Buscar la motivación en la historia Por Álvaro López Franco Coeditor de Descubrir la Historia En estos tiempos de grandes dificultades para muchas cosas, entre ellas, trabajar y vivir dignamente, se habla continuamente del emprendimiento y los emprendedores, es decir, de crear tu propio puesto de trabajo. La crisis está forzando a que muchas personas creen una empresa o trabajen por su cuenta, y solo lo hacen porque la situación les obliga. No porque realmente les apetezca o tengan una idea que quieran desarrollar de manera independiente. Pero quizá podamos aportar un granito de arena para que aquellas personas que deciden emprender, sea cual sea su razón, tengan alguna herramienta para sentirse más motivadas. Antes de nada quiero dejar clara mi postura contraria a cómo está organizado el sistema del trabajo por cuenta propia en España, y más durante el tiempo de crisis. Vamos a intentar encontrar esta herramienta lejos de las habituales guías de motivación para el emprendimiento. Concretamente en la historia. Y es que en casi cualquier lectura que hagamos de periodos históricos, desde la Antigüedad a la Historia Contemporánea, encontramos numerosos ejemplos de personas, que por necesidad o por vocación, crearon negocios. Algunos pudieron subsistir gracias a ellos y otros realmente tuvieron un gran éxito. En el siglo XIX y, sobre todo, desde comienzos del siglo XX aparecen las grandes corporaciones como consecuencia de una consolidación del modelo capitalista. Y es en este momento en el que podríamos fijarnos en algunas de las ideas innovadoras llevadas a cabo por inventores, creadores, ingenieros o, simplemente, personas con una gran visión para los negocios. Podríamos citar al industrial petrolero John Davison Rockefeller, al magnate de los medios de comunicación William Randolph Hearst o al naviero Andrew Carnegie.
Quizá los citados empresarios han sido algunos de los más famosos. También lo es Henry Ford, el fundador de la compañía Ford Motor Company. Él también fue uno de los responsables de la invención y estandarización de las cadenas de producción para la fabricación masificada. Pero no solo fue un empresario brillante en su actividad, sino que ha dejado un legado, a modo de citas célebres, que se suelen utilizar para motivar a los emprendedores de hoy. Entre ellas están estas: «Tanto si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón» o «No hay nadie que sepa lo suficiente como para decir qué es y qué no es posible». Pero hay otra que me parece más apropiada para el tema que nos ocupa ahora. Trata sobre la creación de necesidades en el mercado. Recordemos que fue uno de los impulsores del automóvil tal y como lo conocemos hoy en día. Henry Ford decía: «Si hubiera preguntado a la gente que qué quería, me hubiesen dicho que caballos más rápidos». Esto demuestra que muchas veces es importante mirar un poco más allá, ser diferentes y buscar un hueco para un negocio. Incluso si un sector está lleno de empresas, se puede introducir algo nuevo siempre que el producto o el servicio sea diferente. Por ello, recomendamos mirar hacia atrás como fuente de inspiración, ya que la respuesta a muchas cosas siempre se halla en la historia.