No tuvo una vida fácil, y fue corta. Se dice que su compañero creativo, Bertolt Brecht, lo tiró escaleras abajo en su exilio de París, durante la ocupación nazi. Allí se separó de su mujer, Lotte Lenya, y partió para Nueva York. Aunque no tuvo una carrera de éxito en Broadway, el jazz salió ganando. Dee Dee Bridgewater recupera clásicos de Weill de su época berlinesa y americana en su show The Lady in the dark, el espectáculo que presentó en una noche triunfal en su primera visita a Granada. Un fenómeno surgido a partir de la crisis de la era del swing y con el auge del be bop hizo que la plantilla de músicos que acompañaba a la voz se viera reducida, con lo cual la voz tendría un protagonismo mayor al estar en primer plano. La evolución de esquemas ya estereotipados no se hizo esperar y posibilitó la participación en la improvisación de la voz al lado del resto de instrumentos. ■
Dee Dee Bridgewater es una cantante que tiene predilección por los pequeños grupos y en especial por el trío ( existe la grabación de un directo, In Montreux), sabe explotar al máximo sus recursos en este contexto. Tras verla ayer se puede afirmar que es una de las voces más importantes de la actualidad. También de su generación. En ella confluyen la tradición del jazz dominante vinculada al pasado, bien desde el rescate de músicos (Horace Silver), bien desde la renovación. Su expresividad y su estilo candoroso la emparenta con Ella Fitzgerald; la búsqueda de interpretaciones de estándares bajo un nuevo vocabulario, con Sheila Jordan; la capacidad para describir figuras improvisadas desde el scat, con Betty Carter. En su útlimo trabajo, This is new, la cantante, afincada desde mediados de los ochenta en Francia, homenajea a dos compositoresdel siglo XX con personalidades irrepetibles en el mundo contemporáneo. La creación de estos autores partía de la coexistencia de referencias cultas y músicas populares. (Cultura europea y afroamericana, la tradición del blues, por parte del judío americano; nueva urbanidad berlinesa y populismo con mensaje político por parte del alemán.) Dos lenguajes distintos pero con lazos comunes que satisfacen tanto a oídos exigentes
3 PRÓXIMA ACTUACIÓN
Abbey Lincoln, la dama negra y libre del jazz
Su voz aún resuena incómoda en los tímpanos y en lo más íntimo de los corazones comprometidos cuando se escuchan discos como Straight ahead o el manifiesto sonoro que construyó junto al que era por entonces su marido, Max Roach, en la Freedom Now Suite. A comienzos de los sesenta, estar en el mundo del jazz también implicaba estar en la primera línea de defensa de los derechos civiles de la raza negra. Una nueva gramática de ancestros y modernidad: el
canto de protesta nada complaciente y los sonidos disonantes y de furia del free jazz iban de la mano. Abbey Lincoln (apellido tomado del presidente que abolió la esclavitud) representa, desde entonces, un referente del jazz vocal contemporáneo. La dimensión social de su mensaje, la marcada identidad africana, el inconformismo de una personalidad que cincela cada sonido desde dentro, tienen una cita con el público granadino el día 8 en el Teatro Isabel la Católica.
como a un público masivo, que tienen su convergencia en un enfoque teatralizado y visual: Broadway. The Lady in the dark. Título tomado de Kurt Weill. Se suceden I`m stranger here myself, The saga of Jenny (pequeña suite cabaretera), Speak Low (fántástico en sun tono de afterhours), This is new (el título de su último disco a ritmo caribeño), Lost in the stars (“ todos estamos perdidos en estos momentos” ) y September song ( famoso tema de las canciones del teatro berlinés). Es el turno de la gestualidad arañada a la noche, de la picardia azulada, de la historia vital narrada e interpretada sobre el escenario, del descaro en rojo carmín, de la seducción corporal. Dee Dee Bridwater, arropada por tres espléndidos músicos que la siguen yque la adoran, resuelve un espectáculo que encandila desde el primer momento. La segunda parte del concierto está dedicada a Horace Silver, al rhythm & blues, el funk y ritmos caliente afrocubanos y brasileñios que hacen el resto. Doolin se erige como la ganadora para el público del repertorio de Silver. Gracias mil a George Gerhswin. Gracias mil a Kurt Weill. Hasta pronto Dee Dee. La cantante hizo las delicias del público. El valor de estos compositores sigue intacto. Su música esta viva. Anoche pudimos comprobarlo sobradamente.
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10 actual Granada Hoy jueves 15-7-04
JAZZ EN LA COSTA
Richard Bona, las músicas de África envueltas de jazz ■ GRANADA. Está considerado como uno de los mejores bajistas del mundo. La cultura africana, el dinamismo musical europeo y una personalidad especial confluyen en Richard Bona. El bajista camerunés –que se define a sí mismo como un “contador de historias”, algunas de las cuales apoya con la voz, mientras que en otras ocasiones deja hablar a su bajo eléctrico– actuará esta noche en Jazz en la Costa. Dicen los críticos que su ‘virtuosismo inteligente’ le ha llevado a ocupar un lugar destacado junto a artistas de la talla de Joe Zawinul o de Salif Keita. Y es que, tras tomar las riendas de su carrera, Bona ha recuperado las canciones de su África natal para reinterpretarlas con un delicado toque de jazz. Su angélica voz y sus arreglos, transportarán al público congregado en el sexitano parque de El Majuelo a su particular mundo sonoro, en el que se funden tradiciones musicales tan diversas como bien ensambladas. Su disco Munia es buena muestra de ello. Situándose entre el jazz, el funk y la música africana, Bona fusiona los sonidos y tradiciones musicales de su África natal, la influencia europea y el jazz americano. De
origen camerunés (Minta, 1967), de niño cantaba en el coro de la iglesia y aprendía a tocar la guitarra, flauta y percusión siguiendo la tradición familiar. Con veinte años se trasladó a París para estudiar composición e incorporarse a los grupos de Salif Keita y Manu Dibango, mientras escuchaba la música de Miles Davis, Chet Baker y Ben Webster y tocaba en los clubs de jazz de la ciudad. Tras siete años de estancia en la capital francesa y animado por Joe Zawinul, aterrizó en Nueva York en 1995, donde pronto se convertiría en el bajista más solicitado ya fuera para grabar o hacer giras: sabía tocar todo con cualquier instrumento. Tras colaborar con numerosos artistas –como Paul Simon, Chucho Valdés, Harry Connick, George Benson, Herbie Hancock y Brandford Marsalis– su debut en solitario llegó de manos de Scenes from my life en 1999, al que le siguió Reverence, su segundo trabajo discográfico. La espiritualidad en los textos y su personal estilo con el bajo conformaron el precedente necesario de Mumia: the tale. Disco que nació tras una selección de la inmensa colección de canciones que Bona guarda en su bolsa de viaje y que desgranará en Almuñécar esta noche.
★★ JESÚS GONZALO
Por Jesús Gonzalo ■ ALMUÑÉCAR. Surrealista. Le abordan a uno para que les informe sobre esta decimoséptima edición del festival Jazz en la Costa (¡que no nos enteramos, que está consolidado y que es importante en todo el circuito de jazz en verano, que se hace desde Granada!). El medio, con enviado especial en este festival, era el canal televisivo de la competencia local. ¡No problem! Les informo detallada y amablemente de lo que me preguntan, sin que nadie tome nota. Les aconsejo que no le hagan una entrevista a Kenny Barron –no era el momento–, tampoco a Juan Claudio Cifuentes, “el Cifu” (otra institución, ésta última patria, en el jazz), antes de indicarles quiénes y dónde estaban, claro. No me hicieron caso. Los protagonistas, para aquellos que tuvieron la osadía, estaban “desaparecidos”. Me preocupo. Roy Hargrove viene acompañado, para este pro-
yecto llamado RH Factor, de una cantante y teclista –dicen que es su novia– de preciosa escultura gramatical de nombre y también física, llamada (¡ah, los apellidos franceses de Nueva Orleáns) Renee Neufville. Resulta que en su posición de escenario aparece una mujer con extensiones afro en pelo y vestuario, cuando en Sevilla, lugar donde la divisé por última vez, llevaba sombrero y pantalones. Me recupero cuando la oigo tocar y cantar. Es ella. Aunque a uno, personalmente, le arrastre el sutil y frágil aroma de elegancia femenina –tan sublime como inasible– de Audrey Hepburn, la presencia wagneriana y su corte de valquirias rubias enfundadas en cuero triunfan, con la justicia de lo hegemónico, destacando antes, pero, sobre todo, después de cada espectáculo. Es entonces cuando nuestro término proscrito de leonas adquiere, por fin, una vaga identidad física. “Eres la presentadora más buena de los últimos años del festival de jazz”, le dijo
Tras las jornadas dedicadas al blues-rock de Deborah Coleman y el jazz eléctrico de Mike Stern, con el concierto del trompetista el programa daba un paso más en la evolución de los estilos de fusión. RH Factor hace un repaso a los enfoques de la música negra popular nacidos en los sesenta y que acaban despegando en los setenta, desde blues tradicional y el rhythm & blues, pasando por el soul-funk e incluso el hip hop. La sinuosa y alargada estela de Miles Davis es la que inicia el proyecto, tanto en su registro en CD como en un directo que seduce en su primera escucha –sin convencer–, pero que en posteriores oportunidades acaba rindiéndose a la complacencia del modelo firmado en estudio. Y nos dirán que la crítica opera siempre desde formulaciones alejadas del gusto mayoritario, si nos dejamos llevar por la apasionada respuesta del público, pero es que en ese cajón de sastre en el que se ha convertido al música negra popular hay mucha paja. El problema surge cuando en esa gran coctelera que recoge el término groove se intenta abarcarlo todo, desde el timbre eléctrico davisiano hasta el soul de vistoso formato MTv. Hargrove juega con su apellido añadiendo una “o” para justificar formal y gramaticalmente este proyecto poliestilístico que cae en la frivolidad. Lo mejor del concierto es el comienzo, con referencias textuales a In a silent way, en desarrollos que diluyen y engarzan temas como Hargrove y Pastor “T” en unos interludios de improvisación de colectiva. La tensión fibrosa y móvil de este esquema que se nutre de la adición elástica de otros instrumentos son un fiel reflejo de In a Silente way. ¿Es un impostor Roy Hargrove o sólo un oportunista? Si juzgamos la dicción de su instrumento y esa intencionalidad continuista al estilo emprendido por Miles antes de morir (ecos del Tutu de los ochenta en The Joint, bases de hip hop a lo Steve Coleman en Out of the town), y lo pervertimos de mercantilismo, la conclusión no puede ser generosa. Si, además, constatamos que es un calco expositivo al que realizó hace dos meses en Sevilla, concluimos que Roy Hargrove es un profesional con serias dudas creativas.
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GRANADA HOY
RICHARD BONA. El bajista teñirá de afro-jazz la noche sexitana.
El sueño de las valquirias CRONICAS MARINADAS
ROY HARGROVE RH FACTOR Roy Harvore RH Factor. Músicos: Roy Hargrove (trompeta y voz), Renee Neufville (voz y teclados), Keith Anderson (saxo), Jacques Schwarzbart (saxo), Chalsmers Alford (guitarra eléctrica), Bobby Sparks (teclados), Reggie Washington (bajo), Jason Thomas (batería), Willie Jones (III batería). Aforo: lleno. Lugar: Parque El Majuelo de Almuñécar. Fecha: lunes, 13 de julio.
El músico camerunés, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores bajistas del mundo, actúa esta noche en Almuñécar ELENA LLOMPART
Hargrove y el factor sorpresa
GRANADA HOY
ROY HARGROVE. El trompetista, el pasado martes, en Almuñécar.
un aficionado reincidente a Mati Gómez, encargada de abrir y cerrar los conciertos, en un restaurante. El acentuado ambiente varonil del jazz –que nunca está demás si no hay incontinencia hormonal, neuronal o verbal– no supo distinguir si el fan se refería, muy probablemente, a sus cualidades como presentadora (les sobran: para radio y televisión, pues tiene experiencia y presencia) o a sus muy evidentes bondades curvilíneas. Deslices al margen, que le han costado al restaurante mejicano que el jazz y sus acólitos se vayan
con la música a otra parte (¡ay micuate!), y mientras el estómago (el cerebro más lentamente) se estabiliza poco a poco, el sol incluso brilla por la mañana y todo parece cobrar sentido culinario, claro, ¿alguien pensaba en el amor?, ¿quieren ustedes sardinas frescas a la brasa?, vayan a Pepe Dígame a medio día; ¿un buen italiano (¡mujeres, no se me confundan!), persigan L’Ostería, que quieren entrar a saco marinero, vayan a casa El Boto. Todos muy cerca, los unos de los otros, a lo largo del paseo de San Cristóbal. Que lo disfruten, ya queda menos...
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Granada Hoy actual 3 viernes 4-11-05
Arranque. La guitarra flamenca de Gerardo Núñez abre esta noche el festival con un concierto en el Isabel la Católica en el que compartirá escenario junto al saxofonista Perico Sambeat, el contrabajista Pablo Martín y la percusión de ‘Cepillo’ 2
FIN DE SEMANA
Gerardo Núñez. Guitarrista
VIERNES 4 NOVIEMBRE
Gerardo Núñez Trio con Perico Sambeat. En paralelo: Javier Vercher Quartet; The blue king; Kiko Aguado.
“La guitarra flamenca suena bien con músicas de todo el mundo”
SÁBADO 5 NOVIEMBRE
Charlie Haden’s Liberation Music Orquestra con Carla Bley. En paralelo: Javier Vercher Quartet; Alan Bike; Belle Ville Trio. DOMINGO 6 NOVIEMBRE
En paralelo: Javier Denis y Conexión Andalusí; Temple.
co, entonces le corresponde a este festival y no al del Teatro Central de Sevilla, que incluyó estos dos artistas después). Dave Sammuels llega a Granada para tocar con sus músicos. Vibráfono y marimba con sabor caribeño (recordamos el interesante Caribbean Jazz Project, junto a Paquito D`Rivera y Andy Narrell) son los instrumentos que la Granada Big Band ha elegido como solistas para su concierto anual.
VOCES, PIANOS Y JUVENTUD La juventud la ponen los ganadores del concurso internacional. Desde Finlandia Alexi Toumarila Quartet –sonido ECM enfundado en un cuarteto coltreniano– y los alemanesa Oktoposse –ocho músicos en formación poliestilística: pop, funk, freejazz– representan el jazz europeo más cercano al frío. Citas de indudable interés que esperan un espacio. La voz femenina y la belleza las pone Laïka Fatien, el piano exquisito, el galo Jacky Terrason. Refinación afrancesada. La voz masculina corre a cargo Kurt Elling, un crooner de contrastados recursos y registros vocales para la melodía, el scat (Jon Hendricks) y los recitativos. Viene en cuarteto con un excelente pianista, Laurence Hobgood. Gustará seguro.
ESPERANDO A BARRON Representa la depuración perfecta del piano de jazz, de su pasado y de su presente. Su humildad y buenas maneras son tan de verdad como una sola frase. De este concierto se extraerá una grabación en CD –primera del veterano pianista en solitario– en edición limitada. Barron estuvo en 1999 en Granada y en 2004 en Jazz en La Costa, Almuñécar, con su trío y su quinteto, respectivamente. Se considera muy cercano a este festival, de ahí la importancia de esta cita exclusiva. Corrección, elegancia, profundidad sensitiva. Expresividad serena y madura que sabe esperar hasta el final.
G.H.
INICIO. El guitarrista jerezano Gerardo Núñez ofrecerá esta noche el concierto inaugural del XXVI Festival Internacional de Jazz de Granada. BLANCA DURÁN ■ GRANADA. Su nombre pertenece a la lista de los grandes maestros de la guitarra, aunque su forma de tocar y de fusionar ritmos le hacen ser uno de sus mayores innovadores. Toca con precisión y técnica depurada, pero compone “con las entrañas” y, junto al saxofonista Perico Sambeat, ha hecho del jazz un auténtico festival flamenco. Esta noche, el guitarrista jerezano Gerardo Núñez abrirá la XXVI edición del Festival Internacional de Jazz; un concierto para el que ya no quedan entradas y que anuncia todo lo bueno que está por venir. –Abre el festival con un concierto en el que también presenta su nuevo disco, Andando el tiempo. ¿Se deja mucha música en ese camino? –Muchísima. Precisamente, en Andando el tiempo planteo toda esa música que se me ha ido acumulando en los últimos años compartiendo escenario con gente de muy diferente estilo, desde flamencos como Carmen Linares a veteranos del jazz. Todos ellos se han ido acumulando en este tiempo porque mi forma de componer es bastante visceral, no le presto mucha atención a la matemática de la creación, sino que dejo que vaya fluyendo la música. Estas composiciones creo que también reflejan el actual estado de la guitarra flamenca, sobre todo de mi generación, que hemos tenido la suerte
de venir de un lugar con muchas raíces y de haber estado acompañado desde muy joven por las grandes figuras del flamenco. Mi ansia por buscar siempre nuevas cosas, compartir la música y aprender me ha llevado siempre a ir allí donde me han llamado a tocar con mis amigos. –¿En qué momento un guitarrista de raíz flamenca clásica se ‘convierte’ al jazz? –Mi disco Cruce de caminos fue un punto de inflexión en lo que se en-
INFLUENCIAS
“Los guitarristas de mi generación venimos de un lugar con raíces, donde hemos crecido junto a los más grandes” tiende ahora como música de fusión. Y fusión significa unir elementos diferentes para hacer algo nuevo. En esta forma de tocar, los guitarristas flamencos nos hemos mantenido al margen de las políticas de los gobiernos por ayudar a este arte tan singular que ha sido capaz de cautivar a músicos de todo el mundo. Hemos conseguido poner identidad a la guitarra flamenca y dejar claro que podemos tocar con músicas de cualquier parte del mundo. A diferencia de lo que creen los flamencólogos, cuanto más buscamos y empujamos, más respetamos
nuestro acervo cultural, que debemos respetar al máximo. –¿Qué le da el flamenco al jazz? Últimamente, la unión de ambos se está convirtiendo en uno de los grandes recursos musicales... –Sólo sé que los músicos de todo el mundo se fascinan con la locura de los flamencos. La guitarra es una locura, tocamos por la necesidad de crear una obra estética. Siempre he considerado que la guitarra ha sido el piano de los pobres; es una pequeña orquesta que tiene armonías y con la que puedes hacer contrapuntos, fugas... El flamenco ha sido un arte tan pobre que prácticamente no hemos tenido nada; ha evolucionado con el ser humano y sin apenas instrumentos externos, creado en torno al cante y al baile... En Andalucía se toca la guitarra de una forma diferente, somos capaces de inventar con tan sólo seis cuerdas y mucha astucia todo lo que no podemos tener. Entre todos los flamencos hemos desarrollado un instrumento y un arte que a los músicos del jazz le fascina por su ritmo, su impronta, su fuerza, su pasión... Los flamencos, en cambio, hemos aprendido del jazz la armonía y la forma de plantear una secuencia de acordes para poder improvisar. En flamenco, la improvisación se hace de forma individual, es un arte muy individualista. –Pero su unión con Perico Sambeat se remonta ya hace varios años... –Perico y yo nos conocíamos desde hace mucho tiempo, pero nos unió un seminario de jazz en Sevilla.
Planteamos un concierto que se llamó Cruce de caminos al que le siguieron muchos otros. Y hasta ahora. Lo admiro muchísimo y creo que es, posiblemente, de lo mejor que existe en el jazz europeo. –La crítica le considera un guitarrista virtuoso técnicamente. ¿Es necesaria la técnica para llegar a tocar de esa forma “visceral”? –La técnica es lo que te permite expresarte. He dedicado mucho tiempo a estudiarla en profundidad, ya que no me gustaría que eso me im-
IDENTIDAD
“Los músicos de jazz fascinan con la locura del flamenco. Les encanta su ritmo, su fuerza, su impronta, su pasión...” pidiese expresarme como quiero, y a la hora de tocar, te dejas llevar... –Los guitarristas siempre han sido tratados como los ‘acompañantes’ del cuadro flamenco. En los últimos tiempos, parece que esto está cambiando... –Los guitarristas tenemos la necesidad de hacer nuestra propia música y salir adelante con ella. Hemos vivido una lucha para que los programadores nos dejasen un hueco, ya que a veces nos obligaban a llevar cuadro de baile para contratarnos. Parece que vivimos buenos tiempos, aunque hay mucho por hacer.
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2 actual Granada Hoy sábado 5-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
COMIENZA EL CERTAMEN INTERNACIONAL
Abrazo musical. El guitarrista Gerardo Núñez protagonizó anoche una especial velada inaugural que abrió el Festival Internacional de Jazz de Granada al flamenco, el baile y el cante jondo
La pasión liberada del flamenco
PEPE TORRES
DIÁLOGO. Dos músicos y dos géneros, cara a cara.
GERARDO NÚÑEZ TRÍO Y PERICO SAMBEAT XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Gerardo Núñez: Guitarra. Pablo Martín: Contrabajo. Cepillo: Percusión. Perico Sambeat: Saxos. Carmen Cortés: Bailaora y palmas. Jesús Méndez: Cante y palmas. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: viernes, 4 de noviembre. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Poco a poco Gerardo Núñez ha ido convenciendo a públicos de aquí y de allá, a los unos y los otros, con un estilo propio perfectamente definido. El punto de madurez en el que se encuentra, lo que realmente interesa, le permite abrir festivales de jazz (uno de sus deseos) y seguir formando parte de los circuitos de flamenco. No se puede ahogar un deseo, hay
que dejar que se exprese. Núñez llegó, llenó y venció anoche. Vino acompañado de su trío, eje fundamental de esta propuesta a la que se sumaron un Perico Sambeat dubitativo (ya lo hicieron en el nombrado Cruce de Caminos y después en Pa-
ENERGÍA Y BELLEZA
La tensión va y viene, crece la pasión de raíz, de la guitarra al cajón y el bajo, el baile se expresa y dibuja a la música sajes), una Carmen Cortés subyugante y el cante anecdótico de Jesús Méndez. Curvas que se hacen figuras cuando se retuercen o desperezan, la elegancia ralentizada de gestos que dibujan a la música en el aire vacío, mientras el arco del contrabajo, llo-
rando levemente, sujeta ese gesto aéreo que al final toma tierra con un taconeado. Es la firma del ritmo que la lleva y la trae, que nos hunde en la tierra. Esos gestos estilizados se transfiguran en geometría viva. La belleza turba cuando el espectáculo es uno solo, cuando todo se explica, cuando todo se entiende. Son los momentos más sublimes. La música crece y se desespereza, como las manos de Carmen Cortés. Núñez no toca, parece sombrear y perfilarcoloressinpinceles.Sabehacer bien su boceto, sus pequeños moldes temáticos van creciendo con la improvisación combinada en un esquema repetitivo de tensión-distensión-tensión final. Por momentos, nos recuerda a Egberto Gismonti, con ese movimiento cíclico que se acaba relajando en un lirismo abierto y positivo. La guitarra se hace cristalina y cálida, acaricia con su técnica cortesana, pero también sabe rasgar con furia y emborronar con su
◆ PROGRAMA EN PARALELO TRASNOCHES BELLE VILLE TRIO
TRASNOCHES JAVIER VERCHER QUARTET
, Actuación esta noche de la for-
, El joven saxofonista madrileño Javier Vercher ofrece esta noche un recital acompañado de su banda en El Secadero Club de Jazz (Alhendín). A partir de medianoche. Entrada gratuita hasta completar el aforo.
mación de gipsy jazz Belle Ville Trio en el club Organ Jazz (Cenes de la Vega) a partir de las 23.00 horas. Entrada gratuita.
TRASNOCHES ALAN BIKE
, Telonero de músicos como Rod Steward , el bluesero catalán Alan Bike ofrece esta noche un concierto en el que recorre los sonidos urbanos y rurales. En Alexis Viernes (Santa Fe), a partir de las 23.30 horas. Entrada gratuita.
vier Denís Grupo-Conexión Andalusí, uno de los últimos proyectos del saxofonista Javier Denís. El concierto será mañana en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias a partir de las 20.30 horas. Entrada: 5 euros.
TRASNOCHES FLAMENCO
, El grupo de flamenco UNIVERSIJAZZ JAVIER DENÍS GRUPO CONEXIÓN ANDALUSÍ
, La UGR se suma al Festival de Jazz con la actuación de Ja-
Temple de Emilio Maya ofrecerá mañana una actuación en el club Eshavira a partir de las 23.30 horas. Entrada con consumición: 8 euros.
NÚÑEZ Y SAMBEAT. Pasión de guitarra, timidez de saxo.
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Granada Hoy actual 3 sábado 5-11-05
Música para la paz. El contrabajista americano Charlie Haden, uno de los ‘padres’ del movimiento del ‘freejazz’, presenta esta noche al frente de la Liberation Music Orchestra ‘Not in our name’, su último trabajo discográfico enfado los crescendos. Sambeat estuvo tímido, pero qué solo más sentío, frágil e hiriente hizo con su soprano en Trafalgar. Núñez desembarcó con su grupo, definido en un poderoso trío que sabe de sutilezas dentro y fuera del léxico flamenco. La elevación del arco del contrabajo y el esplandor de ese gesto musical extendido que es la danza. Nuevo flamenco. Si pianistas como Chick Corea y Chano han sabido llegar al flamenco y sus palos para llevarlos de vuelta al jazz; si los saxos y flautas de Jorge Pardo también lograron continuar el histórico encuentro entre Pedro Iturralde y Paco de Lucía a finales de los 60; la guitarra flamenca lleva tiempo liberada de etiquetas y deudas con el pasado en las manos de Gerardo Núñez. Una liberación de la funcionalidad en el acompañamiento vocal y escénico, en los registros fijos de su tradición e, incluso, en los parámetros de improvisación flamenca. La
RAÍCES AL VIENTO
La idea planteada consiste en disolver modos cerrados manteniendo las esencias, para dejar volar a la creación técnica es aquí una plataforma expresiva en la que pervive la tradición y la pasión. No se rinde a un encuentro virtuosístico de fusión que disuelva el vocabulario del instrumento y las esencias que le dan voz. Núñez está edificando su propio estilo, no le llamen fusión. “Los guitarristas tenemos la necesidad de hacer nuestra propia música”, nos decía ayer en estas páginas. Tildar de fusión esta aspiración por crecer y encontrar nuevas vías de expresión entre las músicas, cuando hablamos del guitarrista jerezano, sería algo burdo, pues aunque por simplificación digamos que unirse para este concierto inaugural del Festival de Jazz de Granada con el saxofonista Perico Sambeat es una suma de flamenco y jazz (ya han existido proyectos muy anteriores a éste: McLaughlin y Paco de Lucía, Jazzpaña, Jorge Pardo, Chano Domínguez o más recientemente Nueva York Flamenco Reunion, de Marc Miralta, donde también participaba Sambeat), la intención es más bien un cruce de personalidades, no en el sentido del encuentro colectivo que significó el proyecto Cruce de Caminos .
PEPE TORRES
Charlie Haden revive su jazz más comprometido junto a Carla Bley BLANCA DURÁN
Los primeros músicos de jazz solían hacer gala de tener en su haber una idéntica parte de conocimientos rítmicos y de ‘concienciación’ con el mundo. De hecho, el movimiento freejazz, abanderado por algunos de los músicos más importantes del jazz actual, apoyaba con fuerza el compromiso hacia personajes como Malcom X e hitos históricos como la descolonización, que poco a poco iban adentrándose en el mundo del jazz hasta formar parte indisoluble de él. Al frente del cuarteto de Ornette Coleman, Charlie Haden se erigió como uno de los estandartes de ese llamado freejazz en el que, además del compromiso y la lucha, también había un lugar privilegiado para la improvisación y una forma imaginativa de entender la música. Casi medio siglo después, poco ha cambiado en la manera de hacer vibrar al jazz del contrabajista de las gafas redondas. Lidera ahora la Liberation Music Orchestra, un sólido proyecto con el que clama por un ‘mundo mejor’ y en el que, en su nueva andadura, se vuelve a encontrar con la pianista Carla Bley, una original ‘revolucionaria’ de los sonidos. Juntos, actuarán esta noche en el Teatro Isabel la Católica en un concierto para el que ya están todas las entradas agotadas. En el seno de la Liberation Music Orchestra, Haden no pasó de forma desapercibida por acontecimientos como la Guerra Civil española y, junto a Bley, transformó por completo un buen número de canciones populares republicanas con la misma maestría con la que su contrabajo subía y bajaba la escala tonal. En busca permanente de nuevas sonoridades, Haden
■ GRANADA.
G.H.
SINGULAR. El veterano contrabajista Charlie Haden.
ha colaborado en proyectos junto a artistas como Path Metheny, Gonzalo Rubalcaba o Kenny Barron, tocando las cuerdas de su contrabajo para canciones rockeras e incluso boleros. Con Carla Bley al piano, Charlie Haden abanderará esta noche una orquesta formada por Chris Cheek, Tony Malaby, Myron Walden, Michael Rodríguez, Seneca Black, Curtis Fowlkes, Ahnee Sharon Freeman, Joe Daley, Steve Ardenas y Matt Wilson, músicos todos ellos de primer nivel y que comparten con Haden no sólo su formación musical, sino la creencia de que el jazz puede contribuir a cambiar el mun-
do. Será una actuación que, posiblemente, devuelva al recuerdo el concierto de 1996 dentro del Festival de Jazz de Granada y en el que Haden, por aquel entonces con su formación del Quartet West, hizo tambalear a los espectadores con un sonido potente y su particularísima forma de entender cómo debe ser un espectáculo de jazz en vivo. Música por la paz y por el buen entendimiento que permitirá a los aficionados disfrutar esta noche con los resultados de la nueva unión de Charlie Haden y Carla Bley y con la presentación del nuevo disco de la formación, Not in our name.
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Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Intenso. Con la actuación del pianista Marc Copland, el Festival de Jazz afronta un completo fin de semana con propuestas del programa central y en paralelo dirigidas a los públicos más diversos
Academicismo con alma y swing
ESTHER FALCÓN
Músicos y público acabaron contagiados con el ritmo de la noche. LA CRÓNICA
G. Cappa ■ GRANADA. Marc Copland es uno de esos personajes capaces de vivir dos vidas en una. Como Charlie Parker en El perseguidor perdió su saxofón, pero Copland lo abandonó deliberadamente por el piano en la década de los setenta para comenzar de cero. De eso hace casi treinta años y ha pasado del cero al infinito. Lo demostró ayer en el Isabel la Católica acompañado de Tim Haggans (trompeta), Drew Gress (contrabajo) y Jochen Rueckert (batería), que fue especialmente aplaudido nada más arrancar el concierto. Pausado, intelectual y sutil, Copland dio una lección de armonía, de jazz ordenado y limpio como una casa recién pintada. Además,
sabe perfectamente qué hacer y lo que es más importante, qué no hacer. Tal vez ahí radicó en parte el potente in crescendo de su actuación. Aunque el público comenzó la velada con cierta timidez y frial-
CÁNONES
Al lado de Copland, el trompetista Tim Haggans demostró que su academicismo tiene alma de color negro dad –incluso en los aplausos–, la noche no hizo sino crecer siguiendo el intenso ritmo que marcaron los músicos. El propio trompetista, hierático al principio cual desfile militar, se fue animando y ocupan-
do en el escenario un papel mucho más desenfadado que los asistentes supieron agradecer. El concierto duró algo más de una hora según los relojes. Pero Copland domina el tiempo musical a su antojo y la actuación tuvo momentos de vértigo y pausas en la que los minutos se estiraban. Éste es el punto de encuentro común de los grandes del jazz, y parece que Copland está destinado a pasar el saber armónico de nuestra época a las generaciones posteriores. A su lado, el trompetista Tim Haggans demostró que su academicismo tiene alma de color negro. Trabaja como profesor en las Universidades de Connecticut y Berklee y formó parte de las orquestas de Keton y Woody Herman, antes de partir a finales de los setenta a Europa. Vivió en Malmo, Suecia, hervidero de la escena del jazz contemporáneo, donde tocó con otros músicos expatriados como Dexter Gordon, Kenny Drew y Horace Parlan o el baterista Thad Jones. La crítica sitúa a Copland junto a Fred Hersch y Kenny Werner, aunque está fuera del recitalismo del primero y la exhibición digital del segundo. Lo suyo es un jazz ‘aseado’, especialmente dotado para el swing. Y, sobre todo, sincero. Por eso abandonó el saxo cuando era relativamente conocido y tuvo que volver a sus años de formación e investigar la armonía de Bill Evans, McCoy Tyner, Herbie Hancock o Paul Bley. Se reinventó porque “el piano te permite mirar dentro, escuchar tu propia voz”. Y el público
Velada jazzística con Marc Copland en el Teatro Isabel la Católica.
que se asomó ayer al abismo de creación de Copland lo hizo sin vértigo, complacido. Ahmad Jamal abrió el Festival con piano, contrabajo y batería. Ayer, el trío de Copland se acom-
IN CRESCENDO
Aunque la velada arrancó con cierta frialdad, el concierto no hizo sino crecer siguiendo el intenso ritmo de los músicos pañó de la trompeta de Haggans. Juntos ofrecieron un itinerario distinto aunque el pianista ha tenido una larga relación musical a tres bandas con el bajista Gary Peacock y con el baterista Billy
Revisa, enseña y personaliza el jazz VINCE BENEDETTI Y LA GRANADA BIG BAND XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Intérpretes Granada Big Band. Vince Benedetti: artista invitado, piano y composición. Kiko Aguado: dirección de orquesta y guitarra. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: miércoles 8. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
La programación central del Festival de Jazz de Gra-
■ GRANADA.
nada hace justicia anualmente a la mejor banda en gran formato de Andalucía. Dos cuestiones llaman la atención de la cita que nos ocupa tras el resultado obtenido en directo. La primera de ella es que por más ilustre que sea el artista invitado, y mira que los ha habido (de Bob Mintzer a Benny Golson, por citar a compositores y saxofonistas), el trabajo presentado requiere de una muy estudiada preparación previa. Contando con un músico internacional como Benedetti, afincado en Granada, esta nece-
sidad ha sido satisfecha convenientemente en el último mes. En segundo lugar, y no sabemos hasta qué punto es o no necesario para un público, como el granadino, que cuenta con una bien nutrida escena jazzística (programación, músicos y locales), es decir, con tradición y demanda, llama la atención un planteamiento escénico complementado por una actitud didáctica en las introducciones a los temas y en la elaboración de un repertorio revisionista, estilística y cronológicamente hablando, de los géneros principa-
les del jazz, según la lectura del invitado. Anunciado ya en la entrevista que Benedetti y Aguado concedieron a Granada Hoy, aparece Round midnight en un espacio a piano solo. Benedetti, como quedaba recogida en sus impresiones a este medio, es un pianista que gusta del control de volumen y las intensidades para definir así mejor la sutileza de timbres y texturas en desarrollo. Una intención inherente en sí misma a su piano –donde la sobriedad, pulcritud y elegancia nos remite al toque evansiano–
Hart, y más recientemente con el guitarrista Victor Juris. El de ayer era el único concierto para el que quedaban entradas disponibles de todo el Festival –además del que ofrecerá Javier Colinas el sábado– pero el aforo quedó casi completo. Los pocos huecos que quedaron fueron rellenados con el lirismo interpretativo del pianista norteamericano. Con la actuación del miércoles de la Granada Big Band y la presencia anoche del pianista Marc Copland en el Isabel la Católica, el certamen afronta su fin de semana más intenso. El programa central y las decenas de actividades programadas en paralelo en diversos locales de la capital y la provincia ofrecen propuestas para contagiar a todos los públicos con el alma negra del jazz.
que se extiende con éxito a un formato instrumental mayor. Si la intensidad orquestal se perfiló según los temas, pasando del quinteto a la big band entre dos temas de Benedetti (Twin Cities y Trane serenade), así mismo el público se fue sumando al creciente entusiasmo en la escucha de clásicos como Come rain, Come shine, If you could see me now (cómplice de la atmósfera de Chet Baker), Ow!, del gran Dizzy Gillespie, con una excelente y efusiva sección de metales. Hasta dos bises se pidieron. A train y Route 66, donde se unió la voz de Celia Mur en un grupo que partió de un dúo y acabó en sexteto. Velada cálida, cercana y con gran sonido de orquesta.
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Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Histórico. El arranque del Ahmad Jamal Trio el pasado viernes permitió a los aficionados granadinos un encuentro con el pianista que le aportó a Miles Davis el dominio del tiempo
Cuando el tiempo parece detenerse
MARÍA DE LA CRUZ
APERTURA. Ahmad Jamal con sus músicos en el concierto de apertura.
