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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MI. 23. 3. 2005
por Jesús Gonzalo
El Pat Metheny Group y el trío de Esbjörn Svensson representan la sensibilidad popular e inquieta del jazz. Omar Sosa expande su alma latina y la comparte con los trompetistas Diego Urcola y Guajiro Mirabal
Recogimiento y exaltación EST (ESBJÖRN SVENSSON TRIO) ● Viaticum ● ACT / Karonte
PAT METHENY GROUP ● The way up ● Nonesuch / Warner
Es curioso, mientras la cara de Esbjörn Svensson acapara el diseño del último trabajo del trío sueco, Pat Metheny desaparece en un paisaje urbano separado por una línea vertical. El color gris difuminado de los nórdicos se contrapone con la plasticidad de las fotografías elegidas por el norteamericano. Las distintas emociones entre profundidad anímica y vitalismo contemplativo que expresan estas imágenes representan también el uso cromático en la música. Periodos de
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transición han dado paso a dos de los trabajos más personales y acertados de ambos, además de ser obras de su tiempo que sitúan al jazz entre las músicas que avanzan. El año pasado EST publicó el anodino Seven Days of Falling y un DVD que recogía el concierto en Estocolmo con el que celebraba su décimo aniversario, ahora vuelve con un planteamiento que incluye todos los elementos que han lanzado al grupo como exponente del nuevo trío de jazz: dosis bien escogidas en las que la ambientación reflexiva típicamente escandinava se manifiesta en lances de pop romántico, el contrapunto bachiano y el abierto estilismo jarrettiano conviven con un groove sin brillo derivativo del rock y el funk, todo ello dispuesto en un esquema que posibilita segmentos repetitivos de intensidad creciente para luego descender con suavidad. Texturas y espacios atmosféricos de tensión seductora recorren tanto las improvisaciones como las piezas ajustadas a un formato de canción. En Viaticum –tono de réquiem parecido al Silence de Charlie Haden– aparecen todos los ingredientes que han ido construyendo el sonido EST. Las composiciones extienden las distintas escalas emotivas y temáticas en una intención que liga íntimamente el lirismo melancólico al empuje de la rítmica. La batería de Magnus Öström mantiene patrones en los que la pegada o la ambientación de la percusión se funde con el cada vez más expresivo uso del arco, en sonido distorsionado, del contrabajo de Dan Berglund. Una mayor espaciosidad en los temas indica un viaje melódico
EN PRIMER PLANO. Svensson entre compañeros borrosos.
M. EDWALL
PAISAJES URBANOS. Metheny opta por la belleza estática.
D. PARTNERS
que se diluye en paisajes crepusculares y aislados. Se descubren nuevas sutilezas subterráneas de electrónica extraída de los propios instrumentos (amplificaciones, wahwah, distorsiones). Un trabajo que no se presta a efectismos y que busca emociones de recogimiento entre las que siempre acaba aflorando un grito de protesta o de esperanza. Más de dos décadas lleva el Pat Metheny Group haciendo aficionados, sumando públicos y abriendo el campo del jazz fusión hacia nuevos terrenos sin dejar de ser fiel a sí mismo. Una suite con el nombre The way up, fantasía de color e intensidad urbanos, recupera a este grupo renovado: tres miembros fundacionales (Metheny, Robdy, Mays) y tres nuevos (Vu, Maret, Sánchez). La obra, perfectamente estructurada, se compone de tres partes con una apertura a modo de resumen. El sonido orquestal, en breves transiciones melódicas o bien interludios atmosféricos, da pie a un formato de trío o cuarteto dentro de una gramática de vigor y nervio jazzísticos. El color musical queda hilado a lo largo de las piezas por sutiles recordatorios en forma de células repetitivas en la guitarra, que recuerdan, en esa vitalidad mínima y expresiva, al Steve Reich de City Light (no olvidemos que Metheny colaboró con el compositor minimalista en Electric Counterpoint, y ahora graba en el mismo sello). Metheny incluye fragmentos a modo de paisaje exterior que envuelve el centro melódico, como ecos que se filtran. La articulación dinámica del enfoque posibilita la aparición de impresionistas figuras de ambientación circular (Lyle Mays) que comparten espacio con un mayor distanciamiento instrumental. La trompeta (Cuong Vu) interviene en una tesitura desnaturalizada, abiertamente bizarra, enfatizando secciones. Un trabajo de avance para los sonidos de fusión eléctrica.
JAZZ LATINO
Latino global
Porteño
ColorArsenio
OMAR SOSA ● Mulatos ● Karonte
DIEGO URCOLA ● Soundances ● Sunnyside Records
BUENA VISTA SOCIAL CLUB ● Guajiro Mirabal ● World Circuit
Músico apadrinado por Paquito D’Rivera, Urcola es el puente entre el nuevo tango, los sonidos cálidos caribeños y el jazz de Nueva York. Este trabajo fue nominado al Grammy dentro de la categoría de Mejor Disco de Jazz Latino. Si en el brillante Libertango (Fresh Sound) el trompetista homenajeaba a Piazzolla de forma exquisita y sin perder el pulso del jazz afrocubano, en esta entrega vuelve a Argentina con un extenso conjunto, poniendo más detalle en la memoria, en las melodías de Blues for Astor, Alfonsina y el mar, la Milonga y una estupenda Blue in Green para bandoneón y trompeta. Guitarras y percusiones de carnalidad serena arropan a un sonido que recuerda a barrio viejo y sabe a humedad porteña.
Todavía quedan nombres que presentar en sociedad de aquel histórico primer trabajo que tuvo el respaldo de Ry Cooder en 1997. Entre aquella ilustre cantera de mayores cubanos estaba el sonido añejo y moderno, abierto e incisivo, cálido y abrasador de este trompetista. Tiene Manuel Guajiro Mirabal un nutrido grupo que puede funcionar indistintamente como orquesta de jazz afrocubano (metales, piano, bajo y congas), septeto típico (trompeta, bajo, tres, guitarra y percusión) y grupo de salsa (timbales y coros): remite al Afro-Cuban All Stars. Hay efusividad sin desenfreno, boleros, descarga, danzones y cantos que homenajean la picardía lúcida del gran Arsenio Rodríguez. Negro picantón.
■ Por fin el de Camagüey dio por concluida su trilogía Roots, un viaje a los ancestros africanos de la cultura cubana (rumba, cantos yorubas) actualizados por géneros de nueva urbanidad (hip-hop), que tuvo altibajos en sus resultados. El ritual alrededor de la percusión y el misticismo panafricano fueron los principios que protagonizaron –como no podía ser de otro modo buscando los orígenes– unos trabajos que adolecían de algunos excesos propios de la santería, situados entre la erudición pianística y el simbolismo arcaico. Ahora, bien asentado en Barcelona, su mirada a África –su otra madre– le lleva a confeccionar un sonido más Mediterráneo; por un lado, con el acento del laúd árabe; por otro, una aspiración de paz espiritual que mira a Oriente y a la India. Es, por así decirlo, la continuación a su búsqueda. Sosa no abusa de com-
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OMAR SOSA. Piano invocando ritos globalizadores.
plejos entramados rítmicos o del pulso virtuosístico que provoca cambios vertiginosos y cruces instrumentales. Recupera la melodía, extiende un lirismo optimista que aquí sí que suena globalizado o, si no gusta el término, planetario. Pero, no nos equivoquemos, los recursos que maneja Omar Sosa se definen en uno que pudiera estar manido, pero que es el que es: mestizaje cultural. La tradición cubana ya anteriormente modernizada en excelentes discos como Free roots no
se ve amenazada por el uso de sutiles detalles electrónicos de muestreo (seria, la producción de Steve Arüelles) o instrumentos alejados como las tablas, la marimba o el oud (Dhafer Youssef). El apoyo en el clarinete de Paquito D’Rivera (acaso su mejor instrumento) en los cortes más sobresalientes del disco (Ternura, Nuevo Manto y Dos caminos) sólo hace añadir memoria de Habana vieja que puede sonar mora en esta celebración multicultural que es Mulatos.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 27. 6. 2005
por Jesús Gonzalo
El personal mundo de Paolo Conte se hace más expresivo y poético en ‘Elegía’. La magia de Keith Jarrett nos vuelve a deslumbrar desde Japón y Jon Hassell sorprende en directo con su etéreo y penetrante electro-jazz AMBIENT-JAZZ
La‘belleepoque’dePaoloConte
Modernidad entre nubes
PAOLO CONTE ● Elegía ● Warner
JON HASSELL ● Magic Realism ● Label Bleu /Karonte ● Con John Beasley, Peter Freeman y Rick Cox
Cantante, compositor, músico y abogado, nacido en el Piamonte (1943) en una familia burguesa dedicada a la abogacía y amante de la música (padre y madre pianistas), el imaginario poético de Paolo Conte no pertenece a esta época; la suya quedó prendida de las imágenes y los sonidos de los años 20 y 30, del calor hogareño de la radio, de las películas en blanco y negro, del claqué, de la chanson francesa, las canciones napolitanas de principios del siglo XX, las habaneras y congas de la vieja Cuba y de una furtiva pasión familiar por el jazz durante la censura fascista. Tras el éxito de Azzurro (lanzado por Adriano Celentano), a partir de los 70, Conte decide que nadie mejor que él podía interpretar sus melodías. París lo encumbró en los 80, antes que Italia. Ningún crooner americano podría empezar así un disco: Abandono mi infancia, cada ingenuidad sentida (…). El amor es hechicero, un fuego histérico y grandioso... El monólogo interior de una voz curtida en la noche y en la soledad y el tono de sincera melancolía de un chelo que viaja al unísono con el romanticismo herido del piano –para no ■
abandonarlo a la suerte de su nostalgia– penetran con suavidad pero sin remedio desde el comienzo. Elegía – el tema– es poesía hecha de retazos de existencia, de sueños y de frustaciones. Casa Cinese es una onírica estampa cinematográfica de una casa abandonada. El salto relajado a las sombras del clarinete es apaciguado por unas cuerdas que aguantan su caída en el sueño. Frisco, como la historia, se despierta perezosa con apoyos de cuerdas, tuba y clarinete; luego se estira sofisticada por el salón del Cotton Club, en la época dorada de Duke Ellington. Desde siempre, Paolo Conte ha sentido fascinación por las mujeres. En sus letras se deja sentir una devoción por ese mundo misterioso (“nadie las entenderá”). Las palabras y la poesía se le quedan cortas para describir su belleza enigmática. La música (“que es femenina”) viene en su ayuda, aunque a veces ni siquiera la unión de estas poderosas armas de seducción convenzan a la musa. En Molto Lontano dice: Quizás no me ames. Me encontrarás y sonreirás, pero no me amarás. Me escucharás y seguirás, pero no me amarás. Quizás no me ames. Me hablarás y abrazarás, pero no me amarás. Tras presentarse como un diálogo cálido entre música popular italiana y tango, el estribillo de este Lejos, muy lejos entra en un maravilloso giro temático que se balancea sobre la resignación de la voz, el comprensivo abrazo del acordeón y el asentimiento del clarinete; el fagot certifica el triste destino. Si en Chissá la búsqueda de una respuesta vital se hace descarnada, los temas finales recogen otras ma-
WARNER MUSIC
PAOLO CONTE. Un bohemio que se reconoce de otra época.
terias de la realidad con las que no transige Conte. En India y La vecchia giacca nuova aparece su cara crítica e irónica sobre el mundo contemporáneo. El mundo neocolonial, la tecnología vendida como la solución del ser humano y las frívolas exhibiciones de lo privado le inspiran sarcasmo a ritmo ligero de jazz, piano indiferente de charlestón y ragtime. Elegía mantiene el principio de imaginería abreviada en el repertorio habitual de Paolo Conte: no superar la duración ideal para contar una historia, entre dos y cuatro mi-
nutos. En su voz rota aparece ese gesto lírico de cierto cansancio en las terminaciones que se convierte en humor (no se considera un buen cantante, pero el bel canto “no es del pueblo”). Unos precisos arreglos orquestales llenos de matices (metales y cuerdas) y nuevos sonidos de sitar en la guitarra dan máxima expresividad a una libertad instrumental mínima. Destaca la ubicua labor del músico Massimo Pitzianti . Elegía, la belle epoque de un poeta nostálgico, lúcido y seductor. “El abrazo adulto en un silencio teatral y visible”.
EN CONCIERTO
El piano inagotable KEITH JARRETT ● Radiance ● ECM / Nuevos Medios ● 2CD ■ ECM ha tardado en editar unos conciertos en Japón que tuvieron lugar en octubre de 2002. Hace tiempo que se puede descargar en imágenes el estupendo directo desde el Metropolitan Hall de Tokio, contenido que ocupa las partes de la 14 a la 17 de Radiance. El resto son para el concierto en Osaka. Un trabajo que describe y compendia todo un estilo pianístico desde una tierra que es ya fetiche para el autor. Antes de esta entrega en directo, Jarrett había realizado a piano sólo un trabajo radicalmente distinto. Desde su propio estudio casero, The melody at night with you es una acuarela serena hecha sobre un repertorio de estándares poco habitual. El cristalino resultado es fruto de una
concisión que indicaba la economía discursiva impuesta por el síndrome de fatiga crónica del que salía. Para sopesar su evolución, ni sirve ese disco en estudio ni el concierto previo en La Scala (anterior a la enfermedad, en su peculiar formato de largos desarrollos sobre ostinatos) para medir el genio (no cabe otra palabra) que Jarrett demuestra en Radiance. En cambio, es más conveniente acercarnos (por el concepto de directo, por la apertura temática y las duraciones) a Dark Intervals (1987, también en Japón) o al monumental registro en trío grabado en este país meses antes en Always let me go. La acumulación de complejas figuras atonales (Weber) sobre una estructura de improvisación libre que parece perfectamente escrita, el sentido interno de una vigorosa polirritmia (Radiance 12), el valor de concentración tímbrica combinado con veloces ataques percusivos, el torrente de trémolos meditativos (17) conjugando fraseos jazzísticos, espacios de delicado lirismo (3, 8,
La carrera de este influyente trompetista y compositor aparece y desaparece, pero siempre dejando un rasgo de modernidad inquebrantable. Por más que sea un referente que en sí mismo completa un círculo que va de la música minimalista y contemporánea (estudió con Stockhausen y participó activamente en la obra capital de Terry Riley In C, 1962), el jazz (amplias son sus colaboraciones con músicos y versionando el repertorio de este género, su disco más reciente fue Fascinoma: jazz incorpóreo), los sonidos de fusión étnica (con el grupo de Burkina Faso Farafina grabó Flash of the spirit, y mucho antes, junto a Naná Vasconcelos, Earthquake Island) y los sonidos ambient (famosas fueron las entregas que le unieron a Brian Eno y el que quizás es su trabajo más visionario junto a Eno y Robert Hurwitz en Power Spot), Jon Hassell se mantiene desde la década de los 80 –la más fértil y definitoria– como un creador de culto que sigue abriendo camino en un estilo y un sonido intransferibles que reúnen todas estas características. El reto que se marca ahora Hassell no es ni más ni menos que ofrecernos su música en pleno directo: el resultado es impecable, habida cuenta de la complejidad de matices que implica un sonido que se expande abarcando todos los recovecos del espacio y que une instrumentos electrónicos y acústicos sin que se note la diferencia entre unos y otros. Hay ciertas reminiscencias del Miles eléctrico (más cercanas a una relectura brumosa de Bill Laswell manteniendo la presencia del bajo grueso) con un timbre espectral que emite destellos fugaces de electrónica, incorpora bases pregrabadas, efectos de delay y samplers en tiempo real (inolvidables fragmentos sacados de Power Spot) y también cantos en árabe que se refuerzan con oud. En total, siete tomas extraídas de conciertos en París, Milán y Los Ángeles que se degustan de principio a fin en su intensidad expansiva y envolvente. Le acompaña un cuarteto ampliable a quinteto de percusión, bajo, teclados, voz y la participación de Paolo Fresu. Un placer de profundidad serpenteante, con nubes esparciéndose en el espacio sobre ritmos fusión de funk-rock oscuros e impenetrables. ■
R. A. JARRETT
KEITH JARRETT. El gran pianista americano vuelve a Japón.
10) y una exposición como de punto y seguido (felizmente inspiradora para una creación hilada en el silencio, entre la 14 y la 15, cosas del público nipón, que por prudencia tarda en arrancarse a aplaudir) nos descubren un nuevo rumbo en una gramática podada de retórica y reconcentrada en un lenguaje contemporáneo más basado en la fórmula de unir improvisación y tema con variación (impresionantes 5 y 14) que en sus célebres ostinatos aditivos.
Por último, hay que reafirmar la intuición de que Jarrett usa a Shostakovich (no olvidemos que grabó los preludios del ruso) para llegar a Bach (Variación Goldberg nº 25 según Gould, versión de 1956, en la 15), de que la tensión atonal desplegada convive con el contrapunto (7), la melodía (16) y el ritmo (11), en un sentido único de sus infinitas conexiones. Virtuosismo extenuante al servicio de la plenitud. Realmente asombroso.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 19. 1. 2004
por Jesús Gonzalo
Desde los muros de la historia a la cotidianidad urbana más bulliciosa, enmascarada y resonante tras unas imágenes o en el entorno, la música se hace poesía cuando lo que percibimos resulta irreal
Las paredes habitadas de Nápoles LOUIS SCLAVIS: NAPOLI`S WALLS ● Louis Sclavis Quartet ● Ilustraciones: Ernest Pignon ●ECM /Nuevos Medios.
El trabajo plástico de Ernest Pignon-Ernest, repartido por Nápoles como una ruta simbólica que intentaba “capturar lo invisible”, inspira a un Louis Sclavis que interpreta el contexto sonoro que rodea a unas imágenes intrusas en las paredes del presente. Son ilustraciones pegadas a unos muros desgastados y decadentes (aunque como marco confieren una plasticidad expresionista) basadas en dibujos originales que representan cultos cristianos y paganos, la figura idealizada y protectora de la mujer (la Sibila de Comes o la Virgen de los Siete Dolores) e instantáneas sombrías de miseria, tortura y muerte. A modo de preludios de lirismo misterioso, de formas antiguas y atonales tejidas sobre un barroquismo lento y doliente, que sí se sumergen en esas visiones fantásticas atrapadas en un muro, Sclavis (clarinetes y saxos) abre cada una de las piezas que componen este Napoli’s Walls con una hondura expresiva que se altera poco después. La frágil existencia de este teatro irreal, trágico y grotesco (los Desastres de la Guerra de Goya) es lo que en mayor medida incita a Sclavis a satirizar y contraponer velos cromáticos en suspensión con tensión rítmica, clímax y caos (bases electrónicas de pop industrial, guitarras cortantes, acumulación de voces que descomponen la norma, solos delirantes), voces bufas y arrabaleras con la refinación camerística de un disco con dedicatoria a
Máscaras del pasado
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ERNEST PIGNON-ERNEST
MURALES ACÚSTICOS. Como espectros del pasado, estas serigrafías del artista Ernest Pignon-Ernest nos hablan de una memoria impresa en las paredes de
Nápoles: mitología, religión, muerte, guerra y enfermedad aparecen como estampas callejeras silenciosas y grotescas que no han sido invitadas a la realidad.
Gesualdo. Es decir, no se recrea en la tragedia del elemento visual o artístico sino en el violento contraste en las calles que provoca ese intrusismo de mitos y culturas de la antigüedad en una sociedad tecnificada. Sin ser determinante, la electrónica tiene un tratamiento interesante. Aparece abrupta e imposta-
da en su forma rítmica, como una artificiosidad consciente que subraya el choque entre épocas, pero también de manera insinuante y espectral inmersa en la acústica. Estas piezas pensadas para su nuevo cuarteto: Vincent Courtois, (cello, en afinidad expresiva con el violín de Pifarély aunque dentro de
su tesitura, y electrónica), Médéric Collignon (trompeta, voces, electrónica) y Hassen Pousen (guitarra eléctrica y acústica que recuerda a Ducret), reúnen todos los recursos expresivos de Louis Sclavis, aquellos que marcan un estilo polifacético representado por trabajos como Rouge, Acoustic Quartet o Danses et
autre scènes: música de cámara con derivaciones electrónicas, contemporánea francesa, popular y antigua y un lenguaje jazzístico enriquecido por todo ello, en un discurso necesariamente descriptivo basado en la fórmula relajación-tensión-relajación. El marco visual permite eludir la frivolidad.
DISCO-LIBRO
Un itinerario de claroscuros DAVID MENGUAL SEPTET ● DERIVA ● David Castillo: poemas, Carles Roche: fotografías ● SATCHMO JAZZ
La Deriva situacionista es un concepto utópico –e improductivo, según los estudiosos– que intenta rescatar la poesía en el descubrimiento de lo cotidiano. El marco espacial en el que se desenvuelve es la ciudad, un entorno fascinante y contradictorio a partes iguales: libertad y necesidad, belleza y polución, soledad y masa, silencio y tumulto. Y todo aquello que lo compone, por pequeño o circunstancial que sea el fenómeno, cobra vida artística. Como el juego de columpios, los objetos y edificios, el sonido del mar, un recorrido en tranvía, un ■
cartel de circo despegado de una pared, tejados sembrados de antenas... o el azar. Si recordamos la película Smoke, cuando el dueño de la tienda de tabaco (interpretado por Harvey Keitel) fotografía la misma esquina de Brooklyn todas las mañanas a la misma hora, o algunos personajes urbanos de las novelas de Paul Auster (ese devenir que marca el azar), entenderemos mejor el concepto Deriva, que sirve de título a un trabajo que une tres bajo un mismo enfoque. El deambular por los sonidos que penetran en las fotos no es agitado, más bien es parsimonioso, aunque no desaparece cierta urgencia: Mengual ha elegido hacer un trabajo contemplativo. Como ya hiciera en su Trío Mosaic (aunque aquí amplía las paletas instrumentales a dos voces en el saxo,
más el piano como solista) los instrumentos dominantes son guitarra eléctrica, batería y bajo (o saxo). El tono misterioso se acerca al que despliega el trío de Motian junto a Frisell y Lovano. Cada tema, que toma los títulos de las fotos de Roche, se divide en dos partes. En la primera, con el apoyo del septeto, se exponen los poemas en la lírica evanescente y con recitativos (en catalán) de una de las voces preferidas de los jazzmen más aventureros, como es la de Carme Canela. En la segunda, el piano extiende la estela del sonido llevándola al recogimiento y a una percepción nostálgica cristalina. Es un paseo efímero, que no apresurado, por la ciudad interior, con implicaciones subjetivas sobre aquello que une a la poesía, la imagen y la música.
PASEO INTIMISTA. Instantáneas de poesía en Barcelona.
CARLES ROCHE
CULTURA Y OCIO 59 Diario de Sevilla
Jazz
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MI. 19. 5. 2004
por Jesús Gonzalo
Los aficionados a la buena música, en sus acepciones más amplias, estamos de enhorabuena. El prestigioso sello galo Label Bleu, tras años de ausencia, vuelve a distribuir en España su espléndido catálogo gracias a Karonte
La órbita italiana del astronauta
Un espíritu aventurero Henri Texier Azur Quintet ● String Spirit ● Con L`orchestra de Bretagne y Stefan Sanderling ● LABEL BLEU / Karonte ● 2 CD
Battista Lena: I Cosmonauti Russi ● Con Marco Lodoli, Enrico Rava ● LABEL BLEU / Karonte ● 2 CD
El maestro Texier acumula tantas experiencias en su larga y fecunda carrera, que la substantivación de su estilo pasa por la diversidad de significados y de paisajes. Ahora vuelve con el Azur Quintet, en otra excelente entrega para su sello fetiche, tras el nomadismo africano de Mosaïc Man. Unas cuerdas inconformistas resaltan la brillantez compositiva y solista del contrabajista y de sus músicos. Son once temas (con sólo dos alusiones al jazz americano en la tradición del blues) que discurren por momentos apasionados y en equilibrada tensión discursiva. Música desarrollada con fluidez y ritmo pulsante, que compendia el cuerpo orquestal y los espacios para el quinteto. Música descriptiva, repleta de detalles y cambios motívicos que abren recovecos de luz , emoción y frescura tímbrica. La sección de cuerdas encaja en esta estructura articulada entre lo contemporáneo, el jazz clásico y lo cinematográfico: preludios, apoyos melódicos, subrayado de figuras, extensión de sombras y suavidad de acentos. Los excelentes relevos en el liderazgo solista iluminan esta lograda obra. ■
Varios: Blue Tribes ● Con Julien Lourau, Claude Barthelemy, Bollani, Bojan Z, Malik... ● LABEL BLEU ■ El derrumbamiento del bloque comunista –aún fresco en la memoria– suscita miradas artísticas sobre ese largo periodo de la antigua URSS. Algunas de ellas quisieran poder reducirlo, frivolizándolo, a una imagen pop recluida en ese frustrado museo de las grandes ideologías. El guitarrista y compositor Battista Lena (Viareggio, 1960), especialista en el diseño proyectos interdisciplinares, y el dramaturgo Marco Lodoli construyen una historia descrita en primera persona (en un planteamiento casi radiofónico) que no resalta la decadencia de un sistema ni hace una lectura posmoderna del mismo. Centrada en el apogeo de la carrera cósmica soviética (sin fecha ni destino concretos), la narración tiene como protagonistas a tres astronautas rusos –orgullosos de haber sido elegidos entre los demás camaradas– que emprenden una mi-
ICONOS, SUPREMATISMO Y ASTRONAUTAS. Curiosa mezcla de estética mediterránea y soviética.
sión incierta al espacio. Uno de ellos relata su experiencia y las situaciones vividas en esta odisea desde que abandonan la Tierra: la cuenta atrás del despegue, mirando las estrellas, pensamientos poéticos y recuerdos mezclados en la ingravidez, la astronave que danza a la deriva, la soledad del vacío, las alucinaciones maléficas y el último aliento que cree ver una bandera roja en la oscuridad del firmamento. El decorado ilusionista que extiende Lena para los textos de Lodoli, no exento de cierta ternura, usa la ironía cuando hace derivar las marchas militares, que suenan a himno soviético, hacia lo circense en la audacia rocambolesca del asunto, o hacia el peso ceremonioso de las bandas procesionales sicilianas cuando anuncian, a lo largo del viaje, el desenlace trágico de esta
aventura. Las peripecias orbitales de estos tres héroes rusos quedan suspendidas en un lugar imaginario entre la rojo comunista y el azul mediterráneo. El cine, la música tradicional, Nino Rota (alusiones a Kurt Weill) y Monteverdi atraen a la nave rusa hacia una órbita italiana. I Cosmonauti russi se estrenó en el Teatro Regio de Turín, el 18 de octubre de 2002. Es una obra para gran orquesta de vientos y metales (timbrada en un empaste marcial, burlesco y fúnebre) e instrumentos solistas (trompeta, clarinete, acordeón, contrabajo, batería y guitarra). Enrico Rava, Gabriele Mirabassi, Luciano Biondini o el propio Lena, entran y salen, como satélites, puntualizando los episodios que marcan el relato del astronauta. Las recapitulaciones temáticas se usan como basamento narrativo y tam-
bién como avance de la propia historia. Una historia que tiene su continuación en lengua franca en el segundo disco, manteniendo el libreto y la música. El tempo y la expresividad cambia con el idioma. La refinación discursiva tiende a lo literario y trovadoresco en francés, mientras que el italiano (escritura original), del narrador y cantante Gianmaria Testa, acerca más al personaje e interpreta mejor las alegorías. Blue Tribes es una guía en forma de manchas hecha con producciones recientes del catálogo de Label Bleu. El jazz world afrocubano de Julien Lourau, la melting pot de Barthelemi, el country-folk oriental de Gary Lucas, el rock y jazz lisérgico a lo Knitting Factory de Innocet X o el hip-hop de presencia colemaniana de Opus Akoben, completan la lista de autores seleccionada más abajo.
CATÁLOGO LABEL BLEU
Exaltación de la complicidad
La filosofía en el ritmo
La Babel parisina del jazz
Más folclore judío desde Nueva York
Piano balcánico y volcánico
Rava & Bollani ● Montrèal Diary B ● LABEL BLEU
Steve Coleman ● Resistence is Futile ● LABEL BLEU ● 2 CD
Magic Malik Orchestra ● 69 96 ● LABEL BLEU
David Krakauer ● The Twelve Tribes ● LABEL BLEU
Bojan Zulfikarpasic ● Solobsession ● LABEL BLEU
Alpocodedescubrir a su más mimado discípulo, Enrico Rava entendióquedebíasopesar a solas la calidad de su alianza junto a Stefano Bollani. Así surgió, en 2000, Rava plays Rava (Philology), proyecto esencializado sobre un esquema entre la canción de jazz y la popular, con especial énfasis en los detalles pequeños. El éxito de sus giras les llevó a Montreal, donde dieron dos conciertos de los que resultaron sendas grabaciones. Esta nueva entrega, del 4 de julio de 2001, es la segunda que aparece. Frente a frente, la pasión inventiva se desliza hasta la última nota desgranando melodías y creando variaciones. La seducción madura del sonido del trompetistasobrevuelaelcoloridovívido y exultante del pianista (Rava le llama L`orchestra). Certi angoli segreti , Bandoleros, Theme for Jessica o Le solite cose son placeres ineludibles en este delicioso repertorio a dúo.
■ Con Lucidarium a la vuelta de la esquina, rescatamos este doble en directo, el debut para Label Bleu del polémico saxofonista. Hizo bien en volver a registrar en concierto a su grupo favorito tras aquel Curves of life (del memorable triple disco en el Hot Brass de París). Five elements es su proyecto más maduro y fecundo, de ahí que todo directo en su compañía supere la media especulativadelosotrosencuentros.Entre ancestros y constelaciones,Coleman suele caer en la grandilocuencia del visionario, del chamán charlatán. A nosotros sólo nos apasiona el modo en que estructura las voces de su cultura negra (la urbana y la africana), en cómo distribuye los focos de tensión del conjunto, en cómo éstos se acumulan y extienden. En la manera que tiene de trascender el vasto lenguaje del ritmo para elevarlo a la armonía.
■ Malik fue el famoso flautista que acompañaba a St. Germain en Boulevard. Así se abre su currículo, hasta ahí las semejanzas. Hay jazz y muy buenos músicos (Bojan Z, por ejemplo) en la orquesta de Malik, una formación constituida para traspasar fronteras estilísticas y puntear culturas (de la India a Perú pasando por Cuba). Es jazz fusión de hoy, evolución inevitable y llena de buenas intenciones del Multikultide Don Cherry. No hay saturación ni empalago en este enfoque políglota con electrónica esporádica y ritmos actuales. Hay espacios de improvisación, incluso de soliloquios viajeros, que se descubren en un entramado indefinido, por vistoso, pero bien asfaltado en gustos mayoritarios. La mezcla de instrumentos, el talante improvisatorio y una base jazzística de metales construyen su virtud cosmopolita.
■ Fue el clarinete del grupo de klezmer más influyente de la Gran Manzana (The Klezmatics). Krakauer es un erudito en la acepción técnica (solista) y tradicional (la judía que proviene de David Tarras). El klezmer, estilo folclórico originario de la Polonia yiddish, renacido hace casi dos décadas en un contexto progresivo al calor de la Knitting Factory y el Radical Jewish Movement –de Zorn y Tzadik–, es el folclore urbano en el que Krakauer explora los recursos de su instrumento a todos los niveles y los incorpora a esta tradición revisada. Temas de Tarras, canciones hebreas, material propio (de sinuosa acidez) y versiones en meddley de series como los Monsters, exploran actitudes de un estilo (con guitarras, acordeón y batería) que nos recuerda al lejano The Shvitz de Frank London.
Bojan, pianista nacido en la antigua Yugoslavia, redujo a Z su apellido por el bien de todos los que nos encontramos ante semejante relieve de signos, acentos y sílabas. Su pianismo es fiel reflejo de la compleja morfología de su nombre: penetrante, vitalista, robusto, afilado, ligero, rotundo. Miembro del quinteto Azur de Texier, la singularidad híbrida de su estilo pasa por la conjunción de virtuosismo, referencias (clásica, jazz y folclore) y un excelente oído percusivo. El vigor que sale de su música es el de un músico nacido en los Balcanes y adoptado creativamente en Francia. De ahí que el legado de Petrucciani (la suite Multi Don Kulti entrelaza piezas como en el popurrí característico del pianista galo ya desaparecido, también con toques a lo Gismonti) surja varias veces en el palpitar colorista y acaudalado de Bojan Z.
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Diario de Sevilla
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jazz
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2003
El último trabajo del laudista tunecino Anouar Brahem describe, dentro de su mundo de sonidos que combina introspección y hechizo, una reflexión serena sobre la tradición árabe - Entre otras novedades discográficas, la reciente entrega de Terje Rypdal extiende la argumentación iniciada tras su visita al festival del Teatro Central
Por Jesús Gonzalo
Paisajes mediterráneos desde la melancolía
En los años ochenta se trasladó a París compaginando su labor de director en el ensemble Musical de Túnez. En la capital francesa compartió el encuentro honesto y fértil entre músicas sin atributos fusionantes, en terrenos del jazz abiertos al intercambio. Fue su búsqueda de un estilo propio, no la voluntad estética de un productor, la que le condujo a un sonido desnudo, pasional, de húmedo sabor terrenal y herido misticismo, cuando se le abrieron las puertas de ECM.
Los noventa
Procedente de la Europa más septentrional, deudor de la escuela de ud más antigua del mundo árabe (Irán, Siria y Egipto), amante de otras disciplinas artísticas como el cine, el teatro y la danza, es Anouar Brahem. El maestro tunecino, cuyo primer ud se lo regaló su padre a los diez años, es sin duda uno de los mú-
sicos que mejor ha sabido integrar el legado inmemorial con otras fuentes culturales procedentes de la música europea (antigua, clásica y moderna) y la improvisación definida en estadios de lirismo y sujeción compositiva. Son planteamientos estilísticos que conducen el arte musical árabe hacia nuevos rumbos alentados por una sensibilidad creadora que permite eludir la horizontalidad expresiva –limitación armónica de su instrumento– a través del refinamiento melódico, la destreza adquirida en experiencias compartidas y una actitud reflexiva que surca vías de hondura emocional.
La prueba de compatibilidad idiomática con el ideario del sello le llegó con Madar (94), trabajo donde Jan Garbarek contrastó la complicidad del nuevo fichaje. Debutó con Barzakh (90) y Conte de l’incroyable amour (91), dos entregas que junto a la más reciente Astrakan Café (2000) cultivan y renuevan la tradición clásica árabe, como se probó en el concierto que ofreció en Sevilla durante el pasado festival Territorios al lado de dos de sus más fieles acompañantes, Barbaros Erköse (clarinete) y Lassad Hosni (bendir y darbouka). Khomsa (95) es un largo poema dramático que glosa composiciones para cine y espectáculos escénicos (colaboró con Costa Gavras y Maurice Béjart), que por momentos nos recuerda el peso existencial de las partituras de Eleni Karaindrou para Theo Angelopoulos. Thimar (98), junto a los músicos británicos John Surman y Dave Holland, es una aventura en esa tierra ignota y noble donde el jazz y los cantos populares se unen para alimentar un encuentro sincero y empático a partes iguales. Revisión de obras que nos sugiere tres enfoques dialogantes en la música del tunecino: relectura de la música popular, edificantes fórmulas de improvisación compartidas (reciente colaboración con la Orchestre National de Jazz) y una refinación y solidez compositiva de inspiración poética. Una contemporaneidad enraizada en el folclore y en la unión cultural de Asia, Europa y África.
4Le pas du chat noir - Anouar Brahem - Con Françoise Couturier y J.L Martiner -ECM /Nuevos Medios
4Mercy - Meredith Monk -Con Theo Bleckmann, Allison Easter, Chin Gonzalez... -ECM / Nuevos Medios
4Air Street - Michael Moore with Cor Fuhler and Tristan Honsinger Between the lines / Énfasis
4Introducing - David Pastor - Con Brian Trainor, Jeff Jerolamon... - Omix Records/Nuevos Medios
DÍAS DE LLUVIA EN LA MEMORIA
FOLK MINIMAL Y ONOMATOPÉYICO
VISIONES CUBISTAS SOBRE LO PLURAL
UN DEBUT PROMETEDOR
■ Se mantienen los recursos estéticos habituales de Brahem para su nuevo trabajo inspirado en el piano. También su demostrada predilección por el formato de trío. En cambio podemos decir que este disco es muy distinto a los anteriores. Comparte un diálogo perfectamente estructurado entre escritura e improvisación, intensidad y sutileza (Thimar), y un tono elegiaco con torneadas líneas de lirismo melancólico de evocador poder visual (Khomsa). La tradición popular nunca había estado tan bien hilvanada con la exquisitez cultista (Satie y Bach). El remanso musical dulcifica el presente y lo traslada a un oasis temporal imaginario.
■ Las obras de teatro-danza iniciales como Dolmen Music o la ópera posterior Atlas han dado paso a un marco artístico sincrético e íntimo que emplea el tema de la compasión (mercy) dentro de un contexto performativo de videoinstalación. Sin agotar los recursos ilimitados de voces caracterizadas en mensajes y no en palabras, los principios minimales se mantienen en segmentos repetitivos de una instrumentación austera pero eficaz, que es aplicada en transiciones rítmicas reichianas de sincopados acentos jazzísticos. Los timbres de voces y percusión se cruzan en un entramado narrativo y visual.
■ Tras su brillante concierto en el Central recuperando al Dylan de los sesenta, aparece su segundo trabajo en un trío de características bien distintas, ya demostradas en Monitor, también para la discográfica del exigente Koglmann. Sonidos de una alquimia inestable, densa, voluptuosa, poética, a veces incluso humorada, producidos por una formación que utilizaelmultiinstrumentismoy la propia interpretación como un elemento narrativo polivalente, dúctil y sorpresivo. Jazz camerístico con sutiles pinceladas electrónicas que compatibilizapuntosde referencia diversos. Juego de espejos curvilíneos y reflejos multiformes.
El joven trompetista valenciano es un improvisador de recursos sobrados en aquellas situaciones más extenuantes propias del hardbop y el jazz de encendida intensidad latina. Su fluidez espontánea en el fraseo también sabe controlar los ataques dulcificándose en registros medios azulados para las baladas y los boleros, aunque el cuarteto a veces resuelve los diálogos poniendo demasiado énfasis en la sección rítmica. Pastor firma junto al pianista Brain Trainor un conjunto de temas originales con ecos estéticos de voces (instrumentales y compositivas) como las de Morgan o Harrell y la más coetánea de Diego Urcola.
PERFIL. Anouar Brahem, un músico entre la tradición árabe y la contemporaneidad. ■ El laúd árabe (ud) es el instrumento de toda una civilización cuya tradición se extiende desde Persia, cuna ancestral, hasta el Magreb. La revolución islámica lo propagaría por todo el norte de África hasta los confines de la civilización conocida, ya en las costas del Atlántico. Es la herramienta sobre la que la poesía sufí y la cultura islámica edificarían la rica música clásica árabe, donde los modos sofisticados perviven con la tradición oral y la improvisación. En su camino hacia Europa a través de las conquistas, introducido en la Península Ibérica, se le llamó laúd. Ziriab, músico cortesa-
no del medievo, cuya admiración recala aún en la memoria, describió el relato de este instrumento a través de su particular odisea de un extremo a otro del Mediterráneo.
