Acceso a la Educación entre Hombres y Mujeres, y la Educación Sexista
Autores: •
Juan José Ayala
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Joaquín Goic
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Ignacio Naranjo
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Hernán Salas
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Manuel Terraza
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Nicolás López
Profesora: Valentina Sanguinetti
Índice 1. Resumen 2. Introducción 3. Educación preescolar 4. Educación Escolar 5. Educación Universitaria o Superior 6. El machismo dentro de la educación 7. Conclusión 8. Bibliografía
Resumen: Esta investigación se centra en un aspecto del debate actual de género, el acceso a la educación entre hombres y mujeres, y la educación sexista. En Chile la educación fue sólo para hombres hasta el siglo XX, donde las mujeres comenzaron a recibir educación básica, y hacia mediados de siglo incluso educación superior. A lo largo del documento abordaremos diversos aspectos de la inclusión de la mujer a la educación y su desempeño comparado con los hombres. La educación es la base bajo la cual toda sociedad se construye en todos sus ámbitos, por lo cual entender el por qué la mujer desde su infancia no puede acceder a ésta, es elemental para entender el dinamismo de la sociedad desde éste punto de origen. Además de lo anterior, todos los individuos(as) se deberían dar cuenta que la educación no sexista es fundamental para la construcción de una sociedad más justa y equitativa, en todos los componentes que construyen a la misma. Tomando de base lo dicho en el párrafo anterior, esta investigación debería incumbirle a todos los miembros de la sociedad ya que todo niño tiene derecho a ser educado por lo que cualquiera de nosotros podría verse en la situación de que alguno de nuestros hijos sufra violencia de género en el acceso a la educación. Por otro lado la precisión de nuestras estadísticas no será exacta debido a que nos basaremos en una muestra limitada y no la población total; no obstante existen muchas fuentes de información fidedignas de las cuales se puede sacar información. El tema abordado es bastante complejo debido a que a nadie le gustaría vivir una vida llena de injusticia por el sólo hecho de haber nacido de una forma, y que al momento de
educarse, o sea, de recibir las herramientas para su desarrollo integral, poseen un sesgo, lo que provocará que no lo puedan lograr de manera óptima. Finalmente la investigación tiene como objetivo hacerse cargo de demostrar la desigualdad de género en cuanto al acceso a la educación y la educación sexista que se produce dentro de ella, que es un problema fundamental, para salir del círculo vicioso de la discriminación de género; y lo antes dicho no debiese tener ninguna limitación, debido a que la educación es la base del funcionamiento de cualquier sociedad, por lo tanto lo que suceda en esta, repercutirá de manera directa en cualquier de los componentes de la misma; por lo que la educación se debería hacer cargo de todos los problemas de la sociedad de uno u otro modo. Introducción
El presente informe pretende dar a conocer los resultados obtenidos tras la realización de una investigación cuantitativa. Esta investigación tenía como principal objetivo conocer la brecha de desigualdad de género en cuanto al acceso a la educación pre-‐escolar, escolar, universitaria y las consecuencias de ello. Teniendo en cuenta el principal objetivo, buscamos información sobre distintos casos reales y preguntamos a diferentes personas sus opiniones sobre el tema en cuestión. La metodología utilizada para la preparación de esta investigación fue hecha por seis estudiantes de medicina de primer año que se organizaron dividiéndose para cada uno un tema específico, el cual al terminar, agruparon y filtraron la información necesaria para completar el informe. Finalmente encontramos que la gente en general sabe muy bien que en nuestra sociedad la discriminación del género está muy advertida o por lo menos mucho mejor que hace apenas algunas décadas y que también está muy mal tratar a cualquiera de los dos sexos como un objeto, generalmente de mujeres, pero eso es todo lo que sabe la mayoría, los que no se han tomado el tiempo de investigar más a fondo esta insólita cuestión. Algunos temas más profundos tales como discriminaciones de género en situaciones familiares, escolares e
