Risas silenciosas en su habitación. Una carga de energía entre su padre y él, mientras mamá hacia el desayuno. Luego, un atuendo paisa y muchos familiares en la iglesia, el agua bendita en su cabeza y en un ambiente campestre al final hicieron que Maxi recibiera la bendición de Dios entre amigos y verdes de la montaña de Santa Elena