Por Álvaro López Franco Coeditor de Descubrir la Historia
No todo está tan mal Alguna vez, al decir a alguien que soy de un municipio del Campo de Gibraltar, he recibido como respuesta miradas que parecen decirme: lo siento por ti. Seguramente, personas que ahora me escuchan habrán vivido situaciones parecidas. Pero hoy me gustaría decir que no todo está tan mal y romper una lanza por el Campo de Gibraltar y los campogibraltareños. Vamos a hacer un repaso muy breve por algunas cosas que merecen la pena de nuestra comarca, aunque ya adelanto que no las citaré todas. Empecemos por el Museo Municipal de Algeciras, que tendrá un nuevo rol en la cultura de la ciudad en su nueva ubicación en el Hospital de la Caridad. También Algeciras está de enhorabue na desde la reapertura del Teatro Florida, que tiene una interesante oferta cultural. El Museo Municipal de San Roque tiene una colección sobre historia local y Carteia en una ex posición diseñada de manera muy atractiva, empleando técnicas museográficas actuales. Ya se ha situado como uno de los referentes de la comarca. Y, ya que la hemos nombrado, no debemos pasar por alto Carteia. Esta urbe romana tuvo tal trascendencia histórica que la situación actual realmente no permite honrar su memoria como debería. Aunque la inversión es claramente insuficiente, tenemos un enclave con un gran poten cial turístico. De La Línea quiero destacar el Museo Cruz Herrera. Lleva varios años cerrado, pero su inmi nente inauguración, nos hace depositar esperanzas en él para la difusión de la cultura local de la mano de un artista universal, Cruz Herrera, que hoy es desconocido para muchos campogibraltareños. La mano de la directora del museo ha sido capaz de crear un espacio sublime y moderno que será, en mi opinión, el buque insignia de la ciudad en los próximos años. Las históricas ciudades de Castellar y Jimena tienen una importante tradición militar como puestos defensivos fronterizos. No sólo esto, sino que en la Almoraima se desarrolló notable mente la industria corchera, que tuvo una especial relevancia en esta zona. Por su parte, Tarifa ha sabido conjugar bastante bien el turismo de costa con el histórico, ya que las recreaciones y las visitas al castillo también son motivos para visitar la ciudad. Por supuesto, no debemos olvidar que toda la costa atlántica es, desde hace unos años, uno de los des tinos de playa más demandados de toda España.
El Campo de Gibraltar no sólo puede situarse como destino de historia y artes. La gastrono mía de la zona también es un referente gracias a un pescado de altísima calidad, las carnes de caza, la famosa ternera retinta de la costa de la luz, las setas de los barrios o las buenas huertas de la comarca. También vivimos en un destino obligado para los amantes de la naturaleza, pues to que el parque natural de los Alcornocales nos ofrece una extensa área protegida con una gran biodiversidad animal y vegetal. No quiero dar un mensaje tan positivo como para que no reivindiquemos mejoras y una ma yor atención al Campo de Gibraltar, pero tampoco tan negativo como para que pensemos que es una tarea imposible. Pensemos que, sin apenas atención gubernamental, hemos logrado hacer grandes cosas. Sólo tenemos que seguir demostrando que en el Campo de Gibraltar hay un po tencial humano y patrimonial al que no se puede ignorar de ninguna de las maneras.