AHMAD JAMAL TRIO XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Ahmad Jamal: piano, James Cammack: contrabajo. Idris Muhammad: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: viernes 3. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Con motivo de la llegada de Ahmad Jamal, mucho se ha escrito en distintos medios sobre el impacto que su trío ejerció sobre Miles Davis. Pero nadie ha explicado en qué consistió dicha influencia. Miles Davis ya había desarrollado sobradas facultades como improvisador y como compositor. Aunque se alejó del bop de Charlie Parker, a su lado consiguió agilidad creativa y decisión. El nacimiento del cool jazz y su alianza con Gil Evans le permitieron ampliar sus recursos sobre composición y arreglos en los 50. A mitad de dicha década, Davis se entrega al género predominante, el hard bop. Ya entonces disponía de una sonoridad propia como intérprete. Como improvisador convirtió la
tensión rítmica en tensión sostenida gracias a su fraseo suave e inquisitivo a la vez. El uso de la estructura modal facilitó la conversión de las notas en texturas. La atmósfera de soledad de la que Davis sólo era capaz estaba a un paso de conseguirse. Si bien es cierto que Gil Evans (como excepcional arreglista) y John Coltrane (como excepcional improvisador) impulsaron la técnica modal en el
APORTACIÓN
Jamal destapa las esencias de lo clásico, de una música que permite hacer avanzar la tradición Miles inmediatamente anterior a Kind of blue, queda pendiente el tratamiento del tiempo. Ahí se hace presente Ahmal Jamal. Pianista refinado, económico y colorista (Erroll Garner), con una capacidad de armonización derivada de su vasta formación académica (de Mozart a Bartók), el estilo de Ahmad Jamal une la escuela de stride de Harlem, el vigor de Art Tatum, la
sensualidad cantábile de Nat King Cole y la elegancia íntima de Bill Evans. Entre la sencillez y la complejidad, Jamal describe el gesto cómplice en un glissando ascendente como extiende complejas figuras de acordes mientras da indicaciones a sus compañeros. Equilibrio y concepto recaen en el trío y en una sola voz respectivamente. Jamal deconstruye el corazón melódico de los temas haciendo particiones temáticas que le permiten entrar y salir de ellos en diferentes espacios. Como en la fascinante lectura a la inversa del tema de Weather Report, del que extrajo las líneas de bajo de Pastorius en la mano izquierda mientras delineaba la famosa melodía de Zawinul en la derecha. El pianista nos ofreció también una excelente versión de una tonada que él mismo ha hecho clásica, Poinciana. La función polirrítmica de Idris Muhammad, percusionista legendario cuyo nombre se inscribe al lado de los Joe Jones o Ed Blackwell, se instaló en una métrica tan firme y sostenida como ascética. Fue llamativo el uso de baquetas y mazas a un mismo tiempo, liberando alturas y defi-
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PROGRAMA
Benedetti y la Big Band: El gran ejemplo del jazz local
niendo tiempos. La compenetración epitelial en el juego melódico entre piano y bajo, un avance que él mismo incorporó antes que lo hiciera Bill Evans junto a Scott La Faro, nos permitió descubrir a James Cammack, protegido del maestro. Jamal destapa las esencias de lo clásico, de una música que permite hacer avanzar la tradición e influir a visionarios como Miles Davis. Brillante comienzo
INFLUENCIA EN DAVIS
La principal influencia de Jamal sobre el Miles Davis posterior a ‘King of blue’ fue el tratamiento del tiempo
La Granada Big Band, bajo la dirección de Kiko Aguado, y el pianista norteamericano (aunque afincado en la ciudad) Vincent Benedetti serán la gran apuesta del certamen que retoma los conciertos del programa central el próximo miércoles 8.
que rescata el no menos memorable concierto que dio Randy Weston y su trío el año pasado. Si el toque percusivo de éste le distingue de la trascendencia melódica de aquél, en ambos se aprecia la intensidad mística del tiempo. Intensidad sostenida. A fin de cuentas, una lectura personal sobre el silencio, sobre el instante o sobre el tiempo cuando se detiene.
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6 actual Granada Hoy domingo 6-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
CONCIERTO ESTELAR DEL CONTRABAJISTA CHARLIE HADEN
Renovación. El músico americano presentó anoche en el Isabel la Católica su último trabajo discográfico, ‘Not in our name’, junto a la Liberation Music Orchestra y la pianista Carla Bley
Música de protesta para tiempos difíciles CHARLIE HADEN’S NEW LIBERATION ORCHESTRA XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Charlie Haden: Bajo, Carla Bley: Piano, Chris Cheek y Tony Malaby: Saxo tenor, Myron Walden: Saxo alto, Michael Rodríguez y Seneca Black: Trompeta, Curtis Fowlkes: Trombón, Dan Chancy:Trompa, Joe Daley: Tuba, Steve Cardenas: Guitarra, Matt Wilson: Batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Entradas agotadas hace días. Fecha: Sábado, 5 de noviembre. ★★★★★ JESÚS GONZALO ■ Apenas se coloca la orquesta, Haden coge el micrófono y dice: “No a la guerra”. El título de su último disco, No en nuestro nombre, fue una visión colgada de un balcón en una ciudad española mientras paseaba con su amigo Pat Metheny. No por casualidad, desde los comienzos en 1969, esta banda hizo de su razón de ser un manifiesto que unía arte y denuncia. Sus principios se han ido revelando siempre en tiempos convulsos, siempre en favor de los más débiles y frontalmente enfrentados, en su patriotismo de izquierdas, a las políticas expansionistas de los gobiernos republicanos –Nixon y Vietman (1969), Reagan y El Salvador (1982), ahora la administración Bush–. Como testigos vigilantes de un fin de siglo en el que se han diluido las certidumbres idiológicas en favor del pensamiento único, este colectivo, que nació al calor furio-
so y reivindicativo del free jazz de los años sesenta, representa para muchos una iniciativa desfasada. La cuestión que debe plantearse a su regreso no reside en dudar de posible utopía, sino de su vigencia artística, ya que la primera, habida cuenta del panorama internacional, legitima su posicionamiento. El concepto formal de origen partía de aunar un esquema de improvisación colectiva, perturbadora y oscura, señalizada convenientemente sobre un eje temático de melodías tradicionales ajenas al mundo anglosajón. Las canciones de la Guerra Civil española han dado paso a un nuevo repertorio. Por un lado, un acercameinto a la tradición afroamericana sureña, al gospel y a Nueva Orleans. Por otro, se mantiene la deuda con el género que los vio nacer, haciendo referencia a Ornette Coleman. Y por último, incorporando a autores cuyas carreras los sitúan tangencialmente a las corrientes del jazz principal, haciendo acopio de nuevos estándares para la causa (Metheny, Frisell). El cambio de escaparete histórico unido a unos modelos que ya daban muestras de cansancio han provocado el retorno ilusionante y revelador de Carla Bley, tras casi dos décadas de asusencia. Al comienzo, el concierto se ciñe al disco, su interpretación literal casi defrauda. Empiezan con Not in our name, esa tonada que es marca de la casa, mitad tristeza, mitad esperanza, con la guitarra funcionando como vínculo con el pueblo. This is not America
PEPE MARÍN
CONVINCENTE. Charlie Haden clamó anoche en Granada por la paz con su música y sus palabras.
3 LA ANÉCDOTA
A punto de cancelar... La llegada de Charlie Haden a Granada se convirtió en una pesadilla: se extravió la tuba de uno de sus músicos en el aeropuerto y la organización lo tuvo más que difícil para lograr mantener la actuación. (veinte años después de que Bowie y Metheny la inmortalizaran) sigue siendo una melodía consecuente en su atractivo pegadizo y ligero, mucho más sugerente y colorista alejada del pop, cuando se la lleva al reggae. La estructura construida por
Carla Bley parace dejar sin aliento a la creatividad: puro espejismo. Ella es una estupenda arreglista que se maneja mucho mejor fuera del formato canción, en esos meddleys que hilan varios temas por medio de brillantes transiciones. Es el turno de Blue anthem, de la propia Bley, Skies of America , de Ornette Coleman, y ese canto del pueblo afroamericano titulado Lift every voice and sing, entregado como presente al presidente Lincoln tras la abolición de la esclavitud. Es en estos instantes donde el cromatismo de los metales alcanza el climax, donde la polifonía forma un retablo de contrapunto (sobre todo en ese boceto abstracto y deshilado que Bley escribe sobre Coleman). Pero aún quedaba lo mejor, tras un solo deconstructivo del baterista. Es una maravilla lo que ha hecho Carla Bley con el tema
Throughout de Bill Frisell. Apenas un apunte mínimo de melodía que se repite y que va creciendo de forma aditiva. Su delicadeza instrospectiva y nostálgica detiene el tiempo. Conmueven los solos de los saxos Malaby y Cheek: sonaba a infancia perdida. En cuanto a solos, es difícil. Destacar el lirismo hiriente y bizarro del saxo tenor Tony Malaby (que suena a Lovano), la tuba sureña (criatura gaseosa del Misisipi) de Joe Daley en Amazing Grace (ese himno patriótico), la pulsación al piano de la propia Bley apuntalando notas al unísono con la guitarra, el trombón de Curtis Fowlkes,... Al final, el lamento se refina y sobrecoge. Samuel Barber y su famoso Adagio encoge los corazones. Es la protesta del nuevo mundo.
◆ DISCOGRAFÍA SELECTA
El resurgir del idealismo combativo LIBERATION MUSIC ORCHESTRA ● Not in our name ● Verve /Universal, 2005.
Declaración de principios, hoy: “Aunque la música es diferente, la razón para su existencia, como arte de denuncia, es la misma”. Una nueva Liberation Music Orchestra de Charlie Haden renace. La administración Bush los une en su contra. El peligro de injusticias ahora está dentro casa. El compromiso obliga a la crítica patriótica: la alusión es directa. El repertorio busca nuevos temas escritos por autores estadounidenses, al margen del folclore popular antes indagado. Samuel Barber, Ornette Coleman, Bill Frisell, Bley, Haden y el regalo de la raza negra a Lincoln Lift every voice and sing, entre otras, componen un fresco temático que pivota entre el Adagio de Samuel Barber y el This is not America de David Bowie y Pat Metheny. ■
Milonga para un fusilado, un réquiem por los caídos
El nacimiento de un canto revolucionario
LIBERATION MUSIC ORCHESTRA ● The Ballad of the fallen ● ECM, 1982.
LIBERATION MUSIC ORCHESTRA ● Liberation Music Orchestra ● Impulse!, 1969.
■ Pasa el tiempo y la conciencia sigue intac-
ta. Haden incorpora nuevas canciones republicanas y el grupo se renueva manteniendo a Cherry, Motian, Redman y Bley. La creatividad toca el cielo desde el llanto. Carla Bley extiende en sus arreglos puentes invisibles y mágicos entre Els Segadors, The Ballad of the fallen (El Salvador), Grandola Vila Morena (Revolución de los Claveles) y ese himno inigualable del Pueblo unido jamás será vencido (Chile). El insistente y fúnebre Silence, La Pasionaria y La Santa Espina completan el repertorio. Aquí los solos son menos turbulentos, más claros en su exposición; el lirismo del llanto los eleva. Una obra maestra que rezuma tristeza, esperanza y revelación.
El padre de Charlie Haden tenía amigos que habían formado parte de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil española. Canciones del bando republicano, como El quinto Regimiento (el Vito), Los cuatro generales y Viva la quinta brigada fueron el eje inspirador de un repertorio que recogía el sentir popular (guitarra) y revolucionario desde el free jazz de los sesenta. Añadió un tema de Bertolt Brecht (United Front), ironizó sobre los políticos en un caos lúdico (Circus) y escribió un homenaje al Che Guevara (Song for Che). La melodía se desintegra en largos desarrollos, solos generosos y una atmósfera visonaria de turbia fragilidad, influida por Ornette Coleman y Don Cherry. Furia milagrosa. ■
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Granada Hoy actual 39 lunes 6-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Sintonía Parcial. Cuba y Brasil salen al encuentro del jazz de la mano de Gonzalo Rubalcaba y Joâo Bosco. El destino de este proyecto se cruza en algún lugar de Brasil, pero en diferentes caminos
Dos estaciones de encuentro operaban por separado. Como decíamos, el repertorio pertenecía a Joâo Bosco, que incluyó una versión del clásico de Jobim Aguas de marzo y, curiosamente, un tema de Heitor Villalobos. En Joaô Bosco, la química entre la voz haciendo recitativos y scat y la guitarra es perfecta. A pesar de que el esquema instrumental podía plantear dificultades armónicas por la conjunción de dos guitarras y un piano, este hecho se resolvió admirablemente. Sobre todo en la función de la guitarra eléctrica, a priori el elemento más conflictivo del formato. En cambio, se pego a las líneas del piano como un guante,
JOÂO BOSCO GROUP Y GONZALO RUBALCABA XXVII Festival de Jazz de Granada. Joâo Bosco: voz y guitarra acústica, Gonzalo Rubalcaba: piano, Nelson Faria: guitarra eléctrica, Ney Conceiçao: bajo, Kiko Freitas: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: Fecha: sábado 4. Aforo: Lleno. ★★★ JESUS GONZALO ■ Suenan aplausos al final de un te-
ma a piano. “Hola. Gracias por venir a este intento de colaboración cubano-brasileña”. Las palabras de Gonzalo Rubalcaba definieron a la perfección este encuentro. Quizá no era su intención, pero lo dijo así, resumiendo el concierto con una parquedad situada en las antípodas de su locuacidad creativa. Tras un periodo en que parecía haber podado todos sus excesos reconcentrando todos sus recursos (escucharlo a trío en Supernova), Rubalcaba cede hoy a un ensimismamiento retórico hecho de gestos virtuosísticos que surgen de forma automática como si la cosa no fuera con él, sólo con sus manos. El cubano tiende al puro asombro técnico, del mismo modo que al comienzo de su carrera, a finales de los 80, cuando sorprendió a todos. De acuerdo con que su virtuosismo emana de forma natural (fue un niño prodigio), de acuerdo con que alcanza cotas de complejidad técnica inalcanzables para otros músicos; pero, ¿realmente trasmite, emociona, conmueve? Es muy posible que este proyecto, en el que el pianista acaba siendo el invitado y no el co-líder, resulte satisfactorio a ambos desde el punto de vista comercial: tienen una apretada agenda de conciertos sin que haya un disco editado aún. La eficaz fórmula acapara los circuitos de jazz y world music. Esclarecedor. El concierto empieza con una introducción de Ru-
UN FORMATO ATÍPICO
La cohabitabilidad entre guitarras y piano se resolvió con éxito, aunque por momentos se echó en falta un saxo
ESTHER FALCÓN
Joâo Bosco y Gonzalo Rubalcaba. El artista brasileño y el pianista cubano se encuentran.
TÉCNICA Y EMOCIÓN
El pianista cubano se entrega con fruición al gesto virtuosístico y a la autocita en detrimento de la emoción verdadera balcaba seguida de una intervención de guitarra de Bosco. Resultó difícil identificar la conexión melódica entre uno y otro, pero la había. De hecho, el cubano estuvo todo el tiempo haciendo apuntes inacabados de los temas que interpretaba. Es como si quisiera negar la conclusión de la melodía, ocultando el motivo central en un frondoso bosque de notas. Esta actitud, que por
otro lado exige un alto nivel de inventiva, fue más evidente en su intervención a piano solo. Su veloz deambular por los contornos de la melodía se centró en clásicos de la música popular cubana, como el bolero Silencio o un casi irreconocible El Manisero. Dejó también constancia de su ya larga amistad con Charlie Haden en la elección de una composición del contrabajista. Valtz for Ruth surgía para rápidamente desaparecer en sutiles motivos y variaciones que sonaban a Body and soul. En solitario, Rubalcaba desplegó todo su potencial técnico y ornamental, creando alturas, poniendo acentos sincopados, haciendo pequeñas alteraciones disonantes sobre frases breves, de-
gustando del timbre, ampliando el rastro sonoro de la penúltima nota, articulando contrapuntísticamente varias líneas melódicas. A veces sonaba a Lecuona, otras a Bach, e incluso nos recordaba a las deconstrucciones realizadas por ese gran pianista que fue Michel Petrucciani. Este soliloquio, tan deseado como previsible, se situó convenientemente a mitad del espectáculo para oxigenar el repertorio del brasileño, el auténtico protagonista de la noche. La idea del encuentro estaba perfectamente señalizada en cada una de las intervenciones solistas, así como en la lista de temas prefijada. Es decir, no se apreció el margen de libertad deseado en todo concierto de jazz, salvo cuando
definiendo unísonos y creando atmósferas exuberantes, doblando a la acústica allá donde ésta no llegaba. Mientras, Bosco sostenía el discurso arpegiado típico brasileño por medio de patrones de samba que derivaban en bossa cuando se ralentizaban, evitando roces no deseados con el piano. Cierto es que el grupo brasileño sorprendió, aunque por momentos se echaba en falta un saxo. Más que ningún otro, sobresalió el baterista Kiko Freitas. Él solo mantuvo todo el andamiaje rítmico al tiempo que trabajaba en consonancia con Rubalcaba. Dinámicas, color, acentos, intensidades, variaciones de tempo sobre patrones de samba, escobillas, platos, cencerro, todo descrito de forma exquisita y precisa. Por último, destacar también el sonido de la sala, absoluto y cristalino. Se disfrutó de una de las mejores sonorizaciones escuchadas en el Isabel la Católica.
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Granada Hoy actual 3 viernes 10-11-06
Maestros. Afirman que para formar parte de Buena Vista Social Club es necesario “tener más de sesenta años”, aunque sus miembros derrocharán esta noche buen estado de forma y mejor música en su reencuentro con el Festival de Jazz
Buena Vista Social Club. Formación de jazz
“Nuestra música, sin ser antigua, remite a las raíces de la tradición cubana”
ESTHER FALCÓN
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LA ANÉCDOTA
Graham Collier: un compositor de lujo en el público Graham Collier, uno de los compositores más destacados del panorama jazzístico contemporáneo, acudió anoche por sorpresa al Festival de Granada. Aunque el músico ocupó un discreto lugar entre el público, no pudo evitar generar cierta expectación entre los ‘eruditos’ del jazz. Era la primera vez que sus numerosos compromisos internacionales le habían permitido acudir al Festival de Granada.
MARÍA DE LA CRUZ
Los veteranos de Buena Vista Social Club repasarán la música tradicional cubana esta noche en directo. REDACCIÓN ■ GRANADA. Llevan el ritmo de Cuba en la sangre; de hecho, su forma de entender la vida es la fuente de la que brota toda la música de Buena Vista Social Club, una de esas formaciones que han hecho del jazz una realidad que trasciende hacia el mundo de los sentimientos . La banda, que engloba ya a varias generaciones de los mejores músicos de la is-
la, participa de nuevo en el Festival Internacional de Jazz de Granada con un recital que reunirá sobre el escenario a Guajiro Mirabal (trompeta), Cachaíto López (contrabajo), Manuel Galbán (guitarra), Aguaje Ramos (trombón), Javier Zalba (clarinete y flauta), Idania Valdés (voz y percusión), Robertico Fonseca (piano), Filiberto Sánchez (timbales), Ángel Terry (bongos y congas), Carlos Co-
lunga (voces) y Luis Alemany (trompeta). “La forma de dar y tocar la música, la forma de cuidar las letras es algo esencial en los cubanos. Nosotros las depuramos mucho para que se pueda captar sin comprender lo que se dice. En España son más rítmicos y más rápidos, necesitan más energía. Nosotros les damos la música de una forma y ustedes las quieren de otra. En Alemania
la música cubana hace furor, y es una cosa excepcional porque no entienden lo que cantamos”, explican Mirabal y Ramos, el alma de la banda. Las trayectorias en solitario de los músicos que integran Buena Vista Social Club derrochan argumentos de sobra para situarse en lo más alto de la música cubana, aunque todos ellos han hecho de la banda ya en plena etapa de madurez su principal centro de interés. “Es que hasta que no se tiene sesenta años no se entra en Buenavista. Lo que de verdad hay que hacer es ir a las raíces de la música cubana, sacar al abuelo, vestirlo y darle una paseo”, bromean. Pero ni el peso de los años ha conseguido nunca eclipsar los brillantes destellos de buena música de una banda que mantiene muy vivo su espíritu y que siempre ha buscado crear un placer para los sentidos. Sus comienzos se llenaron de cautela y de precaución hasta que crecieron “mucho más allá” de lo que pensaban para vivir “un sueño” que ahora pasa por hacer realidad nuevos objetivos en forma de discos. Herederos de la tradición, la música de Buena Vista Social Club recupera los ritmos de mediados del siglo pasado. Una música que, “sin ser antigua, remite a las raíces, a esas cadencias tranquilas para oír y para bailar desde una perspectiva de la historia de la música cubana” que arranca en los años treinta y llega hasta los sesenta. “Ya no se hacen letras como las de antes, con ese lirismo, esa afectación y esa potencia. Puede que sea porque ya no hay poetas como ellos en al música cubana o que están escondidos”, coinciden en señalar los miembros de una banda para la que el jazz no tiene edad.
Entre el jazz y el punk BIG BOSS MAN XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Ahmad Jamal: piano, James Cammack: contrabajo. Idris Muhammad: batería. Lugar: Planta Baja. Fecha: miércoles 3. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
MARÍA DE LA CRUZ
Big Boss Man llenó la sala Planta Baja.
■ GRANADA. Hay muchos caminos de cruce entre las raíces del blues y el significado sonoro de una actitud o un fenómeno estético contestatario como es el punk. Entre la afinidad
de rock y jazz, de Hendrix y Miles, pasando por el free jazz mezclado con rock progresivo y respiración neoyorquina, este joven grupo inglés elige una confluencia de estilos anglosajones: acid jazz teñido, sin ropajes ni peinados, de punk. A finales de los 50, H. Silver mezcla hard bop, blues y r&b y surge el funky. Extendido por el sello Blue Note en los sesenta, Jimmy Smith y Grant Green se recrean en órgano Hammond y guitarra para poner los andamios del soul, ya señalizado por James Brown. Principios de los 70, Miles Davis y después Herbie Hancock cambian el órgano por un
Fender Rhodes dando lugar al jazz sicodélico. Finales de los 80, toda vez que Sex Pistols ya había fenecido, un listillo llamado Gilles Peterson (un influyente disjóckey y productor del que BBM no parece tener noticias) acuña el término acid jazz, cóctel londinense de sonidos latinos, funk y soul. El punk, vertiente ‘degenerada’ de la sobriedad rítmica del ska y los mod (Small Faces), alimenta también la propuesta de BBM. Un grupo que suena a Jimmy Smith (trío con órgano, más guitarra y sin metales), al pulso excitante de James Brown, a percusión latina (Ray Barreto) y a distorsión.
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2 actual Granada Hoy sábado 11-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Ritmoarrollador. Siete años después de su primera actuación, los cubanos Buena Vista Social Club regresaron anoche al Festival de Granada para hacer enloquecer al público con su música frenética
LA CRÓNICA
G. Cappa ■ GRANADA. En Cuba son expertos en
hacer funcionar televisiones y coches de la década de los cincuenta y sesenta. En música, los artistas de esta época también funcionan, pero con la modernidad de una tele de plasma. Para entrar a tocar en Buena Vista Social Club hay que tener “de setenta años en adelante” y el alma de un niño. Y todas estas premisas las cumplen unos músicos que pusieron ayer patas arriba el Isabel la Católica. Se lo pasan bien en el escenario y el público, en las butacas, aún mejor. Siete años después de su primera actuación en el Festival de Jazz de Granada, la formación regresó con una banda de once músicos cubanos conformada en exclusiva
AMBIENTE FESTIVO
Buena Vista Social Club se lo pasa en grande en el escenario; y los espectadores en sus butacas aún mejor para esta única gira mundial, en la que Cachaíto López, Guajiro Mirabal y Manuel Galbán tocaron temas de sus famosos discos, mientras Aguaje Ramos presentó material de su nuevo disco, cuyo lanzamiento está previsto para los próximos meses. Se echaron de menos por su desmedida humanidad Rubén González e Ibrahím Ferrer, ya desaparecidos. En las entrevistas ponen una condición previa, no hablar de política. ¿Para qué? Su única política es hacer música y no entiende de fronteras ni banderas; ni de épocas. Aunque recuperan temas de mediados del siglo pasado suenan frescos, desenfadados, actuales sin perder sus raíces. También suenan rotundos. No en vano, son once los músicos queayer casiseapiñaronenelescue-
MIGUEL RODRÍGUEZ
Más de seiscientos años de potente jazz sobre el escenario del Isabel la Católica.
Los ‘superabuelos’ arrasan con su tradición cubana 2
LA ANÉCDOTA
El secreto del club: “Más de 70 años...” Lo dijeron bien claro durante su actuación en el Isabel la Católica: “Hayquetenermásde70añospara pertenecer a Buena Vista Social Club”. Ciertamente, sobre el esce-
nario ayer se pudieron contar más deseiscientosaños...Había,sinembargo, algún que otro ‘infiltrado’ en este exquisito grupo de ‘chicos de oro’deljazzcubano.
to escenario del Isabel la Católica. Son Guajiro Mirabal (trompeta), Cachaíto López (contrabajo), Manuel Galbán (guitarra), Aguaje Ramos (trombón), Javier Zalba (clarinete y flauta), Idania Valdés (voz y percusión), Robertico Fonseca (piano), Filiberto Sánchez (timbales), Ángel Terry (bongos y congas), Carlos Colunga (voces) y Luis Alemany (trompeta). Conocidos en
Cuba como los ‘super abuelos’, del proyecto original nacido de la ocurrencia de Ry Cooder y Nick Gold sóloquedaconvidaOmaraPortuondo. En el camino han quedado auténticos personajes como Compay Segundo, que a buen seguro sería uno de los grandes detractores de la nueva Ley Antitabaco. Pero el perfume a purohabanopermanece,ysulegado musical también. Compay –que mu-
viejo colaborador de Copland, profundiza y abre impresiones sobre los bloques temáticos. Su sonido fibroso y de tensión penetrante dibuja las líneas básicas abiertas por el pianista en la mano izquierda. La elocuencia de Joechen Rueckert combina una gran capacidad expresiva y de color en una engañosa discreción de formas. Las sutiles dinámicas se aplican con una especial destreza para tocar fuera de compás y aliarse con la respiración del piano. Marc Copland extiende figuras lentas con modos repetitivos
ascendentes (Coltrane) que luego se comprimen como si buscaran un refugio. Si Bill Evans se hace presente en los adornos elegantes y en una poética sobre la melancolía, Satie parece inspirar esos momentos de cadencias cíclicas y breves pulsaciones. Copland, en The Sun at the zenith, consigue describir tensiones que se acaban desvaneciendo para dejar un rastro de lirismo sostenido. Volúmenes y claroscuros en el piano de Copland (Spartacus, The sun at the zenith), se contraponen con la luz diáfana de la trompeta de Hagans (Beautiful Lili, On Green Dolphin Street y Footprints). Belleza íntima y reflexiva.
Introspección, luz y misterio MARC COPLAND XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Intérpretes: Marc Copland: piano, Tim Hagans: trompeta, Drew Gress: contrabajo, Joechen Rueckert: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: jueves 9. Aforo: casi lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO
Un concierto con dos planteamientos en el repertorio y sendos líderes sobre el escenario.
■ GRANADA.
Reciprocidad creativa, conexión sensitiva en los detalles, contención expresiva, huída de lo fútil y densidad de formas sin saturación de espacios, en resumen, eso fue uno de los conciertos más especiales de esta edición. Los temas de Copland (hacemos suyo la estremecedora versión de Spartacus, tema de dicha película, y The Sun at the zentih, título inspirado en una sentencia de Sastre con alusión a la guerra de Irak) son breves apuntes en los que la densidad expresiva busca a la vez una simplificación de la arquitectura y de las dimensiones.
El ámbito reflexivo expuesto, difícil de empatizar, no impide la respiración poética. El perfil tonal, más que el melódico, gira hacia adentro, como en círculos. Tim Hagans fue uno de los primeros colaboradores de Marc Copland en esta segunda carrera como pianista. Su trompeta, con un fraseo pulido y sin vibrato, de sonido brillante y claro, encadena frases fragmentadas y rápidas con otras notas más extendidas. Esta naturaleza incisiva y cálida contrasta bien con la espaciosidad brumosa de Copland. Drew Gress, como Gary Peacock, un
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Granada Hoy actual 3 domingo 12-11-06
El disco. La edición del año pasado del Festival de Jazz deja como regalo ‘A night in Granada’, el primer álbum en solitario de Kenny Barron, donde el pianista indaga en el insondable mundo del jazz a través de varios clásicos
El recuerdo imborrable
ción fuerte de stride en los registros graves, la influencia del ragtime y el virtuosismo añejo de Jelly Roll Morton queda reflejada en All God’s children. En Spring can really hang you up the most, en cambio, nos sugiere la respiración lírica de blues de todo un Hank Jones, uno de sus maestros reconocidos. Dos temas firmados por el propio Barron, Lullabye (con la sensibilidad frágil y otoñal de Bill Evans) y Calipso (como tema de despedida, al igual que en el concierto, donde Barron destapa su pasión por los ritmos afrocaribeños) completan
REPERTORIO
Dos temas firmados por el propio Barron donde destapa su pasión por los ritmos afrocaribeños se unen a grandes clásicos
ESTHER FALCÓN
El pianista Kenny Barron durante su actuación en el Festival de Jazz del año pasado. JESÚS GONZALO
A night in Granada ● Kenny Barron ● Colección Festivales de Jazz de Granada ● 2006
PEPE TORRES
■ GRANADA. Uno de los acontecimientos más esperados de la pasada edición del Festival Internacional de Jazz fue la cita a piano solo de Kenny Barron. Tenía que ser precisamente él, hombre poco dado a los protagonismos, quien clausurara dicho certamen. De esa cita se desprendía la ilusionante intención de grabar el concierto y editar posteriormente un disco. Todo un detalle para Granada, habida cuenta de que el pia-
nista no tiene ningún trabajo registrado en solitario. En este cuidado trabajo, que ya se está entregando a los abonados al festival, se suman el valor de exclusividad, el intrínseco musical y el afectivo. Porque todo lo que ha rodeado a este proyecto goza de la complicidad que une a las personas que aman esta música, a quienes la hacen con quienes la escuchan. Hay un factor que se aprecia en esta posibilidad que ofrece la escucha posterior de una grabación respecto del concierto que le dio origen. Este carácter contrastado permite descubrir los distintos estados de percepción intrínsecos al acto de escucha. Es decir, aun siendo la misma música, la sensibilidad cambia del directo al disco. Y debemos decir que para mejor, puesto que lo que en la sala del Isabel la Católica se percibía a veces
como excesivamente virtuosístico, saturado de notas, ahora se tiene una impresión de conjunto más rica y plena. Ayuda el hecho de que se haya modificado el orden de interpretación de los temas respecto al espectáculo y el excelente trabajo de registro y posterior edición del sonido, que facilita una escucha más compacta y un mayor distanciamiento emotivo del acto sin perder fidelidad. Entre la colección de temas, hay para todos los gustos y registros propios de Barron. Los grandes, como él reconoce, aparecen. Ellington y Strayhorn en la delicada Star crossed lover. Monk en Monk’s dream, una excelente versión que indaga en el insondable mundo aparentemente caprichoso y plena de lógica interna, y Well you needn’t. El toque veloz y robusto del bop de Bud Powell, la pulsa-
Fórmula irresistible pero edulcorada BUENA VISTA SOCIAL CLUB XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Intérpretes: Buena Vista Social Club, con Orlando ‘Cachaito López’, Guajiro Mirabal y Manuel Galbán. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: viernes 10. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO ■ GRANADA. Hay algo que nos seduce inmediatamente de la gente y de la música cubana, su esponta-
neidad. Si este proyecto nacido en 1997 significó todo un revulsivo en las músicas tradicionales fue precisamente porque recupera con nuevas perspectivas a voces olvidadas. Toda vez que la pérdida se hace irreparable cuando se nombra a Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y a ese pianista de estirpe única que fue Rubén González, hay que pensar qué nos queda de aquel proyecto que nos devolvía “semillas del son” desde el bolero al danzón. Anunciada como “la orquesta Buena Vista Social Club” por quien parece ser el director musi-
cal de la misma, el trombonista Aguaje Ramos, el presente de esta formación pivota sobre tres de sus figuras vivas (Cachaito, Galban y Mirabal), incide en la memoria huérfana (temas inmortalizados por Rubén e Ibrahim), incorpora voces jóvenes que no tienen el sabor del cantor de son, sino más bien de salsa, y se refuerza instrumentalmente en un esquema de potencia y sabor ya introducido por el Afro Cuban All Star. Una afinidad desplegada sobre tiempos más efusivos y contagiosos, derivativos del guaguancó hacia la salsa, que aleja al
grupo del son, la guajira y el montuno (sin guitarra tres). El estudiado e inflexible repertorio –incluyendo los dos únicos bises previstos en homenaje a Ibrahim: El cuarto de Tula y Dos Gardenias– recogía temas clásicos (sin aludir a su autoría, ya sean de Arsenio Rodríguez o Perez Prado) o los de más peso musical de Cachaito, basados en danzón y descarga, géneros en los que su saga familiar es experta. El contraste más ‘pop’ lo ponía Galbán y su guitarra entre surfera y hawaiana. Con sus habituales tics de glissandis descendentes y fra-
el repertorio extraído del directo. El palpitar clásico que tiene el pianismo de Barron, escuchar simplemente el principio del disco con el estándar Love walked in, de Rodgers y Hart, sólo podría tener un diseño plástico pretendida y acertadamente retro. La letra, el color blanco envejecido tirando a sepia, como desgastado por el uso, la fotografía en blanco y negro del interior, todo, nos devuelve el formato de los elepés de jazz antiguos de finales de los años 50. La fotografía de Pepe Torres, testigo imparcial que captura el instante sin pretender otra cosa que estar ahí sin ser visto, refleja la serena austeridad en los gestos de Barron. En la portada de frente, en la contraportada por detrás, la silueta del pianista invita a escuchar su música mirando hacia la tradición y hacia el futuro. Con este disco Granada ha capturado un momento, como otros tantos que ya se nos escaparon, de jazz irrepetible. Que lo disfruten una y otra vez.
ses entrecortadas, Galbán leyó literalmente Quizás y Mambo nº5. El homenaje a Rubén González en Chanchullo sonó convincente, pero se echó de menos, quizá por respeto, el silencio solista del instrumento, el piano. Los solos más inventivos y brillantes (en los saxos, clarinete y flauta) recayeron en Javier Zalba. Los muy aplaudidos del joven Robertico Fonseca fueron toda una monumental cascada de virtuosismo a lo Chucho Valdés. Demasiado lejos de la fértil y sabia expresión de Rubén. Hoy por hoy, BSC es un producto musical descafeinado, tan rentable como previsible, tan irresistible como poco espontáneo pese a su éxito.
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Granada Hoy actual 37 lunes 13-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Recuerdo. Kenny Garrett ofreció anoche un concierto memorable donde repasó varios de los grandes clásicos con un sonido de vanguardia y modernista y recreó la atmósfera de ‘Beyond the wall’
Las fantasías de un saxo con alma hasta el Teatro Isabel la Católica todo el espíritu y la tradición musical de Oriente que un día le fascinaron desde su apuesta con una formación clásica de jazz. No estaban presentes ni los violines, ni las percusiones, ni los cellos, ni las arpas ni tan siquiera los ehrus –guitarra tradicional china– que acompañaron al saxo de Garrett en la grabación de Beyond the wall, aunque tampoco se echaron de menos. El cuarteto recreó con imaginación y gran dosis de sugerencias la atmósfera oriental que requerían los temas de su último disco. El saxofonista quiso convertir al público en parte activa de su ac-
B. DURÁN ■ GRANADA. Dicen
de Kenny Garrett que decidió dedicar su vida al jazz cuando escuchó la música que nacía del mítico Coltrane. No deja de ser una anécdota, pero seguro que fueron muchos quienes se sintieron identificados con esos sentimientos al disfrutar del concierto que el saxofonista ofreció anoche junto a su formación dentro del programa del Festival Internacional de Jazz de Granada. Escuchar la claridad y la pasión con la que brotaban las notas y contemplar la forma en la que un músico venera su instrumento es una experiencia de las que convierten a cualquier aficionado en un enamorado del jazz. Arropado en el escenario por Jamire Williams a la batería, Kris Funn al contrabajo y Benito González al piano, músicos de primer nivel internacional, Kenny Garrett y su saxo tomaron el mando de una actuación que evocó con tanta soltura a los grandes clásicos del jazz como a los ritmos más urbanos. El de Detroit está considerado como uno de los artistas más vanguardistas de su generación, capaz tanto de acompañar a Miles Davis en su última formación como de aventurar arreglos rockeros para Sting o Bruce Springsteen, todo ello luciendo sonrisas y ritmo en cada momento. Garrett llegaba a Granada después de su paso por Almería, Salamanca, Madrid y Gijón dentro de la gira española de presentación de su álbum Beyond the wall, editado tan sólo hace unos meses, y que acaparó la atención en varios instantes del recital. Temas como Realization, Kiss to the skies o el propio Beyond the wall llevaron
EQUIPO
MARÍA DE LA CRUZ
La actuación de anoche fue una de las más esperadas.