De Túnez a París
recomendamos
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El canon de Rypdal 4Lux aeterna - Terje Rypdal, con Palle Mikkelborg, Iver Kleive, y Bergen Chamber Ensemble - ECM / Nuevos Medios ■ Lux aeterna es una pieza coral rotunda, de extremada verticalidad, un pilar en la obra ligetiana de mediados de los sesenta. Rypdal es consciente de ello hasta el punto de nombrarla como una de sus primeras influencias. Referentes estéticos más tangibles que una opinión son los que se conjugan a lo largo de la larga carrera del guitarrista noruego para el sello alemán: combinaciones eléctricas e improvisadas entre el free rock y el hard funk iniciados por Jimi Hendrix y Miles Davis, la música de inspiración dramática de Grieg, Mahler y Penderecki y la tradición ortodoxa de autores que se nutren del tenebrismo (Giya Kancheli) o la devoción litúrgica (Arvo Pärt). Una suma de un todo que da un paso más en el apasionamiento hacía las obras sinfónicas, en álbumes ya lejanos como Q.E.D o Undisonus, o cuasi orquestales, en los más recientes If Mountains Could Sing o Skywards , donde la religiosidad cósmica (títulos como Galaxia luminosa o Hacia el cielo), la contemporaneidad empantanada en el adagio serenísimo y el solismo ensimismado al más viejo estilo ECM (arropado entre colchones armónicos) determinan un producto panteísta confortable y cursi. Piezas construidas a base de materiales del rock como de los modos lontanos en un planteamiento sonoro ya edulcorado por conceptos extramusicales, donde la aparición de segmentos improvisados de los solistas, en vez de enriquecer el acabado de la partitura, ponen en evidencia su rostro más caduco. Esta grabación en directo, desde una iglesia, fue una composición encargada a Rypdal por el Molde Jazz Festival como secuela de Double Concerto. Basada en cinco movimientos que simbolizan el camino hacia el conocimiento superior, Lux aeterna culmina la escalada mística rebosante de atmósferas sublimadas y seudo profundas –órgano de catedral incluido– en una pieza del mismo título, tras salvar montañas metafóricas extraídas tanto de la infancia como del paisaje noruego. Salvo fragmentos del segundo movimiento donde las cuerdas se olvidan de la afectación y Rypdal teje un solo en consonancia con la luminosidad, el resto nos persuade de una idea forzada de lo espiritual y lo profundo en la expresión del sonido.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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SÁ. 27. 3. 2004
por Jesús Gonzalo
El sello francés Sketch elige la calidad y el detalle en el diseño de sus producciones. En pequeños formatos o en solitario, músicos europeos y de fuera construyen el sonido íntimo y extremo de sus novedades
Sketch, otra definición del boceto
Aforismos a media luz
MARC DUCRET: QUI PARLE? ● SKETCH / HARMONIA MUNDI
JOHN TAYLOR: INSIGHT ● SKETCH RECORDS / HARMONIA MUNDI
MARC COPLAND & GARY PEACOCK: WHAT IT SAYS ● SKETCH / HARMONIA MUNDI
■ Marc Copland y Gary Peacock se encuentran de nuevo, esta vez cara a cara. What it says es un dúo de reciprocidad creativa, de conexión sensitiva alrededor de los detalles. Los temas son breves intenciones donde la densidad expresiva busca una simplificación de la arquitectura, de las dimensiones, de las formas. El ámbito reflexivo que se persigue no impide la respiración poética, el perfil tonal gira hacia adentro y las intervenciones solistas explican al otro. Copland extendien-
MARC DUCRET. El sonido extremo.
MARC COPLAND Y GARY PEACOCK. El sonido íntimo.
do figuras lentas con modos repetitivos y ascendentes que luego se comprimen (Satie en Around the air), usando el pedal lo justo para prolongar la profundidad austera y misteriosa de sus acordes y de sus circunloquios de lirismo sostenido. Ambos comparten las funciones en los niveles melódico y rítmico, la alternancia en el acompañamiento y el solismo. Gary Peacock profundiza y abre impresiones sobre los blo-
ques temáticos con un sonido fibroso y de tensión penetrante. Para este músico, que parece haber superado su grave enfermedad, se trata de un encuentro distinto, menos abierto y más condensado, a los protagonizados al lado de Jarrett, Bley o Kikuchi. Ducret ni es un guitarrista de jazz al uso ni tampoco se le podría encuadrar en cualquier otra estética. La avanzadilla del rock, el
free o la música contemporánea serían los terrenos movedizos en los que se expresa. Sus colaboraciones con Tim Berne, Louis Sclavis o Daniel Humair así lo demuestran. Siendo como es autodidacta, su estilo esquiva los terrenos estereotipados abordando las naturalezas más extremas de una guitarra que es una revelación turbia y enervante de Jimi Hendrix, Django Reinhardt y Marc Ribot. Qui parle? se resuelve como una obra homogénea en forma de suites escalonadas, donde existe un riguroso control de lo expuesto y ciertos elementos narrativos que recuerdan a los utilizados por Heiner Goebbels (voces superpuestas, muestreo, recurrencia de signos de tiempo). Las asimetrías predominan en un discurso de tensión lingüística con intersecciones melódicas, adhesiones de conjunto y rupturas inesperadas, definitorio del gesto especulativo y de morfología caprichosa de su autor. Existe un núcleo instrumental de bajo, guitarra y batería sobre el que se dimensionan planos sonoros alternos en una sección de metales que asume el trabajo melódico. Hay distorsiones, acoples y acústica en un planteamiento donde la guitarra es la voz solista. El disco se cierra con un corte atmosférico donde el cúmulo de fuentes (instrumentos y electrónica) describen con éxito este léxico de suspense aristado. Las irregularidades y los espejismos forzados condicionan, no obstante, un resultado aprisionado por la forma.
NOVEDADES
John Taylor es uno de los pianistas más personales del jazz europeo, afín al ideario expresivo de los Pieranunzi, Stenson o D’Andrea, cuyos estilos se construyen sobre la refinación clásica, el lirismo perfumado de Bill Evans y el toque interiorizado y con silencios de Paul Bley. Su articulación cristalina y compacta, su capacidad para la síntesis estilística de referencias contemporáneas en el jazz y la presencia de pasajes bucólicos se expresa de forma integral en bloques de acordes, arranques rítmicos y melodías cantables. El colorido y pulcritud con que tiñe los fraseos dotan a su música de una gran plasticidad, en la que no faltan espacios inquisitivos de tensión y elocuencia emocional. En este trabajo en la intimidad, Taylor se resguarda en una serie de piezas propias de mediano tamaño que impiden el verbo fácil y lo anecdótico. Hay dos soberbios desarrollos percusivos sobre madera y cuerdas, excitándolas por simpatía y con modulaciones de pedal, que crean volúmenes agraciados por la luz. Abundan la elegancia y la refinación aplicadas a un rigor técnico que alcanza la seducción inmediata. ■
REEDICIÓN
Distinción y complementariedad
Toda suerte de modos en el bajo
Esencias‘zappatistas’ afrancesadas
La abstracción de lo arcano
La emancipación de lo pequeño
YARON HERMAN Y SYLVAIN GHIO ● TAKES TO KNOW ● SKETCH
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ANTHONY COX ● THAT & THIS SKETCH / Harmonia Mundi
LE BOCAL ● OH NO! ... ● LE CHANT DU MONDE/ H. Mundi
Eskelin, Parkins, Black ● Arcanum Moderne ● hatOLOGY
VIENNA ART ORCHESTRA ● The minimalism of Erik Satie ● hatOLOGY
■ Piano y batería jóvenes. No es exactamente jazz. No tiene que ver, y sí, con los encuentros entre Cecil Taylor y Max Roach, entre un instrumento bajo control y la irregularidad tímbrica de la percusión. Existe un juego recíproco (entregado en libertad en dos improvisaciones) en el que el piano lleva la voz dominante. Hay espacios para el soliloquio y el cruce de miradas en texturas y ritmos. Refinado, elegante, original sin que deje de percibirse la influencia de Jarrett (incluso con DeJohnnette, corte 4º), el proyecto exhala frescura y empatía emocional. Los recursos de ambos instrumentos descienden a los planos rítmicos con desenvoltura y sofisticación, aun cuando es la lírica, con dosis de romanticismo, tempo oriental y profundidad expresiva la que domina este interesante trabajo.
■ Con cierto retraso rescatamos esta entrega en solitario del contrabajista Anthony Cox, músico que goza de un gran prestigio entre sus compañeros. Sacar todos los recursos expresivos de cualquier instrumento exige un gran esfuerzo técnico y claridad de ideas, más aún si se trata de un bajo. Cox explota los timbres, crea figuras veloces en varias líneas melódicas, utiliza el arco, se sumerge en la resonancia profunda, dibuja formas atonales y crea esquemas aditivos. Un trabajo que se antoja imprescindible para disfrutar plenamente (equiparable al solismo riguroso de piano o violín) de este instrumento noble y de gran corazón. Su alcance innato permanecía oculto.
Desde el irónico título de este homenaje se entrevé la descompostura, pero si escuchamos los originales, las versiones no les desmerecen. Los ejemplos provienen de épocas referenciales en Zappa: Hot Rats, The Grand Wazoo, Uncle Meat y del popurrí en directo de Make a Jazz noise here. La banda francesa hace una lectura con pátina jazzística, manteniendo el espíritu y la materia prima del origen (compendio de sicodelia, rock, funk, fanfarria contemporánea y jazz ), superponiendo figuras nuevas en los metales (recuerda algo a la VAO), estilizando con erudición algunos momentos solistas (guitarras, pianos, electrónica) y jugando con el genio y la socarronería del autor como antídoto musical.
It’s a samba arranca animoso en este disco, estirando la laxitud inicial hacia lo punzante. Eskelin en el saxo tenor pasa del verbo ágil al florido, pero con acidez. Tesituras esquivas y cambiantes apoyan su inventiva en un fraseo que incomoda. Parkins es la médium que dosifica los equilibrios y las fluctuaciones del sonido electrónico, su quehacer mutila con fertilidad el discurso acústico. Black es el ente que ejerce la faceta rítmica y ambiental cambiando caprichosamente los tiempos y dibujando figuras. Para este trío aventurero, los elementos derivativos se desarrollan en la fisicidad de formas, las melodías en atmósferas de tensión y misterio y la rítmica en la apertura de su lógica.
■ Reclamo de calidad y ahora a precio medio, esta reedición es inexcusable. ¿Dadaísmo, música de mobiliario para la bohemia, un readymade en un decorado circense, emancipación de lo mínimo después de los 60? Principios de los 80, la VAO es todo un referente de modernidad, una propuesta que fija su mirada inteligente en Satie, en el humor tocado aún por el romanticismo y la austeridad iluminada por la mezcla de ascética y extravangancia. Los temas originales del visionario autor se someten a otras reflexiones, llevando la supuesta espiritualidad gregoriana de las Gnosssiennes a la ensoñación exótica. Ravel y el mismo Zappa (corte 2º) se retratan en esta fiesta moderna.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 11. 5. 2004
por Jesús Gonzalo
Tomasz Stanko es la actualidad del sello ECM, el cual ha mimado para sus 'new series' la entrega dedicada al músico armenio Mansurian. De esa tierra llega Yengibarjan con su acordeón. Los Belmondo ofrecen exquisito jazz francés. DELICATESSEN
La poética de lo crepuscular Tomasz Stanko Quartet: Suspended Night ● ECM / Nuevos Medios
Serenidad que alumbra
Syvine Courvoisier: Abaton ● ECM / Nuevos Medios ● 2 CD
Belmondo ● Hymne au Soleil ● Lionel y Stéphane Belmondo y orquesta ● DISCOGRAPH / Karonte
Dos hermanos, Lionel y Stèphane Belmondo, nos ofrecen una obra elaborada y coherente, pese al atípico repertorio seleccionado, que consigue un resultado acabado y de hermosa factura. Hay composiciones de muy diversa procedencia estética centradas en los inicios del siglo pasado. Predominan las escritas por Lili Boulanger (hermana de Nadia, la célebre pedagoga) y Maurice Duruflé (sucesor de César Franck), del que hay dos piezas: polifonía antigua derivada del órgano e impresionismo. Un siglo después, la lectura sintética une corrientes y estilos, dentro y fuera del jazz, y se materializa en una suavidad de contrastes. La delineación melódica, el empaste fluido del grupo de 12 músicos, la cadenciosa polirritmia, el trabajo de orfebrería sobre las diversas paletas del conjunto (con sección de bronces), las intervenciones solistas de los Belmondo (saxos, clarinetes y fliscorno), los adornos del barroco francés y las contadas citas a Coltrane en los motivos iniciales, posibilitan su tono erudito teñido de serena melancolía. La alianza de Gil Evans y Miles Davis en un esquema modal (entonces eran Rodrigo y Falla) inspira este planteamiento que también recupera a Fauré y Ravel. Sonidos bajo una luz iridiscente. ■
Este título o bien este otro: La dialéctica del claroscuro, pudieran definir estas tres novedades. ¿Poesía o dialéctica en el sonido ECM? Veamos. Tomasz Stanko es el trompetista que mejor se expresa, en estos momentos, dentro de los característicos ambientes brumosos y espaciados de ECM. Tras su tercer y muy aplaudido homenaje a Krysztof Komeda en Litania, el músico polaco había realizado obras como Leosia o From the Green Hill, producciones ambas de carácter internacional, excesivamente ajustadas al sonido de marca. Con un trío de jóvenes compatriotas que le seguían desde hace años, grabó Soul of things, una obra que parecía desprenderse de una estética, hasta entonces, agazapada entre atmósferas mortecinas. Si unimos la influencia expresionista de Komeda (tiranteces existenciales donde asoman desvanecimientos) con un lirismo gaseoso y melancólico, el resultado es la trompeta de Stanko: fragilidad con explosiones de acidez. En perfecta sintonía, el joven trío le proporciona la profundidad de campo sobre la que la trompeta provoca una incisión luminosa de nostalgia y carácter. La polifonía ceremoniosa del grupo discurre sobre una estrucTigran Mansurian & Kim Kashkashian: Monodia ● ECM New Series ● 2 CD
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TOMASZ STANKO. El músico posa junto a su joven cuarteto polaco.
tura destilada con pasajes etéreos davisianos entre holguras temporales de silencios. El trío recuerda, en las baladas, al propio para estándares de Jarrett, y en dos terceras partes a los que participan Motian y Peacock. Del primero, el batería tiene los reflejos luminiscentes y los detalles de asimetría aérea. Del segundo, el bajista une la conjunción melódica con el piano. Para este instrumento, Marcin Masilewski crea formas redondas y elegantes en un fraseo cristalino donde añade retazos de folclore en la mano izquierda yprovocacimasensuspensiónenun gusto por el detalle inacabado. Hacia el final del disco se aprecia una deshinibición positiva, como una sonrisa pícara que se aleja mirando el paisaje nostálgico y lluvioso dejado atrás. Variation II responde de la ambivalencia expresiva y anímica entre gravedad y distensión.
Perfil contemporáneo La pianista Sylvine Courvoisier (Suiza 1968) fundó en Nueva York , donde está afincada, este trío en 1998. El modelo instrumental con-
temporáneo tuvo dos aliados: Mark Feldman (violín) y Erik Friendlander (cello). Abaton (título, como el resto de temas, inspirado en la literatura fantástica) se divide en dos: el primer CD para composiciones y el segundo para improvisaciones. Densidad y tensión serial, rigor formalista con alusiones claras a la II Escuela de Viena (Schönberg y Webern) resumen un diálogo severo y apasionado, bien resuelto en esa atonalidad académica con respiraciones silenciosas y pinceladas de violín romántico en las piezas escritas. En el segundo, la clave es la búsqueda de encuentros y fricciones, y los hay, pero tan bien hilvanados que no parecen tales (improvisación libre, modos populares, renacentistas y barrocos). El boceto breve se sitúa en una armonización rigurosa y en frentes expansivos de efectos (cuerdas contra cuerdas: pizzicatos y glissandi en piano, violín y cello) se resuelven en un juego cruzado de espacio, color y superficie. Volviendo a Suiza, vemos una combustión mixta de figuras y aristas, del expresionismo cálido de Klee y la pureza geométrica de Le Corbusier.
ANDRZEJ TYSZKO
Las New Series se rinden nuevamente al talento de la violista Kim Kashakashian y realizan una cuidada producción donde se interpretan obras para viola y violín, con orquesta, dúo y conjunto vocal, del armenio Tigran Mansurian. Desde la inclusión de Arvo Pärt , es como si Eicher y su sello quisieran apadrinar cierta creación construida sobre la tradición europea que linda con la asiática. Si antes fuera el georgiano Giya Kancheli el agraciado (antecedente directo es Caris Mere), ahora repite, a lo grande, el armenio Mansurian. El sufrimiento vivido por estos pueblos en la historia vincula la liturgia religiosa con la herencia popular: un neosinfonismo nacionalista caucásico hundido en el dolor. Los refuerzos para el segundo disco de Garbarek (en un dúo con la viola que alivia) y el Hilliard Ensemble (gravedad polifónica entre lo gregoriano y lo bizantino) ablandan la espesura dramática de este Monodia. Es una música de tensión trágica a la que se le ha negado cualquier atisbo de esperanza. No dan tregua ni el dramatismo ni la pesadumbre.
NOVEDADES
El camino del destierro David Yengibarjan with Frank London ● Pandoukht ● BMC / Diverdi ■ De entre todos los
instrumentos populares cuya resonancia llega desde las tierras más lejanas del Este de Europa, el acordeón es el que conserva vivamente la respiración del destierro, de los momentos de celebración y de llanto, de un sentimiento anclado firmemente en los cancioneros de los pueblos de la diáspora (gitanos y judíos). Yengibarjian, acordeonista, vive en Hungría desde 1995, aunque nació en Armenia, ese pequeño trozo de tierra situado en la península caucásica entre dos mares y dos culturas: entre el
mundo musulmán y la ortodoxia cristiana. Esta obra de calado poético es un viaje hacia el oeste (hasta Budapest, pasando por Turquía, Grecia y Bulgaria), un viaje de anhelos y melodías que son refugio. Frank London (The Klezmatics) es el invitado que llega de Nueva York (otro lugar para la esperanza) y que subraya con su trompeta los caminos sufridos por su cultura yiddish. El grupo, entre cuarteto y quinteto con las colaboraciones, se completa con dos jóvenes músicos nativos (contrabajo y percusión) formados en el conservatorio Bela Bartók, lo que da una idea de la comunión que existe entre las músicas populares y las académicas. Yengibarjan, que ya se acercara a su querido mundo de Piazzolla en Tango Passion, hace sonar su acor-
deón en modos que son emociones al desnudo. En la melancolía y la alegría verdadera que exhala la música de acordeón hay giros temáticos hacia el sentir del nuevo tango, entonces el recogimiento recuerda a Dino Saluzzi, mientras que en el fraseo despierto y las extensiones fluctuantes del fuelle sea Guy Kluseveck. En el natural diálogo con London, el encuentro nos remite a un antecedente de erudición clásica y balcánica canalizada por la improvisación y el jazz en el Charms of the night sky de Dave Douglas; cuando surge la guitarra eléctrica (el ilustre maestro húngaro Gádor Gabó), entre panderos, darbukas y batería, se intuye el cosmopolitismo viajero del grupo Pachora. Pero incluso el mensaje evoca imágenes, las de Angelopoulos musicadas por Eleni Karaindrou, como elegía a la soledad existencial. Son paisajes diseminados por la memoria y el camino del abandono.
Cabaret pop berlinés Varios ● Cabaret Modern, A night at the magic mirror tent ● WINTER & WINTER / Diverdi ■ El cabaret sólo se concibe en directo. Sobre el escenario se materializa a través del teatro y de la música, del erotismo y la complicidad del público. Es una expresión centroeuropea, alemana y francesa principalmente. Este sello detallista recupera el proyecto escénico (audiorama) alrededor del cabaret tras Au Bordel. El director musical y guitarrista Noël Achoté es nuevamente el responsable.
Pero aquella maravillosa iconografía parisina azulada de Au Bordel (erotismo de lencería fina, sonrisa torcida en rojo carmín, jazz humeante para la bohemia) no encuentra su relevo berlinés en este cóctel de diseño. No hay perdedores ni nocturnidad alevosa en una pose naïf de jazz versado en rock acústico (Nirvana), pop robotizado (Krafwerk), música tradicional y de cine italianas (Bella ciao, Manfredi y Morricone) y personalidades únicas (Vie con me de Paolo Conte, All tomorrow’s parties de Lou Reed y la musa tranquila de Tom Waits). Con todo, se disfruta plenamente de su lujo enfundado en brillante terciopelo carnal, si uno se acomoda en la barra.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 11. 11. 2003
por Jesús Gonzalo
Del exigente ciclo de jazz que hoy comienza en el Teatro Central, comentamos algunas creaciones recientes en disco de sus artistas. Una cita que se honra con la presencia de Anthony Braxton y Elvin Jones ANTHONY BRAXTON
La punta de lanza de Chicago
La cuadratura del círculo... ■ ... A través de la
THE VANDERMARK 5: Airports for light ● Atavistic / Green Ufos
Aunque nació cerca de Boston, Ken Vandermark llega a Chicago en 1989, ciudad de fuerte tradición blusera y escaparate de la vanguardia del jazz y el rock independiente. Sin conocimientos musicales académicos, sólo estudios cinematográficos en Montreal pero músico antes que nada, se incorporó al NRG ensemble de un personaje con ciertos rasgos biográficos de malditismo (o de culto), como era Hal Russell y su pastiche sonoro excéntrico y furioso. Pese a que Vandermark es un músico con un conocimiento y un respeto profundo de la tradición del jazz, su visión creativa parte del free (dedicó una serie para temas clásicos de este género, todo un reto) y reconoce influencias de saxofonistas como Albert Ayler, Julius Hemphill o Peter Brötzmann. Su firme compromiso con la creación de vanguardia lo sitúa en la independencia sobre cualquier movimiento (de ninguna manera con la AACM). Antes cuarteto que quinteto, hasta la fecha Vandermark 5 ha editado un puñado de excelentes trabajos, producciones todas ellas realizadas en un sello como Atavistic más cercano a la escena underground del rock contemporáneo que de la exclusividad jazzística. A lo largo de Burn the in-
gular en silencios de fisicidad inasible. La contundencia lingüística del fraseo –a veces caústico y turbulento, siempre robusto y cohesionado– aumenta la tensión en un proceso aditivo de emparejamientos que se rozan armónicamente, o bien cesa en su arrebato y se dispersa hacia la singularidad solista. Es el intrincado, brillante y enérgico tratamiento de la improvisación colectiva y la disposición solista lo que imprime fuerza, imaginación y personalidad al grupo. Acidez tornasolada que atraviesa cortinas sinuosas y esquivas. Un extraño pero genial organismo.
triangulación del mismo, ya que las relaciones geométricas entre esas figuras componen el símbolo creativo del autor. Educador, pensador y músico de aspecto de intelectual despistado, que diserta igual sobre filosofía y antropología como de análisis musical, Braxton perteneció al grupo AACM de Chicago desde sus comienzos. El enfoque deconstructivo de este colectivo (primitivismo y modernidad), tiene en él y en el Art Ensemble of Chicago dos vértices de creación. Donde en el grupo de Mitchell y Bowie la fuerza vital panafrincana prescindía de una primacía instrumental en pos de un collage tribal, en Braxton existe una superestructura y una intencionalidad progresista del lenguaje (Lacy) que se manifiesta en una plasticidad contemporánea y europea (Schönberg, Cage, Stockhausen, musica serial, electroacústica, ópera) pero que también tiene en cuenta la tradición afroamericana (Parker, Monk, Coltrane, Ayler) y la escuela de Tristano. La dialéctica entre composición e improvisación tiene un tratamiento especial en este singular cuarteto de estándares con el que acude. Se aplica un proceso cíclico inductivo/deductivo que entra y sale de la literalidad, que surca la tonalidad de la melodía de la que se va separando para después volver. Aparecen espacios instrumentales que se van desgajando del cuerpo a medida que se acercan al silencio.
, Viernes día 14
, Concierto inaugural, martes 11
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THE VANDERMARK 5. Daisy, Rempis, Bishop, Vandermark y Kessler.
cline, Simpatico y Acoustic machine la química singular y arrolladora de este grupo (saxos, trombón, guitarra, bajo y batería) ha ido evolucionando aunque mantiene el grado de frescura y empuje de sus comienzos, allá por 1997, con Single piece flow.
Aeropuertos de luz Hay virulencia en un lenguaje absorbente cuya inmediatez procede de patrones renovados del free de los años sesenta, donde caben las melodías anhelantes como himnos y el torrente sonoro abrasivo. Volumen y energía son los combustibles de un cuerpo musical
NILS WOGRAM’S ROOT 70
Raíces de modernidad aireadas en el presente NILS WOGRAM ROOT 70 ● Con N. Wogram, H. Chisholm, M. Penman, J. Rüekert.● 2 nd FLOOR
Siendo de todo el cartel el grupo menos conocido, tras la escucha de esta carta de presentación podemos adelantar un concierto rico en tonalidades y paisajes. Un cuarteto liderado por el joven trombonista alemán Nils Wogram (colaborador del pianista Simon Nabatov) completado con saxos, clarinetes, bajo y percusión. Una música fresca y bien confeccionada que se alimenta de referencias viajeras (exotismo tímbrico, respiraciones profundas de cantos ■
tibetanos, arcaicismo camerístico, groove urbano) y modelos de escritura e improvisación que convergen en una espacio abierto y descriptivo premeditado en su estado quebradizo, de pasillos temáticos donde se crean tensiones y se producen rupturas, se provocan adiciones y se mantiene un eje polirrítmico discontínuo. Se intuye a Don Cherry como inspirador lejano, el free jazz viajero; Louis Sclavis, como el más cercano, y su exigente locuacidaz que busca emparejamientos y soluciones en esquinas caprichosas. Disonancias, atmósferas gaseosas, rítmica poderosa y melodías en sincronización coral e intermitencias anímicas. Una cita sorpresa. , Jueves día 13
recio, que también dibuja dinámicas contenidas en una poética de la fragilidad. Cada composición tiene una dedicatoria, como en todos los trabajos anteriores, y no es un recurso retórico sino un sincero homenaje que se trasluce en el resultado. Si Stair case es para John Cassavettes, el tono se hace íntimo y se llena de sombras. Si Other Cuts va para Curtis Mayfield, la seducción se evidencia a ritmo de funk. Sin instrumentos que aporten alturas (piano), este enfoque extrae sonidos que rozan los timbres electrónicos cuando se sumergen en ambientes etéreos de expresividad atonal, buscando el capricho irreDAVID SÁNCHEZ SEXTET
ELVIN JONES JAZZ MACHINE
El vigor que moderniza el jazz afrocaribeño
Leyenda viva de la batería
DAVID SÁNCHEZ : Travesia ● Con E. Gómez, M. Zenón, A. Sánchez, H. Glaswishning ● Sony
ese mestizaje que practica la fusión sin pastiche con músicas afrocaribeñas y brasileñas. Las claves se edifican en la combinación única de rotundidad rítmica y sofisticación melódica. El conocimiento profundo del ambos referentes y un sentido profundo del blues, se expresa con elegancia y redondez en el sonido de su saxo (Henderson y Coltrane). En Travesía, una de sus mejores entregas discográficas, y la última hasta el mes de enero, Sánchez se rodea de los músicos con los que vendrá al Central. Un frontline de fuerza inapelable con Miguel Zenón, un pianista que encuentra soluciones imposibles y una sección de percusión intachable.
■ Pertenece a una saga de jazzmen irrepetible. Hermano de Thad y Hank Jones. Bastaría recordar su pertenencia al histórico cuarteto de John Coltrane para permanecer en un púlpito reservado a unos pocos, pero Elvin Jones no se cansa de reinventarse así mismo, de participar en proyectos que rinden homenaje al pasado junto Cecil Taylor o juntar a un grupo de músicos de generaciones muy posteriores a la suya y llamarlo la “máquina del jazz”. Cualidades de energía y potencia en un control preciso que se conjuga con un poder único para trascender los patrones rímicos y elevarlos en una nube sensitiva.
, Sábado día 15
, Miércoles día 13
Despacio pero con una seguridad sorprendente, David Sánchez se ha ido instalando en la elite de los saxofonistas de su generación. Desde su colaboración con Dizzy Gillespie a comienzos de los noventa y en el dúo con el pianista Danilo Pérez, ya en su trabajo de debut Departure, el músico oriundo de Puerto Rico manifestó una solidez de ideas fuera de lo común. Planteamientos que renuevan el léxico del jazz latino, de ■
CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 6. 1. 2004
por Jesús Gonzalo
Hacemos memoria a todo color de la vida y obra de músicos de raíces culturales y actitudes creativas muy distintas. Sonidos, letras e imágenes ilustran estas tres historias de la música del siglo XX ÚLTIMA GRABACIÓN
El tango insatisfecho ASTOR PIAZZOLLA: MEMORIAS ● Natalio Gorin ● ALBA EDITORIAL ● 316 páginas ● 23 euros
El tango era un arte popular de origen callejero, una mezcla de corrientes humanas de aquí y de allá. Buenos Aires era el Nueva York de Latinoamérica. El tango se extendió por toda Argentina y por todo el continente gracias a la radio, el cine y a Gardel. Más tarde, cuando el tango se extinguía en su propia ortodoxia, Piazzolla lo traería hasta el siglo XXI. “Nací en Mar del Plata, me crié en Nueva York, encontré mi camino en París pero cada vez que subo a un escenario la gente sabe que voy a tocar música muy argentina, la de Buenos Aires”. Piazzolla resume en pocas palabras las claves que han marcado su vida y también su obra. Su acercamiento al tango fue atípico desde el principio, por ello el fragmento dedicado a su infancia, además de estar contado con emoción y lucidez, cobra especial importancia en el libro. En Nueva York (y con billete de inmigrantes) Piazzolla se deja seducir por un entorno estimulante. Bach sería lo primero que sonaría en el bandoneón que le regaló su padre, Vicente Nonino Piazzolla, a los seis años. El tango era esa música amada que recordaba al hogar, y Gardel era su embajador. En 1934, el pequeño ■
EL ‘PIBE’ PIAZZOLLA. En Nueva York, cuando conoció a Gardel.
Piazzolla quedó marcado por su participación en la película El día en que me quieras, y poco a poco ese bandoneón hizo sonar su fuelle argentino desde el cosmopolitismo. Su adolescencia musical se curtiría en los ambientes nocturnos del
tango en Buenos Aires al lado de Aníbal Troilo. Pero Piazzolla siempre quiso saber más, trabajar la armonía, llegar más lejos. Recibió clases de Ginastera y más tarde de la célebre pedagoga Nadia Boulanger en París, quien le ayudó a des-
cubrirse así mismo. En el 59 su padre fallece; desde el dolor silencioso compone su más célebre pieza: Adiós Nonino. El Quinteto (bandoneón, guitarra, bajo, piano y violín), fundado en los años sesenta (la década de mayor altura creativa), se convertiría en el paradigma expresivo de las excelencias musicales del compositor. En los 70, pasando largas temporadas en Roma, se interesa por la fusión y estrena el Octeto Electrónico; los franceses le persuadirían para que abandonara esos experimentos sonoros. Graba Tango Nuevo con Gerrry Mulligan, uno de sus discos favoritos. En los últimos diez años alcanza el reconocimiento y la fama. Estas memorias llenas de anécdotas y encuentros están divididas en dos partes: la primera la componen las conversaciones mantenidas durante tres días en marzo de 1990 entre el músico y el escritor Natalio Gorin. La segunda, que resulta por momentos redundante, recorre con más detenimiento y orden lo confesado por Piazzolla. Se añaden una cronología, una exhaustiva discografía y una interesante recopilación de testimonios realizados a personajes cercanos al autor procedentes del mundo de la música (Gary Burton), las artes (Horacio Ferrer, el poeta que mejor escribió para él), la vida sentimental (su hijo Daniel) y el peliagudo asunto de los derechos de autor. Todo lo que consiguió en vida le costó: ser profeta en su tierra, hacer historia e incluso morirse (en agosto de 1990 entra un coma que dura dos años). De temperamento difícil y abrupto, era una persona, dicen sus mujeres, tierna y sensible, polémica e íntegra a la vez: todo un carácter; pero nadie puede dudar de su espíritu infatigable y de la pasión con la que vivió una música que respira esencias de eternidad.
DISCO-LIBROS
■ Virtuoso pianista de generosa complexión física, Oscar Peterson –leyenda viva del jazz descubierta por Norman Granz en su Montreal natal en 1949– edificó un estilo basado en maestros como Art Tatum y Nat Cole. Realizaba veloces fraseos y densos acordes a dos manos definiendo un bop que pese a estar dotado de un swing poderoso nunca dejaba de ser cantábile. Matices de ligereza y densidad que se unían de forma atractiva para el gran público. Esta elegante colección, editada en formato de disco-libro con pastas duras por Nocturne, recoge algunos momentos claves en la obra de músicos y cantantes de jazz de la época clásica enriquecidos por imágenes que representan una anécdota ilustrada de sus vidas. Una edi-
ASTOR PIAZZOLLA Y KRONOS QUARTET: Five Tango Sensations ● NONESUCH
Él mismo reconoció que su destino estaba escrito desde que en 1988 le realizan un cuádruple by-pass. Esa premonición sobre una muerte no muy lejana convivía con el prestigio único alcanzado como bandeonista (escuchar la cercana grabación en esas fechas del concierto dirigido por Lalo Schifrin) y como compositor. No salió satisfecho de su último proyecto con el sexteto (cello por violín, dos bandoneones, contrabajo, guitarra y piano, grupo de fuerte espíritu contemporáneo), le cansaba tener que escuchar los caprichos de los músicos. Ahora estaba ilusionado con la idea de tocar solo o con cuarteto de cuerdas. Estas cinco piezas eran el segundo encargo, tras Four for tango, realizado para el cuarteto Kronos. Piazzolla y los de San Francisco se encontraban por primera y última vez en un estudio de Nueva York en 1990. Salió contento con esta experiencia, por eso siguió favoreciendo este formato de cámara con el Mantova Quartet en Europa. Es un tango triste, de dramatismo estático, con melodías austeras e insistentes que reclaman intimidad. Cinco breves lamentos que hoy suenan a despedida. ■
INTEGRAL
El piano orondo OSCAR PETERSON ● BDJazz-2CD ● ÉDITIONS NOCTURNE / Resistencia
La prisión del destino
ción de 16 páginas que alterna el color con la gama de grises, completada por un breve apunte biográfico y una selección discográfica. El cómic de Grégory Elbaz decora la realidad efímera de los sonidos y de las pequeñas historias. Como la que recuerda cómo se quiebra en un concierto la banqueta del piano bajo el peso del músico, que siguió tocando de pie. Peterson no tenía fama de buen acompañante, su toque torrencial acaparaba demasiado protagonismo. Es por eso que su estilo alcanza su mayor expresión a trío, junto a músicos fieles como Ray Brown (bajo) y Berney Kessel (guitarra), formación a la que se dedica casi íntegramente la selección repartida en este doble CD, el primero de los cuales se titula I got Rhythm. Fechadosambosentre1949y1952(laprimera época del músico), el segundo de ellos, Sophisticated Lady, recoge colaboraciones importantes junto a Count Basie, así como numerosas piezas con el trío antes nombrado y también en cuarteto con la presencia añadida del batería Alvin Stoller.
Acordes de una vida DJANGO REINHARDT ● BDJazz ● ÉDITIONS NOCTURNE / Resistencia
Repartida por fechas equidistantes y sin orden cronológico (se sitúa entre 1933 y 1952, principio y fin de su carrera), este doble disco recoge una lista amplia y diversa de la obra del guitarrista. El Quintette du Hot Club de France –el histórico conjunto de Reinhardt– sintetizaba en los años treinta un modo de hacer jazz con raíces europeas. Era un formato a medio camino entre la canción de salón y el conjunto de jazz. Grappelli se unió al grupo en 1934 (la etapa dorada llega hasta el 37) y sus caminos se separan durante la guerra. Aquí está representada parte (no toda, precisamente por su dispersión) de la fecunda carrera ■
de un guitarrista que unió como nadie el folclore gitano de Europa Central, el blues y el swing de moda: temas populares de ámbitos culturales y estilos casi incompatibles. Las acuarelas de Aurel sitúan a Reinhardt en Nueva York, en 1946; describen una anécdota en la que el guitarrista, en un club de Brooklyn, queda prendido por la sensualidad y belleza de una joven. Sólo cuando suena de fondo Caravan recuerda su importante cita con Duke Ellington, a la que ya llega tarde. El abanico temporal repasa buenos momentos del Hot Club de France (Tears, My serenade, Swinging with Django, Minoe Swing), cambios en la formación de dicho quinteto (entra el clarinetista Hubert Rostaning en el puesto del violinista), aventuras en solitario del guitarrista (en un delicioso Naguine) o ya en el segundo disco como solista junto a orquestas (las de Benny Carter, Duke Ellington, Phillip Brun y Ray Ventura), así como colaboraciones con músicos estadounidenses llegados a París (Coleman Hawkins y Bill Coleman).
El principio del fin, nada sería igual DJANGO REINHARDT vol.18 Frémeaux & Associés / Karonte
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■ Valioso documento histórico datado entre 1949 y 1950. Tres hechos marcan esta última etapa en la vida de Django Reinhardt (1910-1953). Su separación definitiva de Stéphane Grappelli (que vivió en Londres durante la Ocupación), la electrificación de su sonido en favor del rock & roll y en detrimento de su cálido swing rasgado (amplifica la mítica Selmer acústica) y un alarmante empeoramiento de la salud (en una de sus raras y forzadas visitas al médico, un dentista le detecta un cáncer de garganta). Estas sesiones en Roma, para la radio italiana, son claves ya que dan fe de este periodo de transición y declive artístico e inmortalizan un repertorio renovado en su último encuentro con Grappelli. Ya nada sería igual.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MI. 16. 4. 2003
por Jesús Gonzalo
El retorno de la legendaria Orchestra Baobab y las últimas entregas discográficas de artistas que han visitado recientemente Sevilla, como Uri Caine, Rabih-Abou Khalil y Omar Sosa, componen nuestra propuesta musical.
El rastro del eslabón perdido Specialist in all styles ● Orchestra Baobab ● World Circuit / Nuevos Medios ■ Del cruce de caminos que es la historia de los pueblos sobresalen criaturas tan caprichosas y frágiles que su existencia parece estar sujeta a un suspiro milagroso. En los años 50 la música del África occidental francófona recibe varias influencias: La inculcada por la metrópoli, abierta a modos populares; desde la otra orilla, la fuerza de la tradición afrolatina fortalecida por el intercambio marítimo con Cuba y Nueva York que arrastra discos y voces históricas de la canción cubana y del jazz de Blue Note; y por último, los vínculos raciales extendidos con la esclavitud son recuperados por la cercana independencia política. La filtración de actitudes artísticas de las colonias inglesas (Nigeria y Ghana) que ya combinaban calipso y ritmos antillanos con las tradiciones autóctonas, así como la transmisión del enfoque de grupos locales que amenizan a la elite colonial en clubes y hoteles, marcan el estilo high life, donde se mezclan las raíces, el exotismo refinado y el intercambio cultural de instrumentos. A comienzos de los años 60, el nigeriano Dexter Johnson se fue a Dakar para formar un grupo de estas características, allí reunió, en el Miami Club de la capital, a una serie de músicos en la Star Band, germen
O. BAOBAB. La veterana formación senegalesa a finales de los 70.
originario de otra legendaria formación senegalesa nacida en 1970: la Orquesta Baobab.
