Una voz de amonestacion parley p prat

Page 1

UNA VOZ DE AMONESTACIÓN e instrucción a todo pueblo

Por Parley P. Pratt

Facilitado por Sam Sheppard Publicado por www.cumorah.org


INTRODUCCIÓN Uno de los obstáculos más grandes que impiden la propagación de la verdad en cualquier época del mundo, es la corriente de la opinión pública. En cuanto llega un rayo de luz al mundo, sea la edad que fuere, inmediatamente se topa con las tradiciones y costumbres profundamente arraigadas de los hombres, y con sus opiniones; o con algún artificio religioso, de modo que igual que los efesios, se reúnen para aconsejarse respecto de lo que han de hacer, para evitar que se hable mal de su diosa, sea despreciada su majestad, quede abandonado su templo, y peor todavía, ponga en peligro su negocio que les proporciona su ganancia.1 Recordemos lo que acaeció a los apóstoles, al oponerse a los rabinos judíos, a las supersticiones gentílicas, en una palabra, cuando tuvieron que contender con toda organización religiosa que se hallaba sobre la tierra. Evoquemos el popular clamor: "Si le dejamos así, todos creerán en él: y vendrán los romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación."2 "Estos que alborotan el mundo, también han venido."3 "¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que dices? Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas."4 "Estos hombres alborotan nuestra ciudad, y predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos."5 "¿Qué quiere decir este palabrero? Parece que es predicador de nuevos dioses."6 Y muchas otras expresiones semejantes. Por otra parte, examinemos brevemente los acontecimientos de una edad posterior, por ejemplo, la Madre Iglesia contra los reformadores de distintas épocas. Los vemos calumniados, vituperados, humillados, azotados, apedreados, quemados y destruidos de diferentes maneras, mientras se hacía creer a las multitudes ignorantes que se trataba de los hombres más perversos También pensemos por un momento en lo que batalló Colón, un desconocido de educación limitada, pero bendecido con un corazón muy grande, un genio noble y una mente que estaba acostumbrada a pensar por sí misma. Penetró los obscuros misterios que encerraban las aguas occidentales. Recordemos cómo luchó durante ocho años contra la ignorancia de los eruditos en las cortes y asambleas de Europa, mientras que la mueca burlona, el dedo del escarnio y el silbido de la irrisión eran los fuertes argumentos que se oponían a su teoría. Mas ¿cuál fue el resultado, cuando después de varios esfuerzos infructuosos, se dispuso una expedición compuesta de tres naves pequeñas? Se reveló un mundo a las naciones asombradas del este, una tierra que estaba destinada a servir de fondo a los más gloriosos y maravillosos acontecimientos de los últimos días. No bien quedó demostrado este hecho, cuando sus objeciones filosóficas, geográficas y religiosas desaparecieron en un momento. La soberbia de la ignorancia y el prejuicio se vio constreñida esta vez a arrojar sus honores al polvo, a doblar su altiva cabeza a los pies 1

Hechos 19:21-24. Juan 11:48. 3 Hechos 17:6. 4 Hechos 17:19-20. 5 Hechos 16:20, 21. 6 Hechos 17:18. 2


del valor verdadero y aprender en humilde silencio que un hecho, claramente demostrado, vale más que diez mil teorías y opiniones de los hombres. Buscad la verdad

Esta obra tiene por objeto ser una voz de amonestación o proclamación de la verdad, a todos aquellos a cuyas manos llegue, a fin de que entiendan y se preparen para el gran día del Señor. Las opiniones y conjeturas en cuanto a las cosas de Dios no sirven para nada; lo único que puede ser de valor al género humano son los hechos bien demostrados. Y en vista de que solamente el Espíritu Santo puede guiarnos a toda verdad, rogamos a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Jesucristo, su Hijo, que el Espíritu de Verdad inspire nuestros corazones en la redacción de este tema, para que podamos escribir la verdad con la demostración del Espíritu y el poder, a fin de que sea la palabra de Dios, el evangelio sempiterno, el poder de Dios para salvación al gentil primeramente y también al judío.


CAPITULO 1 DE LA PROFECÍA CUMPLIDA Dios es el autor de la profecía "Tenemos también la palabra profética más permanente, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones: "Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación; "Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo."7 A fin de comprobar alguna cosa por medio de las Escrituras, es indispensable que en primer lugar se establezca alguna regla de interpretación, definitiva e infalible, sin la cual la mente se perderá en la incertidumbre y la duda, siempre aprendiendo, mas nunca llegando al conocimiento de la verdad. Por haber prescindido de tal regla, el género humano se ha hundido en la más grande confusión e incertidumbre, en lo que respecta a sus estudios bíblicos. De hecho, mientras el género humano se arrogue la libertad de transformar y espiritualizar la palabra de Dios, o quiera darle una interpretación dudosa o privada, todo seguirá siendo incertidumbre. "Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza."8 Ahora bien, supongamos que un amigo nos escribe desde un lugar lejano, y nos promete ciertas cosas, de acuerdo con determinadas condiciones, que si podemos lograr, serán para nuestro gran provecho y ventaja. Desde luego se podría decir que la carta fue escrita para nuestro provecho e instrucción, para que por medio de la paciencia y la consolación de la carta, nosotros pudiésemos tener esperanza de lo que en ella se nos había prometido. De manera que si entendiésemos claramente la carta, y supiésemos lo que debíamos de esperar, la comunicación nos impartiría consuelo y esperanza; por otra parte, si hubiese alguna duda o incertidumbre en nuestras mentes respecto del significado de la comunicación, entonces no podríamos recibir ninguna consolación o esperanza segura de las cosas que en ella estaban escritas, por no saber en qué esperar, y consiguientemente, la carta nada nos aprovecharía. Lo mismo pasa con las Escrituras. Ninguna de sus profecías o promesas puede beneficiar al lector, o dar consuelo y esperanza a su alma sino hasta que las entiende claramente, y así sabe qué esperar. 7 8

2 Pedro 1:19-21. Romanos 15:4.


Ahora bien, las predicciones de los profetas se pueden entender tan fácilmente como el almanaque que anuncia un eclipse, porque de lo contrario, la Biblia viene a ser, de todos los libros, el de más dudosa utilidad. Habría sido mucho mejor para el género humano si el gran Autor de nuestra existencia jamás hubiese revelado cosa alguna a sus criaturas caídas, en lugar de revelarles un libro que los dejaría en la duda y la incertidumbre para contender uno con otro de generación en generación, respecto del significado de su contenido. Nadie puede negar que esta duda y contención han existido por siglos. Los sabios y los instruidos han diferido, y aún difieren mucho el uno y el otro en lo que respecta al entendimiento de las profecías. ¿De dónde surgió esta diferencia? Una de dos, o la revelación es deficiente, o el hombre está en error. Pero decir que la revelación es deficiente significa tachar a Dios de obrar con imperfección. ¡Cosa absurda! La falta debe estar en el hombre. Existen dos causas o motivos grandes de esta ceguedad, que me propongo presentar enseguida. La necedad de la interpretación privada En primer lugar, el género humano ha supuesto que no se tuvo por objeto que la inspiración directa del Espíritu Santo continuase en la Iglesia por todas las edades, sino que se limitó a los tiempos primitivos; pues habiendo quedado lleno el canon de las cosas necesarias, la gente ya no precisaba del Espíritu que guía a toda verdad. Por tanto, trataron de entender, conforme a su propia sabiduría y su propia erudición, aquello que sólo podía entenderse claramente por el Espíritu de verdad, porque "nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios".9 En segundo lugar, habiendo perdido el espíritu de la inspiración, empezaron a establecer sus propias opiniones, tradiciones y mandamientos, dando significados e interpretaciones privados a la palabra escrita, en lugar de aceptar lo que estaba escrito; y desde el momento en que se apartaron de su significado literal, la opinión o interpretación de un hombre llegó a valer tanto como la de otro, ya que todos se creían con la misma autoridad. Y así nacieron todas las tinieblas y equivocaciones relacionadas con estos puntos que han agitado al mundo durante estos últimos dieciocho siglos. Un mandamiento de valor incalculable Entre la variedad de objetos que ocupan la atención del género humano, hay uno que es de mayor valor que todos los demás. Es un principio que, cuando se llega a poseer, ayudará muchísimo a obtener todas las otras cosas que vale la pena poseer, ya sea poder, bienes, riquezas, honores, tronos o dominios. Son pocos, comparativamente, los que lo han tenido. Ha estado al alcance de muchos otros, pero éstos no se dieron cuenta de su existencia o no conocieron su valor. Ha obrado maravillas por los pocos que lo han poseído. A algunos les permitió escapar de ser ahogados, mientras que toda alma que no lo tenía se perdió en las profundidades. A otros salvó del hambre, mientras 9

1 Corintios 2:11.


miles perecían alrededor de ellos. Con su ayuda, los hombres frecuentemente han sido elevados a posiciones de dignidad en la nación; más aún, algunos han ascendido a los tronos de los imperios. Por haberlo poseído, algunos han subido, en ocasiones, desde el calabozo hasta el palacio; y ha habido casos en que aquellos que lo tenían fueron librados de las llamas, mientras eran consumidas las ciudades en las que perecía toda alma viviente, salvo ellos. Frecuentemente, cuando el hambre o la espada han destruido una ciudad o nación, sólo aquellos que la poseyeron pudieron escapar ilesos. A1 llegar a este punto, el lector tal vez preguntará: ¿Qué puede ser esa cosa? Hacédnoslo saber para comprarla, aunque tengamos que sacrificar cuanto poseamos en la tierra. Este tesoro, querido lector, es la presciencia, el conocimiento de cosas futuras. Si se publicara un libro titulado "El Conocimiento de lo Futuro", y el género humano verdaderamente se convenciera de que daba cierto conocimiento preciso de acontecimientos futuros, de tal manera que sus páginas revelaban la historia futura de las naciones y muchos grandes acontecimientos, del mismo modo que la historia de Grecia o Roma descubre lo pasado, inmediatamente se vendería una edición muy grande a un precio muy elevado; de hecho, sería de valor inestimable. Pues los libros de los profetas y el espíritu de la profecía tienen por objeto precisamente la misma cosa. Bien dijo el Apóstol: "Procurad los mejores dones. . mas sobre todo que profeticéis."10 La regla de la interpretación bíblica Habiendo dicho esto, entremos en el ancho y extenso campo que yace ante nosotros para buscar los tesoros de sabiduría y conocimiento que han estado brillando por siglos como luz en un lugar obscuro. Exploraremos unas regiones que para muchos son desconocidas, contemplaremos las glorias que por todos lados se abren y se ofrecen a nuestra vista, y festejaremos con un conocimiento que, por motivo de su naturaleza, tiene como objeto ensanchar el corazón, exaltar la mente, elevar los afectos naturales sobre las cosas pequeñas, viles y mezquinas del mundo y hacer a uno sabio para salvación. Pero ante todo, establezcamos la regla definitiva de interpretación. Para ello no dependeremos de ningún hombre o comentario, porque el Espíritu Santo ya ha instituido dicha regla por boca de S. Pedro: "Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación."11 Las grandes divisiones de la profecía Hay una división grande que siempre debemos tener presente en el estudio de la profecía, a saber, la distinción entre lo pasado y lo futuro. El lector debe determinar con cuidado cuál es la parte que se ha cumplido, y cuál es la parte que queda por cumplir; y al mismo tiempo debe recordar que la regla establecida por S. Pedro se aplica tanto a una como a la otra. De modo que si en el curso de nuestro estudio descubrimos que 10 11

1 Corintios 12:31; 14: 1. 2 Pedro 1:20.


cada una de las profecías que se han realizado hasta el tiempo presente, ha tenido un cumplimiento literal, la deducción lógica es que toda profecía que todavía está por verificarse no carecerá de un cumplimiento literal. Principiemos por los días de Noé. En Génesis leemos: "Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.12 En los siguientes versículos, el Señor da mandamiento a Noé de entrar en el arca y llevar consigo animales de toda especie, etc. Y en el versículo 22 se dice: "E hízolo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó." Mucho le valió a Noé no estar versado en los sistemas de espiritualizar de la teología moderna; pues de haberse hallado bajo su errónea influencia, jamás habría creído que a tan maravillosa profecía pudiera aplicársele un significado y cumplimiento literales. ¡Seguramente que no! Porque le habrían dicho que el diluvio se refería a un diluvio espiritual, y el arca a un arca espiritual, y si hubiese pensado lo contrario, enseguida lo habrían tachado de fanático, bribón o necio. Pero sucedió que fue suficientemente sencillo para aceptar la profecía literalmente. Aquí, pues, tenemos un buen ejemplo de la precognición; porque todo aquel que no la tuvo, pereció en el diluvio. Cumplimiento literal de las profecías La siguiente profecía que consideraremos es ésta: "Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá a los de allí, y serán por ellos afligidos cuatrocientos años. Mas también a la gente a quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Y en la cuarta generación volverán acá: porque aun no está cumplida la maldad del Amorreo hasta aquí."13 La servidumbre de los hijos de Israel durante cuatrocientos años, junto con su salida del país con mucha substancia, los juicios de Dios sobre Egipto, así como la muerte de Abraham a una edad muy avanzada, son hechos tan bien conocidos que no hay necesidad de comentarlos aquí. Basta decir que son ejemplos notables del cumplimiento literal de profecías anunciadas más de cuatrocientos años antes que se cumpliesen. De esto, inferimos que ninguno de estos hombres de la antigüedad conocía el sistema moderno de espiritualizar. Consideremos ahora lo siguiente: "Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo."14 Lot, teniendo la sencillez suficiente para creer en aquello literalmente, tomó a cuantos de su familia quisieron acompañarlo y huyó; y esto indudablemente sirvió de irrisión a los habitantes de Sodoma, que probablemente se lo quedaron mirando, 12

Génesis 6:17. Génesis 15:13-16. 14 Génesis 19:12, 13. 13


mientras clamaban: "¡Engaño! ¡Superchería!" creyendo que la profecía no era más que una figura. Aquí tenemos el ejemplo de un hombre que se libró de las llamas por medio de la precognición que había recibido, mientras toda la ciudad pereció ¡Qué bendición tan grande fue para Lot no tener conocimiento de la manera moderna de interpretar las profecías! Si en su corazón hubiese entrado la noción de que su salida de Sodoma debía ser espiritual en lugar de literal, le habría costado la vida. El poder de preconocimiento Examinemos una de las profecías de José en el país de Egipto. "He aquí vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de Egipto: y levantarse han tras ellos siete años de hambre; y toda la hartura será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra; y aquella abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será gravísima."15 José entonces dio instrucciones de que se recogiese el grano en grandes cantidades durante los siete años de abundancia, a fin de abastecerse para el hambre. Y Faraón, no teniendo mayor conocimiento que sus predecesores, en lo que concernía a la escuela de la teología moderna, jamás pensó en dar a aquello sino la interpretación más literal. De modo que junto con José, fue el instrumento en las manos de Dios para salvar del hambre no sólo a su nación, sino a la casa de Israel. Este es otro notable ejemplo del poder de la precognición. No sólo protegió del hambre, sino que elevó a José de la prisión al palacio; de la más baja degradación al honor supremo, y tanto así que se pregonaba delante de él: "Doblad la rodilla." ¡Pero qué mortandad y lamentación habrían resultado, si hubiesen decidido que se trataba de un hambre espiritual y trigo espiritual! Habiendo presentado algunos ejemplos claros de las edades más remotas, nos referiremos de paso a algunos de los más destacados acontecimientos proféticos, junto con su cumplimiento, hasta llegar a los profetas judíos, donde se ensancha el campo de la profecía, y en su progreso entabla relación con los acontecimientos más sobresalientes de todas las edades, y termina en una visión completa de las primeras glorias de los últimos días. Cumplimiento de las profecías en Israel Un caso notable, concerniente a Elías el Profeta, fue que profetizó a Acab, que no llovería durante más de tres años; cosa que se cumplió de acuerdo con su palabra.16 Tenemos también el caso igualmente extraordinario de Hazael, el sirio que vino a Eliseo a pedirle que preguntara al Señor concerniente a su amo, el rey de Siria, que se hallaba enfermo. El varón de Dios se lo quedó mirando, y empezó a llorar. "Entonces díjole Hazael: ¿Por qué llora mi señor? . . Y respondió Eliseo: Jehová me ha mostrado 15 16

Génesis 41:29-31. 1 Reyes 17:1; 18:41-45.


que tú has de ser rey de Siria." Entonces le descubrió las crueldades que practicaría contra Israel, demasiado horribles para detallar aquí. Y Hazael, asombrado de oír aquellas cosas que se profetizaban acerca de él, se llenó de espanto, y exclamó sorprendido: "¿Por qué? ¿es tu siervo perro, que hará esta gran cosa?" Sin embargo, causa admiración ver que todo se cumplió al pie de la letra.17 En el capítulo 21 del Libro Segundo de las Crónicas está escrito que llegó a Joram una comunicación de Elías el Profeta, en la cual, después de denunciar la gran perversidad que había cometido tornándose a la idolatría y asesinando a sus hermanos de la familia de su padre, que eran mejor que él, le anuncia lo siguiente: "He aquí, Jehová herirá a tu pueblo de una grande plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a toda tu hacienda; y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta que las entrañas se te salgan a causa de las enfermedades de cada día." En el mismo capítulo leemos que los filisteos y los árabes vinieron contra él, y tomaron a sus hijos, sus mujeres y toda su hacienda; y después de esto, el Señor lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable, de modo que "al cabo de dos años, las entrañas se le salieron con la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa." Josué profetiza concerniente a Jericó En el capítulo 6 y versículo 26 de Josué hallamos una maravillosa predicción concerniente a la ciudad de Jericó: "Y en aquel tiempo Josué les juramentó, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su menor asiente sus puertas." Después de esta maldición, la ciudad de Jericó permaneció abandonada por muchos siglos, pues nadie se atrevía a reedificarla a costa de su primogénito y su hijo menor. Pero después de una larga sucesión de jueces y reyes, habiendo pasado muchos cientos de años, Hiel de Bethel, que vivió en los días de Acab, probablemente creyendo que el Señor había olvidado la maldición que Josué había pronunciado sobre el sitio, se atrevió a reedificar la ciudad; pero no bien hubo echado los cimientos cuando murió su primogénito Abiram, y todavía persistiendo en la dureza de su corazón, al poner las puertas de la ciudad perdió a su hijo menor, Segub, de acuerdo con la palabra del Señor, que siglos antes había sido proferida por su siervo Josué.18 Podríamos llenar un tomo con acontecimientos semejantes, que se hallan esparcidos por toda la parte histórica de las Escrituras; sin embargo, no lo haremos, a fin de pasar a un examen más completo de los libros de los profetas judíos. Consideraremos el cumplimiento de sus palabras sobre Jerusalén, Babilonia, Tiro, Egipto y varias otras naciones.

17 18

2 Reyes 8:7-15; 9:14; 10:32; 12:17; 13:22. 1 Reyes 16:34.


El sueño de Nabucodonosor Babilonia, la más antigua y renombrada ciudad del mundo, se hallaba deleitablemente situada sobre las playas de un río majestuoso que corría por la llanura de Shinar, cerca de la cual en un tiempo se levantó la torre de Babel. Estaba dispuesta en cuadro, y la rodeaba una muralla de más de cien metros de altura y noventa y seis kilómetros de circunferencia. Esta muralla tenía cien puertas de bronce, reforzadas con barras de hierro. Para cada uno de los cuatro lados había veinticinco puertas, las cuales daban entrada a calles que atravesaban la ciudad de un lado al otro, de manera que toda la ciudad estaba dividida en manzanas de igual tamaño. En el centro de estas manzanas había hermosos jardines, adornados con árboles y aceras, y engalanados por gran variedad de flores de diversos matices, mientras que las casas estaban construidas en las orillas de las manzanas y daban directamente a las calles. En medio de esta ciudad se sentaba Nabucodonosor, en su trono de real esplendor y magnificencia, y en su mano el cetro que era reconocido por todos los reinos del mundo, cuando plugo a Dios descorrer la obscura cortina de lo futuro, en visión de noche, y mostrarle de una sola vez la historia del mundo, aun hasta la consumación de todas las cosas. He aquí, vio ante él una gran imagen, cuya cabeza era de oro fino, su pecho y brazos de plata, su vientre y muslos de metal, sus piernas de hierro y sus pies en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estuvo mirando la imagen hasta que fue cortada una piedra del monte, no con manos, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido y los hizo pedazos. Entonces también fue desmenuzado el hierro, el metal, la plata y el oro, y se volvieron como el tamo en las eras del verano, y los levantó el viento y nunca más se les halló lugar; pero la piedra que hirió a la imagen se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra. Cuando fue llevado Daniel ante el rey para que declarase el sueño y la interpretación, el profeta exclamó: "Hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer a cabo de días." Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor Entonces, después de referir el sueño, manifestó lo siguiente: "Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, potencia, y fortaleza, y majestad. Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo ello: tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino menor que tú; y otro tercer reino de metal, el cual se enseñoreará de toda la tierra. Y el reino cuarto será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y doma todas las cosas, y como el hierro que quebranta todas estas cosas, desmenuzará y quebrantará. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro, según que viste el hierro mezclado con el tiesto de barro. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro, y en


parte de barro cocido, en parte será el reino fuerte, y en parte será frágil. Cuanto a aquello que viste, el hierro mezclado con tiesto de barro, mezclaránse con simiente humana, mas no se pegarán el uno con el otro, como el hierro no se mistura con el tiesto. "Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre. De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al oro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir: y el sueño es verdadero, y fiel su declaración."19 El cumplimiento del sueño de Nabucodonosor En esta vista panorámica que se nos da del asunto, vemos que nos son presentados, en sucesión, primero, el reino de Nabucodonosor; segundo, los medos y los persas, que arrebataron el reino a Belsasar y tuvieron dominio sobre toda la tierra; tercero, los griegos, bajo Alejandro Magno, que conquistó el mundo y reinó en medio de Babilonia; cuarto, el Imperio Romano, que subyugó todas las cosas; quinto, su división en los imperios de oriente y occidente, y su desmoronamiento o subdivisión final en los varios reinos de la Europa moderna, representados por los pies y los dedos de los pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Y por último nos es presentado un reino completamente nuevo, organizado por el Dios del cielo en los últimos días o durante la época de los reinos representados por los pies y los dedos de los pies. Este último reino jamás iba a cambiar de rey, como había sucedido con todos los demás reinos que lo habían precedido. Ni tampoco iba a ser dejado a otro pueblo. Iba a desmenuzar a todos los demás reinos, y permanecer para siempre. Muchos suponen que este último reino a que se hace referencia es el reino de Dios, que se organizó en los días de Cristo o sus apóstoles. Pero mayor disparate no podría existir, pues el reino de Dios que se estableció en la época de Cristo o sus apóstoles no desmenuzó a ninguno de los reinos del mundo; al contrario, se hizo la guerra contra él y fue vencido, como cumplimiento de las palabras de Daniel 7:21: "Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía"; y también el versículo 22: "Hasta tanto que vino el Anciano de grande edad, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino"; igualmente el 27: "Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán." El reino de Dios será establecido En las revelaciones de Juan está escrito: “Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y 19

Daniel 2:37-45


gente."20 En cumplimiento de estas declaraciones, se dio poder a las autoridades de la tierra para matar a los apóstoles y hombres inspirados, y los pocos que quedaron fueron desterrados de entre los hombres u obligados a huir a las islas desoladas o las cuevas de las montañas de la tierra, personas de las cuales el mundo no era digno. A1 mismo tiempo, se insinuaron en su lugar falsos profetas y maestros que los hombres se buscaron, porque no pudieron aguantar la sana doctrina. Así fue cómo se desorganizó el reino de Dios, y se perdió de entre los hombres, y en su lugar fueron instituidas las doctrinas e iglesias de los hombres. Pero tenemos por objeto tratar este tema más extensamente al referirnos al Reino de Dios. Baste decir que el reino de que habla Daniel es algo que el mismo Dios de los cielos va a organizar en los últimos días, sin la ayuda de instituciones humanas o los preceptos de los hombres. Y cuando quede organizado, nunca jamás cesará de crecer, ni podrán estorbar su progreso todos los poderes de la tierra y el infierno, hasta que por fin se siente el Anciano de grande edad, y venga el Señor Jesús en las nubes del cielo con poder y grande gloria, como Rey de reyes y Señor de señores; y destruirá todos los demás reinos, y entregará el reino y la grandeza del reino, bajo todos los cielos, a los santos. Entonces no habrá sino un Señor, y no tendrá sino un nombre, y Él será el rey de toda la tierra. Volvamos ahora a Nabucodonosor, que el Señor, por boca de Jeremías, llama su siervo para ejecutar sus juicios sobre las naciones. Parece que el Señor ensalza a este gran hombre, y lo hizo rey de reyes y señor de señores, y lo armó con su propia espada y lo invistió con poder y autoridad, con el expreso fin de ejecutar sus juicios, y azotar y humillar a todas las naciones de la tierra. El capítulo 25 de Jeremías dice que el Señor tenía propuesto llevar a Nabucodonosor y a su ejército contra todas las naciones circunvecinas, a fin de asolarlas y tenerlas cautivas durante setenta años; y después de setenta años, se volvería y castigaría al rey de Babilonia y a su nación por causa de sus iniquidades. ¿Quién es el que puede seguir la historia del cumplimiento de estos notables acontecimientos, indicados con tanta exactitud por Jeremías, Isaías y Ezequiel, y no maravillarse y asombrarse del prodigioso don de profecía que habilitaba a estos hombres para leer la historia de lo futuro con la facilidad que leían la historia de lo pasado? Por cierto, es difícil que el que en estos días se ponga a leer la historia de los babilonios, medos y persas, griegos, romanos y egipcios, junto con la de los judíos, llegue a estar más familiarizado con los acontecimientos verificados en esas naciones, que los profetas que los anunciaron setenta años antes. Nabucodonosor subyugó a los judíos; su ciudad, Jerusalén fue incendiada, así como su templo; sus príncipes, nobles y plebeyos fueron transportados a Babilonia junto con todas sus cosas santas. Jeremías predijo claramente los detalles de esta destrucción y cautividad, y aun el tiempo de su duración, a saber, setenta años. Después de vencer a los judíos, el rey de Babilonia marchó contra Tiro, la ciudad de mercaderes, situada en una bahía del mar, y rodeada no tan solamente por el mar, 20

Apocalipsis 13:7.


sino por una fuerte muralla. Tan impregnable fortaleza puso a prueba toda la habilidad y perseverancia de Nabucodonosor y su ejército entero, que trabajaron incesantemente por mucho tiempo, y al fin lograron apoderarse de Tiro y la sujetaron al cautiverio durante setenta años. Pasado esto, volvieron y restablecieron su ciudad, porque Jeremías con anterioridad había anunciado el vencimiento de Tiro, su cautividad de setenta años y su restauración al terminar ese período de tiempo. Después de la restauración de Tiro, la ciudad floreció por un tiempo, pero más tarde fue reducida a una desolación completa. Sus fragmentos y ruinas se ven hasta el día de hoy en el fondo del mar, y el sitio que ocupaba es ahora una roca estéril, habitada solamente por un puñado de humildes pescadores. Toda esta desolación, y aun su apariencia actual de perpetua ruina y asolación fueron claramente indicadas por los profetas. Nabucodonosor cumplió los propósitos de Dios Cuando el rey de Babilonia logró apoderarse de Tiro, después que su ejército padeció mucho debido al rigor de la campaña, el Señor, por boca de Ezequiel, prometió darle los despojos de Egipto para su ejército, a fin de recompensarlo por el gran servicio que había prestado a Dios en la conquista de Tiro. Vemos que entonces hizo la guerra a Egipto, lo dominó y lo tuvo cautivo hasta que se cumplieron los setenta años. Por último, podemos ver cómo ejecutó la venganza e ira del Señor contra Uz, y sobre los reinos de los filisteos Ascalón, Gaza, Ekrón, Edom, Moab, Ammón, Dedán, Tema y Buz; y sobre los reyes de Arabia, Zimri y Elam; y sobre todos los reyes de los medos; y sobre todos los reyes del norte, cercanos y lejanos; y por último sobre todos los reyes del mundo, que, ebrios y vomitados, iban a caer para no levantarse más, por causa de la espada que Él mandaría entre ellos. Sin embargo, cuando el Señor hubiera cumplido su voluntad en estas naciones, Él tenía propuesto castigar, a su vez, a aquel gran monarca y a los que lo sucedieran, junto con la ciudad y nación que reinaba; y por fin convertirlos en desolación perpetua. Y todo eso por motivo del orgullo y la soberbia, pues el Señor declaró: “¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve?"21 A fin de considerar los acontecimientos que se relacionan con el regreso de los judíos y las otras naciones, después de su cautiverio de setenta años, así como el castigo de Babilonia, haremos mención de otra persona de carácter muy distinto del de Nabucodonosor: uno que en las Escrituras es llamado "el ungido de Jehová". Puede decirse que es uno de los personajes más extraordinarios que el mundo pagano jamás ha producido. Su magnanimidad, arrojo, perseverancia, éxito y más que todo, su obediencia estricta a los mandamientos de ese Dios que ni él ni sus padres conocieron, son prueba de que Isaías no se equivocó cuando dijo que era "el ungido de Jehová" para librar a las naciones del cautiverio, combatir y subyugar a la más grande ciudad y monarquía que jamás había existido sobre la tierra, restaurar a los judíos y reedificar la 21

Isaías 10: 15.


ciudad y el templo. En verdad, fue uno de los pocos hombres que el mundo sólo produce para fines extraordinarios. Leamos la descripción que el profeta hace de él: "Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar gentes delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: yo iré delante de ti, y enderezaré las tortuosidades; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados; para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; púsete sobrenombre, aunque no me conociste. Yo Jehová, y ninguno más hay: no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste; para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo.”22 En el versículo 13 dice así: "Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos." El lector recordará que Isaías vivió cerca de cien años antes de la cautividad de los judíos, y ciento setenta años antes que Ciro decretase su repatriación. Grandes conquistas de Ciro Deseo detenerme aquí para preguntar: ¿Qué poder, aparte del poder del gran Dios, puede habilitar a un hombre para llamar a otro por su nombre, cien años antes de su nacimiento, y entonces predecir correctamente la historia de su vida? ¿Cuál no sería su asombro y admiración cuando, después de muchos años de guerras y conmociones, durante los cuales anduvo conquistando y juntando como en un nido las riquezas de las raciones, por último plantó sus tiendas a un lado de las murallas del sitio más fuerte de toda la tierra? Contemplando sus muros de más de cien metros de altura, con sus puertas de metal y sus barras de hierro; y sus habitantes considerándose perfectamente protegidos, con provisiones suficientes para durarles varios años, ¿cómo fue que se le ocurrió intentar vencer la ciudad? ¿Quién no habría retrocedido ante semejante empresa, a menos que fuese inspirado del gran Jehová? Habiendo desviado el Eufrates de su cauce, entró bajo las murallas de la ciudad por el lecho seco del río y se hizo dueño de la ciudad sin ninguna dificultad, pues el rey Belsasar, después de emborracharse con sus príncipes y concubinas, había hecho sacar los vasos de la casa del Señor que su padre había llevado de Jerusalén para beber en ellos. A1 ver la escritura sobre la pared, le habían batido de terror las rodillas, una contra la otra, y Daniel, acudiendo a su llamado, interpretó y declaró que su reino había sido dado a los medos y los persas. Luego que hubo sujetado esa grande monarquía, Ciro se sentó sobre el trono de reinos, y habiendo conocido a Daniel, éste indudablemente le habló de los anales judaicos. Entonces fue revelado el arcano, y pudo ver que Dios lo había llamado por su nombre, y que el Todopoderoso lo había aprestado para la lucha y lo había orientado 22

Isaías 45:1-6,


en todo su trabajo. Así pudo entender porqué cayeron en sus manos los tesoros de la tierra, y porqué desfallecían delante de él los reyes, y porqué se habían abierto ante él las puertas de metal y fueron despedazadas las barras de hierro. Fue para que supiera que había Dios en Israel, y que no había otro, y que todos sus ídolos eran como nada; y así pudiese también restaurar a los judíos y reconstruir su ciudad y templo, y cumplir la voluntad de Dios sobre Babilonia. Ciro decreta la edificación del templo Consiguientemente, Ciro expidió su proclamación a los judíos que volviesen a su país, y a las demás naciones que les ayudaran en la reconstrucción, porque, dijo él: "Dios me ha mandado edificarle casa en Jerusalén." Esdras dice lo siguiente: "Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén que está en Judá. ¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios) la cual está en Jerusalén."23 ¿Cuál fue el potente razonamiento la poderosa influencia que convenció a Ciro de que el Dios de los cielos que moraba en Jerusalén, el cual sólo era Dios, era quien había hecho todas aquellas cosas? No se había criado en el ambiente de la creencia en el verdadero Dios ni en las Santas Escrituras. A1 contrario, siempre había sido sumamente celoso en la adoración de los ídolos, y había invocado su ayuda durante la primera parte de su vida. Yo contesto que fue el poder de Dios, manifestado por medio de las profecías y su cumplimiento; mas no en un sentido espiritualizado, no de una manera obscura, incierta, tenebrosa o misteriosa y difícil de entender, sino una demostración positiva, literal y clara, que nadie podía refutar o resistir. Isaías declara que eso era lo que el Señor tenía propuesto cuando revelaba sus hechos tan patentemente. Y Ciro nos manifiesta que produjo el efecto deseado. Quisiera decir ahora, que cuando lleguemos a esa parte de la profecía que aún está por cumplirse, presentaremos evidencia positiva de que las naciones paganas de los últimos días han de ser convencidas de la misma manera en que Ciro lo fue es decir, se hallan claramente predichos en los escritos de los profetas ciertos acontecimientos, futuros aún, que al cumplirse convencerán a todas las naciones paganas de que hay un Dios verdadero, y sabrán que El lo ha dicho y cumplido. Y todos los grandes y todos los sabios de la cristiandad, y todas las sociedades que no den a la palabra profética una interpretación literal, serán confundidos y se verán obligados a admitir que todo ha sucedido así como está escrito. Desolación eterna de Babilonia Pero volvamos a nuestra investigación de las profecías y su cumplimiento. Los profetas no tan sólo predijeron la conquista de Babilonia por Ciro, sino también 23

