DE VISITA A EUROPA
■ Fotos: Frank Schuldt
community 03/2020
Levantarse y hablar sobre fe, amor y esperanza Una historia con un triple significado: una señal para el mundo, un consuelo para muchos y un llamamiento para toda la Iglesia. Cómo desglosa el Apóstol Mayor el 16 de febrero de 2020 en Meinerzhagen (Alemania) lo acontecido con la viuda de Naín. El pasaje bíblico cuenta sobre la viuda que llevaba a su hijo a la tumba y que quedaba totalmente sin recursos, haciéndosela además responsable de su desgracia. Jesús hizo detener el cortejo fúnebre y devolvió la vida al joven.
El consuelo del ayudador compasivo “Por supuesto, esto también es una imagen de la dedicación de Dios”, añadió el máximo dirigente de la Iglesia. “Jesucristo nos comprende porque también ha experimentado todo lo que el hombre pasa y atraviesa”.
El acto con señales del Redentor “La historia es una señal”, explicó el Apóstol Mayor JeanLuc Schneider. “Jesús quería mostrar: el hombre está condenado a la muerte espiritual por el pecado. Pero yo vengo como el Salvador, doy vida eterna y resurrección”.
Su “no llores” a la viuda significa, por lo tanto, para todos los creyentes: “Sé que duele. Pero no te detengas en esto. Piensa en lo que quiero darte y en lo que te daré: te llevo a la vida eterna”.
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