La sensación de Dakar El multiculturalismo es una de las señas de identidad de esta banda. El trasiego entre los países africanos de la costa atlántica en busca de las regiones más prósperas provoca la reunión de experiencias en torno a la Baobab. Los miembros fundadores proceden de países cercanos como Guinea Bissau, Togo, Mauritania y Mali. Las influencias se extienden con las lenguas utilizadas: mandinka, wolof, francés y español. La rumba congoleña y la salsa latina encuentran una expresividad asentada en la sensualidad, las tradiciones de la estirpe de los griot y temáticas varias en las letras: estri-
billos del cancionero cubano, líderes religiosos locales, anécdotas populares... Mestizaje espontáneo el del políglota Rudy Gomis, que canta en español y francés, del estudiante de derecho metido a guitarristaautodidactaBarthalemiAtisso, del sin par saxofón malí de Issa Cissako, de las voces de Balla Sidibe y N’Diuga Dieng... La década de los 70, también para otras formaciones encuadradas en este estilo como la Bembeya Jazz National, supuso su momento álgido, fama que decaería con el relevo de los poderosos ritmos de nueva urbanidad (mbalax) traídos por Youssou N’Dour y la Super Étoile de Dakar, entrados los años 80. El sello World Circuit rescata, tras dos décadas de silencio, a la Orchestra Baobab al completo con un trabajo nuevo y gira mundial. El año
pasado se presentó un anticipo del esperado regreso con la reedición ampliada (doble CD con seis temas extras) del excelente disco Pirates Choice, grabación con la que el grupo se separaba. Descatalogado por la discográfica de Nick Gold está On Verra Ça, con las sesiones ofrecidas en París en 1978 cuando actuaron en la boda de la hija de Pierre Cardin. Sterns editó Bamba, quizás la entrega más inventiva de las tres registradas en estos dos sellos y grabadas entre finales de los 70 y principios de los 80. En Specialist in all Styles hay nuevas versiones de temas contenidos en los trabajos comentados, algunos renombrados. Hommage a Tonton Ferrer oculta con brillantez el intemporal Utru Horas (original del guineano Se Carlos y aparecido en dos versiones en el primer Pirates Choice) que cuenta con la participación de Ibrahim Ferrer y la muy activa en este proyecto de resurrección de Youssou N’Dour. Se han seleccionado piezas importantes de los otros dos álbumes, más difíciles de conseguir (Elsontellama, OnVerraÇa,Bul ma miin y Gnawoe), el resto, hasta nueve cortes, son composiciones nuevas. El sonido es bastante mejor a todo lo anterior. La producción perfila acertadamente los relieves sabrosones, enriquece los matices del tándem único guitarra/saxo y respalda con ciertos hallazgos las esencias del estilo, actualizándolo con arreglos en una línea que mira más hacia lo latino. La frescura se resiente por momentos en la lectura revisada de los clásicos del grupo. Pero el misterio está a salvo.
El pretérito imperfecto de Uri Caine Diabelli Variations (Ludwig van Beethoven) ● Uri Caine ● Winter & Winter / Diverdi
En 1819 el influyente editor Antón Diabelli invita a 50 compositores vieneses a versionar un vals escrito por él. Beethoven, en la cumbre de su genio, desdeñó dicho proyecto tachándolo de “remiendo de zapatero”. Tras reconsiderar su posición (había competidores: Schubert, el joven Liszt y el hijo de Mozart) no se conforma con una entrega testimonial, sino que su temperamental carácter responde con 33 complejas piezas donde da muestras de una desconocida capacidad para el humor, así como una proyección virtuosística que anticipa el piano de Chopin.
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VARIACIONES
El tono socarrón y la solvencia del Concerto Köln protagonizan esta revisión
RECOMENDACIONES
Filtros energéticos
Ensoñación oriental
Los encuentros germinan al Sur
África íntima, África universal
Bedrock 3 ● Uri Caine, Tim Lefebvre, Zach Danzinger ● Winter & Winter / Diverdi
Il suspiro ● Rabih-Abou Khalil ● Enja/Resistencia
El Jazz viene del Sur: Pasajes. ● Varios ● Resistencia
Sentir ● Omar Sosa ● Karonte Jazz
■ Más eléctrico que el directo (en un enfoque de club cercano a las jam bands) la potencia en disco del proyecto Bedrock se muestra tan convincente y segura en las autopistas eléctricas y polirítmicas del drum’n’bass como en la ambientación psicodélica y el groove contagioso que asimila otras referencias estilísticas. Vigoroso y de pulsión enérgica como el trío Blue Wail, en un modelo más plural, esta formación hace compatible las perspectivas más lejanas e inmediatas de un género popular mixto entre dance y experimentación. Lección de piano eléctrico que le debe la flexibilidad del fraseo a Hancock y el clima de pista a Square Pusher. Podría ser una lectura más sobre un ritmo de moda, si no fuera porque Uri Caine domina el arte de la fuga tanto como el mundo contemporáneo.
■ Por primera vez en una carrera que se inició hace veinte años, el laudista libanés, afincado en Alemania, aparece acompañado simplemente por la voz cercana y melodiosa de su instrumento. Desprovisto de prolijos andamios instrumentales su conversación apasionada se hace veraz y penetrante. Como pudimos comprobar en su reciente visita a Sevilla, Abou-Khalil es un personaje comunicativo, un buen narrador al que le gusta usar la imaginación y la ironía en favor de un estilo literario y musical doblemente elocuente. La expresión se reduce al mínimo para persuadir al oyente de un viaje imaginado en la tradición. Es un suspiro de amor el que se oculta tras el canto balsámico de las cuerdas del oud.
■ Segunda entrega discográfica de este ciclo que deja constancia del diálogo fértil entre el jazz universal y el flamenco. El viaje hacia el sur, tras Cruce de Caminos, se acentúa cada vez más en la expresividad plural y exigente del contraste de tradiciones, que en el hecho binomial de dos lenguajes bien acotados llamados a encontrarse. Sobre el escenario del Teatro Central (febrero de 2000) una plantilla irrepetible y diversa de músicos y un repertorio amplio y multicolor (temas propios e inéditos, Monk por bulerías, fandangos, soleá) exploran la capacidad de embrujo y el milagro del instante. Lírico, ingrávido, pero también intenso y ardiente, Pasajes muestra la autenticidad robusta y humilde de la pasión compartida.
El color instrumental y de voces representados en Sentir, más diversos que en su concierto a dúo para la Universidad Hispalense, son ecos de antigüedad viajera recogidos por el músico cubano para invocar el palpitar lejano de los tambores en una fiesta de ritmos, percusiones y lenguas maternas africanas. El piano, anfitrión y brujo, se ritualiza en la búsqueda de emparejamientos intensos y verdaderos entre el pasado y el presente: ritmos gnawa, sentidos cantos yorubas, colorido antillano, danzas del candomblé brasileño, melodismo fibroso, improvisación y poética urbana. La africanidad mestiza y arqueológica se materializa gracias a las espléndidas colaboraciones de percusionistas y cantantes. ■
Perteneciente al género clásico tema con variaciones, encumbrado por las dedicadas a Goldberg, las no menos imponentes Diabelli se sitúan en la diana del ingenioso Uri Caine una vez versionadas las de Bach. Donde en Beethoven había rebuscamiento paródico, en Caine el tono socarrón e incisivo, aunque menos heterodoxo, vuelve a definir una revisión que esta vez está respaldada por la solvencia historicista del Concerto Köln. El tapiz armónico de los arreglos para orquesta le permite recrearse en sus geniales travesuras pianísticas y ejercitar deformaciones sutiles e inverosímiles. En ellas produce coloristas desviaciones temáticas con repeticiones melódicas, silencios y cambios de velocidades que alteran el tempo original. La impostura de las disonancias no contradice una lectura certera y avanzada del ritmo interno de la obra. La singular percepción motívica de los pasajes del modelo posibilita la perversión prestada por el fraseo saltarín del ragtime y la melodiosidad alegre del Tin Pan Alley. La incipiente fatalidad romántica es la gran perjudicada en este nuevo descaro de Uri Caine.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 6. 7. 2004
por Jesús Gonzalo
Las líneas y texturas cruzadas de los dibujos que ilustran los trabajos de Tim Berne forman parte de su música. Matthew Shipp dirige en Thirsty Ear la sección Blue series, modernidad camerística no refractaria al pasado THE BLUE SERIES
Sonidos sobre lienzos arañados Tim Berne’s Science Friccion Band Live ● The sublime and ● Con Craig Taborn, Marc Ducret ● Thirsty Ear
El blues del nuevo milenio Matthew Shipp ● Sorcerer sessions ● Con William Parker, Gerald Cleaver, Daniel Bernard, Evan Zyporin y FLAM ● Thirsty Ear
Pianista de elegancia esquiva, entre Cecil Taylor y Andrew Hill, Shipp afronta el tercer milenio dirigiendo artísticamente la producción de estas Blue Series para Thirsty Ear (acompañado de colaboradores directos), acercándose a nuevos públicos y desarrollando un interesante concepto denominado música ambiental improvisada. En sexteto los sonidos aparecen sobre estructuras ralentizadas y con asimetrías, en un medio que difumina las evidencias acústicas. La disolución de la forma es más evidente que en proyectos previos, con bases de hip hop, como Anti-pop Consortium o Equillibrium. Es música de cámara (con cuerdas y clarinetes) planteada a base de texturas sin transparencias y velos cromáticos que se expanden de forma sinuosa entre sonidos incidentales, esporádicas figuras en groove y deformaciones electrónicas en tiempo real. El piano adusto, inquisitivo, incluso críptico, de Shipp, persigue la verticalidad en un blues de relieves ensombrecidos por lienzos metalizados y cuerdas atrayentes. El tenebrismo y la solemnidad conectan lo antiguo y la elevación de los espirituales con la calma tensa de la improvisación. ■
■ Preguntado por la posible incompatibilidad autorial de editar trabajos para este sello de moderneces sin exclusividad jazzística (Thirsty Ear), al tiempo que patenta el suyo propio (Srewgun, creado en 1996), Tim Berne responde desde planteamientos de artista (“coincidencia de principios estéticos y buena distribución”, mas no en España, habría que decir) y añade el criterio de un luchador infatigable, aunque algo cansado, que afronta producciones para un mercado exigente (“aligera el peso que conlleva sacar adelante un proyecto”). Berne defiende a ultranza la plasmación de su música en directo, y así queda reflejado ampliamente en su discografía. Este disco doble recoge la última sesión de la gira de 2003 con su grupo Sciencie Friccion, registrada en Suiza con la inestimable ayuda de David Torn. Pasan los años, se relevan los músicos de las siempre interesantes formaciones en las que participa (en el quinteto de Herb Robertson, con Mi-
FIGURAS GARABATEADAS EN LA GEOMETRÍA. Los sonidos nada caprichosos de Tim Berne.
niature, Paraphrase y Bloodcount), y sólo hay un elemento identificativo que sigue intacto desde los años ochenta: el diseño artístico de Steven Barry. La composición en collage con reminiscencias a lo De Kooning aparecen suavizadas por el colorido y los fotomontajes en sus recientes trabajos para los hermanos Winter (antes en JMT y ahora en la firma de apellido doble: ver el cuadernillo de discos como Mahler in Tobblach, de Uri Caine). La vehemencia expresionista y de trazos impulsivos enmarcados en figuras geométricas han acompañado a Berne en todas sus aventuras, pese a su salida inamistosa de dicho sello. Barry ha sabido reflejar esa mezcla de dramaturgia abstracta, de ímpetu bizarro e intensidad orgánica, de espaciosidad y saturación, que caracteriza a la música ávida y nada complaciente del saxofonista.
La difusión de la imagen, la disolución de perfiles, aun así delimitados por un contexto superior, explican el orden orgánico y de largos desarrollos que se funden en la interacción creativa.
Ciencia fricción Berne habla mucho y muy bien de Julius Hemphill, un maestro al que homenajeó en el referencial Diminutive Mysteries, con el que comparte el principio de no interpretar otra música que la suya: no se cultiva el estándar. También admira las asunciones entre composición e improvisación articuladas por autores procedentes de la AACM, como Braxton, Mitchell o Leo Smith. Una actitud que le imprime libertad expresiva y le permite eludir deudas de estilo o de género. Este conjunto esconde en su inte-
STEVEN BARRY
rior al trío Big Satan (junto a Marc Ducret, guitarras, y Tom Rainey, batería), recayendo en Craig Taborn (Fender Rhodes, laptop y electrónica) el elemento que singulariza y distingue este enfoque. Taborn tiene vínculos con Matthew Shipp y Roscoe Mitchell, para quien ejerce como pianista. Ducret representa el cruce febril de líneas, Rainey la densidad de figuras rítmicas, Taborn puede pasar de lo musical a las pigmentaciones, y Berne lleva el peso de un discurso nada acomodaticio y en permanente estado de cambio a lo largo de los seis cortes (tres y tres) del disco doble. Música que exige atención plena, y que por no discriminar posibilidades incluso atesora remansos nada inocentes. , www.thirstyear.com
NOVEDADES
REEDICIÓN
La fibra sensible de un tenor ‘free’
Retazos de nostalgia
Tras la huellas de M-Base
La versatilidad exprimida
Poliestilismo de cámara
David S. Ware String Ensemble ● Threads ● Thirsty Ear
William Parker violin trio ● Scrapbook ● Thirsty Ear
Structure ● Con T. L. Carrington, A.Rogers, J.Haslip y G.Osby. ● ACT
Uri Caine Trio ● Live at Village Vanguard ● Winter & Winter
Peter Herborn ●Something Personal● Winter & Winter / Diverdi
Partiendo de la sublimación del último Coltrane, la evolución espiritual en el sonido abrasivo del saxofonista David S. Ware adopta nuevas cadencias de intensidad contenida. Mantiene la base rítmica de su cuarteto (con William Parker, Guillermo E. Brown y Matthew Shipp: sintetizadores por piano) y se acompaña de Mat Maneri a la viola y Daniel Roumain al violín. Los esquemas se simplifican, pasando del fervor al sentimentalismo, en una exposición cíclica acotada por una frase corta que parece extraída de una plegaria. Las cuerdas alargan la acidez –muy matizada– del saxo tenor en las cimas melódicas, mientras la rítmica se hace respiración en batería y contrabajo. Teclados y cuerdas estilizadas envuelven, con presencia orquestal, un espacio que anhela la paz en el tema central que da título.
William Parker admite que Jimmy Garrison es su maestro y que en su música trascendente hay vínculos profundos con el panteísmo de Coltrane, con el ideario de Cecil Taylor y el anhelo universalista de Don Cherry. Scrapbook es una selección de fragmentos inspirados en la infancia. La sencillez es el valor que imprime carácter a este esquema aparentemente difícil por reducido y extremo, en donde la respiración melódica y la expresión recaen en el bajo, mientras que el violín (de tesitura enervante, ficisidad chirriante en un arrastre armónico que desaparece entre pianissimos o en la melodía) y batería, representan la difícil evocación memorística. El blues, el folk en balada o cercano a Nashville ilustran este raro y pequeño álbum sonoro.
■ Terri Lyne Carrington (por número de composiciones propias y por ya haber grabado antes en este sello) sobresale en este proyecto. Cuarteto de saxo con guitarra eléctrica y bajo (también eléctrico), Structure dispone sus armas en torno a la fogosidad del funk, el rock aéreo de los setenta (Omega), o bajo la mirada - prescindible- de Joni Mitchell, conducido a ritmo de groove por una escritura clara y bien hilvanada en fraseos cortos, y abierta a veloces emparejamientos solistas de guitarra y saxo. La química intrincada de Faces Squared, la suavidad folkie de Solace y Columbus Ohio, acotan un espacio para el lucimiento y el deleite, aunque destapan a su paso las huellas diseminadas por M- Base, ya sean las del propio Osby, las de Wilson o las de Coleman.
Entre los espacios que separan sus reinvenciones de clásicos, el pianista que hay en Uri Caine toma la iniciativa sobre esa faceta conceptual de arreglista. Es ahí cuando su capacidad rebosa técnica, intuición y entrega. Ya ha presentado discos a trío (Blue Wail), a piano solo (Solitaire) o incluso en formato eléctrico (Bedrock). Ahora su reconvertido grupo se explaya en el escenario del Village Vanguard, con Drew Gress al bajo y Ben Perowsky a la batería. Perowsky no satura tanto como la potencia musculosa de Peterson, sus gestos rápidos son más cortos y redoblantes y se amoldan al fraseo ágil y saltarín (hay que oírlo con atención) del líder. Nefertiti, de Shorter, abre un directo con múltiples miradas, de nuevo aparecen el XIX y los años 30 (Irvin Berlin en vez de Fats Waller).
■ El trombonista Peter Herborn cede el protagonismo a su labor compositiva y al cuarteto de cuerdas Auryn en Something Personal. Una apuesta datada en 1992 y diseñada en un medio de cámara al que se suman instrumentos (saxo, guitarras, piano y bajo)emparejados,atríoocomovoces solistas sostenidas por el conjunto de cuerdas. Músico de sugestiva escritura, Herborn pudo materializar en JMT ideas en las que intermediaba síntesis electrónica y formatos de rica paleta (Acute Insight, 1988). Aquí se vuelve a rodear de excelentes colaboradores con intereses afines, conjugando sutilmente acentos jazzísticos y una plástica actitud contemporánea (Dylan vía Hendrix o el Monk de Evidence), que recuerda al empaste del Kronos Quartet (coincide con el despegue del grupo californiano), y que no huye de lacandidezmelódica,delcontrasterítmico y las disonancias.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MI. 2. 3. 2005
por Jesús Gonzalo
El escandinavo Stian Cartensen combina ingenio y delirio. El jazz catalán participa del centenario de Dalí con un proyecto audiovisual. Se rescata la faceta de un Paul Bley en la frontera entre el free y el jazz eléctrico PIONERO
El excéntrico granjero noruego STIAN CARTENSEN ● Backwards into the backwoods ● Winter & Winter / Diverdi
■ Abres el disco y te encuentras a un
tipo pegando un salto enorme con las piernas encogidas y un banjo a cuestas. Es un gesto típicamente rockero, salvo que de fondo no hay ni rampa, ni luces, ni escenario, sólo una cabaña rural con un árbol al lado. El primer corte ya alcanza el ecuador. Sigues ojeando el siempre bello y cuidado diseño de los libretos que editada Winter & Winter, y la perplejidad aumenta cuando ves unas imágenes que comparten semejante fondo sonoro: ¿qué pintan en el disco de un noruego unas ilustraciones, a todo color, del Oeste americano mezcladas con motivos de picnic familiar –todas muy yanquis–, unas del siglo XIX y otras como revival publicitario? Stian Cartensen es un noruego disfrazado de colono que se recrea en postales inconexas, en anécdotas que van completando un mapa donde la perplejidad marca la ruta a seguir. ¿Qué tienen en común Don Cherry, John Zorn y Beck (Beck Hansen, uno de los cerebros más activos y preclaros del pop-rock-folk...)? Todos son, no por casualidad, multinstrumentistas como él, la mayoría comparten una actitud contesta-
DESARMADOS. La conquista del Oeste, según Cartensen.
taria y un talante jazzístico indagador y posmoderno. La construcción mezcla la impostura con retazos viajeros y del pasado. Don Cherry despuntó en los 60. Su visión partía de un free jazz que se haría viajero, dulcificando su vigor, lo que después sería la world music. John Zorn parte de los 70 y sobresale en los 80, aunando la herencia de Coleman (esquemas) y Braxton (saxo), spaghetti western (Morricone), música contemporánea y una actitud de enfant terrible como fenómeno del underground. Beck fue uno de los talentos más sobresalientes de los 90. En Odelay aglutinaba perspectivas con una naturalidad sorprendente; era un collage errático donde la electrónica hilvanaba estilos que iban del country al funk, pasando por el folk acústico. Cartensen se asemeja al Zorn cinematográfico en un comienzo
D. S.
delirante y algo caótico, entretejiendo muchas figuras de manera apremiante. Luego, entre bucolismo y tensiones, se van apreciando referencias al folk iconoclasta de E. Chadbourne y un efímero sentido guitarrístico de blues africano.
Un guión anecdótico Las armas principales de Cartensen para este viaje son el acordeón midi y el banjo preparado, a los que añade guitarras acústicas y eléctricas, violín y kaval (flauta búlgara de origen turco). Le acompaña Arve Henriksen en la trompeta y voz; Ernst Reijseger, chelo; Jarle Vespestad, batería; y Haavard Wiik, piano y espineta (pequeño clave). La caprichosa alquimia entre ellos escribe el guión de este trabajo. El comienzo tiende a un formato cinematográfico inde-
pendiente, añadiendo gestos caóticos y excéntricos que recuerdan las bandas sonoras de Zorn de los noventa. El instrumento utilizado en primer plano por Cartensen es el acordeón, al que dedica cinco Solo Improvisations; son temas cortos (especie de Gimnopedias) de tono ligero pero cargados de nostalgia, donde se trata a este instrumento con una respiración delicada y musical, espaciada en la segunda voz. Contienen resonancias impresionistas y melodías populares de algún lugar indefinido de europa, que imprimen calor a este segmento aislado. Gyorgy`s apalachian vacation es un tema para banjo que trabaja como base aditiva y minimal, y la voz –la excentricidad aérea en los agudos de un pequeño cantor vienés (¿?)– está subrayada por el chelo. El tono de pesadilla que abría el disco vuelve. What`s that horsehead in my pillow?, mensaje mafisoso en el título, es un frágil vals a la italiana con clavicordio de fondo, guitarra en plan Marc Ribot y con poder visual. Buckwheat`s on bogeweed es folk de cámara jazzístico que suena a Bill Frisell (Is that you?) cuando usa el banjo. Cerca del final, los relieves se suavizan y liberan en un paisaje abierto. Hungría y los Cárpatos se asoman en Vlad Tepes two-step, refinación popular, de gitanos y eslavos, acentuada por el arco del chelo y el contrapunto barroco del clave. Termina convocando a todos los instrumentos. El bolero de Ravel se manifiesta en la marcha fúnebre final. El drama alcanza un registro extremo (agudos de nuevo) en trompeta, voz y chelo; el acordeón empuja la melodía. Un viaje más extravagante que surrealista.
Explorando nuevos timbres PAUL BLEY ● Circles ● MilestoneFantasy / Nuevos Medios ■ Acaba de apa-
recer esta interesante grabación fechada entre 1971 y 1972 de un Paul Bley casi desconocido: el que exploró las posibilidades de los sintetizadores. Además de Cecil Taylor, Paul Bley fue uno de los principales renovadores del piano de jazz en su vertiente más atonal. No sin cierta crítica a su posible despersonalización (la misma Carla Bley), el paso de los 60 a los 70 viene marcado por la difusión de instrumentos electrónicos. Encaminada la psicodelia pos Bitches Brew de los Hancock y Zawinul, hay autores como Sun Ra, Richard Tietelbaum o el propio Bley que descubren este nuevo campo tomando referentes fuera del jazz. Terry Riley, que por entonces publicaba importantes trabajos con teclados y moduladores, sería uno de ellos. Obviando la obsolescencia lógica de los aparatos, no existe pérdida de voz propia para Bley en esta nueva-vieja dialéctica electroacústica. En Circle se recogen piezas angulares de Carla Bley, su primera esposa, y Annette Peacock, la segunda, en un formato básico de trío con Dave Holland y Barry Altschul. Nothing ever was anyway (recuperada por Marilyn Crispell) ya se siente distante e ingrávida. Poco tiempo después de esta experiencia, el piano acústico regresaría revitalizado gracias a discos suyos como Open to love y al talento productivo de Jarrett.
DISCO-LIBRO
Impurezas ópticas llevadas al sonido JOAN DÍAZ ● Dalirógena, retrat sonor de Salvador Dalí ● Satchmo
■ El Surrealismo se manifiesta con mayor claridad plástica y conceptual cuando su temática se desarrolla en la materia. El efecto resultante de introducir lo irreal en un decorado figurativo es la paradoja, esa incredulidad que produce ver una situación anómala en el mundo físico. Este proyecto, como el Deriva de Mengual, cuenta con parte de la mejor
plantilla de músicos catalanes, y persigue, como aquél, una convergencia entre imágenes y música. El elemento audiovisual se traslada a un esquema inspirado por obras de Dalí. La relación temática entre los cuadros y los elementos de la naturaleza (agua, tierra, aire y fuego) señalizan el curso de la recreación sonora. Las piezas plásticas están acompañadas de reflejos cinematográficos igualmente oníricos, en un estudiado principio comparativo: inmejorable el de Keaton con Dalí. Joan Díaz tiene experiencia en formatos audiovisuales y temáticas compartidas (Pla, Gaudí, Dalí), pero ¿cómo abordar un intercambio semántico, desde el jazz, cuando la paradoja visual es la clave?¿Desde formas aleatorias e improvisación libre con focos melódicos? Podría ser, porque daría lugar a una apreciación no evidente, señalizada por incidentes y objetos sonoros; es decir, el simbolis-
BUSTER KEATON Y DALÍ. Surrealismo en el cine y la pintura.
D. S.
mo en la música. ¿Quizás jugar con los perfiles melódicos como Dalí hizo con los relojes, creando disonancias líquidas en un decorado silencioso? ¿O decantarse por métodos clásicos del jazz (la presencia de swing) y de la fusión (teclados Fender Rhodes)? Esta solución, la elegida finalmente, acota la recreación de un mundo que imagina formas extrañas en la naturaleza y en la memoria. Jazz en el centenario del artista de Figueras (1904-1989). Visto y oído resulta un proyecto forzado, aunque cuenta con el apoyo de todas las autoridades catalanas. La música sugiere una intervención externa, independiente y casi enfrentada al cine, la pintura y la materia. La tendencia al sonido fusión y un léxico inequívocamente jazzístico lastran la evocación óptica. No funciona como espejo. El Surrealismo figurativo se resiente en los sonidos; el mundo virtual del inconsciente no levanta el vuelo en el contexto descrito. Cabría peguntarse si este disco no funciona por sí mismo, sin tanta excusa conmemorativa.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 18. 11. 2003
por Jesús Gonzalo
Damos la bienvenida a Wayne Horvitz, que hoy actúa en en ciclo Rising Stars, dando un repaso al trabajo con el que se presenta y revisando algunos anteriores. Añadimos recomendaciones de indudable interés. CONTRAPUNTO
Un laboratorio de vanguardia tranquila WAYNE HORVITZ: Sweeter than the day ● Con Timthy Young, Keith Lowe y Andy Roth ● SONGLINES
Se puede ser neoyorquino sin haber nacido en la metrópoli. Se puede ser un neoyorquino en su mejor momento de popularidad en los ambientes artísticos locales y abandonar la ciudad. Wayne Horvitz se trasladó a Seattle donde ya ha recuperado la posición influyente que dejó atrás. Músico, compositor y afamado productor (Frisell), Horvitz es un hombre de su época y de su tierra. Lo corrobora su actitud independiente ante la creación musical y la búsqueda de un lenguaje donde la electrónica (no la obsesión tecnológica) se articula en el mismo rango que los instrumentos convencionales, y donde su especial apreciación de la música tradicional encuentra un escenario insólito entre teclados (colecciona modelos únicos) y programacio-
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WAYNE HORVITZ. Músico y compositor neoyorquino.
nes. Su contexto de convivencia es el factor que le imprime modernidad a toda su obra, desde la más exigente hasta la más hedonista. En los años ochenta acompañó a Zorn en su revisión de Morricone y más tarde dentro de Naked City. En el 86 formó un trío junto a Butch Morris y Bobby Previte, con la clara intención de desmontar el miedo a
los instrumentos electrónicos. El resultado en Nine Bellow Zero no deja lugar a la duda en una escucha que intuye su preclaridad. A finales de esa década, en Nueva York, apoyó los primeros pasos de un club underground al que le robaban los equipos cada día pero del que bullían ideas noche tras noche. Knitting Factory
ya cotiza en bolsa, y Horvitz está en otra cosa. Consiguió sacar adelante un proyecto ambicioso e irrepetible, con visos de servir de faro de creación e interpretación en plantillas atípicas y al mismo tiempo dejar constancia del registro. The New York Composer Orchestra editó dos álbumes. First Program, el segundo de ellos, descubre ideas insospechadas en un escenario donde compositores como Elliott Sharp, Anthony Braxton, Robin Holcomb (su mujer) o él mismo plantean un encuentro de afinidades estéticas entre músicas y mentes (new music, jazz, improvisación y electroacústica). Por aquellos años pone en marcha The President, un grupo polivalente de admirable directo y con grabaciones como Miracle Mile, cuyo visionario acabado hace de él un pilar determinante en su estilo. Uno de los frutos más exquisitos salidos de la mente de Horvitz es el 4 + 1 Ensemble, un proyecto a medio camino entre el jazz de cámara, la sutil intervención de electrónica y una refinada construcción que conjuga melodías paisajísticas y los flujos distorsionados que gusta de extender el autor. Una cumbre en la refinación sonora en discos como From a window. Zony Mash se pensó desde Seattle aunque se grababa en el sello de Michael Dorf. Es su apuesta más prolífica y exitosa. Su versión en acústico, con los mismos músicos, acude hoy a la cita de Rising Stars. Sweeter than the day se repliega sobre el jazz y degusta de los ambientes suntuosos y reposados del piano, asumiendo la intimidad de la acústica. American Babdstand es un acercamiento previo a este planteamiento pero con guitarra eléctrica y un tono más abierto. , Wayne Horvitz Quartet. Escuela Politécnica, calle Niebla, 21 horas.
Pintando hierba sobre metal WAYNE HORVTIZ: Otis spann & other compositions ● The Seattle Chamber Players y Wayne Horvitz ● PERIPLUM ■ Aquí tenemos la faceta compositiva del autor extendida a una plantilla de música de cámara (cuerdas, flautas, clarinetes, piano), órgano, secciones de electrónica y tratamientos del sonido. No es una opción muy habitual en Horvitz (aunque ha hecho música para danza y cine) y de ahí lo singular de la propuesta. Desligada de modos deudores del jazz, la música improvisada y otros géneros populares, en este marco se reafirma más si cabe la identidad netamente americana y la independencia del compositor. No hay ningún atisbo de academicismo europeo, sí en cambio están presentes Ives y Copland en una música como la Horvitz que sugiere espacios abiertos y tonos cromáticos diurnos (los paisajes de George Innes). No es impresionista porque no existe tal cosa en su cultura, pero sí que hay riqueza cromática. Cierto bucolismo ambiental en secciones repetitivas recuerda al John Adams menos rítmico (Gran Pianola Music); al teclado y con fondo de cuerdas algo a Riley. Pese a la portada, los sonidos manifiestan una predilección por las formas figurativas y rurales, diluyendo la presencia urbana de trabajos como The New York Composer Orchestra o The President.
RECOMENDACIONES
Idealismo transoceánico
Nuevo santuario davisiano
Excentricidad bajo control
Vigorizante tónico de los 70
Turgencias electrónicas
BILL FRISELL: The intercontinentals ● Nonesuch
DAVE DOUGLAS: Freak In. ● Bluebird/BMG
SEX MOB: Dime Grind Palace ● ROPEADOPE-RYKO ● Naïve
ZONY MASH: Live in Seattle ●Con Young, Lowe y Roth
PONGA: psychological ● Wayne Horvitz, Bobby Previte...
Se desmarca otra vez, tanto que tras recorrer su país de Este a Oeste (Buster Keaton) en busca de las raíces populares del country y el blues, siempre desde su óptica personal, ahora cruza el Atlántico y arriba en la tierra arenosa de Malí. El nombre del grupo define las muy diversas procedencias de sus miembros, la coincidencia en Seattle resulta milagrosa. La participación de Vinicius Cantuaria en este proyecto es determinante (voz, guitarra, percusiones). Ud, guitarra con slide, vuelve el violín y están los siempre sutiles flecos electrónicos de un Frisell que es uno más. Boubacar Traoré o Alí Farka Touré, blues intercontinental, suavidad carioca y coloristas tejidos melódicos. Orillas de ninguna parte, brisa fresca.
■ Sanctuary era uno de los temas que contenían ese monumento a la modernidad que es Bitches Brew (teclados en ambientes vaporosos, contrastes punzantes e intensidades crecientes). Dave Douglas dio este nombre a un disco doble en directo inscrito dentro de un esquema experimental de improvisación electroacústica. Ahora entrega un trabajo con una plantilla amplia que hace acopio de tecnología, instrumentos exóticos y enfoques renovados del jazz fusión. Muestras afiladas o discursivas se cruzan el entramado rítmico de tablas; velos digitales se apoyan en volubles espacios atmosféricos dentro de un nervio pulsante. Douglas encuentra a Miles Davis en su contexto.
■ Una vez más, volvemos sobre la estela eléctrica dejada en los setenta por Jimi Hendrix y Miles Davis (esta vez más cercana a Dark Magus ), y algo de Zappa también. La potencia que desarrolla este grupo en directo parece desmentir que sea el mismo de Sweeter than the day. Aquí mandan las guitarras y el órgano, la distorsión (en el enfoque que da Horvitz) y la improvisación enchufada como vehículo expresivo. Fiereza que bordea el free y se instala sobre rampas de distorsión y efectos estratosféricos, detalles posibilitados por una base rítmica bien engrasada sobre un funk-rock de calibre grueso. Un homenaje a la locuacidad mutante del Hammond b3 y a la guitarra poseída.
■ Se trata de un grupo experimental formado por cuatro músicos procedentes de los bordes del jazz, enfrentados a una creatividad tecnologizada resuelta sin aditivos posteriores. Teclados, samples, batería y saxophonics (acústico y midi)llevados al flujo hipnótico. La base es la improvisación definida por el jazz sicodélico. El medio es el diálogo electrónico que se recrea en atmósferas abrasivas y rugosidades de distorsión. El baterista Bobby Previte, estrecho colaborador del teclista, está espléndido. El resultado está emparentado con grupos como Liminal o Red Snapper y recuerda algo a Bill Laswell en el sonido compacto y a Jon Hassell en las burbujas ondulantes.
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■Steven
Bernstein pone su punto de mira en el Medio Oeste. Sex Mob es una coctelera de muchas esencias y con ciertas dosis de ironía que al agitarse explota esparciendo su contenido en mil formas y tamaños. Desde la Knitting Factory hasta Nueva Orleans, caben Zorn y Ellington, Lounge Lizards, y James Bond, klezmer, freejazz y hip hop. Este nuevo trabajo, más consistente que Solid Sender, queda fuera de la escudería del club neoyorquino y se refuerza con colaboraciones (Marcus Rojas, Peter Apfelbaum, Doug Wieselman) y la muy destacada incorporación del histórico trombonista Roswell Rudd. Gana la rebeldía sobre la acidez, los aullidos sobre las sirenas.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 10. 6. 2003
por Jesús Gonzalo
Nos hacemos eco de la proyección que está teniendo la carrera del pianista Marc Copland. En novedades destacan el nuevo trabajo del guitarrista Joel Harrison, el de Wayne Shorter y la entrega doble de Steve Lacy RECOMENDAMOS
Como un amanecer de Monet
Nashville en Nueva York
■ Marc Copland (Filadelfia 1948) era un saxofonista que aprendió de las fogosas escuelas de los sesenta, principalmente de Coltrane, pero un día pensó que su capacidad expresiva quedaba restringida por el instrumento de viento. Era a mediados los años ochenta cuando se decidió por el piano. Casi dos décadas después, este músico renacido disfruta de una meritoria segunda carrera de pianista que cobra prestigio en el vasto panorama actual. Se alude con razón a Bill Evans, Keith Jarret y Herbie Hancock como sus principales influencias. El estado anímico, factor importante en un estilo personal quedo y poco virtuosístico, más clásico que rompedor, procede del cruce de esas tres fuentes y se manifiesta en un aliento romántico apasionado y melancólico, ya consustanciado en Evans, pero administrado con un detallismo que lo acerca a la plasticidad impresionista, corriente pictórica con la que identifica su sonido. John Coltrane vive en un plano interiorizado y sereno de la interpretación que trasciende al compositivo.
Free Country ● Joel Harrison ● ACT / Karonte
Los años en Savoy A comienzos de los noventa, tras aparecer con Gary Peacok y Bill Stewart, graba en Jazz City dos discos: All blues at night, el trío más el fino trompetista Tim Hagans, y Songs without end, junto a Ralph Towner, donde se recopila un conjunto de piezas, en un siempre difícil emparejamiento entre guitarra y piano, que sorprende por su delicadeza, empatía y frescura.
MARC COPLAND. Madurez que se reconoce en el piano.
El debut para Savoy en Stompin’with Savoy da fe del vigor expresivo que marcará esta década dosificada según una estudiada y bien delineada selección de estándares. Copland reúne en quinteto a Randy Brecker, James Genus, Dennis Chambers y un lucido Bob Berg. En Second Look Abercrombie reaparece en la vida de Marc Copland, si alguna vez se fue (acaba de editar otro disco con él y Kenny Wheeler). El guitarrista ha compartido experiencias y amistad desde sus tiempos de saxofonista. Le acompaña Drew Gress al contrabajo, un colaborador que toma el relevo de Peacock en el trío que lidera, y repite Billy Hart, que con Bill Stewart es el baterista de los noventa. Softly, que cierra su relación con Savoy, es una producción ambiciosa, con una plantilla en-
ARCHIVO
vidiable, que pese a ello tiene un acabado difuso. Ya afloran composiciones propias intercaladas entre temas de Cole Porter, Joni Mitchell y George Benson. Repiten Hagans, Peacock y Stewart. En el saxo tenor se alternan Joe Lovano y Michael Brecker. Al lado de este último aparece estos días Marc Copland and... en el sello más receptivo con su música en la actualidad: Hat Hut. Llama la atención este interés, en una discográfica de vanguardia como la suiza, por un pianista de intensidad poética y decantación por el gesto melódico íntimo. La musicalidad de Copland adquiere una proyección distinta, más inquisitiva en los estándares y profunda en su dialéctica del acercamiento emotivo. En hatOLOGY sobresalen últimamente las producciones de Copland, entre
las que se hallan Haunted Heart and other ballads, con el trío consolidado junto a Drew Gress y Jochen Rueckert, trabajo de profundas resonancias evansianas confeccionado a base de clásicos como My favorite things, Soul eyes y Crescent. Con David Liebman ha grabado dos discos. Lunar, a cuarteto, una entrega menor si la comparamos con la que quizás es la mejor hasta la fecha para hatOLOGY, Bookends (doble en estudio y directo). Un alegato a dúo que es toda una encrucijada opulenta de contrastes: rebelde, animoso, dramático, expresionista el saxo; envolvente, persuasivo, suntuoso, impresionista el piano. Dialogo emparentado con la fórmula abierta por Braxton y Blake en Memory of Vienna, en este mismo sello. Harmonia Mundi, además de a hatOLOGY, distribuye al joven sello francés Sketch, donde publica su primer trabajo a piano solo. Poetic Motion es la prueba que define diferencias estilísticas, límites interpretativos e intenciones compositivas. Si excluimos Naima y un tema perteneciente a la película Espartaco, todos son originales inspirados por una serie de poemas. En este primer disco para Sketch la dimensión pianística, “más reconcentrada”, aparece marcada por la naturaleza contrapuesta de las manos: la sobriedad, la contención y el balanceo desconsolado de la mano izquierda; el carácter desprendido, elegiaco y apasionado de la derecha. En medio, entre giros coloristas y etéreos, surgen a veces espacios de introspección silenciosa.
