La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

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IndiceCONTENIDO

Portada Contraportada Índice Entre circos y rancheras: los primeros años de Violeta El Arte de Violeta Los amores de Violeta Las Arpilleras La exiliada del sur Gracias a la vida: La despedida La herencia de una voz jamás callada Con Violeta no se acaba Día de la música chilena Violeta se fue a los cielos Violeta Parra: Conmemoración de sus 100 años Museo Violeta Parra

Trabajo realizado por los alumnos de la asignatura Taller de Producción Gráfica de la carrera de Periodismo de la Universidad de las Américas – Julio de 2017 Yerko Alonso González Macarena Carreño Rojas Claudio Dávila Ortiz Jorge Figueroa Ramírez Guido Harismendy González Ramón Maldonado Contreras Dennise Miranda Ghent Enzo Muñoz Canales Nelson Pacheco Jiménez Belén Pavez González Alexis Solís Tompson Rodrigo Vergara Correa Docente a cargo: Paulina Padilla Fuentes

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ENTRE CIRCOS Y RANCHERAS:

LOS PRIMEROS AÑOS DE VIOLETA De una familia humilde, temprano tuvo que dejar sus estudios para trabajar cantando para ayudar a su familia, este camino la llevó a tener a sus hijos, conocer la música y tener la influencia de distintos maestros, quienes paso a paso la convirtieron en una leyenda.

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A 365 kilómetros de Santiago, en San Carlos en el pleno centro agrícola de la Región del Bio-Bio, con ese olor a campo, naturaleza y pobreza que durante 1917, en un país en plena crisis debido a la Primera Guerra Mundial, en pleno inicio de la Revolución que transformaría a Rusia en la Unión Soviética, Nace Violeta del Carmen Parra Sandoval. Hija del profesor de música Nicanor Parra Parra y de la campesina Clarisa Sandoval Navarrete, conformada también por sus hermanos Nicanor, Roberto, Hilda, Lalo, Lautaro, Óscar, Caupolicán, Elba y Olga. Sus primeros años de vida transcurrieron en pleno campo, en 1919 llega a Santiago, pero dos años después vuelven al sur,

por Jorge Figueroa Ramírez

deambulando en Lautaro, Chillán y terminando en Villa Alegre. La influencia de su padre fue la primera para comenzar su vocación por el arte, comenzando a tocar guitarra a los nueve años y ya a los 12 años a realizar sus primeras composiciones. Fue enfermiza durante su infancia y la viruela a los tres años marcó parte de su vida, su diversión era jugar con sus hermanos en la rivera del Río Ñuble. Sus juegos trataban de emular los shows circenses, donde participaban todos los hermanos. Desde cobrar entradas hasta en los shows principales a sus amigos. Esta influencia siempre se vio en la historia de Violeta, principalmente en su manera de vivir donde sus últimos días vivía en una carpa junto a su familia.

Estudió sus primeros años, pero debió abandonar tempranamente la escuela, por las necesidades económicas que se acrecentaron en el año 1931, con la muerte de su padre. Este hecho hizo que su hermano Nicanor la invitara a vivir a Santiago. En la capital retomó sus estudios, los cuales jamás la acomodaron ya que su verdadera pasión era la música. En esos años comenzó a cantar en bares, quintas de recreos junto a su hermana Hilda, conformando el dúo “Las Hermanas Parra”. Eso la ayudó a mantener su vida en la capital hasta la llegada de su madre y hermanos en el año 1935. Toda la familia llegó a su nuevo hogar en Quinta Normal, una exiliada del bello sur de Chile.

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Su carrera profesional El año 1937 comenzó su carrera artística en los Restaurantes “El Popular” y en “El Tordo Azul” ubicados en Avenida Matta, cantando lo que el público pidiera o lo que estaba de moda en esos tiempos, ya sean boleros, corridos, rancheras o su pasión que eran las cuecas y las tonadas, junto a sus hermanos Clara, Eduardo, Hilda y Roberto. Entre tragos, cantos, humos de cigarrillos y muchas veces el frío que acompaña a los cantantes que trabajan en la noche, conoció a Luis Cereceda, quien fue su primer marido y con el cual tuvo a sus dos primeros hijos, Ángel e Isabel, quienes tomaron el mismo rumbo artístico que su madre. Fue Cereceda, militante del Partido Comunista, quien acercó a Violeta al pensamiento ideológico, lo que la llevó a comenzar a trabajar la campaña de Gabriel González Videla en 1949. En esos años, Violeta comienza a recopilar canciones del folclore tradicional chileno recorriendo distintas partes de Chile. En esa

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búsqueda se encontró con Pablo Neruda, Pablo De Rocka, parte de la historia de la poesía chilena. Su hermano Nicanor, reconocido hoy como el “Antipoeta” la impulsó a defender su recolección del patrimonio musical y a cambiar su repertorio que presentaba en distintos locales, que principalmente se trataba de boleros y rancheras. Fue así como fue presentando en distintos locales sus creaciones, dejan- Violeta Parra junto a Margot Loyola. Archivo Biblioteca Nacional do de lado definitivamente los Nacional de Cultura Tradicional, otros estilos musicales. en las conversaciones recopiladas Fue el año 1952, en un país con Margot, cuenta que ella la vio que lloraba la un año antes cantando al interior m u e r t e del Teatro Caupolicán junto a su del Pa- hermana Hilda, de la cual se imd r e presionó por el tono de voz que tenía, en desmedro de Violeta. Volviendo a su primer encuentro, relata que escuchó cantar “La Jardinera” que poseía una raíz a los cantos que se realizaban en los campos, Margot en ese minuto era investigadora del folclore, se acercó a Violeta preguntando de donde venia esa tonada, a lo que ella respondió enojada que pertenecía a su repertorio. En ese moH u r - mento Margot alabo su trabajo e t a d o , invitó a Violeta a su casa a la madonde Mar- ñana siguiente. got Loyola (1918 - 2015) La creadora de “Gracias a la vida” y Violeta Parra se encuentran sabía perfectamente quien era en una fonda organizada por Margot Loyola, en ese minuto la la Sociedad Chilena de Auto- investigadora y una de las folclores y Compositores (SOCHA- ristas más reconocidas del medio, YCO), algo similar a lo que y no dudo en ningún minuto en aceptar su invitación a trabajar. hoy es la SCD. El Periodista Julio San Martín, Ya en su hogar, comienzan a traperteneciente a la Academia bajar inmediatamente en trans-


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una fue el paño de lágrimas de la otra, tanto en Chile como en Francia donde Vivían juntas. Esto hasta su muerte en el año 1967, donde Violeta decide terminar con su vida. La maestra fue superada por su aprendiz, y en eso Margot siempre sintió orgullo diciendo que “Jamás iba a tener el talento que tenia Violeta”, hasta el minuto nadie lo ha tenido lo que hace que su legado sea cada día más Junto s du hijs, Isabel Parra. Museo Violeta fuerte e influyente en todo el Parra mundo, allá arriba en el ciecribir musicalmente y luego lo, arriba quemando el sol. registrar en el Derecho de Autor, acción que no había realizado Violeta con sus creaciones. A pesar de que su padre fue profesor de música, hasta antes de conocer a Margot, jamás había transcrito musicalmente sus creaciones, según lo que declara a la Revista Ecran el 3 de noviembre de 1953. En esa misma fecha, no dudaba Margot en presentar a los medios a la nueva compositora y exigiendo a los medios que debía lograr el éxito y popularidad que se merece. La vida de ambas siempre se cruzó, manteniendo una amistad y siendo comadres de la hija de Violeta “Rosita Clará” quien falleció a los dos años de vida. Tanto sus peleas como amistad fueron eternas, como buenas amigas, como cada

“Jamás iba a tener el talento que tuvo Violeta Parra” Margot Loyola

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El Arte de Violeta Conocida por su canto y su guitarra, Violeta Parra también tenía otra pasión: el arte. La arpillería, la artesanía en greda y alambre, fueron las principales con las que alcanzó reconocimiento mundial.

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ioleta Parra desde que era niña ayudaba a su madre en sus labores como costurera. El lazo que tenía con los materiales como géneros, lanas e hilos de múltiples colores, fueron parte fundamental de su crecimiento como artista visual y una fuente de posibilidades expresivas que la autora exploró posteriormente. A fines de los años 1950, entabló amistad con la ceramista Teresa Vicuña, con quien realizó sus primeras figuras en greda. Sin embargo, el aliciente (cosa que por su naturaleza representa un atractivo o estímulo) para su labor, sería una de las numerosas enfermedades que padeció.

por Macarena Carreño

Enfermedad En 1959 contrajo una fuerte hepatitis, lo que la obligó a permanecer en cama cerca de 8 meses, período en el cual descubrió y desarrolló su afición por las arpilleras. “Sentí la necesidad de bordar cuando estuve enferma teniendo que quedarme en cama ocho meses. Y pensé que no podía quedarme sin hacer nada. Un día vi lana y un pedazo de tela y me puse a bordar”, explicó en ese momento la folclorista. Estos bordados son parte de su genialidad y su humildad, haciendo parte la vida cotidiana que en ese momento vivía. Fue gradualmente objeto de valoración de parte de la crítica. Fue tanto la adoración por sus obras, lo

que le permitieron participar de la primera Feria de Artes Plásticas, auspiciada por la Municipalidad de Santiago y que se realizó en las orillas del río Mapocho, cerca del Museo de Bellas Artes, en el mismo año. Para Violeta Parra, todas sus facetas artísticas, además de la musical y la plástica, formaban parte de un “todo” que se constituye como una parte orgánica de las relaciones sociales. Para que estos trabajos sean apreciados con el tiempo, hay que mirarlos en toda su inmensidad. La temática de la obra de Violeta Parra está muy ligada a sus vivencias

