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EL CLUB DE LOS QUE VUELVEN

El auge, caída y resurrección de ídolos ha sido y es un tema recurrente en la historia del cine. Un ir y venir de actores y actrices al que alude nuestra columnista con el recuerdo de algunos casos recientes.

Supongo que lo saben, pero ha vuelto Brendan Fraser. Apareció en el Festival de Toronto y en el de Venecia. Lo hizo gordo, pero menos que en La ballena (The Whale), la película de Darren Aronofsky por la que el público lo aclamaba. Como tantos actores, tuvo éxito, se diluyó y ha vuelto arriba. Ha vuelto, además, a ese listado no oficial de actores que pueden ganar el Oscar. Lo que gusta a la Academia alguien que se transforma físicamente para empeorar… También alguien que renace tras haber sido una estrella con La momia y George de la jungla. De superestrella a ‘¿dónde demonios está Brendan Fraser?’. Eso si nos acordábamos de él.

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Y no es La ballena (The Whale) su única película de gran regreso. Está en Brothers, con Glenn Close, y también en Killers of the Flower Moon, de Scorsese, con DiCaprio y Robert De Niro. En 2018 contó que pasó por una depresión después de ser acosado sexualmente por Philip Berk, que fue presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera (Berk lo niega; él mismo escribió una historia diferente, que le dio un pellizco en el culo, aunque el actor dice que el dedo fue a parar a su interior). También tuvo lesiones por empeñarse en no ser doblado por especialistas y un divorcio complicado.

En La ballena (The Whale) es un profesor de literatura on-line con obesidad mórbida en una casa diminuta y que trata de relacionarse con su hija, interpretada por Sadie Sink (la pelirroja Max en Stranger Things), lo que me lleva a otra de estrella con bache, precisamente hasta Stranger Things. Winona Ryder. La chica de Bitelchús, Eduardo Manostijeras o La edad de la inocencia. En su caso, las razones fueron otras: su arresto el 12 de diciembre de 2001 en el Saks de Beverly Hills por hurto y posterior condena a tres años de libertad condicional. Siguió en el cine, pero su película más destacable fue Cisne negro (2010), también con Aronofsky y ya la gran vuelta con Stranger Things (2016). Su colega de Bitelchús, Michael Keaton, también ha tenido altibajos. Bitelchús (1988), Batman (1989), De repente, un extraño (1990), Mucho ruido y pocas nueces (1993) y luego, naderías hasta llegar a Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) (2014). Y luego, Spotlight (2015) o Dopesick: Historia de una adicción (2021).

Otro de este club es Mickey Rourke. Después de convertirse en un sex symbol con enjundia, decidió dedicarse al boxeo (en 1994). Antes había hecho La ley de la calle (1983), Manhattan Sur (1985) o El corazón del ángel (1987). Empezó a volver con Sin City: Ciudad del pecado (2005) y lo hizo del todo con El luchador (2008). Más sonoro fue el declive de John Travolta. Alguien que triunfa con Fiebre del sábado noche (1977) o Grease (1978) y sigue haciendo películas del montón, aunque estuviera en Hairspray (2007). Pero llega Pulp Fiction (1994) y es rehabilitado por Tarantino. Y después, Cara a cara, Primary Colors o La delgada línea roja Hay gente que vuelve, pero de aquella manera. Ahí está Kathleen Turner con su mala experiencia en Friends o la buena en El método Kominsky. Pero prefiere el teatro. A Debra Winger le hizo Rosanna Arquette un documental, Buscando a Debra Winger. Uno muy malo para tan gran tema.

“HAY GENTE QUE VUELVE DE AQUELLA MANERA. COMO KATHLEEN TURNER CON SU MALA EXPERIENCIA EN FRIENDS O LA BUENA EN EL MÉTODO KOMINSKY”.

Cuando estaban en Batman, Jack Nicholson dijo a Michael Keaton que si esa película era un éxito podía tener tres o cuatro fracasos sin problema. Parece que se pueden tener más fracasos antes de volver por la puerta grande. ◆

UNA PELÍCULA, DE RUBEN ÖSTLUND DIRECTOR DE “FUERZA MAYOR” Y “THE SQUARE” DE RUBEN ÖSTLUND DIRECTOR DE “FUERZA MAYOR” Y “THE SQUARE”

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