incluso laborales. Esto abarca prácticamente toda la vida de una persona que por el sólo hecho de nacer de una forma tiene que aguantarse toda una vida de injusticia. Nosotros nos encargaremos en éste informe de profundizar en uno de los temas en los que la desigualdad de género es un factor muy importante: El acceso a la educación y los temas que repercute tanto en la sociedad como en la vida de sus integrantes. Dentro de los temas que abordaremos veremos las promesas y afirmaciones de heterogeneidad de género al momento del acceso a la educación que el gobierno le ha anunciado a la población chilena en comparación con la realidad de la situación en la que vivimos, donde sigue ocurriendo una injusticia silenciosa, pero con unos efectos colaterales que poco a poco se acumulan y llegan a ser tan grandes que no sólo pueden afectar a usted, lector, sino también a su familia, comuna, ciudad e incluso a la sociedad completa en la que vive. Esta es entonces la verdadera razón de nuestro proyecto, dar a conocer éste nivel de desigualdad ya que si este continúa seguiremos con los problemas que ya en un pasado han causado grandes revueltas y desmanes debido al machismo o feminismo, pues ambos sexos se ven afectados en esta lucha por la igualdad de género. Educación preescolar La educación preescolar es fundamental en toda sociedad, puede ser que se le vea como un tema de menor importancia, pero es muy relevante en términos de productividad futura. Se ha demostrado que la capacidad de aprendizaje de los niños durante la primera infancia es la de mayor eficiencia cerebral, “El 80 % del desarrollo intelectual, emocional y social de un niño se logra en la primera infancia”. De esta manera es muy importante indagar sobre el tema del acceso a la educación preescolar y ver si es discriminadora en cuanto a hombres y mujeres. Como se menciona antes, la capacidad de aprendizaje de los niños es muy vulnerable durante su edad temprana, es decir puede ser influenciada muy fácilmente y va a moldear las conductas de los niños más a futuro. Se tiene que tener mucha preocupación sobre que “tipo de vida” llevan los niños durante esta edad, ya que la mayoría de ellos va a
adoptar las conductas instruidas en éste período, sean “buenas” o “malas”. Con esto queremos hacer énfasis en las conductas que pueden adoptar los niños que provienen de ambientes sociales más hostiles, los cuales están expuestos a un tipo de “realidad” no muy amigable, la cual fomenta un desarrollo que puede llevar al niño a conductas un tanto nocivas para su bienestar; y además de lo anterior el mismo ambiente sexista de sala cuna o el medio menor (2-‐3 años), puede desarrollar conductas machistas en las mujeres de ese rango de edad, que se manifestarán en distintas conductas sexistas al momento de desarrollarse, y lógicamente en su psiquis. Es muy importante, de esta manera, que todos los niños tengan acceso a educación preescolar, para evitar o poder reducir un poco la exposición a ambientes hostiles durante su desarrollo. Para esto se han creado leyes y se han formulado proyectos con el propósito de fomentar la educación preescolar, incluso en las familias con escasos recursos donde los ambientes hostiles son más numerosos “La universalización de la enseñanza preescolar permitirá que cualquier mamá sin importar su situación económica pueda entregarle esta ventaja a sus hijos”. Con medidas como esta se puede reducir la segregación en Chile y llegar a igualdad de oportunidades más a futuro. Sin embargo hay que hacer énfasis en sí el acceso a la educación preescolar tiende a ser sexista o no. Por lo que se ha podido observar a lo largo de la historia es que en el caso del acceso a la educación preescolar no ha habido mucha