Tema: Como hacer que tu actitud sea la correcta al realizar la obra de Dios (I Parte) Cita Bíblica: Colosenses 3:23 - Nueva Traducción Viviente (NTV) “Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente”. Que es la actitud? El Diccionario de la Real Academia Española la define de la siguiente manera: Es la disposición de ánimo manifestada de algún modo o acción. Nuestras actitudes matizan todos los aspectos de nuestra vida. Es como la brocha de nuestra mente, o puede pintar los colores mas vivos y hermosos o los mas tristes y tenebrosos. ¿Como escoger el camino correcto? 1. Hazte responsable de tus actitudes: Hechos 5:7-8 - Nueva Versión Internacional (NVI) 7 Unas tres horas más tarde entró la esposa, sin saber lo que había
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ocurrido. 8 —Dime —le preguntó Pedro—, ¿vendieron ustedes el terreno por tal precio? —Sí —dijo ella—, por tal precio. Nuestras actitudes no vienen de nuestras circunstancias de nuestra historia personal. La actitud no viene de una actitud externa de nosotros. Viene de nuestro corazón. 2. Evalúa tu actitud actual: Lucas 15:17 - Reina Valera Contemporánea (RVC) “Finalmente, recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen pan en abundancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre!”. Para mejorar nuestra actitud, necesitamos evaluar donde nos encontramos. La meta no es condenarnos a nosotros mismos; es ser honestos y hacer los cambios correctos en nuestra actitud, siguiendo el siguiente proceso: a. Identifica sentimientos problemáticos contigo mismo. b. Identifica sentimientos problemáticos con los demás. c. Identifica pensamientos problemáticos. 3. Desarrolla el deseo de cambiar: Lucas 15:18-19 - Traducción en lenguaje actual (TLA) “18 Volveré a mi casa, y apenas llegue, le diré a mi padre que me he portado muy mal con Dios y con él. 19 Le diré que no merezco ser
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su hijo, pero que me dé empleo, y que me trate como a cualquiera de sus trabajadores.” El deseo de cambiar es la clave para el crecimiento en todas las áreas de la vida. La mayoría de personas desean mejorar, pero resisten el cambio al mismo tiempo. El problema es que no se puede lograr lo uno sin lo otro. Aplicación: Cambiar de actitud nunca es fácil. Requiere tiempo, energía y dedicación cada día para lograrlo. No estamos solos, el Espíritu Santo está con nosotros. ¡Jesús lo dejó para eso!
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