TARIFA El pasado verano, según las estadísticas, ha sido uno de los más rentables para el sector turistico en España. Se han batido todos los records de visitas de turistas a nuestro país. En lo que respecta a nuestra comarca, al parecer también ha sido muy completo, liderando la ocupación turística como viene sucediendo habitual desde hace tiempo, la bonita y entrañable ciudad de Tarifa. Resulta muy gratificante para los que vivimos cerca, ver cómo Tarifa se ha convertido en un destino turístico muy codiciado. Son muchos los turistas que acuden de todas partes de España, repitiendo año tras año, así como extranjeros de todas las nacionalidades, algunos de los cuales ya fijaron su residencia en esta ciudad para siempre, atraídos por su luz y sus playas. Todo ello ha propiciado una oferta deportiva, de ocio, cultural y gastronómica, que deja muchos miles de euros en la ciudad, lo que sin duda propicia también la apertura de nuevos negocios y la creación de puestos de trabajo. Ahora bien, ante este crecimiento del turismo que se viene produciendo desde hace bastantes años, podemos observar que nuestros políticos no se dan cuenta de la importancia que tiene poder conservarlo, mediante una oferta y unas condiciones que sigan atrayendo a la gente, y con algo tan importante como es la convivencia de este turismo con la gente del pueblo, con los que están todo el año, para que ello no provoque rechazo entre la población. En primer lugar resulta tercermundista las colas que hay que soportar para llegar hasta la ciudad en verano. Una vez que has conseguido llegar, la falta de infraestructuras es alarmante, no hay aparcamiento para acoger a la multitud de vehículos, mucha gente no tiene dónde aparcar, por lo que la grúa
municipal hace su agosto, nunca mejor dicho. No se hace nada por por parte de la policía local, para evitar los desmanes callejeros que se producen, como consecuencia de las celebraciones que se han puesto de moda. Viene siendo habitual llegar a Tarifa para celebrar una despedida de soltero, algunas de las cuales son realmente detestables, tanto por su ordinariez como por la falta de educación de los grupos que las celebran, dejando finalmente las calles como auténticas cloacas. No se ven refuerzos de la policía local por las noches de fin de semana, que es cuando más pendiente habría que estar de estos desmanes, porque molestan a los vecinos, que no pueden dormir en la zona centro, lo que hace que mucha gente se manifieste en contra del turismo, oyéndose comentarios del tipo “qué ganas tengo que llegue septiembre o que se meta una levantera fuerte”. Por otra parte, la libertad de la que gozan los perros, con el comportamiento animal de sus propietarios. El paseo marítimo es un vertedero de cacas de perro sin recoger, y la misma playa, donde parece que pueden acampar a sus anchas los animales, sin que tampoco la policía local ni nadie llame la atención o multe a sus propietarios, lo que hace que cada vez sean más los perros que paseen, junto con sus dueños, con total impunidad y molestias para los demás. En fin son muchos los problemas a los que se debería poner freno, para que la querida ciudad de Tarifa pueda seguir creciendo en el sector turístico de manera ordenada, para beneficio de toda la zona, y siga de esta manera gustando a la gente que la visita, porque además de disfrutar de este paraíso, se puedan sentir seguros y sobre todo queridos, pero desde luego de seguir el Ayuntamiento con esta inactividad de vigilancia y servicio, de no controlar los desmanes ni corregir las deficiencias, cabe la posibilidad, como ha sucedido con otras ciudades que tuvieron una gran explosión con el turimo, cabe la posibilidad como digo de que Tarifa finalmente pueda morir de éxito.