Esdras 1:2,3


señalaron su destino por todas las edades, y la vieron reducida a una desolación completa, que nunca jamás volvería a ser habitada, ni transitoriamente por árabes errantes: "Y Babilonia . . nunca más será habitada. . ni hincará allí tienda el Arabe."24 El Sr. José Wolfe, célebre misionero judío, mientras viajaba en Caldea preguntó a los árabes si plantaban sus tiendas entre las ruinas de Babilonia. Le respondieron negativamente, declarando que tenían miedo de que el espíritu de Nimrod los espantase si lo hacían. De manera que se han cumplido todas las profecías respecto de esa grande ciudad. Edom es otro notable ejemplo del cumplimiento de las claras y directas predicciones de los profetas. Estas profecías fueron declaradas contra Edom en una época en que su suelo, sumamente fértil, se hallaba bajo cultivo, y en toda su extensión había prósperas aldeas y ciudades. Pero ahora sus ciudades se han convertido en montones de ruinas desoladas, en las que solamente viven lechuzas y cuervos, animales salvajes, serpientes, etc., y sus tierras se han vuelto áridas. El Señor ha extendido sobre ella el cordel de destrucción y niveles de asolamiento, y ha quedado desolada de generación en generación en cabal cumplimiento de la palabra profética anunciada por boca de sus siervos. La visión de Daniel y su interpretación Vamos ahora a considerar de paso la visión de Daniel, que se halla en el octavo capítulo de sus profecías, concerniente al carnero y el macho cabrío. Convendría que el lector considerase y leyese todo el capítulo, pero notaremos con particularidad la interpretación que le fue dada por Gabriel. "Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de la ira: porque al tiempo se cumplirá: aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia. Y el macho cabrío es el rey de Javán: y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. Y que fue quebrado y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos sucederán de la nación, mas no en la fortaleza de él. Y al cabo del imperio de éstos, cuando se cumplirán los prevaricadores, levantaráse un rey altivo de rostro, y entendido en dudas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza suya; y destruirá maravillosamente, y prosperará; y hará arbitrariamente, y destruirá fuertes y al pueblo de los santos. Y con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y con paz destruirá a muchos: y contra el príncipe de los príncipes se levantará; mas sin mano será quebrantado."25 En esta visión se hace referencia primeramente a los medos y persas, antes de ser conquistados por Alejandro Magno, rey de Grecia. Es bien conocido el hecho de que este imperio se hizo grande y extendió sus dominios, después de la muerte de Daniel, hacia el oeste, el norte y el sur, de modo que nadie pudo resistirlo, hasta que Alejandro, rey de Grecia, llegó del oeste con un ejército pequeño de hombres escogidos y se lanzó contra los persas que se hallaban al otro lado del río. Echándose al agua con su caballo, 24 25

Isaías 13:19-22. Daniel 8:19-25.


ordenó a su ejército que lo siguiera y atravesando las aguas cayeron sobre el enemigo, que no obstante la ventajosa posición que ocupaban y el gran número de sus fuerzas, fueron totalmente derrotados. Entonces los griegos, después de poner a fuga a los persas en otros combates, subyugaron y conquistaron el país, hasta dejar a éstos completamente vencidos. Igualmente bien sabido es el hecho de que Alejandro siguió conquistando nación tras nación hasta que habiendo subyugado el mundo, murió en Babilonia a la edad de treinta y dos años. Así que, después de estar en su mayor fuerza, "aquel cuerno fue quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro maravillosos hacia los cuatro vientos del cielo". Como todos sabemos, la historia testifica que su reino fue dividido entre cuatro de sus generales, que jamás alcanzaron la magnitud o poder que él tuvo. En los postreros días del dominio de éstos, habiendo llegado a su punto culminante la transgresión de los judíos, el poder romano destruyó la nación judaica, tomó a Jerusalén, hizo cesar el continuo sacrificio y no sólo eso, sino que más tarde destruyó el pueblo grande y santo, es decir, los apóstoles y cristianos primitivos que murieron por órdenes de Roma. La precognición profética viene de Dios Quisiera preguntar ahora: ¿Acaso la historia ha hecho una relación más clara de acontecimientos ya transcurridos, en el país que sea, que la visión de Daniel respecto de sucesos que en esa época eran todavía futuros, algunos de los cuales iban a tardar algunos siglos en realizarse, revelando así acontecimientos que la perspicacia humana nunca podría haber previsto? El hombre, por medio de su propia sagacidad podrá realizar muchas cosas: podrá atravesar el inmenso océano sin la ayuda de los vientos o la marea; podrá remontarse en las nubes sin la ayuda de alas; podrá viajar sobre la tierra con sorprendente velocidad sin necesidad de bestias, o podrá comunicar sus pensamientos a sus semejantes sin la ayuda de cartas. Pero hay un principio que jamás logrará; no, ni aun con toda la sabiduría combinada de las edades. Es algo que no se puede comprar con dinero, que únicamente de Dios viene y se confiere al hombre como don gratuito. Dijo el profeta a los ídolos: "Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses.” 26 Profecías Mesiánicas Enseguida procuraremos mostrar con cuanta exactitud se cumplieron literalmente las profecías en la persona de Jesucristo. "He aquí que la virgen concebirá anunció el profeta en la antigüedad - y parirá hijo.”27 También se proclamó que nacería 26 27

Isaías 41:23. Isaías 7:14.


en Belén,28 y que sería llamado de Egipto, donde vivió con sus padres.29 Al volver de ese país se radicó en Nazaret, porque estaba escrito "que había de ser llamado nazareno”.30 Entró en Jerusalén sobre un pollino, hijo de animal de carga, porque el profeta había dicho: "He aquí, tu rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna."31 Las profecías también habían declarado: "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca. De la cárcel y del juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contará? Porque cortado fue de la tierra de los vivientes. Herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados . . y por su llaga fuimos nosotros sanados. Dispúsose con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte."32 En igual manera se profetizó que ninguno de sus huesos sería quebrantado;33 que echarían suertes sobre sus vestidos;34 le darían de beber hiel y vinagre;35 sería vendido por treinta piezas de plata,36 y por último, cuando ya todo fuese consumado, reposaría en la sepultura hasta el tercer día para levantarse triunfante sin que su cuerpo viese la corrupción.37 Cumplimiento literal de las profecías Mesiánicas Pues bien, si hubiésemos acompañado a nuestro querido Redentor durante su vida en la tierra y con toda diligencia hubiésemos escrito las circunstancias particulares de su vida y muerte, tal como iban ocurriendo, nuestra narración no sería más clara que la que los profetas declararon siglos antes que Él naciese. Hay una cosa relativa a la manera en que los apóstoles interpretaban las profecías que merece nuestra atención, y es que ellos no hacían sino citarlas y entonces testificar de su cumplimiento literal. Haciendo esto, pudieron inculcar estas verdades en el corazón de la gente que se reunía en las sinagogas judías, y con pruebas tan convincentes que aquellos que los escuchaban se veían constreñidos a creer que el supuesto impostor que habían crucificado era realmente el Mesías. Pero si acaso se les hubiese ocurrido dar una aplicación simbólica o incierta, como los teólogos de la actualidad, todo se habría vuelto incertidumbre y duda, y la demostración habría desaparecido de la tierra. Profecía concerniente a Jerusalén Habiendo examinado los profetas del Antiguo Testamento, en lo que concierne a las profecías y su cumplimiento, y habiendo claramente mostrado que no era otro su 28

Miqueas 5:2. Oseas 11: 1. 30 Mateo 2:23. 31 Zacarías 9:9. 32 Isaías 53:1-12. 33 Exodo 12:46. 34 Salmos 22:18. 35 Salmos 69:21. 36 Zacarías 11:13. 37 Isaías 26:19; Salmos 16:10. 29


objeto sino el de un cumplimiento literal, el investigador podrá preguntar si la misma cosa se aplica a las predicciones que encierra el Nuevo Testamento. Por consiguiente, citaremos del Nuevo Testamento algunos ejemplos importantes de las profecías y su cumplimiento. Hecho esto, nos hallaremos preparados para entrar en el vasto campo de lo que aún está por cumplirse. Una de las profecías más notables de las Santas Escrituras se halla en S. Lucas: "Y cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de venganza: para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! porque habrá apuro grande sobre la tierra e ira en este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones: y Jerusalén será hollada de los gentiles hasta que los tiempos de las gentes sean cumplidos.”38 Jerusalén fue hollada de los gentiles Esta profecía se refiere al destino de Jerusalén, el templo y toda la nación judía, durante dieciocho siglos, por lo menos. Como en el año 70 el ejército romano cercó a Jerusalén. Los discípulos se acordaron de la advertencia que cuarenta años antes les había hecho su Señor y Maestro, y huyeron a las montañas. Fue tomada la ciudad de Jerusalén después de un largo y pesado sitio durante el cual los judíos fueron diezmados por el hambre, la pestilencia y la espada. Llenaban las casas con sus muertos por carecer de lugar donde enterrarlos, mientras que las mujeres comían a sus propios hijos por no tener alimentos. Perecieron en Judea, en esta lucha, cerca de un millón y medio de judíos, además de los que fueron llevados cautivos. Su país fue asolado, les fue destruido su templo y el miserable resto fue esparcido entre todas las naciones de la tierra; y en esta condición se han hallado hasta el día de hoy, pues han sido echados de un país a otro, frecuentemente acusados de los más terribles crímenes, a causa de lo cual han sido desterrados y sus bienes confiscados. En verdad, los han tenido por bandidos entre las varias naciones, las plantas de sus pies no han hallado descanso y han sido un escarnio y oprobio; y las gentes han dicho: "Estos son pueblo de Jehová, y de su tierra de él han salido.”39 Mientras tanto, las naciones de los gentiles han poseído la tierra de Canaán, y han hollado con sus pies la ciudad santa donde los antepasados de los judíos adoraron al Señor. Sin embargo, durante este largo cautiverio los judíos no han olvidado las promesas hechas concernientes a su restauración. Sus ojos han estado mirando anhelosamente hacia el día en que de nuevo poseerán la herencia bendita legada a sus padres cuando de nuevo podrán edificar su ciudad y su templo, y les sea restablecido su sacerdocio y puedan adorar como en los días antiguos. Es cierto que varias veces han intentado volver, pero han resultado frustrados todos sus esfuerzos porque el decreto 38 39

Lucas 21:20-24. Ezequiel 36:20.


inalterable fue que Jerusalén había de ser hollada de los gentiles hasta que el tiempo de ellos fuese cumplido. Moisés y los profetas escribieron plenamente sobre este asunto; por cierto, Moisés mencionó aun el hecho de que comerían a sus hijos secretamente durante el sitio y el rigor con que los acosarían sus enemigos en todas sus entradas. Quien leyere el capítulo 28 de Deuteronomio leerá la historia de lo que ha acontecido a los judíos, predicha por Moisés con toda la claridad que distingue la historia de los acontecimientos que ya han sucedido, y lo hizo miles de años antes que se realizara. Cumplimiento literal de las profecías del Nuevo Testamento El siguiente ejemplo se halla en los Hechos. Un profeta llamado Agabo tomó el cinto de Pablo, y al atarse con él las manos y los pies, declaró: "Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los Judíos en Jerusalén al varón cuyo es este cinto, y le entregarán en manos de los Gentiles."40 El cumplimiento de esta palabra es tan bien conocido que no necesita comentarios. Por tanto, pasaremos adelante para examinar una de las profecías de S. Pablo: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. "41 Esta declaración se ha cumplido al pie de la letra, porque se aplica a todo maestro religioso que ha aparecido desde aquella época hasta la nuestra, salvo aquellos que son comisionados por revelación directa e inspirados del Espíritu Santo. Pero a fin de convencer al lector de su cabal cumplimiento, no tenemos más que señalar al incontable número de sacerdotes de la actualidad que predican por dinero y adivinan por precio, y que reciben su autoridad de sus semejantes; y en cuanto a las fábulas a que se han tornado, no tenemos más que mencionar las privadas y espiritualizadas interpretaciones que llegan a nuestros oídos desde casi toda imprenta y púlpito religiosos. Hay otra profecía del apóstol Pablo que bien vale considerar, ya que se puede aplicar a los días en que vivimos. Es la siguiente: "Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad, sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y a éstos evita."42

40

Hechos 21:10-11. 2 Timoteo 4:3-4. 42 2 Timoteo 3: 1-5. 41


Terrible estado de la cristiandad moderna Con grande asombro nos damos cuenta, por el último de estos pasajes citados, que esta terrible maldad únicamente se aplica a los profesores de religión; es decir, la profecía nos aclara que tal sería la naturaleza de los que compondrían la parte cristiana (así llamada) de las comunidades. No os espantéis, pues no hacemos esta denuncia sin evidencia positiva. Hay que recordar que los que no son profesores no tienen ninguna forma de piedad; se habla más bien de esas personas impías que afirman tener apariencia de piedad y sin embargo niegan su eficacia o poder. Mas si alguna duda tenéis del testimonio de S. Pablo sobre este asunto, mirad alrededor, examinad por vosotros mismos: "por sus frutos los conoceréis.”43 Tengo el corazón acongojado mientras escribo. ¿Habremos llegado hasta ese extremo? ¿Será que el espíritu de la verdad ha quitado el velo de obscuridad en los últimos días sólo para revelarnos la visión de un pueblo caído? ¿de una iglesia apóstata, llena de toda especie de abominaciones, que hasta desprecia a los que son buenos, mientras que a ella no le queda sino la apariencia de piedad y niega el poder de Dios, es decir, que desecha la inspiración directa y los dones sobrenaturales del Espíritu, que siempre distinguen la Iglesia de Cristo? ¿Fue sólo para esto que el Espíritu Santo manifestó en visión a los santos hombres los acontecimientos de tiempos futuros, permitiéndoles ver las glorias de los últimos días? ¡Oh, profetas y apóstoles, varones santos de la antigüedad! ¿Qué habéis hecho, si paráis aquí? ¿si vuestra visión profética sólo alcanza hasta el año actual? He aquí, habéis llenado nuestras almas de tristeza y desesperación; habéis dejado a los judíos errando con pena y en tinieblas, lejos de todo lo que sus corazones más estiman: su tierra desolada, su ciudad y templo en ruinas y ellos sin el conocimiento del verdadero Mesías. Los gentiles, después de participar de la misma incredulidad, han quedado sin fruto, muertos, desarraigados, con tan sólo la apariencia de piedad, mientras que por otra parte, los poderes que distinguían la antigua Iglesia han huido de entre los hombres. ¿Es ésta la consumación de todas vuestras obras? ¿Es esto lo que habéis buscado, y para lo que os habéis afanado, desangrado y muerto? Pauso para que me respondáis. Si tenéis reservada una palabra de consuelo, concerniente a lo futuro, declaradla presto a fin de que nuestras almas no tengan que permanecer en el tenebroso valle de tristeza y desesperación.

43

Mateo 7:15-20.


CAPITULO 2 DEL CUMPLIMIENTO DE PROFECÍAS FUTURAS AÚN - ¿QUÉ ES LA PROFECÍA SINO LA HISTORIA INVERTIDA? Milagros, señales y prodigios que aún se verificarán Habiendo descubierto y comprobado abundantemente que las profecías, hasta este punto, se han cumplido literalmente, es decir, al pie de la letra, esperamos que no se pierda de vista esa misma regla al considerar las profecías todavía futuras. Estando a punto de pasar por el umbral de lo futuro, en que las maravillas del tiempo aún por nacer están para aparecer ante nuestra vista y presentar a nuestros asombrados ojos los cuadros más potentes y majestuosos, las revoluciones más sorprendentes, las más extraordinarias destrucciones así como las más milagrosas manifestaciones del poder y majestad de Jehová, en la gran restauración de su pueblo del convenio que por tan largo tiempo ha estado disperso, vuelvo a decir, ya que estos cuadros están a punto de presentarse a nuestros ojos, postrémonos ante el Padre, en el nombre de Jesús, y pidamos con fe que el Espíritu ensanche nuestros corazones e ilumine nuestros entendimientos para poder entender y creer todas las cosas que se han escrito, por milagrosas que sean. Sin embargo, si no estáis preparados para resistir persecuciones, si no queréis que se hable mal de vuestro nombre, si no podéis aguantar que se os trate de bribones, impostores, dementes o como que estáis poseídos del demonio; o si estáis constreñidos por los credos de los hombres a creer sólo esto y nada más, será mejor que paréis aquí; porque si vais a aceptar todas las cosas contenidas en la Biblia, y que aún están por venir, os veréis obligados a aceptar milagros, señales, prodigios, revelaciones y el poder de Dios, que sobrepujan todo lo que las generaciones pasadas han presenciado. Sí, tendréis que creer que las aguas se dividirán y que Israel pasará a pie enjuto, al dirigirse a su propio país, como sucedió en los días de Moisés; porque ningún hombre jamás creyó en la Biblia sin creer y esperar estos gloriosos acontecimientos en los últimos días. Me atreveré también a decir que un creyente en la Biblia es algo que muy pocos hombres han visto en esta generación, pese a toda la religión de que presume; porque hay una diferencia tremenda entre el hecho de creer que el libro es verdadero, cuando se halla cerrado, y el de creer las cosas que contiene. Actualmente en el mundo cristiano se considera que es una vergüenza muy grande no aceptar la Biblia, cuando está cerrada; pero el que quiera hacer el experimento descubrirá que es mayor vergüenza creer que se cumplirán las cosas que en ella están escritas. Por cierto, una de las causas principales de la persecución que sufrimos es porque creemos firmemente en las cosas que se hallan escritas en la Biblia, y esmeradamente las enseñamos. Mas cuando el pueblo llegue a entender las profecías, y éstas sigan adelante hasta su cumplimiento, todo artificio religioso que hay en la cristiandad será esparcido a los cuatro vientos, causando que sobre sus ruinas se levante el reino de Cristo, mientras que el conocimiento de la verdad cubrirá la tierra como las aguas el mar.


La congregación literal de Israel Habiendo expresado lo anterior por vía de precaución, si alguno de vosotros tiene la intrepidez, y sin importarle las consecuencias se atreve a examinar conmigo lo futuro, empezaremos por Isaías: "Acontecerá en aquel tiempo, que Jehová tornará a poner otra vez su mano para poseer las reliquias de su pueblo que fueron dejadas de Assur, y de Egipto, y de Parthia, y de Etiopía, y de Persia, y de Caldea, y de Amath, y de las islas de la mar. "Y levantará pendón a las gentes, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro cantones de la tierra . . . "Y secará Jehová la lengua de la mar de Egipto; y levantará su mano con fortaleza de su espíritu sobre el río, y herirálo en sus siete brazos, y hará que pasen por él con zapatos. "Y habrá camino para las reliquias de su pueblo, las que quedaron de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto." 1 Vemos aquí que se ha de izar un pendón a las naciones; no sólo para los esparcidos de Judá, sino para los desterrados de Israel. Se dice esparcidos a los judíos, porque se hallan dispersados entre todas las naciones; pero a las diez tribus se aplica la palabra desterrados, porque efectivamente han sido desterrados, expulsados a un país donde viven solos, sin que de ellos tengan conocimiento las otras naciones. Recordaremos que las diez tribus no han vivido en la tierra de Canaán desde que fueron llevadas cautivas por Salamanasar, rey de Asiria. También nos es declarado en el versículo 15 el maravilloso poder de Dios que se manifestará en la destrucción de una parte pequeña del mar Rojo, llamada "la lengua de la mar de Egipto"; y asimismo la división de los siete brazos de algún río, a fin de que los hombres puedan pasarlo a pie enjuto. Entonces, para que nadie diga que no debe entenderse literalmente, el siguiente versículo añade: "Habrá camino para las reliquias de su pueblo, las que quedaron de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto. 2 El milagro del recogimiento de Israel Ahora sólo falta preguntar si en los días de Moisés el mar Rojo fue dividido literalmente; o si fue únicamente en sentido figurado. Porque así como aconteció entonces, ha de volver a suceder. Sin embargo, los teólogos modernos nos dicen que los días de los milagros han pasado para siempre; y todos aquellos que en nuestros días creen en milagros, son considerados como impostores, o por lo menos, como pobres fanáticos ignorantes; y se advierte al público de cuidarse de ellos, porque son falsos maestros que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Los profetas han hablado sobre el tema de esta restauración tan plena y frecuentemente, que no podremos sino llamar la atención a los casos más 1 2

Isaías 11:11, 12, 15, 16. Isaías 11:16.


sobresalientes, los cuales indicarán las circunstancias e incidentes particulares que las acompañarán, y la manera en que se han de cumplir. "Empero he aquí vienen días, dice Jehová, que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del aquilón, y de todas las tierras a donde los había arrojado: y volverélos a su tierra, la cual di a sus padres. "He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos." 3 Hay que tener presente que siempre que Israel deseaba declarar la grandeza de su Dios, empleaba la expresión: "Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto." Esta frase evoca de una vez todo el poder y milagros que acompañaron ese memorable acontecimiento, y junto con ello todo lo que fue grande y majestuoso, y que tenía por objeto inculcar el temor en la mente, bajo un vivo sentimiento de la potencia del Dios de Israel. Mas cual es nuestro asombro al enterarnos de que todavía ha de acontecer algo que hará olvidar por el momento todos los grandes acontecimientos de aquel día; y los hijos de Israel sabrán que su Dios vive al fijar sus mentes en sucesos que se habrán verificado más recientemente, acontecimientos más gloriosos y maravillosos aún que su salida de Egipto. En ese día exclamarán: "Vive el Señor que poco ha hizo volver a los hijos de Israel del norte, y de todas las tierras donde los había arrojado, y los ha establecido en la tierra de Canaán, que dio a nuestros padres." En esta expresión quedará comprendida toda demostración de majestuosidad y sublimidad, de asombro y admiración, mientras consideran las revelaciones, manifestaciones, milagros y misericordias dadas a conocer en la realización de este importante acontecimiento, a los ojos de todas las naciones. En vista de ello, Jeremías declara en el último versículo de este capítulo: "Por tanto, he aquí, les enseñaré de esta vez, enseñarles he mi mano y mi fortaleza, y sabrán que mi nombre es Jehová." 4 Cómo juntará a Israel el Señor Sin embargo, este glorioso acontecimiento no se va a efectuar únicamente por izar un pendón, por enarbolar un estandarte para indicarnos que el tiempo se ha cumplido, sino que van a salir pescadores y cazadores para pescarlos y cazarlos de todo monte, de todo collado y de las cavernas de los peñascos. Cabe aquí hacer la observación de que no han de ser los hombres los que mandarán misioneros sin inspiración a que vayan y enseñen a Israel centenares de distintas doctrinas y opiniones de los hombres, y les digan que suponen que más o menos ha llegado el tiempo en que habrán de ser recogidos. ¡No! Antes el Dios del cielo va a 3 4

Jeremías 16:14-16. Jeremías 16:21.


llamar hombres por revelación efectiva, directamente del cielo, y les declarará quién es Israel, quiénes son los indios de América, si acaso fueren de Israel, y también dónde están las diez tribus y el resto esparcido de ese pueblo por tanto tiempo perdido. Es Él quien les dará su encargo y misión, y los investirá con poder de lo alto para llevar a cabo esa obra, no obstante los elementos contrarios y toda la oposición de la tierra y el infierno combinados. Quizá se preguntará: ¿Por qué ha de comisionar a hombres el Señor por revelación efectiva? Mi respuesta es que El nunca ha empleado otra manera de hacerlo en todas las edades. "Nadie - dice el Apóstol - toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón." 5 Y todos admitimos que Aarón fue llamado por revelación. Por otra parte, el gran Jehová nunca ha reconocido, ni jamás reconocerá el sacerdocio o ministerio del hombre que no fuere llamado por revelación, e inspirado como en los días antiguos. Mas el lector responde: ' ¡Oh! Usted me confunde, porque ninguno de toda la multitud de teólogos modernos profesa que ha habido revelaciones aparte de las que se hallan en la Biblia; ni que existan inspiración o dones sobrenaturales del espíritu. ¿Los rechazará usted a todos, diciendo que no tienen la autoridad?" Yo contesto: "No; la Biblia es la que lo afirma, y yo no hago más que humildemente acceder a esa decisión cual se halla aquí en las Escrituras, en lugar de seguir a los maestros que el pueblo se ha amontonado." 6 (la palabra amontonar no significa pocos, sino muchos). Israel será recogido por revelación Sin embargo, a fin de mostrar más claramente que Dios dará revelaciones para realizar su gloriosa obra, nos referiremos al capítulo 20 de Ezequiel, versículos 33 al 38. Dice así: "Vivo yo, dice el Señor Jehová, que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado, tengo de reinar sobre vosotros: y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado: y os he de traer al desierto de pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice el Señor Jehová. Y os haré pasar bajo de vara y os traeré en vínculo de concierto; y apartaré de entre vosotros los rebeldes, y los que se rebelaron contra mí: de la tierra de sus destierros los sacaré, y a la tierra de Israel no vendrán; y sabréis que yo soy Jehová." Observaréis que se extiende esta promesa con doble firmeza. En primer lugar, con el juramento, vivo yo; en segundo, la afirmación de que con mano fuerte, etc. Y al final de ese mismo capítulo, para que el pueblo no fuese a mal entenderlo, el profeta exclama: "¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?" 7 Leemos 5

Hebreos 5:4. 2 Timoteo 4:3. 7 Ezequiel 20:49. 6


aquí que los hijos de Israel serán traídos de entre todas las naciones "con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado" (oh naciones, que resistís estas cosas, tened cuidado; acordaos de Faraón y aprended sabiduría); vemos que serán traídas al desierto de pueblos, donde el Señor ha de litigar con ellos cara a cara como lo hizo con sus padres en el desierto de Egipto. Esta litigación que ha de hacerse "cara a cara", jamás podrá llevarse a cabo sin revelación y una manifestación personal tan patente como en los días antiguos. Ahora me permito preguntar: ¿Fueron todas las manifestaciones a Israel en el desierto, meramente fábulas que no se han de entender literalmente? Si es así, lo mismo sucederá con ésta; porque una será precisamente como la otra. Mas no se trata de una parábola, sino de una realidad gloriosa. Los hará pasar bajo de vara, y los traerá en vínculo de concierto. Se hará nuevo convenio con Israel Esto nos trae a la memoria el nuevo convenio, tan frecuentemente prometido en las Escrituras, que se ha de concertar con la casa de Israel y con la casa de Judá, al llegar el tiempo de recogerlos de su larga dispersión. Algunos podrán suponer que el nuevo convenio de recoger a Israel se hizo cumplir en los días de Cristo y sus apóstoles. Mas S. Pablo nos dice que en sus días era un acontecimiento futuro aún. Por tanto, en el capítulo 11 de Romanos nos dice que "el endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad; y éste es mi pacto con ellos, cuando quitare sus pecados.” 8 Esto nos hace ver que el apóstol fijó ese convenio en lo futuro, la época de la restauración de Israel, los últimos días, cuando los tiempos de los gentiles habrían de ser cumplidos. Era entonces que habría de venir el Libertador de Israel, y no antes, ya que lo habían rechazado la primera vez que vino a ellos. Jesucristo mismo dijo a los judíos: "He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.” 9 Entonces, y sólo hasta entonces, se ha de renovar el convenio con Israel. Cuando los apóstoles preguntaron, diciendo: "Señor, ¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?" Él les contestó que no era de ellos saber los tiempos o las sazones que el Padre había puesto en su sola potestad. Mas ellos, después de ser investidos con poder de lo alto, darían testimonio de Él, etc. 10 Como si les hubiese dicho: Esa obra no os corresponde realizar, sino que se hará en el debido tiempo del Señor por conducto de aquel a quien Él le plazca autorizar; mas vosotros haced la obra que os he encargado. 8

Romanos 11:25-27. Mateo 23:38, 39. 10 Hechos 1:6-8. 9


También Isaías, hablando de este convenio, dice que por ese medio la posteridad de ellos sería conocida entre los gentiles, "y sus renuevos en medio de los pueblos"; y haría que cuantos los mirasen los conocieran que eran "simiente bendita de Jehová". 11 El nuevo convenio ha de ser por revelación Bien se sabe que solamente por medio de la revelación se puede determinar el asunto de que si los aborígenes de América son de la posteridad de Jacob o no. Además, no se sabe con certeza dónde están las diez tribus o quiénes son; pero el nuevo convenio revelará estas cosas cuando se manifieste, y resolverá el asunto claramente. Entonces conoceremos su estirpe entre los gentiles y su descendencia entre los pueblos. Cuán diferente, sin embargo, fue el efecto del convenio hecho hace mil novecientos años, es decir, en lo que concierne al efecto que surtió en Israel. Rechazó a los israelitas por su incredulidad, y ha causado que todos aquellos que los han visto o han sabido de ellos, desde esa época hasta la fecha, los conozcan como la descendencia que el Señor ha maldecido. Cuando sea renovado el convenio en los últimos días, el Señor los traerá "en vínculo de concierto" manifestándose a ellos en persona. Permítaseme preguntar: ¿De qué manera concierta Dios convenio con el pueblo en cualquier época? La respuesta es: Comunicando su voluntad a ellos por revelación efectiva; pues de no haberla, sería imposible hacer convenio entre dos partes. A fin de ilustrar esto, presentaremos un ejemplo. Ya sabemos cómo hacemos convenios unos con otros. Un joven, por ejemplo, desea hacer convenio de matrimonio con una señorita; pero si se le priva de toda oportunidad de anunciarle su parecer, si se impide toda comunicación directa entre ellos, jamás se efectuará el convenio. Así es con Dios Todopoderoso. Jamás estableció pacto con sus hijos sin revelaciones; y nunca podrá hacerlo. En una palabra, cuando hacía convenio con el pueblo, y se trataba de una nación entera, incluía en ese convenio el sacerdocio, oficios y autoridades, junto con las ordenanzas y bendiciones que corresponden a su convenio; y así lo hará en esta edad del mundo. Cuando sea establecido el nuevo convenio, se organizará el reino de Dios con todos sus oficios, ordenanzas, dones y bendiciones, como en los días antiguos; pero de esto hablaremos más, cuando hagamos referencia al Reino de Dios. Fue violado el convenio de los días de Cristo "¿Y qué necesidad tenemos de renovar un convenio que jamás se ha traspasado? -pregunta el investigador. -Si el Señor estableció un pacto en los días de los apóstoles, llamado el Nuevo Pacto, ¿por qué se precisa renovar ese convenio, cuando está en pleno vigor, hasta que es violado por una de las dos partes?" Esta es una interrogación importante, y en su resolución está envuelto el destino de toda la cristiandad. Conviene, pues, que tengamos cuidado de que la decisión sea perfectamente clara, y la evidencia fácil de entender. Nadie intentará negar que se estableció un pacto entre Dios y el pueblo en los días de Cristo y sus apóstoles; y si ese 11

Isaías 61:8, 9.


convenio nunca ha sido traspasado, debe estar en vigor hoy día y, por consiguiente, no hay necesidad de uno nuevo. Por tanto, nos resta demostrar que ese convenio ha sido quebrantado, y tan completamente, que no está en vigor ni entre los judíos ni los gentiles, y que ha perdido sus oficios, autoridades, poderes y bendiciones, al grado de que en ningún lugar se hallan entre los hombres. Para poder lograr esto, tendremos que investigar cuáles fueron sus oficios, autoridades, poderes y bendiciones, y entonces ver si todavía se conocen entre los hombres. Condiciones del convenio del evangelio Leemos que sus oficios comprendían apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y doctores, todos inspirados y puestos en la Iglesia por el Señor mismo para la perfección de los santos, para la obra del ministerio, etc.; y habían de continuar en la Iglesia, dondequiera que estuviese, hasta que todos llegaran a la unidad de la fe, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo. 12 En segundo lugar, los dones del Espíritu, que algunos llaman sobrenaturales, fueron poderes y bendiciones que formaron parte de ese convenio, dondequiera que existió, ora entre los judíos, ora entre los gentiles, mientras dicho convenio estuvo en vigor. Quiero ahora preguntar a todo el mundo cristiano, o a cualquiera de sus sectas o partidos, si acaso tienen apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y doctores, inspirados de lo alto, y junto con éstos todos los dones y bendiciones del Espíritu Santo que pertenecían al convenio del evangelio. Si no los tienen, es porque se han perdido los oficios y poderes de ese convenio; y deben haberse perdido por motivo de la violación de dicho convenio, porque así fue como los judíos perdieron estos privilegios cuando fueron dados a los gentiles. También S. Pablo amonestó a los gentiles, en el capítulo 11 de su Epístola a los Romanos, que si no perseveraban en la bondad de Dios tendrían que caer, precisamente como había sucedido con los judíos que habían tropezado y caído antes de ellos. Pero a fin de establecer, mediante pruebas adiciona les, que el judío y el gentil así como todo pueblo han traspasado el evangelio a tal grado que ha quedado sin efecto, nos referiremos a las palabras que hallamos en los escritos del profeta Isaías. "He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace esparcir sus moradores. Y será como el pueblo, tal el sacerdote; como el siervo, tal su señor; como la criada, tal su señora; tal el que compra, como el que vende; tal el que da prestado, como el que toma prestado; tal el que da a logro, como el que lo recibe. Del todo será vaciada la tierra, y enteramente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. Destruyóse, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se inficionó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición

12

Efesios 4:11-14.


consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y se disminuyeron los hombres." 13 La violación del convenio sempiterno En estos versículos hallamos que la misma calamidad se cierne sobre el sacerdote y el pueblo, el rico y el pobre, el siervo y el señor, al grado de que todos serán consumidos, con excepción de unos pocos y la causa es que la tierra se inficionó bajo sus moradores, "porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno". Esto no puede referirse a ninguna otra cosa sino al convenio, ordenanzas y leyes del evangelio que se estableció entre el pueblo en los -días de los apóstoles, porque al tratarse de la violación de convenios anteriores los habitantes de la tierra jamás han sido destruidos por fuego, es decir, todos con excepción de unos pocos. Mas esta destrucción se ha de llevar a cabo por fuego, tan literal como lo fue el diluvio en los días de Noé; y ha de consumir al sacerdote así como al pueblo, por haber traspasado el convenio del evangelio, con sus leyes y ordenanzas. Si esto no es así, debemos buscar una edición nueva de la Biblia que no contenga el capítulo 24 de Isaías. Ezequiel profetiza del recogimiento de Israel Habiendo resuelto este asunto, se espera que comprendamos la necesidad de un convenio nuevo a fin de salvar a los pocos que no van a ser consumidos. De manera que dejaremos este asunto por lo pronto para volver al tema del recogimiento de Israel. Se recomienda la lectura de los capítulos 36, 37, 38 y 39 de Ezequiel. En el 36 se descubrirá la promesa de que Israel ha de volver de todas las naciones a las que ha sido esparcido, y que será traído de nuevo al país que Dios concedió a sus padres. Jerusalén será habitada por multitud de hombres, y todas las ciudades desoladas de Judea han de ser reedificadas, cercadas y pobladas. La tierra será cercada, cultivada y sembrada, y entonces se dirá "Esta tierra asolada fue como huerto de Edén." "Y las gentes . . sabrán que yo edifiqué las derribadas, y planté las asoladas; yo Jehová he hablado y harélo . . así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová." 14

En el capítulo 37 hallamos que después de la visión sobre la resurrección de los muertos, el profeta habla de las dos naciones que llegarán a ser una sobre los montes de Israel; y agrega que un rey será a todos ellos por rey, y que nunca más serán divididos en dos pueblos cuando esto acontezca. Además, el tabernáculo del Señor estará con ellos, y su santuario se hallará en medio de ellos de allí en adelante. Él será su Dios para siempre, y ellos serán su pueblo. "Y sabrán las gentes que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario entre ellos para siempre.” 15 Y es un hecho bien sabido que Judá y 13

Isaías 24:1-6. Ezequiel 36:35-38 15 Ezequiel 37:28. 14


las diez tribus jamás han sido una nación sobre los montes de Israel, desde el día en que por primera vez se separaron en dos reinos. Se ve la mano del Señor en el recogimiento Sin embargo, cuando esto acontezca, aún los paganos se darán cuenta de ello y se han de convertir al Dios verdadero como sucedió con Ciro. Pues, si es como dicen, que los misioneros van a convertir al mundo antes que el Señor lleve a cabo esta grande obra, entonces le evitarán la molestia de hacerlo según su propia manera, y no habrá necesidad de cumplir las profecías; y será frustrada la palabra del Señor y todo el mundo se tornará a la incredulidad. Bien ha dicho el Señor: “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos” 16 Los capítulos 38 y 39 nos pintan un cuadro de muchas naciones unidas bajo un gran caudillo que el Señor se digna llamar Gog. Montadas a caballo y dispuestas con toda clase de armadura, suben contra los montes de Israel, "como nublado para cubrir la tierra," con objeto de tomar presa, quitar plata y oro y ganados y posesiones en abundancia. Es un acontecimiento que se ha de verificar después del regreso de los judíos y la reconstrucción de Jerusalén, mientras las aldeas y el país de Judea se hallen sin muros, y sin cerrojos o puertas. Mas estando a punto de devorar a los judíos y asolar el país, he aquí, se encenderá la ira del Señor y causará gran temblor sobre la tierra de Israel. Entonces los peces del mar, las aves del aire, y todo lo que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres temblarán delante de Él; y todo muro se desplomará, y la espada de cada cual será contra su prójimo en este ejército; y el Señor hará llover sobre él y sobre sus compañías y los muchos pueblos que estén con él, aguaceros inundadores, granizo, fuego y azufre. Y así El se hará grande y se santificará a los ojos de muchas naciones, y sabrán que es el Señor. Así caerán sobre la haz del campo y sobre los montes de Israel Gog y todo su ejército, caballos y jinetes; y saldrán los judíos y juntarán las armas de guerra, sus escudos, paveses, arcos y flechas, y harán lumbre con ellas por siete años, de modo que no tendrán que cortar leña en los bosques porque con las armas harán lumbre; y despojarán a los que los despojaron, y saquearán a los que los saquearon, y recogerán oro, plata y bienes en gran abundancia. El Señor será conocido el día del recogimiento En ese día las aves del aire y las bestias del campo festejarán, pues han de comer hasta hartarse, y beber sangre hasta emborracharse. Comerán carne de capitanes y reyes y valientes y todo hombre de guerra. Los judíos, sin embargo, tendrán por delante un deber muy importante que cumplir, a saber, enterrar los cuerpos de sus enemigos. Escogerán un sitio al oriente del mar llamado el valle de los que pasan, y allí sepultarán a Gog y toda su multitud; y será llamado el Valle de Hamon-gog. Y así purificarán la tierra. 16

Isaías 55:8.


