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Sana competencia ostrícola

Ajuzgar por sus intervenciones directas y las de sus operadores en las dependencias del sector pesquero y acuícola, los gobernadores de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, están en franca competencia por ver cuál de los dos estados de la Península será el primero en atraer las necesarias inversiones, tecnología e infraestructura para el óptimo desarrollo de la Ostricultura, que es la rama de la Acuacultura especializada en el cultivo y producción de ostiones y se ha convertido en una actividad estratégica para fomentar la economía de regiones alejadas de las grandes urbes. Entre las diversas pesquerías productivamente exitosas en la península de Baja California, hoy le toca la mayor atención al molusco bivalvo. Ahí los ostiones constituyen uno de los platillos de mayor importancia no sólo por su excelente sabor sino por su gran calidad nutritiva, sin mencionar el atractivo valor de exportación que tiene. Sin tratar de polemizar sobre dónde fueron sus primeros inicios, la realidad es que la ostricultura tiene fuerte arraigo en nuestro país, con varios niveles de desarrollo en diferentes entidades como Tabasco y el norte de Veracruz (donde miles de pescadores han convertido en esta, su principal fuente de ingresos), en Nayarit; en Sinaloa y Sonora, e incluso en Oaxaca, y más recientemente en Tamaulipas. Datos oficiales señalan que, en 2016, la producción nacional de ostiones ascendió a 58 mil toneladas, aunque en la publicación oficial de Conapesca “México Emerge como Potencia Pesquera”, de 2018, a nivel nacional la producción acuícola de ostión (5º lugar en la producción pesquera nacional) genera 45 mil 994 toneladas, y en lo que respecta a exportaciones, se encuentra en el lugar número 18 entre las especies pesqueras, siendo Estados Unidos, China y Taiwán sus principales destinos. En el caso de Baja California, donde actualmente se producen entre 2 mil 500 y 3 mil toneladas del molusco anuales, tanto en los litorales del Océano Pacífico como el Golfo de California. el gobierno local anunció en 2017 una inversión millonaria para reforzar el desarrollo ostrícola. Ahí desde hace más de 40 años se ha venido consolidando esta actividad con calidad de exportación de la mano de dos grandes productores: el empresario Sergio Guevara y el visionario Vicente Guerrero recientemente fallecido. Es una zona donde hoy operan más de 20 empresas dedicadas al cultivo de ostiones, lo que ofrece un importante aporte económico a esa región. Se cultiva el ostión en Ensenada, Eréndira, San Felipe, Guerrero Negro, Laguna Manuela y la Bahía Falsa de San Quintín, como lo hemos publicado en ediciones anteriores. Hoy la gobernadora recibió el reconocimiento de los ostioneros de San Quintín, por su apoyo. En Baja California Sur, como puede verse y leerse en las páginas de esta edición de NotiPesca, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA) analizan opciones de vinculación en materia de producción de semillas de ostión, con miras a beneficiar a productores acuícolas locales, ya que, según se dijo, entre las prioridades de la administración del gobernador Castro Cosío está impulsar la economía del sector primario; por ello, el estado aporta 100 millones del insumo a través de tres laboratorios y están revisando con un grupo de empresarios de Chihuahua posibles inversiones para la construcción y operación de un laboratorio para la producción de semilla de ostión. Lo deseable es que la intención de gobernadores y productores de la Península prospere, pero también que se haga extensivo a otros estados, como ya lo anunció Tamaulipas, o como ya quiere incursionar Chihuahua, y le entren a esta sana competencia ostrícola.

Jesús Jiménez Padilla

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