REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B ______________________________________________________________________
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PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO_CICLO B
REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B ______________________________________________________________________ 1. LECTURAS Isaías 63, 16-17. 19; 64, 2-7: Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia. Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos. Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas. Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. Sal 79; Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. 1 Cor 1,3-9: Hermanos: Les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don, ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. El los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Marcos 13,33-37; En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta".
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REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B ______________________________________________________________________ 2. REFLEXIÓN EL DIOS QUE YA HA VENIDO PERO QUE SIEMPRE ESTÁ POR VENIR JORGE ARÉVALO NÁJERA
Con este primer domingo de Adviento da inicio un nuevo año litúrgico en el calendario de la Iglesia Católica y todos los creyentes nos disponemos a preparar el espíritu para encontrarnos con Jesús que viene. El Adviento es precisamente un tiempo fuerte para la reflexión sobre el significado de dicha venida en la concreción de nuestras vidas y el itinerario que la Palabra anuncia precisamente para asumir dicho significado. Veamos pues de profundizar en el mensaje teológico y en las pautas espirituales de los textos proclamados en este domingo. La primera lectura, tomada del libro del profeta Isaías, procede de la época postexílica (correspondiente al regreso de la deportación de Israel en Babilonia) y en ella, el llamado Trito-Isaías hace una lectura profética de la durísima experiencia de Israel en tierra extranjera << Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas >> El profeta afirma que la deportación y la deplorable situación del pueblo es causada por las acciones de Israel (ha sido infiel a la alianza con Dios y se ha asociado con las potencias extranjeras confiando más en ellas que en su Señor) pero al mismo tiempo concluye que esas acciones culpables se dieron porque Dios lo ha permitido. De inmediato, al lector o al auditor atento, le surgen preguntas como las siguientes: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Qué tanta responsabilidad tiene Israel si en el fondo Dios permitió su pecado? ¿No será entonces que Dios es el verdadero culpable? ¿Qué clase de Dios es ese que pudiendo evitar el desastre lo permite? Muchas veces se presentan en nuestra vida situaciones dolorosas en las que perdemos nuestras seguridades, no tenemos de donde asirnos, el piso se mueve y pareciera que arenas movedizas nos engullen. Al escribir esta líneas viene a mi recuerdo una de las crisis de fe más difíciles que he tenido. En la mañana de un domingo de Pascua, de pronto, como viniendo de la nada, desapareció la certeza –hasta entonces nunca puesta en discusiónsobre la resurrección de Jesús. No se trató de una duda intelectual sino existencial. El fundamento de mi vida se desmoronaba, todo el que haya experimentado ausencia de sentido para su vida me entenderá perfectamente. Dios no aparecía por ningún lado, toda manifestación de su parte cesó y me pregunté: ¿Acaso será todo una gran mentira? ¿No se habrán engañado a sí mismos los discípulos de
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REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B ______________________________________________________________________ Jesús que ante su muerte -inadmisible a la razón- proyectaron en una fábula hermosísima a la que llamaron “resurrección” sus anhelos de vida eterna? ¿Por qué se dio en mi vida esa situación? ¿Yo la provoqué con mi falta de radicalidad evangélica, con mi negligencia en el cuidado y desarrollo de mi vida espiritual? ¿Dios la permitió? Y de ser así, ¿Por qué me permitió alejarme de sus mandamientos y dejó que mi corazón se endureciera hasta el punto de no temerle? ¿Ambas cosas se conjuntaron? Para estas preguntas no tengo una respuesta totalmente satisfactoria, pero lo que sé con certeza es que el Señor fue misericordioso conmigo y en el momento de mayor oscuridad me tendió la mano, me rescató y me dio la paz. Cuando en mi corazón se perfilaban los ídolos como posible horizonte de recuperación de sentido, Él descendió y los montes se estremecieron con su presencia. Cuando estaba marchito y el viento me arrebataba como las hojas secas Él me mostró que era mi Padre y que como el alfarero moldea la arcilla para crear su arte, yo estaba entre sus manos cálidas y expertas en recrear nuevas historias. Pero qué benéficas y necesarias son estas experiencias en la vida espiritual. Cuando todo lo tenemos claro, cuando no hay retos en la vida de fe, cuando nuestra religiosidad nos mantiene cómodos y calientes en el mullido sillón de la mediocridad entonces para Dios nada es posible, queda fuera de su alcance el corazón cebado, engrosado por la ideología de la autosuficiencia, esclerosado e incapaz de palpitar para Dios y con Dios y las “experiencias límite”, aquellas que nos ponen delante de nuestra real precariedad y nos gritan claro y fuerte que no nos bastamos a nosotros mismos para gestionar nuestra historia de forma realmente significativa resultan ser una bendición porque nos hacen “levantar el corazón” hacia horizontes coloreados de libertad. No es que Dios literalmente mande enfermedades, penalidades o sufrimientos. Estas situaciones tienen sus propias causas intrahistóricas, ya sea biológicas, físicas o de cualquier otra índole, pero una vez que se presentan y la frágil creatura humana se encuentra con su radical insuficiencia entonces Dios arremete con fuerza inusitada, con toda la potencia de su amor para mostrarle que no todo está perdido, que la vida en comunión con Él tiene pleno sentido y que es posible superar cualquier situación por adversa que sea. Esto es precisamente lo que anuncia Pablo en la segunda lectura, de la primera carta a los Corintios: << El los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. >> La forma definitiva y absoluta en la que Dios se ha hecho presente, de una vez y para siempre en las vicisitudes de la vida humana es con la encarnación de su Hijo. En efecto, en Jesús se encuentran de manera perfecta lo humano y lo divino, por eso Él es el único que puede mostrar al hombre su misterio antropológico más profundo y al mismo tiempo puede mostrar al hombre el Misterio divino en su hondura insondable.
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REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B ______________________________________________________________________ En Él se encuentran todas las respuestas, las imaginables y las inefables, todo conocimiento y todo don viene por Él y gracias a Él. Y no obstante, el hombre solamente puede acceder al hontanar último del conocimiento de manera precaria y parcial en la historia. Sólo en el éscaton, en el más allá de la historia, en la eternidad, el hombre podrá encontrarse en la plenitud de su ser y resolver todos los cuestionamientos existenciales que le han acompañado desde siempre. Podríamos decir que la Parusía (el segundo advenimiento de Cristo) viene exigido por la misma dinámica de la encarnación porque en Jesús lo divino se ha hecho profundamente humano y lo humano profundamente divino. Dios, en Jesús ha asumido de tal modo la naturaleza humana que desde entonces, la humanidad se ve jalonada irremediablemente hacia una consumación que está más allá de sí misma, en las entrañas trinitarias. Pero la espera del cristiano no es nunca pasiva, la misma dinámica pascual que Cristo ha inaugurado y que ahora corre por las venas del discípulo lo impele irresistiblemente –al mismo tiempo que lo capacita- para esperar activamente, luchando contra toda injusticia, denunciando toda tropelía que atente contra la dignidad humana, construyendo con los dones escatológicos (fe, esperanza y caridad) la civilización del amor. Esto es precisamente lo que exige Jesús a sus discípulos y a todos los hombres en el evangelio de Marcos << Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta >> La indolencia y la pereza (sueño) ante la llegada inminente del Hijo del Hombre pueden tener consecuencias funestas, pero seguro estoy que lo que más puede movernos para asumir nuestra responsabilidad sea el amor del esposo que viene a su casa para consumar la boda. Gracia y paz.
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