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¡SILENCIO, SE RECUERDA! Vidas en clave de cine
from Fotogramas - Febrero 2023
by jesuxo
Steven Spielberg con ‘Los Fabelman’ es el último de una larga lista de directores que se han servido de la pantalla para pasar cuentas con su pasado. Una forma de redibujar, reflexionar o incluso redimir la propia vida que, aunque estos últimos años vive su mayor apogeo, viene de lejos. Estos son algunos ejemplos clave de este llamado cine-memoria. Por Roger Salvans.
El Cine Envenena Mis Sue Os
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El debut en el largo de Truffaut fue también el arranque de una manera de ver (y vivir) el cine que cambió el mundo: la Nouvelle Vague. Fue la piedra sobre la que se cimentó un giro narrativo y estético y, al mismo tiempo, más que un ejercicio de memoria, un exorcismo vital.Las tribulaciones de Antoine Doinel son el ajuste de cuentas con su difícil infancia y adolescencia–hijo de padre no conocido, los encontronazos con la ley, su huida de casa–, pero también una declaración apasionada de amor al cine, la verdadera patria de Truffaut, así como su refugio y escenario de sus sueños. Los films del futuro serán más personales que una autobiografía, escribió el cineasta. Serán una confesión, como un diario. Los jóvenes directores hablarán en primera persona para contar lo que les ha pasado: su primer amor, su despertar político… Las películas del mañana serán un acto de amor.
‘Amarcord’ (Federico Fellini, 1973) ÉRASE UNA VEZ EN... RÍMINI
El título ya en sí es felliniano, una contracción de Mi ricordo –‘Me acuerdo’–acuñada por el propio director para después renegar de ella y darle un origen misterioso y mágico, más cercano a la imaginación que a la memoria, explicaría. Ambientada en los 30, la cinta se inspira en los años de formación del cineasta: los eventos, personajes y pasiones que lo fascinaban, en una Italia a punto de caer bajo el fascismo, que, con el paso del tiempo, modelarían su estilo único. Yasaben, se non è vero, è ben trovato.
‘Fanny y Alexander’ (Ingmar Bergman, 1982) PELÍCULAS Y SUSURROS
En una obra repleta de fantasmas del pasado y guiños a su vida, es en esta magna cinta –concebida como serie de TV– en la que Bergman consigue a la vez explicarnos de dónde viene y encontrar el equilibrio entre lo real y lo sobrenatural, documento y sueño. Un trabajo de madurez en el que regresa a su infancia –reconocible en esa familia burguesa de principios de siglo XX–, un álbum de recuerdos en el que religión, teatro, fantasía y obsesiones se ven a la luz de la linterna mágica que fascina a Alexander.
‘Adiós, muchachos’ (Louis Malle, 1987) UNA HISTORIA VERDADERA
Para su regreso a Francia tras su periplo estadounidense, Malle se fijó en un hecho que, de niño, marcó su vida: la detención, cuando él tenía 11 años y estudiaba en un internado católico, de tres alumnos y un profesor judíos, que fueron deportados a Auschwitz. Cineasta elegante, detallista y de fuertes convicciones morales que se traducían en su obra, el director de Lacombe Lucien dijo del film que, más que lo que sucedió, conté cómo me habría gustado que pasara. Pero todo está ahí, en mi memoria, aunque reformulado.
‘Casi famosos’ (Cameron Crowe, 2000) IMPRIME LA LEYENDA
Cuando tenía 16 años, Cameron Crowe acompañó durante tres semanas a los Allman Brothers en una gira de conciertos por Estados Unidos. De ese viaje surgió el primero de sus reportajes para Rolling Stone (después llegaron perfiles de Led Zeppelin, Deep Purple, Fleetwood Mac o Eric Clapton) y también la trama de esta cinta, en la que William, un chaval cuya madre no deja que escuche rock, se sube al autobús de la ficticia banda Stillwater. Creo que 1973 fue el año en el que el mundo cambió. Al menos el mío, dice Crowe de una historia que hoy es también un musical en Broadway.
‘Días de radio’ (Woody Allen, 1987) HISTORIAS DE NUEVA YORK
Pocos directores más dados a recurrir a su propia vida para sus películas que Allen, que en esta comedia tira de sus recuerdos de niñez en la Nueva York de los años 40 para retratar a su familia a través del hilo conductor de la radio y la música. Quise rodar una cinta basada en mis recuerdos de las canciones que escuchaba cuando era un chaval, conseguir ese placer indulgente que uno consigue cuando recrea la atmósfera de la infancia, aseguraba. Es una versión exagerada, y mucho mejor, de mi vida.
El Mayor Espect Culo Del Mundo
La idea de Los Fabelman nació en 2005, en la primera noche del rodaje de Múnich, cuando el guionista Tony Kushner le preguntó a Steven Spielberg qué lo empujó a ser director. 15años después, en la primavera de 2020, con la confianza que dan años de amistad surgida del esfuerzo de sacar adelante otros dos proyectos juntos (Lincoln y West Side Story), empezaron a convertir esa respuesta en una película. Escribimos la primera versión en dos meses, cuenta Kushner. Le pregunté todo lo que se me vino a la cabeza y así surgió una historia que cubría toda su niñez. Fue abrumador para ambos. Así nacieron Sammy Fabelman, el álterego del cineasta; sus padres, Burt y Mitzi, basados en Arnold y Leah, sus progenitores –él falleció en 2020, con 103años, y ella, en 2017, a los 97–, y el resto de la familia, en un ejercicio de ficcionalización que le daba a Steven el margen de objetividad y distancia para narrar algo que, en sus palabras, era muy extraño porque es mi vida y al mismo tiempo no lo es, cuenta Kushner. Es fácil identificar en Los Fabelman el origen de muchos de los temas que han marcado el cine de Spielberg, pero, sigue el guionista, Steven tenía claro que el film no podía apelar solo a los fans o a los cinéfilos: tenía que emocionar y conmover al público en general. Si no, no valía la pena. Un objetivo que es, a fin de cuentas, el gran legado de su obra.
ESTRENO: 10 FEBRERO
The Fabelmans (EE. UU., India, 2022, 151 min.). DRAMA.