TEMA: DICCIONARIO FILOSOFICO
PRESENTADO POR: JOHAN CASTILLO wd
PRESENTADO A: FABIO MANRRIQUE
GLOSARIO FILOSOFICO 2016
CURSO: 1101 J.M. SX
Aร O: 2016
COLEGIO TOMAS CIPRIANO DE MOSQUERA I.E.D Bogotรก D.C.
GLOSARIO DE LA FILOSOFIA
A Accidental: Opuesto a esencial: característico o propio del accidente. Aquello que puede o no pertenecer a una sustancia, sin que se modifique la esencia de dicha sustancia, como el color o el tamaño de una mesa Acción: Término con el que nos referimos a aquel acto o conducta humana que resulta de la elección voluntaria del individuo, (entre otras distintas posibles conductas), y tras la previa deliberación sobre ellas. La acción es, pues, la puesta en ejecución de una conducta que deriva de una elección consciente y deliberada, racional, y de la que el individuo se hace, o se le considera, por consiguiente, responsable Acto: Término introducido por Aristóteles para explicar el movimiento, en el contexto de la Física, y que volvemos a encontrar en la Metafísica como uno de los principios del ser Alegoría: Recurso retórico (metafórico) por el que se pretende dar a un texto (o a una imagen) un significado distinto del que parece tener de forma evidente e inmediata. En la alegoría el significado real de un texto permanece, pues, oculto a la lectura ingenua e inmediata, alejándose de la interpretación literal del texto. Alma: En filosofía, el alma, además de concebirse como principio vital fue concebida como principio de conocimiento a partir de Platón. Desde Descartes pierde su carácter de principio vital y se identifica con el principio del conocimiento, con la conciencia de sí que tiene el ser humano. En la actualidad es un término en desuso, sustituido con frecuencia por el de "mente", que es entendido por algunos como algo distinto del cerebro y por otros como algo que no se puede distinguir de la mera actividad cerebral.
Antropología: Término que deriva de los griegos "antrhopos" (hombre) y "logos" (estudio, tratado) y que etimológicamente significa estudio o tratado del ser humano. La antropología se divide en varias ramas, según se enfoque el estudio desde una perspectiva física, filosófica o cultural
Atomismo: Término que procede del griego "atomos", indivisible. El atomismo fue la doctrina defendida por Leucipo y por Demócrito de Abdera, en la que se afirma que la realidad se compone de átomos, siendo los átomos partículas materiales infinitamente pequeñas e indivisibles.
C Casualidad: Relación de necesidad que se establece entre la causa y el efecto, de modo que si la causa se da es imposible que no se produzca el efecto, y viceversa, dado el efecto es necesario que se haya producido la causa. Tradicionalmente esta relación fue formulada como un principio racional, el principio de causalidad, al que se supuso un valor universal, extendiendo la necesidad de tal relación entre la causa y el efecto a todo el ámbito de la realidad. Certeza: Seguridad en el conocimiento; adhesión firme del sujeto al contenido de un enunciadoto Clinamen: Término latino acuñado por Lucrecio (Titus Lucrecius Carus) seguidor de la filosofía de Epicuro, para traducir el griego "parénklesis" con el que Epicuro se refería a la desviación espontánea de la trayectoria rectilínea que experimentaban los átomos para explicar su agregación con otros átomos. El clinamen es, pues, la espontánea desviación de la trayectoria de los átomos, que rompe la cadena causal, determinista, de su movimiento,
introduciendo así un fundamento físico para justificar la acción libre, en los seres humanos Concepto: Tradicionalmente se ha entendido que un concepto era una representación general, abstracta, de un objeto. En ese sentido, el concepto no se puede asimilar a una imagen ni a ningún otro contenido sensible. En la filosofía del siglo XX el concepto es entendido como el elemento mediador entre el signo lingüístico y el significado, especialmente en el ámbito de la filosofía analítica. La discusión sobre la formación de los conceptos, (si se forman por generalización o por abstracción, por ejemplo), así como sobre su realidad, (si son reales, -realismo conceptual-, o no, -nominalismo-), ha sido una de las discusiones tradicionales en filosofía, que alcanzó especial intensidad en la Edad Media en torno al llamado problema de los universales. Conceptualismo: Posición adoptada, en relación con el problema de los universales, por quienes defienden que el universal no tiene existencia extramental alguna (es decir, que no es ningún tipo de entidad real) en el sentido en que no está en los individuos ni fuera de ellos, sino que se identifica con el significado lógico y lingüístico, en cuanto que el universal se puede predicar de muchos, por lo que sería sólo una idea o concepto de la mente. El conceptualismo se opone, así, al realismo y al nominalismo. Conducta: Actividad observable desarrollada por un organismo viviente. Cosmos: Término con el que los griegos se referían al mundo, al universo, como conjunto ordenado. Conciencia: Llamamos conciencia a un proceso activo (no una "cosa" o un "lugar" en la mente o en el cerebro) que se puede asimilar a la experiencia subjetiva del conocimiento de sí mismo y de la realidad. Tal experiencia incluye las sensaciones, percepciones, recuerdos y pensamientos, por lo que dicho proceso supone la atención, la memoria y el pensamiento. Se suelen distinguir varios grados o niveles de conciencia, que van desde el estado de vigilia (cuando estamos despiertos) al de la conciencia onírica (cuando dormimos). Podemos definir, además, algunos de estos estados, como
alteraciones de la conciencia (como ocurre cuando soñamos), o como estados alterados de conciencia (como los producidos por la embriaguez o por el consumo de determinadas sustancias). En filosofía la conciencia fue asimilada, bien al conocimiento de sí mismo (conciencia reflexiva), bien al conocimiento de la realidad exterior, del mundo de los objetos (conciencia representativa). En Descartes la conciencia se identificará con el yo, con la realidad sustancial del individuo, iniciando una corriente interpretativa que llega hasta la actualidad; dentro de ella, Husserl entiende que la conciencia es necesariamente "conciencia de" algo e, insistiendo en ese ser "conciencia de", subraya su carácter intencional. Conocimiento: De un modo general podemos entender por conocimiento todo saber que se puede justificar racionalmente y que es objetivo. En este sentido distinguimos el conocimiento de la mera opinión, de la creencia, de la fe o de las ilusiones de la imaginación. El conocimiento fue concebido ya desde la antigüedad de dos modos diferentes: bien como una imagen o representación mental del objeto conocido (por los estoicos, por ejemplo) o bien como una proposición verdadera (como es el caso de Aristóteles), dando lugar a distintas interpretaciones de sus características y valor a lo largo de la historia de la filosofía. Cosmología: Término compuesto por las palabras griegas "cosmos" (orden, universo, mundo) y "logos" (discurso, tratado, etc.) que significa etimológicamente "tratado del universo". Por lo general nos referimos, con dicho término, a la concepción del universo en una determinada época y/o filósofo, es decir, a la explicación del universo, que queda reflejada en un determinado "modelo" en el que podemos encontrar elementos matemáticos y físicos, pero también culturales y estéticos. Cultura: El término cultura es utilizado en dos sentidos principales: el más antiguo, derivado de los ideales clásicos de la formación humana, y el más moderno, derivado de la etnología y la antropología cultural. En el primer sentido, influido por la tradición clásica de la "paideia" griega o la "humanitas" latina, el término se utiliza para referirse al grado de conocimientos y al refinamiento de la conducta que posee una persona, adquiridos mediante un proceso educativo que busca la plena realización de
las capacidades humanas. En el segundo sentido, se entiende por cultura el conjunto de conocimientos, prácticas, creencias, tradiciones, producciones artísticas, técnicas, y formas de vida propias de un determinado grupo humano, que derivan de su vida social, independientemente de que se circunscriba o no a un territorio definido en términos de estado-nación o a una u otra época del desarrollo de la humanidad, primitiva o moderna.