diferencia entre el hombre y la mujer, más bien se diferenciaba en los distintos niveles socioeconómicos de cada familia, lo cual está cada vez más reducido. Pero en lo que sí se ha podido hacer énfasis es en la educación parvularia. No se puede aumentar el acceso a la educación preescolar sin aumentar la cantidad de profesores disponibles. “La inversión en educación parvularia, además, contribuye a compatibilizar roles en el hogar y en el mercado del trabajo.” (…) “De acuerdo con los datos de la encuesta Casen 2003, mientras en el quintil más pobre de la población 1 de cada 4 mujeres trabaja; en el quintil más rico 1 de cada 2 lo hace.” (…) “la cobertura en educación parvularia ha aumentado sostenidamente desde 1990. El gasto en educación parvularia” (…) “ha crecido
durante los últimos 4 años, produciendo una expansión histórica de la cobertura preescolar.” Gracias al aumento de la inversión en la educación parvularia, más niños han podido tener acceso a la educación preescolar, lo que permite a las mujeres (con menos recursos mayoritariamente), poder participar más activamente de una vida laboral al no tener que preocuparse con quien van a dejar a sus hijos, fomentando, de esta manera, la incorporación de las mujeres al mercado laboral, a corto plazo (mujeres dueñas de casa que van a poder trabajar al poder dejar a sus hijos en jardines y sala cunas), como a largo plazo (niñas que ingresen a jardines y sala cunas las cuales van a tener un mayor desarrollo intelectual, aumentando de esta manera el área de trabajo de las mujeres), no obstante no debemos dejar lado lo que ya habíamos mencionado antes, que él cambio no debe ser sólo a nivel de acceso a la educación por parte de las mujeres, sino que también exista un cambia en la metodología de enseñanza en las salas cunas y jardines, que tienden a ser machistas, como por ejemplo diciéndoles, “los niñas lloran, pero los niños”, todo ese tipo de frases van quedan en subconsciente de los niños(as), y que los acompañarán a lo largo de toda su vida. Educación Escolar: Podemos asegurar que a nivel de educación escolar las mujeres han ido cada vez adquiriendo más participación. Si nos remontamos a 1860, podemos observar que la participación de la mujer era baja en comparación a la de los hombres. Y debemos considerar que estos valores son altos para tiempos anteriores, en los cuales las mujeres no tenían acceso a la educación.
María Loreto Egaña, Iván Núñez Prieto y Cecilia Salinas Álvarez, La educación primaria en Chile: 1860-‐1930. Con el paso del tiempo la inclusión de las mujeres fue cada vez aumentando y de esta manera su posibilidad de posteriormente poder ser una profesional trabajadora. Los contextos sociales que se vivían fueron modificándose, permitiendo una participación mayor de la mujer en todos los planos y es ahí donde radica el aumento de mujeres en la educación escolar. Era imperante que la cantidad de hombres y mujeres que estudiaban, a menos a nivel primario y secundario, para que así los niveles de analfabetismo poblacional disminuyeran. Es de esta manera que podemos llegar al siglo XXI con un nivel de participación de la mujer en educación escolar mucho más alta que en siglos anteriores, llegando a ser casi igual a la participación de hombres de éste segmento.
Podemos observar en estos gráficos que la participación de la mujer en educación escolar se ha casi igualado a la del hombre. Las diferencias observables entre los niveles de escolaridad alcanzados entre hombres y mujeres son leves. Se puede apreciar, de hecho, que los hombres tienen en promedio 10 años de educación; mientras que las mujeres alcanzan 9,9 años. Por último, podemos observar que el promedio de años de estudio del hombre es predominantemente superior (aunque de manera leve) al de la mujer, exceptuando el caso de la VI y VII Región, en las cuales la cantidad de años promedio de estudio es mayor en mujeres
En éste gráfico que nos muestra la cantidad de matriculados a una determinada edad, en géneros, podemos ver que no hay una diferencia significativa en hombres v/s mujeres.