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PRÓXIMAS CITAS
Jueves 16 noviembre La poderosa voz de Dianne Reeves actuará junto a una pequeña formación de piano, bajo y batería.
Viernes 17 noviembre El quinteto del contrabajo Dave Holland ofrecerá una de las actuaciones más esperadas de este festival.
Sábado 18 noviembre
MARÍA DE LA CRUZ
El Joe Lovano Nonet convertirá en una fiesta el cierre de esta edición del Festival de Jazz.
Kenny Garrett derrochó pasión en todos sus temas.
La enciclopedia popular JAVIER COLINA XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Mariano Díaz: piano. Perico Sambeat: Saxos. Javier Colina: contrabajo. Guillermo McGill: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: ★★★ Fecha: sábado 11. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO
Sólo un músico con tantas y distintas experiencias como Javier Colina podría hacer suyo un repertorio clásico de jazz como lo
■ GRANADA.
hizo junto a un grupo que reúne a talentos incuestionables del jazz hispano. De Tete Montoliu a Ketama o Bebo Valdés, entre otros muchos, el contrabajo de Colina ha participado activamente en proyectos fundamentales en el jazz y en la fusión fértil de estilos tradicionales. Su asombrosa versatilidad le permite mirar a los estándares desde una mentalidad rigurosamente jazzística y al mismo tiempo enriquecida por el tamiz cercano de la música popular de aquí (flamenco) o de allá (Cuba). El esquema con el que se presentan los temas es básico. Introduc-
ciones al bajo o bien a dúo están seguidas del motivo principal, que luego se abre a las intervenciones solistas y termina en coda con imaginativos arreglos. Los ritmos afrocubanos y de bulería suavizaron con cercanía la sincope lógica de Monk en Epistrophy. El resultado recuerda a un proyecto en el que, no por casualidad, Colina, Sambeat y McGill participaron: New York Flamenco Reunion. La maravillosa versión de Love for Sale de Cole Porter fue original y bella desde el comienzo, con un Sambeat al soprano dibujando figuras arabescas. De Duke Ellinton eligieron la bala-
da Star crossed lovers e Isfahan, cuyo lirismo en el soprano respiraba a Debussy. Vida, de McGill, y la nana Drume negrita, de Ernesto Grenet, hermana el flamenco con Cuba. Colina sigue indagando en su naturaleza de músico integral y políglota. No recurrió a ninguna de las canciones cubanas que jalonan Si te contara, su último disco. En el lúcido texto que acompaña a este trabajo discográfico, Santiago Auserón define de primera mano la música de Colina: “Es de una sinceridad abrumadora, esencial. Es desnudez del pensamiento y del sentir”. Como músico dice de él:
Garrett estuvo arropado por Jamire Williams a la batería, Kriss Funn al contrabajo y Benito González al piano tuación, atrapándolo a través de solos imposibles que dejaban boquiabiertos hasta a sus propios compañeros y con el color propio que sólo poseen los grandes jazz men. Un recital entregado, donde tenían cabida desde los guiños a su adorado Coltrane como los sonidos más actuales de un jazz modernista que revolucionó el ritmo de los espectadores. Pese a contar con más de cincuenta discos en su haber y cientos de colaboraciones con los más grandes, Kenny Garrett es un tipo cercano que busca disfrutar al máximo de cada una de sus actuaciones. En Vigo esperan ansiosos su concierto de mañana. Quienes ya han sido testigos de su música aún conservan la sonrisa.
“Es de esos que han dado un salto por encima de la fusión, a la vez hacia delante y hacia atrás, recuperando estándares clásicos del jazz y naturalizando en su fraseo... el repertorio de be-bop, las claves afroamericanas, el flamenco y la tradición lírica española”. Queda sólo añadir que su contrabajo, del que se entiende todo, es rítmico y melódico a la vez, cantarín y percusivo, redondo y rasgado (excelente tanto arpegiado como con arco), enciclopédico cuando extrae de algún rincón de la memoria infinidad de guiños a viejas tonadas que nos pertenecen a todos, de la copla al cancionero cubano (Chan Chan, El Manisero). Cercanía, inspiración y verdad se aliaron en el vasto y cálido verbo de Colina y su cuarteto.
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4 actual Granada Hoy viernes 18-11-05
FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA
CITA ANUAL CON LA BIG BAND
Estreno absoluto. El músico norteamericano Dave Samuels dirigió anoche a la Big Band en una atractiva incursión por melodías caribeñas y materializó un sueño: estrenar sus composiciones para orquesta de jazz
Aromas caribeños orquestados que cuadran perfectamente con el estilo galante de Mur. Son melodías como The man I love (Billie Holiday no necesitó del belcantismo sino de su tragedia personal y del blues para inmortalizarla), Out of nowhere y the lady is in a tramp. Mur presenta a Samuels. El música invitado se hace con liderazgo, dejando poco espacio a Kiko Aguado. Suena el primer disco del Caribbean Jazz Project, One for Tom (para Jobim) y Latin Quartet. Después hace una estupenda improvisación solo, con riffs de estádares y fuerte contrapunto. Suena el tumbao vigoroso de Afrogreen. Por útlimo dos estándares de peso, One step ahead y Stolen Moments (Oliver Nelson). Se suma Mur en el bis final con Chega de saudade.
DAVE SAMUELS Y LA GRANADA BIG BAND XXVI Festival de Jazz Granada. Músicos: Trompetas: Gregorio Buendía, Miguel Ángel Romero, Antonio Alba y Antonio G. Maroto, Trombones: Daniel Anarte, Juan Manuel Pamblanco, Manuel Vargas y José Antonio Rodríguez, Saxo alto:Rogelio Gil y Juan José Rodrigo, Saxos tenores: Agustín Sánchez y Antonio González, Saxo barítono: Toto Fabris,Voz: Celia Mur, Piano: Alejandro Serrano, Contrabajo: Guillermo Morente, Batería: Julio Pérez, Guitarra y dirección: Kiko Aguado, Vibráfono y marimba eléctrica: Dave Samuels. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Aforo: Lleno. Fecha: Jueves, 17 de noviembre. ★★★ JESÚS GONZALO
Lo que darían los músicos de jazz de algunas ciudades andaluzas por poder disfrutar de un gala en la que se comparte escenario con figuras internacionales. Es una oportunidad única la que el Festival de Granada viene cumpliendo año tras año con los músicos de la ciudad. Saxofonistas como Bob Mintzer y Benny Golson han dado paso a un percusionista cuyos instrumentos, vibráfono y marimba, a diferencia de la mayoría de su especie, están afinados y permiten un lenguaje melódico, no sólo rítmico. Pese a las posibilidades que ofrecen, incluso de alturas pues son maderas tubulares, pocas han sido las ocasiones destacables en la historia del jazz. Lo llamativo, tras lo escuchado anoche, es comprobar que es una propuesta que, bien empastada y ensayada, da mucho de sí. En la primera parte del concierto, la voz fue el instrumento solista. Celia Mur, como viene siendo habitual, acompañó a la Big Band granadina en una serie de canciones
3 PREVIO
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Elegancia y seducción afrancesadas
PEPE TORRES
El pianista francés Jacky Terrason llega hoy a Granada con una actuación que le une a la cantante y actriz Laïka Fatien, a 21 horas en el Teatro Isabel la Católica. En la recta final del programa central, este concierto es el primero de los dos esperados en el cartel que tienen como protagonista también a la voz. Terrason, pianista de modos exiquisitos y muy versado en el acompañamiento a cantantes, comenzó su carrera junto a Dee Dee Bridgewater y después lo haría al lado de Cassandra Wilson. Fatien participó en el grupo del revisionista clásico Claude Bolling.
DAVE SAMUELS. Un vibráfono de jazz afinado en los ritmos y melodías caribeños.
Dave Samuels. Compositor y vibrafonista
“En todo el mundo, la música se ha desarrollado alrededor de la percusión” JESÚS GONZALO ■ GRANADA. A pie de escenario, dando algunas instrucciones antes de la prueba de sonido con al Big Band de Granada, Dave Samuels trasmite serenidad. Es un hombre elegantemente vestido dentro de una cierta informalidad que acentúa su buen gusto. Tiene ademanes pausados aunque parece algo contrariado. Ya en su camerino comenta, no sin pesar pero esperando comprensión de quien le escucha, que tenía que haber llegado ayer a Granada y que está aburrido de los aeropuertos: han perdido su equipaje en su ‘vía crucis’ por tierras españolas. Realmente no ha tenido tiempo de ensayar el repertoiro con la Big Band de Granada hasta ayer tarde.
“En total, de 7 temas sólo interpretaremos 5, son todos estrenos absolutos para orquesta”. Asegura que esta feliz idea partió de su mánager en España, Amparo Tébar. Pese a las dificultades, le ilusiona el hecho de que se vaya a grabar este concierto, el primero con arreglos para esta gran plantilla. Dave Samuels toca el vibráfono y la marimba aunque su primer instrumento fue el piano. Formó parte de Sypro Gyra y ha colaborado con Pat Metheny y Frank Zappa. Siendo percusionista como es, su posición de solista al frente de una orquesta no deja de ser algo atípico... “Sí, es cierto, tan sólo tres grandes vibrafonistas lo llegaron a hacer: Lionel Hampton, Tito Puente y el gran Terry Gibbs”. Pero si poco habitual es
encontrarle en esta coyuntura, complicado resulta encajar su demostrada afinidad con los ritmos caribeños. La esclavitud es fundamental en el trasiego de gentes y culturas, el balafón es africano. Pero, ¿qué pasa con la marimba, en Cuba y Brasil sólo hay tambores? “La música de todo el mundo se ha desarrollado alrededor de la percusión. Efectivamente, el balafón es el nexo que vincula a la marimba con África, pero es en Centro América, y no en las Islas del Caribe, donde hay que encontrar ese vínculo”. Más común es el steel drum, en el calipso, por ejemplo, que toca su compañero del Caribbean Jazz Project, Andy Narell. “Sí, cierto. Pero el steel drum no llega al Caribe hasta después del a II Guerra Mundial. El turismo con-
diciona la percepción sobre esta región, pero de allí surge el tronco del árbol de la música afroamericana”. El aplaudido Caribbean Jazz Project (Samuels, Narell, D´Rivera), Jazz en la Costa, verano del 2000, “reúne música de Europa occidental, de Portugal, España e Inglaterra, de la costa atlántica africana y amerindia”. Samuels se detiene y da todo lujo de detalles cuando se le menciona su colaboración con Frank Zappa en el referencial Live In New York. “Era el último de siete conciertos en la ciudad, fue algo inolvidable, una especie de espectáculo total que usaba elementos teatrales”. ¿Antes compositor que guitarrista? “Sin duda, creo que Frank fue la primera persona que unió todas las músicas
posibles, era un genio. ¿Sabes que me pidió que formara parte de The mothers of invention? Decliné ese honor, no quería ser una madre más”. Las risas dan paso a otra anécdota. “Era un tipo realmente progresista, en ese año de 1976 ya llevaba una pequeña máquina de cafe expresso”. ¿Y la contracultura? “Nunca vendió un disco propio”. Bueno, ahora su mujer vigila esos intereses con mucho celo. “Mira, en el concierto en Nueva York, Frank tenía algunos problemas con Warner Bros. Ellos intentaban censurarle y él, en la gran pantalla que teníamos detrás, y con todas siglas de la compañía, destapó el asunto”. Samuels parece tener más vívida la memoria junto a Zappa que dentro de Sypo Gyra, grupo enblemático del jazz fusion en los 80 que abandonó en 1993: “De aquello lo que hoy queda es jazz muy suave, smooth jazz”. Entre sus proyectos actuales está seguir colaborando con big bands, mantener el Caribbean Jazz project y realizar un proyecto de percusión.
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Granada Hoy actual 3 domingo 19-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Clausura.Tras el fabuloso concierto que dio Dave Holland con un quinteto atípico con piano, Joe Lovano y su noneto cerraron anoche el programa central de esta edición del festival de jazz
Excepcional y extraordinario
■ GRANADA. Nunca me convenció la sentencia “la excepción confirma la regla”. Incomoda la debilidad de un pensamiento que da pie a que todo aquello que está fuera de lo estipulado venga, precisamente, a confirmar el orden contrario. Hay trampa en esa justificación basada en lo imprevisible. Dave Holland creó su segundo quinteto, ya histórico, hará unos 10 años. En los ochenta había formado una banda junto a Steve Coleman en la que se dio a conocer un jovencísimo Robin Eubanks. El planteamiento era similar a éste, unir saxos y trombón en el frontline, escoger una batería poderosa y con mucho groove (Marvin `Smitty` Smith) y evitar el acom-
tensión de éste, como es la big band, de la que el quinteto es el núcleo organizativo. Se nota que todo encaja a la perfección. Ya no se echa tanto de menos a Billy Kilson en la batería. Nate Smith está seguro en su posición, es más, su toque de ahora es tan rápido y poderoso como el de Kilson. La aportación de ambos parece fundirse: poliritmos veloces y precisos que reúnen pequeñas dinámicas realizadas con las baquetas sobre los filos y el charles, drive rotundo y precisión en los platos. Gustan sus retardandos y acelerandos, perfectamente implicados en el verbo, escrito e improvisado. Lo de Eubanks y Potter es caso aparte. Son dos y uno a la vez. Es la melodía dividida: gases nobles en los registros graves, en el sentido rítmico interno y en los multifónicos del trombón; lírica, penetrante, febril e inasible la belleza del saxo. Dos y uno. Es algo celular que elige partirse para poder volar libre. Mientras, Holland vertebra dicha división. En sus cuerdas hay una lógica interna, profundamente unidas, entre melodía y ritmo. Además, aún le queda tiempo para dirigir la función rítmica y crear unísonos con el piano o la batería. Es admirable el concepto compositivo y cómo se amolda al grupo en largos desarrollos solistas. La mayoría de los temas, excep-
EXCEPCIONAL
EXTRAORDINARIO
La incorporación del pianista Jason Moran supone un cambio estructural decisivo en el quinteto de Holland
Todo en este grupo tiene sustancia, las composiciones, la estructura, los solos, el sonido de conjunto
DAVE HOLLAND QUINTET
3 CONCIERTO DE AYER
XXVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE GRANADA. Chris Potter: saxos. Robin Eubanks: trombón. Jason Moran: piano. Dave Holland: bajo. Nate Smith: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: Fecha: 17 ★★★ de noviembre. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO
ESTHER FALCÓN
El saxofonista norteamericano en el concierto de anoche en el Teatro Isabel la Católica.
pañamiento de piano para obtener un timbre distinto. Es curioso, Holland, como Paul Motian, son músicos que en sus proyectos nunca cuentan con un pianista. Si el contrabajista británico eligió un vibráfono y una marimba para estructurar armónicamente su quinteto, estamos seguros de que tenía sobradas razones. El hecho es que este grupo, uno de los más reconocidos por crítica y público en la última década, está muy consolidado, su sonido queda perfectamente estructurado por la elección de los músicos. Cualquier cambio en los elementos que lo integran tiene forzosamente que notarse. Cualquier excepción, así planteada con piano, nos recordará a la regla desmentida. Steve Nelson, excelente compositor y percusionista, no ha podido acompañar a Holland en esta gira. No vamos a entrar en las razones de su ausencia, pero es cierto que podría haberse previsto esta situación. Así pues, Granada pudo asombrarse con el potencial de un falso quinteto. Y a pesar de la excepción que significa la pre-
Joe Lovano, el saxo dice adiós El saxofonista de Cleveland, Joe Lovano, se encargó anoche de cerrar el programa central de la XXVII edición del Festival Internacinal de Jazz de Granada. Acompañado por una completa sección de saxos (barítono, tenor y alto), el norteamericano se encargó de clausurar una convo-
catoria que se ha caracterizado por su eclecticismo y que ha contado con músicos tan diversos como Gonzalo Rubalcaba y Joao Bosco, el legendario pianista Ahmad Jamal o la vocalista Dianne Reeves. Pero la actuación de Lovano no significa un punto y final para el festival, que este año ha
previsto un denso programa en paralelo que hoy continúa en Planta Baja y en Eshavira con propuestas tan divergentes como el jazz moderno y el flamenco. El próximo jueves, con la visita de Wilko Johnson Band en el Alhambra Blues Festival y el Doghouse, se cierra la edición.
sencia de Jason Moran, “un invitado especial”, en palabras de Holland, el concierto fue extraordinario, abundando en la calidad del mismo. Por más inteligente que sea el cambio realizado, Moran incluido, la fórmula se queda coja. En principio, si no elige un percusionista, lo mejor que puede hacer es coger a un pianista. Bien. Entendiendo que se mantiene el contexto acústico, el piano jamás podrá hacer funciones de marimba por más rítmico o percusivo que intente ser, pero un pequeño Fender Rhodes bien podría susti-
tuir, como así fue, el timbre cimbreante del vibráfono. Un dato importante: hay un instrumento electrónico en la formación. Después está Moran, excelente pianista con un toque que une de forma increíble todas las esencias emanadas del blues y la atonalidad de Cecil Taylor. Es decir, tiene la misma expresividad que Nelson pero en piano. Moran apenas tuvo oportunidad de entrar de verdad en ese organismo ya crecido y desarrollado que es el quinteto de Holland. ¿Cómo penetrar en los diálogos entre Potter y Eubanks
sin romper esa química infalible? ¿Y qué solos podría hacer sin mencionar la melodía, apenas apuntando acordes relativos al motivo principal? Estuvo tímido y retraído, discreto más que sutil, en segundo plano. El concierto da comienzo con la fabulosa Prime Directive (tema que da título a uno de sus mejores trabajos de hace unos años), y uno piensa que todo es posible. Es la articulación del sonido, es cómo las composiciones se amoldan perfectamente a este grupo, las nuevas y las antiguas, o a una ex-
ción aparte de la preciosa balada que interpretaron, tienen pequeñas modulaciones que se repiten creando tensiones rítmicas como lanzaderas para la expansión melódica. El grupo ha rebajadoel calor energético (Extended Play, ECM) en favor de la intensidad sostenida. Los finales siguen reelaborándose, y pueden terminar, como en Prime Directive, reduciendo al mínimo el motivo central o como Full circle (de Eubanks)en plan rapsódico, tras un inicio que sonaba a polifonía renacentista. Es tal la riqueza de matices, el empuje que provocan los solos de Potter sobre todo, que el tema parece optar por mil direcciones distintas al origen. En consecuencia, Holland y su falso quinteto dieron un concierto extraordinario, nos referimos a la altísima calidad de la música y en lo excepcionl del formato. Hay que verlos en su formación original, porque, tras casi diez años, parece mentira que este grupo suene aún con tanta fuerza, decisión, refinación e intensidad colectiva como al principio.
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42 actual Granada Hoy lunes 20-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Esencial.El saxo enciclopédico e indómito de Joe Lovano, acompañado de su noneto, despidió el programa central del festival de jazz citando a los grandes, Miles Davis y John Coltrane personalizados
Corrientes de expresión personal JOE LOVANO NONET XXVII Festival Internacional de Jazz de Granada. Joe Lovano: saxo tenor, Steve Slagle: saxo alto y flauta, Ralph Lalama: saxo alto, tenor y clarinete, Gary Smulyen: saxo barítono, Barry Ries: trompeta, Larry Farrell: trombón, James Weidman: piano, Dennis Irwin: contrabajo, Otis Brown lll: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica. Fecha: 18 de noviembre. Aforo: Lleno. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Hasta la fundación de su noneto,
la carrera de Joe Lovano, figura imprescindible en el jazz de finales del siglo pasado, había destacado en pequeños grupos (dúos, tríos, cuartetos y quintetos) y grandes e innumerables colaboraciones (ScoHoLoFo, trío con Frisell y Motian, entre otras). En el momento de su creación, el saxofonista opta por un formato que pide escritura para un conjunto de mediano tamaño. Como gran improvisador versado en mil frentes, es aquí donde todas sus experiencias anteriores parecen confluir en una lectura personal, escrita y abierta a la improvisación. Joe Lovano no pertenece a escuela ni corriente alguna. Es de esos músicos que abren el camino para en el jazz desde una evolución personal. Esa búsqueda ya colmada en parte por la madurez del sonido y las experiencias compartidas sale a relucir en este grupo que lidera desde el año 2000. Son corrientes de expresión o confluencias artísticas vehiculadas en una sola voz. Propias y ajenas, todas su bagaje está implícito en este proyecto: por un lado, en su vasto conocimiento de la historia del saxo de jazz (Tenor legacy) y el color orquestal que extrae de los distintos modelos (menos soprano) de este instrumento; por otro, Lova-
no articula este formato de nueve músicos sobre un cuarteto como núcleo armónico y base rítmica que cuenta con piano (From the soul) y no con guitarra ; y la tercera y última faceta desarrollada con esta instrumentación es el peso compositivo (Rush hour, colaborando con el reconocido musicólogo Gunther Schuller). El concierto con el que cerró el programa central de esta XXVII edición del festival de jazz recoge los tres proyectos emprendidos con su noneto, que como el resto de su discografía están registrados en el sello Blue Note. Se extrajeron temas, por orden cronológi-
MIRADA INCISIVA
Joe Lovano indaga en el pasado y en el fenómeno de la improvisación desde una lectura contemporánea co de publicación, de 52 Street Themes (Whatever possess’d me), de On this day, en directo desde el neoyorquino Village Vanguard (After the rain y Good bait), y del trabajo de este año que presentaban, Streams of expressions (el mismo título y la suite dedicada a The birth of the cool). Esto nos da una idea del repertorio poliédrico estéticamente y por momentos desconcertante en su disposición, intercalando temas arreglados para un formato de suite con otros aislados. Improvisación libre al principio y cerca del final (dos temas de Lovano), Tadd Dameron (mediados los 50), Miles Davis y su nacimiento del cool (1948-50) en medio, la última etapa de Coltrane (mitad de los 60) cerca del final y vuelta a la improvisación libre y a Dameron para concluir en el bis. El saxo tenor de Lovano arranca sin que sus músicos se hayan colo-
ESTHER FALCÓN
Joe Lovano, la sabiduría de un saxo enciclopédico que revisa y amplía el pasado.
cado aún. Su solo se extiende durante más de un cuarto de hora en un desarrollo de libre improvisación colectiva que va sumando voces desde un trío de bajo, batería y saxo. Por esquema, una referencia ineludible, pero no textual, ni a él ni a Dolphy, como se ha escrito, a Ornette Coleman. Es un espacio lleno de motivos deshilados, de calor febril empujado por la batería, lleno de discursos cruzados con un sentido interno que produce texturas en la acumulación de notas. En Streams y Deal, piezas de Lovano convenientemente alejadas en el repertorio, es el tiempo para la improvisación libre. El padre de Joe, el también saxofonista Tony ‘Big T’ Lovano, tocó con Tadd Dameron. Su Cleveland
natal resurge en Good Bait con este autor de elegante lirismo, antes de mirar hacia Nueva York y a las leyendas de la calle 52. El noneto con el que Miles Davis dio pie al nacimiento del cool es una cita histórica improrrogable para un formato como éste, que entre saxos cuenta con el contrapunto de trompeta (Davis) y trombón (Mulligan). La suite de Gunther Schuller, con arreglos de Willie ‘Face’ Smith (también oriundo de Cleveland), inspirada en esa obra magna davisiana , hace una reelectura de Moodreams, Move y Boplicity. Bop rotundo en las rotaciones solistas del grupo y swing sólido en la base rítmica. La repetición del esquema hasta completar el formato, en un meddley de temas pro-
pios (Blue Sketches, Second Nature y Fire Prophets) hizo algo monótona la escucha. Coltrane es infinito, y la lectura de Lovano, bien distinta de la de Garrett, fue sublime, penetrante, delicada en un final de una suavidad de contornos estremecedora. After the rain comienza en cuarteto (magnífico James Weidman, pianista de sutiles disonancias que sutituye al desaparecido John Hicks) y lo desarrolla y distribuye por medio de emparejamientos en el conjunto, con un solo continuo, como soporte tensional, de la batería. Whatever possess`d me(Dameron) pone fin con delicado lirismo a este concierto de jazz esencial, caleidoscópico y sin artificios. Davis y Coltrane según Lovano.
OPINIÓN
Misión y guión cumplidos Jesús Gonzalo
Sin pretensión alguna de disponer de dotes de adivinación, hay que decir que la previsión realizada al principio de esta edición en estas páginas se ha cumplido. Bien es cierto que, como entonces decíamos, no había mucho espacio para la sorpresa en un cartel que repetía nombres , aquí o en Almuñécar.
En el balance del festival seguimos destacando, como al principio, el valor cualitativo y cuantitativo de la oferta privada. La sección Jazz en Paralelo ha sido el auténtico revulsivo de esta edición. Esfuerzos conjuntos para con el jazz local, nacional e internacional, en estilos tradicionales o avanzados, acústicos y eléctricos, de fusión o puristas. Con ella gana la música y esta sociedad, y esta-
blece, sin quererlo, distancias infinitas y casi insalvables con el resto de ciudades de Andalucía. Granada siempre ha tenido tradición por el jazz, esto no es nuevo. Ahora y antes, los locales han abierto sus puertas a la música en directo. Que esto suceda durante la celebración del festival en noviembre sólo engrandece esta oferta al tiempo que reafirma el compromiso social con el jazz.
Mientras los sonidos sincopados siguen serpenteando por las viejas esquinas del centro de Granada, su más ilustre escenario, el Teatro Isabel la Católica, cierra su programa de jazz. Por allí han pasado músicos de todas las generaciones. Leyendas como Ahamad Jamal que ya han hecho historia con otras que lo hacen como Kenny Garrett. Proyectos de fusión errados aunque agradecidos como el
de Rubalcaba y Joâo Bosco. La voz femenina del jazz clásico regresó a estos escenarios con Dianne Reeves. Buena Vista Social Club, una fórmula cubana en decadencia, entuasiasmó sin convencer. Las propuestas más interesantes, por ser el jazz un arte del momento, fecundo y exigente, estuvieron, como anunciamos, en las citas de Marc Copland, Javier Colina, Dave Holland y Joe Lovano.
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4 actual Granada Hoy miércoles 25-10-06
MÚSICA
INVESTIGACIÓN
Premio a la creación joven europea: el anticipo del Festival Jazz en Granada
y de las formaciones presentadas”. El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, José Antonio Pérez Tapias, insistió en “el alto nivel del concurso”, como lo demuestra el prestigio internacional del que goza, pues los más de 70 trabajos que este año se han presentado al certamen procedían de más de 23 países. Una diversidad que “que demuestra el universalismo del jazz”. El pianista catalán Jordi Berni ha conseguido proclamarse ganador, en buena medida gracias a un conjunto que amplía el formato de trío a cuarteto con el saxo tenor Santi de la Rubia. Para los organizadores, la música de Berni tiene un pulso netamente jazzístico pero con una escritura que permite deslizarse con suavidad y decisión desde las originales intro-
NOVEDADES
A partir de la próxima edición el grupo ganador actuará dentro del programa del Festival de Jazz de Granada
G.H.
GANADORES. La formación que ha obtenido el premio al Mejor grupo joven, Jordi Berni Trío.
Los dos grupos galardonados en el Concurso de Jazz, Jordi Berni Trío y Schultzing, actuarán esta noche y mañana en el Teatro Isabel la Católica JESÚS GONZALO/B. RICO ■ GRANADA. Por quinto año consecu-
tivo los ganadores del Concurso Internacional de Jazz de Granada anuncian la cita otoñal con el jazz. Será la última vez que el primer premio, que en esta ocasión ha recaído en el quinteto Schultzing, sirva de anticipo al festival, porque a partir de la próxima edición se incorporará a su programa central. El concejal de Juventud del
Ayuntamiento de Granada, José Antonio Fuentes, adelantó ayer lo que supondrá la principal novedad de la edición del festival para 2007. Una decisión que representa un paso decisivo en el compromiso que este certamen tiene con las jóvenes promesas y que está avalada, según los organizadores, por la calidad de los participantes. Otro cambio que demuestra el buen momento que vive este concurso es su traslado a un espacio a la altura de la música premia-
da, el Isabel la Católica. Esta noche se suben a su escenario el cuarteto de Jordi Berni Trío y Santi de la Rubia, que ha ganado el premio al Mejor grupo joven –dotado con 3.000 euros–. Mañana lo hará el grupo alemán Schultzing, cuyo premio comporta una cantidad en metálico de 6.000 euros y la posibilidad de grabar un disco. El jurado ha señalado “la calidad y el rigor de los concursantes” y “la variedad de la música expuesta” y apunta que “la sorpresa decae cuando algunos nombres destacados en otras ediciones vuelven a aparecer en la lista de participantes”, pero que “el interés aumenta por el hecho de observar la evolución de los trabajos
ducciones a unos solos que respiran de la misma frescura aún estando perfectamente señalizados. El trenzado diálogo saxo y piano disfruta del apoyo de un engranaje rítmico seguro, que participa también de la melodía y los unísonos en las líneas del bajo de David González y describe figuras firmes y sutiles en la batería de Xavi Hinojosa. La presidenta de la asociación Granada Jazz, Mariche Huertas, señaló ayer que la elección de Schultzing se debía a su “frescura, contemporaneidad y originalidad”. El jurado también ha destacado que el compositor y pianista alemán Stefan Schultze, que lidera la formación, “posee una voz absolutamente personal, madura, audaz, exquisita”. Además, el músico ganador de la pasada edición, Alexi Tuomarila, dará un recital de piano en el mes de febrero a modo de presentación de la grabación que realizó en exclusiva para este certamen.
La UGR participa en un proyecto europeo de ‘e-draw’ G. H. ■ GRANADA. La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo para el desarrollo de un sistema virtual de enseñanza de las artes visuales; una iniciativa cofinanciada por el Programa Sócrates Minerva de la Dirección General para la Educación y la Cultura de la Comisión Europea que tiene como finalidad la creación de un entorno de enseñanza colaborativo y abierto. El proyecto de ‘eDRAW’ es una iniciativa impulsada por un grupo de centros educativos y empresas de siete países europeos con el objetivo de aplicar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) a la enseñanza y el aprendizaje del arte. Una de las actuaciones previstas es la preparación de una metodología transferible de la tutoría on-line para el aprendizaje artístico en Internet con el objetivo último de estimular la creación de una red Europea de actores motivados para probar estas prácticas de enseñanza y aprendizaje. La finalidad es poner el aprendizaje a distancia (eLearning) al servicio del potencial artístico para crear un entorno global que permita la creación de un sistema de enseñanza cooperativo y abierto que alcance a un sector amplio, desarrollando aprendizaje on-line gracias a un cambio profundo de los procesos de enseñanza, creando grupos de interés, ya sean virtuales o no, y generando el descubrimiento de actividades esenciales para la mejora del conocimiento.
PREMIO LORCA DE POESÍA
Blanca Varela no podrá viajar a Granada a recoger el Premio Lorca EFE ■ GRANADA. La poetisa peruana Blanca Varela, galardonada con el III Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, no asistirá a la ceremonia de entrega del premio, prevista en diciembre en Granada, por su delicado estado de salud, y ha delegado en su hijo la recepción del galardón. Así se lo comunicó a Efe el conce-
jal de Cultura del Ayuntamiento de Granada y secretario del premio, Juan García Montero, quien explicó que Varela, de 80 años, sufrió recientemente un ictus que le paralizó la mitad izquierda del cuerpo y le ha afectado al habla. La familia de Blanca Varela, con el consentimiento de ésta, ha decidido que no viaje a Granada, dado su delicado estado de salud, y que sea su hijo quien reciba el galardón en su nombre, ex-
plicó García Montero tras hablar ayer por teléfono con un hermano de la autora. El secretario del Premio explicó que seguirá en contacto con la familia de Blanca Varela para comunicar a su hijo la fecha exacta de la celebración de la ceremonia de entrega del galardón. Blanca Varela se convirtió el pasado 10 de octubre en la primera mujer que gana el Premio Lorca que, con 50.000 euros, es el galar-
dón de mayor dotación económica de entre los premios poéticos en lengua castellana. Entre los que optaban al galardón figuraban algunos de los poetas de habla hispana más relevantes del momento como Mario Benedetti, Ernesto Cardenal, José Manuel Caballero Bonald, Diana Bellesi, Francisco Brines o Rafael Guillén. El jurado, presidido por el alcalde, José Torres Hurtado, lo componían el poeta asturiano Angel González , un representante de la Casa de América y otro de la Residencia de Estudiantes, Laura García Lorca, sobrina del poeta, el presidente del Centro del 27, el de la Academia de Bellas Letras de Granada y el catedrático de Literatura de la UGR Álvaro Salvador.
BLANCA VARELA.
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6 actual Granada Hoy sábado 28-10-06
jazz
PATRIMONIO
Imágenes de una canción
Huéscar inaugura hoy una gran muestra de arte sacro
SCHULZTING V Concurso Internacional de Jazz de Granada. Intérpretes: Stefan Schultze: composición y piano, Hanna Jursch: voz, Peter Ehwald: saxos y clarinete, Peter Schewbs: contrabajo, Timo Warnecke: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: Fecha: jueves 25 de octubre. Aforo: entradas agotadas.
G.H.
★★★★★ JESUS GONZALO
A veces se tiene la impresión de que escribir sobre música no tiene mucho sentido. ¿Por qué explicarla? Cuando se asiste a una experiencia sensorial como la vivida el jueves, las palabras desaparecen de la mente. Intentémoslo: belleza, control, precisión, sonido, timbre, elocuencia, estructura, libertad, magia... Poco a poco: quinteto formado por un trío y un frontline de voz y saxo. En principio, todo el grupo (incluso las figuras desarrolladas en los platos y con las mazas de la batería) puede participar de la función melódica. Del mismo modo, todo el conjunto puede hacerlo en el sentido rítmico (voz incluida). Y todo el grupo puede metamorfosearse en texturas llenas de sutileza. Eso es, cruce milagroso de texturas y de líneas, de sonido y de letra: canción. Escritura: básicamente es un formato de canción en la mayor parte de los temas. Hay un centro temático sobre el que la creación se expande en diferentes niveles. Algunos de
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PEPE MARÍN
PRECISOS. El grupo alemán Schulzting el pasado jueves en el Isabel la Católica.
ellos tienen letra (alemán), otros son verbalizados nota a nota. Formato de canción, con o sin mensaje escrito, que recupera el estribillo y va más allá, entre la creación colectiva, abriendo direcciones inauditas como pequeños oasis dentro de un espacio ya conocido. Unísonos: tanto si se tiene como si no que cantar letra alguna, la voz, haciendo un scat de altos vuelos -refinado y lírico, ruidista y delicado, aniñado y profundo- se funde en un hermoso abrazo expresivo con el saxo; e incluso el piano les acompaña en de-
terminados momentos en ese subrayado semántico de la melodía. Dos o tres voces cantando a la vez, un hallazgo que permite encauzar la creación, subir o bajar en la melodía, entrar y salir de ella, haciendo que de la comunión epidérmica entre instrumentos nazca un timbre nuevo. El contrabajo comparte el pulso rítmico-melódico con la mano izquierda del piano, puntualizando más si cabe los tiempos binarios y las frases breves. Músicos: sencillamente prodigiosos, atesoran un conocimiento del instru-
mento absoluto. Ello se traduce en la pulcritud del sonido, en el control de intensidades crecientes o decrecientes, en la terminación precisa en aquellos momentos más febriles, en una articulación precisa y altamente expresiva. Cada nota que tocan es tratada con mimo, una a una. Como improvisadores prescinden de todo gesto artificioso y de vano virtuosismo. No sobra ni una nota, la creación en tiempo real es colectiva, aunque hubiese alguien en primer plano no dejan de suceder cosas en los demás instrumentos.
■ GRANADA. El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, José Antonio Pérez Tapias, y el alcalde de Huéscar, Agustín Gallego Chillón presentan hoy el catálogo de la exposición de Arte Sacro de la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Huéscar. La obra que lleva por título Huéscar Ut quid perditio haec es fruto de la sistemática tarea de catalogación propiciada por la magnífica Exposición de piezas relevantes del patrimonio eclesiástico del arciprestazgo de Huéscar que tuvo lugar en el año 2005, y que tuvo como sede la impresionante iglesia mayor de Santa María, templo gótico renacentista del siglo XVI. La ciudad oscense es centro de una comarca en la hay otras muchas localidades cargadas de historia como son Orce, Galera, la Puebla de Don Fadrique, Castril de la Peña y Castilléjar. En templos y conventos del arciprestazgo se guarda un valiosísimo legado patrimonial de bienes muebles constituido por tallas en madera, marfil y otros materiales y por piezas maestras del arte de la orfebrería.
jazz
MÚSICA
La búsqueda de un sonido propio
El Universijazz reúne este año lo mejor de los ritmos brasileños G. H.