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Deber: En general, la obligación o necesidad de actuar moralmente. La noción de deber adquiere una especial significación en la filosofía kantiana, de carácter formal, en la que el deber se convierte en la fuente de la obligación moral y, por ende, en la fuente de la moralidad. El concepto de deber, que contiene el de una voluntad buena es, para Kant, la necesidad de una acción por respeto a la ley moral. Deductivo: Relativo a la deducción o que tiene las características propias de la deducción, como cuando decimos de un razonamiento que es deductivo, refiriéndonos con ello a que cumple los requisitos propios de la deducción. Se aplica también al método que opera por deducción, hablando entonces de método deductivo, que es el método propio de las llamadas ciencias formales: matemáticas y lógica. Deseo: Para los filósofos antiguos, tendencia del ser humano hacia algo previamente conocido como bueno. Devenir: Término con el que se designa el proceso de ser, bajo el que se incluyen todos los tipos de cambio, (movimiento, alteración, generación, corrupción...) y que suele ir asociado a expresiones como "llegar a ser". En general, y a partir de la filosofía griega clásica, el hablar del ser como "devenir" marca la oposición a una concepción del ser como algo estático, y se suele considerar las posturas defendidas por Heráclito y Parménides como representativas de una y otra posición, respectivamente. Se ha entendido, pues, que el "devenir" sea oponía al "ser", en el sentido de que el proceso de
ser, o de "llegar a ser" algo, se opone a la inmovilidad del ser. La afirmación del devenir, del ser como proceso, se identifica con una concepción dinámica de la realidad, de la que suele considerarse a Heráclito de éfeso como su más representativo defensor. Dialéctica: Término procedente del verbo griego "dialeghestai" que se refiere originalmente al arte del diálogo y de la discusión razonada ("dialectiké techné") y que adquirirá distintos significados a lo largo de la historia del pensamiento. En Platón la dialéctica se opone a la erística, y se identifica generalmente con el movimiento ascendente del alma en busca de una comprensión cada vez más universal de la realidad, que culminaría en el conocimiento de la Idea, tal como lo expone, por ejemplo, en la "alegoría de la línea" (República, VI). En este sentido, formarían parte de la dialéctica platónica dos movimientos lógicos, uno de "composición" (en busca de una mayor generalización) y otro de "división" (el establecimiento de las distinciones entre los distintos géneros). En Aristóteles la dialéctica se identifica con la parte de la lógica que se ocupa del estudio del razonamiento probable, pero no de la demostración, por lo que el término irá quedando asociado, así, a la habilidad para argumentar, confundiéndose a menudo con la retórica, y terminando por adquirir un significado peyorativo que todavía se puede observar en la filosofía de Kant, quien considera que la dialéctica es una mera "lógica de la apariencia". En Hegel la dialéctica volverá a convertirse en el núcleo mismo de la filosofía, siendo considerada como un método de conocimiento y como la expresión del devenir de la realidad (de su despliegue y realización) en la que la oposición sujeto/objeto se manifiesta como la unión de elementos opuestos en una síntesis que lleva a la comprensión de la realidad como Absoluto. La dialéctica hegeliana es asumida por Marx, quien manifiesta haber invertido sus fundamentos, para terminar concibiendo la síntesis superadora no como la simple reconciliación de la unidad originaria de la Idea, sino como la eliminación del momento negativo de la realidad, a la que, en su dimensión social, concibe como al devenir hacia el comunismo. Dogma: Del griego "dógma" (decreto, doctrina comúnmente aceptada) se denomina así a todo principio que se considera que expresa una verdad irrefutable, sea demostrable o no, comprensible para la mente humana o no. El término se utiliza especialmente en el lenguaje religioso para referirse a
aquellos principios que los creyentes deben acatar u observar escrupulosamente y sobre los que no cabe duda, discusión o modificación alguna. En filosofía se aplica a toda opinión fundada en principios que se considera poseen las características anteriormente señaladas. Dogmatico: Que aplica el dogmatismo o que posee las características propias del dogmatismo. Tiene carácter dogmático toda opinión que se considera fundada en principios firmes e incontrovertibles, o que resulta de la aplicación de tales principios. También se aplica el término para designar la carencia de espíritu crítico o autocrítico en cualquier opinión o teoría, filosófica o no. Dogmatismo: En su acepción más ordinaria se designa con dicho término toda posición filosófica que suponga la total sumisión a ciertos principios o a la autoridad que los postula, principios y autoridad que se aceptan y/o defienden sin la menor crítica o autocrítica, como si representaran "la verdad", sin más argumento o justificación. Kant, por ejemplo, opondrá su propia "filosofía crítica" al dogmatismo racionalista del siglo XVIII, al haber dotado éste a la razón de la posibilidad de conocimiento metafísico, sin haber hecho previamente un análisis crítico de tal posibilidad. Dualismo: En general, doctrina que, en cualquier ámbito del conocimiento, apela a dos principios explicativos, irreductibles entre sí, para dar cuenta de la realidad que se pretende explicar. Podemos hablar, pues, de distintos dualismos, según el ámbito en el que nos situemos: religioso, metafísico, científico, psicológico, moral, etc. Es habitual, no obstante, que el término dualismo, sin más adjetivaciones, se utilice preferentemente para referirse al dualismo metafísico, es decir, a toda doctrina que afirme la existencia de dos principios irreductibles a partir de los cuales se explica la existencia y constitución de lo real. La distinción platónica entre la realidad sensible y la inteligible, o la distinción cartesiana entre la sustancia extensa y la sustancia pensante, se consideran formulaciones clásicas del dualismo.
E
Eclectica: Que practica el eclecticismo, o que posee las características propias del eclecticismo. Eclecticismo: Del griego "eklektikós" (etimológicamente, escogido, seleccionado). En general, el término eclecticismo se aplica a toda posición filosófica que intenta conciliar en una sola doctrina elementos procedentes de corrientes filosóficas distintas.El término fue utilizado en la antigüedad para referirse a la tendencia, común a las escuelas filosóficas postaristotélicas, a conciliar doctrinas procedentes de diversas escuelas o corrientes de pensamiento, seleccionando lo que se consideraba valioso en cada una de ellas e intentando minimizar las diferencias, que se consideraban, a menudo, puramente terminológicas. Cicerón, en la antigüedad, y Victor Cousin, en la época moderna, se consideran representantes típicos del eclecticismo. Ego: Término latino que se traduce por "yo". Para Freud, es la instancia psíquica consciente de la personalidad. Ejemplar: Causa que actúa como modelo o arquetipo, y que adquiere especial significación en la filosofía platónica y en la de sus seguidores. Al igual que ocurrirá con la teoría aristotélica de las cuatro causas, la causa ejemplar desaparecerá de la física de los modernos, que apelará exclusivamente a la causalidad eficiente para explicar los fenómenos naturales.
Empírico: Que está basado en la experiencia. Que depende de la experiencia, que se funda en la experiencia, o que se refiere a la experiencia. Empirismo: Corriente filosófica que considera que nuestro conocimiento deriva de la experiencia, por lo que ésta se convierte en la única fuente de conocimiento. Aunque el recurso a la experiencia ya se produce, en determinados contextos, en la filosofía antigua, se entiende por empirismo, más habitualmente, la corriente filosófica que se desarrolla a partir del siglo XVI en Gran Bretaña, cuyos representantes más destacados fueron Locke, Berkeley y Hume, y que defiende que el conocimiento se funda en la experiencia, de la que proceden y, en última instancia, derivan todos ellos, por lo que no existen conocimientos o ideas innatas de las que pueda derivarse ningún conocimiento. En este sentido se opone al racionalismo, que hace de la razón la fuente de nuestros conocimientos, y al innatismo, que afirma que el sujeto cognoscente posee ideas innatas, anteriores e independientes de toda experiencia, que actúan como principios de los que derivan deductivamente sus conocimientos. Ente: Lo que es. Término que procede del latín "ens, entis". Denominación con la que nos referimos a "lo que es", independientemente de la clasificación que adoptemos o del tipo de ser que consideremos, no pudiendo identificarse con ningún modo especial de "ser". Epicureísmo: Doctrina filosófica de Epicuro de Samos (-341,-270) y de su Escuela, fundada por él en Atenas el año 306 antes de nuestra era, que fue conocida también como "El Jardín", por los jardines anexos a la casa de Epicuro en los que se hospedaban sus discípulos y donde se impartían sus enseñanzas. El epicureísmo defendió la física atomista de Demócrito y elaboró una ética del placer (hedonismo) según la cual el objetivo de la vida feliz consistiría en la ausencia de dolor físico y moral, representada en los conceptos de "aponía" y "ataraxia". Uno de sus seguidores más destacados fue el romano Lucrecio (Titis Lucrecia Caras) del siglo I a.m. del que se
conserva su obra "De la naturaleza de las cosas", en la que se encuentran expuestas las principales ideas de esta escuela filosófica que, como tal, mantuvo su actividad hasta finales del siglo II de nuestra era. Epistemológico: Etimológicamente viene, pues, a significar "estudio del conocimiento", y como tal se ha convertido en una rama de la filosofía que estudia el fundamento, los límites, la metodología del conocimiento. Dado que en su objeto de estudio se encuentra también el conocimiento científico, según el contexto en que se dé, podría ser difícil distinguir entre epistemología y "filosofía de la ciencia". En un contexto puramente filosófico se identificaría con la clásica "teoría del conocimiento". Erística: Quedó pronto asociado al método utilizado en la discusión por quienes, independientemente de la verdad o falsedad de la tesis por ellos mantenida, se proponen como único objetivo la victoria en la discusión, recurriendo a la argumentación sutil y a los elementos de retórica a su alcance. Platón utiliza el término para referirse con él, críticamente, al método de los sofistas, y lo opone a la dialéctica, al verdadero arte de la investigación y del diálogo que busca el conocimiento de la verdad. Escepticismo: se caracteriza por rechazar la posibilidad de que se pueda encontrar un significado absoluto a lo real (de que pueda haber, pues, alguna verdad firmemente establecida) proponiendo, en consecuencia, la "epojé" o suspensión del juicio y la prosecución de la investigación, como actitud más sabia y coherente frente al problema del conocimiento. Esencia: En general, y especialmente desde Aristóteles, se considera que la esencia remite al "ser esto o aquello" de una cosa, es decir, no a que una cosa es, sino a "lo que es" esa cosa. En este caso se habla de la esencia como de algo real. El término esencia se puede considerar también desde el punto de vista lógico: en este caso se considera que la esencia es un predicado mediante el
que se define una cosa, o se dice lo que es. Dependiendo de la adopción de una u otra consideración (ontológica o lógica) encontramos distintas interpretaciones de la esencia a lo largo de la Historia de la Filosofía: la metafísica (real), la lógica (conceptual) o una combinación entre ambas. Podemos considerar que la Idea platónica representa la esencia de la realidad, en la medida en que Platón afirma que la Idea es más real que la cosa. En el caso de Aristóteles la esencia sería identificable con la Forma. Estoicismo: Doctrina filosófica de Zenón de Sitio (-334,-262) y de su Escuela, fundada por él, en Atenas, hacia el 300 antes de nuestra era, en la "Sato póiquele" o "pórtico pintado", y que fue conocida en su tiempo como la Escuela del pórtico, o la Sato sin más, de donde deriva el término estoicismo. Sus doctrinas, de carácter ecléctico, se organizaban en torno a tres disciplinas fundamentales: la Lógica, la Física y la Ética, a la que consideraban la cima del saber (que concebían orientado, pues, hacia la vida práctica, moral, del ser humano). Fue precisamente en la Ética donde ejercieron una mayor influencia, que llegó a ser considerable en el mundo romano y, por extensión, en el conjunto del pensamiento occidental. Ética: La ética es la parte de la filosofía que tiene por objeto la reflexión sobre la conducta "moral" del ser humano, lo que puede llevar, a su vez, a la elaboración de teorías que permitan comprender y explicar dicha conducta, porqué se considera, o no, "buena", y cuál es el fundamento de "lo bueno". Eudemonismo: el término se aplica, en general, a toda teoría ética que considera que la felicidad es el bien que buscan por naturaleza los seres humanos. En este sentido, todas las éticas de la antigüedad clásica comparten dicha característica, diferenciándose a la hora de determinar en qué consiste la felicidad, de la que ofrecen distintas concepciones: la fortuna, la abundancia de bienes materiales, el placer, la dicha interior, la rectitud moral, la sabiduría o la serenidad de ánimo...