"Y pondré mi gloria entre las gentes, y todas las gentes verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios. Y sabrán las gentes que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado; por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y entreguélos en mano de sus enemigos, y cayeron todos a cuchillo. Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos: y de ellos escondí mi rostro. Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y celaré por mi santo nombre. "Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habitaren en su tierra seguramente, y no habrá quien los espante; cuando los volveré de los pueblos, y los juntaré de las tierras de sus enemigos, y fuere santificado en ellos en ojos de muchas gentes. Y sabrán que yo soy Jehová su Dios> cuando después de haberlos hecho pasar a las gentes, los juntaré sobre su tierra, sin dejar más allá ninguno de ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Jehová." 17 Porqué no se entienden las profecías En los pasajes anteriores nos es revelado que las naciones paganas sabrán que la casa de Israel fue llevada cautiva por motivo de sus iniquidades, y que la mano de Dios ha de recogerlos nuevamente después que hayan sido avergonzados por todas sus maldades. La casa de Israel sabrá que fue el Señor su Dios quien causó que fuesen llevados cautivos entre las gentes, y que Él fue quien los recogió y defendió; y nunca más esconderá de ellos su faz, antes derramará su Espíritu sobre ellos. ¡Oh generación ciega, de dura cerviz y corazón incircunciso! ¿por qué, si la Biblia circula entre todas las naciones, tienen éstas que ser tan ciegas que cumplirán esta profecía, y no lo sabrán hasta que descienda la destrucción sobre sus cabezas? ¿Cuál es la causa de toda esta ceguedad? La culpa es de los maestros falsos que les dicen que se precisa espiritualizar la Biblia. Otros declaran que estas profecías no se han de entender sino hasta cuando se cumplan. Si así ha de ser, entonces jamás podremos escapar los juicios que en ellas se decretan, sino que debemos continuar como hijos de las tinieblas hasta que dichos juicios nos sobrevengan inesperadamente, y nos destruyan de sobre la faz de la tierra. ¿Dónde, pues, estará el consuelo de volver la mirada hacia atrás para verlas cumplidas? Mas bendito sea Dios, que por boca de Daniel nos ha dicho que pasarán muchos y la ciencia se ha de multiplicar, y que los entendidos han de comprender, mas ninguno de los impíos entenderá. 18 Y ahora desearía preguntar: ¿Quiénes son más inicuos que los guías de ciegos, guías deliberadamente cerrados de ojos que nos declaran que no podemos entender las Escrituras?

17 18

Ezequiel 39:21-29. Daniel 12:3, 10.


"El día del Señor viene" En el capítulo 14 de Zacarías, este profeta nos revela mucho concerniente a la gran batalla y destrucción de las naciones que han de luchar contra Jerusalén, y nos ha expresado en palabras bien claras que el Señor vendrá en el momento preciso de la ruina de sus ejércitos, justamente cuando estén para vencer a toda Jerusalén, y tengan ya la mitad de la ciudad en sus manos y estén saqueando sus casas y forzando a sus mujeres. Entonces, he aquí, el Mesías, tan largamente esperado, aparecerá repentinamente y se pondrá de pie sobre el monte de los Olivos, al oriente de Jerusalén para pelear con aquellas naciones y librar a los judíos. Zacarías declara que el monte se partirá en dos, de oriente a poniente, y que la mitad del monte se apartará al norte y la otra mitad al sur. De este modo se formará un valle muy grande al cual huirán los judíos para librarse de sus enemigos, como huyeron del terremoto en la época de Uzzías, rey de Judá, mientras desciende el Señor y todos sus santos con Él. Entonces verán los judíos a ese Mesías que por tan largos siglos habían esperado, y lo verán venir con gran poder para rescatarlos, precisamente como habían esperado verlo. Destruirá a sus enemigos y los librará de su angustia justamente en el momento de su mayor confusión, y cuando estén a punto de ser devorados por sus enemigos. ¡Pero cuál será su asombro cuando lleguen a los pies de su Libertador para reconocerlo como su Mesías! Descubrirán las heridas que en un tiempo recibió en sus manos, pies y costado; y al interrogar la causa de ellas, conocerán a Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos, el Varón por tan largo tiempo despreciado. Bien dijo el profeta que habrá gran llanto, y que cada linaje lamentará por sí y sus mujeres por sí. Pero, alabado sea Dios, cesarán sus lamentos porque Él perdonará sus pecados y los limpiará de sus impurezas. Jerusalén será una ciudad santa desde allí en adelante, y toda la tierra se tornará como valle desde Gabaa hasta Rimmón, y la ciudad será enaltecida y habitada en su antiguo sitio. "Y morarán en ella, y nunca más será anatema . . Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre." 19 Destrucciones al tiempo de la segunda venida Juan el Revelador nos da muchos otros detalles relacionados con este mismo acontecimiento en el capítulo 11 de su Apocalipsis. Nos informa que después de ser reconstruida la ciudad y el templo por los judíos, vendrán los gentiles y hollarán la ciudad cuarenta y dos meses, y que durante ese tiempo habrá dos profetas que no cesarán de predicar y obrar milagros. Parece que los ejércitos de los gentiles serán impedidos de vencer y destruir la ciudad por completo mientras estén ministrando estos dos profetas. Pero después de una lucha de tres años y medio, al fin lograrán destruir a estos dos profetas, y se apoderarán de gran parte de la ciudad; se enviarán regalos los unos a los otros por la 19

Zacarías 14:9, 11.


muerte de los dos profetas y mientras tanto no permitirán que sean sepultados los cadáveres, sino que los dejarán tirados en las calles de Jerusalén tres días y medio para que vean sus cuerpos muertos las multitudes de los gentiles, compuestas de muchas familias, lenguas y naciones, que andarán por la ciudad saqueando a los judíos. Después de tres días y medio, el espíritu de vida, venido de Dios, repentinamente entrará en ellos. Se levantarán, se pondrán de pie y un gran temor se apoderará de todos cuantos los vieren. Y entonces oirán una voz del cielo que les dirá: "Subid acá." Y subirán al cielo en una nube, viéndolos sus enemigos. Luego de la descripción de estas cosas, sigue el terremoto a que se refiere Ezequiel, y la división del monte de los Olivos profetizado por Zacarías. Dice S. Juan: "Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra en número de siete mil hombres." Entonces viene la escena en que se oye el son de voces que proclaman: "Los reinos del mundo han venido a ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás." 20 Habiendo hecho un resumen de la descripción de estos grandes acontecimientos anunciados por los profetas, quisiera tan solamente decir que no es difícil entender que estas cosas tendrán un cumplimiento perfectamente claro y literal. Acontecimientos de los últimos días Baste decir que los judíos volverán a su patria y reedificarán a Jerusalén. Las naciones se congregarán para combatirlos; sus ejércitos circundarán la ciudad y más o menos la tendrán bajo su dominio durante tres años y medio. Dos profetas judíos, por medio de sus grandes milagros, impedirán que los judíos sean vencidos por completo. Por fin serán muertos los dos profetas, y la ciudad quedará casi totalmente a merced de sus enemigos por tres días y medio, al fin de los cuales los dos profetas se levantarán de los muertos y ascenderán al cielo. Vendrá el Mesías, hará temblar la tierra, destruirá los ejércitos de los gentiles, librará a los judíos, purificará a Jerusalén, quitará toda injusticia de la tierra, levantará a sus santos de entre los muertos y los traerá con Él para iniciar su reinado de mil años. Durante ese tiempo se derramará su Espíritu sobre toda carne: los hombres y las bestias, las aves y las serpientes se tornarán completamente inofensivas, y la paz, el conocimiento y la gloria de Dios cubrirán la tierra como las aguas cubren el mar; y el reino y la grandeza del reino bajo todos los cielos serán dados a los santos del Altísimo. Satanás estará atado durante estos mil años, y no tendrá poder para tentar a los hijos de los hombres. Y la tierra misma se verá libre del anatema que vino sobre ella por motivo de la caída, Los lugares ásperos se volverán llanos, y los estériles desiertos se tornarán fructíferos; las montañas serán arrasadas y los valles exaltados; no habrá más espinas ni abrojos, sino que la tierra dará de su abundancia a los santos de Dios.

20

Apocalipsis 11:13-15.


Terminados los mil años, Satanás será suelto y saldrá para engañar a las naciones que se hallan sobre los cuatro ángulos de la tierra, a fin de congregarlos para la batalla y traerlos contra el campo de los santos. Entonces se verificará la grande y última lucha entre Dios y Satanás, en la que se disputarán el dominio de la tierra; y Satanás y sus huestes serán vencidas. Después de estas grandes cosas vendrán el fin de la tierra, la resurrección de los inicuos y el juicio final. Y habrá nueva tierra y nuevos cielos, porque los primeros habrán pasado ya, es decir, serán cambiados de un estado temporal a eterno, y serán preparados para ser morada digna de seres inmortales. Los mansos heredarán la tierra Entonces vendrá de Dios la Jerusalén, y bajará del cielo después de ser renovada, junto con la tierra y los cielos. Pues Él dijo que haría nuevas todas las cosas. Esta ciudad nueva, establecida sobre la tierra nueva, en medio de la cual estarán Dios y el Cordero, parece que va a ser la morada eterna del hombre. De modo que después de todo nuestro anhelo de hallar un sitio más allá de los límites del tiempo y del espacio, como dijo el poeta, al fin se nos hará volver en nosotros mismos, y entonces entenderemos que el hombre está destinado a heredar para siempre este mismo planeta sobre el que fue creado en el principio, y el cual será redimido, santificado, renovado, purificado y preparado como herencia perpetua para los herederos de la inmortalidad y la vida eterna. Su capital será la ciudad santa, y en medio de ella el trono de Dios, la cabecera del gobierno. Del trono de Jehová saldrán arroyos de aguas de vida, resplandecientes como el cristal, para regarla, y la una y la otra parte del río estarán adornadas con árboles de belleza imperecedera. "Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad. " 21 Quizá ahora empezamos a comprender el significado de las palabras del Salvador: "Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.” 22 Y también el cántico que Juan oyó en el cielo, que terminó diciendo: "Y reinaremos sobre la tierra." 23 Vamos a suponer que sois arrebatados al cielo para estar allí con los redimidos de toda nación, tribu, lengua y pueblo. A1 unir vuestras voces a las de ellos en sus himnos, os llenáis de asombro: todo el cielo se llena de gozo mientras tañen la lira inmortal con la feliz expectación de reinar algún día en la tierra: el planeta que hoy se halla bajo el dominio de Satanás, habitación de miseria y desdicha, del cual vuestro espíritu gozosamente ha salido y se ha despedido, según suponéis, para siempre. En vuestro asombro quizá preguntaréis: "¿Por qué es que jamás oímos este cantar entre las iglesias que estaban sobre la tierra?" Y la respuesta será que fue porque vivisteis en la tierra en una época en que la gente no entendía las Escrituras. 21

Apocalipsis 22:14. Mateo 5:5. 23 Apocalipsis 5:9-11. 22


Esta tierra será nuestro cielo Abraham os dirá que deberíais de haber leído la promesa que recibió de Dios, en Génesis 17:8, en la que no sólo se le prometió que su posteridad heredaría la tierra de Canaán perpetuamente, sino que él también. También deberíais haber leído el testimonio de Esteban, en los Hechos 7:5, donde os habríais enterado de que Abraham no había heredado las cosas que le fueron prometidas, mas todavía esperaba ser resucitado de los muertos y conducido a la tierra de Canaán con objeto de heredarlas. Sí - dirá Ezequiel - si hubieseis leído el capítulo 37 de mis profecías, habríais hallado una promesa definitiva de que Dios iba a abrir las sepulturas de todos los de la casa de Israel, y juntar sus huesos secos, y restaurarlos, cada cual a su propio lugar; y aun los cubrirá de carne, nervios y piel, y pondrá su Espíritu en ellos para que vivan; y entonces, en lugar de ser arrebatados hasta el cielo, serán conducidos a la tierra de Canaán, la cual el Señor les dio, y la heredarán. En vuestro asombro quizá os volveréis a Job, y éste, maravillado de que hubiese personas que ignorasen tan palpable asunto declarará: ¿No leísteis jamás en el capítulo 19 de mi libro, versículos 23 al 27, donde expresé el deseo de que se pudiesen escribir en un libro mis palabras concernientes a que mi Redentor se levantará sobre el polvo, y que yo lo he de ver en mi carne, por mí y no otro, aunque mi cuerpo sea deshecho? Aun David, el dulce cantor de Israel, os llamaría la atención a su Salmo 37, en el que repetidas veces declara que los mansos heredarán la tierra para siempre, después que los impíos sean talados. Y finalmente, para dejar definitivamente resuelto el asunto, llegaría a vuestros oídos la voz del Salvador, que en su Sermón del Monte declaró enfáticamente: "Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.” 24 A estas observaciones tal vez contestaréis: "Ciertamente he leído estos pasajes, pero siempre se me enseñó a creer que no daban a entender eso, y por tanto, no los pude comprender sino hasta ahora. Permítaseme ir y comunicar al pueblo las maravillas que se han desplegado ante mi vista, tan solamente por haber oído un breve cántico. Es verdad que mientras estuve en la tierra oí mucho acerca de las glorias celestes, pero jamás se me ocurrió pensar que se regocijarían esperando volver a la tierra." A lo que el Salvador dirá: "A Moisés y a los profetas tienen .. Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.” 25 La inauguración del milenio Volvamos ahora al asunto de la venida del Mesías, y el principio de ese día glorioso llamado el Milenio o descanso de mil años. Del campo de la profecía, por el cual acabamos de pasar, recogeremos: (1) que ese día glorioso se iniciará mediante la venida personal de Cristo y la resurrección de todos los santos; (2) que todos los 24 25

Mateo 5:5. Lucas 16:29-31.


malvados serán extirpados de la tierra por los poderosos juicios de Dios, y por fuego, al tiempo de su venida, de modo que la tierra será purgada de sus perversos habitantes por fuego, como en otro tiempo lo fue por agua. Esta quema comprenderá a los sacerdotes así como al pueblo, y solamente unos pocos no serán consumidos. Esta consumación se aplica con más particularidad a la iglesia caída, que a los paganos y judíos que hoy trata de convertir. ¡Ay de vosotros, gentiles, que os hacéis llamar el pueblo del Señor, mas habéis anulado la ley de Dios con vuestras tradiciones! ¡En vano llamáis, Señor, Señor, y no hacéis las cosas que Jesús manda; en vano lo adoráis, enseñando como doctrinas los mandamientos de los hombres! He aquí, la espada de la venganza se cierne sobre vuestra cabeza, y a menos que os arrepintáis caerá sobre vosotros; y en aquel día será más tolerable el castigo a los judíos y paganos, que a vosotros. He aquí, os engreís creyendo que el día glorioso de que hablaron los profetas se inaugurará a causa de vuestras invenciones modernas, y por medio de proyectos realizados a fuerza de dinero, e ideados con objeto de convertir a los judíos y paganos a los varios principios sectarios que hoy existen entre vosotros; y habiendo hecho esto, esperáis ver un milenio según el deseo de vuestros corazones. Mas ni los judíos ni los paganos serán convertidos, como nación, a ningún otro plan sino el que se encuentra en la Biblia para la restauración de Israel; y vosotros estáis obrando de acuerdo con un convenio violado y rápidamente os estáis madurando para el fuego. No porque os declaro la verdad me tengáis por enemigo, porque Dios es mi testigo de que amo vuestras almas lo suficiente para ocultar de vosotros verdad alguna, por dura que parezca ser. Las heridas de un amigo son mejores que los besos de un enemigo. Las señales de los tiempos En lo que concierne a las señales de los tiempos, frecuentemente surge la pregunta: "¿Cuándo será esto? ¿y qué señal habrá, cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?" 26 Muchas veces se me ha preguntado si estas cosas están próximas. Voy pues a declararos todo, para que podáis saber por vosotros mismos cuándo estarán cerca, sí, a la puerta; y así no tendréis que depender del conocimiento de otros. He aquí, veis el manzano y los demás árboles, y cuando empiezan a cubrirse de hojas sabéis de vosotros mismos que el verano está próximo. Así también, cuando viereis grandes terremotos, hambre, pestilencia y plagas de todas clases; el mar que se precipita más allá de sus límites, y todas las cosas en conmoción; las naciones afligidas con perplejidades; el corazón de los hombres desfalleciendo de temor y de ver las cosas que están aconteciendo sobre la tierra; cuando veáis señales arriba en el cielo y en la tierra abajo, sangre, humo y vapor de obscuridad, el sol que se torna en tinieblas, la luna en sangre y las estrellas que son arrojadas de sus órbitas; cuando veáis que los judíos vuelven a Jerusalén y que los ejércitos de las naciones se juntan contra ellos para combatirlos, podréis saber vosotros, con un conocimiento perfecto, que la venida de 26

Lucas 21:7.


Cristo está cerca, sí, a las puertas. "De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan.” 27 El cielo y la tierra pasarán, pero ni una palabra de todo lo que el Señor ha hablado por boca de todos sus santos profetas y apóstoles quedará sin cumplirse. El que quiera fijarse en las palabras de los profetas y en los dichos de Jesucristo sobre este asunto, quedará convencido de que todas las señales a que he hecho referencia claramente han sido designadas como las señales de su venida. Condenación por rechazar estas verdades Sin embargo, a pesar de hallarse escritas todas estas cosas, su venida cogerá al mundo de sorpresa, como sucedió con el diluvio en los días de Noé. La razón será que no querrán entender a los profetas. No sufrirán la sana doctrina; sus oídos se apartarán de la verdad y se volverán a las fábulas, por causa de los falsos maestros y los preceptos de los hombres. Peor todavía, cuando Dios les enviare hombres con el nuevo y sempiterno convenio, revestidos de valor para testificar de la verdad, los tratarán como las iglesias caídas han tratado a los siervos de Dios antes de ellos. Cada iglesia se aferrará a su propio criterio, y unidamente dirán: "No hay necesidad de estas cosas nuevas, el modo viejo es el mejor." Gracias a Dios que hay individuos en todas las sectas que humildemente están buscando la verdad, que reconocerán la voz de la verdad, y que serán recogidos y establecidos en el nuevo y sempiterno convenio; y serán adoptados en la familia de Israel, y recogidos con ellos, y participarán del mismo convenio de la promesa. Sí, como dice Jeremías en el capítulo 16 de sus profecías: "A ti vendrán gentes desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho." 28 Pero así como los judíos pasaron por alto el primer advenimiento de Cristo, no entendiendo las profecías y fijando todas sus esperanzas en su gloriosa venida en los últimos días, para restaurar el reino a Israel y vengarlos de sus enemigos, y por este error fueron quebrantados y esparcidos, en igual manera los gentiles dejarán pasar inadvertidas las profecías relativas a su segunda venida confundiéndolas con el juicio final que no se ha de verificar sino hasta más de mil años después. Y este error fatal, en lugar de ser la causa de que los gentiles sean quebrantados y esparcidos, lo será de que sean reducidos a polvo. Preparaos para comparecer ante vuestro Dios ¡Oh mis hermanos según la carne, mi alma llora por vosotros! Si mi voz fuera como el son de la trompeta, proclamaría: ¡Despertad, despertad, y levantaos de vuestro sueño, porque se ha cumplido el tiempo, vuestra destrucción está a las puertas! "Porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los 27 28

Mateo 24:34. Jeremías 16:19.


ejércitos." 29 ¡Preparaos para comparecer delante de vuestro Dios! Por otra parte: ¡Despierta, oh Casa de Israel, y levanta la cabeza, porque tu redención está cerca! ¡Sí, ve, sal de aquí, recógete de tu larga dispersión, reedifica tus ciudades; sí, sal de entre las naciones, de un cabo de los cielos hasta el otro; mas no sea tu huida con precipitación porque el Señor irá delante de ti, y el Dios de Israel será tu galardón! Por último, quisiera decir a todos, al judío así como al gentil: Arrepentíos, arrepentíos, porque el gran día del Señor está próximo; "porque si yo que soy hombre, alzo mi voz y os llamo al arrepentimiento, y me odiáis, ¿qué diréis cuando venga el día en que los truenos emitirán sus voces desde los extremos de la tierra, hablando a los oídos de todos los vivientes, diciendo: Arrepentíos y preparaos para el gran día del Señor? ¿Y cuando los relámpagos resplandecerán desde el este hasta el oeste, y lanzarán sus voces a todos los vivientes, haciendo zumbar los oídos de todos los que escuchen, diciendo estas palabras: Arrepentíos, porque el gran día del Señor es venido? Y además, el Señor emitirá su voz desde los cielos, diciendo: ¡Escuchad, oh naciones de la tierra, y oíd las palabras de ese Dios que os hizo! "¡Oh vosotras, naciones de la tierra, cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta a sus pollos debajo de sus alas, mas no quisisteis! ¡Cuántas veces os he llamado por la boca de mis siervos, y por la ministración de ángeles, y por mi propia voz, y por la de los truenos, y la de los relámpagos, y de las tempestades; por la voz de terremotos y grandes granizadas, y la de hambres y pestilencias de todas clases; por el gran sonido de trompeta, y por la voz del juicio, y la de misericordia, todo el día; y por la voz de gloria, y honra, y las riquezas de la eternidad, y os hubiera salvado con una salvación eterna, mas no quisisteis! He aquí, el día ha llegado en que la copa de la ira de mi indignación está llena." 30

29 30

Isaías 28:22 Doctrinas y Convenios 43:21-26.


CAPITULO 3 DEL REINO DE DIOS El reino es la Iglesia "Buscad primeramente el reino de Dios." 1 Este fue el mandamiento que el Salvador dio a los hijos de los hombres mientras estuvo enseñando en la tierra. Habiendo considerado en forma general las profecías, pasadas y futuras, procederemos ahora a cumplir el mandamiento anterior y buscaremos el reino de Dios. Pero antes de seguir adelante, nuevamente quisiera advertiros a no acompañarme en esta investigación si no estáis dispuestos a sacrificar todo, aun vuestro buen nombre y la vida misma, si fuere necesario, por la verdad; porque una vez que hayáis percibido el reino de Dios, quedaréis tan complacidos, que no descansaréis sino hasta que os hagáis súbditos de dicho dominio. Sin embargo, será tan distinto de todo otro sistema de religión, actualmente sobre la tierra, que os asombraréis de que persona alguna, teniendo la Biblia en la mano, pudiera haber confundido cualquiera de los sistemas de los hombres con el reino de Dios. Hay ciertos poderes, privilegios y bendiciones que pertenecen al reino de Dios, que en ningún otro reino se hallan, ni entre ningún otro pueblo se conocen. Esto es lo que siempre lo ha distinguido de todos los otros reinos y sistemas, de modo que el investigador que está buscando el reino de Dios, luego que se entera de estas particularidades que tiene, jamás lo confundirá o dejará de reconocerlo en cuanto lo haya encontrado. No obstante, antes de continuar nuestra investigación pongámonos de acuerdo en cuanto al significado del término "el reino de Dios", o el sentido en que lo vamos a emplear. Pues hay quienes aplican este término al reino de gloria arriba de nosotros, algunos al gozo individual de su propia alma, mientras que otros lo aplican al gobierno de Dios organizado sobre la tierra. Nosotros, al referirnos al reino de Dios, deseamos que se entienda que estamos hablando de su gobierno establecido sobre la tierra. Bases fundamentales del reino de Dios Pues bien, nos lanzaremos ahora al extenso campo que se halla delante de nosotros en busca de un reino. Mas detengámonos un momento, y consideremos: ¿Qué es un reino? Yo sostengo que se precisan cuatro cosas para. poder constituir o establecer cualquier reino, sea en los cielos o en la tierra, a saber: (1) un rey; (2) funcionarios autorizados, debidamente capacitados para poner en vigor sus ordenanzas y leyes; (3) un código de leyes por el cual se han de regir los súbditos, y (4) los súbditos que el rey va a gobernar. 1

Mateo 6:33.


Donde se hallaren estas cosas en su propio orden y debida autoridad, allí existirá un reino; pero si alguna llegare a faltar, se desorganizará el reino. Por consiguiente, dejaría de existir hasta que fuese reorganizado según el modelo anterior. En este sentido el reino de Dios es como cualquier otro reino. Donde hallemos oficiales debidamente comisionados y facultados por el Señor Jesús, junto con sus ordenanzas y leyes en toda su pureza, libres de toda mezcla de los preceptos y mandamientos de hombres, allí existirá el reino de Dios, y allí se manifestará su poder y se disfrutará de sus bendiciones tal como en los días antiguos. La organización del reino en la antigüedad Debemos ahora examinar el establecimiento del reino de Dios en los días de los apóstoles. La primera indicación de que se acercaba, fue la aparición de un ángel a Zacarías para prometerle que tendría un hijo que iría delante del rey, con objeto de prepararle el camino. La siguiente manifestación fue a 1Viaría, v por último a José por conducto de un santo ángel, el cual prometió el nacimiento del Mesías. A1 mismo tiempo, el Espíritu Santo manifestó a Simeón en el templo que no moriría hasta que sus ojos vieran al Salvador. De modo que todas estas personas, junto con los pastores y los magos del oriente, empezaron a sentir un gozo inefable y a llenarse de gloria, mientras que el mundo alrededor de ellos no sabía la causa de su regocijo. Pasadas estas cosas, todo pareció quedar reposando en silenciosa expectación, hasta que Juan creció. Entonces vino por los desiertos de Judea con una proclamación extraña y nueva: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado. " 2 Bautizó para arrepentimiento, y declaró que su rey se encontraba ya en medio de ellos y que estaba a punto de inaugurar su reino. Mientras ejercía su ministerio, el Mesías vino a él, y fue bautizado y sellado con el Espíritu de Dios, que descendió sobre Él en forma de paloma; y poco después dio voz a la misma proclamación que Juan: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado. " 3 Después que hubo escogido a doce discípulos, los envió a las ciudades de Judea con la misma proclamación: "El reino de los cielos se ha acercado." Tras ellos mandó a setenta, y luego otros setenta con las mismas nuevas, a fin de que todos fuesen bien amonestados, y se preparasen para un reino que pronto se iba a organizar entre ellos. Estas cosas produjeron el efecto deseado, pues dieron motivo a una expectación general, con mayor particularidad en el corazón de sus discípulos, que diariamente esperaban triunfar de sus perseguidores mediante la coronación de aquel personaje glorioso, a la vez que ellos mismos tenían la esperanza de ser premiados, por todo lo que se habían afanado y sacrificado por Él, con un puesto exaltado cerca de su persona. Mas qué cruel decepción deben haber sufrido al ver que su Rey era encarcelado y crucificado, después de ser escarnecido, mofado, ridiculizado, y por fin batido y vencido por los judíos así como por los gentiles. 2 3

Mateo 3:2. Mateo 4:1


Crucifixión y resurrección de Cristo Gustosamente habrían dado sus vidas en la lucha para ponerlo sobre el trono; pero someterse mansamente sin ninguna resistencia, abandonar todas sus expectaciones y hundirse en la desesperación, desde el apogeo del entusiasmo hasta la más humilde degradación, fue más de lo que buenamente pudieron aguantar. Retrocedieron llenos de aflicción, y volvieron cada quien a sus redes o sus respectivas ocupaciones, creyendo que todo había terminado, y pensando tal vez de este modo: "¿Es esto el resultado de nuestra labor? ¿Para esto abandonamos todas las cosas del mundo: nuestros amigos, casas y tierras? ¿para esto hemos padecido persecuciones, hambre, fatiga y vergüenza? Confiábamos en que Él había de ser quien libraría a Israel; mas he aquí lo han matado y todo ha terminado. Durante tres años hemos despertado una expectación general por toda Judea, anunciando a la gente que el reino de los cielos se había acercado; pero ahora que nuestro Rey ha muerto, ¿cómo podremos encararnos con ellos?" Abrigando pensamientos como los anteriores, cada cual se volvió a su propio camino y todo volvió a quedar en silencio. Había cesado de oírse en Judea la voz que proclamaba: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado." Jesús dormía en los brazos de la muerte. Una piedra grande, con el sello del imperio, cubría la sepultura donde se hallaba. Afuera los soldados romanos vigilaban en silencio. Repentinamente, de las regiones celestiales descendió un potente ángel, ante cuya presencia los guardias cayeron como muertos mientras rodaba la piedra de la entrada del sepulcro. El Hijo de Dios despertó de su sueño quebró las ligaduras de la muerte y poco después, habiéndose aparecido a María, la envió a sus discípulos con las gloriosas nuevas de su resurrección y el lugar donde los encontraría. Después de verlo, toda su tristeza se convirtió en alegría, y todas sus esperanzas anteriores revivieron. Mas ahora ya no iban a proclamar: "El reino de los cielos se ha acercado". Ahora les fue dicho que permaneciesen en Jerusalén hasta que el reino quedase establecido, y ellos se encontrasen preparados para abrir la puerta del reino y adoptar en él, como ciudadanos legales, a los extranjeros y forasteros, administrándoles ciertas leyes y ordenanzas que iban a ser las leyes invariables de adopción, y sin las cuales ninguno jamás podría hacerse ciudadano. Características que siempre distinguen ese reino Habiendo ascendido a los cielos, y habiendo recibido todo poder en los cielos y en la tierra, Jesús de nuevo volvió a sus discípulos y les confirió la autoridad, diciéndoles: "Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." 4 Aquí deseo suplicar que no pasemos por alto esta comisión sino hasta que la entendamos; porque luego que la hayamos entendido, no tendremos porqué confundir 4

Marcos 16:15-18.


el reino de Dios, antes descubriremos en el acto las características que para siempre habrán de distinguirlo de todos los demás reinos o sistemas religiosos del mundo. Para evitar el mal entendimiento, vamos a analizar dicha comisión y examinar cada parte cuidadosamente bajo su propia luz. En primer lugar, habrían de predicar el evangelio, o en otras palabras, las buenas nuevas de un Redentor crucificado y resucitado, a todo el mundo; en segundo lugar, el que creyera y fuera bautizado, sería salvo; en tercer lugar, el que no creyese en lo que predicaran, sería condenado, y en cuarto lugar, a los que creyesen los seguirían estas señales: (1) Echarían fuera demonios; (2) hablarían nuevas lenguas; (3) alzarían serpientes; (4) si bebiesen cosa mortífera, no los dañaría, y (5) pondrían las manos sobre los enfermos, para que éstos sanaran. Las señales siempre siguen a los creyentes Ahora bien, la causa de que mal se interprete lo anterior se debe o a una ceguedad intencional o a la falta de comprensión del idioma. Porque nos dicen algunos que estas señales seguirían solamente a los apóstoles; y otros, que iban a seguir a los creyentes de esa época únicamente. Cristo, sin embargo, da la misma importancia a la predicación, la creencia, la salvación y las señales que iban a seguir; si una de estas cosas está limitada, también las otras lo deben de estar; al cesar una, las demás también se acabarán. Si el lenguaje del pasaje limita las señales a los apóstoles, también limita la fe y la salvación a ellos. Si a ningún otro iban a seguir estas señales, luego ningún otro había de creer, y ningún otro se salvaría. Además, si el lenguaje limita esas señales a los de la primera edad o edades del cristianismo, también limita la salvación a los de los primeros días del cristianismo, porque uno queda tan forzosamente limitado como el otro; y donde una cosa está en vigor, las otras también lo están; y donde una de ellas termina, las demás tienen que parar. ¿Por qué no decir entonces que ya no es necesaria la predicación del evangelio, o la fe, o la salvación? Pues se dieron al principio solamente para establecer el evangelio. Lo mismo sucede con decir que ya no se necesitan las señales, y que se dieron al principio sólo para establecer el evangelio. A esto podréis decir con asombro: "¿Pero qué no han cesado estas señales entre los hombres?" Probadme que han cesado --- digo yo - y con ello probaréis que la predicación del evangelio ha cesado, que los hombres han dejado de creer y ser salvos, y que el mundo se halla sin el reino de Dios; o de lo contrario, probará que Jesús fue impostor y que sus promesas no surten efecto. El don del Espíritu Santo es esencial en el reino Pues habiendo analizado y entendido esta comisión, continuemos el tema de la organización del reino de Dios en los días de los apóstoles. Después de conferirles su autoridad, el Salvador les mandó que permaneciesen en Jerusalén y no emprendiesen su misión, sino hasta después de ser investidos con poder de lo alto.