En las dos tablas previas podemos observar la similitud de participación de hombres y mujeres en términos de educación básica. De esta manera podemos observar que mediante distintas políticas de educación, las cuales han sido modificadas a través de los años, se ha logrado una mayor equidad en participación hombre-‐ mujer en la educación escolar, dejando atrás esa brecha de género a la que se veían enfrentadas las mujeres de nuestro país y dejando con esto, la violencia de género atrás (al menos en términos de números). Cabe mencionar sin embargo que esto no nos debe dejar satisfechos ya que aún hay mujeres que dejan el colegio por motivos personales (ya sea embarazos, tener que trabajar, etc...). Educación Universitaria o Superior: El ingreso a la mujer a la educación superior en Chile comenzó con el Decreto Amunátegui (1877), que establecía: 1° Que conviene estimular a las mujeres a que hagan estudios serios y sólidos; 2° Que ellas pueden ejercer con ventaja alguna de las profesiones denominadas científicas;
3° Que importa facilitarles los medios de que puedan ganar la subsistencia por sí mismas, decreto: Se declara que las mujeres deben ser admitidas a rendir exámenes válidos para obtener títulos profesionales, con tal que se sometan para ello a las mismas disposiciones a que están sujetos los hombres. Desde ese año comenzó el lento ingreso de mujeres a la universidad. Esto fue un hito enorme en la historia de la educación femenina. La forma de vida de los chilenos del siglo XIX era bastante distinta a la del tiempo presente. La gente había pedido que se realizará un plan de estudios para las mujeres, no que se les dejara entrar en la universidad. La sociedad de ese entonces era enteramente machista. La mujer socialmente estaba vista como un ser con muchos menos beneficios que el hombre. El rol de la mujer era el de criar hijos que fueran buenos ciudadanos a futuro. Ya después de éste decreto podemos decir que se da sustento a lo que sería la búsqueda de igualdad de las mujeres chilenas, como por ejemplo el voto femenino (1949). Aún en nuestros tiempos las mujeres no consiguen igualdad al 100%. Luego de la instauración de este decreto, la mujer comienza poco a poco a incorporarse a las universidades chilenas. Tomemos algunos datos interesantes de “La Gloriosa”, la Universidad de Chile: •
Eloísa Díaz fue la primera mujer en licenciarse en medicina y farmacia en el año 1886.
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Las primera mujer en obtener el título de Abogada fue Matilde Throup en el año 1892
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Justicia Espada Acuña Mena de Gajardo obtuvo el título de Ingeniera con la mención Civil el año 1919
Por esos años solamente los chilenos de la élite ingresaban a la universidad, por lo tanto las mujeres que entraban antes a estudiar eran mujeres que provenían de familias adineradas. A medida que fueron pasando los años se ha ido integrando un mayor porcentaje de alumnos provenientes de otros quintiles a la universidad. En tiempos actuales el ingreso de mujeres es un porcentaje bastante considerable respecto al número total de personas que entran cada año a la universidad, llegando en los últimos años (desde el 2008 en adelante) a superar al número de hombres que ingresan. Por ejemplo, el año 2012 las mujeres superaron a los hombres por un 8,8% en el número de matrículas a las universidades chilenas. Respecto a carreras específicas, podemos ver que en ingeniería aún no es equitativo el ingreso. La Universidad de Chile presentará el siguiente programa para tratar de mejorar éste aspecto: “En su preocupación por potenciar la incorporación de la mujer al área de la ingeniería y ciencias afines, desde el 2014 la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile comenzará a implementar el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG), una nueva iniciativa para mejorar la participación femenina en la comunidad estudiantil de Beauchef y así eliminar los sesgos culturales que han limitado históricamente sus opciones de elección y desarrollo. El PEG comenzará con el aumento de 40 cupos especiales para mujeres que queden en lista de espera -‐es decir, bajo el último postulante seleccionado en el proceso regular de admisión establecido por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas-‐ para el ingreso al Plan Común de la Escuela de Ingeniería y Ciencias.” Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG) [Internet]. Santiago: Universidad
de
Chile;
c2013
[citado
2014
Sep
28].