Existencialismo: Corriente filosófica que se desarrolla en Europa en la primera mitad del siglo XX y que alcanza su apogeo en Francia tras la segunda guerra mundial, que considera que la existencia es el modo de ser propio y característico del ser humano, que es entendido como pura libertad de elección, en tanto pura subjetividad, rechazando, pues, toda posibilidad de que sea asimilado a un mero objeto o "cosa". Experiencia: En general se entiende por experiencia todo aquello que depende, directa o indirectamente, de la sensibilidad; es decir, el conjunto de contenidos que proceden de los sentidos, ya se refieran dichos contenidos a un acto cognoscitivo o a un acto vivencial (emocional) de modo que el ámbito de la experiencia viene a identificarse con el ámbito de la sensibilidad, de la percepción sensible. En un sentido más cotidiano se entiende por experiencia el saber acumulado por una persona mediante el aprendizaje (por repetición, las más de la veces) o por una vivencia reflexiva sobre las circunstancias profesionales o vitales, en general. En el caso de la actividad científica se admite, al hablar de la experiencia, que no haya una relación directa de lo estudiado con los datos sensibles, pero sí debe poder establecerse una relación indirecta, (obtenida por inferencia de otros fenómenos que sí tienen esa relación directa con la sensibilidad), de modo que el fenómeno estudiado no pierda su característica de fenómeno observable. Cuando la observación está orientada y controlada por el observador se habla de "experimento" científico.
F
Facultad: Término que se suele utilizar en la filosofía tradicional (psicología racional) para referirse a la capacidad que tiene el alma de hacer algo. Platón, Aristóteles y los estoicos, por ejemplo, distinguen en el alma "potencias" o "facultades" para realizar actividades vegetativas, sensitivas e intelectivas
(entre las que se incluye la voluntad), originándose distintas clasificaciones de las que la aristotélica fue la más aceptada. La doctrina de las facultades se encuentra en desuso, en la actualidad, no teniendo cabida alguna en la psicología contemporánea.
Falacia: Forma de argumentación falsa, es decir, razonamiento en el que la conclusión no se sigue lógicamente, necesariamente, de las premisas de las que se parte, pero que tiene la apariencia de verdadera, o pasa por verdadera. Puede tomarse como sinónimo de sofisma, aunque en este caso se entiende que además se da la intención deliberada de engañar al oyente. Filosofía: El término filosofía procede del griego "filos" (amigo, amante) y "sophia" (sabiduría), por lo que etimológicamente vendría a significar amigo o amante del saber. En cuanto a su definición, según la mayoría de las interpretaciones, la filosofía sería un tipo de saber que se caracteriza por su racionalidad y carácter crítico. A estas dos características añaden algunos la de ser un saber sistemático, aunque no todos los que consideramos filósofos/as hayan conseguido, y ni siquiera pretendido, construir un sistema del saber, o darle un carácter sistemático a sus interpretaciones de la realidad. Según la tradición, la filosofía occidental surgiría en Grecia, en el siglo -VI, con Tales de Mileto, cuya interpretación de la realidad se alejaba de las explicaciones mitológicas y religiosas propias de la época, abriendo el camino al posterior desarrollo de esta forma de saber, racional y crítica. Forma: para referirse al mismo concepto). Con el término forma se designaba en sus primeros usos la figura interna de las cosas, captable sólo mentalmente, que terminaría identificándose con la esencia, con lo que la cosa es realmente (en Platón, la Idea, por ejemplo). Para Aristóteles la forma es también la esencia del objeto, aquello por lo que algo es "lo que es", y la distingue y opone a la materia de la que está hecho el objeto. La forma y la materia constituyen una unidad indisoluble (la sustancia, la realidad individual y concreta) de modo que ninguna de ellas tiene realidad ni existencia separada de la sustancia de la que son forma y materia, respectivamente. Los filósofos escolásticos distinguirán varias clases de
"formas" (artificiales, naturales, sustanciales, accidentales), llegando incluso a admitir la existencia de formas separadas o "puras". Con el descrédito del aristotelismo, y a partir de la revolución científica del Renacimiento, el término caerá en desuso. Formalismo: De modo habitual y poco riguroso se utiliza el término para referirse a toda posición filosófica en la que se hacen predominar los elementos formales o estructurales sobre los materiales (ya sean estos físicos, semánticos o emocionales). En sentido propio se entiende por formalismo la doctrina según la cual las matemáticas son un sistema formal axiomático (independiente por tanto de la experiencia pero que puede ser aplicado a ella) es decir, son un sistema lingüístico organizado a partir de determinados axiomas y ciertas reglas de formación de expresiones válidas, de las que se derivan deductivamente todas las expresiones válidas del sistema. Foro: Plaza pública, en las antiguas ciudades romanas, donde se celebraban reuniones, se trataban los asuntos públicos y se celebraban juicios. Tenía una función similar a la de las ciudades griegas, el "ágora". En la actualidad se usa también para referirse a un coloquio, una reunión o un lugar en el que se debate algún tema y se puede intervenir en la discusión.
G
Generación: Del latin "generatio", entendemos por generación la producción de algo a partir de otra u otras realidades ya existentes. Se opone a corrupción. Ambos términos, generación y corrupción, aparecen en el tratamiento del problema del cambio, uno de los problemas que se plantearon los primeros filósofos, al entender que en todo cambio se producía la pérdida de algo y la producción de algo nuevo. Los filósofos griegos distinguieron, además, la generación de la creación, entendida como creación a partir de nada, noción ésta completamente ajena a su pensamiento, como se refleja en la afirmación Parménides de que el ser es y el no-ser no es, según la cual el ser no puede proceder del no-ser, de la nada, ya que el no-ser no es. Según Aristóteles, la generación es el tipo de cambio que se produce al pasar del no-ser al ser (de un no-ser que en Aristóteles
tiene un carácter relativo). Así, una sustancia que todavía no-es "esto" (que está privada de la forma "esto", pero que ya es algo) adquiere la nueva forma de la que estaba privada y pasa a ser "esto". Aristóteles rechaza la idea de creación a partir de la nada, que sí fue aceptada por los escolásticos. En otro sentido, el término generación remite a la idea de uniformidad vital y cultural que se establece entre los individuos de una época determinada y que contrasta con la de otra época anterior o posterior. Ortega y Gasset utiliza esta noción para dotar de significado a la Historia, al asociar los acontecimientos con la generación en que tuvieron lugar, con el contexto cultural en el que se produjeron, que es en donde tales acontecimientos encuentran su auténtico significado. Geocentrismo: Del término griego "Gea" (Tierra), designa la teoría astronómica, defendida por la inmensa mayoría de astrónomos desde la antigüedad hasta la época de Copérnico, que afirma que la Tierra está inmóvil en el centro del universo, y que alrededor de ella giran el Sol, los planetas y todas las estrellas.
H
Habito: En general, se entiende por hábito la predisposición a obrar de una determinada manera adquirida por ejercicio. Según la ética aristotélica las virtudes y los vicios son hábitos, correspondiéndole a cada virtud dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Aunque el hábito se adquiere por repetición de una conducta, termina por convertirse en una posesión permanente del individuo que lo ha adquirido, de modo que por él se regula de una manera inmediata su conducta. Hedonismo: Teoría moral que identifica el bien con el placer y que habitualmente se asocia con la posición defendida por Epicuro de Samos y su escuela. La identificación entre bien y placer la defendió anteriormente Aristipo de Cirene, discípulo de Sócrates y creador de la escuela de Cirene. No obstante, con el término hedonismo solemos referirnos a la teoría moral de
Epicuro, según la cual la felicidad se obtendría por la consecución de placeres estables, y siendo todo placer bueno por naturaleza, la consecución de la felicidad exigiría un cálculo racional sobre los placeres que son realmente deseables. Heliocentrismo: Del término griego "Helios" (Sol), designa la teoría astronómica, defendida en la antigüedad por Aristarco de Samos y posteriormente por Copérnico, que afirma el lugar central e inmóvil del Sol, alrededor del que girarían todos los astros celestes, incluidas la Tierra y las estrellas. Heurística: Del griego "heurísko" (encontrar, inventar) es el término con el que nos referimos al método o procedimiento usado en la investigación o en el descubrimiento de algo. Hilemorfismo: (materia; etimológicamente, bosque, madera, material de construcción), y "morphé" (forma), con el que se designa la doctrina aristotélica de la sustancia, según la cual ésta se compone de materia y forma, constituyendo una unidad indisoluble (de la que ambos compuestos, materia y forma, por lo tanto, no se pueden separar, a no ser mentalmente). Según tal doctrina, pues, ni la materia ni la forma pueden tener existencia independiente o separada.