¿Por qué esta dilación? Porque nunca ningún hombre ha sido, ni podrá jamás quedar capacitado ni ser apto para predicar ese evangelio y enseñar las cosas que Jesús le mandare, sin el Espíritu Santo; y un Espíritu Santo muy distinto, por cierto, del que dicen tener los hombres que no están inspirados. Porque el Espíritu Santo de que habló Jesús ha de guiar a toda verdad, traer a la memoria todas las cosas que Él hubiere dicho, así como mostrar las cosas que están por venir, sin mencionar que los habilitará para que hablen todos los idiomas de la tierra. De modo que el hombre que va a predicar necesita muchísimo ese Espíritu Santo; primero, para guiarlo a toda verdad, a fin de saber qué va a enseñar; segundo, para fortificar su memoria, no sea que se le olvide enseñar algunas de las cosas que fueron mandadas, y tercero, necesita saber acerca de las cosas que están por venir, a fin de que pueda advertir a sus oyentes del peligro que se aproxima; y esto lo constituiría profeta. Por lo anterior, se puede ver porqué Jesús tuvo tanto cuidado de que nadie predicase su evangelio sin el Espíritu Santo. También se podrá entender cuán diferente es el Espíritu de Verdad de los otros espíritus que han salido por el mundo para engañar a sus moradores, haciéndose pasar por el Espíritu Santo. Si las iglesias de la actualidad tienen el Espíritu Santo, ¿por qué les es tan difícil entender la verdad? ¿Por qué andan por tantos caminos diferentes y variedad de doctrinas? ¿Por qué necesitan bibliotecas enteras de sermones, folletos, divinidades, debates, argumentos y opiniones, todos escritos por la sabiduría de hombres que ni siquiera pretenden ser inspirados? Con justa razón se queja el Señor, diciendo: "Su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres." 5 Pero volvamos a nuestro asunto: los apóstoles se quedaron en Jerusalén hasta que fueron investidos con poder de lo alto, y entonces empezaron a proclamar el evangelio. El bautismo es la puerta del reino En lo que hemos expuesto, hallamos varias de las cosas que integran un reino. En primer lugar, hemos descubierto un rey, coronado de gloria a la diestra de Dios, a quien se ha entregado toda potestad en el cielo y en la tierra; segundo, oficiales comisionados, debidamente autorizados para administrar los asuntos del gobierno; tercero, que las leyes por las cuales se han de regir son todas las cosas que Jesús mandó a sus discípulos que les enseñasen. Si ahora podemos hallar cómo llegaban los hombres a ser ciudadanos de ese reino, es decir, las reglas de adopción, entonces habremos descubierto el reino de Dios en esa época; y quedaremos muy desconformes con todo lo que en nuestros propios días profese ser el reino de Dios, y no vaya de conformidad con esa norma. Sucedió que en ese reino nadie era ciudadano por nacimiento, porque tanto los judíos como los gentiles se hallaban en el pecado y la incredulidad, y nadie podía ser ciudadano sin cumplir con la ley de adopción. Todos los que creían en el nombre del rey tenían el poder para ser adoptados. No obstante, había una regla o plan invariable 5

Isaías 29:13.


mediante el cual eran adoptados; y todos los que pretendían haberse hecho ciudadanos de alguna otra manera, cualquiera que fuese, eran tenidos por ladrones y robadores, y nunca podrían recibir el sello de adopción. Esta regla quedó establecida en las enseñanzas del Salvador a Nicodemo, a saber: "El que no naciere de agua [es decir, bautizado en el agua] y del Espíritu [es decir, bautizado con el Espíritu] no puede entrar en el reino de Dios." 6 Pedro enseña el plan de salvación Las llaves del reino fueron dadas a Pedro, por tanto era suyo el deber de abrir la puerta del reino a los judíos y también a los gentiles. De modo que examinaremos cuidadosamente la manera en que Pedro inició a los judíos en el reino el día de Pentecostés. Cuando se juntó la multitud ese día memorable, el apóstol Pedro, poniéndose de pie con los once, alzó la voz y razonó con ellos sobre las Escrituras, dando testimonio de Jesucristo, y su resurrección y ascención al cielo, de lo cual resultó que muchos se convencieron de la verdad y preguntaron lo que debían de hacer. No eran cristianos, sino personas que en esos momentos se estaban convenciendo de que Jesús era el Cristo. Convencidos, pues, de este hecho, preguntaron: "¿Qué haremos?" Entonces Pedro les declaró: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare." 7 ¿Comprendéis esta proclamación? Si podéis entenderla, no os será difícil ver que este evangelio por lo general no se predica en los días modernos. Por tanto, analicémosla y examinémosla, frase por frase. Recordaréis que ya habían creído; lo siguiente que tenían que hacer era arrepentirse. Primero, fe; segundo, arrepentimiento; tercero, bautismo por inmersión; cuarto, la remisión de los pecados; quinto, el Espíritu Santo. Este era el orden del evangelio. La fe les daba el poder para llegar a ser hijos o ciudadanos; el arrepentimiento y el bautismo en el nombre del Señor constituía la obediencia mediante la cual eran adoptados, y el Santo Espíritu de la promesa era el sello de su adopción, que ciertamente recibirían si eran obedientes. ¿Dónde halláis predicación como ésta en nuestros días? ¿Quiénes enseñan que los que creen y se arrepienten deben bautizarse, y ningún otro? Quizá diréis que los Bautistas lo enseñan, pero ¿acaso exhortan a los hombres a que se bauticen en cuanto creen y se arrepienten? Por otra parte, ¿les prometen la remisión de los pecados y el don del Espíritu Santo? Recordemos el efecto que produce el Espíritu Santo en aquellos que lo reciben. Guía a toda verdad, fortalece la memoria y muestra las cosas que están por venir. Además, Joel ha dicho que los faculta para soñar sueños, ver visiones y profetizar.

6 7

Juan 3:5. Hechos 2:38, 39.


Las señales siguieron la predicación de Pedro Pregunto nuevamente, ¿dónde halláis que entre los hombres se predique un evangelio como éste? ¿Andarían los hombres lamentando semanas enteras, sin el perdón de los pecados y el consuelo del Espíritu Santo, si viniese Pedro para decirnos precisamente cómo podríamos obtener esas bendiciones? ¿Qué pensaríais, si en una reunión se arrimasen al frente tres mil hombres para que se hiciera oración por ellos, y uno de los ministros (a semejanza de Pedro) les mandase que se arrepintieran, cada uno de ellos, y se bautizaran para la remisión de sus pecados, prometiendo que todos los que obedeciesen recibirían la remisión de los pecados y el don del Espíritu Santo, que los facultaría para soñar sueños y profetizar; y luego fuese con sus hermanos que tuviesen el mismo llamamiento, y en esa misma hora se pusiese a bautizar, y continuara la obra hasta que todos quedasen bautizados; y el Espíritu Santo descendiese sobre ellos y entonces empezaran éstos a ver visiones, a hablar en otras lenguas y a profetizar? ¿No se extenderían las nuevas por todas partes de que había aparecido una doctrina nueva, muy diferente de lo que ahora se practica entre los hombres? ¡Oh, sí! vosotros respondéis - eso ciertamente sería algo nuevo y muy extraño para todos nosotros." Pues aunque parezca extraño, es el mismo evangelio que predicó S. Pedro el día de Pentecostés. S. Pablo declaró que él predicaba el mismo evangelio que Pedro, y también dijo: “Mas aun si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema." 8 De manera que ya no tenéis que asombraros, porque "estas señales" no siguen a los que creen algún otro evangelio 0 doctrina, que se distingue de aquel que fue predicado por los apóstoles. Los apóstoles establecieron la norma del reino Volvamos, empero, al reino de Dios que se organizó en los días de los apóstoles. Hallamos que tres mil personas fueron recibidas en el reino el primer día que se abrió la puerta. Estos, junto con las numerosas conversiones que más tarde se lograron, eran súbditos de este reino, el que, estando bien ajustado, creció para ser un templo santo en el Señor. De manera que nos hemos desembarazado de los escombros de la tradición y superstición cristianas que se hallaban amontonados alrededor de nosotros; y habiendo buscado cuidadosamente, hemos descubierto al fin el reino de Dios como existía cuando primeramente fue organizado en los días de los apóstoles. También hemos visto que es sumamente distinto de todos los sistemas modernos de religión en cuanto a sus oficiales, ordenanzas, poderes y privilegios; y de tal manera, que nadie tiene necesidad de confundir una cosa con la otra. Habiendo hecho este descubrimiento, examinaremos en seguida el desarrollo de ese reino entre los judíos y los gentiles, y cuáles fueron sus frutos, dones y bendiciones de que participaron sus ciudadanos. 8

Gálatas 1:8.


Poco después de la organización del reino de Dios en Jerusalén, Felipe fue a Samaria a predicar el evangelio; y cuando creyeron a Felipe, se bautizaron hombres y mujeres y hubo grande gozo entre ellos. Más tarde, Pedro y Juan descendieron de Jerusalén, y oraron y pusieron las manos sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo. Observemos que primeramente creyeron y fueron bautizados, y sintieron grande gozo, mas todavía no habían recibido el Espíritu Santo. Sin embargo, les fue conferido más tarde por la imposición de manos y la oración en el nombre de Jesús. ¡Oh, cuán diferente esto de los sistemas de los hombres! Examinemos la conversión de Pablo mientras viajaba a Damasco. Le apareció el Señor Jesús mientras iba por el camino; mas en lugar de decirle que le eran perdonados sus pecados, y luego derramar el Espíritu Santo sobre él, fue enviado a Damasco y se le dijo que allí le sería comunicado lo que debería hacer. Habiendo llegado a Damasco, fue a verlo Ananías, el cual le mandó no detenerse más, y le declaró: "Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre." 9 Entonces se levantó y se bautizó y fue lleno del Espíritu Santo, y desde entonces empezó a predicar que Jesús era el Cristo. El bautismo es esencial a la salvación También podemos ver la ocasión en que S. Pedro fue a Cornelio, un gentil muy piadoso, cuyas oraciones y limosnas habían subido en memoria a la presencia de Dios, y aun había recibido la ministración de un ángel. Mas no obstante toda su piedad, y aun el hecho de que antes de ser bautizados, se derramó el Espíritu Santo sobre él y sus amigos, tuvieron que recibir el bautismo o de lo contrario no podrían ser salvos. ¿Por qué? Porque el Señor había dado mandamiento a los apóstoles de predicar a toda criatura; y aquel que no creyera, y no se bautizara, sería condenado, sin excepción. Reparemos en las palabras del ángel a Cornelio: "Él [Pedro] te dirá lo que te conviene hacer." Ahora cabe preguntar: ¿Podría Cornelio haberse salvado sin obedecer las palabras de Pedro? De ser así, la misión del ángel fue en vano. Si un ministro encuentra a un hombre tan bueno como lo fue Cornelio, tal vez le dirá: "Vamos, hermano, tú puedes ser salvo, has experimentado la religión; puedes ciertamente ser bautizado como demanda de una buena conciencia, si lo crees tu deber; mas si no, nada importa, un corazón nuevo es lo único que realmente se requiere para la salvación." Como si se dijera que los mandamientos de Jesús no son absolutamente necesarios para poder ser salvos; un hombre puede clamar Señor, Señor, y salvarse igual que si guardase sus mandamientos. ¡Oh vana e insensata doctrina! ¡Oh, hijos de los hombres, cómo habéis pervertido el evangelio! ¡En vano clamáis Señor, Señor, y no obedecéis sus mandamientos! Enseguida evocaremos el caso del carcelero y su familia, que fueron bautizados la misma hora en que creyeron, sin esperar que amaneciese; y a Lidia y su familia, que cumplieron con la ordenanza después del primer sermón que oyeron sobre el tema. También Felipe y el eunuco, que mandó parar el carro al llegar a las primeras aguas que 9

Hechos 22:16.


encontraron a fin de observar la ordenanza, aunque el eunuco había oído hablar de Jesús por primera vez sólo momentos antes. En vista de todos estos ejemplos de los días antiguos, y los preceptos expuestos en ellos, me permito deducir que el bautismo era la ordenanza iniciadora, mediante la cual todos aquellos que creían y se arrepentían, eran recibidos y adoptados en la Iglesia o reino de Dios, para así tener derecho a la remisión de pecados y bendiciones del Espíritu Santo. Por cierto, era la ordenanza mediante la cual se convertían en hijos e hijas; y por llegar a ser hijos, el Señor derramaba el Espíritu de su Hijo en el corazón de ellos, y así clamaban: "Abba, Padre.” Es cierto que el Señor mandó el Espíritu Santo sobre Cornelio y sus amigos antes de ser bautizados; pero tal parece que fue necesario hacerlo así para convencer a los judíos creyentes que también los gentiles podían participar de esa salvación. Y me parece que es el único caso, en toda la historia del mundo, donde persona alguna haya recibido el Espíritu Santo sin obedecer primero las leyes de adopción. Sin embargo, hay que observar que las leyes de adopción no pueden convertir a un hombre en heredero del reino, en ciudadano con todo derecho a las bendiciones y dones del Espíritu, a menos que dichas leyes y ordenanzas sean administradas por uno que tenga la debida autoridad, y haya sido propiamente comisionado por el Rey. También se debe entender que la comisión otorgada a un individuo no autoriza a otro para que obre en su lugar. Este es uno de los puntos más importantes que hay que comprender, ya que pone a prueba a todos los ministros de la cristiandad, y examina la organización de cuanta iglesia se halla sobre la tierra, junto con todas las que han existido desde que cesó la inspiración directa. A fin de llegar a este asunto con claridad, consideremos la constitución de los gobiernos terrenales concerniente a la autoridad y leyes de adopción. Diremos, por ejemplo, que el presidente del país firma una comisión para Fulano, en la que debidamente lo autoriza para obrar en algún puesto del gobierno. Durante su administración llegan dos señores de otra nación para vivir en el país. Siendo extranjeros, y deseando hacerse ciudadanos, se presentan ante Fulano para rendir su protesta de homenaje en forma debida, y él certifica que así se hizo. Esto los constituye en ciudadanos legales, con derecho a todos los privilegios de que disfrutan los que son ciudadanos o súbditos por nacimiento. Sucede que Fulano muere después de esto, y Mengano, buscando entre sus papeles, halla la comisión otorgada a Fulano, y tomándola para su propio uso, asume el puesto vacante. Mientras tanto, llegan dos extranjeros y hacen su solicitud de ciudadanía. Habiéndose informado con personas que ignoraban los asuntos del gobierno, que Mengano podía administrar los pasos requeridos para hacer la adopción, se presentan ante él para que les arregle su ciudadanía, sin que se les ocurra examinar su autoridad. Mengano les expide su carta de ciudadanía, y ellos creen que han sido legalmente naturalizados, igual que todos los demás, y que gozan de todos los derechos de ciudadanos. Pasa el tiempo, se hace una investigación de su ciudadanía, y ellos presentan el certificado expedido por Mengano. El presidente pregunta: ¿Quién es Mengano? Yo no


le he dado ninguna comisión para que ocupe puesto alguno. No lo conozco; vosotros sois extranjeros sin derechos hasta que vayáis ante el sucesor de Fulano, legalmente nombrado, o alguna otra autoridad competente, que haya recibido del presidente una comisión en su propio nombre. Mientras tanto, Mengano es aprehendido y castigado de acuerdo con la ley por falsificador y por arrogarse una autoridad que jamás le fue conferida. Los falsos sacerdotes usurpen la autoridad Así es en el reino de Dios. El Señor autorizó a sus apóstoles y a otros por revelación directa, y por el espíritu de la profecía, para que predicaran, bautizaran y edificaran su iglesia y reino. Al poco tiempo murieron, y después de haber transcurrido mucho tiempo, los hombres hallaron sus comisiones, donde se dice a los once apóstoles: "Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura", etc. Habiendo presumido que pueden emplear estas palabras como su autoridad, y sin más comisión, han salido, según creen, a predicar el evangelio y a bautizar y edificar la iglesia y el reino de Dios. Pero los que son bautizados por ellos nunca reciben las mismas bendiciones y dones que distinguían a los santos o ciudadanos del reino en los días de los apóstoles. ¿Por qué? Porque todavía son extranjeros y forasteros, pues la comisión que se dio a los apóstoles jamás autorizó a otro hombre a obrar por ellos. Es una prerrogativa que el Señor se reservó para sí mismo. Ningún hombre tiene el derecho de asumir este ministerio, sino el que es llamado por revelación, y es debidamente facultado por el Espíritu Santo para oficiar en su llamamiento. Quizá exclamaréis asombrados: "¿Cómo? ¿Ninguno de los ministros de la actualidad ha sido llamado a la obra del ministerio, ni comisionado legalmente?" Pues, os diré cómo podréis saberlo de la boca de ellos mismos, y eso será mucho mejor que cualquier respuesta que yo os pudiese dar. Id a los ministros, preguntadles si Dios jamás ha dado una revelación directa desde que se recopiló el Nuevo Testamento; que os digan si el don de la profecía cesó con los primeros días de la Iglesia, y por último, preguntadles si en estos días se necesitan o se esperan revelaciones, profetas, la ministración de ángeles, etc., o si creen que estas cosas han sido quitadas para nunca más volver a la tierra. Veréis que su respuesta será que la Biblia contiene lo suficiente, y en vista de que el canon de las Escrituras está completo, el espíritu de la profecía y la ministración de ángeles han cesado, porque ya no se necesitan. En una palabra, denunciarán como impostor a todo el que cree en esas cosas. Luego que hayáis recibido esa contestación, preguntadles cómo fueron ellos llamados y comisionados para predicar el evangelio, y no sabrán qué responder; y por fin os dirán que la Biblia los comisionó, porque dice: "Id por todo el mundo", etc. El Señor rechaza a los ministros falsos Veis, pues, que todos aquellos que no han recibido una revelación personal directamente del Rey de los Cielos, ya sea por medio de ángeles, la voz de Dios o el


espíritu de la profecía, están obrando mediante una autoridad que fue dada a otros que ya han muerto, cuya comisión ha sido robada y su autoridad usurpada. Entonces el Rey dirá: A Pedro conozco, y Pablo sé quien es, pues yo los comisioné; mas vosotros ¿quiénes sois? No os conozco, nunca os hablé en mi vida; por cierto, creísteis que no era necesario que yo os hablase en vuestros días. De modo que nunca procurasteis una revelación con fe; y jamás os la di. Aun cuando hablaba a otros, vosotros los vilipendiabais y los llamabais impostores y los perseguíais porque testificaban de las cosas que yo les había comunicado. Por tanto: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles: Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis." Pero Señor, ¿cuándo no te ministramos estas cosas? De cierto os digo, en cuanto no lo habéis hecho al menor de estos, mis hermanos ( acusándolos de impostores porque testificaron de las cosas que yo les había revelado), ni a mí lo hicisteis. 10 La Iglesia goza de dones espirituales Volviendo a nuestro tema, ya que hemos examinado el reino de Dios en cuanto a sus oficios y ordenanzas, y hemos descubierto el único medio de entrar en él, consideraremos más detalladamente las bendiciones, privilegios y solaz de sus ciudadanos. Ya hemos visto que podrían echar fuera demonios, hablar nuevas lenguas, sanar a los enfermos por la imposición de manos en el nombre de Jesús, así como ver visiones, soñar sueños, profetizar, etc. , Vamos ahora a estudiar el reino en su condición organizada para ver si se realizaron estas promesas para los judíos y los gentiles, y si el reino de Dios existió en todas las edades del mundo. Escribiendo S. Pablo (1) "A la iglesia de Dios que está en Corinto"; ( 2 ) a los "santificados en Cristo Jesús"; (3) a los que "son llamados santos" y (4) "a todos. los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar", 11 les dice a todos ellos en I Corintios 12:1: "Y acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis." Y continuando sus instrucciones en los siguientes versículos, dice así: "Empero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho. Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro, operaciones de milagros; y a otro, profecía; y a otro, discreción de espíritus; y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. "Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere. Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo. Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos o Griegos, ora siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo 10 11

Mateo 25:31-46. 1 Corintios 1:1, 2.


Espíritu. Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso. Que si todos fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo?" Yo contesto que no existiría. La Iglesia verdadera tiene apóstoles y profetas "Mas ahora muchos miembros son a la verdad, empero un cuerpo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes, mucho más los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son necesarios; y a aquellos del cuerpo que estimarnos ser más viles, a éstos vestimos más honrosamente; y los que en nosotros son menos honestos, tienen más compostura. Porque los que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad: mas Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba; para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se interesen los unos por los otros. Por manera que si un miembro padece, todos los miembros a una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan. Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte. "Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos doctores? ¿todos facultades? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? Empero procurad los mejores dones: mas aun yo os muestro un camino más excelente.” 12 El versículo 13 del capítulo anterior nos hace saber que el apóstol aún está hablando a la Iglesia entera en todas las edades, sean judíos o gentiles, esclavos o libres, todos aquellos que llegan a ser parte del cuerpo de Cristo; y les muestra que el cuerpo de Cristo se compone de muchos miembros, todos bautizados en un cuerpo por el mismo Espíritu, todos gozando de estos distintos dones, uno recibiendo éste y otro aquél. Entonces dice terminantemente que un miembro que tiene un don no debe decir a otro que tiene un don diferente: No tengo necesidad de ti. Los profetas y los dones prueban la divinidad de la Iglesia Habiendo mostrado que se necesitan los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y doctores, junto con los dones de profecía, milagros, sanidades y otros dones, para integrar la iglesia o cuerpo de Cristo, sea la edad que sea, ora entre judíos o gentiles, ora entre esclavos o libres; y habiendo expresamente prohibido a todos los miembros a decir: "No tenemos necesidad de ti", con referencia a los dones, el apóstol 12

1 Corintios 12:7-31.


entonces les declara que el cuerpo nunca podría perfeccionarse sin todos ellos, y que si fuesen quitados, no habría cuerpo; es decir, no existiría la Iglesia de Cristo. Después de explicarles estas cosas con toda claridad, el apóstol Pablo los exhorta a que procuren los mejores dones. En el capítulo 13 los amonesta a que tengan fe, esperanza y caridad, sin las cuales todos los dones mencionados nada les aprovecharían. También en el capítulo 14 les repite otra vez la misma exhortación: "Seguid la caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis." 13 Luego en Efesios 1:17, S. Pablo ruega que el Señor conceda a la Iglesia el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él. Además, en Efesios 4:5-8, les dice que hay un cuerpo y un Señor, un Espíritu, una fe y un bautismo; y que Cristo subió en alto y llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y que "él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores." Y si se desea saber el objeto de estos dones u oficios, sólo tiene que leerse el versículo 12: "Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo." Si se pregunta hasta cuándo habían de durar, el versículo 13 da la respuesta: "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo." Si todavía se quiere saber qué otro propósito tenía el Señor cuando dio estos dones, puede leerse el versículo 14: "Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error." La apostaría viene por rechazar a los profetas y los dones Sin estos dones y oficios, los santos, en primer lugar, no pueden perfeccionarse; en segundo, no puede llevarse a cabo la obra del ministerio; en tercero, no puede ser edificado el cuerpo de Cristo, y cuarto, nada hay que impida que sean llevados por doquiera por todo viento de doctrina. Pues yo sin temor declaro que la causa de toda la división, confusión, choques, desacuerdos y enemistades; y el fecundo manantial de tantas fes, señores, bautismos y espíritus; y la razón por la que se está ofuscando el entendimiento de los hombres, y son desviados de la vida que es según Dios por la ignorancia que hay en ellos a causa de la ceguedad de sus corazones, se debe a que no tienen ni apóstoles, ni profetas, ni dones, inspirados de lo alto, a quienes pudiesen obedecer. Si tuviesen esos dones, y los escuchasen, estarían edificados en un solo cuerpo en la doctrina pura de Cristo, y tendrían un Señor, una fe, un bautismo y una misma esperanza de su vocación. Se hallarían edificados, fortalecidos en Cristo en todas las cosas, en quien todo el cuerpo, bien ajustado, crecería para ser un templo santo en el Señor. 13

I Corintios 14:1.


Sin embargo, mientras las astucias de los hombres puedan persuadirlos a creer que no tienen necesidad de estas cosas, serán llevados por doquiera por todo viento de doctrina, según la voluntad de aquéllos. Así pues, hemos terminado nuestro estudio del reino de Dios, según existió en los días de los apóstoles; y no podremos verlo en ninguna otra época sino hasta que de nuevo sea restituido en los últimos días, porque nunca pudo existir, ni jamás existirá sin apóstoles, profetas y todos los demás dones del Espíritu. El anticristo reina en la cristiandad moderna Si nos pusiéramos a examinar las iglesias, desde la época en que cesó la inspiración, hasta el tiempo presente, no veríamos nada que se pareciera al reino que hemos estado examinando con tanta admiración y placer. Pues en lugar de apóstoles y profetas, veríamos maestros falsos que los hombres se han amontonado; en vez de los dones del Espíritu, hallaríamos la sabiduría de los hombres; más bien que las ordenanzas de Dios, tendríamos los mandamientos de los hombres; muchos falsos espíritus en lugar del Espíritu Santo; opiniones en lugar de conocimiento; especulación en lugar de revelación; en vez de unión, divisiones; en vez de fe, dudas; en vez de esperanza, desesperación; odio más bien que caridad; un médico más bien que la imposición de manos para sanar a los enfermos; fábulas más bien que la verdad; el mal pasaría por bien, y el bien por mal; la luz pasaría por tinieblas, y las tinieblas por luz. En una palabra, habría anticristo en lugar de Cristo, porque los poderes de la tierra han hecho guerra contra los santos y los tienen vencidos, hasta que las palabras de Dios se hayan cumplido. ¡Oh, Dios mío, cierra la visión! Mi corazón se desfallece cuando miro. Haz que pronto llegue el día en que la tierra será purificada por fuego de tan terrible corrupción. Pero primeramente cúmplase la promesa que hiciste por boca de tu siervo Juan, que llamarías a tu pueblo, diciendo: "Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas." 14 Entonces, oh Señor, cuando ya hayas llamado a tu pueblo de en medio de ella, por la voz de los pescadores y cazadores que has prometido enviar en los últimos días para recoger a Israel; sí, cuando se haya renovado tu pacto sempiterno y tu pueblo esté establecido en él, permite que sus plagas le sobrevengan en un día: muerte, lamentos y hambre; sea ella quemada con fuego, para que así tus santos apóstoles y profetas, y todos aquellos que temen tu nombre, grandes y pequeños, se regocijen porque Tú habrás vengado la sangre de tus santos en ella. Pido estas cosas en el nombre de Jesucristo. Amén.

14

Apocalipsis 18:4.


CAPITULO 4 DEL LIBRO DE MORMÓN, EL ORIGEN DE LOS INDIOS AMERICANOS, ETC. ¡Lejos de aquí, oh lúgubre visión! La musa hallado ha más noble inspiración. Su lira nuevas glorias cantará Que el mundo con asombro mirará. ¡Ved! de los cielos baja en potestad Un ángel, con la luz de la verdad; De nuevo el evangelio va a impartir, Su plenitud al hombre restituir. La tierra obediente rinde ya. La historia ocultada siglos ha. El sabio, confundido, enmudeció. El arrogante, de temor tembló. En vano es combatida la verdad Por religiosos llenos de maldad, Sus artificios mil fracasarán; Los hombres la verdad tendrán que oír, De las tinieblas a la luz salir. Los sacerdotes asalariados combaten la verdad Mientras la obscuridad cubría la tierra y densas nieblas a sus habitantes, todo hombre andaba por su propio camino buscando la manera de sacar provecho. El Señor había guardado el silencio por mucho tiempo, y el Pueblo se hacía la ilusión de que la voz de la inspiración no volvería a resonar en los oídos de los mortales para perturbarlos o molestarlos en sus carreras de pecado. Unos pocos, sin embargo, esperaban el consuelo de Israel y clamaban a Dios que llegara el día anhelado en el que volaría un ángel por en medio del cielo, trayendo el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra. ¡De pronto se oye una voz en el desierto; llega una proclamación a los oídos de los mortales y se oye un testimonio entre ellos que penetra lo más recóndito de sus corazones! Inmediatamente los paganos empiezan a encolerizarse, y el pueblo se imagina cosa vana; los ministros, con voz amonestadora gritan: ¡Impostores, falsos profetas, cuidaos de los engaños, etc! Y los profesores de religión, el borracho, el blasfemo, el instruido y el ignorante no tardan en aprenderse el clamor, y en servirle de eco. De manera que repercute desde un extremo del país hasta el otro por mucho tiempo, y si por fortuna alguno conserva la calma y pregunta francamente: "¿Qué pasa?", la respuesta que recibe es la siguiente: "Nosotros mismos no sabemos muy bien de lo que se trata; pero baste decir que han aparecido unos individuos que a semejanza de S. Pablo testifican del ministerio de ángeles, o alguna revelación o inspiración, como


si en esta época de alumbramiento fuese a volver a la tierra la religión de los días antiguos y la fe que en un tiempo tuvieron los santos; por tanto, no sólo corren peligro nuestros artificios, sino que probablemente se hablará contra nuestros sistemas modernos de religión, que se basan en la sabiduría y ciencia de hombres que carecen de inspiración directa, y de este modo llegará a ser despreciada su magnificencia que todo el mundo actualmente adora." Y de nuevo todos gritan en alta voz, diciendo: "¡Grande es la sabiduría del hombre; grandes son los sistemas de la teología moderna; grande la prudencia de los sacerdotes sin inspiración que vienen entre nosotros con facilidad de palabra y con la ciencia de los hombres, resueltos a no saber otra cosa entre nosotros, sino sus propias opiniones y credos! "Sus palabras y predicaciones son según las palabras halagadoras del conocimiento de los hombres, no con la demostración del Espíritu y del poder, porque eso ya dejó de ser, pues ha de fundarse nuestra fe no en el poder de Dios> más en la sabiduría del hombre. Confusión palpable entre los críticos del Libro de Mormón En medio del estruendo, clamor y prejuicio de un mundo contrario, es difícil lograr que la gente entienda los hechos relacionados con uno de los asuntos más importantes que jamás se han presentado para la consideración del género humano. El Libro de Mormón quizá ha sido menos entendido y más mal interpretado por el mundo en general, que cualquier otra publicación que ha salido a luz. Todos los países se han visto inundados, por decirlo así, de publicaciones contra dicho libro, muchas de ellas escritas por personas que jamás han visto el libro, o por aquellos que solamente han examinado una o dos páginas, o han ojeado el libro con prejuicio y la determinación de hallar faltas en él. Algunos lo han pintado como un romance; otros, como una Biblia nueva que tiene por objeto reemplazar la Biblia o eliminarla por completo. Mientras que por una parte, no ha faltado quienes hayan dicho que es un "disparate" que no vale la pena leer, otros lo han declarado la obra literaria más ingeniosa que jamás se ha escrito". Ha sido criticado por ser tan semejante a la Biblia y por concordar tanto con ella; por otra parte, algunos lo condenan por no ser como la Biblia, y por no estar de acuerdo con ella. Mientras que unos lo denuncian por ser notoriamente corrupto, inmoral y blasfemo en sus principios, otros lo han condenado por ser tan excesivamente puro y moral en sus principios, que sólo tiene por objeto engañar. Un ministro, particularmente, en un folleto de sesenta páginas sobre este libro, lo condena por ser una "mezcla extraña de fe y obras, de la misericordia de Dios y la obediencia de sus criaturas". Algunas personas literarias han dicho que es demasiado antiguo en cuanto a su estilo, idioma y temas, y así da testimonio interno de su propia antigüedad; y otros lo han censurado por tener todas las trazas de un producto moderno.