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personales: la vida campesina y en la ciudad, episodios históricos de Chile, mitos indígenas y religiosos. “Mostrar la vida popular chilena, sus leyendas y canciones. Ideas que tengo que expresar indispensablemente”, según las palabras de la misma artista. Las pinturas Las pinturas que la cantora representaba, eran los sentimientos y momentos más tristes de su vida, como la muerte de su hijo que a su vez se contrastaba con la tapicería, que destaca por retratar la alegría de la vida, generalmente manifestada en la chilenidad popular. Ahí abundaban los colores: “Tengo como base los colores araucanos, amarillo, negro, violeta, rojo, verde y rosado”, aseguraba Parra en Francia. Su ritmo de trabajo consistía en pintar varios cuadros a la vez, según el color escogido para todos ellos. La razón de esto tenía un fin práctico: aprovechar al máximo el pincel cubierto de óleo antes de lavarlo. En términos técnicos, Violeta Parra no dibujaba, si no que trabajaba directamente sobre la tela. La perspectiva bidimensional pro10

pia de los óleos que pintaba, parece remitir a la pintura barroca americana. Los planos en sus trabajos suelen estar superpuestos, muy distinto al concepto de perspectiva de la pintura clásica. americana. Los planos en sus trabajos suelen estar superpuestos, muy distinto al concepto de perspectiva de la pintura clásica. La recaída Alrededor de 1963, sufrió una recaída de su enfermedad, lo que la postró nueva-

Arpillera Contra la Guerra

esfuerzo de gestión, logró exhibir en París, desde el 18 de abril hasta el 11 de mayo de 1964 en el Pabellón Marsan del Museo de Artes Decorativas del Louvre. Fue la primera vez que un artista chileno obtenía dicho reconocimiento, y la oportunidad en que una manifestación artística popular latinoamericana ocupaba el mismo espacio que tenían obras clásicas de la plástica universal. Una de sus Obras

mente en cama. Con e l cuidado de su pareja Gilbert Favre, ahora instalada en Ginebra, Suiza, dio curso a su inagotable creatividad plástica, dando numerosos trabajos en greda, como ya anteriormente le habían enseñado y con este material y, luego de un gran

La arpillera “Contra la guerra” (1963), la pieza número 48 de la colección, fue la única de las obras que en los años 90 regresaron a Chile desde Ginebra, pero que en lugar de ser guardada por su hija Isabel, terminó colgada en una pared de la casa de su otro hijo, Ángel. Hasta que fue traslada al museo. La obra de 1962 contiene varios


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Violeta Parra trabajando en Ceramica.

elementos: una crítica a la iglesia, una figura mapuche y otra judía, una escopeta y también un continente sudamericano dividido. Todos ellos elementos que reflejan la preocupación de la artista en aquel momento y que no ha perdido actualidad. En ella refleja su sentir sobre los desórdenes políticos de Chile y el mundo: “Lo primero que vemos son personajes que aman la paz. La primera (de morado) soy yo porque es el color de mi nombre. Estoy acompañada por un amigo argentino, una amiga chilena y una indígena. Las flores de cada personaje corresponden a sus almas. El fusil representa la guerra y la muerte”, cuenta Violeta en la grabación. “Para mí, la pintura es el punto triste y oscuro de la vida. En ella trato de expresar lo más profundo del ser humano”. Su ritmo de trabajo consistía en pintar varios cuadros a la vez, según el color escogido por Violeta. La razón de esto tenía

un fin práctico, aprovechar al maximo el pincel cubierto de óleo antes de lavarlo. En términos super técnicos, la artista no dibujaba,si no que trabajaba directamente en la tela. La perspectiva bidimensional propia de los óleos que pintaba parece remitir a la pintura barroca americana .Los planos de sus trabajos suelen estar superpuestos, muy distinto al concepto de perspectiva de la pintura clásica. Las obras fueron entregadas a la Fundación Museo Violeta Parra, creada en 2014 especialmente para conservar, restaurar, difundir y poner en valor la obra de esta gran artista chilena.

“Mostrar la vida popular chilena, sus leyendas y canciones. Ideas que tengo que expresar indispensablemente” Violeta Parra

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Los amores de Violeta Parra Quienes la conocieron advierten que el carácter de la folclorista sancarlina era muy parecido a lo que se pudo apreciar en la cinta “Violeta se fue a los cielos” de Andrés Wood. Apasionada, enamorada, a ratos violenta y malhablada. por Nelson Pacheco

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o cierto es que la integrante de la familia Parra Sandoval no solo cultivó con gran talento las artes folclóricas, sino también, las del amor. Así también queda consignado en el libro “Yo Violeta”, en donde su autora Mónica Echeverría escribe que habría quebrado al menos 14 guitarras en la cabeza de hombres que no la correspondieron o que la engañaron. El primer gran amor de Violeta Parra fue Luis Cereceda, un trabajador ferroviario a quien conoció en el restaurante “El tordo azul”, donde ella cantaba junto a su hermana Hilda en Santiago. Con él se casó y tuvo a Isabel y a Ángel. A fines de la década del cuarenta, sin embargo, rompió su relación y se mantuvo sola hasta que conoció a Luis Arce con quien tuvo a sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara. Esta última murió el año 1954,

mientras Violeta se encontraba de gira por Europa. Con Arce también rompió a su regreso del viejo continente. En París, años más tarde, tuvo un romance con el español Paco Ruz. Pero fue en 1960 que su vida daría un giro al conocer al suizo Gilbert Favré. “El gringo” y ella tenían 18 años de diferencia y quienes fueron testigos de ese amor, advierten que fue el más peligroso para la autora de “Gracias a la vida”. Así lo cree el folclorista chillanejo Osvaldo Alveal. “Conocí a Violeta en el colectivo ‘Chile Ríe y Canta’. El carácter de la Violeta era muy fuerte. Ella era muy posesiva y tuvo dos intentos de suicidio antes de matarse. La primera vez tomó pastillas y yo acompañé a Héctor Pavez a la clínica en donde la tenían. Recuerdo como si fuera ayer cuando

él la retó, hasta le tiró unos garabatos por lo que había hecho y le dijo que se mejorara para que pudiera volver a su carpa”. Alveal recuerda que Un testigo privilegiado de este romance fue Eduardo Contreras Mella, abogado y ex regidor y alcalde de Chillán. “Yo conocí a Violeta en Chillán en una época en que comenzaba a ser famosa. Recorría la zona siempre buscando a cantoras populares para que le entregaran el tesoro de sus canciones. Recorrió mucho Minas del Prado, Niblinto y Pinto. Más tarde, cuando fuimos regidores, acordamos que el gran muralista Julio Escámez pintara un mural en la Municipalidad de Chillán

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un trabajo que todos sabemos que fue destruido por los militares de la dictadura tras el golpe. En esa época nos hicimos muy amigos y me contó que habían sido pareja en Concepción”, recuerda el abogado. “Lo que se sabe es que Violeta un día fue a buscar a Julio a una sala de la Universidad de Concepción y lo sacó con fuerza para enrostrarle una supuesta infidelidad de él con una de sus alumnas. Testigos de este romance son las canciones inéditas que Violeta le dedicó a Julio, incluso al término, cuando escribió y grabó ‘Muerte con anteojos’”, recordó. Pero la historia cuenta que el arrebato llegó más lejos para Violeta, quien incluso quemó el colchón en donde había hecho el amor con el muralista, según el libro de Mónica Echeverría. “Ella era muy apasionada, muy arrebatada, pero una tremenda mujer, folclorista y artista de nuestra zona”, precisa el abogado. En aquel tema de desamor que Violeta le dedicó a Julio se advierte su amargura: “De qué le sirve el consuelo/ Tal esqueleto es la muerte/ De qué me sirve la suerte/ Si me da tanto desvelo/ Me está causando recelo/ El frío lo tiene mudo/ Pero a su llamado acudo/ Porque así será el destino/ Este finado ladino/ Quiso ser mío y no pudo”. En el segundo intento de suicidio, Violeta se cortó las venas. “Fueron 14

períodos de pena para ella. Ángel y la Isabel la dejaron sola, instalaron otro local y no la llevaron nunca. Tampoco la fueron a ver a La Reina. En la carpa ella tenía solo permisos provisorios. No tenía baños y constantemente estaba siendo hostigada por los inspectores que le pasaban partes. El desamor de los hijos y del suizo catapultaron su muerte. Yo siempre he dicho que Gilbert Favré la utilizó para llegar a Chile. Luego se fue a Bolivia y se casó. Todas esas cosas gatillaron lo que pasó con ella después”, recordó. Al momento de la muerte de Violeta, los músicos del colectivo se en-

cont r ab a n en gira en Punta Arenas. “Cuando supimos la noticia, suspendimos la gira y nos fuimos a Santiago para sus funerales”, dijo Alveal. Murió de amor: el amor no correspondido de Gilbert Favre, un hombre 19 años más joven que ella. Violeta, que ya era una

Violeta Parra junto a Gilbert Favre

artista de éxito cuando lo conoció y había estado casada dos veces, vivió con Favre, antropólogo y músico de origen suizo, una tormentosa relación en la que lo de menos fueron los años que los separaban. Estuvieron juntos seis años e incluso trabajaron codo con codo, pero un día Favre se fue a tener una familia y ella, tenaz e intensa, cayó en una profunda depresión . ROMANCE CON JULIO ESCÁMEZ Una de esas guitarras se quebró en la cabeza de otro personaje de la historia ligado a Chillán, Julio Escámez. El pintor y la folclorista se habían conocido en 1953, cuando Escámez fue contratado como docente de la Universidad de Concepción y Violeta era una invitada de la casa de estudios para participar en las escuelas de verano de la UdeC. Mientras el amor crecía entre ambos, la universidad le encargó a la artista la investigación del folclor de la zona, trabajo que derivó en la fundación, en 1958, del Museo Nacional de Arte Folclórico Chileno.