I
Idea: (etimológicamente, figura, forma o aspecto visible), que Platón utilizó para referirse a la realidad inteligible y al que podemos atribuir distintos significados. Platón considera que la Idea es el objeto de una intuición intelectual y que representa la esencia inmutable y eterna de la realidad (es ajena al cambio, por lo tanto), y que tiene existencia independiente de la realidad sensible (o sea, que es subsistente). La Idea adquiere así una dimensión ontológica (es un objeto real que existe independientemente de la realidad sensible y del pensamiento), dimensión que continuará poseyendo en el neoplatonismo y en la filosofía cristiana inspirada en él (pero
concibiendo, esta última, las Ideas como contenidos del intelecto divino). En la modernidad, con Descartes, el término pierde su contenido ontológico y pasa a significar cualquier contenido mental o del pensamiento; como contenido mental lo utilizan también los empiristas, explicando, en cada caso, a qué tipo de contenido se refieren. Idealismo: Término usado inicialmente en el siglo XVII por algunos filósofos para referirse a la filosofía de Platón, en el sentido en que afirma que la verdadera realidad la constituyen las Ideas, y no las cosas materiales.Con otro significado lo utiliza Kant, para referirse a su propia filosofía, a la que denomina Idealismo trascendental. En este sentido, el idealismo consiste en la afirmación de que el Espacio y el Tiempo no tienen existencia independientemente de la subjetividad humana (de la que son formas puras a priori de la sensibilidad). Ideología: El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destut de Tracy (1754-1836) a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx, el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre la realidad. Para Marx, las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad que desvirtúan. Inconciente: En general, se entiende por inconsciente aquella parte de la vida psíquica del individuo de la que éste no tiene conciencia o conocimiento actual. En filosofía, a partir sobre todo de Leibniz, el inconsciente ha sido visto como "lo otro" de la conciencia (con la que se solía identificar el "yo") y al que se le ha considerado ya como antagonista de la conciencia, ya como límite o elemento diferenciador. El término, no obstante, ha quedado preferentemente asociado preferentemente al psicoanálisis de Sigmund Freud, para quien se pueden distinguir tres instancias en el psiquismo humano: el ello, el ego y el superego. Freud asimila el ello al inconsciente, que es considerado como el conjunto de contenidos psíquicos que no han
podido acceder a la conciencia, y cuya actividad queda regulada por principios que no se ajustan al principio de realidad (por el que se regula la conciencia) sino a principios más primarios, ajenos a las normas y valores por los que se regula la realidad. Individualismo: En general, doctrina que afirma el valor predominante del individuo, que es concebido como un "átomo" social, y al que se considera el fundamento de las formas de organización social y de la ley. El individualismo puede ser, en función de la actividad humana que se contemple, ético, económico, social, religioso, etc. El individualismo se opone a toda concepción colectivista o societaria de la realidad humana, al considerar que aceptar el predominio y la determinación de los social sobre lo individual significaría poner en cuestión la libertad del individuo, relegándole al papel de mera pieza de un mecanismo. No obstante, las corrientes de pensamiento individualistas se han preocupado del problema de la relación del individuo con la sociedad, ofreciendo diversas explicaciones, intentando salvar la preeminencia de lo individual (teorías del contrato, etc.). Inducción: Método de conocimiento que permite obtener por generalización un enunciado general a partir de enunciados que describen casos particulares. La inducción se considera completa cuando se han observado todos los casos particulares, por lo que la generalización a la que da lugar se considera válida. En la mayoría de los casos, no obstante, es imposible una inducción completa, por lo que el enunciado general a que da lugar la aplicación de dicho método queda sometido a un cierto grado de incertidumbre. En este caso hablamos de inducción incompleta. La inducción incompleta no se puede considerar como un esquema de inferencia formalmente válido, ni se puede justificar empíricamente, por lo que se considera que nos ofrece "verdades" que gozan de un mayor o menor grado de probabilidad, pero que no nos puede garantizar su certeza absoluta. Intelectualismo: Con este término nos referimos, en general, a toda posición filosófica en la que se hacen prevalecer los elementos intelectivos sobre la voluntad, la intuición o las emociones de los seres humanos, tanto en el ámbito de la moral como en el del conocimiento. El ejemplo clásico de
intelectualismo moral lo representa la postura defendida por Sócrates, según la cual quien conoce el bien no puede dejar de actuar correctamente, identificando el obrar bien con el conocimiento del bien, y el obrar mal con el desconocimiento del verdadero bien, con la ignorancia. Inteligible: En general, se utiliza el término "inteligible" para manifestar que algo es comprensible, que está dotado de coherencia y racionalidad, que puede ser pensado. Considerado en esta acepción, lo inteligible se opone a lo no inteligible, a lo incomprensible. En la filosofía clásica y medieval lo "inteligible" suele contraponerse a lo sensible, adquiriendo entonces una doble significación: metafísica y gnoseológica. En su acepción metafísica, la realidad inteligible, "lo inteligible", es la verdadera realidad, el verdadero ser, tal como Platón, por ejemplo, considera a las Ideas. En su acepción gnoseológica, el conocimiento inteligible es el que podemos obtener de modo inmediato, a través de la acción del intelecto, que versa sobre la esencia del objeto y que se expresa mediante el concepto. Intuición: Término con el que se designa, en general, la percepción directa e inmediata de un objeto y de sus relaciones, por parte del sujeto cognoscente. En tal percepción no puede haber ningún elemento intermedio, como podría ser el conocimiento discursivo o razonamiento, al que la intuición se opone radicalmente. La intuición puede ser sensible o inteligible, en función del tipo de objeto que se percibe. Los filósofos antiguos y medievales se refirieron fundamentalmente a la intuición inteligible, a la que consideraban, especialmente estos últimos, como el modo de conocimiento propio de Dios. En la filosofía moderna el término va adquiriendo nuevos matices. Para Descartes, por ejemplo, la intuición es la única fuente de evidencia, en la que se ha de fundar el discurso racional, concebido como una serie continuada de intuiciones. Kant, sin embargo, rechazará la intuición intelectual, en la medida en que supone conocer algo que está más allá de la experiencia posible. Acepta, no obstante, una intuición empírica (pero que debe ser pensada bajo conceptos para ofrecer algún conocimiento) y una intuición pura, la dimensión formal del conocimiento. Los idealistas, por el contrario, aceptarán que el yo posee intuición intelectual, en el acto de conocerse a sí mismo. Posteriormente Bergson recuperará la intuición como forma de conocimiento inmediato e irracional, y Husserl mantendrá que la intuición eidética permite el conocimiento de las esencias de los objetos.
Intuitivo: Propio de la intuición, o relacionado con ella. Decimos de un pensamiento que tiene un carácter intuitivo cuando de él se afirma que capta o conoce directa e inmediatamente una realidad o una verdad. Ira: Pasión que causa enfado, enojo e indignación; también se puede asociar al deseo de venganza. Iusnasturalismo: Doctrina que defiende la existencia de derechos naturales inalienables (como el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad) que son anteriores a las normas jurídicas positivas (las establecidas por los seres humanos) y a las que éstas deben someterse, sirviéndoles de fundamento y de modelo. Esta doctrina, que se desarrolla en el siglo XVII, tendrá en Hugo Grocio (1583-1645) a su primer claro defensor, y será seguida por los teóricos de la laicidad del estado, como Hobbes y Locke.
J
Juicio: Por juicio se entiende el acto mental por el que el entendimiento afirma o niega que algo posea tal o cual propiedad. A los términos relacionados de este modo por el juicio se les llama sujeto y predicado, respectivamente, y al término con el que se establece la relación se le denomina "cópula". El juicio se expresa mediante el enunciado o proposición. Aristóteles distingue en los juicios la materia y la forma. La materia o contenido del juicio son los conceptos que se relacionan; la forma es la relación que se establece entre ellos a través del verbo ser. Aristóteles representa el sujeto del juicio con un signo (S) y el predicado con otro (P) para intentar separar la materia de la forma: así, la forma del juicio "Juan es alto" se representaría como "S es P", y la forma del juicio "Juan no es alto" como "S no es P".Los juicios se clasifican en varios grupos, atendiendo a la cantidad (según la extensión del sujeto: universales, particulares, singulares), a la cualidad (según la cualidad de la cópula: afirmativos y negativos), a la relación (según la relación entre el sujeto y el predicado: categóricos,
hipotéticos y disyuntivos) y a la modalidad (según el modo en que expresan la relación entre el sujeto y el predicado: apodícticos, asertóricos y problemáticos). Justicia: El término justicia ha adquirido diversos significados a lo largo de la historia, según el objeto al que se refiera y los presupuestos ideológicos o éticos desde los que se propone su definición. La justicia conmutativa, en la medida en que regula el intercambio, supone la reciprocidad, por lo que en tal caso se identifica con la igualdad. No así en la justicia distributiva, donde la idea de proporcionalidad hace imposible asimilar la justicia a la igualdad. Especial importancia tuvo la consideración de la justicia social a lo largo de los siglos XIX y XX, rebasando el ámbito puramente jurídico o ético.