Disponible
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http://ingenieria.uchile.cl/admision/admision-‐especial-‐pregrado/94355/cupos-‐equidad-‐ de-‐genero
Respecto a la deserción dentro de las universidades chilenas, estudios del MINEDUC demuestran que la mujer tiende a permanecer más que el hombre dentro de las carreras a las que entraron, como lo podemos ver en la siguiente tabla:
Luego de observar estos datos podemos ir concluyendo que la mujer ya está equitativamente ingresando a la universidad junto al hombre, incluso llegando a superarlo en número. También que la mujer tiende a desertar menos, dato con una magnitud importante porque se puede llegar a pensar que la mujer está incluso más preparada que el hombre para enfrentar el estrés de la vida universitaria. La mujer ha logrado mucho en un poco menos de 150 años, demostrado notoriamente en los puntos anteriormente tocados. Cronología: •
1842: Se funda la Universidad de Chile
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1854: Creación de la Escuela Normal de Preceptoras
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1877: Promulgación Decreto Amunátegui, que permitió el ingreso de la mujer a la educación superior
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1887: Egresan las primeras profesionales de Sudamérica, tituladas de médico, las chilenas: Eloísa Díaz y Ernestina Pérez
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1906: Primer curso experimental para formar enfermeras en la Universidad de Chile
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1907: Según el censo, 361.012 mujeres trabajan remuneradamente en el país
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1925: Creación de la Escuela de Servicio Social de Beneficencia
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1927: Celebración del Cincuentenario del Decreto Amunátegui
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1932: La Pontificia Universidad Católica de Chile abre sus puertas a las mujeres
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1952: Según el censo, 539.141 mujeres trabajan en actividades remuneradas en el país
El machismo dentro de la educación Luego de haber estudiado y observado los niveles de inclusión de la mujer en la educación chilena, queda claro que el tema a abordar no es el acceso a la educación en sí, sino un factor aparte que genera la discriminación de género que se ve en nuestro país. En base a esto, es importante considerar que, si bien la el acceso a la educación es en la mayoría de los casos igualitario para ambos géneros, es la educación misma la que inculca valores machistas al estudiantado y contribuye con la discriminación hacia el género femenino. Partimos de la base que la educación en Chile es machista, al imponer valores machistas frente a los alumnos. Desde pequeños se les enseña a los niños los valores del hogar, los cuales incluyen una marcada tendencia a la dominancia del hombre en la familia: es el hombre quien debe trabajar, mientras que la mujer es relegada a trabajos domésticos (generalmente). En palabras del rector de la Universidad de Santiago; “la cultura machista se refleja en muchos colegios donde a las mujeres se las prepara para que asuman roles domésticos; no obstante, han demostrado mejor rendimiento que los hombres en las pruebas
nacionales e internacionales (Simce, PISA) y dado su desempeño en la Enseñanza Media, el Ranking de Notas las favorece para el acceso a las Úes”. Con esto queda demostrado que la percepción del machismo en la educación no es solo un dato vago, sino que está respaldado por autoridades competentes en el tema. (Juan Manuel Zolezzi, Rector de la Universidad de Santiago) A medida de cuantificar con datos objetivos el grado de machismo presente en la educación chilena, se realizó un estudio en la Universidad de Concepción donde se midió los distintos niveles de machismo existentes dentro de la institución. Para esto se construyó una escala, donde el número 9 indicaba la ausencia de machismo mientras que el 18 la presencia máxima. El estudio señaló que el promedio de machismo de la muestra fue de 10.8 en la escala. En base a este promedio, es posible concluir que los estudiantes tienen algún grado de machismo. Existe un 17% de los estudiantes que no manifiestan machismo alguno (9 puntos), se detecta un 10.7% que se puede calificar como altamente machista (13 a 16 puntos), las proporciones mayoritarias, con un total del 72.3%, corresponden a machismo intermedio (entre 10 y 12 puntos), es decir, los alumnos declararon entre una y tres actitudes en éste sentido. Se concluye de esta investigación que si existe un cierto grado de machismo dentro de la universidad donde se realizó la investigación. Si bien hay variantes dentro del mismo alumnado, donde algunos se muestran completamente machistas y otros sin ningún grado de este, como norma general se acepta que existen actitudes machistas en esta particular universidad dentro de la muestra poblacional que se estudió. Cabe señalar que este es un caso particular dentro de una casa de estudio, pero que claramente se podría (y es completamente factible) que se reproduzca en otros lugares de estudio, sin importar el nivel de este (básica, media, universitaria). Para finalizar este ítem, es importante recalcar que se han hecho innumerables avances en discriminación de género en cuanto se refiere al acceso a la educación. Sin embargo, la tarea pendiente consiste en erradicar los valores machistas que se imparten en estas