NOVEDADES
En el jazz contemporáneo autores como Bill Frisell han llevado a su terreno la tradición del country y el cancionero de zonas rurales del Medio Oeste. También guitarrista es Joel Harrison, que nos ofrece una colección de piezas tradicionales y de leyendas de la canción folk americana como Johnny Cash y Woody Guthrie. Su enfoque revisionista no es tan integral como el de Frisell, sino que los arreglos y el grupo se amoldan a cada tema. Los planteamientos se mantienen pegados a la historia contada o bien, tras la presentación melódica, se dirigen a parajes recónditos y singulares donde lo bucólico del contexto estético contrasta con el riesgo. El sonido extraído a partir del bluegrass es aventurero, gracias a las muy bien elegidas intervenciones de invitados como Uri Caine (suyo es Hell broke loose in Georgia) y Tony Cedras (acordeonista del detalle), y del bien sostenido núcleo instrumental en el que sobresale Dave Binney. Libertad sin ruido ni furia para los sonidos sureños de Nashville. ■
REEDICIÓN
Ampliando perspectivas
Sofisticación en femenino
Una orquesta de escucha actual
Desde el inconformismo
La coartada perfecta de Monk
Alegría ● Wayne Shorter, grupo y orquesta de cámara ● VERVE /Universal
Scattering Poems ● Julia Hülsmann Trio with Rebekka Bakken ● ACT / Karonte
Korall ● Geir Lysne Listening Ensemble ●Geir Lysne composer & conductor ● ACT / Karonte
Work ● Steve Lacy, Daniel Humair, Anthony Cox ●SKETCH/ Harmonia Mundi
We See ●Thelonious Monk Songbook,Steve Lacy 6 ● hatOLOGY/ Harmonia Mundi
Tras su exitoso Footprints Live! al frente de su cuarteto (con Danilo Pérez, John Patitucci y Brian Blade), el saxofonista ofrece en Alegría un esquema ampliado sobre la base de este conjunto, añadiendo arreglos orquestales, percusiones y piezas para grupo de cámara. Famosos temas propios grabados para Blue Note (Orbits, Angola, Sacajawea) son de nuevo interpretados por una plantilla reforzada en número hasta formar una pequeña big band que deja respirar en libertad al núcleo en espacios centrales para la improvisación. Shorter demuestra debilidad (o fuerza) por un sonido cultista (Villalobos) y con referentes anímicos y rítmicos afrolatinos. Un trabajo ambicioso, refinado y vigoroso, con invitados de lujo como Brad Mehldau, Alex Acuña o Chris Potter, no carente del poder indagador y aglutinante que caracteriza a su autor.
La pianista alemana Julia Hülsmann pone su lustroso trío al servicio de un proyecto en el que participa la cantante noruega, afincada en Nueva York, Rebekka Bakken. Bajo supuestos en los que intervienen el jazz melódico de altos vuelos, leves matices folclóricos escandinavos y un eclecticismo cosmopolita que funde el mundo de la canción, el pop y el rock (Sidsel Endersen, Sting, Joni Mitchell), el tono argumental varía su rumbo entre pasajes reposados y otros más ligeros acelerados con recitativos. El trío define líneas estilizadas y elegantes con detalles de modernidad, para una voz, que canta en inglés, de registro medio-bajo sin brillo pero de tesitura alargada y versátil, muy expresiva para un contenido diverso entre erudición y canción ligera.
El concepto de big band como modelo integrador y sinérgico de distintas perspectivas es el que define la creación de algunas de las mejores orquestas europeas. En el caso de la tradición nórdica, a la que pertenece Lysne, estos elementos adquieren una sustanciosa cámara de resonancia que hibrida jazz rock, psicodelia, folk autóctono y melodías con reminiscencias orientales, y que en su propio entorno añade la influencia de personalidades como las de Vesala, Garbarek o Arild Andersen. Tras la suite Aurora Borealis, este joven creador noruego nos ofrece una trabajo estudiado hasta el más mínimo detalle instrumental, para que el colorido y los espacios no se apelotonen. Estimulante, catártico y novedoso catálogo de piezas para gran formato.
Steve Lacy, no lo vamos a descubrir ahora, pertenece a esa especie de creadores cuya determinación por el avance estético, la investigación rigurosa y la edificación de una voz propia jalonan toda una vida que ha entregado más sorpresas gozosas que regalos para un oído acomodaticio. Acompañado por otro francotirador, Daniel Humair, y respaldado por el contrabajo de Anthony Cox, este trío toma el relevo del formado junto a Avenel y Betsch, que durante años, y también a su paso por el Central, dejó constancia de su buen hacer en discos como Bye-ya. Work es más apremiante y está más comprimido en la exposición que Bye-ya; es intenso, que no espeso, dúctil, no flexible, y geométrico, pero nunca rectilíneo. Exigencia, valor y perspectiva, virtudes del inconformista.
■ Llegaron a coincidir sobre el escenario, como aparece en la portada. Siempre que Lacy interpreta a Monk la magia de las disonancias inesperadas, de los brincos a la vuelta de la melodía, toma un sentido que reta a los estándares desde el profundo respeto y el conocimiento que sólo él atesora. La expresividad nada ortodoxa del pianista, sólida rítmicamente pese a su aparente anomalía, es inmortalizada de nuevo a lo largo de clásicos como Eronel, Evidence, Misterioso, Monk`s Mood y Reflections (solo) o Ruby my dear (a dúo con Potts). Se añade a esta edición, respecto de la original del 93,Thelonious. La excelente Hanky-Panky es la aportación de Lacy, que cierra este cumplido homenaje interpretado con agudeza de miras por un sexto versatil y atípico.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 6. 12. 2004
por Jesús Gonzalo
Llega a Japón, se coloca ante el piano y edita el concierto. Mehldau en la tierra donde Jarrett hizo historia con sus famosas improvisaciones. La presión no le pesa y nos regala un repertorio que mira al futuro de lejos. OFF JAZZ
A solas con los ecos del ayer BRAD MEHLDAU ● Solo piano. Live in Tokyo ● Nonesuch / Warner
canción de la película My fair lady, se remontan a principios del siglo pasado. Monk vuelve a estar y deja espacio para nuevos estándares recuperando a Radiohead y contando con Paul Simon.
Una voz, un eco
■ Encontrar la independencia en el verso pianístico. Conocida es la ambivalencia anímica y literal de las dos manos de Brad Mehldau. De las cualidades para atrapar una sensibilidad clásica y vestirla de contemporánea, habla su inventiva. Su estilo se expresa en los márgenes de la tonalidad sin hacer uso de los esquemas disonantes de otros autores. Se ha escrito mucho del legado romántico, que parece haber atemperado, del refinamiento melódico evansiano, más como un influjo emotivo que de estilo, del rico juego sincopado monkiano, que le permite perderse por vericuetos inimaginables, o de cómo puede pasar de éste al contrapunto bachiano con una naturalidad pasmosa. La madurez interpretativa de Mehldau no ha economizado en gestos, participa de los recursos apasionados, de la herencia de los grandes pianistas de jazz y de las intrincadas líneas melódicas que cruza cuando escala en emoción. Su personalidad conjuga un hondo calado intelectual, el virtuosismo y la complicidad para describir la pasión. Posee el poder de seducir y de comunicar.
MICHAEL WILSON
BRAD MEHLDAU. Dialogo interior y perspectiva.
El arte compartido
Esta es la primera entrega en solitario extraída de un concierto. Con él Mehldau entra en la historia de esa clase de eventos discográficos registrados a piano solo que arrastran a un gran número de seguidores, clásicos o de jazz, como en su día lo fueron los de Keith Jarrett (en 2005 publicará el suyo en solitario en la misma ciudad). Los temas propios se contruyen desde modos repetitivos y se abren paso a través del cruce de líneas. Como ya señalábamos antes, hay una predilección por cierta época, los años 20 y 30. La visión de From this moment,Cole Porter, es de un stride llevado a Bach. George Gerhswin es el autor más leído, la recreación profunda y erudita de un blues espaciado. Monk’s dream es un desafío deconstructivo con variaciones inauditas. River Man, del malogrado cantautor Nick Drake, adopta un tono de solemnidad y aristocracia siendo folkrock. Paranoid android tiene la huella del disco Eliac Cycle, la especulación meditativa articulada por adiciones emotivas y ardor retórico. Son canciones populares llevadas a parajes insospechados, desnaturalizadas en su lógica gramatical. El resultado es algo añejo que suena fresco. Live in Tokyo contrasta una voz con muchos ecos.
Senderos y dunas Varios ● The festival in the desert ● DVD ● Un film de Lionel Brouet ● Wrasse / Harmonia Mundi ■ Enero de 2003. Este proyecto llega de noche y por carreteras invisibles. Un viaje a las profundidades de Mali que no intenta ser una aventura pasajera –un rally– sino un encuentro cultural con sus habitantes, los tuaregs. Las tribus nómadas del desierto están acostumbradas a levantar un campamento y vivir en una extensión de dunas y piedras delimitada por fronteras políticas que les son ajenas. El escenario se monta en la fina arena, mientras la vida sigue su curso en el poblado tuareg del desierto de Essakane. Los lugareños son público y protagonistas. Oumou Sangaré saca a bailar al noble –lo es de casta– Ali Farka Touré en un tema tradicional que describe el cortejo entre jóvenes enamorados. Ellos son los artistas más conocidos, pero se mezclan con sus paisanos. Tartir es una agrupación tradicional de voces femeninas que da paso a Tinariwen, músicos veteranos y de la región, que destapan las esencias de la guitarra eléctrica africana. Hay iniciativas de fusión sonora con Europa, las de Robert Plant, Justin Adams y Blackfire. Las entrevistas a líderes tuaregs denuncian la situación en la que se encuentra este pueblo. Los artistas invitados cambian impresiones sobre la iniciativa entre concierto y concierto. La música obra el milagro, ¿el espejismo?
En sus primeras entregas discográficas (las de mediados de los 90 para Fresh Sound) ya apuntaban una capacidad única para las transiciones lineales y el desarrollo temático con recapitulaciones. En el directo desde el Village Vanguard neoyorquino (The art of the trio vol. 2) se pudo calibrar el inmenso potencial expresivo del pianista junto a Jorge Rossy y Larry Grenadier. Desde entonces, el grupo sigue perteneciendo a la mejor tradición del trío (Bill Evans, Keith Jarrett, Paul Bley), aunque el peso de equivalenecias
entre las partes no está aún equilibrado. Songs –disco que con cierta perspectiva se ve angular– perfila de forma algo sombría y húmeda el enfoque con el que en la actualidad configura sus repertorios: estándares de jazz, clásicos de la canción y temas procedentes del pop y el rock (For all we know, Bewitched, bothered and bewildered, Exit music for a film). En la última entrega en trío de este año, Anything goes, Mehldau vuelve a dirigir una mirada amplia hacia tres tipos de composiciones. La que le da título, de Cole Porter, Get Happy, de Judy Garland, o una
Baladas, oda a la belleza serena
El ultimo aliento universal
Las promesas de un romántico
Dicen que esta orquesta canta
La enciclopedia y el blues
Branford Marsalis Quartet ● Eternal ● Marsalis Music / Karonte
Charles Lloyd & Billy Higgins ● Which way is East ● ECM
Steve Khun w/ Strings● Promises kept ● ECM / Nuevos Medios
Guillermo Klein ● Los Guachos III ● 2CD ● Sunnyside
Jarrett, DeJohnette, Peacock ● The Out-of-Towners ● ECM
■ Canto a la serenidad con intensidades fluctuantes que conmueve desde el remanso o el detalle en suspensión, desde el silencio anunciador o el lento discurrir. El pintor cubista en Harlem, Romare Bearden, deja paso a baladas suntuosas y cristalinas, cálidas mas no melífluas. Un género recuperado y sutilmente estilizado por Marsalis (todo referencias históricas) y su grupo. Ruby the pearl es un bolero que suena a Bechet al soprano y recuerda a Haden con Rubalcaba. El esquema coltraneniano –anunciaciones solemnes, tema y coda– define a Gloomy Sunday. La elegancia clásica y lánguida del Quartet West parece visualizarse en The Loney Swan. El principo de Muldoon es de Charles Lloyd. Eternal es Lloyd sin vibrato y la placidez melódica del My song de Jarrett.
■ El título ya nos señala el camino, Oriente es el destino. Charles Lloyd se dirige hacia la India y el mundo arábigo, como en su día hiciera John Coltrane. Mientras, Billy Higgins conserva un brillo de vida en su mirada, la misma que alcanza África, las voces de los ancestros y las que llegan hasta Brasil. La herencia del free jazz, los cánticos de oración y el rito melódico revelan lo contemporáneo en la sencillez de un gesto, en un proyecto artesanal. Son bocetos llenos de intensidad memorística en los que Higgins parece revivir y soñar: canta en árabe y en portugués y toca varios instrumentos. Al piano, saxo, vientos viajeros y percusiones, Lloyd se entrega en cuerpo y alma para honrar esta partida. El espíritu universal de Higgins ya descansa en paz.
Son tiempos que invitan a recogerse en el calor sereno de la cercanía, ya sean de unas cuerda o de un sentimiento de melancolía. Reconforta, pero también aísla. ¡Algo sucede, la chimenea se apaga! Es la intensidad; hay misterio, pero la suavidad acaba llenando tanto la atmósfera, que consume el fuego entre remansos y placidez impostada. Steve Khun se abre paso entre las cuerdas desde la memoria refinada de Bill Evans y el esquema de Abour Zena de Keith Jarrett, aunque aquí el planteamiento está más compartimentado. Madera y melodías, piano y climas orquestales bien construidos nos anuncian un disco de belleza refinada y pasión contenida. Hay que tomarse muy en serio las promesass de un romántico, ¿de quién si no?
NOVEDADES
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■ Sangre latino-
americana en Nueva York. Más de 15 músicos coinciden. Una escritura transparente y positiva les impulsa. La melodía pide ser cantada, bailada o rezada incluso. Exhala frescura y esperanza este folclore combinado –sudafricano, amerindio, mejicano, flamenco, tanguero– hecho de poesía. Fugue X, Canon, Chúcaro, Web y Espejo, los principios fugan hacia el minimalismo, más tarde la síncopa tiende al contrapunto, al final el contraste es una animada cadena de pregunta-respuesta como exposición refleja y deshilada. Percusiones de cuero andino entre flecos bachianos. La Futura adopta un tono más grave, como de plegaria. Es una suite de free elusivo con gravitaciones orquestales abiertas a espacios y puentes. La Liberation de Haden. La vida canta.
■Cualquier película mediocre de Woody Allen está muy por encima de la media. Lo mismo podemos decir de Jarrett y los suyos. Pasan los años, aumenta su legado y este trío –fundado para cultivar el estándar– ha convertido su repertorio en una auténtica enciclopedia viva (directos). Munich, julio de 2001: entre The melody a night with you (solo), Whisper not y Always let me go. Éste es el espacio temporal en el que se enmarca estéticamente. El tema central, que da título, es una improvisación larga de tono positivo sobre repeticiones de acordes bluesy. Exquisitas las piezas de Gerry Mulligan y Cole Porter. El final, a piano solo, como el comienzo, es una delicada nana. Exploradores de lo clásico, modernidad y blues.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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MA. 18. 3. 2003
por Jesús Gonzalo
Proponemos el último disco del joven pianista italiano Stefano Bollani. Recomendamos estilos y personajes tan diversos como la Vienna Art Orchestra, el sello Tzadik o la producción jazzística de Jean Michel Jarre
Tras las huellas de la fabulación ■ Ha estado en Sevilla en varias ocasiones. En dos de ellas pudimos verlo acompañando a Enrico Rava sobre el escenario del Teatro Central, pero antes ya había estado en nuestra ciudad: “llegué con veinte años a visitar la Expo 92. Dormí a la intemperie la primera noche, pegado al Guadalquivir, de allí surgió mi composición Il barbone de Siviglia”. Nuestro músico es pura energía y fogosidad, habla gesticulando mientras devora una especie de helado de café con mucha nata. Bollani ha participado en más de treinta grabaciones, sus primeros pasos fueron como acompañante de artistas de renombre de la canción ligera italiana. En 1998 recibió el premio de la revista Jazz Magazine al mejor joven talento y el Django d’or en su país en 2000. Desde entonces, y siempre con el apoyo de su mentor, Enrico Rava, Bollani ha ido abriéndose hueco entre las compañías de jazz de Italia y Francia (Philology, Via Veneto Jazz y Label Bleu). Su complicidad con el trompetista se ha visto fortalecida por exitosos trabajos discográficos y giras que han dado a conocer al discípulo pero que también han insuflado un nuevo aliento a la carrera del maestro de mirada rasgada.
Pasión melódica Su experiencia como acompañante de cantantes femeninas fascinadas por la sensualidad melódica brasileña, como Irene Grandi o Barbara Casini, es decisiva en la capacidad seductora que desprende su pianismo. (“Tengo todos los discos de Caetano Veloso”). Bollani cultiva una querencia especial por la canción, por los temas inolvidables, ya
para alcanzar la nota justa que lo hace directo y seductor, adquiere una riqueza inusual en la construcción de climas con ese toque perfumado de mordacidad y ligereza que elude el naufragio sentimental en proyectos propios como L’orchestra del Titanic o para aquellos impregnados de la fragilidad cantabile de Chet Baker en sus colaboraciones con Rava (sobre todo en los dúos Rava plays Rava y el directo recién editado Montréal Diary, o en quinteto con Fresu en Shades of Chet). Bollani admira a músicos tan dispares como Egberto Gismonti, Frederic Rzewski o Rubén González, ha participado en proyectos folclóricos de su tierra y en experimentos sonoros junto a Elliot Sharp, pero admite no compartir ideario estético con uno de los referentes en la escena del jazz contemporáneo italiano: “A Gaslini no lo entiendo”. Su gusto por los contrastes entre clasicismo y contemporaneidad, cierta postura de crooner frente al piano extraída de su experiencia en el acompañamiento a cantantes, una naturaleza jazzística hábil tecnicamente, tan estimulante como bien nutrida, y el rico bagaje que supone compartir escenario con ese gran fabulador que es Rava, colocan a Bollani entre el grupo selecto de músicos italianos que narran el jazz en Europa.
PERFIL. Stefano Bollani, un trovador frente al piano.
sean los que se radiaban en los años 30 y 40 en su país (homenaje coral en Abassa la tua radio), ya sea por la poesía musicada (en el proyecto junto al cantante Massimo Altomare en Gnosi delle fànfole) o por las viejas tonadas en español de Nat King Cole. Tiene una voz hermosa, la entonación y el afectado acento de Cole son perfectos cuando lo imita entonando Perfidia, igual que si se atreve con Você é linda de Veloso (“aunque todavía no he estado en Brasil”). Facultado de un oído excepcional para los estándares y para el diálogo abierto, todo
aquello que trasmite la palabra y el sonido lo capta y recoge en un abrazo melódico nítido y desfasado al modo de los bossanovistas, que imagina también inesperados cruces rítmicos. “Unas veces me levanto y sólo pienso en Wynton Kelly, otras en Bud Powel, Art Tatum o Monk pero siempre sueño con Bill Evans”. En las improvisaciones, cuando son baladas, transforma el ímpetu imprevisible en reflexión carnal; en los tiempos efusivos compagina densidad virtuosística, complejidad rítmica y expansión lingüística. Su fraseo, ágil
, Discografía Referencial: Como Líder: 2000 Abassa la tua radio. Ermitage 2001 Les Fleurs Bleues. Label Bleu L’orchestra del Titanic: 1998 L' orchestra del Titanic.Via Veneto jazz 2001 Il cielo da quaggiù.Via Veneto jazz Stefano Bollani /Franco D’Andrea: 2001The Macerata Concert. Philology Con Enrico Rava: 2000 Rava plays Rava. Philology 2001 Shades of Chet (con P.Fresu). Label Bleu 2001 La Dolce Vita (Tommaso/Rava). CAM 2002 Montréal Diary. Label Bleu Con Mirko Guerrini: 2001 M.Gerrini ei Diavoli del Ritmo. Philology Con Barbara Casini: 2000 Vento. Label Bleu
RECOMENDACIONES
Flores de este mundo Les Fleurs Bleues ● Stefano Bollani ● con Scott Colley (b) y Clarence Penn (d) ● Label Bleu
■ De la mano nuevamente de su descubridor, a Bollani se le abren las puertas discográficas como líder para un lejano sello japonés en Volare (Venus Records). A la espera de la distribución de este trabajo en Europa, nos quedamos con su entrega más reciente. No podía ocultar su alegría el pianista tras la publicación de Les Fleurs Bleues en el prestigioso sello galo donde graban Sclavis, Texier o Steve Coleman. Para él significaba todo un reto, no sólo por la importancia de la escudería sino también por la responsabilidad que entrañaba un contexto más personal que otros proyectos anteriores y junto a dos músicos norteamericanos. Esta vez sin su mentor, Bollani desgrana un relato de ondulante intensidad poética (el título está sacado de un texto de Raymond Queneau), con espacios dedicados al lucimiento en solitario en un numero importante de composiciones propias. Lecturas más concentradas de temas suyos ya expuestos en otras formaciones con mayor color instrumental, como L’orchestra del Titanic, adquieren aquí un peso y una perspectiva narrativa menos ligera, más ajustada a la expresividad del jazz, aunque sazonada con esa musicalidad cantarina que la hace tan cercana. El pianismo virtuoso, camaleónico entre lo percusivo y lo rapsódico, lleno de colorido, de Bollani, se explaya en un proyecto hecho a su medida.
REEDICIÓN
Una batidora nada frívola
Polaridades contemporáneas
Exotismo y excentricidad
Calendario en clave Trigonometría de ambiente-jazz improvisada
Art & Fun ● Vienna Art Orchestra ● Emarcy / Universal
Songbird Suite ● Susie Ibarra Trio ● Con Graig Taborn, Jennifer Choi, Ikue Mori ● Tzadik
Dreams ● Otomo Yoshihide’s New Jazz Ensemble ● Tzadik
Sessions 2000 ● Jean Michel Jarre ● Disques Dreyfus / Nuevos Medios
■ El disco se abre con una marcha procesional que suena siciliana, donde la cinematográfica melodía la perfila una sección de metales espléndida y la emborrona un quejido, entre áspero y tímido, de una voz femenina. La electrónica persigue el climax tímbrico atada a un mundo subterráneo. La pieza principal del disco es una versión del Eureka de O’Rourke argumentada con una fidelidad que hace derivar la musicalidad campestre del tema original hacia una decostrucción ruidista. Fiero y frágil, siempre sutil en los arreglos, el japonés de Ground Zero contrasta brillantemente colores encendidos, ritual y pasión jazzística.
■ Una sencilla presentación bicolor inspirada en Rothko decora el último proyecto de la legendaria estrella de la electrónica popular. Sencillez que marca distancias con las acostumbradas megalomanías del circo tecnológico que acompaña al francés. Éste es un trabajo íntimo, un itinerario sónico a modo de calendario del fronterizo año. La profusión de aparatos en el estudio se concreta en sonidos cercanos al chill out con definitorios elementos de un jazz relajado, estilo abierto por la recreación de los originales del Miles Davis de los 70 que realizó Bill Laswell, donde se conjuga el ambient, la clonación acústica y enfoques de jazz fusión.
■ La última entrega de la veterana formación europea, un grupo al que la etiqueta de jazz le quedó pequeña hace 25 años, se propone demostrar su vitalidad en un más difícil todavía: ensamblar con maestría piezas de su repertorio en un popurrí trasgresor. No hay nada más posmoderno que humorarse con el propio pasado. La ironía en el arte, podría ser el eslogan estético que Mathias Rüegg ha elegido para revisar sus partituras mediante unos arreglos con la precisión y brillantez que acostumbra. Un disco en directo absolutamente deslumbrante que se completa con unas remezclas electrónicas menos chispeantes que los originales.
Muy propio de John Zorn. El catálogo de Tzadik intenta reunir a músicos experimentales de los más variados enfoques, géneros y geografías. El a veces muy interesante resultado se ve tamizado por la prolífica personalidad de su productorparasuspropiosproyectos. Ibarra ha acompañado en la percusión a gente tan dispar como Dave S. Ware, Derek Bailey o Pauline Oliveros: éste no puede ser un disco de jazz al uso. La composición, más que la libre improvisación, construye un espacioconceptualsugestivoyatmosférico, con trazos de atonalidad tayloriana enunestilocamerísticode cuerdas certeras y sorpresas tecnológicas. ■
Arrivederci Le Chouartse ● Michel Portal, León Francioli y Pierre Favre ● hatOLOGY / Harmonia Mundi ■ Este concierto de 1980 en Lausana, una de las primeras ediciones del sello suizo, se reedita en la línea de rescate del catálogo ya emprendida con otros títulos importantes. Planteamientos intrincados en un diálogo febril de tres voces con semejanzas al que disfrutamos en el Central pero de aristas mucho más afiladas. Treslargasimprovisacionessonlasque llenan un espacio magmático tan penetranteyangularcomoesquivoytangencial. Una obra alambicada que a veinte años vista resulta por momentos retórica, aunque marcó pautas en la conversación libre europea. Todo un testimonio recuperado, este torbellino fecundo delmúsicofrancés.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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DO. 5. 10. 2003
por Jesús Gonzalo
De acontecimiento discográfico habría que considerar las reediciones de la primera etapa del sello Candid. La lectura sobre “Kind of Blue” realizada por Donald Harrison reconforta y estimula desde su fidelidad
Candid, abriendo los sesenta
Haz oír tu voz
ABBEY LINCOLN ● Straight ahead ● Con Max Roach, Eric Dolphy, Booker Little...● Candid
Lift every voice ● Charles Lloyd ● Con John Abercrombie, Marc Johnson, Geri Allen...● ECM (2CD)
PEE WEE RUSSELL & COLEMAN HAWKINS ● Jazz Reunion ● Con Jo Jones, Bob Brookmeyer ● Candid
PHIL WOODS ● Rights of swing ●Con Curtis Fuller, Tony Flanagan, Benny Bailey, Sahib Shihab ● Candid
■ A finales de los años 50 la concen-
tración de personalidades, estilos y causas sociales conducen a un proceso de creación febril y a un nivel de calidad inaudito. De esta oleada de fecundidad surgieron nuevos sellos discográficos donde estas experiencias quedaron reflejadas. Fundado por Nat Hentoff y Archie Bleyer, Candid produjo, durante apenas seis meses de vida, en 1960, más de 30 obras, algunas de las cuales hoy son pasajes indispensables en la historia del jazz. Son años convulsos, los que rodean el final de una década y el principio de otra, en la que socialmente la raza negra va acaparando más y más puestos destacados en el deporte y la cultura, en la televisión y en la política, sin que, por el contrario, los derechos fundamentales de la Constitución estadounidense que amparan a blancos y negros se cumplan por igual para las dos razas. Los músicos de jazz, siempre anhelando la vanguardia estilística pero también situados al frente de la lucha por los derechos civiles, permeabilizan la realidad desde distintos enfoques: por un lado, la extensión de una tradición que es actualizada y, por otro, la revolución estética. Miles Davis y John Coltrane cocinan nuevas fórmulas de improvisación en base a una arquitectura modal. Autores como George Russell, Lennie Tristano y Charles Mingus (también Monk y Cecil Taylor en el piano) introducen en sus composiciones, desde mediados de los 50, disonancias y fórmulas
MANIFIESTO. Miradas desafiantes en la portada del disco de Roach.
atonales que siempre estuvieron en una música de raíz africana, anticipando un género que sacudiría definitivamente los cimientos del jazz con la llegada del free. El arte de protesta, de ideas y de sonidos, se expresa renovando la tradición de la música negra o bien encuentra en la experimentación y en una radical libertad expresiva de esa misma herencia las fórmulas creativas que la definen. (Eric Dolphy, hombre clave en estos años, representa esta actitud). El free jazz —un nuevo concepto no sólo restringido al principio ornettiano— convivía e incluso participaba con el legado de Duke Ellington, siempre vivo, por ejemplo, en Mingus.
En este contexto creativo sincrético y enfático, de connotaciones políticas y miradas que se vuelven hacia África, nace Candid, donde se dan cita gran parte de los músicos más influyentes del jazz de la época en obras que figuran entre lo mejor de sus carreras. Max Roach, por entonces casado con Abbey Lincoln, escribe para Candid We Insist! (Freedom now Suite), todo un testimonio en defensa de la identidad racial donde se incluye una parte cantada que inspirará después Straight Ahead, auténtico pilar del jazz vocal contemporáneo. La incómoda presencia de la voz no persigue la refinación armónica o la demostración de faculta-
des tímbricas, sino la sentida interpretación del mensaje de orgullo y protesta. Su materialización se presenta teatralizada en formas antigramaticales y discursivas o mediante una hipotética coreografía ancestral. Como Billie Holiday, que ya inmortalizara en Strange fruit la discriminación racial, Lincoln despliega su apasionado y agrio discurso ateniéndose a un contexto social, construyendo esta vez un decorado valiente y vital sobre la unión de fuerzas, no sobre la frágil individualidad. Straight Ahead provoca, no seduce; fascina, aun hoy, en su grito expansivo que une la modernidad, la poesía contestataria y las esencias africanas. Bien distinto es Jazz Reunion, con Pee Wee Russell y Coleman Hawkins. Aquí tenemos el lado amable (cándido) de la modernidad, postura (no se malinterprete) entendida desde la exigencia y la renovación profunda de cánones del pasado (dixieland, blues, swing, bebop). Dos músicos tan distintos y excelsos como Russell y Hawkins juntan en este trabajo a Jo Jones y Bob Brookmeyer, entre otros, en una prueba de madurez mainstream que no omite la invención ni se desvincula del presente. Un delicioso y siempre estimulante encuentro. Rights of swing, de Phil Woods (“el discípulo de Bird”) comienza con un intercambio vigoroso de improvisaciones en un tempo cuya velocidad podría ser bebop pero cuyo cruce de perfiles armónicos, que en cierto modo bordean los límites tonales de la melodía, bien pudiera ser un primer enfoque de free bop. Le siguen cuatro partes en forma de balada, vals, scherzo y presto donde el contrapeso de acentos personales se equilibra sobre unos arreglos y un planteamiento asociativo en noneto que atienden a un esquema casi orquestal, donde se intuyen las figuras de Monk y la más cercana (grabó para Candid) de Mingus. Las texturas abiertas por las distintas paletas instrumentales, niveladas en transiciones, ceden su protagonismo en el discurso sonoro. Tres estilos imperecederos que caben en una misma intención.
RECOMENDACIONES
Oda al verbo azulado Kind of New ● Donald HarrisonJr. ● Con Christian Scott, Kenny Barron, Javon Jackson, Carl Allen... ● Candid
Como el riesgo se presupone cuando se revisa una grabación histórica, la incómoda coyuntura de afrontar este proyecto y titularlo Kind of New podría conducir a la dicotomía entre explicitud y trasgresión. Aunque se mantie■
nen los esquemas, el acercamiento al original se realiza desde los bordes, para penetrar en él sin restar fidelidad y así poder desarrollar un discurso verosímil que eluda lo textual. Si los hallazgos de un modo de hacer jazz cambiaron con Kind of Blue, donde los patrones de la improvisación modal se engarzaban en escalas sin restringir la creatividad de los músicos, donde los acordes, los pulidos fraseos y la limpidez del sonido quedaban libres y a la vez sujetos a un contexto armónico superior, Kind of New se resuelve
atendiendo al modelo con cambios en los tiempos más marcados en el swing y una impronta bluesy que sazona con sonido Nueva Orleans el lirismo vaporoso del original. Los detalles adquieren relevancia desde la sencillez formal, cuando circundan los perfiles de la obra de Miles Davis e interfieren en el discurso rítmico con hallazgos y alusiones que ya estaban en su interior. All Blues, So what, Blue in green o Flamenco Sketches son perfectamente reconocibles en sus melodías y giros temáticos. Los temas Kind
of new y what next?, que abren y despiden el disco, resultan tonificantes, pues constituyen la mirada más tangencial y, al mismo tiempo, la que trasciende la literalidad desde la síntesis. El sonido cálido y bien timbrado en el registro medio-alto y los ataques seguros y con ideas claras de Harrison le permiten ocupar convenientemente el puesto de Adderley. Un jovencísimo Christian Scott sostiene el reto, no menor, de emular a Miles Davis. Javon Jackson cita a Coltrane en varios pasajes. Eric Reed y el maestro Kenny Barron sobresalen al piano en aquellos vértices que manteniendo el hilo melódico respiran desde el blues.
El saxofonista y flautista Charles Lloyd (abundando en el título de su último trabajo) concentra una amplitud de voces en un sonido cálido y de atmósfera envolvente. Con una gran refinación armónica, el clima de intimismo se construye sobre un marcado lirismo —sofisticado o popular— y con la convivencia del rhymth & blues y un free jazz efusivo pero también oxigenado por el folk. Esta novena entrega para ECM es un disco doble que ya viene encauzado por las sesiones de The water is wide. De este modo, alternando su estructura entre el quinteto con guitarra y el cuarteto, Lloyd despliega valores ya cultivados y amplía el repertorio musical: hay desarrollos en la línea del cuarteto de Coltrane sobre piezas tradicionales (Go down Moses, Wayfaring Stranger), vuelven estándares de Duke Ellington (I`m afraid) y Strayhorn (Blood count), recupera composiciones propias (Nocturne), incorpora temas populares fuera del jazz (de Silvio Rodríguez Te amaré y Rabo de nube, de Marvin Gaye un contagioso y sensual What`s going on) y se recrea en tonadas populares (Amazing grace). El conjunto reunido está bien equilibrado (se aprecia en el ingrávido Hymn of the Mother y en cómo sostienen su cadenciosa dinámica en crescendo), es descriptivo y se mueve con soltura dentro de un sonido pulido en los márgenes de contención y linealidad. Estándares y elementos del folk,el blues y la plegaria como protesta (Lift every voice and sing, tema sentenciado por Max Roach) se unen a los lances majestuosos coltraneanos. Geri Allen mantiene alto el lugar que otros ilustres han ocupado antes (Keith Jarrett, Michel Petrucciani, Brad Mehldau). Abercrombie suena como tres o cuatro grandes guitarristas (Pat Metheny entre ellos). Marc Jonhson y Larry Grenadier al bajo y Billy Hart en la batería completan este estupendo grupo. Charles Lloyd eleva su voz en solitario desde el misticismo, la experiencia y lo pasajero; su sonido acalla el tumulto cuando interpreta el taragato (instrumento del folclore húngaro); es su mensaje más hondo y desnudo, el que sintetiza la madurez de su estilo. ■
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 18. 8. 2003
por Jesús Gonzalo
Dos décadas lleva el trío de Keith Jarrett haciendo historia y su último trabajo celebra dicha unión. Sakamoto y Morelembaum son brisa fresca para aliviar el calor. Robin Williamson viaja por la poesía anglosajona y el folk
Veinte años de un reto incesante Up for it ● Keith Jarrett, Gary Peacock y Jack DeJohnette ● ECM/ Nuevos Medios ■ Música clásica y académica, totalmente improvisada o compuesta para conjuntos de cámara, las lecturas de los clásicos de jazz, y su recreación irrepetible en directo, han ocupado gran parte de la vasta producción en catálogo de Keith Jarrett. Ahora, y como celebración del vigésimo aniversario de la aparición de su trío de estándares junto a Jack DeJohnette y Gary Peacok, ECM edita Up for it, un concierto en directo dedicado a esa faceta revisionista que nadie como esta unión de fuerzas ha realizado en las dos últimas décadas. Desde su participación en el colectivo de genios que reunió Miles Davis a finales de los 60, pasando por el cuarteto de Charles Lloyd y más tarde su doble cuarteto americano y europeo, Jarrett se fue alejando progresivamente del formato de grupo desde que, a comienzos de los 70, empezó a investigar las posibilidades de la improvisación sin esquemas prefijados en sus famosos recitales a piano solo (Facing You, Köln Concert, Sun Bear Concerts), donde edificó un estilo propio basado en una extensión alegórica sobre esquemas sencillos que se modulan en repeticiones. Los ostinatos de carga meditativa, modelos rítmicos aditivos en escalada emocional y un apasionado melodismo romántico que convive con fragmentos más
JARRETT, PEACOCK Y DEJOHNETTE. Una alianza duradera y fecunda que cumple 20 años.
bucólicos, configuran las esencias de esta época. Jarrett consiguió construir un idioma sincrético desarrollado como una retórica personalista que conseguía unir erudición, virtuosismo y comunión sensitiva, metabolizando su arte pianístico en gestos y gemidos nada ortodoxos. Al margen de las preferencias personales de los aficionados sobre si el cuarteto americano (más volcado en formas abiertas improvisadas) era o no mejor que el europeo (de sonido marcado por un gusto folk que lo acercaba a la canción popular), lo cierto es que Jarrett dejó de tocar otros instrumentos (saxo soprano, flauta, percusiones) al abandonar, en el 77, el proyecto que nació para Impulse! junto a Haden, Motian y Redman, aunque se reservó en Spirits la posibilidad de expla-
yarse a solas en aquella aventura seudoarcaica y políglota, de contrastes puenteados entre espacios armonizados y un despliegue percusivo amplio y diverso. Tras poner fin al cuarteto nórdico, con Garbarek, Danielsson y Christensen, en 1983 se formaliza el Standard Trio.
Cartografía en 3D Ese mismo año tiene lugar un acontecimiento que le abriría otras vías de expresión musical. Aunque ya había realizado composiciones orquestales y de cámara añadiendo instrumentos solistas en terrenos poco o nada jazzísticos (In the Light, Luminescence, Arbour Zena), no es hasta que participa en la grabación del célebre Fratres, de Arvo Pärt, cuando Jarrett acometería la interpretación del repertorio clásico, un
VANINA LUCCHESI
terreno que nunca le fue ajeno. A partir de entonces, y dentro de las New Series de ECM, se editarían obras de Mozart, Händel, Bach y un Shostakovich espléndido. Jarrett da mucha importancia al tipo de repertorio que se debe tocar (nunca mezclar lo clásico con el jazz)y según qué espacio físico. Su carácter exigente y algo impenetrable –la distancia del genio– requiere que todo esté a punto según una muy estudiada lista de detalles, para afrontar un concierto que suele partir de la nada para llegar al éxtasis compartido o en solitario.Bastantes han sido las grabaciones con un repertorio de estándares desde los dos primeros volúmenes aparecidos en 1983 (Still Life, Tribute, The Cure...) pero, hasta hoy, ninguna de las grabaciones, si exceptuamos temas sueltos de cada una
RECOMENDACIONES
de ellas, alcanza la dimensión mayúscula de At the Blue Note Complete Recordings, registro de las sesiones realizadas en dicho local neoyorquino en 1994. Antes de este brindis que es Up for it, fue Whisper Not el disco doble que recogía la grabación en directo desde París de un repertorio dedicado a temas de la época del bebop. La economía discursiva, impuesta por un extraño síndrome de fatiga crónica, ayudó a Jarrett a superar cierta artifiosidad en la que había caído su estilo, al concentrar su mensaje en pequeñas pero clarividentes introducciones sobre los estándares y desgranar así, sin rutina, sus esencias. Recientemente el trío se ha adentrado en esos espacios rigurosos y especulativos donde la sensación de inminencia del acto creativo la comparten tanto los músicos como el público. En 2002, muchos años después de Changes y Changeless, el trío entrega Inside Out. Fue éste un asomo de aquellas construcciones monumentales que procedían de los solos de piano, donde la ornamentación recargada ha dado paso a una mayor densidad de ideas de grupo en un bloque flexible pero de lazos bien tensados. El reciente Always let me go, de este año, más aún que su antecesor, manifiesta una trascendencia gramatical del conjunto inscrita en modelos de improvisación libre, figuras contemporáneas asimétricas, búsqueda de perfiles tímbricos (otro de sus hallazgos para el jazz), espacios, intensidades y silencios que se culminan en el juego de interacción libérrima entre los tres. Un Dejohnette impresionante y unos no menos lúcidos Jarrett y Peacock son la prueba más sobresaliente del momento de plenitud de ideas que este trío es capaz de dar cuando cumple, pese a a la edad y los achaques, 20 años. REEDICIÓN
Tocando a Jobim una vez más
Encuentro entre maestros brasileños
Imaginería lírica de poesía y folclore
Variaciones sobre un viejolamento
Comunidad de ideas avanzadas
A day in New York ● Ryuichi Sakamoto, Paula y Jaques Morelembaum ● SONY
Duo ● Cesar Camargo Mariano & Romero Lubambo ● TRAMA / Nuevos Medios
Skirting the river road ● Robin Williamson ● Con Mat Maneri, Paul Dunmall, Ale Möller... ● ECM
In Touch ● Yves Robert ● Con Vicent Courtois, Cyril Atef ●ECM/ Nuevos Medios
Miniature ● Joey Baron, Tim Berne, Hank Roberts ● WINTER & WINTER / Diverdi
■ Tras el álbum Casa, el trío formado por el matrimonio Morelembaum y Sakamoto se despide con un trabajo grabado en directo en estudio al día siguiente del cierre de su gira. Así se completa una colaboración de más de diez años entre el chelista más decisivo de Brasil (Veloso, Gismonti, Quarteto Jobim) y el músico japonés. Se reúnen clásicos del maestro carioca interpretados a media luz y en un esquema que llega al quinteto para penetrar en la intimidad persuasiva y sutil de su esencia. Sin sobresalir unos sobre otros, la voz de Paula acaricia y describe a partes iguales fragilidad y sensualidad; el chelo de Jaques estimula y subraya melódicamente; Sakamoto traduce la exuberancia en pinturas acuosas. Exquisito bocado de bossa.