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Gilbert Favre

Un testigo privilegiado de este romance fue Eduardo Contreras Mella, abogado y ex regidor y alcalde de Chillán. “Yo conocí a Violeta en Chillán en una época en que comenzaba a ser famosa. Recorría la zona siempre buscando a cantoras populares para que le entregaran el tesoro de sus canciones. Recorrió mucho Minas del Prado, Niblinto y Pinto. Más tarde, cuando fuimos regidores, acordamos que el gran muralista Julio Escámez pintara un mural en la Municipalidad de Chillán, un trabajo que todos sabemos que fue destruido por los militares de la dictadura tras el golpe. En esa época nos hicimos muy amigos y me contó que habían sido pareja en Concepción”, recuerda el abogado. “Lo que se sabe es que Violeta un día fue a buscar a Julio a una sala de la Universidad de Concepción y lo sacó con fuerza para enrostrarle una supuesta infidelidad de él con una de sus alumnas. Testigos de este romance son las canciones inéditas que Violeta le dedicó a Julio, incluso al término, cuando escribió y grabó ‘Muerte

con anteojos’”, recordó. Pero la historia cuenta que el arrebato llegó más lejos para Violeta, quien incluso quemó el colchón en donde había hecho el amor con el muralista, según el libro de Mónica Echeverría. “Ella era muy apasionada, muy arrebatada, pero una tremenda mujer, folclorista y artista de nuestra zona”, precisa el abogado. En aquel tema de desamor que Violeta le dedicó a Julio se advierte su amargura: “De qué le sirve el consuelo/ Tal esqueleto es la muerte/ De qué me sirve la suerte/ Si me da tanto desvelo/ Me está causando recelo/ El frío lo tiene mudo/ Pero a su llamado acudo/ Porque así será el destino/ Este finado ladino/ Quiso ser mío y no pudo”.

“Quienes la conocieron advierten que el carácter de la folclorista sancarlina era muy parecido a lo que se pudo apreciar en la cinta “Violeta se fue a los cielos” de Andrés Wood. Apasionada, enamorada, a ratos violenta y malhablada”

Tuvo un idilio con el joven español Paco Ruz, a quien incluso le regaló su guitarra antes de volver a Chile; en 1958, entabló amistad con el pintor Julio Escámez; y en 1960, para su cumpleaños número 43, conoció a quien sería su último y gran amor, el suizo Gilbert Favre.

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Las Arpilleras de Violeta Hilos y lanas combinados con creatividad la consolidaron como artista plástica, transformándose en la primera artista hispanoamericana en exponer de forma individual en el Pavilon de Marsan, en París.

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n el Museo Violeta Parra se encuentra gran parte de las obras de la cantautora, folclorista y artista textil. Esta muestra contiene “canciones que se pintan y bordan” como la propia Violeta se expresaba ante sus obras al respecto de la técnica usada para bordar sus telas con hilos y lanas en una combinación de creatividad, caracterizadas por rescatar las tradiciones populares del mundo obrero y campesino. A la larga estas obras sirvieron como legado a su pueblo chileno y encargó en vida a sus hijos Ángel e Isabel para que cumpliesen con sus deseos.

por Denisse Miranda

Además de ser la cantautora y folclorista más importante de nuestro país, Violeta Parra fue una gran artista plástica. Injustamente sus obras visuales están entre lo menos reconocido, valorado y entendido de su arte, en especial cuando se habla de sus arpilleras que confeccionó con gran maestría y que han sido expuestas a nivel mundial. La fuerza creadora de esta artista no supo de demarcaciones. Siempre buscó expresarse de diversas formas con los materiales a los cuales podía acceder, tal como lo hizo en 1959 al verse postrada en cama, producto de una aguda hepatitis que la mantuvo alejada del canto y la guitarra por al menos ocho meses.

afectaba, aprovechando el largo reposo y en el cual ella manifestó que no podría estar “sin hacer nada”. Hecho que no la limitó en su búsqueda expresiva. Fue en ese momento en que comenzó a dedicarse a las pinturas y arpilleras. El resultado de se reflejó en una exhibición que fue realizada en la feria de las Artes Plásticas en el Parque Forestal en Santiago, que más tarde se consolidaría en París.

La artista desarrolló una faceta plástica que desconocía y con una gran potencia que alimentaba la creación de arpilleras. “Un día vi la lana y un pedazo de tela y me puse a bordar” explicó en su momento la folcloAhí sintió la necesidad de bordar rista. producto de la enfermedad que la 17


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La artista desarrolló una faceta plástica que desconocía y con una gran potencia que alimentaba la creación de arpilleras. “Un día vi la lana y un pedazo de tela y me puse a bordar” explicó en su momento la folclorista. Para Violeta Parra todas sus facetas artísticas, además de la vinculada a la música y la plástica conforma un enorme complemento que se constituye como una parte orgánica de las relaciones sociales. Para poder apreciarlo hay que observarlo en toda su inmensidad. La temática de la obra de Violeta está muy ligada a sus vivencias personales: la vida campesina y en la ciudad, los episodios históricos de Chile, aquellos mitos indígenas y también religiosos. “Mostrar la vida popular chilena, sus leyendas y canciones. Ideas que tengo que expresar indispensablemente” manifestó en su momento. La artista plástica tiene gran importancia en el desarrollo 18

del bordado como expresión del arte popular, ya que sus arpilleras se encuentran dentro de las primeras manifestantes de este tipo. La exposición en el Pavillon de Marsan, del Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre, en Paris la situaron como la primera artista hispanoamericana que expone individualmente en este recinto. La labor de sus obras muestra un gran dominio compositivo, en cuanto a color, forma, diseño, sobre todo el fundamento y contenido simbólico. Dueña de una exuberante producción plástica, Violeta Parra creó un mundo a través d e sus cuadros y arpilleras en donde representó, con un estilo naif, lleno de color y expresividad, situaciones costumbristas, figuras humanas, animales y ambientes campesinos. Para entender la elección de la técnica en el oficio del bordado en Violeta es interesante

Bordado en arpillera , Cristo en bikini. Museo Violeta Parra

descubrir que tanto el canto vernáculo como esta faceta, fueron heredados por una línea maternal; tal y como en el museo Violeta Parra se expresa a través de sus arpilleras, óleos y papel maché, denunciando las contradicciones del mundo moderno con una potente dimensión política. Su trabajo es testimonial y recrea lo que acontece desde las revueltas sociales, hasta las fiestas populares. Una de las obras que destaca y llama mucho la atención en la muestra es Cristo en bikini, revelando un humor ingenuo, su visión de religioso entremezclado con lo popular. Se traduce la expresividad con ímpetu tanto en color como en movimiento que logra por la inclinación de las puntuadas. Lo visual se articula en una dimensión de sinestesia a


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Bordado en arpillera, Hombre con guitarra. Museo Violeta Parra

lo sonoro, como si las iconografías dialogaran en perfecta armonía con lo musical; mientras que los movimientos de las puntadas en los bordados dan una intención tan potente como la voz en sus canciones. Todo esto nos conduce a la longitud de lo verdaderamente genuino.

que se pintan” Sus obras reflejan y traducen completamentamentela expresividad con ímpetu tanto en color como en el movimiento que va logrando por la inclinación de cada puntuada lograda. Lo visual se va articulando en una dimensión de sinestesia a lo sonoro, como si las iconografías dialogaran en perfecta armonía con lo musical; mientras que los movimientos de las puntadas en cada uno de sus bordados en tela y arpilleras, dan una clara intención tan potente como la voz fuerte y clara que expresa en sus canciones, todo esto nos termina conduciendo a la longitud de lo verdaderamente genuino.

“Un día vi la lana un pedazo de tela y me puse a bordar” Violeta Parra

La obra de Violeta conmueve. Es fiel testimonio del arranque artístico nacido de la tierra, un impulso desde las raíces hacia lo alto del cielo de una artistas que desconocía los límites, una mujer completamente emocional, sensible, multifacética y decidida. Su obra visual lo refleja, su música y expresión visual dialogan entre sí, y con el público las arpilleras con, según la propia Violeta “como canciones 19



La exiliada del sur: El viaje de Violeta Parra Una de las obras de Violeta quizás menos reconocida y que representa su pasar por la vida, es también hoy en día unas de las más significativas y más importantes que ha sido reversionada por diversos artistas.

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a conocida cantautora nacional Violeta Parra, recordada por sus grandes canciones como “Run rún se fue pal’ norte” y “Gracias a la vida”, no sólo nos dejó grandes canciones que con el pasar de los años hasta el día de hoy se escuchan y se traspasan de generación en generación, pero hay un legado un poco desconocido que nos dejó la cantautora ,y es que también se dedicaba a la poesía y uno de sus poemas más destacados sería también una crónica de su viaje luego de que ella misma lo mencionara: “exiliada del sur”. El poema que ha sido musicalizado por primera vez por

por Rodrigo Vergara

Patricio Manns y que con el pasar de los años tuvo sus versiones más populares con Inti-illimani y para las nuevas generaciones con la versión más rockera de Los Bunkers, fue todo un éxito, ya que gracias a esta última versión el poema se hizo mucho más conocido por los jóvenes y se produjo un traspaso de generación en el legado de Violeta Parra.

anudan mis pensamientos, entre las aguas y el viento me pierdo en la lejanía. Mi brazo derecho en Buín quedó, señores oyentes, el otro en San Vicente quedó, no sé con qué fin; mi pecho en Curacautín lo veo en un jardincillo, mis manos en Maitencillo saludan en Pelequén, mi falda en Perilauquén recoge unos pececillos.