Mientras que unos han dicho que no contiene ninguna profecía clara sobre lo futuro, cuyo cumplimiento o falta de cumplimiento podría servir como norma para juzgar sus méritos proféticos, otros han citado extensamente de sus profecías más claras y precisas, relacionadas con circunstancias que están a punto de verificarse, y lo han condenado por motivo de su claridad. En medio de estas declaraciones contrarias, se destaca nuestro deber de mostrar, hasta donde sea posible, lo que realmente es el Libro de Mormón. ¿Qué es el Libro de Mormón? Cuando el Señor confundió las lenguas en Babel, sacó de allí a una colonia y la condujo al continente occidental que hoy se conoce como América. Esta colonia, después de haber cruzado el océano en ocho barcos, se estableció en el país, y con el transcurso del tiempo llegó a ser una nación muy grande que vivió en América más o menos mil quinientos años. Fueron por fin destruidos, a causa de sus iniquidades, aproximadamente seiscientos años antes de Cristo. Un profeta llamado Eter escribió su historia e hizo un relato de su destrucción. Eter vivió hasta presenciar su completa destrucción, y escondió sus anales donde más tarde los halló una colonia de israelitas, que vinieron de Jerusalén seiscientos años antes de Cristo y repoblaron las Américas. Esta última colonia se componía de descendientes de la tribu de José. Crecieron y se multiplicaron, y por último, de ellos se desprendieron dos grandes naciones. Una de ellas fue la de los nefitas, por ser Nefi su fundador; la otra se llamó lamanitas, porque el nombre de uno de sus jefes fue Lamán. Los lamanitas llegaron a ser un pueblo errante, de cutis obscuro, de quienes son un resto los indios de las Américas. Los nefitas fueron una nación esclarecida y civilizada, que el Señor favoreció altamente. Tuvieron entre ellos visiones, el ministerio de ángeles y el don de la profecía de generación en generación, y por último fueron bendecidos con la aparición personal de Jesucristo después de su resurrección. De Él recibieron la doctrina del evangelio y el conocimiento de lo futuro a través de las generaciones subsiguientes. Pero después de recibir todas estas bendiciones y privilegios que les fueron conferidos, cayeron en una iniquidad terrible durante el tercer y cuarto siglo de la era cristiana, y por último fueron destruidos por los lamanitas. Esta destrucción ocurrió unos cuatrocientos años después de Cristo. ¿Quién era Mormón? Mormón vivió en esa época; era nefita y profeta de Dios. Mandado por el Señor, hizo un compendio de los anales sagrados que contenían la historia de sus antepasados, y las profecías y evangelio que habían sido revelados entre ellos. A éstas añadió la historia de lo que ocurrió en sus días, además de la destrucción de su pueblo. Antes de su muerte la historia compendiada quedó en manos de su hijo Moroni, que la continuó hasta como el año 421 después de Cristo. Por esa época depositó los anales cuidadosamente en la tierra, en un cerro que entonces se llamaba Cumora, el cual


actualmente está situado en el Distrito de Ontario, municipio de Mánchester, Estado de Nueva York. Lo hizo así a fin de protegerlos de los lamanitas, que habían conquistado el país y procuraban destruir todos los anales que pertenecían a los nefitas. Esta historia quedó escondida o sellada desde como el año 421 hasta el 22 de septiembre de 1823, fecha en que la descubrió José Smith, hijo, que fue dirigido por un ángel del Señor al sitio donde se hallaba depositada. ¿Fueron enterradas las planchas de Mormón? La siguiente narración del descubrimiento y traducción de los anales de referencia ha salido de la pluma de Orson Pratt: "A qué profundidad enterró Moroni estos anales, no estoy en posición de determinar; pero al tomarse en cuenta el hecho de que tenían unos mil cuatrocientos años de estar sepultados, y en una cuesta muy pendiente del cerro, no puede uno sino concluir que debe haber sido a una hondura apreciable, porque la tierra naturalmente se iría desgastando durante ese tiempo. Sin embargo, por hallarse cerca de la cima, quizá no llegaba a dos terceras partes la tierra que se había deslavado. Otra circunstancia probable que también debe haber evitado que se desgastase la tierra, fue que el cerro quedó cubierto de árboles después de la destrucción de los nefitas, y sus raíces deben haber detenido la tierra. Sin embargo, sobre este punto cada cual puede sacar sus propias conclusiones y formarse sus propias especulaciones. "Baste decir que se hizo una excavación de profundidad suficiente, en el fondo de la cual se colocó una piedra de tamaño adecuado, cuya superficie superior era lisa. En cada uno de sus extremos se puso una amplia cantidad de cemento, y en éste, por los cuatro lados de dicha losa, se colocaron verticalmente otras cuatro piedras, para que, descansaran sobre la que servía de fondo. Con estas últimas cuatro se formó una caja, y donde los extremos de éstas daban una con otra, también las unieron firmemente con cemento, para que no pudiera penetrar la humedad. Cabe aquí notar que la superficie interior de estas cuatro piedras que servían de lados a la caja, también era lisa. "Esta caja era de tamaño suficiente para dar cabida a un peto, como el que los antiguos usaban para protegerse el pecho de las flechas y armas de sus enemigos. Del fondo de la caja, o del peto se levantaban tres columnas pequeñas, compuestas de la misma clase de cemento que se había usado en los extremos; y sobre estas tres columnas descansaban los anales . . Esta caja, que contenía la historia, tenía por tapa otra piedra, lisa por el lado de adentro y redonda por la parte exterior. "Cuando por primera vez la vio José Smith, la mañana del 22 de septiembre de 1823, se podía dintinguir parte de la piedra sobre la superficie del suelo, mientras que las orillas estaban cubiertas de tierra. Por esto se podrá ver que no importa a qué profundidad Moroni había enterrado esta caja al principio, ya había pasado el tiempo suficiente para desgastar la tierra a tal grado que fácilmente podría descubrirla cualquiera que fuese dirigido al lugar; y a la vez, no tanto así que llamara la atención a quien pasara por allí. Después de llegar al sitio donde se hallaba, con tan sólo remover


la tierra que cubría las orillas, y tras un ligero esfuerzo para levantar la tapa, su contenido quedó manifestado a sus ojos. Moroni instruye o José Smith "Mientras veía y contemplaba aquel tesoro sagrado con asombro y espanto, he aquí, el ángel del Señor que previamente lo había visitado, de nuevo le apareció. Su alma quedó iluminada de nuevo como en la noche anterior. Fue lleno del Espíritu Santo, los cielos fueron abiertos y la gloria del Señor brilló alrededor y descansó sobre él. "En medio de su contemplación y admiración, el ángel le dijo: ¡Mira! Y mientras hablaba el mensajero celestial, José Smith vio al Príncipe de las Tinieblas, rodeado de sus innumerables huestes. Todo aquello se desplegó a su visión, y el ángel le declaró: 'Todo esto te es mostrado, lo bueno y lo malo, lo santo y lo impuro, la gloria de Dios y los poderes de las tinieblas, para que de aquí en adelante conozcas los dos poderes, y nunca te dejes vencer por aquel inicuo. He aquí, lo que impulsa y conduce a lo bueno, y a hacer lo bueno, es de Dios; y lo que no, es del inicuo. Es éste el que llena el corazón de los hombres de maldad para que anden entre tinieblas y blasfemen a Dios; y así sabrás de hoy en adelante que sus vías llevan a la destrucción, mas el camino de la santidad es paz y sosiego. " 'Ahora ves porqué no pudiste obtener estos anales; que el mandamiento es estricto, y que si se han de obtener estas cosas sagradas, será por la oración y por obedecer fielmente al Señor. No se han depositado aquí con objeto de acumular ganancias y riquezas, y granjearse la gloria de este mundo. Fueron selladas por el Poder de la fe, y por motivo del conocimiento que en cierran, no tienen valor alguno a los hijos de los hombres sino para su instrucción. “ 'En ellas está contenida la plenitud del evangelio de Jesucristo, cual fue dado a los habitantes de esta tierra; y cuando fuere traído por el poder de Dios, será llevado a los gentiles, muchos de los cuales lo recibirán; y después la descendencia de Israel será traída al redil de su Redentor, también por obedecerlo. Los que guardaron los mandamientos del Señor en esta tierra así lo pidieron a Él, y por la oración les fue prometido que si acaso sus descendientes transgrediesen y cayesen, se guardaría una historia para que llegara a sus hijos en los últimos días. El destino sagrado del Libro de Mormón " ‘Estas cosas son sagradas, y deben permanecer así, porque se debe cumplir la promesa del Señor concerniente a ellas. Ningún hombre puede obtenerlas, si su corazón es impuro, porque contienen lo que es sagrado. . Con ellas el Señor efectuará una obra grande y prodigiosa; la prudencia de los sabios se disipará y el entendimiento del prudente quedará oculto. Por motivo de que se ha de manifestar el poder de Dios> aquellos que dicen conocer la verdad, mas andan entre engaños, temblarán de ira; mas


el corazón de los fieles será consolado con señas y maravillas, con dones y sanidades, con las manifestaciones del poder de Dios y con el Espíritu Santo. " 'Ahora se te ha manifestado el poder de Dios así como el de Satanás; ves que no hay cosa deseable en las obras de tinieblas; que no pueden traer la felicidad; que los que son vencidos por ellas son miserables. Por otra parte, los justos son bendecidos con un lugar en el reino de Dios> donde los rodea un gozo inefable. Allí descansan, fuera del poder del enemigo de la verdad, donde ninguna maldad puede perjudicarlos. Se ven coronados con la gloria de Dios, y continuamente participan de su bondad y disfrutan de su sonrisa. " 'He aquí, no obstante que has visto esta grande manifestación de poder, mediante el cual siempre podrás discernir a aquel inicuo, te doy aún otra seña; y cuando se cumpla sabrás que el Señor es Dios, y que cumplirá sus promesas, y que el conocimiento que se encierra en estos anales irá a toda nación y tribu y lengua y pueblo bajo todos los cielos. Moroni predice las persecuciones de los santos " 'Esta es la señal: Cuando empiecen a conocerse estas cosas, es decir, cuando sea notorio que el Señor te ha mostrado estas cosas, las obras de iniquidad procurarán vencerte, circularán mentiras a fin de destruir tu reputación y también intentarán quitarte la vida. Mas recuerda que si eres fiel y que si en lo futuro sigues obedeciendo los mandamientos del Señor, serás protegido para que puedas sacar a luz estas cosas; porque en el debido tiempo El de nuevo te dará mandamiento de venir por ellas. " ‘Luego que hayan sido interpretadas, el Señor dará el santo sacerdocio a algunos, para que empiecen a proclamar este evangelio y a bautizar en el agua; y más tarde tendrán el poder para conferir el Espíritu Santo por la imposición de manos. Entonces aumentará más y más la persecución, porque serán reveladas las iniquidades de los hombres, y los que no estén fundados sobre la Roca intentarán destruir la Iglesia. Sin embargo, cuanto más sea perseguida, mayor será su crecimiento, y se extenderá cada vez más, aumentando en conocimiento, hasta que sean santificados los que son de ella, y reciban una herencia donde la gloria de Dios los cubrirá. Cuando esto acontezca, y todas las cosas estén preparadas, serán reveladas las diez tribus de Israel en el país del norte, donde han estado por mucho tiempo; y cuando esto sea cumplido, se realizarán las palabras del profeta: Y vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. 1 " 'A pesar de que los obradores de maldad procurarán tu destrucción, el brazo del Señor será extendido y saldrás triunfante, si guardas todos sus mandamientos. Tu nombre será conocido entre las naciones, porque la obra que el Señor efectuará por tus manos causará que los justos se llenen de gozo y los malvados de ira; aquéllos recordarán tu nombre con honor, éstos con vituperio, pero a la vez con terror por causa de la obra grande y prodigiosa que vendrá tras la manifestación de la plenitud del evangelio. 1

Isaías 59:20


" 'Ahora ve, recuerda lo que el Señor ha hecho por ti, y sé diligente en guardar sus mandamientos; y El te librará de las tentaciones y de todos los lazos y artimañas del inicuo. No olvides orar, a fin de que tu entendimiento se fortalezca, para que cuando se te manifieste, tengas el poder para escapar de la maldad, y puedas obtener estas cosas preciosas. " Descripción de las planchas de oro Declararemos aquí que los párrafos anteriores son extractos de una carta escrita por Oliverio Cówdery, la cual se publicó en uno de los números del periódico de los Santos de los Últimos Días, "Messenger and Advocate" (Mensajero y Defensor). Por boca del ángel se comunicaron muchas otras instrucciones a José Smith, que no escribimos en esta obra. Sin embargo, los puntos más importantes quedan comprendidos en la relación anterior. Durante los cuatro años siguientes, frecuentemente recibió instrucciones del mensajero celestial, y la mañana del 22 de septiembre de 1827, el ángel del Señor le entregó las planchas. La historia se hallaba grabada en planchas que tenían la apariencia de oro. Cada plancha u hoja medía aproximadamente 7 pulgadas de ancho por 8 de largo, y menos gruesa que la hoja de lata. Por ambos lados estaban llenas de grabados, en caracteres egipcios, y dispuestas en un tomo, como las hojas de un libro. Se hallaban sujetas por medio de tres anillos que atravesaban el conjunto de uno de sus extremos. El volumen tenía aproximadamente 6 pulgadas de espesor, y parte de él estaba sellado. Los caracteres o letras que se hallaban sobre la parte que no estaba sellada eran pequeños y estaban hermosamente grabados. El libro entero indicaba de muchas maneras la antigüedad de su construcción, así como mucha habilidad en el arte de grabar. Con los anales se descubrió un instrumento curioso, llamado por los antiguos el Urim y Tumim, el cual se componía de dos piedras transparentes, límpidas como el cristal, colocadas en los dos aros de un arco, que los videntes usaban en tiempos antiguos. Era un instrumento por medio del cual recibían revelaciones de cosas distantes, o de cosas pasadas o futuras. El populacho intenta robar las planchas Mientras tanto, habiéndose informado que José Smith había visto visiones celestiales y que había descubierto unos anales sagrados, los vecinos que vivían alrededor empezaron a ridiculizar aquellas cosas y a mofarse de ellas. Después que recibió las cosas sagradas, y mientras se dirigía a casa a través de los campos, fue asaltado por dos rufianes que se habían escondido con objeto de robarle los anales. Uno de ellos le asestó un golpe con un garrote antes que él pudiera darse cuenta de su presencia; pero siendo fuerte y grande de estatura, hizo un tremendo esfuerzo, se libró de ellos y corrió hacia su casa. Lo persiguieron hasta que llegó cerca de la residencia de su padre, y entonces, temiendo ser descubiertos, sus enemigos huyeron por otro camino.


No tardó la noticia de su descubrimiento en extenderse por toda aquella región. Informes falsos, representaciones erróneas y viles calumnias se diseminaron por toda dirección, como si fuera en las alas del viento. Frecuentemente se metían en la casa grupos de personas con malas intenciones. Varias veces dispararon contra él, y apenas escapó. Se empleó cuanta artimaña pudieron inventar para quitarle las planchas. Hallándose continuamente en peligro de estas bandas de malhechores, por fin decidió partir de allí e irse a Pensilvania. Por consiguiente, recogió sus cosas, y escondiendo las planchas en un barril de frijoles o porotos, emprendió su viaje. No había caminado gran cosa, cuando lo alcanzó un agente de policía con una orden de registro. Muy confiado en que indudablemente obtendría las planchas, se puso a buscar con toda diligencia, pero quedó muy chasqueado cuando no pudo encontrarlas. Antes de poder llegar a su destino, de nuevo lo detuvo otro agente con el mismo objeto; y después de registrar minuciosamente el carro y su contenido, se fue tan chasqueado como el primero, por no, poder descubrir lo que andaba buscando. Sin más molestias continuó su camino hasta que llegó a la parte norte del estado de Pensilvania, cerca del río Susquehanna, donde vivía su suegro. Se traducen las planchas por el poder de Dios Habiendo hallado una casa, comenzó a traducir los anales, por el don y el poder de Dios, con la ayuda del Urim y Tumim. No teniendo mucha habilidad para escribir, se vio obligado a emplear un amanuense que escribiera la traducción según él la dictaba. Mientras tanto, hizo una copia de algunos de los caracteres originales, junto con su traducción, la que llevó consigo a la ciudad de Nueva York un señor llamado Martín Harris. Allí la presentó a un caballero instruido llamado Anthon, que afirmaba conocer extensamente muchos idiomas, tanto antiguos como modernos. Examinó los caracteres, mas no pudo descifrarlos correctamente; pero dijo que si le llevaban los anales originales, él podría ayudar a traducirlos. Volviendo a nuestra relación, José Smith continuó la obra de la traducción, según se lo permitían sus circunstancias económicas, hasta que terminó la parte de los anales que no estaba sellada. La parte traducida lleva por título "El Libro de Mormón." "Pues si no fuera por el elemento milagroso -dice el impugnador-- el libro sería considerado como uno de los descubrimientos más grandes que el mundo ha conocido. Si uno hubiese estado arando, o cavando un pozo o un sótano, cuando accidentalmente descubrió unos anales en los que se relataba la historia antigua del continente americano y sus habitantes originales, junto con el origen de las tribus indias que hoy lo habitan; y esta historia nada hubiera tenido que ver con Dios, o ángeles, o inspiración, todos los sabios de América y Europa la habrían recibido como uno de los descubrimientos mayores y de más importancia de la época moderna ya que revelaría el misterio que hasta entonces había desafiado a todos los investigadores del mundo erudito. Todo periódico se habría visto lleno de las alegres nuevas, mientras que su contenido hubiera arrojado al mundo un torrente de luz sobre temas que han estado ocultos en el laberinto de la incertidumbre y la duda. Mas ¿quién puede rebajarse y humillarse al


grado de recibir, en esta época de alumbramiento que se destaca por su religión y erudición, cosa alguna que venga por conducto del ministerio de ángeles y por medio de la inspiración? Esto es demasiado; quitad tales cosas; se oponen a 1a sabiduría y popularidad de la época." A esto yo respondo que el Señor sabía todo esto antes de revelarlo. Era la cosa principal que tenía en su mente. Es precisamente su manera de obrar con los hijos de los hombres. El siempre sigue un camino distinto del que le señala la Sabiduría del mundo, a fin de confundir al prudente y desvanecer el entendimiento del sabio. Escoge a hombres de condición humilde, a los sencillos e ignorantes y los que son despreciados, para efectuar su obra y realizar sus propósitos, a fin de que así ninguna carne se vanaglorie en su presencia. ¡Oh sabios e instruidos, vosotros que despreciáis la sabiduría que viene de lo alto! ¿No sabéis que toda vuestra sabiduría es necedad para Dios? ¿No sabéis que tenéis que volveros como niños pequeños, y estar dispuestos a aprender sabiduría del último de sus siervos, o pereceréis en vuestra ignorancia? Promesas extendidas a Efraín y su posteridad Mas ¿qué evidencia recogemos de las Escrituras concerniente a la inauguración de esta gloriosa obra? Vamos a procurar demostrar: (1) que América es una tierra que ha sido prometida a la posteridad de José; (2) que el Señor les revelaría su verdad, así como a los judíos, y (3) que su historia iba a salir a luz, y que testificaría junto con la historia de los judíos, al tiempo de la restauración de Israel en los últimos días. Vamos primero al capítulo 48 de Génesis. En la bendición que Jacob pronunció sobre los hijos de José, se expresó de esta manera: "Multipliquen en gran manera en medio de la tierra." Y en la misma bendición también dijo, refiriéndose a Efraín: "Su simiente será plenitud de gentes." 2 Si ponemos junto el sentido de estas palabras, resulta que Efraín iba a ser multitud de naciones en medio de la tierra. En el capítulo 49 de Génesis, Jacob profetizó tocante a José mientras lo bendecía, y le prometió que sería "ramo fructífero junto a fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. Y causáronle amargura, y asaeteáronle y aborreciéronle los arqueros: mas su arco quedó en fortaleza." Más adelante añade: "Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores: hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la mollera del Nazareo de sus hermanos.” 3 Preguntaré ahora: ¿Quiénes fueron los progenitores de Jacob, y qué fue la bendición que se les dio? Abraham e Isaac fueron los progenitores, y la tierra de Canaán fue la bendición que se les confirió o lo que Dios prometió que poseerían. Debemos recordar que Jacob confiere a José una tierra mucho más extensa que la de Canaán, 2 3

Génesis 48:16, 19. Génesis 49:22-24, 26.


mayor aún que la que sus padres le habían dejado, porque la bendición de José iba a extenderse hasta el término de los collados eternos. Coloquémonos en Egipto, donde en esa época se hallaba Jacob, y si medimos hasta el término de los collados eternos, vendremos a parar en la parte central de América. También dicen los profetas, con relación a Efraín: "Él bramará como león. . y los hijos de Efraín se moverán azorados del occidente.” 4 Pongamos estos versículos juntos, y ¿qué tenemos? Primero: que Efraín iba a crecer hasta llegar a ser multitud de naciones en medio de la tierra; segundo: José iba a ser bendecido con una herencia muy extensa, que llegaría hasta América, y tercero: quedaría al oeste de Egipto o Jerusalén. El palo de Efraín Si el mundo busca de un polo hasta el otro, no podrá hallar multitud de naciones en medio de la tierra que sean descendientes de Efraín, a menos que sea en América; porque el centro de las otras partes de la tierra está habitado por razas mixtas, que se han originado de muchas fuentes. Por otra parte, aquí se escogió un país, casi sin límites, apartado del resto del mundo y habitado por una raza de hombres, cuyo origen es palpablemente el mismo, aunque tan patentemente se hallan divididos en muchas naciones. Sabemos que las Escrituras no pueden ser traspasadas, por tanto, estos pasajes deben referirse a América, por la sencilla razón de que no pueden aplicarse a ningún otro sitio. En segundo lugar, vamos a demostrar que Dios se reveló a la posteridad de José o Efraín que, como ya hemos aclarado, vivía en América. Para este fin citamos las palabras de Oseas 8:12, donde refiriéndose a Efraín, dice por el espíritu profético: "Escribíle las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosas ajenas." Esta es una prueba positiva que no necesita comentarse: las grandes verdades del cielo fueron reveladas a Efraín, y fueron consideradas cosas extrañas. Tercero, ¿es cierto que habían de salir a luz estos escritos poco antes del recogimiento de Israel? La respuesta es que sí, según el capítulo 37 de Ezequiel, donde Dios le manda: "Tómate ahora un palo, y escribe en él: A Judá, y a los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: A José, palo de Ephraim, y a toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano. "Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso? Diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Ephraim, y a las tribus de Israel sus compañeros, y pondrélos con él, con el palo de Judá, y harélos un palo, y serán uno en mi mano. "Y los palos sobre que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos; y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las gentes a las cuales fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré

4

Oseas 11:10.


una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será a todos ellos por rey: y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos." 5 La verdad brotará de la tierra Nada puede estar más claro que la profecía anterior. Se presentan dos escritos: uno de Efraín, el otro de Judá. El Señor tomará el de Efraín y lo pondrá con el de Judá, y los dos serán uno en su testimonio, y de esta manera crecerán juntos con objeto de llevar a cabo el recogimiento de Israel. El Salmo 85 habla claramente del asunto. Refiriéndose a la restauración de Israel a sus propias tierras, dice así: "La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos. Jehová dará también el bien; .y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él; y sus pasos pondrá en camino." 6 Y el Salvador, al orar por sus discípulos, dijo: 'Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad." 7 Según estos pasajes, aprendemos que su palabra ha de brotar de la tierra, mientras la justicia mirará de los cielos; y que entonces Israel será puesto en los pasos de su camino, y participará del fruto de su propia tierra. Jeremías, hablando del regreso final de Judá e Israel de su cautividad, dice en el versículo 6 del capítulo 33: "Les revelaré abundancia de paz y verdad." E Isaías, hablando del convenio eterno que los había de guiar, profiere esta extraordinaria y notable profecía: "La simiente de ellos será conocida entre las gentes, y sus renuevos en medio de los pueblos." 8 Ahora quisiera preguntar si hay persona alguna que pueda decir que los indios de América son de Israel, sino por revelación de Dios. Por tanto, era un misterio oculto que se precisaba revelar oportunamente para llevar a cabo su recogimiento. Verdades reveladas por el Libro de Mormón De manera que hasta aquí hemos sacado de las Escrituras evidencia a favor de que una obra como el Libro de Mormón iba a aparecer en estos días; y esto sin considerar el capítulo 29 de Isaías. Pero alguien dirá: "¿Qué valor tiene el Libro de Mormón, aunque sea verdadero?" A lo que yo respondo: Primero, revela una historia de mucha importancia que hasta entonces era desconocida para el mundo. Segundo, revela el origen del indio americano, que hasta ahora ha sido un misterio. Tercero, contiene profecías que aún están por cumplirse, las cuales se relacionan estrechamente con la generación actual. Cuarto, es sumamente claro en cuanto a los puntos de doctrina, y tanto así, que todos pueden entender y ver con sus mismos ojos, si se esfuerzan por leerlo.

5

Ezequiel 37:16-22. Salmo 85:10-13. 7 Juan 17:17. 8 Isaías 61:9. 6


También se podrá preguntar: "Pero ¿qué pruebas existen con referencia a testigos que puedan dar testimonio de que fue traducido por inspiración?" Como respuesta me permito referiros al testimonio de los testigos que se halla en las primeras páginas del Libro de Mormón. Allí encontraréis testimonio tan positivo como cualquier otro que se ha hallado en las demás escrituras, concerniente a cualquier verdad que Dios haya revelado. En el testimonio de referencia, los testigos no sólo testifican que vieron y palparon las planchas, sino que un ángel de Dios bajó de los cielos y puso las planchas delante de ellos, mientras que la gloria de Dios brilló alrededor y su voz habló desde los cielos y les declaró que aquellas cosas eran verdaderas y que habían sido traducidas por el don y el poder de Dios. Entonces les mandó que dieran testimonio de ello a todo pueblo. ¡Bendito sea el Dios de nuestros padres! Ha visitado a su pueblo, y el día que nace en lo alto clarea sobre nuestro errante mundo una vez más; pues no bien había sido traducido el libro y los hombres empezaban a dar testimonio de él, cuando de nuevo bajó de los cielos el ángel del Señor, y comisionó a los hombres para que predicaran el evangelio a toda criatura, y bautizaran en el agua para la remisión de los pecados. En cuanto la gente empezó a creer en su testimonio y a recibir el bautismo, el Espíritu Santo descendió sobre ellos mediante la imposición de las manos en el nombre de Jesús. Los cielos fueron abiertos, y mientras unos recibieron el ministerio de ángeles, otros empezaron a hablar en lenguas y a profetizar. Señales que siguen a los que creen en el Libro de Mormón Desde ese día muchos de ellos fueron sanados por la imposición de manos en el nombre de Jesús; y de esta manera la palabra de Dios creció poderosamente y prevaleció. Y así se han levantado miles para testificar que saben por si mismos la verdad de estas cosas, y que no dependen del testimonio de ningún hombre, porque estas señales seguirán a los que creyeren. Pues cuando un hombre cree la verdad, mediante el testimonio de los testigos de Dios, entonces estas señales siguen, no sólo a ellos sino también a él. Si tiene el ministerio de ángeles, si ha sido sanado o él mismo sana a otros por la imposición de manos en el nombre de Jesús, si habla en otras lenguas o profetiza, entonces lo sabe por sí mismo; y así se cumple la Escritura que dice: "El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo." 9 De modo que la fe viene por el oír, y el conocimiento por el obedecer; mas el oír viene por la predicación y la predicación viene por el enviar, como está escrito: "¿Cómo predicarán si no fueren enviados?" 10 Sin embargo, hay muchos que dicen: "Mostradnos una señal, y entonces creeremos." Hay que recordar que la fe no viene por las señales, sino las señales por la fe. No se dieron los dones para hacer creer a los hombres, sino como dicen las 9

Juan 7:17. Romanos 10:15.

10


Escrituras: "Los dones son para la edificación de la Iglesia." 11 Si fuese de otro modo, ¿por qué no se escribió: "la fe viene por los milagros" en lugar de "la fe viene por el oír”? 12 Siempre lo doy por sentado que el hombre o la mujer que exige una señal a fin de creer, pertenece a una generación mala y adulterina, por no decir peor; porque cualquiera que desea seguir a Jesús, con su corazón puro, deseando y orando con fe que pueda saber la verdad de estas cosas, el Señor se lo revelará; y sabrá y dará testimonio, porque por el Espíritu de Dios distinguirán entre la verdad y el error, pues está escrito: "Mis ovejas oyen mi voz." 13 Y el que no venga a Jesús por medio de la fe nunca conocerá la verdad hasta que, ya demasiado tarde, descubra que la cosecha se ha recogido, el verano ha terminado y su alma está aún por salvar. Arrepentíos y creed al evangelio De modo que la religión de Jesús, al contrario de los demás sistemas religiosos, sostiene su propio peso, trae la certidumbre y el conocimiento, y no deja lugar a la imposición. Y ahora declaro a toda la gente: Venid al Padre en el nombre del Hijo; no dudéis, sino creed como en los días antiguos y pedid con fe las cosas que necesitéis. No pidáis para satisfacer vuestras propias concupiscencias, antes con una firmeza que no pueda ser quebrada, rogad que no cedáis a ninguna tentación, sino que podáis guardar sus mandamientos tan pronto como Él los manifieste a vosotros. Si hacéis esto, y El os revelare que nos ha enviado con un nuevo y sempiterno convenio, y que nos ha dado el mandamiento de predicar, bautizar y edificar su Iglesia como en los días antiguos, entonces venid y obedeced la verdad. Mas si no sabéis, o no estáis satisfechos que Él nos ha enviado, entonces no aceptéis la doctrina que predicamos. De modo que por vosotros mismos caeréis o permaneceréis; y algún día sabréis, sí, el gran día en que toda rodilla se ha de doblar, entonces, sabréis que Dios nos ha enviado con la verdad para podar su viña por la última vez, sí, con vigorosa poda. Las tradiciones hablan del Libro de Mormón Enseguida presentaremos mucha evidencia circunstancial de las antigüedades americanas, de las tradiciones de los nativos, etc. En primer lugar citaremos de la obra del Sr. Elías Boudinot: "Se dice entre sus hombres principales y más estimados, y lo han recibido de sus antepasados, que el Libro que tienen los blancos, ellos una vez lo tuvieron, y que mientras estuvo entre ellos prosperaron muchísimo, etc. También dicen que sus padres disfrutaron de un Espíritu Divino extraordinario, por medio del cual predecían acontecimientos futuros y dirigían el curso común de la naturaleza. Transmitieron este poder a su descendencia con la condición de que obedecieran las leyes sagradas, y por ese medio descendieron 11

1 Corintios 12, 13, 14. Romanos 10:17. 13 Juan 10:27. 12


copiosas bendiciones sobre su querido pueblo; pero ese poder tiene mucho tiempo de haber cesado por completo. El coronel James Smith, mientras estuvo preso entre los indios, anotó en su diario: "Tienen una tradición, de que en el principio de este continente frecuentemente los visitaban los ángeles o habitantes celestiales, como les dicen, y hablaban con sus antepasados indicándoles cómo habían de orar." El Sr. Boudinot, en su notable obra, se refiere a su idioma: "En lo que concierne a raíces, modismos y construcción particular, su lenguaje parece tener todo el genio del hebreo; y cosa muy notable y digna de seria reflexión es el hecho de que tiene la mayoría de las peculiaridades de ese idioma, particularmente aquellas en que difiere de casi todas las otras lenguas." Un indio anciano de la tribu Stockbridge relata una tradición que se refiere a un "Libro Sagrado" que sus padres en un tiempo poseyeron. Este libro se transmitía de una generación a otra, y por fin había sido ocultado en la tierra; y desde esa época habían quedado bajo los pies de sus enemigos. Pero les iban a ser restauradas aquellas cosas, y entonces triunfarían de todos sus enemigos, y reconquistarían sus derechos y privilegios. El Sr. Boudinot, después de relatar muchas tradiciones semejantes a la anterior, dice por fin: "¿Podrá alguien leer esta corta narración de las tradiciones indígenas, tomadas de las tribus de varias naciones: desde el occidente hasta el oriente, y desde el sur hasta el norte, enteramente separadas las unas de las otras, escritas por diferentes autores de la mejor reputación, así en cuanto a conocimiento como integridad, que tuvieron las mejores fuentes de información, en distintas y lejanas épocas, sin posibilidad de comunicarse unos con otros, y entonces suponer que todo se debe a la casualidad, o que es accidental, intencional, nacido del amor por lo maravilloso, o un intento premeditado para engañar, y así destruir su bien establecida reputación? "¿Podrá alguien, hacer una cuidadosa y detenida comparación de estas tradiciones y naciones, y la posición y circunstancias de las por tanto tiempo perdidas Diez Tribus de Israel, y no hallar varias deducciones presuntivas a favor del hecho de que estas tribus errantes descienden de las Diez Tribus de Israel?" Escritos hebreos hallados en América El Sr. D. José Merrick, persona muy respetada de Pittsfield, Estado de Massachusetts, relató lo siguiente: Que en 1815 estaba allanando un terreno que se hallaba debajo y a un lado de una leñera vieja sobre su propiedad situada en Indian Hill (Colina del Indio). Estuvo arando y sacando tierra hasta llegar a alguna profundidad. Después de terminar el trabajo, mientras andaba por allí, descubrió lo que parecía ser una correa negra cerca del lugar donde había cavado más profundamente. Medía seis pulgadas de largo, por una y media de ancho, y era más o menos de la grosura de los tirantes de una guarnición. En ambos extremos tenía una argolla de alguna substancia dura, probablemente para poderse llevar. Lo recogió y llevó a su casa, donde lo echó en


una caja vieja que usaba para la herramienta. Más tarde lo encontró tirado en la puerta, y de nuevo lo llevó a la caja. "Pasó algún tiempo, y entonces se le ocurrió examinarlo; pero al querer cortarlo, halló que tenía la dureza de un hueso. Sin embargo, logró abrirlo, y vio que se componía de dos pedazos gruesos de cuero sin curtir. Estaban cosidos, y después de volverlos impermeables con los tendones de algún animal, entonces los pegaron. Dentro de ellos se hallaban doblados cuatro pedazos de pergamino. Eran de un color amarillo obscuro, y se hallaba sobre ellos cierta escritura. Los vecinos que llegaron para ver aquel extraño descubrimiento, destrozaron uno de los pedazos de pergamino al estilo de los hunos y los vándalos. El Sr. Merrick salvó los otros tres y los envió a Cambridge, donde al examinarlos, se descubrió que habían sido escritos con pluma, en hebreo claro y sencillo. "Los tres fragmentos restantes del pergamino contenían citas del Antiguo Testamento: Deuteronomio 6:4 al 9, también el capítulo 11, versículos 13 al 21, y Exodo 13:11 al 16, a los que pueden referirse los lectores si acaso desean enterarse del contenido de este interesante descubrimiento. Se descubren las ruinas de ciudades antiguas "Sobre las riberas del White River (Río Blanco) en el Territorio de Arkansas, se han hallado ruinas de edificios construidos indudablemente por una población civilizada. Estas ruinas son sumamente extraordinarias por motivo de su tamaño y el material empleado en su construcción. Una de estas obras es un muro de tierra que circunda una extensión de 256 hectáreas, en el centro de la cual se ven los cimientos de un amplio edificio o templo circular. "Otro descubrimiento, más extraño y extenso aún, es el fundamento de una gran ciudad, cuyas avenidas y calles que se atraviesan en ángulos rectos, fácilmente se distinguen en el espeso bosque. Además de éstas se pueden ver los cimientos de casas hechas de ladrillo cocido, semejantes a los ladrillos de la actualidad. Estas cubren una superficie de más de kilómetro y medio." Los párrafos anteriores aparecen en la obra American Antiquities (Antigüedades Americanas) de Josiah Priest, pág. 245; y del mismo libro tomamos el siguiente extracto de la pág. 246: "Ruinas de la Ciudad de Otolum, descubiertas en Norteamérica. En una carta del Sr. C. S. Rafinesque, a quien ya hemos citado, escrita a un corresponsal en Europa, hallamos lo siguiente: 'Hace algunos años la Sociedad Geográfica de París, ofreció una suma regular, que se destinó para hacer un viaje a Guatemala y practicar una nueva exploración de las antigüedades de Yucatán y Chiapas, particularmente las que se hallan a veinticuatro kilómetros de Palenque. " 'Les he restaurado su verdadero nombre de Otolum explica este autor - que es el nombre que aún lleva un río que corre por entre las ruinas. El capitán del Río las exploró en 1787, y la narración se publicó en inglés en 1882. Esta obra describe en parte las ruinas de una ciudad de piedra, cuya extensión tiene no menos de ciento veinte


kilómetros de circunferencia, pues mide cincuenta kilómetros de largo, por treinta y dos de ancho, y está llena de palacios, monumentos, estatuas e inscripciones. Es uno de los centros más antiguos de la civilización americana, y puede compararse a la ciudad de Tebas del Egipto antiguo. Ruinas fabulosas en Centroamérica "En el núm. 34 del Family Magazine de 1833, apareció en la página 266 el siguiente artículo: 'A últimas fechas se ha excitado la atención del público con respecto a las ruinas de una ciudad antigua descubierta en Guatemala. Parece que en la actualidad se están explorando dichas ruinas, y se espera que se saque a luz mucha materia curiosa e importante, desde el punto de vista literario así como histórico. Consideramos que ahora es el tiempo más oportuno, ya que la atención del público se ocupa en el asunto, para comunicar a nuestros lectores este hallazgo, que quizá será el primero de futuros descubrimientos durante las exploraciones que actualmente se llevan a cabo.' "El capitán del Río, que en parte exploró las ruinas en 1787, como ya se lleva dicho, da los siguientes detalles: 'De Palenque, el último poblado al norte de la provincia de la Ciudad Real de Chiapas, yendo hacia el suroeste y ascendiendo una meseta que divide el reino de Guatemala del de Yucatán, se halla el pequeño río 1Vlicol como a una distancia de diez kilómetros. Sus aguas fluyen hacia el occidente y desembocan en el ancho río Tulijá que corre en dirección de la provincia de Tabasco. Después de atravesar el Mico, el viajero empieza a subir, y como a media legua cruza un pequeño arroyo llamado Otolum. Desde ese punto se descubren montones de ruinas de piedra que obstruyen en gran manera el camino por una distancia de media legua, hasta llegar al alto donde están situadas unas casas de piedra, que en un lugar son catorce en número, algunas muy acabadas y otras cuyos departamentos todavía se distinguen claramente. " 'Se hallan en una área rectangular, trescientos metros de ancho por cuatrocientos cincuenta de largo, comprendida dentro de un círculo de mil quinientos metros. Este terreno es un valle que se halla al pie de la montaña más alta de la cordillera. En el centro del valle está situada la mayor de las estructuras que se han descubierto entre estas ruinas. Se halla sobre un montículo o pirámide de casi veinte metros de elevación, que la reviste con una majestad sublime y hermosa, como si fuese un templo suspendido en el aire. Está rodeada de otros edificios, a saber, cinco al norte, cuatro al sur, uno al suroeste y tres al este, catorce en número. Las ruinas muestran la existencia de pueblos antiguos " 'En todas direcciones se ven los fragmentos de otros edificios caídos, a lo largo de la montaña que se extiende hacia el oriente así como el poniente de estos edificios, como si se tratara del gran templo de adoración o el palacio gubernamental, habitado por sus reyes y oficiales del estado, y alrededor del cual habían construido su ciudad. En este lugar se descubrió un acueducto subterráneo hecho de piedra, de gran solidez y durabilidad, que en su curso pasa por debajo del edificio principal.'