■ Dos de los músicos más reputados de Brasil se deciden a conversar en la intimidad de sus instrumentos. Para los brasileños no existe un matiz que quizás sí lo haya para nosotros cuando separamos la MP brasileña de la música instrumental. Camargo fue el cerebro de los sofisticados arreglos y de algunas composiciones que engrandecieron a Elis Regina. Supo, como nadie, llevar al piano la rítmica del samba y fundirla con sus profundos conocimientos jazzísticos. Lubambo es un guitarrista de sonido inmaculado, veloz y empático, de los que sólo se dan en Brasil. Armonía dentro del ritmo y melodías suntuosas. Bossa y swing, samba y blues carioca, música plena en un diálogo sin acompañamiento vocal.
■Cantante, multiinstrumentista, recitador, poeta y autor teatral escocés, Williamson investiga en la línea que une la improvisación sin esquemas fijos jazzísticos aplicada a fuentes musicales populares y literarias . Para ello reúne voces instrumentales de variada implicación estética. El tono trovadoresco, de cantautor folk o de recitador teatral se van relevando según los textos. Los epigramas aliterativos, de luces y sombras, de William Blake se interpretan desde perspectivas que se abren a la música antigua profana. La prosa aventurera del norteamericano Walt Whitman es narrada entre perfiles sinuosos y de misterio en tempos sincopados en la suite que da título a este muy recomendable trabajo.
■ Debut en soli-
tario en ECM del francés Yves Robert, trombonista que ha realizado trabajos escénicos junto a Heiner Goebbels y grabaciones para esta misma casa junto a Louis Sclavis. In Touch se construye en un marco de austeridad melodramática y solemne, que gira sobre cadencias del barroco francés (Lully) en modos lontanos abiertos al silencio y a la improvisación. El tema resurge entre oleadas susurrantes de melancolía y misterio apoyado por el bajo continuo alterno entre chelo y percusión y las voces solistas, en un lento discurrir por decorados de contrastes. Aunque algo cansino, es un trabajo de intenciones neobarrocas que vincula sendas y épocas donde libertad, música popular y erudita pueden entenderse.
■ Entre los muchos encuentros y desencuentros musicales que se produjeron a finales de los ochenta al calor de la primera Knitting Factory, Miniature (combinación atípica de batería, saxo, chelo y electrónica) fue uno de esos proyectos interactivos donde coincidían talentos que despuntaban en otros contextos (banda de Frisell). Una incursión sonora donde forma y fondo se funden y definen por un corte y pega audaz sobre temáticas varias. Efectismo sonoro, melodismo y rupturas motívicas se usan con atrevimiento e intuición exploradora. Zorn, Morricone, Coleman, rock progresivo y klezmer son los arquetipos utilizados por el desprejuicio lejano pero aún vigente de toda una generación.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 23. 8. 2004
por Jesús Gonzalo
‘Bebo de Cuba’ salda una deuda histórica con el pianista cubano. Un proyecto agraciado por los atributos de una música popular y erudita. Caetano Veloso repasa su vida entre el ensayo, la anécdota y los testimonios MÚSICA CUBANA
Soñando con la Cuba que dejé Bebo Valdés ● Bebo de Cuba ● Con Paquito D’Rivera, Diego Urcola ● Calle 54 Records/BMG ● 2CD+DVD
Basta con que deje caer sus enormes y envejecidas manos sobre el piano para que salga música celestial. Son acordes de otra época, de muchas épocas, que no parecen estar sujetos a las leyes del tiempo. Sólo él puede darles vida. Bebo Valdés, de 85 años, es una enciclopedia viva de la música cubana. Casi un siglo de estos sonidos gozosos quedan recogidos entre El Solar de Bebo y la Suite Cubana, para noneto y orquesta, respectivamente. Un disco doble que se completa con el DVD Cuaderno de Nueva York, donde se recogen los testimonios y las explicaciones que Bebo va desgranando, con lucidez memorística y pedagogía musical, durante las sesiones de grabación en esta ciudad. Bellamente editado por Mariscal, este proyecto es para Bebo un sueño hecho realidad, tanto en disco como en los escenarios. Se le devuelve así su justa dimensión: como compositor, arreglista, director de orquesta y pianista. Eslabón erudito y popular que une “los Ochocientos con los Novecientos”, como gusta decir cuando habla de los siglos XIX y XX, Bebo llegó a ser un músico imprescindible en la escena de La Habana en los años 40 y 50. En El Solar de Bebo resume postales de su infancia en estas viviendas típicas cubanas distribuidas como casa de vecinos (“Nunca olvidaré el guaguancó de los domingos en el solar”). Este disco recuerda a Bebo Rides again, un rescate producido a mediados ■
BEBO VALDÉS EN NUEVA YORK. La memoria en el exilio, ahora inmortalizada.
de los 90 por Paquito D’Rivera. El Solar de Bebo tiene composiciones de pequeño formato, donde prevalecen la descarga, el son montuno y la conga entre tiempos más lentos.
Memoria viva “Esto es una cosa sentimental mía”, explicaba en directo cuando introducía el tema A Mayra, una balada con tintes de bolero que empareja piano con trompeta, trombón y soprano. A Mayra está dedicada a su hija –Mayra de la Caridad, hermana de Chucho–, a la que Bebo no pudo ver durante 35 años (lleva 44 fuera de Cuba). Destaca en este segmento la rítmica contagiosa que marcan las descargas, sobre las que aparecen en cascada virtuosos arpegios en diminuendo al piano, como solía
hacer Rubén González. Bebo anuncia Iballah, un raro joropo (“ritmo mitad haitiano, mitad africano y con algo de español: es como un vals”) que resume las esencias europeas y africanas de esta expresión caribeña. Coincidieron en 1982, cuando el célebre trompetista visitó Estocolmo. Gillespie escribió la Suite Gillespiana a finales de los 50. A Bebo la oportunidad de hacerlo con la Suite Cubana le llegó entre 1992 y 1999, sin tan siquiera imaginar que su tardío éxito haría posible esta idea. Toda la sabiduría y experiencia como músico quedan reflejadas en esta sinfonía –sin puentes y en seis partes, con dos pequeñas comparsas a modo de prólogo y epílogo– profundamente arraigada en la Cuba que dejó y en su memoria
FERNANDO TRUEBA / MARISCAL
vital. Dedicatorias sentidas a Gillespie (Ecuación), Cachao (El creador del mambo), a su hijo Chucho (Devoción) y a Cecilio, personaje entrañable que inspira El Son de Cecilio. Es una big band (all stars del jazz latino) en el sentido clásico que dieron las de Machito, Bauzá y O’Farrill, llenas de vigor y energía, distribuyendo volúmenes e intensidades sobre el montuno y abriendo espacios a los solos. La escritura de Bebo no es enfática sino fluida, de sabor clásico y a la vez personal, convive con la polirritmia afrocubana. Imágenes de Broadway mezcladas con el Tropicana, ritmos primitivos africanos con otros más famosos (mambo), y una aproximación al jazz agraciada por el virtuosismo sin excesos, que resalta el colorido refinado y vívido de las melodías.
Sabor y erudición ■ Paco Pretel, jefe de sonido de escenario, ha vivido en Cuba 18 años y fue técnico de grabación durante mucho tiempo en los legendarios estudios Egrem de La Habana, donde estudió esta profesión. En el festival Jazz en la Costa, de Almuñécar, nos cuenta una graciosa anécdota que describe hasta qué punto está arraigada la música en este pueblo. Una noche, ya tarde, en Egrem, el rumbero Tata Güines realiza una sesión con su grupo. Poco a poco se percatan de que la señal de sonido de Güines se debilita. El tiempo que marca en la percusión se mantiene exacto, es sólo que la intensidad ha descendido. Cuando acuden a ver qué está pasando descubren, tras los paneles, que el viejo Tata se ha quedado dormido, aunque sigue tocando. Se fastidió. Bueno, apagan todas las luces para no molestarlo y el estudio queda a oscuras. Con sigilo y cierta picardía, abandonan la sala. Cuando van a cerrar la puerta escuchan una especie de alarido suplicante: “¡Asere, asere! Que me he quedado siego de repente”. Si la música popular cubana goza de tan buena salud y el jazz parece fundirse a la perfección con ella se debe al respeto a la tradición y a la formación académica que tienen sus músicos. La capacidad regeneradora que conlleva dominar estos recursos revierte en todas sus manifestaciones. Del ritual africano a los cantes de barrio, del campo a los teatros, un conjunto cubano, ya sea tradicional, clásico o de jazz , es siempre una garantía de calidad y disfrute. En el libro Cuba y sus sones, Natalio Galán enmarca esta música mestiza, a la vez europea y africana: “Entre sabor o erudición se traza la dificultad de unificar un fenómeno callejero como lo es la música cubana”.
BIOGRAFÍA
Un relato lúcido y apasionado Caetano Veloso ● Verdad Tropical ● Salamandra ● 480 págs. ● 23,50 euros ■ La meteorolo-
gía de los trópicos es fundamentalmente inestable. Hablar de una “verdad tropical” implica por necesidad una visión subjetiva, un juego cómplice entre rigor y pasión. Este libro desató muchas polémicas en Brasil cuando se publicó (Verdade tropical, Companhia das letras, 1997). Caetano representa al artista del progreso, en el sentido creativo y también como intelectual. Este libro recopila testimonios, anécdotas y reflexiones de los años jóvenes y comprometidos del autor (los 60 y 70), llegando
cronológicamente hasta finales de los ochenta en Nueva York, donde conecta con David Byrne y Arto Lindsay. Cultura, vida, círculos artísticos y política son los centros temáticos que, con precisión lingüística y densidad de ideas, Caetano hace suyos. Brasil. Ya en el texto introductorio de la edición de 2002, que aparece ahora en español, comenta lo siguiente sobre la celebración del V Centenario del descubrimiento de su país (año 2000): “...una conjunción que combina bien con la sicología de una nación fracasada, que se avergüenza de ser llamada el país del futuro” . Una realidad histórica que rivaliza con Estados Unidos: “Brasil es el otro gigante de América, el otro crisol de razas y culturas, el otro paraíso prometido. El Otro. El doble, la sombra, el negativo de la gran aventura americana”.
La cultura de masas norteamericana, Elvis y Marilyn. El capítulo bajo este título comienza: “Si hubiese dependido de mí, ni Elvis Presley ni Marilyn Monroe habrían llegado a ser estrellas”. Aceptaba “esas calificaciones imbéciles” que hacía la prensa sobre tipos como él: “el Dylan brasileño, el Lennon Brasileño”. Pese a que el rock le parecía “poco original”, reconocería más tarde la influencia del “neorock inglés de los Beatles y los Rolling Stones” en el tropicalismo. Su desmarque le hace decantarse por la vieja música brasileña, cubana y argentina, el jazz: “Me gustaban Sinatra y Nat King Cole, aunque prefería a Louis Armstrong, luego adoraría a Chet Baker, Monk, Miles y Ray Charles”. La música contemporánea, ya sea serial o aleatoria, “es la música más impopular que existe”. Aun-
TROPICÁLIA. Portada del disco.
que, añade, “siempre encontré belleza en Webern”. La vanguardia, o lo es, o no es nada. Tres pilares cimentan la música popular brasileña en el siglo XX. Pixinguinha (representa a la músi-
ca popular negra), Villa-Lobos (exaltación amazónica y nacionalismo) y Tom Jobim (a la vez popular y clásico). Capítulo aparte merece ese estilo revelador inaugurado por Joâo Gilberto. “La bossa nova nos arrebató, nos llevó a revisar nuestro gusto, nuestro acervo y –lo que es más importante– nuestras posibilidades”. Dictadura y creación. Liderar el movimiento tropicalista, a finales de los 60, junto a Gilberto Gil (“yo lo conocí antes que él a mí”) , le conduciría, primero, a la cárcel y, luego, al destierro londinense. “La idea del canibalismo cultural se ajustaba de maravilla a los tropicalistas”. Godard y Carmen Miranda, los poetas concretos y el modernismo brasileño, Jimi Hendrix y Joâo Gilberto, el Cinema Nuovo y los nacionalistas. Autor popular, exquisito e inventivo a la vez, sus letras son poéticas y vitales, sus melodías sofisticadas y accesibles. Una mente de pensamiento agudo. Una voz tan inquieta y personal como crítica.
CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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DO. 2. 11. 2003
por Jesús Gonzalo
Avishai Cohen reafirma su identidad polifacética en ‘Lyla’. Chick Corea, su mentor, vuelve a Nueva York. La familia Marsalis y Ray Barretto sobresalen en una sección de novedades con tirón comercial
Avishai Cohen, el jazz global
Poder de convocatoria
AVISHAI COHEN: Lyla ● Con Avi Lebovich, Yagil Baras, Diego Urcola... ● RAZDAZ RECORDZ / Indigo Rec.
CHICK COREA: Rendez Vous in New York ● Corea con varios grupos ● STRECHT REC. / Universal
Avishai Cohen llega a Nueva York en 1992 procedente de Israel; recibe clases de piano, su primer instrumento, y demuestra un virtuosismo fuera de lo común en el bajo. Una visión amplia del jazz que abraza el rock, el pop, lo latino, las influencias clásicas y los géneros del momento suscita el interés de Chick Corea, quien lo ficha como bajista para Origin y cuenta con él en proyectos más inmediatos (New Trio y New Quartet). Siempre con el apoyo discográfico de su mentor, para Strecht Records Cohen ha grabado cuatro discos desde Adama, en1998. Lyla inaugura una nueva etapa al frente de su propio sello discográfico, Razdaz Recordz. Una carrera, la de Avishai Cohen, que ya se venía prestigiando en el plano instrumental (mejor bajista de 2001 para Down Beat) y promocionándose como líder al frente de la International Vamp Band (IVB), su New Quartet y el proyecto de rock Gadu. Lyla (noche en hebreo) parte del intento de materializar en el estudio las experiencias vividas en directo con un grupo tan diverso como la IVB (formada por tres israelíes, un cubano, un argentino y un neoyorquino; trompeta, trombón, saxo, piano, bajo y batería), banda que estuvo en el ciclo Rising Stars en marzo. El mensaje de un músico viajero de 30 años que ha
AVISHAI COHEN.
El nuevo rostro del jazz sin fronteras.
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vivido entre pueblos enfrentados es claro: reivindicar la fusión de estilos no como excusa creativa sino como principio que elude fronteras expresivas y políticas, que evita la acumulación de identidades y que mantiene no pocos puntos comunes con el ideario del jazz fusión. Es, pues, una personal extensión estilística de este género setentero, que evita la mezcolanza y la retórica simplificándose en unas melodías y unas letras que no ocultan su cubierta pop. Constituye un ejercicio resumido y actualizado de planteamientos emprendidos por Corea en grupos como Return to forever o el mismo Origin. Lyla gana en alcance y entendimiento porque existe el eje recurrente de los estribillos: el formato canción. Los sólidos arreglos permiten articular el discurso mediante interludios, estudiadas transiciones y rupturas
melódicas y rítmicas hacia una dimensión que es la que da carácter y singularidad al proyecto. La elaborada producción que se estrena resulta ejemplar en un sello que por no excluir enfoques tampoco renuncia a apetencias comerciales. Muchas caras proporciona este trabajo a lo largo de 12 cortes que se pasan en un suspiro. Destacan Ascensión, un vigoroso discurso al piano que queda iluminado por metales, reforzado por percusión y bajo en tiempos binarios y con estribillo en coro dispuesto al modo de los de Metheny (espacios corales que aparecerán más tarde en otros pasajes). Lyla sugiere visiones bucólicas y ribetes clásicos en la flauta que apuntan poco a poco hacia el soul sobre voces con entonación brasileña. Howlongesuncantodeesperazapacifista que contagia por su melodía y por la dinámica instrumental. How
long reflected, ampliación del anterior, es una aproximación esclarecedora del potencial del grupo en directo. The watcher es un funk lento con efectos electrónicos que anticipan un contraste hacia una latinidad africana con pinceladas cultas. The evolving etude,a piano solo, se abre con un preludio impresionista que fluye hasta quedar atrapado en un desarrollo contrapuntístico fuertemente rítmico; un deseo de lirismoatravesadoporsegmentos repetitivos que se tornan leves en el desenlace. Structure in motion incorpora electrónica y drum ‘n’ bass ejercitando la fusión entre épocas del pop con ecos beatlesianos. Eternal Child, a dúo con Corea, es un tema de la Elektric Band llevado al tango y con retazos de bolero y piano romántico. Aunque concurren métodos comunes, no hay una clara identificación emocional entre el disco y el concierto de la IVB. En el directo cabía más tensión expresiva, nervio interpretativo y creatividad colectiva. En su exposición indagadora de escucha exigente y gratificante se percibía mejor la compatibilidad y el colorido de los distintos ingredientes culturales (judíos, clásicos, afro y latinos, urbanos). Lo mejor de Lyla reside en la habilidad de Avishai Cohen para recuperar imágenes prestadas y mostrar concentrada su perspectiva integradora. Un músico que posee aptitudes y actitudes para definir un ámbito polifacético decidido e ilusionante.
NOVEDADES
La reunión festiva de una saga
Un tributo del mensajero latino
Pueril sombra de crooner
Suave anacronismo
MARSALIS FAMILY: A jazz Celebration ● Con Harry Connick Jr. y Roland Guerin ● MARSALIS MUSIC
RAY BARRETTO: Homage to Art ● Con Miguel Zenon, Luis Perdomo, John Bailey ● NIGHT BIRD/ Karonte
JAMIE CULLUM: Pointless Nostalgic ● Con Geoff Gascoyne, Sebastian de Korn,... ● CANDID
STACEY KENT: In love again. “The music of Richard Rodgers”● CANDID/ Karonte
Inevitable pero nada complaciente es esta celebración colectiva de una familia unida por el jazz. El cabeza del clan Marsalis, Ellis, hace de maestro de ceremonias en un repertorio inspirado por la tradición del jazz vista desde Nueva Orleans ( donde tuvo lugar el evento y ciudad natal de los Marsalis y Louis Armstrong, a quien se homenajea). Compenetración de conjunto en Nostalgic impressions,el mano a mano de Delfeayo y su padre en Sulty Serenade y emparejamientos memorables como el que enfrenta a Branford y Wynton en Cain and Abel, un duro duelo no fraticida entre dos opciones estéticas. La participación de Harry Connick Jr. y la prometedora puesta de largo a la batería de Jason, el menor de los hermanos, dan testimonio de esta consanguinidad jazzística.
En una vasta carrera, con entradas y salidas de músicos (Wynton entre ellos), un homenaje a los Jazz Messengers resulta inabarcable. Barretto, percusionista de origen puertorriqueño, relevo del mítico Chano Pozo en la hibridez del jazz y los ritmos afrocubanos en Nueva York, pone en primer plano la escritura alegórica de Wayne Shorter, modernizador del combo de Blakey (1959-64), aunque sólo se recoge Lester left town de esa época. Buh’s Bossa, de Lee Morgan, permite al congonsero citar a aquella alianza con la frescura y fortaleza que facilitan músicos como el joven Miguel Zenón y Luis Perdomo. Bop, descarga, rumba y mambo se cruzan con Tito Puente, Bauzá y Gillespie.
■ Candid, ese legendario sello del que dimos cuenta de sus reediciones recientemente, tiene en Londres su nueva sede. Artistas y mercadotecnia inglesa (mediatizados por la eficaz industria pop del país) conducen a la discográfica, en esta nueva andadura, hacia argumentos de marcada comercialidad: público adolescente por aquí, maduritos insatisfechos en la columna de la derecha. El debutante Collum no se parece ni por asomo a Harry Connick Jr.; aunque lo intenta, ni su limitado pianismo ni su afectación vocal renuevan la sólida imagen de un género histórico de gustos mayoritarios. Nos inundan productos de imitación con el acabado de jóvenes valores de fábrica.
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■ Kent, cantan-
te de notable proyección comercial, posee una voz alada, pulida y de registro alto, que mantiene una corrección formal impulsada por el buen hacer de los músicos pero nunca llega a calar hondo. Es como si la interpretación vocal se viera forzada a sobreactuar. Pese a que el amor y sus alrededores anímicos son el eje del disco, la elegancia high life tiñe esta crónica anacrónica de afectado clasicismo. La eficacia instrumental con momentos inspirados (It never entered my mind) y la fidelidad nostálgica –aunque meliflua– se inspiran en el sonido de los años del swing y las big bands. La sensiblería confunde al escritor Kazuo Ishiguro, responsable de las encendidas notas del libreto.
■ A Chick Corea parece rejuvenecerle acudir a salas como Blue Note, donde ya realizara una generosa e inapelable presentación de su grupo Origin hace cinco años. Este trabajo selecciona fragmentos de directos ofrecidos cada dos noches y durante tres semanas por nueve planteamientos distintos. Es, en gran medida, una mirada al pasado que refresca viejas y fructíferas alianzas como la que le une con Gary Burton en el delicado Cristal Silence. Hay otros dos duetos junto a Bobby Mc Ferrin y Gonzalo Rubalcaba. El carácter jovial del primero y el rigor pianístico del segundo comparten la trillada mezcla del Concierto de Aranjuez con Spain. El famoso trío junto a Vitous y Haynes se entrega con rotundidad en Matrix. La Akoustic Band de los ochenta, reducida a Patitucci y Weckl, interpreta Autumn Leaves, mientras que su relevo generacional, Origin, rescata con plasticidad y sentimiento, y apoyado en un front line de clarinetes y trombón, el clásico Armando’s Tango. De este grupo Corea reúne a Avishai Cohen y a Jeff Ballard para su New Trio, que interpreta con empatía Lifeline. Junto a los all stars Blanchard, Redman y Mc Bride homenajea a Bud Powell con febril intensidad. Three Quartets Band, una apuesta de veteranos (Eddie Gomez, Steve Gadd y Michael Brecker), cierra con entregado lirismo este disco. El vigor, la compenetración y la consistencia de las improvisaciones, la frescura e inmediatez del sonido y la variedad temática de cada noche son los mayores activos que reúne un versátil y siempre virtuoso Chick Corea. Los clichés del pianista (recurrencia expresiva, cierto barroquismo y sus experimentos de fusión latina) están apaciguados y no llegan a empantanar un trabajo con un fuerte contrapeso improvisatorio. Encuentros sostenidos, además, en una producción solvente y de intenciones comerciales, que no escatima formatos y ofrece variedad y calidad de ejecuciones.
, Festival de Jazz de Granada Chick Corea New Quartet, 4 de noviembre
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 19. 4. 2004
por Jesús Gonzalo
El grupo folclórico castellano La Musgaña vuelve con fuerzas renovadas tras seis años de silencio con 'Temas Profanos'. El jazz de raíces populares de aquí (flamenco) y de allá (África o la lejana Armenia) le acompaña en esta aventura
Un retablo castellano moderno
Un chelo africano
La Musgaña: Temas profanos ● Con Joaquín Díaz, Carmen Paris... ● Lubican Records / Karonte
Ernst Reijseger with Molla Sylla and Serigne C.M. Gueye ● Janna ● Winter & Winter / Diverdi
Desde la refinación melódica y la tradición europeísta al vocablo jazzístico más avanzado, pasando por el encuentro con tenores sardos, Reijseger, holandés errante, viaja a África entre Mali y Senegal. No es trasgresión, sino viaje cultural sincero, si destapa posibilidades insospechadas en su instrumento. Por noble y académico que éste sea, su solvencia técnica le permite hacer las veces de guitarra, bajo o percusión; y la voz le canta, le grita, le anima o le consuela mientras los cueros le incitan y arropan en el diálogo fecundo de la repetición iniciática. En el chelo y en su versatilidad recae el peso metafórico de la mutación africana, transfiguración que impone el pulso del ritmo sobre el de la melodía (más pizzicato que arco), imperativo necesario para soltar lastre y fundirse en la arena de las tradiciones africanas. Es la improvisación aplicada como rito en patrones sencillos (las percusiones metálicas y de cuero de Gueye) la que permite elevar los cantos (de Molla Sylla) y la que al final fabrica una música veraz, alegre hasta lo infantil, triste cuando tiene que serlo y cercana en aquellos detalles pequeños pero significativos. ■
■ Castilla. Una arquitectura de defen-
sa le da nombre; una lengua propia romance edifica mitos del sentir heroicoprecervantinocomoelMioCid; un arte de austeridad y recogimiento, el románico, enmarca su fervor religioso; una cultura rural y artesana llena de labores cada día. La Reconquista iniciada en Asturias y la influencia tangencial del Camino de Santiago influyen en la semblanza de un pueblo de costumbres y raigambresfuertementeunidasalomedieval. Entre la devoción religiosa y lo profano, entre el gregoriano y las órdenes monásticas y el retrato de la picaresca, Castilla y León vive su historia inmersa en una recia cultura. Estas tierras de la meseta castellana, tierras de nadie, han sido marcadas por su pasado medieval. Portugal y Galicia, la vida cortesana y la trashumante, el cristianismo abierto a lo pagano (peticiones y rogativas como las de Valdecastilla, para que llueva y se den buenas cosechas), el tiempo del campesino y la cercanía de una identidad urbana-judeo-mu-
LAS PIEDRAS COMO TESTIGOS. Dualidad milenaria entre lo festivo y el fervor religioso.
sulmana, la excepcionalidad de un legado como el de Martín Codax (las Cantigas de amigo, folclore profano de trovadores), las que dedicó a la Virgen Alfonso X el Sabio, los cancioneros (Burgalés, Tradicional del Campo y el de Ciudad Rodrigo); todo este cúmulo de esencias construyen un canto popular que tiene a los bailes y a la danza como reclamo social para la celebración: charros zamoranos y de salamanca, brincaos, corridos o de Rueda (Ávila). Lo mundano, lo festivo, bajo la observancia de muros y campo, se celebra de forma simple pero eficaz, con pocos medios. Melodía y percusión, no más: dulzaina y redoblante, gaita de fole y tambor y después flauta y tamboril, para, finalmente , quedar aglutinados por los múlti-
ples registros del acordeón. Se añaden clarinetes y bajo, así como objetos usados en las tareas cotidianas.
Renovando la memoria La Musgaña no sólo rescata el legado musical castellano leonés como si de un objeto de arqueología se tratara, hay detrás un trabajo de campo y de investigación etnográfica donde se sustenta la creatividad posterior y la lectura que le insufla vida con arreglos actuales que vinculan viejas tonadas y se aplican para según qué instrumentos.Lagamadeellosestan vasta como la diferencia de años, regiones y tesituras que los separan: de cuerda, viento, percusión, tradicionales y actuales. Las colaboraciones, muy variadas, enriquecen el resulta-
do añadiendo testimonios en las voces y el cromatismo de instrumentistas especializados en percusiones arábigo-andaluzas. En el excelente disco En Concierto (Resistencia, 1997, con el que este grupo celebraba sus 10 años) el reputado musicólogo zamorano Joaquín Díaz escribía: “Convertir el humo del tiempoensentimientosyvibraciones que se pueden vivir es algo difícil en verdad. La Musgaña ha dado con la fórmula efectiva y mágica para hacer trascender un repertorio antiguo adornándolo con ribetes de modernidad sin que pierda su esencia”. Y sin que el presente entierre las tradiciones: folclore arqueológico. Las expresiones de canto y baile, de ritos y de fe, se renuevan con La Musgaña en Temas Profanos.
NOVEDADES
Sinfonía de un nuevo mundo
La revelación mediterránea
La crispación sonora entre culturas
Miradas y encuentros entre jazz y flamenco
Lirismo flamenco dentro del piano
Armenian Navy Band ● Natural Sedds. Heaven & Earth ● Resistencia
Rabih Abou-Khalil ● Morton’s Foot ● Enja/ Resistencia
Gilad Atzmon & The Orient house ensemble ● Exile ● Enja
Varios ● Flamenco Jazz ● Karonte
Pedro Ojesto Trio ● Quiero ● Karonte
■ Es un pequeño trozo de tierra en la península caucásica, no tiene paso al mar pero el Negro y el Caspio delimitan esta región de Anatolia. A un paso de Irán y a otro de Rusia, Armenia podría ser tierra de nadie, pero Arto Tunçboyaciyan –percusionista– la rescata para un concepto universalista. Natural seeds es una pieza larga desarrollada como un mosaico viajero, una singladura imaginaria que recorre multitud de paisajes populares (desde Turquía, el Mediterráneo, Rusia o los Balcanes) trenzados por el jazz fusión, y cuyo polimorfismo posibilita paradas por el lirismo grave y el estallido vitalista del color y del ritmo. Es una comunidad de 12 músicos y todo tipo de instrumentos lo que edifica esta rica y poderosa amalgama que recuerda al Zawinul Syndicate e incluso a Zappa. La banda estuvo el viernes en Sevilla.
■ El laudista tunecino regresa bien acompañado tras Il Sospiro, pero no lo hace en los términos de producción como en la serie iniciada por el excelenteTheSultan’s Picnic o el más reciente TheCactus of Knowledge. Si bien eran trabajos de impecable factura gracias a los talentos convocados, el mensaje quedaba fragmentado por el enfoque coral. Su estilo, comunión vitalista de melodía y ritmo alcanza una cima expresiva en este conjunto. Es una música equilibrada en su cromatismo, elocuente, humorada y abierta en las exposiciones. Khalil ha reunido a personalidades que amplían la consideración de músicos para comportarse como fuerzas de la naturaleza. Sístole y diástole del folclore mediterráneo, tradición y modernidad.
■ Saxofonista, clarinetista y escritor judío entregado a la causa palestina, Atzmon crea desde la denuncia pero también desde el resentimiento hacia el sionismo. Es una música de belleza herida. En ella hay un anhelo panteísta, incluso algún oasis interracial, si nos ponemos en plan positivo y omitimos la declaración de intenciones de su autor (“la tradición arábiga sobre las ruinas de la judía”). No es perversión llevar temas de una cultura de la que reniega a otra si fuera un puente dialogante, pero su postura enfrentada le conduce a la provocación y a un tono crispado. El sonido ascético de Coltrane y Garbarek cae en lo poseído y las músicas tradicionales (la voz de Reem Kelani) encienden un sonido ya de por sí candente.
■ Es toda una declaración de intenciones abrir y cerrar este recopilatorio con Chano Domínguez. Al gaditano se le debe, en gran parte, el mérito de la expansión que ha tenido el flamencojazz. Su ideal de encontrar la bulería dentro de la vastedad rítmica monkiana descubre las facetas trasatlánticas de esta música popular y erudita. Prueba del fecundo palpitar por este jazz de raíces hispanas es la variedad de miradas (Guillermo McGill, Gerardo Núñez, Carlos Piñana, Ramón Jiménez, Juan Cortés, Agustín Carbonell Bola, Sergio Monroy) y de instrumentos (guitarras, pianos, percusión, violín, contrabajos, saxos, voces). El muestrario revela la importancia creciente del piano y la riqueza idiomática de estos encuentros.
Trascendiendo la coyuntura cada vez más relevante del piano dentro de los registros aflamencados que dialogan con el jazz, Pedro Ojesto da un paso más allá sin caer en estereotipos. La rítmica, los tiempos, los compases están ahí, pero se extienden. La ausencia instrumental de la guitarra la hace suya el piano, extendiendo la dimensión y el concepto de trío con otras voces (Jorge Pardo, Ramón El Portugués, violín, tinajas). No es Monk el modelo de intercambio lingüístico, ni la investigación rítmica como eje; más bien, se acerca al melodismo clásico y a Bill Evans entre palos flamencos, eso agranda un enfoque que parece alcanzar la universalidad: la difícil conexión entre lo académico, la improvisación y la impronta popular. ■
CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 30. 6. 2003
por Jesús Gonzalo
Entrado el verano, refrescamos el ambiente con artistas brasileños como Celso Fonseca y Cibelle y le invitamos a un viaje sonoro por el Este de Europa. El directo del OAM Trio en Sevilla es un recuerdo recuperado en disco RECOMENDAMOS
Nuevo cosmopolitismo carioca
Grabaciones vividas
Natural ● Celso Fonseca ● Crammed discs / Nuevos Medios
Live in Sevilla ● OAM Trio & Mark Turner ● Lola Records
■ Músico, compositor y arreglista, que descubrió su vocación tras escuchar la guitarra de Baden Powell con 10 años, Celso Fonseca ha estado desde los años ochenta en la retaguardia de las grandes figuras de la MPB brasileña (Gilberto Gil, Djavan, Gal Costa, Chico Buarque, etc). Tras colaborar con el pianista Ronaldo Bastos durante los noventa, ejerció con éxito la labor de productor de nuevos talentos (Virginia Rodrigues, Daúde, Zeca Baleiro) y ahora estrena su cuarto álbum en el seno de un sello que impulsó la carrera de Bebel Gilberto. Ziriguiboom/Crammed es una discográfica independiente belga dirigida por Béco Dranoff, uno de los cabecillas que pusieron en marcha ese proyecto seminal del la bossa nova eléctrica que fue Red Hot + Rio. Si le quedaba algo de inocencia a este movimiento carioca que nació como la nueva ola, con Natural Fonseca parece querer tomar el relevo a Vinicius Cantuária en la sofisticación sonora que envuelve a este arte refinado, frágil y seductor que nació en Río a finales de los años 50 en un curce tropical relajado entre samba y jazz. “Si tú insistes en clasificar mi comportamiento de antimusical, yo, incluso mintiendo, debo argumentar que esto es bossa nova, que esto es muy natural”. En Desafinado, Joâo Gilberto ironizaba sobre cierta postura crítica a un movi-
■ Pusieron el punto y seguido a la temporada de Rising Stars. Fue una prueba de los amplios horizontes donde fijan sus miradas. Pulcritud en el sonido, firmeza rítmica y aspiraciones compositivas abiertas a la metalingüística del jazz de nuestros días. Esta entrega grabada durante su puesta de largo en el Teatro Central de Sevilla significó el estreno de un proyecto que sigue evolucionando. El planteamiento de Live in Sevilla es eminentemente jazzístico, muy influido por la versátil polirritmia del hard bop. Aaron Goldberg es el miembro que más temas aporta, con criterios tan bien asentados en el academicismo enciclopédico de Berklee (donde todos se conocieron) como impulsados hacia la contemporaneidad pianística. Omer Avital es un contrabajista intuitivo y vigoroso, alimenta el fuego del grupo y añade raíces hebreas mestizas. Marc Miralta es la materia incombustible de impronta latina que encaja cada matiz cambiante con agilidad y precisión. Mark Turner representa el alma del blues y de toda una escuela de saxos tenores que él releva con personalidad. Un disco gozoso que recupera un concierto pleno y cercano.
CELSO FONSECA. En ‘Natural’, su último trabajo, el músico brasileño sintetiza la ‘bossa nova’.
miento que permitía una discursividad en la voz y un acompañamiento a la guitarra descompasado y con disonancias. Aunque la bossa es carioca (las composiciones de Jobim, los poemas de Vinicius de Moraes), el maestro de Bahía es para muchos uno de los más grandes intérpretes de Brasil (Caetano Veloso dixit). Su sencillez embriagadora y frágil en la voz y la dinámica ambigua de los arpegios de guitarra son todo un referente. Los tropicalistas alimentaron la bossa añadiendo, en una actitud transformista del valor folclórico, su pasión por los Beatles y Bob Dylan. Celso Fonseca recupera toda la
cronología de un género que ha expandido su elocuencia por los terrenos de la electrónica sin pervertir esa comunicación cercana y cálida de la acústica. En Natural, voz y guitarra siguen siendo los pilares que alternan la compañía de un instrumento (el piano de Daniel Jobim, hijo Tom Jobim, el bajo o la trompeta), percusiones (Robertinho Silva, una institución en la batería brasileña que ha estado muy cerca de Milton Nascimento) o bien invitados cantando a dúo como con la joven Cibelle en Ela é a carioca (Jobim/de Moraes). El clima de intimismo inunda el disco, declarando su afinidad con Joâo Gilberto y Caetano
D. S.
Veloso. La voz de Fonseca no oculta su deuda con ambos, con la sencillez cantábile de uno y la lírica refinada del otro. En Natural, la bossa domina y cautiva sobre el samba (dos temas). Se mantiene fiel a la acústica sensual y armoniosa basada en melodía, letra y ritmo desfasados. Refrescantes y discretos decorados electrónicos inducen a un paisajismo sofisticado. El resultado, sereno e íntimo, resulta ajeno al bullicio de las grandes ciudades brasileñas. ,Conciertos: 1 de Julio. Luz de Gas, Barcelona. 2 de Julio. Calle 54, Madrid.
NOVEDADES
REEDICIÓN
Saudade de futuro
Entre los Cárpatos y los Balcanes
Tradiciones y glasnost
Más allá de Nueva Orleans
Trombones y otras perspectivas
Cibelle ● Cibelle ● ZIRIGUIBOOM-CRAMMED DISCS / Nuevos Medios
The Rough Guide to Hungarian Music ● Varios ● WORLD MUSIC NETWORK/ Nuevos Medios
The Rough Guide to the Russian Music● Varios ● WORLD MUSIC NETWORK/ Nuevos Medios
No more Tigres. ● Brassass Company ● SATCHMO JAZZ RECORDS
Diferent perspectives ● Robin Eubanks ● WINTER & WINTER / Diverdi
Es una voz que se inició en Sâo Paulo junto al malogrado Suba. El enfoque parte de esquemas que sumergen el frescor desfasado y melancólico de la bossa y los compases de samba en ambientes de sofisticación electrónica. Este título homónimo es el debut de esta hermosa mujer para el sello que impulsó la carrera de Bebel Gilberto y donde graban grupos como Zuco 103 y Bossacucanova. La claridad de ideas es la nota destacada de un trabajo elegante, reposado, fiel al sentir refinado y sensual del género. Voz acariciadora, dotada de registros medios/altos y recursos técnicos aprendidos de las grandes del jazz y de la herencia que une a Elis Regina y a Marisa Monte, Cibelle demuestra calidad en unas interpretaciones respaldadas, además, por unos arreglos muy imaginativos.