JORDI BERNI TRIO V Concurso Internacional de Jazz de Granada. Intérpretes: Jordi Berni: piano, Santi de la Rubia: saxo tenor, David González: contrabajo, Xavi Hinojosa: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: Fecha: miércoles 25 de octubre. Aforo: algo más de media entrada. ★★★ JESUS GONZALO
El premio para intérpretes menores de 30 años de este certamen recayó en una formación que se mostró segura y compacta pero le faltó convencimiento para plasmar las ideas. Al principio fue un trío y desde hace tiempo se ha ampliado a cuarteto con saxo. La cohesión del conjunto parece haberse conseguido pese a no haber nacido como tal ■
el cuarteto. No es nada fácil compenetrar cuatro voces de la manera que el grupo catalán pretende, teniendo como referente histórico al cuarteto de Coltrane y como influencia actual el de Branford Marsalis. Entre baladas e intensidades bop, todas las composiciones expuestas corrían a cargo de Berni y de la Rubia. Sólo dos de ellas están recogidas en Afinke, su reciente trabajo para Fresh Sound, las demás son nuevas. Esto da una idea de la voluntad creativa y el proceso de evolución, en escritura e improvisación, que alimenta un discurso que exige absoluta confianza y equilibrio en sus voces. La juventud no es un obstáculo para ello, Berni y de la Rubia han fundido sus personalidades en unas composiciones que permiten desarrollar un mensaje sutil y contundente, cómplice y comunicati-
PEPE TORRES
JUVENTUD. El trío catalán de Jordi Berni, el miércoles en Granada.
vo, mas previsible. Hay varios principios que todo músico en formación debería trabajar para alcanzar una voz propia: la primera es un exhaustivo conocimiento de la tradición, el hard bop en este caso en particular como escuela. El segundo, aún perfilándose, es la madurez del sonido. El tercero, construir una plataforma de creación compacta. Cualidades todas ellas que se están
desarrollando en este joven cuarteto. Berni es un fino pianista que teje acordes con sumo detalle, sin artificios, sin excesos, va puliendo, en primer o segundo plano cuando acompaña, el tapiz armónico que sostiene la melodía. Posee una digitación fluida y un rigor armónico que le confieren cierta refinación clásica, pero no suena a Bill Evans ni mucho menos a McCoy Tyner.
■ GRANADA. El Universijazz, un veterano encuentro en paralelo del Festival Internacional de Jazz de Granada, reunirá mañana a una selección de algunos de los mejores representantes del jazz con ritmos brasileños que van de batucada a la samba o la bossa. Billy Bahia Quintet y No Fear Music animarán el Aula Magna de la Facultad de Ciencias con los sonidos y ritmos de otros países y culturas, siempre en clave de jazz. Billy Bahia Quintet, que lleva más de 25 años en la música, repasará el amplio abanico de estilos tradicionales brasileños y que han renovado con la incursión de de la axé music. Junto a ellos, los granadinos No Fear Music presentarán su disco A brasileira (La brasileña).
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Granada Hoy actual 11 jueves 20-11-03
FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ
EL CERTAMEN PASA SU ECUADOR
Trasnoches, el refugio efímero de los músicos granadinos
El pop ‘jazzificado’ de Qu Jazz QU JAZZ
GRANADA HOY
DIRECTO. La banda Tito Poyatos, durante una actuación en El Secadero.
Desbordados de actuaciones durante el Festival Internacional de Jazz, los grupos locales sufren el resto del año la ausencia de apoyo oficial. REBECA ROMERO
El mes de noviembre es época de cosecha para los músicos y los aficionados granadinos al sonido de Nueva Orleans. Alrededor del Festival Internacional de Jazz de Granada surgen circuitos paralelos a su cartel oficial que se distinguen de éste por muchas razones y, sobre todo, por su capacidad para para engordar las cifras de seguidores de esta música. Trasnoches de Jazz es el epígrafe que agrupa las actuaciones en locales alternativos a las grandes salas de numerosas formaciones que se dedican profesionalmente a la música. Muchas de ■ GRANADA.
ellas están lideradas por músicos locales como Kiko Aguado o Luis Poyatos. Aguado lleva nueve años tocando jazz en la ciudad. Además de formar parte de la Big Band, ha creado con algunos de sus miembros su propio cuarteto: “Tocamos composiciones propias y también standards, al estilo de John Coltrain o Sonny Rollins”. Conocedor del panorama local, analiza la situación actual y se lamenta de que en los últimos años los directos hayan dado “un bajón importante”: “Hemos pasado de disponer de unos catorce o quince locales a unos tres o cuatro sitios”. A su juicio, las razones son claras:
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CITAS
Camaura Viernes 21: Henry Vincent Jazz Trio. Sábado 22: Kiko Aguado Cuarteto
Secadero Viernes 21 y sábado 22: Jam Session del curso de Jazz de la Zubia
Alexis Viernes Viernes 21: Pepos & Tito Poyatos Blues Band
Bohemia Café Jueves 20: José I. Hernández. Viernes 21: Jesús Hernández. Sábado 22: Álex Serrano. Domingo 23: Isaac Aguilera
“Es algo político, más que nada. Parece que no les hace mucha gracia. Es una pena, pero los músicos de jazz no existimos para las instituciones”. La escasez de alternativas no deja más opción que aprovechar al máximo los conciertos incluidos en Trasnoches y “pasarlo bien, que es lo primero que tiene que hacer un músico para divertir a los demás”. “Nos gustaría que los Trasnoches se mantuviera durante el resto de los meses el año”, concluye el artista . Luis Poyatos comparte la opinión y define el panorama de noviembre como “inundación total”. El resto del año, reflexiona, “es muy desolador”, los locales se topan con muchos problemas para acoger directos y hay “una gran escasez de infraestructuras”, asegura. Sobre el papel de los grupos granadinos en el festival, Poyatos echa de menos “la figura del telonero”, que “aumentaría nuestras posibilidades”. El motivo de que sólo tengan cabida en los Trasnoches es “el de siempre: económico”, asevera el músico. Como solución, propone el intercambio entre Ayuntamientos andaluces, “como hacen en Cataluña”, una opción que podría ser una salida para el parón que sufren cuando concluye el festival y que, además, “ayudaría mucho a crear afición”. Pese a que el festival se presta a publicitar los Trasnoches, la financiación de las actuaciones corre a cargo exclusivamente de los locales que las contratan, “y lo cierto es que a los músicos les pagan muy poco”, confiesa Poyatos. Vivir sólamente de los directos es muy complicado para los profesionales de la música jazz que desarrollan su carrera en la ciudad. Compaginar los conciertos con la docencia es la mejor salida que han encontrado los dos artistas granadinos para poder seguir adelante con su vocación.
...Y el aspirina jazz recoge el premio GROOVEYARD XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. II Concurso Internacional de Intérpretes de Jazz. Gareth Lockrane: Flautas.Alex Garnett:Saxos tenor y barítono. Mike Outram: Guitarra. Pete Whittaker: Órgano Hammond. Matt Home: Batería. Lugar: Teatro Alhambra. Fecha: Miércoles 19 de noviembre. Aforo: Lleno. ● JESÚS GONZALO
Imaginemos que una vez otorgado el máximo galardón de este
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concurso internacional, la organización del certamen, por respeto a los otros grupos convocados (bien sencillo: Pedro Cortejosa y su cuarteto tienen más enjundia que estos chicos durmiendo), a todos aquellos que andan por los caminos buscándose un hueco y a los grandes que han dado su vida hasta el final sobre un escenario haciendo esta música (no sé por qué, pero lo injusto del asunto hace que vengan a la cabeza Lester Bowie o Billy Higgins), si los responsables de este desaguisado hubieran ubicado la cita en un club (o mejor en una cervecería internacional), esta crí-
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LOS DOS LÍDERES DE GROOVEYARD. Un premio inmerecido
XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. II Concurso Internacional de Intérpretes de Jazz. Qu Jazz. Cantante y guitarrista: Susana Raya. Piano y sintetizador: Angel Andrés Muñoz. Contrabajo: Juan Carlos Herrador. Batería: Eduardo Viñolo. Lugar: Teatro Alhambra. Fecha: Martes 18 de noviembre. SERGIO LOMBÍA ■ GRANADA. El grupo cordobés Qu Jazz explicó la noche del pasado martes sobre el escenario del Teatro Alhambra las razones por las que fueron seleccionados como ganadores del premio al mejor grupo español de jazz. La banda cordobesa se apoya en la voz y guitarra de la cantante Susana Raya y el enorme despliegue desde el piano de Ángel Andrés Muñoz; completando el cuarteto la eficaz y discreta sección rítmica formada por Eduardo Viñolo y Juan Carlos Herrador, perfectos en su cometido de sustentar a la pareja solista. Susana Raya tiene unas maneras frescas y ligeras que aportan un punto alegre y dicharachero a los temas que toca, supliendo con una buena capacidad de maniobra la limitación de su registro. Como guitarrista es de la escuela minorista que prefiere la economía de un fraseo justo en el momento ideal a la verborrea pirotécnica de otros, y su intuición no falla al detectar el momento exacto de sus intervenciones. A pesar de sus citas a estándares de la talla de Blue Valentine, ella parte de un concepto de pop ‘jazzificado’ muy popular y premiado hoy en día, que coge mucha fuerza y solidez con el brillante pianísimo de su compañero Muñoz, seguro y perfecto en cualquier trazado sobre el teclado.
tica correría una suerte menos cruda. Finales de los 50, Lou Donaldson y Horace Silver mezclan hard bop, blues y R &B y surge el funky. Finales de los sesenta, Jimmy Smith y Grant Green se recrean en órgano Hammond y guitarra para poner los andamios del soul. Principios de los 70, Miles Davis y después su discípulo Herbie Hancock cambian el órgano por un Fender Rhodes: nace el jazz sicodélico. Finales de los ochenta, un listillo llamado Gilles Peterson (un disjóckey con gustos selectos) acuña, para su mayor gloria, el término acid jazz (acid house+jazz). Los noventa: en Londres salen grupos como champiñones haciendo este jazz de plástico, tan elegante (corbatas y chaqueta) como frívolo; una pose para el disfrute ligero de clases acomodadas y snobs. Un producto de fábrica sin recursos ni imaginación. ¡Premio!
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12 actual Granada Hoy
Jazz
miércoles 19-5-04
por Jesús Gonzalo
Los aficionados a la buena música, en sus acepciones más amplias, estamos de enhorabuena. El prestigioso sello galo Label Bleu, tras años de ausencia, vuelve a distribuir en España su espléndido catálogo gracias a Karonte
La órbita italiana del astronauta
Un espíritu aventurero Henri Texier Azur Quintet ● String Spirit ● Con L`orchestra de Bretagne y Stefan Sanderling ● LABEL BLEU / Karonte ● 2 CD
Battista Lena: I Cosmonauti Russi ● Con Marco Lodoli, Enrico Rava ● LABEL BLEU / Karonte ● 2 CD
El maestro Texier acumula tantas experiencias en su larga y fecunda carrera, que la substantivación de su estilo pasa por la diversidad de significados y de paisajes. Ahora vuelve con el Azur Quintet, en otra excelente entrega para su sello fetiche, tras el nomadismo africano de Mosaïc Man. Unas cuerdas inconformistas resaltan la brillantez compositiva y solista del contrabajista y de sus músicos. Son once temas (con sólo dos alusiones al jazz americano en la tradición del blues) que discurren por momentos apasionados y en equilibrada tensión discursiva. Música desarrollada con fluidez y ritmo pulsante, que compendia el cuerpo orquestal y los espacios para el quinteto. Música descriptiva, repleta de detalles y cambios motívicos que abren recovecos de luz , emoción y frescura tímbrica. La sección de cuerdas encaja en esta estructura articulada entre lo contemporáneo, el jazz clásico y lo cinematográfico: preludios, apoyos melódicos, subrayado de figuras, extensión de sombras y suavidad de acentos. Los excelentes relevos en el liderazgo solista iluminan esta lograda obra. ■
Varios: Blue Tribes ● Con Julien Lourau, Claude Barthelemy, Bollani, Bojan Z, Malik... ● LABEL BLEU ICONOS, SUPREMATISMO Y ASTRONAUTAS. Curiosa mezcla de estética mediterránea y soviética.
El derrumbamiento del bloque comunista –aún fresco en la memoria– suscita miradas artísticas sobre ese largo periodo de la antigua URSS. Algunas de ellas quisieran poder reducirlo, frivolizándolo, a una imagen pop recluida en ese frustrado museo de las grandes ideologías. El guitarrista y compositor Battista Lena (Viareggio, 1960), especialista en el diseño proyectos interdisciplinares, y el dramaturgo Marco Lodoli construyen una historia personal descrita en primera persona (en un planteamiento casi radiofónico) que no resalta la decadencia de un sistema ni hace una lectura posmoderna del mismo. Centrada en el apogeo de la carrera cósmica soviética (sin fecha ni destino concretos), la narración tiene como protagonistas a tres astronautas rusos –orgullosos de haber sido elegidos entre los demás camaradas– que emprenden ■
una misión incierta al espacio. Uno de ellos relata su experiencia y las situaciones vividas en esta odisea desde que abandonan la Tierra: la cuenta atrás del despegue, mirando las estrellas, pensamientos poéticos y recuerdos mezclados en la ingravidez, la astronave que danza a la deriva, la soledad del vacío, las alucinaciones maléficas y el último aliento que cree ver una bandera roja en la oscuridad del firmamento. El decorado ilusionista que extiende Lena para los textos de Lodoli, no exento de cierta ternura, usa la ironía cuando hace derivar las marchas militares, que suenan a himno soviético, hacia lo circense en la audacia rocambolesca del asunto, o hacia el peso ceremonioso de las bandas procesionales sicilianas cuando anuncian, a lo largo del viaje, el desenlace trágico de esta
aventura. Las peripecias orbitales de estos tres héroes rusos quedan suspendidas en un lugar imaginario entre la rojo comunista y el azul mediterráneo. El cine, la música tradicional, Nino Rota (alusiones a Kurt Weill) y Monteverdi atraen a la nave rusa hacia una órbita italiana. I Cosmonauti russi se estrenó en el Teatro Regio de Turín el 18 de octubre de 2002. Es una obra para gran orquesta de vientos y metales (timbrada en un empaste marcial, burlesco y fúnebre) e instrumentos solistas (trompeta, clarinete, acordeón, contrabajo, batería y guitarra). Enrico Rava, Gabriele Mirabassi, Luciano Biondini o el propio Lena, entran y salen, como satélites, puntualizando los episodios que marcan el relato del astronauta. Las recapitulaciones temáticas se usan como basamento narrativo y tam-
bién como avance de la propia historia. Una historia que tiene su continuación en lengua franca en el segundo disco, manteniendo el libreto y la música. El tempo y la expresividad cambia con el idioma. La refinación discursiva tiende a lo literario y trovadoresco en francés, mientras que el italiano (escritura original), del narrador y cantante Gianmaria Testa, acerca más al personaje e interpreta mejor las alegorías. Blue Tribes es una guía en forma de manchas hecha con producciones recientes del catálogo de Label Bleu. El jazz world afrocubano de Julien Lourau, la melting pot de Barthelemi, el country-folk oriental de Gary Lucas, el rock y jazz lisérgico a lo Knitting Factory de Innocet X o el hip-hop de presencia colemaniana de Opus Akoben, completan la lista de autores seleccionada más abajo.
CATÁLOGO LABEL BLEU
Exaltación de la complicidad
La filosofía en el ritmo
La Babel parisina del jazz
Más folclore judío desde Nueva York
Piano balcánico y volcánico
Rava & Bollani ● Montrèal Diary B ● LABEL BLEU
Steve Coleman ● Resistence is Futile ● LABEL BLEU ● 2 CD
Magic Malik Orchestra ● 69 96 ● LABEL BLEU
David Krakauer ● The Twelve Tribes ● LABEL BLEU
Bojan Zulfikarpasic ● Solobsession ● LABEL BLEU
■ Alpocodedescubrir a su más mimado discípulo, Enrico Rava entendióquedebíasopesar a solas la calidad de su alianza juntoaStefanoBollani.Asísurgió,en 2000, Rava plays Rava (Philology), proyecto esencializado sobre un esquema entre la canción de jazz y la popular, con especial énfasis en los detalles pequeños. El éxito de sus giras les llevó a Montreal, donde dieron dos conciertos de los que resultaron sendas grabaciones. Esta nueva entrega, del 4 de julio de 2001, es la segunda que aparece. Frente a frente, la pasión inventiva se desliza hasta la última nota desgranando melodías y creando variaciones. La seducción madura del sonido del trompetistasobrevuelaelcoloridovívido y exultante del pianista (Rava le llama L`orchestra). Certi angoli segreti , Bandoleros, Theme for Jessica o Le solite cose son placeres ineludibles en este delicioso repertorio a dúo.
■ Con Lucidarium a la vuelta de la esquina, rescatamos este doble en directo, el debut para Label Bleu del polémico saxofonista. Hizo bien en volver a registrar en concierto a su grupo favorito tras aquel Curves of life (del memorable triple disco en el Hot Brass de París). Five elements es su proyecto más maduro y fecundo, de ahí que todo directo en su compañía supere la media especulativadelosotrosencuentros.Entre ancestros y constelaciones,Coleman suele caer en la grandilocuencia del visionario, del chamán charlatán. A nosotros sólo nos apasiona el modo en que estructura las voces de su cultura negra (la urbana y la africana), en cómo distribuye los focos de tensión del conjunto, en cómo éstos se acumulan y extienden. En la manera que tiene de trascender el vasto lenguaje del ritmo para elevarlo a la armonía.
■ Malik fue el famoso flautista que acompañaba a St. Germain en Boulevard. Así se abre su curriculo, hasta ahí las semejanzas. Hay jazz y muy buenos músicos (Bojan Z, por ejemplo) en la orquesta de Malik, una formación constituida para traspasar fronteras estilísticas y puntear culturas (de la India a Perú pasando por Cuba). Es jazz fusión de hoy, evolución inevitable y llena de buenas intenciones del Multikultide Don Cherry. No hay saturación ni empalago en este enfoque políglota con electrónica esporádica y ritmos actuales. Hay espacios de improvisación, incluso de soliloquios viajeros, que se descubren en un entramado indefinido, por vistoso, pero bien asfaltado en gustos mayoritarios. La mezcla de instrumentos, el talante improvisatorio y una base jazzística de metales construyen su virtud cosmopolita.
■ Fue el clarinete del grupo de klezmer más influyente de la Gran Manzana (The Klezmatics). Krakauer es un erudito en la acepción técnica (solista) y tradicional (la judía que proviene de David Tarras). El klezmer, estilo folclórico originario de la Polonia yiddish, renacido hace casi dos décadas en un contexto progresivo al calor de la Knitting Factory y el Radical Jewish Movement –de Zorn y Tzadik–, es el folclore urbano en el que Krakauer explora los recursos de su instrumento a todos los niveles y los incorpora a esta tradición revisada. Temas de Tarras, canciones hebreas, material propio (de sinuosa acidez) y versiones en meddley de series como los Monsters, exploran actitudes de un estilo (con guitarras, acordeón y batería) que nos recuerda al lejano The Shvitz de Frank London.
Bojan, pianista nacido en la antigua Yugoslavia, redujo a Z su apellido por el bien de todos los que nos encontramos ante semejante relieve de signos, acentos y sílabas. Su pianismo es fiel reflejo de la compleja morfología de su nombre: penetrante, vitalista, robusto, afilado, ligero, rotundo. Miembro del quinteto Azur de Texier, la singularidad híbrida de su estilo pasa por la conjunción de virtuosismo, referencias (clásica, jazz y folclore) y un excelente oído percusivo. El vigor que sale de su música es el de un músico nacido en los Balcanes y adoptado creativamente en Francia. De ahí que el legado de Petrucciani (la suite Multi Don Kulti entrelaza piezas como en el popurrí característico del pianista galo ya desaparecido, también con toques a lo Gismonti) surja varias veces en el palpitar colorista y acaudalado de Bojan Z. ■
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4 actual Granada Hoy miércoles 20-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
JAZZ CASUAL
Los vientos que nos llevan
El piano, curiosa evolución
Jesús Gonzalo Crítico de jazz
La conferencia inaugural del curso del Centro Mediterráneo ‘Historia y lenguaje del jazz’ repasó la historia del instrumento musical SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. Hasta finales del siglo XIX el piano era un elemento ligado básicamente a la música clásica. No bien iniciada la pasada centuria, otros ritmos comenzaron a apropiarse de él ‘democratizándolo’, pues hasta entonces era considerado como un instrumento elitista ligado a un alto nivel cultural. “El piano ha evolucionado en la música y se ha modernizado, alcanzando a músicas como el jazz, aunque también al rock y al pop, llegando en los últimos años a la electrificación, en referencia a la música electrónica”. Así lo ha afirmado el profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada, Jesús Rubio Lapaz, en la conferencia inaugural del curso de verano Historia y Lenguaje del Jazz. El piano como medio de creación musical, iniciado el lunes en Almuñécar en el marco de los cursos del Centro Mediterráneo. “El piano aparece en el siglo XX como el instrumento más culto, símbolo de una clase social alta y de un nivel de conocimiento musical elevado. Todo ello se va transformando, primero con una resistencia importante, hasta que va a ser tomado por las músicas más progresistas como el jazz, el rythm & blues, y sobre todo el rock & roll”, manifiesta el profesor. En lo que respecta al jazz, el piano ya está presente en las primeras orquestas del sonido de Nueva Orleáns, hasta que en los años 30 “se constituye en uno de los destacados en la especialización de las orquestas según el instrumento dominante”. La introducción del piano en el rock & roll va a ser fundamental a partir de los años 50, con Jerry Lee Lewis como principal abanderado. Ya en las décadas de los 60 y 70, será incorporado a otros movimientos musicales más vanguardistas aún, “como el rock progresivo o el rock
sinfónico, que introducen el piano en las culturas más underground. De ahí hasta ahora hay solamente un paso”, señala Rubio, destacado el aporte de Lewis a este proceso, porque “se enfrenta a la supremacía de la guitarra eléctrica y se empecina en las posibilidades del piano, trayendo toda una tradición que venía del boogie boogie o de la música negra, y de alguna manera la hace blanca”. Ya en los años 60 ó 70, continuarán la tarea grupos como Supertramp, el ‘barroquismo’ de Emerson, Lake & Palmer, The Who –con su ópera rock Tommy– o incluso Elton John. En este sentido, “el piano cobra un ritmo casi frenético, muy en contra de lo que había sido la tra-
INTRODUCCIÓN
A partir de los años 50 el piano también se utiliza en el rock & roll, Jerry Lee Lewis se encargará de ello dición del XIX, donde era un instrumento romántico y tranquilo”, reseña Rubio Lapaz. Aparte, de la evolución del piano en la música, el profesor de Historia del Arte hace un recorrido de su valoración en el ámbito cinematográfico, “desde referencias simbólicas como la vanguardia –por ejemplo, la famosa escena en El perro andaluz donde aparecen unos sacerdotes tirando de un piano con unos burros muertos como símbolo de la pesadez de la cultura tradicional–; hasta cuestiones de virtuosismo o referencias de misterio –como Los otros, de Amenábar–; caracteres de personalidades complejas como La pianista, película del último año; o incluso una referencia al holocausto como ha sido la última intervención de Roman Polanski en El pianista.
SERGIO SEBASTIANI
CURSO. Un grupo de alumnos en el curso dedicado al jazz.
3 EL CONCIERTO DE ANOCHE
Stanley Jordan, una gloria de la guitarra en el corazón de Almuñécar El guitarrista de Chicago Stanley Jordan se encargó ayer de atravesar el ecuador del Festival de Jazz de la Costa con un concierto que demostró que en Granada el músico cuenta con un buen número de seguidores incondicionales. Jordan, que subió al escenario a las 22.45 horas, había tenido algunos problemas con los vuelos y llegó a la costa granadina con unas horas de retraso sobre la hora prevista por la organización, lo que también obligó a suspender el encuentro que se había fijado con los medios de comunicación. El público, que en los dos días anteriores había disfrutado de dos excelentes con ciertos con las bandas de Paul Stocker y Kenny Garrett, aclamó al guitarrista en
los momentos más vibrantes de su actuación. Para la jornada de hoy está prevista otra de las visitas más esperadas de la presente edición, la del músico austríaco Joe Zawinul, que además llegará acompañado de su efervescente banda, el Zawinul Syndicate. El concierto está previsto para la 22.30 horas y supone un reencuentro de Zawinul con el público granadino, que ya lo pudo escuchar en una de las últimas ediciones del Festival Internacional de Jazz de Granada. Zawinul, que es recordado todavía como uno de los fundadores de la banda Weather Report, es uno de los músicos más eclécticos del panorama jazzístico actual, ya que incorpora en sus canciones elementos del funk y de la música étnica.
SERGIO SEBASTIANI
El viajero del jazz empieza a entender básicamente los senderos de su nuevo destino cuando los sonidos que le rodean le son favorables. Mientras, padece un estadodeaturdimientoenelproceso de adaptación al medio. Las buenas músicas son como vientos que nos arrancan de la tierra para alcanzar el vuelo y dejarnos volar libres, nos abandonamos a su suerte, sin rumbo fijo. Sin el lastre del pasado, las miserias que le rodean a diario quedan abajo empequeñecidas por la altura que nos separa. Él debe encontrar el sentido de la dirección por la que se vé arrastrado, pues no hay indicaciones. La improvisación en el jazz vivo tiene algo de esa fuerza liberadora que despega para encontrarse después en un punto ignoto pero compartido. Beckett debió pensar en la música para poner color al blanco incómodo de sus decorados. Prefirió el lenguaje y perdió contacto. Todos esperan a Godot aún. En una selva, el decorado vegetal le sirve al animal para jugar al escondite con sus presas. Algunos ejemplares del bestiario sincopado del jazz también van más allá de la espesura tropical buscando las rocas en las que rompe el mar. Nunca deja de ser extraña la sensación de pertenecer al género masculino y pasear por las playas donde se agregan tantas criaturas acechándose mutuamente. Es la época ideal para la caza mayor, pero deben tener en cuenta que el nerviosismo altera la percepción del medio y que el cazador puede ser cazado. Leonas y otras especies felinas cazaron literalmente a alguno de nuestros músicos el sábado. Al amanecer, aún se podían ver restos desperdigados de la fiesta. Un huracán materno hizo posible que el gran holgazán que era Ignatius Reilly, diera un respingoparasalirvolando(bueno, sin mucha prisa) de su pestilente lecho. Encontró varios trabajos el “gordo cabrón”, pero ninguno le duró demasiado. Novela mordaz que induce a la carcajada pero cuyo trasfondo esconde una triste denuncia, La conjura de los necios sitúa al personaje en una posición enfrentadaatodoloquelerodea.¿Eslegítima la posición de Riley? Si lo fuera, ¿puede alguien negarle que quisiera vivir al margen de las normas establecidas? Kennedy Toole escribió una historia llena de personajes increíbles y sincopados. Es admirable cómo desarrolla una estructura narrativa abierta que va cerrándose a medida que los anónimos protagonistas cierran el círculo a Ignatius Reilly. Al terminar la novela, Toole se suicidó por sentirse un fracasado. Su madre luchó lo indecible para hacerle justicia. Conseguido el Pulizter en 1981, tras su muerte, ya era demasiado tarde para él, pero no para los lectores que recordamos con media sonrisa cómplice a ese inolvidable esperpento. Mañana, Chet Baker. Tengan cuidado con esos seres rosáceos flotantes, las medusas; por cierto, muy bonitas.
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Granada Hoy actual 3 jueves 21-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
La seducción de la clarividencia El contrabajista Dave Holland, músico estrella de la edición 2005 y uno de los más premiados el pasado año, actúa hoy en Almuñécar JESÚS GONZALO ■ ALMUÑÉCAR .
Entre sus muchas virtudes como músico, compositor y acompañante existe una que se desprende de todas las demás: la clarividencia, y es que Dave Holland parece estar siempre en el sitio indicado en el momento idóneo, allí donde se vislumbra un filón creativo o un buen proyecto. Por todos es conocido su participación en la transición del Miles acústico al eléctrico, en su activa participación en la creación del sonido ECM de los años 70 (con Chick Corea, Collin Walcott, John Abercrombie, Jack DeJohnette, etc), la creación de su primer quinteto en los ochenta (con Steve Coleman y Kenny Wheeler) su faceta indispensable como acompañante durante los noventa (su nombre estaba por doquier, al lado de Metheny, Lovano, Hancock, Betty Carter, Anouar Brahem…), en la fundación conjunta de grupos más actuales y exitosos como ScoHoLoFo (Scofield, Holland, Lovano, Foster) o la recuperación de otros como Gateway. En 1997 fundó su segundo quinteto (saxo tenor y soprano, trombón, batería, bajo y vibráfono-marimba), un grupo que ha sido todo un revulsivo en el panorama del jazz de finales de siglo XX. Holland y su quinteto recibieron críticas entusiastas, premios en los medios especializados y siempre ha contado, además, con el respaldo del público americano y europeo. Las extensas giras realizadas en estos años, incluso con proyectos desarrollados a partir de este núcleo de cinco miem-
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1. Dave Holland en una de sus clásicas imágenes al frente del contrabajo./ 2. El músico explica al público algunos detalles de su concierto, una imagen tomada en el año 2001 en el Teatro Central de Sevilla, donde también actuó con su quinteto. / 3. Otro instante de una interpretación de Holland. / FOTOS: (2) DAVID ESTRADA Y G.H.
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bros –como el octeto o la big band– son prueba de ello. Sus discos para ECM han sido siempre recibidos entre elogios y buenas ventas (Prime Directive, Not for nothing, What goes around, este último con la banda). Hasta la fecha, su último trabajo con el quinteto es un doble en directo desde el club neoyorquino Birdland titulado Extended Play, con él este conjunto parecía dejar constancia de su excelente momento interpretativo y mientras hacía balance del camino andado ponía acento en lo que vendrá. Y en lo que ahora está más involucrado el contrabajista británico es en su big band con la que acaba de publicar Overtime, disco que estrena su propio sello discográfico Dare2 Records.
La culminación orgánica del quinteto ha posibilitado difundir parte del repertorio y del concepto del mismo en formatos de mayor envergadura. La musculosa y excepcional big band (músicos que la componen: Antonio Hart, Josh Roseman, Gary Smulygan, Duane Eubanks,…) parte de la base del quinteto, que queda contenido dentro de ella. En What goes around –impresionante tema que titula dicho trabajo–, por ejemplo, es más que evidente que el núcleo del concepto se teje desde el quinteto. Ahí están los emparejamientos entre trombón y saxo, esos dúos de polifonía abrazada que son todo una red de líneas cruzadas; la fogosidad encendida de la batería (Nate Smith sustituye
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al poderoso Billy Wilson) y sus tiempos rápidos en un groove que sabe intercalar el funk sin perder pegada ni sutileza con los platos; o ese genio introvertido que marca los detalles subterráneos entre el lirismo atonal, los detalles repetitivos y los subrayados sostenidos de marimba y vibráfono. Holland resalta el juego melódico, abre y cierra volúmenes con silencios y mantiene bajo control la fortaleza rítmica. Los finales de los temas, por ejemplo, se redefinen para deslizar con suavidad la energía y la contundencia acumulada hacia un lirismo de acabado clásico que se aprecia en Extended Play y que quizás venga inspirado por la escritura para orquesta. Importante es el peso de la com-
posición en un planteamiento que desgaja su exposición para abrir espacios de solismo compartido con otros absolutamente aislados al que se van sumando más instrumentos, ya que aunque existan primeros planos (se puede introducir el tema de manera individual) el valor de la sinergia de grupo es asombrosa. Nelson, Potter y Robin Eubanks ayudan a Holland en la escritura para este genial organismo expansivo y a la vez concentrado del quinteto. Un grupo ya histórico que marca pautas de otra fórmula más numerosa como la de la big band, de la cual podremos disfrutar en el Festival jazz en la Costa de Almuñécar esta misma noche. Un cita ineludible.
JAZZ CASUAL
El maestro de las voces ocultas Jesús Gonzalo Crítico de jazz Un inciso antes de zambullirnos en la escabrosa vida de Chet Baker. Llego a la cafetería del hotel para tomarme un té que me ayude a clarificar mi mente antes de afrontar estas líneas. Por la barra aparecen, uno tras otro, todos los miembros del Zawinul Syndicate –que tocaran poco después aunque esto lo lean ustedes mañana– incluido el venerable maestro que los reúne en su nombre. La esbelta cantante zaireña Sabine Kabongo (ex Zap Mama) me pide fuego, desde Madagascar el percusionista Aziz Sahmaoui me saluda en perfecto español, con una sonrisa abierta tras sus melenas rizadas. El guitarrista brasile-
ño del grupo, Alegre Correa, a quien conocí en Sevilla acompañando a la Vienna Art Orchestra, me presenta a todos ellos hasta que llega, con su gorrito de encaje azul y su bigote, Joe Zawinul. Sus ojos pequeños y penetrantes, la actitud simpática, relajada y vitalista trasmiten buenas vibraciones al instante. Me acerca su mano para estrecharla con la mía. Es una mano –a una edad entrada en los 70 años– donde músculo y hueso son la misma cosa. Su mirada es lo que me atrapa. Es la de un joven, llena de luz y curiosidad: deslumbra. Me mira y me pregunta: “Are you ok?”. Respondo: “Well, Mr. Zawinul, It’s not one of my better days, do you see?”. A pesar de que sabía que estaba ante unos de los grandes re-
volucionarios de la música sin fronteras en las últimas tres décadas, su interés en mi estado anímico me dejó de una pieza. Su respuesta: “Sólo puedo darte buena música dentro de un rato”. Le respondo: “Más que suficiente, estoy seguro de que su música me hará escapar, volando, de mi tristeza”. Me despido con un fuerte abrazo sintiendo el calor no ya de un maestro, sino, como era antiguamente cuando ambas facetas se unían, de un padre comprensivo y que enseña. Dejemos al ángel caído de Chet Baker para mañana. Seguro que lo entenderán. Los sesenta son sin duda la peor década de su vida, la más conflictiva (juicio en Italia por tráfico de drogas, la grave agresión de 1966
G.H.
JOE ZAWINUL.
que le produce daños irreparables en las encías), la menos productiva y en la que la decadencia muestra su verdadero rostro. En este trabajo, dos años del altercado violento, aún disponía de todas sus facultades. Baker homenajea a Billie Holiday, fallecida en 1959, desde un delicado lirismo. Decía de ella que le encantaba porque “nunca levantaba la voz”. Menos famoso que el disco Chet Baker Sings, por cuya portada suspiraban las jovencitas diez años antes, esta grabación nos muestra al mejor Baker cantante (emulando la línea crooner de Sinatra o Mel Torme) y tocando el fliscorno en toda la sesión (vendió su trompeta...). Una producción detallista para conjunto de metales y con músicos de la talla de Hank Jones.
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Granada Hoy actual 3 domingo 17-7-05
Esperados. Los músicos Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino Di Geraldo se hicieron esperar mientras el flamenco sonaba en el escenario de la mano de Emilio Maya y Víctor Quero, que dieron un espléndido recital para calentar el ambiente JAZZ CASUAL
La calle de la soledad moderna Jesús Gonzalo CRÍTICO DE JAZZ
Yendo hacia Almuñécar, el viajero accidental, en su ya reconocible caminar sincopado, se cruzó en el singular y bello centro histórico de la ciudad de Cádiz con una calle llamada de la Soledad moderna. No sé por qué me sentí tan identificado con ese juego surrealista que unía un sentimiento y una actitud sin aparente relación. Aún hoy desconozco quién puso ese nombre tan especial. ¿Algún dadaísta vagó por esta ciudad fenicia en los años 20? Ahora regreso a otra ciudad fenicia en la época del año en que sa-
SERGIO SEBASTIANI
Jorge Pardo Trío: todo un homenaje a la fusión ■ Lleno absoluto y ambiente variopinto en el Parque del Majuelo para la
actuación de Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino di Geraldo, que anoche estuvieron acompañados por el cante y el toque de Emilio Maya y Víctor Quero. Fueron los dos músicos flamencos los que abrieron la actuación mientras el trío de jazz se hacía esperar. Finalmente, el trío subió
al escenario y arrancó con un tema del propio Pardo de su disco Quizá las cigarras sean sordas. A partir de ese momento, el escenario se convirtió en una auténtica fiesta en la que el jazz puro se mezclaba con el flamenco y en el que los músicos hicieron todo un homenaje a la fusión de estilos tan dispares y tan hermanados.