L
Libertad: Capacidad de obrar sin impedimentos, de autodeterminarse, lo que supone la posibilidad de elegir tanto los fines como los medios que se consideren adecuados para alcanzar dichos fines. En la medida en que podemos aplicar el término a distintas facetas de la realidad podemos hablar de distintos tipos de libertad: moral, jurídica, política, religiosa, de pensamiento, etc... La posibilidad de que el individuo pueda sustraerse o no a la cadena determinística de los fenómenos naturales ha provocado no pocas discusiones en torno a la realidad de dicho concepto y su significado, caso de aceptar su realidad, dando lugar a numerosas concepciones, por lo general muy matizadas, de lo que sea la libertad. Libre Albedrio: Expresión utilizada por San Agustín de Hipona para afirmar la libertad de la voluntad en el contexto de su teología. La cuestión de la existencia o no del libre albedrío, de la libertad de la voluntad, fue un tema controvertido a lo largo de la historia de la filosofía. ¿Significa el libre albedrío simplemente la ausencia de coacción en los llamados actos voluntarios o se afirma con dicha expresión una verdadera y absoluta capacidad de elegir? ¿Se puede afirmar que la voluntad es libre para elegir, aún cuando observamos en nuestro entorno físico natural la dependencia de leyes
mecánicas y deterministas de todos los fenómenos? ¿Qué significa el libre albedrío en el ámbito social, o qué valor tiene, si vivimos en una sociedad que impide ejecutar las elecciones libres de nuestra voluntad, una sociaedad dictatorial, o simplemente autoritaria? Estas y otras muchas cuestiones han sido profudamente debatidas, a lo largo de los siglos, llegándose a posiciones irreconciliables entre sí. Logica: (relativo a la razón, al discurso racional) en general, y en la actualidad, se considera que la lógica es una ciencia formal que tiene por objeto el estudio de las condiciones en las que un razonamiento puede ser considerado válido, mediante la determinación de las reglas de inferencia válidas. Aunque se atribuye su origen a Zenón de Elea, el verdadero sistematizador e impulsor de la lógica griega fue Aristóteles, cuyos trabajos, agrupados posteriormente bajo la denominación de "Organon", se consideró durante más de 20 siglos como un compendio completo y definitivo de lógica. A finales del siglo XX, sin embargo, debido a los trabajos de Boole y Frege, entre otros, la lógica experimentará un cambio sustancial: deja de basarse en la clasificación de las proposiciones y adopta el principio de generación recursiva, lo que permite prescindir totalmente del lenguaje ordinario a favor de un lenguaje puramente formal, compuesto por un pequeño número de signos y de ciertas reglas de combinación para formar enunciados. Desde entonces los estudios de lógica no han dejado de progresar, quedando reducida la lógica aristotélica a una pequeña parte de las cuestiones de que se ocupa la lógica contemporánea.
M
Maniqueismo: Religión fundada por el príncipe persa Manes (216-277) según la cual existen dos principios reguladores del universo, el Bien y el Mal, que se encuentran en constante lucha y oposición, y a los que denomina la Luz y las Tinieblas, respectivamente. Tras un largo período de tiempo la lucha se saldará con la victoria definitiva de la Luz sobre las Tinieblas. El término maniqueísmo se utiliza también habitualmente para referirse a la actitud de
quienes consideran que todo es bueno o malo en términos absolutos, sin establecer ningún tipo de matiz o cualquier otra consideración. Maquiavelismo: La teoría política de Maquiavelo parte del análisis de los problemas que plantea la creación y mantenimiento de un Estado moderno, proponiendo soluciones prácticas, basadas en un nuevo concepto de virtud (al margen de la moral cristiana de la época), que le lleva a considerar válido todo recurso que permita sacar provecho de la fuerza y habilidad del gobernante, pudiendo recurrir incluso a la crueldad y al engaño para imponerse a sus enemigos. Marxismo: Se entiende por marxismo el conjunto de teorías elaboradas por Marx y Engels (así como las aportaciones y posteriores reflexiones realizadas por sus seguidores) sobre las que se desarrolla un amplio movimiento social, articulado inicialmente en torno a las reivindicaciones revolucionarias del proletariado, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, en Europa, y a lo largo del siglo XX en todo el mundo. Ello dio lugar, tanto en el ámbito teórico como en el de la práctica política, a distintas interpretaciones de la obra de Marx y Engels, por lo que pueden distinguirse dentro del marxismo varias corrientes de pensamiento y de acción política. Materia: Del latín "materia" (madera, material de construcción) que corresponde al griego "hylé" (bosque, selva, madera, material de construcción). En general, con el término materia los filósofos se han referido a la realidad sensible, a todo aquello que puede ser objeto de experiencia.En Platón la materia es concebida como un "receptáculo" vacío que puede recibir cualquier "forma" y, al oponerla a la realidad inteligible (que representa el verdadero ser), viene a hacer de la materia algo próximo al "noser". Aristóteles concibe la materia como el sustrato del cambio, o como el sustrato en el que "inhieren" las cualidades del objeto. Distingue, además, la que llama "materia próxima" (la correspondiente a cada sustancia: árbol, caballo, etc.) de la materia remota o "materia prima" (la materia última de la que está hecha toda la realidad). Hay que recordar que para él la materia no existe como realidad independiente y separada de la sustancia, por lo que no será susceptible de conocimiento, estrictamente hablando (el conocimiento lo es de la sustancia y se alcanza mediante la abstracción de la forma).Según
el atomismo de Demócrito la materia es concebida como una realidad en sí misma, que identifica con "lo lleno", diferenciándose del espacio, que es "lo vacío". En la filosofía moderna, a partir del descrédito del aristotelismo, se dotará en general a la materia de una realidad única, siguiendo los pasos del atomismo de Demócrito, de modo que se identificará la realidad material con la realidad natural (con excepciones como la de Descartes, quien identificará la materia con la extensión, en lugar de con "lo lleno"). Este cambio en la comprensión de la materia supondrá el abandono de las concepciones especulativas y metafísicas en torno a la materia. Materialismo: Término que se aplica a la posición adoptada por los sistemas filosóficos que afirman que todo lo que existe es materia, o es reductible a materia. Sobre lo que sea la materia se han defendido distintas posiciones, por lo que, al margen de este acuerdo inicial de que todo lo que existe es materia o se reduce a materia, las filosofías materialistas pueden dar lugar a interpretaciones de la realidad diferentes, e incluso divergentes. El atomismo antiguo de Leucipo y Demócrito se ha presentado tradicionalmente como la expresión más propia de una filosofía materialista. El materialismo resurge con fuerza en la filosofía moderna (con Hobbes, por ejemplo) y se afianza con los filósofos de la Ilustración, ocupando un lugar preferente en el pensamiento contemporáneo. Materialismo Dialectico: El materialismo dialéctico, obra de Marx y Engels, considera que no existe más realidad fundamental que la materia; pero la materia no es una realidad inerte, sino dinámica, que contiene en sí la capacidad de su propio movimiento, como resultado de la lucha de los elementos contrarios (siendo la contradicción la esencia de la realidad) que se expresa en el movimiento dialéctico. El materialismo dialéctico nos propone, pues, una interpretación de la realidad concebida como un proceso material en el que se suceden una variedad infinita de fenómenos, a partir de otros anteriormente existentes. Se opone al Idealismo, (en el que el movimiento de la realidad va de la idea a la cosa y a su reconciliación); y se opone al materialismo mecanicista, al concebir la materia como una realidad dinámica.
Mayéutica: Término procedente del griego "maieutiké techné" (el arte de la comadrona) que fue utilizado por Platón para referirse a la segunda fase del método de investigación de Sócrates, comparando el arte de las comadronas con esta fase del método socrático, con la que pretendía ayudar a dar a luz a la verdad. El método socrático era un método práctico basado en el diálogo, que constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica , y con el que, a través del razonamiento inductivo, se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Con la ironía Sócrates pretendía hacer ver a su interlocutor su ignorancia, condición para poder investigar algo. Con la mayéutica, buscar una definición cada vez más universal del objeto de investigación, es decir, dar a luz a la verdad. Mecanicismo: En general, doctrina según la cual la realidad, o una parte de ella, puede ser comprendida y explicada apelando exclusivamente a dos principios: la materia y el movimiento local. Según ello, pues, el mecanicismo concebiría la realidad como "cuerpos en movimiento".A partir de Descartes, el término mecanicismo se define también como la teoría según la cual la Naturaleza misma no es más que una máquina, o bien que la estructura y el funcionamiento de la Naturaleza es comparable al de una máquina. En la antigüedad, Demócrito de Abdera defendió una concepción mecanicista de la realidad. En la época moderna, Descartes, Hobbes, Newton, D'Holbach y La Metrie adoptaron posturas mecanicistas, con diferentes matices en cada caso. Metafísica: Parte de la filosofía que se ocupa de lo que Aristóteles denominó Filosofía Primera, es decir: la ciencia que se ocupa del estudio del "ser en cuanto ser" y del estudio de los entes eternos e inmateriales (Motor Inmóvil). Aristóteles consideró dichos estudios como el objeto de la ciencia o saber supremo. En la medida en que para Aristóteles el ser es fundamentalmente sustancia, ésta se convertirá en el objeto principal de la metafísica. A partir del siglo XVII se prefiere el uso del término "ontología" para referirse al estudio del "ser en cuanto ser", quedando el estudio de los entes eternos e inmateriales bajo el campo de la denominada " teología racional". El término metafísica tuvo su origen en la denominación -" meta ta physiká"- con la que Andrónico de Rodas catalogó los libros de Aristóteles que trataban de dicha
Filosofía Primera. Al tratar de ordenar el conjunto de las obras aristotélicas se encontró con que dichos libros no podían ser incluidos bajo ninguna de las categorías establecidas, por lo que decidió catalogarlos después de los libros correspondientes a la Física, refiriéndose a ellos como "los de después de la Física. Mitología: Del griego "mithología" (tratado sobre los mitos o fábulas) la mitología remite, etimológicamente, al estudio de los mitos. La mitología recoge el conjunto de relatos míticos de una determinada cultura o civilización, tanto sobre los dioses como sobre los héroes.