■ El viajero siempre espera encontrar parajes vírgenes. Kodály y Bartók lo intentaron investigando el folclore autóctono. Pierde el rigor etnomusical en un recopilatorio que, aunque generoso, pretende ser más un muestrario o una invitación que un estudio. Ya se editó un disco dedicado a la música del Este de Europa y ahora se concreta por países dando una visión heterogénea, inabarcable pero valiosa. El violín es el gran protagonista de la música gitana que se expande por unas regiones hermanadas. Sobresalen formaciones tradicionales como la Bogyiszló Orchestra o Ferenc Sánta & His Gipsy Band. Se cuelan baratijas de folk-rock y se completa con nombres reconocidos como Muzsikás y Romano Drom.
■ Esta guía mantiene los criterios apuntados en la reseña de al lado: intento de equilibrio representativo entre lo tradicional y lo moderno. Comienza con un poeta de la noche que recuerda a Tom Waits; se llama Vladimir Vysitsky y es una leyenda. Termina con el Terem Quartet, esa especie de divertimento culto, popular y decimonónico hecho con balalaicas. Entre esos dos cortes hay 17 más. Dignos de mención son, nuevamente, los conjuntos gitanos, Loyko y Gipsy Talismán (falta Pjotr Leschenko), Sergei Nikittin & Tatiana Nikitina, el cantautor judío expatriado Michael Alpert y Mark Bernes, cuya voz se escuchó en la Crisis de los Misiles de Cuba. Fuertes personalidades, pasión y dolor en el canto de un pueblo.
■ Interesante disco en un curioso formato instrumental. Tres metales y percusión, eso es todo. Trompeta (Juan de Diego), trombón (Tom Jonhson), tuba (David Parras) y batería (Ramón Díaz) desarrollan un trabajo desenfadado que combina la marcha procesional renovada de la Dirty Dozen Band y enfoques de estándares ligeros, de melodías pegadizas, que Lester Bowie gustaba seleccionar para su Brass Fantasy. En un marco instrumental reducido a cuarteto, la asignación eficaz de las funciones escénicas y en el diálogo cruzado de voces solistas, la química de tuba y percusión, son elementos fundamentales para mantener la atención y degustar de un cóctel inteligente , contagioso y callejero.
■ JMT, proyecto de aspiraciones y facultades, refleja una época que va desde mediados de los ochenta hasta comienzos de los noventa, en la que nombres como Robin Eubanks (o Peter Herborn) empezaron a dar que hablar en el mundo del trombón. Junto a Dave Holland en sus distintas formaciones o como líder, nos encontramos ante un músico de capacidad compositiva, libertad improvisatoria y técnica rigurosas. Los que gusten de la rítmica compacta de Steve Coleman encontrarán ese valor de contemporaneidad urbana algo matizado y coqueteando con la electrónica. Un registro realizado con excelentes músicos, lleno de momentos colectivos y solitarios que mantienen su frescura.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 24. 1. 2005
por Jesús Gonzalo
Apasionante y definitiva biografía de la vida, la obra y el entorno de Chet Baker, un músico cuyo talento innato brilló entre un océano de sombras. Como otros de su generación, arrastró su vida a la autodestrucción
Los renglones torcidos de Chet Baker JAMES GAVIN ● Deep in a dream. La larga noche de Chet Baker ● Reservoir Books/Mondadori ● 574 págs. ● 23,90 e.
El malditismo es un excelente fertilizante literario, y he aquí la mejor y más completa prueba de ello. Jack Kerouac destapa En el camino lo que el jazz de Charlie Parker ya no podía ocultar por más tiempo. La generación pos-Bird no sólo marcó una engañosa forma de acercarse con éxito inspirador a la música, sino también a un estilo de vida de peligrosas e inapelables consecuencias. Era el desafío de una juventud: vivir en el calor acomodado y familiar o vivir en constante peligro de muerte. La crónica negra describe un jazz plagado de genios enfermizos, inmerso en una sociedad conformista e hipócrita, la de los años 50, que vigilaba desconfiada a esa especie de existencialismo yanqui representado por el jazz, los beatniks y James Dean. El libro reconstruye la apasionante biografía de un ángel caído con un valor literario que capta el interés de todo buen lector, no sólo del aficionado. ■
El fin de una era Triste: Chet Baker tuvo un don y lo desaprovechó. Su talento fue descubierto por Charlie Parker, el genio maldito del bebop, cuya sombra he-
redó. Fue un músico sin iniciativas: nunca tomó las riendas ni de su obra grabada ni de los proyectos que le salían; iba a la deriva. Hubo un momento en que tuvo claro que la música sólo le servía para pagar su dosis; así, hasta la última. ¿Caída, salto o empujón? Las conclusiones del libro sobre su misteriosa muerte, acaecida en Amsterdam el 13 de mayo de 1988, apuntan a una caída desde la ventana de su habitación del hotel. Y si bien su adicción fue un acto voluntario hacia la perdición, su final indica que fue un suicidio no por involuntario menos anunciado desde mediados de los años 50, cuando se enganchó a la heroína. Su grotesco final marca también el fin de una era en esta música. Chet Baker alcanzó el éxito pese al propio jazz, o, para ser más exactos, al jazz entonces predominante, el de la Costa Este, fundamentalmente negro. El jazz de Nueva York, pese al apoyo tácito de Bird, despreciaba a estos chicos sofisticados del cool, tan blancos y tan blandos. Baker era su estrella, su imagen. Una imagen rebelde y sensible, bohemia, alimentada y venerada sobre todo en su culta y querida Europa, pero engañosamente atractiva. La sensibilidad que el público percibía salía de una persona insegura y sin apetitos intelectuales, una especie de granjero del Medio Oeste que por causa de sus errores es expulsado del paraíso terrenal. Baker nace en Oklahoma el 23 de diciembre de 1929. La influencia de su ma-
dencia sin fondo. Los pilares temáticos del relato –música, drogas y mujeres– son atraídos hacia el interés artístico –de forma irregular–, la degustación mórbida –inevitable–, el guión cinematográfico –en eso estamos– o hacia la compasión –instintos maternales– y la atracción –romanticismo y bohemia– más ingenuas. James Gavin se mantiene a distancia del personaje y sus allegados, haciendo acopio de un importante volumen de información que no sólo da fe de sus miserias, que fueron muchas, demasiadas, sino de sus esporádicas virtudes: principal y puntualmente musicales.
Objetividad y fluidez
BLANCO Y NEGRO. Claxton inmortalizó a Baker en los 50.
dre fue determinante entre ambiciones y afectos insatisfechos. Un latente complejo edípico condicionaría sus abundantes y tormentosas relaciones con las mujeres, basadas en conseguir la protección que reclama un ser desvalido y con rostro angelical bajo el que se escondía una persona despiadada. Como amante, tenía un poder de
WILLIAM CLAXTON
seducción que fue perdiendo al ritmo que imponía su penosa existencia, pero que siempre mantuvo. Tierno y cariñoso, en su carácter reservado e imprevisible asomaban chantajes emocionales, amenazas y violencia contra sus parejas. Talento, seducción, admiración... el triunfo casa bien literariamente con su cara opuesta, la deca-
La objetividad de los hechos impera en las casi 600 páginas del libro, aunque el autor deja entrever cierta predilección testimonial en alguna de sus fuentes (caso de la amante Ruth Young o en la relevancia del documental Let’s get lost, de Bruce Weber) y dude, a través de sus propias declaraciones, de las intenciones de otras (las mercantilistas de su mujer oficial, Carol Jackson). Las entrevistas, las anécdotas y los diálogos imprimen fluidez y acción narrativa. La abundante documentación y los artículos de prensa de cada época sobre sus altibajos creativos describen con precisión milimétrica las escenas vitales del artista y el maltrecho mundo del jazz circundante. Parábola sobre los talentos: a grandes luces, grandes sombras.
DISCOGRAFÍA ESCOGIDA
Años 50, edad dorada
Años 60, las sombras
Años 70, caos en N. Y.
Años 80 (I), exilio y cine
Años 80 (II), últimos días
GERRY MULLIGAN QUARTET ● Pacific Jazz Records
CHET BAKER ● Baker’s Holiday ● Emarcy
CHET BAKER ● The best thing for you ● Verve
CHET BAKER ● As time goes bye ● Timeless
CHARLIE HADEN ● Silence ● Soul Note
Charlie Parker lo apadrina. Luego, en 1953, Baker lidera el movimiento de la Costa Oeste, el cool jazz, junto a Gerry Mulligan; ambos se soportaron lo justo para pasar a la historia. Gracias a los estudiados arreglos de Mulligan, en apenas tres minutos llenos de frescura se condensaba refinación tímbrica, un bien trenzado contrapunto melódico de saxo y trompeta y una eficiente (Bob Whitlock) y mestiza (Chico Hamilton) sección rítmica sin piano. Bernie’s Tune, Walking shoes, Frenesi, Tea for two o Freeway sobresalen en el repertorio. Con esta grabación echaba a andar el sello discográfico Pacific Jazz, el más representativo de un estilo al que el trompetista también pondría voz e iconografía. Marilyn Monroe y Robert Mitchum acudían a ver a este cuarteto en directo en Los Ángeles; mientras, el jazz de la Costa Este miraba con recelo a la nueva estrella. La caída sería lenta pero implacable.
Es sin duda la peor década de su vida, la más conflictiva (juicio en Italia por tráfico de drogas, la grave agresión de 1966 que le produce daños irreparables en las encías), la menos productiva y en la que la decadencia muestra su verdadero rostro. En este trabajo, dos años antes del altercado violento, aún disponía de todas sus facultades. Baker homenajea a Billie Holiday desde un delicado lirismo. Decía de ella que le encantaba porque “nunca levantaba la voz”. Menos famoso que el disco Chet Baker Sings, por cuya portada suspiraban las jovencitas diez años antes, esta grabación nos muestra al mejor Baker cantante (emulando la línea crooner de Sinatra o Torme) y tocando el fliscorno en toda la sesión (vendió su trompeta...). Producción detallista para conjunto de metales y con músicos como Hank Jones.
■ Son años en blanco en los que se anuncia una reaparición tras otra. El ajuste de cuentas ha obligado a Baker a partir de cero. La voz es un susurro desdentado plagado de sibilantes. La trompeta recobra el poder seductor entre la belleza frágil y la melancolía opresiva. Baker sigue emocionando; su concisión trasmite ahora una atmósfera envolvente y conmovedora. En tiempos del amor libre y el jazz eléctrico, las canciones románticas son un fenómeno anticuado. Esta grabación del 77 fue su última oportunidad en el mercado americano. En él vuelve a demostrar unas facultades innatas y una gran versatilidad en el largo tema El Morro (fusión davisiana). John Scofield, Tony Williams, Kenny Barron, Ron Carter y un enfermo Paul Desmond le acompañan. Inolvidable versión de If you could see me now.
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■ Entre 1983 y
1988, de la mano del pragmático y eficaz mánager holandés Wim Wigt, la vida de Chet Baker se había convertido en “una borrosa sucesión de viajes en avión y coche, actuaciones y sesiones de grabación”. Entre sus abundantes discos de esta época destaca este título grabado en 1986 en Holanda (“un país que vive 24 horas de fiesta, 365 días al año”: su exilio de drogadicción favorito). En él Baker se encuentra de nuevo con el exquisito pianista Harold Danko, aliado fiel en los setenta. As time goes bye (Casablanca), Round Midnight, You’d be so nice to come home to, When she smiles o I am a fool to want you se distinguen refinadas e íntimas. La quintaesencia del último-gran Chet Baker, fragilidad que hipnotiza, romanticismo teñido de melancolía y nocturnidad. Vida de cine, más cine negro.
Cercano ya el grotesco final, la carrera de Baker en Europa –último reducto en el que aún se reconocía su arte– volvería una y otra vez al lugar donde era idolatrado desde los primeros años 60: Italia. Allí se reunió en varias ocasiones con un pianista elegante y sofisticado, en la mejor tradición de Bill Evans, Enrico Pieranunzi, con quien grabaría excelentes discos. Roma, 1987, en este Silence el líder es Charlie Haden, un título recurrente del contrabajista. Este cuarteto de auténtico lujo, que se completa con Billy Higgins en la batería, tuvo que amoldarse a las mermadas capacidades de Baker. En la elección de estándares no faltan Round Midnight y su canción preferida, My Funny Valentine. La sensual laxitud de su sonido apenas es ya un triste susurro. El genio se apaga. ■
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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DO. 20. 6. 2004
por Jesús Gonzalo
Tras la aparición del libro de Ashley Kahn 'La creación de un obra maestra, Miles Davis y Kind of Blue’, ahora es el turno de ‘A Love Supreme y John Coltrane’, novedad literaria que sazonamos con grabaciones esenciales
La espiritualidad hecha sonido cent) Coltrane había madurado los recursos que sostenían su creación artística y su dimensión espiritual.
A LOVE SUPREME Y JOHN COLTRANE ● La historia de un álbum emblemático ● Ashley Kahn ● Alba Editorial ● 408 paginas ● 27,50
La ascensión
Concluida la lectura de este volumen dedicado a una obra ineludible en la historia del jazz (plagada de informaciones, testimonios y datos biográficos), se tiene la borgiana impresión de que A love supreme es una especie punto cardinal donde convergen y se revelan todas las inquietudes musicales y espirituales del universo coltraneniano. Es como si todo lo que acontecido antes y después en la vida y obra de John Coltrane (1926-1967) fueran hechos atraídos, de forma irremediable, hacia esta grabación fundamental de 1964. Otro hecho de primer orden es que Coltrane no disociaba, en esa trayectoria final de su carrera, el hecho musical del acto religioso: espíritu y música estaban llamados a fundirse. “Es como si le hubieran encomendado una misión”, comentaba Miles Davis. ■
Búsqueda y despertar
JOHN COLTRANE. La obsesión de plenitud.
BURT GOLDBLATT
Faltaba el último paso para colmar esa "obsesión de plenitud" en la construcción de una suite, en cuatro partes, donde todo quedara expresado: Acknowledgement, Resolution y Pursade/Part 4-Psalm se grabaron en una sesión de 4 horas, el miércoles 9 de diciembre de 1964 , según atestigua el mítico técnico de sonido Rudy Van Gelder. En lo musical, se daba un “efecto de directo”, un equilibrio entre composición e improvisación. También de unidad en la plegaria de agradecimiento, cantada al principio y hablada al final. Según describe Kahn, “A love supreme lo unía todo en una mezcla que dejaba al descubierto las raíces e influencias del cuarteto: los polirritmos africanos, los tempos lúgubres del jazz modal, el lamento melancólico del lejano Oriente, la agitación del bebop, el sentimiento familiar del blues y la liberación del gospel". En sus últimos trabajos (Ascension, Om, Expression), la disolución de líneas era el camino para alcanzar la preclaridad uniforme. A medida que el sonido y su alma se expandían, el silencio estaba cada vez más cerca. La música no era ya una manifestación laica, sino un acto de fe convertido en pura energía.
MEMORIA VIVA
El trono de la batería ROY HAYNES ● FOUNTAIN OF YOUTH ● Dreyfus / Nuevos Medios ■ La reciente muerte de Elvin Jones, el pasado mes, coloca en el trono de la batería a Roy Haynes (nacido en 1926). Acompañó a los grandes: a Parker en 1949, a Coltrane en 1963 (sustituyendo a Jones), a Miles Davis, pero sobre todo formó parte del grupo de Monk. Batería criado en la escuela bop de Max Roach, Haynes oculta sus precisos y nunca gratuitos movimientos. Percusionista que trabaja sobre intensidades más que sobre ritmos o líneas, tiene un sonido velado en los platos y refuerza su esquema con un drumming redoblante y veloz. que produce, entre destellos de platos, un swing denso y de contrastes. Una de su cualidades es descubrir jóvenes valores. En estas excelentes sesiones grabadas en Birdland, el 4 y 5 de diciembre de 2002, Haynes se hace acompañar un cuarteto con dos músicos excelentes: el pianista Martín Bejarano (articulación fluida y ágil, de exposición clara y lustrosa, recuerda Kikoski) y el saxofonista (tenor y soprano) Marcus Strickland, entre el clasicismo y el vigor encendido de Coltrane (ss). Trinkle Tinkle, Green Chimneys (Monk) y Question & Answer (Metheny) poseen la gracia de la perspectiva y el vigor de lo nuevo.
alcohol). El libro repasa la densa y prolífica carrera del saxofonista (que abarca a penas diez años), dando detalles y fechas desde sus inicios hasta la fundación de su cuarteto clásico (se extraen testimonios de sus miembros). Una organismo irrepetible formado por McCoy
Tyner (piano de acordes monumentales, de fantasía orquestal y tensión cíclica), Elvin Jones (batería impenetrable, que compagina el vigor con los destellos fulgurantes de los platos) y Jimmy Harrison (bajo de trabazón fibrosa). En 1963 (ya había entregado Impressions y Cres-
La piedra angular del bop resumida
Entre Bird y el nacimientodelcool
Los primeros pasos en Blue Note
El talento en la trastienda
1960: Taylor en Candid
CHARLIE PARKER ● The Essential Charlie Parker ● Union Square Music
MILES DAVIS ● Birdland 1951 ● ConBlakey, Mingus● Blue Note / EMI
HORACE SILVER ● Horace Silver trio ● Con Art Blakey ● Blue Note
DUKE PEARSON ● Sweet Honey Bee ● Blue Note
CECIL TAYLOR● The world of Cecil Taylor ● Candid / Karonte
■ En estos dos cedés se encuentra la esencia, la intensidad, la belleza mundana y arrebatadora del bebop. Decir algo más sobre este documento histórico (un resumen de las fundamentales sesiones de estudio de Savoy, sobretodo, y Dial, grabadas entre 194647) sería caer en redundancias y adjetivos al uso. Con cada grupo de temas se añade un pequeño texto aclaratorio de los protagonistas y las circunstancias que rodearon su registro (buen sonido). El solo irrepetible de Bird en Ko-Ko, con la inspiración de su lado, acompaña los momentos de desolación y sufrimiento de la tristemente llamada sesión Lover Man: la exaltación y el drama. Un jovenzuelo de 19 años llamado Miles Davis, recomendado por Diz, empezó a esculpir su nombre en la historia del jazz y acabó liderando el grupo del saxofonista.
■ Durante la gira californiana de 1946, Gillespie abandona a Charlie Parker en plena crisis. Miles, pese a su lenta digitación, le sustituye. En el receso de siete meses en que el saxofonista permanece en el siquiátrico de Camarillo, Miles, miembro ya regular, empieza a frecuentar el apartamento de Gil Evans en Nueva York, donde coinciden músicos como Kontiz, Mulligan o Lewis. En 1949, y en otro desmarque de Bird, se saborea ya el cool del El Noneto Capitol. Miles siguió a Parker hasta las sesiones en Prestige (enero de 1951) compaginando su propia banda (Rollins y Roach). Entre febrero y septiembre de ese año, en Birdland, tienen lugar estas sesiones recopiladas a duras penas. Momento de transición.
■ Silver llega a Nueva York en 1951. Inmediatamente es descubierto por Stan Getz, al tiempo que conoce a Art Blakey. Llegó a tocar en dos ocasiones con Charlie Parker antes de contactar con Lou Donaldson y abrírsele las puertas de Blue Note dos años después, fecha de grabación de este inusual (para Silver) título a trío (añadiendo el latin tingue en la congas de Sabu). El piano despliega sus inagotables ideas melódicas y discurre imaginativo y nítido en su fraseo, liderando el ritmo swingueante y mestizo. Son los primeros pasos de un músico que practica el quinteto y que abrió nuevas vías desde el hard bop hacia el funky. Música construida sobre la tradición del blues, de espaldas al bop y al lado del cool. El jazz se abre hacia nuevas metas expresivas.
■ Pearson, compositor del famoso Jennie, fino estilista influido por Horace Silver, fue, desde su puesto como productor de Blue Note, la cabeza que daba forma a algunos de los productos más rentables y acabados del sello en la década de los 60. Esa misma tarea de arreglista relegó a segundo plano su proyección como pianista. Alquimista insaciable que unía sobre la base del hard bop todos los estilos del momento, Pearson es el eslabón clave que engarza dicho estilo y todas las corrientes surgidas desde los 50. El buen gusto en los resultados musicales, la clarividencia para mezclar especias (bossa, latin, soul blues, jazz modal) y músicos (Henderson, Hubbard, Ron Carter) hacen de éste disco de 1966 (casi la misma formación, dos años antes, que en Wahoo!) un título de justicia.
■ La intelectualidad del jazz desembarca en Candid en 1960, y con ella la avanzadilla de la creación musical y el pensamiento político. A Max Roach y su Freedom Now Suite se añaden los nombres de Mingus y Taylor. En este disco se incluyen Air y Lazy Afternoon, dos piezas seminales en el ideario musical del pianista. El racimo de pequeñas síncopas, el sentido trascendental del blues, la organización de motivos en un discurso extensivo, complejo e hipnótico y unos recursos pianísticos indómitos, cuentan con la colaboración de Archie Shepp en el tenor (credencial del free venidero), la sección rítmica con Buell Neidlinger al bajo y un espléndido Dennis Charles a la batería. El impulso de una revolución estética.
Su búsqueda obsesiva de la perfección técnica, la determinación para alcanzar una voz propia (actitud crítica que le hizo ser una persona reservada, tímida y algo insegura), tuvo siempre en la religión la respuesta a todas sus dudas existenciales y demonios personales (droga y
En 2002 salió la edición Deluxe en Impulse!, que contenía la copia original (sesión del día 9) y un segundo CD con la versión en sexteto (sesión día 10 ) y una toma en directo (Festival de Antibes).
GRABACIONES ESENCIALES
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 16. 2. 2004
por Jesús Gonzalo
Del gran árbol de la música negra y de tres de sus ramas más frondosas, jazz, gospel y blues, se extendieron dos estilos que tomaron el relevo definitivo de popularidad en los setenta, el soul y el funk
Notas azules, cultas o populares VARIOS: UNTINTED ● BLUE NOTE / EMI
Al GREEN: I CAN´T STOP ● BLUE NOTE / EMI
En los sesenta, lo más cercano a una respuesta afroamericana al pop art son los graffitis (cultura callejera de testimonios) y en la música cierto jazz que llegaba a la gente desde el sello Blue Note. El ambicioso recopilatorio Untinted está concebido de forma retrospectiva y atando cabos, para ofrecer un visión reveladora aunque ficticia sobre tendencias hoy definidas pero cuyos orígenes quedaban dispersos en el vasto calidoscopio de la música negra que va de los 50 hasta los 70. Ya en el presen-
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te, Al Green entrega una producción concienzuda y de fidelidad al clasicismo en un soul-blues venido de Memphis. Entre 1958 y 1973, Blue Note –sello fundamental en la música negra popular– produciría obras de vanguardia a la vez que abonaría el germen de una creación musical y artística (diseño gráfico en carátulas y contraportadas) en armonía con los cambios estéticos y sociales de una creciente clase media. La raza negra, no sin antes dejar mártires en la lucha por los derechos civiles, hacía progresos en esa esfera social hecha sólo para blancos (reflejado en el cine con Adivina quién viene esta noche a cenar, 1967). El fenómeno de masas de los Beatles (llegan en 1964 a EEUU) y el auge del pop artístico van paralelos, aunque muy distanciados, al arte de protesta y la militancia social en el jazz. El equilibrio que sustentaba la identidad de esta música entra en crisis: diversidad de tendencias, menos público, falta de trabajo.
Blue Note, hacia los 70 La unión de cultura blanca y negra tendría lecturas distintas en la música. Las bandas sonoras de Mancini, Shifrin o Barry, la bossa nova y el exotismo de postal de Mantovani, Esquivel y Baxter habían alimentado el sonido lounge. La música negra, al margen del free jazz y el avantgarde, daría una réplica popular a esa coctelera de tendencias desde la tradición del blues y desde Blue Note. A mediados de los sesenta, la combinación de gui-
transición, de puente hacia algo más ambicioso y masivo que llegará en los setenta con el soul y el funk, o incluso más adelante en la visión retro de la lounge music. De virtud integradora y expansiva, este disco tiene ejemplos del prestigio y la popularidad de Horace Silver, Herbie Hancock, Wayne Shorter, Andrew Hill, Bobby Hutcherson, Donald Byrd o los menos conocidos de Gene Harris, Reuben Wilson y Bobbi Humphrey. Untinted es una radiografía virtual extraída del excelente catálogo de Blue Note, que intenta aglutinar antecedentes en un enfoque estético impreciso pero elegante, popular y muy influyente aún. Su generosa duración sólo adolece de un contenido informativo mínimo.
Clasicismo en el soul
CRUSH
¿POP ART NEGRO? Estética de suburbios,militante y psicodélica.
tarra eléctrica y Hammond B3, ya incorporados en los cuarenta y en los cincuenta en el jazz, el rhythm & blues y el gospel (de los púlpitos al soul masivo) se materializa. El órgano de jazz (que sale de las iglesias) pasa del toque pianístico (Fats Waller) y la plegaria colectiva a la secularización burbujeante y placentera (Jimmy Smith). La guitarra eléctrica le acompaña en este viaje (Grant Green). Los saxos se abren a melodías pegadizas en un swing adaptado a los tiempos (Lou Donaldson). Se incorporan instrumentos como el vibráfono, no desde el planteamiento culto
del Modern Jazz Quartet, sino más bien como un detalle de diseño inmerso en un groove (término importante) ligero. La polirritmia se hace más sencilla, aun cuando sigue dentro de un esquema modal matizado por el rock y con arreglos para cuerdas y metales en pequeño formato, inspirados en los firmados por un Gil Evans que escuchaba a Hendrix. Esta selección despintada, Untinted, está escogida para ilustrar una ficción estilística que aglutina sofisticación sonora y calidad, a través de una perspectiva certera sobre músicas que parecen de
Al Green es una leyenda del sonido de Memphis, ese que se construye a comienzos de los setenta sobre el blues sureño, el gospel y el R&B: órgano y coros extendidos como respuesta a la oración abierta por el maestro de ceremonias en los espirituales. Green es un cantante de registro medio, con una voz pulida y cierto desgaste en las terminaciones que le da credibilidad y no le impide elevarla hasta el éxtasis en agudos recurrentes. Para la producción y arreglos musicales cuenta con Willie Mitchel, su trabajo al frente de matices es encomiable: no hay saturación ni complacencia. I Can’t stop es un trabajo vitalista y fresco con momentos para dulzonas baladas soul, que evita los clichés de los ritmos programados en las producciones actuales, salvaguardando las esencias y la herencia del R&B y recuperando un momento histórico en la música negra popular.
NOVEDADES: SOUL-JAZZ-FUNK
Tuve un sueño, el Woodstock negro
Banda sonora del ‘blaxploitation’
Más lupa sobre el soul jazz
La combinación perfecta
La última visión de Miles Davis
ISAAC HAYES ● At Wattstax ● Stax Records-Fantasy / Nuevos Medios
VARIOS ● Superfly soul ● Union Square Music / N. Medios ● 2CD
VARIOS ● Afrodisia 3 ● FantasyNuevos Medios
THE MELVIN SPARKS BAND ● What you hear is... ● SAVANT / Maui
NICHOLAS PAYTON ● Sonic Trance ● SONY
Ideal complemento estético y cronológico a la reseña de Isaac Hayes. Generosa e ilustrativa compilación de la primera psicodelia en el soul (entre el 69 y el 75 pero centrado en los años 71 y 72). Si el corte número uno del primer cedé pondrá los dientes largos a todos los amantes de ese swing negro setentero que es el funk, con Bobby Womack y Across the 110th street, esperen a encontrarse con clásicos de Curtis Mayfield, Maceo Parker (ausencia, la de James Brown), Sound Experience, Ike & Tina Turner y nombres menos conocidos pero muy golosos (Gil Sott, Joe Thomas, Richard Groove Holmes, Reuben Wilson, Rasputin Stash...). Hay joyas originales y la huella seminal de la música disco y del acid jazz. Superfly soul es sin duda un cedé valioso.
Esta selección no tiene la misma intención que la reseña anterior, en esta tercera entrega de la serie los principios se mantienen en el criterio personal y la búsqueda de un hilo conductor que rescate y describa una época más amplia, entre los 60 y los 70, en la que músicos tan dispares como Jack Mc Duff, Chet Baker, Dom Um Româo o Ella Fitzgerald pudieron coincidir en algún punto cercano a la fusión de jazz y soul. El espíritu negro del R &B queda abierto a la música disco y la bossa nova: es una compilación diseñada para especialistas del género, profesionales de las mezclas y buscadores de tesoros publicitarios. Los textos explicativos añaden valor a un producto que manifiesta culto por el vinilo.
■ Esta entrega del guitarrista Melvin Sparks es un hervidero de sonidos y esencias del mejor blues, en un modelo instrumental que se enriquece con el valor de las improvisaciones y los arreglos de metales. Si sobresaliente es el quehacer del titular, no menos importantes son las participaciones del conjunto. Atravesando el concepto del R&B y el funky sensual de James Brown, el disfrute se hace inmediato en los sonidos contagiosos y en la compenetración de géneros y músicos. Además, no carece de elementos que actualizan una música convincente, equilibrada de forma meritoria en la herencia del jazz, el blues y el hermanamiento de Hammond B3 y guitarra. Un trabajo, en su género, que no debe pasar desapercibido.
■ Suena a Bitches Brew, On the Corner y Doo bop, el último disco de Miles Davis. Tres décadas separan los primeros pasos de un género con decorado electrónico, pero nacido dentro de la música negra, y este trabajo experimental de un músico nacido y situado en el neoconservadurismo de Marsalis, Nicholas Payton. Es un paisaje electrificado davisiano, de facciones acústicas caprichosas y mutantes, con bases programadas y pianos esquivos, trompetas angulosas que rozan la sicodelia y otros tratamientos erráticos del sonido (ecualización y presencia). Payton llega a Hassell desde Miles Davis en un laboratorio que confunde fuentes y crea texturas magmáticas a ritmo de hip hop y funk turbulento.
■ 1972, en Los Án-
geles tiene lugar un evento simbólico para la población afroamericana que da réplica a Woodstock. Patrocinado por el sello Stax Records –afincado en Memphis– en el Wattstax se dieron cita iconos populares de la cultura negra, artistas como Rufus Thomas y líderes religiosos como Jessy Jackson. Isaac Hayes hizo las veces de predicador, músico (teclados, saxo) y cantante de voz recia y curtida en la mejor tradición de un soul-blues que se acerca a la psicodelia. Mensajes reivindicativos, seducción de terciopelo negro, potencia de grupo y entrega total en escena. Himnos de la época como Never say goodbye, Part time love, temas de Shaft y el espléndido meddley Ain’t no sunshine/lonely avenue recorren este documento intenso y auténtico del hermano americano de Fela Kuti.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 8. 12. 2003
por Jesús Gonzalo
Es uno de los más sólidos y productivos proyectos discográficos que respaldan la vitalidad del jazz español. Éstas son algunas referencias editadas por sello catalán en este año, una apuesta con proyección exterior DISCO-LIBRO
Desde Cataluña para el mundo LLUIS VIDAL TRIO & MARK FELDMAN: Secret Omnium ● Con David Mengual y David Xirgu
CHRIS KASE: Nine easy pieces ● Con Daniel Pérez, John Stetch, Johannes Weidenmüeller y Air Hoenig
■ Desde Lérida, el sello Satchmo Jazz nace como extensión lógica de la venta por catálogo de la distribuidora con el mismo nombre. Hasta el día de hoy tiene editadas unas sesenta producciones inspiradas por una filosofía que parte del empuje de los músicos locales (una cantera históricamente muy activa en el jazz español y que cuenta con puntuales apoyos institucionales para grabar), las colaboraciones de figuras del jazz patrio y la clara intención de posibili-
tar la participación de artistas internacionales instalados en nuestro país o venidos para un proyecto exclusivo. La amplia nómina de músicos que incluye su catálogo abarca un abanico instrumental que reúne algunos de los mejores pianos, saxos, baterías, bajos, guitarras y voces del panorama nacional. Lluis Vidal es un histórico del jazz catalán. En su amplia discografía para otros sellos afines del entorno (New Talent) y con el excelente batería que es Xirgú ha dejado constancia de una vocación inquieta que alcanza un nivel extraordinario en éste su primer trabajo para Satchmo, sin duda uno de los discos del año. La incorporación a su trío del bajista David Mengual (autor de los celebrados Monkiana y Mosaic) se refuerza con la participación de uno de los músicos que mayor trascendencia ha tenido en el metalingüismo del jazz de la última década. El violinista Mark Feldman (Uri Caine, Dave Douglas) ha colocado en un lugar de privilegio a su instrumento, definiendo un léxico camerístico que posibilita el diálogo exigente entre diferentes estilos (eléctricos, jazzísticos, populares y contemporáneos) a través de la erudición académica y la improvisación. Su sonido recuerda a la mejor tradición de violinistas judíos de principios del siglo XX. Con una técnica impecable, su expresividad se amolda perfectamente a casi cualquier contexto, aunque prefiera los desafíos, como en este trabajo de Lluis Vidal, dotado
Historias de jazz VARIOS: Vidas fingidas ● Relatos: Juan Ferrer, Ilustraciones: J. M. Cazares, Locución: J. Dauder
de una escritura luminosa y cambiante donde caben tensiones y aristas pero también la redondez. Feldman aquí puede recrearse en sus febriles arrebatos que intercalan melodías clásicas milagrosamente. El afilado sonido romántico de su violín, persuasivo o intimidatorio, con pellizcos lúcidos en pizzicato, se encuentra en un medio idóneo dentro de una música de contrastes poéticos que se orientan hacia la plenitud expresiva de intelecto y corazón. Kase ya nos deleitó en Song we once knew, donde Kenny Wheeler,
un maestro al que se acerca emocionalmente en la calidez del sonido y la pulcritud del fraseo, participaba activamente. Con ser importante el valor de la escritura en este trabajo, lo realmente reseñable es la fragancia y belleza que exhalan estas Nueve piezas fáciles. Estimulante, cercano, embriagador, fluctuante y vitalista, este obra se edifica gracias a la labor de un conjunto perfectamente cohesionado (excelentes John Stech y Dani Pérez) y una claridad de ideas que convence en temas como Número 3, Speak Low o Hesitation Tango.
■ La pasión que imprime el jazz ha seducido sensibilidades estéticas que pretenden inmortalizar en imágenes todo ese mundo que le rodea atraído por lo irrepetible. La fotografía, el cine y la literatura han descrito de forma exclusiva o circunstancial las vidas que de un modo u otro han sido tocadas por el jazz. El cómic, muy especialmente, también se ha dejado seducir por el mundo humeante de soledades, misterios y acordes de vidas sincopadas. Gonzalo Suárez prologa este discolibro (ilustraciones de Cazares sobre textos de Juan Ferrer, quien participa con Ballesté, productor discográfico del sello, en la selección musical), aludiendo al “sueño eterno compartido de John Huston, Raymond Chandler y Howard Hawks”, por esas historias con trasfondo azulado, donde una sola imagen ilustra cada relato y la música de fondo es un vivo decorado. Son 20 historias narradas antes de que los sonidos aparezcan y las describan. Están escritas en primera persona con ese ritmo ágil, de cine negro, donde la melancolía humeante se sobrelleva con whisky y las miradas rasgadas desconfían a la vuelta de la esquina de la vida.
NOVEDADES
Un piano en la ensalada
Un divertimento que va en serio
Juventud y disciplina
La acuidad de la memoria
Relieves de pasión y energía
MARIANO DÍAZ: Barbacue Beat ● Con Chris Kase, Javier Colina, Javier Malosetti y Guillermo MC Gill
AFRO BLUE: Semibolero en famenor ● Con Xavier Figuerola, Guim García, Xavier Algans, Grau...
CARLES MARGARIT GRUP: Ahí te quedas ● Con Raúl Reverter, José Reinoso, Rai Ferrer y David Gómez
ADAM KOLKER Y XAVIER MAURETA: Meditacions ● Con Dani Pérez y Rai Ferrer
TIM ARMACOST: Brightly_dark ● Con Bruce Barth, Ray Drummond y Billy Hart
■ Este conjunto (quinteto con dos saxos) se plantea la muy respetable labor de hacer disfrutar sin perder la sonrisa instrumental ni los guiños de erudición. Me siento flex, ya ven, a ritmo de boogaloo. Un meddley de So what y Come together, donde Davis gana a los Beatles, y el piano sobrevuela bases que pasan de Cachao al funk con un soberbio solo del saxo. El Roxanne de Police, espléndido enuna fragilidad bluesy al soprano y piano que se gira hacia el son. Afro Blue, el clásico de Mongo Santamaría, marca los límites, si los hay, de un repertorio que incorpora Un ramito de violetas o Milestones, todos enfundados en unos arreglos con fundamentos afrolatinos. Una gozada, en
Equilibrio entre admiración y personalidad, fuerza y arrebato en la música de este joven quinteto que demuestra potencia interpretativa y buen gusto. By myself es un tema de aliento solemne y elevado que remite directamente en su desarrollo a The magesty of the blues, de Wynton Marsalis (también en Dear John). Están Coltrane y los preludios espaciales, la batería de vigorosos redobles y platos encendidos de Jones y el pianismo apuntaladode McTyner, los años sesenta y cierta Blue Note en ritmos más ligeros. Loverman es una balada con el tenor y el bajo, la única composición no firmada por este saxofonista. Un grupo al que se le auguran tiempos de madurez y reconocimiento.
■ Mucho tiene que ver en este título la elocuencia esquiva de Dani Pérez y su guitarra angulosa y hechizante. Su nombre está asociado con algunos de los mejores trabajos de este sello (David Mengual, Kase). Él y Kolker llevan el peso de un discurso de emociciones sinuosas que recuerdan al trío de Motian con Frisell, en otras se asoma Abercrombie o Scofield. El saxo (tenor o soprano) tiene un sonido cálido y pulido que persuade enseguida, dispuesto para sobrevolar los registros medios y acomodarse en los altos para luego descender entre frases cortas. Estilismo compactado y seductor en la sección rítmica. El cuarteto resuelve un encuentro de fluido interiorismo.
■ Es un cuarteto clásico formado por veteranos que no necesitan presentación, en una de las producciones internacionales del sello. Se perciben moldes inspirados en el grupo histórico de Coltrane al comienzo con Afro Pentameter y el recio lirismo que respira a pulmón abierto desde el soprano. El tiempo sumergido en una reflexión sincopada de Children at play equilibra el fulgor hard bop de Brightly dark con un excelente solo de Barth al piano. Baladas de recuerdos, la difícil práctica de convencer en los tiempos lentos y en esos lienzos de claroscuros, silencios y tensión, en May I come in? y And then there were four. Un título de impecable sabor jazzístico. Entre lo mejor de quien lo firma.