“Un ojo dejé en Los Lagos por un descuido casual, el otro quedó en Parral en un boliche de tragos, recuerdo que mucho estrago de niña vio el alma mía, miserias y alevosías

Se m’enredó en San Rosendo un pie el cruzar una esquina, el otro en la Quiriquina se me hunde mares adentro, mi corazón descontento latió con pena en Temuco y me ha llorado en Calchuco, 21


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Mis nervios dejo en Granero, la sangr’en San Sebastián, y en la ciudad de Chillán la calma me bajó a cero, mi riñonada en Cabrero destruye una caminata y en una calle de Itata se me rompió el estrumento, y endilgo pa Nacimiento una mañana de plata. Desembarcando en Riñihue se vio a la Violeta Parra, sin cuerdas en la guitarra, sin hojas en el colihue; una banda de chirigües le vino a dar un concierto; con su hermanito Roberto y Cochepe forman un trío que cant’al orilla del río y en el vaivén de los puertos.” Si hay que hacer un análisis de la canción o poema (a esta altura ya no se sabe cómo decirle) uno a simple lectura podría señalar que se trata de un viaje que realiza la cantautora por el sur de nuestro país y recorriendo diversas ciudades de nuestro país donde, a medida que pasaba por diversas ciudades, aprendió más de nuestra cultura popular. 22

El poema como se puede apreciar, habla de un viaje ida y vuelta que realizó Violeta Parra, en donde a medida que pasaba por los lugares que pasaba iba dejando un pedazo de ella ligado a su tierra y a su cultura. La canción explica que no nos encontramos con un mero transitar de la cantautora, sino que ella va dejando su cuerpo por el territorio donde va pasando, territorio que no es solamente físico, sino más bien que simboliza la cultura y así una parte de ella estará unido en el suelo, en el aquí y ahora. Si uno quisiera hacerle un análisis m á s pro-

fundo a la canción, se le puede hacer. Si se ha leído con bastante atención, las distintas bibliografías de Violeta Parra y gran parte de sus canciones, son situaciones que ella vivió a lo largo de su vida y este poema, en particular, se le puede dar una lectura bastante

Violeta en el estudio grabando una de sus varias obras.

significativa si se estudia bien. Dicho esto, si se analiza bien la canción, se puede determinar que tiene tres emociones o lecturas distintas: Lo visto, la recopilación, el sufrimiento y el reinicio del ciclo. Musicalización Patricio Manns reconoce su admiración que tiene hacia Violeta Parra, ya que ellos se conocían y desde hace mucho tiempo Manns le pedía a Violeta que la dejara musicalizar sus “rimas” (ya que así les decía Violeta a sus obras que no musicalizaba). Finalmente, en el último año de vida de Violeta, accedió a que Manns musicalizara “La exiliada del sur” y, aunque en vida nunca pudo escuchar como quedó, para Manns tendría un significado especial, y es que la misma Violeta le había dado la autorización para musicalizar esa rima que seis años después


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que en esos años muchos aún no conocían a Violeta Parra, Los Bunkers, quienes lograron hacer una muy buena versión de este poema poniéndole su sello: el rock. Incluido en su tercer disco “La Culpa”, álbum dedicado y que tuvo la participación de Carlos Cabezas (miembro de Los Jaivas), estuvo enfocado en recuperar sonidos folclóricos y mezclarlos con rock.

“La

misma Violeta me había dado la autorización para musicalizar esa rima” Patricio Manns

tendría otra connotación. Dos años antes del golpe militar, Inti-illimani también hizo su propia versión de la, hasta entonces desconocida canción que musicalizó Patricio Manns, incluyéndola en su álbum homenaje a los diferentes cantautores que iniciaron el movimiento de la Nueva Canción Chilena, donde a partir de ese entonces, el poema de Violeta Parra empezaría a ser reconocido en todas partes y empezaría a ser difundido por las radios. En el año 2004 vendría quizás la versión más popular que existe hasta hoy y estaría a cargo, en ese entonces, de una banda que venía en ascenso y que logró que la canción “Exiliada del sur” fuera conocida por un público muy joven y 23



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Gracias a la vida: Despedida musical elegida por Violeta Parra Para muchos es la obra maestra de la cantautora nacional. Para una minoría, el adiós perfecto de una carrera exitosa que terminó con un tiro percutado en la sien derecha.

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racias a la vida” es sin duda la obra maestra en la carrera de Violeta Parra. Más allá de “Volver a los 17”, “Maldigo del alto cielo” o “Run Run se fue pa’l norte”, esta canción de la cantautora chilena trasciende más allá de la letra, la melodía o composición musical en tiempos y acordes. Paradójicamente como si fuese un triste final pactado con el destino más cruel, el tema forma parte de “Las últimas composiciones”, último disco de Parra y lanzado en 1966, justo meses antes su suicidio. Los expertos lo catalogan como la mejor grabación

por Claudio Dávila

de Violeta Parra. Obra maestra es un calificativo mínimo. Si uno se apega a un mayor análisis de cada palabra, línea o verso de “Gracias a la vida”, podrá percatarse de que estos están compuestos a manera de despedida. Un mensaje de adiós, a priori muy prematuro para una artista de apenas 49 años. Presagio de un final triste 1966 fue un año afortunado en lo musical para Violeta Parra. Su enorme legado musical seguía creciendo con canciones de “Volver a los 17”, “Run Run se fue pa’l cielo” o “Gracias a la vida”, una especie de cima montañesca para las obras escritas en años anteriores.

Pero cada letra o palabra estaba detalladamente compuesto. Inconscientemente muchos lo tomaron como otra obra sublime de Parra. Sin Para la cantautora, sin embargo, era la mejor despedida. La perfecta bajada de telón predilecta para una carrera más que destacada. Sus letras eran bellas pero muy contrarias entre sí. Las emociones salían de la pluma al punto de poner en un estado de catarsis a todo aquel que lea letra por letra. Una sentida unión emocional y mental. Poniendo foco a la canción se puede observar que la letra es fiel a un agradecimiento a todo lo vivido por Violeta. Una oda a lo positivo de los 49 años. La felicidad en ese momento que graficaba la canción quedó atrás de 25


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

manera trágica aquel 5 de quería graficar al mundo. febrero de 1967. “Creo que las canciones más lindas, las más maduras (perEl ojo crítico, ese que desme- dónenme que les diga cancionuza letra por letra una can- nes lindas habiéndolas hecho ción y saca a la luz virtudes yo, pero qué quieren ustedes, y defectos, se percata de un soy huasa, y digo las cosas estilo de musicalización en sencillamente como las sienlos tonos usados algo sim- to), son “Gracias a la Vida”, ples y planos. Para algunos “Volver a los 17” y “Run Run es fiel reflejo de un ánimo se fue pa’l Norte”, expresaba depresivo, triste y lúgubre. Violeta en una entrevista que Algo que Violeta Parra no data hace años. expresaba en las entrevistas que dio durante los años que La Reina, el lugar elegido vivió en Francia en su faceta para el adiós de artista arpillera. Otros apuntan que la can- Ese triste 5 de febrero de tante usó de manera encu1967, Violeta Parra elibierta un sarcasgió La Carpa de mo, es decir, en La Reina para vez de dar pegarse un gracias tiro en la expresien desaba su recha. odio y U n abelugar rramuy ción icólo vinico vido. A y emamores blemáy desatico para mores, éxila cantantos y fracasos, te ya que fue penas y alegrías. el centro cultuAlgunos difieren y maral montando por ella nifiestan que es un canto y misma en 1965, cercano al reconocimiento a todo lo ex- barrio oriente de Santiago. presado. Señala un inconfor- El propósito era uno: convermismo a lo hecho en su ca- tirlo en la “universidad del rrera y que, lo mostrado en folclor nacional” y al mismo sus obras musicales, no re- tiempo un medio para ganar flejaba lo que ella realmente dinero y levantar su situación 26

Violeta Parra con Gilbert Fabvré, el francés que fue su último amor de su vida.

económica. Ni el barrial que se formaba en invierno impedía a Violeta mostrar su música. Sin embargo, el fracaso del desinterés público, la poca asistencia en cada show o la presión policial a estos eventos caló hondo en la atmósfera emocional de Parra. A esa altura, hasta conseguir los permisos para una peña era un trámite casi tan tedioso como burocrático. El amor más largo y duradero de la cantante fue el musicólogo suizo Gilbert Favre, quien cansado de la miseria y los arrebatos de mal genio y celos de Parra, se había marchado a Bolivia. Enceguecida de amor ella fue detrás para buscarlo y lo encontró casado con otra mujer. Aprovechó el despecho para comprar un revólver. Según Parra, el arma servía para defenderse de los maleantes que frecuentaban La Carpa. Citando a la publicación de Mónica Echeverría (”Yo, Violeta”), Parra era una mujer agria, de


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

momento”. Nos queda ejercer la justicia de escuchar Gracias a la vida y las demás canciones de auto-aniquilamiento de Las últimas composiciones, uno de los grandes discos de la historia, como lo que son: constancias de una inmisericorde derrota, ecos previos del estampido de un balazo contra la sien derecha y el fin prematuro de una artista que, 50 años después, sigue siendo reconocida en Chile. 1967. Exequias a Violeta Parra en la Carpa de La Reina (memoriachilena.cl)

mal carácter, devoradora de hombres a los cuales maltrataba y “con las iras a flor de piel” a la que han “transformado” en “una especie de Virgen María inmaculada y santa”. Para encontrar una crónica fiel de la derrota vital tenemos que acudir a la propia Violeta Parra, que alguna vez se retrató en estos términos: “En mi vida me ha tocado muy seco todo y muy salado, pero así es la vida exactamente, una pelotera que no la entiende nadie. El invierno se ha metido en el fondo de mi alma y dudo que en alguna parte haya primavera; ya no hago nada de nada, ni barrer siquiera. No quiero ver nada de nada, entonces pongo la cama delante de mi puerta y me voy”, escribió en algún