N
Naturaleza: En general, con el término naturaleza nos referimos al conjunto de la realidad física que nos rodea, distinguiéndola así de las producciones humanas, como la cultura y la historia. En filosofía, sin embargo, siguiendo a los filósofos de Mileto, se ha entendido por naturaleza preferentemente el principio u origen de la realidad que nos rodea, realidad que está sometida al cambio, es decir, a la generación y a la corrupción. En este sentido la naturaleza ha sido entendida a lo largo de la historia de la filosofía de distintos modos: como esencia, como mero mecanismo, como espíritu o como historia, entre otras. En la actualidad, sin embargo, la reflexión filosófica sobre tales concepciones de la naturaleza se ha visto desplazada por los conocimientos científicos que, en sus distintas ramas (física, química, biología, etc.) asumen el estudio de la realidad, física o humana, desde posiciones claramente mecanicistas, es decir, explicando el cambio y la estructura constitutiva de la realidad apelando a leyes que dependen exclusivamente de causas eficientes. Naturalismo: Doctrina filosófica que sólo reconoce la existencia de la realidad natural, defendiendo, en consecuencia, un monismo metafísico. En función de la interpretación que se tenga de la naturaleza, el naturalismo puede plasmarse en un materialismo mecanicista (como en Demócrito de Abdera) o en un panteísmo vitalista (al estilo de los estoicos). El naturalismo volverá a
desarrollarse con fuerza en el Renacimiento (Bruno, Campanella, Telesio) y en la época moderna (mecanicistas y empiristas) siendo numerosos los sistemas bajo los que se presenta. Nada: Término con el que nos referimos a la no-existencia de algo. Para Parménides la nada se identifica con el no-ser. Hegel, sin embargo, identifica el ser y la nada, en la medida en que ambos conceptos contiene la misma indeterminación; la unidad del ser y la nada queda plasmada en la concepción de la realidad como "devenir", como paso de uno a otro de los opuestos. La filosofía analítica (Carnap) considera que el término no remite a ningún contenido ontológico, y que los metafísicos utilizan el término erróneamente, como si fuera realmente el nombre de algo, cuando sólo sirve para expresar proposiciones existenciales negativas. Noesis: Del griego "noein" (intuir, pensar) la noesis es la actividad del pensamiento ("nous") por la que éste accede a un conocimiento directo e inmediato del objeto. Se opone, pues, tanto a la percepción sensible, que requiere la mediación de los sentidos, como al pensamiento discursivo ("diànoia") que recurre a la mediación del razonamiento y/o del cálculo.Para Platón la noesis representa el grado más elevado de conocimiento, al ser la única capacidad del alma que permite la captación directa de las Ideas, de la verdadera realidad.
O
Objeto: Del latín "obiectum" (lo que es puesto delante, lo contrapuesto). En la actualidad se entiende por objeto, en general, el término de cualquier relación o actividad, aquello hacia lo que se dirige o denota. El término "objeto", que no fue usado por los filósofos clásicos, lo introdujeron los escolásticos para referirse al contenido de un acto intelectual o perceptivo, por lo que "ser objetivo" venía a significar un contenido del alma, y no una cosa externa a ella, realmente existente. Los filósofos modernos, como Descartes y Hobbes, por ejemplo, inviertieron el significado del término (que perdura en la actualidad) al aplicarlo no a la
representación, al contenido del acto intelectual, sino a la cosa o ente representado, que se considera exterior al alma. Kant utiliza el término preferentemente en este sentido, al hablar del objeto como el resultado de "pensar" lo dado en la intuición sensible, externa al sujeto. Posteriormente Brentano y Husserl replantearán esa concepción del objeto, reintroduciendo algunas de las aplicaciones y matices que los escolásticos habían dado al término. Ocasionalismo: Doctrina elaborada inicialmente por los seguidores de Descartes y que desarrollará posteriormente Malebranche (1638-1715) consistente en la afirmación de que el alma y el cuerpo no actúan directamente una sobre el otro, y viceversa, siendo como son sustancias totalmente heterogéneas, sino que es Dios quien produce en el alma una sensación cuando el cuerpo la experimenta, y quien da al cuerpo un movimiento cuando el alma así lo desea. La acción recíproca del alma y el cuerpo no es sino aparente, ya que lo que realmente ocurre es que lo que nos parece ser una acción del alma sobre el cuerpo no es más que una "ocasión" de la acción divina Odio: Para Empédocles el Odio es una fuerza cósmica opuesta al Amor o Amistad y que es la causa de la separación, de la desagregación de los elementos (agua, fuego, tierra y aire). El Amor y el Odio ejercen su predominio por ciclos: cuando uno domina el otro se retira, y así se explica el fenómeno del cambio y el movimiento en la naturaleza. En el sentido ordinario el odio es aversión, antipatía hacia una cosa o persona cuyo mal se desea. Ontología: De los términos griegos "ontos" y "logos", etimológicamente remite al estudio del ser, a la ciencia del ente. La ontología es "la ciencia del ser en cuanto ser y de lo que esencialmente le pertenece". El término comienza a utilizarse a mediados del siglo XVII y alcanza gran difusión a raíz del uso que de él hace el filósofo alemán C. Wolff. La Filosofía Primera de Aristóteles, posteriormente denominada Metafísica, tenía por objeto el estudio del ser en cuanto ser y el del Motor Inmóvil (los seres divinos), y es la distinción entre los dos objetos de estudio lo que da lugar al surgimiento del término ontología, aplicado al primer objeto de estudio (el ser en cuanto ser),
para diferenciarla de la metafísica, que consideraría como objeto primario de sus reflexiones el segundo (el Motor Inmóvil).
Orfismo: Movimiento religioso de la Grecia antigua, cuya fundación se atribuye a Orfeo (mítico poeta y músico tracio) y cuyos orígenes se suelen situar en el siglo VI antes de nuestra era. Según el orfismo, la naturaleza humana contendría una dimensión negativa (el cuerpo) y otra positiva (el alma, de carácter divino, inmortal). Mediante rituales de ascetismo y purificación, con los que se proponía renovar el culto dionisíaco, la parte negativa podría ser eliminada, quedando liberada así la parte positiva, divina, el alma inmortal, que conseguiría su salvación definitiva, no volviendo a mezclarse con lo negativo.El orfismo influyó en la filosofía de los pitagóricos, pero también en la de Heráclito y Empédocles. Platón pudo haber tomado del orfismo la idea de que existe un alma inmortal, como parece desprenderse de la presentación de esa idea, (que en absoluto se puede atribuir a su maestro Sócrates), en el Menón, poniéndola en boca de la sacerdotisa Diotima.