■ El debut del pia-
nista Mariano Díaz interesa. No se han escatimado colaboraciones para redondear un proyecto que manifiesta una querencia por el melodismo de canciones populares y la recreación solista inspirada en dicha estructura. El buen hacer de Javier Colina y Mc Gill en estos enfoques de animosidad alterna y refinación armónica que se alimentan de un planteamiento abierto sin ser mestizo. Bajo eléctrico que imprime nervio en los temas de bop y blues funk mientras la trompeta dibuja figuras. Díaz recuerda a ese pianismo de regusto clásico, detallista, de líneas claras y con la ornamentación justa de Mehldau y maestros como Wynton Kelly. Engarza varias líneas melódicas en un marco de tensión controlada y acordes cocinados con especias sustanciosas.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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JU. 24. 2. 2005
TOROS
ENTREVISTA
Savina Yannatou. Cantante Entre la nueva hornada de cantantes griegas, Savina Culturas, la artista, acompañada del excelente conYannatou nos devuelve las esencias culturales del junto Primavera en Salonico, presenta su disco ‘Sumiglia’. Mediterráneo. Hoy, a las 20.30, en la Fundación Tres Tradición y modernidad sin fronteras idiomáticas.
“La idea de tres culturas viviendo en paz no es ninguna utopía” lengua sin tierra, una cultura predestinada a desaparecer”. Yannatou es la tercera artista que forma parte de la discográfica alemana ECM. Primero fue la compositora de las películas de Angelopoulos, Eleni Karaindrou. Más tarde llegó el pianista Vassilis Tsabropoulos. Pero ella es la primera cantante. “Es muy importante formar parte de esta prestigiosa discográfica, además todos nosotros ya éramos aficionados a los trabajos que publicaban”. En realidad, con Sumiglia empieza la verdadera carrera para ECM. El anterior, el excelente, intenso y vitalista Terra Nostra, era una grabación en directo. Ahora el reputado dueño
JESÚS GONZALO
Las palabras de Savina Yannatou transmiten serenidad, sabiduría y una especial sensibilidad para hacer de su arte una búsqueda, más que una respuesta. Se sorprende cuando se le indica el nombre de la institución en la que esta noche ofrecerá su concierto en Sevilla, la Fundación Tres Culturas, una intención fraternal que resume lo que su música representa. “No lo sabía, parece un proyecto interesante, judíos, árabes y cristianos unidos”. ¿Utópico, dadas las circunstancias? “No lo creo, la historia nos enseña que es posible convivir en paz si aprendemos de ella. La música también”. Esta actitud que concilia épocas y costumbres, la idónea para afrontar el futuro del entendimiento entre culturas, explica su respetuoso acercamiento a las músicas que recorren el Mediterráneo. El amplio cancionero popular que recopila es diverso en su origen y época, y tan extenso como la distancia que separa Armenia de Galicia (“hemos incluido una muñeira en nuestro último disco”), pasando por todas las orillas del mar histórico e incluyendo a su paso los Balcanes, Sicilia y Córcega. “Si recupero el pasado no es con una intención arqueológica, ni siquiera musicológica, sino para crear y descubrir. Pero, por supuesto, recopilar temas tradicionales, rescatar melodías de la memoria de nuestros pueblos y darles una nueva luz, implica, en cierto modo, recuperar algo del pasado”. Savina Yannatou no sabe nada del boom musical griego. No se plantea si pertenece a la nueva generación de cantantes femeninas de proyección internacional ni si la música de su país “está o no de moda, o si tiene más razones que otras para cantar al Mediterráneo porque esté mejor situada”. De formación clásica y cultivada en la música popular de su país, Savina y Primavera en Salonico, la formación con la que llega a Sevilla, nos invitan a un viaje sin crono-
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■ SEVILLA.
AFINIDADES
El título de su último trabajo para el sello ECM ,‘Sumigila’, significa similitudes en corso. El mar de la historia que nos une
SAVINA YANNATOU. Desde Grecia, la voz de las tres culturas.
logía ni fronteras físicas, pero seguro del camino que hoy pisa. Para poder dar forma a un repertorio que “se nutre de elementos culturales e históricos tan diversos”, el conjunto instrumental –“confío en que sea el idóneo”–, como otros influyentes grupos folclóricos –el Muzikás de Marta Sebestyen o Brastch– tiene que ser lo suficientemente versátil para poder interpretar una música que toma referentes dispersos –música antigua y medieval, Renacimiento y Barroco–, añadiendo la improvisación contemporánea, alejada del léxico jazzístico, como vehículo que canaliza y sirve de puente entre pasado y futuro: “con la intención de reinventar la ri-
queza del legado popular de nuestro entorno”. Primavera en Salonico (“en judeo-español”) toma su nombre del primer trabajo en el que la cantante colaboró con el grupo, en 1995. Dirigido por Kostas Vomvolos, este conjunto de cámara con sobrenombre sefardí (“aunque ninguno de nosotros lo es”) incorpora instrumentos árabes (oud, flauta nay y percusiones) y occidentales (violín, viola, contrabajo y acordeón). Dicho título fundacional era un homenaje al cancionero sefardí que aún se conserva en una de las comunidades más importantes de esta cultura en el destierro desde el siglo XV, Tesalónica, en Grecia, donde está afincado el grupo. “Sí, el sefardí es una
del sello independiente, Manfred Eicher, toma las riendas de la producción, espaciando los sonidos y dando una solemnidad en la que no cabe el tono religioso. “Es, sin duda, una producción ECM, una garantía con todos los ingredientes de marca, todos menos lo religioso. Terra Nostra fue otra cosa “. Aunque el estreno de su último trabajo, Sumiglia, se anuncia para el 23 de marzo en Atenas, la ciudad de la cantante, “el concierto de Sevilla incluirá piezas de nuestro último trabajo y también otras de anteriores, será un popurrí del repertorio habitual del grupo”. Lo que nos enseña y transmite la voz de esta hermosa mujer es que, al menos en la música, no existen las barreras. “Ese es mi deseo”. , Hoy, en concierto, Savina Yannatou & Primavera en Salonico presentan en La Fundación Tres Culturas Sumiglia / ECM.
Ortega Cano quiere reaparecer el 24 de abril en Brihuega El retorno está supeditado a la recuperación de su esposa, Rocío Jurado EFE
El matador de toros José Ortega Cano quiere volver otra vez a los ruedos, a vestir el traje de luces, según anuncia un portal taurino en una entrevista con el torero, en la que precisa que esta decisión estaría condicionada al estado de salud de su mujer, la cantante Rocío Jurado. “En el caso de que ella no pueda hacer vida normal –según las palabras de Ortega– finalmente no torearía. Pero si Rocío está bien, y lo confirman los médicos, quiere torear “unas doce o quince corridas de toros para disfrutar del toreo. Corridas buenas y en sitios buenos, unas pocas, pero hay que disfrutar de la vida y tratar de ser feliz”. El diestro cartagenero tiene previsto viajar hoy, junto a su mujer, a Houston, donde ella está siendo tratada por los médicos de un cáncer. La decisión de Ortega Cano parece que está muy meditada, como lo prueba el hecho de que incluso ya ha nombrado apoderado, el banderillero retirado Luciano Núñez. La información facilitada a través de internet señala que ya hay una fecha para la reaparición, el 24 de abril en la localidad española de Brihuega, junto a Enrique Ponce y Julián López El Juli. José Ortega Cano, que tomó la alternativa como matador de toros el 12 de octubre de 1974, se retiró de los ruedos por primera vez en octubre de 1998, en la plaza de Jaén. Estuvo sin torear las temporadas de 1999 y 2000. Reapareció en marzo de 2001, y estuvo en activo hasta final del año 2003, en que se despidió en la plaza de toros madrileña de Vistalegre. ■
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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DO. 2. 1. 2005
por Jesús Gonzalo
Esta guía del pasado año nos anticipa el panorama de 2005. La creatividad seguirá imparable pese a la situación del mercado discográfico y a las políticas poco estimulantes. El jazz en Europa acoge una nueva oleada
Europa, un refugio creativo El jazz es un lenguaje universal y de progreso. La libertad que conlleva siempre ha resultado molesta, desde sus orígenes. Pero como es historia, patrimonio cultural exclusivo de los EEUU, dicen, es mejor convertirlo en algo en conserva. Mientras que Wynton Marsalis abandona el Lincoln Center, centro que custodia el jazz tradicional, la Administración Bush ha vetado la participación, hasta ahora imparable pese al embargo, de músicos estadounidenses en la edición de 2004 del festival de La Habana. Su falta de apoyo a la actividad artística afecta, cómo no, al
jazz, en un país donde la cultura o es mercado o no interesa. ¿Europa, ese espejo agradecido? A mediados de los años 60 se produjo un éxodo desde Nueva York. No había trabajo para los músicos más inventivos de la ciudad. Steve Lacy, que nos dejó este año, fue uno de los que se vieron obligados a cruzar el charco para instalarse en París. Ahora se produce un fenómeno migratorio parecido. La calidad de los sellos europeos es incuestionable, frente a los productos de fábrica –el boom crooner– de las multinacionales americanas. Italia, Alemania y Francia siguen en cabeza.
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ÓRBITA ITALIANA I Cosmonauta russi ● Battista Lena ● Lable Bleu /Karonte ■ Carrera cósmica soviética, tres astronautas rusos emprenden una odisea espacial. Uno de ellos narra la historia. El decorado ilusionista, de ironía y ternura, hace derivar las marchas militares hacia lo circense y las procesiones sicilianas. Las peripecias orbitales de estos tres héroes quedan suspendidas en un lugar imaginario entre el rojo comunista y el azul mediterráneo.
ROZAMIENTO ABSTRACTO
EL PIANO ARISTOCRÁTICO
LOS SILENCIOS TRANSITIVOS
The sublime and... ● Tim Berne ● Thirsty Ear ■ Berne siempre ha defendido el valor en directo de su música y este trabajo recoge fielmente el poder de su grupo más activo en estos momentos. La vehemencia expresionista, la extensión de los flujos sonoros y la disolución de los perfiles definen un discurso en rozamiento bizarro y único. Vanguardia
Live in Tokio ● Brad Mehldau ● Nonesuch/ Warner ■ Sensibilidad romántica vestida de contemporánea, el serpenteo disonante de Monk, la intensidad sentimental de Bill Evans y el contrapunto de Bach. Su madurez interpretativa participa del mundo apasionado e intelectual. Gershwin, Cole Porter o Radiohead, la canción popular revisitada para la modernidad.
Angles of respose ● Joe Maneri/Barre Philips/Mat Maneri ● ECM ■ El léxico que introduce Joe Maneri procede de la música contemporánea, el serialismo y la microtonalidad. Los tres se vuelven a reunir en un encuentro que provoca pliegues en el silencio. Es un cruce afilado y al tiempo inasible. Improvisación escurridiza que desvela erosiones en el vacío.
REFINADA POLIFONÍA
FICCIONES PRECIOSISTAS
Hymne au Soleil ● Belmondo ● Discograph/ Karonte ■ Los hermanos Belmondo consiguen un resultado de hermosa factura. Las composiciones son de principios del siglo pasado. Luz de colores tenues, que se materializa en la suavidad de contrastes. Gil Evans y Miles Davis, Rodrigo y Falla, dan pie a Fauré y Ravel. Polifonía modal, impresionismo y jazz
ESLABÓN DE FUTURO
BARTÓK EN LOS APALACHES
Itinaraire Imaginaire ● Stepháne Oliva ● Sketch /Harmonia Mundi ■ El pianista francés nos ofrece un relato borgiano. Los títulos recogen esta influencia de misterio y geometría. Resonancia de un silencio, paradoja, elipse o espirales forman un círculo abierto alrededor de un motivo que le da coherencia narrativa. La melancolía late desde un interior que cambia y se abrevia en dibujos esquivos.
Junk Magic ● Craig Taborn ● Thirsty Ear ■ Más allá de las constelaciones de Sun Ra, en un espacio hecho de materia misteriosa pero no oscura. La fantasía entre electrónica e improvisación queda atraída por ya las fuerzas gravitatorias del jazz, ya debilitadas por la lejanía del origen. Nombre imprescindible en las nuevas rutas de un largo viaje llamado jazz. Como pianista, teclista o manipulador de tecnología punta, el futuro se abre paso.
Class Trip ●John Abercrombie ● ECM ■ Cuando entra en acción un violín como el de Marc Feldman es casi imposible no toparse con un campo camerístico inigualable. Al lado de la guitarra de Abercrombie, cruce de expresionismo y country, la batería de Joey Baron y el bajo de Marc Jonhson, este proyecto es ensalza el detalle no forzado, la sabiduría melódica y el folk erudito.
ADIÓS AL ARTE DEL PROGRESO
AFINIDAD VIAJERA DESDE EUROPA
LA EDAD DORADA PASO A PASO
School days ● Steve Lacy ● hatOLOGY / Harmonia Mundi ■ El día 4 de junio de 2004 moría en Boston. A todos nos queda el sabor amargo de un adiós que nos hurta sus invenciones de poesía y estructura.Recientemente había recuperado la alianza con el trombonista Roswell Rudd. Esta reedición de mediados de los 60 nos devuelve su arte visionario.
Concerts ● Michel Portal-Richard Galliano ● Dreyfus /Nuevos Medios ■ El disco Blow up obtuvo una excelente acogida. Era una mezcla vitalista de un folclore que viaja entre África y los Balcanes,la improvisación virtuosa, el tango de Piazzolla e instrumentos populares (clarinetes y acordeón). Ésta es su continuación; en ella se escogen temas de tres conciertos, entre 1998 y 2003. Vital.
Les Trésors du Jazz 1953 ● Varios artistas ● Le Chant du Monde/ Harmonia Mundi ● 10 CD ■ Cuarta entrega que recopila, mes a mes, las grabaciones más importantes de 1953. Es un momento increiblemente fértil, el paso del bebop hacia nuevos estilos. Miles Davis, Charlie Parker, Gerry Mulligan, Stan Getz, Monk... Una lista imprescindible.
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DO. 2. 1. 2005
migratoria de músicos estadounidenses. John Coltrane está más vivo que nunca, un libro y un estupendo DVD devuelven a la actualidad la obra ‘A love supreme’. Una nueva biografía bucea en la atormentada vida de Chet Baker, el mito maldito DVD
Antes de la Revolución Cubana el joven Bebo Valdés era el asesor musical del club Tropicana. El túnel del olvido se ha cerrado aquí en España, en 2004, con un disco doble. De Italia a Alemania, pasando por Inglaterra y Suiza, ya en los 60, Chet Baker, el James Dean del jazz de los años 50, había dejado la huella de una reputación venida a menos por su drogadicción. El enfant terrible de la vanguardia neoyorquina se hace mayor, John Zorn cumplió 50 años celebrándolo por todo lo alto en su propio sello. John Coltrane está más vivo que nunca. Un libro y un estupendo DVD devuelven a la actualidad la obra cumbre del saxofonista: A love supreme. Ha sido un buen año en la edición de libros y DVDs. Esta música se resistirá una y otra vez a la apropiación museística.
SEDA BRASILEÑA Amorosa ● Rosa Passos ● Sony ■ La cantante bahiana nos ofrece uno de sus mejores trabajos, un homenaje al disco Amoroso (1977) de Joâo Gilberto. El matiz satinado de la bossa nova que ejercita aparece bien enfundado por las colaboraciones, entre las que destacan Yo-Yo Ma, Paquito D`Rivera y Paulo Braga. El swing se hace más presente para revitalizar el género.
MEMORIA VIVA Bebo de Cuba ● Bebo Valdés ● Calle 54 Records/ BMG● 2CD + DVD ■ Enciclopedia viva de la música cubana. En los años 50 ya era asesor del Tropicana. Casi un siglo de estos sonidos gozosos quedan recogidos entre el El Solar de Bebo y La Suite Cubana, para noneto y una orquesta en la mejor tradición del jazz afrocubano. Un disco doble que se completa con el DVD Cuaderno de Nueva York. Se le devuelve, así, su justa dimensión: compositor, pianista y director de orquesta.
LIBROS
EL SUPREMO ARTE DE COLTRANE
ÁNGEL Y DEMONIO
Coltrane`s A love sumpreme, Live in Amsterdam ● Branford Marsalis ● Inglés ● Marsalis Music /Karonte ■ Pocos se atreverían con esta pieza angular de la creación en el siglo XX. Pocos, por no decir que ninguno, sabrían hacerlo mejor que Branford Marsalis, una eminencia en cuanto a la hitoria del saxofón en el jazz que cuando escuchó por primera vez A love supreme, siendo casi un niño, pasó seis meses oyéndolo tres veces al día. Ahora, y sin ánimo de convertir una pieza única como ésta en un estándar –algo por otro lado imposible–, Branford y su cuarteto (Joy Calderazzo, Eric Revis y Jeff ‘Tain’ Watts), uno de los más en forma de la actualidad, revisan el palpitar anhelante de este histórico canto panteísta. Lo hacen desde el conocimiento profundo de la obra, y por ello no caen en una lectura conformista. Subrayan el swing mateniendo los ciclos hímnicos y la intensidad del original, pero añaden luminosas variaciones bluesy y un lirismo menos acuciante que el de Coltrane. Este DVD viene acompañado de un CD con el registro del concierto en el local Bimnuis de Amsterdam. Entre los extras cabe resaltar la larga entrevista a Alice Coltrane, viuda del músico, así como las impresiones que sobre esta obra maestra añaden saxofonistas de la talla de Michael Brecker, David Sánchez y Miguel Zenón. Por último, el apartado titulado Branford Casual nos enseña el día del concierto en la vida de su protagonista, los pequeños detalles que nunca vemos.
Deep in a dream. La larga noche de Chet Baker ● James Gavin ● Reservoir Books/ Mondadori ■ Apasionante reconstrucción cronológica de la obra, la vida y el entorno de un músico que en los 50 saltó a la fama como “la gran promesa blanca”. Nació con un don que brilló lo justo entre un océano de sombras. Como otros de la generación pos-Bird, malgastó su talento y arrastró su vida a la decadencia y la autodestrucción
EL BRASIL ‘CANÍBAL’ Verdad Tropical ● Caetano Veloso ● Salamandra. ■ La meteorología de los trópicos es fundamentalmente inestable. Hablar de “verdad tropical” implica un juego de ironía. Cultura, vida, círculos artísticos y política son los centros temáticos que con precisión lingüística y densidad de ideas Caetano hace suyos. El tropicalista canta desde la antropofagia cultural de su tierra. No le falta razón, ni tampoco polémica.
LA ASCENSIÓN DE COLTRANE A Love Supreme y John Coltrane ● Ashley Kahn ● Alba Editorial ■ “Es como si le hubieran encomendado una misión”, comentaba Miles Davis. Como si lo que aconteció antes y después en la vida y obra de John Coltrane fueran hechos atraídos de forma irremediable hacia esta grabación, tres años antes de su muerte. A medida que el sonido y su alma se expandían, el silencio estaba cada vez más cerca.
TIEMPOS PARA HACER BALANCE Sentimental Journey ● Ben Sidran ● Go Jazz /Karonte ● 2CD ■Figura decisiva en la divulgación del jazz y dentro de éste ese estilo suave del smooth jazz. Sidran se comporta como un personaje lorquiano, aislado en la actual coyuntura cultural de los EEUU. Esta recopilación recoge lo mejor de su carrera. Blues cálido, funk de crooner, herencia de Horace Silver y Chet Baker.
NUEVOS TALENTOS Ghu! ● Abe Rábade ● Karonte ■ Al trío del joven pianista gallego Abe Rábade se le suman, para este debut, las excelentes colaboraciones de Chris Kase, el saxofonista valenciano Jesús Santandreu y de otro gallego, el guitarrista Michel González. Jazz sin medias tintas, musculoso y vivo. El pulso firme de una estructura nivelada en exposiciones de tema y sucesión de solos. Compacto y vigoroso jazz hispano.
PEQUEÑAS-GRANDES HISTORIAS
ABRE LOS OJOS Y ESCUCHA
LAS ESTACIONES DEL NUEVO TANGO
Charlie Christian ● BDJazz-2CD ÉDITIONS NOCTURNE / Resistencia ■ Hay un antes y un después de este guitarrista. Su vida artística apenas duró dos años, 1939-41. Elegante colección, editada en formato de disco libro con pastas duras, que recoge grabaciones con Benny Goodman y en solitario, un breve apunte biográfico y una cronología. El cómic ilustra la realidad efímera de unos sonidos que marcaron época.
Live at Tonic 1999 ● Masada ● Película de Antonio Ferrera ● Tzadik ■ Ahora que este grupo se prodiga poco en directo, aparece un documento en vivo. Nacida en Nueva York en 1994, Masada ha sido la iniciativa más productiva y exitosa de su autor. Live at Tonic – base de operaciones situada en el Lower East Side– nos abre los ojos a lo que los sonidos ya nos describían: una comunión asombrosa. Desde casa, uno de los testimonios más refrescantes y completos de la fecunda singladura de Masada.
Astor Piazzolla. ● Natalio Gorín ● Alba Editorial ■ “Nací en Mar del Plata, me crié en Nueva York, encontré mi camino en París pero toco músixca argentina, la de Buenos Aires”. El tango era un arte popular de origen callejero hasta que llegó él. Persona tierna y sensible, polémica e íntegra a la vez, dicen que fue todo un carácter. Un espíritu infatigable, una música que respira eternidad. De la primavera al otoño porteños.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
Jazz
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LU. 29. 12. 2003
por Jesús Gonzalo
Siempre intentado inmortalizar el instante creativo, el jazz es un arte que refleja la época en la que se desarrolla. Como síntesis de la mentalidad contemporánea que representa, les ofrecemos esta guía
El arte del momento El jazz es un arte fecundo y exigente que está en evolución constante. Desde siempre se ha alimentado de un vocabulario amplio y políglota sin perder sus esencias ni adulterar su sentir inquieto. Sin hipotecar un valor en el que prevalece la voz propia esperando un mesías, su evolución se ha producido a golpe de timón en manos de in-
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trépidos navegantes y también cada vez que se expresa este misterioso fenómeno que atrapa el instante y luego desaparece. A todo avance estético le sigue una definición que lo concreta y dimensiona, pero es difícil apreciarlo desde el presente, hace falta perspectiva. Lo importante para el desarrollo artístico es el criterio independien-
te que mueve al creador a edificar un estilo, una personalidad, una corriente. Pese a esa insatisfacción permanente por el progreso lingüístico, el jazz arrastra tras de sí todas las voces que han construido su historia. Esa virtud que vincula a la tradición con el futuro provoca el avance. Cuando esas voces no sólo se conservan o rescatan del
pasado en boca de otros, sino que también se renuevan, incluso buscando inspiración más allá del jardín particular del jazz. Y todas ellas, a niveles distintos y con las esencias culturales de su procedencia, se extienden por tiempos y geografías muy alejadas de su primer latido. El presente del jazz, y las actitudes que con él se expan-
DISCOS
Keith Jarret, Gary Peacock, Jack DeJohnette: Always let me go ● ECM(2 CD)
DANIEL HUMAIR: Baby Boom ● SKETCH
DAVE HOLLAND QUINTET: Extended Play, Live at Birdland● ECM (2 CD)
Todas las dimensiones de 3.
Azul en tránsito
■ El año en que este trío
los títulos más abiertos y suntuosos del prestigioso músico vienés. Un trabajo incisivo y exigente emparentado con otras producciones más recientes del autor, donde la ligereza esquiva y la ironía esmaltan estándares del cool jazz de los años 50.
cumplía 20 se abrió con una entrega asombrosa de conciertos en Japón. Los recursos expresivos de esta formación irrepetible llevados a la indagación de sus límites. Tras dos décadas, el talento sigue en estado de gracia.
El arte que desafía a la figuración
Por los caminos del corazón
■ Pintor
■ Sístole y diástole del
y músico, expresionismo sobre lienzos y notas. Fuga plástica que desliza melodías sobre la atonalidad. Cruce de líneas y texturas en un espacio camerístico con ecos eléctricos. Geometría abstracta del jazz europeo.
RABIH ABOUKHALIL: Morton`s Foot ● ENJA
Mediterráneo, un folclore imaginario que palpita desde las tradiciones para encontrar la piedra filosofal de un estilo. Instrumentos equilibrados como fuerzas de la Naturaleza. Un canto de belleza vitalista.
GREG OSBY: St. Louis Shoes ● BLUE NOTE
■ Bessie Smith y Louis Armstrong interpretaron St. Louis Blues en 1925. Osby y Nicholas Payton unen sus fuerzas para llevar el viejo sabor sureño a la contemporanidad, y viceversa. Reinventar el pasado, virtud del jazz.
Luces en la niebla
THE VANDERMARK 5: Airports for light ● ATAVISTIC
■ Faro que alumbra en las fronteras de lo desconocido. Desde la tradición del free jazz de los años 60 y del rock subterráneo se asoman perfiles de contemporanidad. Allá donde se dimensiona y se señala el camino, hay mentes conectadas con el futuro. Energía hecha luz.
Efluvios sónicos davisianos
Música de cámara de nuestro tiempo
■ Es uno de los grupos que mejores críticas ha recibido en los útlimos años. Su dominio del espacio interno y la elocuencia de conjunto colocan a este quinteto entre lo más selecto. Ahora, en directo, el poder se desborda iluminado por la escritura.
■ Rímica progresiva, trompetas fantasmagóricas, fuentes que se confunden, ecos que se desplazan. Funk, hip hop, bases programadas y acústica enturbiada. Un decorado electrónico caprichoso inspirado en el Miles Davis de los setenta.
■ El violín de Feldman encuentra en el trío del pianista catalán un espacio de elocuencia expresiva entre el romanticismo afilado y la atonalidad vertical. Hay refinación en unas composiciones que entran y salen de la melodía. Exquisito.
NICHOLAS PAYTON: Sonic Trance ● SONY
■ Lovano rescata el for-
mato y la obra de un compositor y arreglista de primera fila, Tadd Dameron (1917-1965). Sin caer en el conformismo, hay efusividad y contención en unas interpretaciones refrescantes y bien conducidas desde el papel. Con hallazgos disonantes.
MICHAEL RIESSLER & Singer Pur, Vicent Courtois: Ahi Vita ● ACT
Tres épocas en la vida de un histórico Este tríptico cronológico, registrado en estudio y en directo, revisa la obra de un maestro del que Coltrane reconoció su influencia. Gordon esculpe su memoria en compañía de músicos legendarios. ■
DEXTER GORDON: 80th Birthday Celebration ● FANTASY (3 CD)
Contrapunto de arqueología moderna
Cinco magníficos en directo
Bop ilustrado 8 +1
JOE LOVANO NONET: On This Day, At the Village Vanguard ● BLUE NOTE
LIBROS
■ Reedición de uno de
Franz Koglmann: L´Heure Bleu ● hatOLOGY
BRANFORD MARSALIS: Romare Bearden Revealed ● MARSALIS MUSIC
den a través de la improvisación, manifiesta más seguridad en sí mismo que hace una década. Sufre el problema que afecta a toda la industria discográfica, aunque los sellos independientes consolidan su posición, incluso crecen en número, mientras que las multinacionales reajustan sus políticas de precios. El jazz se ha adaptado bien a los tiempos que corren. Esta concisa selección de novedades y reediciones pretende ser una muestra del criterio y la variedad de aromas que hoy desprende esta música centenaria.
LLUIS VIDAL TRIO & MARK FELDMAN: Secret Omnium ● SATCHMO RECORDS
El madrigal italiano según Riessler
Sonidos que arañan el espacio acústico
■ Monteverdi y Gesualdo inspiran un proyecto para conjunto vocal con clarinete y chelo como instrumentos solistas. Es un pasaje austero y solemne entre polifonía renacentista, repetitiva e improvisación.
■ El tratamiento de los
EVAN PARKER ELECTROACOUSTIC ENSEMBLE: Memory & Vision ● ECM
intrumentos (piano, saxo, bajo y percusiones) así lo define. Efectos y texturas más que notas. Paisajes que sugieren formas difuminadas, puntiagudas o enmarañadas. Antes Stockhausen que Monk.
Exaltación del color en Harlem
El poder creativo de la protesta
■ El jazz habita en los lienzos del pintor afroamericano Romare Bearden. Cubista con toques de excentricidad, juego entre fotos y pinceles, los sonidos sureños describen un collage de la cultura del blues desde la tradición a la modernidad.
■ La década de los 60 se
MAX ROACH: Freedom Now Suite ● CANDID / Karonte
abre con la voz desafiante de Abbey Lincoln. El grito rasga el silencio y rompe las candenas del sometimiento. Primera suite lírica en un contexto de free jazz. Un paso histórico colectivo hacia la libertad expresiva de una raza.
Haciendo memoria ■ Tras el libro referencial de Joachim Berendt, publicado por esta misma editorial, aparece este voluminoso y completo repaso cronológico (con especial interés en el jazz moderno) sobre la historia del jazz. Menos TED GIOIA: esquemático que su anHistoria del Jazz ●Fondo de Cultura tecesor, su estructura queda marcada por Económica ● 605 grandes áreas temátipag ● 34,90 euros cas cuyo desarrollo vienen dado por los protagonistas, teniendo en cuenta los encuentros colaboraciones , descripciones , anécdotas y acontecimentos decisivos que definen un estilo personal y una vida. Análisis musical y biografía van de la mano en la historia.
El mundo del jazz latino novelado ■ La personalidad más
influyente de este género, hoy, es un cineasta. Trueba prologa este libro señalando a los “policías del jazz”. Arteaga es un experto en los ritmos calientes de JOSÉ ARTEAGA: Oye cómo va ● La su Colombia natal y de la salsa, además es un Esfera de los espléndido narrador libros ● 528 páginas ●27 euros que sabe hacer literatura con la vida y obra de los músicos (nos quedamos con el fragmento de Mario Bauzá). Su lectura es amena pero se echa en falta un mayor distanciamiento crítico. Hay más salsa que jazz, y algunas ausencias, en un abanico que se abre al tango y la bossa nova.
DVD Un cumpleaños feliz y con éxito ■ El EST celebra 10 años de vida con este DVD que contiene un concierto celebrado en su ciudad, varios vídeo- clips, una entrevista distendida pero clarificadora y un amESBJÖRN plio reportaje fotográfiSVENSSON TRIO: co. El valor informatiLive In vo se acompaña de imáStockholm ● ACT genes de calidad aunque demasiado frenéticas en el montaje de los planos del directo. Puente entre el jazz y el pop, el grupo gana espontaneidad en el escenario interpretando un repertorio más basado en temas antiguos que recientes.
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Diario de Sevilla
jazz
C U L T U R A 47
Superada la controversia generacional sobre sus capacidades vivificantes, lejos de convertirse en un género críptico y desesperanzado, el jazz extiende su influjo vertebrador y milagroso dentro y fuera de sus fronteras.
Por Jesús Gonzalo
La constatación de un género vivo ■ Atrás quedan décadas de historia, imágenes en blanco y negro, vida y obra de una pléyade de músicos que decidieron hacer del jazz su razón de existir. Hoy el género que conocemos alimenta la tradición emprendida hace un siglo y se adentra en el XXI con paso firme, reafirmándose en un panorama tan vasto como indefinidas son sus fronteras. Pero ¿quién sabe que va a pasar mañana?, ¿dónde aparecerá el nuevo Coltrane o el nuevo Miles? Quizás sea una vana esperanza, un discurso estéril, buscar identificaciones imposibles. Si algo ha dejado claro el jazz a lo largo de su historia es que se ha construido sobre la búsqueda infatigable de la propia e instrasferible expresión de sus músicos de ir más allá de lo establecido. Corriente histórica de fidelidad al pasado (Wynton Marsalis) frente a posturas de vanguardia que niegan el mismo (Miles Davis), la materia relativista en la que se fundamentan los cri-
, Diaspora Blues Steven Bernstein & with Sam Rivers Trio - Tzadik
terios de análisis afecta tanto al continuismo como si pretendemos sumergirnos en la prolija actualidad para extraer predicciones futuras. Las generalizaciones acaban imponiéndose y el factor de incertidumbre alimenta el mañana.
Música universal Planteamientos de extensión geográfica, de eclecticismo e incluso de posmodernidad hacen difícil delimitar corrientes actuales en el jazz. Marco de experimentación en tiempo real o vía tecnológica, las músicas improvisadas se ramifican, cada vez con mayor velocidad, del género troncal que las inspiró. El mundo académico posibilita la pervivencia de la tradición y el discurso evolutivo. Los estándares se siguen interpretando, incluso reinventando, pero se perfilan otros modelos, muy diversos, que miran a los clásicos, recupe-
, La Dolce Vita Tommaso / RavaQuartet - CAM
ran temas populares del folclore europeo o inmortalizan canciones pop extraídas de su solitario estrellato, evocando imágenes del ayer cuando el jazz se bailaba. Se fomentan grupos que exploran complejas formas abiertas de improvisación sobre estructuras armónicas que eluden la aleatoriedad, el free jazz clásico o el serialismo, incorporando frivolidad y humor en dosis iguales de originalidad y brillantez. La tecnología se abre paso discretamente en el jazz, más desde fuera que desde dentro. La producción de sonidos electrónicos parece contradecir aún el binomio inseparable músico-instrumento. La red sirve como acceso rápido de documentación sobre el artista; las descargas de música, de momento, no son representativas de un abuso del medio. El mercado parece no saciar su vorágine productiva, abarcando todas las direcciones posibles de expansión (novedades y reediciones de todas las
, Songs - Gerry Hemingway - Con James Emery, Herb Robertson, Ellery Eskelin, Kermit Driscoll - Between the lines
El cantoral del destierro
Melodías cinematográficas
‘Boutade’ entre talentos
■ El trompetista Steven Bernstein (Spa-
Nino Rota describe en sonidos las andanzas nocturnas de un personaje pequeño burgués en La Dolce Vita, tema sobre el que gravita otras composiciones inspiradas o escritas pensando en el cine italiano.
■ Nómina exigente de la vanguardia neoyorquina que muestran aquí su rostro más ligero, interpretando con solvencia única temas compuestoa ad hoc por el baterista. Impecables detalles electrónicos.
nish Fly, Sex Mob) toma el relevo chamánico de Masada acompañado de una leyenda del free jazz. Música abierta, enfática y melancólica, de luces y sombras.
, Acoustic Machine The Vandermark 5 -Kent Vandermark y grupo Atavistic - Green Ufos
, Songs - Matthew Shipp - Matthew Shipp, piano - Splasc(H)
, Sunrise in different dimensions - Sun Ra Arkestra - hatOLOGY Harmonia Mundi
Todo un caudal lleno de ideas
Pianismo inquisitivo
Viejos estándares abducidos
■ La autenticidad energizante del saxofo-
■ Su demostrado talento frente al piano
nista de Chicago le ha llevado a la quinta entrega con su grupo. Singularidad cromática y emocional en esquemas que combinan el paroxismo con la fragilidad.
en contextos limítrofes recurre a los estándares en un disco a piano solo donde los espirituales y el silencio abren espacios meditativos a la eclosión energética.
■ Antes que innovador, Sun Ra se declaraba de otro mundo, por eso este registro en directo, ahora reeditado, provoca el delirio y el asombro de quien escucha viejos clásicos puestos en órbita.
, Selected Recordings I-VIII - rarum series Keith Jarret, Jan Garbarek, Bill Frisell, Terje Rypdal, Chic Corea....- ECM/Nuevos Medios
, Django’s Blues Django Reinhardt et le Quintette du Hot Club de France - Serie Jazz in Paris- Gitanes
Paris Julio de 1947
Contagioso y excitante
■ La guitarra de Django, belleza rasgada
■ Como se esperaba. La combinación de sutil electrónica, rítmica potente, melodismo romántico con toques bachianos a lo Jarret, siguen intactos y apabullan, pero ya no sorprende su cóctel animado.
fruncida entre las ruinas, perfume agitanado que regresa con una brisa fresca a París y pasea por sus calles mojadas. Su toque enamora y reconforta.
Selecciones de autor ■ Realizadas por ellos mismos, remasterizadas en una colección cuya primera entrega, en caja de diez, recuperan obras de los estandartes del sello alemán, así como a otros músicos que ya abandonaron la escudería. En total ocho nombres decisivos en las vanguardias del jazz y en sus respectivos instrumentos. Una antología recopilada por sus protagonistas. Un lujo.
, Strange place for a snow - Esbjörn Svensson Trio - ACT
, Jam en el Kursaal Arreglos y dirección Perico Sambeat - Con Perico Sambeat, Alfons Carrascosa, Chris Kase... - Satchmo Jazz
, Improvisacions amb la HIstòria d’un Soldat d’Igor Strtavinsky - Joan Sanmarti - Satchmo Jazz Records
Catarsis colectiva
Aventura neoclásica
■ Registro del estupendo concierto que
■ Aliento humano en los bajos, cadencias repetitivas salpicadas de colores encendidos por una rítmica no lineal sino cruzada. Obra abierta a interpretaciones varias, la escritura polimórfica de Stravinsky.
diez de los mejores instrumentistas patrios realizaron este año en San Sebastián. Se suceden vigorosos homenajes a Rollins o Coltrane. Solidez del panorama español.
épocas) e incluso fomentando la aparición de nuevos sellos.
Estímulo dialogante Conviene advertir que el ensanchamiento e imbricación plural de estilos difumina las esencias que definen al jazz, pero no borran su sentir centenario. Los músicos de las nuevas generaciones saben que no sólo hay que haber profundizado en el legado del jazz, sino que para poder ejercer como jazzmen también hay que participar de otras músicas, otras culturas y otras perspectivas. A propósito del desarrollo o la posible involución en el panorama del jazz, esta lista de discos de este año, que no pretende ser exhaustiva, servirá para constatar parcialmente la vitalidad de un género que todos identificamos por su nombre gracias a su histórica capacidad para evolucionar, para sorprender, para seducir desde sus raíces más lejanas hasta la modernidad más equidistante.
, A love supreme De Luxe Edition - John Coltrane Quartet y Sextet - Rudy Van Gelder Impulse!
75 aniversario en edición de lujo ■ Año propicio para las reediciones del maestro que dejó huérfano al jazz sorpresivamente en 1967, en la cúspide de su sonido panteista. Contiene la versión discográfica y un segundo CD con la única versión en directo (Antibes Festival, Francia). Se acompaña de una rareza en sexteto y de abundante material fotográfico. Nueve temas nuevos para toda una obra de arte.
Vida y obra , Miles y yo - Quincy Troupe - Circe , Miles y kind of blue (la construcción de una obra maestra) - Ashley Khan - Alba Editorial
■ Secuela menor de la galardonada La Autobiografía, del autor y poeta negro, que esta vez realiza un trabajo memorístico, entre hagiográfico y mundano, del genio, sin olvidarse de él mismo y de la denuncia racial. Directo y políticamente incorrecto, se lee de un tirón. Joya intemporal azulada en un libro donde se recogen los prolegómenos y el proceso creativo del disco más vendido de jazz en la historia. Sus protagonistas se mueven en el estudio mientras la obra crece en sus manos. Tras la lectura, que suene la música.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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MI. 2. 2. 2005
Alavista ●●●
artes escénicas
D .S.
EN ACCIÓN. José María Pou se pone en la piel del rey Lear, el padre traicionado por sus hijas.
El Lope cierra el ciclo de Shakespeare con ‘El rey Lear’ de Calixto Bieito M. Bayo De nuevo ronda la sombra de Calixto Bieito tras los pasos de Shakespeare, y de nuevo, el director catalán se deja seducir por el drama, el desarraigo, el poder, el infierno y... la traición de El rey Lear. Tras sus controvertidas versiones de Hamlet y Macbeth le toca el turno a la historia de este ultrajado rey de Bretaña, que pisará el escenario del Lope de Vega desde hoy y hasta el domingo, clausurando el ciclo Shakespeare que se desarrolla en este teatro desde inicios de enero. Bajo el aspecto rudo y austero del veterano José María Pou, que da vida a Lear, Bieito ha situado
■ SEVILLA.