“Muchos lo tomaron como otra obra sublime de Parra. Para la cantautora, sin embargo, era la mejor despedida”

GRACIAS A LA VIDA - VIOLETA PARRA (EXTRACTO) Gracias a la vida que me ha dado tanto Me dio dos luceros que cuando los abro Perfecto distingo lo negro del blanco Y en el alto cielo su fondo estrellado Y en las multitudes el hombre que yo amo. Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado el oído que, en todo su ancho, graba noche y día grillos y canarios; martillos, turbinas, ladridos, chubascos, y la voz tan tierna de mi bien amado. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me ha dado el sonido y el abedecedario Con él las palabras que pienso y declaro Madre amigo hermano y luz alumbrando, La ruta del alma del que estoy amando. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me ha dado la marcha de mis pies cansados Con ellos anduve ciudades y charcos, Playas y desiertos montañas y llanos Y la casa tuya, tu calle y tu patio. (Violeta Parra; “Las últimas composiciones”, 1966)

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La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Violeta Parra: la influencia que dejó para el rock femenino

La herencia de una voz jamás callada

Sin duda alguna, rompió todos los esquemas musicales y sociales de aquel Chile de mediados del siglo XX, y hoy, con las secuelas de su talento indomable y canciones únicas, ha inspirado a mujeres a seguir empoderadas de sus naturales expresiones. por Belén Pavez González

U

n referente de la música popular chilena para el país y para el mundo, ha significado esta mujer considerada multifacética, y es que no sólo fue compositora y recopiladora folclórica, sino que también se formó como artista plástica y poeta.

ras al interior de todo el país, como también fuera de éste, donde su discurso destacó su postura política – militaba en el Partido Comunista – y, por sobre todo, calló la boca de aquellos que miraban a los folcloristas chilenos tercermundistas, como indios ignorantes y carentes de talento.

ya que son muchas las artistas que se han basado en este relato post dictadura militar que dejó marcado a Chile hace 44 años. Esta actitud en la presencia femenina en el rock, viene marcada por antecedentes basadas en una cultura donde el machismo predominaba como algo natural e incuestionable, lo que afectaba directamente al campo de las artes y la música. Fue parte del conocido mo- Violeta fue la principal transvimiento “Nueva Canción gresora, quien desafió a la misChilena” (1960), en el que ma historia. ella reflejó la evolución del canto popular, de la mano Es relevante considerar que, de potentes artistas feme- paralelamente a lo anterior, la ninas como Margot Loyola tradición musical campestre y Gabriela Pizarro, quienes estuvo marcada por cantoras, asumieron un compromiso quienes se encargaron de preefectivo con el gobierno de servar esta costumbre netala Unidad Popular. mente chilena.

Su relación con la industria musical fue, desde la consolidación de su carrera, muy especial, ya que antes ningún sello creyó en ella. Sin embargo, al paso de logros y la masificación de sus canciones a través de pequeños conciertos en las llamadas “peñas”, una continua invitación se dio desde diversas casas disqueras para que ella formara parte de su stand de artistas connotados. Esto vino acompañado de gi- Lo anterior no fue en vano,

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La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Rockeras del siglo XXI, al estilo Violeta Si bien la evolución de la música ha tenido grandes cambios, incluyendo mejoras en las técnicas de grabación, la incorporación de instrumentos electrónicos como cajas de ritmos y la fusión de géneros, Violeta Parra ha significado para varias de las artistas nacionales, una influencia que más allá de las canciones re versionadas, han incorporado como parte de su identidad y registro en sus repertorios. Es el caso de Pascuala Ilabaca, cantante y compositora, que destaca por su delicada voz y su manejo con el acordeón y piano. Es su mezcla de las tradiciones étnicas del mundo – debido a que se instaló en India durante un año para profundizar en los sonidos y ritmos de ese país asiático – con la raíz folclórica chilena, las que la han denominado según los críticos especialistas, como una destacada de la “composición contemporánea”. Actualmente trabaja con músicos que forman parte de sus presentaciones, los que se autodenominan “Fauna”, por 30

esta visión de representar la diversidad que la misma industria exige día a día, incorporando elementos propios del jazz y del drum and bass, entre otros. Su debut discográfico fue netamente creado en honor a Parra, por lo que en el año 2008 lanza “Pascuala canta a Violeta”, que se basa en el formato de tonadas y cuecas, apropiadas de versos contra tiempos, pero con el sello propio de Pascuala, incorporando una tabla hindú y guitarras eléctricas. Fue su gran inspiración y un ejercicio de recuperación de los

son i d o s tradicionales lo que la llevó a realizar este homenaje que, de paso, convenció a la presidenta Michelle Bachelet, de invitarla a la gira que hizo por la India. Con presentaciones por Europa y alrededor de Latinoamérica, Pascuala sigue

Ana Tijoux, presemtàndose en el Festival Vive Latino 2014.

realizando tours donde más de 50.000 mil personas se han deleitado con esta mujer que, si no se hubiese acercado a Violeta, no tendría el mismo sello. Ana Tijoux, es otra de las herederas de Violeta. Claro, Ana rapea y el género musical por el que se mueve – Hip Hop - , no tiene nada que ver con Parra, pero no es mera casualidad que su fraseo sea sincopado como los versos de Violeta. La cantante y compositora, nació en Francia (1977) y es hija de chilenos exiliados tras el golpe militar. Fue una visita a sus abuelos, a los 11 años, los que hicieron que ésta conociera Chile y se quedara por un largo rato. En el 2001 decide regresar a su país de origen, lugar donde graba su primer disco en solitario, luego de haber formado aquí el grupo “Makiza” con dos registros considerados íconos. “Santiago penando estás”, es el título del álbum que tributa


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Mon Laferte en el lanzamiento de su cuarto álbum titulado “Vol. 1”

a Violeta que fue lanzado por el día de su nacimiento (04 de octubre de 1917), como una manifestación a la felicidad y el reconocimiento a sus raíces. Según declaraciones de Tijoux en el blog efectosonar.com, señala que: “Sus composiciones son maestras y han de ser reconocidas por las nuevas generaciones que hablan de arte, lírica y sonidos de una genio; y no es en vano que la mayoría de sus canciones sean versionadas por un montón de gente conocida y desconocida”.

sino que a su vez, le cantó a la ciudad que la acompañó desde su infancia. También lo fue su reciente doble disco de oro. Es ella quien ha declarado en el sitio nwnoticias.com que: “Con el arte de mi generación he saciado tres décadas de silencio”. Lo anterior hace referencia a su cercanía con Violeta, y su mensaje contra la dictadura que calló a hombres y mujeres coartados de expresividad, basada en las historias y armonías heredadas de su abuela.

“Sus composiciones son maestras y han de ser reconocidas por las nuevas generaciones que hablan de arte, lírica y sonidos de una genio; y no es en vano que la mayoría de sus canciones sean versionadas por un montón de gente conocida y desconocida” Ana Tijoux

sa del eum faceatur re volupta

Mon Laferte, es otra de las actuales rockeras femeninas más exitosas del momento y que tiene una gran influencia de Violeta Parra. Su máximo reconocimiento para las masas, hasta hoy, ha sido su paso por el “Festival de Viña del Mar” de este año, donde no sólo se emocionó con la reacción del público quien coreó sus éxitos, 31



Con Violeta no se acaba Su música traspasa fronteras y generaciones, ritmos e idiomas. Cada vez se hace común ver a consagrados artistas que mantienen viva la música de Violeta.

E

por Enzo Muñoz Canales

l legado de la compositora, cantautora y pintora Violeta Parra es incalculable, tanto en el ámbito de la pintura, cerámica y la escultura. Cada vez es más común ver cómo las nuevas generaciones reviven el legado de Violeta a través de las canciones.

Otra Parra que continúa con el legado de Violeta, es Javiera, la hija de Ángel Parra y nieta de la intérprete de “Exiliada al Sur”, quien también cuenta con varias canciones de su abuela, entre las cuales está “El Albertío” y “La Jardinera”.

Para Violeta, de los Parra Isabel Cereceda Parra, conocida por su nombre artístico “Isabel Parra”, hija de Violeta también honró a su madre en el disco “Violeta Parra”, en el cual se encuentran diversas composiciones recopiladas, pero la que más se recuerda es su versión de “La Jardinera”.