"Debe entenderse que esta ciudad de Otolum, cuyas ruinas son tan inmensas, se halla en la América del Norte, no del Sur. Queda en la misma latitud que la isla de Jamaica, sobre la parte más elevada de la región comprendida entre el extremo norte del mar Caribe y el océano Pacífico, donde el continente se va haciendo más angosto hacia el istmo de Darién, y dista unos mil doscientos ochenta kilómetros al sur de Nueva Orleans. "El descubrimiento de estas ruinas, así como de muchas otras igualmente admirables, en el mismo país, apenas comienza a despertar la atención de las escuelas de Europa, las cuales hasta hoy han negado que América tenga antigüedades de que jactarse. Pero estas inmensas ruinas ahora se están explorando bajo la dirección de científicos, e indudablemente se publicará en el debido tiempo una relación detallada. Se nos informa que ya existen dos tomos en manuscrito, los cuales indudablemente serán recibidos con entusiasmo por la gente de América." Amplia evidencia de antiguos pueblos americanos Un caballero que vivía cerca del pueblo de Cincinnati en 1826, en la parte alta, tuvo ocasión de cavar un pozo. Persistió en excavar hasta una profundidad de veinticuatro metros sin encontrar agua, pero sin darse por vencido continuó su proyecto, hasta que sus obreros hallaron obstruidos sus esfuerzos por una substancia que no podían traspasar, aunque era evidente que no se trataba de una piedra. Limpiaron la superficie y los lados de la tierra que tenía pegada, y descubrieron el tronco de un árbol, noventa centímetros de diámetro por sesenta de altura, que había sido talado con una hacha. Aún se podían ver los golpes del hacha. Casi tenía el mismo color y las características del carbón, pero carecía de la fragilidad y combustibilidad de esta substancia. Después de cavar otros tres metros, brotó el agua, y hoy el pozo tiene bastante agua y goza de gran estimación. En "Morse's Universal Geography" ( Geografía Universal de Morse), tomo I, pág. 142, se corrobora el descubrimiento del tronco: "Mientras se cavaba un pozo en Cincinnati, se descubrió el tronco de un árbol en buen estado, a veinticuatro metros de la superficie; y mientras se cavaba otro pozo en el mismo lugar, se halló otro tronco a veintiséis metros debajo de la superficie, en el cual se podían distinguir muy bien los golpes del hacha; y encima parecía tener los restos de algún hierro que había sido destruido por la herrumbre." Podríamos llenar un tomo con relatos de estas antigüedades americanas, para mostrar que este país ha sido habitado por un pueblo que tenía conocimiento de las artes y ciencias; que construía ciudades, cultivaba la tierra y poseía un idioma escrito. Sin embargo, las cosas que hemos presentado aquí bastan para nuestro objeto. Si se han descubierto enterrados en América algunos caracteres hebreos escritos sobre pergamino, con la misma facilidad se puede admitir que se ha hallado en América un tomo entero, escondido en la tierra, escrito sobre planchas en caracteres egipcios. Los sorprendentes descubrimientos de troncos de árboles a veinticinco metros debajo de la superficie de la tierra en Cincinnati, y otros hallazgos semejantes en


muchas otras partes de Norte y Sur América, como ciudades sepultadas y otras antigüedades, tienden todos a comprobar que ha habido una tremenda convulsión y revolución no sólo de naciones, sino de la naturaleza; y en ningún otro lugar se explica tan razonablemente esta convulsión, como en la siguiente extraordinaria y maravillosa narración de lo que aconteció en este país durante la crucifixión del Mesías, la cual narración hemos tomado del Libro de Mormón: Convulsiones de la naturaleza al tiempo de la crucifixión "Y sucedió que en el año treinta y cuatro, el cuarto día del primer mes, se levantó una tormenta como jamás se había conocido en todo el país. Y hubo también una grande y horrenda tempestad; y terribles truenos que sacudían toda la tierra como si estuviera a punto de dividirse en dos. Y hubo relámpagos extremadamente resplandecientes, como nunca se habían visto en todo el país. Y se incendió la ciudad de Zarahemla. Y se hundió la ciudad de Moroni en las profundidades del mar, y sus habitantes se ahogaron. "Y la tierra cubrió la ciudad de Moroníah, de modo que en lugar de la ciudad, apareció una enorme montaña. Y hubo una destrucción grande y terrible en el país del sur. Pero he aquí, la destrucción fue mucho más grande y terrible en el país del norte: pues he aquí, toda la faz de la tierra quedó cambiada por la tempestad, los torbellinos, los truenos, los relámpagos y los violentos temblores de toda la tierra; y se rompieron las calzadas, y se desnivelaron los caminos y muchos terrenos llanos se hicieron escabrosos. Y se hundieron muchas grandes y notables ciudades, y muchas se incendiaron, y en muchas los terremotos derrumbaron los edificios, y sus habitantes murieron, y los lugares quedaron desolados. "Y hubo algunas ciudades que permanecieron; pero sufrieron terribles daños, y muchos de sus habitantes murieron. Y hubo algunos que fueron arrebatados por el torbellino; y nadie sabe adónde fueron a parar; sólo se sabe que desaparecieron. Y así quedó desfigurada toda la superficie del país por motivo de las tempestades, los truenos, los relámpagos y los temblores de tierra. Y he aquí, se hendieron las rocas; fueron despedazadas sobre la superficie de toda la tierra, de tal modo que quedaron hechas pedazos, y partidas y hendidas por toda la faz del país "¡Oh, si nos hubiésemos arrepentido!" "Y acaeció que cuando cesaron los truenos, y los relámpagos, y la tormenta, y la tempestad, y los terremotos - porque he aquí, duraron como unas tres horas; y algunos dijeron que fue más; no obstante, todas estas grandes y terribles cosas acontecieron como en unas tres horas - he aquí, entonces hubo tinieblas sobre la superficie del país. Y sucedió que hubo una densa obscuridad sobre toda la superficie del país, de tal manera que los habitantes que no habían caído podían palpar el vapor de tinieblas; y no hubo luz a causa de la densa obscuridad, ni velas, ni antorchas; ni podía encenderse el fuego con su leña menuda y bien seca, de modo que no hubo luz.


"Y no se veía ninguna luz, ni fuego, ni vislumbre, ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, por ser tan densos los vapores de obscuridad que cubrían la faz de la tierra. Y sucedió que por el espacio de tres días no se vio ninguna luz; y hubo grandes lamentaciones, gritos y llantos sin cesar entre todo el pueblo; sí, grandes fueron los gemidos del pueblo por motivo de las tinieblas y la gran destrucción que les había sobrevenido. Y en un lugar se les oía lamentar en estos términos: ¡Oh, si nos hubiésemos arrepentido antes de este grande y terrible día; entonces se habrían salvado nuestros hermanos, y no hubieran sido quemados en aquella gran ciudad de Zarahemla! Y en otro lugar se les oía quejar y lamentar, diciendo: ¡Ojalá nos hubiésemos arrepentido antes de este grande y terrible día! ¡Oh, si no hubiésemos apedreado, quitado la vida y desechado a los profetas; entonces nuestras madres, nuestras bellas hijas y nuestros niños habrían sido preservados, y no enterrados en aquella gran ciudad de Moroníah! Y así, grandes y terribles eran los gemidos del pueblo. Destrucción de muchas ciudades nefitas "Y sucedió que se oyó una voz entre todos los habitantes de la tierra, por toda la superficie de este país, que dijo: ¡Ay, ay, ay de este pueblo! ¡Ay de los habitantes de toda la tierra, a menos que se arrepientan; porque el diablo se ríe, y sus ángeles se regocijan por la muerte de los bellos hijos e hijas de mi pueblo; y es por motivo de sus iniquidades y de sus abominaciones que han caído! He aquí, he quemado la gran ciudad de Zarahemla con sus habitantes. He aquí, he hecho que la gran ciudad de Moroni se hunda en las profundidades del mar, y he ahogado a sus habitantes. "Y he aquí, he cubierto de tierra la gran ciudad de Moroníah, con sus habitantes, para ocultar sus iniquidades y sus abominaciones de mi presencia, para que la sangre de los profetas y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos. Y he aquí, hice que se hundiera la ciudad de Gilgal, y que sus habitantes fueran sepultados en las profundidades de la tierra; sí, y la ciudad de Oníah con sus habitantes, y la de Mocum con sus habitantes, y la de Jerusalén con sus habitantes; y he hecho que las aguas ocupen sus lugares, para ocultar sus maldades y abominaciones de mi presencia, a fin de que la sangre de los santos y de los profetas no llegue más hasta mí en contra de ellos. "Y he aquí, la ciudad de Gadiandi, y la de Gadiomna, y la de Jacob, y la de Gimgimnó, todas éstas las he hecho sepultar, y he levantado lomas y valles en su lugar; y he enterrado a sus habitantes en las entrañas de la tierra para ocultar sus maldades y abominaciones de mi presencia, para que la sangre de los profetas y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos. Y la gran ciudad de Jacobugat, donde habitaba el pueblo del rey Jacob, he aquí, la he hecho quemar con fuego por causa de sus pecados y maldades, que sobrepujaban todas las iniquidades de toda la tierra, por motivo de sus secretos asesinatos y combinaciones; porque fueron ellos los que destruyeron la paz de mi pueblo y el gobierno del país; por tanto, los he hecho quemar, para que desaparezcan de mi presencia, para que la sangre de los profetas y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos. "Y he aquí, he hecho quemar con fuego la ciudad de Lamán, y la de Josh, y la de Gad, y la de Kishkumen, junto con sus habitantes, por sus maldades en desechar a los


profetas y apedrear a los que mandé entre ellos para declararles sus iniquidades y sus abominaciones. Y por haberlos desechado a todos, de modo que no hubo justos entre ellos, envié fuego y los destruí, para esconder sus maldades y sus abominaciones de mi presencia, a fin de que la sangre de los profetas y los santos que les he enviado no clamara más desde la tierra en contra de ellos. Y he herido este país y sus habitantes con muchas grandes destrucciones, a causa de sus maldades y abominaciones. Son exhortados los nefitas a venir a Cristo "¡Oh vosotros, todos los que habéis sido conservados porque fuisteis más justos que ellos! ¿No os volveréis a mí ahora, y os arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que yo os sane? Sí, en verdad os digo que si venís a mí, tendréis vida eterna. He aquí, mi brazo de misericordia se extiende hacia vosotros; y a quien viniere, recibiré; y benditos son los que vienen a mí. He aquí, soy Jesucristo, el Hijo de Dios. Yo crié los cielos y la tierra, y. todas las cosas que en ellos hay. Fui con el Padre desde el principio. Yo soy en el Padre, y el Padre en mí; y en mí ha glorificado el Padre su nombre. "Vine a los míos, y los míos no me recibieron. Y las Escrituras relativas a mi venida se han cumplido. Y a cuantos me han recibido, les he concedido llegar a ser hijos de Dios; y así haré con todos los que crean en mi nombre, porque he aquí, la redención viene por mí, y en mi se ha cumplido la ley de Moisés. Yo soy la luz y la vida del mundo. Soy Alfa y Omega, el principio y el fin. Y vosotros ya no me ofreceréis más derrame de sangre; sí, vuestros sacrificios y vuestros holocaustos cesarán, porque no aceptaré ninguno de vuestros sacrificios u holocaustos. "Y me ofreceréis como sacrificio un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Y al que viniere a mí con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, yo bautizaré con fuego y con el Espíritu Santo, así como los lamanitas fueron bautizados con fuego y con el Espíritu Santo al tiempo de su conversión, por motivo de su fe en mí, y no lo supieron. He aquí, he venido al mundo para traerle la redención, para salvarlo del pecado. Por tanto, al que se arrepintiere y viniere a mí como un niño, lo recibiré, porque de los tales es el reino de Dios. He aquí, por éstos he dado mi vida, y la he vuelto a tomar; así pues, arrepentíos y venid a mí, vosotros, los extremos de la tierra, y salvaos. "¡Cuántas veces os hubiera juntado!" "Y aconteció que de nuevo llegó una voz al pueblo, y todos oyeron y testificaron que decía: "¡Oh pueblo de estas grandes ciudades que han caído, que sois descendientes de Jacob, sí, que pertenecéis a la casa de Israel, cuántas veces os he juntado como la gallina junta sus pollos bajo las alas, y os he nutrido! Y además, ¡cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta sus pollos bajo las alas, oh pueblo de la casa de Israel que habéis caído; sí, oh pueblo de la casa de Israel que habitáis en Jerusalén, así como


vosotros que habéis caído; sí, cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta sus pollos, y no quisisteis! "¡Oh vosotros de la casa de Israel, a quienes he perdonado, cuántas veces os juntaré como la gallina junta sus pollos bajo las alas, si os arrepentís y venís a mí con firme propósito de corazón! Pero si no, oh casa de Israel, tus habitaciones quedarán desoladas hasta la época en que se cumpla el convenio hecho con tus padres. "Y sucedió que después que la gente hubo oído esto, empezaron a llorar y a gemir otra vez por la pérdida de sus parientes y amigos. Y acaeció que así pasaron los tres días. Y amaneció, y se disipó la obscuridad de sobre la faz del país, y cesó la tierra de temblar, y pararon las rocas de hendirse, y terminaron los espantosos gemidos y, se acabaron todos los sonidos tumultuosos. Y se integró la tierra otra vez, y se afirmó; y cesaron los lamentos, el llanto y los gemidos de los que quedaron vivos; y tornóse su lloro en gozo, y sus lamentaciones en alabanzas y en acción de gracias al Señor Jesucristo, su Redentor. Y hasta aquí se cumplieron las Escrituras que los profetas habían declarado.” 14 Aquí, pues, tenemos la historia que muestra clara y definitivamente cómo y cuándo fueron sepultadas estas antigüedades americanas; cómo quedaron enterrados los troncos de árboles a veinte o veinticinco metros debajo de la superficie de la tierra; cómo se hundieron y fueron destruidas las ciudades; cómo se derrumbaron las montañas y fueron levantados los valles; cómo se hendieron las peñas y cómo fue alterada y desfigurada toda la faz de la tierra. Terminamos este tema diciendo a todo pueblo: Si deseáis información sobre las antigüedades de América; o información histórica, profética o doctrinal de la mayor importancia, leed cuidadosamente el Libro de Mormón.

14

3 Nefi 8:5-25; 9:1-22; 10:3-11.


CAPITULO 5 DE LA RESURRECCIÓN DE LOS SANTOS Y LA RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS ANUNCIADAS POR LOS PROFETAS El significado de restauración Este es uno de los asuntos más importantes que la mente humana puede contemplar; y quizá tan desconocido en la época actual como cualquier otro de los que están comprendidos dentro de la palabra profética. Aunque ha sido abandonado en estos días, en un tiempo fue la base de la fe, esperanza y gozo de los santos. Era el entendimiento correcto de este asunto y la firme creencia en él, lo que influía en todos sus movimientos. Luego que quedaban fijos sus pensamientos en este tema, no podían ser movidos de su propósito; su fe era firme, su gozo constante y su esperanza como un ancla para el alma, segura y fuerte, que penetraba hasta las cosas que se hallan dentro del velo. Era esto por lo que podían regocijarse en medio de la tribulación, persecución, espada y llamas; y en vista de ello manifestaban gozo cuando eran despojados de sus bienes y gustosamente andaban errantes como extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque buscaban un país, una ciudad y una herencia que ninguno sino un santo jamás imaginó, entendió o siquiera esperó. Ahora bien, nosotros nunca podremos entender precisamente qué quiere decir la restauración a menos que entendamos lo que se ha perdido o quitado. Por ejemplo, cuando ofrecemos restaurar alguna cosa a cualquier hombre, damos a entender que en un tiempo tuvo aquello y lo perdió, y nosotros vamos a procurar restituirle o darle posesión de lo que una vez tuvo. Por tanto, cuando algún profeta se refiere a la restauración de todas las cosas, significa que todas las cosas han sufrido un cambio, y que de nuevo van a ser restauradas a su orden primitivo, tal como existieron en el principio. Perfección de la creación primitiva En primer lugar, pues, se precisa que examinemos la creación, tal como salió en su pureza de la mano de su Creador, pues si podemos descubrir el verdadero estado en que entonces existía y entendemos los cambios que desde ese tiempo han ocurrido, nos será más fácil entender lo que debe ser restaurado; y estando dispuestos nuestros entendimientos, esperaremos precisamente las cosas que han de venir, y no habrá peligro de que en la ignorancia levantemos nuestro débil brazo para oponernos a las cosas de Dios. En primer lugar, pues, nos referiremos a la tierra, en lo que respecta a su faz, su situación local y también su producción. Después que Dios hubo creado los cielos y la tierra, y separado la luz de las tinieblas, su siguiente mandato fue a las aguas: "Y dijo Dios: júntense las aguas que


están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así." 1 Esto nos revela un hecho asombroso que muy pocos han comprendido o creído en esta edad extraviada: aprendemos que las aguas, que hoy se hallan dividas en océanos, mares y lagos, en esa época se hallaban juntas en un extenso océano, y, consiguientemente, que la tierra, que ahora se encuentra partida y dividida en continentes e islas casi innumerables, era entonces un amplísimo continente o cuerpo unido, y no separado como se conoce en la actualidad. En segundo lugar, leemos que el Señor declaró que la tierra, así como todo lo demás, era muy bueno. 2 Esto nos da a entender que no había desiertos, yermos, pantanos, cerros escarpados o grandes montañas cubiertas de nieves eternas; y no había parte del planeta que estuviese en las zonas glaciales para darle un clima lúgubre e improductivo, sujeto a heladas eternas y perpetuas cadenas de hielo, sino que toda la tierra era probablemente una vasta llanura, entreverada con pequeñas elevaciones y undulaciones, bien adecuadas para el cultivo. A la vez, su clima tenía una variedad agradable, con los moderados cambios de calor y frío, y sus épocas de lluvia y sequía, que sólo tendían a coronar los variados años con la mayor diversidad de productos: todos para el bien del hombre, las bestias, las aves y lo que se arrastra, mientras que los floridos valles y fragantes arboledas esparcían su dulce aroma sobre las alas de toda brisa. Toda la amplia creación de seres vivientes sólo conocía la salud, la paz y el gozo. La vida sobre el paraíso terrenal Enseguida leemos: "Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fue así. 3 Estos versículos nos dan a entender que la tierra no producía hierbas nocivas, ni plantas venenosas, ni inútiles cardos y espinas. De hecho, todo lo que crecía tenía por objeto ser por comida al hombre, el animal, el ave y las cosas que se arrastran; y todo su alimento era materia vegetal. Jamás se sacrificaba la carne o la sangre para henchir sus almas o gratificar sus apetitos. Los animales de la tierra vivían en perfecta armonía el uno con el otro: el león comía paja como el buey, el lobo vivía con el cordero, el leopardo se acostaba con el cabrito, y la vaca y la osa pacían juntas en el mismo campo. Todo era paz y armonía, y no había nada que dañara o molestara en todos los santos montes. Entonces, para coronar todo aquello, vemos que el hombre fue creado a imagen de Dios, y que fue exaltado en dignidad y poder, y recibió dominio sobre la vasta creación de seres vivientes que abundaban en la tierra. A la vez, su morada era un hermoso jardín, bien regado, en medio del cual se hallaba el árbol de vida, del cual podía participar libremente. Además, se hallaba en presencia de su Creador, conversaba 1

Génesis 1:9. Génesis 1:31. 3 Génesis 1:29,30. 2


con El cara a cara y podía contemplar su gloria sin que fuera necesario interponer un velo nebuloso entre ellos. Contemplemos por un momento esta bella creación con su paz y abundancia: la tierra llena de animales inofensivos que se regocijaban en toda la pradera; bellos pájaros en profusión por los aires, cuyos incesantes trinos resonaban con variedad de melodías, y todos sujetos a su legítimo soberano, que se deleitaba en ellos. En un hermoso jardín, que era la capital de la creación, se sentaba el hombre sobre el trono de este dilatado imperio, en su mano el cetro que le daba dominio sobre toda la tierra con derecho indisputable, mientras que legiones de ángeles en derredor unían sus jubilosas voces en gratos himnos de alabanza y exclamaciones de gozo. No se oían gemidos ni quejas en toda la vasta expansión; ni había tristeza, temor, dolor, llanto, enfermedad o muerte; ni contiendas, guerras o derrame de sangre, sino que la paz reinaba en cada estación, y la vida, el gozo y el amor tenían completo dominio sobre las obras de Dios. Mas, ¡oh, cómo han cambiado esas escenas! La caída transformó al hombre, la tierra y toda cosa viviente Tengo ahora la penosa obligación de indicar algunos de los cambios importantes que se han verificado, así como las causas que han conspirado para reducir a la tierra y sus habitantes a su estado actual. En primer lugar, el hombre cayó de su posición ante Dios por ceder a la tentación. Esta caída afectó a toda la creación, así como al hombre, y ocasionó varios cambios. Fue desterrado de la presencia de su Creador, se interpuso un velo entre ellos, y el hombre fue echado del jardín de Edén para cultivar la tierra, que entonces fue maldecida por amor de él, y empezó a producir espinas y cardos. En el sudor de su rostro habría de ganarse su pan con angustia habría de comer de él todos los días de su vida y por último volver al polvo. En cuanto a Eva, su castigo fue multiplicidad de dolores y preñeces, y entre su descendencia y la de la serpiente habría enemistad continua; y su simiente heriría la cabeza de la serpiente, y ésta le heriría el calcañar. Consideremos ahora el cambio. La escena tan bella poco ha, se ha vuelto habitación de la tristeza y el afán, de la muerte y el llanto. La tierra gime con su rendimiento de espinas y cardos. Surge la enemistad entre el hombre y la bestia: la serpiente se arrastra a escondidas, por temor de recibir la herida mortal en su cabeza, y el hombre recorre con sobresaltos la senda llena de espinas, temiendo que la serpiente le hinque los colmillos en el calcañar; y mientras tanto, el cordero derrama su sangre sobre el altar humeante. No tarda el hombre en comenzar a perseguir, odiar y asesinar a sus semejantes, hasta que al fin la tierra se llena de violencia, toda carne se corrompe, prevalecen los poderes de las tinieblas y le pesa a Noé que Dios hubiese hecho al hombre, y le duele el corazón de que el Señor tenga que ejecutar su venganza y purificar la tierra con agua.


Es cambiada toda la superficie y condición de la tierra Hasta qué punto ayudó el diluvio a producir los varios cambios, en lo que concierne a la división de la tierra en fragmentos quebrados, islas y continentes, montañas y valles, no se nos ha informado. Los cambios deben haber sido considerables; pero después del diluvio, fue dividida la tierra en los días de Peleg. 4 Ciertamente es una historia sumamente breve de un acontecimiento tan importante, y sin embargo, explica la inmensa revolución que causó que el mar se saliese de su propio lugar en el norte y se interpusiese entre diferentes partes de la tierra, que así quedaron divididas y más o menos en la forma que hoy tienen. Eso, y los terremotos, revoluciones y convulsiones de la tierra que han ocurrido desde entonces, han contribuido a la alteración de la faz de la tierra a su estado actual, mientras que las grandes maldiciones que han caído sobre diferentes regiones, por motivo de la iniquidad de los hombres, explican la existencia de los terrenos pantanosos, los lagos hundidos, los mares muertos y los vastos desiertos. Consideremos, por ejemplo, la denunciación de los profetas respecto de Babilonia: cómo se iba a tornar en desolación perpetua, guarida de bestias feroces, habitación de aves inmundas y repugnantes, nido de lechuzas; y que jamás sería habitada, sino que sería terreno desolado de generación en generación. Contemplemos también las llanuras de Sodoma, cubiertas de pueblos, ciudades y jardines florecientes, bien regados. Mas ¡oh cómo ha cambiado! Un extenso mar de agua estancada es lo único que marca el sitio. Acordémonos de la tierra de Palestina en los días de Salomón: podía sostener a millones de habitantes, aparte de rendir trigo en abundancia y otros productos que permutaban con las naciones vecinas. Ahora es una región estéril que apenas puede sostener unos pocos infortunados habitantes. Cuando dirijo la mirada a mi propio país, y veo los numerosos pantanos, lagos y lagunas de aguas estancadas, junto con las vastas montañas e innumerables lugares escabrosos donde las peñas se han hendido y partido, desde su centro hasta su circunferencia, tengo que exclamar: ¿Cuál es la causa de todo esto? Al leer el Libro de Mormón, se me informa que al tiempo que Cristo fue crucificado entre los judíos, todo este continente americano fue sacudido hasta sus centros; que se hundieron muchas ciudades y aparecieron las aguas en su lugar; que todas las rocas se partieron en dos; que las montañas fueron elevadas a una altura grandísima, mientras que otras fueron hechas valles; que los caminos llanos se hicieron escabrosos, y que fue cambiada toda la faz del país. Es entonces cuando exclamo: ¡Estas cosas ya no encierran un misterio; ahora he aprendido el porqué de tanta maravilla que veo por todos lados al viajar por el país! Cuando paso por un banco de rocas y veo que han sido hendidas y despedazadas, mientras que algunos fragmentos enormes se hallan profundamente incrustados en la tierra a varios metros de donde fueron arrancados, exclamo con asombro: ¡Estos fueron los gemidos, las convulsiones de la naturaleza agonizante, mientras el Hijo de Dios sufría sobre la cruz!

4

Génesis 14:25.


Los hombres han degenerado desde los días antiguos También los hombres se han degenerado y cambiado mucho, al igual que la tierra. Los pecados, las abominaciones y los muchos hábitos perversos de las postreras edades han aumentado las miserias, afanes y sufrimientos de la vida humana. La ociosidad, extravagancia, orgullo, codicia, borracheras y otras abominaciones que caracterizan estas últimas épocas, se han unido todas para hundir al género humano en el más bajo estado de miseria y degradación. Por otra parte, la superchería sacerdotal y las falsas doctrinas han ayudado en gran manera a adormecer a la raza humana; y los han dejado dormidos, infinitamente lejos de las potencias y realizaciones que los antiguos lograron, y que son lo único que tiene por objeto elevar los poderes intelectuales de la mente humana, establecer nobles y generosos sentimientos, dilatar el corazón y ensanchar el alma hasta el último grado de su capacidad. Observemos cómo conversaban los antiguos santos con el Gran Jehová; cómo aprendían de los ángeles y recibían instrucciones por el Espíritu Santo, en sueños por la noche y visiones durante el día, hasta que al fin era quitado el velo y se les permitía contemplar con asombro y admiración todas las cosas pasadas y futuras, sí, aun remontarse allá, entre los mundos sin número, mientras la ancha expansión de la eternidad se desplegaba ante su vista, y veían las poderosas obras del Gran YO SOY, hasta que por fin conocieron como son conocidos y vieron como son vistos. Comparemos esta inteligencia con el inferior conocimiento superficial de la educación y sabiduría del mundo, que parece dejar satisfecho el estrecho pensamiento del: hombre en esta generación. Sí, fijémonos en el mezquino, astuto, inconstante, avaro y tacaño calumniador del siglo en que vivimos, que no piensa más que en aumentar sus bienes o en aprovecharse del prójimo; cuyas actividades o deberes religiosos se limitan a ir a los servicios, pagar al sacerdote su salario y orar a su Dios, pero sin esperar ser oído ni contestado, pues supone que Dios ha estado sordo y mudo por muchos siglos, o que es completamente estúpido e indiferente como lo es él. ¡Oh hombre, cómo has caído! Así pues, habiendo visto el contraste entre una y otra cosa, podremos formarnos una idea de la gran altura de la que el hombre ha caído. También se verá cuán infinitamente inferior a su gloria y dignidad anteriores es el estado en que ahora vive. El corazón llora y se aflige en extremo de verlo en su baja condición; y cuando reparamos en que es nuestro hermano, estamos prontos para exclamar con asombro y admiración: "¡Oh hombre, cómo has caído! En un tiempo fuiste el favorito de los cielos; tu Hacedor se deleitaba en conversar contigo, y tenías por compañeros a los ángeles y los espíritus de los justos hechos perfectos. Ahora te has degradado y has llegado al nivel de las bestias, sí, e inferior a ellas, porque miran con horror y espanto tus vanas diversiones, tus juegos y borracheras, y muchas veces te dan un ejemplo muy digno de imitar. Bien dijo el apóstol Pedro, que no sabéis nada sino aquellas cosas que conocéis naturalmente como bestias salvajes, hechas para ser tomadas y destruidas. 5 Y así 5

2 Pedro 2:12.


perecéis de generación en generación, mientras toda la creación gime bajo su corrupción; y la angustia, la muerte, el lamento y el llanto colman la medida de los días del hombre." No permitamos, empero, que nuestras almas contemplen por más tiempo este lúgubre cuadro. Bástenos decir que hemos descubierto, hasta cierto punto, lo que se ha perdido. Tornemos ahora nuestra atención a lo que los profetas anunciaron que sería restaurado. Todos los profetas esperaron el día de la restauración Mientras el apóstol Pedro predicaba a los judíos, les declaró: "Y enviará a Jesucristo, que os fue antes anunciado: al cual de cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo." 6 Parece, en vista de lo anterior, que todos los santos profetas, desde Adán hasta Cristo, y los que siguieron después, tenían puestos los ojos en cierta época, un tiempo en que todas las cosas iban a ser restauradas a su prístina belleza y excelencia. También aprendemos que los días de esta restauración habían de ser al tiempo de la segunda venida de Cristo o cerca de esa época, porque los cielos han de tenerlo hasta el tiempo de esa restitución y entonces el Padre lo enviará de nuevo a la tierra. Vamos ahora a examinar los versículos 1 a 5 del capítulo 40 de Isaías: "Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén: decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto: Barred camino a Jehová: enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; que la boca de Jehová habló." Estos pasajes nos hacen ver, primero, que se iba a oír la voz de uno que clamaría en el desierto para preparar el camino del Señor, precisamente cuando Jerusalén haya sido hollada de los gentiles el tiempo suficiente para haber recibido doble de la mano de Jehová por todos sus pecados sí, cuando la guerra contra Jerusalén haya terminado y le sean perdonadas sus iniquidades. Entonces se hará esta proclamación, como en otro tiempo la hizo Juan; sí, una segunda proclamación de preparar el camino del Señor para su segunda venida. Y más o menos en ese tiempo todo valle será alzado, todo monte y collado será bajado, se enderezará lo torcido, se allanará lo áspero y la gloria de Jehová se manifestará, y toda carne juntamente la verá, porque la boca del Señor lo ha hablado.