3 HOY
El saxo de Stocker y su ‘Bug’ Band El saxofonista estadounidense Paul Stocker, quien eligió hace algunos años fijar su residencia en España tras haberlo hecho en la Costa Oeste americana, Inglaterra, Francia y Holanda, es, junto a su ‘Bug’ Band, la propuesta musical del Festival de Jazz en la Costa de Almuñécar para hoy domingo. Californiano de origen, Stocker es de los muchos músicos de jazz estadounidenses que encontraron en Europa el calor y el reconocimiento suficientes como para mudarse. En los años setenta se le pudo escuchar entre los grupos de la Onda Layetana y en la escena catalana con Tete Montoliu o el organista Lou Bennett, entre otros. En Holanda ha trabajado con los músicos de jazz locales y también con muchos otros nombres de procedencia sudafricana como Bongi Makeba, Hugh Masekela Joe Malinga y un sin fin de artistas de la más diversa procedencia, desde Alex Von Schlippenbach a Fer-
nando Lameirinhas o Rafael de Utrera. Desde principios de los ochenta dirige la Maiden Voyage Jazz Orchestra, embrión de la Bug Band (Banda del bicho) con la que actuará en Almuñécar. También prepara las sesiones del café literario De Engelbewaarder y paralelamente ha llevado una intensa labor docente en el Conservatorio de Amsterdam y en su Universidad. La Bug Band es una orquesta muy singular ya que, al margen de su altísima cualificación técnica, tiene en su música grandes espacios de improvisación y un notable sentido del humor en sus ejecuciones que hacen de sus conciertos muy agradables veladas. Como dice su director “sin humor no hay vida”. Jazz en la Costa está organizado por el Area de Cultura de la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Almuñécar, y cuenta con la colaboración de la Junta y el patrocinio de la empresa Cervezas Alhambra. La actuación comenzará a las 22.30 horas.
“Aún desconozco quien le puso ese nombre. ¿Algún dadaísta que vagó por esta ciudad en los años veinte?” be a sal, a sardinas y a jazz, y distinta desde mi última vez. Hay lujos que un viajero no puede permitirse. Siempre hay que estar atento a lo que sucede. Es curioso cómo, a menudo, uno se pierde vivir intensamente momentos irrepetibles, sencillos, maravillosos, mientras cosas menos importantes se nos aparecen en primer plano. Me reciben con unos versos de Bequer extraídos de Cartas a una mujer. Dudo unos instantes. “Poesía eres tú”, respondo casi de forma mecánica. Durante mi breve lapsus el subconsciente me había llevado del amor al desconcierto, del siglo XIX al XX, de Bécquer a Beckett. Me traiciona el sonido de sus nombres, me traicionan los sentimientos, me traiciona la razón. Cambié mentalmente al poeta romántico español por el pesimista existencial irlandés. Si en Bécquer la melancolía le acerca al amor de su amada en una correspondencia solitaria donde partida y destino se confunden, la desesperanza de Beckett se construye pesadamente sobre el silencio de la incomprensión, la imposibilidad del lenguaje y la lejanía entre el yo y el otro. El amor y lo absurdo, siempre de actualidad, siempre juntos. Bécquer y Beckett, en ambos cobra sentido la soledad moderna. No creo que sea nada casual lo que cuento.
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2 actual Granada Hoy FESTIVAL
martes 19-7-05
JAZZ EN LA COSTA
Garrett llena El Majuelo de la calidez del ‘bebop’
SERGIO SEBASTIANI
RITMO. Kenny Garrett deslumbró con su saxo en su actuación dentro del Festival de Jazz en la Costa. GRANADA HOY ■ GRANADA. Uno de los hijos espirituales de la última época de Miles Davis, aquella en la que el genial trompetista se acercó a músicas como el flamenco, fue la estrella que iluminó la noche en el Parque de El Majuelo de Almuñecar. Los sonidos del saxo de Kenny Garrett llenaron el cálido ambiente del Festival de Jazz en la Costa de bebop, el estilo musical que Davis contribuyó a desarrollar en la década de los 50 del pasado siglo. Un estilo creado por genios como Charlie Parker y que supone el paso hacia el imperio de la improvisación del free jazz posterior. Garret se dedicó a recuperar esta tradición jazzística, un momento crucial en el crecimiento del famoso estilo musical norteamericano. Kenny Garrett nació en Detroit en 1960, donde comenzó desde muy joven a tocar saxo, clarinete y flauta. A finales de los años 70 le invitaron a formar parte de la Duke Ellington Orchestra, dirigida entonces por Mercer Ellington. Con ella celebró giras por to-
do el mundo y, tras afincarse en Nueva York, participó en las jam sessions de George Coleman y en las big bands de Mel Lewis y Frank Foster. En 1984 graba su primer disco como líder, junto a Woody Shaw y Nat Reeves, entre otros. Al año siguiente graba un disco dentro
REFERENTES
Garrett ha recuperado la tradición jazzística del ‘bebop’, estilo que desarrolló Miles Davis y creado por Charlie Parker del grupo Out of The Blue, con Michael Philip Mossman, Ralph Bowen, Harry Pickens, Robert Hurst y Ralph Peterson, compaginando su trabajo con Freddie Hubbard. Poco después se incorpora al grupo del batería Art Blakey y cinco meses después al de Miles Davis. Garrett ha grabado un gran número de discos como solista y como acompañante de
SERGIO SEBASTIANI
ENERGÍA. Garrett es uno de los saxofonistas más prolíficos.
3 HOY
Un genio cuya guitarra suena a orquesta Un prestigioso historiador del jazz definió a Stanley Jordan como “genio”. No exageró lo más mínimo ya que Jordan es único en lo suyo: una técnica especial de tocar la guitarra que la hace sonar como varios músicos a la vez, el tapping. El guitarrista y pianista Stanley Jordan nació en 1959 en la bahía zde California, y bajo la influencia de Santana, Hendrix y Wes Mongomery se lanzó al mundo del jazz y del blues. Auténtico virtuoso de las seis cuerdas, ha perfeccionado la técnica del tapping hasta llegar a niveles de complejidad orquestales equivalentes a los del piano. Su historia tiene, además, los ingredientes del ‘milagro americano’: emigrado a principios de los ochenta tocaba por
las calles de Nueva York ganándose unos dólares. Bruce Lundvall, alto ejecutivo de Elektra Records le ofreció un contrato para el que Jordan no se sentía preparado. Un año y medio mas tarde, Lundvall se trasladó al sello Blue Note y esta vez sí pudo fichar a Stanley. Magic Touch (1985), su primer álbum, fue un gran éxito que obtuvo dos nominaciones a los premios Grammy, permaneció 51 semanas en el número uno en el Billboard de Jazz y fue disco de oro en EEUU y Japón. Jordan es una fuente de sorpresas en sus grabaciones, donde interpreta desde clásicos del rock duro a estándares de jazz, ragas indias o música para la relajación. Su concierto en Almuñecar será todo un espectáculo.
algunos de los más famosos jazzistas. Entre sus más recientes grabaciones están un maravillosos homenaje a la música de John Coltrane con Pat Metheny, y Song Book con Kenny Kirkland, Nat Reeves y Jeff Watts. Vivacidad y energía son las notas predominantes de este saxofonista, que cuenta en su haber con más de cincuenta discos grabados. Su sonido recuerda al de Davis en su calidez de sus notas, que aportaron una densa atmósfera a un ambiente caldeado por el público que se dio cita en el recinto de El Majuelo. Al desgranar sonidos en su saxo, Garrett invocaba al espíritu de la época del bebop. Al igual que la famosa máxima de Parker, a Garrett parecía no importarle “nada que no tuviera swing”, el ritmo que anima al jazz desde sus orígenes en Nueva Orleans. El saxofonista, acompañado de su habitual cuarteto, ofreció un concierto repleto de calidad, en el que no defraudó a los incondicionales de un estilo que fue, y será, uno de los motores del jazz.
JAZZ CASUAL
En la soledad del refugio Jesús Gonzalo Crítico de jazz En la era de las comunicaciones por satélite, en la pantalla aparece un camino pedregoso y desértico sobre el que camina un destartalado carromato tirado por un animal. En su interior va todo un hogar, o lo que queda de él; el padre que huye con su familia de la miseria y de la violencia lo conduce; los niños miran a las cámaras; la madre sostiene al más pequeño. Los refugiados son algo más que simples extranjeros, se han visto obligados a vivir en condiciones de desamparo legal y físico. Sin hogar posible, huyen solos y perdidos; viven sin saber adónde ir hasta encontrar un refugio. De Afganistán hasta Burundi o Sudán, las pobla-
ciones de exiliados por causas de guerra, hambruna o inestabilidad política constituyen la denuncia más insultante a la solución que propone la economía global. Un término que, tras la huella manchada en la historia, cambia el concepto sociopolítico para no denominarse ‘neocolonialismo’, el más idóneo a lo que implica el expolio y la desestabilización de las regiones más oprimidas del planeta. ACNUR, Alto Comisariado de la Naciones Unidas para los Refugiado, apoya al Festival Jazz en la Costa colaborando con el concierto de Paul Stocker y su Bug Band, que tuvo lugar el domingo pasado. Stocker es un hombre curtido en ir de aquí para allá, es casi un refugiado cuyo único hogar en su caminar desde California a Europa es el jazz
y sus músicos. No le ha sido ajeno el sentir de aquellos que deben partir, esa especie de desarraigo forzado de quien busca su lugar en el mundo (vital o creativo, en este caso) cuando las condiciones no le son favorables. Steve Lacy hizo lo mismo trasladándose en los años 60 a París. Ahora, en la época de Bush, otros muchos músicos miran a Europa como un lugar más receptivo a su arte. Volvemos a otra forma de soledad moderna, la del refugiado intelectual: el comprometido políticamente, el artista que busca poder expresarse o el científico que quiere desarrollar sus conocimientos. Estrecha diferencia la que existe entre exilio y refugio. Stoker nos cuenta anécdotas de Chet Baker que en próximas entrega iremos desgranando. La vida
del trompetista estuvo sujeta a vaivenes que le llevaron de un país a otro durante al menos dos décadas. Lo suyo, para diferenciarlo, no era un refugio, sino un exilio provocado por su adicción a las drogas. Bien distinto. No, si al final el título de nuestro primer encuentro en esta sección va a definir el resto de las entregas. ¿Es la soledad moderna la tristeza?, me dicen. Puede. Pero esta vez hay otras cosas que contar y hay que hacerlo en consecuencia. ¿Triste? ¿Cuántas personas no se sienten agredidas por la banalidad en su entorno? ¿Dónde buscar el refugio, y más en verano? Sin querer comparar la gravedad de las circunstancias de los oprimidos con otras acomodadamente insatisfechas, lo cierto es
que la cuestión del refugiado no tiene límites en una sociedad que provoca entre sus ciudadanos situaciones de aislamiento intelectual, emocional y por ende democrático. La mayoría siempre tiene razón. Jua! Que diría el amigo negro de Ignatius Riley en La Conjura de los necios. “La banalidad es el gran peligro de las democracias occidentales”. El escritor Vargas Llosas ponía el dedo en la yaga cuando señalaba a la estulticia y al mal gusto como un poder absolutista que se extiende provocando una dictadura que convive con el ritual del referéndum cada cuatro años. Volveremos sobre Ignatius Riley y su delirante vida. Hablaremos de Chet Baker y Stan Getz. No se retiren.
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Granada Hoy actual 3 viernes 4-11-05
Arranque. La guitarra flamenca de Gerardo Núñez abre esta noche el festival con un concierto en el Isabel la Católica en el que compartirá escenario junto al saxofonista Perico Sambeat, el contrabajista Pablo Martín y la percusión de ‘Cepillo’ 2
FIN DE SEMANA
Gerardo Núñez. Guitarrista
VIERNES 4 NOVIEMBRE
Gerardo Núñez Trio con Perico Sambeat. En paralelo: Javier Vercher Quartet; The blue king; Kiko Aguado.
“La guitarra flamenca suena bien con músicas de todo el mundo”
SÁBADO 5 NOVIEMBRE
Charlie Haden’s Liberation Music Orquestra con Carla Bley. En paralelo: Javier Vercher Quartet; Alan Bike; Belle Ville Trio. DOMINGO 6 NOVIEMBRE
En paralelo: Javier Denis y Conexión Andalusí; Temple.
co, entonces le corresponde a este festival y no al del Teatro Central de Sevilla, que incluyó estos dos artistas después). Dave Sammuels llega a Granada para tocar con sus músicos. Vibráfono y marimba con sabor caribeño (recordamos el interesante Caribbean Jazz Project, junto a Paquito D`Rivera y Andy Narrell) son los instrumentos que la Granada Big Band ha elegido como solistas para su concierto anual.
VOCES, PIANOS Y JUVENTUD La juventud la ponen los ganadores del concurso internacional. Desde Finlandia Alexi Toumarila Quartet –sonido ECM enfundado en un cuarteto coltreniano– y los alemanesa Oktoposse –ocho músicos en formación poliestilística: pop, funk, freejazz– representan el jazz europeo más cercano al frío. Citas de indudable interés que esperan un espacio. La voz femenina y la belleza las pone Laïka Fatien, el piano exquisito, el galo Jacky Terrason. Refinación afrancesada. La voz masculina corre a cargo Kurt Elling, un crooner de contrastados recursos y registros vocales para la melodía, el scat (Jon Hendricks) y los recitativos. Viene en cuarteto con un excelente pianista, Laurence Hobgood. Gustará seguro.
ESPERANDO A BARRON Representa la depuración perfecta del piano de jazz, de su pasado y de su presente. Su humildad y buenas maneras son tan de verdad como una sola frase. De este concierto se extraerá una grabación en CD –primera del veterano pianista en solitario– en edición limitada. Barron estuvo en 1999 en Granada y en 2004 en Jazz en La Costa, Almuñécar, con su trío y su quinteto, respectivamente. Se considera muy cercano a este festival, de ahí la importancia de esta cita exclusiva. Corrección, elegancia, profundidad sensitiva. Expresividad serena y madura que sabe esperar hasta el final.
G.H.
INICIO. El guitarrista jerezano Gerardo Núñez ofrecerá esta noche el concierto inaugural del XXVI Festival Internacional de Jazz de Granada. BLANCA DURÁN ■ GRANADA. Su nombre pertenece a la lista de los grandes maestros de la guitarra, aunque su forma de tocar y de fusionar ritmos le hacen ser uno de sus mayores innovadores. Toca con precisión y técnica depurada, pero compone “con las entrañas” y, junto al saxofonista Perico Sambeat, ha hecho del jazz un auténtico festival flamenco. Esta noche, el guitarrista jerezano Gerardo Núñez abrirá la XXVI edición del Festival Internacional de Jazz; un concierto para el que ya no quedan entradas y que anuncia todo lo bueno que está por venir. –Abre el festival con un concierto en el que también presenta su nuevo disco, Andando el tiempo. ¿Se deja mucha música en ese camino? –Muchísima. Precisamente, en Andando el tiempo planteo toda esa música que se me ha ido acumulando en los últimos años compartiendo escenario con gente de muy diferente estilo, desde flamencos como Carmen Linares a veteranos del jazz. Todos ellos se han ido acumulando en este tiempo porque mi forma de componer es bastante visceral, no le presto mucha atención a la matemática de la creación, sino que dejo que vaya fluyendo la música. Estas composiciones creo que también reflejan el actual estado de la guitarra flamenca, sobre todo de mi generación, que hemos tenido la suerte
de venir de un lugar con muchas raíces y de haber estado acompañado desde muy joven por las grandes figuras del flamenco. Mi ansia por buscar siempre nuevas cosas, compartir la música y aprender me ha llevado siempre a ir allí donde me han llamado a tocar con mis amigos. –¿En qué momento un guitarrista de raíz flamenca clásica se ‘convierte’ al jazz? –Mi disco Cruce de caminos fue un punto de inflexión en lo que se en-
INFLUENCIAS
“Los guitarristas de mi generación venimos de un lugar con raíces, donde hemos crecido junto a los más grandes” tiende ahora como música de fusión. Y fusión significa unir elementos diferentes para hacer algo nuevo. En esta forma de tocar, los guitarristas flamencos nos hemos mantenido al margen de las políticas de los gobiernos por ayudar a este arte tan singular que ha sido capaz de cautivar a músicos de todo el mundo. Hemos conseguido poner identidad a la guitarra flamenca y dejar claro que podemos tocar con músicas de cualquier parte del mundo. A diferencia de lo que creen los flamencólogos, cuanto más buscamos y empujamos, más respetamos
nuestro acervo cultural, que debemos respetar al máximo. –¿Qué le da el flamenco al jazz? Últimamente, la unión de ambos se está convirtiendo en uno de los grandes recursos musicales... –Sólo sé que los músicos de todo el mundo se fascinan con la locura de los flamencos. La guitarra es una locura, tocamos por la necesidad de crear una obra estética. Siempre he considerado que la guitarra ha sido el piano de los pobres; es una pequeña orquesta que tiene armonías y con la que puedes hacer contrapuntos, fugas... El flamenco ha sido un arte tan pobre que prácticamente no hemos tenido nada; ha evolucionado con el ser humano y sin apenas instrumentos externos, creado en torno al cante y al baile... En Andalucía se toca la guitarra de una forma diferente, somos capaces de inventar con tan sólo seis cuerdas y mucha astucia todo lo que no podemos tener. Entre todos los flamencos hemos desarrollado un instrumento y un arte que a los músicos del jazz le fascina por su ritmo, su impronta, su fuerza, su pasión... Los flamencos, en cambio, hemos aprendido del jazz la armonía y la forma de plantear una secuencia de acordes para poder improvisar. En flamenco, la improvisación se hace de forma individual, es un arte muy individualista. –Pero su unión con Perico Sambeat se remonta ya hace varios años... –Perico y yo nos conocíamos desde hace mucho tiempo, pero nos unió un seminario de jazz en Sevilla.
Planteamos un concierto que se llamó Cruce de caminos al que le siguieron muchos otros. Y hasta ahora. Lo admiro muchísimo y creo que es, posiblemente, de lo mejor que existe en el jazz europeo. –La crítica le considera un guitarrista virtuoso técnicamente. ¿Es necesaria la técnica para llegar a tocar de esa forma “visceral”? –La técnica es lo que te permite expresarte. He dedicado mucho tiempo a estudiarla en profundidad, ya que no me gustaría que eso me im-
IDENTIDAD
“Los músicos de jazz fascinan con la locura del flamenco. Les encanta su ritmo, su fuerza, su impronta, su pasión...” pidiese expresarme como quiero, y a la hora de tocar, te dejas llevar... –Los guitarristas siempre han sido tratados como los ‘acompañantes’ del cuadro flamenco. En los últimos tiempos, parece que esto está cambiando... –Los guitarristas tenemos la necesidad de hacer nuestra propia música y salir adelante con ella. Hemos vivido una lucha para que los programadores nos dejasen un hueco, ya que a veces nos obligaban a llevar cuadro de baile para contratarnos. Parece que vivimos buenos tiempos, aunque hay mucho por hacer.
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Granada Hoy actual 39 lunes 6-11-06
Jazz en Granada
27 EDICIÓN
Sintonía Parcial. Cuba y Brasil salen al encuentro del jazz de la mano de Gonzalo Rubalcaba y Joâo Bosco. El destino de este proyecto se cruza en algún lugar de Brasil, pero en diferentes caminos
Dos estaciones de encuentro operaban por separado. Como decíamos, el repertorio pertenecía a Joâo Bosco, que incluyó una versión del clásico de Jobim Aguas de marzo y, curiosamente, un tema de Heitor Villalobos. En Joaô Bosco, la química entre la voz haciendo recitativos y scat y la guitarra es perfecta. A pesar de que el esquema instrumental podía plantear dificultades armónicas por la conjunción de dos guitarras y un piano, este hecho se resolvió admirablemente. Sobre todo en la función de la guitarra eléctrica, a priori el elemento más conflictivo del formato. En cambio, se pego a las líneas del piano como un guante,
JOÂO BOSCO GROUP Y GONZALO RUBALCABA XXVII Festival de Jazz de Granada. Joâo Bosco: voz y guitarra acústica, Gonzalo Rubalcaba: piano, Nelson Faria: guitarra eléctrica, Ney Conceiçao: bajo, Kiko Freitas: batería. Lugar: Teatro Isabel la Católica: Fecha: sábado 4. Aforo: Lleno. ★★★ JESUS GONZALO ■ Suenan aplausos al final de un te-
ma a piano. “Hola. Gracias por venir a este intento de colaboración cubano-brasileña”. Las palabras de Gonzalo Rubalcaba definieron a la perfección este encuentro. Quizá no era su intención, pero lo dijo así, resumiendo el concierto con una parquedad situada en las antípodas de su locuacidad creativa. Tras un periodo en que parecía haber podado todos sus excesos reconcentrando todos sus recursos (escucharlo a trío en Supernova), Rubalcaba cede hoy a un ensimismamiento retórico hecho de gestos virtuosísticos que surgen de forma automática como si la cosa no fuera con él, sólo con sus manos. El cubano tiende al puro asombro técnico, del mismo modo que al comienzo de su carrera, a finales de los 80, cuando sorprendió a todos. De acuerdo con que su virtuosismo emana de forma natural (fue un niño prodigio), de acuerdo con que alcanza cotas de complejidad técnica inalcanzables para otros músicos; pero, ¿realmente trasmite, emociona, conmueve? Es muy posible que este proyecto, en el que el pianista acaba siendo el invitado y no el co-líder, resulte satisfactorio a ambos desde el punto de vista comercial: tienen una apretada agenda de conciertos sin que haya un disco editado aún. La eficaz fórmula acapara los circuitos de jazz y world music. Esclarecedor. El concierto empieza con una introducción de Ru-
UN FORMATO ATÍPICO
La cohabitabilidad entre guitarras y piano se resolvió con éxito, aunque por momentos se echó en falta un saxo
ESTHER FALCÓN
Joâo Bosco y Gonzalo Rubalcaba. El artista brasileño y el pianista cubano se encuentran.
TÉCNICA Y EMOCIÓN
El pianista cubano se entrega con fruición al gesto virtuosístico y a la autocita en detrimento de la emoción verdadera balcaba seguida de una intervención de guitarra de Bosco. Resultó difícil identificar la conexión melódica entre uno y otro, pero la había. De hecho, el cubano estuvo todo el tiempo haciendo apuntes inacabados de los temas que interpretaba. Es como si quisiera negar la conclusión de la melodía, ocultando el motivo central en un frondoso bosque de notas. Esta actitud, que por
otro lado exige un alto nivel de inventiva, fue más evidente en su intervención a piano solo. Su veloz deambular por los contornos de la melodía se centró en clásicos de la música popular cubana, como el bolero Silencio o un casi irreconocible El Manisero. Dejó también constancia de su ya larga amistad con Charlie Haden en la elección de una composición del contrabajista. Valtz for Ruth surgía para rápidamente desaparecer en sutiles motivos y variaciones que sonaban a Body and soul. En solitario, Rubalcaba desplegó todo su potencial técnico y ornamental, creando alturas, poniendo acentos sincopados, haciendo pequeñas alteraciones disonantes sobre frases breves, de-
gustando del timbre, ampliando el rastro sonoro de la penúltima nota, articulando contrapuntísticamente varias líneas melódicas. A veces sonaba a Lecuona, otras a Bach, e incluso nos recordaba a las deconstrucciones realizadas por ese gran pianista que fue Michel Petrucciani. Este soliloquio, tan deseado como previsible, se situó convenientemente a mitad del espectáculo para oxigenar el repertorio del brasileño, el auténtico protagonista de la noche. La idea del encuentro estaba perfectamente señalizada en cada una de las intervenciones solistas, así como en la lista de temas prefijada. Es decir, no se apreció el margen de libertad deseado en todo concierto de jazz, salvo cuando
definiendo unísonos y creando atmósferas exuberantes, doblando a la acústica allá donde ésta no llegaba. Mientras, Bosco sostenía el discurso arpegiado típico brasileño por medio de patrones de samba que derivaban en bossa cuando se ralentizaban, evitando roces no deseados con el piano. Cierto es que el grupo brasileño sorprendió, aunque por momentos se echaba en falta un saxo. Más que ningún otro, sobresalió el baterista Kiko Freitas. Él solo mantuvo todo el andamiaje rítmico al tiempo que trabajaba en consonancia con Rubalcaba. Dinámicas, color, acentos, intensidades, variaciones de tempo sobre patrones de samba, escobillas, platos, cencerro, todo descrito de forma exquisita y precisa. Por último, destacar también el sonido de la sala, absoluto y cristalino. Se disfrutó de una de las mejores sonorizaciones escuchadas en el Isabel la Católica.
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4 actual Granada Hoy viernes 22-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
jazz
Patricia Barber, la voz de la modernidad
El músico de los mil rostros THE ZAWINUL SYNDICATE XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Joe Zawinul: Teclados y voz. Arto Tunçboyaciyan: Percusión y voz. Alegre Correa: Guitarra. Linley Marthe: Bajo. Karim Ziad: Batería. Sabine Kobongo: Cantante. Aziz Sahmaoui: Percusión y voz. Fecha: Miércoles, 20 de julio. Lugar: Parque de El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno
La pianista y vocalista de Chicago, revelación jazzística en la década de los noventa, actúa esta noche en el Festival de Almuñécar JESÚS GONZALO ■ ALMUÑÉCAR .
Patricia Barber llega hoy a Almuñécar. La diva, procedente de Chicago, ha sido una de las cantantes de jazz más aplaudidas en los últimos tiempos. Desde finales de los noventa y, sobre todo, tras la publicación de su trabajo Modern Cool (1998), la carrera de la Barber adquirió un empuje del que aún hoy se ve favorecida. Con este cuarteto vino al festival de jazz de Sanlúcar el verano de 2003. La compenetración y el poder descriptivo que desprende cuando se juntan en directo se ha reforzado con las giras. La comunión conseguida tiene su recompensa en último trabajo para Blue Note. Live, a fortnight in France, es una entrega realizada a partir de tres conciertos ofrecidos entre marzo y abril de este mismo año en La Rochelle, Metz y París. Aquí, tras un álbum anterior en directo más elusivo y abierto, como fue Companion (1999), contextualizado en la atmósfera de club, la exquisitez se erige dueña de un envoltorio más lujoso y detallista. El repertorio de te-
mas escogido tiene una refinación pausada envuelta en un manto clásico (Dansons la guigue!, Laura, Blue Prelude, Witchcraft). La pócima del éxito de Patricia Barber, sobre la que sigue girando creativamente, es una mezcla de modernidad refinada, queda y sensual, y una actitud que sabe equilibrar el trabajo de los arreglos con las intervenciones solistas. El tono cómplice de una rítmica con predilecciones por el funk lento y húmedo queda revestido por la pose indolente de su voz, en un enfoque musical influido estéticamente por Cassandra Wilson, Joni Mitchell y las jam bands, y sin referencias claras a la tradición. Hablamos, pues, de una nueva concepción del jazz vocal, desarrollada en los terrenos híbridos de la música de clubes (ritmos progresivos) y los nuevos estándares, con la interpretación de la propia artista al frente de un instrumento. Patricia Barber toca el órgano y el piano. Con este cuarteto suele ir acompañada sólo de piano. A éste último lo desnuda en el escenario extrayéndole completamente la ta-
★★★ JESÚS GONZALO
G. H.
VOCALISTA. Patricia Barber durante un concierto.
pa. Mientras su voz tiene una dicción aterciopelada y lánguida, en una tesitura de registros medios sin brillo, su pianismo desprende erudición y claridad, ligereza engañosa y detalles de complejidad armónica que se sumergen en los caminos menos explorados de la melodía. Sabe también jugar con la intensidad y el clima, envolviendo la atmósfera entre efectos silenciados y dispersión anímica. Nos puede ofrecer una cadencia suave teñida de blues y pasar
luego a un modo más resuelto y rítmico (Crash, Whiteworld), haciendo uso de fraseos bien engarzados por el grupo. La inspiración puede venir de cualquier estilo o tema posible (bossa nova, una canción de los Beatles, un argumento clásico, etc), quedar enmarcado en un sonido acústico o ir decidido hacia el roce eléctrico con potencia percusiva. Barber deja espacios improvisatorios para sus excelentes músicos – a veces incluso demasiado–.
■ Tres son los puntos de inflexión creativa en la carrera de Zawinul después de su marcha a EEUU y de colaborar con músicos de jazz clásico como Cannobal Adderley: su participación en el proyecto seminal de fusión en Birches Brew, la fundación en los 70 de Weather Report y, por último, en 1991, su producción en el disco de Salif Feita Amen, del que aún se vislumbran retazos inspiradores en The Zawinul Sindicate. Amen fue una obra plena y gozosa que tenía en Waraya, tema recuperado más tarde por el visionario, Joe Zawinul, el estandarte de un repertorio del que el músico rescató en Almuñecar Yelena y Nyanafa. Ahí quedaba la perfecta construcción de las canciones con una frescura imperecedera. Quizá faltó algo de estructura en un esquema de creación libérrima.
JAZZ CASUAL
El sueño sin fondo de Chet Baker Jesús Gonzalo Crítico de jazz 1961, Chet Baker entra en la cárcel de Lucca (Italia) tras la sentencia inculpatoria por tráfico de drogas. Él ya conocía lo que era estar entre rejas, sólo que en este país mediterráneo la percepción era distinta. Baker había defraudado a todo el mundo en EEUU (la moralina hipócrita y conservadora), pero en Italia la autodestrucción de Baker fascinaba a un público que encontraba glamour en lo desconocido: las drogas. La dolce vita de Fellini encajaba en la vida desenfrenada y bohemia de Baker, entre la decadencia moral y la vida mundana aderezada de música. Además, Italia era el país perfecto para entender la belleza de la melodía, una tierra arraigada en el bel canto, en la linealidad melódica, en un sonido depurado a través de la pasión y la elegancia. La imagen de la autoinmolación de Cristo era argumento para un subconsciente colectivo que facilitaba la adoración a un ídolo tan inocente como misterioso. Aún se cuenta en el poblado de Lucca, donde cumplió condena aquél año, que del muro de la cárcel salían notas de trompeta que enamoraban con sólo escucharlas. Dicen que su
sonido se expandía desde la cárcel por las calles como aroma que embelesa y turba la mente en las noches de luna llena (de la que por cierto disfrutamos). Fue un personaje irrepetible, introvertido e inaccesible, inestable e iracundo en ese misterio de seductora fragilidad que trasmitía; nada romántico pese a canciones que siempre estarán íntimamente ligadas a su nombre, como My Funny Valentine. ¿Superviviente o tirano? En sí mismo, su vida compendia un malditismo en el jazz que hace correr ríos de tintas con mayor o menor fortuna, pero, qué duda cabe, siempre será un abono morboso con trasfondo hagiográfico para la recreación literaria. Ayer, sin querer (cosas de la distancia en la escritura), cuando nos despedíamos de Zawinul, introducíamos, de forma desconcertante (pido disculpas), una historia fragmentada de Chet Baker. Si recuerdan, nos situábamos en la década de los sesenta y en un disco en concreto dedicado a Billie Holiday. Con toda probabilidad, este decenio marcó el posterior devenir en la penosa existencia del músico. Decía el inefable trompetista que le gustaba Billie porque nunca alzaba la voz. Su trompeta tampoco, era más bien una nube gaseosa con forma de me-
lodía, sensual, melancólica y penetrante. Su voz, antes de ese altercado violento en 1966 en el que pierde parte de sus dientes (fundamental para la dicción de un trompetista), era cálida, elegante y atractiva, en una línea crooner muy del gusto del público de jazz blanco. Ya en los 70, cuando cantaba, su tesitura se haría sibilante debido a su incapacidad dental, pero pudo construir una tersura de terciopelo oscuro mezclado con el soterrado balbuceo yonqui, recursos con los que, no obstante, sabía crear una atmósfera única y envolvente. Trompeta y voz estaban hechos del mismo fluido. Hay que decir que la carrera de Chet Baker fue impulsada desde Los Ángeles, allá en 1954, por Charlie
Parker. El mito enfermizo, por heroinómano, del bebop hizo esfuerzos ímprobos para alejar al joven y muy atractivo Baker (se vendieron miles de copias de su disco Chet Baker Sings, en 1955, entre las jovencitas, sólo por la pose de la portada) de la sombra de droga que arrastraba con él. Les decía a sus camellos que no se le acercaran, pero, poco a poco, Baker, siempre en esa especie de dependencia emocional insatisfecha, fue cayendo en la tentación. Lo hizo junto a Gerry Mulligan, en cuyo cuarteto destacó sobremanera. Era la época del cool jazz, música refinada que poco o nada tenía que ver con el jazz de la Costa Este, el de Nueva York: negro y enérgico, con-
tra blanco y delicado. La lucha de egos, en la que Mulligan perdió la partida, hizo que este exitoso grupo del jazz de la Costa Oeste de los años 50, al que iban a ver desde Marilyn Monroe hasta Robert Mitchun, desapareciera, no sin antes inocular en Baker la dependencia que acarreaba Mulligan, un niño bien bastante cobarde, por cierto, y con una egomanía que no podía rivalizar con la belleza rebelde a lo James Dean de Chet Baker. La heroína entró en sus venas y le condujo hasta el final, dosis tras dosis, hasta su suicidio involuntario acaecido en Ámsterdam en 1988. Ella condicionó su carrera, de la cual jamás fue dueño, y sus abundantes y tormentosas relaciones con las mujeres (condicionadas por su muy evidente complejo edípico: madre dominante), dentro de un mundo del jazz cada vez más decadente, década tras década, a medida que se rendía a la droga. Mulligan, en pleno apogeo del cool jazz, le condujo a otro enganchado ilustre, Stan Getz, del que hablaremos mañana, ya que se paseó en repetidas ocasiones por la costa de Almuñécar y La Herradura, dejando sonadas anécdotas de su mal carácter y de su pésima bebida, pero también de su huella indeleble del gran músico que fue.
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8 actual Granada Hoy viernes 16-7-04
JAZZ EN LA COSTA
Rico sabor a Cuba La big band del trompetista Jesús Alemany despide esta noche el festival con ritmos salseros y alegría por doquier en el Parque El Majuelo SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. Derrocha simpatía y amabilidad por los cuatro costados y lleva la alegría de su tierra metida bien adentro. Así es Jesús Alemany, quien con su trompeta lidera desde hace ocho años una banda compuesta por catorce miembros denominada Cubanismo, que desborda una extraordinaria energía sobre el escenario. El grupo –que despedirá esta noche en El Majuelo el festival Jazz en la Costa– le ha dado una nueva forma a los más populares géneros musicales cubanos como la rumba, el chachachá, el mambo, la timba o el danzón, y también ha revivido otros ritmos menos conocidos de esa parte del Caribe como el pacá, el pilón, el abacuá o el changüí. Según el propio Alemany, Cubanismo es un conjunto de cosas que conforman la cultura cubana. “Es una forma de expresar los sentimientos, hacer música, caminar y vivir. Por eso le pusimos este nombre a la orquesta”, asegura Alemany. Se trata de una formación que combina juventud y experiencia con distintas generaciones de músicos, entre los que se puede mencionar la voz de Rolo Martínez.
1 SERGIO SEBASTIANII
ALEMANY. El músico cubano, ayer en Almuñécar, con una botella de ron local.
“Hemos tratado de reunir una orquesta con la capacidad de tocar música instrumental o cantada, y donde todo es muy empírico y muy abierto, con el pensamiento de que todas las ideas musicales y culturales que vengan son apreciables”, señala Alemany. Ante las preguntas de los periodistas, el líder de la banda intenta, sin mucho éxito, buscar una explicación para ese espíritu musical que parece no tener límites en todos y cada uno de sus compatriotas: “Ser músico en Cuba es una carrera profesional, y si eres bueno y tienes condiciones puedes vivir de la música. Es algo que viene de muy atrás porque lo llevamos en la sangre”.