La canción que tiene más versiones de distintos cantantes es “Gracias a la vida” con 48 covers, el himno Latinoamérica que la argentina Mercedes Sosa, mayor exponente del folklore argentino en el año 1971, decidió incluir en su repertorio y que volvió a través de la película “Los 33”. Otro reconocido artista es el

Covers a Violeta

cantante, director de orquesta, productor y compositor español Plácido Domingo en el año 2003, en su disco “Canciones de amor”. Y entre los artistas nuevos Jesse & Joy, el dúo mexicano quien lo realizó durante Premios Platino en 2016. Entre los chilenos destacan Luis Jara en 1999 en su disco” Lo nuestro... ayer y hoy”, Los Bunkers en “Después de vivir un siglo” durante el 2001, Ángel Parra en “Violeta se fue a los cielos” en 2007, Los Tres y Jorge González también en 2007 en el disco “Cantores que reflexionan: sintiendo a Violeta”. Víctor Jara tampoco le fue indiferente homenajear a Violeta cuando decidió 33


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

agregar a su repertorio “La Carta”. Por su parte, Inti Illinani, con el poema “La Exiliada de Sur” escrito por Violeta Parra y musicalizado por Patricio Manns, hicieron su homenaje en 1971 durante el álbum “Autores chilenos”. Quienes también ocuparon esta canción, fueron Los Bunkers durante su disco “La Culpa” en 2003. Disco a Violeta Varias bandas de rock chilenas durante el 2001 decidieron reunirse para homenajear a la cantautora de “La jardinera”. “Después de vivir un siglo”, es un disco homenaje a Violeta Parra producido por Álvaro Henríquez, integrante de Los Tres, que cuenta con 13 canciones entre las que destacan “Run Run se fue pa’l norte” a cargo de Joe Vasconcello, “Casamiento de negros” por parte de Chancho en Piedra, “Miran como sonríen” de Los Miserable”, “Santiago está penando” por Anita Tijoux y “Gracias a la vida” a cargo de los Bunkers. Ángel Parra también dedicó un disco a su madre, el cual se llama “Violeta se fue a los Cielos” el que se lanzó en Chile el 34

2006 y fue grabado en Francia. Cuenta con 15 canciones entre las que sobresalen “Corazón Maldito”, “Rin del angelito”, “Volver a los 17” y “Gracias a la Vida”. Anteriormente, había hecho lo mismo Ángel Parra con su disco “Violeta Parra, texto y música” de 1997, donde destacan “Brillo de mar en tus ojos”, “La carta”, “Casamiento de negros” y “La jardinera” Gracias al mundo Diversos artistas se reunieron con motivo del terremoto del 2010 para crear una especie de “We a r e the

Wo r l d ” con la canción “Gracias a la vida” en el proyecto Voces Unidas por Chile, entre los que destacan Alejandro Sanz, Shakira, Laura Pausini, Juan Luis Guerra y Michael Bublé.

Mercedes Soza Wikipedia

Desde el mundo No sólo en Chile Violeta ocupa un lugar especial, sino que su música traspasó frontera llegando a lugares donde no se habla español. A continuación, un listado de artistas que han homenajeado de alguna forma a la cantautora: En Argentina no son pocos los artistas que, de una u otra manera, han homenajeado a la cantautora chilena. La ya mencionada Mercedes Soza, además de Los Chalchaleros, Fito Páez, Pedro Aznar, Charly García, León Gieco, Alberto Cortez, Facundo Cabral, Ligia Piro, Los Calchakis. En Bolivia se encuentran Savia Andina y en Brasil encontramos a Chico Buarque, Elis Regina, Milton Nascimento y Caetano Veloso, que han homejeado de una u otra forma a Violeta. En Canadá Michael Bublé. Por su parte, en Colombia aportan Andrea Echeverri, Juanes, Shakira, mientras que en Corea del Sur se encuentra Davichi y, en


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Alvaro Henriquez, vocalista de Los Tres Emol

Cuba Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Issac Delgado han realizado interpretaciones de canciones escritas por Violeta. En España no son pocos los que rindieron tributo a la cantautora chilena: Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Paloma San Basilio, María Dolores Pradera, Víctor Manuel, Rosa León, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Raphael, Plácido Domingo, Rosario Flores, Baccara, Luz Casal, Oskorri y La Oreja de Van Gogh. Mientras que en Estados Unidos Joan Báez y Faith No More. Finlandia aporta con Arja Saijonmaa y Francia con Holden y Richard Clayderman, quienes también hicieron covers de Violeta Parra. Por su parte, en Grecia, Nana Mouskouri y Danai Stratigopoulou también tomaron parte del legado de la compositora chilena, al igual que en Inglaterra Robert Wyatt e Israel

con Yasmin Levy. Más conocidos son los covers de Gabriella Ferri, Laura Pausini, Franco Simone en Italia. En México también varios artista rindieron tributo a Violeta, como Óscar Chávez, Los Folkloristas, Antonio Domínguez Hidalgo, Fher Olvera, Chavela Vargas, Eugenia León, Guadalupe Pineda, Tania Libertad, Tehua, Ana Gabriel, Hoppo!, Pepe Aguilar y Natalia Lafourcade. En Perú, Susana Baca y Eva Ayllón, mientras que en República Dominicana, Juan Luis Guerra se sumó a los artistas que han mantenido el legado de Violeta. En Uruguay fue Daniel Viglietti, La Tabaré, Jorge Drexler, Laura Canoura y Erwin Schrott. En Venezuela Soledad Bravo también lo hizo. .

La canción que tiene más versiones de distintos cantantes es “Gracias a la vida” con 48 covers

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El Día de la Música Chilena Pese a que el día de la música se celebrar internacionalmente el 22 de noviembre en honor a

Santa Cecilia, patrona de los músicos, Chile lo realiza oficialmente cada 4 de octubre desde el año 2015, fecha en que celebra el Día de la Música y de los Músicos Chilenos.

É

sta se realiza en conmemoración del natalicio de Violeta Parra. El objetivo de esta iniciativa es participar en distintas actividades en todas las regiones del país, con la finalidad de potenciar la participación y el desarrollo de la creación local. En su versión 2009, se realizó domingo el 22 de noviembre y su escenario más importante fue al aire libre en el Parque O’higgins con entrada liberada. Fueron 8 horas de música con 30 artistas. Las bandas más destacadas que participaron fueron: Chancho en Piedra (funk rock) Sonora de Tommy Rey (cumbia chilena) Mazapán (música infantil de vanguardia) La Gallera (cueca brava)

por Ramón Maldonado

Fernando Ubiergo (canciones de autor) Pedro Piedra (pop alternativo) Vasti Michel (fusión latinoamericana) Tizana (cumbia-rock) Porfiados de la Cueca (cueca urbana) Noche de Brujas (cumbia romántica) Six Pack (pop adolescente) Pablo Herrera (canciones románticas) K-Réena (música negra, ritmo y blues) The Ganjas (rock psicodélico) Nicole Natalino (pop y balada) Croni-k (reggaetón) Camila Moreno (canciones de autora) Saiko (pop-rock) De Saloon (rock-pop) Esta jornada estuvo marcada por “Conéctate con la Música Chilena”,

iniciativa de metro y la SCD. Durante ese día varios artistas reconocidos bajaron al tren subterráneo para compartir su música con los pasajeros en diferentes estaciones. En el año 2010, el Día de la Música se celebró por primera vez fuera de Santiago y los destinos escogidos para brindar cobertura a este importante evento fueron Viña del Mar y Concepción. En esta ocasión, la fecha escogida fue el 21 de noviembre para que se ajustase al día correspondiente. En ambas locaciones las presentaciones fueron entre las 11 de las mañana hasta las 20:00 Hrs. Las entradas fueron liberadas, tanto la Quinta Vergara como el Estadio Municipal de Concepción abrieron sus puertas a las 9:00 am. En ambos recintos los artistas convocados fueron: Kalule,

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La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Eduardo Peralta & Manuel Sánchez, Mario Rojas & Flaintig Project, La Mano Ajena, Demian Rodriguez, La Otra Fe, Mario Guerrero, Javier Barria, 5 fina-

listas del Festival Balmaceda, Rocío Peña, De Saloon, Sexual Democracia, Sinergia, Julius Popper, Juanafé, Mawashi, Seo 2, Zaturno, Aiken, Angelo Pierattini, Aguaturbia, Silvestre, Cholomandinga. En el 2011 volvió a Santiago la celebración del Día de la Música en el Parque O’higgins en las mismas condiciones que la versión 2009, aunque la cantidad de asistentes se duplicó con más de 100 mil personas en total. La novedad fue la venta de discos de música chilena en el recinto. También esta apuesta se extiendió al Barrio Ingles de Coquimbo. Entre los músicos invitados en Santiago fueron: Orquesta Sinfónica Estudiantil RM + Coro y 1a voz de Manuel García, 3x7 Veintiuna, Francisca Valenzuela, Electrodomésticos, Quilapayún, Chico Trujillo, José Alfredo Fuentes, Quique Neira y MC Billeta, entre otros. 38

Mientras tanto en Coquimbo asistieron: Viking’s 5, Javiera Parra, María Colores, Banda Conmoción, Chancho en Piedra, Orion Lion y los Lautarinos, Orquesta Sinfónica de La Serena y Los Chinganeros del Puerto. Esta ceremonia se llevó a cabo el 22 de noviembre y recibió críticas de distintos medios por ser un evento más cargado al pop o la cumbia como sus platos fuertes, ya que en versiones anteriores lo fue el rock. Además, se registraron incidentes en el momento en que se presentó la banda Guachupé debido a un inesperado

corte en el sonido. La situación estaba fuera de control y algunos asistentes trataron de quemar basureros, e incluso intentaron atravesar al escenario para robar algunos instrumentos. 25 de noviembre del 2012 se da vida nuevamente al Día de la

Julious Popper - Foto SCD

Música. En esta ocasión, se divide en cinco escenarios de distintas comunas de Santiago, En la novena versión que se celebró en Chile, la SCD se organizó en conjunto al Consejo Nacional de Cultura. Los principales músico que se presentaron fueron: Sinergia, Juana Fe, Luis Dimas, Tomo como Rey, Banda Canitrot, Los Charros de Lumaco, Villa Cariño, Los Miserables y Joe Vasconsellos, entre otros. La décima versión de esta festividad versión 2013 congregó a más de 40 artistas y ese año también la SCD trabajó junto a Fundación Música Chile. Algunos cambios en este certamen fueron que muchos músicos postularon por sus cupos y varios municipios se ofrecieron como locales para realizar el evento. Como novedad, destaca que, se trasladaron al mes de septiembre, el 29 para ser exactos. Finalmente, fueron tres los escenarios que albergaron a los músicos: Melipilla – Plaza de Armas –, La Floridad – Centro Cultural La Florida – Hue-


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

Kanela - Vocalista de Noche de brujas. Foto: Brujas Producciones

churaba – Plaza Cívica –. Los principales invitados fueron: Congreso, Kuervos del Sur, La Sociedad, De Saloon, Ana Tijoux, Douglas, Chancho en Piedra y varios artistas de las respectivas comunas. 2014 fue el año más austero en cuanto celebrar el Día de la Música, aunque desde que se trasladó a septiembre, éste tuvo un sentido de homenaje a la más destacada cantautora chilena, Violeta Parra. A 12 años desde que se realiza este evento, se fija definitivamente el 4 de octubre como el día del natalicio de Violeta Parra. Hace años se conmemoraba a esta célebre artista nacional. Esta vez, el Día de la Música, se celebra en Santiago y regiones. Son ocho horas de música en vivo en la comuna de La Granja, Parque República de Brasil y en La Serena y Concepción.