P
Pluralismo: Doctrina filosófica que postula una pluralidad originaria de elementos o sustancias (independientes unas de otras e irreductibles entre sí) a partir de las que se explica la formación de la realidad. El pluralismo se opone, así, al monismo (que postula una sola realidad originaria). En la filosofía antigua el pluralismo está representado por Empédocles de Akragas (que postula la existencia de cuatro elementos) Anaxágoras de Clazomene (homeomerías) y Demócrito de Abdera (átomos). En la filosofía moderna su más destacado representante fue Leibniz, con su monadología. Positivismo: Corriente filosófica iniciada por Auguste Comte en la primera mitad del siglo XIX que identifica el verdadero conocimiento con el conocimiento científico o conocimiento positivo. Según Comte, la humanidad pasa por tres fases o etapas de conocimiento, cada una de ellas superior a la anterior, que son: el conocimiento religioso, el filosófico y el científico. Las formas de conocimiento religioso y filosófico (a las que se refiere como
teológico y metafísico, respectivamente) se ven superadas por el conocimiento positivo o científico, por lo que, una vez alcanzado éste, no tiene sentido ni justificación mantener las anteriores formas de conocimiento. Dado que el conocimiento científico es llamado por Comte conocimiento positivo, (utilizando una expresión procedente del socialista francés Saint-Simon, del que había sido discípulo), esta corriente se conoce como positivismo (que vendría a ser sinónimo, pues, de cientificismo).El positivismo se extendió pronto, bajo distintas interpretaciones, por toda Europa y sobre todo por Inglaterra, pero encontró también una gran oposición, entre otras por parte de las filosofías irracionalistas de finales del siglo XIX. Pragmatismo: Término procedente del griego "pragma" (acción). Corriente filosófica que surge en los EEUU, en reacción contra el positivismo, a finales del siglo XIX, impulsada por Ch. S. Pierce y William James, entre otros, quienes lo desarrollarán en direcciones distintas. En general, el pragmatismo supone que el significado de una proposición consiste en sus consecuencias futuras, por lo que los objetos han de ser concebidos en función de los efectos prácticos que producen, o que se espera que produzcan en el futuro. En William James, para quien lo verdadero es lo ventajoso (es decir, lo que resulta práctico o satisfactorio) el pragmatismo alcanza también un desarrollo en el ámbito de la moral. Probabilismo: Inspirado por el español B. Medina, el probabilismo es una doctrina moral según la cual, en caso de duda ante la elección de la conducta moral correcta (entre seguir la ley o actuar libremente, según la propia conciencia) es lícito seguir la hipótesis probable, siempre que ésta haya sido mantenida al menos por un teólogo. Proposición: En filosofía se entiende por proposición el acto mental por el cual se expresa un juicio en el que se afirma o niega la correspondencia entre un sujeto y un predicado dados. La proposición se expresa mediante una oración o frase, pero no debe confundirse con ella, ya que la proposición se refiere al juicio que se emite, y no a la expresión gramatical que se utiliza para expresarlo. Así, las frases "hoy es martes" y "hoy es el día siguiente al
lunes", expresan el mismo juicio, aunque con dos frases u oraciones gramaticales diferentes.
R
Racionalismo: Corriente filosófica que se desarrolló en el siglo XVII en Europa y que se caracteriza por afirmar que la razón es la fuente de nuestros conocimientos. Sus representantes más destacados fueron Descartes, Spinoza y Leibniz, quienes ofrecieron distintas versiones del modo en que la razón fundamenta el conocimiento, así como de su relación con la experiencia. Habitualmente se considera que el racionalismo se opone al empirismo británico, quien considera que la experiencia es la fuente de nuestros conocimientos. En un sentido más general, el término "racionalismo" remite a toda doctrina filosófica que considera que la realidad es inteligible, es decir, que tiene un carácter racional (racionalismo metafísico). En este sentido, muchas otras filosofías son y fueron llamadas racionalistas, como las sostenidas por Parménides, Platón o Hegel. Razón: Del latín "ratio", término con el que Cicerón tradujo el griego "logos" (que significaba, entre otras cosas, tanto "cálculo" como "discurso", significados que adoptará también "ratio"). Por "razón" se entiende, en general, aquella "facultad" o capacidad humana por la que se alcanza el conocimiento discursivamente, esto es, partiendo de premisas para llegar a alguna conclusión, o conclusiones, que se derivan de aquellas. La razón se asimila, así, a la "diànoia" (conocimiento discursivo) y se opone a "nous" (conocimiento intuitivo). En virtud de tal oposición, al ser el término "nous" traducido por el latino "intellectus" (entendimiento) la razón termina por oponerse al entendimiento, en autores cono Kant, Hegel y en la escuela de Frankfurt.
Razonamiento: Procedimiento intelectual mediante el cual, partiendo de unos datos conocidos, a los que llamamos premisas, llegamos por inferencia a otro u otros datos desconocidos, que se derivan de aquellos, a los que llamamos conclusión. También recibe el nombre de argumentación formal, deducción o demostración, cuando las conclusiones alcanzadas son el resultado de la aplicación de reglas lógicas de inferencia. Realidad: Término con el que nos referimos, de un modo general, al conjunto de lo que existe, en oposición a lo que consideramos ficticio, ilusorio, aparente, o meramente posible. La identificación de la realidad con el ser, con lo que existe, se presta a distintas interpretaciones, dependiendo de las concepciones que se tengan del ser, que dependen a menudo de otros presupuestos metafísicos. Para algunos filósofos, la realidad trasciende la experiencia, y hablan de realidades que están "más allá" de la experiencia, como podría ser el caso de Platón, por ejemplo, mientras que para otros, como Kant, la realidad sólo puede concebirse como lo dado en la experiencia. Realismo: Con el término realismo nos referimos, en primer lugar, a la posición adoptada en el problema de los universales por quienes defienden la realidad de los universales, o sea, por quienes afirman que los universales existen realmente, y que tal realidad no puede reducirse a lo conceptual (posición que defienden los conceptualistas) ni a lo lingüístico (posición defendida por los nominalistas). En segundo lugar, con el término realismo (en oposición a idealismo) nos referimos a la postura defendida por quienes, en el ámbito del conocimiento, defienden que conocemos las cosas tal como son, sin que el sujeto cognoscente añada nada propio a tal conocimiento (posición que denominamos realismo gnoseológico). En el ámbito de la metafísica, el realismo es defendido por quienes afirman que las cosas existen fuera de la conciencia, e independientemente de la conciencia del sujeto. En este caso, se denomina "realismo ingenuo", por oposición a "realismo crítico", la posición adoptada por quienes defienden que el conocimiento es una reproducción exacta y fiel de la realidad. En general, la adopción del realismo gnoseológico va acompañada de la adopción del realismo metafísico, aunque es posible defender una posición sin la otra.
Relativismo: Con el término relativismo nos referimos, en general, a toda posición filosófica que niega la existencia de verdades absolutas, ya sea en el ámbito del conocimiento, de la moral o de la metafísica.Se considera que fue Protágoras de Abdera el primer defensor del relativismo, reflejado en su afirmación "el hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, en cuanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son". Aunque muy desprestigiado durante la mayor parte de la historia de la filosofía, el relativismo ha encontrado en la actitud antimetafísica del pensamiento contemporáneo un extraordinario desarrollo, no sólo en lo filosófico, sino también en la antropología, la sociología, etc., siendo la posición más difundida en la cultura contemporánea en general.
S
Sabiduría: Por lo general se entiende por sabiduría la posesión del supremo conocimiento, es decir, de lo que podemos considerar un conocimiento perfecto. Para Aristóteles, por ejemplo, la sabiduría consistía en el conocimiento de los primeros principios y las causas de la realidad, conocimiento que, por lo demás, era desinteresado, no estaba dirigido a la consecución de ningún fin práctico. Sensible: En su acepción metafísica, lo sensible remite, en los filósofos griegos, en general, y en Platón, en particular, a la realidad que es objeto de la sensibilidad, a lo que puede ser captado mediante los sentidos. Así, Platón llama realidad sensible a los objetos del mundo, en general, a las cosas, en contraposición a la realidad "inteligible", a la Idea, refiriéndose a ellos como dos "modos de ser" distintos y contrapuestos. El término tiene también una acepción gnoseológica, y hablamos entonces de conocimiento sensible para referirnos al conocimiento que se puede obtener a través de los sentidos, oponiéndose, en este caso, al conocimiento inteligible. Es frecuente, en los sistemas filosóficos que recurren a dicha distinción, que ambos términos sean utilizados ya metafísica, ya goseológicamente, según el contexto.
Ser: La noción de ser es una de las más complejas que podamos encontrar en filosofía. Podemos distinguir dos usos del término "ser": un uso como verbo y otro como sustantivo. En cuanto verbo, tendría una función meramente copulativa al relacionar un sujeto con un predicado, función que, al no haber sido observada convenientemente, fue causa de muchos malentendidos. En la historia de la filosofía ha prevalecido, preferentemente, su consideración como sustantivo, como nombre abstracto, adquiriendo un valor existencial, absoluto, que ha sido objeto de distintas especulaciones metafísicas.En esta última acepción, como nombre abstracto, podemos considerar de un modo muy general que el ser (en singular) remite a "lo que es", a cualquier realidad individual a la que llamamos ente, y a la que consideramos un "ser", independientemente de que su existencia sea o no física, material; pero también podemos considerar que remite a lo que hace que una cosa sea, es decir, al elemento común que comparten todas las cosas que son, de las que decimos que "tienen ser", y en este sentido consideramos al ser como el fundamento último de la realidad. En este sentido, es el objeto de estudio tradicional de la metafísica, el estudio "del ser en cuanto tal", considerando que el ser es la categoría suprema de la realidad, o que es algo más que una categoría de la realidad, a la que necesariamente han de referirse todos los seres que existen. Son muchas las interpretaciones del ser, a lo largo de la historia de la filosofía, de Parménides a Heidegger. Y también las críticas a dichas concepciones, entre las que destacan, entre otros, las de la filosofía analítica y el positivismo lógico, que consideran esas elaboraciones como el resultado de equívocos lingüísticos. Silogismo: Del griego "syllogismos" (razonamiento). El silogismo es una forma de razonamiento que consta de tres proposiciones, de modo que dos de ellas actúan como premisas, de las que deriva una tercera, que se considera la conclusión del razonamiento. Los términos de que constan las proposiciones (sujeto y predicado) están distribuidos de tal modo que las tres proposiciones tienen, tomados de dos en dos, un término común. La premisa que sirve de punto de partida se llama "premisa mayor" y es la más general; la premisa que sirve de intermediario se llama "premisa menor", y es menos general que la anterior; la proposición que se deduce de la "mayor" por mediación de la "menor" es la conclusión del razonamiento. Se llama "término mayor" al predicado de la conclusión, que debe aparecer en la premisa mayor, y se le
representa con la letra P. Se llama "término menor" al sujeto de la conclusión, que aparece también en la premisa menor, y se le representa con la letra S. El "término medio" es el que aparece en las dos premisas (mayor y menor) y no en la conclusión, y se le representa con la letra M. M S -----S es P
es es
P M
Aristóteles, en los Analíticos, se ocupa tanto del razonamiento deductivo como del inductivo, pero considera que el conocimiento científico se alcanza deduciendo lo particular de lo general, es decir, con el conocimiento de las causas. Aristóteles privilegiará, por tanto, el análisis del razonamiento deductivo, y en especial del razonamiento deductivo categórico o silogismo. En general, con el término silogismo nos referimos, si no damos más detalles, a su forma más conocida, el silogismo categórico. Un ejemplo de tal silogismo sería el siguiente: Todos los seres humanos Todos los griegos son -------------------------------------Luego todos los griegos son mortales.
