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EN BUSCA DE LA FELICIDAD
from Fotogramas - Febrero 2023
by jesuxo
Sin grúas ni combo, travellings, grupos electrógenos, material técnico complejo e incluso prescindiendo de script, con un reparto íntegro de intérpretes sin experiencia, rueda Manuel Martín Cuenca (Almería, 1964) su séptimo largometraje de ficción, El amor de Andrea Siempre he tratado de hacer un cine lo más desnudo posible, muy poco elaborado. En esta película decidí desprenderme de todo, filmarla como los pioneros, con un trípode, una cámara y luz natural; si hay que seguir a un personaje, que sea con una panorámica en lugar de con un travelling. El director de La hija, El autor, Caníbal y La flaqueza del bolchevique se muestra muy satisfecho con la experiencia cuando charla con FOTOGRAMAS. La guinda la pone la circunstancia de que rueda de modo cronológico y no agrupando las secuencias por localizaciones, como es lo habitual. La cronología ha estado siempre muy presente en todos mis rodajes, pero nunca de un modo tan extremo como en este. Si pudiera trabajaría siempre así porque es lo orgánico, lo que se hacía al inicio del cine, como Chaplin. Procedo del documental y tiendo a utilizar herramientas de ese campo en la ficción. Inconformista y luchadora. El proyecto surgió durante la pandemia, cuando el cineasta recuperó una vieja idea, sobre una niña que busca reconciliarse con su progenitor, que había compartido con Lola Mayo (El muerto y ser feliz), coguionista habitual de Javier Rebollo, cuando coincidió con ella en el documental Últimos testigos. Se reencontraron en el verano de 2020 para escribir el guion. Andrea (Lupe Mateo Barredo) tiene 15 años, y es, como suele ocurrir con los personajes del director, inconformista, obsesiva, luchadora, y se enfrenta a lo que parece un imposible. Quiere recuperar el amor que añora de su padre (Jesús Ortiz), ausente tras divorciarse de su madre (Irka Lugo), para lo que se embarcará en una aventura con sus hermanos, Fidel (Fidel Sierra) y Tomás (Cayetano Rodríguez Anglada).
La luz de Cádiz. El escenario físico y el clima son elementos de peso en el cine de Martín Cuenca. Esta es una película otoñal, de entretiempo, con mucho exterior, describe. Cádiz, aunque es una ciudad, tiene una naturaleza muy cambiante. En un mismo día puede hacer un sol tremendo, llover y salir de nuevo el sol. Esto forma parte de la sustancia dramática del film. El sol coincide con los momentos más luminosos de la búsqueda del personaje El reparto incluye a un amigo de la protagonista, Abel (Agustín Domínguez); la abogada de la madre (Inés Amueva), y el tutor del instituto (José Manuel Verdulla). Producen La Loma Blanca, La Zona y El amor de Andrea AIE, en coproducción con la mexicana Alebrije Cine y Video. ◆
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“EL AMOR DE ANDREA SE RUEDA EN ORDEN CRONOLÓGICO; SOLO CON UNA CÁMARA, UN TRÍPODE Y LUZ NATURAL, COMO LOS PIONEROS, COMO CHAPLIN”.
Reparto De Debutantes
Martín Cuenca rechaza utilizar la expresión ‘actores naturales’, que se emplea en la industria para los intérpretes no profesionales. Hablo de debutantes porque, para mí, cualquiera que se pone delante de una cámara es un actor, explica. El descubridor de María Valverde, en La flaqueza del bolchevique, había recurrido antes a principiantes, pero nunca a un reparto completo, como en El amor de Andrea. Al ser los protagonistas chicos muy jóvenes, si hubiera contado con un Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre o Luis Tosar como padre, la película se convertiría en ellos a partir de que apareciesen en pantalla.