Estos conciertos son encabezados por: PedroPiedra, Angelo Pierattini, Camila Moreno, La Sonora Palacios, entre otros reconocidos. Año 2016 y se organiza la última versión el martes 4 de octubre. A un año del centenario de Violeta Parra y se confirman 15 conciertos en todo el país, sólo en Santiago son siete. Eduardo Gatti, Inti Illimani Histórico, Valentín Trujillo, Villa Cariño, El Pollo Fuentes y Angelo Pierattini son algunos nombres que forman parte de la programación musical que busca variar en estilos y trayectoria. En regiones la lista se extiende con Los Jaivas, Ángel Parra Trío, Congreso y otros 80 músicos. En el año 2017 aún no se confirma qué lugares albergarán los escenarios, pero se espera que sea una fiesta multitudinaria debido a que se cumplirían 100 años del natalicio de Violeta Parra.

“Siete horas de música de distintos estilos, en total reunió a 25 mil asistentes que fueron en familia a disfrutar de este evento el año 2014”

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Violeta se fue a los cielos El alabado film dirigido por Andrés Wood sobre la vida de Violeta Parra que logró múltiples premios nacionales e internacionales. por Alexis Solis

L

as complejidades a las que Violeta Parra se vio enfrentada durante su vida, lograron inspirar a diversos artistas de la escena nacional e internacional, abarca no solo el medio musical, sino que también al mundo del cine. En el año 2011 el cineasta Andrés Wood, estrenó “Violeta se fue a los cielos”, película basada en la vida de Violeta, pero desde la visión que entregó su hijo Ángel Parra en el libro con el mismo nombre. La película que dura 110 minutos logra abarcar diferentes periodos en la vida de Violeta. Desde su niñez en la provincia de Ñuble hasta su relación con el suizo Gilbert Favre. Ha logrado ganarse una buena apro-

bación del público, en parte por la gran actuación de la protagonista Francisca Gavilán, encargada de la interpretación de los temas que aparecen en la banda sonora de “Violeta se fue a los cielos”, debió tomar arduas clases de canto para lograr asemejarse a la voz que poseía a gran Violeta Parra. La crítica fue muy positiva para Gavilán, incluso, obtuvo varios premios en la categoría de mejor actriz como un Altazor. Un Colon de Plata en el festival de cine de Huelva, Mejor Interpretación Protagónica Femenina en los Premios Pedro Sienna, entre otros.

Por otra parte destacados críticos del cine del país dieron su evaluación, respecto a Violeta se fue a los cielos, Daniel Villalobos en su columna en el diario La Tercera comentó lo siguiente: “El filme del director de Machuca sobre la cantautora más importante de Chile no es la típica biografía ni tampoco otra rapsodia desatada sobre el dolor del artista incomprendido. Esto no es, por suerte, La vida en rosa. La Violeta Parra de esta cinta (magníficamente interpretada por la actriz Francisca Gavilán, que ha participado no solamente en cine, si no en telenovelas y series chilena) 41


La Exiliada del Sur: No hay Chile sin Violeta

es una mujer que sufre, que llora y que tiene el final trágico que todos conocemos, pero no es una víctima. En su ir y venir entre el tiempo y el espacio, este retrato arma un personaje que consigue casi todo lo que desea: el oficio de los cantores, el aplauso de los mineros, el aprecio de la alta cultura parisina, el amor de un hombre más joven”.

en una publicación en BioBioChile.cl: “Violeta Parra no cabe en una sola película, esa parece haber sido una de las primeras verdades que asumió el director Andrés Wood al emprender la magna tarea de llevar al cine la vida de esta mujer portentosa. Wood eligió el retrato de la artista solitaria y contradictoria, en intensa pugna interna con sus demonios, y dejó apenas como bosquejo la desafiante relación que la artista mantuvo con la sociedad chilena de los años 50 y 60, y su activo compromiso político. La otra ver-

Además añade: “Esta es la historia de una mujer que se instruye a sí misma en un arte que considera único y termina siendo una maestra sin alumnos. Casual o no, la imagen de Violeta Parra sola en su carpa en medio de los matorrales es también postal de un país donde la tradición se disuelve sin resd a d petarse y donde los m á s genios desaparecen sin propiamente encontrar a sus iguales”. fílmica que vislumbró el director fue que, para retratar Pero no sólo él entregó su a la autora de Volver a los opinión sobre el film de una 17, tenía que alejarse de las de las cantautora más gran- estructuras convencionales de en la historia de Chile, de las películas biográficas y René Naranjo también opinó explorar un camino en que 42

Francisca Gavilán interpretancia a Violeta Parra en el film “Violeta se fue a los cielos”

lo imprevisto y lo intuitivo características definitorias de la protagonista jugaran un rol central”. No obstante, esta película logró conseguir el máximo galardón entregado por el festival de cine independiente norteamericano Sundance en la categoría “Winner World Cinema Dramatic Competition”. Esto dijo Andrés Wood al conocer esta buena noticia: “Ser seleccionado en Sundance era como que cruzaba ese borde que uno nunca sabe si las películas pueden sortearlo, que es finalmente saber cuan locales son y sobre todo con Violeta Parra y con la película que hicimos, así que fue una gran sorpresa. Más que mostrar, yo creo que Violeta era una mujer de muy avanzada respecto a lo que le tocó vivir, un genio, con una personalidad muy fuerte que la hacía chocar porque tenía las cosas muy claras. Pero nosotros intentamos crear


La exiliada del sur - No hay Chile sin Violeta

Francisca Gavilán cantando gracias a la vida, imagen extraidas de la película

nuestro propio imaginario de ella y no avocarnos a un imaginario algunas veces un poco minimizado para mi gusto de lo que es Violeta Parra”.

los cines Lincoln Plaza Cinemas y Quad Cinema en Nueva York, Andrés Wood (Director de películas como “Machuca”, “Historias de Fútbol”, “La Fiebre del loco” entre otras) fue el encargado de iniciar este recorrido, se mostro muy contento por este logro señalando:“Estoy agradecido de poder realizar proyectos relacionados con mi país, con lo que me importa, de nuestra cultura, y que eso cruce la frontera y se comunique con otras audiencias, es un regalo”.

“Violeta se fue a los cielos estuvo nominada a los premios Oscar, en la categoría de mejor película extranjera”

Violeta Parra

Otro de sus múltiples logros es estar dentro de las diez películas chilenas más vistas de la historia. Ocupa el puesto número ocho y obtuvo un total de 393.444 espectadores. El 30 de marzo de 2012 comenzo el ciclo de tres capítulos que exhibió Chilevision sobre el film Violeta se fue a los cielos, logrando un gran rating de 14,2 puntos pesa a al horario 23:00 hrs. El 29 de marzo del año 2013 la película Violeta se fue a los cielos fue estrenada en

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Violeta Parra conmemoración a cien años de su nacimiento El Consejo Nacional de la Cultura determinó que entre el 4 de octubre de 2016 y el 4 de octubre de 2017 se conmemoran los cien años del natalicio de Violeta Parra.

L

a conmemoración de los cien años del natalicio de Violeta Parra responde a que transgrede a la época, la cultura o sectores socioeconómicos. La vida, obras, música y aprendizajes viven, están presentes en las nuevas generaciones, traspasa razas y etnias. Violeta se fue a los cielos pero su legado es vigente. El Consejo Nacional de la Cultura determinó que entre el 4 de octubre de 2016 y el 4 de octubre de 2017 se conmemoran los cien años del natalicio de Violeta Parra. El mensaje es claro, es una fiesta, una celebración nacional, que llevará a Parra por todo el país, por todos sus rincones para identificar algo de Violeta en nuestras raíces.

por Yerko Alonso G

La presidenta Michelle Bachelet destacó la imagen de Violeta citando una gran frase de Nicanor Parra “este país debería llamarse Violeta” Con motivo de esta conmemoración el Consejo Nacional de Cultura lanzó un sitio web donde se puede encontrar toda la información correspondiente a esta celebración www.violetaparra100.cl y el hashtag permanente para el uso en redes sociales #VioletaParra100. De esta manera toda iniciativa y actividad será promocionada y avisada por estos medios en internet. Otro lugar que está abierto para conocer más sobre Violeta es el Museo Violeta Parra ubicado en Avenida Vicuña

Mackenna 37, durante este año la galería tiene programada visitas guiadas para recorrer las obras de Parra. En el sitio web encontraremos información seleccionado y organizada sobre actividades, por ejemplo encontramos en cartelera a Tita Parra (nieta de Violeta) homenajeando a su abuela por estos 100 años de trayectoria en Valdivia. Otras cosas que podemos ubicar en la web es Violeta en mi barrio una iniciativa del Consejo junto al Ministerio de Vivienda y Urbanismo que impulsa la creatividad colectiva con simples manualidades que se encuentran en formato de folletos descargables en la web.