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el alma del auténtico dictador; un hombre sin escrúpulos, que hace del abuso moral y la represión su modus vivendi y que, al final de sus días, es denostado sin piedad. Se trata de un personaje de gran complejidad psicológica que ha requerido a su intérprete grandes dosis de entrega y energía. Para Calixto Bieito la obra, que pone en escena la compañía Romea, es la más contemporánea del dramaturgo inglés por lo que, en esta nueva versión, ha despojado al rey Lear de su cetro y su corona y lo ha dibujado como un magnate de una república de la Europa del Este. Además, este monarca está tocado por los últimos acontecimientos de los siglos XX y XXI.
D. S.
ESCENA . Un momento de la representación de este clásico contemporáneo.
La trama sigue las pautas marcadas por William Shakespeare en el original, elaborado en torno a 1605, aunque su texto no coincida con ninguna de las palabras escritas por el dramaturgo inglés. A ello contribuye también la reformulación del universo escénico y visual a la que nos tiene acostumbrados el director catalán y que tantas admiraciones como críticas le reporta. La obra narra la historia de este rey, que decide dividir su reino entre sus tres hijas, conforme al amor que cada una de ellas le profesa. Las dos mayores –Goneril (a la que da vida Angels Bassas) y Regan (Victoria Pagés)– se sirven de la adulación para captar la atención de su predecesor y, una vez conseguidos sus bienes, le retiran el cobijo y el amor. En la historia están presentes poder, sufrimiento, violencia irracional, amistad, rivalidad, locura, soledad, amor, sinceridad, libertad, repudio, maldiciones, deber, lealtad, ultraje, ofensa, méritos, deberes y un largo etcétera tan amplio y complejo como la condición humana. Pese a las satisfacciones que le han reportado sus adaptaciones de Shakespeare, el director de escena catalán ha manifestado que con El rey Lear cierra una trilogía. Sus numerosas y variadas apuestas profesionales le han llevado a convertirse en uno de los fetiches del reciclaje de los clásicos en diferentes idiomas como fue el caso de La vida es sueño, con la que tuvo un gran éxito en el Festival de Edimburgo, el Barbican Theatre de Londres y el BAM de Nueva York. Macbeth también fue estrenada en el Festival de Salzburgo y en la Münchner Kammerspiele, en su versión alemana, con gran éxito. En los últimos tiempos, el director de escena ha sentido una gran atracción por las producciones operísticas, hecho que le ha llevado a adaptar Carmen, de Bizet, y Un ballo in Maschera, de Verdi.
jazz
AGUSTÍ FERNÁNDEZ Y ‘LONELY WOMAN’, UNA MELODÍA VISONARIA Jesús Gonzalo ■ El pianista Agustí Fernández presenta esta noche en el Teatro Central su nuevo disco, titulado Lonely Woman. Esta mujer solitaria es una de las canciones más representativas del free-jazz. Y no es una contradicción, por aquello del desafío estético y armónicotonal que esta corriente supone, y la libertad de esquemas de grupo y la explosión de sonido que trae consigo el free. Lo cierto es que en su interior no se contradicen pasado y futuro: existe lirismo, swing, bop y un lejano aliento de los espirituales. La claridad y la frescura expositiva de Coleman, contrariamente a lo que algunos perciben como caótico, son algunas de sus virtudes. El padre nominativo del freejazz, que cumplirá 75 años el 9 de
marzo próximo, escribió Lonely Woman en 1959. Ornette Coleman hizo realidad su aventura junto a Charlie Haden, Don Cherry y Billy Higgins, su conjunto clásico. Antes de la grabación Free-jazz –el paso firme que esencializa el movimiento–, entre 1959 y 1960, la rebeldía visionaria de Coleman se empezó a escribir con mayúsculas en el sello Atlantic, donde grabó, junto a los músicos antes mencionados, This is our music y The Shape of jazz to come. En este último quedaba recogido el título más representativo de un género que nacía. Agustí Fernández (en la foto) es uno de nuestros creadores más comprometidos con las expresiones artísticas de vanguardia; de una vanguardia que no se detiene en el espacio que une a Xenakis con Cecil Taylor, sino que implica incluso al cantaor Miguel Poveda. De su
SONIA BALCELLS
prestigio internacional hablan sus numerosas colaboraciones, grabaciones y participación en festivales. Este proyecto sobre Ornette Coleman que hoy se presenta en el Teatro Central –como disco y posterior concierto– es una apuesta rigurosa y nada complaciente. La puerta que sirve para unir la improvisación li-
bre que practica el mallorquín con la herencia del free, representada por este proyecto, es la melodía. El repertorio escogido se extiende a lo largo de la carrera del pionero, desde los comienzos ya descritos hasta discos de la última década, como Sound Museum, Tone Dialing o In all languages (87). Aun dentro de una
formación de cuarteto (David Mengual, contrabajo; Liba Villavecchia, saxo tenor; Jo Krause, batería) que, ya lo decíamos, Coleman gustó, el pianista se desentiende de los instrumentos que afianzaron el discurso colemaniano, saxo alto y trompeta, e introduce el suyo propio como vehículo que imprime alturas, intensidades y abre espacios. Loney woman es el más alto y claro canto a la modernidad del free melódico. A este lamento conmovedor y visionario, Agustí Fernández le extrae la herida profunda que encierra su melodía, arrastrándola a un espacio más abierto donde el silencio, los trémolos desbordantes y las erupciones de sonido le confieren un sentido religioso. El enfoque inconformista hace de este homenaje todo un acontecimiento discográfico. ,Agustí Fernánez Quartet. Lonely Woman. (CD) Taller de Músics. Hoy miércoles en el Teatro Central, 21.00.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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MA. 17. 2. 2004
Alavista ●●●
jazz
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Las balanzas creativas de David Binney Group Jesús Gonzalo El saxofonista y compositor David Binney acude hoy a la cita con el Ciclo Rising Stars (Sala Chicarreros a las 21.00). Binney ha sido protagonista destacado en algunas de las iniciativas musicales más influyentes llegadas desde Nueva York, exigente plaza donde, durante los noventa, afianzó su posición en la vanguardia jazzística. Ha visitado Sevilla en varias ocasiones: acompañó a Uri Caine en el patio de la Diputación la noche en la que el pianista presentaba el proyecto sobre Mahler, y más recientemente estuvo junto a Ed Simon en el Central, donde también participó en un proyecto de flamenco y jazz. Su proyecto Lang Xang y su participación en grupos como Lost Tribe han marcado una carrera edificada sobre poliestilismo y la experimentación sonora con la tecnología de samplers. En su último trabajo dedica una composición a esta ciudad titulada Midnight in Sevilla. Balance tiene una estructura inestable, aunque concienzuda. La fusión de elementos casi discordantes dan lugar a una música cambiante y abierta, inmersa en un estilo personal que es una mezcla de extrañeza, ternura y ruido. Pese a tener una apariencia esquiva por momentos, la emoción impregna unas notas con sentido melódico anhelante y la presencia poderosa del ritmo. Contundencia y fragilidad, tensión y distensión a intervalos separados por crescendos, ejemplifican su misteriosa alquimia. En este trabajo se pueden oír ecos de los 80, del MBase de Steve Coleman y la new wave extravagante de Naked City. La fusión predomina en una intención que apela a Lenny White o Stanley Clark, pero resulta indiferenciada de su presunto modelo cuando le acompañan los Uri Caine, Jim Black o Tim Lefebvre. Tensión y distensión sostenida sobre el funk al que se le incomoda desde un free jazz que se pervierte en metal para sondear el ruido y alcanzar, luego, la fragilidad.
■
concierto Esta noche sonarán en Chicarreros los temas de su disco ‘Balance’
DAVID BINNEY. El saxofonista presenta su último disco.
LOURDES DELGADO
música de cámara
EL VIOLÍN DE ZIMMERMANN Y EL PIANO DE ZACHARÍAS El V ciclo de Música de Cámara que organiza la Fundación el Monte acoge una de sus actuaciones más esperadas: la del dúo de auténtico lujo formado por el violín de Frank Peter Zimmermann (en la imagen) y el piano de Christian Zacharias. A partir de las 21.00 en la Sala Joaquín Turina interpretarán un programa compuesto por Sonatas de Mozart y Brahms. Christian Zacharias nació en 1950 en la India y recibió sus primeras lecciones de piano cuando tenía seis años, lo que fue el inicio de una carrera que le ha llevado a tocar con las mejores orquestas de todo el mundo. Por su parte, F. P Zimmermann, es uno de los más destacados violinistas del panorama internacional. La taquilla para adquirir localidades está abierta en la calle Laraña de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. También hay venta telefónica de entradas en el 954 508 200.
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flamenco
BERNARDA DE UTRERA CANTA EN EL TEATRO CENTRAL El Teatro Central de Sevilla ofrecerá esta noche, a las 21.00, un concierto de la cantaora Bernarda de Utrera y su Gente, incluido en el Ciclo Flamenco Viene del Sur. Bernarda de Utrera, una de las grandes del cante flamenco junto a su hermana Fernanda, ha grabado varios discos y sobresale especialmente por los palos festeros, habiendo obtenido el Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología y estudios Folklóricos de Jerez de la Frontera, compartido con su hermana. Los aficionados recordarán todavía su actuación en la pasada Bienal de Flamenco en el espectáculo Poderío de los Reales Alcázares. Su voz interpreta con jondura los cantes profundos y ha destacado muy especialmente al dar vida a canciones y romances por bulerías. Información en www.teatrocentral.com y en el teléfono 955 037 200.
BAÚL
Harald Vogel, en La soledad según Exhibición de ‘De mitología los Venerables Mariano Luque ‘Relojes de arena’ y otros asuntos’
Olid proyecta su documental
Harald Vogel participa esta noche, a las 20.30, en el segundo concierto del Ciclo de Conciertos Magistrales para Órgano que la Fundación Focus-Abengoa celebra en su sede del Hospital de los Venerables y que se prolongará hasta el próximo 30 de mayo. Harald Vogel, nacido en Ottersberg (Alemania), es una de las grandes autoridades de la literatura organística alemana del Renacimiento y del Barroco y actualmente dirige la North German Organ Academy, que él mismo fundó en 1972.
El documental Sobrevivir a un hijo, escrito y dirigido por Miguel Olid, se estrena en Sevilla el próximo jueves en el Pabellón de Uruguay, en un acto organizado por el Servicio de Promoción Cultural de la Universidad de Sevilla. Esta cinta documental recoge el profundo amor que sienten unos padres por unos hijos que desgraciadamente ya no están entre ellos. Los protagonistas del documental quizás puedan dar respuesta a la preguntas de cómo superar la muerte de un hijo.
La galería taberna Ánima (C/ Miguel Cid) acoge esta noche la inauguración de la exposición La soledad expresiva, del artista Mariano Luque, quien ofrece en esta serie de obras su visión de la muerte y el vacío existencial.
El cortometraje de José Francisco Ortuño y Laura Alvea se podrá ver en Sevilla en sesiones comerciales en el Avenida Multicines desde el próximo día 20. En la noche del jueves 19 habrá una presentación con sus responsables y protagonistas. Fue estrenado en el Festival de Venecia y también ha pasado por los festivales de ClermontFerrand, Granada y Sitges. Ya preparan ahora su próximo cortometraje, también inusual por su estilo, pretenden ser ambiciosos al narrar una historia de ciencia-ficción titulado Cielo sin ángeles.
El sábado se inauguró en la Galería Icaria de Alcalá de Guadaíra una muestra del artista Fernando Ruiz Monedero. De mitología y otros asuntos es una exposición inspirada en las lecturas del cómic. La muestra estará abierta hasta el 10 de marzo.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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VI. 3. 12. 2004
Alavista ●●●
jornadas
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jazz
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música
CIERRE DEL CICLO ‘HISTORIA URGENTE’
RECUERDOA THE BEATLES
La Escuela Libre de Historiadores clausura esta tarde, a las 18.15 en el centro cívico Torre del Agua (C/ Editor José Manuel Lara), el proyecto Historia Urgente, compuesto por los VII Talleres de Historia Urgente y el III Ciclo de Cine e Historia. Para ello, ha querido contar con la memoria de Rosa Nieto, una mujer centenaria cuyas vivencias abarcan desde la Semana Trágica de Barcelona, en 1909, hasta la actualidad. Durante el acto se proyectará el documental inédito Rosa Nieto Olivé, Un siglo, Una vida, de Juan Antonio Rodríguez Tous.
Esta noche se celebra en Sevilla el homenaje anual a The Beatles, organizado por la agencia Beatle Biz, que llega a su XV edición. Junto al habitual mercadillo, especialmente dedicado a los coleccionistas, el plato fuerte volverá a ser el concierto del grupo sevillano de versiones Los Escarabajos, consagrado en exclusiva al repertorio de la legendaria banda británica. Además, subirá al escenario la formación gaditana Forever, presente en la última producción de Beatles Biz, Beatles Four Ever. Un tributo andaluz, un álbum compartido con los granadinos Four of Us y dedicado a las canciones de los Fab Four. Ambos grupos actúan hoy, a partir de las 22.00, en la sala Salvation Music Club (Polígono Calonge).
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teatro
REMIENDO REPITE EN LA SALA CERO Después de haber presentado Como si fuera esta noche, también dentro del Ciclo Autor de la Sala Cero, la compañía Remiendo Teatro vuelve a la sala de la calle Miguel Cid con su espectáculo Un horizonte amarillo en los ojos, de Gracia Morales, dirigido por Antonio H. Centeno e interpretado por Carlos Gil Company. En escena, un guerrero contemporáneo se ha visto obligado a deambular sin rumbo fijo, cargando con su tierra que extiende y recoge cada día. La obra estará en exhibición desde hoy hasta el domingo en doble función: a las 21.00 y a las 23.00.
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obsequios
AGENDA 2005 DEL ‘QUIJOTE’ La Casa del Libro regala a sus clientes una agenda del Quijote con grabados originales de ediciones europeas anteriores a 1900. Tras el éxito obtenido en la pasada campaña de abril con el obsequio de una edición especial de la primera parte del Quijote, la librería, que tiene su sede en Sevilla en la calle Velázquez, vuelve a obsequiar a sus clientes con el regalo de hasta 77.000 ejemplares, en toda España, de esta agenda de 2005, editada en manejable formato de bolsillo.
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SAXOFONISTA . El artista participa en el ciclo Rising Star, de Caja San Fernando.
D. S.
Tim Berne, teoría y práctica del rozamiento instrumental Jesús Gonzalo ■ Dentro del ciclo Rising Stars de Caja San Fernan-
do, llega por fin esta noche una de las mentes más preclaras y fecundas de la vanguardia del jazz en los últimos 20 años. El 30 de enero de 1998 tuvo que ser suspendido su concierto en el Teatro Central a causa del atentado perpetrado por ETA contra el matrimonio Jiménez Becerril. Compositor y altosaxofonista, Berne nunca ha ocultado su deuda con Julius Hemphill, maestro ya desaparecido con quien coincide en interpretar temas propios, no estándares. En toda su carrera siempre ha existido una tendencia explorativa que indaga en las posibilidades de interacción en vivo entre escritura e improvisación. Le influyeron los planteamientos abiertos por autores de la AACM, como Anthony Braxton o Roscoe Mitchell. En la década de los 80 colabora, entre otros, con John Zorn y Bill Frisell. De sus alianzas en todo este tiempo son reflejo plástico las portadas del diseñador Steven Barry. Berne siempre ha defendido el valor en directo de su música. En su discografía, tanto en su sello Screwgun como en JMT (ahora Winter & Winter), deja constancia de sus largas exposiciones en directo con distintos grupos (con Herb Robertson, Miniature, Paraphrase y Bloodcount).
Hace unos meses destacábamos en estas páginas la brillantez del proyecto con el que llega esta noche, Science Friction (último disco: The sublime and, en el sello Thirsty ear). Fundado en 2002, este cuarteto (Marc Ducret, guitarras; Craig Taborn, teclados y electrónica; Tom Rainey, batería; y la participación del trompetista Herb Robertson) es compositor ya una idea madura que evoluciona en cada esceEl saxofonista nario que pisa. Uno de los grupos mejor versados en lleva a la Sala la intervención activa enChicarreros tre improvisación y electrónica. El cuarteto origiun directo de nal se ha nutrido del trío naturaleza Big Satan (Berne, Ducret, Rainey) y ha impulsado esquiva uno nuevo, Hard Cell (Berne, Taborn, Rainey). La vehemencia expresionista, la extensión de los flujos sonoros y la disolución de los perfiles definen el discurso en rozamiento (friction), interactivo, bizarro, dramático y también envolvente que singulariza el trabajo de Tim Berne.
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arte
ROTULACIÓN DE SAN CLEMENTE El catedrático de Historia del Arte,Jesús Palomero presentó ayer la rotulación de la obras del Monasterio de San Clemente, que han sido patrocinadas por la Fundación Farmacéutica Avenzoar. El objetivo de esta iniciativa, puesta en marcha en 2002 con la rotulación de las obras de la Iglesia del Buen Suceso, es dar a conocer a los visitantes el rico patrimonio que albergan los templos sevillanos. Las obras de arte rotuladas en el monasterio son el Retablo de San Juan Bautista, el Retablo de San Clemente Papa, el de La Virgen de los Reyes y toda la techumbre de carpintería y muro del coro, además del mural que recuerda la entrada triunfal de San Fernando en Sevilla y la Puerta del Comulgatorio.
kTim Berne. Sala Chicarreros, a las 21.00, entrada por invitación.
cine
REALISMO MÁGICO Y SURREALISMO EN LA CINEMATECA UGT Y EN EL MONTE Con la proyección del programa Compañeros de Viaje, la Cinemateca UGT (Avda. Blas Infante) inicia esta tarde, a las 20.00, el ciclo Cadáveres Exquisitos Los Juegos Surrealistas, una retrospectiva que acoge algunos de los títulos más emblemáticos de esta corriente artística. De carácter antológico, la retrospectiva cuenta con 22 sesiones, desde diciembre hasta mayo, que se
realiza con motivo del 15 Aniversario de la Cinemateca. En la sesión inaugural se proyectarán películas como El Ballet Mecánico, de Fernand Léger; Anemic Cinema, de Marcel Duchamp; El retorno a la razón, de Man Ray; y Fantasmas antes del desayuno, de Hans Ritcher entre otros, junto a la obra del realizador Ernesto Jiménez Caballero (El orador de la mano). Por otra parte, la Funda-
D. S.
ción El Monte acoge a partir de esta tarde un miniciclo de proyecciones dedicado al realizador argentino Eliseo Subiela y a sus películas encuadradas en la corriente del Realismo Mágico. Esta serie comienza esta tarde con la proyección de El lado oscuro del corazón (en la imagen). El viernes 10 le llega el turno a Despabílate, amor y una semana después podrá verse Pequeños milagros. El ciclo, organizado por el Cine Club Vida, tiene dos sesiones diarias, a las 17.00 y las 20.00. Entrada libre.
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CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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SÁ. 6. 3. 2004
Alavista ●●●
teatro
GALIARDO LLENA DE GRACIA EL LOPE Hoy, a las 21.00, y mañana, a las 20.00, tendrán lugar las últimas funciones de Un hombre de suerte, texto de José Luis Alonso de Santos que interpreta Juan Luis Galiardo. El gran actor interpreta un texto en tono de comedia que deambula por las grandezas y miserias del ser humano. La obra está salpicada de fragmentos de clásicos españoles, Calderón, Lope de Vega, Cervantes, Zorrilla,... Es también la biografía de un actor maduro que siente la necesidad de volver a actuar para cumplir el deseo de un amigo.
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música coral
NOCHE POLIFÓNICA EN SAN PÍO X La Coral Santa María la Mayor actúa hoy a las 20.00 en la parroquia de San Pío X, en Las Letanías. La agrupación de Pilas, dirigida por José Barragán, fue fundada en 1991, y su vocación es interpretar y difundir con rigor la música polifónica. El programa de hoy incluye obras de autores y épocas muy diversas, como Johann Sebastian Bach, Manuel de Falla, Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero, Josquin des Prés, Juan Alfonso García, Yolan Trabsky, Zoltan Kodaly y Pablo Sorozábal.
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festival de jazz
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El saxo enciclopédico e indómito de Joe Lovano From the Soul. Algunos proyectos recientes destacados son el grupo ScoHoLoFo (siglas de sus fundadores: Scofield, Holland, Lovano y Foster ) ■ Mientras toca tiene una mirada fija que parece clavarse en un punto indeterminado de la sala. y su noneto, con el que el año pasado entregara Lovano tiene una dureza exterior que engaña. On this day, un excelente registro en directo Nacido en 1952 en Cleveland, Joe hereda de su desde el Village Vanguard donde deja constancia padre, el también saxofonista Tony Big T Lovano, de su personalidad como compositor y arreglista. el apellido italoamericano y la vocaEl trío con el que hoy llega a Sevición de músico. Los setenta fueron lla es una propuesta que vio la luz desafiante años de intensa formación a todos los en el disco Trio Fascination impulniveles. La académica llegaría desde sada por la vieja idea de colaborar Toca en Sevilla la Berklee de Boston, donde coincidió junto a Elvin Jones (con Holland al una generación de músicos que han bajo). Un trío sin piano supone un como trío con marcado época (Frisell, Scofield, desafío que exige una mayor impliCameron Kenny Werner), y la intelectual cerca cación armónica del líder. Lovano del compositor y famoso estudioso tiene un lenguaje de posibilidades Brown (bajo) y Gunther Schuller. inagotables y controla todos los Otis Brown Lo escuché por primera vez a trío matices del fraseo melódico, de la con Motian y Frisell, su voz resonaba contención al lirismo febril. Su (batería) en el disco It should`ve happened.... saber enciclopédico sobre la tradiEran principios de los 80. En la foto ción del saxo en el jazz y su inventiinterior del libreto aparecía un tipo va solista hacen del concierto de con perilla y cara de pocos amigos. Su nombre se esta noche una cita ineludible. grabó en mi memoria. Años más tarde Joe LovaJoe Lovano Trio. Festival de Jazz de la Universino estaba en todas partes: Mel Lewis, Liberation dad de Sevilla. Escuela Universitaria Politécnica Music Orchestra, John Scolfield, Henry Texier, (c/ Niebla esquina Virgen de África) a las 21 horas. Tom Harrell. Su salto a Blue Note desde el sello Entradas: 6 euros. 50 por ciento de italiano Soul Note marcaría años de popularidad descuento a los miembros de la coy reconocimiento, los noventa, con Rush Hour y munidad universitaria.
Jesús Gonzalo
folk
CONTRADANZA JUNTO A LA RONDA En los Jardines del Valle, hoy a las 19.00, concierto de los grupos Contradanza y la Granja del Tío Milo, dentro del ciclo Sevilla DC organizado por el Ayuntamiento de Sevilla. El primero está integrado por Ricardo de Castro (guitarra acústica, mandorla y voz), Rafa Álvarez (acordeón y flautas), Fernando García Conde (percusión árabe y africana), Jesús García (violín y mandolina) y Antón Ramírez (bajista). El año pasado editaron su primer disco, Mar de fondo. La Granja del Tío Milo se vincula a la tradición del folk escocés e irlandés. Lo componen José Manuel Vaquero (piano), Ignacio Gil (vientos), Juan Manuel Rubio (cuerdas y vientos), Manuel Dastis (violín), Rafael Pipió (cuerdas) y Álvaro Garrido (percusión).
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flamenco
CIRCUITO POR LAS PEÑAS DE SEVILLA
exposición
LAS CARICATURAS DE MARRUGAT Hoy a las 20.30 tiene lugar en La Carbonería (Levíes, 18) la inauguración de la exposición Caricaturas / Pixelcaturas, de Antonio Povedano Marrugat. En este popular lugar de encuentro se podrán ver hasta el 31 de marzo las excelentes caricaturas a color de personajes célebres: Saramago, Umbral, Savater, Curro Romero, Arafat, Ibarretxe, Victorio & Lucchino, Carlos Castilla del Pino, Cándido Méndez, Manuel Benítez El Cordobés o Joaquín José Martínez.
FIGURA . Hoy, cita en
Sevilla con Joe Lovano, uno de los saxofonistas más influyentes del jazz actual.
Anoche comenzó el circuito de la Federación Provincial de Entidades Flamencas. Hoy, a las 22.00, en la Peña Seguirilla, de Osuna, actúan Antonio Suárez e hijo. Mañana domingo, a las 13.30, en Sanlúcar la Mayor recital de Itoli y Niño Fraile, mientras que en Palomares, a la misma hora, actuación de Jesús Carrillo y Antonio Carrión. Dura hasta el 15 de mayo y pasará por El Saucejo, Morón, Alcalá, Los Palacios, Pruna, Dos Hermanas, Pilas, Gines, Lora del Río, El Viso, Lebrija, Brenes, Los Molares, Villaverde, Montellano, San José de la Rinconada, Estepa, Albaida, El Coronil, Herrera, Paradas, Burguillos, Carmona, Coria, Cantillana, Mairena del Alcor, Puebla de Cazalla y peñas de Sevilla capital.
JUAN CARLOS MUÑOZ
BAÚL
Pintura en el Hotel Lebreros
Sinfónicos de cámara en Apolo
‘El Grito’ del amor Sanchís Sinisterra Pasolini a escena en la Sala Sol en Matahacas en Utrera
En el Salón Ronda del Hotel Meliá Lebreros, hasta el día 16 de marzo se expone una selección de cuadros de Fernando Rodríguez Moreno. Óleos de temas variados como Oporto, niños en un manantial, la plaza de la Encarnación, etcétera. En los últimos años expone en galerías como Segrelles, en Valencia; Caledonia, en Bilbao; Ronda, en Sevilla, Ingres, en Madrid, y Jesús Puerto, en Granada. Su primera exposición individual en Sevilla se remonta a 1979. Horario de 11.00 a 14.00 y 17.30 a 21.30.
El ciclo de música de cámara de la Sinfónica de Sevilla prosigue mañana domingo a las doce del mediodía en la Sala Apolo, con los violinistas Branislav Sesel (en la imagen) y Jill Renshaw, el violista Jerome Ireland y Gretchen Talbot al violoncello. Tocarán el cuarteto n.1 de Mendelssohn y el cuarteto n.8 de Shostakovich.
Los días 7 y 8 de marzo, a las 21.00, con entrada gratuita, la Sala Sol (calle Sol, 5) ofrece el espectáculo teatral El Grito, con dirección de Jorge Cuadrelli, de Viento Sur Teatro. Los actores son Verónica Rodríguez, Gina Escánez, Nacho Bravo, Raúl Esquinardo y María José Torvisco. La obra pone en juego un triángulo amoroso, el descubrimiento de la homosexualidad, la locura tras la revelación del contagio de sida y la lucha por la vida. Función patrocinada por el Área de Salud del Ayuntamiento de Sevilla.
La compañía Teatro Sintético presenta la obra Gestos para nada, de José Sanchís Sinisterra, en la sala Estudio del Actor 135, sita en la calle Matahacas, 18. Manuel Olmedo y Chema Alvarez son los actores que dan vida a la rebelión de las dudas existenciales.
El Teatro Municipal Enrique de la Cuadra, de Utrera, acoge hoy la obra Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, escrita por Michel Azama y dirigida por Roberto Cerdá. Un texto de gran calidad interpretado por actores conocidos por el público como Adolfo Fernández (de la serie Policías). El argumento se inicia con la reunión de los poderes políticos y judiciales a la noche siguiente a la muerte del gran cineasta italiano para acordar con el presunto asesino su confesión y no desvelar la verdad del caso.
CULTURA Y OCIO
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Diario de Sevilla
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MA. 27. 4. 2004
Alavista ●●●
ensayo
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J. GRACIA OBTIENE EL ANAGRAMA Jordi Gracia, profesor de Literatura Española de la Universidad de Barcelona, ha ganado la trigésimo segunda edición del Premio Anagrama de Ensayo, dotado con 6.000 euros. Su obra —La resistencia silenciosa— ofrece un análisis sobre la actitud de los intelectuales españoles en la posguerra. Rafael del Águila, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro de Teoría Política, ha resultado finalista con el ensayo Sócrates furioso: el pensador y la ciudad. Sobre la decisión del jurado, Jorge Herralde —editor de Anagrama— ha comentado que se ha preferido premiar trabajos de “imaginación crítica” frente a otros más eruditos, de entre los 62 que se presentaron al premio. El jurado estaba compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicent Verdú y el propio Herralde. Gracia ha indicado que con su ensayo ha tratado de buscar “en los pliegues y en los recovecos de la Historia. El franquismo fue un régimen terrible, pero intelectualmente hubo una resistencia silenciosa”. El autor profundiza en la actitud de los intelectuales y escritores, que tuvieron diferentes actitudes ante el régimen franquista y experimentaron distintas evoluciones.
jazz
Espiritualidad, jazz y ritmos caribeños Jesús Gonzalo ■ El ciclo Rising Stars se despide hoy (hasta la nueva temporada que comenzará tras el verano) con uno de los conciertos más destacados de su programa. Miguel Zenón –joven saxofonista de 25 años nacido en Puerto Rico– es el relevo generacional de David Sánchez. Al igual que su compatriota y valedor (participó con él en discos como Melaza y Travesía) u otros músicos como Danilo Pérez, para Zenón su despegue en la exigente escena neoyorquina tuvo que pasar previamente por la formación en la Berklee de Boston, donde ha podido adquirir los recursos con los que poder sintetizar tradiciones caribeñas, insuflar a su música un aliento de espiritualidad y ritos ancestrales y vertebrarlos desde el lenguaje del jazz. Ceremonial, su recién estrenado trabajo, que ya desde su título da ciertas claves de contenidos, significa un salto importante en su corta carrera tras el apoyo recibido por Branford Marsalis para esta producción en el sello discográfico de la célebre familia. El muy convincente debut de Looking Forward (en el español Fresh Sound New Talent, 2001), con la colaboración de David Sánchez, puso sobre aviso de la solidez de un sonido que evita los tópicos en estos encuentros de jazz afrocaribeño. Era una presentación en la que destacaba la compenetración en el front line de los dos saxofones (tenor y alto, a los
MIGUEL ZENÓN. El saxofonista vuelve a Sevilla.
que pudimos ver en el Central en noviembre) y resaltaba una frescura expositiva basada en una construcción suelta en apariencia pero de firmes patrones. En Ceremonial los temas se abren con apuntes melódicos, oraciones espaciosas y cantables que se adentran en pasajes de intensidad sostenida y en fragmentos de interacción solista sujetos por unos versátiles esquemas que recuerdan a los de Wayne Shorter y su cuarteto. Hay, subrayada, una melodiosidad expuesta en un enfoque exuberante, lírico y místico, con frases sublimadas por el líder y momentos pausados de conjunto en un siempre firme –aunque menos enfático que en su primer disco– sentido de la polirritmia. La suavidad de contornos de Ceremonial gozará de una mayor tensión concierto en directo. Zenón (saxo Miguel alto de veloz fraseo, clariZenón y dad de líneas y su cuarteto timbre pulido y con brillo) presentan viene arropaesta noche do por el grupo con el ‘Ceremonial’ que ha podido madurar su estilo en una apretada agenda que le ha mantenido en cartel varias semanas en Nueva York: Jeff Ballard (batería), Ben Steet (bajo) y Luis Perdomo (piano). Sala Chicarreros, 21.00, entrada por invitación.
PRESENTA
Serrat sinfónico Colaboran:
28 y 29 de mayo de 2004 Localidades a la venta en la taquilla del Teatro de la Maestranza
Organizan:
EL DIARIO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO
CULTURA Y OCIO Diario de Sevilla
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MI. 9. 3. 2005
Alavista ●●●
certamen
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jazz
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arte
INTEGRAL DE SCIARRINO
ANTONIO SOSA ENRAFAELORTIZ
Esta noche, a las 21.00, comienza el Ciclo de Música Contemporánea que organiza el Teatro Central y que se desarrollará hasta el 25 de mayo. El certamen se inicia con un programa integral dedicado a Salvatore Sciarrino, interpretado por el ensemble italiano Alter Ego: Manuel Zurria, Paul Ravaglia, Aldo Campagnari, Francesco Dillon y Oscar Pizzo. Junto a estos cinco músicos estará Robin Rimbaud, alias Scanner. Además, el concierto contará con las imágenes de D-FUSE. Más información en la página www.teatrocentral.com.
El pasado jueves la galería Rafael Ortiz (C/ Abades) inauguró una muestra del artista sevillano, nacido en Coria del Río, Antonio Sosa. Bajo el título de Tramas, Sosa, uno de los creadores más reputados del panorama nacional, reúne sus últimas obras que reflexionan sobre “el papel de la cultura como extremo de una estructura creada por el hombre, y que nos provee de una manera de entender, de una visión e interpretación de las cosas, cuya misión es mantenernos seguros de la realidad”, en palabras de Rosa Queral. La muestra permanecerá expuesta hasta el 11 de abril y puede visitarse, los lunes, de 18.00 a 21.00, de martes a viernes, de 11.00 a 13.30, y de 18.00 a 21.00 y sábados, de 11.00 a 13.30. Entrada libre.
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clásica
FLORILEGIUM Y NEOBAROCK El Festival de Música Antigua de Sevilla continúa su andadura. Esta noche actuará la ensemble británica de instrumentos históricos Florilegium (Iglesia de Santa Marina) y mañana le llegará el turno a el grupo de solistas NeoBarock (Monasterio de la Cartuja), un conjunto formado por intérpretes curtidos en el grupo Musica Antiqua de Köln. Todos los conciertos comienzan a las 20.30. Entradas a la venta en las taquillas del Teatro Lope de Vega y en el lugar del concierto, desde una hora antes de que comience el recital.
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música
EL ‘REQUIEM’ DE MOZART El Orfeón Universitario de Málaga celebra su XXX Aniversario con la interpretación de la sinfonía nº 40 en sol menor y el Requiem en re menor de Wolfgang Amadeus Mozart, junto con el Coro de la Universidad de Sevilla y la Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Gran Canaria, bajo la dirección de José Carlos Carmona. El concierto se celebrará mañana, a las 21.00, en la Catedral de Sevilla. El recital se repetirá el sábado en Torrox y el domingo en Málaga. Entrada libre.
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UNIVERSITARIA BIG BAND. Manuel Calleja dirigiendo la orquesta.
ANTONIO PIZARRRO
Nuevos aires para el Festival de Jazz de la Universidad Jesús Gonzalo ■ SEVILLA. Hoy comienza la VIII edición del Festival de
Jazz de la Universidad de Sevilla. Como viene siendo costumbre en los últimos años, será su orquesta, dirigida por su titular, Manuel Calleja, la que se encargue de abrir un total de cuatro conciertos que se prolongarán hasta el sábado. Dos factores llaman la atención en esta nueva entrega. Por un lado, el cambio de escenario. El destartalado auditorio de la Politécnica no era el más apropiado. Ahora, con el apoyo del Área de Cultura cartel del Ayuntamiento, su traslado a un espacio más adeSe aprecia cuado, como es el Teatro Alameda, augura un nuevo una rumbo para este certamen. intención En segundo lugar, se aprecia un esfuerzo por dar renovadora un giro al programa en un en el intento por implicar a nuevos públicos – tangenciales programa pero compatibles del jazz y la electrónica–, orientando el cartel hacia estas tendencias. ¿Existe un espíritu renovador? En un cartel limitado en el tiempo y que vuelve a contar con el concierto de guitarra de jazz-rock, una constante en las últimas ediciones (Mike Stern, Ximo Tébar, dos veces, y Nguyen Lê) que arrastra a sus incondicionales, el cambio no parece significativo. Mañana llega, a las 21.00, dentro de este espacio habitual
dedicado a la fusión de los setenta, Allan Holdsworth, un virtuoso que se prodiga más en el ámbito educacional que en el discografico o en directo, pero cuya reputación e influencia como instrumentista nadie pone en duda; salvo los diccionarios de jazz que no le mencionan. Más síntesis agrupadas bajo el concepto fusión, esta vez gestada en los noventa: Jazzanova. Es la inclusión más llamativa y arriesgada. Tras varios cambios de escenario, debidos a causas ajenas a la organización, finalmente este espectáculo tendrá lugar el viernes en el Rectorado, lugar que intuimos poco idóneo. El espectro sonoro de este grupo berlinés, que se comporta como si fuera londinense, aglutina la herencia actualizada del Acid jazz de Gilles Peterson, el ambient de Brian Eno, la bossa carioca vía drum & bass y voces que vinculan la perspectiva del jazz eléctrico con el soul. Wallace Roney nos traerá el sábado un planteamiento que incorpora Dj. De promesa que seguía fielmente la estela de Miles Davis en sus comienzos, los ochenta, hasta llegar al presente de este nutrido proyecto con el que viene a Sevilla, Roney ha dejado prueba de un predicamento entre clasicismo y modernidad. En el repertorio habitual de la UBB se estrenan esta noche dos composiciones: Filón (Francisco Cano) y Tokinike (Manuel Calleja). Este concierto (Patio del Rectorado, a las 21.00) contará con la participación como invitado solista de Ramón Molero al piano y la de los percusionistas Enrique Salazar y Antonio Borja. Talleres y jam completan el ciclo. Entradas a la venta en las taquillas del Lope de Vega y el mismo día del concierto en el Alameda.
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exposición
‘COLORAZO’, ARTEADÚO La Carbonería (C/ Levíes, 18) acoge esta noche, a las 20.30, la inauguración de la muestra Colorazo, un proyecto artístico encabezado por los artistas Aurora R. Bosch y Manuel Sánchez Serrano. Se trata de una muestra muy personal en la que ambos creadores dejan patente su gusto por el color, aunque lo hacen desde distintos matices: Aurora R. Bosch se decanta por las tonalidades cálidas e incluso ácidas, mientras que Manuel Sánchez Serrano hace uso de una gama cromática más fría. En cualquier caso, ambos trabajan con una honestidad que deja al descubierto sus inquietudes artísticas. La muestra permanecerá expuesta hasta el 31 de marzo.
conciertos
LA ORQUESTA BARROCA OFRECE CUATRO RECITALES EN CUARESMA La Obra Social de Caja San Fernando organiza con motivo de la Cuaresma cuatro conciertos de la Orquesta Barroca de Sevilla, que se celebrarán en el Alcázar de Córdoba (mañana jueves), el Convento de Santo Domingo de Jerez (el viernes), el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz (el sábado) y el Santuario de María AuxiliadoraLa Trinidad de Sevilla (el do-
mingo). El nombre del programa, Stabar Mater, alude a la obra del mismo nombre en fa menor del violoncelista y compositor Luigi Bocherinni, del que se conservan dos versiones. En esta ocasión, la Orquesta Barroca interpretará la original, de 1781, para soprano y cuerda. Nacido en Toscana en 1743, este músico vivió gran parte de su vida en Madrid, bajo la protección
D. S. .
del monarca Carlos III. Por otra parte, la Orquesta Barroca interpretará el Concerto Grosso, titulado El lamento de Arianna, del compositor Francesco Locatelli. Esta partitura hace referencia al mito protagonizado por Arianna que sufrió el abandono de Teseo. En estos cuatro recitales, la orquesta estará dirigida por el maestro Barry Sargent, cofundador de la agrupación sevillana junto a Ventura Rico, y contará con la presencia destacada de la soprano Marta Almajano.