La belleza asoma desde el silencio KENNY BARRON QUINTET Kenny Barron Quintet. Intérpretes: Kenny Barron (piano), Stefon Harris (vibráfono), Anne Drummond (flauta), Kiyoshi Kitigawa (bajo) y Kim Thompson (percusión). Fecha: Miércoles, 14 de julio. Lugar: Parque El Majuelo de Almuñécar. Aforo: completo. ★★★★★ JESÚS GONZALO ■ Hay pruebas irrefutables para valorar la calidad de un concierto. Las cualidades de la composición, la interpretación y la inventiva del instante, facilitan el análisis que disecciona el mensaje recibido. Pero hay una que vale por todas y que es inmediata. Basta tener una piel lo suficientemente permeable (e hidratada) para percibirla: se llama emoción. Quien diga –que los hubo- que Barron es demasiado clásico o tranquilo (por supuesto que sí, si lo comparamos con el circo soul de Roy
Hargrove), es que no atina a encontrarse en este mapa plagado de rincones y parajes distintos que es el jazz. Y aún más grave que eso, en el de la belleza en estado puro. Para ello, y como prueba de que el público quedó sobrecogido por lo que allí tenía lugar, el silencio que inundó el Majuelo (vaya diferencia con el de la noche dedicada a Nino Rota, por lo artificial de éste último), sólo desbordado en el maravilloso bis final con Footprints. Antes sonaron temas de un disco aún sin estrenar, como The theme, Voyage, Marie Lenau, So it`s seems, Song for Abdullah ( lirismo planetario en homenaje al antes llamado Dollar Brand) o Cook`s bay. Barron no pretende monopolizar el concierto, algunos detractores todavía ven el defecto del acompañante en su humildad. El joven vibrafonista Stefon Harris podría haber suplantado al maestro en la posición de líder. ¿Qué quinteto es éste con flauta y vibráfono en el frontline? Parece ser un proyecto nuevo (del que se extraen tríos,
Suelta una ruidosa carcajada cuando se le pregunta si los músicos cubanos triunfan sólo cuando llegan a los 90 años, y responde que “hay que destacar ya el mérito de llegar a esa edad, aunque los más nuevos tienen que reconocer a los pioneros que han mantenido la música cubana viva y fresca durante tantos años y con ese fervor”. Tras cinco años sin venir a España, el trompetista asegura que en el concierto que pondrá en el escenario de El Majuelo esta noche se verá un poco de todo, ya que “Cubanismo se ha caracterizado por variar los ritmos y no centrarse en la música cubana típica”. “Al mismo tiempo que cantamos y ha-
dúos y cuartetos) que se despega de lo hecho hasta ahora, dejando algunas pistas del camino recorrido. Harris no obstaculiza la capacidad melódica del piano, es más, la subraya incluso cuando se sitúa en terrenos rítmicos. Sus solos, retomando la melodía o aparcándola, elevando y sustrayendo respiraciones a los tubos, fueron intensos y sutiles. El contraste de sutileza y estímulo es lo que maneja, como con pinceles, Barron en esta formación. La flauta, por ejemplo, es una clara referencia a la pasión del músico por
EN ESTADO PURO
Hay pruebas irrefutables para valorar un concierto, pero una vale por todas y es la que rebosó el de Barron: la emoción la bossa nova, compartida por quien fue uno de sus más fieles aliados, Stan Getz. Anne Drummond tiene una tesitura clásica, delicada y aérea, que no le impide improvisar con energía. La que le sobra a la batería, rebosante de ideas, de precisión y de empuje. Kim Thompson completa las dos quintas partes femeninas de este espléndido y reconfortante grupo.
cemos coros, le damos la oportunidad al público que lo desea de escuchar solos de los distintos instrumentos. Sobre todo buscamos la comunicación con el público”, afirma. Teniendo en cuenta que su presentación tendrá lugar en el marco de un festival de jazz, Alemany afirma que la formación intentará acercarse a lo que al público de este festival le gusta oír a través de la música instrumental, “aunque sin perder la línea de la música cubana”. Esta fórmula ya ha sido utilizada por la banda en distintos festivales de jazz en los que ha actuado, de la talla de los de Montreaux , New Orleans o North See.
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Mirando a África CRÓNICAS MARINADAS Por Jesús Gonzalo ■ ALMUÑÉCAR. El maestro Kenny Barron intentó pasar desapercibido a los ojos de la mayoría, pero no lo consiguió con todos. Barron es un tipo extremadamente educado, silencioso, de ademanes pesados y mirada penetrante. Todas las tardes, en los días en que estuvo alojado, se le pudo ver tomando un café acompañado de una copa de coñac. Sobre la mesa, unos pocos objetos: un periódico, un libro y las correspondientes gafas. Lo observo mientras camino despacio por el paseo. Barron, como su música, tiene una presencia que impone respeto pero que, al mismo tiempo, trasmite serenidad e incluso ternura. Sentado, descansando, con la mirada fija más allá del mar, hay algo aristocrático –ese rey de la selva que otea altivo la sabana– en el reposo distante de una humanidad
que contiene la elegancia y el vigor de su piano. Hoy no hay crónica rosa, lo sentimos, ya sabemos que les ha gustado. Ustedes dirán “lo bien que se lo pasa el tío éste cubriendo conciertos”. Lo entiendo, pero no saben el peligro que tiene ir a cara descubierta por el trópico del jazz. A buen entendedor... Por último, dos recomendaciones para ir de copas a los que gustan de locales tranquilos y con buena música. El Modorritos (C/ Alta del mar 18), antigua sede de las jam sessions de este festival, es un local reformado con decoración andaluza y detalles de diseño sin excesos, que dotan de una ambientación cálida a patio e interior. El Hotelito (C/ Teatro del Arco 3), a dos pasos del anterior, tiene una distribución hogareña, con madera y cuadros en sus paredes, donde se respira pasado almuñequero mezclado con blues y bossa nova. Luis, el anfitrión, es sobrino del ilustrador de cómics Juan García Iranzo, de quien hablaremos mañana en esta sección. No se retiren.
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Granada Hoy actual 5 miércoles 20-7-05
jazz
jazz
Entre la energía y el deleite
Rojo, negro y morado, la danza de los colores
KENNY GARRETT QUARTET XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Martin Kenny Garrett: Saxo alto y soprano. Ronald Brunner: Batería. Krsitopher Funn: bajo Carlos McKinney: Piano y teclados. Fecha: Lunes, 18 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno a rebosar.
PAUL STOCKER BUG BAND XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Músicos: Paul Stoker: Director y saxos. Wim Both, Ruud Breuls y Jelle Schouten: trompetas. Sean Berguin, Tobias Delius, Barry Block y Frans Vermeerssen: Saxos. Jan Oasting y David Rothshild: Trombones. Larry Fishkind: Tuba. Leo Bauwmeester: Piano. Niko Langenhauijesen: contrabajo. Alba Cruz: Bailaora. El Moreno: Cajón. Fecha: Domingo, 17 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Tres cuartos de aforo.
★★★★ JESÚS GONZALO ■ Durante la fructífera década de 1950 la corriente dominante del jazz (main stream) se abrió a otros canales de expresión en estilos denominados hardbop, west coast, funky y combos que combinaban ritmos y percusiones afrocubanas. Por la electricidad vocacional de Charlie Parker, por la efervescencia contagiosa del funky y por un elegante y cálido metodismo, Garrett –hardbopper que compendia estilos, por su fraseo versátil entre la calidez y la fogosidad– procede de la herencia de otros ilustres altoístas como Lou Donaldson y Hank
★★★★ JESÚS GONZALO
RETROSPECTIVA
El hecho de venir con un conjunto polivalente entre acústico y eléctrico, nos sitúa también ante referentes de los 50 Mobley. El hecho, además, de venir con un conjunto polivalente entre acústico y eléctrico, nos sitúa también ante referentes de los 50 frente a los teclados como Jimmi Smith y Horace Silver. El concierto empieza con ritmo trepidante en el que el bop se hace febril. Son los temas Chief Black Water (dedicado a un jefe indio) e incluso en el clásico de los años 50 de Cole Porter What is this thing? Garrett trae con él un grupo de jóvenes revelaciones que conocen a la perfección el discurso de su líder. Deberíamos añadir que el sa-
Una orquesta que no llega a ser tal. Un director que elude en cuento puede la rigidez de la escritura. Unos músicos para quienes se han arreglado unas partituras pensando exclusivamente en ellos. Swing roto, gesto de los que salen músicas inesperadas, dinámica de conjunto abierta a incidentes, una bailaora que traduce la música en color y en elegancia, en sabor andaluz y en belleza universal. Definitivamente, Paul Stocker no trabaja con notas, trabaja con colores. Ellington (refinación polifónica sobre el swing) o Mingus (cuando se hace más sombría la tersura melancólica, profundo el palpitar de los metales y asoma la atonalidad) y al lado de los gigantes, los pigmeos venidos del centro de África, con sus pequeñas flautas sincopadas que suenan como un coro juguetón de niños que invitan a otros a añadírseles. Stocker nació en California, pero no es nada descabellado decir que como músico de jazz es holandés. Convertir un ensemble en una fanfarria a la que el acordeón le presta su respirar del destierro, o al que una bailarina pone gestos flexibles a la emoción de que despiden (llegó a improvisar gran parte de su actuación), todo ello suena a música planetaria, libérrima en formas (en el espontánea respuesta a las instrucciones de Stocker), en estilo, en géneros y en latitudes. Una lástima que esta iniciativa con la que se recaudaba fondos para ACNUR (y los refugiados) no tuviera el lleno que se merecía. Tenemos un gran músico y compositor entre nosotros. Tras el concierto en 2003 en el Festival de Granada, podemos decir que Stocker (aunque repitió algunos, como el de los pigmeos Bathwa ) mantine un nivel muy alto de creatividad. La idea de unir en escena a la bailaora Blanca Cruz (tentadora en rojo, clásica en negro, vaporosa en morado), marca una línea de proyecto con cantantes y músicos de gran interés.
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SERGIO SEBASTIANI
APABULLANTE. Kenny Garrett con algunos miembros de su cuarteto.
xo alto de Garrett no sólo escala velocidades cuando se sacude notas en el vértigo del bop, sino que esto se produce bajo una lógica de invención colorista y siempre ajustada al tema. Además, sabe alargar el sonido para despegarse de la herencia entrecortada de Sonny Rollins y de este modo poder llegar al melodismo sereno o a la plegaria coltraneniana. Mantiene un sonido vigoroso y directo, alternando labores rítmicas con el grupo (sobre todo con los teclados), pero sabe hacerse cálido, fluido y envolvente en la baladas. En aquellos contextos que favorecen los tiempos lentos, acompañado por el piano, la sobriedad hechizante pertenece no sólo a un blues que respira en el gospel, si-
no, sobre todo, en un melodismo tamizado por cantos populares de regiones desconocidas. Es ahí, en esos registros reposados y sutiles que sobrevuela el silencio (respetuoso y atento estuvo el público), cuando Garrett, al soprano, dibuja líneas ascendentes, que si en su amplitud panteísta nos remite al último Coltrane en ascendencia oriental, en su sobreagudo extenso y su tesitura quebrada, en sus caídas emocionales, nos recuerda al noruego Jan Garbarek. Por último, para compendiar la variedad musical que nos ofreció el lunes el saxofonista, una puesta al día de los sonidos funk derivativos, en su groove actual, del hip hop o incluso, en pequeñas dosis, de drum & bass (en Happy People y
Wayne’s thang) . Destellos en los platos de la batería apoyados por potentes y precisos golpes de caja y una función sobre el charly ajena al jazz y cercana a la música pop. Bajo y teclado (Fender Rhodes que sonab en su burbuja cósmica a Herbie Hancock). Sorprendentes finales que retrasaban su conclusión acabando en una especie de plegaria plena y serena. El tema de regalo final, alargado hasta que el público no pudo más, fue el broche animado y ligero de una música que unía la efervescencia del bop, la química contagiosa del funk y un elegante melodismo, como la de sus referentes de los años 50: actualizar la tradición. Cruzaron El Majuelo por tierra, mar y aire.
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40 actual Granada Hoy lunes 25-7-05
jazz
FESTIVAL JAZZ EN LA COSTA
Desde el Mississippi hasta Chicago MAGIC SLIM & THE TEARDROPS XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Magic Slim: Guitarra y voz. Jonathan McDonald: Guitarra. Vernal Taylor: Batería. Chris Biedron: Bajo. Lugar: Parque de El Majuelo, Almuñécar. Fecha: Sábado, 23 de julio. Aforo: Lleno.
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1. Dave Holland al frente de su big
band, excepcional organismo que convierte en arquitectura la escritura luminosa y expansiva del influyente contrabajista británico. / 2. El maestro de las voces ocultas, Joe Zawinul, delante de su micrófono sintetizado y de sus teclados, fusión viva de la música planetaria con su Zawinul Syndicate. / 3. La grata sorpresa del certamen llegó con el saxofonista Kenny Garrett en cuarteto, jazz progresivo hacia el funk con un pie en la tradición. / FOTOS: SERGIO SEBASTIANI 1
★★★ JESÚS GONZALO
Decíamos en la cita con los Holmes Brothers, que cerraba la XXV edición del pasado festival de jazz de Granada, que el Mississippi es a la música afroamericana como el agua a la vida: un manantial. Este río musical se alimenta de varios afluentes: el blues, el gospel y el jazz. Habría que añadir, si nuestro viaje no sólo se detiene en Memphis (cuna del soul), sino que llega hasta
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Una apuesta firme por el jazz
AUTENTICIDAD
El Festival de Jazz en la Costa de Almuñécar cumple su mayoría de edad en una ciudad que vive ajena a él, las cifras de público y el buen nivel de los conciertos le respaldan JESÚS GONZALO
EFE
ALMUÑÉCAR. La playa de San Cristóbal, la orilla granadina del jazz. ■ ALMUÑÉCAR. Si uno se pasea desde el mercado del centro hasta San Cristóbal se topa con el Parque de El Majuelo, lugar donde durante nueve noches se ha celebrado el festival de jazz más veterano e importante del verano andaluz. Ya en el paseo marítimo, si se alza la vista, se podrán ver una o dos pancartas anunciando la XVIII edición de Jazz en la Costa. El discurrir diario de la ciudad que lo acoge, en cambio, no parece verse alterado por esta estimulante cita con un evento de talla internacional y solitario li-
3 BALANCE
La valoración positiva del público El balance que se extrae de las 500 encuestas recogidas por la organización del festival ofrece un perfil del público con edades comprendidas entre los 30 y 45 años. Además del nutrido grupo de aficionados venidos desde Granada, el 40 por ciento proce-
den de Málaga, Almería, Madrid y Barcelona. El perfil se completa con extranjeros afincados en la zona. La preferencia del público ha recaído en los conciertos de Pizzarelli y Kenny Garrett. Asimismo, la mayoría aplaude la labor realizada por la organización.
derazgo en nuestra comunidad. Para implicar a la población, no ya que se vuelquen, sino para que Almuñécar ofrezca mejores servicios en general y de hostelería en particular, habría que hacer más visible a este certamen desde dentro. ¿Cómo? Tomando sus calles. Bandas de metales típicas de Nueva Orleáns a mediodía y antes de los conciertos. Jam sessions después de éstos para no abandonar a los aficionados a los muy limitados hábitos lúdicos de la noche almuñequera. El aforo de El Majuelo ha registrado llenos absolutos, cifrando el número de asistentes en torno a los 10.000. Durante las 9 actuaciones subieron al escenario unos 80 músicos, cantidad aupada por dos big bands. Los conciertos de Holland, Zawinul y Garrett (lleno inesperado de un público muy joven y entendido) fueron los más destacados. Al curso que acompaña a los espectáculos (UGR) se han apuntado 26 alumnos. Entre los ponentes, los prestigiosos Alejandro Cifuentes (el ‘Cifu’), Luis Coloma y Luis Vidal. La nota solidaria la puso la colaboración de ACNUR (Paul Stoker) y el muy vendido cartel de Juan Vida (3 euros), cuya recaudación fue a parar íntegramente a este organismo.
No hay que buscar nuevas fronteras en la música de Magic Slim, sino los cauces de la tradición Chicago, que a su paso por la ruta iniciada por el rhythm & blues desde los años 40, es otro estilo de esencias negras (no lo olvidemos) como el rock & roll (nacido en los 50) el que, en el caso de Magic Silm, se añade para completar un estilo personal e intrasferible. No por ser una música fácilmente reconocible, instalada en la memoria colectiva desde la segunda mitad del siglo XX, desmerece su valor y autenticidad. Voz espesa y cavernaria, pose de abuelo algo picante y una guitarra atraída hacia el blues metálico y el quiebro ácido en unos arpegios viscerales. Rememora clásicos del género como You got to pay, I`m a bluesman, Crazy women, The man you need o Looking for a lover, temas ya instalados en la cultura popular. Rock de carretera y blues recio. Desde las raíces, el blues despide nuevamente al jazz.
SÁBADO 5-11-2005
TEATRO
DIVULGACIÓN
FOTOGRAFÍAS
TNT muestra el mundo de pasiones de Valle-Inclán
La Semana de la Ciencia arranca el 7 de noviembre
El Teatro José Tamayo acoge el ‘Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte -4
Está previsto que se lleven a cabo unas doscientas actividades en toda Andalucía -6
Sandunga abre una exposición sobre Andy Warhol -5
Encuentro. El jazz se unió anoche al flamenco de la mano de Gerardo Núñez, Perico Sambeat y Carmen Cortés en la jornada inaugural del
Jazz raíces con
Festival Internacional de Granada. -7
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PEPE TORRES
MÚSICA HOY. John Lennon vuelve a estar de actualidad con la publicación del recopilatorio ‘Working class hero’.
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Granada Hoy actual 7 sábado 10-7-04
Energía de fusión renovable MIKE STERN QUARTET XVII edición de Jazz en la Costa. Guitarra: Mike Stern. Bajo: Chris Minh Doky. Saxo: Bob Franceschini. Percusión: Lionel Cordew. Fecha: 9 de julio, viernes. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. ● Aforo: Completo. ★★★ JESÚS GONZALO
Un breve apunte comparativo, para situarnos en la escuela contemporánea de guitarristas norteamericanos. Si Metheny se prendió de la sutil elegancia de la bossa nova; si Frisell cruzó de Este a Oeste en busca de una visión universal de la tradición del folk y el country; y si Scofield parece moverse sobrado de ideas por los relieves limítrofes de blues, rock y funk, ¿donde hay que ubicar a Mike Stern, coetáneo de los músicos antes mencionados? Su elección fue un sonido deudor del rock –que cumple 50 años con no muy buena salud– y ella le arrastra a su suerte en conciertos, como el que dio en Sevilla hace un año, en el que la potencia del volumen, el abuso de pedales o el ejercicio atlético de facultades técnicas (aisladas, no de conjunto) intentan ocultar la carencia de ideas. Stern vino a Almuñécar para presentar su último trabajo, These times, y desde los primeros compases demostró que este cuarteto (el mismo que el de Sevilla) ha madurado como grupo y ha enriqueciendo su discurso en pos de un diálogo colectivo más abierto y fecundo. La cita con el popular guitarrista, nacido en Washington, se abrió con un desarrollo largo en el que primó el bebop sobre una base rítmica con riffs que recordaban al Papa was a rolling stone (tiene dedos ágiles el joven bajista, y el ardoroso saxo iguala la intensidad, contenida o desmesurada, de su oponente en el front line. El elemento acústico bien compensado con el eléctrico (la presencia del contrabajo, mientras que la batería realizaba control de saturaciones con el vigor rítmico) daba a entender que era otro mensaje. Slow time le siguió con un cambio en este instrumento y un pulso de soul-funk fibroso que abría las vías hacia un sonido más eléctrico. La creatividad aumenta en un esquema veterano de cuarteto (ya en los 90, al lado del malogrado Bob Berg ) cuando se centra en el jazz, pero si se calienta cae en tópicos de estilo y de gestos propiamente rockeros. La oportunidad de poder cotejar este concierto (mismo grupo) con el que dio hace un año y pico, nos persuade de que es jazz-rock renovable.
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mente, dirigirá en Sevilla. Como uno de los músicos más célebres y dotados de la actualidad, Barenboim mostrará en la capital en su doble faceta de director y pianista, últimamente muy prodigada. Lo hará con Beethoven y Brahms, dos autores de los que ha adquirido un notable dominio y ha interpretado habitualmente con la Staatskapelle de Berlín, que también le acompaña en esta ocasión.
1 OCG EL REGRESO DE JOSEP PONS
3 MIGUEL RODRÍGUEZ
Inspirados en la música con la que Nino Rota hizo inmortales grandes películas, la Orquesta Ciudad de Granada debuta esta noche como artista incluido en el cartel de Jazz en la Costa. Y lo hará de forma muy especial: Josep Pons, actual director de la ONE y ex director de la OCG, retoma, sólo por esta noche, su puesto de director de la orquesta granadina. Las piezas que se interpretarán hoy en el Parque El Majuelo de Almuñécar, con el italiano Bennedetto Lupo al piano, forman parte de la última grabación de la OCG, que se editará próximamente y que está básado en su totalidad en las composiciones de Rota. La inclusión de este concierto en el festival de jazz, que responde al expreso interés de la Diputación de Granada por este trabajo discográ-
fico, es la materialización de “un viejo proyecto”, según dijo ayer Oriol Ponsa, gerente de la OCG: “Hemos hecho muchos mestizajes ya a lo largo de los 16 años de existencia y para nosotros no es un tema delicado, sino un placer enorme”. Así se refirió Ponsa al carácter de esta actuación que, a través de Rota y de música cinematográfica –muy ligada al jazz–, encaja con el eclecticismo que define la oferta de este año. La elección del repertorio, como explicó el gerente, ha sido muy difí-
PRESENTACIÓN
La OCG, dirigida por Josep Pons, presentará las piezas incluidas en su último trabajo discográfico cil “porque la mayoría de las composiciones de Rota son fragmentos brevísimos que no se pueden hilar”. “Su música –continuó– no tiene principio ni final, en su mayoría son piezas de apoyo a escenas cinematográficas”. Finalmente, se han elegido dos suites que sí conforman un concierto y que en opinión de Josep Pons, es “el más significativo” de los tres para piano que se incluyen en la trayectoria del autor.
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6 actual Granada Hoy sábado 17-12-05
pop
MÚSICA
Un centenar de voces aficionadas entonarán ‘El Mesías’ junto a la OCG
presentante en Andalucía de la Fundación La Caixa, Victorino Lluch. Bajo la batuta de Jean-Jacques Kantorow, la OCG y las distintas formaciones corales interpretarán la obra de Händel junto a la soprano Marie Alexis, la contralto Marina Pardo, el tenor J. Patrick Raftery y el bajo Joan Martín-Royo, que apoyarán El Mesías desde el escenario. Todo un cartel de figuras de primera línea dispuestas a entonar junto a los aficionados una de las obras más significativas del repertorio navideño. “La música tiene un lenguaje internacional, pero a veces perdemos un poco el sentido de cómo debe ser esa comunicación. Nuestra misión es compartir ese lenguaje musical de formaciones como la OCG con todo el mundo, sobre todo cuando se trata de
KANTOROW
“Nuestra misión es compartir el lenguaje internacional de la música y buscar la participación activa del público”
MARÍA DE LA CRUZ
EN NAVIDAD. En pasadas ediciones, los cantantes noveles interpretaron con ilusión ‘El Mesías’.
Desde las gradas, los ciudadanos se convertirán en protagonistas del doble concierto de ‘El Mesías participativo’, que contará también con músicos profesionales para una interpretación conjunta de la obra de Händel BLANCA DURÁN ■ GRANADA. No es necesario tener una gran voz. Tampoco es un requisito saber algo de solfeo. Tan sólo basta ilusión por querer implicarse en uno de los proyectos musicales más curiosos que cada Navidad reúne en el Auditorio Manuel de Falla a un centenar de voces aficionadas para cantar junto a la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) El Mesías, una de las obras maestras de G.F. Händel.
Por cuarto año consecutivo, El Mesías participativo busca implicar a los ciudadanos en una iniciativa con escasos precedentes en la actualidad y en la que también colaboran las principales formaciones musicales de la ciudad, como la Orquesta Ciudad de Granada, el Coro de la Orquesta Ciudad de Granada, el Coro Ciudad de la Alhambra o el Orfeón de Granada, junto a varios solistas destacados. Un total de 85 aficionados de entre 10 y 76 años serán, desde
las gradas, los grandes protagonistas del doble concierto de El Mesías participativo –mañana a las 19.00 horas y el lunes a las 20.00 horas–, que vuelve a contar este año con la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento de Granada y Obra Social de la Fundación La Caixa. “Es maravilloso comprobar cómo la ciudadanía se implica en esta iniciativa, que ya se ha convertido en el concierto de Navidad de la ciudad”, destacó el máximo re-
una participación activa, en la que el público actúa con los músicos. Sueño con hacer de este Mesías participativo algo como lo que sucede en Londres, donde el público siempre es una parte esencial del concierto”, aseveró Kantorow. En estos cuatro años, El Mesías participativo ha demostrado cómo es posible ver crecer un proyecto que nació con “escasez de voces” pero en el que cada año se han ido involucrando más sectores de la sociedad y de la música profesional en Granada. La responsable del Departamento de Música de la Fundación La Caixa, María del Carmen Palma, también agradeció la “gran acogida” que Granada ha hecho desde sus inicios a esta iniciativa, que hasta la actualidad ha contado con un total de 2.600 espectadores entre todos los conciertos. ,Los conciertos: ‘El Mesías participativo’ tendrá lugar en el Auditorio Manuel de Falla mañana a las 19.00 horas y el lunes 19 de diciembre a las 20.00 horas.
jazz
Ocho tentáculos con criterio OKTOPOSSE IV Edición del Concurso Internacional de Jazz. Benjamin Degen (trombón), Stefan Meinberg (trompeta, flugelhorn), Achim Schröter (saxo alto, clarinete), Denis Gäbel (saxo tenor), Martin Schulte (guitarra), Stefan Schulte (piano), Peter Schwebs (bajo), Hermann Heidenreich (batería).Lugar: Sala Val de Omar. Fecha: Jueves, 14 de diciembre. Aforo: Media entrada. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Más allá de todo rigor técnico que se le presupone a un músico cuando se expresa en libertad, es decir cuando se olvida de la técnica, está
la personalidad. Más allá, el criterio. Cuando hablamos de jóvenes creadores, lo primero, tras una formación académica exhaustiva (clásica y de jazz), si se da no es de extrañar aunque se admire. Lo segundo, el criterio, es una cosa que se adquiere con el tiempo: mitad trabajo, mitad curiosidad. Este grupo alemán, ganador del Premio Joven del certamen, desplegó el jueves un criterio desbordante, y no sólo en el plano instrumental sino, más importante si cabe cuando hablamos de crear un estilo musical propio, en el terreno compositivo, lanzadera imprescindible para poder desarrollar un discurso. Ni uno solo de los temas que interpretaron, todos recogidos en el trabajo Possenballett, desmerecieron el
sobresaliente concepto global. Plantilla de ocho músicos que funcionaron como ocho tentáculos, manteniendo su identidad individualizada pero entregada a la recreación colectiva y troncal en las partitura. La arquitectura en papel está perfectamente extendida para un conjunto casi orquestal. Juegos de planos, sujeción en la base rítmica, aislamientos polifónicos en los metales, entradas y salidas milemétricas en medio de vacíos que emparejan en solitario, con suavidad impresionista, al piano con un instrumento de viento (excelentes los solos del fliscornio y el trombón en esos momentos), un decurso musical que se presenta con solidez y luego se va estirando si-
guiendo las sutiles y brillantes indicaciones de escritura, creciendo sin efectismos ni excesos solistas, ampliándose o reduciéndose para adoptar una naturaleza más contundente, descriptiva o melódica. Es resultado es una música con aliento positivo, vibrante en los momentos funky (Lufstand, Virus, Possenballett), sutilmente deshilachada en segmentos de caos aparente (erupciones free como ornamento), refinada (polifonía de motete renacentista al comienzo de Position I y Position II) y delicada hasta la más íntima fibra sonora (Alanis). Jazz europeo de hoy. Un concepto refrescante, colorista y bien estructurado donde se unen formas abiertas perfectamente descritas. Enhorabuena.
Errores y aciertos COTI Músicos: Coti. Lugar: Sala Industrial Copera. Aforo: 800 personas. Fecha: jueves 15 de diciembre. ★★★ ENRIQUE NOVI ■ Con su dulce acento argentino Coti logró calentar una gélida noche en la ciudad al pie de la sierra y tornó el frío seco en íntima y acogedora humedad dentro de los corazones y otras partes de sus seguidoras con su cercanía, su dominio escénico y su simpatía. Románticas cajeras de supermercado, trabajadoras sociales, dependientas de boutiques y sus novios, antiguas fans de Revólver, opositores que se toman un respiro la noche del jueves… público, en definitiva, del que no necesita 30.000 canciones en su mp3, sino un par de discos al año, aunque sean comprados en el top-manta. Poco importa que el álbum con el que lo ha conseguido sea una revisión de canciones de sus anteriores trabajos. El rosarino conectó pronto con unos fans entregados, aunque un escalón por encima en su autoconciencia con respecto a los de Operación Triunfo –el último fenómeno de ese tipo con el que comparar– y por tanto algo más contenido. Con un sonido muy natural y una banda excelente, Coti dedicó la primera parte a rocanrrolear y cuando tuvo a la concurrencia al punto, desgranó uno a uno los temas de mayor enganche. Ernesto Sorokin, su verdadero nombre, entronca con una tradición rock muy argentina, que parte de Tequila y se prolonga con Los Rodríguez/Andrés Calamaro. Más tierno que los primeros y menos denso, más inmediato que el segundo, comparte esa manera directa y cautivadora de decir el rock en castellano, que ha supuesto un camino para todos los creadores de canciones con forma de rock’n’roll que no contemplan el inglés como lengua propia de ese estilo musical. Sus canciones además poseen el encanto de la sencillez y sus historias de amor cotidiano se adhieren al paladar. Aun así hubo ocasión también para los homenajes. El primero fue en memoria de John Lennon –perfecto el Twist & shout– y el segundo para la competencia. Coti bromeó: “Vinieron aquí los que no consiguieron entrada para el flaco Sabina, ¿no es cierto?”, dijo antes de versionear Princesa, tal vez a la misma hora en que su autor la interpretaba... La apoteosis vino con su mejor acierto, Nada fue un error, con la que el público le hizo feliz la mitad del trabajo cantando a pleno pulmón y Álex Olmedo, su guitarrista de lujo, se desató haciendo el aspa a lo Pete Townshend. Esperemos verlo algún día por aquí con su propio proyecto, Naranjas de la China. Hubo más temas en los bises, pero tras la interpretación del éxito, alguna familia comenzó a desfilar. Eran las doce de la noche y a la mañana siguiente había clase.
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Granada Hoy actual 39 lunes 18-7-05
Veteranos. El trío formado por Jorge Pardo, Tino di Geraldo y Carles Benavent demostró todas las tablas que tiene sobre los escenarios y el conocimiento mutuo, que hace que los músicos improvisen con total libertad en cada tema
SERGIO SEBASTIANI
TRÍO. Jorge Pardo, Tino di Geraldo y Carles Benavent, durante su actuación del sábado en el Majuelo.
Fusión con raíces JORGE PARDO, TINO DI GERALDO Y CARLES BENAVENT XVIII Edición del Festival de Jazz en la Costa. Jorge Pardo: Flautas y saxos. Tino di Geraldo: Batería. Carles Benavent: Bajo. Emilio Maya: Cante. Juan Ángel Tirado: Guitarra. Fecha: Sábado, 16 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almulécar. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO ■ Tras una larga gira con Chick Corea y un nuevo trabajo (Sin precedentes) en el que claramente deja-
ban atrás la denominación de origen de ‘Nuevos flamencos’ (acuñada a finales de los años 80: ya ha llovido) volcándose en un sonido de fusión de calibre grueso entre funk y rock posibilitada por una sinergia improvisatoria única, esta formación de liderazgo horizontal y química instantánea e irrepetible nos presentó el sábado un proyecto que no se corresponde con su presente. Muy al contrario, el triunvirato –ya histórico– del jazz fusión hispano formado por los Pardo, Di Geraldo y Benavent trajo un resumen de su disco-concierto en Sevilla (Teatro Central, 1999), al que añadieron un tema más del último y la ampliación de la planti-
lla con la participación de dos artistas flamencos. Fue quizás esta invitación a compartir el escenario la misma noche con el cante y el toque al desnudo de Emilio Maya y Juan Ángel Tirado, respectivamente, la que pudo condicionar la tendencia estética en torno a la fusión adoptada por el trío. Solución que encajaba con la introducción previa del dúo de flamencos (una minera, soleá por bulerías y martinete) para favorecer en los instantes finales del concierto un par de piezas de convivencia colectiva entre ambos conjuntos. Un desenlace sobre la pieza Perdidos en el río no dema-
SERGIO SEBASTIANI
TÉCNICA. Jorge Pardo.
siado bien compensado en las dimensiones de los participantes y poco engrasado en su intención integradora entre músicas de improvisación-fusión y flamenco . Por su parte, el trío, siempre hábil en abrir espacios aislado para el solismo (excelentes los de la flauta de Pardo en el comienzo de Las cigarras son quizá sordas y en Eterno mezclado con Mi sueño, mientras el bajo-guitarra de Benavent hacía lo propio citando a Bach en el homenaje a Jaco Pastorius de Bluestorius) y en el dominio de las intensidades cercanas al hard rock o en los acelerandos que acumulan energía de fusión respecto a su creciente velocidad, para ser resueltos en unas terminaciones de precisión cortante. Buen concierto, mas un espectáculo dirigido hacia una faceta por la que la evolución del trío ya ha pasado y superado.
JAZZ CASUAL
La invasión de las medusas y otros frentes Jesús Gonzalo Crítico de Jazz Cuando las notas dejan de respirar entre la espesura calurosa del jardín botánico del parque de El Majuelo, vuestro servidor se deja llevar por las serpenteantes calles de Almuñécar buscando cerrar el difícil círculo abierto por la soledad moderna, tan hondo y sentido. Lo que me encuentro a medida que me acerco a los bajos del paseo son ríos humanos que van a dar al mar… o a la orilla. Jorge Manrique se sentiría avergonzado de este símil literario si viera discurrir a este
gentío vociferante en la noche. Como no soy un voyeur, me retiro a mis aposentos a reconciliarme con mi estado natural, algo aliviado, por un lado, y decepcionado, de otro, por no encontrar acomodo en el ambiente de Almuñécar. Ya daré con algo interesante. A la mañana siguiente, por ayer, la playa es un reclamo demasiado tentador para que no acabe repleto. Así que decido salir a lugares más aislados que bordean la costa granadina alejados de la bulla. Primero voy a la playa de El Muerto, playa nudista de la que descubro su desapego a la ropa cuando
llego. Todo bien, gentes que se llevan la casa encima, con gentes que no llevan nada. En frente, el agua cristalina, perfecta para el submarinismo, perfecta también para divisar la plaga de medusas que tan ocupados tiene a familias enteras desde la playa de San Cristóbal: ¡es la guerra! Siguiendo en coche más allá y hacia arriba, como una escalada de estatus económico directamente proporcional a la altura del camino alcanzado, descubro villas que podrían ridiculizar a mansiones de Beverly Hills. Por el sinuoso y hermoso ascenso, lleno de señales de
“sin salida” que incrementan mi curiosidad sobre qué otro paisaje hay en la siguiente curva, allí, huele a vacaciones de verdad. Los árboles la desprenden asomándose al Mediterráneo, mar que se muestra sereno y sabio, desde mi vista privilegiada, como ajeno, en el perfil de los acantilados del litoral sobre los que se acaba rompiendo, al bullicio de las vacaciones que se celebran abajo, a ras de suelo, en el manto pedregoso sobre el que yace. Es curioso que términos que utilizábamos para la risa el verano pasado (recuerdan esas leonas acechando en la noche, ese sueño de
las valquirias, esos impostores del jazz) no cobren para mi sentido esta vez. Es muy posible que todos hayamos cambiado, pero algunos de mis personajes más inspirados lo han hecho de forma sorprendente. De acuerdo, los caminos para llegar a los altares son inescrutables, los mismos que pueden convertir a las leonas en gatitas y a la vanguardia en el duro frente femenino en una guardería. Si me encuentran menos incisivo esta vez, no me echen la culpa a mi, uno de mis inspiradores más delirantes del año pasado ha sido atrapado de forma irremediable.
