4C D O M I N G O ENTREVISTA
SERIE
E
SAN JOSÉ DE CÚCUTA, 3 DE NOVIEMBRE de 2013
18.250
Nombre científico: Tremarctos Ornatus. Nombres comunes: Oso andino, de anteojos, frontino, careto. El oso andino es un animal de cuerpo macizo, similar al oso negro americano y al oso tibetano.
ejemplares de oso andino se calcula que hay en toda Sudamérica, de la cifra entre 4.000 y 5.000 están en Colombia.
EDUARDO ROZO eduardo.rozo@laopinion.com.co
n la mitología precolombina éramos como los reyes. Algunas comunidades indígenas nos veían como el vínculo entre el cielo y la tierra, los osos éramos los mediadores entre el bien y el mal. Tal era nuestra importancia que para la comunidad Tuneba, tribu de la familia lingüística Chibcha, el oso era su hermano mayor, el primer hombre que habitó en la Tierra. Vivíamos en armonía con el hombre, en libertad. Entre los osos, los andinos éramos cuidados por los aborígenes. Sin embargo, la evolución llevó a que ese enamoramiento se rompiera, unos nos achacaron propiedades medicinales y otros nos mutilaban y lucían nuestras partes como símbolo de poder, de machismo. La caza con el paso del tiempo aumentó, nuestro hábitat se ha reducido, al hombre se le olvido que compartimos este planeta y causó un desequilibrio de los ecosistemas. Lo irónico es que cuando nos ven cerca de las casas, nos espantan a tiros o nos cazan con trampas, muchos han muerto. A otros osos, preocupados por la agonía en que nos tienen, les dio por entrevistarme. La conclusión, añoramos aquellos tiempos cuando en la Tierra, no se peleaba por alimento ni agua, cuando la naturaleza no se había contaminado del apetito consumista de la humanidad. ¿Cuál es el estado actual de ustedes parientes andinos? Los que se han dedicado a estudiarnos dicen que somos vulnerables y así nos catalogan en el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Ese vulnerable es una alerta para que hagan algo, como dice el biólogo de Corponor Antonio Ramírez Rodríguez. Su peso varía entre 70 y 195 kilogramos.
Originario de la Cordillera de los Andes (Ecuador, Chile, Colombia, Perú, Argentina, Bolivia, Venezuela). Su hábitat natural lo constituyen los bosques altoandinos (2.700-3200 metros sobre el nivel del mar).
Norte de Santander Distribución oso andino en Colombia.
En su dieta incluye frutas silvestres, plantas, corteza de árboles, insectos y pequeños mamíferos.
COLOMBIA
VULNERABLE
‘En agonía viven los osos de mi especie’
NIVEL DE AMENAZA 20 Parques Nacionales Naturales albergan oso andino, en ellos hay 825.000 hectáreas con hábitat adecuado para la especie. 3 millones de hectáreas de bosque andino natural hay en Colombia. De la cifra, 1.5 millones de hectáreas son bosque de niebla, crítico para la supervivencia de la especies.
El ciclo de vida es de 15 años, aunque en cautiverio pueden llegar a los 25 años o más.
El hocico es café claro o blanco crema, con una línea blanca que algunas veces se extiende alrededor de los ojos, la nariz y la mejilla y baja por el cuello hasta el pecho.
Se diferencia de los demás úrsidos, entre otras, por poseer 13 pares de costillas (un par menos) y 52 cromosomas diploides (en los demás son 74).
1.5 y 2.1 metros
Las orejas son pequeñas y redondeadas.
El pelaje es negro uniforme o café negruzco, con pelos ásperos de 55 a 120 milímetros de largo. La cola mide cerca de 7 centímetros
Las camadas pueden ser de cuatro oseznos. Lo más común son dos crías. Nacen ciegas y permanecen 1 año con su madre. Pesan alrededor de 300 gramos.
Posee 42 dientes. Las uñas no son retráctiles, son de color café claro o grisáceo. Las de las manos más grandes que las de las patas.
Las uñas no son retráctiles, son de color café claro o grisáceo.
Pata delantera Pata trasera
10 cm Aunque pertenece al orden de los carnívoros y los colmillos están desarrollados, las muelas carnaciales, están aplanadas, como adaptación para moler y triturar vegetales.
Están adaptadas para trepar árboles.
Fuente: PROGRAMA NACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DEL OSO ANDINO, MINISTERIO DE AMBIENTE / CORPONOR
¿Por qué es importante su conservación? Nos llaman banderas o sombrillas, eso quiere decir que nuestra presencia es indispensable para que los bosques vivan. Si nos extinguen, muere el agua y todos los recursos que benefician al hombre, es una cadena. ¿Qué beneficio trae su presencia a los bosques andinos? La misma del hombre. Todos somos parte de un sistema natural y debemos aportar para mantenerlo. Si los ciclos se rompen se causa un desequilibrio que lleva a que de la belleza paisajística y el territorio solo queden recuerdos en los libros. ¿Son culpables de que los estén cazando? Dígame que hacemos cuando nos han reducido los 3 millones de hectáreas de bosque andino que había en Colombia. Nos estamos quedando sin hábitat por la ampliación de las fronteras agrícolas, por la ganadería, la minería, la destrucción del bosque para extraer leña, la construcción de vías y de casas cerca al campo. Todo eso nos obliga a estar más cerca de los humanos, nos sentimos acorralados y perseguidos, desplazados y violentados. Entonces quién es el culpable, nosotros no.
Infografía e iluistraciónes: JOHN VELASCO - Investigación: Eduardo Rozo / La Opinión
¿En cuánto los venden en el mercado negro? ¿Le temen al hombre? Dolorosa pregunta porque la vida no tiene precio. Actuamos por instinto y vivimos en el bosque así como el hombre es feliz en el calor de su casa. Si quiere una cifra, lamento decir que a mis parientes que cazan cuando aún son bebés, los venden en $4.7 millones. Gana el hombre y nosotros nos vemos abocados a vivir presos y siendo la atracción de quienes creen que con dinero lo tienen todo. ¿Cómo esquivan tantas amenazas? Si de amenazas se trata, las principales son la caza indiscriminada y la pérdida de hábitat. El refugio es el bosque, es como cuando quieren atracar a un hombre y huye para no verse afectado, lo mismo nos pasa a nosotros. ¿En Norte de Santander donde hacen presencia? Ese registro sí que lo lleva el biólogo Antonio Ramírez de Corponor. En el Parque Nacional Natural Tamá, en Chinácota, Toledo, en el Catatumbo (donde también sufrimos por la guerrilla y el conflicto armado), en Ocaña, El Carmen, Cáchira y Santurbán.
Le tememos a las acciones violentas del hombre que dice actuar por razón pero parece que lo hace por instinto. Le tememos a que no hagan nada por conservar nuestra especie, solos no podemos. ¿Si se siguen muriendo qué va a pasar? No quiero pensarlo, pero de ser así el fin de la especie llevará al fin del hombre. Poco a poco ellos mismos se están matando. ¿Sirven las estrategias que idean para protegerlos? Todos hablan de estrategias pero pocas funcionan. Desde 1985, muchos biólogos vinculados al Estado nos estudian. Hablan de educación ambiental y de sensibilizar, creemos en la educación, pero acompañada de políticas que nos protejan. Como vivimos en la Cordillera de los Andes, que bueno sería la implementación de un programa conjunto entre Ecuador, Chile, Colombia, Perú, Argentina, Bolivia y Venezuela, pues recuerden: las fronteras son de los países no del medio ambiente.