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“Los amigos de mi madre tienen memoria. Violeta está tan presente en sus vidas que repiten, “sí, está más viva que nunca”. Tengo la misma impresión, sueño a menudo con ella volviendo de alguno de sus viajes declaró a la web su hija Ángel Parra. Ángel Parra preparó un trabajo que fue presentado en distintas regiones del país “Violeta más viva que nunca” este documental que dura 32 minutos estuvo en gran parte del país mostrando la vida de la folclorista. El documental se convirtió en un doble homenaje, pues Ángel Parra falleció en marzo de 2017 faltando pocos días para el que el estreno de este material audiovisual. Run run se fue pa’l norte, la jardinera, gracias a la vida, volviendo a los diecisiete y Violeta ausente son algunas de los verdaderos himnos que dejó instalado en la historia de nuestro país y que se encuentran en el archivo descargable en el sitio oficial. La película dirigida por An46

drés Wood y estrenada en 2011 en cines “Violeta se fue a los Cielos” ha tenido varios ciclos de presentación producto de la conmemoración de Violeta Parra. El sábado 17 de junio se realizó “bordando con Violeta” en la novena región, en la ocasión se bordó a arpillera la obra en homenaje a los 100 años de la folclorista nacional “contra la guerra”. Esta actividad tiene como objetivo reconocer la lucha que dio Parra contra los derechos humanos. El program a fue financiado por un Fondart del Consejo Na-

cional de las Cultura y las Artes. Otra actividad que contempla este centenario es el concurso “afiches Violeta Parra, cien años”, el llamado a participar fue a artistas que dibujarán y crearán un afiche inédito sobre la folclorista nacional. El gana-

dor del concurso fue Cristián Garrido. El concurso tuvo gran concurrencia e interés, al jurado integrado por profesionales del Consejo de la Cultura y la Universidad Tecnológica Metropolitana llegaron 625 propuestas de las cuales 200 fueron admisibles. Garrido por conseguir el primer lugar ganó un Mac Book Pro Retina 2016 y la difusión de su afiche en está conmemoración. El ministro Ernesto Ottone anunció la programación para celebrar a Violeta en el resto del orbe. Es así como el 19 se presentarán en Buenos Aires. En el contexto de la despedida a las bandas que irán al extranjero, el secretario de Estado, se refirió a la importancia de mostrar y experimentar con la música y folclore chileno en el extranjero. “La internacionalización de la música nacional es uno de los ejes prioritarios de la Política de la Música 2017-2020, y en ese sentido


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Violeta Parra Ilustración

estamos muy contentos de que este año la misión sea doble, porque estas bandas además contribuirán a internacionalizar el legado de Violeta”, sentenció. En el aspecto nacional la música de Parra recorrerá el país en conciertos homenajes, es así como diversas bandas y cantantes realizarán eventos para conmemorar a la artista. Las ferias y musicales se presentarán en Argentina, México, también España y otros países. Manuel García cantante nacional se presentó en la región de Aysén, en el marco de la gira de este centenario. Las localidades de Puerto Cisnes, Villa Amengual y Coyhaique fueron testigo de este concierto homenaje que García presenta por el país. Otros artistas que han sido parte de estás activida-

des son, Anita Tijoux, Sate y Nicasio Luna, y de las bandas AMIP. Para el segundo semestre se presentará la agrupación Quilaustral en Puertos Cisnes y Melinka. Otro gran concierto se realizará el 4 de octubre en la ciudad de Valparaiso, donde participarán Tita Parra y Pascuala Ilabaca. Las actividades conmemoraritvas al centenario de la folclorista se hacen presente en el país y el extranjero, su música, obra y legado son vigentes y la invitación que realiza el Consejo Nacional de las Culturas y las Artes está en cautivar a las nuevas generaciones de la gran artista nacional Violeta Parra.

“Este país debería llamarse Violeta” Michelle Bachelet Presidenta de Chile

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Museo Violeta Parra El museo está situado en un edificio de más de 1.300 metros cuadrados, a tan sólo pasos de Plaza Italia. Una de sus características es la extensa fachada donde según explica su arquitecto, Cristián Undurraga “hay un equilibrio entre tradición y modernidad”.

E

l Museo Violeta Parra es la concreción de un anhelo que por años tuvieron los hijos de la artista, Isabel y Ángel, quienes a través de la Fundación Violeta Parra y tras un largo trabajo, lograron recopilar las obras que hoy se exhiben en el espacio, muchas de las cuales estaban diseminadas por distintos puntos del orbe debido a la naturaleza generosa de la artista, que las regalaba a sus amigos y conocidos. Las obras fueron entregadas en comodato a la Fundación Museo Violeta Parra, crea-

por Guido Harismendy González

da en 2014 especialmente para conservar, restaurar, difundir y poner en valor la obra de esta gran artista chilena. El edificio es una obra pública financiada por el Estado de Chile, que fue inaugurado el 4 de octubre de 2015 –a 98 años del nacimiento de la artista- en una ceremonia encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet. Es un espácio, diseñado por el arquitecto Cristián Undurraga, que permite tomar contacto con el enorme legado artístico, social y cultural que dejó Violeta Parra a Chile y el mundo. En su recorrido, los visitantes

pueden conocer la figura de esta destacada artista nacional, y a través de una experiencia visual y sonora, descubrir cómo Violeta Parra rescató el folclore y las tradiciones del mundo obrero y campesino. En este recorrido el museo invita a apreciar el estilo propio, independiente y contrario a los estándares de la época en que la artista realizó sus creaciones. En dos salones principales se exhiben obras de arpillera, pinturas y papel maché, las que se complementan en los espacios audiovisuales del lugar. 49


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El museo está situado en un edificio de poco más de 1.300 Rampa metros cuadrados, a pasos de Plaza Italia. Al ingresar al museo se descubre una larga rampa, donUna de sus características es de la invitación es caminarla la extensa fachada donde “hay con lentitud, para adentrarun equilibrio entre tradición y se en el universo de la artismodernidad”, según explica su ta, a través de su música y arquitecto Cristián Undurraga. del poema “Defensa de Violeta”, escrito por su hermaLa arquitectura de la edifica- no Nicanor. ción también es inclusiva, pues cuenta con una rampa de acceso tanto al exterior como al inte- Sala Audiovisual rior del edificio. Es un espacio íntimo para Para que la exposición pueda adentrarse en la vida y obra ser comprendida por la mayor de Violeta diversidad de las audienParra, a cias que asisten hasta través el emblemático lud e gar, el guión museográfico – que fue creado por MUSEAL– fue traducido a los idiomas mapudungun, inglés y francés. En tanto, en la Sala Educativa se varealizó un trabajo liosos especializado en maregisteria de integración, para tros audiovique de esta manera se permitie- suales y documentales. ra una mejor accesibilidad y al mismo tiempo dispone sus conSala Humana tenidos en lenguaje braille para las personas no videntes Ubicada en la planta alta del museo, exhibe obras que reLos espacios del presentan la vinculación de museo Violeta Parra con las tra50

Fachada Museo Violeta Parra.

diciones populares y el mundo obrero y campesino. Aquí hay piezas que hablan de la importancia de la cueca, de su cercanía con el circo y de sus grandes amistades, entre otros. También está presente su guitarrón, instrumento de origen chileno utilizado preferentemente para la interpretación del Canto a lo Humano y a lo Divino.

Sala Divina En este espacio se recorre la conexión de Violeta Parra con la religiosidad y el mundo espiritual, siempre desde las costumbres populares chilenas. La imagen de Cristo, la fe, lo celestial y la muerte y sus rituales –como el velorio del angelitose toman la exhibición, que es complementada con otro instrumento musical de la propia artista: su arpa. Bosque Sonoro Instalación a través de la cual


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moderno lugar destinado a la realización de espectáculos musicales, charlas u otro tipo de actividades. Rodeado de obras de la artista, cuenta con un escenario y tecnología que permite presentaciones con los más altos estándares de calidad. Todo en una ubicación privilegiada en el centro de Santiago e inmerso en un espacio de enorme valor cultural. Una de las salas de exposición donde se puede observar algunas obras de Violeta Parra.

los visitantes pueden tener una experiencia sensorial y de acercamiento a la música de la artista, por medio de troncos sonorizados.

Durante la conmemoración del centenario, tendrá diversas actividades que acompañaran a la celebración en todo Chile. Pueden conocer más en su sitio web www. museovioletaparra.cl

HORARIOS Martes a Viernes 9:30 - 18:00 hrs Sábado y Domingo 11:00 - 18:00 hrs TARIFAS: Entrada Gratuita CONTÁCTENOS Dirección: Vicuña Mackenna 37, Santiago, Chile. Fono: (56 2) 2 355 46 00 Correo: contacto@ museovioletaparra.cl

Sala Educativa Concebida especialmente para los estudiantes, este espacio posee una serie de dispositivos interactivos que, a través de música, texturas, aromas o poesía, permiten a sus visitantes comprender de mejor manera el contexto en que se desempeñó la multifacética Violeta Parra. Está pensado para albergar talleres de distintos niveles educacionales, complementando así las visitas guiadas que realiza nuestro equipo de mediación.

Sala Antar Tiene una capacidad para 100 personas, el auditorio del museo se presenta como un acogedor y 51


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