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6 actual Granada Hoy domingo 24-7-05
jazz
La suave seducción de la noche PATRICIA BARBER QUARTET XVIII Edición Festival Jazz en La Costa., 2002. Patricia Barber: Piano y voz. Neal Alger: Guitarra. Michael Arnopol: Bajo. Eric Montzka: Batería. Fecha: Viernes, 22 de julio. Lugar: Parque de El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno. ★★★ JESÚS GONZALO
Patricia Barber –cantante y pianista nacida en Chicago– se prodiga bastante por tierras andaluzas en los últimos años. Eso dice mucho de la proyección comercial que le apoya y el cada vez mayor reconocimiento público. No obstante, habida cuenta de las veces que la hemos visto en directo, debemos decir que su discurso no ha evolucionado lo más mínimo. Hay que tener en cuenta que su momento llegó a tiempo, cuando
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VOCALISTA
Barber es una cantante de carencias en el color, los matices tímbricos y el perfil melódico la canción y los estándares renovados por Cassandra Wilson tomaban otros derroteros más abiertos hacia la música popular de hoy en día (mezclando funk, folk, rock o pop). Es justo ahí donde la Barber toma posiciones con un trabajo como Modern Cool, proyecto no superado hasta la fecha. Barber es una cantante de carencias en el color, los matices tímbricos y el perfil melódico. Obstáculos no insalvables si es capaz de comunicar, como sabe y puede ha-
G. H.
FIN DEL FESTIVAL. Aunque pueda parecer una con- Teardrops, una de las formaciones norteamericanas más retradicción, el blues puso fin anoche a la XVIII edición del Festival Jazz en la Costa con la actuación de Magic Slim & The
presentativas del género. El certamen de Almuñécar ha programado música en directo durante nueve días consecutivos.
cerlo cuando quiere. Al piano se prodiga poco en solitario, pero su fraseo es sofisticado, sutil y moderno, rozando, salvo las limitaciones inabarcables que se presuponen, los modos de Keith Jarrett. El viernes empezó con el tema instrumental Bumps, haciendo una rendición arabesca a la tierra que pisaba. Le siguió Autumn Leaves, en la cual introdujo mucho pedal y espacio, jugando, como es habitual en ella en los tiempos lentos y en las baladas, a la tendencia brus-
es la guitarra acústica del imaginativo Neal Alger la que sobresale. (Uno recuerda que fue Sting y su Fragil, ahora convertido en un estándar, quien inicio esta tendencia de folk camelístico, algo que después siguió Cassandra Wilson con el guitarrista Brandon Ross, aunque más enfocad al blues contemporáneo que hacia la canción melódica). Tras la tersura trasnochada y húmeda de The Summer Knows, su ya habitual parada en Morning
ca de pianíssimos y la respiración de silencios que crean suspense. El enfoque discursivo era de pregunta y respuesta entre voz y piano. El grupo se mimetiza, en su naturaleza acústica o eléctrica, entre el palpitar más pausado y cool en The moon, y el de mayor acento rítmico hacia el funk y el sonido de clubes en Witchcraft. Por más que lo intente, Bésame mucho nunca será un clásico al que le pueda sacar partido su voz gélida y distante. En esos temas–baladas
Grace elevó el entramado lírico hacia una rítmica pulsante y potente de groove. El último tema fue de lo mejor de la noche. Una cadencia de trémolos repetitivos que en adición con el resto del grupo, y siempre con la destacada guitarra, esta vez eléctrica tirando a psícodélica, de Alger. Los ya tradicionales finales como regalo de Light my fire ( The Doors) y White World (Barber) cerraron una noche de frescura seductora, queda y pasajera.
JAZZ CASUAL
La música se hace color en los ojos de una niña Jesús Gonzalo Crítico de jazz La inocencia, ese estadio que los adultos añoramos como algo perdido en la lejana memoria del ayer, es una esperanza en la que buscamos reconocernos para encontrar una respuesta al sinsentido de la realidad. Es algo tan cercano y olvidado a la vez que la percibimos como un sentimiento profundo, ajeno e irrecuperable. Un sentir que ni en una mirada introspectiva a veces alcanzamos a encontrar, si su latido aún palpita en nuestro interior. Tiene que ser la mirada infantil la que nos rescate de la miseria cotidiana – vulgar, paranoica y violenta– en la que nos vemos inmersos. La música, arte mayor tan abstracto como intangible, tan sentido y penetrante como sensible es la piel de quien la recibe y absorbe, es también una manifestación de inocencia, de verdad manifiesta que llega y se va, tan irrepetible como el verbo que se hace música sin anun-
ciarse, tan pasajera e intensa como unas bellas y únicas notas improvisadas. La inocencia y la curiosidad están ahí, en los pequeños detalles que sólo captan los ojos de ese joven anciano que es Zawinul o en los brillantes y profundos en su juventud de Ana. Lo puedo ver reflejado en ellos. Pero es su inocencia, no la mía. La inocencia es de uno, un sentimiento puro e intransferible por el que hay que luchar para hacer visible la transparencia perdida. Ana tiene 10 años, y ha encontrado en la música una ilusión que los dañados adultos convertimos en un instrumento de evasión o, en el mejor de los casos, en una necesidad cultivada por una sensibilidad que anhela plenitud y salvación. Desde que tenía 2 años sigue, de la mano de su padre, los festivales de Jazz de Granada y el de La Costa, en Almuñécar. Todos los días, haciendo cola si es preciso, encuentra su lugar preferido en la segunda fila del aforo. Desde ese privilegiado puesto saca su
bloc de dibujo. En él inmortaliza a su edad una sensación que a muchos nos supera pero que para ella es pura aventura, puro aprendizaje, la esencia de la música leída desde la inocencia. Sin pinceles intelectuales, sin borrones sentimentales, sin lastres cotidianos, sin maniqueísmos, Ana pinta a los músicos sin quizás saber que inmortaliza un instante irrepetible en su vida. Estas últimas notas del viaje por el ‘Jazz Casual’ son un homenaje a esa mirada fresca y sin manchas de Ana. Mientras, nuestros políticos locales avanzan en la llamada ‘Zona 0’ de Almuñécar para alcanzar el 0.5, dos años después; nuestra voraz fauna playera intenta aniquilar a la pandilla de peligrosas medusas (favorecida por el comportamiento compulsivo y colectivo de “la mala folla”); y a su vez otros recuperan la Edad del Bronce (¡ah!, esos sabios fenicios) haciendo metalurgia playera sobre la piedra para clavar sus espantosas sombrillas. Cosas de
adultos. Un beso, Ana, buena suerte y gracias por está ahí. Mención especial, no puede ser de otro modo, a la organización de este certamen tan bien avenido, siempre atenta, cercana y cariñosa. Un fuerte y sincero beso a todos, incluida la princesa de la torre. Hasta la próxima. ,FE DE ERRORES
LIENZO DE CHAGALL.
Muchos ha habido en este distante escribir. Algunos propios y otro debidos al corrector automático del programa de texto, el excelente baterista que es Billy Wilson (a quien conozco personalmente) ha aparecido dos veces como Billy Wilson (primer?). Mucho más grave es aumentar la interminable lista de defectos del pobre Chet Baker, diciendo que consumía felonía, cuando es algo improbable, nos referíamos a heroína. Por último, al margen de otras pequeñas erratas tipográficas, nunca Gerry Mulligan tomó el nombre de un barco llamado Ferry. Cosas de adultos, ya ven.
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Granada Hoy actual 5 miércoles 20-7-05
jazz
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Entre la energía y el deleite
Rojo, negro y morado, la danza de los colores
KENNY GARRETT QUARTET XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Martin Kenny Garrett: Saxo alto y soprano. Ronald Brunner: Batería. Krsitopher Funn: bajo Carlos McKinney: Piano y teclados. Fecha: Lunes, 18 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno a rebosar.
PAUL STOCKER BUG BAND XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. Músicos: Paul Stoker: Director y saxos. Wim Both, Ruud Breuls y Jelle Schouten: trompetas. Sean Berguin, Tobias Delius, Barry Block y Frans Vermeerssen: Saxos. Jan Oasting y David Rothshild: Trombones. Larry Fishkind: Tuba. Leo Bauwmeester: Piano. Niko Langenhauijesen: contrabajo. Alba Cruz: Bailaora. El Moreno: Cajón. Fecha: Domingo, 17 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Tres cuartos de aforo.
★★★★ JESÚS GONZALO ■ Durante la fructífera década de 1950 la corriente dominante del jazz (main stream) se abrió a otros canales de expresión en estilos denominados hardbop, west coast, funky y combos que combinaban ritmos y percusiones afrocubanas. Por la electricidad vocacional de Charlie Parker, por la efervescencia contagiosa del funky y por un elegante y cálido metodismo, Garrett –hardbopper que compendia estilos, por su fraseo versátil entre la calidez y la fogosidad– procede de la herencia de otros ilustres altoístas como Lou Donaldson y Hank
★★★★ JESÚS GONZALO
RETROSPECTIVA
El hecho de venir con un conjunto polivalente entre acústico y eléctrico, nos sitúa también ante referentes de los 50 Mobley. El hecho, además, de venir con un conjunto polivalente entre acústico y eléctrico, nos sitúa también ante referentes de los 50 frente a los teclados como Jimmi Smith y Horace Silver. El concierto empieza con ritmo trepidante en el que el bop se hace febril. Son los temas Chief Black Water (dedicado a un jefe indio) e incluso en el clásico de los años 50 de Cole Porter What is this thing? Garrett trae con él un grupo de jóvenes revelaciones que conocen a la perfección el discurso de su líder. Deberíamos añadir que el sa-
Una orquesta que no llega a ser tal. Un director que elude en cuento puede la rigidez de la escritura. Unos músicos para quienes se han arreglado unas partituras pensando exclusivamente en ellos. Swing roto, gesto de los que salen músicas inesperadas, dinámica de conjunto abierta a incidentes, una bailaora que traduce la música en color y en elegancia, en sabor andaluz y en belleza universal. Definitivamente, Paul Stocker no trabaja con notas, trabaja con colores. Ellington (refinación polifónica sobre el swing) o Mingus (cuando se hace más sombría la tersura melancólica, profundo el palpitar de los metales y asoma la atonalidad) y al lado de los gigantes, los pigmeos venidos del centro de África, con sus pequeñas flautas sincopadas que suenan como un coro juguetón de niños que invitan a otros a añadírseles. Stocker nació en California, pero no es nada descabellado decir que como músico de jazz es holandés. Convertir un ensemble en una fanfarria a la que el acordeón le presta su respirar del destierro, o al que una bailarina pone gestos flexibles a la emoción de que despiden (llegó a improvisar gran parte de su actuación), todo ello suena a música planetaria, libérrima en formas (en el espontánea respuesta a las instrucciones de Stocker), en estilo, en géneros y en latitudes. Una lástima que esta iniciativa con la que se recaudaba fondos para ACNUR (y los refugiados) no tuviera el lleno que se merecía. Tenemos un gran músico y compositor entre nosotros. Tras el concierto en 2003 en el Festival de Granada, podemos decir que Stocker (aunque repitió algunos, como el de los pigmeos Bathwa ) mantine un nivel muy alto de creatividad. La idea de unir en escena a la bailaora Blanca Cruz (tentadora en rojo, clásica en negro, vaporosa en morado), marca una línea de proyecto con cantantes y músicos de gran interés.
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SERGIO SEBASTIANI
APABULLANTE. Kenny Garrett con algunos miembros de su cuarteto.
xo alto de Garrett no sólo escala velocidades cuando se sacude notas en el vértigo del bop, sino que esto se produce bajo una lógica de invención colorista y siempre ajustada al tema. Además, sabe alargar el sonido para despegarse de la herencia entrecortada de Sonny Rollins y de este modo poder llegar al melodismo sereno o a la plegaria coltraneniana. Mantiene un sonido vigoroso y directo, alternando labores rítmicas con el grupo (sobre todo con los teclados), pero sabe hacerse cálido, fluido y envolvente en la baladas. En aquellos contextos que favorecen los tiempos lentos, acompañado por el piano, la sobriedad hechizante pertenece no sólo a un blues que respira en el gospel, si-
no, sobre todo, en un melodismo tamizado por cantos populares de regiones desconocidas. Es ahí, en esos registros reposados y sutiles que sobrevuela el silencio (respetuoso y atento estuvo el público), cuando Garrett, al soprano, dibuja líneas ascendentes, que si en su amplitud panteísta nos remite al último Coltrane en ascendencia oriental, en su sobreagudo extenso y su tesitura quebrada, en sus caídas emocionales, nos recuerda al noruego Jan Garbarek. Por último, para compendiar la variedad musical que nos ofreció el lunes el saxofonista, una puesta al día de los sonidos funk derivativos, en su groove actual, del hip hop o incluso, en pequeñas dosis, de drum & bass (en Happy People y
Wayne’s thang) . Destellos en los platos de la batería apoyados por potentes y precisos golpes de caja y una función sobre el charly ajena al jazz y cercana a la música pop. Bajo y teclado (Fender Rhodes que sonab en su burbuja cósmica a Herbie Hancock). Sorprendentes finales que retrasaban su conclusión acabando en una especie de plegaria plena y serena. El tema de regalo final, alargado hasta que el público no pudo más, fue el broche animado y ligero de una música que unía la efervescencia del bop, la química contagiosa del funk y un elegante melodismo, como la de sus referentes de los años 50: actualizar la tradición. Cruzaron El Majuelo por tierra, mar y aire.
CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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DO. 17. 7. 2005
CARTELERA 3PARQUE BUHAIRA. Interior Parque Buhaira. “Closer” a las 22.30 horas. Servicio de bar. 3CENTRO CÍVICO SAN PABLO. Pol. San Pablo Barrio B. “kung-Fusion” a las 22.30 horas. Servicio de bar. 3PATIO DE LA DIPUTACIÓN 2005. Película: SÓLO UN BESO (V.O. Subt.) de Ken Loach. Actores: Atta Yakub, Eva Birthistle, Ahmed Riaz. Clasif. -13. SEVILLA FESTIVAL DE CINE 2004.
MÚSICA
Los 4 fantásticos
3NOCHES EN LOS JARDINES DEL ALCÁZAR. Acceso Jardines: 21 a 22.25 h. SAMARCANDA. + Info: 010 y 902 26 10 10.
T E AT R O 3TEATRO DE LA MAESTRANZA. Paseo Cristóbal Colón, 22. WWW. TEATROMAESTRANZA.COM. Horario de Taquilla: de 10 a 14 y de 18 a 21 horas. Tel.: 954 22 65 73. ÓPERA PARSIFAL de Richard Wagner. Días 13, 16 y 18 de julio a las 20.00 hs. JUNTA DE ANDALUCÍA.
ALC ALÁ DE GUADAÍRA ALCALÁ PLAZA (UCC). C.C. Alcalá Plaza. Avda. 28 de Febrero, 25 (Junto Auto-King) Alcalá de Guadaíra. Entrada directa desde la autopista por la salida 12A (Restaurante Montecarmelo). http://www.ci-
LAS PELÍCULAS George Lucas. Int: Ewan McGregor, Natalie Portman, Christipher Lee. Tercer y último episodio de la saga Star Wars, en el que aparece el General Grievous, un ser implacable, mitad alien mitad robot. Los Sith son los amos del lado oscuro de la Fuerza y enemigos de los Jedi. Éstos los creían exterminados hace mil años, pero la orden del mal sobrevivió en la clandestinidad. Ábaco, Al-Ándalus Bormujos, Arcos, Avenida, Los Alcores, Nervión. STRUGGLE Drama. 74 min. Dir.: Ruth Mader. Int: Aleksandra Justa, Gottfried Breitfuss. Struggle se desarrolla en los lugares de trabajo: en campos de fresas, en fábricas, en oficinas, en coches, en la calle. Es una película acerca de la lucha por la existencia, para ganarse la vida. Avenida. TAPAS ★★ España. Comedia. 94 minutos. Dir.: José Corbacho y Juan Cruz. Int: Ángel de Andrés, María Galiana, Elvira Mínguez. Cinco historias se entrelazan en un barrio de la gran ciudad. Cinco mundos unidos en el día a día, con el bar, los comercios y el mercado. Corona, Los Alcores. TERCERA IDENTIDAD Drama. 103 min. NRM 7. Dir.: Marek Kanievska. Intérpretes: Sharon Stone. En 1956, la artista norteamericana Sally Tyler vive en Beirut con su esposo, corresponsal del New York Times, ausente la mayoría de los días. Entonces conoce al apuesto Leo Cauffield. Al-Ándalus Utrera. THE RING 2 ★ EE.UU. Terror-Thriller. NRM 18. Director: Hideo Nakata. Int.: Naomi Watts, Simon Baker, David Dorfman. Rachel y su hijo Aidan se trasladan a Oregón para tratar de olvidar la pesadilla vivida seis meses atrás. Pero se produce un nuevo crimen. Ábaco. UN CANGURO SUPERDURO EEUU. Comedia. 95 minutos. TP. Director: Adam Shankman. Intérpretes: Vin Diesel. Al Navy Seal Shane Wolf le encargan la misión más difícil de toda su vida: no sólo debe salvar al mundo de un enemigo temible, sino que debe también hacer de canguro. Arcos. VALIANT Comedia-Animación. 109 min. Dir.: Gary Chapman. Intérpretes: Ewan Mcgregor, Tim Curry. Durante miles de años, los hombres han recurrido a las palomas para transportar mensajes en tiempos de necesidad. En la II Guerra Mundial, las palomas jugaron un papel crucial para las fuerzas Aliadas entregando despachos claves desde detrás de las líneas enemigas. Ábaco, Al-Ándalus Bormujos, AlÁndalus Utrera, Alcalá Plaza, Aljarafe, Arcos, Cineápolis, Nervión, Warner. YOSSI & JAGGER Drama. 67 min. Dir.: Eytan Fox. Basado en un hecho real, Yossi y Jagger retrata la historia de amor entre dos oficiales israelíes en una base del ejército situada en la frontera Israelí-Libanesa. Avenida.
neciudad.com Telf.: 954 10 00 77. Dolby Digital, Dolby Sorround y sonido EX, con salas biamplificadas de triple vía. 4 “días del espectador” cada semana - de lunes a jueves (3,00 euros). Entrada dorada (niños, mayores de 55 años y estudiantes) viernes, sábados,domingos, festivos y vísperas de festivos (3,00 euros), resto (4,50 euros). SESION MATINAL: sábados, domingos y festivos a las 12.00 horas (3,00 euros). SESIÓN GOLFA todos los días a partir de las 24.00 horas (3,00 euros).
El calentito Valiant A good woman Mi mejor amigo La guerra de los mundos La intérprete Madagascar Batman Begins
(12.15) 17.00 18.15 20.45 22.00 00.30 19.30 23.10 (12.15) 17.15 19.15 21.15 23.00 00.45 (12.15) 17.00 18.30 20.00 23.00 00.30 21.30 19.45 00.15 (12.30) (12.15) 17.15 19.30 22.00 00.30 (12.15) 17.15 21.45 (12.15) 17.15 19.00 20.45 22.30 00.15 (12.10) 17.00 19.30 22.00 00.30
LOS ALCORES. C.C. Los Alcores. Ctra. Sevilla-Málaga, Km. 8,8 (Alcalá de Guadaíra). 12 salas, con las últimas tecnologías en imagen y sonido. www.cinesur.com. Tlf. de información: 955 61 29 01. Tlf. de taquilla: 902 50 41 50. Laborables (3,80 euros). Festivos (4,30 euros) Miércoles: Día del Espectador (3,50 euros). Jueves: Día de la
Pareja (7 euros la pareja). Matinales: sábados, domingos y festivos (3,50 euros). Sesión de madrugada: Viernes, sábado y vísperas de festivos (3,80 euros).
dos, domingos y festivos. Programación sujeta a cambios de última hora. Reserva y venta anticpada al teléfono 954 78 90 59 / 902 22 16 22 o por Internet en www.alandalus.es.
Los 4 fantásticos Fin de curso
Los 4 fantásticos (12.00) 16.00 Fin de curso (12.00) 16.30 Semen, una historia de amor(12.00)16.00 17.50 El amor es lo que tiene (12.00) 16.00 La casa de cera (12.00) 16.00 Valiant (12.00) 16.00 17.45 Los Dalton contra Lucky... (12.00) 16.00 15.45 El sueño de una noche de...(12.00) 16.00 17.45 No sos vos, soy yo (12.00) 16.00 La guerra de los mundos (12.00) 17.00 Héroe a rayas (12.00) 16.30 Batman Begins (12.00) 16.00 Madagascar (12.00) 16.00 17.45 El internado Kung-Fu-Sion (12.00) 16.00 Star Wars: Episodio III (12.00) 16.15
La casa de cera Kung-fu-sion La guerra de los mundos Madagascar Batman begins Tapas Danny the dog Star Wars. Episodio III Cosas que hacer antes... El reino de los cielos El gran golpe
(12.00) 16.15 18.15 (12.30) 16.00 19.30 17.45 (12.00) 16.00 18.05 (12.00) 16.15 18.15 (12.00) 16.00 18.10 (12.00) 16.00 19.30 17.45 (12.00) 16.00 18.45 (12.00) 16.00 19.30 17.45 (12.30) 16.30 18.30 (12.00) 16.00 18.45 (12.00) 16.15 18.15 (12.00) 16.00 18.45
20.15 22.15 00.15 21.15 23.00 00.45 20.10 22.20 00.30 20.20 22.30 00.40 21.15 23.00 00.45 21.30 00.15 21.15 23.00 00.45 20.30 22.30 00.30 21.30 00.15 20.15 22.15 00.15 21.30 00.15 20.15 22.15 00.15
BORMUJOS AL ANDALUS MULTICINES. Centro Megaocio, junto a MultiFactory Aljarafe. Pantallas gigantes, butacas dipuestas en gradas en todas las salas. Parking en sótano y superficie. Matinales solo los sába-
El reino de los cielos
18.10 20.20 22.30 00.40 18.25 20.20 22.15 00.10 19.35 21.20 23.05 00.50 18.05 20.10 22.15 00.20 18.10 20.25 22.40 00.55 19.30 21.15 23.00 00.45 19.30 21.15 23.00 00.45 19.30 21.15 23.00 00.45 18.05 20.10 22.15 00.20 19.30 22.00 00.30 18.45 21.30 00.15 19.30 21.15 23.00 00.45 18.35 20.30 22.25 00.20 18.10 20.20 22.30 00.40 19.00 21.45
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El ‘revival’ como ejercicio de estilo JOHN PIZZARELLI QUARTET XVIII Edición Festival Jazz en La Costa. John Pizzarelli: Guitarra. Ray Kennedy: Piano. Martin Pizzarelli: Contrabajo. Tony Tedesco. Batería. Fecha: Viernes, 15 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar (granada). Aforo: Lleno. ★★ JESÚS GONZALO ■ Al contrario que otras músicas como el rock (Elvis Presley), el pop (John Lennon) o los géneros brasileños de bossa nova y samba más cercanos al jazz (Tom Jobim), donde voz y cuerdas quedan fundidas en el mismo artista, es raro encontrar a un guitarrista de jazz ejerciendo al mismo tiempo de cantante y, ya puestos, por qué no, de entertainer. La influencia de Nat King Cole (primer showman televisivo negro procedente del mundo del jazz), el canto engolado de Frank Sinatra, el swing rasgado de Django Reinhardt y estándares clásicos de George Gershwin y Johny Mercer extendidos en su dimensión popular hasta los Beatles, definen la naturaleza decididamente conservadora y sin fisuras del producto que nos ofrece este músico italoamericano nacido en New Jersey e hijo del también guitarrista Bucky Pizzarelli. Acompañante versátil y agradecido, con una carrera aupada por sus colaboraciones junto cantantes-estrella como Diana Krall, Pizzarelli se entrega en solitario a un repertorio perfectamente concebido para su lucimiento y el deleite fácil del público. Los modelos, las
GUITARRA EN MANO. Pizzarelli hizo más placentera la velada del viernes en Almuñécar.
CRITERIO
Acompañante versátil y agradecido, Pizzarelli se entrega a un repertorio concebido para su lucimiento personalidades, los estilos y los temas corresponden a épocas muy anteriores a la suya. Pero su aproximación, ya decimos que muy estudiada comercialmente, es epidérmica y complaciente. Sin grandes desafíos renovadores en una lectura retro acomodaticia, que juega con la seducción de la elegancia clásica de los años 50 en su vestuario, la complicidad con el público y gestos impostados en su porte, el pastiche de revival queda sentenciado por la fidelidad de los arreglos a unos origina-
les que en su mayoría son canciones que fluctuaban entre espacios ágiles y muy rítmicos con otros dedicados a las baladas. Estate, un tema de Pat Martino (exquisito guitarrista), y Sing, Sing, Sing, de Louis Prima, fueron las sorpresas más relevantes de un repertorio de piezas en el que los ya nombrados Gershwin (I Got Rhythm), Cole (Hit That Jive Jack), Lennon/McCarthy (Can’t buy me love) y So dance samba (Jobim) demarcaron el territorio. Pizzarelli tiene manos ágiles con las que puede excursionar haciendo malabares por el traste al mismo tiempo que se dobla en scat con su voz; voz de una tersura sin brillo y deudora de una tesitura de puro crooner. Su inevitable carácter extravertido, además, le permite entregarse con facilidad a la imitación y la simpatía musical, introduciendo
SERGIO SEBASTIANI
anécdotas humoradas de los autores y de las piezas seleccionadas. Con todo, resulta curioso comprobar (tampoco es muy habitual) que un guitarrista se acompañe de un pianista. Ray Kennedy es un músico elegante, de bello fraseo blues y muy melódico, perfecto para que su líder le conceda el protagonismo mientras canta o le acompaña rítmicamente en segundo plano. El grupo mantiene la uniformidad sobre la nostalgia estética. Un concierto nada estimulante por la ausencia de un estilo propio en Pizzarelli, aunque no se duda de la eficacia de su fórmula revisionista para el hedonismo estival de calor húmedo al que se presta el parque de El Majuelo en la Costa Tropical. Un acierto de programa, a tenor de la respuesta del público, si lo vemos desde ese punto de vista.
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Granada Hoy actual 3 jueves 21-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
La seducción de la clarividencia El contrabajista Dave Holland, músico estrella de la edición 2005 y uno de los más premiados el pasado año, actúa hoy en Almuñécar JESÚS GONZALO ■ ALMUÑÉCAR .
Entre sus muchas virtudes como músico, compositor y acompañante existe una que se desprende de todas las demás: la clarividencia, y es que Dave Holland parece estar siempre en el sitio indicado en el momento idóneo, allí donde se vislumbra un filón creativo o un buen proyecto. Por todos es conocido su participación en la transición del Miles acústico al eléctrico, en su activa participación en la creación del sonido ECM de los años 70 (con Chick Corea, Collin Walcott, John Abercrombie, Jack DeJohnette, etc), la creación de su primer quinteto en los ochenta (con Steve Coleman y Kenny Wheeler) su faceta indispensable como acompañante durante los noventa (su nombre estaba por doquier, al lado de Metheny, Lovano, Hancock, Betty Carter, Anouar Brahem…), en la fundación conjunta de grupos más actuales y exitosos como ScoHoLoFo (Scofield, Holland, Lovano, Foster) o la recuperación de otros como Gateway. En 1997 fundó su segundo quinteto (saxo tenor y soprano, trombón, batería, bajo y vibráfono-marimba), un grupo que ha sido todo un revulsivo en el panorama del jazz de finales de siglo XX. Holland y su quinteto recibieron críticas entusiastas, premios en los medios especializados y siempre ha contado, además, con el respaldo del público americano y europeo. Las extensas giras realizadas en estos años, incluso con proyectos desarrollados a partir de este núcleo de cinco miem-
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1. Dave Holland en una de sus clásicas imágenes al frente del contrabajo./ 2. El músico explica al público algunos detalles de su concierto, una imagen tomada en el año 2001 en el Teatro Central de Sevilla, donde también actuó con su quinteto. / 3. Otro instante de una interpretación de Holland. / FOTOS: (2) DAVID ESTRADA Y G.H.
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bros –como el octeto o la big band– son prueba de ello. Sus discos para ECM han sido siempre recibidos entre elogios y buenas ventas (Prime Directive, Not for nothing, What goes around, este último con la banda). Hasta la fecha, su último trabajo con el quinteto es un doble en directo desde el club neoyorquino Birdland titulado Extended Play, con él este conjunto parecía dejar constancia de su excelente momento interpretativo y mientras hacía balance del camino andado ponía acento en lo que vendrá. Y en lo que ahora está más involucrado el contrabajista británico es en su big band con la que acaba de publicar Overtime, disco que estrena su propio sello discográfico Dare2 Records.
La culminación orgánica del quinteto ha posibilitado difundir parte del repertorio y del concepto del mismo en formatos de mayor envergadura. La musculosa y excepcional big band (músicos que la componen: Antonio Hart, Josh Roseman, Gary Smulygan, Duane Eubanks,…) parte de la base del quinteto, que queda contenido dentro de ella. En What goes around –impresionante tema que titula dicho trabajo–, por ejemplo, es más que evidente que el núcleo del concepto se teje desde el quinteto. Ahí están los emparejamientos entre trombón y saxo, esos dúos de polifonía abrazada que son todo una red de líneas cruzadas; la fogosidad encendida de la batería (Nate Smith sustituye
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al poderoso Billy Wilson) y sus tiempos rápidos en un groove que sabe intercalar el funk sin perder pegada ni sutileza con los platos; o ese genio introvertido que marca los detalles subterráneos entre el lirismo atonal, los detalles repetitivos y los subrayados sostenidos de marimba y vibráfono. Holland resalta el juego melódico, abre y cierra volúmenes con silencios y mantiene bajo control la fortaleza rítmica. Los finales de los temas, por ejemplo, se redefinen para deslizar con suavidad la energía y la contundencia acumulada hacia un lirismo de acabado clásico que se aprecia en Extended Play y que quizás venga inspirado por la escritura para orquesta. Importante es el peso de la com-
posición en un planteamiento que desgaja su exposición para abrir espacios de solismo compartido con otros absolutamente aislados al que se van sumando más instrumentos, ya que aunque existan primeros planos (se puede introducir el tema de manera individual) el valor de la sinergia de grupo es asombrosa. Nelson, Potter y Robin Eubanks ayudan a Holland en la escritura para este genial organismo expansivo y a la vez concentrado del quinteto. Un grupo ya histórico que marca pautas de otra fórmula más numerosa como la de la big band, de la cual podremos disfrutar en el Festival jazz en la Costa de Almuñécar esta misma noche. Un cita ineludible.
JAZZ CASUAL
El maestro de las voces ocultas Jesús Gonzalo Crítico de jazz Un inciso antes de zambullirnos en la escabrosa vida de Chet Baker. Llego a la cafetería del hotel para tomarme un té que me ayude a clarificar mi mente antes de afrontar estas líneas. Por la barra aparecen, uno tras otro, todos los miembros del Zawinul Syndicate –que tocaran poco después aunque esto lo lean ustedes mañana– incluido el venerable maestro que los reúne en su nombre. La esbelta cantante zaireña Sabine Kabongo (ex Zap Mama) me pide fuego, desde Madagascar el percusionista Aziz Sahmaoui me saluda en perfecto español, con una sonrisa abierta tras sus melenas rizadas. El guitarrista brasile-
ño del grupo, Alegre Correa, a quien conocí en Sevilla acompañando a la Vienna Art Orchestra, me presenta a todos ellos hasta que llega, con su gorrito de encaje azul y su bigote, Joe Zawinul. Sus ojos pequeños y penetrantes, la actitud simpática, relajada y vitalista trasmiten buenas vibraciones al instante. Me acerca su mano para estrecharla con la mía. Es una mano –a una edad entrada en los 70 años– donde músculo y hueso son la misma cosa. Su mirada es lo que me atrapa. Es la de un joven, llena de luz y curiosidad: deslumbra. Me mira y me pregunta: “Are you ok?”. Respondo: “Well, Mr. Zawinul, It’s not one of my better days, do you see?”. A pesar de que sabía que estaba ante unos de los grandes re-
volucionarios de la música sin fronteras en las últimas tres décadas, su interés en mi estado anímico me dejó de una pieza. Su respuesta: “Sólo puedo darte buena música dentro de un rato”. Le respondo: “Más que suficiente, estoy seguro de que su música me hará escapar, volando, de mi tristeza”. Me despido con un fuerte abrazo sintiendo el calor no ya de un maestro, sino, como era antiguamente cuando ambas facetas se unían, de un padre comprensivo y que enseña. Dejemos al ángel caído de Chet Baker para mañana. Seguro que lo entenderán. Los sesenta son sin duda la peor década de su vida, la más conflictiva (juicio en Italia por tráfico de drogas, la grave agresión de 1966
G.H.
JOE ZAWINUL.
que le produce daños irreparables en las encías), la menos productiva y en la que la decadencia muestra su verdadero rostro. En este trabajo, dos años del altercado violento, aún disponía de todas sus facultades. Baker homenajea a Billie Holiday, fallecida en 1959, desde un delicado lirismo. Decía de ella que le encantaba porque “nunca levantaba la voz”. Menos famoso que el disco Chet Baker Sings, por cuya portada suspiraban las jovencitas diez años antes, esta grabación nos muestra al mejor Baker cantante (emulando la línea crooner de Sinatra o Mel Torme) y tocando el fliscorno en toda la sesión (vendió su trompeta...). Una producción detallista para conjunto de metales y con músicos de la talla de Hank Jones.
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Granada Hoy actual 3 miércoles 7-7-04
Formación ‘Estética y lenguaje del jazz: Los estilos’ es el título del curso que se desarrollará de forma paralela al festival y que está organizado por la Universidad de Granada en colaboración con los organizadores del encuentro
Barbara Hendricks. Soprano y vocalista de jazz
“Durante el franquismo rechacé actuar en España” EFE ■ GRANADA. Barbara Hendricks es la protagonista del concierto inaugural del XVIII Festival Internacional Jazz en la Costa. Soprano lírica excepcional, Hendricks es embajadora de ACNUR y Premio Príncipe de Asturias 2000 a la concordia. Su actuación se enmarca en la filosofía que preside este año la celebración del certamen de Almuñécar, que vuelve su mirada hacia el Mediterráneo para solidarizarse con todos aquellos que se juegan la vida en busca de un mundo mejor. La cantante norteamericana –aunque nacionalizada en Suecia– se presenta mañana en exclusiva para Andalucía. –Una de sus biografías cuenta que fue alumna de María Callas ¿Qué recuerda de la gran diva? –No fui alumna directa, sino que hice un máster con ella; desgraciadamente no pude conocerla con mayor profundidad, pero la opinión que me merece como artista es la de un gran respeto y admiración. Era una mujer muy estricta con ella misma, tal vez un poco solitaria y melancólica pero de una integridad artística sublime. –¿Desde cuándo viene su afición por el jazz y la música afroamericana? –Cuando tenía 13 ó 14 años empecé a trabajar cuidando niños en una casa donde se escuchaba el jazz a todas horas. Además cantaba en el coro de la iglesia. También escuchaba jazz en la Universidad, aunque no he crecido con ningún género en particular. –Normalmente el jazz y la música clásica viven de espaldas. No es su caso pero, ¿siente que es un error cultural diferenciar entre músicas de un tipo y otro y que, como dijo Duke Ellington, “sólo hay dos clases de música, la buena y la mala”?
lliday... Lo que sí echo de menos es más voces masculinas en el mundo del jazz. –España le otorgó el premio Príncipe de Asturias, ¿qué ha supuesto para usted? –Un gran honor. No sólo por lo que el premio en sí representa, sino porque me ha acercado al pueblo español. En la época de Franco fui invitada varias veces pero, al regir una dictadura, rechacé venir. –Desde su posición de embajadora de Buena Voluntad de la ONU, ¿qué opina de lo que está sucediendo en Iraq y de la situación de buena parte de África? –No hay que centrarse sólo en la actualidad política de crisis que los medios de comunicación nos muestren de países como Iraq.
FILOSOFÍA
“No creo en la música como entretenimiento sino como arte. Y para que sea arte tiene que transmitir sentimientos”
GRANADA HOY
HENDRICKS. La cantante abre mañana Jazz en la Costa.
–Estoy totalmente de acuerdo con las palabras de Duke Ellington. No creo en la música como entretenimiento sino como arte. Y para que sea arte tiene que transmitir un sentimiento al mundo. Si fuera sólo entretenimiento sería algo efímero. –Sin embargo, el jazz se caracteriza por la improvisación y la libertad, y la clásica por el rigor. ¿Cómo se prepara para una u otra actuación? –Siento el mismo respeto por los dos géneros y los dos requieren la
misma preparación. Aunque psicológicamente la preparación es distinta, en cuanto al respeto, dedicación y rigor es la misma. –¿Que opinión le merecen las jóvenes voces del jazz moderno, como Diana Krall, Jane Monhait o Norah Jones? –No me corresponde emitir ningún juicio. Norah Jones tiene una voz maravillosa pero no la categorizaría como cantante de jazz sino de otros géneros. Para mí, cantantes de jazz han sido grandes voces como Dinah Washington, Billy Ho-
Aunque no hay que olvidarlos, no son los únicos. No hay que perder la perspectiva global, ya que hay mucha miseria en el continente africano, en el mundo en general. A veces los medios no lo muestran y nos pasa desapercibido. –¿Qué supone venir al Festival de Almuñécar? –Estoy muy feliz por dos razones: porque amo mi trabajo y porque vengo rodeada de una magnífica banda de músicos. –Este año el festival se solidariza con los más desfavorecidos. Un ejemplo es destinar parte de la recaudación de la venta de carteles a ACNUR. –Cualquier cosa que contribuya a ayudar a países en pésimas condiciones de vida me parece genial. Pienso que a veces la ayuda no tiene que ser solo económica, sino que debe haber una mayor voluntad política y concienciación a nivel global.