instituciones para así lograr la total autonomía del género femenino y un país más igualitario, donde el género no sea un factor que predisponga a alguien de desarrollarse como profesional y persona mediante la educación que ella reciba, sino que la motivación misma y las cualidades de cada individuo. Conclusión Finalmente es importante destacar que este es un problema que no tiene una solución simple ni menos inmediata, ya que son siglos de historia en la cual la educación ha sido mayoritariamente machista, desde los griegos, donde podemos encontrar las primeras instituciones académicas hasta nuestros jardines, colegios, liceos y universidades, con lo cual queda claro que un problema a lo largo de toda la historia, y que nuestras sociedades nunca han podido, o quizás nunca han querido solucionar. Debemos entender que francamente hace no más de un par de décadas la educación en Chile y en la mayoría de los países que hoy son considerados como desarrollados, seguía siendo desigual para hombres y mujeres, por lo que los avances que ha habido hasta nuestros días no deben ser mirados a la ligera, a pesar de que lógicamente no son los ideales, y tal vez tampoco los esperados; sin embargo, las mujeres modernas ya tienen acceso a la mayoría de los niveles educacionales (en Chile también), pero no debemos olvidar, que existe aún, una gran diferencia según el tipo de ingreso económico y por tanto del estrato social del cual provenga la mujer en cuestión, de modo que en los estratos sociales altos, tanto hombres como mujeres tienen casi el mismo acceso a la educación desde la educación pre-‐escolar hasta la universitaria, pero no es la misma realidad que se vive en los más bajos, debido a que las mujeres normalmente quedan embarazadas más jóvenes, durante la educación escolar por sobre todo (entre 8vo y IV medio) frente a otras edades dentro de otros estratos sociales (donde las mujeres se embarazan más tarde), de modo que no pueden optar a seguir una carrera técnica o superior (por la poca educación sexual que existen en los establecimientos educativos), y deben dedicarse a cuidar y criar a su hijos en vez de estudiar, y debemos hacer hincapié que un porcentaje importante de las mujeres chilenas
se encuentran inmersas en esa realidad, aunque también debemos destacar que es una realidad que en los últimos años ha ido mejorando gracias a los programas del MINEDUC y SERNAM, que los han enfocado de una manera concreta y eficiente, no obstante, no deben dejar de ser aplicados, sino que deben continuar y ser fortalecidos. Dicho lo anterior y en base a todo lo hablado en este trabajo, queda claro que la mujer debe tener un derecho igualitario a la educación, y cuando decimos debe, es en todo el sentido legislativo de la palabra, la educación igualitaria para la mujer, y por lo tanto una educación no sexista tiene que estar garantizada en la constitución de la República de Chile, y de ese modo ser un derecho para cada mujer que habite nuestro territorio nacional, así como también debería ser en el resto de los países del mundo, debido a que la mujer tiene el mismo derecho que el hombre a desarrollarse integralmente dentro de la sociedad a la que pertenezca; pero tampoco basta que esté escrita en un papel, sino que también sea aplicada dentro de los programas de la educación pre-‐escolar hasta la educación universitaria, de modo que la única manera de hacer un cambio en el comportamiento y psicología de los individuos en una sociedad, es a partir de la educación, y de una educación en la que cada profesor lo afirme y promueva fehacientemente, y con la convicción de que es la única manera de lograr una sociedad más justa e igualitaria. “La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.” Horace Mann (1796-‐1859) (Internet). [citado 2014 Sep 28]. Disponible en: http://www.sabidurias.com/cita/es/9554/horace-‐mann/la-‐educacion-‐mas-‐que-‐cualquier-‐ otro-‐recurso-‐de-‐origen-‐humano-‐es-‐el-‐gran-‐igualador-‐de-‐las-‐condiciones-‐del-‐hombre-‐el-‐ volante-‐de-‐la-‐maquinaria-‐social
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