6

Hechos 3:20, 21.


La tierra será restaurada a su estado primitivo De manera que vemos que todo monte será bajado, todo valle será alzado, y que lo escabroso será allanado y lo torcido enderezado; y estas portentosas revoluciones empezarán a restaurar la faz de la tierra a su belleza anterior. Sin embargo, después de haberse realizado esto, no estará completa nuestra restauración. Quedarán muchas otras cosas por hacer, a fin de que sean restauradas todas las cosas. Enseguida leeremos del capítulo 35 de Isaías, donde de nuevo se habla de la segunda venida del Señor y las grandes obras que seguirán. El estéril desierto abundará en lagunas y fuentes de aguas vivas, y producirá césped y florecerá como la rosa; y esto acontecerá al tiempo de la venida de su Dios, con venganza y con pago, lo cual debe referirse a su segundo advenimiento; y es cuando Israel ha de venir a Sión con canciones de gozo sempiterno, y huirá la tristeza y el gemido. De modo que aquí vemos que se quitará la maldición de los desiertos, y que se convertirán en terrenos fructíferos y bien regados. Investigaremos ahora si las islas han de volver a los continentes de los que fueron separadas. Para esto nos referiremos al Apocalipsis 6:14: "Y todo monte y las islas fueron movidos de sus lugares." Este pasaje nos da a entender que fueron movidas a algún lugar; y como se trata de la época de restaurar lo que se había perdido, las islas, por tanto, volverán y se juntarán a las tierras de las que fueron arrancadas. El siguiente pasaje se encuentra en el capítulo 13 de Isaías, versículos 13 y 14, y dice que "la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor. Y será como corza amontada y como oveja sin pastor." También Isaías 62:4: "Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Asolamiento; sino que serás llamada Hephzibah, y tu tierra Beulah; porque el amor de Jehová será en ti, y tu tierra será casada." En el primer pasaje leemos que la tierra será movida como corza amontada, y en el segundo, que será casada. De modo que por todos y los varios pasajes de las Escrituras aprendemos que los continentes y las islas serán unidos en uno, como lo eran al tiempo de su creación; y el mar se apartará y se volverá a su propio lugar, donde anteriormente se hallaba. Todo esto ha de acontecer durante la grande convulsión de la naturaleza, cerca del tiempo de la venida del Señor. ¡Mirad! el Oliveto hendido en dos Al ser tocado por el pie de Dios: Las islas, obedientes volverán Y al aquilón los mares huirán; La tierra, restaurada a su primor, Habitación será de gozo y de amor. La restauración de toda la vida a su perfección edénica Restaurada la tierra al mismo glorioso estado en que al principio existió, por haber sido rebajadas las montañas, elevados los valles y allanados los lugares ásperos, habiéndose tornado fructíferos los desiertos y los continentes y las islas uniéndose en


uno, causando que fuese quitada la maldición a fin de que no hubiera más espinas, cardos y hierbas nocivas - el siguiente paso será reglamentar y restaurar la creación animal a su condición anterior de paz y gloria para que cese la enemistad sobre la tierra. Pero esto no podrá ser sino hasta que descienda una destrucción general sobre los hombres, a fin de que la tierra sea completamente limpiada, y toda iniquidad desaparezca de su faz. Esto se llevará a cabo por la vara de su boca y por el aliento de sus labios, o en otras palabras, por fuego tan universal como lo fue el diluvio. Se declara en Isaías 11:4, 6 y 9: Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Morará el lobo con el cordero, y el tigre con el cabrito se acostará: el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de teta se entretendrá sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas." De modo que será purificada la tierra, glorificada con el conocimiento de Dios, como cubren la mar las aguas. Él derramará su Espíritu sobre toda carne, y los hombres, así como las bestias, se volverán completamente inofensivos como en el principio, su único alimento será la substancia vegetal. Nada habrá para perjudicar o destruir en toda la vasta creación. Muchas son las descripciones gloriosas que los profetas han dado de la felicidad de los habitantes: "Y edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán y otro morará; no plantarán, y otro comerá: porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos. No trabajarán en vano, ni parirán para maldición; porque son simiente de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y será que antes que clamen, responderé yo: aun estando ellos hablando, yo habré oído." 7 Parece que en este dichoso estado de existencia toda la gente vivirá hasta la edad completa de un árbol, sin dolores ni angustias; cuanto pidieren les será concedido inmediatamente y antes que clamen les será respondido. Por supuesto, no habrá quien duerma en el polvo, porque al morir preferirán ser trasladados, es decir, cambiados en un abrir y cerrar de ojos, del estado mortal al inmortal, para luego seguir reinando con Jesús en la tierra. La resurrección literal de Cristo De modo que hemos seguido las profecías a través de las varias escenas que nos pintan la restauración de la tierra y sus habitantes a ese estado de perfección en que al principio existieron, y en el que existirán durante el gran día de reposo de la creación. Habiendo, pues, examinado la restauración de todas las cosas entre los vivientes, ahora 7

Isaías 65:21-24


nos tornaremos a los que duermen en los sepulcros. Sin embargo, para poder entender con exactitud la naturaleza de su restauración, será preciso que nos enteremos de los detalles concernientes a la resurrección de Jesús, porque es el modelo exacto según el cual todos sus santos han de resucitar. Recordaremos: Primero, que tuvo un cuerpo de carne, sangre y huesos como cualquier otro hombre, y en todo sentido estuvo sujeto al hambre, la sed, el dolor, la fatiga, la enfermedad y la muerte, igual que cualquier otra persona, pero con esta diferencia: Él podía aguantar mucho más que cualquier otro cuerpo humano. Segundo, este mismo cuerpo fue puesto sobre la cruz, destrozado por los clavos que penetraron sus manos y pies, y por la lanza que causó la herida en su costado, de la cual salió sangre y agua. Tercero, este mismo cuerpo, enteramente sin vida, como cualquier otro cadáver, fue llevado sin que le fuera quebrantado uno de sus huesos, y con mucho cuidado fue envuelto en una sábana y depositado en el sepulcro, donde permaneció hasta el tercer día. Muy de mañana llegaron las mujeres a la tumba ese día, y después de ellas sus discípulos. Hallaron los lienzos echados y el sudario que había estado sobre su cabeza, en un lugar aparte; mas el cuerpo ya no estaba allí. Ministerio del Señor resucitado Todas estas circunstancias nos revelan el hecho de que aquel mismo cuerpo de carne y huesos que había sido puesto en la tumba fue en verdad revivificado, y se levantó y echó a un lado los lienzos que ya no necesitaba. Jesucristo salió triunfante de las mansiones de la muerte, poseyendo el mismo cuerpo con que había nacido de mujer y había sido crucificado. Mas en sus venas no corría sangre, porque la sangre es la vida natural, en la que se encierran los elementos de la mortalidad; y si el hombre fuese restaurado a la carne y la sangre, sería mortal y por consiguiente, estaría nuevamente sujeto a la muerte. No fue así con nuestro Salvador, aunque ciertamente tuvo un cuerpo de carne y huesos después de su resurrección, porque cuando se apareció a sus discípulos, llenándolos de espanto porque creían que estaban viendo un espíritu, Él les dijo, para indicarles su error: "Palpad y ved; que el espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo." 8 Y pidiéndoles algo de comer, le ofrecieron parte de un pez asado y un panal de miel, que Él comió delante de ellos. Más tarde, llamó a Tomás para que tocase con su dedo las marcas en sus manos y sus pies, y metiese la mano en su costado. Por tanto, queda demostrado que no sólo poseía el mismo cuerpo, sino que las mismas heridas también se manifestaban como testimonio; y así será hasta que Él venga de nuevo, cuando los judíos mirarán a aquel que han traspasado, y preguntarán: "¿Qué heridas son éstas en tus manos?” 9 ¡Oh, duros de corazón, impíos hijos de los hombres! Vuestros ojos muy pronto verán a Aquel que fue crucificado por vuestros pecados. Entonces entenderéis que la 8 9

Lucas 24:39 Zacarías 12:10; 13:6.


resurrección de los muertos es una realidad, algo tangible, y que la eternidad no es una tierra de sombras ni un mundo de fantasmas, como algunos suponen. Otra de las cosas que hizo Jesús después de su resurrección, fue la humilde tarea de asar un pez e invitar a sus discípulos a comer de él. ¡Oh, qué sencillez! ¡qué amor! ¡qué condescendencia! ¡Admiraos, oh cielos! ¡Asómbrate, oh tierra! He ahí a vuestro Redentor, revestido de inmortalidad, y sin embargo, lo vemos, sentado junto a las ascuas, al aire libre, humildemente comiendo con sus hermanos del pez que había preparado con sus propias manos. ¡Oh, grandes y nobles de la tierra, que os halláis rodeados de lujos y refinamiento! ¡Oh, sacerdotes, que os halláis colmados de los honores, títulos, dignidades, riquezas y esplendor del mundo! ¡He aquí una lección que os hará sonrojar; no más os jactéis de ser discípulos del manso y humilde Jesús! Ezequiel anuncia la resurrección de todo Israel Volvamos, empero, al tema de la resurrección. Habiendo demostrado claramente que nuestro Salvador se levantó de los muertos con el mismo cuerpo de carne y huesos con que fue crucificado, y que comió y bebió con sus discípulos, queda resuelto para siempre el asunto de la resurrección de los santos. Mas si se requieren pruebas adicionales, las tenemos en la profecía de Job que se citó en otra parte de esta obra, donde declara que su Redentor al fin se levantaría sobre el polvo, y que en su carne lo vería aunque se consumieran sus riñones dentro del cuerpo que entonces tenía. 10 El hecho es que los santos recibirán de nuevo sus cuerpos - cada coyuntura en su propio y perfecto lugar cubiertos de carne, nervio y piel, como nos hallamos ahora. Serán seres inmortales que nunca más verán corrupción, y vestirán una túnica blanca de rico lino, propia para cuerpos inmortales. Bien dijo el apóstol, que tenemos en los cielos una mejor sustancia (no sombra). 11 A fin de aclarar este asunto un poco más, vamos a examinar cuidadosamente el capítulo 37 de Ezequiel, al que de paso nos hemos referido ya. En esta visión el profeta es llevado en el espíritu y ve ante sus ojos un campo que estaba lleno de huesos, muy numerosos y sumamente secos. Mientras contempla la espantosa escena, se le hace una pregunta asombrosa: "Hijo del hombre, ¿vivirán estos huesos?" Y él contesta: "Señor Jehová, tú lo sabes." Entonces le manda: "Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.” 12 Al profetizar como le fue mandado, hubo un ruido. "y he aquí un temblor, y los huesos se llegaron cada hueso a su hueso"; y los nervios y la carne subieron sobre ellos, y la piel los cubrió. Entonces le fue mandado profetizar a los cuatro vientos: "Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán . . y entró espíritu en ellos y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo." 13

10

Job 19:25-27. Hebreos 10:34. 12 Ezequiel 37: 1-4. 13 Ezequiel 37:7-10. 11


Hemos oído muchos comentarios respecto de esta visión. Algunos la comparan a los pecadores que se convierten, y otros al cuerpo de Cristo, es decir, la Iglesia, cuando está muerta en cuanto a los dones espirituales. Sin embargo, la Iglesia, si muere, ya no puede seguir siendo el cuerpo de Cristo, pues cuando persevera en la viña verdadera, vive y da fruto, y no está muerta; mas cuando no persevera en Él, queda cortada como rama, se seca, es quemada y no se vuelve a levantar. Pero ¿acaso hemos oído la explicación que el Señor mismo da a la visión en el mismo capítulo? Es tan superior a cualquier otro comentario, que me inclino a creerla. Por tanto, la escribiré, dándole preferencia, aunque quizá incurriré en el peligro de llegar a ser impopular por hacerlo. Los santos resucitados heredarán la tierra El Señor dice: "Hijo del hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados. Por tanto profetiza, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová." 14 De modo que se nos explica de una manera clara la visión entera, si es que se quiere aceptar la autoridad del Señor, cosa que raras veces acontece en esta edad de ciencia y alumbramiento. El hecho es que toda 1a posteridad de Israel resucitará de los muertos y será conducida a la tierra de Israel, que le fue dada por herencia perpetua. A fin de lograrlo, sus huesos secos serán juntados, cada hueso a su hueso, y cada parte de su cuerpo ha de ser restituida. Habrá un gran estruendo. y asombroso temblor cuando se junten, y ciertamente cuando se incorporen y estén sobre sus pies serán un ejército muy grande en extremo. Esto también explica la promesa tan frecuentemente repetida en las Escrituras: "Mi siervo David les será príncipe para siempre." Por cierto, en este mismo capítulo les es prometido que su siervo David será levantado y será su príncipe, mientras que el Señor será su rey.'' 15 A la vez, aquellos que estén vivos, así como los que estén muertos, serán restaurados y llegarán a ser una nación en la tierra sobre el monte de Israel. David se levantará y les servirá de príncipe y pastor para siempre, cuando el Señor Jesús reinare como Rey de reyes y Señor de señores. “La luna se avergonzará y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reinare en el monte de Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos fuere glorioso." 16 Glorioso día de aliento y paz, Tú nuestro anhelo cumplirás 14

Ezequiel 37:11-14. Ezequiel 37:22-28. 16 Isaías 24:23. 15


De saludar allá en amor A los ancianos del Señor; Do sólo dicha existirá, Y muerte y penas no habrá. La cena de la boda del Cordero Yo dejo de maravillarme, cuando me acuerdo que Abraham se consideró extranjero y peregrino porque esperaba ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios. Según las Escrituras, Adán nuestro padre, el Anciano de grande edad, se sentará, el Señor vendrá y la tierra será renovada. Entonces, después de esta restauración se precisará un cambio más, a fin de preparar la tierra para que sea la herencia eterna del hombre; y ese cambio ha de acontecer el último día, después que los hombres hayan vivido sobre ella en paz por mil años. Ahora hemos descubierto el gran secreto, que nadie aparte de los santos ha comprendido (y éstos lo han entendido bien en todas las edades del mundo), y es que el hombre ha de morar en la carne con el Mesías, con toda la casa de Israel, y con todos los santos del Altísimo, no sólo mil años, sino por los siglos de los siglos. Allí nuevamente nuestro padre Adán con su cabello blanco como la lana pura, se sentará sobre el trono con toda dignidad como el Anciano de grande edad, el gran Patriarca, el potente Príncipe, mientras que de nuevo estarán delante de él millares de millares, y diez mil veces diez mil lo servirán. Allí recibirá a todos sus hijos que murieron en la fe del Mesías; y Abel, Enoc, Abraham, Job, Daniel y los profetas, apóstoles y santos de Dios de todas las edades, se saludarán unes a otro. Jesús el gran Mesías estará en medio de ellos, y para coronar todo, se ceñirá y administrará pan y vino a toda la multitud. El mismo participará con ellos sobre la tierra, y todos estarán vestidos de lino exquisito, blanco y pura. Esta será la cena de bodas del Cordero. Bienaventurados quienes participaren de ella. Los profetas predicen el establecimiento de la Ciudad Santa Habiendo seguido la gran restauración de la tierra y sus habitantes,' hasta hallarlos disfrutando por completo de las promesas hechas a sus padres, y habiéndonos enterado de que el estado futuro no es una condición de sombras y fábulas, sino algo tangible, "una mejor sustancia", como dice la Escritura, vamos ahora a considerar la división de su tierra y la disposición de su ciudad, la Ciudad Santa, donde el tabernáculo de Dios y su santuario estarán para siempre jamás. Esta, por supuesto, es la ciudad que buscaron Abraham y otros, mas no pudieron encontrarla. Esta descripción se halla en el último capítulo de Ezequiel, donde divide la tierra por suertes entre las doce tribus, y traza la ciudad y su santuario en el centro, con sus doce puertas, tres a cada lado, todo el conjunto dispuesto en cuadro. En el capítulo 47 de su libro hallamos la descripción de un bello río que saldrá de debajo del umbral del templo hacia el oriente, para desembocar en el mar Muerto, causando que las aguas


sanen y produzcan gran abundancia de peces desde En-gadi hasta Eneglaim, y los pescadores tenderán allí sus redes. Los charcos y las lagunas no sanarán, sino que quedarán para salinas. En las riberas crecerán toda clase de árboles frutales, cuyas hojas nunca caerán ni les faltará fruto. A sus meses madurará, por motivo de las aguas que salen de debajo del santuario, y su fruto será para comer, y sus hojas para medicina. Sin embargo, a fin de detallar más claramente la construcción de la ciudad y los materiales con que será edificada, citaremos del capítulo 54 de Isaías, versículos 11 hasta el fin de dicho capítulo: "Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y todo tu término de piedras de buen gusto. Y todos tus hijos serán enseñados de Jehová; y multiplicará la paz de tus hijos. "Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás; y de temor, porque no se acercará a ti. Si alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. He aquí que yo crié al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he criado al destruidor para destruir. Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos de Jehová, y su justicia de por mí, dijo Jehová." Descripción de la Ciudad Santa Estos versos nos dan una idea de la belleza de la ciudad y los materiales que se van a usar en su construcción. Sus piedras de rubí, sus fundamentos de zafiros, sus ventanas de piedras preciosas, sus puertas de piedras de carbunclo y todo su término de piedras de buen gusto. Todo esto tiene por objeto embellecer el lugar de su santuario, honrar el lugar de sus pies, así como dar un lustre y magnificencia a la ciudad, de los cuales los gentiles pueden tan solamente formarse un vago concepto, no obstante toda su ostentación de riquezas y grandeza. Luego observamos en la misma descripción el conocimiento y la paz y la seguridad de que disfrutarán todos los habitantes, mientras que todos aquellos que se junten contra ellos para combatirlos, tendrán que perecer. Ciertamente ésta es la herencia de los siervos del Señor, seguramente es ciudad deleitable, y bien vale una peregrinación como la de Abraham. Mas para formarnos un concepto más notable aún de la prosperidad, riqueza, hermosura y magnificencia de las ciudades de Sión y Jerusalén, citaremos el capítulo 60 de Isaías: "Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos; mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las gentes a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos en derredor, y mira: todos estos se han juntado, vinieron a ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas.


"Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto a ti la multitud de la mar, y la fortaleza de las gentes haya venido a ti. Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha; vendrán todos los de Seba; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. "¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Ciertamente a mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche; para que sea traída a ti fortaleza de gentes, y sus reyes conducidos. Porque la gente o el reino que no te sirviere, perecerá; y del todo serán asoladas. Majestad y gloria de la Ciudad Santa "La gloria del Líbano vendrá a ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y llamarte han Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no había quien por ti pasase, ponerte he en gloria perpetua, gozo de generación y generación. Y mamarás la leche de las gentes, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. En vez de cobre traeré oro, y por hierro plata, y por madera metal y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores. "Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tus términos; mas a tus muros llamarás Salud, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te será por luz perpetua y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño será por mil, el menor, por gente fuerte. Yo Jehová a su tiempo haré que esto sea presto." Este capítulo nos hace saber: Primero, que se edificará una ciudad en los últimos días, a la cual serán conducidos no sólo Israel, sino las naciones de los gentiles; y que la nación y reino que no sirva a esa ciudad perecerá y será completamente destruido. Señor.

Segundo, se nos informa que el nombre de esa ciudad es Sión, la ciudad del Tercero, nos es dicho que es el sitio de su santuario y el lugar de sus pies.

Cuarto, que la madera más fina, el haya, los pinos y bojes, será traída para adornar el lugar de su santuario y honrar el lugar de sus pies.


Quinto, que habrá tal abundancia de metales preciosos, que se usará oro en lugar de cobre, plata en lugar de hierro, metal en lugar de maderas y hierro en lugar de piedras. Su tributo será la paz, y por exactores tendrá a la justicia. Nunca más se oirá violencia en la tierra, ni habrá más destrucción o quebrantamiento dentro de sus fronteras. Sus muros se llamarán Salud, y sus puertas Alabanza; y la gloria de Dios que estará en medio de ella sobrepujará el sol. Los días de su lamentación habrán terminado, todos sus habitantes serán justos y heredarán la tierra para siempre, pues serán renuevos del plantío del Señor obra de sus manos, para glorificarlo. El pequeño será nación fuerte, y el Señor hará que acontezca presta Sión y Jerusalén son nombrados centros del recogimiento El salmista David nos habla concerniente al tiempo de la edificación de esta ciudad en el Salmo 102, versículos 13 al 22: "Tú, levantándote, tendrás misericordia de Sión; porque el tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado. Porque tus siervos aman sus piedras, y del polvo de ella tienen compasión. Entonces temerán las gentes el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto; habrá mirado a la oración de los solitarios, y no habrá desechado el ruego de ellos. "Escribirse ha esto para la generación venidera: y el pueblo que se criará, alabará a JAH. Porque miró de lo alto de su santuario; Jehová miró de los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; porque cuenten en Sión el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén, cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos, para servir a Jehová." Estas Escrituras nos informan: Primero, que se ha señalado un tiempo para edificar a Sión, o sea la ciudad a que alude Isaías; que esta época será poco antes de la segunda venida de Cristo> y que cuando se construya, el Señor aparecerá en su gloria, y no antes. Según esto, podemos afirmar que si tal ciudad nunca fuere edificada, el Señor jamás vendría. Segundo, se nos da a saber que los pueblos y los reinos van a ser reunidos para servir al Señor en Sión, así como en Jerusalén, y Tercero, que se escribió este Salmo expresamente para la generación venidera, y los pueblos que han de ser creados adorarán al Señor cuando lo lean y vean su cumplimiento. Eter habla de la Nueva Jerusalén Ahora deseo llamar la atención a la profecía de Eter, que se halla en el Libro de Mormón: "Porque ciertamente les habló de todas las cosas, desde el principio del hombre; y que después de retirarse las aguas de la superficie de este país, llegó a ser una tierra


escogida sobre todas las demás, una tierra escogida del Señor - por tanto, el Señor quiere que todos los hombres que en ella habitaren, lo sirvan a él y que era el sitio de la Nueva Jerusalén que descendería del cielo, y del santo santuario del Señor. He aquí, Eter vio los días de Cristo, y habló de una Nueva Jerusalén sobre este país. "Y habló también concerniente a la casa de Israel, y la Jerusalén de donde Lehi habría de venir: que después de ser destruida sería reconstruida de nuevo, una ciudad santa para el Señor; por tanto, no podría ser una Nueva Jerusalén, por haber existido ya en la antigüedad; mas sería reconstruida, y llegaría a ser una ciudad santa del Señor; y sería edificada para la casa de Israel; y que en este país se edificaría una Nueva Jerusalén para el resto de la posteridad de José, de lo cual ha habido un tipo. Porque como José había llevado a su padre al país de Egipto, donde murió, el Señor, por tanto, sacó a un resto de la descendencia de José del país de Jerusalén, para manifestar su misericordia hacia la posteridad de José, a fin de que no pereciera, así como fue misericordioso con el padre de José para que no muriese. "Por lo tanto, el resto de la casa de José se establecerá en este país; y será la tierra de su herencia; y levantarán una ciudad santa para el Señor, semejante a la Jerusalén antigua y no serán confundidos más hasta que llegue el fin, cuando la tierra será consumida. Y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva; y serán semejantes a los antiguos, salvo que los antiguos habrán desaparecido y todas las cosas se habrán vuelto nuevas. Y entonces viene la Nueva Jerusalén; y benditos son los que moran en ella; porque son aquellos cuyos vestidos han sido blanqueados en la sangre del Cordero; y son los que están contados entre el resto de la posteridad de José, que eran de la casa de Israel. "Y entonces viene también la antigua Jerusalén; y benditos son sus habitantes, porque han sido lavados en la sangre del Cordero; y son los que fueron esparcidos y recogidos de las cuatro partes de la tierra y de los países del norte, y participan del cumplimiento de la alianza que Dios hizo con Abraham, el padre de ellos. Y cuando sucedieren estas cosas, se cumplirá la Escritura que dice: Hay quienes fueron los primeros, que serán los últimos; y quienes fueron los últimos, que serán los primeros." 17

Son comparadas la Nueva y la Antigua Jerusalén Por esta profecía vemos: Primero, que América es una tierra escogida del Señor, más que cualquier otra. Segundo, que es el lugar de la Nueva Jerusalén de Dios que descenderá del cielo a la tierra, cuando ésta sea renovada. Tercero, que se ha de edificar en América una Nueva Jerusalén para el resto de la posteridad de José, según el modelo de la antigua Jerusalén en la tierra de Canaán; y que la antigua Jerusalén va a ser reedificada al mismo tiempo, después de lo cual ambas ciudades prosperarán sobre la tierra, hasta que venga el gran y último cambio, en que los cielos y la tierra serán hechos nuevos. 17

Eter 13:2-12.


Cuarto, nos es revelado que al tiempo de este cambio, las dos ciudades, junto con sus habitantes, serán arrebatadas hasta el cielo; y luego que se haya efectuado el cambio y todo se haya hecho nuevo, una descenderá sobre el continente americano y la otra volverá a su propio lugar anterior. Quinto, se nos dice que los habitantes de estas dos ciudades son los mismos que se reunieron y primeramente las edificaron. El resto de la posteridad de José y los que se reunieron con ellos, heredarán la Nueva Jerusalén; y las tribus de Israel, que serán recogidas de los países del norte y de los cuatro cabos de la tierra, habitarán la otra. De modo que después de la renovación de todas las cosas, hallamos que aquellos que en un tiempo fueron extranjeros y peregrinos sobre la tierra, llegarán a poseer aquella patria mejor que buscaban. Juan ve la Nueva Jerusalén en visión Enseguida consideraremos la revelación de S. Juan, y examinaremos la ciudad después que haya sido hecha nueva, para ver si tiene alguna semejanza a lo que fue antes de sufrir su cambio final. "Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas. "Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. A1 que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente. El que venciere, poseerá toas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Mas a los temerosos e incrédulos, a los abominables y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda. La Santa Jerusalén descenderá del cielo “Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero. Y llevóme en Espíritu a un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios, teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal. Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. A1 oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.


"Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro. Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel. "Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo, el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio transparente. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. "Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. No entrará en ella ninguna cosa sucia o que hace abominación y mentira; sino solamente los están escritos en el libro de la vida del Cordero." 18 También dice en el capítulo 22: "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes. "Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará: y reinarán para siempre jamás. Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto. Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." 19 Esta hermosa descripción nos da a entender: Primero, que la tierra nueva no va a estar separada por ningún mar. Por tanto, lo que hoy llamamos los continentes oriental y occidental, en ese tiempo serán una sola tierra.

18 19

Apocalipsis 21:1-27. Apocalipsis 22:1-7.


Segundo, que el Señor no sólo va a hacer nuevos los cielos y la tierra, sino todas las cosas (entre ellas, por supuesto, las ciudades de Jerusalén y Sión, donde habrá estado su tabernáculo por más de mil años). Tercero, que la ciudad estará dispuesta en cuadro, tendrá doce puertas que llevarán, cada cual, el nombre de una de las tribus de Israel; y habrá tres puertas al norte, tres al sur, tres al oriente y tres al occidente, precisamente como existirá transitoriamente durante los mil años, según la descripción de Ezequiel. Cuarto, que será embellecida con piedras preciosas Y oro, como lo será la ciudad provisional que describe Isaías. Quinto, que un río puro de agua de vida, resplandeciente como el cristal, correrá por esta ciudad nueva, y saldrá del trono de Dios y del Cordero, así como las aguas vivas que saldrán de debajo del santuario en la ciudad temporaria, según la descripción de Ezequiel. Sexto, que el árbol de vida estará de la una y de la otra parte del río, un árbol que llevará doce frutos, uno diferente cada mes, y cuyas hojas eran para dar salud a las naciones. Mas en la época que Juan lo ve, las naciones no tendrán necesidad de ser sanadas, porque no habrá más muerte, ni dolor, ni angustias, porque las primeras cosas habrán pasado, y todo es hecho nuevo. Por tal motivo habla en tiempo pasado y dice que eran para la sanidad de las naciones, y se refiere, por supuesto, al tiempo en que existieron provisionalmente, según Ezequiel, antes de su cambio final. Sión y Jerusalén, dos ciudades santas Hagamos ahora un resumen de las cosas de que hemos hablado. Ezequiel y los otros profetas nos han hecho ver las ciudades de Sión y Jerusalén tal como existirán durante los mil años de reposo conocido como el Milenio, mientras que S. Juan nos presenta un cuadro de estas mismas ciudades después de su cambio final, cuando vengan de Dios y desciendan del cielo sobre la tierra nueva. Eter, por otra parte, nos ha pintado la condición de ambas ciudades, tanto en su estado temporal como eterno, y nos ha hablado claramente acerca del sitio en que se hallarán, antes y después: la Nueva Jerusalén en América, habitada por aquellos del resto de la posteridad de José y los que con ellos se reunieron, que hubieren lavado y blanqueado sus vestidos y en la sangre del Cordero; y la otra Jerusalén, en su lugar anterior, habitada por las tribus de Israel, recogidas de los países del norte y de todas las tierras donde fueron echadas, y que también hayan lavado sus vestidos y los hayan blanqueado en la sangre del Cordero. Así pues queda el asunto. Solamente deseo añadir que en un tiempo el gobierno de los Estados Unidos se dedicó, durante muchos años, a recoger al resto de la posteridad de José precisamente al lugar donde por último edificarán una Nueva Jerusalén, una Sión, con la ayuda de los gentiles, que los juntarán de toda la faz de la tierra. Este recogimiento está claramente anunciado en el Libro de Mormón y otras revelaciones, y está señalado el lugar en que acontecerá, y el tiempo en que se ha de cumplir ya se ha fijado. Y a menos que los gentiles se arrepientan de todas sus abominaciones y acepten el mismo convenio, de


aquí a poco serán totalmente destruidos de sobre la superficie de este país, como dice Isaías: "Porque la gente o el reino que no te sirviere, perecerá; y del todo serán asoladas.” 20 Así también lo testifica el profeta Nefi en el Libro de Mormón: "Y de cierto os digo, os daré una señal para que sepáis la época en que estarán a punto de acontecer estas cosas, cuando recogeré a mi pueblo de su larga dispersión, oh casa de Israel, y estableceré otra vez entre ellos mi Sión. Y he aquí, esto es lo que os daré por señal - porque en verdad os digo que cuando se den a conocer a los gentiles estas cosas que os declaro y que más adelante os declararé de mí mismo y por el poder del Espíritu Santo que os será dado por el Padre, a fin de que los gentiles sepan acerca de este pueblo que es un resto de la casa de Jacob, y de este pueblo mío que será esparcido por ellos; en verdad, en verdad os digo, que cuando el Padre les haga conocer estas cosas - y del Padre procederán de ellos a vosotros "Porque en la sabiduría del Padre, deben ser establecidos en esta tierra e instituidos como pueblo libre por el poder del Padre, para que estas cosas procedan de ellos al resto de vuestra posteridad, a fin de que se cumpla la alianza que el Padre ha hecho con su pueblo, oh casa de Israel; así pues, cuando estas obras, y las que desde ahora en adelante se harán entre vosotros, vayan de los gentiles a vuestra posteridad, que caerá en la incredulidad por causa de la maldad - porque así conviene al Padre que proceda de los gentiles, con objeto de mostrar su poder a los gentiles, a fin de que éstos, si no endurecen sus corazones, puedan arrepentirse y venir a mí y ser bautizados en mi nombre y conocer los verdaderos puntos de mi doctrina, para que puedan ser contados entre mi pueblo, oh casa de Israel "Y cuando sucedan estas cosas, de modo que vuestra posteridad empiece a conocerlas, entonces les será por señal, para que sepan que la obra del Padre ha empezado ya, a fin de cumplir el pacto que ha hecho con el pueblo que es de la casa de Israel. Y cuando llegue este día, sucederá que los reyes cerrarán su boca; porque verán lo que no les había sido contado, y considerarán lo que no habían oído. Porque en aquel día hará el Padre, por mi causa, una obra que será grande y maravillosa entre ellos; y habrá entre ellos quienes no lo creerán, aun cuando alguno se lo declare. Pero he aquí, la vida de mi siervo estará en mi mano; por tanto, no lo dañarán, aunque sea desfigurado por causa de ellos. No obstante, yo lo sanaré, porque les mostraré que mi sabiduría es mayor que la astucia del diablo. "Acontecerá, pues, que los que no crean en las palabras que son de mí, Jesucristo, palabras que el Padre hará que él lleve a los gentiles, y le otorgará el poder para llevarlas a los gentiles (se hará según lo que dijo Moisés), serán desarraigados de entre los de mi pueblo que son de la alianza. Y mi pueblo que es un resto de la casa de Jacob se hallará en medio de los gentiles, sí, en medio de ellos como león entre los animales del bosque, cachorro de león entre las manadas de ovejas, el cual, si pasa por

20

Isaías 60:12.


medio, huella y despedaza, y nadie las puede librar. Su mano se levantará sobre sus adversarios, y todos sus enemigos serán talados. ¡Arrepentíos, oh gentiles! "Sí, ¡ay de los gentiles, si no se arrepienten! Porque será en aquel día, dice el Padre, que quitaré tus caballos de en medio de ti, y destruiré tus carros; y talaré las ciudades de tu país, y derribaré todas tus plazas fuertes; y exterminaré de tu tierra las hechicerías, y no tendrás más adivinos; también destruiré de en medio de ti tus imágenes grabadas y tus esculturas, y nunca más adorarás la obra de tus manos; y arrancaré tus bosques de entre ti; y asolaré tus ciudades. Y acontecerá que terminará toda mentira, engaño, envidia, contienda, superchería sacerdotal y fornicación. Porque sucederá, dice el Padre, que en aquel día talaré de entre mi pueblo a todo aquel que no se arrepienta y venga a mi Hijo Amado, oh casa de Israel. "Y ejecutaré venganza y furor en ellos, así como entre los paganos, de manera tal que nunca ha llegado a sus oídos. Pero si se arrepienten y escuchan mis palabras, y no endurecen sus corazones, estableceré mi iglesia entre ellos; y entrarán en el convenio, y serán contados entre este resto de Jacob, al cual he dado este país por herencia. Y ayudarán a mi pueblo, el resto de Jacob, así como cuantos vengan de la casa de Israel, a construir una ciudad que será llamada la Nueva Jerusalén. Y entonces ayudarán a mi pueblo que está dispersado por toda la superficie del país, a congregarse en la Nueva Jerusalén. Y entonces el poder del cielo descenderá entre ellos, y también yo estaré en medio. "Y en ese día empezará la obra del Padre, sí, cuando sea predicado este evangelio al resto de este pueblo. De cierto os digo que en ese día empezará la obra del Padre entre todos los dispersos de mi pueblo, sí, entre las tribus perdidas que el Padre ha sacado de Jerusalén. Sí, la obra empezará entre todos los dispersos de mi pueblo, mediante el Padre, para preparar la vía por la cual puedan venir a mí, a fin de que invoquen al Padre en mi nombre. Sí, y entonces empezará, mediante el Padre, la obra de preparar la vía, entre todas las naciones, por la cual podrá volver su pueblo al país de su herencia. Y saldrán de todas las naciones; y no saldrán de prisa, ni irán huyendo, porque yo iré delante de ellos, dice el Padre, y seré su retaguardia." 21 Los convenios del Padre se están cumpliendo hoy ¡Oh vosotros, que sois un resto de José, vuestro secreto ha sido revelado! ¡Vosotros que sois despreciados, heridos, esparcidos y echados por los gentiles, hasta que sois pocos los que quedáis! Vosotros, de quienes está escrito: "Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo", alzad la cabeza y regocijaos, porque vuestra redención se acerca; sí, hemos hallado vuestros anales, los oráculos de Dios que en un tiempo fueron comunicados a vuestros padres, pero que han permanecido ocultos de vosotros por 21

3 Nefi 21:1-29.


largos años a causa de la incredulidad. He aquí están a punto de seros restaurados de nuevo. Entonces os regocijaréis, porque sabréis que es una bendición que os viene de la mano de Dios, y las escamas de tinieblas empezarán a caer de vuestros ojos, y los gentiles cesarán de tener dominio sobre vosotros, antes os recogerán y seréis fortalecidos, y de nuevo seréis un pueblo agradable. Ha llegado el tiempo, sí, y la obra ya comenzó, pues hemos visto que se os ha recogido de todas partes de la tierra al lugar que Dios ha dispuesto que los gentiles os congreguen. Por tanto, cesad de oponeros a los gentiles, en lo que concierne al recogimiento de vuestras varias tribus, porque la mano de vuestro gran Dios está en esto, y fue predicho por vuestros antepasados hace miles de años. Permitidles, pues, que efectúen esta postrer misericordia, como bondadosa recompensa por los perjuicios que os han causado. Es con sentimientos mixtos de gozo y tristeza que medito estas cosas: tristeza cuando evoco cómo habéis sido heridos, y gozo cuando pienso en el feliz cambio que ahora os espera; y nuevamente tristeza cuando mis pensamientos se vuelven a la espantosa destrucción que espera a los gentiles a menos que se arrepientan. Sin embargo, los eternos fines de Jehová deben seguir adelante, hasta que todas sus promesas se cumplan, y nadie podrá estorbarlos. Así pues, hágase, oh Dios, tu voluntad. Pero mientras considero todavía este tema, con sentimientos que son mucho más fácil sentir que escribir, me parece que casi puedo oír el eco del lastimero cantar del indio entre sus bosques nativos, que dice así: ¡Oh Gran Espíritu, ten compasión! Al indio escucha en su lamentación; Por largos siglos castigádolo has Oh, ¿cuándo volverás a él tu faz? ¿No harás cesar del blanco la ambición, Que lo hace acongojar nuestra nación? ¿Seremos perseguidos sin cesar Y nuestra estirpe ver aniquilar? ¡Oh gran Señor, extiende tu bondad! Recíbenos, y danos tu verdad, Desnuda ya tu brazo con poder, Tu pueblo y tu reino haz volver.