son seres
mortales humanos
Sofisma: Del griego "sophisma" (artificio, razonamiento capcioso). Se denomina sofisma a un argumento falaz con el que se pretende defender algo falso y/o confundir al adversario en el diálogo o discusión. Sustancia: El término sustancia (o substancia), procede del latino "substantia" que es, a su vez la traducción del griego "ousía". Su significado más general es el de "fundamento" de la realidad (significado que adquiere ya de forma clara con Aristóteles) "lo que está debajo", lo que "permanece" bajo los fenómenos, lo "subsistente", pues. En cuanto tal, la sustancia es ante todo sujeto, lo que tiene su ser en sí, y no en otro, sirviendo por lo tanto de sustrato en el que "inhiren" o se instalan los accidentes, las formas de ser que no son sujeto, sino que se dan en un sujeto (en la sustancia).
T
Teleologia: Del griego "télos (fin) y "logos" (discurso, tratado). El término se utiliza con el significado de "explicación de algo por medio de las causas finales", y se aplica a aquellas teorías o interpretaciones de la realidad (a las que se llama teleológicas) que se basan en el recurso a las causas finales, en lugar de hacerlo simplemente recurriendo a las causas eficientes, lo que supone afirmar que la realidad tiende, por su propia naturaleza o esencia, hacia algún fin prefijado, que todo ocurre con algún propósito o intención. Aunque la aparición del término es relativamente reciente, la idea de explicar la realidad apelando a cusas finales la podemos encontrar ya en Anaxágoras, Platón y Aristóteles, así como en la mayoría de filósofos escolásticos. A tal explicación teleológica se opondrá la ofrecida por filósofos como Demócrito de Abdera, en la antigüedad, y Descartes y Galileo en la época moderna, conocida con el nombre de causalismo (o mecanicismo), y que se basa en el recurso a causas eficientes, y no finales, como fundamento explicativo de la realidad. Teología: Del griego "theología" (tratado de dios). La teología se ocupa del estudio de Dios y lo divino. En la filosofía antigua Aristóteles utiliza el término para referirse al estudio de la causa primera, dentro de una consideración metafísica del ser. La teología, no obstante, comenzará a desarrollarse como tal con los filósofos cristianos, entre quienes alcanzará gran proyección, llegando a supeditar a la teología el discurso filosófico. En función de que se tengan en cuenta o no los elementos procedentes de la fe podemos distinguir dos tipos de teología: la revelada y la natural (o racional) respectivamente. No sólo en el ámbito del cristianismo, sino también del judaismo y del islamismo se desarrollará una teología especulativa de características similares a la cristiana. Teoría: Del griego "theoria", (etimológicamente "contemplación", sentido en el que se encuentra en la filosofía de Platón y Aristóteles). Aristóteles lo utilizó para referirse al más elevado grado de conocimiento, en oposición al conocimiento práctico ("tecné") adquiriendo pronto el significado de
conocimiento especulativo. En la actualidad el término se usa también en el ámbito del conocimiento científico, y con él nos referimos, en general, a la elaboración de una explicación plausible de la realidad en su conjunto, o de un aspecto de la realidad, explicación en la que se intentan integrar hipótesis y conocimientos (o leyes, en el caso de teorías científicas) y que se formula mediante un conjunto de enunciados relacionados deduciblemente, formando un todo coherente. Trascendencia: Término con el que nos referimos a la acción de "ir más allá", o al estado de encontrarse "más allá", respecto de algo. La trascendencia se opone, en este sentido, a la inmanencia (lo que está en, o es propio de algo). El término es utilizado por Kant para referirse críticamente a lo que sobrepasa las posibilidades de la experiencia, a lo que pretende ofrecerse como el conocimiento de una realidad trascendente, conocimiento que no puede consistir más que en una ilusión, como pretende probar en la "dialéctica trascendental", la tercera parte de la "Crítica de la razón pura". Transcendental: En su acepción filosófica, trascendental viene a significar, de un modo general, "lo que trasciende", en el sentido de "lo que está más allá" de alguna realidad, considerada metafísica o gnoseológicamente. En la filosofía escolástica el término se emplea para referirse a alguna propiedad del "ser en cuanto ser", propiedad que, al pertenecer al ser en su máximo grado de generalidad, y no a éste o a aquel ente particular, recibe el nombre de trascendental. A ese conjunto de propiedades del "ser en cuanto ser" se las denomina propiedades trascendentales o, simplemente, "trascendentales". La doctrina de los trascendentales, desarrollada sobre todo por Santo Tomás, considera la existencia de las siguientes propiedades trascendentales: ente (ens), cosa (res), uno (unum), algo (aliquid), verdadero (verum) y bueno (bonum). En la filosofía moderna el término experimenta un importante cambio en su significado, a través especialmente del uso que hace Kant de él. En Kant, lo trascendental será asimilado al conocimiento que se ocupa no del conocimiento de los objetos, sino del modo de conocer a los objetos, en cuanto esto es posible "a priori". Lo trascendental deja de designar, pues, una propiedad del "ser en cuanto ser" para pasar a designar la reflexión sobre los elementos "a priori" del conocimiento humano. No obstante, al haber utilizado kant el término, en numerosas ocasiones, como
sinónimo de "a priori" (independiente de la experiencia) es habitual referirse a lo "a priori" como siendo trascendental. En la tercera parte de la "Crítica de la razón pura" Kant usará el término trascendental con otro significado: como sinónimo de ilusorio.
U
Universal: Con el término universal nos referimos a aquello que es común a un conjunto de entes y que se suele identificar con la esencia. Se considera que Sócrates, al buscar la definición universal de virtud, intenta definir ese esencia universal, común a todas las acciones virtuosas, dando así lugar al nacimiento del universal como problema filosófico. Para Aristóteles, el universal se predica por naturaleza de varios entes, y por lo que debe coincidir con la esencia y tiene un carácter abstracto. En la edad media se discutió el problema de los universales, defendiéndose tres posiciones fundamentales: el realismo, el nominalismo y el realismo moderado. Útil: Término usado en el contexto de la reflexión ética con el que algunas corrientes filosóficas identifican el bien. En este sentido, lo útil es lo bueno, lo que ofrece algún provecho o ventaja, ya sea para el individuo o para el conjunto de la sociedad.
Utilitarismo: Término aplicado a las corrientes filosóficas que identifican el bien con lo útil, ya sea para el individuo, ya para la sociedad. Lo útil es, así, considerado como criterio moral y como fundamento del bien y de la felicidad. En la antigüedad, se atribuye a Protágoras de Abdera el haber identificado el bien y lo útil, identificación que sigue apareciendo en las escuelas cirenáica y hedonista. En la época moderna, el utilitarismo fue defendido, entre otros, por J. Bentham y J. S. Mill, para quienes la utilidad es aquello que produce ventajas, placer o felicidad para la mayoría, minimizando el daño, el dolor, el sufrimiento... El utilitarismo exige un "cálculo racional" adecuado (en la medida en que se persigue un bienestar duradero) para determinar cuáles son las medidas que conducen a dicha estabilidad, y evitar la persecución de fines inestables y efímeros.
Y
Yo: Término con el que nos referimos a la identidad o unidad del sujeto, y que ha sido interpretado a lo largo de la historia de la filosofía desde distintas perspectivas, como la psicológica, la gnoseológica y la metafísica, dando lugar a distintas concepciones del mismo. La filosofía clásica abundó en la atribución al "yo" de una realidad sustancial, de modo que el "yo" era considerado como una sustancia que se identificaba con el alma (tanto si esta se concebía como algo material o como algo inmaterial) haciendo de ella el sustrato de todas las actividades del sujeto. Otros filósofos rechazan esta consideración sustancialista del "yo", negando su posibilidad misma, como Nietzsche, o considerando el "yo" como un mero complejo de sucesivas impresiones, como Hume. Otros consideran el "yo" como una función (una función trascendental, en el caso de la filosofía kantiana) o como un mero epifenómeno de la actividad cerebral. Yo Transcendental: Expresión propia de la filosofía de Kant, quien la utiliza para referirse a la unidad de la conciencia, como condición fundamental de todo conocimiento. Kant utiliza esta expresión para distinguir, en el acto del conocimiento, el yo empírico o psicológico, (que es un mero sujeto de las percepciones) de la conciencia que acompaña a toda representación y a todo conocimiento, del "yo trascendental" (al que describe como un "yo pienso", como un sujeto trascendental, que no contiene nada empírico).
BIBLIOGRAFIAS Diccionario filosófico. Google/imagenes.com