OPINIÓN
El jazz híbrido también se viste de gala Jesús Gonzalo
DESDE los pies del castillo de Almuñécar llega una brisa salada de jazz que nos anuncia el comienzo de este certamen en la costa granadina. Una cita, la más importante de este género en el litoral andaluz, que sigue apostando por un cartel confeccionado según los criterios que han abonado el éxito de esta propuesta estival. El atractivo que proporciona la cercanía al mar y la exuberancia húmeda de la Costa Tropical favorecen la hibridación del jazz con otros géneros igualmente mestizos, como
los que proceden del Atlántico cubano o brasileño. Pero un programa basado en la fusión cálida de melodías de tierra y mar también debe favorecer encuentros entre estilos centenarios y personalidades ilustres. Por eso esta edición se abrirá con el bel canto de Barbara Hendricks, voz engalanada que estará arropada por un cuarteto de músicos suecos liderado por el saxofonista Magnus Lindgren. Una de las citas más importantes será la dedicada a Nino Rota. Las imágenes de un Padrino huérfano tras la muerte de Marlon Brando acompañarán a otras partituras, ineludibles en el repertorio fílmico del compositor
italiano, como las escritas para Fellini. Todas ellas dirigidas por la batuta aventurera y segura de Pons al frente de la OCG y acompañadas con el vigor erudito de Benedetto Lupo al piano. Habrá noches para el blues y la canción de entrañas con Beborah Coleman y su banda en un concierto doble con Los reyes del Ko. El cartel incluye paradas de efusividad en torno a la fusión, ya sea de jazz rock de los setenta de la mano del veterano guitarrista Mike Stern, o la versión actualizada del Miles Davis eléctrico, con el vitaminado directo (famélico en estudio) RH Factor de Roy Hargrove. El llamado jazz
world aterriza vía África con el a veces musculoso bajista y otras fino cantante Richard Bona. Tan lejos y tan cerca del mestizaje, Kenny Barron desplegará su ‘pianismo’ de vieja escuela de jazz suavizado por contextos de exuberancia, con el reseñable acompañamiento del joven vibrafonista Stefon Harris. Para despedir el festival, el trompetista Jesús Alemañy y ese arsenal de ritmos afrocubanos que es Cubanismo, encenderán la candela de los verdaderos aromas del Caribe. En fin, esperemos que esta marea musical perfume y refresque el buen ambiente que, un año más, baña Almuñécar en julio.
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Granada Hoy actual 3 jueves 14-7-05
2 PROGRAMA DE ESTA EDICIÓN
OPINIÓN
Cumplir la mayoría de edad en solitario Jesús Gonzalo
VIERNES 15 DE JULIO
La 18ª edición del Festival Jazz en la Costa de Almuñécar se inaugurará mañana con la actuación de John Pizzarelli Quartet. SÁBADO 16 DE JULIO
Actuación de los artistas Emilio Maya y Víctor Quero junto a Jorge Pardo, Carlos Benavent y Tino di Geraldo. DOMINGO 17 DE JULIO
Uno de los platos fuertes de este festivals erá la actuación de Paul Stocker Bug Band.
VIERNES 22 DE JULIO
Patricia Barber Quartet ofrecerá esta noche un recital en el Parque El Majuelo de Almuñécar. SÁBADO 23 DE JULIO
El cierre del festival estará marcado por la actuación de Magic Slim & The teardrops. LUGAR Y HORA
Los conciertos se celebrarán en el Parque El Majuelo de Almuñécar y comenzarán a partir de las 22.30 horas. El aforo es limitado. PRECIOS
LUNES 18 DE JULIO
Kenny Garret Quartet ofrecerá un concierto. MARTES 19 DE JULIO
Actuación de Stanley Jordan Trio.
La entrada para cada concierto es de 8 euros aunque la organización pone a la venta un abono para todo el festival que se puede adquirir por 45 euros. La venta telefónica se puede realizar a través del 902-150025 y en la red nacional de venta Ticktackticket.
MIÉRCOLES 20 DE JULIO
Un concierto a cargo de Joe Zawinul y The Zawinul Syndicate encenderán la noche sexitana con el mejor jazz. JUEVES 21 DE JULIO
Concierto de Dave Holland Big Band, una de las actuaciones más esperadas de esta edición del Festival.
PUNTOS DE VENTA
Granada: Melga Music. Pedro Antonio de Alarcón, 45. Tipo. Emperatriz Eugenia, 21. Navegaweb Granada. Reyes Católicos, 55. Teatro Isabel La Católica. Acera del Casino s/n Almuñécar: Radio Visión. Avda. del Sol, s/n Motril: Radio Visión. Nueva, 44. , Más información: www.jazzgranada.net
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Es posible que la comparación no sea del todo afortunada, pero imagínense a un hijo único que crece hasta alcanzar la mayoría de edad. Por un lado está claro que para unas cuestiones el apoyo y la atención recibida –sin alcanzar nunca el mimo institucional–se ha visto favorecida a medida que se consolidaba la propuesta, se elevaba el nivel de confianza y cumplían expectativas; así año tras año hasta llegar a 18. Pero, no nos engañemos, avanzar en solitario, sin referentes directos o cercanos, es difícil, y como sucede con muchos de los aspectos que rodean a esta música, una heroicidad diaria que merece todo el reconocimiento (¡ah!, nuestros músicos, los grandes olvidados). Porque, claro, la agenda en este tiempo estival se llena de festivales por toda la geografía peninsular e insular, todos con firmes y crecientes apoyos presupuestarios, del norte, al centro y el este sin pasar por el sur. Quienes los sostienen tienen claro que estas actividades culturales son una fuente de ingresos vía turismo de calidad, además de ser una inestimable carta de presentación exterior. Pudiera parecer, pues, que andamos sobrados de oportunidades para disfrutar del jazz en Andalucía o en Granada concretamente (si contamos con el más que veterano festival de otoño en la ciudad, al que ha abandonado la Diputación de esta provincia, tras cumplir 25 años, provocando una situación cuando menos delicada), pero el calendario, luego, se hace eterno… Jazz en la Costa cumple su mayoría de edad con un presupuesto de 160.000 euros (cantidad ridícula comparada con los festivales vascos) y dentro del triste páramo andaluz sólo podemos felicitarnos del nacimiento este mes de una nueva iniciativa de tan sólo tres días en El Puerto de Santa María: Joshua Edelman (21), Kenny Barron Quartet (22) y John Abercrombie, Marc Feldman, Joey Baron y Marc Johnson (23), con tan mala fortuna (¡por favor, programadores!) que coincide con dos de las ci-
tas más interesantes de Almuñécar (Dave Holland Big Band y Patricia Barber). Mientras el festival de Sanlúcar de Barrameda casi se diluye en la solitaria aparición del histórico guitarrista Jim Hall, Almuñécar sigue ahí como abanderado de una forma de entender el jazz hecha desde aquí, en Andalucía. El certamen en la costa granadina se retrasa una semana en su inicio respecto al año pasado (centrándose en el circuito de los mayores eventos de este género) manteniendo las 9 citas consecutivas que comienzan mañana y llegan hasta el sábado 23. La tendencia musical gira hacia el jazz sin matices de fusión brasileña o caribeña, despegándose un poco de una actitud de concesión al gusto acorde con las fechas y el entorno “tropical” y manteniendo citas como la del soul-blues, la clausura de Magic Slim (23) y el jazz hecho aquí, en esta edición mirando al flamenco: el estreno del nuevo e interesante proyecto del saxofonista, compositor y arreglista afincado en Granada Paul Stocker y su Big Band (músicos holandeses, africanos y españoles) en colaboración con ACNUR (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los refugiados) y la presencia de los tres mosqueteros del jazz fusión hispan: Jorge Pardo, Tino Di Geraldo y Carles Benavent (16). Es decir, se apuesta por un cartel de calidad dentro de una estética, digamos, más en consonancia con la tradición de esta
música. Aunque el término corriente principal le viene pequeño a uno de los más grandes músicos de la últimas cuatro décadas. El contrabajista Dave Holland y su Big Band deslumbran con tan solo nombrárseles, háganse una idea de cómo será el concierto (jueves 21) siendo, como es, una de las formaciones más brillantes, selectivas y mejor engrasada del panorama actual. La seductora y dinámica lucidez de las composiciones y el brillante organismo que las hace posible (que incluye a su excepcional quinteto como núcleo instrumental de la banda) son razones que se bastan por sí mismas para no faltar a una cita que es un lujo inolvidable. Otro maestro llega un día antes (miércoles 22). Si el peso de la World fusión ha descendido en el global del programa, Joe Zawinul, acaso su inventor, se basta sobradamente para ocupar este espacio. El teclista y pianista austriaco (Viena, 1932), bien conocido en Granada (Festival de otoño 2002), y su grupo The Zawinul Syndicate proponen un viaje a medio camino entre la tecnología, el jazz fusión y la música africana: la verbalización robotizada de una búsqueda viajera. Por último, destacar la presencia de la vocalista de Chicago Patricia Barber (22), del saxofonista Kenny Garrett (18) y la suave elegancia del guitarrista John Pizzarelli (la apertura, día 15). La pócima del éxito de Patricia Barber, sobre la que sigue girando creativamente desde su trabajo Modern Cool (1998), es una mezcla de modernidad refinada, queda y sensual, y una actitud que sabe equilibrar el trabajo de los arreglos con las intervenciones solistas. El tono cómplice de una rítmica con predilecciones por el funk lento y húmedo queda revestido por la pose indolente de su voz, en un enfoque musical influido estéticamente por Cassandra Wilson, Joni Mitchell, las jam bands y sin referencias claras a la tradición. Hablamos, pues, de una nueva concepción del jazz vocal. El saxofonista Kenny Garrett es uno de los exponentes de una generación de nuevos saxofonistas (alto, soprano y sopranino) que alcanza la madurez de su estilo en el regusto melódico, la fogosidad bajo control, el nervio rítmico y cierta apertura musical hacia el folclore, sin perder de vista a Coltrane y a los estándares.
PARA NO PERDERSE
El talento de un reconocido contrabajista británico
PATRICIA BARBER Una voz y un piano que
JOE ZAWINUL El cofundador de los
se han convertido en revelación
míticos Weather Report
Es quizás el mayor atractivo del cartel. Nacido en 1946 en Wolverhampton (Inglaterra). A los 17 años comenzó a tocar el contrabajo y despertó la curiosidad entre los aficionados en 1968, cuanto entró en la formación de Miles Davis. En 1970 creó junto a Chick Corea y Barry Altschul el trío Circle que pasaría a ser cuateto. También ha tocado con Stan Getz y el grupo Gateway, su álbum Conference of the blues es el más recomendado.
Con un apellido que forma parte de la aristocracia del jazz y con un padre que tocó en la orquesta de Glenn Miller, Patricia Barber se ha consolidado como una de las grandes artistas estadounidenses. Aunque comenzó su carrera a principio de los noventa, no será hasta 1998 cuando se consagre con el disco Modern Cool. Desde entonces su voz ha recibido todo tipo de alabanzas, sus giran han tenido una gran aceptación y sus discos excelentes críticas.
Un músico polifacético y versátil, Joe Zawinul nació en Viena en 1932 y desde los 7 años ya estudiaba en el conservatorio acordeón y piano. La leyenda cuenta que descubrió el jazz con la película Stormy Weather, lo que le llevó a trabajar en numerosos clubes de baile. En 1969 emigró a EEUU y dos años más tarde fundó con Wayne Shorter el grupo Weather Report. Dos discos recomendados son Zawinul y World Tour.
DAVE HOLLAND
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Granada Hoy actual 3 martes 4-11-03
Expansión. El certamen está considerado como el primero de Andalucía y el tercero de España, y es el más importante de los meses de invierno, pese a tener un presupuesto diez veces menor que Vitoria o San Sebastián 3 EXPECTATIVAS
La organización espera a treinta mil aficionados Treinta mil aficionados al jazz de Granada y su provincia están convocados al mes de la música. Éstas son las expectativas de la organización del festival, según explicó Inmaculada López, diputada del Área de Cultura. Las más de 70 actuaciones organizadas recorrerán trece escenarios diferentes de la provincia en una “programación dura”, como la calificó Jesús Villalba. “Durante los últimos siete años hemos querido darle continuidad al festival trayendo siempre a figuras de primer nivel. Ahora que ya hemos logrado eso, queremos llevar el jazz a la provincia y a un público más joven”, explicó el director de la Oficina Técnica de Festivales de Jazz. El cometido del servicio que dirige Villalba, que comenzó a trabajar el año pasado con participación de la Junta y la Diputación, consiste en organizar las dos citas que Granada tiene con el jazz: en la costa durante el verano y en la capital, en noviembre. Para esto último se han propuesto este año acercar la información del Festival también a los pueblos. El Festival estaba “muy deslabazado” –señaló María Escudero– hasta que, hace tres años, se “implicaran la Junta y la Diputación”. ARCHIVO
CLUBS. El jazz volverá a sonar en un puñado de clubs granadinos dentro de los actos paralelos.
3 IMPLICACIÓN INSTITUCIONAL
ESTHER FALCÓN
ORGANIZADORES. La Junta, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento y Cervezas Alhambra.
“Ahora son necesarios más recursos” El Festival de Jazz de Granada es la tercera cita más antigua de España, por detrás del de San Sebastián y el de Vitoria. Estos festivales, además de sacarle unos años al de Granada, cuentan con un presupuesto que hace sonrojar a la propia delegada de Cultura de la Junta, María Escudero. “Estamos orgullosos de que se haya reactivado el festival des-
pués de que estuviera a punto de desaparecer hace unos años. Ahora lo que hace falta es incrementar los recursos”, para lo que Escudero invitó “a la sociedad granadina en general y a las empresas de la provincia, en particular” a invertir en el certamen. La delegada de la Junta también hizo referencia, durante la presentación oficial del Festival, a la
intención de “seguir apostando por la Oficina Técnica de Festivales de Jazz para que esto funcione como el festival de Música y Danza”. Además, Escudero señaló la importancia de consolidar el apoyo institucional al festival, que pasa por “un momento crítico” y que el próximo año cumple 25 años. “Hay que celebrarlo por todo lo alto”, apuntó la delegada.
a ritmo de blues, soul, salsa, música latina y jazz. Ocho músicos, dirigidos por el pianista Luis Poyatos, hicieron vibrar a los 400 espectadores que llenaron el recinto y que disfrutaron de la iniciativa. Ya empieza a haber público que reclama ese repertorio en CD lo antes posible. También curiosos que no pudieron acudir y que esperan que vuelva a repetirse en algún otro lugar. El certamen tiene, un año más, un cartel del pintor Juan Vida. La pintura representa a una niña negra con los labios pintarrajeados de rojo, como una metáfora de la explotación que de África hace Occidente. “Siempre hemos contado con un núcleo de intelectuales y artistas que han apoyado el certamen”, señala Villalba. “Para el año que viene, coincidiendo con el 25º aniversario, vamos a contar con la colaboración de gente como Antonio Muñoz Molina o con José María Ojeda”. Por lo pronto, a partir de esta noche, Granada vuelve a adquirir cierto aire melancólico y musical de noches frías, whisky y humo a la salida de un concierto, cuando los espectadores estén aún rumiando los últimos compases de una pieza memorable. “El certamen va realmente bien, y lo que queremos es que vaya a mejor”, sentencia Villalba. Aunque Miles Davis esté muerto, Granada será su ciudad, como la primera vez que la visitó. La capital del jazz.
OPINIÓN
Creando aficionados Jesús Gonzalo
Es el gran escenario del jazz en Andalucía por méritos propios. El festival de Granada, que se viene abriendo a un público cada vez más diverso, inicia hoy una nueva edición. El formato de esta cita trasciende el lenguaje jazzístico e incluso el eclecticismo y se abre, ante la demanda de público, a nuevos espacios en los ciclos dedicados al Jazz Siglo XXI, Jazz World o al mundo de los sonidos brumosos del Delta dentro de Tabaco Blues. También siguen las propuestas que reúne a un destacado solista con la Granada Big Band (Bob Mister, una autoridad en estas lides), recitales y músicos de renombre internacional. En un pequeño y esquelético espacio, a cargo de un trotamundos que no nació en Europa, queda reservado de forma insuficiente el turno del cada vez más interesante y ya nada acomplejado Jazz de Europa (Paul Stocker). La repesca de los ganadores del Concurso Internacional de Intérpretes (con el atractivo de dos grupos de Cádiz y Córdoba) posibilita una plataforma divulgativa para los músicos. Uno de los conciertos de mayor peso en la programación puede ser el de Chick Corea y su New Quartet, con las entradas ya agotadas. La expectación que ha suscitado el nuevo y energético proyecto del pianista promete saciar las expectativas de ver en acción al pianista respaldado por jóvenes músicos en alza como Avishai Cohen. De auténtico lujo será disfrutar de dos ilustres damas: Dee Dee Bridgewater (inquieta heredera de Ella desde su residencia parisina y apasionada de la música de Horace Silver) y Abbey Lincoln (pilar del jazz vocal contemporáneo que se sostiene en Billy Holiday tanto como en África). Tendrán su contrapeso masculino, y de altura, en John Scofield y Terence Blanchard. El guitarrista abre puentes a la expresividad de su instrumento desde el blues rock y la experimentación sónica. El trompetista, por su lado, se inspira a menudo en el quinteto davisiano de los sesenta, añadiendo dosis debop de Nueva Orleans, con la influencia racial de las culturas suburbiales. Take 6, ese conjunto a capella formado por chicos imberbes, sorprenderán nuevamente en su regreso a Granada con su coctelera de espirituales, rap e instrumentación oral imposible. La trayectoria creciente del festival parece conducirlo tras la estela de los grandes eventos que en torno al jazz han ido alimentando el interés de un público cada vez más variopinto. Todo gracias a un aficionado que no renuncia a disfrutar la variedad.
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Granada Hoy actual 3 sábado 17-7-04
Un debate sobre integración de estilos clausura los cursos
GRANADA HOY
RICHARD BONA. El bajista, durante su actuación, el pasado jueves.
El mensajero del jazz global GRANADA HOY
CLAUSURA. Alumnos y profesores hacen un balance positivo de su participación en los cursos. S.SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. Con una mesa redonda sobre El jazz y las interferencias musicales se clausuró ayer el cuarto Curso de Jazz, que se ha celebrado desde el pasado lunes en el marco de los Cursos de Verano del Centro Mediterráneo en Almuñécar. En una práctica que no es habitual en España, los alumnos que han asistido al curso también han tenido la posibilidad de disfrutar de los conciertos de Jazz en la Costa, para cuyas actuaciones han tenido abono gratuito. Jesús Rubio Lapaz –director del seminario musical junto a la cantante y profesora Teresa Luján– hace un balance “positivo” de la dinámica del curso, que se ha planteado “dentro del ámbito de la divulgación”. Más de una veintena de alumnos han participado en la experiencia, que para Rubio “ha constituido una oportunidad interesante al vincular conferencias con el carácter de los cursos de verano, que permiten disfrutar aprendiendo”. Esta ha sido la cuarta edición de un ciclo que plantea una base intro-
ductoria general al jazz como música y cultura contemporánea, y que cada año se dedica a un capítulo en concreto. El año pasado se centró en el jazz y sus relaciones con otros géneros musicales contemporáneos, mientras que en esta ocasión lo ha hecho en sus estilos y evolución histórica. Dado que el jazz no se enseña en ninguna institución académi-
MESA REDONDA
Los especialistas debatieron ayer si la fusión del jazz con otros estilos puede implicar la pérdida de identidad ca granadina, el director señala que “no hay oferta de cursos de este tipo que tengan un festival en paralelo, donde se debatan cuestiones desde el punto de vista crítico, musical o de la historia. En la mesa redonda que sirvió como clausura del curso –donde además de los dos directores participaron los músicos Arturo Cid y
Rogelio Gil, y el crítico musical Juan Jesús García– se debatieron las interferencias musicales del jazz, enfrentándose la postura más tradicionalista con la que está a favor de la apertura hacia otros géneros musicales. “El jazz, como toda creación contemporánea, se debate un poco entre la polémica del carácter más purista y con unas reglas que se tienen que respetar, frente a quienes piensan que se tiene que vincular más con cosas que tengan otra procedencia”, afirma Jesús Rubio. En definitiva, “es el típico debate entre clásicos y modernos, lo que Umberto Eco denominaba polémica entre apocalípticos e integrados”. La gran pregunta es hasta qué punto esa integración hace que el jazz pierda su identidad, y si la fusión es peligrosa o es enriquecedora. Pero en este sentido, la postura del director es muy clara: “El jazz, ya en su origen, es integrador, porque ha mezclado el blues, el gospel, el soul, el rock... En mi opinión, todo lo que sea enriquecimiento positivo, bienvenido sea. Mi visión es más integradora que apocalíptica”.
RICHARD BONA Intérpretes: Richard Bona (bajo y voz), Aaron Heick (saxo), Etienne Stadwijk (teclados), Stephan Vera (batería) y Samuel Torres (percusión). Aforo: Lleno. Fecha: Jueves, 15 de junio. Lugar: El Majuelo de Almuñécar. XVI Festival de Jazz en la Costa. ★★★ JESÚS GONZALO ■ ALMUÑÉCAR. Él lo sabe. Sabe que
está de moda y que representa ese mensaje amable y virtuoso, teñido de exotismo, que define al Jazz World. Sus aliados en el pasado –los Metheny, Keita y demás– han inoculado la experiencia de un estilo abierto, basado en la fusión de elementos populares (africanos y caribeños), la intensidad improvisatoria del jazz (mirando a la fusión polarizada entre los setenta, The Weather Report, y los ochenta, Metheny Group) y la inclusión de baladas tiernas y fraternales. Pero, no exageremos, Bona es un gran músico
que gana respecto a sus discos, y que, además, sabe conectar con el público, haciendo bromas directas e imaginativas. Llegó a Almuñécar a su paso por una larga gira por España que aún no ha terminado. Su nombre se puede encontrar tanto en festivales de jazz como en los de world music. Nadie le resta mérito a Bona. Su voz remite a la del congoleño Lokua Kanza (aguda, melosa y bien timbrada) y un enfoque sonoro más que evidente, de que los teclados de amplitud atmosférica pertenecen a Lyle Males, las vocalizaciones eléctricas –gorro étnico incluido– a Zawinul y los desarrollos –inspirados– de soprano sean de Wayne Shorter. Entre balada africana y tensión funk, Bona y su grupo desaparecen entre pianíssimos de dudosa utilidad, cuando se repiten, amputados –también sin sorpresas– por destellos de teclados en plan el Miles Davis de Tutu. En fin, Bona no acapara la atención de un Marcus Miller (en la efusividad al bajo) pero gana respecto a los excesivamente dulzones discos que edita.
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2 actual Granada Hoy jueves 21-7-05
FESTIVAL DE JAZZ DE LA COSTA
Joe Zawinul, el padre del ‘world music’ El precursor de la música étnica, que actuó anoche en Almuñécar, dice tocar sólo “la música que mis padres elogiaban” SERGIO SEBASTIANI ■ ALMUÑÉCAR. Desde pequeño sus padres le enseñaron un generoso abanico de culturas musicales. Eso se tradujo, con los años, en la creación de la denominada world music o música étnica, de la mano del grupo Weather Report. No obstante, Joe Zawinul declina autodefinirse como el inventor de este estilo, aunque reconoce que en muchos discos de esta música del mundo se han apoyado en música suya. “Recuerdo que fui educado por
CONTRASTE
El músico se entiende con sus compañeros porque “ellos son más jóvenes, pero yo tengo más energía” mis padres en una amplitud de culturas, eran muy inteligentes y en casa se escuchaban muchas músicas. Al cabo de los años, esa música de juventud es la que yo intento hacer, pero de una forma más sutil e inocente, y mejor tocada”. Así recuerda Zawinul su infancia, aunque esa absorción de estilos musicales del mundo continúa hasta el día de hoy: “Lo que hago es impregnarme cuando puedo de los sonidos de los lugares a donde voy. Cuando estoy en Argentina me gusta su atmósfera, o la de Malí. Llevo 20 años sinto-
nizando una radio de Dakar. Solamente toco la música que mis padres elogiaban cuando yo era niño”. Preguntado sobre si se impregna del flamenco cuando viene a España, asegura que lo conoce, aunque no lo escucha habitualmente. “Me gusta España, y no es ningún cumplido, pues creo que el pueblo español está más desarrollado culturalmente, y noto cómo el público español vibra conmigo, me comprende. Y yo siento ese feeling”, dice. Sobre el fenómeno de la world music, Joe Zawinul afirma no estar de acuerdo con haber sido su “inventor”, ya que “yo lo que hago es tocar world music en el sentido de que es una música que gusta al mundo entero, música para el mundo, no un término de clasificación”. Sin embargo, manifiesta que “en muchísimos discos de ese estilo se ha utilizado música mía, y creo que todo eso salió a partir del Black Market, de Weather Report”. El teclista recuerda una anécdota curiosa de cuando produjo el Amen de Salif Keita: “Alguien me comentó que esperaba que yo fuera negro”. Su banda, The Zawinul Syndicate, está compuesta mayoritariamente por jóvenes, situación que contrasta con sus 73 años de edad. No obstante, dice entenderse muy bien con sus compañeros pese a sus edades inferiores. “No noto ningún problema generacional, porque ellos tienen menos edad, pero yo más energía. Tampoco los veo como jóvenes, sino como compañeros,
SERGIO SEBASTIANI
ESTELAR. Joe Zawinul deleitó anoche a los asistentes al Parque del Majuelo con un concierto en el que estuvo acompañado de su mítica banda, The Zawinul Syndicate, y en el que demostró que es un maestro capaz de ofrecer múltiples matices.
SERGIO SEBASTIANI
REFLEXIVO. Zawinul, ayer durante la entrevista.
porque algunos de ellos son los mejores del mundo, auténticos maestros cada uno en lo suyo. Tocar conmigo es muy complicado, y ellos lo hacen perfectamente”.
Pese a ser septuagenario, Zawinul se entiende muy bien con la tecnología musical, asegurando que trabaja con ordenadores y con todo tipo de teclados. “Me ayuda mucho
y me permite expresarme con más libertad. El error es pensar que los sintetizadores son sólo para pianistas, todos, los baterías, los trompetistas, los saxofonistas, deberían utilizarlos, porque la tecnología ofrece muchas posibilidades”, dice. Su experiencia como desplazado por la guerra inspiró al teclista para realizar Chronicles from the ashes, basado en el campo de Mauthausen. Según recuerda, la elaboración este trabajo “fue muy dura, porque quise experimentar algunas de las sensaciones de la vida en Mauthausen, y un día muy frío permanecí allí en camiseta para intentar sentir lo que allí se sentía”. Más tarde, en Nueva York, compuso en tres días consecutivos la música a partir de lo que había vivido, introduciendo frases de Hitler y de otros políticos de la época. “Me quedó un trabajo muy emocionante. En Viena lo presenté ante 10.000 personas y al final nadie aplaudió, incluso muchos lloraron”, evoca.
jazz
Una técnica como estilo acabado STANLEY JORDAN TRIO XVIII Edición Festival Jazz en La Costa: Stanley Jordan: Guitarra-bajo. Zirque Bonner: Contrabajo; Eddie Baritinni: Batería. Fecha: 19 de julio. Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar. Aforo: Lleno. ★ JESÚS GONZALO ■ Por más que quisiera, y menos en una formación tan reducida (cuando se prodiga en plantillas estelares en producciones discográficas más ambiciosas), jamás podría convencerme musicalmente y mucho menos emocionalmente la propuesta de un músico como Jordan, autocomplaciente, ególatra, insulso y sin el más mínimo sentido
de la realidad musical que le rodea. Pues la suya, su encumbramiento musical, le llegó a edad temprana, allá por los ochenta, y no ha hecho otra cosa que postergarse en un estilo que antes que asumir el de otros y avanzar se sigue basando en pura técnica, el tapping, sin ejercer en todo este tiempo el más mínimo esfuerzo por renovarse. Recuerdo la primera vez que alguien absolutamente entregado me puso el bajo de Jordan interactuando con un solo de claqué. Era 1986. Él se lo creyó, yo no. Ni ocurrió entonces y mucho menos ahora. Creo que es la primera vez que utilizo la primera persona para hacer una crítica. Bueno, es verano y casi todo se tolera, los malos ruidos, los malos olores y lo que se ve y escucha sin pudor o respeto. Desapa-
recer de la crítica es una labor que implica cierta distancia del ego, de modo que en la ausencia del yo posibilite la objetividad analítica, para la cual nos mal pagan y tratan. Pero así debe ser esta materia periodística (me refiero a la escritura), y yo me salto estas normas a la torera con este bajista: se lo merece. Estándares de cabo a rabo recorrieron un concierto para mayor gloria virtuosística del bajista. All blues, Freddie freeloader, Blue monk, El cóndor pasa, Equinox, Return expedicion, There will never, Be another you, sin orden ni concierto, a los que añadió espacios en solitario en los que se recreó en los clásicos, de Bach a Mozart, como cualquier exhibicionista de hard rock o heavy metal al uso haría con su guitarra para deleitar de pre-
S. SEBASTIANI
STANLEY JORDAN.
sunta erudición (otra vez Jua!) al público. Alternando varias líneas melódicas en una polifonía harto usada y superada, Jordan (muy atento a todos los designios de su líder, incluidos los del no fumar en un espacio al aire libre), hicieron las delicias de aquellos que empezaron a descubrir al jazz más desde el rock y el virtuosismo vacuo que desde el verdadero sentir de la creación, mucho más difícil, profundo y honesto (uno recuerda al grande y humilde músico que es Kenny Barron, y no tiene más palabras duras que decir). Si Pizzarelli es un producto que revive una época para construir un estilo a partir de otros, Jordan es un revival de sí mismo. Un autor que se consume en un estilo que no es ni una estética ni una apreciación activa del legado del jazz, sino más bien de una sola técnica instrumental, llámesele destreza (el tapping), tan superada como de puro artificiosa, limitada.
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Granada Hoy actual 31 lunes 24-11-03
La voz de África: tradición y futuro turismo (algo parecido se intenta en Brasil). Dakar es un emporio musical desde la década de los sesenta, hoy está llena de músicos jóvenes para quien incluso N`Dour es un cantante histórico pero algo anticuado. En su último trabajo ha vuelto sobre sus raíces junto al extenso grupo de Super Etoile, con quienes introdujera a comienzos de los años ochenta los ritmos de nueva urbanidad del mbalax, desplazando a formaciones ya veteranas (a la que N`Dour ha ayudado a reflotas recientemente) como era la Ochestra Baobab. En una introducción que desbarró por momentos en un discurso panfletario, se llegó a decir que N’Dour era, para algunos de sus compatriotas, casi “un Dios”. Así no se puede hacer un análisis musical de un concierto en los términos que venimos haciéndolo, se insite en el factor de singularidad del evento: el perfil del artista, su
YOUSSOU N`DOUR & SUPER ETOILE DE DAKAR XXIV FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA. Ciclo Jazz World. Youssou N’Dour: Voz. Babacar Faye: Sabar. Assam Thiam y El Hadj Faye: Percusiones. Pape Oumar y Jimi Mbaye: Guitarras. Ibrahima Cisse: Teclados. Tanya, Dajnake, Ndye: Coros y danzas. Lugar: Palacio de Congresos. Fecha: Viernes 22 de noviembre. Aforo: Lleno a rebosar. ★★★★ JESÚS GONZALO ■ Acudir a un concierto como el de Youssou N`Dour, en un teatro con sillas numeradas, no se entiende muy bien a no ser que su capacidad obligue a ello. Que el aforo se completó demuestra que las previsiones eran buenas. Se previó qué pasaría en cuanto el León de Dakar empezara su concierto, ya lo advirtieron, pero se desbordó la emoción. Cualquiera que no viva en su país, y más si quien llega de su tierra tiene la fama y el prestigio internacional de Youssou N`Dour y la influencia en las generaciones más dinámicas del país, cualquier iría a por la mejor entrada y llevaría consigo a todo el mundo posible. Estaba dentro de la programación de jazz, eso quedó de nuevo recalcado por una presentadora, hermana de la cantante sudanesa Rasha, afincada en España. En dicha presentación se subrayaban dos factores de vital importacia en la actitud creativa del N’Dour: el compromiso político y social y también el artístico. Ha creado un sello y un estudio de grabación donde produce a músicos de la región, y defiende la idea, al contrario que otros ilustres africanos bien instalados en Europa, de que para mejorar las cosas hay que hacerlo desde donde está el problema. No obstante, su posición influyente, hasta el punto de conocer al máximo mandatario de Senegal, se concreta en conversaciones sobre el poder que presentan a la música y la cultura africana como activos económicos y como un revulsivo para la población o el
El artista senegalés rebasa los límites de la música, su imagen es venerada como algo más
MIGUEL RODRÍGUEZ
COMPROMISO. Youssou N’Dour se alza por los suyos.
poder de convocatoria entre la comunidad senegalesa y la propia música, que incita al baile colectivo: música africana de ayer y de hoy. Porque N`Dour ha vuelto sobre sí mismo sin renunciar a su tiempo, por eso empezó el concierto con New Africa, de un excelente trabajo como Eyes Open (1992), del que alguno oráculos de última hora, no parecen tener noticias. Es, por lo tanto, música africana en un contexto de coreografía y celebración compartida por todos y abanderada por numerosos senegaleses que no renunciaron en ningún momento a la devoción al artista ni al baile, donde y como fuese. Imponente sección rítmica que subraya las palabras del líder, guitarra africana que sabe a Kora, teclados suntuosos. Mucho más que un concierto.
OPINIÓN
En defensa de la música y los aficionados, hacia la XXV edición Jesús Gonzalo Crítico de jazz Lo primero que llama la atención de esta XXIV edición del Festival de Jazz de Granada es su extensión y diversidad (ahora matizaremos sobre la naturaleza de su variedad). Una reflexión crítica y responsable, luego, nos lleva a situarla (ya con la veteranía de más de dos décadas en funcionamiento) en un lugar privilegiado en el desnutrido y fragmentado panorama regional de festivales. Donde en algunas partes a duras penas salen a flote por incertidumbres políticas y en otras ciudades mantienen crite-
rios que perjudican a su expansión y desarrollo, obviando una integración de las propuestas y una conveniente divulgación con los medios públicos que para ello deberíand e servir, en Granada (y en verano en Almuñécar) se vive un momento ya consolidadod e incluso un potencial crecimiento en el caso de Jazz en la Costa (cultura que atrae al turismo de calidad). A priori –ya obtendremos los datos exactos– según la cantidad que de forma oficiosa nos han proporcionado del presupuesto global, se desprende, a todas luces, que un volumen tal de actividades y con unos nombres en el cartel del peso de los Corea, Lincoln, Scofield o Blanchard, si no se dispara
la cantidad, supone una gestión óptima de recursos: económicos, de espacios, humanos y de cartel. Hablamos de una cita que comenzó el 4 de noviembre y que concluyó ayer, con más de setenta actuaciones repartidas entre las figuras más destacadas del programa central, secciones como Jazz World (habría que definir un marco mejor, número de artistas, monográficos de países y calidades), Jazz del Siglo XXI (no sólo en la electrónica está el futuro de esta música), Jazz Europa (aquí sí que hay que hacer un esfuerzo especial para darle mayor contenido y una ubicación idónea), Trasnoches (conciertos de músicos locales a lo largo del certamen en más de 7
puntos emblemáticos de la noche granadina. Hay que posibilitar que estos artistas consigan un apoyo sostenido y que suban a escenarios). También hubo actividades formativas (IV Curso de jazz Villa de la Zubia), exposición sobre carteles de jazz y la colaboración puntual (se debería potenciar) con la Universidad. Haciendo un repaso de lo vivido en directo, hay que resaltar los conciertos de las cantantes Dee Dee Bridgewater (intenso, seductor y con refinación cabaretera), Abbey Lincoln (bastaron dos espirituales para atrapar la emoción). Paul Stocker y su coctelera jubilosa de una pequeña banda hizo lo que los buenos músicos de la onda holan-
desa saben hacer como nadie: divertir desde el intelecto. John Scolfield con su trío de históricos y el concierto, inolvidable, de Blanchard fueron, a nuestro entender, los más destacados. No obstante debemos resaltar que en una música como el jazz en constante reinvención de sí misma, este festival debería equilibrar aquellas propuestas con un claro enfoque populista con otras de mayor consistencia y algo de riesgo. Por último, plantear que si se quiere extender esta oferta a la provincia, se plantee un proyecto serio y exclusivo para ello. Para terminar, este cronista agradece el trato que se le ha brindado en Granada. El año que viene XXV: tiene mérito, a cuidarlo.