CAPITULO 6 DE LOS HECHOS DE DIOS PARA CON TODAS LAS NACIONES EN CUANTO ALA REVELACION La revelación es la piedra angular de la justicia "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos . . . para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros: porque en él vivimos, y nos movemos, y somos." 1 Por estos pasajes entendemos: (1) que todas las naciones son hechas de una sangre; (2) que se ha determinado que habiten sobre toda la faz de la tierra (sin exclusión de las Américas); (3) que el Señor ha fijado los términos de su habitación, es decir, ha dividido la tierra entre sus hijos, dando a cada nación la parte que El se propuso - por ejemplo, la tierra de Canaán a Israel, el monte de Seir a Esaú, Arabia a Ismael, América al resto de José, etc. - como el padre que divide un terreno grande entre sus varios hijos, y (4) que ha concedido a todas las naciones de la tierra el privilegio de buscarlo, palpando, a fin de encontrarlo, pues no se halla muy lejos de ninguno de ellos, ya vivan en Asia, Africa, Europa, América o aun en las islas del mar. Si en cualquier época del mundo, o en cualquiera parte de la tierra, hubiese una nación que alcanzara a vivir conforme a sus privilegios, ¿qué lograría? La revelación, respondo yo, por la gran razón de que ningún pueblo jamás halló a Dios de alguna otra manera, ni podrá hallarlo. De modo que si hallaron a Dios, fue por revelación que vino directamente de Él, en la que les reveló su voluntad; y si no lo hallaron de esta manera, entonces nunca lo conocieron. Si lograron revelaciones, tuvieron el privilegio de escribirlas, guardarlas y enseñarlas a sus hijos; y esta recopilación sería sagrada, porque contendría la palabra de Dios. De manera que sería una Santa Biblia, y nada importaría que la hubiesen escrito los judíos, las diez tribus, los nefitas o los gentiles. Para mí es tan aceptable el evangelio escrito por Nefi, Mormón, Moroni o Alma, como el que escribieron Mateo, Marcos, Lucas o Juan. También me es tan fácil creer una revelación dada en América, como una dada en Asia, porque si acaso ha habido nación que nunca recibió revelaciones, fue porque no alcanzó aquello que tuvo oportunidad de realizar. Porqué la revelación cesa en algunas ocasiones ¿Por qué pues, habrán quedado algunas naciones en la obscuridad, siglo tras siglo, sin la luz de la revelación para guiarlas? Mi respuesta es que sus antepasados, en alguna edad del mundo, despreciaron la revelación, echaron fuera y mataron a los profetas y taparon sus oídos a las cosas de Dios, hasta que por fin Él les quitó aquello 1

Hechos 17:26-28.


que pudieron haber tenido, y lo dio a otro pueblo; y así, han permanecido en la ignorancia, de generación en generación, hasta que Él tenga a bien enviar de nuevo su luz y verdad a esa nación. Por otra parte, los que no rechazan la luz, no se hallan bajo ninguna condenación, y la misericordia de Dios tiene derecho a ellos mediante la sangre de Cristo que expía los pecados del mundo. Los paganos que nunca tuvieron la luz serán salvos por la sangre de Cristo, mientras que sus antepasados se condenarán por haber despreciado la luz, porque ésta es su condenación, que la luz vino a ellos y la desecharon. Pues bien, examinemos, respecto de este punto, la historia de varias edades. Durante la mañana de la creación, los hombres recibían la luz por revelación directa, pues Adán, Caín y Abel hablaron con el Señor. En la siguiente generación, los hombres recibieron luz por medio de la revelación, pues Enoc anduvo con Dios y no sólo vio el primer advenimiento de Cristo - sino su segunda venida también, y exclamó: "He aquí, el Señor es venido con sus santos millares, a hacer juicio contra todos", etc., como está escrito en S. Judas. 2 Por esto se ve que Enoc sabía acerca del Mesías, y profetizó con toda la claridad de un apóstol. También en la época de Noé hubo revelación directa; y hay que recordar que todos éstos eran gentiles, es decir, el título Israel no había sido dado a Jacob por el ángel. De modo que si tantos gentiles tuvieron el privilegio de recibir la palabra del Señor, y tener el conocimiento del Dios verdadero por medio de la revelación, igual privilegio tuvieron todos los demás. Y si algunos de ellos se apartaron a la obscuridad y adoraron ídolos hasta que Dios los entregó "a la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza, 3 y por fin les quitó los oráculos de Dios para limitarlos más particularmente a la descendencia de Abraham, fue porque los habían rechazado por mucho tiempo, y se habían hecho indignos de retenerlos. Así que desde el tiempo de Israel, los oráculos de Dios, según parece, han pertenecido más particularmente a la simiente escogida, seleccionada para ése objeto mismo, a saber, que a ellos les serían confiados los oráculos de Dios, el sacerdocio, el servicio de Dios y las promesas que habían existido desde el principio entre los gentiles, quienes mucho antes se habían hecho indignos de aquellas bendiciones. Para predicar la salvación se requieren administradores legales Con el transcurso del tiempo, los hijos de Israel dejaron de hacerse merecedores de seguir recibiendo aquellas bendiciones. Apedrearon y mataron a los profetas, y rechazaron al Mesías y a todos aquellos que Dios les enviaba, hasta que por fin el Señor les arrebató el reino, como nación, y de nuevo lo entregó a los gentiles, disimulando la ignorancia a que éstos se habían entregado, desde el tiempo en que habían perdido el reino hasta que otra vez se lo restauró. Sin embargo, en cuanto fue restituido el reino, de Dios de nuevo a los gentiles, les mandó que se arrepintieran todos, dondequiera que estuviesen; y si se negaban a hacerlo, entonces caerían bajo condenación, y no antes. No bien se hubo quitado el 2 3

Judas 14. 15. Efesios 4:19.


reino a los judíos, cuando desaparecieron sus frutos de entre ellos, y fueron dispersados entre todas las naciones de la tierra, donde nunca más han oído la voz de la inspiración mandándoles que se arrepientan. Si ha habido gentil alguno que les haya mandado arrepentirse y bautizarse (en el nombre del Señor), sin haber recibido la inspiración y el mandamiento para hacerlo, tal acto ha constituido una imposición. No que el arrepentimiento sea perjudicial, sino que la imposición ha consistido en haber pretendido que habían sido enviados con un mensaje cuando no era así; porque cuando Dios da mandamiento a los hombres de arrepentirse, Él envía a alguien con ese mandato, a fin de que lo enseñe a aquellos a quienes va dirigido. Mas cuando no les manda hacer algo, tampoco exige cosa alguna de ellos. El que dice que a los judíos, como nación, les ha sido mandado que se arrepientan y se bauticen, durante los últimos mil setecientos años, está haciendo una declaración que no puede comprobar: a menos que se pueda mostrar que ha habido una revelación nueva, durante ese tiempo, en la que se haya comisionado a los hombres, a salir con ese mensaje. Por otra parte, ninguna generación de los judíos, que ha existido desde que cesó la inspiración, será condenada por rechazar el mensaje de Dios, porque El no les ha mandado ningún mensaje. Por consiguiente, no se puede decir que lo han rechazado; mas sus padres que sí rechazaron las cosas de Dios, son los que se hallan bajo condenación. El hombre es condenado por rechazar a los ministros verdaderos Cuando eran enviados a los gentiles, los hombres que tenían el evangelio les mandaban que se arrepintieran; y tal mandamiento estaba en vigor cada vez que lo predicaban aquellos que habían sido enviados por la autoridad debida, y obraban bajo la inspiración del Espíritu Santo. Mas cuando los hombres mataban a los profetas y a los hombres inspirados, y abusaban de sus privilegios a tal grado que Dios les quitaba aquello y los dejaba sin inspiración, entonces la maldad era imputada a los de esa generación. Pero a los que han existido desde entonces, jamás se ha dado, autorizadamente, el mandamiento de arrepentirse y bautizarse (sino por alguna revelación nueva). De modo que la persona que dice que Dios ha mandado a los gentiles que se arrepientan y obedezcan el evangelio, desde los días en que terminó la inspiración o desde la época en que cesaron de existir los apóstoles y profetas entre los hombres, está afirmando algo que no puede comprobar, a menos que demuestre que se ha recibido alguna revelación nueva desde ese tiempo, que otra vez autoriza a los hombres a ir a los gentiles con tal mensaje. El hecho es que Dios no exige más de una generación, sino el cumplimiento de aquellas cosas que Él le manda. La generación a la que nada revela o a la que no envía sus siervos con un mensaje de Él, no tiene mandamiento que obedecer ni que rechazar; por consiguiente, no tiene más obligación que la de observar los principios morales del bien y del mal que rigen en todas las edades del mundo, de acuerdo con el conocimiento de la rectitud moral que el pueblo tuviere.


Pero en estos últimos días, Dios nuevamente ha hablado desde los cielos, y ha comisionado a sus siervos para que vayan primero a los gentiles, mandándoles en todas partes que se arrepientan y obedezcan el evangelio; y les ha mandado que entonces vayan a los judíos también, con el mandamiento de arrepentirse y obedecer el evangelio, y de este modo restaurar de nuevo lo que por tanto tiempo se había perdido de la tierra. Así pues, siempre que se haga esta proclamación, en el nombre de Jesús, de acuerdo con lo que Él les haya mandado, la gente tiene la obligación de arrepentirse y bautizarse. El que se arrepintiere y se bautizare, será salvo; y el que no aceptare su testimonio, ni se arrepintiere ni se bautizare, será condenado por esta razón muy clara: que Dios ha enviado a sus siervos por revelación, precisamente con este mensaje para esta generación; y el que desprecia al menor de los embajadores de Dios, rechaza al que lo envió. Por tanto, se halla bajo condenación desde ese día. Los que se hacen pasar por justos persiguen a los profetas en todas las edades Frecuentemente se pregunta: "Si Dios ha enviado a hombres con ciertas verdades que el pueblo tiene que obedecer, y sin las cuales no puede la gente salvarse, ¿qué será de toda la gente buena que murió antes que llegase a ellos el mensaje?" La respuesta es, que si obedecieron el mensaje que Dios envió a la generación en que ellos vivieron, serán salvos; pero si Dios no envió ningún mensaje a esa generación, entonces no han rechazado nada y no se hallan bajo condenación, antes se levantarán para juzgar a los de esta generación y los condenarán; porque si a ellos les hubiesen sido extendidas las mismas bendiciones que hoy se ofrecen a nosotros, sin duda las habrían aceptado gozosamente. El principio de la condenación, en todas las edades del mundo, no es ni más ni menos que rechazar el mensaje que Dios les envía, mientras pretenden adherirse a lo que La ha enviado en edades pasadas. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que adornáis los sepulcros de los profetas, y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas." 4 Mas vosotros mismos dais testimonio que apoyáis los hechos de vuestros padres, porque ellos mataron a los profetas, y vosotros edificáis sus sepulcros. Así testificó el Salvador a los judíos que pretendían honrar a sus antiguos profetas, y al mismo tiempo lo rechazaban a Él y a sus apóstoles. Lo mismo sucede en esta generación, Vosotros, que os hacéis llamar cristianos, adornáis el sepulcro del Mesías y sus antiguos apóstoles, y aun edificáis hermosas iglesias en memoria de ellos, y las llamáis la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de San Pablo, la Iglesia de San Juan, etc., y decís: "Si fuéramos en los días de los apóstoles, no los hubiéramos matado y apedreado." Mas vosotros mismos testificáis que consentís en los hechos de vuestros padres, porque ellos mataron a los apóstoles y vosotros edificáis iglesias en memoria de ellos; y a la vez, si algún profeta o apóstol viene entre vosotros, inmediatamente le cerráis vuestras puertas cuando os testifica lo que Dios le ha mandado testificar. Porque decís que no ha de haber más profetas o apóstoles sobre la tierra, e inmediatamente lo acusáis 4

Mateo 23:30.


de ser profeta falso; y si se levanta el populacho y lo mata, o le quema su casa o destruye sus bienes, vosotros os regocijáis, o en silencio consentís en el hecho, o quizá gritáis: ¡Falso profeta! Mientras tanto, en vuestros periódicos y desde vuestros púlpitos se proclaman toda clase de mentiras respecto de él. ¡Ay de vosotros, sacerdotes, fariseos, hipócritas, que henchís la medida de vuestros padres!, porque así como hicieron ellos, vosotros también hacéis. La venganza es de Dios, y pronto vengará a sus escogidos que claman a El día y noche. Dios habla a muchas naciones Volvamos, sin embargo, al tema de la revelación. "Porque no hay nada encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido." 5 Así dijo el Salvador. También leemos: `La tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas. " 6 Cabe aquí preguntar, ¿cómo se efectuará esto? No conozco mejor manera de contestar que citar la profecía de Nefi: "Porque mando a todos los hombres, tanto en el este, como en el oeste, en el norte, así como en el sur y en las islas del mar, que escriban lo que yo les hable; porque de los libros que se han escrito juzgaré al mundo, cada cual según sus obras, conforme a lo que se haya escrito. Porque he aquí, hablaré a los judíos, y lo escribirán; y hablaré también a los nefitas, y éstos lo escribirán; y también hablaré a las otras tribus de la casa de Israel que he conducido lejos, y lo escribirán; y también hablaré a todas las naciones de la tierra, y ellas lo escribirán. "Y acontecerá que los judíos tendrán las palabras de los netas, y los nefitas las de los judíos; y los nefitas y los judíos poseerán las palabras de las tribus perdidas de Israel, y éstas poseerán las de los nefitas y los judíos. "Y sucederá que mi pueblo, que es de la casa de Israel, será reunido sobre las tierras de sus posesiones; y mi palabra se reunirá también en una. "Y manifestaré a los que luchen contra mi palabra y contra mi pueblo, que es de la casa de Israel, que yo soy Dios, y que hice convenio con Abraham de acordarme de su posteridad para siempre." 7

5

Lucas 12:2. Isaías 11:9. 7 2 Nefi 29:11-14. 6


CAPITULO 7 UN CONTRASTE ENTRE LAS DOCTRINAS DE CRISTO Y LAS FALSAS DOCTRINAS DE LOS HOMBRES "Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo." â€

1

2 Juan. 9.


Lo doctrina de Cristo

Las doctrinas de los hombres

Y estas señales seguirán a los que creyeren:

Y estas señales no seguirán a los que creyeren, porque se han abrogado y ya no se necesitan.

En mi nombre echarán fuera demonios:

En su nombre no echarán fuera demonios.

Hablarán nuevas lenguas;

El don de lenguas ya no hace falta.

Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 2

Si alzaren serpientes los morderán; y si bebieren cosa mortífera les matará. No pondrán las manos sobre los enfermos, y si lo hicieren, no sanarán, porque tales cosas han sido quitadas.

El que en mí cree, las obras que yo hago El que cree en Cristo no obrará ninguno de también él las hará; y mayores que éstas hará; los milagros o grandezas que Él hizo, porque porque yo voy al Padre. 3 tales cosas han cesado. Porque nada hay encubierto, que no haya de No ha de haber más revelación, porque ser manifestado; ni oculto, que no haya de todas las cosas necesarias ya han sido 4 saberse. reveladas. Y enviará sus ángeles, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos etc. 5

No ha de haber más ministración de ángeles, porque estas cosas han terminado.

Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, Los ángeles no aparecen en esta edad que tenía el evangelio eterno para predicarlo ilustrada, porque ya no se precisan. a los que moran en la tierra. 6 Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad: . . y os hará saber las cosas que han de venir. 7

No se requiere la inspiración en esta edad de conocimiento y cultura. Tampoco os mostrará las cosas que están por venir, porque si lo hacéis, seréis profetas, y no ha de haber profetas en estos días.

Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren No es así en esta época, y no hemos de en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y esperar sanar a los enfermos y hacer 8 os será hecho. milagros; por consiguiente, no debemos esperar recibir lo que pedimos.

2

Marcos 16:17, 18. Juan 14:12. 4 Mateo 10:26. 5 Mateo 24:31. 6 Apocalipsis 14:6. 7 Juan 16:13. 3


Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Para que todos sean una cosa. 9

Todos somos buenos cristianos, y todos creemos en Él por las palabras de los apóstoles, aunque nos hallemos divididos en varios centenares de sectas.

Un Señor, una fe, un bautismo. 10

Muchos Señores, muchas fe, y tres o cuatro modos de bautizar.

Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo. 11

Y por muchos espíritus somos divididos en diferentes cuerpos.

Y él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas: y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores; para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo. 12

Y no ha de haber más apóstoles ni más profetas; antes la obra del ministerio, la perfección de los santos y la edificación de los diferentes cuerpos de Cristo, se puede hacer muy bien sin estos dones de Dios, si tan solamente nos es dado el dinero suficiente para educar y emplear la sabiduría de los hombres.

Estos dones y oficiales habían de continuar hasta que todos llegásemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, aun varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo.

Los apóstoles, milagros y dones habían de continuar durante la primera edad del cristianismo; pero entonces habían de cesar, por no necesitarse más, después de haber cumplido su propósito.

Estos dones y oficios fueron dados para que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error. 13

Ahora se precisan folletos, credos, sermones y comentarios de hombres sin inspiración, juntamente con sacerdotes asalariados para evitar que los hombres sean llevados en derredor por todo viento de doctrina. etc.

Ni nadie toma para sí la honra, sino él que es Porque ningún hombre puede tomar para sí llamado de Dios, como Aarón. 14 mismo la honra, sino el que haya sido educado para este propósito, y comisionado por los hombres. ¿Cómo predicarán si no fueren enviados ( por Dios)? 15 8

Juan 15:7. Juan 17:20,21. 10 Efesios 4:5. 11 1 Corintios 12:13. 12 Efesios 4:11,12. 13 Efesios 4:13,14. 14 Hebreos 5:4. 9

Mas ¿cómo predicarán, si no fueren bien educados para tal fin, y enviados (por su


mesa directiva)? ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados. 16

Si alguno está enfermo entre vosotros, no hay que enviar por los ancianos de la iglesia, y si es que éstos vinieren, no les permitáis que pongan las manos sobre el enfermo, ni que sea ungido con aceite en el nombre del Señor, porque todo esto es un engaño de los mormones; más bien, envíese por un buen médico, y posiblemente el enfermo sanará.

Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos: para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 17

Arrepentíos, y venid al asiento de la penitencia, cada uno de vosotros, y clamad: "Señor, Señor"; y tal vez obtendréis el perdón de vuestros pecados, y si queréis ser bautizados, bien, y si no, no; mas si lo hacéis, no recibiréis el Espíritu Santo, como se hacia antiguamente, porque tales cosas han sido suprimidas.

Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros mancebos verán visiones. 18

Y en estos últimos días el Señor no derramará su Espíritu para que vuestros hijos e hijas profeticen, ni que vuestros viejos sueñen sueños, o vuestros jóvenes vean visiones; porque todo esto ya no es necesario. Es una ilusión, y sólo los ignorantes creen estas cosas.

Procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis. 19

No procuréis ninguno de los dones sobrenaturales, y especialmente guardaos de profetizar, porque tales cosas han terminado.

Procurad profetizar; y no impidáis el hablar lenguas. 20

No profeticéis, y no es sino un engaño el hablar en lenguas.

Mas en vano me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres. 21

No importa qué clase de doctrina o sistema religioso acepte un hombre; basta con que sea sincero y adore a Jesucristo.

Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, Damos gracias a Dios, porque no ha que hayas escondido estas cosas de los sabios revelado nada a persona alguna, sabia o 15

Romanos 10:15. Santiago 5:14,15. 17 Hechos 2:38,39. 18 Joel 2:28. 19 1 Corintios 14:1. 20 1 Corintios 14:39. 21 Mateo 16


y entendidos, y las hayas revelado a los niños. sencilla, por muchos siglos; -y porque Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos. 22 nuestros sabios e ilustres hombres han podido conocer a Dios sin ninguna revelación, y porque nunca más seremos favorecidos con otras revelaciones. Nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Todos conocemos a Dios en esta edad de Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a erudición, y esto no obstante el hecho de que quien el Hijo lo quisiere revelar. 23 ni el Padre ni el Hijo han revelado cosa alguna a nosotros, porque no creemos que la revelación sea necesaria ahora. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús; que en todas las cosas sois enriquecidos en él, en toda lengua y en toda ciencia; así como el testimonio de Cristo ( el espíritu de la profecía) ha sido confirmado en vosotros: de tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. 24

Por parte de la iglesia damos gracias al Señor en estos días por no habérsele dado ningunos dones sobrenaturales, y porque Cristo no la ha enriquecido con el don de hablar ni el don de conocimiento: ni tampoco se le ha confirmado el testimonio de Jesús (el espíritu de la profecía). Se ha quedado atrás, en cuanto a todos los dones, y ni espera ni está aguardando la venida del Señor: porque ya una vez vino, y no volverá a venir, sino hasta el grande y postrer día, o sea el fin de la tierra.

Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado. 25

Y no podemos saber por nosotros mismos, por ninguna manifestación positiva en estos días, antes tenemos que confiar en la sabiduría y el conocimiento de los hombres.

Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres. Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles; antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacerlo que es: para que ninguna

La sabiduría y el conocimiento de los hombres son mejores que la inspiración del Altísimo, porque ésta ya no es necesaria; pues podéis ver vuestra vocación, hermanos, cómo son llamados los sabios y los ilustrados, los nobles y los grandes en estos días; porque los hemos escogido para confundir a los sencillos, e indoctos e ignorantes; sí, para confundir a las cosas bajas del mundo que son odiadas, para que la carne pueda gloriarse en la presencia del

22

Mateo 11:25,26. Mateo 11:27. 24 1 Corintios 1:4-7. 25 Juan 17:3. 23


carne se jacte en su presencia. 26

Señor.

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con altivez de palabra, o de sabiduría, a anunciaros el testimonio de Cristo. Porque no me propuse saber algo entre vosotros, sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y con mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder; para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. 27

Y nosotros, hermanos, cuando venimos a vosotros, llegamos con excelencia de palabras, con la sabiduría y el conocimiento de los hombres; y nuestras palabras y nuestras predicaciones fueron con palabras lisonjeras de la sabiduría de los hombres, y no con la demostración del Espíritu, porque eso ya no existe; y esto a fin de que vuestra fe no se funde en el poder de Dios, sino en la sabiduría del hombre.

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria: la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria. 28

Mas nosotros predicamos la sabiduría del hombre con misterios, sí, la sabiduría oculta que nadie conoció, sino los doctos, porque si otros la hubiesen conocido, no habrían tenido necesidad de emplearnos para declarársela.

Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Pero Dios no nos ha revelado nada por su Espíritu: porque el Espíritu todo lo Espíritu; porque la sabiduría y el escudriña, aun lo profundo de Dios. entendimiento del hombre escudriñan todas las cosas, sí, todas las cosas profundas que tenemos necesidad de saber. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas de hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Porque ¿quién conoce las cosas del hombre, sino por el espíritu del hombre que está en él? De la misma manera ninguno conoce las cosas de Dios por el Espíritu de Dios en estos días, porque se ha abrogado, y ya no revela nada.

Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del Mas nosotros no hemos recibido el Espíritu mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para de Dios, sino el espíritu del mundo, para que que conozcamos lo que Dios nos ha dado. así no pudiésemos saber can certeza, aunque podremos conjeturar o dar nuestra opinión respecto de las cosas de Dios. Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con 26

1 Corintios 1:25-29. 1 Corintios 2:1-5. 28 1 Corintios 2:7,8. 27

Cosas que también hablamos, no con las palabras que el Espíritu Santo enseña,


doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

porque la inspiración del Espíritu Santo ha cesado.

Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente. 29

Mas el hombre ilustrado puede recibir y comprender las cosas de Dios, por su propia sabiduría, sin la inspiración del Espíritu: porque ¿quién es tan insensato para creer en visiones y revelaciones en esta edad religiosa?

Nadie se engañe a sí mismo: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase simple, para ser sabio.

Nadie se engañe a sí mismo. Si algún hombre entre vosotros parece ser sabio en las cosas de Dios, procure la sabiduría de los hombres, para que sea sabio en verdad.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad para con Dios; pues escrito esta: : El que prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. Así que ninguno se gloríe en los hombres. 30

Porque la sabiduría de Dios es insensatez para el mundo, porque está escrito: Eduquemos a nuestros jóvenes para el ministerio; y también: Nadie predique, si no ha sido educado para tal propósito. Sobre todo, no recibáis a ninguno que declare tener inspiración.

Y acerca de los dones espirituales, no quiero, En cuanto a los dones espirituales, hermanos, que ignoréis. hermanos, quisiéramos que quedaseis completamente ignorantes, porque ninguna falta hacen en esta generación. Empero a cada uno le es dada manifestación Empero la manifestación del Espíritu a nadie del Espíritu para provecho. es dada para provecho. Porque a la verdad, a éste es dada por el Porque a uno es dada, por la enseñanza de Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra los hombres, palabra de sabiduría, y a otro, de ciencia según el mismo Espíritu; palabra de conocimiento, según la enseñanza humana. A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

Y a otro fe, por el mismo espíritu: mas a nadie es dado el don de sanidades por el mismo espíritu.

A otro, operaciones de milagros; y a otro, profecía; y a otro, discreción de espíritus; y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

Ni a persona alguna es dada la operación de milagros; a nadie el don de profetizar; a ninguno el don del discernimiento de espíritus; ni hay quien tenga el don de lenguas, ni el don de interpretar lenguas.

29 30

1 Corintios 2:10-14. 1 Corintios 3:18-21.


Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.

Porque así como el cuerpo se compone de muchas sectas y partidos, opuestos los unos a los otros, y sin tener ninguno de los dones; pero todas estas sectas, siendo muchas, son un cuerpo, así también el Anticristo.

Porque por un Espíritu somos bautizados en un cuerpo, ora Judíos o Griegos, ora siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

Porque por muchos espíritus somos todos bautizados en muchos cuerpos, ya seamos católicos, protestantes, presbiterianos o metodistas; mas todos hemos bebido del mismo espíritu, a saber, del espíritu del mundo.

Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos.

Porque el cuerpo no es una secta, sino muchas.

Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso.

Mas ahora el dios (de este mundo) ha colocado sectas y agrupaciones en el cuerpo (del Anticristo) según su voluntad.

Que si todos fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo?

Pues si todos fuesen una secta ¿dónde estaría el cuerpo?

Mas ahora muchos miembros son a la verdad, empero un cuerpo.

Mas ahora muchas sectas son, mas solamente un cuerpo (a saber, Babilonia).

Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte.

Vosotros, pues, sois el cuerpo del Anticristo, y miembros en particular.

Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores: luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas. 31

Y los hombres han puesto a unos en la iglesia, primeramente un sacerdote asalariado, luego un consejo superior, lo tercero, folletos, entonces comentarios, credos y diversidad de opiniones: y de ahí las sociedades y maravillosos auxilios.

Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo. Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos: que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. 32

Ay de vosotros cuando os maldijeren y os persiguieren y dijeren de vosotros todo mal falsamente, por causa de Cristo. Lamentad y entristeceos en gran manera al llegar esa hora, porque poco será vuestro galardón entre los hombres, porque así persiguieron a los Santos de los Últimos Días.

31 32

1 Corintios 12:1,7-10,12-14,18-20,27,28. Mateo 5:11,12.


Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses. 33

Al que pidiere dadle, si está en posición de corresponderos con un presente de igual valor; y el que quisiere tomar de vosotros prestado, no se lo neguéis, si puede devolverlo a vosotros con usura.

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro No penséis en poder ser perfectos, porque es Padre que está en los cielos es perfecto. 34 cosa imposible vivir sin pecar. Mirad que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.

Procurad hacer vuestras limosnas ante los hombres, para que así os vean; de otra manera no recibís ningún galardón o alabanza de los hijos de los hombres.

Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.

Así pues, cuando hacéis limosna, publicadlo en el "Heraldo Misionero" o algún otro periódico, para que obtengáis la alabanza del mundo. En verdad, en verdad, os digo que tendréis vuestro galardón.

Y cuando oras, no seas como los hipócritas: porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres.

Y cuando oráis, sed como los hipócritas de la antigüedad. Id ante el público y clamad con vuestra fuerza, sin esperar ser oídos ni contestados, porque tal cosa sería un milagro, y los milagros han cesado.

Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros: porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago.

Y cuando ayunáis, sed como hipócritas, con semblante triste, para manifestar a los hombres que ayunáis, a fin de que recibáis vuestro galardón.

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan: porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. 35

Amontonaos abundantes tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; pues no importa cuán ricos seáis en este mundo, basta con que sólo penséis en el cielo; porque sucede que ahora podéis servir a Dios y a las riquezas también.

Así que, todas las cosas que quisierais que los Así que, todas las cosas que los hombres hombres hiciesen con vosotros, así también hiciesen con vosotros, hacedlo vosotros con haced vosotros con ellos; porque ésta es la ellos también, porque así es la ley y la 33

Mateo 5:42. Mateo 5:48. 35 Mateo 6:1,2,5,16,19-21. 34


ley, y los profetas.

costumbre.

Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición, y muchos son los que entran por ella.

Entrad por la puerta ancha, por donde pasa la multitud, porque no es posible que todos nuestros grandes e ilustres hombres estén en error, y que nadie tenga razón sino unos cuantos individuos desconocidos.

Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Porque el camino angosto no es tan estrecho, pero son muy pocos los que caminan por él.

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Guardaos de los profetas que vienen a vosotros con la palabra de Dios. Desde luego podéis saber que son falsos, sin oírlos, ni examinar sus frutos. La opinión popular se opone a ellos; y si fueran hombres de Dios, el pueblo estaría de su parte y hablaría bien de ellos.

Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Si tan solamente podemos estar seguros de que simpatizamos con la religión, y oramos frecuentemente, seremos salvos, sea que cumplamos con la voluntad de Dios o no; porque no importa qué sistema abracemos, sea verdad o error, "-asta y sobra con que seamos sinceros.

Y fue que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina; porque enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 36

Y aconteció que cuando los hombres acabaron de decir todas estas cosas, el pueblo quedó complacido con sus doctrinas, porque enseñaban no como hombres que tenían autoridad, sino como los escribas.

36

Mateo 7:12-16,20,21,28,29.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.